Cuento de Orca

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Cuento: La pequeña Orca

La pequeña orca

Había una vez una orca que vivía con su familia en el mar, cerca de
Japón. Era un día muy bonito, porque dentro del agua había mucha
luz y cuando salía afuera a respirar notaba el calor del sol.

                      

La orca y su familia estaban buscando bancos de peces para comer y


de repente vieron la silueta de muchos barcos por encima de ellas. La
pequeña orca se puso muy contenta porque era la primera vez que
veía barcos. Eran, ni más ni menos, 4 barcos.
 

                                       

Esto, a las orcas adultas no les gustó, así que les dijeron a las orcas
pequeñas que vigilaran y que no se separaran del grupo.

De repente redes cayeron de los barcos y las orcas se pusieron a


nadar tan rápido como podían. Pero esto no las ayudó porque las
redes eran tan largas que por mucho que nadaran, nunca llegarían al
final de ésta, y sin dar-se cuenta se habían quedado acorraladas en
una pequeña cala. Todas las orcas estaban muy asustadas porque
veían que no podían escapar. 
                            

Por si no fuera suficiente, se empezaron es oír unos ruidos muy


fuertes que venían de los barcos, que las acabaron desorientando.

La pequeña orca buscaba desesperada a su madre, cuando de


repente notó como la cogían y se la llevaban hacia uno de los barcos.
Gritaba buscando a su madre, pero ella no oía a nadie, estaba
completamente aturdida.                        

Antes de que se enterara la dejaron en una piscina donde la pequeña


orca continuó buscando a su familia. Pero se dio cuenta de que allí
estaba sola. Al cabo de unos días, la sacaron de esa piscina para
ponerla en una caja muy pequeña. La pequeña orca no podía
moverse. Ahí se quedó un buen rato. Tanto rato como para viajar a
otro país.

Y cuando salió de la caja se encontró en una piscina donde había


otras orcas.                                  
Por un momento la pequeña orca se puso muy contenta porque pensó
que su madre podría estar allí. Así que empezó a buscarla. Preguntó a
las orcas si sabían dónde estaba su madre, pero cuando las otras
orcas se pusieran a hablar, la pequeña orca no las entendía. Hablaban
otro idioma.

Así que se volvió a poner triste, se puso tan triste que se fue a un
rincón de la piscina y allí se quedó…                           

Al cabo de un tiempo la pequeña orca empezó a entender los ruidos


de las otras orcas. Así pudo preguntar dónde estaba su madre. Le
dijeron que su madre se había quedado en el mar. La pequeña orca
que se llamaba Xizuca pensó en pedirles ayuda a las otras orcas ya
que ahora si se podían entender.                              

Xizuca pensó en portarse muy mal dentro la piscina y no hacer caso al


entrenador para que la devolvieran al mar.

Se portó tan mal que la devolvieron al mar.


Las otras orcas, al verlo, hicieron lo mismo y también las devolvieron al
mar.                     

Xizuca como ya sabía muchos idiomas pensó en buscar un delfín para


que la ayudara. Los delfines tienen una manera de saber dónde están:
con el ecosonar.  

Encontró un grupo de delfines que la ayudaron a llegar al mar


japonés.                                            

Cuando llegó y vio a un grupo de orcas que saltaban fue hacia allí. Al
llegar se dio cuenta de que era su familia y se puso muy contenta.       

FIN

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