Cesar A. VAPÑARSKY

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Primacía y macrocefalia en la Argentina: la transformación del sistema de asentamiento

humano desde 1950


Author(s): César A. Vapñarsky
Source: Desarrollo Económico, Vol. 35, No. 138 (Jul. - Sep., 1995), pp. 227-254
Published by: Instituto de Desarrollo Económico Y Social
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/3467304
Accessed: 15-10-2020 21:11 UTC

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Desarrollo Econ6mico, vol. 35, NQ 138 (julio-setiembre 1995)
227

PRIMACIA Y MACROCEFALIA EN LA ARGENTINA:


LA TRANSFORMACION DEL SISTEMA
DE ASENTAMIENTO HUMANO DESDE 1950*

CESAR A. VAPNARSKY**

La Argentina no se destaca en el mundo como pais populoso o de rapido c


de poblaci6n. Tampoco como pais poco poblado o de lento crecimiento. En al
cuarenta aios su poblaci6n casi se duplic6: entre 1950 y 1991 pas6, aproxima
17 a 33 millones de habitantes. Quiza se destaque por el caricter dinamico d
de asentamiento humano, que durante el mismo periodo experiment6 una tra
profunda. Sin embargo, ella ha pasado inadvertida. 6Por que? Seguramente p
intacta la altisima primacia que supone Gran Buenos Aires, una aglomeraci6n
siendo diez veces mayor que la siguiente en magnitud de poblaci6n. Pero prim
confundirse con macrocefalia. Aunque la primacia persistib, la macrocefalia d
mucho. En 1950 la poblaci6n de Gran Buenos Aires casi duplicaba la del conj
demas aglomeraciones de 50.000 o mas habitantes. En 1991 practicam
igualaba.
Algunas aclaraciones vienen al caso. Aglomeraci6n es el nombre que corresponde
dar a la localidad tal como se la define en el Censo Nacional de Poblaci6n y Vivienda de
1991, el mas reciente: concentraci6n espacial de edificios vinculados entre si por una red
de calles (INDEC, 1994, pp. 7-9).
Como, haciendo caso omiso de limites municipales o provinciales, esta definici6n se
aplica a cualquier concentraci6n de edificios netamente separada de cualquier otra,
permite detectar y delimitar con arreglo a identico criterio poblados, pueblos, ciudades o
metr6polis, es decir, localidades de centenas o millones de habitantes: todos los elementos
que -junto con el campo abierto residual sobre el cual se recortan- componen el sistema
nacional de asentamiento humano. Queda claro que primacia y macrocefalia son rasgos
que pueden caracterizar a un sistema de asentamiento, no aisladamente a alguna de las
aglomeraciones que lo integran aunque sea la mas populosa. Se suele decir que un sistema
* EL autor agradece los comentarios criticos de Javier Lindenboim y Mabel Manzanal a una versi6n anterior,
que Io Ilevaron a modificar algunos aspectos clave, y los de dos &rbitros an6nimos a la versi6n asi modificada, que
lo Ilevaron a mejorarla.
"* Investigador, Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y T6cnicas (CONICET) de la Argentina.
Profesor de Geografia Urbana, Facultad de Filosofia y Letras, Universidad de Buenos Aires. [ 2D Particular: Paunero
2765, 89 "D" /1425 Buenos Aires / (54 1) 802-8661 / Fax (54 1) 804-5856.1

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exhibe primacia cuando la poblaci6


excede en mas del doble a la que
(vease Smith, 1990). Se puede de
poblaci6n de la mayor de todas las
demas que alcanzan o superan deter
aqui en 50.000 habitantes (Vapharsk
Estudiar c6mo evoluciono un sist
do es estudiar un cambio de dos c
respecto a la poblaci6n total exper
urbano: que variacion absoluta expe
crecimiento urbano diferencial: qu
uno de diversos tramos de poblaci6
conduce a estudiar tambien que va
tramo en la poblacidn nacional.

I. La transformaci6n del siste


Cuando, en medio de una crisis de alcance nacional inserta en una de alcance
planetario, tantas ideas que por tanto tiempo se han dado por sentadas sobre la estructura
social de la Argentina se ven cuestionadas, no han de descuidarse aquellas a las cuales les
es intrinseca la referencia territorial, por de pronto las que conciernen al sistema de
asentamiento. En la Argentina la urbanizaci6n ha Ilegado muy lejos hace mucho tiempo.
Desde mediados de nuestro siglo no es la cara mas merecedora de estudio en la evoluci6n
del sistema nacional de asentamiento. Si lo es el crecimiento urbano, en particular el
crecimiento urbano diferencial. Estudiarlo en detalle equivaldria a describir el cambio del
sistema nacional de asentamiento, explicar sus causas y analizar sus consecuencias. Baste
limitarse aqui a estudiar dos de sus manifestaciones mas salientes: la persistencia o
alteraci6n de la primacia y la macrocefalia.

Categorias de tamatio de aglomeraci6n


A fin de percatarse hasta que punto, en la Argentina, desde por lo menos 1950 ha
persistido la primacia pero ha disminuido la macrocefalia, para cualquier momento dentro
del periodo de andlisis 1950-1991 aqui adoptado se separara la poblaci6n argentina en tres
grandes tramos de tamaho de aglomeraci6n. Se los Ilamara categorias (Vapiarsky y
Gorojovsky, 1990, pp. 131-138). Son:
I) Poblaci6n dispersa (en campo abierto) y en aglomeraciones de menos de 50.000
habitantes.

II) Poblaci6n en aglomeraciones de tamafio intermedio (ATIs: de 50.000 o mas


habitantes excepto Gran Buenos Aires).
II!) Poblaci6n en la aglomeracion primada, Gran Buenos Aires.
En el cuadro 1 se muestra c6mo evolucion6 cada categoria entre 1950 y 1991, en
valores absolutos asi como en participaci6n relativa en la poblacion nacional. N6tese que en
1950 correspondia mas de la mitad de la poblaci6n nacional a la categoria I, algo m&s de un
sexto a la categoria II y algo menos de un tercio a la categoria III, pero que desde entonces
las tres categorias han convergido hasta Ilegar a valores absolutos similares: en 1991 la
poblaci6n nacional se distribuia entre ellas casi exactamente por tercios. La mas Ilamativa
es la categoria II, ATIs: se habia mAsque duplicado en participacidn relativa y m~s que

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 229

CUADRO 1

Argentina. Distribuci6n de la poblaci6n en tres categorias de tamaho


de aglomeraci6n. 1950, 1960, 1970, 1980 y 1991
Valores absolutos (miles de habitantes) y porcentajes (entre par6ntesis)
Categoria Po b I aci 6 n
1950 1960 1970 1980 1991

I. Poblaci6n dispersa y en aglomeraciones 9.400 9.900 9.950 10.500 10.350


de hasta 49.999 habitantes (54,5) (47,8) (41,4) (37,0) (31,7)
II. Poblaci6n en aglomeraciones de tamaiio 2.700 4.050 5.650 7.900 10.950
intermedio (ATIs): de 50.000 6 mcs habi- (15,6) (19,6) (23,5) (27,9) (33,6)
tantes excepto Gran Buenos Aires
Ill. Poblaci6n en aglomeraci6n Gran Buenos 5.150 6.750 8.450 9.950 11.300
Aires (29,9) (32,6) (35,1) (35,1) (34,7)

Totales: poblaci6n del pais 17.250 20.700 24.050 28.350 32.600


(100,0) (100,0) (100,0) (100,0) (100,0)

N6mero de ATIs 15 23 31 41 54
Advertencia 1: Las cifras absolutas estin redondeadas a 50.000 habitantes. Advertencia 2: Las fechas son las
de censos nacionales: 30 de septiembre de 1960 y 1970, 22 de octubre de 1980 y 15 de mayo de 1991. La
excepci6n es el 30 de septiembre de 1950, fecha elegida de intento para que el subperiodo 1950-1960 fuera (como
los dos siguientes) de 10 arios (el Oltimo subperiodo, en cambio, se dej6 sin alterar, en 10,6 arios).
Fuentes: 1) Total del pais excepto 1991: elaboraci6n propia de cifras censales corregidas y proyecciones
tomadas de CELADE / INDEC (Centro Latinoamericano de Demografia / Instituto Nacional de Estadistica y Censos):
Estimaciones y proyecciones de poblaci6n 1950-2025, versi6n revisada (Buenos Aires, INDEC, 1984), cuadros 1 y
8, pp. 31 y 47 (Estudios INDEC, N- 15); las cifras de 1960, 1970 y 1980 corresponden a fechas censales (septiembre
u octubre, seg0n el caso); la de 1950 es una interpolaci6n (al 30 de septiembre) entre cifras que en esa publicaci6n
corresponden a las fechas censales de 1947 (10 de mayo) y 1960 (30 de septiembre). 2) Total del pais en 1991: cifra
definitiva oficial del censo de poblaci6n de ese aio (15 de mayo). 3) Categoria III: elaboraci6n propia de datos de los
censos nacionales de poblaci6n de 1947, 1960, 1970 y 1980, y transcripci6n de cifras definitivas oficiales del de
1991; categoria II1: tomadas del cuadro 2; categoria I: calculadas por diferencia entre a) total del pais y b) suma de
las que corresponden a las categorias II y Ill.

cuadruplicado en valor absoluto (mientras Gran Buenos Aires s6lo se habia algo mas que
duplicado). En 1950, los 2,7 millones en las entonces s6lo 15 ATIs pesaban en la poblaci6n
nacional apenas poco mas de la mitad que los casi 5,2 millones en la aglomeraci6n
primada. En 1991, los algo menos de 11 millones en las ahora 54 ATIs pesaban casi tanto
como los algo mas de 11 millones de habitantes en la aglomeraci6n primada.
En el cuadro 2 se detalla c6mo evolucion6 la poblaci6n de cada ATI entre 1950 y
1991. Las ATIs se han identificado mediante sus nombres "correctos" en 1991, es decir, los
que, siguiendo reglas rigurosas, tienen asignados en la n6mina de localidades del censo de
1991 (INDEC, 1994). Ademas, estan dispuestas en su orden descendente de poblaci6n en
1991. A la mayor de todas se le adjudic6 el nOmero de orden 2 (obviamente, el nOmero 1
corresponde a Gran Buenos Aires). A todas se les ha indicado su poblaci6n solamente en
fechas posteriores a aquella en que alcanzaron el umbral de 50.000 habitantes aqui
establecido para clasificarlas como ATIs. Si este cuadro se lee consultando al mismo tiempo
el mapa adjunto se evidencia un rasgo adicional a los ya comentados a partir del cuadro 1:
la mayoria de las ATIs "nuevas", es decir, las aglomeraciones que en 1991 eran ATIs pero
en 1950 todavia no (por no haber alcanzado dicho umbral), quedaban fuera de la Regi6n
Pampeana, la region que condensa el prodigioso ascenso econ6mico del pais durante la
etapa agroexportadora (grosso modo, entre 1880 y 1930).

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Falta aun ahondar en este Oltimo


diferencial de las ATIs.

Cohortes de aglomeraciones
Se impone para ello introducir algunas consideraciones conceptuales y metodol6gicas
clave, tanto que no pueden relegarse a un apendice sin menoscabar el cabal entendimiento
de la transformaci6n experimentada por el sistema argentino de asentamiento humano.
En los cuadros 1 y 2 se muestra la composici6n del sistema de asentamiento tal como
era en cada fecha seleccionada: la poblaci6n asignada a cada aglomeraci6n en cada fecha
se refiere al area que cada aglomeracibn efectivamente abarcaba en cada fecha. Aunque

CUADRO 2

Argentina. Poblaci6n de aglomeraciones de tamaho intermedio (ATIs: 50.000


habitantes excepto Gran Buenos Aires), 1950, 1960, 1970, 1980 y 1991

Poblaci6n (miles de habitantes)


N1950 Aglomeraci6n Provincia 1950 1960 1970 1980 1991

De 500.000 habitantes o mas en 1991

2. Gran C6rdoba C6rdoba 411 577 793 983 1.209


3. Gran Rosario Santa Fe 536 655 813 957 1.118
4. Gran Mendoza Mendoza 225 344 492 613 773
5. Gran La Plata Buenos Aires 298 405 491 566 643
6. Gran San Miguel de TucumAn Tucuman 228 309 361 499 622
7. Mar del Plata Buenos Aires 135 216 305 415 513

Subtotales 1.833 2.506 3.255 4.037 4.878

Desde 200.000 hasta 499.999 habitantes en 1991

8. Gran Santa Fe Santa Fe 180 213 251 292 406


9. Gran Salta Salta 77 117 177 261 370
10. Gran San Juan San Juan 122 154 224 292 353
11. Gran Resistencia Chaco 75 112 148 220 292
12. Santiago del Estero-La Banda Santiago del Estero 66 111 140 197 263
13. Corrientes Corrientes 65 98 133 181 260
14. Bahia Blanca Buenos Aires 121 143 182 224 258

15. Neuqu6n-Plotter-Cipolletti Neuqu6n / Rio Negro 138 244


16. Gran Paranc Entre Rios 87 111 128 162 212
17. Gran Posadas Misiones 72 99 144 211

Subtotales 793 1.131 1.482 2.111 2.869

Desde 100.000 hasta 199.999 habitantes en 1991

18. Gran San Salvador de Jujuy Jujuy 83 125 180


19. Formosa Formosa 61 94 148
20. Gran Rio Cuarto C6rdoba 54 74 93 113 139
21. Gran San Fernando del Valle Catamarca 54 64 89 133
de Catamarca
22. Comodoro Rivadavia Chubut 76 97 124
23. San Nicol~s de los Arroyos Buenos Aires 51 69 98 119
24. Concordia Entre Rios 57 72 94 116
25. San Luis San Luis 51 71 110
26. La Rioja La Rioja 67 104
Subtotales 54 236 569 848 1.173

(Contin0a en

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 231

CUADRO 2 (conclusi6n)

Poblaci6n (miles de habitantes)


N1950 Aglomeracin Provincia
1950 1960 1970 1980 1991

Desde 50.000 hasta 99.999 habitantes en 1991

27. San Rafael Mendoza 60 73 95


28. Tandil Buenos Aires 53 65 79 91
29. Santa Rosa-Toay La Pampa 52 81
30. Zirate Buenos Aires 56 67 80
31. Pergamino Buenos Aires 56 69 79
32. Villa Maria-Villa Nueva C6rdoba 51 59 68 79
33. Trelew Chubut 52 78
34. San Carlos de Bariloche Rio Negro 78
35. Villa Mercedes San Luis 51 77
36. Olavarria Buenos Aires 52 64 76
37. Junin Buenos Aires 54 59 62 75
38. Necochea-Quequin Buenos Aires 63 73
39. San Martin-La Colonia Mendoza 72
40. Lujin Buenos Aires 56 68
41. Campana Buenos Aires 54 68
42. Rafaela Santa Fe 53 67
43. Reconquista-Avellaneda Santa Fe 67
44. GualeguaychO Entre Rios 51 65
45. San Francisco - Frontera C6rdoba / Santa Fe 59 65
46. Rio Gallegos Santa Cruz 65
47. Presidencia R.oque SAenz Peia Chaco 63
48. General Roca Rio Negro 62
49. Venado Tuerto Santa Fe 59
50. Viedma - Carmen de Rio Negro / Buenos Aires 58
Patagones
51. Goya Corrientes 57
52. Punta Alta Buenos Aires 51 56 56
53. Concepci6n del Uruguay Entre Rios 56
54. San Ram6n de la Nueva Oran Salta 51
55. San Pedro Jujuy 50
Subtotales - 158 358 929 2.011

Totales 2.680 4.033 5.664 7.921 10.931

Advertencia 1: Como las cifras estAn redonde


ser San Pedro (Jujuy), con 49.785 habitantes: l
Azul (Buenos Aires), tenia 48.795. Advertenci
1960 y 1970, 22 de octubre de 1980 y 15 de m
elegida de intento para que el subperiodo 19
subperiodo, en cambio, se dej6 sin alterar, en 1
Fuentes: Elaboraci6n propia de datos de los
transcripci6n directa de datos definitivos oficia

el nombre que figura en el cuadro 2 e


periodo, no necesariamente lo es par
Ademas, cualquiera fuera el nombre "
con las reglas introducidas posteriorm
alguna de esas fechas anteriores, se h
no habia alcanzado el umbral fijado p
en 1991 efectivamente abarcaba la ag
las fechas anteriores dos aglomeracio

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232 CESAR A. VAPNARSKY

tos eran Santa Rosa y Toay. En


1991, pero para 1980 figura s
todavia no formaba parte de la
puesto que la aglomeracion S
impuesto para clasificarla como
En efecto, una aglomeraci6
poblacion normalmente tamb
campo
cante) abierto
y, por circundante
otra parte,(cuy
a m
aglomeraciones vecinas menore
cuya poblaci6n inicial nunca ha
una sola. Este 01timo tipo de e
aglomeracion Cinica, conurbacib
Santa Rosa y Toay no s6lo se
coalescencia hasta conformar una conurbaci6n.

Lo dicho vale para la aglomeracion primada, para todas las ATIs y aun para
aglomeraciones ms pequeras. Por lo tanto, durante cualquiera de las cuatro decadas del
periodo el nOmero de ATIs tuvo que haber aumentado por dos vias analiticamente
diferenciables:

1) Por crecimiento de poblaci6n, debido a densificacion del ,rea abarcada al


comienzo de la decada y a expansion sobre campo abierto durante la decada, de una
aglomeraci6n que durante la decada alcanz6 el umbral de 50.000 habitantes, pasando asi
de la categoria I a la categoria II. Es el caso de Santa Rosa entre 1970 y 1980.
2) Por coalescencia de dos o mas aglomeraciones, de las cuales ninguna alcanzaba
ese umbral al comienzo, pero por lo menos una luego crecio en poblacion y se expandio en
extension hasta que todas confluyeron en una sola, cuya poblacion alcanz6 dicho umbral.
Es el caso de NeuquBn-Plottier-Cipolletti entre 1970 y 1980: en 1970 todavia Neuquen,
Plottier y Cipolletti eran tres aglomeraciones separadas, ninguna de las cuales habia
alcanzado ese umbral, pero en 1980 las tres habian confluido en una aglomeracion Unica
que lo superaba con holgura.
A su vez, durante cualquiera de esas cuatro decadas tambien la poblacibn total en
ATIs tuvo que haber aumentado por dos vias: 1) por incremento del numero de ATIs, y 2)
por crecimiento de poblaciOn de aglomeraciones que ya eran ATIs al comienzo de la
decada, acompahado casi siempre de expansi6n sobre campo abierto y a menudo de
coalescencia con aglomeraciones menores.
En los cuadros 3 y 4 se muestra la composici6n que habria aparentado tener el
sistema argentino de asentamiento en cada fecha si en todas las fechas se hubiese
asignado a cada aglomeracidn el area que Ilego a abarcar al final del periodo de analisis.
Partir de los cuadros 3 y 4 para comparar el sistema argentino de asentamiento entre
diversas fechas suscitaria una imagen falsa. Pero partir de los cuadros 1 y 2 para comparar
el crecimiento diferencial de cada una de las aglomeraciones que s6lo al final del periodo
formaban el sistema argentino de asentamiento tambien suscitaria una imagen falsa. En
efecto, ilustrando la cuesti6n con las ATIs, la poblacion de una determinada ATI al final de
determinada decada es la suma de la poblacion que en ese momento tenia esa ATI en 1) el
area que dicha ATI abarcaba al comienzo de la decada, 2) el area abarcada al comienzo
por aglomeraciones menores ya existentes, con las cuales aquella ATI se amalgam6
durante la decada por coalescencia, y 3) el campo abierto inicial sobre el cual se
expandieron durante la decada tanto aquella ATI como estas aglomeraciones menores.

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 233

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Notas: Circulo negro
Circulo blanco: ATI n
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CUADRO 3

Argentina. Poblaci6n dispersa y de diversas cohortes de aglomeraciones


(en sus limites de 1991), 1950, 1960, 1970, 1980 y 1991
Valores absolutos (miles de habitantes) y porcentajes (entre par6ntesis)
Cohorte Poblaci6n (miles de habitantes)
1950 1960 1970 1980 1991

I. Poblaci6n dispersa y en aglomeraciones 8.350 8.900 8.900 9.800 10.350


de hasta 49.999 habitantes (48,4) (43,0) (37,0) (34,5) (33,7)
II. Poblaci6n en las 54 aglomeraciones de 3.700 5.050 6.650 8.600 10.950
tamaFio intermedio (ATIs): de 50.000 6 mas (21,5) (24,4) (27,7) (30,4) (33,6)
habitantes excepto Gran Buenos Aires
III. Poblaci6n en aglomeraci6n 5.200 6.750 8.500 9.950 11.300
Gran Buenos Aires (30,1) (32,6) (35,0) (35, 1) (34,7)

Totales: poblaci6n del pals 17.250 20.700 24.050 28.350 32.600


(100,0) (100,0) (100,0) (100,0) (100,0)
Advertencia 1: Las cifras absolutas estan redondeadas a 50.000 habitantes. Advertencia 2: Las fechas son las
de censos nacionales: 30 de septiembre de 1960 y 1970, 22 de octubre de 1980 y 15 de mayo de 1991. La
excepci6n es el 30 de septiembre de 1950, fecha elegida de intento para que el subperiodo 1950-1960 fuera (como
los dos siguientes) de 10 arios (el Oltimo subperiodo, en cambio, se dej6 sin alterar, en 10,6 arios).
Fuentes: A) Cifras de poblaci6n total del pais: tomadas del cuadro 1. B) Cifras por cohorte en 1991: son las
cifras por categoria del cuadro 1. C) Otras cifras de la cohorte Ill: elaboraci6n propia de datos de los censos
nacionales de poblaci6n de 1947, 1960, 1970 y 1980. D) Otras cifras de la cohorte II1: tomadas del cuadro 4. E) Otras
cifras de la cohorte I: calculadas por diferencia entre a) poblaci6n total del pais y b) suma de las que corresponden
a las otras dos cohortes.

El criterio que sirvi6 para construir los cuadros 3 y 4 difiere entonces sustancialment
del que sirvi6 para construir los cuadros 1 y 2. En el cuadro 3 las aglomeraciones argenti
(mis campo abierto) no se separan en categoriassino en cohortes. "Cohorte" es un termi
de significado preciso en demografial. Aqui se to aplica, por extensi6n, al conjunto d
aglomeraciones (y, en su caso, campo abierto) que en determinado dia, el 15 de mayo
1991 (fecha del 0ltimo censo nacional de poblaci6n), formaban alguna de las tres catego
rias en que se las clasific6 en el cuadro 1. Con su composici6n de 1991, cada categoria de
cuadro 1 integra una cohorte del cuadro 3. Asi determinada cada una de las tres cohort
en el cuadro 3 se le sigue retrospectivamente la trayectoria a su poblaci6n hasta 1950
comienzo del periodo de andlisis. A su turno,,en el cuadro 4 se le sigue retrospectivamen
la trayectoria a la poblaci6n de cada &rea abarcada por una especifica ATI de 1991. En
fechas anteriores tal area bien puede haber incluido dos o m s aglomeraciones todavia
separadas sin que necesariamente alguna hubiese ya, por si sola, alcanzado el umbral d
50.000 habitantes2.
No los cuadros 1 y 2 sino los cuadros 3 y 4 permiten entonces estudiar el crecimien
de poblaci6n de las aglomeraciones que al final del periodo de analisis componian
sistema nacional de asentamiento. Las cifras para 1991 de los cuadros 3 y 4 coinciden co
las de los cuadros 1 y 2, respectivamente. No necesariamente para fechas anteriores.

1 Se lo aplica al conjunto de individuos que han vivido un acontecimiento similar (nacimiento, matrimoni
ingreso a la escuela secundaria) en el transcurso de un determinado periodo (mes, afio, quinquenio). V6ase IU
/ CELADE (1985, item 116).
2 Es el caso en 1950, 1960, 1970 y 1980 del Area que en 1991 abarcaba la ATI Santa Rosa-Toay. Tambien d
Area que en 1991 abarcaba la ATI Neuqu6n-Plottier-Cipolletti.

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 235

Crecimiento diferencial de poblaci6n de aglomeraciones de tamarlo intermedio (ATIs)


El cuadro 4 permite comparar el crecimiento de poblaci6n de cada ATI, en sus limites
de 1991, entre 1950 y 1991, pues en 61 se muestra a) la poblaci6n de cada una de esas
areas en cada una de las cinco fechas seleccionadas, y b) el cociente de la poblaci6n en la
01tima fecha sobre la poblaci6n en la primera fecha, cociente que expresa por cuanto se
multiplic6 la poblaci6n de cada area entre comienzo y final del periodo3.
Las ATIs (en sus limites de 1991) estan dispuestas en el cuadro 4 como en el cuadro
2: en el orden descendente de su poblaci6n en 1991. De entre ellas, 15 ya eran o contenian
ATis al comienzo del periodo de andlisis: son las ATIs antiguas. Para reconocerlas de un
golpe de vista, se las ha destacado en negritas. Las restantes 39 son las ATIs nuevas.
A lo largo del periodo la poblacidn total de la Argentina casi se duplic6: se multiplic6
por 1,9. La de ninguna de las 54 ATIs de 1991 decreci6; en realidad la de ninguna creci6
menos que la del pais. Pero apenas una minoria de las 15 ATIs antiguas crecieron en
poblaci6n mucho mas que el pais. Fueron s6lo 2 las que cuando menos cuadruplicaron su
poblaci6n; ambas fuera de la Regi6n Pampeana (Gran Salta en la del Noroeste y Corrientes
en la del Nordeste). En contraste, la mayoria de las 39 ATIs nuevas crecieron en poblaci6n
mucho mas que el pais. Fueron 15 las que cuando menos cuadruplicaron su poblaci6n;
salvo una (Santa Rosa-Toay), todas fuera de la Regi6n Pampeana.
En sintesis: por una parte, la poblaci6n conjunta de las ATIs nuevas creci6 mucho mas
que la de las ATIs antiguas; por otra parte, la poblaci6n conjunta de las ATIs fuera de la
Region Pampeana creci6 mucho mas que la de las ATIs dentro de la Region Pampeana4.

Disminuci6n de la macrocefalia
Cabe agregar que, aparte de las ATIs, la propia aglomeracion primada, Gran Buenos
Aires, que por cierto queda dentro de la Region Pampeana, habia alcanzado el umbral de
50.000 habitantes poco despues de 1810, siete u ocho decadas antes que la mas antigua
de las ATIs antiguas. Pero entre comienzo y final del periodo de andlisis su poblaci6n crecio
aproximadamente tanto como la de la mayoria de las ATis antiguas y pampeanas.
Comparese su crecimiento con el de las dos mayores ATIs, ambas antiguas y pampeanas,
cada una con poblacion diez a doce veces menor que Gran Buenos Aires en cualquier
momento del periodo: la poblaci6n de Gran Buenos Aires se multiplic6 por 2,2, menos que
la de Gran C6rdoba (que se multiplic6 por 2,9) aunque apenas mas que la de Gran Rosario
(que se multiplic6 por 2,1). Y no mucho mas que la del pais (que, recuerdese, se multiplic6
por 1,9).
Un estudio comparativo de paises latinoamericanos verifica en varios dos cambios
cuantitativos del sistema de asentamiento entre 1970 y 1985: disminuci6n de la primacia y
crecimiento de "ciudades intermedias" (Portes, 1989). Arriba se ha mostrado con largueza
que en la Argentina, a lo largo de un periodo mas extenso que el analizado en dicho estudio,
sin haber disminuido la primacia ha aumentado la poblacion en "aglomeraciones de tamano

3 El cuadro 4 s6lo permite comparar ese crecimiento diferencial en una primera aproximaci6n. En una
segunda aproximaci6n, a los datos del cuadro habria que agregar, para el Area que en 1991 abarcaba cada ATI, las
correspondientes tasas de crecimiento entre cada dos fechas sucesivas; de este modo se podrian analizar
aceleraciones o desaceleraciones intermedias.
4 Lattes y Myschaszula (1986) muestran que, desde que se realiz6 el censo de 1914 -nada meno
otrora grandes diferencias regionales en grado de urbanizaci6n fueron disminuyendo con rapidez tanto
cuanto mas cercano el periodo intercensal: 1914-1947, 1947-1960, 1960-1970 y 1970-1980. Los hallaz
expuestos complementan los de dichos autores. Seguramente la tendencia por ellos observada se ha a
desde 1980; se lo podra aseverar cuando se analice la informaci6n pertinente del censo de 1991.

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236 CESAR A. VAPNIARSKY

intermedio" (el autor de ese estudio


s6lo terminol6gica). Vale decir, reit
macrocefalia, y mucho, aunque ha p
Primacia no implica macrocefalia
macrocefalia son posibles atributos t
deberia tomarse el primero como in
primacia ha persistido seguramente p
el crecimiento de la aglomeracion

CUADRO 4

Argentina. Poblaci6n en 1950, 1960, 1970, 1980 y 1991


de aglomeraciones de tamaho intermedio (ATIs: 50.000 o mas habitantes
excepto Gran Buenos Aires), en sus limites de 1991

NQ Aglomeraci6n Provincia Poblaci6n (miles de habitantes) P1


1950" 1960 1970 1980 1991 P1950
De 500.000 habitantes o mas en 1991

2. Gran C6rdoba C6rdoba 416 577 793 983 1.209 2,9"


3. Gran Rosario Santa Fe 543 665 814 959 1.118 2,1
4. Gran Mendoza Mendoza 245 344 492 613 773 3,2*
5. Gran La Plata Buenos Aires 298 405 491 578 643 2,2*
6. Gran San Miguel de Tucuman Tucuman 228 309 361 499 622 2,7*
7. Mar del Plata Buenos Aires 135 216 305 415 513 3,9
Subtotales 1.865 2.516 3.256 4.047 4.878 2,6
Desde 200.000 hasta 499.999 habitantes en 1991

8. Gran Santa Fe Santa Fe 185 228 275 335 406 2,2*


9. Gran Salta Salta 77 117 177 262 370 4,8*
10. Gran San Juan San Juan 124 158 224 292 353 2,9*
11. Gran Resistencia Chaco 75 112 148 220 292 3,9
12. Santiago del Estero-La Banda Santiago del Ester
13. Corrientes Corrientes 65 98 133 181 260 4,0
14. Bahia Blanca Buenos Aires 121 14 182 224 258 2,1
15. Neuqu6n-Plottier-Cipolletti Neuqu6n / Rio Negro 18
16. Gran Parana Entre Rios
17. Gran Posadas Misiones 45
45 72
72 99
99 144
144 211
211 4,7*
4,7'

Subtotales 882 1.188 1.576 2.156 2.869 3,3

Desde 100.000 hasta 199.999 habitantes en 1991

18. Gran San Salvador de Jujuy Jujuy 34 44 83 126 180 5,3"


19. Formosa Formosa 21 36 61 95 148 7,0*
20. Gran Rio Cuarto C6rdoba 54 74 93 113 139 2,6
21. Gran San Fernando del Valle Catamarca 38 55 65 91 133 3,5"
de Catamarca
22. Comodoro Rivadavia Chubut 28 46 76 97 124 4,4
23. San Nicolcs de Buenos Aires 30 51 69 98 119 3,8
los Arroyos
24. Concordia Entre Rios 49 57 72 94 116 2,4
25. San Luis San Luis 28 40 51 71 110 3,9"
26. La Rioja La Rioja 27 37 46 67 104 3,9*
Subtotales 309 440 616 852 1.173 3,8

(ContinCia en

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 237

CUADRO 4 (conclusi6n)

NQ Aglomeraci6n Provincia Poblaci6n (miles de habitantes P1991


1950 1960 1970 1980 1991 P1950
1950

Desde 50.000 hasta 99.999 habitantes en 1991

27. San Rafael Mendoza 34 47 60 73 95 2,8


28. Tandil Buenos Aires 36 53 65 79 91 2,5
29. Santa Rosa-Toay La Pampa 19 26 36 55 81 4,3'
30. ZArate Buenos Aires 38 48 56 67 80 2,1
31. Pergamino Buenos Aires 33 45 56 69 79 2,4
32. Villa Maria-Villa Nueva C6rdoba 39 51 59 68 79 2,0
33. Trelew Chubut 7 12 24 52 78 11,1
34. San Carlos de Bariloche Rio Negro 7 16 27 49 78 11,1
35. Villa Mercedes San Luis 28 35 40 51 77 2,8
36. Olavarria Buenos Aires 27 40 52 64 76 2,8
37. Junin Buenos Aires 40 54 59 62 75 1,9
38. Necochea-Quequen Buenos Aires 26 38 49 63 73 2,8
39. San Martin-La Colonia Mendoza 14 28 36 47 72 5,1
40. Lujan Buenos Aires 21 34 47 56 68 3,2
41. Campana Buenos Aires 18 26 38 54 68 3,8
42. Rafaela Santa Fe 26 34 44 53 67 2,6
43. Reconquista-Avellaneda Santa Fe 14 24 32 42 67 4,8
44. Gualeguaych6 Entre Rios 32 39 41 51 65 2,0
45. San Francisco-Frontera C6rdoba / Santa Fe 28 40 49 59 65 2,3
46. Rio Gallegos Santa Cruz 6 14 28 44 65 10,8*
47. Presidencia Roque SAenz Peria Chaco 23 29 39 49 63 2,7
48. General Roca Rio Negro 8 19 30 44 62 7,8
49. Venado Tuerto Santa Fe 16 23 36 47 59 3,7
50. Viedma-Carmen de Patagones Rio Negro / Buenos Aires 10 13 23 38 58 5,8*
51. Goya Corrientes 21 31 39 47 57 2,7
52. Punta Alta Buenos Aires 25 39 51 56 56 2,2
53. Concepci6n del Uruguay Entre Rios 30 36 39 46 56 1,9
54. San Ram6n de la Nueva Oran Salta 7 14 20 33 51 7,3
55. San Pedro Jujuy 6 15 25 41 50 8,3
Subtotales 639 923 1.200 1.559 2.011 3,1

Totales 3.695 5.067 6.648 8.614 10.931 3,0

Advertencia 1: Como las cifras estin redondeadas a


ser San Pedro (Jujuy), con 49.785 habitantes: la aglo
Azul (Buenos Aires), tenia 48.795. Advertencia 2: L
1960 y 1970, 22 de octubre de 1980 y 15 de mayo de
elegida de intento para que el subperiodo 1950-19
subperiodo, en cambio, se dej6 sin alterar, en 10,6 ar
contenian una ATI. Advertencia 4: Marcado con un
contiene una capital de provincia.
Fuentes: Elaboraci6n propia de datos de los cens
datos definitivos oficiales del censo de 1991.

aglomeraciones que le siguen inmediatamente en magnitud de poblaci6n: no s6lo las d


mayores, Gran C6rdoba y Gran Rosario, sino otras entre las ATIs antiguas. Ello no ha sid
obice para que, en buena parte debido al aporte cada vez mayor de las ATIs nuevas, la
poblaci6n total en ATIs haya aumentado muchisimo. El estudio mencionado (pese a las
diferencias conceptuales con el presente) contribuye a aclarar la distinci6n entre lo que a
se ha Ilamado "primacia" y "macrocefalia".
La distinci6n es indispensable para la Argentina. Sin hacerla queda enmascarada l
transformaci6n del sistema nacional de asentamiento.

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238 CESAR A. VAPNARSKY

Las aglomeraciones de tamari


Si se atiende a la velocidad pro
periodo de analisis, se observa
menos de siete. Se destacan ento
menos septuplicaron su poblaci
son ATIs nuevas, en 1991 una
Cipolletti) y otra los 100.000 (F
Pampeana.
Entre las ocho, cuatro por lo
Cipolletti, San Carlos de Bariloc
patag6nicas. Sobresale Neuquen-
mas crecio entre las cuatro y por
poblaci6n se multiplic6 por 13,6
se mantuvo altisima durante la
mente. Puede estimarse que est
esta ATI) alcanzo los 50.000 hab
hacia 1985. Entre las aglomeraci
abarcada por Gran Rosario en 1
1895, Ilego a duplicar su poblac
tes. Pero tan vertiginoso crecim
mas importante puerto exporta
aros la causa del rpido crecimie
durante no menos de treinta ah
a resumir en un ligero comenta

II. Consecuencias potencial


Las consecuencias (potenciales
descripta justifican equipararla
asentamiento.

No la aglomeracion primada sino las ATIs han desempeiado el papel de mayor


enjundia en esta metamorfosis, y por cinco razones: a) el enorme incremento absoluto y
relativo de su poblaci6n conjunta, b) la multiplicaci6n de su nOmero, c) su dispersion
geografica, mucho mas alla de una curva imaginaria que ajustadamente encierre las ATIs
antiguas, d) el crecimiento diferencial de poblacion de ATIs antiguas y nuevas, mas rapido
en las nuevas, y e) el crecimiento diferencial de poblaci6n de ATIs que quedan dentro y
fuera de la Regi6n Pampeana, mas rApido en las que quedan fuera de esa Region y mas
rApido a0n en las mis alejadas de esa Regi6n: las del norte y, sobre todo, las del sur del
pais, las patag6nicas.
Nada de esto quita ni hay razones para vislumbrar que Ilegue a quitar a Gran Buenos
Aires la posicion superlativa que sostenidamente ha ocupado en el sistema argentino de
asentamiento. Tampoco quita los problemas que genera su inmensa poblaci6n que, no se
olvide, pese a que descendi6 en participaci6n en la poblacion nacional, sigui6 ascendiendo
en valor absoluto (aunque a ritmo cada vez mis lento)5. El sistema argentino de asentamiento

5 Ademas, desde los ahros 1970 la poblaci6n de Gran Buenos Aires se ha alterado profundamente en cuanto
a 1) relaci6n entre crecimiento vegetativo y migratorio: disminuci6n de importancia del componente migratorio
(v6ase Lindenboim, 1985 b; Lattes y Recchini de Lattes, 1992; Vaphrarsky, 1994); 2) composici6n por edades:
envejecimiento (basta comparar pirmides de edades en las publicaciones censales); 3) diferenciaci6n segOn
ingresos: aumento de la disparidad (vease, v.gr., Beccaria, 1992); y 4) distribuci6n espacial interna de los distintos
grupos sociales: acentuaci6n de contrastes entre centro de ricos y periferia de pobres asi como eje norte de ricos y
eje sur de pobres (vease Torres, 1992).

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 239

sigue y no podra dejar de seguir siendo un sistema de altisima primacia. Pero tiende a ser
cada vez menos un sistema macrocefalico.

Seis de las consecuencias (potenciales) de la transformaci6n

Se anotaran ahora seis de las muchas consecuencias importantes de la transforma-


cion. Las seis se refieren al cambio experimentado por la composici6n cuantitativa de la
cohorte de ATIs sumada a la progresiva dispersi6n geogr fica de las ATIs. Tres de las seis
se derivan directamente de lo ya expuesto:
1) Ha disminuido la distancia promedio entre el domicilio de cada habitante del pais y
algOn centro potencial de servicios complejos puntuales, es decir, los que, como enseian-
za terciaria o atenci6n medica especializada, requieren el traslado del usuario hasta donde
se prestan.
2) Ha disminuido la distancia promedio entre el domicilio de cada habitante del pais y
algOn mercado potencial de trabajo marcadamente diversificado.
3) Ha proliferado el nOmero de centros potenciales de distribuci6n de bienes de
consumo masivo, hasta abarcar en sus areas de influencia inmediata a casi toda la
poblacidn nacional.
Otras tres suponen comparar, como marco territorial para la actuaci6n del estado, el
sistema actual de asentamiento con la combinaci6n de a) una gran parte de la poblaci6n
nacional en aglomeraciones muy pequerias y campo abierto (como en la Argentina al
promediar el siglo) y b) otra gran parte en una aglomeracidn de varios millones de
habitantes que continua en rapido crecimiento (como en la Argentina al promediar el siglo o
bien, hoy en dia, dentro de America Latina en el PerO). El sistema de asentamiento actual es
un marco mucho mas favorable para:
4) La gesti6n de gobierno municipal. Antes de comenzar el periodo de analisis, la
aglomeraci6n Gran Buenos Aires, que ya se extendia sobre 18 jurisdicciones municipales,
afrontaba un severo problema de fragmentaci6n del gobierno municipal, hoy agravado
(vease Pirez, 1994): al final del periodo la aglomeraci6n se extendia sobre no menos de 26
jurisdicciones municipales.6 Un problema similar, de variable severidad aunque nunca tanto
como en Gran Buenos Aires, afrontan hoy 16 de las 25 ATIs de 100.000 o mas habitantes en
1991, pero sblo 6 de las 37 de menos de 100.000 (y apenas alguna que otra aglomeraci6n
por debajo del umbral requerido para clasificarla como ATI).
5) La protecci6n del medio ambiente. Se ha escrito tanto sobre los efectos nocivos del
crecimiento urbano sobre el medio ambiente que no se justificaria insistir en ello. Pero es de
recordar que esos efectos se agravan mas que proporcionalmente con la magnitud de
poblaci6n de una aglomeraci6n. Sirvan de ejemplo los generados por el transporte: ruido,
congestion, contaminaci6n del aire, etcetera. Thomson (1978, pp. 66-73) ha mostrado que
a partir de entre 50.000 y 100.000 puestos de trabajo en el centro comercial y administrati-
vo, el problema del transporte dentro de una aglomeraci6n sufre un cambio cualitativo que
hasta obliga a diagnosticarlo de otro modo y torna mucho mas dificil su soluci6n. Quiza hoy
alcance dicho umbral alguna de las mayores ATIs, pero con seguridad lo supera varias
veces Gran Buenos Aires.

6 En 1991 eran en realidad 27: la capital federal, 26 partidos (que son jurisdicciones municipales) de la
provincia de Buenos Aires y hasta una mas, el partido La Plata, donde exactamente 200 habitantes correspondian a
Gran Buenos Aires. Despubs de 1991 la fragmentaci6n se ha acentuado, al haberse creado nuevos partidos por
subdivisi6n de algunos de aquellos 27.

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240 CESAR A. VAPNARSKY

6) La actuaci6n para atacar la


1980 muestra que la incidencia
chas" (NBI) era tanto mayor cuan
esto no se ha de inferir que la act
el tamailo de aglomeracidn. La l
1993, pp. 15-24) sugiere que l
gubernamentales (ONGs) trop
extremos: el de poblaci6n dispers
poblaci6n dispersa, porque en el
otro la incidencia relativa de los
estan en su mayoria a grandes di
en buena parte ligadas al cr6nico
Gran Buenos Aires porque, aunq
1980 menor que en cualquier otr
para peor concentrados en Area

Cambios en el transporte de p
Refuerzan estas seis consecu
andlisis en el sistema de transp
pais, especialmente las ATIs entr
ailos y exacerbado en transporte
evoluci6n anterior. Por s61idos q
en pasajeros y cargas desde que
capital ingles y frances pasaron a
desde algOn tiempo despues (Ro
compensadas por el aumento ma
sobre rutas que Ilegan hasta lu
cabotaje sobre una vasta parte d
aun entre ATIs distantes, sin el n
que siempre caracteriz6 a la red
y hasta
inducida la multiplicac
conversi6n en importantes luga
lugares de destino: Gran Buenos
pp. 16-22; 41 y 83-93).

4 Una contradicci6n insoluble?


El sistema de asentamiento of
blemente mayores que al promed
vida de la poblaci6n nacional.
Impresiona la contradicci6n en
por la Argentina desde mediados

7Tal incidencia Ilegaba a 42 por ciento en


1914 y todavia en vigor, se sigue Ilaman
2.000 habitantes), pero era muchisimo m
9.999 habitantes). Estaba por debajo de 17
(Altimir, 1984) se ha acomodado aqui a tr
sobre poblaci6n dispersa dentro del he
estudio, que no se comentardn aqui, v6as

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 241

atravesar crisis cada vez m6s profundas, termin6 por detenerse hacia la mitad de la decada
de 1970, despues de haber impulsado un impresionante crecimiento de poblaci6n en Gran
Buenos Aires y varias de las ATIs antiguas, todo sobre el trasfondo de la alternancia de
gobiernos electos y gobiernos de facto que sistematicamente coartaron a aquellos Ilevar a
termino su gesti6n, y de vaivenes inflacionarios con picos crecientemente agudos que
culminaron en 1989 y 1990 con dos dramtticos episodios hiperinflacionarios. El resultado
fue una crisis de efectos destructivos: desempleo, redistribuci6n regresiva del ingreso,
quiebre del sistema jubilatorio, aumento relativo y absoluto de la pobreza, retracci6n del
papel del estado en materia de seguridad, educaci6n, sanidad, vivienda; mas grave,
retracci6n del estado en materia de control de la provisi6n de servicios, transferida a
empresas privadas. Etcetera. Estos efectos son de problematica reversion. Algunos estu-
dios muestran que la todavia reciente desaceleracion brusca de la inflaci6n ha contribuido,
por ejemplo, a revertir limitadamente la pobreza, pero que de ninguna manera la relativa
estabilidad monetaria alcanzada es suficiente para ir mas alld8.
La contradiccion sigue en pie.

Ill. Factores detras de la transformaci6n

El estudio pormenorizado de las causas de la transformaci6n del sistema de


asentamiento no resolveria esa contradicci6n, pero acaso la haria inteligible, permitiendo asi
que las ventajas que ahora ofrece ese sistema las aproveche el estado para disera
politicas orientadas hacia el crecimiento economico y la justicia distributiva, e individuos
familias, empresas e instituciones en la sociedad civil para tomar mejor las decisiones qu
dentro de un marco democr.tico les competen. Pero tal estudio es complejo: mas de lo qu
prima facie podria suponerse. El papel protag6nico que han ido alcanzando las ATIs en el
sistema de asentamiento no result6 de politicas deliberadas9. Result6 de diversos proceso
demogrificos, posibilitados por las caracteristicas de la estructura y la distribucion espaci
de la poblaci6n argentina al comienzo del periodo e inducidos por diversos y entremezcla
dos factores sociales, econ6micos y politicos en las diversas etapas de la historia contem-
poranea argentina, tan tortuosa desde mucho antes del comienzo del periodo.

Evoluci6n de la poblaci6n dispersa


Paso indispensable para explicar la importancia adquirida por las ATIs es analizar uno
de esos procesos demograficos: la disminucion de la poblacion dispersa. En la Argentin
es casi desconocida la aglomeracion del tipo "aldea agricola", residencia de campesinos
que trabajan en campo abierto cercano. La pauta tipica de asentamiento se caracterizo por
la residencia de la poblaci6n dedicada al agro en el predio mismo donde trabaja. Ahora

8 Vase Minujin y L6pez (1993, p. 17). Para estudiar la evoluci6n de la incidencia de la pobreza desde 1980
se cuenta con trabajos como el que se acaba de mencionar, donde se elabora informaci6n disponible sobre Gran
Buenos Aires (proveniente de encuestas de hogares), pero no sobre todo el pais. Tal informaci6n revela que no e
la incidencia de la pobreza por necesidades basicas insatisfechas, o NBI (tambien Ilamada "estructural"), sino po
ingreso insuficiente (la que se ha dado en Ilamar "nueva pobreza") la que aument6 enormemente desde entonce
hasta el alarmante mdximo de 1989, y cuya reducci6n posterior se desaceler6 con rapidez. Intentos de dilucidar e
vaguisimo concepto de "pobreza" son, entre otros, Murmis y Feldman (1992), y Beccaria (1993, pp. 7-9).
9A lo largo del periodo hubo, si, politicas deliberadas con otros prop6sitos manifiestos -de vivienda, de
promoci6n industrial, de ordenamiento urbano, de provincializaci6n de territorios nacionales- que repercutieron en
la transformaci6n del sistema de asentamiento. Apenas hubo politicas deliberadas con el prop6sito manifiesto d
transformar el sistema de asentamiento: la mas saliente, de 1986, trasladar la capitalidad de la Reptblica a Viedm
Carmen de Patagones, a la postre qued6 frustrada.

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242 CESAR A. VAPNARSKY

bien, segOn sucesivos censos


poblaci6n econ6micamente activ
por ciento) hasta, no 1991, sino
ritmo mas sosegado despues. F
que ya antes de 1947 habia Ilega
ricano (excepto quizas Uruguay
ascenso en valor absoluto y el fi
1, de la cual forma parte la po
pesar de haber crecido la poblac
poblaci6n dispersa decreci6 mu
Varios factores tienen que hab
tecnificaci6n de las labores agr
campo. Segundo, aunque duran
1985) la expansion de la supe
contribuido a aumentar mas la
agropecuaria requiere mas pob
servicios que en el propio camp
de trabajo en Gran Buenos Aires
manufacturera y la construcci6
disminuci6n relativa y aun absol
interna que dio en Ilamarse "exod
se transfirio del tren al automo
cambio facilit6 y generalizd el
considerables. El propietario de
se vieron inducidos asi a camb
hasta alguna aglomeracion cerca
asi la pauta tradicional de resid
la poblacidn que reside en cam
poblacion que trabaja en campo
Estos tres factores segurame
diferentes tramos de tamaho de
dispersa- dentro de la cohorte
muestran en el cuadro 3). No b
cada una de las tres cohortes
ascenso global fuerte de la coho
(cambios que si se muestran en
por qub, ademas de disminuir
seguridad tambien disminuy6
valor absoluto Ia de la subcohor
alcanzaban los 50.000 habitante
otras circunstancias esta subco

10 Desde bastante mbs de 5 millones


apenas son gruesas estimaciones. Se cu
pero todavia no estan elaborados, y sol
despaciosa revisi6n. No los hay fehacien
I V6ase Romero (1994, pp. 262-263)
agropecuario, a partir de poco despues
Reboratti (1990), y Manzanal (1993, pp.

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 243

presumiblemente asi ocurrio durante la gran expansi6n de la red ferroviaria, entre 1880 y
1914, cuando multitud de aglomeraciones surgieron y muchas de ellas crecieron velozmen-
te sin Ilegar empero a figurar nunca entre las ATIs. SOlo cuando pueda elaborarse tal
explicacion, tras un laborioso esfuerzo para poner orden en informaci6n ca6tica, se podra,
a su turno, elaborar alguna sobre el impresionante crecimiento absoluto y relativo de
poblacion en la cohorte II (ATIs en sus limites de 1991).
Se desprende que, al indagar en las causas del papel protag6nico cumplido por las
ATIs en la transformaci6n, es perentoria la cautela. Lo que sigue son s6lo comentarios
criticos sobre factores que a menudo se mencionan como causas en intentos de explicar el
crecimiento o decrecimiento relativo de poblaci6n de diversas clases de ATIs.

Reestructuracidn industrial

En primer lugar, se ha apuntado a to que se dio en Ilamar "desindustrializacion" como


factor que de por si explica la desaceleracion desde hace ya varios lustros del crecimiento
de poblacion de Gran Buenos Aires y tambien de varias ATIs antiguas. En los Oltimos ahos
del gobierno de facto que dur6 hasta fines de 1983, diversos estudiosos coincidian en
sehalar una fecha intermedia entre 1970 y 1980 como momento en que se revierte un
proceso de industrializaci6n que, en la Argentina, es de larga data: anterior a la industriali-
zaci6n por sustitucion de importaciones, que a su vez cobro impetu antes que en otros
paises de America Latina. Si fuera verdad que entre 1970 y 1980 la industrializacion
comenz6 a revertirse -si fuera verdad que se convirti6 en "desindustrializaci6n"-, seria
inmediato ver en la reversi6n el factor desencadenante del descenso simultaneo de ia
participacion relativa en el total del pais de la poblacion de Gran Buenos Aires asi como de
otras aglomeraciones que, tambien, en distintos momentos habian adquirido importancia
como centros industriales: en primer lugar las dos mayores ATIs, Gran Cordoba y Gran
Rosario.

Ahora bien, se ha precisado hace poco que, habiendo la participacion relativa del
sector industrial en la PEA, aumentado bastante entre 1947 y 1960, disminuy6 sustancial-
mente entre 1960 y 1970. Pero despues, entre 1970 y 1980, apenas12. Tal trayectoria difiere
de la imaginada por los aludidos estudiosos, que dieron por supuesta la "desindustrializaci6n".
Este concepto se refiere "al achicamiento del aparato productivo y lo deja a uno con la
impresi6n de que lo sucedido en la industria luego de la mitad de los setenta es simplemen-
te una reducci6n de lo existente" (Borello, 1992, p. 36). Ademas, al diferir de la imaginada,
tal trayectoria no se compadece con la desaceleracion posterior, esta vez si seguramente a
partir de alguna fecha entre 1970 y 1980, del crecimiento de poblaci6n de Gran Buenos
Aires asi como de aquellas ATIs antiguas que junto con Gran Buenos Aires habian
concentrado desde un principio el grueso de la actividad industrial argentina. En algon
momento la tendencia de largo plazo de la industrializaci6n en la Argentina se alter6.
Mientras perdur6, pas6 inadvertido que sintetizaba varios rasgos, estrechamente asocia-
dos pero distintos. La alteracion, entre otras cosas, deshizo la asociacion entre esos rasgos.
Percatarse de ello Ilev6 tiempo. Pero, aproximadamente hacia 1985, en el l6xico academico
la expresi6n "desindustrializacion" cedi6 su lugar a otra, "reestructuraci6n industrial",
menos peyorativa y mis realista:
12V6ase Lindenboim (1992). Esta sola comprobaci6n empirica bastaria para abandonar el uso del t&rmino
"desindustrializaci6n" a fin de caracterizar el rumbo que tom6 la economia argentina desde algOn momento entre
1970 y 1980: usarlo como equivalente a "disminuci6n de la participaci6n del sector industrial en la PEA" no tendria
sentido porque no hubo tal disminuci6n. Ninguno de los estudios pertinentes publicados durante los l1timos seis o
siete arios parte del supuesto de una desindustrializaci6n lisa y liana. Son anteriores, entre otros: Khavisse y Aspiazu
(1983); Nochteff (1984); Azpiazu, Basualdo, y Khavisse (1986).

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244 CESAR A. VAPIARSKY

Considerando las dimensiones de planta, e


disminuci6n de los puestos de trabajo, mien
pequerios y medianos aumenta la ocupacibn.
disminuido en las plantas pequerias y medianas
Estos cambios observados a nivel de las indu
indican que se estA produciendo una reestructu
1992, p. 7; 6nfasis de CAV)13

Uno de los varios aspectos de la reestruc


proceso de cierre de plantas en areas industr
areas de previa actividad industrial debil o p
doble proceso es factor de peso no s61o en ha
en Gran Buenos Aires y varias ATIs antiguas,
compleja, sino en haber estimulado ese crecim
remite a la que se comentara de inmediato.

Politicas de promoci6n industrial y regional


En segundo lugar, se ha apuntado como fac
de las ATIs nuevas a las politicas de promoci
antes de 1960, politicas que, por los privileg
determinadas provincias, lo fueron tambien d
entre las ATIs asi beneficiadas, cierto es que c
Trelew-, figuran entre las ocho que mas que
final del periodo de andlisis entero. Las politic
cambiantes, algunas erraticas y hasta ca6ticas;
que data de fines de 1973, termino ya avanz
estado del aro siguiente (Rofman y Marques,
crecimiento de poblaci6n en otras de aquellas
efecto s61lo durante parte del periodo; en alg
periodo, y por mucho que estas hayan crecid
para que figuren entre las ocho que mas han
ninguna manera las politicas de promoci6n ind
to relativo de la poblaci6n conjunta de las AT
poblacion conjunta de las ATIs nuevas solame

Turismo

En tercer lugar, se ha apuntado a la difusibn masiva del turismo como factor decisivo
del crecimiento de poblaci6n de algunas ATIs desde mediados del siglo. Es verdad, pero

13 Los trabajos antes mencionados de Borello (1992) y Lindenboim (1992) figuran entre los mas ilustrativos
entre los dedicados a esclarecer en qu6 consisti6 el mal Ilamado "punto de inflexi6n" en la trayectoria de la
industrializaci6n en la Argentina. Y a esclarecer cu~ndo realmente se lleg6 a ese punto: Borello (1992, p. 36) sugiere
que fue antes de promediar la d4cada de 1970. El censo econ6mico de 1985 puso de manifiesto el aumento-leve-
entre 1974 y 1984 del producto y las fuentes de trabajo en la actividad industrial. Los resultados del censo de
poblaci6n de 1980 habian sido cuestionados por incompatibles con la ya entonces arraigada imagen de
desindustrializaci6n: cf. posiciones distintas en dos ponencias presentadas en una reuni6n oficial de evaluaci6n de
dicho censo (Yoguel, 1985; Lindenboim, 1985a). Estudios empiricos posteriores permitieron aclarar el punto
echando mano de informaci6n del censo econ6mico de 1985: vease Beccaria y Yoguel (1988), tambien Gatto et al.
(1988); cf. Katz y Kosacoff (1989), Yanes y Gerber (1990).
14 Para una sistematizaci6n de la legislaci6n promocional, nacional y provincial, sancionada entre 1943 y
1973, v6ase Lindenboim (1987, pp. 9-103); para la legislaci6n posterior, hasta 1983, v6ase Aspiazu (1986).

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 245

las ATIs con fuerte participacion del turismo en su base economica no son sino tres: Mar del
Plata, San Carlos de Bariloche y Necochea-Quequen. Y de las tres solo la segunda -ATI
nueva fuera de la Region Pampeana- figura entre las ocho ATIs que por lo menos
septuplicaron su poblacion durante el periodo. Hay acaso decenas de otras aglomeracio-
nes donde el turismo fue factor todavia de mas peso en el crecimiento de poblaci6n, pero
ninguna alcanzaba en 1991 el umbral de 50.000 habitantes: todas forman parte de la
cohorte I.

Papel de las capitales de provincia

En cuarto lugar, no solo se ha apuntado sino que se ha dado y se sigue dando por
obvio que, decada tras decada, entre las aglomeraciones argentinas que mas crecen se
destacan las que son o contienen capitales de provincia. Es sabida la eminencia politica y
economica que la sola capitalidad otorga en tantas provincias argentinas -no en todas- a la
aglomeracion que es o contiene la capital. No puede sorprender que en muchas provincias
intereses politicos locales por un lado Ilevaran a la paulatina creacion de nuevos empleos
pOblicos, concentrados mayormente en la capital, y por otro lado favorecieran la localiza-
ci6n de una variedad de actividades econOmicas -las derivadas de las politicas de promo-
ci6n industrial entre ellas- mas en la capital e inmediaciones que en el resto del territorio
provincial. Es precisamente este el trasfondo sobre el cual se apoya la suposici6n de que
las aglomeraciones que son o contienen capitales de provincia crecen mas que las otras15.

Pero, capitales
contienen ,es asi? En
de el cuadro 4 estan
provincia16. marcadas
Dentro con asteriscos
de la cohorte de ATIslas 21 ATIs quedos
considerense son o
subcohortes: la formada por esas 21 ATIs y la formada por las 33 restantes. Entre comienzo
y final del periodo de andlisis la cohorte entera casi exactamente se triplic6 en poblacion (se
multiplic6 por 2,9), la primera de esas dos subcohortes poco mas que se triplico (se
multiplic6 por 3,2) y la segunda poco menos que se triplico (se multiplico por 2,6). La
diferencia de ningutn modo deberia desconocerse. Pero tampoco deberia ddrsele indebida
importancia. Es cierto que creci6 vigorosamente la poblacion de algunasde las 21 ATIs que
son o contienen capitales de provincia: tres, Neuquen-Plottier-Cipolletti, Rio Gallegos y
Formosa, figuran entre las ocho ATIs que por lo menos septuplicaron su poblaci6n durante
el periodo. Las tres, observese, en provincias jdvenes: jurisdicciones que al comienzo del
periodo todavia eran meros territorios nacionales y contaban por consiguiente con un sector
poblico escualido, el cual s01o despues de la provincializaci6n (que data de los afos 1950)
pudo engrosar hasta ponerse a la par con el de provincias viejasde comparable poblacion.
Conviene insistir en que creci6 vigorosamente la poblacion de algunas de las 21 ATIs que
son o contienen capitales de provincia: nueve (entre ellas las tres mencionadas) figuran
entre las 17 ATIs que por lo menos cuadruplicaron su poblaci6n durante el periodo.

15 Afianza esta suposici6n el recurrirse en la Argentina al departamento o partido -divisi6n oficial de la


provincia- mis bien que a la localidad, entendida como aglomeraci6n -legitima unidad espacial del sistema de
asentamiento humano- para desagregar informaci6n censal y estadistica. En lo que concierne a informaci6n sobre
el asentamiento, desagregarla por departamento o partido es generalmente burdo y frecuentemente engaFoso. Un
ejemplo seria usar informaci6n tomada de INDEC (1991), cuadro de p. 27: "Participaci6n de la poblaci6n del
departamento que contiene la ciudad capital respecto del total provincial (en porcentaje)". SegOn dicho cuadro, en
la mitad de las provincias esa participaci6n era superior a 40 por ciento. Este porcentaje carece de significaci6n
para estudiar el crecimiento urbano diferencial. La capital de la provincia de Chubut es una aglomeraci6n que queda
enteramente por dentro de un departamento muchisimo mAs extenso y poblado. La capital de la provincia de
Mendoza es una porci6n pequeFa de una aglomeraci6n que se extiende sobre varios departamentos.
16 Las otras dos capitales de provincia, Rawson (de Chubut) y Ushuaia (de Tierra del Fuego), en 1991
estaban lejos de ser o formar parte de aglomeraciones que alcanzaran el umbral de 50.000 habitantes aqui fijado
para clasificarlas como ATIs.

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246 CESAR A. VAPNARSKY

Ha de descartarse entonces
predominen las que son o conti
tan difundida: en la mayoria d
capital precisamente la aglomer
Pero cuando tal es hoy el caso,
1950, si el ritmo de crecimiento
de la poblacion nacional, alto al
migraciones con origen y destino
hasta reforzar esa primacia17. Y
debia de ser altisima en toda
provincia. No cabe dudar de que
la adicion de ocho (desde 1991,
pues tambien en estas creci6 el
dudar de que muchos gobiern
actividades economicas precisam
visto, estos procesos no basta
crecimiento de poblacibn decidi
las otras ATIs.

El factor de crecimiento que falta enunciar


Por fin, y en quinto lugar, se ha apuntado a un factor completamente distinto para dar
cuenta del crecimiento de poblacion de ciertas ATIs nuevas. Si el crecimiento de poblaci6n
de una aglomeracion entre comienzo y final del periodo fue vigoroso, tiene que haber sido
alta la incidencia del componente migratorio, pero no necesariamente debido a factores
como los ya comentados, que, donde operan, contribuyen a elevar la demanda de empleo.
Puede esta haberse mantenido baja, hasta puede ser cronico el desempleo y no bastar
para disfrazarlo ni siquiera la creacion de empleo pOblico superfluo, y sin embargo haber
crecido mucho la poblacion por afluencia de personas que perciben la aglomeracion como
lugar donde ganarse la vida les serb menos duro que en su lugar de origen (v6ase Todaro,
1967). Por vaga que sea la expresion "economia informal", fue pergenada precisamente en
relaci6n con este tipo de migracion, por lo comun desde campo abierto y aglomeraciones
pequehas hasta aglomeraciones mayores y cercanas: "ciudades-refugio" se las ha Ilamado.
Abundan en America Latina las aglomeraciones grandes y no tan grandes que han
crecido mucho mds de lo que se inferiria analizando la evoluci6n de la PEA. No abundan -no
abundaron durante el periodo- en la Argentina. Han de encontrarse mas bien entre las
aglomeraciones menores que ATIs: entre las de la cohorte I. El crecimiento absoluto de
poblaci6n de la cohorte I fue levisimo a lo largo de todo el periodo; su ligera alza durante los
ahos 1970 estuvo lejos de bastar para impedir que se mantuviera bien por debajo del
vegetativo: los saldos migratorios netos de la cohorte entera fueron fuertemente negativos

17 En ciertas provincias, la primacia de la aglomeraci6n que es o contiene la capital ha perdurado hasta hoy,
como en Mendoza, cuando no ha aumentado fuertemente, como en San Juan, Catamarca o Tucuman. Esto a pesar
de la transformaci6n del sistema nacional entero. Pero s6lo en algunas provincias existe tal primacia. No correspon-
de descalificar como "excepciones que confirman la regla" a aquellas en las que no existe primacia de la
aglomeraci6n que es o contiene la capital (y tampoco existia antes de 1950): son la minoria, pero en conjunto dan
cuenta holgadamente de la mayoria de la poblaci6n nacional. En Rio Negro y Chubut hay tres o cuatro aglomeracio-

nes mas populosas que la que es o contiene la capital. En Santa Fe y Tierra del Fuego hay una. En Entre Rios, San
Luis y La Pampa hay una cuya poblaci6n Ilega a mas de la mitad de la que es o contiene la capital. En Buenos Aires,
por fin, la poblaci6n que le corresponde (es decir, sin la poblaci6n de la Capital Federal) de la aglomeraci6n que
contiene la capital nacional excede en mas de doce veces la poblaci6n de la que contiene la capital provincial.

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 247

decada tras d6cada. Pero, dentro de la cohorte, ese crecimiento absoluto tiene que
haberse concentrado en agiomeraciones que tuvieron saldos migratorios netos fuertemen-
te positivos sin ser tan populosas como para Ilegar ni siquiera al final del periodo al umbral
que obligaria a reclasificarlas como ATIs. Han de encontrarse s61o unas pocas entre las
propias ATIs. Quiz" Formosa, en el Nordeste: no es centro industrial ni turistico, y su
condici6n de capital de provincia no basta para dar cuenta del elevadisimo crecimiento de
su poblacion de uno a otro extremo del periodo. Tambien San Ram6n de la Nueva Ortn y
San Pedro (Jujuy), en el Noroeste. Las tres figuran entre las ocho ATis que por lo menos
septuplicaron su poblaci6n en el transcurso del periodo8.

IV. El futuro del sistema de asentamiento

En mayor o menor grado seg'n el momento, todos los factores enunciados tienen que
haber contribuido a la transformaci6n del sistema argentino de asentamiento. Habria que
combinarlos, se dira. Si, pero de distinto modo seguin cudl sea la aglomeraci6n y cudl el
subperiodo. Asi, hay ATIs donde un solo factor domino durante un subperiodo limitado,
pero puede haber bastado para desatar las bien Ilamadas "economias de aglomeraci6n" e
impulsar indirectamente un posterior crecimiento de poblacion considerable, por moderado
que haya sido comparado con el del subperiodo de auge. Seguramente ninguna de tales
ATis figura en el cuadro 4 entre las que mis sobresalieron por el crecimiento de su
poblaci6n entre extremos del periodo. Los datos de ese cuadro impusieron al andlisis aqui
efectuado estrictos limites. Para avanzar, habria que realizar un estudio de volumenes
absolutos y ritmos diferenciales de crecimiento por subperiodo y por ATI especifica,
distinguiendo ademas componentes vegetativo y migratorio. No bastaria realizarlo para la
cohorte entera de ATIs9.
Mientras tanto, seria prudente evitar generalizaciones.

Escenarios socioecon6micos imaginables


Sin embargo, es tentador aventurarlas. No es la Argentina el Onico pais latinoamerica-
no cuyo sistema de asentamiento se ha transformado. Tambien se ha transformado en
Brasil, Mexico, Chile, Colombia, PerO. Las transformaciones difieren entre si. Pero, como en
todos los casos se trata de cambios que hace unos veinte afos s6lo se insinuaban y pocos
estudiosos advertian, fascina la idea de encontrarles una causa comuin. Es inmediato
buscarla en el ahogo, a traves de crisis cada vez mis agudas, del modelo de crecimiento
economico cimentado en la industrializaci6n por sustitucion de importaciones, que caracte-
rizo a buena parte de los paises latinoamericanos a partir de algun momento entre 1929,
comienzo de la gran recesion mundial, y unos aios despues de 1945, fin de la Segunda
Guerra Mundial. El crecimiento encauzado segOn este modelo s61o podia perdurar si el

18 Cualquier aglomeraci6n argentina puede hasta cierto punto desemper5ar el papel de "ciudad-refugio".
Grueso indicador es la presencia de "villas miseria" (asi Ilamadas en la Argentina): la expresi6n mas patente de la
liamada "pobreza estructural" (comentada en nota 8, supra). Y, cuando no son una villa miseria, icuantas
aglomeraciones de cualquier tamario hay que no incluyan alguna? Esto no implica que, en la Argentina, el papel de
ciudad-refugio haya sido factor clave de crecimiento de poblaci6n durante el periodo aqui estudiado (bien puede
serlo durante la presente decada), salvo en unas pocas aglomeraciones. Entre las ATIs, s6lo las tres mencionadas
parecen ejemplos adecuados.
19 Se encontrar& en Vapiarsky (1994) un primer acercamiento a tal estudio. Se limita a cohortes, pero dentro
de la cohorte de ATis distingue dos subcohortes (separadas por el umbral de 500.000 habitantes en 1991).

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248 CESAR A. VAPNIARSKY

modelo mismo se iba modificando dr


la larga, cuando la industrializaci6
solamente al mercado interno, el mo
rrollado. Esta es al fin y al cabo la
desarrollo", hoy tan debatida21.
Con tremendas ventajas iniciales c
Argentina no pudo -o, por incapacid
supuesta por el modelo. Brutales conv
no esta vigente. El que lo reemplace e
a la actual politica econ6mica de "ajus
modelos -"escenarios", se los suele Il
tructuracibn industrial sea la manifest
tiempo reconocerla como algo ms
amenazante que una lisa y Ilana desi
Nochteff, 1991), si este se entiende
eficiencia con la equidad por lo meno
consenso suficiente para no deteners
En poco mas de un quinquenio, m
tecnol6gicos que ya no parece osado
la Revoluci6n Industrial, America La
otras partes del mundo que nadie -,
los ya ocurridos, sus efectos se harin s
que finalmente prevalezca responder&
argentina sino del sistema capitalista
distinta de la Argentina en el mundo
ras expresiones de deseos o de temor
gen para elegir. ,Cudl escenario prev
mediano plazo, esta por verse que bast

Restricciones a futuros cambios en


Dicho todo esto, cualquiera que sea
si solo la configuracion del sistema n

S0 Muchisimo se ha escrito en los 6ltimo


asentamiento, entre to ms valioso Portes (1989
se exponen concisamente las trabas, inheren
(corresponderia agregar: en ausencia de cond
trabas equivalentes que en algunos paises co
"promoci6n de exportaciones".
21 VWase Lefeber (1991), densa exposici6n d
del siglo y lo que realmente ocurri6, asi como
inspira a algunos voceros de las politicas econ
22 Eficiencia y equidad no son conceptos an
sociedad argentina, comparada con el resto
crecimiento lento, de estancamiento y hasta u
par de a6os su autor dice:

Eldeterioro de los indicadores sociales plant


un papel clave en la decada del '90 no s6lo por
de la importancia creciente del capital humano
la competitividad mueve a una reacci6n de esce
que no califica sus recursos humanos y no g
6nfasis de CAV).

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 249

restricciones externas a lo que las secciones economicas de los diarios inducen a creer que
es la ciencia social, se caeria en una simplificacion peligrosa por irrealista. Las restricciones
son tantas que solo cabe enunciar aqui algunas:
1) Los cambios en el sistema econdmico y en el sistema de asentamiento no son
necesariamente sincronicos. Al promediar este siglo, cuando la Argentina ya estaba
inmersa en la etapa de industrializacibn por sustitucion de importaciones, perduraba
todavia el sistema de asentamiento caracteristico de la etapa agroexportadora anterior
(Vapiarsky y Gorojovsky, 1990, p. 69). A fines de este siglo, cualquiera que sea el escenario
economico que prevalezca, no sera inmediato y automtico un nuevo cambio profundo del
sistema de asentamiento actual.

2) El cambio en el sistema de asentamiento no se ha de confundir con los cambios en


las funciones que en 61 cumple cada aglomeraci6n especifica. Considerense en particular
las ATls. Una cosa es el conjunto de las ATIs y la importancia que ha adquirido y que
presumiblemente acrecentara; otra cosa son las funciones de cada ATI por separado y la
importancia que, merced a esas funciones, ha adquirido y que puede o no acrecentar. Asi,
un aspecto de la reciente reestructuraci6n industrial fue el crecimiento del sector industrial
de la PEA en plantas medianas y pequenas localizadas en ATIs nuevas y el decrecimiento
de ese sector en plantas grandes, localizadas en Gran Buenos Aires y varias ATIs antiguas,
que si no cerraron sus puertas se tornaron menos intensivas en mano de obra. En diversas
ATIs nuevas ha ascendido la participaci6n en la PEA del sector industrial; en Gran Buenos
Aires y varias ATIs antiguas ha ascendido la de los sectores de comercio y servicios (v6ase
Lindenboim, 1992, p. 235; Borello, 1992, pp. 18-20 et passim). Esto equivale a decir que ha
cambiado la importancia relativa de ciertas funciones econ6micas en distintos tramos de
tamaho de aglomeraciones. Pero constatarlo es todavia s6lo una generalizacion. A diferen-
cia de aglomeraciones menores, que se prestan a una clasificacion funcional, cada ATI
concreta es un caso aparte por su mera magnitud de poblacion, que conlleva multiplicidad
de funciones.

3) La transformaci6n del sistema argentino de asentamiento estuvo intimamente


ligada a la paulatina disminuci6n, por cierto desde bien entrado nuestro siglo, de a) el ritmo
de crecimiento vegetativo de la poblacion nacional, b) las diferencias interregionales entre
ritmos de crecimiento vegetativo, y c) las corrientes migratorias internacionales. Asi, entre
aproximadamente 1935 y 1970 ciertas regiones de alto crecimiento vegetativo -a las cuales
han de agregarse paises limitrofes- fueron origen de vigorosas corrientes migratorias con
destino en otras regiones, de bajo crecimiento vegetativo, donde aumentaban las oportuni-
dades de trabajo. Sin estos contrastes interregionales hoy tan suavizados, Gran Buenos
Aires y varias de las ATIs antiguas no hubieran podido recibir el decisivo aporte migratorio
al crecimiento de su poblacion durante la etapa de industrializaci6n por sustituci6n de
importaciones23. Algunas regiones de alto crecimiento vegetativo fueron tambien durante
esos airos origen de corrientes migratorias nada desdernables con destino en la misma
regi6n. Sin estas migraciones intrarregionales no hubiera podido crecer como crecio la
poblacion de las que ya eran o Ilegaron a ser las ATIs de provincias del Nordeste (como
Corrientes y Misiones) y del Noroeste (como Salta y Jujuy). No era del todo inapropiada la
expresi6n "exodo rural" para caracterizar las migraciones internas de esos aios. Tampoco
la expresi6n "migracion por etapas" para caracterizar a un proceso cuyo primer paso era

23 Sobre la variable incidencia entre aproximadamente 1935 y 1980 del componente migratorio en el
crecimiento de Gran Buenos Aires, vease Lattes y Recchini de Lattes (1992); para un periodo mas limitado, 1947-
1980, Lindenboim (1985b). Un sint6tico panorama de las caracteristicas demogrcficas de la poblaci6n argentina
durante el periodo 1946-1980 suministra Torrado (1986).

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250 CESAR A. VAPNIARSKY

emigrar desde campo abierto ha


posteriores desde una aglomeraci6n
las ATIs mas populosas o la propia
s6lo persisti6 dentro de regiones do
asi se entiende que, en provincias co
crecimiento de la aglomeracion may
ia "migracion por etapas" tradiciona
Gran Buenos Aires o las ATIs mas
ningOn modo a las muy pequerias, m
desplazandose espacialmente median
"exodo urbano"-, la poblaci6n se
despues en ausencia de grandes des
vegetativo y de oportunidades de tr
Buenos Aires y las ATIs antiguas24
prevalezca en el futuro, Gran Bueno
mucho que el crecimiento vegetativ
sustancial de migrantes internos de
4) Limitarse, como hasta ahora, a
todavia una simplificacion. Implica
cuando esbozar los posibles tipos de
como la Argentina, advienen a la
plantearse toda una serie de distinc
que data de hace un par de aros. De
entre el estado en tanto burocracia
tanto burocracia-, despues de serial
dos, entrelazadas, que se refieren al
aspectos funcionales-territoriales. Est
Imaginemos un mapa de cada pais
presencia del estado, [...] , las verdes
presencia mucho menor en tbrminos
o nulo de ambas dimensiones. En el
[...]; en Brasil y PerO el color predom
este color seria menor pero, si conth
que esas zonas marrones se han exte
A renglon seguido, el autor apun
desarrollo y la democracia, de que l
Aun cuando pueden ser los partido
nominales de partidos nacionales, n
dependientes de las prebendas que
nacionales como locales. Estos parti

24 En estas aglomeraciones los saldos migra


durante la docada de 1980. Pero con seguridad
inmigrantes y emigrantes, en favor de las Ol
Onica modalidad seguramente en ascenso de
desplazamiento espacial. Configuran otra los
rio, muchos de los cuales parece que en los
referencias a investigaciones efectuadas entr

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LA TRANSFORMACION DEL ASENTAMIENTO HUMANO EN LA ARGENTINA 251

fen6menos tales como el personalismo, el familismo, el prebendismo, el clientelismo y otros


por el estilo. Como saben los antropologos, este mundo se rige por un conjunto de reglas
minuciosas, aunque no escritas; en 61 existen -en oposicidn a las sociedades "tradiciona-
les"- burocracias estatales, algunas de ellas grandes y complejas, muy mal pagas y
politizadas (ibid.).
Si el autor citado esta en lo cierto, el colosal aumento del empleo pOblico provincial en
la Argentina es el resultado no s61lo de la transferencia de servicios pOblicos del estado
nacional a los estados provinciales sino de la expansi6n de las zonas "marrones". En tal
caso tiene que haber contribuido a acelerar en aios recientes la poblaci6n de algunas de
las aglomeraciones que son o contienen capitales de provincia. Sus efectos posiblemente
se manifiesten de Ileno durante la decada que esta transcurriendo, posterior al periodo de
an'lisis aqui cubierto.
5) Con todo, lo que acaba de seralarse no basta. Ni siquiera la articulaci6n
previsiblemente cada vez mas solida del sistema argentino de asentamiento en un sistema
mundial cada vez mas integrado eliminara el peso de tradiciones nacionales arraigadas que
no se captan limitindonse a estudiar procesos demogrAficos, econ6micos o aun politicos.
Asi, entre los estados de los Estados Unidos es normal que no una sino varias aglomeracio-
nes sean mrs populosas que la que es o contiene la capital. eQue es Sacramento
comparado con Los Angeles, San Francisco o hasta San Diego? Entre las provincias de la
Argentina ello no llegara a ser normal aunque eventualmente prevalezca un escenario
donde todas las zonas "marrones" pasen a ser "azules". El contraste entre estos dos paises
federales, ambos "paises nuevos", esta enraizado en la forma de apropiaci6n territorial
impuesta alli por los ingleses, y transformada despues de la independencia, pero aqui por
los espaioles, y mantenida despues de la independencia25. Se ha mostrado arriba que por
lo menos desde 1950 la subcohorte de ATis que son o contienen capitales de provincia no
creci6 mucho mas que la subcohorte de las otras ATIs. Pero creci6 algo mis. Dada la
persistencia de estas tradiciones argentinas, independientemente de cambios politicos,
econ6micos o demograficos seria ilusorio esperar que crezca en el futuro algo menos.

25 Con el apoyo de la imprescindible historia de Razori (1945), se ha serialado hace poco: "La Argentina no
fue ocupada -como los Estados Unidos o el Brasil-, salvo el caso tardio y excepcional en la Pampa Oeste y el
Chaco, por el corrimiento de fronteras pioneras. La consolidaci6n de la conquista hispanica se hizo aplicando el
m6todo de raigambre romana de implantar "ciudades territoriales" y hacerlo de tal modo que entre ellas existiese
una coherencia... (Randle, 1992, p. 9).
Ha de encontrarse en esta tradici6n conquistadora y colonizadora el origen de la primacia de la aglomera-
ci6n que es o contiene la capital en aquellas provincias viejas donde ha persistido hasta hoy. Adems de Razori,
entre la vasta bibliografia sobre la materia baste mencionar el ensayo clsico de Canal Feij6o (1951) y el novedoso
estudio erudito de San Martino de Dromi (1992).

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252 CESAR A. VAPNARSKY

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254 CESAR A. VAPNARSKY

RESUMEN

Entre 1950 y 1991, mientras la poblaci6nficado; ademas, 3) se ha multiplicado el nomero


argentina se duplicaba, el sistema de asenta- de centros de distribuci6n de bienes de consumo
miento sufri6 una profunda transformaci6n, que masivo hasta el punto de servir a casi toda la
pas6 inadvertida porque excluy6 la disminuci6n poblaci6n nacional. El estancamiento de la econo-
de su altisima primacia: Gran Buenos Aires sigue mia nacional desde 1975, que culmind en la hiperin-
siendo diez veces mis populosa que cualquier flacidn de 1989, dej6 oculta la transformaci6n del
otra aglomeraci6n. Pero disminuy6 la macroce- sistema de asentamiento, que ofrece a fines del
falia, y mucho: la poblaci6n de aqu6lla se dupli- siglo potencialidades incomparablemente mayores
c6; la de las restantes de 50. 000 o m;is habitantes
que a mediados del siglo de elevar la calidad de
(aglomeraciones de tamario intermedio, o ATIs)
se triplic6. Estas protagonizaron la transformaci6n
vida de la poblaci6n argentina. Entre los factores
por cuatro razones: a) el enorme incremento que han estimulado el crecimiento de poblaci6n
absoluto y relativo de su poblaci6n conjunta, b) la de diversas clases de ATIs se exploran: 1) el
componente espacial de la reciente reestruc-
multiplicaci6n de su nOmero (de 15 a 54), c) el
crecimiento diferencial de A T/s antiguas (las que turaci6n industrial, 2) las politicas de promocidn
ya lo eran en 1950) y nuevas, mayor en las nuevas, industrial y regional, 3) el crecimiento de la burocra-
y d) la dispersi6n geogrdfica de las nuevas. Trescia y de actividades econdmicas nuevas en las
de las varias consecuencias de estos cambios capitales de provincia, 4) el turismo, y 5) la cre-
son: ha disminuido la distancia promedio ciente
entre atracci6n
la de migrantes desde lugares
residencia de cada habitante del pais y cercanos.
1) algdnSe muestra que, por separado, ninguno
de estos
centro de servicios puntuales especializados y 2)factores basta para dar cuenta de la
algOn mercado de trabajo marcadamente transformacidn.
diversi-

SUMMARY

country's inhabitant and 1) some centre of


Between 1950 and 1991, as the Argentine
specialized services as well as 2) some market of
population doubled, the settlement system under-
wenta deep transformation. It proceeded unnoticed
highly diversified employment; besides, 3) centres
because the primacy did not diminish: Greater
for wholesale distribution have multiplied to suchan
Buenos Aires is still ten times larger in population
extent that now they serve almost all of the national
than any other agglomeration. But the macro- population. The national economy's stagnation
cephaly in the system strongly diminished: the since around 1975 culminating in hyperinflation in
population of the former doubled, but that of the 1989, left concealed that the settlement system
remaining agglomerations having over 50,000 offers at the end of the century much higher
inhabitants (medium-size agglomerations, or potentialities than it did at the mid-century for
MSAs) tripled. The MSAs fulfilled the main role raising
in the Argentine population's quality of life.
the transformation on four grounds: a) the huge Among the factors which have fostered the growth
absolute and relative increase of their aggregate of different types of MSAs, the following are
explored: 1) the spatial component of the recent
population, b) their multiplication in number (from
industrial reestructuring; 2) the policies of industrial
15 to 54); c) the differential growth rate of old and
new MSAs, lower in the former (those which already and regional promotion; 3) the growth of
were MSAs in 1950); and d) the location of the new bureaucracy and of new economic activities in
MSAs, scattered all over the country. Among the provincial capitals; 4) tourism; and 5) the attraction
various consequences of these changes, three
of migrants from near-by areas. It is shown that
are emphasized: it has diminished the average
none of these factors by itself is strong enough to
distance between the place of residence each of
explain the transformation.

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