DEPARTAMENTO DE
FACULTADE DE CIENCIAS
QUIMICA ANALITICA
DEPARTAMEMQ DE
QUIMICA ANA^TICA
DEPARTAMENTQ DE
QUIMICA ANAL^ICA
CERTIFICAN
A Dazio, por la confianza que ha demostrado tener en mf, por su paciencia con
mis retrasos y sobre todo por su amistad.
A Andrade, por tantos fines de semana juntos, "estadfsticamente hablando ", sin
cuya ayuda habr(a sido imposible la realización de la parte estadfstica de este trabajo.
Capítulo I: INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
SUELOS Y VEGETACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
4.- LEGISLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
5.- BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.- IN'I'RODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
4. $ELECCIÓN DEL NÚMERO DE VARIABLES PARA DESCRIBIR LAS MUESTRAS 399
Capítulo I ^
Introducción
1.1. CiENERALIDADES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
EN EL SISTEMA SUELO-PLANTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
4.- LEGISLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
S.- BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Introducción
l.lr GENERALIDADES
Aparte del desgaste geológico, las otras fuentes naturales de metales en los
suelos son de origen atmosférico. Estas incluyen actividades volcánicas, combustibn
de turba e incendios forestales (GRUEtvwEnEL, 1990; GLOOSCHEt^ttZO et al., 1993).
EI suelo constituye una importante barrera paza los metales pesados ya que,
una vez producida la alteraci6n, los mecanismos de liberación son muy lentos, mucho
más lentos que en la atmósfera o el agua, lo que confiere a este tipo de contaminación
una gran transcendencia. KABATA-PENDIAS Ct Q.^. (1992) señalan que esta contaminación
pazece ser permanente.
Del plomo contenido en la gasolina las tres cuartas partes son emitidas por el
tubo de escape, quedando el resto en el motor. De este plomo emitido e175 % lo hace
en forma de finas partfculas menores de 5 micras siendo su sedimentación más lenta.
Por el contrario, el 259b queda como partfculas mayores de 5 micras y con un proceso
de sedimentación más rápido (NEaxEDA et al., 1982). ^
que el 5^o restante se reparte fundamentalmente entre aluminio, cobre y zinc (Moral,
1994).
HARRtsort et.al. (1981) señalan que los suelos próximos a autovfas presentan
una considerable contaminación metálica debida a la deposición directa de las
emisiones de los vehfculos y a la reubicación de los metales depositados en la
superficie de la vfa. ^
TABLA I.- Emisi6n de metales pesados por los vehículos a motor (MúNCx, 1993)
METAL GesES nE ^Erros Colutoslóri NEUM,(^rlcos AcErrriss v
ESCAPE COIĉ^USTIBLES
Cd x
Co x x
Cr x x x
Cu x x x x
Fe x
Mn x
Ni x x x x
Pb x x x x
Zn x x x
V x
Mg 0.14-0.97 0.11-0.67
Al 0.002-0.04 0.007-0.07
P 0.04-0.27 0.006-0.14
S 17o-2so 740-2460
ca o.so^.so 0.14-4.7z
r 0.004-0.008 0.002-0.014
V 0.0001- < 0.1 0.0008-0.0072
Cr <0.001-<0.3 0.0002-0.0017
Mn 0.008-0.72 0.002-0.33
Fe s.38-12.09 0.04-6.49
Co 0.0001-0.0004 0.0001-0.0008
Ni <0.01-19.14 0.04^.2s
Cu O.OOS^.48 0.002-0.49
Zn < 0.2-s.23 0.17-2.34
Sc 0.002-0.014 0.002-0.02
Br 0.242.7s 0.02-1.24
Mo 0.0007-0.0014 0.0007-0.0018
Cd 0.018- < 1.00 0.009-0.039
Pb 2-6s0 O.14-0.47
Los suelos sirven como sumideros de metales, pero no poseen una capacidad
infinita de fijar estos elementos. Además, la qufmica de los suelos es un tema muy
complejo.
Los metales son retenidos de vazias formas en los suelos como se indica en la
Tabla III (GwoscHENtco et al., 1993). Estos vazfan desde iones libres en la solución en
el suelo, hasta formas orgánicas y minerales. Estas formas representan vazios grados
de disponibilidad de incorporación en la planta.
movilidad alta paza el Cd, Hg, Ni y Zn, una movilidad moderada para el As y Cr, y
una movilidad r^clucida paza el Cu y Pb. Estudios de incorporación de metales en las
plantas han demostrado una disminución en la misma a medida que el pH aumenta de
5 hasta S(GwoscHElvlco et al., 1993).
La materia orgánica del suelo presenta una elevada afinidad por metales como
el Co, Cu, Mo, Ni, Pb y Zn. Reacciona con los metales de dos formas distintas:
formando parte del complejo de intercambio catiónico y conteniendo los quelatos o
complejos que influyen en la disponibilidad metálica.
la materia orgánica que pueden Ilegaz a no ser disponibles paza las plantas.
S UELO PLANTA
COMPLEJOS ------^
TRONCO
^ ^ i^ BIOMASA i
ORGANO- ^^
d^
MINERALES microorganismos i
u •i
SOLUCtON i é^i
ii
DEL SUELO -^ ^--------- ĉ ' ^ RAIZ
DESGASTE iones y . i t e i ~mg
esta
GEOLOGICO^ complejos ^ i ^ i ir^
^ e •i
^ ^ (I
•^ COMPLEJOS i e Zi
COPRECIPITACION con humus ^ ^ ALMACENAMIENTO
hidróxidos, óxidos, i i
EN LA RAIZ
T T T T T T T T Í T
CONTAMINACION
Los factores que afectan la cantidad de metal absorbido por las raíces de las
plantas son aquellos que controlan: la concentración del metal en la solución del suelo,
el movimiento del metal del suelo a la superficie de la raíz, el transporte del metal de
la superficie de la rafz a su interior, y su traslocación de la rafz al resto de la planta
(ALLAWAY, 1990).
Las plantas pueden ser receptores pasivos de elementos traza, pero también
ejercen un control sobre la ingesta y rechazo de algunos elementos mefliante
apropiadas reacciones fisiológicas. Los metales que se incorporan a los tejidos de las
plantas pueden ser activos en procesos metabólicos o ser almacenados como
compuestos inactivos en células y otras membranas. En algunos casos pueden afectar
la composición qufmica de las plantas sin causar daños visibles en las mismas. (T[^tN,
1979; KABATA-PENDIAS et Ql. , 1992).
14 Introducción
B,vtcE[.ó et al. (1992) señalan que no todos los órganos de la planta tienen la
misma significación en la acumulación de lo ĉ metales pesados. Normalmente, la ra(z
es el órgano prioritario de entrada y de acumulación. En la rafz hay un transporte
radial hacia otras partes de la planta hasta que, en concentraciones menores alcanzan
las hojas y alteran fuertemente la estructura y funcionalidad de las células
fotosintéticas.
Una vez que los iones han sido absorbidos existe la posibilidad de su
movimiento por toda la planta. El grado y extensión de este movimiento depende del
metal implicado, del órgano de la planta y de su edad. Ai.L.owAY (1990) señala que el
Mn, Zn, Cd, B, Mo y Se son elementos rápidamente traslocados a los ápices de las
plantas; Ni, Co y Cu son intermedios, y el Cr, Pb y Hg lo hacen en menor extensión.
Por consiguiente, la proporción en que los elementos son movilizados en el interior de
las plantas disminuye en el siguiente orden: Cd > B> Zn > Cu > Pb.
Introducción 15
Desde el punto de vista de los seres vivos, entre los metales pesados hay
nutrientes esenciales (Fe, Mn, Zn, Cu y Mo), elementos beneficiosos bajo ciertas
circunstancias que se encuentran en bajas concentraciones en condiciones normales en
suelos, plantas y organismos vivos (Ni, Cr, V, Ti), y elementos que, hoy en d[a, no
16 Introducción
se considera que tengan funciones en los seres vivos (Cd, Pb, Hg, etc.) considerados
como metales no esenciales o tóxicos (BARC^1.ó et al., 1992).
nEL RANto et al. (1993) señalan que, en general, los mecanismos de acción
tóxica de los metales se pueden agrupaz en: unión a centros donde los metales no se
unen normalmente, sustitución de elementos esenciales, uniones que cambian la
conformación y reactividad de las enzimas, sustitución de grupos por otros con
dimensiones similares, alteración de la permeabilidad de las membranas por
combinación de metales con varios grupos, etc.
ESENGAL
sever
As -ĉ No -a Si
Cd -i No -> Si
Co -^ Si -^ Si (pero poco)
Los animales además del Cu, Co, Zn, Mn, Mo, Se y V, requieren otros
metales esenciales para su crecimiento, incluyendo el Cr, Sn, Ni, etc. La baja
incorporación de estos metales en las plantas puede causar problemas de carencia en
18 Introducción
los animales. Sin embargo, elementos metálicos como el As, Cd, Hg y Pb son
potencialmente perjudiciales para los animales y por supuesto para el hombre,
derivándose de este hecho la importancia de su estudio (Nnv^[uto-P®ttEi`vo et al., 1993).
4.- LEGISLACIÓN
Aunque la gasolina con bajos niveles o incluso sin plomo ha sido disponible
desde 1981 en Estados Unidos y Japón, es a partir de 1985 cuando la mayorfa de los
pafses de la Comunidad Europea establecen la reducción del contenido máximo de
plomo en las gasolinas a 0.15 g.L-', a rafz de la directiva de la CEE 85/581. Sin
embazgo, esta reducción ha sido neutralizada por el aumento del consumo de petróleo,
por lo que las emisiones de plomo en los gases de escape de los vehículos no
disminuyen en términos absolutos (P^ROtv-FxENFr et al., 1994).
Con respecto al problema de los suelos contaminados, son vazios los pafses que
a lo lazgo de las dos últimas décadas han tomado la determinación de proteger este
recurso mediante una decidida política medioambiental dirigida especfficamente a este
segmento de la biosfera. La contaminación del aire y del medio acuático han sido
objeto de atención preferente en todo el mundo, apazeciendo el interés en la
contaminación del suelo en tercer lugaz. Sin embazgo, su origen es el mismo que el
deterioro de los otros medios (aire y agua) y además los tres se interrelacionan
fuertemente ante este problema común, siendo vehfculos paza el transporte de
contaminantes de uno al otro y participando también los tres en la aparición de los
modernos problemas medioambientales.
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Ob j etivos
Objetivos 27
1.- INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
1.2. REAC^rlvos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
1.3. ^BSERVACIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
FISICOQUÍMICD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.1. VEGETACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.2. SuEws . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
3.1. VEGETACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
3.2. SuE[,os . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.1.1. Vegetación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
4.1.2. Suelos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
4.2.1. Vegetación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
4.2.2. Suelos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
4.3.1. Vegetación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
4.3.2. Suelos . . . . . . . . . . . : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
1.- INTRODUCCIÓN
Paza poder llevaz a cabo cualquier tipo de análisis es necesario una etapa de
prepazación de los materiales a examinaz que consiste en una serie de operaciones
previas: secado, trituración, tamizado, etc.
1.2: REACTrvOS
n Disoluciones patrón de Cd, Co, Cu, Cr, Fe, Mn, Ni, Pb y Zn de 1000 µg.mL-'
paza absorción atómica. Panreac. A partir de estas disoluciones patrón se prepazan
disoluciones de trabajo por diluciones sucesivas.
n Acido Nftrico 609b para análisis. Panreac.
n Acido N[trico 6596 suprapur. Merck.
34 Extracción de metales pesados
1.3: OsS^vaC[oivEs
HEwITT et al. (1990) y So'ro et al. (1993) recomiendan lavar los reactores
después de cada digestión con agua milli-Q, someterlos a un programa en el horno de
microondas conteniendo ácido nftrico y, una vez enfriadas y abiertas, se vuelven a
lavaz con agua ultrapura.
n Blancos
2.1.- VEGETACIÓN
Las principales etapas que constituyen este tratamiento son: lavado, secado,
molienda y tamizado.
* Lavado
Normalmente se suelen lavar las muestras, aunque esta operación conlleva una
serie de problemas tales como la destrucción de la estructura de la planta o la
lixiviación de elementos químicos y sustancias biolbgicas.
* Secado
Por ello, la elección de las condiciones del secado dependerán del objetivo de
la investigación que se realiza. En general, existen autores que prefieren empleaz bajas
temperaturas (35-40°C) durante un tiempo prolongado (WAito, 1990a), mientras que
otros (JoNES et al., 1984; WIERSMA et al., 1986) eligen un secado rápido a altas
temperaturas (80-105°C). Otro sistema de secado, la liofilización, cada vez es más
empleado (QuEVAwn.L.EIt et al. , 1994). En cuanto al secado al aire, no se recomienda
ya que este tipo de muestra presenta un elevado contenido de humedad (At,LEtv, 1989).
Numerosos autores, tales como AI,BEItICI et al: (1989), C^ĉttY et al. (1990), RocA
et al. (1991), LucEtvA et al. (1992), etc., emplean temperaturas moderadas de secado
que oscilan entre 60° y 70°C durante tiempos que van de 24 a 68 horas.
* Molienda
* Tamizado
Paza eliminar el exceso de humedad que pueden adquirir las muestras durante
las operaciones de pulverización y tamizado, se someten a una nueva desecación
durante 24 horas a 60°C. Se dejan enfriar en un desecador y se guazdan en frascos de
plástico adecuadamente lavados y etiquetados.
2.2: Si7EWS
* Secado
VAN LooN ( 1980) considera 100°C como una temperatura adecuada cuando se
pretenden analizaz metales con la excepción del mercurio, recomendando en este caso
disminuir la temperatura a 75°C.
* Tamizado
- La muestra asf tamizada, y una vez seca (en estufa a 60°C), se machaca
suavemente en un mortero de porcelana paza romper los agregados de suelo,
y facilitar su tamizado posterior.
Tanto para el caso de las muestras de vegetación como para los suelos, se
pueden producir fraccionamientos de las partículas durante el almacenamiento hasta
su análisis, por lo que los recipientes se agitan con las muestras vigorosamente,
durante varios minutos, antes de extraer las submuestras a analizar.
Extraccióñ de metales pesados 45
3.1: VEGETACIÓN
( )
C M. T. 96 =
Peso cenizas (g)
peso seco en estufa (g) ^ 1^
3.2.- Sl1ELOs
• En cuanto al tiempo necesario paza alcanzar peso constante depende del tipo
de estufa que se use, del tamaño y profundidad de la muestra y del tipo de suelo.
También, se recomienda tomaz un peso de muestra inicial de, al menos, 20-25 g.
La materia orgánica es uno de los parámetros descriptivos del suelo que, junto
con el pH, la fracción inferior a 2 µm, potencial redox, etc., se considera de mayor
interés en la interpretación de los resultados analíticos.
cloruro potásico (pH-KCl) (AL^.owAY et al., 1990; HE et al., 1993). La fase liquida
empleada paza la suspensión de las part[culas de suelo, influye sobre el equilibrio
qufmico del suelo y por lo tanto sobre la medida del pH. GtttMStt^ ĉw (1989) señala que
en estudios ecológicos se suele utilizaz la suspensión en agua, mientras que en el caso
de suelos agrícolas se recomienda el CaCl2.
* Resumen
VEGETACION
)
SUELOS
%Humedad {105°C)
Fncción hasca Sin lavar Lavado Socado al ain r^l
L.O.I. (450°C)
9éHumedad (105°C) agua grifo pH (1:2.5lagua)
° limpieza agua miII^Q 1
C.M.T.(550 C)
Tamizado (<2mm)
^
Seeado 60°C (24-48h)
Molionda
Tamizado (<tmm)
Tamizado (<0.2mm)
^
^-
Dosocador
Almacenamiento
et al., 1992).
Para evaluaz las especies qufmicas de los elementos traza en los suelos se
utilizan frecuentemente procedimientos de extracción selectiva que, a pesaz de sus
limitaciones, muestran un gran interés por cuanto suministran información sobre el
origen, modo de existencia, disponibilidad biológica fisicoqufmica, movilización y
transporte de los metales traza (GRAt^tA et al., 1991).
Por otra parte, las técnicas de especiación también son útiles para alcanzaz un
mejor entendimiento de las reacciones fundamentales que gobiernan el comportamiento
de los elementos en el suelo.
Sin embazgo, HEwrrr et al. (1990) y UitE (1990) señalan que cuando se realiza
la digestión de muestras de suelo con ácido n(trico o mezclas de ácido nftrico-ácido
clorhfdrico, sin utilizaz el ácido fluorhfdrico, se consigue extraer los metales
potencialmente disponibles a lixiviados naturales o procesos biológicos que tienen lugaz
en el suelo, ya que la preponderancia de los metales antropogénicos en. el suelo está
asociada a la fracción orgánica y a la superficie de las arcillas. Se considera a la
fracción metálica asf extrafda como una fracción pseudo-total de los metales en el
suelo.
4.1.1.- VEGETACIÓN
Los métodos por vfa húmeda son ampliamente utilizados paza la digestión de
material vegetal, y se basan en la destrucción de la materia orgánica tratando la
muestra con agentes oxidantes. Este tipo de métodos permite el tratamiento simultáneo
de un elevado número de muestras y se desazrollan a bajas temperaturas, con lo que
se reduce la posible pérdida de elementos volátiles (M1[.LEtt-IxLt, 1989). Pero en ellos
no podemos empleaz grandes cantidades de muestra, requieren una supervisión
constante por parte del operador, el tiempo invertido en la operación puede ser grande
y, si se trata de un sistema abierto, existe el riesgo de contaminación de la muestra y,
además, la introducción de cantidades relativamente grandes de reactivos puede
producir contaminaciones debidas a las impurezas de los mismos, lo que conlleva a
valores altos de los blancos (CttossY, 1977).
reactivos en combinación.
Cd 93 98 66
Cu 104 97 90
Ni 61 90 94
Pb 85 107 92
7^ 119 92 88
KnPU et al. ( 1991) obtienen unas recuperaciones medias para el Cr, Cu, Fe,
Pb y Zn del 96-97%, empleando igualmente un método de digestión v[a seca para
muestras de lfquenes.
96CV= x.100
0
Todos los coeficientes de variación alcanzados están por debajo del 10%, salvo
en el caso de Cu para el método A que es ligeramente superior (12R'o). EI método B
ofrece una buena precisión para todos los elementos estudiados, siendo para todos ellos
inferior al 5 9ó.
4.1.2.- SUELOS
silicatos más comunes, siendo un reactivo peligroso que requiere un manejo cuidadoso.
El HC104 es un agente oxidante muy eficaz pero es particularmente peligroso, sobre
todo cuando se trabaja con muestras que poseen un elevado contenido en materia
orgánica, presentando el riesgo de explosión. Los procedimientos basados en
digestiones con HZSO4 suelen daz resultados bajos paza el plomo debido a que precipita
el sulfato de plomo. Los métodos de digestión que usan HCI, HN03 o agua regia
(HCl-HN03 3:1) no presentan los peligros y problemas que entrañan los otros ácidos
citados (BEwtow et al. , 1983).
BucxAUEtt (1973) digiere las muestras de suelo en placa calefactora con HC104.
BoLUnA et al. (1988) y M,vuÑO et al. (1992) determinan los contenidos metálicos por
ataque del suelo con HN03 HCI04 y posterior solubilización con HCl (1:4) en caliente,
mientras que CAt,A et al. (1989) utilizan la misma mezcla pero realizan la disolución
del residuo con HNO,.
Una de las mezclas más empleadas es HCI-HNO, (3:1), agua regia. MAtvwQUE
et al. (1980) atacan la muestra con esta mezcla durante 12 h y posteriormente la agitan
90 min. G^tcfA et al. (1994) extraen los metales con agua regia en tubos pyrex
calentados en un digestor de bloque. También es utilizada por McGx^Tx et al. (1992)
para la extracción de la fracción residual de los metales.
Una vez analizadas las muestras, con los datos obtenidos se calculan los
porcentajes de recuperación medios paza cada serie, de la misma manera que en el
apartado anterior (Tabla III).
METODO B
Paza evaluar la pi+ecisión de cada uno de los métodos se analizan seis alfcuotas
de tres muestras sometidas a cada uno de los procedimientos descritos anteriormente.
En ambos casos, los coeficientes de vaziación son inferiores al 104ó, pero los
del método B son muy superiores a los alcanzados por el método A, proporcionándo
este método una mejor precisión en los resultados.
Con esta idea, y planteando una alternativa a sistemas costosos, KUMINA et al.
(1985) describen un método, por vfa húmeda con agua regia, para la extracción de
elementos metálicos, que posteriormente aplican a diversas matrices (KUMINA et al.,
1989) utilizando como técnica de digestión un batlo de ultrasonidos.
4.2.1.- VEGETACIÓN
Cd 83 80 87
Co 87 82 78
Cu 92 90 94
114n 94 98 91
Pb ]08 95 105
4.2.2.- SUELOS
Elemento
Muestra 1 Muesus 2 Muestra 3
Cd 80 82 84
Co 83 85 79
Cu 92 89 95
114n 89 93 94
Pb 87 91 93
A1 igual que en el caso del material vegetal, los metales que se extraen en
menor proporción son el cadmio y cobalto.
68 Métodos de Extracción
Desde el punto de vista teórico, sólo los materiales polares se ven afectados
por la radiaci6n de microondas, absorbiéndola. A diferencia de lo que ocurre con una
estufa térmica, en la que el calentamiento de las muestras se produce por convección,
transmitiéndose la energfa térmica desde el horno hasta las paredes del recipiente, y
de allf a las moléculas de la muestra; en un horno de microondas el calor se genera
en las moléculas polares que integran la muestra. La radiación traspasa el recipiente
y se disipa térmicamente en la propia muestra, generando calor en todas direcciones,
sin que haya disipación en el recipiente ni en los lentos procesos de convección que
70 Métodos de extracción
Los hornos caseros han de ser modificados ligeramente con el fin de disponer
de medidas de seguridad, necesazias paza evitaz fugas de^ gases, contaminación,
explosiones, deterioro del magnetrón, etc. La estrategia más utilizada en la bibliograffa
paza la evacuación de los humos ácidos durante la digestión en horno de microondas
consiste en introducir las muestras dentro de un recipiente cerrado conectado con el
exterior del horno.
Por otra parte, diversas casas comerciales han diseñado y fabricado diferentes
tipos de hornos de microondas adaptados especialmente para el trabajo en el
laboratorio (M^ĉTVSi^cz et al., 1989a). La primera de ellas fue CEM Corporation,
manteniendo la estructura básica de los hornos caseros pero protegen la cavidad con
un recubrimiento de teflón y un circulador para evitar las microondas reflejadas, y
están provistos de un sistema eficaz de evacuación de vapores. PROLABO Production
ha diseñado un sistema de digestión por microondas sin horno, en el cual la radiación
se dirige a una cavidad que contiene la muestra, y recibe el nombre de microondas
focal•adas (GtttLw, 1989). Este sistema trabaja a presión atmosférica y permite
programar todas las etapas desde la adición de ácidos y reactivos hasta los tiempos y
potencia de trabajo, pero son poco numerosos los autores que lo emplean. El
MLS 1200 es un sistema de digestión por microondas recientemente desarrollado por
Milestone Scientifc que consta de un microprocesador programable y una cavidad
protegida de la corrosión al igual que sistema de ventilación. Numerosos accesorios,
reactores especiales, unidades de cerrado de los mismos, módulos absorbentes de los
vapores, etc., han sido desarrollados para completar estos sistemas de digestión.
Estos reactores pueden ser de dos tipos. En general, todos los ^+ecipientes
abiertos (presión atmosférica) que se utilizan en los métodos clásicos de
calentamiento, excepto los metálicos, se pueden emplear en hornos de microondas. El
vidrio pyrex es el material más utilizado, al igual que materiales plásticos como el
policarbonato y el teflón, pero sólo se pueden empleaz con microondas especiales de
laboratorio o con hornos caseros modificados apropiadamente, tal como hemos
indicado. Sin embargo, la pérdida de analitos diffcilmente puede ser evitada. En este
sentido tiene gran interés el sistema de microondas focalizadas señalado.
Paza reducir las pérdidas por volatilización de algunos elementos y evitaz que
la generación de vapores ácidos dañen el interior del horno se prefiere realizaz la
digestión bajo presión, en reactores cerrados, consiguiéndose unas condiciones más
enérgicas, necesazias paza la digestión de ciertos materiales.
Wt^rrE et al. (1985) y EvAtvs et al. (1994) emplean la mezcla HN03 H2O2i en
reactores cerrados, para la descomposición de material vegetal, mientras que OLES et
al. (1991) usan la misma mezcla pero a presión atmosférica en un sistema de
microondas focalizadas. M[LLE[t-IHL[ (1988) utiliza sólo HNO, paza la digestión de
muestras análogas, al igual que JACxsoN et al. (1990) y WA[.'rt-[Ett et al. (1990).
SZVxcEON et al. (1988) digieren muestras biológicas mazinas con HC104 HF-
HN03i mientras que MATVS[Ew1cz et al. (1989b) utilizan la mezcla formada por HN03
y HZO2. N,^xASH[t^tA et al. (1988) comparan dos tipos de reactores cerrados paza la
digestión de este tipo de muestra con HC10,. S'['[t[PP et al. (1989) descomponen
muestras de hfgado de bovino y tejido de ostras con HNO,. JAFFE et al. (1992) utilizan
tubos pyrex paza la extracción de elementos metálicos de corales con HN03. GuAtv^
et al. (1994) compazan cuatro métodos de digestión con microondas para la
determinación de Se en tejido de pescados, empleando los siguientes reactivos: HNO,-
HZO2, HN03-HZSO4 H2O2, HNO,-H3P04-HZOZ y HN03-KZS208-H2O2.
Una gran vaziedad de métodos han sido descritos paza la extracción de metales
de muestras geológicas. BE^[-rtNELL[ et al. (1989) utilizan agua regia-HF paza la
disolución de sedimentos y lodos en reactores cerrados. HEwtTT et al. ( 1990) tratan con
HN03 muestras de suelos y sedimecrtos. KttnTOCxv[L et al. (1990) oomparan la digestión
Eitracción de metales pesados 75
4.3.1.- VEGETACIÓN
de microondas y ácido nítrico, introducir una etapa con peróxido de hidrógeno para
asegurar la completa destrucción de la materia orgánica.
^-ĉ Método A - HNO,: Paza realizaz el estudio, se toman ocho alfcuotas de 0.4 g del
material certificado seco y homogenizado, exactamente pesadas, y se transfieren a los
reactores de digestión. Se humedecen ligeramente y adicionan 5 mL de HN03(c), se
cierran en la unidad de presión controlada, después de lo cual se introducen en el
horno de microondas, insertadas en el carrusel. A continuación se someten al
Programa A (Tabla IX) que tiene una duración de 11 minutos y se aplica una potencia
máxima de 600 W. Una vez finalizado se enfr[an en corriente continua de agua durante
20 min, se filtran (Whatman N°40) y enrasan a un volumen final de 25 mL con agua
milli-Q.
6 25 300 S
2 50 600
3 0 0
PROGRAMA B
6 25 300 5
2 50 600
3 0 0 0.5
6 25 300
2 50 600
3 0 0
V^ t 2 Sa +Sw/fn
Todos los datos necesarios para los cálculos figuran en la documentación que
el BCR proporciona con el material de referencia (BCR, 1982).
FIGURA 2.- Comparación de los valores medios obtenidos para el Cu, Mn,
* Ejercicio de Intercomparación
Íp$•s'^) X a 96 CV 96 E
Cd 0.274 nd
Cu 13.14 13.64 1.45 10.6 3.8
Pb 13.48 nc
7^ 51.30 49.83 2.18 4.4 -2.9
REStn.Tnnos ToT^t.es
Cd 39 7.18 0.003
Cu 49 22.40 0.123
Pb 45 116.0 0.049
Zn 47 164.6 0.420
RESIILTAD06 SELECCIONAD06
Cd 35 0.539 0.120
Cu 48 22.40 8.32
Pb 41 21.25 3.30
Zn 44 75.72 35.00
X: valor medio
Los errores absolutos alcanzados son inferiores al f 49'o paza ambos metales,
y los coeficientes de vaziación son del 1196 y 496 paza el Cu y Zn, respectivamente.
La mayor dispersión obtenida en los análisis independientes del Cu puede justificarse
por el bajo contenido de este metal en la muestra.
F_xtracción de metales pesados 83
t^ _ (X - µ) (n/o)
4.3.2.- S[rELOs
Dos mezclas de reactivos han sido ensayadas por Berrtt^rE^Lt et al. (1991) para
la extracción de metales de muestras de lodos: agua regia-HF y agua regia. Ambas
digestiones conducen a buenas recuperaciones, saivo en el caso del agua regia para los
macroconstituyentes. FEN^ et al. (1994) comparan la eficiencia del HN03, HN03 HF
y agua regia en la digestión de muestras de sedimentos y polvo, obteniendo en todos
los casos una buena extracción del Cd y Pb.
-^ĉ Método A: Este método es recomendado por el fabricante del horno de microondas
paza la extracción de elementos metálicos de muestras de lodos de depuradoras, y
consiste en: 0.2 g de muestra se transfieren al reactor y se adicionan 3 mL de HNO,(c)
y 2 mL de HCl(c), se cierra e introduce en el horno de microondas. El programa de
calentamiento tiene tres etapas: 4 min a 300 W, 1 min a 600 W y 3 min a 0 W. Esta
última etapa constituye la etapa de ventilación, la cual se aconseja introducir en todos
los programas de calentamiento. Se abren los reactores, después de enfriarlos en baño
de agua, se filtra la disolución resultante (Whatman N°40) y se enrasa a 25 mL con
agua milli-Q (VISINOrrt et al., 1990).
6 300
METODO B 2mL HNOS(c) 1 0
0.25mL. HZOZ(c) 2 600
3 0
6 300
2 400
2 300
METODO D- 3mL HCl(c) 4 450
1mL HNO,(c) 1 600
3 0
que los coeficienteĉ de vaziación medios de cada serie se recogen en la Tabla XIV.
METODO C METODO D
En general, los métodos que permiten extraer los metales analizados de una
forma más cuantitativa son el A y el C, pero el primero de ellos presenta una menor
precisión. Inicialmente se elige el método C, ya que se puede consideraz que sus
porcentajes de recuperación, paza todos los metales, están comprendidos en el intervalo
óptimo del 909^-1109b, y sus coeficientes de vaziación son inferiores al 109b.
Eztracción de metales pesados 89
Estos dos materiales presentan distintos niveles de los metales bajo estudio.
Asf, el BCR 141 (suelo) tiene niveles inferiores a los encontrados en el CRM 277
(sedimento).
Este estudio se realizó preparando, paza cada método, dos series (una paza
cada material certificado) de seis alfcuotas, pesadas exactamente (^0.3000g), que se
sometieron a todo el proceso de extracción. A continuación se analizaron por
espectroscopfa de absorción atómica de llama o atomización electrotérmica en las
condiciones previamente optimizadas. Una vez cuantificadas las muestras, se estudió
la presencia de posibles valores an6malos (outliers) haaiendo uso de la prueba Q de
Dixon (MILLER et al., 1993), rechazándolos en el caso de confirmar su existencia.
Valor obtenido
Raugo Reng o
satisfactorlo orientativo 1ĉ'1É7bD^ A MÉroDO B MÉ7'oDO C M^`[^oDO D
Cd 0.36 t 0.53 - 0.29 t 0.76 0.25 t 0.41 0.31 t 0.85 0.19 t 0.56
Co - 7.4 - 11.0 11.47 t 1.47 20.85 t 1.97 13.60 t 1.52 14.07 t2.91
Cu 32.59 t 5.26 - 33.31 t2•10 33.22 t0.90 34.73 t1.32. 34.52 t2.19
Cr - 37.6 - 67.6 24.37 t3.80 30.64 t 1.47 38.66 t3.02 42.11 t7•31
Fe^ - 22.0 - 25.4 16.40 t 0.91 14.7 t 1.31 19.81 t 1.67 22.10 t 0.70
Mn - 432 - 569 516.1 f 8.2 508.3 t 8•9 507.4 t 9.1 516.1 t 10.9
Ni - 18.5 - 35.0 19.23 t4.32 42.46 t 1.22 33.16 t3.39 35.01 t5.84
Pb 29.42 t 9.42 - 39.37 t3.83 36.84 t5.83 31.01 t5.07 35.72 t5.67
Zn 81.27 t 13.18 - 71.29 t 10.6 77.18 t 15.8 75.19 t 7.1 79.33 t5.78
Cd 11.88 t 1.3 - 10.73 t0.30 13.72 t0.33 12.09 t0.84 9.35 t0.95
Co - 15.0 - 19.8 17.47 t5.86 18.30 t7.23 20.61 t3•13 14.32 t5.79
Cu 101.7t6.1 - 100.8t0.3 101.8t3.4 103.9t2.6 101.9t7.4
Cr 191.9t21.2 141-155 104.St7.0 113.2t6.5 119.Ot4.3 124.9t11.2
Fe^ - 41.3 - 42.1 36.3 t 0.8 35.02 t2•56 33.18 t 1.05 27.14 t2.93
Mu^ - 1.52 - 1.62 1.52 t 0.04 1.53 t 0.02 1.51 t 0.03 1.44 t 0.03
N 43.37 t 4.11 - 41.24 t 1.90 43.89 f 2.57 47.07 t 2.01 48.45 f 2.85
Pb 145.8t8.5 - 153.4t7•2 152.Ot6.3 148.6t7.8 152.3t4.5
Zn 546.8 t 44.5 - 600.7 t31.9 593.8 t44.8 558.9 t32.8 582.8 t^•2
Basándose únicamente en los datos obtenidos paza las muestras certificadas nos
resulta diffcil seleccionaz un método de digestión, pero teniendo en cuenta los
resultados de las recuperaciones anal(ticas con muestras reales y los coeficientes de
vaziación, se considera apropiada la elección del método C que utiliza como
reactivo el HN03 y un programa de calentamiento con cuatro etapas, siendo
necesazia su optimización.
Extracción de metales pesados 91
Estos factores deben ser estudiados paza cada tipo de muestra y mezcla de
reactivos para poder establecer de una manera correcta un programa de calentamiento
del horno.
= I I
I
1 3 5 7
Tiempo ^nin)
^ 10
^
E g
Ú
I I
s
á s
^a
^ a
8
^
8 s
1 3 5
Tiempo fmiN
^ ^
s z5
^
ĉ p
.^
I I
• 15
c
Cg 10
1 3 5 7
Tiampo (m^)
i I
1 3 5 7
Tiempo lmin)
I
1 3 •5 7
Tiempo (min)
rn 600
^ ^
ĉ
^ 5B0 ^
Ó 57iD I
m
^ ^
q
c
CJ ^
3 5
Tiempo Imin)
10 I
Ú 0
1
3 5 7
Tiempo (min)
I
I
3 5 7
Tiempo (mi^l
^, 240
^
ĉ ĉ30
Ñ 220
1
3 5 7
Tiempo (min)
buena precisión paza 3 y 5 min (9bCV < 296), mientras que para 1 y 7 min
Pobncia (W)
E B
U
.^
^s _
I
ĉ^
4
Ú 2
Pobncia Ml)
rn ^
Y
^
^ •
a I
á^
a = I z
8 15
c
Cg 10
300 460 600 750
Pobncia ryV)
a eo
^+ ^5
E 7p
a ^5
^^
0
^^ 55
I
I
^^
8^
8^
Pobncie Ml)
25
^ 24 ^
Pobncia (W)
[
300 450 600 750
Po^encia (W)
.^ ,o
8 5
Ú ^
Pamncia MI)
Potincia (W)
rn 2^ 7
^+ ^ tl
N 2p
ád 2,o I
m^ I
^
^
Ú ^^
450 900 750
Potencia Ml)
^ as
E p.5
c^
,ó R4
.^
ú °^
c
Ú 0.2
Q7 0.2 0.3 0.4 0.5 0.8 Q7 Q8
Psso de mueate (g)
^o ^
Y ^
É 30
(g 2.^
ó ^
ó 15
8 10
c 5
^ 0
0.1 0.2 0.3 0.4 Ob 0.8 0.7 0.8
Peso ds musete (g)
80 r
^ ^
.co
.^
4^
a
U ^
cg p
Q1 Q2 0.3 0.4 Q5 0.8 0.7 0.8
Psso ds musste (g)
^ ,^
a
.^
.^ ,^
^
8 ,40
^
Ú 120
a1 Q2 03 a4 Q5 a8 a7 aB
50
rn
a ^
v_
8 ^
^ ^
^ 10
0.1 0.2 0.3 0.4 Ob 0.8 0.7 09
^ 1100
É 1000
^ ^D
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^8 !^0
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b
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al a2 oa aa os ae a7 ae
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^
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c
^ 80
0.1 0.2 0.3 0.4 05 0.8 0.7 0.8
Peso ds mussta (gl
.. 90^
i^
É ^
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c
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b
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yc
U 4pp
Q7 0.2 Q3 Q4 0.5 0.8 0.7 0.8
Peso de mussta (g)
,.., 400
rn
^
E
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N
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^
^
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Q7 0.2 Q3 0.4 0.5 QB Q7 Q8
Peeo de nussTe (g)
2 3 4 5 8 7 8 9
Volunen de écido (^nU
rn ^
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2 3 4 5 8
Volumen ds óoido (mL)
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rn
^
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^ 40
4 5 8 7 8 9
Vol^misn ds óqdo (mL)
^^
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.^
0
á '°°
C
Cg 1^
Z 4 5 B 7 8
Z 5 8 7 8
Volunen ds écido (mU
^ 1100
5 1000
^ 9J0
c
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ó ^
^ ^
c
tg ^0
2 3 4 5 8 7 8 8
Vol^miende baido ^mL)
^,
^ ^oo
^
e eo
z
.^ eo
.^
^ ^
8^
c^ eo
3 4 5 8 7 8 9
Volunen ds écido (mL)
,.., 900
^
É ^
^ 700
c
,o
^^ BUO
b
ú^
c
q
(_1 400
2 4 5 6 7
Volumen de deido (mU
rn
^
E
ĉ ^
N
c
^O
^ '^
C
^
C
Ú Í00
2 3 4 5 8 7 8
Volumsn de ácido (ni)
volúmenes ensayados.
emplear 9 mL.
de cobre extrafda.
Se compazan lós resultados obtenidos para cada uno de los elementos metálicos
y se elige el menor volumen de ácido que permite alcanzaz, una correcta extracción.
De esta manera, se pretende conseguir valores bajos de blancos al igual que un ahorro
en el consumo de reactivos, dado el elevado número de muestras a analizaz y el alto
costo de los ácidos suprapur.
Una vez optimizadas las vaziables más importantes que influyen en la digestión
con horno de microondas, se establece el siguiente procedimiento:
c.l) Exactitud
Concentracióa (µg.g')
MUF.STRA 2
^9 expresado ea mg.g'
Este estudio se realizó prepazando dos series, una paza cada material
certificado, de seis alfcuotas, pesadas exactamente (^0.3000g), que se sometieron a
todo el proceso de extracción. A continuación se analizazon por espectroscopfa de
absorción atómica con llama o con atomización electrotérmica, en las condiciones
previamente optimizadas. Se estudió la presencia ^ de posibles valores anómalos
(outliers) en los resultados obtenidos haciendo uso de la prueba Q de Dixon (MtLLEtt et
al, 1993), los cuales se rechazazon en el caso de confirmar su existencia.
(BCR, 1982), explicado en el apartado 4.3.1 del capftulo III. Todos los datos
necesarios para los cálculos figuran en la documentación que el BCR proporciona con
el material de referencia (BCR, 1983; BCR, 1988).
^ expresado en mg.g'
vemos como nuestro valor se encuentra en dicho rango. Este contenido representa la
fracción metálica potencialmente disponible, considerando este dato más importante,
en el presente estudio, que el contenido metálico total.
Por todo lo indicado, los resultados obtenidos con los dos materiales de
referencia certificados son muy satisfactorios, aún presentado caracterfsticas diferentes
entre ellos (suelo y sedimento).
c.2) Precisión
escogen dos muestras, con distintos niveles de los analitos. Se toman ocho alfcuotas
de las mismas que se someten al proceso de digestión antes de realizar su análisis.
Co 5.2 2.9
Cu 3.7 2.0
Cr 5.2 2.6
Fe 2.4 1.8
Mu 1.8 1.1
N 3.8 1.9
Pb 5.4 3.2
7^ 2.9 1.4
* Resumen
YEGETACION
METODOS CLASICOS
METODO A NETODO B
\ METODO C
YETODO A AETODO B
suE^os
METODOS CLASICOS
METODO A IYETODO B
1 g muestra + 60mL de
HN03(c}HCI(c) 1:1. 1 g muestra + 10mL HN03(c)
Calentar 70•90'C en placa Calentar 80-90'C en placa
calefactora 3h. Fittrary calefactora 4h. Fittrar y Ilevar
enrasar a 1 OOmL con a 25mL con HN03 al 1%.
HCI 1:19. DETERMINACION
DE Pb
rET00^0 A 1ET00^0 B
0.2g muestra + 3mL HN03(c) Y 2mL HCt(c). 0.2-0.25g muestra + 2mL HN03(c) y 0.25mL
Se someten al programa del homo: 4min a H2O2. Se someten al programa: 8mfn a 300W,
300W,1 min a 600W y 3min a OW. Se enfrían, 1 min a OW, 2min a 600W y 3min a OW. Se en
se flttran y se Ilevan a 25mL frían, Altrary enrasar a 25mL
METOD^O C GET000 D
0.2-0.25g muestra + LmL HN03(c). Se so- 0.2g muestra• 4mL agua regia. Se someten
meten al programa: 6min a 300W, 2min a al programa: 2min a 300yY, 4min a 450W,
400W,1 min a 600W, 2min a 250W y 3min t min a 600W y 3min a OVY. Enfriar, fittrary
a OW. Se enfrían, se tiltran y enrasan a 25mL enrasar a 25mL
l
FIGURA 8.- Métodos de digestión estudiados para muestras de suelos
Extracción de metales pesados 117
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Capítulo IV
Determinación de los Metales objeto de estudio
4.-.BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
1.- INTRODUCCION
1.1: AP^tATOS
1.2.- REnC'r[voS
n Disoluciones patrón de Cd, Co, Cu, Cr, Fe, Mn, Ni, Pb y Zn de 1000 µg.mL''
para absorción atómica. Panreac. A partir de estas disoluciones patrón, por
diluciones sucesivas, se preparan las disoluciones de trabajo.
n Acido Nftrico 60% para análisis. Panreac.
n Acido Nftrico 65 % suprapur. Merck.
n Acido Clorhfdrico 37% para análisis. Panreac.
n Acido Clorhfdrico 30% suprapur. Merck.
n Dihidrógeno fosfato amónico 99.9999'0, Aldrich. Disolución de 10 mg.mL''.
n Nitrato de magnesio 99.995R'o, Aldrich. Disolución de 10 mg.mL''.
n Paladio en polvo 99.999^0, Aldrich. Se prepaza una disolución de paladio de 5
mg.mL'' disolviendo 125 mg de polvo de paladio en 2 mL de agua regia y
diluyendo a 25 mL con agua ultrapura. De esta disolución se tomazon 10 mL, se
llevan próximos a sequedad y redisuelven en HNO, al 0.59'0, hasta 50 mL;
obteniéndose una disolución final de 1 mg.mL'' de paladio.
n Paza la prepazación de todas las disoluciones se utilizó agua ultrapura obtenida de
un sistema Milli-Q (Millipore) de 18 MS2.cm' de resistividad específica.
Determinación de metales 129
2.1r INTRODUCCIbN
Esta técnica presenta muchas ventajas, entre las que podemos destacar: una
atomización segura, fiable, reproducible y poco afectada de efectos memoria para un
gran número de elementos; costo moderado; susceptible de automatización para análisis
de rutina y buena sensibilidad, exactitud y precisión en el intervalo de longitud de onda
200-800 nm.
Pero la llama también muestra ciertas desventajas, tanto desde el punto de vista
práctico como desde el punto de vista fundamental. En primer lugar, requiere un
volumen de disolución problema relativamente grande; se pueden producir absorciones
no especfficas y absorciones de fondo debidas a los gases de la llama y gotas mal
nebulizadas; el gran volumen de gases diluye el analito que Ilega a la llama;^^etc.
(Cí^tvtARaĉ , 1990).
A pesar de lo anterior, los métodos de absorción atómica con llama son aún
los más utilizados pues son económicos, rápidos y sencillos. Las lecturas de las
muestras requieren pocos segundos, la precisión es excelente y la sensibilidad es muy
buena.
Aunque las interferencias del análisis pueden ser importantes, están muy bien
estudiadas y se pueden controlar fácilmente.
Existen una serie de pazámetros que se deben optimizaz paza cada elemento
cuando se trabaja en absorción atómica de Ilama, como son: posición del mechero,
proporción de los gases de la llama (aire-acetileno) y el flujo de aspiración de la
muestra.
y=a+bx.
LCQ=a±tsa
0 0.000 0.006
0.25 0.008 0.014
0.50 0.016 0.021
1.00 0.031 0.035
1.50 0.046 0.050
2.00 0.060 0.063
2.50 0.074 0.078
OAB
OA6
adición
0.04
OA2
calibrado
Cu CALBRADO ADIQON
Ú^S•^--')
0 0.000 0.026
i1^8•^--^)
0 0.000 0.010
0.5 0.007 0.017
1.0 0.014 0.023
0 0.000 0.033
1.0 0.036 0.068
2.0 0.069 0.099
r = 0.9996 r = 0.9998
0 0.000 0.010
0.25 0.008 0.019
0.50 0.016 0.025
r = 0.9999 r = 0.9996
0 0.002 0.027
^^_0-a
Sa
siendo a la ordenada en el origen y Sa su desviación estándaz. Por ejemplo, para el _
caso del cobre obtenemos ^ t ^= 2.28, y al compazazlo con un valor de t tabulado
paza 5 grados de libertad y un nivel de confianza de195% (t^ = 2.57), se observa
que el valor calculado es menor que el tabulado, pudiendo afirmaz que no existen
diferencias significativas entre la ordenada en el origen y cero.
primer lugar es necesazio establecer si las dos rectas tienen desviaciones estándaz
significativamente diferentes o no, paza lo cual usamos la prueba F, donde se
considera la razbn de las dos vazianzas muestrales. Se calcula el valor de F=S,Z/S22,
siendo S,Z (1.10 10^) y SZZ (1.07 10^) las vazianzas para las pendientes de las rectas
de adición y calibrado, respectivamente; obteniéndose un valor de 1.60 que se compaza
con el valor crftico de F(prueba de dos colas) paza 4 grados de libertad y un nivel de
significación de P=0.05, F^,.^u^= 9.98. El valor calculado es menor que éste, por lo
tanto no hay diferencia significativa entre las dos vazianzas a un nivel del 59'0.
(Xl -X^
t=
S (l^nr +l^n^
donde X, y X2 son los valores medios de las pendientes de las rectas de adición y
calibrado, respectivamente; y t tiene (n^+n2 2) grados de libertad.
2.4r SENSiBII.IDAD
* Lfmite de Detección
LDD = 3 °b
m
Es importante destacar que esta expresión del 1[mite de detección implica que
la pendiente de la recta debe estar bien definida y que el valor de la ordenada en el
144 Atomización en llama
Para realizar el estudio de ambos lfmites se prepara, para el primer caso, diez
blancos de reactivos (S^ó HNO,), y, para el segundo, diez blancos de muestra, es
decir, sometidos a todo el proceso analttico. Como pendiente se toma los valores
presentados en las Tablas II-IX.
INSTRIAĉ^M'wL MÉ7'oDo
Co 0.04 0.05
Cu 0.04 0.05
Cr 0.07 0.11
Fe 0.03 0.05
Mn 0.01 0.02
N 0.05 0.07
Pb 0.10 0.17
Zn 0.01 0.02
* Lfmite de Cuantificación
10 Ob
^
, A{
Irn^ettn^rrr,u. M^rouo
Co 0.14 0.16
Cu 0.12 0.15
Cr 0.23 0.37
Fe 0.10 0.16
Mn 0.05 0.06
N 0.17 0.24
Pb 0.33 0.59
7^ 0.03 0.07
2.5: ExAC7't7Un
Los resultados obtenidos indican una extracción cuantitativa del Co, Cr, Cu,
Fe, Mn, Ni, Pb y Zn de las muestras de suelo y de los materiales de referencia,
146 Atomización en llama
* Ejercicio de Intercompatnción
En la Tabla XII se observa que los resultados obtenidos paza todos los metales
analizados son satisfactorios teniendo en cuenta, sobre todo, la gran dispersión
apreciada al considerar los datos de todos los laboratorios participantes. También se
Determinación de metales 147
recogen la media más alta y la más baja de todos los laboratorios participantes
(resultados totales) y los seleccionados por la organización (resultados sedeccionados)
después de rechazar los datos más inexactos. Señalar que algunos laboratorios obtienen
valores cien veces superiores al real.
Observando los valores de Z obtenidos ('Tabla XII) vemos que en el caso del
Cd, Cr y Ni son inferiores a 2, pero para el Cu y Zn son superiores, por lo que serán
sospechosos o rechazables.
148 Atomización en llama
v t^
b ^ ^
en e+^i
^`! r
eo ^ v^
^ o, r e^
^ ^ o °.° ^ ^
Ó
Ú
lQ
Fi
Q
^ ^ ^ V7 N ^ ^ V1
^
^D
^ O T f^ r ^?
o^ N O. ^ N ^
fa^ ^ ^ ^ ^ •• 7
^ ^f 00 N v1
v1
^ a
^ W y ^ ^ ^ a^0 V7
,^` `[g, ^ Ñ
^ ó
^ ^ vMi ^ó vNi vNi °Oi
v
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+f P^i, ñ
^ ^ O ^ v^
8 ^ 00
^ ^ ^
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É ^ v v u
h g ^ ^ ^ b ^
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° ^ ^e
> ^ 3 g ^ ef
^ ^
„y
^ ^
N
> 9 ^ w •>
^ t^ 8R ER l^l
Ú Ú Ú ^ N
Determinución de metales 149
2.6: PRECISĉ ÓN
KHALID et al. (1990) estudian los efectos del HCI, HNO, y HZSO4 en la
determinación del plomo, observando que el ácido sulfiírico produce las mayores
variaciones de la señal, que pueden llegaz a ser del 35 4b .
VAtv Lootv ( 1980) señala que las posibles interferencias en la determinación del
cromo son las causadas por el calcio, fósforo y silicio, aunque su efecto depresor suele
ser mfnimo. Sin embargo, la presencia de hierro y nfquel causan severas
152 Atomización en llama
A1 0 0 -
Ca -4 ^ _
Fe 0 ^ _12
K ^ ^ _
Mg 0 ^ -
Na ^ ^ _
Zn ^ ^ _
Mn 0 0 -
CO,' fi -6 _
Ct 0 p _
SO^ 0 0 -
COBRE
(1 pg.mL'') 10 100 S00
Al 0 0 -
Ca -2 0 _
Fe 0 0 +5
K 0 0 -
Mg 0 0 -
Na -2 0 -
Zn 0 0 -
Mn 0 0 -
CO; 0 0 -
Cl 0 0 -
SO.' 0 0 -
- no ensayado
154 Atomización en Ilama
(1 pg.mL'')
10 SO
100
Al -4 -25 -32
Ca -4 - ^
Fe -4 -23 -32
K o - o
Mg ^ -20 -u
Na 0 - 0
Ni ^ -23 -27
CO," 0 - 0
cr o - o
so,- o - o
HIERRO
(3 µg.mL'') 10 100
A! +3 +7
Ca +2 +2
K 0 +1
Mg +1 +2
Na +2 +4
Zn 0 +3
Mn 0 +1
CO^" 0 +3
Cr 0 +2
SO^' +1 +4
MANGANESO
A1 0 0 -
Ca -1 -2 -
Fe 0 +4 + 12
K -2 +2 -
Mg -2 -2 -
Na +2 +2 -
CO^' 0 +2 -
Cr 0 +2 -
SO^' 0 +1
- no ensayado
A1 -3 0 -
Ca 0 0 -
Fe -3 -7 -7
K 0 0 -
Mg 0 0 -
Na ' 0 0 -
cq o o -
cr o o -
SO^ -3 0 -
PLOMO
(S wg.mL'') 10 100 500
Al 0 0 -
Ca 0 ' +3 ` -
Fe 0 +1 +11
K +1 +4 -
Mg 0 +1 -
Na 0 +1 -
Zn +8 + 10 -
Mn +8 + 11 -
Cq- 0 +1 -
Cl^ +1 +4 -
SO. -1 0 -
ZINC
(OS µg.mL'') 10 100 500
A1 0 +1 -
Ca 0 +1 -
Fe +1 +I +6
K +1 +2 -
Mg 0 +1 -
Na 0 +1 -
CO^ +I +1 -
Cr 0 +1 -
SO^ +1 +1 -
- no ensayado
156 Atomización en Ilama
a 0 -7 -14 -
Ca 0 - 0 -
Fe 0 0 0 -7
K 0 - 0 -
Mg 0 -7 -14 -
Na 0 - 0 -
Ni 0 +^ +14 -
Mn 0 - -7 -
Zn 0 - 0 -
CO,' 0 - 0 -
CI' 0 - 0 -
SO.' 0 - 0
- no enaeyado
3.1r INTRODUCCIÓN
lantano, etc.
Las muestras de suelo a analizaz están en disolución ácida (nitrico), por lo que
el ácido nftrico presente en la muestra actuazfa como modificador.
Abs.Mea 0.091 0.087 0.088 0.083 0.080 0.072 0.074 0.040 0.000
AbsAltura 0.159 0.156 0.150 0.146 0.137 0.128 0.131 0.086 0.010
Paza ello se prepara una muestra de suelo dilu[da de tal manera que presente
una concentración en ácido nftrico de 0.25 ^o . Se toman vazias alfcuotas de la misma
a las que se les añaden cantidades crecientes de una disolución de HNO, al 23'0. Con
los datos obtenidos se construye la gráfica presentada en la Figura 12.
O.1 T
0.08
^
,^ 0.06
^
0 0.04
^
Q 0.02
0
025 0.5 0.65 0.85
Concentración Scido nítrico 1%)
Abs.Area 0.107 0.105 0.108 0.104 0.104 0.101 0.104 0.099 0.084 0.031
AbsAkura 0.210 0.209 0.206 0.205 0.206 0.205 0.198 0.194 0.168 0.086
Abs.Mea 0.045 0.163 0.170 0.152 0.129 0.121 0.094 0.080 0.071
AbsAlture 0.036 0.131 0.171 0.218 0.228 0.222 0.214 0.189 0.170
ATOI•fl7.^CióN 1500 0 3 0
Ln•^IEZ^ 2500 1 2 300
Con este fin, se inyectan una serie de disoluciones que contienen el mismo
volumen de una muestra de suelo, y cantidades vaziables de dihidrógeno fosfato
amónico.
Se observa que al añadir cantidades superiores a 4-5 µg de modificador, no se
obtiene una mejora en la señal, sino que por el contrazio la absorción de fondo
aumenta progresivamente (Figura 16).
Al igual que en los anteriores apartados, se utilizan dos etapas de secado (100°
y 135°C).
Abs.Area 0.082 0.082 0.080 0.078 0.073 0.066 0.028 0.016 0.000
AbsAltura 0.172 0.172 0.166 0.162 0.137 0.123 0.063 0.040 0.012
Abs.Area 0.158 0.162 0.159 0.139 0.121 0.085 0.074 0.063 0.055
AbsAltura 0.131 0.157 0.181 0.221 0.208 0.177 0.157 0.160 0.164
Las condiciones que se han encontrado como óptimas para este modificador
no concuerdan con los datos recogidos por JACxsotv y ALLOwaĉ Y (1990), quianes señalan
que se pueden alcanzar temperaturas de mineralización cercanas a 1000°C.
0.3 t
d 0.25
.^
e
^^ 0.2
0
^
á 0.15
0.1 ,
10 15 ZO 25 30 40 50
Cantidad de moditicador (pg)
La etapa de secado se mantiene igual que en los apartados anteriores, una vez
comprobado que segu(a dando resultados satisfactorios.
Aba.Area 0.067 0.071 0.082 0.094 0.094 0.092 0.091 0.079 0.012
AbsAltara 0.200 0.235 0.225 0.252 0.260 0.248 0.250 0.215 0.023
178 Atomización electrotérmica
Abs.Area 0.001 0.090 0.118 0.128 0.102 0.090 0.083 0.070 0.058
AbsAtdua 0.004 0.084 0.106 0.234 0.238 0.253 0.262 0.250 0.231
Determinación de metales 179
0.3
0.a
.n^.
ú °`Z
^ 0.15 6oA^
0
0
^ 0.1
°_^
0.06 1
0 2 5 10
Volumen de Modiicador WL)
0 0.005 0.069
0.5 0.077 0.146
1.0 0.144 0.206
2: Sensibilidad
Paza realizar este estudio se prepazan diez blancos de reactivos (0.69b HNO,),
y también diez blancos de muestra, es decir, sometidos a todo el proceso analítico.
Como pendiente se toma el valor recogido en la Tabla XXXI. Los resultados obtenidos
se muestran en la Tabla XXXII.
* Masa Cazacterfstica
3: Exactitud
4: Precisi6n
5: Interferencias
Por este motivo la señal de absorción estará formada por dos componentes, la
absorción del elemento y la ab ĉorción no especifica de fondo. Existen dós formas para
reducir o incluso eliminar este tipo de problema: la selección de un programa térmico
adecuado del horno y la corrección del fondo. El principal objetivo del programa de
temperaturas es eliminar al máximo posible, antes del proceso de atomización, los
componentes de la matriz distintas del analito que absorban radiación. Dado que el
proceso de atomización es transitorio, la corrección de fondo debe realizarse de forma
simultánea a la medida anal[tica. Esta corrección puede efectuarse por una de las dos
técnicas convencionales: utilizando una fúente de luz que emita un espectro continuo
con una lámpara de arco de deuterio (se utiliza para el rango del ultravioleta) o una
lámpara de wolframio (rango del visible), o bien utilizar la corrección por efecto
Zeeman.
o.,s^
0 T1mc tsec) 3
Para llevar a cabo este estudio se preparan tres series de disoluciones que
contenfan 1.25 µg.L"' de cadmio y 5, 15 y 25 µg.mL"' del elemento interferente,
respectivamente. En la Figura 23 se representa la variación de la absorbancia (9'0) de
la señal obtenida en presencia de interferente con respecto a la registrada en ausencia
del mismo.
Determinación de metales 191
Los efectos interferentes más importantes fueron los debidos a los cloruros y
al zinc. Vazias interferencias son causadas por los cloruros presentes originalmente en
las muestras y/o añadidos durante la prepazación de las soluciones a analizar. En
función de las reacciones que tienen lugaz en la fase sólida y/o gaseosa en el horno,
la interferencia del cloruro ha sido interpretada en términos de formación de
compuestos volátiles, procesos en fase vapor y oclusión del analito en la matriz
(MnTSUSn^u et al., 1981). Como se observa en la Figura 231os cloruros producen una
depresión de la señal debido a la formación de cloruros de cadmio volátiles. El zinc
origina la mayor exaltación de la señal, no encontrando justificación en la bibliograffa.
Abs.Areo 0.142 0.14s 0.144 0.142 0.149 0.14s 0.142 0.134 0.107 0.063
AbsAllura 0.101 0.09s 0.09s 0.092 0.096 0.094 0.090 0.086 0.06s 0.036
Abs.Area 0.057 0.099 0.121 0.131 0.13s 0.146 0.144 0.147 0.143 0.146
AbsAltura 0.022 0.044 0.062 0.074 0.084 0.099 0.094 0.098 0.097 0.098
ATOnnz^cióN 2soo o s o
0.^2 r
ai ^ patrbn
•á o.os
^
^^ o.os . ° . . .
°° 0.04 ma^a^8
^
0.02 ^
0
ozs o.as o.s6 o.ss o.ss
Concentración ácido nftrico 1%1
Sin embargo, el nitrato de magnesio destaca por ser el más recomendado para
la determinación de cobalto por atomización electrotérmica (S1.AVIrr ét al., 1982;
PRUSZtcowslc,eĉ et al. , 1984).
Abs.Area 0.145 0.155 0.156 0.155 0.163 0.157 0.152 0.150 0.128 0.088
AbsAlára 0.099 0.101 0.099 0.097 0.101 0.096 0.090 0.087 0.074 0.044
Abs.Area 0.096 0.117 0.130 0.140 0.151 0.155 0.161 0.159 0.150
AbsAttura 0.042 0.056 0.067 0.080 0.090 0.089 0.107 0.101 0.094
Abs.Ares 0.049 0.098 0.112 0.120 0.125 0.124 0.125 0.126 0.125 0.125
AbsAlhtra 0.019 0.047 0.060 0.069 0.078 0.082 0.084 0.086 0.083 0.084
0 0.004 0.047
5.0 0.048 0.090
10.0 0.094 0.131
15.0 0.136 0.170
20.0 0.179 0.210
25.0 0.222 o.2as
Aba = 0.0049 + 0.0087 [Co] Abe = 0.0490 + 0.0080 [Co]
r = 0.9999 r = 0.9998
2.- Sensibilidnd
* Masa Caracterfstica
3: Exactitud
2.23 S 6.99 95
' 10 12.22 100
15 17.14 99
20 22.11 99
Los resultados obtenidos paza el BCR 141 son algo superiores al rango
orientativo, pero paza el CRM 277 el valor medio alcanzado cae dentro de su rango
respectivo.
4: Precisión
^ Los coeficientes de vaziación obtenidos indican que el método tiene una buena
precisión en la determinación de cobalto, encontrándose por debajo del 59^, y en el
caso de las muestras con mayor contenido de cobalto próximos al 2 9ó .
5: Interferencias
Durante mucho tiempo el cromo fue considerado como un elemento diffcil para
la técnica de cámaza de grafito. Una razón es que la lámpaza de deuterio no tiene
suficiente intensidad de radiación en la 1[nea de resonancia del cromo (357.8 nm) para
proporcionaz una corrección de fondo satisfactoria. Algunos autores también señalan
que la alta volatilidad de compuestos de cromo producen pérdidas sustanciales del
mismo durante el tratamiento térmico en el horno, sin embazgo, otros autores han sido
incapaces de encontraz compuestos volátiles de cromo (WELZ, 1985).
HAt,IS et al. (1987) obtienen mejores resultados trabajando con tubos pirolfticos
sin plataforma de L'vov. Sin embargo, S'I'uRCEOtv et al. (1982) afirman que la
atomización de las muestras en la plataforma de L' vov produce respuestas cuantitativas
permitiendo analizar las disoluciones de las mismas por comparación directa con
patrones acuosos, obviando el uso del lento método de adiciones.
Abs.Area 0.228 0.210 0.212 0.219 0.232 0.230 0.226 0.224 0.089 0.026
AbsAltura 0.191 0.184 0.184 0.180 0.179 0.175 0.171 0.182. 0.121 0.038
Abs.Area 0.115 0.148 0.174 0.201 0.214 0.235 0.242 0.249 0.248
AbsAlturs 0.049 0.071 0.092 0.120 0.146 0.183 0.218 0.215 0.206
Se introduce una última etapa de limpieza, paza evitaz los problemas de efectos
de memoria, con una temperatura de 2650°C durante 3 segundos.
Se determina la cantidad óptima de dicho ácido que deben contener tanto las
muestras a analizar como los patrones. De una muestra de suelo diluida con una
concentración de HNO, del 0.253'0, se toman varias alfcuotas de ella a^^las que se
adicionan cantidades crecientes de una disolución de HN03 al 23^. Por otra parte, se
realizan los mismos ensayos pero con una disolución patrón de cromo de 10 µg.L-'.
Recordar que la cantidad de ácido nftrico a usar debe ser la mfnima necesaria,
para evitar un deterioro más rápido del tubo.
216 Atomización electrotérmica
0.36 r
0.3 1 patrón
é 026
0
^
^ 02
mueare
0.16 ^
0.1
muestra de suelo, diluida hasta alcanzar una concentración en HN03 ^ 0.596 de la cual
se inyectan 15 µL junto con 5 µL de una disolución de 10 mg.mL-1 de Mg(NO,h;
siendo, por tanto, la cantidad de modificador adicionada a la muestra de 50 µg
(cantidad recomendada en la bibliografta). La mezcla de ambas disoluciones se efectúa
en el interior del propio tubo. La temperatura de atomización se fija a 2500°C, y la
de mineralización se vaz[a de manera gradual desde 400°C hasta 2000°C.
Abs.Area 0.218 0.221 0.222 0.224 0.229 0.234 0.230 0.228 0.125 0.038
AbsAltura 0.169 0.166 0.171 0.165 0.162 0.172 0.164 0.166 0.096 0.026
Minerali^ación AtomiTación
025 ^
-r}-a o--fl
^ 02 ^ acea 0
áhura
.v H
m 0.15 ahura
.
^
^ 0
^ 0.1
0.05 ^
0
0
400 800 1100 1300 1500 1700 2000 2200 2400 2550 2660
Temperatura (qC)
Con este fin, se inyectan una serie de disoluciones que contienen el mismo
volumen de una muestra de suelo, y cantidades variables de nitrato de magnesio. Los
resultados obtenidos se representan en la Figura 35. En ella también se muestran las
absorbancias producidas por un blanco de reactivos con 50 µg y otro con 100 µg de
Mg^03)2•
Por todo ello, nos resulta diffcil establecer el volumen óptimo de:modificador.
Se elige como tal 25 µg de Mg(NO,)2, por ser una cantidad de modificador que
produce unos blancos más bajos.
0.35
o.a m,^^
0.25
02
0.15
ioo^
0.1
x-x-x-x-x-x-x-x-x
0.05 ^-^-^-^-^-^c-^-^-^i^
0
10 20 25 ao ao 5o so so 100
Centided de modificador (pg)
Se utilizan dos etapas de secado, 100° y 135°C, paza aseguraz un secado suave
y uniforme.
Abs.Area 0.190 0.189 0.183 0.197 0.194 0.198 0.200 0.193 0.189 0.049
AbsAltura 0.141 0.144 0.141 0.143 0.140 0.155 0.148 0.142 0.136 0.028
Abs.Are^ 0.033 0.086 0.119 0.151 0.171 0.189 0.210 0.207 0.220 0.218
AbsAltora 0.017 0.036 0.055 0.073 0.096 . 0.128 0.162 0.164 0.190 0.182
0.3
0.25
mueun
^^ 0.2
^ 0.15
0
^ 0.1
0.06 so,^
x x x
0
10 30 50 70
Canddad de modificador (pg)
Abs.Area 0.104 0.113 0.114 0.114 0.114 0.115 0.114 0.114 0.107 0.074
AbsAltura 0.079 0.088 0.091 0.088 0.087 0.086 0.084 0.080 0.075 0.048
Abs.Area O.OS3 0.062 0.087 0.102 0.114 0.116 0.121 0.128 0.128
a>^nic^.g o.023 o.o3a o.oas o.oel o.on o.os7 0.092 0.107 0.109
026 _
0.06 1
6 7 10 12 16
Pxuszxows^c,eĉ et al. (1984) utilizan nitrato de magnesio, pero indican que sólo
les proporciona un ligero aumento en la temperatura de mineralización (1300°C).
0 0.018 0.131
4 0.112 0.220
8 0.198 0.298
12 0.294 0.381
16 0.386 0.461
18 0.426 0.506
* Masa Cazacterfstica
Se calcula su valor (de acuerdo con la expresión del apartado 3.2.3) paza
distintas concentraciones de cromo (al menos cinco), y obtenemos un valor medio (±
desviación estándaz) de 3.82 f 0.04 pg, resultado muy satisfactorio.
Determinación de metales 229
Abs.Are^ 0.175 0.181 0.187 0.187 0.189 0.190 0.188 0.178 0.109 0.023
AbsAltura 0.228 0.229 0.245 0.241 0.238 0.243 0.248 0.241 0.131 0.033
Se diluye de una muestra del extracto ácido de suelo hasta obtener un 0.254b
de HNO,, se toman vazias alfcuotas de la misma a las que se adicionan cantidades
vaziables de una disolución de HNO, ai 29b. También se prepaza una serie de
disoluciones conteniendo 10 µg.L'' de Cr y las mismas concentraciones de ácido nftrico
que la muestra.
ácido nftrico superiores al O.SR'o no mejoran la señal, estableciendo este valor como
lfmite de concentracibn ácida.
o.2s
o2s
024
petrb¢
a
.^
^ 0.22
^
02
a
0.18
^
0.16
0.14
0.12
0.26 0.36 O.b 0.6b 0.86
Concentración ácido nítrico 1%1
Todos los ensayos de optimización se realizan con una muestra de suelo diluida
convenientemente (<59b HNO,), de la cual se inyectan 15 µL junto con 5 µL de una
disolución de 10 mg.mL'' de Mg(NO,)Z, cantidad equivalente a 50 µg de modificador.
Abs.Mea 0.302 0.294 0.291 0.292 0.294 0.284 0.288 0.288 0.273 0.050
AbsAldu^ 0.171 0.181 0.186 0.189 0.194 0.191 0.197 0.197 0.181 0.114
Abs.Area 0.107 0.169 0.187 0.189 0.198 0.198 0.209 0.201 0.220
AbsAhura 0.153 0.292 0.299 0.294 0.300 0.285 0.299 0.297 0.301
En la Tabla LXXII se presentan los datos obtenidos paza ambas rectas, sus
ecuaciones, y los intervalos de confianza paza la pendiente y ordenada en el origen.
En la Figura 44 se muestra su representación gráfica.
0 0.011 0.076
4 0.098 0.158
8 0.180 0.229
12 0.253 0.312
16 0.328 0.353
18 0.355 0.403
* Masa Cazacterfstica
* Por último, señalar que en algunas situaciones el pico atómico del cromo
tiene tendencia a presentar una pequeña "hendidura" (Figura 45), aspecto
igualmente señalado por St.AVitv et al. (1989), quienes consideran que tal vez
ésto indica que las condiciones térmicas no están aún estabilizadas.
Unicamente se observa esta tendencia cuando se realiza la atomización en
pared, no verificándose al trabajar con plataforma de L'vov.
0.2^6
0 T1rnC CsCCI 3
2.- Sensibilidad
Una vez realizadas las lecturas (por triplicado) se determina el valor medio,
desviación estándaz, los límites instrumental y del método, tal como se ha descrito
previamente. Los resultados se recogen en la siguiente tabla (Tabla LXXIII).
^ Masa Cazacterfstica
3: Exactitud
Paza la muestra de suelo certificada (BCR 141) el valor obtenido está dentro
del intervalo orientativo, pero es muy próximo al lfmite inferior; y para la muestra de
sedimento certificada (CRM 277) el valor alcanzado está por debajo del rango
certificado, pero sf se aproxima al rango orientativo paza la extracción en agua regia:
141.0-155.4µgg'.
Estos resultados están en concordancia con los obtenidos por H^TT et al.
(1990), quienes alcanzan un porcentaje de recuperación del cromo paza un sedimento
certificado del 639^ y una recuperación anal[tica del 90%.
Determinación de metales 243
4: Precisi6n
Los coeficientes de variación son inferiores al 73'o aunque cabrfa esperar que
fuesen superiores debido a la incompleta extracción del cromo, tal como se ha
presentado en el apartado anterior; por lo que se puede decir que el método es
reproducible.
Determinación de metales 245
5: Interferencias
En cuanto a las interferencias químicas se han estudiado las mismas que en los
otros metales (K, Na, Ca, Mn, Mg, Zn, Al, Fe, Cl', Co,= y So4=), puesto que todas
ellas pueden estaz presentes en el extracto ácido del suelo en mayor o menor
proporción.
Sin embazgo, entre todas ellas cabe destacaz el hierro, el cual constituye una
de las principales interferencias qufmicas que más problemas aporta en la
determinación de cromo tanto por atomización electrotérmica como por atomización
en ]lama.
Paza llevaz a cabo este estudio se prepazan tres series de disoluciones que
contenfan 5 µg.L'' de cromo y 5, 15 y 25 µg.mL'' del elemento interferente,
respectivamente. En la Figura 47 se representa la variación de la absorbancia (9'0) de
la señal obtenida en presencia de interferente con respecto a la registrada en ausencia
del mismo (OR'o).
Tal como señalan Mn^[^sus,vc^ et al. (1981) los cloruros causan una ligera
depresión de la señal de absorbancia del cromo.
Ninguno de los elementos hasta aquf estudiados pueden ser considerados como
interferencias significativas, ya que no producen vaziaciones en la señal de absorbancia
superiores a ± 103'0.
Determinación de metales 247
C03
Ca
CI
S04
5 15 25
ConeenVaeión da irroerfererroe (/^y ml-1)
Paza realizar las pruebas de optimización del programa del horno de grafito
se utiliza una muestra de suelo digerida, diluida de tal manera que tenga una
concentración final de ácido nftrico de ^ 0.59^, tomando como volumen de inyección
20 µL.
Abs.Area 0.222 0.223 0.225 0.227 0.230 0.228 0.241 0.235 0.207 0.080
AbsAltura 0.147 0.146 0.149 0.148 0.148 0.149 0.156 0.147 0.122 0.037
Abs.Area 0.048 0.136 0.194 0.211 0.231 0.241 0.242 0.247 0.251 0.253
AbsAltnra 0.023 0.060 0.099 0.115 0.139 0.156 0.164 0.173 0.176 0.172
Son necesazios cinco segundos de atomización paza obtener el pico atómico del
ntquel completo.
al 196, por lo que son diluidas adecuadamente. Por lo tanto las muestras diluidas que
son analizadas siempre van a presentar una cierta cantidad dé ácido nítrico, siendo de
interés el comprobaz si dicho contenido puede influir en la señal de absorbancia del
níquel (exaltándola o disminuyéndola).
0.3 r
026
m^ure
patrón
♦ ♦
0.1
Abs.Area 0.239 0.240 0.249 0.252 0.247 0.252 0.248 0.240 0.226 0.104
AbsAltura 0.162 0.156 0.165 0.159 0.159 0.159 0.151 0.142 0.129 0.053
Determinación de metales 255
Abs.Area 0.127 . 0.192 0.222 0.238 0.248 0.250 0.254 0.258 0.262
AbsAltura 0.048 0.090 0.113 0.134 0.149 0.159 0.171 0.178 0.181
Paza ello se toman varias alfcuotas de una muestra (<0.59b HN03) a las que
se adicionan cantidades vaziables de modificador (0-100 µg).
0.4
mueatn
a 0.3
.^
e
^
^ 02
0
N
fO^dO
^ 0.1
10 20 .i0 40 50 60 80 Í00
Cantidad de modi8cador Wg)
Se utilizan dos etapas de secado, 100° y 135°C, para asegurar un secado suave
y uniforme de la muestra.
Abs.Area 0.246 0.258 0.253 0.256 0.246 0.252 0.251 0.242 0.231 0.112
AbsAltura 0.161 0.164 0.164 0.164 0.159 0.158 0.150 0.140 0.126 0.056
Abs.Area 0.129 0.202 0.221 0.239 0.253 0.254 0.256 0.256 0.261
AbsAltura 0.055 0.097 0.117 0.139 0.160 0.164 0.171 0.171 0.176
Aba.Area 0.259 0.265 0.261 0.263 0.267 0.263 0.267 0.263 0.246 0.174
AbsAltura 0.187 0.185 0.182 0.177 0.177 0.176 0.175 0.169 0.157 0.107
Abs.Are^ 0.145 0.187 0.207 0.229 0.251 0.262 0.267 0.267 0.267
AbsAld^ra 0.067 0.091 0.109 0.129 0.152 0.172 0.185 0.183 0.184
0.4 r
muettta
^ 0.3
•a^
^^
os
0
m
^ O.t fondo
2 5 10 15
Cantidad da modificador (py)
Por otra parte, otro aspecto que refuerza esta elección es el hecho de que todos
ellos aumentan ligeramente la absorción de fondo con respecto a la obtenida sin
modificador qufmico, lo cual no es nada deseable.
Se toman vazias alfcuotas de una muestra diluida del extracto de suelo a las
que se adicionan cantidades crecientes de la disolución de niquel (100 µg.L''),
manteniendo la misma concentración ácida, para construir la curva de adición.
La Tabla XCII recoge los resultados obtenidos paza ambas rectas rectas, que
a su vez se representan en la Figura 55.
Determinación de metales 265
0 0.007 0.106
10 0.080 0.162
20 0.148 0.226
30 0.214 0.284
40 0.281 0.356
50 0.341 0.414
rapidez al proced'imiento.
2.- Sensibilidad
* Masa Caracterfstica
3.- Exactitud
Paza realizar este estudio se toman seis alfcuotas de cada uno de ellos, pesadas
exactamente, y se someten a todo el proceso de digestión. Seguidamente se analizan
por espectroscopfa de absorción atómica con atomización electrotérmica en las
condiciones seleccionadas.
4.3.4: Precisión
Se realiza este estudio con tres muestras de suelo, de las que se toman seis
alfcuotas. Se someten al proceso de digestión y analizan.
5.- Interferencias
2 T
Mp
C03
Ne
S04
-8 1
5 15 25
ConeenVsoibnda irrosrfererroe (/rp mL-1)
Resultados análogos han sido obtenidos por STVRCEOrv et al. (1982) y LECttEr et
al. (1985).
3.6: RFSU^v
2, : 228.8 nm
2. : 240.7 nm
2, : 357.8 nm
^. : 232.0 nm
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Capítulo V
Aplicaciones. Caracterización de las zonas bajo estudio
4.1.-SuE[.os .. .............................................319
Aplicaciones 281
objetivo de la investigación.
automóviles, son estudiadas por RonRfcuEZ et al. (1980). En cada una de ellas
establecen un transecto perpendicular a la vfa, y realizan el muestreo de diferentes
especies vegetales a 1, 5, 20, 40 y 80 m de distancia del borde de la carretera.
HARR^soN et al. (1981) toman muestras de suelo superficial (0-5 cm) en las
proximidades de varias vfas de circulación con diferentes intensidades de tráfico. De
manera similaz, G,^RCin et al. (1994) estudian los niveles de metales pesados en suelos
a dos distancias de vazias carreteras, una lo más cerca posible a las mismas y la otra
a 2-3 m. Potvs (1991) elige cuatro pazcelas afectadas de distinta manera por el tráfico
rodado, y en cada una de ellas establece cinco puntos de muestreo a 1, 5, 20, 40 y 80
m del borde de la carretera.
BooN et al. (1992) analizan muestras de suelo compuestas por al menos tres
submuestras, obtenidas a intervalos de 1 m una de otra. Las mezclan bien y guazdan
en recipientes de vidrio. Las muestras compuestas también son utilizadas por At,wwAY
et al. (1990a) al estudiaz suelos afectados por distintas fuentes de contaminación.
MooN et al. (1991) seleccionan 25 puntos de muestreo, recogiendo en cada uno de
ellos dos muestras de suelo que mezclan paza obtener una única muestra por punto de
muestreo.
286 Toma de muestra
también ha sido investigada en otro tipo de muestras. GtsH et al. (1973) analizan
muestras de suelo y lombrices tomadas a distintas distancias del borde de cuatro
autopistas, al igual que WEtctvt,e ĉtvrv (1991). CottP et al. (1991) y MaĉwÑO et al. (1992)
también recogen muestras de suelo y lombrices paza estudiaz la contaminación
metálica. W^tn et al. (1978) analizan el contenido de plomo de órganos de ovejas que
han pastado en zonas afectadas por distintas intensidades de tráfico.
Todo el material que se utiliza en el muestreo debe ser controlado para evitar
que se produzcan emisiones y/o adsorciones de sustancias que puedan vaziaz algunas
caracteristicas de las muestras que vayan a ser analizadas.
288 Toma de muestra
Se escogieron las bolsas ile plástico, con cierre, para la recogida de las
muestras de vegetación y suelos, por ser más cómodo su manejo que el de otros
recipientes. Se someten al mismo proceso de lavado que el material de laboratorio.
Aplicaciones 289
2.1.- VEGETACION
> Por último se tomaron dos muestras (n°' 9 y 10) en una zona próxima a la
ciudad, aproximadamente 15 Km (zona de Oleiros), apartada de vfas de
circulación.
290 Métodos clásicos ^^
^,^.,«.^^. ....
^ ^Tcmpii^;^^^
Pu»tcĉ c1P Mi ĉ
ILI_A MAROLA^
^^ .j Puntcr Torra
Punta do - ^--U - ^
^ no,,,,T^U
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^ ^
Aplicaciones 291
Las muestras se dividen en dos fracciones: una lavada y otra sin lavaz, con
objeto reproducir las condiciones en que son ingeridas por el hombre y los animales,
respectivamente. Asimismo, ésto nos permite estudiar la posible reducción de los
contenidos metálicos de las muestras al someterlas al proceso de lavado.
BEnvtNCTON (1975a) indica que en las zonas rurales la principal v(a de entrada
de los elementos metálicos en las plantas es a través de la rafz, mientras que en las
zonas urbanas se produce una contribución adicional mediante la absorción foliaz. La
importancia de la deposición atmosférica directa de los metales en las partes aéreas de
las plantas también ha sido puesta de manifiesto por PacE et al. (1971) y Ron[tfctrE2
et al. (1979). Diversos autores han demostrado que parte de los metales depositados
superficialmente en las hojas de los vegetales, procedentes de la contaminación aérea,
pueden ser eliminados con un lavado, y esta pérdida va desde un 49b hasta un 659b
dependiendo de las especies y los elementos (NESttEnA et al., 1982).
= lavada
presentan contenidos superiores a los normales. Sin embazgo, BAItcEI.ó et al. (1992)
amplian este rango hasta 0.7 µg.g', lfmite por encima del cual no se han registrado
concentraciones de cadmio en las muestras analizadas. Sus contenidos son superiores
a los alcanzados por WAItD et al. (1977) al analizaz pastos de Nueva Zelanda (< 0.2
µg.g') y similazes a los señalados por MoltEtvo et al. (1992) que analizan diversas
especies vegetales obteniendo valores paza el cadmio que oscilan entre 0.07 y 0.44
µg.g''. SJ^IVCHEZ et al. (1994) determinan el contenido de este metal en muestras de
hierba y hojas de jardines de la ciudad de Salamanca, presentando niveles muy
superiores: 0.35-3.06 µg.g'.
Por último, para el caso del zinc los resultados obtenidos están
comprendidos entre 26.25 y 61.01 µg.g', valores situados en el rango normal de 25
150 µg.g' (KABATA-PENDIAS et al. , 1992). Estos resultados están en concordancia con
los alcanzados por Mox^tvo et al. (1992) paza distintas especies vegetales (10-82 µg.g
'). Ho et al. (1988) analizan muestras de hierba próximas a vfas de distinta intensidad
de tráfico en la ciudad de Hong Kong, obteniendo contenidos de zinc entre 43 y 276
µg.g'•, niveles superiores a los encontrados en Estados Unidos (32-85 µg.g') por
LacERwEiz^ et al. (1970) y en Bélgica (37-114 µg.g') por Ac,BasE[, et al. (1985).
^ 0.7
lavada
o^
^ 0.6
c^ 0.5
•á 0.4
.v
^ 0.3
8 os
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Número de muestra
Comparando los resultados para las muestras sin lavar con los obtenidos
para las muestras lavadas, se consigue una reducción del contenido de cadmio del
159b en las zonas más afectadas por la circulación automovilfstica, con respecto a un
8^ alcanzado en las otras zonas. En general, se puede considerar baja la eliminación
del cadmio por el lavado, resultado que está en concordancia con lo indicado por
Mox^tvo et a1. (1992). Estos autores consideran fundamental la deposición superficial
del cadmio y la adsorción posterior a este aporte que se produce en las hojas de las
plantas. ALi,owa.Y (1990) también señala que la absorción foliar del cadmio es una
importante ruta de entrada de este contaminante atmosférico en la cadena alimenticia.
2.2.- S[1ELOS
Muestras de suelo
Aplicaciones 301
ZONA A
ZONA B
Contenidos similazes son encontrados por Sí^ ĉĉNCHEZ et al. (1994) en suelos de
jazdines de la ciudad de Salamanca (20-90 µg.g'). WAttD (1990a) obtiene niveles algo
inferiores al analizaz muestras de suelo próximas a una autopista antes de su apertura
(20 µg.g'), al igual que KASATA-PENDIAS et al. (1991) en suelos de Polonia (18 µg.g
'). Hot,tvtcxEtvt et al. (1993) señalan el intervalo de 10-20 µg.g' de Pb en suelos
agr(colas de Estados Unidos. GAItcfA et al. (1994) obtienen 70 µg.g' de Pb en suelos
próximos a una vfa de poco circulación automovil(stica.
Los niveles encontrados en esta zona son muy superiores al señalado como
natural, considerando que el contenido natural de estos suelos se ha enriquecido como
consecuencia de la contaminación por plomo, fundamentalmente originada por el
Aplicacionés 303
tráfico rodado.
1750 T
1500 -l
1250
Zona A
^ Zona B
500 ^
0 ^ nnnnnnnnnnnn
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 1' 2' 3' 4' 5' 8' T 8' 9' 10' 11' 12'
Número de mueetre
lechugas y sus suelos de cultivo, las cuales se mezclan para obtener una única
y S7-S9).
tráfico entre 10.000 y 15.000 vpd. En cada parcela se toma una muestra
Aplicaciones 307
TABLA III.- Resultados obtenidos para las muestras de lechuga (Lactuca sativa L.)
Coucentración en µg. ĉ'
Muestras °roHttmed a d 96 CMT
Cd Co Cu Mn Pb
por las propiedades del suelo. En las plantas se puede producir su deficiencia o
toxidad. La deficiencia se manifiesta cuando su concentración es inferior a 10 - 30
µg.g', y para valores de 400-1000 µg.g' resulta tóxico (KABATA-PENDIAS et al. ,1992).
Resultados algo inferiores son obtenidos por Ho et al. ( 1988) en muestras de hierba
(22-174 µg.g'). WARD et al. (1994) estudia muestras de lechugas cultivadas en zonas
no contaminadas y en zonas próximas a una autopista, alcanzando los siguientes
resultados: 70 y 147 µg.g', respectivamente. Este elemento es esencial paza el hombre
y otros animales, aunque concentraciones anormalmente elevadas son tóxicas.
%H = % Humedad
Los niveles encontrados para el cadmio oscilan entre 0.33 y 0.52 µg.ĉ', los
cuales corresponden a concentraciones normales en suelos, ya que BowEtv (1979)
considera como rango norma10.01-2 µg.g'; y como concentración crftica, por encima
de la cual se puede producir toxicidad, 3-8 µg.g'. Contenidos análogos son obtenidos
por G,^RC1A et al. (1994) en suelos próximos a v(as de circulación en Guipúzcoa (0.1
0.8 µg.g'). Niveles muy superiores son encontrados por Bo(,vDn et al. (1988) en suelos
agrfcolas de Valencia (0.03-6 µg.g'). AL^,owAY (1990) señala que el cadmio tiende a
acumularse en el horizonte superficial del suelo, lo cual es un reflejo de la deposición
atmosférica, aplicación de fertilizantes y su movilidad hacia las plantas.
Niveles muy superiores son obtenidos por Ho et al. (1988) en suelos recogidos
en el margen de carreteras de Hong Kong, 50-2215 µg.g' y por Gzn, (1990) en
diferentes suelos de Polonia (17-1640 µg.g''). LwsA et al. (1990) estudian los suelos
de tres zonas de Buenos Aires: zona no contaminada, zona industrial y zona afectada
por el tráfico de vehfculos; alcanzando los siguientes intervalos de concentracibn, 11
70 µg.g', 237-12400 µg.g' y 112-880 µg.g', respectivamente.
Estos resultados nos revelan la influencia del tráfico rodado en los niveles de
cobre en vegetales y suelos, ya que la Zona C es la más afectada por esta fuente de
contaminación y registra los niveles más altos. M,^wfvo et al. (1992) aprecian una
disminución del contenido de cobre en muestras de suelos a medida que se aumenta
la distancia a las vfas de circulación. NEB[tEDA et al. (1982) estudian el contenido de
cobre en vegetales próximos a varias carreteras y hasta una distancia de 80 m de las
mismas, obteniendo reducciones de 58 a 19 µg.g', 126 a 22 µg.g', 251 a 28 µg.g',
45 a 18 µg.g'; dependiendo de la intensidad de la intensidad de tráfico de cada vfa
estudiada. Igualmente, Wn^tD (1990b) también encuentra una relación entre la
intensidad de tráfico de varias autovfas y el contenido de cobre en vegetación y suelos
próximos.
NeBmr^n et al. (1982) observan que ha medida que aumenta la distancia a las
carreteras y disminuye el tránsito de vehfculos en las mismas, también decrece el
contenido de plomo en muestras de vegetación. W,^ (1990a) analiza muestras de
hierba ubicadas en el borde de una autopista, antes de su apertura y 2 años después,
observando un incremento en la concentración de plomo de 8 a 323 µg.g'. TuMt et
al. (1990) determinan el contenido de plomo en vegetación próxima a vfas de
circulación (20-260 µg.g'), comprobando que las muestras con mayores valores se
ubican en zonas con un elevado tránsito de vehfculos. WnxD et al. (1994) indican un
aumento del plomo en muestras de lechugas cultivadas en zonas no contaminadas y en
el margen de una autopista de 0.7 a 9 µg.g'.
3.1.- SuEi.os
El objetivo es la determinación de los niveles de Cd, Co, Cr, Cu, Fe, Mn, Ni,
Pb y Zn en suelos y evaluar su posible relación con el tráfico rodado como fuente de
contaminación.
tendencia Atlántica, con un perfodo de sequfa estival muy pequeño que abazca apenas
una parte del mes de julio. Es la ciudad gallega con menor cantidad anual de lluvia
recogida (1012 mm) debido, fundamentalmente, a la benignidad del otoífo (290 mm)
y del invierno (363 mm). Las temperaturas son suaves, con una media anual de 13.9
°C y una amplitud térmica de 8,8 °C (C^tsnt.[,0ttn et al., 1983).
La ciudad está situada en una de las zonas más ventiladas de la Pen[nsula Ibérica, con
vientos de una velocidad media de 25 Km/h; aunque pasando de 60 Km/h durante 90
dfas al año. La dirección predominante es de NE en verano y SO en invierno
(C,vtsni.[.ni, et al., 1990).
Dadas las diferentes cazacter[sticas de las zonas bajo estudio, en cada una de
ellas se establecen distintas estrategias de muestreo. A continuación se explican dichas
estrategias y se comenia la selección de los puntos de muestreo:
> Zona 1: se establecen doce puntos de muestreo abarcando los 67 Km del tramo de
autopista señalado. Estos puntos se reparten a ambos lados de la vfa y con una
distancia entre ellos de aproximadamente 10 Km. De esta manera, quedan ubicados en
los puntos kilométricos: 10, 20, 30, 40, 50 y 60 Km. En cada uno de estos puntos se
recoge una muestra de suelo superficial (0-5 cm), lo más próxima posible al borde de
la calzada (0-1 m). En el punto situado a 20 Km se traza un transecto perpendiculaz
a la autopista, paza recoger muestras a distintas distancias del mazgen de la vfa: 0-1,
15, 25 y 50 m; a un lado y al otro de la misma. Estos suelos corresponden a praderas
o montes.
perpendiculaz a la calzada paza tomaz muestras de suelos a vazias distancias, pero éstos
En todos los puntos de muestreo, se toman varias submuestras de suelo en una pazcela
Aplicaciones 321
Z
0 19 5 m, suelo cultivo, Km 25 23 5 m, suelo cultivo, Km 25
n 20 20m, suelo cul[ivo, Km25 24 20m, suelo cultivo, Km25
a 21 40m,suelo cultivo, Km25 25 40m,sualo cultivo, F{m25
22 100m, suelo cul[ivo,Km25 26 100m, sualo cultivo,Km25
]b
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28 0-1 m 34 0-1 m
29 0-1 m 35 0-1 m
30 5 m, rcspecto a la o°29 36 0-1 m
31 20 m, rcspecto a la n°29
32 0-1 m
Salida
324 Métodos por microondas
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Aplicaciones 325
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od 17.67 23.07 47.54 27.64 398.5 22.61 51.28 71.05 10.3 2.4 8.6
nd 20.45 28.35 40.OS 26.95 343.3 29.08 44.49 68.79 11.9 2.2 8.6
nd 20.46 27.49 38.23 27.85 401.8 27.49 45.18 60.19 12.0 2.2 7.3
O.SS1 25.98 150.2 58.93 29.63 652.2 88.77 870.6 988.5 4.9 8.2 7.9
0.038 21.86 32.77 53.96 38.15 523.2 40.42 256.3 97.32 14.2 11.5 6.0
0.098 17.79 41.75 66.58 33.93 292.8 38.68 320.1 182.7 4.7 6.5 6.7
0.189 18.14 38.56 46.47 30.20 506.9 96.56 316.1 108.6 9.8 7.8 6.4
0.841 31.51 134.5 55.29 35.11 876.3 125.8 680.5 303.8 9.2 9.3 7.0
0.260 19.06 40.64 40.08 37.21 683.1 69.15 266.3 94.58 7.9 13.1 6.0
0.057 16.31 30.10 36.49 29.11 343.4 27.48 111.4 69.77 15.1 10.1 7.5
^ 16.31 22.22 31.47 32.47 375.4 24.25 32.83 59.84 15.0 6.8 6.7
nd 14.65 23.09 32.78 30.OS 352.8 25.86 17.10 62.13 11.9 9.9 6.5
0.100 19.05 48.62 38.83 36.83 612.6 25.83 54.35 88.25 2.0 8.8 6.2
0.120 23.24 45.24 42.32 44.08 1224 71.10 185.1 121.1 11.7 15.1 8.2
0.333 24.59 29.22 56.27 38.07 397.5 30.68 160.2 88.86 4.4 7.1 6.8
0.426 10.78 12.57 25.41 26.26 252.0 14.57 125.4 464.7 6.2 6.9 6.2
0.014 11.24 23.98 40.13 36.07 711.0 20.51 20.89 76.52 iS.3 12.6 6.0
0.008 11.78 25.63 35.27 35.03 689.3 18.SS 21.23 80.14 14.7 15.3 6.S
0.007 13.46 26.58 39.12 38.61 662.4 21.42 18.09 77.63 14.6 14.7 6.7
0.010 12.72 24.10 37.86 43.49 675.2 18.19 17.96 73.79 13.0 IS.S 6.8
0.010 13.78 23.56 32.56 38.45 764.2 26.41 18.47 77.23 15.9 14.2 7.0
0.013 14.09 25.78 38.15 33.78 775.2 25.22 19.50 70.97 15.3 13.5 6.6
0.003 11.94 22.09 36.75 35.54 654.6 24.19 18.32 7S.SS 14.6 14.3 6.6
0.004 10.34 26.60 30.31 40.45 597.1 24.16 17.56 68.34 13.5 15.0 6.8
0.484 5.22 71.06 30.46 17.44 309.6 28.42 425.7 280.4 11.0 8.3 7.7
O.SS2 S.SS 80.29 40.13 26.01 312.1 30.12 1426 321.0 7.2 6.2 8.1
0.309 4.89 69.89 29.SS 15.47 308.6 35.81 302.7 228.5 8.4 6.9 7.9
0.161 3.99 29.56 1S.4S 18.84 356.7 10.17 102.4 136.0 13.6 13.6 8.0
0.094 3.32 25.69 13.69 14.36 375.1 9.29 91.OÓ 98.70 14.3 14.6 7.6
0.923 5.69 96.58 30.79 18.32 356.8 26.48 589.6 379.1 6.3 10.3 8.0
O.S70 6.44 66.41 30.50 19.35 459.1 28.33 623.7 297.3 6.6 11.1 7.3
0.601 6.79 67.88 26.13 21.OS 389.6 25.14 489.4 275.2 9.3 8.7 7.7
0.501 6.65 76.33 40.15 20.13 295.2 3S.4S 398.2 260.7 10.6 7.1 8.1
O.S00 S.OS 61.08 30.08 15.65 2SS.6 30.16 290.4 329.6 9.1 8.1 8.2
0.222 3.66 9.06 15.82 18.21 136.9 11.35 54.44 52.06 18.3 8.4 6.6
O.1S6 6.31 48.23 19.61 20.04 533.5 19.41 251.9 264.2 20.0 8.5 7.5
0.111 5.87 42.OS 23.18 22.91 713.0 17.83 280.1 170.1 19.5 9.2 8.1
0.135 6.76 38.08 21.66 20.50 645.6 17.83 307.9 137.9 21.0 9.6 8.1
0.402 5.96 46.32 28.02 20.05 457.7 16.20 178.0 130.4 20.7 13.0 5.7
0.056 4.70 24.58 23.21 19.62 SO1.S 9.90 112.4 91.63 ]0.9 8.1 8.6
0.241 7.16 44.17 19.71 23.16 801.7 12.96 319.8 344.8 21.2 8.4 8.3
0.300 7.10 45.79 19.57 23.79 810.5 12.92 294.3 213.6 18.0 9.1 8.S
0.274 6.18 47.77 19.30 24.48 893.2 11.37 280.3 274.7 19.3 8.5 7.9
0.089 2.39 21.34 15.59 12.69 283.8 6.50 85.25 66.62 18.2 7.7 6.4
nd = inferior al límite de detección (<0.2 ng.g'); ^ en mg.ĉ '; % H=% óumedad; % MO = R^ msteria orgfnica
Aplicaciones .^29
TABLA XII.- Resumen de los parámetros estadfsticos clásicos para los resultados
obtenidos en cada muestreo
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VARIABLE
MiMiĉto MAamĉto MEnu
TABLA XII.- Resumen de los parállletros estadísticos clásicos para los resultados
obtenidos en cada muestrea (continuación)
c^^e,^;ao (,^.^ ^) E %cv ^
VARIABLE
Considerando todos los muestreos, se observa que los niveles encontrados para
el cadmio van de < 2 µg.g' (nd) a 1.52 µg.g', con una concentración media de 0.23
µg.g'. Valores comprendidos en el rango normal establecido por BovvEN (1979) de
0.01-2 µg.g'.
En el caso del cobre las muestras presentan contenidos entre 9.06 y 268.1
µg. ĉ' (valor medio 52.0 µg.g'), por lo que se llega a sobrepasar ligeramente el
intervalo normal en suelos de 2-250 µg.g'; si bien, concentraciones en el rango 60-125
µg.g' son consideradas como crfticas (BovvEN, 1979; KASATA-PENDIAS et al., 1990).
EI cromo está presente desde 10.87 a 74.82 µg.g', con un contenido medio
de 31.0 µg. ĉ', concentraciones inferiores al intervalo cr(tico establecido por BowEN
(1979) de 75-100 µg.g'. El contenido normal de cromo en suelos var(a entre 5 y 1500
µg•g^'•
338 Métodos por microondas
Por último, paza el zinc se obtienen entre 36.46 y 1183 µg.g', con un valor
medio de 193.0 µg.g'. Se considera como contenido normal 1-900 µg.g', siendo
crfticas concentraciones entre 70 y 400 µg.g' (BovvEtv, 1979).
Se aprecia, para el cadmio, que los niveles más altos corresponden a la zona
2(Jardines), aunque tanto en la zona 1(Autopista) como en la 2 destacan algunas
muestras con respecto a las demás dados sus elevados contenidos en dicho elemento.
Las muestras n°` 6 y 10, de la zona 1, presentan concentraciones igualmente altas de
los demás metales, por lo que cabr(a pensaz en una acumulación metálica en estos
puntos de muestreo debido a la inclinación del terreno, concentración de las part(culas
de la superficie de la calzada, etc.
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En la zona 2 sobresalen varias muestras. Las n°' S5 y 89, que también poseen
elevados contenidos de plomo, no disponiéndose de datos sobre la intensidad de trdfico
en esta zona. Las muestras 60 y 61 situadas en el Jardfn de Méndez Núñez, cuyas
calles circundantes registran entre 35.000 y 76.000 vpd, y presentan altas
concentraciones de plomo. Y por último la muestra n° 88, de caracterfsticas
particulares ya comentadas, que igualmente tiene un contenido muy alto de plomo
(-1000 µg.g') y también de zinc (-650 µg.g'). Este metal se asocia principalmente
al desgaste de piezas metálicas de los vehtculos y al lfquido del radiador (LACERwEit^
et al. , 1970; AMRHEIN et al. , 1990).
Para el cromo, en general, la zona 1 alcanza un valor medio más alto (Figura
350 lNétodos por microondas
17). Dentro de ella algunas muestras poseen contenidos superiores a esta media,
correspondiéndose a las ya señaladas para otros elementos (6 y 10). En la zona 2 la
muestra n° 66 presenta un elevado contenido de este metal, al igual que de plomo y
cobre, la cual ha sido tomada a 2 m de una calle con 35.000 vpd. La muestra 88,
nuevamente se destaca con un nivel alto de cromo. A1 igual que en el caso del cobalto,
las muestras n°' 72 y 73 poseen contenidos de cromo análogos a los suelos de la zona
1. Nnvnx^to-Pen^fvo et al. (1993) señalan que la concentración de este metal está
determinada por la roca madre, aunque debido a su amplio uso en procesos industriales
es muy susceptible de introducirse en el sistema suelo-planta.
Los resultados obtenidos para el hierro revelan una diferenciación entre los
dos grandes grupos de muestras estudiadas, de manera análoga a lo observado en el
caso del cobalto (Figura 18). H,eĉHt^L'['otv (1994) indica que estos dos elementos están
principalmente relacionados con el material originario del suelo y, a su vez,
fntimamente entre ellos. Señala que las mayores concentraciones de cobalto se
presentan en aquellas rocas enriquecidas en hierro.
La zona 1 registra los contenidos más elevados de hierro (ai igual que de
cobalto), destacando la muestra 16 con 45 mg.g'' (-30 µg.g' de Co). En la zona 2,
las muestras 72 y 73 tienen una concentración alta de hierro (-40 mg.g'),
asemejándose a los contenidos de la zona 1, tal como ocurrfa para sus contenidos de
cobalto. Y las muestras ubicadas en el interior del Parque de Santa Margarita (n°' 83,
84, 85) también presentan niveles de hierro superiores al resto de las muestras de esta
zona (-30 mg. •'). Por lo que se puede considerar un origen litológico común para las
muestras señaladas.
Estos resultados son análogos a los alcanzados por diversos autores que
encuentran una claza influencia de la intensidad del tráfico rodado en los niveles de
plomo en suelos debido a su amplio empleo como agente antidetonate en las gasolinas
(NEBREDA et al., 1982; WAxD, 1990a).
Para el Cd, Cu, Cr, Mn, Ni, Pb y Zn se aprecia una significativa disminución
de sus concentraciones en funci6n de la distancia a la autopista, siendo este descenso
más pronunciado en los primeros 15 m y a partir de aqu(, hasta 50 m de distancia, las
variaciones son pequeñas o incluso nulas en algunos casos. Para el Co y Fe
prácticamente se mantienen constantes sus contenidos en todos los puntos del transecto.
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Zn > 10000 > 10000
Aplicaciones ^59
Comparando los niveles obtenidos en los suelos de los jardines estudiados con
los valores máximos recogidos en la tabla, se observa que sólo es sobrepasado el limite
admisible en el caso del plomo.
S.- BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo VI
Caracterización Multivariante de las Muestras
analizadas
MEGLEN et al. (1985) señalan que el análisis exploratorio de los datos se diseña
para abarcar tres aspectos importantes de los mismos: muestras anómalas, relaciones
significativas entre las variables y relaciones significativas o agrupaciones entre las
muestras. Este tipo de análisis es un proceso iterativo en el que se emplea una amplia
variedad de herramientas, pero no existe una secuencia en la cual se deban aplicar.
Cada base de datos se puede abordar de una manera diferente, pero después de todas
las iteraciones y explorar los diferentes caminos, el descubrimiento fundamental
converge a un único resumen coherente de los datos.
Una primera aproximación que además permite una visualización inicial de las
pautas de distribución de las muestras con respecto a cada una de las variables es el
empleo de las Cartas de Control (Diagramas de Shewhart). En esta aproximación se
anotarán las muestras más alejadas de la pauta central. Las muestras sospechosas
confirman su condición de anómala (o no) mediante la aplicación de un sencillo test
no paramétrico denominado Box-Whisker (VnrrlcmtsERCHev, 1991; Gi^l_uve, 1992),
realizado considerando la totalidad de los datos por variable y muestreo.
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e 10 20 30 40
0 10 20 30 40 60 60
ppm
ç/Kp
Ni
ppm ppm
Además de éstas, existen otras muestras con valores elevados paza alguna
variable pero que, en esta primera aproximación, no se consideran como clazamente
anómalos. Esta última afirmación pone de manifiesto que, si bien una muestra puede
tener un valor elevado en alguna de sus variables, ello no implica que necesaziamente
deba ser considerada como un anómalo de caza a los posteriores estudios
multivariantes. Tal es la filosoffa de trabajo establecida por Stvt['n-t et al. (1991) y
CAUDILL et al. (1992), asf como por STApA1vIAtv et al. (1993).
Caracterización Multivariante 377
Algunas cartas de control, por ejemplo para el Co, Cr, Fe y Ni, resaltan la
presencia de grupos de muestras de concentraciones elevadas en dichos metales. Este
conjunto de muestras coincide de forma bastante clara con la secuencia de muestras
de la 1 a la 26, las cuales se corresponden esencialmente con la zona de la Autopista.
Esto permite afirmar una primera división de las muestras en dos grandes bloques
claramente diferenciados.
ae se is0e
40
30 1108
30
^
E
E Y
C^ 0 1aA 0
a a
2 e
10 300
10
0 0 -100
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
En esta memoria se han aplicado las técnicas antes descritas, si bien, tratando
de evitaz estos problemas, todas las muestras sospechosas se han confirmado mediante
la aplicación de tres nuevas técnicas multivaziantes. Dos de ellas están basadas en la
Distancia Gerteralizada y Kurtosis Multivariante. Ambas han sido descritas
satisfactoriamente por STnPntviAtv et al. (1993) y Ga^ttvEtt et al. (1991); cuyas ideas son
muy similazes a las planteadas por Stvtt^ et al. (1991) y CnuDtL[, et al. (1992).
6 eliminar
10 elimimr
PRAiERO 16 eliminar
28 Pb conservar
88 eliminar
2 - eliminar
6 - eliminsr
7 - eliminar
SEGUNDO 9 Ni eliminer
10 - eliminer
16 Pb conservar
28 - eliminar
88 - eliminar
6 eliminer
10 eliminsr
TERCERO 16 eliminar
28 Pb conservar
88 eliminar
6 - eliminar
]0 - eliminar
16 - eliminsr
CUARTO 28 Pb conservar
34 Ni sustitución^^
55 Cu conservar
88 - eliminar
^^error de trsnscripción
Las siguientes figuras muestran que los conjuntos de datos depurados para los
cuatro muestreos no presentan muestras anómalas significativas (Figura 8).
A partir de este momento se pueden aplicar todas las técnicas estadfsticas que
a continuación se discutirán, una vez eliminados correctamente los anómalos presentes.
100
10 8
8
[II rv
6
50 100 50
100
FIGURA 8.- Angulos obtenidos para los datos depurados de cada muestreo
Caracterización Multivariarae 381
Por tanto, el factor natural explica el 3596 del total de la vazianza y es el factor
más importante, mientras que el factor antropogénico explica un 2296 del total de la
vazianza. Esto pone de manifiesto la importancia del factor litológico respecto a los
aportes de origen antrópico, tal como señala Mnctas et al. (1993).
Estos resultados están en concordancia con los alcanzados por DUDtu (1992) al
estudiaz los contenidos metálicos de suelos de Polonia, pero en este caso el factor
natural llegaba a explicaz un 7096 del total de la vazianza.
La Figura 9 presenta una visión conjunta de las muestras y los grupos a que dan
lugaz el subespacio de los scores en PC1-PC2-PC3.
N
N
C) C^
^
d
2 ^
X ^ ^+^ +^
^ 0
^ ^^ + ^^
-2 ^^
^IE 1
-5 0 5
PC1
b)
Con respecto a los niveles de los metales que influyen en el PC1, mencionar que
se mantienen análogos a los del primer muestreo.
Caracterización Multivariante 387
N
U
d
b)
A su vez, estas cuatro áreas quedan bastante bien caracterizadas por las
diferencias en los contenidos metálicos. Con respecto a las variables asociadas al
primer componente, la zona 2 presenta valores de Fe <_ 25 mg.g', Co <_ 7 µg.g', ^
300 µg.g' Zn. Para la zona 1 los niveles de Fe son del orden de 40 mg.g'', Co ^ 20
µg.g', Zn <_ 100 µg.g'.
En cuanto a las variables que definen el PC2, para los suelos de cultivo el Cr
es aproximadamente de 45 µg.g' y Ni ^ 80 µg.g'; los de autopista: Cr ^ 65 µg.g',
Ni 40-100 µg. ĉ'; para los jardines: Cr ^ 15 µg.g'' y Ni ^ 15 µg.g'; y por último para
las muestras de la Avda. de Alfonso Molina Cr ^ 35 µg.g' y Ni ^ 30 µg.g'.
Caracterización Multivariante 391
1.- Se produce una claza diferenciación de las dos grandes zonas bajo estudio,
considerando las vaziables asociadas, en cada caso, al primer componente
principal. EI material parental del suelo es el responsable de esta clara división.
3.- Los Jazdines y Avda. de Alfonso Molina también se diferencian entre sí,
aunque de forma no tan nftida debido a que se encuentran bajo la influencia de
fuentes de contaminación y condiciones medioambientales muy similares.
0
b
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a
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Caracterización Multivariante 395
La Figura 16 mantiene bien definida esta forma "/ \", donde la rama de la
izquierda se corresponde con la zona 1 y la de la derecha con la zona 2. Se aprecia
también como los puntos sugieren una buena correlaci6n dentro de cada zona, que
resulta interesante analizar.
.^
U 4
-2 0 2 4 6
PC2
6.9
4. 9
2. 9
N
U
a
e.s
-3. 1
PC1
Cabe destacar, que al realizar este estudio considerando los datos de los cuatro
muestreos, de manera conjunta, se confirman las conclusiones expuestas para cada
muestreo individual.
Como criterio más fiable y muy aceptado actualmente, tal como recoge OsTEN
et al. (1988), se aplicó la técnica "Cross-validation", en la forma propuesta por
EAS^vtEHT et al. (1982). Estas dos técnicas conducen a resultados andlogos permitiéndo
la selección del número de componentes principales.
0.03
0.025
0.02
0.015
0.01
0.005
0 5 10 15
N° PC
Mediante estos tests se obtiene que paza todos los muestreos dos componentes
principales son suficientes paza explicaz la estructura interna de los datos. Este hecho
se considera afortunado y favorable ya que a priori no tendrfamos ninguna razón paza
justificar la igualdad del número de componentes adecuados a lo lazgo de los distintos
muestreos.
Caracterización Multivariante 399
Si bien se han empleado diversas técnicas con esa pretensión, por ej. análisis
discriminante, KtuEC et al. (1994); selección de las variables asociadas a los primeros
componentes, etc; ninguna de ellas permite la selección de variables analfticas
originales sino más bien combinaciones lineales o factores abstractos. La solución ha
sido propuesta por Kltza,tvowsxl (1987a,1987b) y recientemente aplicada con fines
industriales por DEANE et al. (1989) y ANDttA^E et al. (1993), y extendidos de forma
preliminar al análisis ambiental por ANDrtave et al. (1994).
TABLA VII.- Selección del m[nimo número de variables que describen el sistema
VARIABLE ULTIMA VARIABLE N° COMPONENTES
SELECCIONADA RETENIDA PRINCIPALES
M I Co, Pb Cd 2
u
E II Co, Pb Cd 2
s
T III Co, Pb Cd 2
R
E IV Pb, Cd Co 2
-2 '
-5 0 5
PC1
b)
FIGURA 19.- C^ómpazación de los subespacios PCl-PC2 con (a) todas las
variables y(b) sólo con las vaziables seleccionadas. Primer muestreo
Caracterización Multivariante 401
N
v 2
N Ú 0
U
a
-5
10
al b)
FIGURA 20.- Comparación de los subespacios PC1-PC2 con (a) todas las
variables y (b) sólo con las variables seleccionadas. Segundo muestreo
Ú Z Ú 0
a
a
0
-5
-2
-5 0 5
PC1
N
U
a
al bĉ
FIGURA 21.- Comparación de los subespacios PC1-PC2 con (a) todas las
variables y(b) sólo con las variables seleccionadas. Tercer muestreo
402 CaracteriZación Multivariante
2
N
U
a
0
_2
-4 -2 0 2 4
PC1
TODAS VARIABLES-PC1 vs PC2 VARIABLES ELEGIDAS-PC1 ^s PC2 vs PC3
5
10
0 5
PC1
a1 b)
FIGURA 22.- Comparación de los subespacios PC1-PC2 con (a) todas las
variables y(b) sólo con las variables seleccionadas. Cuarto muestreo
Caracterización Multivariante 403
La solución adecuada serfa aplicaz una técnica que analizase si las principales
fuentes de vaziación entre las muestras difieren de muestreo a muestreo (pautas
generales). Esta técnica existfa a nivel matemático aunque, hasta donde se ha podido
saber, nunca ha sido aplicada a Análisis Medioambiental. Dicha técnica, ya aludida en
apartados anteriores, recibe el nombre de Rotaciones Procusteanas (KxzArvowsxl,
1988). Sin entrar en detalles, al no ser éste el objeto de la presente memoria, al final
se consigue obtener un "subespacio consenso" que podrfa entenderse como un
subconjunto de componentes principales que mejor describirfa las pautas de
distribución de las muestras a lo lazgo de los diferentes muestreos.
2 PC 3 PC 4 PC
Muestreo 1 6.58 23.97 5.40 19.93 41.55 4.45 19.08 17.18 17.14
Muestreo II 6.35 19.01 5.47 15.22 22.09 3.88 9.45 14.34 41.16
Muestreo III 3.66 17.65 4.17 10.58 43.11 2.60 9.71 14.09 13.17
Muestreo IV 6.58 10.36 4.76 9.01 13.65 4.01 11.64 10.76 37.05
Suma cosenos 3.96 3.60 3.97 3.76 2.89 3.98 3.79 3.76 3.06
Por tanto, en la tabla anterior se puede ver como en el primer vector consenso,
para los tres tamaños de subespacios considerados, las variables principales son Pb,
Cd, Zn y en menor medida el Cu. Esto revela que éstas son las vaziables para las
cuales la distribución de las muestras es más similar a lo lazgo de los cuatro
muestreas.
El hecho de que algunas de las variables que se revelan como más importantes
en cuanto a similaridad (por ej. el Pb, Cu) no aparezcan en los primeros componentes
principales de los muestreos indica, simplemente, que estas variables no eran las que
mejor explicaban la vaziabilidad de las muestras en cada muestreo. Pero a la hora de
estudiaz los pazecidos en las pautas de distribución, s[ resulta que éstas son las
vaziables con respecto a las cuales la distribución de las muestras es más pazecida en
los diferentes muestreos. No obstante, también se puede apreciaz que todas ellas tenfan
una influencia no despreciable en el primer componente principal.
En cuanto a los ángulos, presentan valores muy pequeños por lo que cabe
esperaz que las distribuciones de las muestras con respecto a las vaziables indicadas
sean muy similazes.
` Caracterización Multivariante 405
Para simplificar los estudios e interpretaciones se optó por elegir como variables
clasificatorias justamente aquellas que se habfan revelado como más significativas en
la descripción de las muestras de acuerdo con el Primer componente principal: Co y
Fe.
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04
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6E
Una vez realizado el Análisis Cluster para cada muestreo podemos decir, que
en rasgos generales, todos ellos siguen las mismas pautas de agrupamiento
verificándose la división en dos grandes bloques de muestras: CtuD^ĉn -Jardines y
Avda. Alfonso Molina- y AtrroPisTA -muestras de arcenes y a distintas distancias-.
Dentro del primer bloque no se observa una diferenciación de sus dos subgrupos, pero
en el segundo grupo se mantiene una clara diferenciación, fundamentalmente entre las
muestras próximas a la v[a de circulación y las tomadas a distintas distancias de la
autopista, tanto de suelos de cultivo como sin cultivar; apreciándose pequeñas
diferencias entre muestreos como consecuencia de las variaciones estacionales.
Caracterización Multivariante 413
7.- BIBLIOGRAFIA
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Capítulo VII
Conclusiones
. Conclusiones 417
1.4.- Se consigue una extracción cuantitativa y reproducible de Cd, Co, Cr, Cu, Fe,
Mn, Ni, Pb y Zn en muestras de suelo empleando 3 mL de HNO, y energfa de
microondas con el siguiente programa de calentamiento: 300 W(4min), 400 W(2min),
650 W(Smin), 250 W(2min) y 0 W(3min). Se comprueba que la potencia de la
radiación de microondas y el tiempo de exposición a la misma afectan
significativamente la precisión y exactitud de los resultados, mientras que el aumento
de la cantidad de muestra y volumen de ácido reducen la extracción metálica.
3.- APLICACIONFS
3.1.- Los resultados obtenidos del análisis de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn en muestras de
Brassica olerácea L. var. viridis (berza o col común) en diferentes zonas de la ciudad
de La Coruña se corresponden con contenidos normales de dichos metales en
vegetación. Se aprecia una clara relación entre la concentración de Cu y Pb en las
mismas con el tráfico rodado, no verificándose esta relación en el caso del Cd, Ni y
Zn. De la comparación de los datos alcanzados paza las muestras lavadas y sin lavar
se comprueba una reducción de su contenido metálico en el siguiente orden:
Pb > Cu > Cd > Ni > Zn, poniendo de manifiesto la contribución de la deposición
atmosférica en los niveles de metales en las plantas.
Conclusiones 419
3.4.- El análisis de muestras de suelo revela que Cd, Cu, Cr, Pb y Zn presentan
una distribución análoga y sus contenidos son, en general, directamente proporcionales
a la intensidad de tráfico rodado. Por otra parte, Co, Fe y Ni muestran un
comportamiento similar estando todos ellos muy ligados al origen litológico del suelo.
No se observa una influencia significativa del tráfico en sus niveles. EI Mn presenta
contenidos variables poco relacionados con la fuente de contaminación considerada.
Destacar la existencia de un riesgo potencial para los niños debido a los altos
niveles de plomo en suelos de jardines destinados al uso infantil.