Problemas
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Problemas
Tema:
Árbol de Problemas
GRUPO K
NOMBRE No. CARNET
Victor Mariano Chiroy Gutierrez 200930391
Carmen Daniela Xicará Say 201430281
Walter David de Léon Gómez 201431051
Elvis Nicolás Elías Mencho 201630855
Alexander Francisco Vásquez López 201630856
Elsa Isabel Mejía Bucup 201631764
Yeysón Anhelo Hernández Huinac 201631765
Claudia Maddalí Canastuj Sapón 201631782
Fulgensio Escobar Vásquez 201632056
DESEMPLEO
PANDEMIA MUNDIAL
COVID-19 PROPAGACIÓN DEL VIRUS
Es sin lugar a dudas necesita una solución pronta porque implica una serie de consecuencias
que afectan el entorno social y sobre todo el económico de la sociedad que repercuten en la
familia, aunque en Guatemala más bien se puede hablar del número de personas que se ubican
en la informalidad ante la escasez de oportunidades de trabajo dignas.
La migración es otra gran dificultad a la que la familia guatemalteca se enfrenta por la falta
de empleo ya que al no existir una fuente de ingreso capaz de subsanar las necesidades básicas
y ya casi estando en la precariedad se buscan medidas complejas con es el caso de la
migración
Otra condición que directamente afecta las oportunidades de empleo, es la violencia ya que
debidos mecanismos ilegales para afianzarse de recursos pasan por el crimen organizado en
donde las condiciones están dadas para que cada vez más jóvenes se involucren en hechos
como el asesinato y las extorsiones
Para Guatemala, mejorar la economía es todo un reto, el 70 % de su población depende del
comercio. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que la economía mundial entró
en una etapa de recesión tan aguda o peor que la de 2009. La COVID-19 sigue devastando
vidas y medios de subsistencia, golpeando con más fuerza a los vulnerables.
Con la caída del sector privado, lo público está emergiendo en todos sus aspectos, menciona
el economista. Asegura que están emergiendo esquemas de política económica que se pueden
ver en CEPAL, SICA, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que
tratan de apuntalar la economía con transporte y sanidad pública, así como el bono familiar
a la economía informal.
“Desde los años 70 en las facultades de ciencias sociales y economía de la USAC, hemos
propuesto un paquete de políticas, las cuales evidencian que, ante una fatalidad, pueden
edificarse modelos menos individualistas. Hay críticas a los más ricos para que paguen
impuestos, que se priorice el gasto público para los vulnerables, mujeres solas con hijos
pequeños, las minorías y áreas marginales. Todo esto está resurgiendo en las políticas
públicas”.
Programas de asistencia
La baja de la demanda interna provocará que crezca el desempleo. La estimación es que unas
300 mil personas del sector formal perderán las plazas de trabajo.
Los especialistas en la materia afirman que el esfuerzo principal es mantener la demanda a
través de programas de asistencia, porque si no hay demanda, entonces caemos en una
situación mucho más complicada. Sin demanda, se cae la oferta y el descenso de precios
puede también desestimular la producción.
Hay que recordar que el Congreso aprobó una gran cantidad de decretos, infló el presupuesto
en más de 20 mil millones de quetzales, dedicados al bono familiar, tal vez el programa más
grande. Hay 10 programas que están siendo financiados con eso, más 7 préstamos externos.
El problema es que la administración pública es muy fallida, y esto no lo demuestra la
pandemia, lo dice la historia del país.
Dentro de estos programas surge el apoyo a la economía informal; a las empresas, para
capitalizarse con créditos; y una serie de acciones coordinadas con el Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA).
Recesión
La economía informal, que actualmente es el 70 % de la fuerza laboral, para fin de año, podría
subir al 80 %.
En este contexto, los entrevistados opinan que se está viviendo una recesión mundial. Para
salir de ella, es fundamental el gasto público, así como tener resultados en las comunidades
más necesitadas; de lo contrario, no se podrá tener una recuperación adecuada, se acentuará
la pobreza y se agudizará una serie de problemas que ya existen.
La teoría keynesiana, desarrollada por John Maynard Keynes, se basa en la idea de que la
intervención del gobierno puede estabilizar la economía aumentando los niveles de empleo
y producción, principalmente, mediante el incremento del gasto público en períodos de
desempleo.
Las crisis vienen de una baja del PIB; si la economía avanza en un 4 o 5 %, la economía está
creciendo, pero cuando se habla de un PIB negativo, es que estaba creciendo y hubo una
caída. Entonces, cuando en un período prolongado, el PIB no levanta cabeza, se le llama
recesión y la medicina para eso es el gasto público, no hay otra opción desde 1936, a partir
de la teoría keynesiana”.
Reactivación
Avances
En parte, dependemos del gobierno para una reactivación económica, porque las políticas
son del Estado, pero el gobierno es la máquina que ejecuta. El Ejecutivo debe ser eficiente
en la canalización del gasto y hacer que el aparato estatal camine.
El último informe del Banco de Guatemala tiende a ser optimista, dice que la economía no
está tan afectada con las remesas; entonces, habrá una recuperación el próximo año. Si bien
el producto interno bruto puede ser que no crezca nada o crezca de forma negativa, el banco
indica que el próximo año la normalidad de las inversiones del consumo podrían tener niveles
que se acerquen al 3 % de crecimiento. Otros análisis indican que la reactivación depende de
las disposiciones de médicos y expertos de la salud, porque pareciera que las consecuencias
de la pandemia podrían tener una segunda ola o una duración prolongada. La amenaza del
coronavirus podría durar dos años y la economía se dispara con base en señales, si se tiene
una vacuna y la claridad de que la gente puede comenzar a tomar conciencia, empieza la
reactivación, pero la realidad que proporciona el área de salud es muy preocupante. En la
medida en que se tenga un Estado más certero, se tiene más confianza a nivel internacional.
“Si el país sigue en zozobra —como en el período de Jimmy Morales, no muy bien visto en
el concierto internacional de naciones—, de alguna manera, el país seguirá enfermo. Es a
través del Estado que las economías se están reactivando y se están recomponiendo los
países”.
Estos meses han dejado al descubierto tres grandes premisas: la primera es que el Estado de
Guatemala, como la mayoría del mundo, sacrificó el Estado de bienestar por un Estado de
beneficio al mercado y ahora nos pasa la factura por no tener un sistema de salud capaz de
atender las necesidades de los infectados.
La segunda es que la alianza conservadora que llevó al poder a Giammattei se está rebelando
para no perder su margen de ganancia con la pandemia y poner en riesgo sus propios
capitales, situación que los está conduciendo a romper las medidas de confinamiento.
La tercera consiste en una sociedad con prácticas culturales que nos hacen mucho más
vulnerables al contagio. Juntando las tres, lo que tenemos es un caldo de cultivo social que
nos hace mucho más endebles que otras sociedades en el mundo.
Esta es la primera ola del virus, aún no llega el ascenso, ¿qué se puede esperar? El gobierno
empezó a relajar las medidas de confinamiento, principalmente, para el Día de la Madre;
redujo el toque de queda; y buscó abrir la economía en momentos posteriores al cierre total
del país.
Lo que se causó en el inconsciente colectivo fue que todos dijeran “Sálvese quien pueda”,
entonces se empezó a experimentar un ascenso rápido en el contagio interno. Seguimos
escalando en la primera ola de contagios y me parece que el riesgo más grande cuando
empiece a desescalar el confinamiento será someter a la sociedad a un nivel de contagio
comunitario sin control.
La segunda ola no solo será mucho más masiva, sino que además vamos a estar 4, 5 o 6 meses
con una economía paralizada, y será casi imposible sostener el nivel de consumo.
Empezaremos a experimentar los primeros casos de desabastecimiento y, obviamente, el
incremento de los brotes por la misma necesidad de subsistencia de condiciones de
confrontación de clases.
Esa confrontación estuvo cuando el gobierno decidió cerrar la economía durante un fin de
semana y vimos cómo la reacción de los pueblos más alejados de las zonas urbanas
representaba también entrar en un choque de clases, en el que el pensamiento era “Si a
nosotros los pobres nos bloquean nuestros productos, entonces bloqueamos la distribución
de los productos de los ricos”.
La sociedad es muy dada a esas confrontaciones ideológicas y de clases, que en esa segunda
ola, pondrán en riesgo la paz social e incrementarán el sufrimiento colectivo.
Ahora que hay dinero no hay quién sepa cómo gastarlo y en qué invertirlo prioritariamente;
es un contrasentido lo que digo, pero es la caricatura que plantea la realidad del Estado
guatemalteco.
Durante el gobierno del Patriota, que había sido el principal detractor de los programas
sociales, lo que se hizo fue crear el Ministerio de Desarrollo Social, sin ningún resultado; un
total foco de corrupción.
Como segundo punto, se tiene una población a la que ya se le agotó la paciencia por estar
confinada, la cual sabe que hay recursos que pueden servir, pero ven a un gobierno que no
tiene la capacidad de trasladárselos.
La sociedad evoluciona otra vez hacia un modelo de paternalismo de Estado; es decir, espera
que el Estado le dé solución a todos los problemas. El Estado le dará 1000 quetzales a los
pobres, 75 diarios a los desempleados y 250 mil a los empleados que se queden sin capital.
Con esto, se verá al Estado como el “todopoderoso” que resuelve los problemas de todos en
el país, eso es cambiar del clientelismo político al paternalismo de Estado, que es mucho más
peligroso porque es el causante del subdesarrollo de muchos países de América Latina, esto
se ha demostrado en las últimas seis décadas.
Vamos perdiendo las garantías que se han ganado con sangre y sudor en el país, pero en este
momento de transición política, los sectores conservadores que llevaron al poder al presidente
podrán hacer uso del monopolio legítimo de la violencia del Estado para controlar a la
sociedad y generar una lógica de dominación para lograr contener la pandemia.
¿Qué pasa con la clase media, que ha tenido la capacidad de generar movimientos masivos?
La pandemia lo que hace es romper los vínculos sociales que crearon los movimientos en el
mundo. En este momento, toda la energía social que llegó a las plazas por la renuncia de Otto
Pérez está confinada, entonces se eliminó la posibilidad de un movimiento masivo de calles
que pueda resistir los embates de un Estado totalitario o de un gobierno autoritario.
Es impresionante cómo el COVID19 hizo que el mundo se detuviera. Su llegada implica una
reducción en el crecimiento económico de muchos países, incluyendo a Guatemala. A nivel
mundial, muchos países ya se están preparando para una recesión económica. En otras
palabras, una época de escasez, poco consumo, poca inversión y mucho desempleo. En
Guatemala, algunos economistas adelantan algunos efectos que este virus podría ocasionar
en el país.
Ante las instrucciones del gobierno, y con el fin de resguardar la vida y salud de los
trabajadores, muchas empresas suspendieron labores. Existe la posibilidad de recortes de
personal, por no tener la capacidad económica para mantener los salarios. Sin duda,
económicamente la situación se pondrá difícil, por lo que necesitamos pensar en dos cosas:
¿Qué puedo hacer para que me afecte lo menos posible? ¿Qué habilidades se van a necesitar
cuando esto termine?
Nadie pensó que el mundo podía detenerse de golpe, y esto ha dejado a su paso una serie de
complicaciones en la economía internacional, peor aún en países como el nuestro, donde ha
salido a luz un Estado frágil y casi inexistente.
Para Guatemala, mejorar la economía es todo un reto, el 70 % de su población depende del
comercio. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que la economía mundial entró
en una etapa de recesión tan aguda o peor que la de 2009. La COVID-19 sigue devastando
vidas y medios de subsistencia, golpeando con más fuerza a los vulnerables.
El coronavirus no ha hecho diferencia de clases sociales, edades, razas, creencias religiosas
e ideológicas; todos los seres humanos han sido presa de los contagios. La pandemia llegó
como un huracán y arrasó con todo a su paso dando duros golpes a la salud de miles de
personas en el mundo, incluso, provocándoles la muerte. Nadie pudo imaginar que todo el
mundo se detendría a causa de la pandemia.
Hay millones de personas en confinamiento, comercios cerrados, desempleo, hambre y una
economía enferma. Además, a su paso, la pandemia evidencia un sistema de salud raquítico
y un Estado que no ha sido capaz de resolver temas vitales.
La llegada sorpresiva de la pandemia ha dejado al descubierto que los Estados permanecían
más interesados en producir capital que en generar condiciones económicas y sociales que
garantizaran el derecho a la vida con la atención a las necesidades más básicas de la
población.
El Fondo Monetario Internacional expuso que, como resultado de la pandemia, proyecta que
la economía mundial tenga una contracción de 4.9 % en 2020, cifra que es peor a la registrada
en 2008-2009 durante la crisis financiera.
No obstante, la entidad internacional señaló que la actividad económica en el mundo crecería
5.4 % en 2021, si la pandemia se disipa en el segundo semestre de este año y las medidas de
contención pueden ser replegadas gradualmente.
El Periódico de la USAC conversó con varios expertos en materia económica y social, con
el fin de presentar el panorama en el que actualmente nos encontramos y hacia dónde vamos.
Para el analista Edgar Gutiérrez, director de la Fundación Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (DESC), la economía se contraerá este año. “La última estimación del Banco
Mundial es una caída del 3 %, que contrasta con el Banco de Guatemala, quien indica que la
contracción será del 0.5 %. Es más ajustada a la realidad la estimación que hace el Banco
Mundial”.
Asegura que hay muchas cosas más en qué preocuparse, como la baja de la demanda interna,
porque el desempleo va a crecer. La estimación es que unas 300 mil personas del sector
formal perderán las plazas de trabajo e incrementará la economía informal, que actualmente
es el 70 % de la fuerza laboral. Para fin de año, esa proporción podría subir al 80 %.
Para el analista socioeconómico Edgar Balsells, del Instituto de Problemas Nacionales de la
Universidad de San Carlos de Guatemala (IPNUSAC), estamos en una situación preocupante
de crecimiento económico. “Por ejemplo, en México, el indicador que mide la tasa de
crecimiento es el PIB; tendrá una caída de -7 u 8 %; normalmente, el crecimiento en el mundo
era de un 3 o 4 %. China aumentará en una tasa más alta: 6 %, pero ahora crecerá en un 1
%”.
Lo anterior quiere decir que el consumo se está contrayendo, hay empresas muy afectadas.
El tema más preocupante con esos indicadores son las tasas de desempleo, las cuales son
altas. En Estados Unidos la tasa de desempleo era del 2 o 3 % al año. Ahora la baja es del 10
o 14 %, citó.
Lo que ocasiona la cuarentena es frenar la economía mundial, pero esto también provoca una
serie de políticas muy activas. Balsells asegura que las recomendaciones de centros
vinculados con universidades privadas, que son las que han dominado, dicen que es el
mercado quien nivela el crecimiento y que el Estado debe reducirse al mínimo, así como su
presupuesto. Estas posturas se han destruido con lo que ocurre actualmente.
Continúa diciendo: “Vuelven a salir políticas para ampliar el gasto público; por ejemplo, en
Estados Unidos, el indicador de Wall Street se mantiene en la inversión y es precisamente
porque hay un seguro de desempleo muy alto. Además, la Unión Europea acaba de sacar un
programa de ayuda a los países europeos y al mundo”.
Ahora se está produciendo una serie de propuestas que nosotros en la Universidad de San
Carlos de Guatemala hemos planteado, en las que el Estado tenga participación activa en la
economía. Eso es lo que está sucediendo en el mundo, están cayendo derrotadas muchas
teorías económicas neoliberales.
En el mundo, los líderes locales y los alcaldes han estado trabajando en el tema sanitario,
agua potable, bienes públicos, seguridad social, salud universal, universidades públicas y no
privatización de servicios. Esas son teorías que hemos manejado en la USAC y vuelven a
tener importancia.
Con la caída del sector privado, lo público está emergiendo en todos sus aspectos, menciona
el economista. Asegura que están emergiendo esquemas de política económica que se pueden
ver en CEPAL, SICA, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que
tratan de apuntalar la economía con transporte y sanidad pública, así como el bono familiar
a la economía informal.
“Desde los años 70 en las facultades de ciencias sociales y economía de la USAC, hemos
propuesto un paquete de políticas, las cuales evidencian que, ante una fatalidad, pueden
edificarse modelos menos individualistas. Hay críticas a los más ricos para que paguen
impuestos, que se priorice el gasto público para los vulnerables, mujeres solas con hijos
pequeños, las minorías y áreas marginales. Todo esto está resurgiendo en las políticas
públicas”.
Los especialistas en la materia afirman que el esfuerzo principal es mantener la demanda a
través de programas de asistencia, porque si no hay demanda, entonces caemos en una
situación mucho más complicada. Sin demanda, se cae la oferta y el descenso de precios
puede también desestimular la producción.
“Creo, dice Gutiérrez, que es necesario mantener la demanda a través de programas de
asistencia técnica y apostarle como nunca a la producción agrícola”. Guatemala tiene mucha
fortaleza, puede integrar perfectamente su mercado en Mesoamérica y reactivarse en la
producción de verduras, frutas, legumbres y otras actividades de la economía. Los sectores
económicos que tenían problemas van a tener que reinventarse, el mercado del azúcar viene
hacia la baja desde hace algún tiempo, y es una caída estructural, no coyuntural, asegura.
Hay que recordar que el Congreso aprobó una gran cantidad de decretos, infló el presupuesto
en más de 20 mil millones de quetzales, dedicados al bono familiar, tal vez el programa más
grande. Hay 10 programas que están siendo financiados con eso, más 7 préstamos externos.
El problema es que la administración pública es muy fallida, y esto no lo demuestra la
pandemia, lo dice la historia del país.
“La falta de aplicación de los programas se debe a la burocracia e incapacidad, se han
cambiado constantemente las autoridades; esto tiene que ver mucho con la transparencia de
las adquisiciones del Estado, la ineptitud y los procesos engorrosos”, comenta Balsells.
Dentro de estos programas surge el apoyo a la economía informal; a las empresas, para
capitalizarse con créditos; y una serie de acciones coordinadas con el Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA).
El ministro del MAGA llegó a un acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos para
distribuir 200 millones, aproximadamente, a las áreas vulnerables. Se supone que las áreas
más deprimidas son Alta Verapaz, el corredor seco, el Altiplano, San Marcos,
Huehuetenango y gran parte de la ciudad capital, explica.
En este contexto, los entrevistados opinan que se está viviendo una recesión mundial. Para
salir de ella, es fundamental el gasto público, así como tener resultados en las comunidades
más necesitadas; de lo contrario, no se podrá tener una recuperación adecuada, se acentuará
la pobreza y se agudizará una serie de problemas que ya existen.
Para Gutiérrez, en cuanto a las remesas, la caída, por fortuna, no será drástica. Se estimaba
que sería de un 20 %, pero puede que no sea tan fuerte. Asegura que donde se tendrá más
impacto es en el turismo.
La teoría keynesiana, desarrollada por John Maynard Keynes, se basa en la idea de que la
intervención del gobierno puede estabilizar la economía aumentando los niveles de empleo
y producción, principalmente, mediante el incremento del gasto público en períodos de
desempleo.
Para Balsells, esta teoría es el remedio. “Las crisis vienen de una baja del PIB; si la economía
avanza en un 4 o 5 %, la economía está creciendo, pero cuando se habla de un PIB negativo,
es que estaba creciendo y hubo una caída. Entonces, cuando en un período prolongado, el
PIB no levanta cabeza, se le llama recesión y la medicina para eso es el gasto público, no hay
otra opción desde 1936, a partir de la teoría keynesiana”.
Reactivación
La crisis del coronavirus lo que refleja son los vínculos que existen con las causas
estructurales, dice De Mata; problemas no resueltos que tienen que ver con temas sociales,
económicos, la falta de fortalecimiento de políticas públicas y rendición de cuentas.
Asegura que tanto la corrupción como la impunidad han dañado al Estado. “Hoy los
guatemaltecos necesitamos tener la posibilidad de priorizar las políticas públicas, pero es
fundamental garantizar con transparencia una efectiva administración de la cuestión pública,
para generar esos satisfactores y evitar niveles de ingobernabilidad o de conflictividad
social”.
Formación. Conseguir una colaboración eficaz y un compromiso real de las empresas y los
centros de formación en el proceso de aprendizaje de los jóvenes, que facilite su
incorporación al mercado.
Recién graduados. Mejorar el contenido del actual contrato en prácticas, dirigido a los
jóvenes menores de 30 años, recién graduados, reduciendo las cuotas a la Seguridad Social
sin merma en las prestaciones, y consiguiendo un compromiso de las empresas para mantener
un porcentaje de sus plantillas de este tipo de contratos en los próximos años, para facilitar
la incorporación al mercado de trabajo de este colectivo.
Tiempo parcial. Seguir impulsando el contrato a tiempo parcial, con las garantías debidas y
las condiciones de trabajo adecuadas, en línea con las medidas que ya está aprobando el
Gobierno. Es una fuente de generación de empleo y conciliación de la vida personal y
profesional.
Mercado. Mayor ayuda a los nuevos emprendedores que se incorporan con su propia
empresa al mercado laboral, con deducciones en la cuota a la Seguridad Social y
facilitándoles financiación para nuevos proyectos y para las contrataciones de personal.
Formación continua. Diseño de programas de formación intensivos que estén dirigidos a
aquellos sectores y oficios que sean más demandados.
• La primer causa está dada por las políticas gubernamentales en favor de quienes están
buscando empleo. Cuando el tiempo que tardan los trabajadores en encontrar el trabajo que
mejor se ajusta a sus gustos y a sus cualificaciones se excede de cierto margen, entra a
funcionar el seguro de desempleo que es un programa público que aunque protege la renta
de los trabajadores, aumenta la cantidad de desempleo friccional.
• La segunda causa por la que una economía siempre tiene algún nivel de paro es la legislación
sobre el salario mínimo. Esta legislación, al obligar a pagar a los trabajadores no cualificados
y sin experiencia un salario superior al de equilibrio, eleva la cantidad ofrecida de trabajo y
reduce la demandada. El exceso de trabajo resultante representa desempleo.
• La tercera causa es el poder de mercado de los sindicatos. Cuando éstos consiguen en los
sectores sindicalizados unos salarios superiores a los de equilibrio, crean un exceso de
trabajo.
• La cuarta causa la sugiere la teoría de los salarios de eficiencia. Según esta teoría, a las
empresas les resulta rentable pagar unos salarios superiores a los de equilibrio. Unos elevados
salarios pueden mejorar la salud de los trabajadores, reducir su rotación, mejorar su calidad
y aumentar su esfuerzo.
Busca nuevas alternativas para mejorar aspectos importantes que te ayudarán a conseguir un
empleo.
Muy importante es que te capacites en aquellas áreas donde necesites mejorar, ya sea en tu
persona (facilidad de palabra, autoestima, confianza en sí mismo, liderazgo,
idiomas, comunicación, negociación, habilidades directivas o técnicas, actualizarte, etc) o
como profesional de tu área (computación, conocimientos técnicos, actualizarte en tu sector,
etc.), toma cursos gratuitos.