El Número Tres
El Número Tres
El Número Tres
A L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
Recomendó un H.·. de mayor grado y condición, realizar una Pl.·. sobre el número
Tres. Éste número nos hace guiños a los Ap.·., en nuestra edad, en la batería, en el
toque, en la marcha, en los abrazos de reconocimiento, en las llamadas al Templo
del Ap.·.. Parece que se nos quiere decir algo con éste número a la entrada en la
Mas.·..
A este Ap.·. novato, le resulta muy difícil, entender, y por tanto explicar la
simbología de los números, e imposible comprender la simbología del número tres
sin explicar para qué se utilizaron los números simbólicos, y explicar el significado
del Uno y del Dos.
Los antiguos griegos decían que no se podía filosofar, sin aprender Geometría,
entendida como la ciencia de los números. En efecto, Pitágoras, Platón y otros
filósofos, se negaban a enseñar filosofía a sus alumnos, si no habían aprendido
antes Geometría.
Los números explican la formación del Universo y han sido empleados por
sacerdotes, egipcios, chinos, caldeos, hebreos, gnósticos, cabalistas, alquimistas,
sufís, entre otros muchos.
J. Maistre, decía que el G.·. A.·. D.·. U.·. nos ha dado el número y por él es como se
nos manifiesta Dios. Asimismo, por el número el hombre evidencia a su semejante.
Quitad el número, decía, y quitareis las artes, las ciencias, la palabra y por tanto la
inteligencia. Volvedle y reaparecerá con él sus dos hijas celestes, la Armonía y la
Hermosura, el grito se convertirá en canto, el estrépito en música, el salto en
danza.
Pitágoras tenía la pretensión de dar la clave del ser, de las ciencias y de la vida por
medio de los números. Los números pitagóricos, velan por las formas originales del
gran Todo, y hacen brotar los seres de los arquetipos. Son las grandes Madres de
Goethe. Son el molde de los arquetipos. Antes de llegar a la palabra creadora,
debían los discípulos pitagóricos, tras años de duro aprendizaje, poner en armonía
su inteligencia y su voluntad. Antes de llegar al nombre escondido, debían deletrear
letra por letra, sílaba por sílaba el verbo sagrado. Al igual que hacemos los Mas.·..
Pitágoras mantenía que los números son entidades, arquetipos simbólicos, que se
relacionan. Como la leyes de la naturaleza y del espíritu. Dos números, originan un
tercero, que es la unión de éstos, y los tres generan un cuarto que es su conexión,
y así sucesivamente.
Borges y otros antes que él, mantenía que Dios es un círculo, cuyo centro está en
todas partes y la circunferencia en ninguna.
Chuang Tseu enseñó: "no preguntes si el principio está en esto o en aquello. El está
en todos los seres, es por eso que se le da los epítetos de grande, supremo, eterno,
universal total".
A los Ap.·. se nos abre la Biblia por San Juan. En su capítulo 18, versículo 21-23,
nos venía a decir que la obtención de la unidad, es la meta de los iniciados, la
coronación de la Obra, la culminación de la iniciación. Describe estas hermosas
ideas: "Que todos sean una sola cosa, como Tu Padre en mí y yo en ti, que también
ellos sean una sola cosa en nosotros..". y más adelante: "Yo en ellos y tu en mí
para que sean perfectos en la Unidad...." y continúa "Yo les manifesté tu Nombre y
se lo manifestaré, para que el amor con el que tu me amaste, esté con ellos y yo
en ellos".
Pitágoras nos hablaba del Uno como armonía, el Fuego viril, que atraviesa todo, el
Único, el Eterno, el Inmutable, oculto bajo las cosas que cambian.
Sólo conocemos las cosas de este mundo, donde lo finito, se cambia con lo infinito.
Pero hay entre nosotros una relación entre las cosas que cambian y el principio
común. Ese principio es dado por el Uno, que le da con su esencia, la mesura, y la
inteligibilidad. La obra de la iniciación, consiste en aproximarse a ese gran ser.
Volviéndose activo con el Uno, procurando tener puntos en contacto por medio de
la perfección. El hombre está en un microcosmos, que refleja el macrocosmos.
Con ésta doctrina Pitágoras, trata de evitar las tempestades en el interior del
hombre, haciendo descender a Dios sobre él, por medio del Uno.
Todos los números surgen del UNO. Cero por infinito es igual a uno. El infinito se
simboliza por una serpiente que se muerde la cola, o por el círculo. En el momento
que el infinito se materializa, produce todos los números que la unidad contiene y
gobierna de forma perfecta.
Dios tiene por número el Uno, que contiene el infinito, el Padre creador, el Eterno
masculino, el Fuego viviente.
Orfeo, antes que Pitágoras lo decía así: "Júpiter es el Esposo y la Esposa divinos".
La Mónada, el Uno representa la esencia de dios, la Dyada, su facultad generadora,
reproductiva. Representa la multiplicidad del mundo, florecimiento visible de Dios
en el espacio y en el tiempo.
El Dos es la luna frente al sol, que se sitúan al oriente en nuestra Log.·.. La vida
frente a la muerte. El andrógino es la unidad de dos. Se simboliza el Dos con dos
leones y con dos águilas. Significa los opuestos o los complementarios: noche y día,
luz y tinieblas, frío y calor, verdad y error, macho y hembra, copa dulce y copa
amarga. Cuando surgen los opuestos se pierde el Buda-mente de los orientales.
En la Log.·. lo representa el V.·. M.·. y el P.·. V.·., colocados frente a frente, uno
dirigiendo su mirada a la luz, otro apartándola. Representa el Uno y su reflejo, el
espíritu y la materia. El V.·. M.·. abre e instruye los trabajos. Representa la Luz
naciente, la vida. El Pr.·. Vig.·. cierra y distribuye los trabajos, representa el sol
poniente, las tinieblas.
Así llegamos al Tres. Tres son las Grandes Luces: Libro, Compás y Escuadra, con
los que el Arquitecto ordena el mundo: Verbo, Tiempo, y Espacio. Tres son los
períodos del Masón: Gramática, Lógica y Retórica.
La ley del ternario, el Tres, es la piedra angular de la ciencia esotérica. Todos los
iniciados han tenido conciencia de ello. Zoroastro decía: El número Tres reina en el
universo, y la Mónada en su principio. Pitágoras, decía que la Tríada, o ley del
ternario, es la ley constitutiva de las cosas, la clave de la vida, del hombre, del
universo y de Dios. La Tríada, obra como una luz que atraviesa las cosas y las hace
transparentes. Levantando velos, decía, veréis la gran Tríada, y la Dyada,
envolviéndose en la profundidad de la Mónada.
El Tres expresa la síntesis del Uno y del Dos, el orden espiritual e intelectual de la
divinidad.
De la unión del Uno, masculino, y del Dos, femenino, surge el Tres, los tres
principios creadores de la materia. Pitágoras representa el mundo con un triángulo
isósceles, primera figura que se emplea para representar al Eterno.
Las tres dimensiones en la Mas.·. están representadas por tres instrumentos: regla,
camino recto; anchura, representada por la escuadra, amplitud de visión extensión
de nuestros esfuerzos y actividades; y, altura por la plomada, profundidad de
convicciones y conocimientos. Elevación de ideales.
Comp.·., segundo grado, el hombre joven, el plano mental, la conciencia del logos
colectivo, identificación con el otro (todos) como objeto de trabajo. Representa la
humanidad: Venus.
M.·., tercer grado, viene a significar al adulto, al plano espiritual, al Ser, al logos
Universal. Su objeto de estudio la Vida-Muerte. Representado por Minerva.
Tres triángulos unidos entre sí, sobre una base triangular, (otro), forman el
tetraedro pirámide triangular que representa el Azufre (padre), Sal (madre) y
Mercurio (hijo). Fuerzas creadoras primordiales del Universo.
Este H.·. Ap.·. y novato, propone el siguiente motivo de reflexión: La ciencia nos ha
enseñado, unos miles de años después de Orfeo y Pitágoras, que el hombre nace
de una primera célula, a la que llamamos cigoto. Esa primera célula, contiene toda
la información del futuro ser: Analizando su ADN, podremos saber el sexo del
futuro bebé, si va a ser rubio o moreno, el color de piel, si posee rasgos
esquizoides, la máxima altura que va a alcanzar en condiciones adecuadas, si es
proclive al cáncer, y hasta sus huellas dactilares. Toda esa información se haya en
una sola célula. He aquí la Unidad.
Una vez formado el cigoto y de inmediato, empieza a reproducirse a velocidad
vertiginosa, las células se dividen y se van especializando, unas forman el cerebro,
otras la columna, otras las extremidades, hasta conformar un cuerpo humano.
Ahora podemos percibir, la información de la unidad primigenia, que se va
manifestando por medio de la diversificación, de la reproducción. He aquí el Dos.
Pero si analizamos al bebé, al adulto, al anciano, nos encontramos que aquello que
se nos manifiesta: brazos, pelo, cabeza, ojos, estaba ya en la programación de la
primera célula. He aquí el Tres.
V.·. M.·. QQ.·. HH.·. Creo que los guiños que se producen a los Ap.·. en la batería,
en la edad, en el toque y en la marcha, viene a hacernos entender algo: Que todo
la obra de la creación que se nos manifiesta, estaba ya en la mente del Arquitecto.
Nos recuerda la causa y los efectos. Recuerdo que se nos grava cada vez que
ponemos tres puntos a una abreviatura, cada vez que realizamos la batería, o cada
vez que percibimos un olor hermoso o vemos una estrella.