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LABORATORIO XEOLÓXICO DE LAXE

serie / NOVA TERRA

GEOMORFOLOGíA DE UN SECTOR
COMPRENDIDO ENTRE LAS PROVINCIAS
DE LUGO y OURENSE.
GALICIA, MACIZO HESPÉRICO.

Jorge Yepes Temiño

AREA DE XEOLOXIA E MINERIA DO SEMINARIO DE ESTUDOS GALEGOS

O CASTRO 2002
19)' E:DletoP DO eA:'TRO
V$I!I Sada - A Coruña

ISBN :84-8485-080-3
Depósito Legal: C - 2.010 - 2002
Gráficas do Castro/Moret, S. L.
° Castro. Sada. A Coruña. 2002

Fotografía de cubierta: Jorge Yepes


Encajamiento del Río Sil en la Superficie Fundamental de Galicia

Maquetación y Portada: Fernando López

FICJlA DE CATALOGACIÓN

YEPES TEMIÑO, Jorge

Geomorfología de un sector comprendido entre las provincias


de Lugo y O\JJellse (Gahcip, Macizo Hespérico) / Jorge Yepes
Temiño. --rW~;ós do Castro. Laboratorio Xeolóxico de Laxe.
Area de Xeolox{a e Minería do Seminario de Estudos Galegos,
2002.
266 pp.: 35 !ab!.; 56J¡g~ 9 map.; 24 cms; (Serie Nova Terra; 21)
Tesis Doctoral Univ.' Complutense de Madrid. -- Bibliografía:
p. 209-226. -- Incluye Índice.
ISBN: 84-8485-080-3 D.L.: C - 2.010 - 2002
1. Geomorfología regional-Galicia-España 2. Geomorfología
histórica-Galicia-España 3. Geomorfología estructural-Galicia-
España 4. Geomorfología del Macizo Hespérico-Galicia-
España
I. Laboratorio Xeolóxico de Laxe, ed. n. Seminario de Estudos
Galegos. Area de Xeoloxía e Minería, ed. III. Serie
Agradecimientos

Este trabajo es el resultado de cinco años de investigación en el Instituto de Geología


de la Universidade da Coruña y ha sido financiado por el Programa de Formación de
Personal Investigador de la Consellería de Educación de la Xunta de Galicia. Querría
aprovechar la ocasión para dejar constancia de mi más sincero reconocimiento a estas dos
instituciones, que han aportado la infraestructura necesaria para poder realizar esta tesis.
Así mismo querría expresar mi gratitud a todas las personas que en mayor o menor
medida han contribuido a la realización de esta tesis. En primer lugar a mi maestro, el
Profesor Dr. Juan Ramón Vidal Romaní, por su dirección exigente y paciente; al Profesor
Dr. P. E. Martínez-Alfaro, por sus amables gestiones y consejos; al Dr. J. M. Toyos por
sus críticas a las hipótesis tectónicas; al Profesor Dr. E. Molina por sus desinteresadas cIa-
ses sobre alteraciones en los Mtes. de Toledo; al profesor Dr. J. de Pedraza por su cordial
hospitalidad durante mis estancias de investigación en la U.C.M; y por último, a todos los
que con su paciencia y sonrisa lograron que no cediese al desaliento. A todos ellos debo
más de lo que yo mismo sospecho.

5
RESUMEN

El sector estudiado presenta la geología propia de un territorio viejo y un relieve reju-


venecido. Para explicar este hecho, tradicionalmente se ha evocado una tectónica de
carácter distensiva que afectaría a grandes bloques corticales durante la oro genia alpina.
En este trabajo se revisan algunos criterios geomorfológicos para esclarecer las relacio-
nes entre el relieve y la tectónica alpina.
En primer lugar se realizó una cartografía geomorfológica regional a escala 1: 100.000
y 1:50.000; reconociéndose ocho replanos, en general bastante degradados (R 1600 , R 1400 ,
R 1200 , R lOOO ' Rsoo' R 600, Rsoo y R400 )·
El análisis de los replanos reveló varios hechos: 1) una distribución anómala y desigual de
sus extensiones; 2) un origen por corrosión quúnica en tres casos (R 1600, Rsoo y R400 ) y por
erosión fluvial en el resto; 3) una relación entre la mayoría de las fosas cartografiadas y dos de
los ocho replanos (R600 y R400); 4) una diferenciación morfológica de las superficies
(Superficies Rampa y Superficies Huecas) atribuible a diferentes estadios del desmantela-
miento de los replanos; 5) la existencia de terrazas erosivas dentro de cada replano, lo que per-
mitió identificar redes fósiles parcialmente capturadas; y 6) la importancia morfoestructural de
las direcciones NNW-SSE a NW-SE y ENE-WSW a EN-SW.
De forma provisional se ha propuesto una secuencia de eventos, entre los que desta-
can dos pulsos tectónicos. El primero habría afectado a las fracturas EN-SW y se le atri-
buiría el descabalamiento de la Rsoo. El segundo pulso habría afectado a las fracturas
NNW-SSE y propiciando la fosilización parcial de la Depresión de Xinzo de Limia por
la de Maceda.
En segundo lugar se analizó la geometría de la red fluvial actual; observándose dos
trazados, uno centrípeto y otro en bayoneta. El trazado centrípeto se observó asociado a
superficies con morfología hueca y el trazado en bayoneta a superficies tipo rampa.
Además se caracterizaron cinco tipos de cursos fluviales: 1) valles muy evolucionados
(muy encajados, con meandros epigénicos, pendientes muy bajas y rupturas de escasa
relevancia); 2) ríos bastante evolucionados (con un proceso de erosión remontante bas-
tante avanzado); 3) ríos con una erosión remontante más retardada (tramo inferior muy
pendiente y encajado, tramo superior senil); 4) arroyos modernos (pendientes y encaja-
mientos muy acentuados y rasgoshomogéneos); y 5) ríos fósiles (discurren sobre repla-
nos elevados relativamente y apenas están modificados por la erosión remontante).
En tercer lugar se analizó la red antecedente a partir de la cartografía de terrazas ero-
sivas, canales abandonados, meandros colgados, codos de capturas y redes anómalas.
Este análisis permitió atribuir un carácter principal a las redes: ENE-WSW, N-S y NW-
SE; asignar a la Sª de Queixa-San Mamede el caracter de paleorrelieve positivo de heren-
cia terciaria; y apuntar la existencia de dos procesos de capturas en el valle de Laza, que
evidencian la actividad alpina de la Falla de Maceda.
En cuarto lugar se analizaron varias calicatas eléctricas superficiales en las fosas del
Sil (Quiroga y A Rúa); observándose: un zócalo resistivo a profundidad variable; cuerpos

7
geoeléctricos plegados; discordancias resistivas; y cuñas del zócalo resistivo cabalgando
sobre la cobertera resistiva. Estas estructuras parecen señalar la existencia de un cabalga-
miento previo al encajamiento del río Sil.
y en quinto lugar se analizó la distribución de las terrazas y aplanamientos incluidos
en el encajamiento de los ríos Miño y Sil; observándose hasta 16 niveles de terrazas ero-
sivas en el río Miño (tramo Portomarín-As Neves) y 20 en el río Sil (tramo Carucedo-Os
Peares). En ambos casos los niveles de terrazas se intercalan entre los principales repla-
nos del SE gallego (R lOOO' Rsoo; R 600 y R 400); lo que confiere cierta antecedencia a estos
dos cursos fluviales.

8
GEOMORFOLOGÍA DE UN SECTOR
COMPRENDIDO ENTRE LAS
PROVINCIAS DE LUGO y OURENSE.
GALICIA, MACIZO HESPÉRICO.
ÍNDICE

CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN

1. INTRODUCCIÓN 19
1.1. PRESENTACIÓN ............................................... 19
1.2. OBJETIVOS ................................................... 19
1.3. INTERÉS Y OPORTUNIDAD DEL TEMA. ........................... 20
1.4. METODOLOGÍA ............................................... 20
1.4.1. El análisis de las superficies de erosión ............................ 20
1.4.2. El análisis de la red fluvial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.5. MARCO GEOLÓGICO Y GEOGRÁFICO ............................ 21
1.5.1. Marco geográfico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.5.2. Marco geológico ............................................. 22

CAPÍTULO 2
ANTECEDENTES

2. ANTECEDENTES ................................................... 27
2.1. INTRODUCCIÓN ............................................... 27
2.2. PRINCIPALES ELEMENTOS GEOMORFOLÓGICOS DEL NW PENINSULAR. 28
2.2.1. Los bloques montañosos ....................................... 29
2.2.2. Las depresiones de alteración y las fosas tectónicas ................... 30
2.2.3. Las fallas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2.2.4. Las superficies de erosión ...................................... 32
2.2.5. Los elementos morfológicos sumergidos ........................... 33
2.3. CRITERIOS DE ANTIGÜEDAD EN EL SE DE GALlCIA . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2.3.1. Los depósitos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2.3.2. Los relieves residuales alargados en dirección NW-SE . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.3.3. La red de drenaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.4. HIPÓTESIS MORFOLÓGICAS EN EL NW DEL MHP .................. 35
2.4.1. Morfogénesis estructural ....................................... 35
2.4.2. Morfogénesis estructural de otras regiones del MHP .................. 45
2.4.3. Morfogénesis fluvial .......................................... 46
2.4.4. Morfogénesis glaciar .......................................... 48
2.5. LA SUPERFICIE DE EROSIÓN R lOOO EN EL SECTOR DE CASTRO CALDELAS 49
2.5.1. Las superficies de erosión ...................................... 49
2.5.2 .. Los depósitos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
2.6. LA CUENCA DEL MIÑO ......................................... 50
2.6.1. Las terrazas del Río Miño ...................................... 50
2.7. LA CUENCA DEL SIL ........................................... 52
2.7.1. Las terrazas fluviales cuaternarias ................................ 52
2.7.2. La fosa del Bierzo ............................................ 52
2.7.3. La fosa de O Barco-A Rúa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
2.7.4. El meandro de Montefurado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
2.7.5. La fosa de Quiroga ........................................... 54
2.7.6. Los modelos tecto-sedimentarios ................................. 55

CAPÍTULO 3
ANÁLISIS GENERAL DE LAS SUPERFlCIES DE EROSIÓN EN EL SE DE GALICIA

3. ANÁUSIS GENERAL DE LAS SUPERFICIES DE EROSIÓN EN EL SE DE GALlCIA . . . 61


3.1. INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . .. . .. . . ... . . . . . . . . . . . . . . .. . . .. . .. . . 61
3.2. EL PROBLEMA DE LAS DATACIONES 61
3.3. LOS REPLANOS O APLANAMIENTOS 62
3.3.1. El replano de Serra de Queixa (R I600 ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
3.3.2. El replano de Chaguazoso (R I400 ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
3.3.3. El replano de la Serra do Burgo (R lzoo) ............................ 70
3.3.4. El replano de Castro Caldelas (R IOOO ) • • • • • • • • • • • • • • • . • • . • • • • • • • • • • • 71
3.3.5. El replano de Baldriz (Rgoo ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3.3.6. El replano de Xinzo da Limia (R600 ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3.3.7. El replano de Chantada (Rsoo ) ................................... 75
3.3.8. El replano de Sabadelle (R4oo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
CAPÍTULO 4
ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO DE LA SUPERFICIE DE EROSIÓN R1000 EN
EL SECTOR DE CASTRO CALDELAS

4. ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO DE LA SUPERFICIE DE EROSIÓN R IOOO EN EL


SECTOR DE CASTRO CALDELAS ...................................... 81
4.1. INTRODUCCIÓN. . . . . . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . . .. 81
4.2. MARCO GEOLÓGICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
4.3. RESULTADOS ................................................. 83
4.4. LA RED DE DRENAJE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
4.4.1. La red de drenaje en la cuenca del Río Mao . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
4.4.2. La red de drenaje en la cuenca del Río Edo ......................... 88
4.4.3. La red de drenaje en las cuencas del Tioira y Cabanas ............ . . . . . 89
4.5. LOS REPLANOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
4.5.1. Replanos y relieves residuales en el Sector W del R lOOO . . . . . . . . . . . . . . . . 89
4.5.2. Replanos y relieves residuales en el Sector Central del R lOOO . . . . . . . . . . . . 90
4.5.3. Replanos y relieves residuales en el Sector E del RlQOO ................ 90
4.6. LOS DEPÓSITOS EN EL R lOOO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
4.6.1. El aluvial del Arroyo Covas
(GONZÁLEZ LODEIRO et al., 1974c) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
4.6.2. El manto de arroyada de Montederramo-A Medorra
(RUBIO y RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, 1981; BARRERA MORATE et al., 1989) 94
4.6.3. Las facies torrenciales de la formación Quiroga
(VERGNOLLE, 1990) en la cabecera del Río Edo ..................... 95
4.6.4. Eluvio-coluviales en Sas de Penelas, cabecera del Arroyo Castoi, y Río Edo en
A Teixeira (PLIEGO DONES, 1981; REY DE LA ROSA, 1984) . . . . .. . . . . . 95

CAPÍTULO 5
LA RED FLUVIAL ACTUAL

5. LA RED FLUVIAL ACTUAL .......................................... 99


5.1. INTRODUCCIÓN............................................... 99
5.2. LA CUENCA MEDIA Y BAJA DEL RÍo SIL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
5.2.1. El Río Bibei . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
5.2.2. El Río Xares ................................................ 101
5.2.3. El Río Návea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
5.2.4. El Arroyo de San Lázaro 104
5.2.5. Los ríos Camba y Conso ....................................... 104
5.2.6. El Río Lor .................................................. 104
5.2.7. El Río Mao ................................................. 104
5.2.8. El Río Cabe. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
5.3. LA CUENCA MEDIA DEL RÍO MIÑO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
5.3.1. El Río Miño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
5.3.2. El Río Búbal ................................................ 106
5.3.3. El Río Loña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
5.3.4. El Río Amoia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
5.4. LA CUENCA DEL RÍO LIMIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
5.5. LA CUENCA DEL RÍo TÁMEGA .................................. 109

CAPÍTULO 6
VESTIGIOS DE ANTECEDENCIA EN LA RED FLUVIAL

6. VESTIGIOS DE ANTECEDENCIA EN LA RED FLUVIAL ................... 113


6.1. INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . 113
6.2. LAS TENDENCIAS FLUVIALES MÁS SIGNIFICATIVAS........... ... . 113
6.3. DIRECCIÓN ENE-WSW .. . ....... .... ...... . ... ... .... ....... ... . 115
6.4. DIRECCIÓN NE-SW . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
6.5. DIRECCIÓN N-S. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
6.6. DIRECCIÓN NW-SE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
6.6.1. La captura de la red NW-SE por el Río Sil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
6.6.2. La captura de la red NW-SE por el Río Támega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
6.7. DIRECCIÓN SW-NE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
6.8. DIRECCIÓN S-N. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
6.9. DIRECCIÓN SE-NW ... .... ....... .... ... .... ... ... .... ....... ... 126

CAPÍTULO 7
LAS FOSAS DEL SIL EN EL TRAMO CARUCEDO-OS PEARES

7. LAS FOSAS DEL SIL EN EL TRAMO CARUCEDO-OS PEARES . . . . . . . . . . . . . . 135


7.1. EL CONTEXTO DE LAS FOSAS DEL SIL ........................... 135
7.2. RASGOS GEOMORFOLÓGICOS DEL RÍO SIL ....................... 135
7.3. ANÁLISIS DE LOS PERFILES SELECCIONADOS .................... 136
7.3.1. El sector O Barco. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
7.3.2. El sector Quiroga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
CAPÍTULO 8
LAS TERRAZAS DEL RÍo MIÑo EN EL TRAMO DE PORTOMARÍN-AS NEVES

8. LAS TERRAZAS DEL RÍo MIÑo EN EL mAMO DE PORTOMARÍN-AS NEVES .. 145


8.1. DESCRIPCIÓN GENERAL DEL TRAMO SELECCIONADO. . . . . . . . . . . . . 145
8.2. ANÁLISIS DE LAS TERRAZAS POR SECTORES..................... 147
8.2.1. El sector Chantada (Portomarin-Os Peares) ......................... 148
8.2.2. El Sector Ourense (Os Peares-Ribadavia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
8.2.3. El Sector As Neves (Ribadavia-As Neves) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155

CAPÍTULO 9
LAS TERRAZAS DEL RÍO SIL EN EL TRAMO DE CARUCEDO-OS PEARES

9. LAS TERRAZAS DEL RÍo SIL EN EL TRAMO DE CARUCEDO-OS PEARES ... 163
9.1. DESCRIPCIÓN GENERAL DEL TRAMO SELECCIONADO. . . . . . . . . . . . . 163
9.1.1. Marco geomorfológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
9.1.2. Capturas y codos fluviales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
9.1.3. Disimetría de las terrazas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
9.1.4. El encajamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
9.2. ANÁLISIS DE LAS TERRAZAS POR SECTORES ..................... 167
9.2.1. El Sector O Barco ............................................ 169
9.2.2. El Sector Quiroga ............................................ 174
9.2.3. El Sector Os Peares ........................................... 176

CAPÍTULO 10
DISCUSIÓN GENERAL

10. DISCUSIÓN GENERAL ............................................. 181


10.1. DATOS PREVIOS SOBRE LA ANTIGÜEDAD DEL PAISAJE GALLEGO . . . 181
10.1.1. Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
10.1.2. La representación cartográfica de las formas en el área de trabajo ....... 183
10.1.3. Tectónica de bloques y tectónica de placas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
10.2. TIPOS DE SUPERFICIES EN EL SE DE GALICIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
10.2.1. Superficies y fracturas ........................................ 185
10.2.2. Origen de las superficies ...................................... 186
10.2.3. Restos de redes fluviales antiguas y superficies de erosión. . . . . . . . . . . . . 186
10.2.4. Las fosas y la actividad tectónica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
10.3. EL REPLANO R IOOO EN EL SECTOR DE CASTRO CALDELAS ......... 190
10.3.1. La degradación de los Llanos de Castro Caldelas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
10.3.2. El Río Mao ................................................ 193
10.3.3. El manto aluvial de Montederramo-A Medorra ..................... 194
10.3.4. El Río Edo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
10.4. LA ANTIGÜEDAD DE LA RED FLUVIAL ATLÁNTICA ............... 196
10.4.1. El caso del Río Sil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197
10.4.2. La hipótesis de los corredores del Sil (VERGNOLLE, 1990) . . . . . . . . . . . 198
10.5. LAS FOSAS DEL SIL EN EL TRAMO CARUCEDO-OS PEARES ........ 199
10.5.1. Las relaciones entre la tectónica y la sedimentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . 199

CAPÍTULO 11
CONCLUSIONES GENERALES

11. CONCLUSIONES GENERALES ....................................... 203

BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA 211

ANEXOS
ANEXO 1. TABLAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
ANEXO 2. FOTOGRAFÍAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
ANEXO 3. CARTOGRAFÍA ............................................. 263
CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN
Introducción

1. INTRODUCCIÓN

1.1. PRESENTACIÓN

En Galicia la geología es propia de un territorio viejo: aflora el sustrato de un macizo


antiguo y los depósitos recientes son poco significativos (a escala global). Sin embargo el
relieve está rejuvenecido: la incisión de la red fluvial es importante y generalizada; algu-
nos aplanamientos están degradados; y las terrazas están desmanteladas. Además el terri-
torio está compartimentado por escarpes que definen lineaciones estructurales. Detrás de
estas observaciones subyace un problema: cuál es el factor que rejuvenece el territorio:
¿Compresión tectónica, levantamiento isostático, o quizá ambos?
Tradicionalmente se ha recurrido a una tectónica distensiva de los bloques corticales
(horts-grabens); hipótesis que se concretó en la expresión de una morfología en teclas de
piano (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949); llegando a identificar Galicia con un mosaico
de bloques y cubetas que se inclinan hacia el mar en transición gradual desde los Montes
Galaico-Leoneses (MARTÍN-SERRANO, 1994a).
Según HERNÁNDEZ-PACHECO (1949) una tectónica distensivajustificaría la com-
partimentación y hundimiento de bloques. Sin embargo no parece explicar la altura y
extensión del bloque de partida (Superficie Inicial); que, según este autor, habría queda-
do preservada en las superficies de cumbres de las Serras Secundeira (2124 m), Queixa
(1778 m) y Faro de Avión (1151 m).
Otro grupo de autores, basándose en la existencia de fallas inversas y cabalgamientos
(MONGE, 1987; BOILLOT, 1988; OLMO, 1986; VERGNOLLE, 1990; SANTANACH
et al., 1988; FERRUS y SANTANACH, 1994), han hecho pensar en un régimen compre-
sivo (UBANELL, 1994; SANTANACH, 1994) para justificar la altura de las superficies
de cumbres.
A favor de un predominio del régimen compresivo estarían las evidencias de subduc-
ción de corteza oceánica bajo el Golfo de Bizkaia (MALOD et al. 1980) y de colisión con-
tinental en la cadena pirenaica (MUÑOZ, 1992; ref: MUÑOZ y SANTANACH, 1995).
Ambos procesos se pueden enmarcar en un periodo de tiempo que iría desde el Cretácico
superior hasta el final del Oligoceno.
En los últimos tiempos (VIDAL ROMANÍ, 1991a; VIDAL ROMANÍ, 1996; TWI-
DALE y VIDAL ROMANÍ, 1994; PAGÉS 1996) se ha empezado a distinguir un com-
portamiento compresivo en el N y distensivo en el W; lo que explicaría la existencia de
morfología de Rías al W y de relieves levantados al N.

1.2. OBJETIVOS

l. Cartografiar las unidades geomorfológicas de un área determinada del Macizo


Hespérico, con sus elementos; estableciendo su morfogénesis.

19
Introducción

2. Revisar las hipótesis morfogenéticas utilizadas hasta el momento para explicar el


relieve en el SE de Galicia.
3. Cartografiar las terrazas y superficies-terraza de los ríos Sil y Miño en los tramos
mejor diferenciados (A Rúa-Os Peares y Portomarín-As Neves, respectivamente).
4. Establecer una secuencia relativa de procesos en el SE de Galicia, relacionados
verosimilmente con la Orogenia Alpina.

1.3. INTERÉS Y OPORTUNIDAD DEL TEMA

Un estudio de geomorfología regional en el SE de Galicia complementa los realizados


hasta el momento en la región NW del MHP (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949, BIROT
y SOLÉ, 1954; NONN,1966; VILLAS ANTE y PEDRAZA, 1984; VERGNOLLE, 1990);
y permite enlazar con los realizados al W (PAGÉS, 1996) y al S (CANTANO, 1996).
El trabajo intenta contrastar, en el área seleccionada, algunas hipótesis y observa-
ciones realizadas en otras zonas de Galicia: 1) que la disparidad morfológica entre las
costas atlántica y cantábrica se debe a historias geotectónicas complementarias pero
contrapuestas (VIDAL ROMANÍ, 1991a); 2) el origen de algunas fosas terciarias se
explica por fallas transcurrentes (OLMO, 1984; MONGE, 1987; SANTANACH et al.,
1988); y 3) el papel en la formación del relieve actual del Cabalgo Basal Pirenaico
(SANTANACH,1994).

1.4. METODOLOGÍA

En una primera etapa se revisaron los antecedentes científicos de la zona selecciona-


da. A continuación se reconoció la zona mediante fotografías aéreas a escala 1: 18.000. A
esto siguó una campaña de campo en la que se elaboró la cartografía geomorfológica de
base a escala 1:50.000. Y a partir de la cartografía base se elaboró una cartografía de sín-
tesis a escala 1: 100.000 y 1:200.000 (ver Anexo-2).
En la cartografía geomorfológica se distinguieron las grandes unidades (superficies de
erosión); y, dentro de ellas, los elementos de rango menor (terrazas erosivas, relieves resi-
duales, codos fluviales,.alteraciones, sedimentos, ... ). También se consideraron los dife-
rentes tipos de bordes observados en los aplanamientos (encajamientos fluviales, escarpes
morfo-estructurales) .

1.4.1. El análisis de las superficies de erosión

La representación de las superficies de erosión incluye tanto los retazos netamente pla-
nos como sus prolongaciones más o menos degradadas topográficamente. En la cartogra-
fía, las superficies de erosión fueron definidas por el trazado de una linea envolvente, muy

20
Introducción

gruesa y abierta; un código de referencia (R400 , p.ej.) que indicase la altura media relati-
va del aplanamiento; y algunas cotas topográficas. De esta forma se evitaron los trama-
dos dentro de cada aplanamiento; mejorando la visibilidad de los elementos geomorfoló-
gicos de 2º orden (terrazas erosivas, glacis, relieves residuales, inselbergs).
Al no usar tramas dentro de las superficies, se intentó reflejar el grado de desmantela-
miento con la ayuda de los distintos niveles de superficies-terraza, el trazado abierto de
los bordes de superficie y el tramado de las vertientes; que en conjunto transmiten una
sensación de relieve.
Al no usar tramas, el grado de desmantelamiento de las superficies se reflejó por el
número de niveles de superficies-terraza identificadas en la superficie de erosión. Además
con el trazado abierto de los bordes de superficie se intentó transmitir la idea de un siste-
ma geodinámico abierto (afectado por factores externos). Además se intentó dar un falso
relieve tramando las vertientes en la dirección de la pendiente.

104.2. El análisis de la red fluvial

En los tramos de los ríos Miño y Sil seleccionados, los sedimentos son escasos y se
limitan a las terrazas bajas (con alturas relativas inferiores a 60 m.
Para estudiar el talweg y sus terrazas, se dividió cada tramo en tres sectores y se ela-
boraron perfiles longitudinales. La longitud del canal (lc) se calculó sobre cartografía a
escala 1/50.000; y sobre él se proyectaron las alturas de las terrazas y superficies inter-
medias. Para la proyección final de los perfiles se utilizó una escala 1/20.000 en la verti-
cal y 1/700.000 o 1/275.000 en la horizontal.
La altura de las terrazas y su cartografía se determinaron sobre la base topográfica
E: 1/50.000. Para ello se realizó una medida puntual en las terrazas con una longitud
inferior a 2 km.

1.5. MARCO GEOGRÁFICO Y GEOLÓGICO

1.5.1. Marco geográfico

El área cartografiada se distribuye desigualmente entre las provincias de Lugo y


Ourense. Sus límites son los de la Hoja nº 17-27 del M.T.N. escala 1/200.000. El territo-
rio puede describirse como un conjunto de replanos topográficos, enlazados por vertien-
tes relacionadas con la estructura; el conjunto se puede definir como un mosaico de blo-
ques montañosos entre los que se intercalan, en ocasiones, depresiones de origen tectóni-
co rellenas de sedimentos.

21
Introducción

Destacan cuatro nucleos montañosos: Macizo de Queixa-San Mamede en el E; Serra


do Courel en el ángulo NE; las sierras fronterizas con Portugal (Laboreiro, Peneda, Xurés,
Pisco, Pena, Larouco y Penas Libres); y el eje N-S que recorre el tercio occidental (Serras
de Faro, Suido y Faro de Avión). La cota mínima se alcanza en el Río Miño (100 m).
La red hidrográfica está jerarquizada en cuatro cuencas: Sil, Miño, Limia y Támega.
La característica más general es su encaj amiento , que sugiere un rejuvenecimiento del
relieve. Los rasgos morfológicos más destacables son: los aplanamientos, los sediplanos
(llanuras formadas por rellenos sedimentarios), la red fluvial y las vertientes. Estas últi-
mas articulando el resto de las unidades.

1.5.2. Marco geológico

El área se localiza dentro del Macizo Hespérico Peninsular (MHP); está constituida
por materiales precámbricos y paleozoicos deformados durante la orogenia Hercínica.
Según JUUVERT (1972); en: BARRERA MORATE (1989) la Zona Centro Ibérica (ZCI)
se encuentra ampliamente representada, mientras que la Zona Asturoccidental Leonesa
(ZAOL) lo está parcialmente. Por la terminología de Farias en BARRERA MORATE
(1989) la Zona Centro Ibérica ZCI correspondería mayoritariamente al Dominio
Esquistoso (DE) de la Zona de Galicia-Tras-Os-Montes (ZGTOM); mientras que el
Dominio del Anticlinorio del 0110 de Sapo (DAOS) se encuentra representado en menor
medida (figura 1).
Según BARRERA MORATE, (1989) el Dominio Esquistoso de la Zona de Galicia-
Tras-Os-Montes (ZGTOM) cabalga sobre el Dominio del Anticlinorio del 0110 de Sapo
(DAOS) en la Falla de Maceda; y por su parte el Dominio del Anticlinorio del 0110 de
Sapo (DAOS) se encuentra separado del Dominio del Courel (DC) de la Zona
Asturoccidental Leonesa (ZAOL) por una falla normal situada entre el Sinclinal del Sil y
el Anticlinal de Piomal.
La Orogenia Hercínica es la responsable de la deformación principal que muestran las
rocas de la región. Dentro del territorio estudiado se observan algunos pliegues tumbados
de Fase 1 que vergen al E (Sinclinales do Courel y Sil, Anticlinales de Vilachá y Piomal);
cizallas dúctiles y cabalgamientos de Fase 2 que vergen al E (Pliegues de Val de Cortiñas,
Os Peares y San Antonio); fallas normales de la etapa extensional con buzamientos al W
muy suaves (Fallas de Chao do Couso y San Clodio); y cabalgamientos N-S a NW-SE de
la Fase 3 (Sinforma de Verín).
La etapa postcinemática habría comenzado con la intrusión, en niveles epizonales, de
granitoides calcoalcalinos y subalcalinos que provocarían un metamorfismo de contacto
entre los metasedimentos circundantes. Simultaneamente se rellenarían las fracturas tar-
dihercínicas con diques (cuarzo, pórfiro, diabasa y pegmatita).

22
Introducción

La deformación tardihercínica se reconoce en algunas fracturas orientadas: NNE-


SSW y ENE-WSW. También son frecuentes los pliegues angulares o de tipo kink-
bands y chevron, que muchas veces están en relación con estas fallas (BARRERA
MORATE, 1989).

"-
"-
"-

Area estudiada ~'


~~

" \ ~11

c::J Rocas sedimentarias Postpaleozoicas P,,::;::I ZONA CENTRO IBERICA


_ Complejos alóctonos
~ ZONA CANTABRICA ru Batolito de los Pedroches
_ Precámbrico del Antifonne del Narcea
c=:J ZONA DE OSSA - MORENA
~ ZONA ASTUROOCCIDENTAL-LEONESA lIIlllI Precámbrico
~ Precámbrico del Manto de Mondoñedo
_ ZONA SUR- PORTUGUESA
rzz¡ "Ollo de Sapo"
b:z:l Faja Piritífera

Figura 1. Marco geológico de la zona estudiada.

23
CAPÍTULO 2

ANTECEDENTES
Antecedentes

2. ANTECEDENTES

2.1. INTRODUCCIÓN

En la formación del relieve gallego se pueden distinguir dos etapas: la pre-geo-


morfológica y la geomorfológica (VIDAL ROMANÍ, 1996); esta segunda abarcaría
los últimos 65 ma.
Para este autor, el emplazamiento del Complejo de Ordes, probablemente durante el
Devónico inferior (RIES y SHACKLETON, 1971; en: GONZÁLEZ LODEIRO et al.,
1982), permite suponer la existencia de una superficie de erosión pre-geomorfológica; a
favor de la cual habrían cabalgado los terrenos alóctonos de Ordes y Cabo Ortegal.
Durante el Carbonífero se cerraría el Iapetus (proto Atlántico), se formaría Pangea y
el Orógeno HerCÍnico emergería. Del periodo que sigue (Pérmico-Triásico) no existe en
Galicia, hasta el momento, ninguna datación; aunque se le atribuyen los depósitos de eva-
poritas y arrecifes situados entre el Banco de Galicia y la Plataforma Continental (VAN-
NEY et al., 1979). Estos depósitos sugieren un medio sumergido somero, o incluso emer-
gido. Apoyaría el caracter subaéreo de la Placa Ibérica la paleogeografía de una platafor-
ma somera, observada durante el Cretácico en la zona pirenaica, que se haría más some-
ra hacia el W (MUÑOZ y SANTANACH, 1995).
La separación entre las placas Ibérica y Norteamericana se refleja en las estructuras
extensivas de la costa occidental atlántica de Galicia: adelgazamiento cortical de la plata-
forma por fallas lístricas N-S (SANTANACH, 1994).
La mayoría de los bloques en que se disgregó la corteza continental permanecen
ahora sumergidos al W de Galicia. En total cubren un segmento de 600 km de longitud.
Según VIDAL ROMANÍ (1996) los Bancos de Galicia, Vigo y Porto constituirían los
primeros rasgos morfológicos preservados; y a los que se asigna una edad jurásica
(BLACK et al., 1964).
En la costa N de Galicia, la separación de las placas Ibérica y Euroasiática, durante el
intervalo Jurásico-Cretácico inferior, permite la formación de corteza oceánica en el
Golfo de Bizkaia (BOILLOT y MALOD, 1988). La convergencia de las placas Ibérica y
Euroasiática, a partir del Cretácico superior, habría supuesto: colisión continental en
Pirineos y subducción bajo el Golfo de Bizkaia. Por la colisión continental se formaría el
Cabalgamiento Basal Pirenaico (SANTANACH, 1994); y por subducción: el prisma de
acreción de Cabo Ortegal (BOILLOT, 1988); y, según VIDAL ROMANÍ (1996), la emer-
sión de la rasa cantábrica y el levantamiento de Cabo Ortegal.
Llegado este punto, VIDAL ROMANÍ (1996) se termina la consolidación de las line-
as maestras del relieve actual en el NW de la Península Ibérica. A continuación se repa-
san los principales criterios utilizados para determinar la antigüedad del paisaje, las hipó-

27
Antecedentes

tesis geomorfológicas más significativas en el NW del Macizo Hespérico Peninsular y los


principales elementos morfológicos de Galicia (tabla 1).
Recientemente otros autores (PAGÉS, 1996 y CANTANO, 1996) han puesto de
manifiesto el papel que han ejercido las variaciones del nivel de base atlántico, en la evo-
lución de la red fluvial mesozoica de dirección N-S; que habría sido a fectada por cap-
turas hacia el W.

2.2. PRINCIPALES ELEMENTOS GEOMORFOLÓGICOS DEL NW PENINSULAR

Para enmarcar mejor la evolución de las ideas sobre la geomorfología del área estu-
diada, se hace una breve descripción de los principales elementos morfológicos de
Galicia. Una síntesis reciente y completa ha sido abordada por VIDAL ROMANÍ (1996).
En la zona emergida se pueden distinguir cuatro tipos de elementos morfológicos: blo-
ques montañosos, fosas, fallas y superficies de erosión (figura 2). Por su parte, en la zona
sumergida serían cinco: plataforma continental; horst o bancos; fosa marginal; Rías
Baixas; y frente de subducción con su prisma de acreción (figura 3).
En el NW del Macizo Hespérico Peninsular, el predominio de rasgos morfotectónicos
siempre ha parecido evidente; llevando a interpretar el relieve como un conjunto de horst
y grabens (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949), con una morfología en teclas de piano
(BIROT y SOLÉ, 1954; PÉREZ-ALBERTI, 1993). Sin embargo los términos utilizados
en esta clasificación atienden a las formas y eluden las interpretaciones morfotectónicas.

Elementos morfológicos Ejemplos


Bloques montañosos Cordillera Cantábrica, Montes Galaico-Leoneses, Macizo Central-
Ourensan, Macizo Galaico-Duriense, Bloques Litorales
Fosas Depresión Meridiana, Cubetas Lucenses, Fosas Ourensanas,
Corredores de fallas direccionales del NW, Rías Baixas, Fosal del
Fallas N-S, NNE-SSE, NE-SW, ENE-WSW, SE-NW, Cabalgo Basal Pirenaico
Superficies de erosión Superficie Fundamental, Superficies Previas
Relieves Residuales con S' do Marroxo-Mte. Vidual, S' de Auga Elevada, S' de Moncai, S'
rumbo NW-SE da Móa, Larouco
Alteraciones caolinización (Depresión Meridiana), caolinita fosilizando relieves
previos (As Pontes y Meirama), rubefacción del zócalo (Monforte),
alterita roja con canturrales de cuarzo (Superficie Fundamental),
paleosuelos (El Bierzo)

Tabla 1. Relación de los principales elementos morfológicos emergidos de Galicia.

28
Antecedentes

N
5e
~

_2200-2800

" - Cenozoico

pre-Cenozoico

• Ou Población

I 6b ---- Lineas
morfotectónicas

Figura 2. Elementos geomorfológicos del NW de la Península Ibérica (área emergida). Elaborado


a partir de la figura 12 de MARTÍN-SERRANO (1 994a). BLOQUES
MONTAÑOSOS: 1 Cordillera Cantábrica (la Ancares, lb O Courel); 2 Montes
Galaico-Leoneses; 3 Macizo Galaico-Duriense (3a Cova da Serpe; 3b Faro; 3c
Testeiro; 3d Suido; 3e Peneda-Xerés; 3f Marao); 4 Serra de Queixa-San Mamede; 5
Bloques litorales (5a Xistral; 5b da Carba; 5c Barbanza; 5d Galiñeiro; 5e Rasa cantá-
brica). FALLAS: 6 Cabalgamiento Basal Pirenaico (6a cabalgamiento s.s.; 6b fallas
direccionales; 6c Fosas del río Sil); 7 Corredores de fracturación direccional NW-SE
(7a Ventaniella; 7b As Pontes; 7c Meirama; 7d Maceda). FOSAS: 8 Depresión meri-
diana Carballo-Tuy; 9 Cubetas Lucenses (9a Terra Chá; 9b Sárria; 9c Monforte de
Lemos); 10 Fosas Ourensanas (lOa Maceda; lOb Xinzo da Limia; lOc Verín); 11 Rías
Baixas. SUPERFICIES DE EROSIÓN: 12 Superficie Fundamental.

2.2.1. Los bloques montañosos

Las Sierras gallegas se pueden asimilar a grandes bloques con una superficie de cum-
bres bien desarrollada. Los principales bloques montañosos son: la Cordillera Cantábrica,
los Montes Galaico-Leoneses, el Macizo Galaico-Duriense, el Macizo Central Ourensano
(Serra de Queixa-San Mamede), el Bloque Litoral Atlántico y el Bloque Litoral
Cantábrico.

29
Antecedentes

El tramo gallego de la Cordillera Cantábrica se encuentra al E de Lugo, y compren-


de las Serra de Ancares y O Coure!. La linea de cumbres de este bloque se alarga de E a
W, pero al acercarse a Galicia describe una inflexión y se orienta en dirección NE-SW.
Los Montes Galaico-Leoneses definen el límite SE de Galicia; y engloban los Montes
de León y las Serra de la Cabrera, Segundeira, Eixe, Calva y O Canizo. A gran escala, la
linea de cumbres de este bloque es paralela al tramo gallego de la Cordillera Cantábrica.
El Macizo Central Ourensano también es conocido como Serra de Queixa-San
Mamede; y ocupa el centro de Ourense. Se pueden considerar estribaciones del Macizo
las Serra de O Burgo y A Móa, al NW; y los Montes do Invemadoiro y Serra do Fial das
Corzas, al SE. En conjunto recuerda la imagen de un relieve aislado; a ello coopera los
límites netos que presenta por el N (el encajamiento del río Sil) y por el W (el escarpe
morfoestructural de la Falla de Maceda).
Bajo el término Macizo Galaico-Duriense se agrupan, de N a S, las Serra da Loba,
Cova da Serpe, Faro, Testeiro, Suido, Faro de Avión, Peneda-Xerés-Laboreiro y Marao;
todas ellas alargadas en dirección N-S. Este bloque corta Galicia de N a S por la mitad.
Para VIDAL ROMANÍ (1996) la Serra de Faro y su prolongación septentrional, consti-
tuyen un relieve residual de una superficie de erosión anterior a la Superficie Fundamental
de Galicia de BIROT y SOLÉ (1954).
El Bloque Litoral Atlántico define unos relieves orientados N-S (Serra da Ruña-Pindo,
Barbanza, Castrove, Morrazo, Galiñeiro y Argallo), que se escalonan hacia la costa y
están dislocados por las Rías Baixas. Un sector de este área ha sido objeto de una recien-
te investigación (PAGÉS, 1996). Por su parte el Bloque Litoral Cantábrico define unos
relieves orientados W-E (Serra da Capelada, Xistral, da Carba, Lourenzá y Buio-
Cabaleiros), con una vertiente septentrional escalonada en tres replanos a: 800-400 m,
400-300 m y 20-40 m (VIDAL ROMANÍ, 1995).

2.2.2. Las depresiones de alteración y las fosas tectónicas

En una primera aproximación no atenderemos a criterios genéticos y distinguiremos


seis grupos de estas formas en Galicia: La Depresión Meridiana (NONN, 1966), las
Cubetas Lucenses o Accidente Meridiano (CARLÉ, 1944; VERGNOLLE, 1990), las
Fosas Ourensanas, los Corredores de fallas direccionales del NW de Galicia (SANTA-
NACH, 1994), las Rías Baixas y las Fosas del río Sil.
La Depresión Meridiana se reconoce al W de Galicia (entre Carballo y Tuy) y define
como un canal alargado N-S de 200 km. Este accidente no llega a afectar a los ríos prin-
cipales (Tambre, UHa, Verdugo y Miño), que lo atraviesan transversalmente. Se ha inter-
pretado como un rift valley (PANNEKOEK, 1966); aunque en la actualidad TWIDALE y
VIDAL ROMANÍ (1994) lo asocian a una tectónica distensiva en la costa occidental de

30
Antecedentes

Galicia; resultado del rifting atlántico Jurásico-Cretácico inferior (MURILLAS, 1990).


por su parte PAGÉS (1996) postula un origen por alteración diferencial a favor de litolo-
gías menos resistentes.
El conjunto de las Cubetas Lucenses o Accidente Meridiano (CARLÉ, 1944; VERG-
NOLLE, 1990) se alinéa N-S en tomo al contacto entre la ZAOL y la ZCI; aunque cada
cuenca, por separado, se relaciona con fracturas NNE-SSW a NE-SW. Las principales
cuencas (Vilalba, Sarria y Monforte) son disimétricas; el borde E es metamórfico, suave
y está fosilizado por el relleno; mientras que el borde W viene señalado en granitos por
escarpes de falla inversa (SANTANACH, 1994).
En conjunto, las Fosas Ourensanas (Maceda, Xinzo y Verín) se consideran limitadas
por un conjunto de horst basculados al S y SE (MARTÍN-SERRANO, 1994a); yen el
caso de Maceda se interpreta como un semigraben con relleno detrítico y facies distinta a
las Cubetas Lucenses (ARAUJO et al., 1988).
Las cuencas relacionadas con los Corredores de fallas direccionales del NW de
Galicia (SANTANACH, 1994) se alinéan en dos surcos orientados WNW-ESE a NW-
SE. La fractura septentrional se asocia a las fosas de As Pontes, ... y parece desnivelar
el Bloque Litoral Cantábrico de la Superficie Fundamental de Galicia (NONN, 1966).
Al corredor meridional corresponden las fosas de Meirama, Laracha, Xanceda,
Boimorto etc.
Las Rías Baixas (Muros-Noia, Arousa, Pontevedra y Vigo) se han excavado cortando
transversalmente la Depresión Meridiana. Para VIDAL ROMANÍ (1996) se han desa-
rrollado aprovechando el sistema de fracturas NE-SW y las modificaciones en el nivel de
base oceánico, como consecuencia del rifting atlántico. Su argumentación se fundamen-
ta en tres observaciones: escalonamiento de pequeños replanos; plataformas de abrasión
marina mal desarrolladas y adaptadas a la morfología de ría; y desproporción entre las
dimensiones de los ríos que drenan las rías y las formas amplias de las rías (VIDAL
ROMANÍ, 1983).
Las Fosas del río Sil (El Bierzo, O Barco, A Rúa y Quiroga) se desarrollan en un
tramo muy encajado, orientado ENE-WSW. Recientemente se han relacionado con
importantes fracturas: los Corredores del Sil (VERGNOLLE, 1990) y el Cabalgamiento
Basal Pirenaico (SANTANACH, 1994).

2.2.3. Las fallas

La orografía del NW del Macizo Hespérico Peninsular se supone relacionada con


varias familias de fallas (PARGA, 1969): N-S, NNE-SSW, NE-SW Y SE-NW. A las que
añade la dirección ENE-WSW (SANTANACH, 1994) (tabla 2).

31
Antecedentes

La dirección N-S se relaciona con la morfología de la costa atlántica (Baiona-A


Guarda) y la Depresión Meridiana. A modo de propuesta se añaden las Fallas Tomiño-
Braga y Porto-Coimbra.
Estas últimas fallas son hercínicas, pero muestran indicios de reactivación alpina.
Concretamente; la cartografía de la Falla Tomiño-Braga (PARGA PONDAL et al., 1986)
señala contactos mecánicos entre un granito tardihercínico y el Silúrico, en Ponte de
Lima y Amarante (Portugal); en Amarante las cartografías de JULIVERT et al. (1980) y
GARCÍA LOIGORRI et al. (1980) permiten deducir un movimiento de desgarre dextro
en la falla; y la prolongación septentrional de la falla coincide con la traza de la costa
(Baiona-Cabo Fisterra). Respecto a la Falla Porto-Coimbra (GARCÍA LOIGORRI et al.,
1980); la cartografía del GARCÍA LOIGORRI et al. (1980) refleja un contacto mecáni-
co entre materiales paleozoicos y cenozoicos; afecta al Muschelkalk en Aveiro (JULI-
VERT et al., 1980); y su prolongación septentrional coincide con la traza de la costa
(Porto-Baiona).
Las fracturas NNE-SSW configuran el relieve en el SE de Galicia y N de Portugal
(Depresión de Chaves-Verín, Bragan~a); y para SANTANACH (1994) constituyen la ter-
minación occidental del Cabalgamiento Basal Pirenaico. En cuanto a la familia NE-SW
sería responsable de la configuración de las Rías Baixas (CARLÉ, 1949), de las Fosas
Lucenses (OLMO, 1984; 1985; SANTANACH, 1994) y posiblemente de la Fosa de Xinzo
da Limia. Por lo que respecta a la dirección ENE-WSW, se ha relacionado con las Fosas
del Sil (VERGNOLLE, 1990) y se adapta a la traza principal del Cabalgamiento Basal
Pirenaico. Mientras que la dirección NW-SE vendría representada por los Corredores de
fallas direccionales del NW de Galicia (SANTANACH, 1994); y, probablemente con las
fallas de Maceda (Ourense) y Ventaniella (Asturias).

DIRECCION RELIEVE
N-S línea de costa atlántica, Depresión Meridiana, Macizo Galaico-
Duriense
NNE-SSW principales rasgos del S gallego y N portugués, Fosa Chaves-Verín
NE-SW rías baixas, Fosa de Xinzo da Lirnia, Fosas Lucenses
ENE-WSW fosas del Sil (El Bierzo, O Barco, A Rúa y Quiroga)
NW-SE corredores de As Pontes y Meirama, Fosa de Maceda

Tabla 2. Direcciones principales de fracturas en Galicia y relieves asociados.

2.2.4. Las superficies de erosión

De forma general se acepta la existencia de una Superficie Fundamental o Principal.


En la provincia de Ourense se denominó Penillanura Baja (HERNÁNDEZ-PACHECO,
1949) y en Lugo Superficie de Chantada (BIROT y SOLÉ, 1954). Esta superficie consti-
tuye el rasgo dominante de la zona central de Galicia; se encuentra bien conservada en

32
Antecedentes

tomo a Chantada; donde señala un replano en tomo a 600-500 m. Para VIDAL RO MANÍ
(1996), al W de la Serra de Faro la Superficie de Chantada se degrada y fragmenta en uni-
dades menores; volviendose a identificar retazos degradados en el Bloque Litoral
Atlántico (Serra da Barbanza, A Ruña y O Pindo).
Tradicionalmente se han identificado dos bloques montañosos como vestigios de una
superficie anterior: los Montes Galaico-Leoneses (SOLÉ, 1983) Y el Macizo Galaico-
Duriense (BIROT y SOLÉ, 1954). En la actualidad, tan solo se consideran significativos:
la STM de Faro y su polongación septentrional (VIDAL ROMANÍ, 1994); y residuales
dispersos tipo crestas cuarcíticas alargados NW-SE (BIROT y SOLÉ, 1954); equivalen-
tes a los relieves apalachianos de MARTÍN SERRANO (1988) Y a los seudo apalachia-
nos de PAGÉS (1996).

2.2.5. Los elementos morfológicos sumergidos

Los estudios del margen continental gallego (GROUPE GALlCE, 1979; BOI-
LLOT, 1986; BOILLOT et al., 1985a; 1985b: 1986; 1987a; 1987b; 1988; 1989) han
permitido elaborar la hipótesis de una íntima relación entre la morfología de la plata-
forma y la historia geomorfológica del área emergida de la placa (VID AL ROMANÍ,
1986; 1991; 1994).
Según VIDAL ROMANÍ (1996) los principIes elementos de la costa atlántica son: la
plataforma continental; los horst (Bancos de Galicia, Vigo y Porto); la fosa marginal
(Depresión de Valle Inclán); y las Rías Baixas. Y en la costa cantábrica: la plataforma
continental; la trinchera oceánica del Golfo de Bizkaia; y el frente de subducción con su
prisma de acreción (figura 3).

2.3. CRITERIOS DE ANTIGÜEDAD EN EL PAISAJE DEL SE DE GALlCIA

2.3.1. Los depósitos

El problema de las dataciones radiométricas y paleontológicas en Galicia es la esca-


sez de sedimentos. Esto ha supuesto la importación de hipótesis desarrolladas en la
Cuenca del Duero (BIROT y SOLÉ, 1954; VIRGILI y BRELL, 1971; BRELL, 1972;
MARTÍN-SERRANO, 1994).
Tradicionalmente se ha señalado un contexto único y sincrónico para los depósitos
atribuidos al Terciario gallego (NONN, 1966; BIROT y SOLÉ, 1954; BRELL, 1972;
BRELL Y DOVAL, 1974). Estos investigadores explicaron la diversidad de facies por
variabilidad paleogeográfica; y propusieron una antigüedad máxima Oligoceno superior-
Neógeno. Esta edad ha sido corroborada, en la cuenca de As Pontes, por restos fósiles

33
Antecedentes

N
A
BATIMETRIA

1000-1500 m

1500-2000 m

2000-2500 m

2500-3000 m

Figura 3. Elementos geomorfológicos sumergidos del NW de la Península Ibérica. Elaborado a


partir de REY SALGADO (1993). Leyenda: 1 Plataforma continental atlántica; 2 Fosa
Marginal (Depresión de Valle Inclán); 3 Horst tectónicos (3a Banco de Galicia; 3b
Vigo; 3c Porto); 4 Rías Baixas; 5 Plataforma continental cantábrica; 6 Fosa Oceánica
del Golfo de Bizkaia; 7 Frente de subducción y prisma de acreción.

(LÓPEZ-MARTÍNEZ et al., 1993). No obstante, también existen autores (MARTÍN-


SERRANO, 1982; VERGNOLLE, 1990) que utilizan la diversidad de facies como crite-
rio de superposición estratigráfica; y postulan una edad más antigua (paleógena).
Por su parte, en las áreas sumergidas, BOILLOT y MALOD (1988) atribuyen una
edad prePaleocena a los depósitos de plataforma. La deformación principal de estos depó-
sitos la relacionan con la Fase Pirenaica (Paleoceno-Eoceno medio). En las Rías Baixas,
REY SALGADO (1990; 1993) corrobora esta hipótesis; al no observar deformación
reciente de los sedimentos y PAGÉS (1996) llega a conclusiones similares con un estudio
en la cuenca del Xallas.

34
Antecedentes

2.3.2. Los relieves residuales alargados en dirección NW-SE

Estos relieves se han relacionado con los identificados en el borde NW de la Cuenca


del Duero; considerados pre-paroxismo alpino, al estar interrumpidos por la fracturación;
y prepaleocenos, por estar fosilizados con un episodio caolinítico correlacionable con el
siderolítico basal Terciario (GARCÍA ABAD y MARTÍN-SERRANO, 1980).
Existirían dos posibles morfogénesis para los relieves de la Cuenca del Duero: 1) ero-
sión diferencial con levantamiento tectónico de los horst cuarcíticos (RIBEIRO, 1941;
LLOPIS, 1958); y 2) erosión diferencial favorecida por un rejuvenecimiento (GARCÍA-
ABAD y MARTÍN-SERRANO, 1980; MARTÍN-SERRANO, 1988).

2.3.3. La red de drenaje

La red de drenaje está influenciada por la orientación del sistema de fracturas; aunque
existen excepciones; es el caso de los ríos que atraviesan, transversalmente, la Depresión
Meridiana.
En el SE de Galicia el análisis de la red (encajamientos, capturas, asimetrías y
secuencias de terrazas) es el criterio más socorrido para deducir basculamientos y esta-
blecer dataciones relativas. A pesar de la precariedad de estos criterios permiten señalar
variaciones de gradiente en los encajamientos. Así se han señalado indicios de epigéne-
sis en el río Sil (MARTÍN-SERRANO, 1989; 1991; 1994; VIDAL ROMANÍ, 1994) y
en el tramo del Miño entre As Neves y A Guarda (VIDAL-BOX, 1941; BUTZER, 1967;
SOS BAYNAT, 1965; LAUTENSACH, 1941; 1945; TEIXEIRA, 1949; PÉREZ-
ALBERTI, 1978).

2.4. HIPÓTESIS MORFOLÓGICAS EN EL NW DEL MACIZO HESPÉRICO


PENINSULAR

En este apartado no se pretende analizar la morfogénesis en el NW del Macizo


Hespérico Peninsular (tabla 4); ya que existen varias síntesis recientes (MARTÍN-
SERRANO, 1994b; VIDAL ROMANÍ, 1996); tan solo se recoge la evolución del pensa-
miento en tres cuestiones: la morfogénesis estructural; la antecedencia fluvial; y la poca
incidencia de la morfogénesis glaciar.

2.4.1. La morfogénesis estructural

Para explicar el relieve de Galicia se ha recurrido abusivamente, hasta hace poco


riempo, a invocar una tectónica de bloques corticales (horts-grabens); hipótesis sinteti-

35
Antecedentes

zada en la expresión morfología en teclas de piano (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949).


Esta hipótesis se ha mantenido hasta el presente; llegandose a proponer que Galicia es un
mosaico de bloques y cubetas que se inclina hacia el mar en transición gradual desde los
Montes Galaico-Leoneses (MARTÍN-SERRANO, 1994a).
Sin embargo de todas las hipótesis enunciadas para explicar total o parcialmente el
origen del relieve del NW del Macizo Hespérico Peninsular destacaremos tres ideas: 1)
Que la disimetría morfológica entre las costas atlántica y cantábrica se relaciona con sus
diferentes historias geotectónicas: la costa W relacionada con el proceso de rifting atlán-
tico; y la costa N relacionada con la apertura del Golfo de Bizkaia y la posterior subduc-
ción de corteza oceánica desde los Pirineos hasta el Cabo Ortegal (VIDAL ROMANÍ,
1991a). 2) Que algunas fosas terciarias se pueden explicar mediante fallas transcurrentes
y no como graben o fosas tectónicas(OLMO, 1984; MONGE, 1987; SANTANACH et
al., 1988). Y 3) Que la directriz principal del relieve es el Cabalgamiento Basal Pirenaico
(SANTANACH,1994).
Una vez realizado este preámbulo, veamos los trabajos que más han influido en la
actual concepción de la morfología del NW. El primer estudio relevante del que tenemos
noticias (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1912) propone un basculamiento post-Plioceno del
macizo gallego hacia el NW; con la consiguiente formación de rías por hundimiento de
los valles próximos a la costa.
En el interfluvio Cávado-Miño (NW de Portugal), Teixeira (1944; 1945; 1946) señala
que el basculamiento sería hacia el N y de edad Pleistoceno medio. Para ello argumenta
que entre Fao y A Guarda no se identifican los tres niveles inferiores de playa fosil que se
observan en el tramo meridional del bloque; y que en Galicia no se reconocen depósitos
de playa levantados, sino rías. Y por extrapolación divide el NW peninsular en tres blo-
ques, hundidos en momentos distintos: el interfluvio Vouga-Cávado, hundido en el límite
Mio-Plioceno; el interfluvio Cávado-Miño, hundido en el Pleistoceno inferior; y el Bloque
Calicia Oeste, cuyo hundimiento, más reciente y pronunciado, formaría las rías.
A partir de las ideas de Teixeira (1946), Hemández-Pacheco (1949) divide Galicia en
tres bloques: Bloque Litoral, Bloque Galicia Centro, y Bloque Oriental Gallego. En el
Bloque Galicia Centro distingue cuatro unidades morfo-estructurales (figura 4, tabla 5): la
Penillanura de Cumbres (PC); la Penillanura Inferior (PI); la Penillanura Baja (PB); y el
Pais de Valles (PV). Cartografía la Penillanura de Cumbres (1778-1400 m) en Serra de
Queixa-San Mamede, suponiéndola inclinada al S; la Penillanura Inferior (1250-900 m)
rodeando la Penillanura de Cumbres por el N-NW e inclinada al N; la Penillanura Baja
(750-650 m) al W de la Penillanura Inferior e inclinada hacia el W por erosión; y el Pais
de Valles (100-300 m) parcialmente excavado en la Penillanura Inferior por rejuveneci-
miento de la red fluvial.
Este autor atribuye el caracter de falla a cinco grandes accidentes morfológicos: la
Falla Occidental (NNW-SSE) que dislocaría la PI en Maceda, dando lugar a la PB; la

36
Antecedentes

, - - - - -------------------,- ----------- - --- --l


N _(
A, El Barco
326

OrfO

l. Ou I Población
o Vertientes

o Penil!anura Baja '---'-----'-, --1m.

PeniUanura Inferior

Penillanura de Cumbres fallada


I
I
_ PeniHanura de Cumbres
___ ---'--- ______ 1

Figura 4. Esquema geomorfológico de la Cuenca media del Sil, modificado a partir de


HERNÁNDEZ-PACHECO (1949).

Falla da Serra do Burgo (NE-SW); la Falla del RíoBibei (N-S), que separaría la Serra de
Queixa del Bloque Oriental Gallego; las fallas septentrionales de Serra de Queixa (NE-
SW), que desnivelarían la PC respecto a la PI; y las Fallas de Arrejó (NE-SW), en la ribe-
ra E del Río Cabe.
En resumen, HERNÁNDEZ-PACHECO (1949) supone un área continental afectada
por varios ciclos erosivos y una tectónica tardiherCÍnica distensiva que compartimentaría
el orógeno en varios bloques. Además, asocia el comienzo de la sedimentación en las
áreas deprimidas con una tectónica de componente vertical oligocena; y supone una suce-
sión de movimientos epirogénicos desde el Mioceno que provocarían pulsos de erosión-
sedimentación. Estos movimientos justificarían la elaboración de las Penillanura de
Cumbres (Mioceno medio y superior), Penillanuira Baja (Plioceno superior) y Pais de
Valles (Cuaternario); y el encajamiento del Sil sobre la Penillanura Inferior.
BIROT y SOLÉ (1954) abarcan el sector meridional gallego (figura 5); proponen una
deformación de gran radio, la Flexura Atlántica (SOLÉ, 1983) (figura 6) y señalan cuatro
aplanamientos fundamentales: la Superficie de Erosión Antigua, reconocida en las cumbres
de Serra Segundeira, Queixa, Xurés y Dorsal Gallega; la Superficie Fundamental de
Galicia o Superficie de Chantada (300-500 m), que suponen inframiocena por correlación
con depósitos de León; la Superficie de Erosión Pontiense, que está poco extendida; y las
Explanadas Aluviales Superiores, de edad Villafranquiense (tabla 5).

37
Antecedentes

[[Oh p':l-112
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_ 9 .---...10
0 - - 5 0 ... 12

Figura 5. Esquema geomorfológico Galicia meridional. Simplificado a partir de BIROT y SOLÉ


(1954). Leyenda: 1 Superficie de Chantada; 2 Superficie de Chantada bajo delgada
cobertera detrítica; 3 Superficie de erosión más anciana; 4 Relieves residuales por enci-
ma de la Superficie de Chantada en la región del bajo Miño. En la figura se indican los
bloque de los que no se tiene clara su posición sistemática; 5 Replanos y valles ancia-
nos posteriores a la Superficie de Chantada; 6 Valles maduros y relieves aplanados
situados a poca distancia del nivel de base (en parte por nivelación en las zonas tecto-
nizadas); 7 Plataforma de abrasión litoral; 8 Escarpe de falla; 9 Principales crestas de
cuarcita; 10 Linea de costa; 11 Encajamiento; 12 Sentido de movimiento del bascula-
miento en los bloques.

Continuando con el trabajo de HERNÁNDEZ-PACHECO (1949), TORRE-ENCISO


(1954) redefine el mapa de bloques (figura 7), para justificar el contraste morfológico
entre la costas atlántica y cantábrica: El Bloque Septentrional (N de Coruña y Lugo); el
Bloque de la Penillanura Gallega (que se englobaría las Rías Centrales); el Bloque
Suroccidental (Pontevedra); y el Macizo Montañoso Oriental (al E de la Penillanura
Gallega). Para este autor, el movimiento de bloques sería fini-terciario a plioceno; y su

38
Antecedentes

NW SE
IlLOQUE
LITORAL
DORSAL
GALLEGA
SUPERFici E CHANTADA
¡
S. SECUNDERA

\
F. TUY \ FOSA NONFORTE

2000m \ 1 1--2-------t---~-~--
----12
I
r
[ 3 _ _ _.-: ~ -".
'-----::-------==---=-tr~
o 50 100 150 200 250 km

Figura 6. Corte esquemático NW"SE del relieve en el Macizo Gallego según SOLÉ (1983).
Leyenda: 1 Penillanura Antigua, poligénica y abombada que separaría el Atlántico de
la cuenca endorreica del Duero; 2 Penillanura Premiocena de la Cuenca del Duero,
equivalente a la Superficie de Chantada, encajada en la Superficie Antigua y posterior-
mente algo deformada y cortada por fosas miocenas en Galicia central; 3 Ciclos Plio-
Cuaternarios encajados en los bloque litorales.

Figura 7. Las rías gallegas y su marco geográfico, con indicación de las fracturas fundamentales
que individualizan los bloques corticales según TORRE ENCISO (1954).

funcionamiento desigual; el Bloque Septentrional se inclinaría hacia el N, mientras que


los Bloques de la Penillanura Gallega y Suroccidentallo harían hacia el W; yen este últi-
mo caso de forma más acentuada.

39
Antecedentes

NONN (1966) hace un estudio sistemático de la franja costera; identificándo cuatro


arrasamientos (tabla 5); observa la Superficie Eocena (SE) en algunos puntos de la costa
(Cede ira, Sta. Mariña, Pico de Meda, Catoira, Espiñeira, Castrove, A Groba, Cabeceras
de Tambre y Xallas) y en la periferia de las cuencas interiores. En la SE reconoce dos
niveles (pediplanos) con una diferencia de cotas de 80-120 m (el superior en granitos y el
inferior en esquistos), suponiéndolos heterocronos. Concretamente, el pediplano inferior
lo da como Oligoceno medio-superior por correlación con las dataciones de As Ponte s y
Roupar (MEDUS, 1963, 1966). Este autor justifica la extensión de las superficies por la
potente alteración, heredada del Mesozoico, y los exiguos volúmenes a reducir. Además
relaciona el abombamiento epirogénico con un pulso amortiguado durante el Stampiense;
que iniciaría la fracturación miocena.
Años después COUDE-GAUSSEN (1981) da un paso más y correlaciona la subsi-
dencia del margen atlántico con la epirogénesis del bloque continental. Su cartografía dis-
tingue cinco aplanamientos escalonados en las Serra de Peneda y Xurés (tabla 5). Esta
investigadora correlaciona sus Niveles III y IV con la SE de NONN (1966); y el Nivel V
con la ST de NONN (1966).
Entre las cartografías regionales recientes destaca la de VILLASANTE y PEDRAZA
(1984); que estructuran el relieve meridional de Galicia en dos superficies: SI y S2 (tabla
5). En la S I distinguen tres niveles: un Nivel de Cumbres (N I' 1700-1000 m); el Escalón
Superior (N2, 1000-750 m); y un Escalón Inferior (N 3 , 750-550 m). Y para justificar los
niveles evocan una tectónica tipo horst-graben (figura 8).
Según estos autores la SI sería una superficie poligénica heterocrona, labrada desde el
final de la Orogenia Hercínica y hasta el inicio del Terciario. Basándose en la teoría del
primarrumpt (PENK, 1972) asocian los escalones de la SI con periodos de levantamien-
to lento pero acelerado; y suponen que estos periodos estarían separados por fases de tec-
tónica brusca. No obstante, aceptan la existencia de crisis tectónicas más recientes; pero
siempre de menor magnitud y de caracter distensivo.
Cartografía NI en las principales crestas montañosas; N 2 bordeando las vertientes del
NI y englobando retazos degradados del NI; Y al N 3 lo identifica con la Superficie de
Chantada. Sobreimpuesto al N2 observa un encajamiento generalizado y valles de fondo
plano; que justifica con el retroceso de vertientes por erosión areolar. En el N3 observa
erosión diferencial; sobre granitos: alteraciones profundas y suaves lomas con altitud
constante; y en litologías metamórficas: relieves seudo-apalachianos y valles de fondo
plano.
En cuanto a S2 la suponen una superficie grabada; formada a partir de SI por una
acción combinada tectónica-denudación fluvial. Cartografían S2 en los márgenes del
Miño (Os Peares-Liñares); y la suponen exhumada en el Neógeno-Pleistoceno; sincróni-
camente a un pulso tectónico que activa fracturas E-W. Coincidiendo con estudios ante-
riores (BIROT, 1954; NONN, 1966; BRELL, 1975) aceptan unas condiciones áridas y

40
Antecedentes

~
[] 5 ~6 lIJ7

Figura 8. Esquema geomorfológico del mapa geológico de Ourense-Verín (nº 17/27, e: 1/200.000).
Simplicado a partir de VILLASANTE y PEDRAZA (1984). Leyenda: 1, 2 Y 3
Penillanura Poligénica (SI); 1 Nivel de Cumbres; 2 Escalón superior; 3 Escalón
Inferior; 4 Superficie de Sustitución (S2); 5 Sediplano; 6 Vertiente; 7 Glacis mixto
degradado.

resistásicas entre el Mioceno y Pleistoceno; que se atenuarían a partir del Plio-


Pleistoceno, como también señala MARTÍN-SERRANO (1982).
Durante los ochenta se suceden las modificaciones de la idea tradicional: la tectónica
de bloques. Para MARTÍN-SERRANO (1989) no es aceptable la edad Rodánica del paro-
xismo (BIROT, 1939; VIDAL-BOX, 1941; TEIXEIRA, 1944; FEIO, 1948; LLOPIS,
1952; BIROT y SOLÉ, 1954), Y propone una mayor antigüedad (Eoceno medio) (tabla
5); ayorde con una individualización del Bierzo durante el Mioceno medio-superior
(HERAIL, 1984). Tras el paroxismo Martín-Serrano (1989) supone que la plataforma
continental solo estaría afectada por rejuegos verticales; de edad finioligocena; hipótesis
que apoya con observaciones de VANNEY (1985) y GUILLOT (1985) en la plataforma

41
Antecedentes

continental y zonas adyacentes. Además propone dos explicaciones para el desdobla-


miento de la Superficie Fundamental en dos pediplanos, sin llegar a decantarse por un
levantamiento moderado del macizo gallego o una variación eustática.
ARAUJO (1990) propone dos nuevos bloques hundidos: A Peroxa y Ourense. El blo-
que de A Peroxa lo supone hundido a partir de la Superficie Fundamental, durante el
Neógeno y a favor de una falla NW-SE. Mientras que para el bloque de Ourense propone
un hundimiento por reactivación de fracturas (N-S, ENE-WSW, ESE-WNW y SE-NW)
que dislocarían la S2 de VILLASANTE y PEDRAZA (1984). Esta segunda fracturación
la hace coincidir con la tectónica distensiva de la plataforma (BOILLOT, 1985) y cuen-
cas de Lucenses (VERGNOLLE, 1990).
En trabajos regionales recientes PÉREZ-ALBERTI (1990, 1993) identifica hasta cinco
Niveles de Aplanamiento (NA) (figura 9) entorno a la Serra de Queixa-San Mamede
(NA soo ' NA900 , NA¡OOO' NA¡500 y NA 17oo)· Este autor caracteriza el NA soo (Esgos-Parada
do Sil-Luintra, W de Verín) por una intensa alteración y relieves residuales; el NA 900
(Manzaneda, Placín, As Estivadas) por una alteración generalizada y residuales asociadas
a los escarpes (As Estivadas); el NA IOOO (O Rodicio, Sas de Penelas) por los vestigios de
un depósito al que supone un área fuente W; el NA 1500 (SE de Cabeza de Manzaneda:
Mormentelos, Chaguazoso) por un manto alterítico parcialmente desmantelado por la ero-
sión glaciar (ver también, VIDAL ROMANÍ, 1990). Finalmente el NA 1700 lo identifica
con con la Penillanura de Cumbres de HERNÁNDEZ-PACHECO (1949).
Recientemente, SANTANACH (1994) ha propuesto explicar las fosas gallegas en fun-
ción de la colisión continental de Iberia y Eurasia. Para este autor la convergencia de
Iberia y Europa habría supuesto una compresión N-S que se propagaría desde la costa can-
tábrica hacia el S. Como estructura fundamental para explicar el levantamiento de la
Cordillera Pirenaica traslada hasta Galicia el cabalgamiento cortical vergente al sur, que
denomina Cabalgamiento Basal Pirenaico. Según esta hipótesis la carga del sistema de
escamas habría producido la flexión cortical delforeland y del hinterland; y, a favor de la
flexión, el desarrollo de las fosas (figura 10). En una sección longitudinal del
Cabalgamiento Basal Pirenaico se distinguirían, de SE a NW: 1) un antepais, o foreland
(la cuenca del Duero); 2) un sistema de escamas vergente hacia el antepais (la Sierra
Galaico-Leonesa); y 3) un hinterland que se extendería desde las sierras hasta el océano.
Las cuencas intramontañosas (Cuencas del Sil) se desarrollarían a favor de fallas
cabalgantes siniestras NE-SW, que serían ramificaciones del Cabalgamiento Basal
Pirenaico (SANTANACH, 1994). Hacia el SW este autor prolonga el Cabalgamiento
Basal Pirenaico con desgarres N-S que alojarían cuencas tipo pull-apart (cuencas de
Chaves-Verín, Mons:ao y Tui). Esta hipótesis no concuerda con la suposición de una
tectónica de bloques a favor de fracturas NNE-SSW en la zona de Chaves-Verín de
BRUM (1983; 1986).

42
Antecedentes

o
-- -
10 20km

811 @8s 09
Figura 9. Esquema geomorfológico del SE. Simplificado a partir de PÉREZ-ALBERTI (1993).
Leyenda: 1,2,3,4 Y5 Superficies aplanadas (SA); 1 SA 1700; 2 SA 1500; 3 SA 1000-
900; 4 SA 800-700; 5 SA 500-400; 6 Areas de fuerte incisión fluvial; 7 Fosas; 8
Encajamiento; 9 Población.

En el hinterland SANTANACH (1994) distingue dos tipos de cuencas: 1) las Cuencas


Orientales, de pequeñas dimensiones y potentes espesores relativos (Villalba, Sarria,
Monforte, Maceda y Xinzo); y 2) los dos corredores de desgarre del NW, de gran exten-
sión y pequeño espesor (As Pontes y Meirama). Las cuencas orientales ocuparían la parte
inferior de la rampa del Cabalgamiento Basal Pirenaico; en este sector supone un acorta-
miento direccional siniestro (NE-SW) con cierta componente inversa. Mientras que en los
corredores de desgarre observa movimiento dextral (NW-SE) y acortamiento N-S a
NNW-SSE (FERRUS, 1994).
El último trabajo significativo es de PAGÉS (1996) que estudia la evolución cenocoi-
ca del relieve en la cuenca del río Xallas. Para este investigador, durante el Cenozoico,
existiría un levantamiento continuo del basamento, a la par que el borde occidental de la
plataforma habría sido afectada por fallas lístricas. El resultado de esta tendencia sería un
paisaje en superficies escalonadas (cinco grupos de superficies), con una red epigénica y
policíclica caracterizada por las rías. Este autor asimila la superficie más antigua
(Superficie A) a la Penillanura Fundamental y le atribuye una edad Cretácico-Paleógena.

43
Antecedentes

Corteza oceánica Prisma de acreción ,~~ Cabalgamiento


~

Falla direccional UillU Falla normal T.. Terciario >1000 m

:~.
p B
" Terciario ............... Cabalgamiento Falla

HINTERLAND CABALGAMIENTOS ANTEPAIS


cuencas relacionadas cuencas intramontañosas
con corredores de cuenca sincompresivas cuenca
faflas dírecciOnales de de

NW SE

\
e
44
Antecedentes

La superficie inmediatamente posterior (Superficie B) la considera como la respuesta


morfológica al levantamiento tectónico del Eoceno superior-Oligoceno. Respecto a las
superficies C y D observa importantes reestructuraciones de la red fluvial miocena. Por
último, apunta que desde el Pliocuaternario este proceso habría continuado con la elabo-
ración de una plataforma sumergida en la actualidad.

2.4.2. Morfogénesis estructural de otras regiones del Macizo Hespérico


Peninsular

En general parece un tanto arriesgado extrapolar a Galicia todas las hipótesis desa-
rrolladas en otras zonas del Macizo Hespérico Peninsular. Sin embargo existen observa-
ciones que no se pueden obviar. Para MARTÍN-SERRANO (1988; 1989; 1991; 1994b) el
borde NW de la Cuenca del Duero es una morfoestructura hundida hacia el E; articulada
por el S con la Fosa de Ciudad Rodrigo y limitada al N por el Accidente de Valderaduey.
En este sector distingue dos superficies de erosión: el Nivel de Cumbres (NC) y el Nivel
General de la Topografía (NGT); y dentro de este último diferencia cuatro aplanamien-
tos más, con depósitos asociados (tabla 5). Para MARTÍN-SERRANO (1988) el Nivel
General de la Topografía es continuación de la Superficie Fundamental Zamorano-
Salamantina (SFZS); a la que supone destruida antes del Cuaternario por la red fluvial
antecedente del Bierzo; llegando a señalar que los portillos labrados en el sustrato
Paleozoico estuvieron fosilizados por el Terciario y exhumados recientemente.
Por similitud con aplanamientos triásicos europeos, MARTÍN-SERRANO (1989)
supone que la periferia del zócalo meseteño sería un aplanamiento heredado de la super-
ficie triásica. Esta hipótesis encajaría con las observaciones de SOLÉ (1952), que corre-
laciona el Aplanamiento Culminante del N de Portugal con el siderolítico cretácico-ter-
ciario de Buºaco; considerándolo pre-Cretácico. Como síntesis de sus trabajos propone
caracterizar el paisaje del Macizo Hespérico Peninsular por cuatro elementos orográfi-
cos (MARTÍN-SERRANO, 1994b); estableciendo su secuencia genética y depósitos
asociados (tabla 3).

Figura 10. (Página anterior). Esquema de las grandes unidades estructurales en las que se enmar-
can las cuencas terciarias del NW de la Península Ibérica. A: El orógeno pirenaico en
el límite de las placas ibérica y europea. B: La placa europea está representada por la
corteza oceánica del Golfo de Bizkaia (cuadriculado). El prisma de acreción (rayado
oblicuo) se encontraría en el límite de las dos placas. Ya en la placa Ibérica se puede
distinguir, de W a E: corteza oceánica (cuadriculado); corteza continental adelgazada,
con filas N-S (punteada); corteza continental, con cabalgamientos y fallas direcciona-
les alpinos (en blanco); Las zonas con altura superior a 1000 m (rayado vertical; y el
límite W de la Fosa del Duero (linea discontinua). C: Esquema de una sección trans-
versal (NW-SE) Cabalgamiento Basal Pirenaico de SANTANACH (1994). Elaborada
con las figuras 3 y 5 de SANTANACH (1994).

45
Antecedentes

MORFOLOGÍA SEDIMENTO CRONOLOGÍA


Superficies de erosión Caolinítico Mesozoico
Relieves residuales Siderolítico Pretectónico
Morfoestructuras en Arcósico Sintectónico
bloques
Disección fluvial Series Ocres Pos tectónico

Tabla 3. Principales elementos orográficos que configuran el paisaje del Macizo Hespérico
Peninsular; episodios sedimentarios que llevan asociados; y cronología relativa a la
Orogenia Alpina. A partir de MARTÍN-SERRANO (1994b).

En el Sistema Central Español (S CE) PEDRAZA (1994) parte de la idea del Domo en
expansión (PENK, 1924, ref. 1953); proponiéndo una morfogénesis por tectónica de
impulsos continuos, de intensidad creciente y progresivamente sectoriales (disminución
del radio de la deformación). Sin embargo añade un matiz (PEDRAZA, 1978): suponer
una etapa final de tectónica de bloques, que aumentaría los contrastes del relieve en la
zona axial; los grabens se reafirmarían y el horst fundamental se desnivelaría en:
Superficie de cumbres (SC) y Paramera (M3). En cuanto a las morfoestructuras en blo-
ques se proponen complejos movimientos en bandas de cizalla intracontinental relaciona-
das con etapas paroximales alpinas (PORTERO, 1984).
En los Pirineos, los trazos básicos del relieve se originan por la colisión entre las pla-
cas continentales de Eurasia e Iberia; complementándose con la acción de la red fluvial.
SERRAT (1995) distingue dos fases de encajamiento fluvial; la primera asociada a la
compresión paleógena que provoca la emersión de la cordillera; y la segunda asociada al
levantamiento isostático y distensión neógena. En una tercera fase se produciría un reto-
que del modelado por la acción glaciar; significativo en las cabeceras de cuenca. En cuan-
to a la interpretación morfo-estructural; la cadena presenta una geometría de abanico asi-
métrico en su sección transversal (N-S); debido al diferente desplazamiento que totalizan
las dos placas. Los cabalgamientos en la placa que subduce (Placa Ibérica) vergen al S,
presentando un caracter más tendido y alóctono; mientras que los cabalgamientos de la
placa subducida (Placa Euroasiática) vergen al N, presentando un caracter más vertical y
autóctono (MUÑOZ y SANTANACH, 1995).

2.4.3. La morfogénesis fluvial

Fuera de las fosas, en el SE de Galicia se han cartografiado algunos recubrimientos


poco extensos tipo raña en Sober, Montederramo, Lañoa, A Derrasa y ASeara (depósitos
conglomeráticos, con cierta expresión morfológica y organización en cuerpos coalescen-
tes de planta cónica que se prolongan sobre el zócalo por una superficie tipo pediment).

46
Antecedentes

En la Cuenca del Duero el origen de los recubrimientos tipo raña se ha considerado


tectónico; apoyándose en la progradación de litofacies y el posterior encajamiento fluvial.
Aunque MARTÍN-SERRANO (1989, 1991) propone una génesis por capturas fluviales;
atribuyendo al depósito el significado de un punto de inflexión (figura 11) que articularía
el paso de la fase de sedimentogénesis a la de gliptogénesis. A su favor argumenta: 1) que
no existen rasgos morfotectónicos claros, significativos o exclusivos del emplazamiento
de la raña (relación con fracturas del zócalo, contactos netos raña-zócalo); 2) que no exis-
ten cambios bruscos en la mineralogía y sedimentología de los piedemontes (LEGUEY,
1970; ESPEJO, 1973; HERAIL, 1976; 1979); Y 3) que la progradación de litofacies ero-
sivas se puede explicar por capturas (el paso de régimen endorreico a exorreico induce:
un cambio del nivel de base, aumento del gradiente energético, incisión fluvial y, por con-
siguiente, la progradación de mantos aluviales).
Además tradicionalmente se consideró que la raña era la última fase en la elaboración
de la Penillanura Poligénica Fundamental; y que representaba la colmatación sincrónica
de la cuenca; utilizándose como unidad morfoestratigráfica de referencia en los bordes de
cuenca. Sin embargo las interrupciones de la construcción del piedemonte en diferentes
estadios evolutivos y la existencia de endorreismos fósiles (La Mancha) confieren un
caracter diacrónico a la raña (MARTÍN-SERRANO, 1991).

Figura 11. La raña en el techo del piedemonte. Elemento morfográfico que articula dos tendencias
opuestas. Tomado de MARTÍN-SERRANO (1991). Leyenda: 1 zócalo; 2 relleno ter-
ciario; 3 rañas y terrazas.

En consecuencia, para MARTÍN-SERRANO (1991): la reorganización fluvial sería


una respuesta contínua y retardada a la tectónica alpina; y en cuanto al encajamiento en
el Macizo Hespérico Peninsular (fachada atlántica), éste sería sincrónico al endorreismo
en las cuencas intramontañosas; en donde se supone que la red paleógena estaría dirigida
hacia el E y NE (CANTANO, 1996).
Corroboraría todo esto: la antecedencia fluvial, el desdoblamiento de los thalwegs y
la diacronía de los piedemontes. A su vez la antecedencia vendría justificada por: la disi-

47
Antecedentes

me tría de la red atlántica, los restos aluviales antiguos colgados en portillos de grandes
ríos (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1952; 1956; MINGARRO, 1959; FERNÁNDEZ-
MACARRO, 1990) Y la antecedencia de la red endorreica en el borde NW de la Cuenca
del Duero (GARCÍA ABAD y MARTÍN-SERRANO, 1980). En cuanto al desdobla-
miento de los thalweg; el perfil superior correspondería a la etapa endorreica y el inferior
a la exorreica.

2.4.4. Morfogénesis glaciar

Tradicionalmente se aceptó que el glaciarismo gallego respondía al modelo de circo


(FERNANDEZ-BOLLO, 1951; HERNÁNDEZ-PACHECO, 1957; TRICART y PÉREZ
ALBERTI, 1989; PÉREZ-ALBERTI, 1990; 1993); y que su caracter disimétrico (mayor
desarrollo hacia el S-SE) (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1957; TRICART y PÉREZ
ALBERTI, 1989; PÉREZ-ALBERTI, 1990; 1993) se debía a factores climáticos: preser-
vado de los vientos dominantes y menor insolación. Recientemente se ha propuesto la
hipótesis de un condicionamiento morfológico previo (VIDAL ROMANÍ, 1994). De tal
forma que la disimetría de la estructura y superficies previas propiciarían la disimetría gla-
ciar en la Serra de Queixa-Invernadoiro; mientras que las direcciones aleatorias de los
°
aparatos glaciares en las Serra de Ancares y Courel responderían a una menor disime-
tría morfoestructural (VIDAL ROMANÍ, 1994).
Para VIDAL ROMANÍ (1994) el modelo del glaciarismo gallego tendría un desarro-
llo similar al propuesto por BORDONAU (1992) en los Pirineos Catalanes. Este autor dis-
tingue cuatro etapas: 1) Una estabilización pre-máximo (más de 50.000 años BP); 2) La
incorporación de los depósitos lacustres proglaciares a los complejos morrénicos termi-
nales del máximo (50.000 a 45.000 años BP); 3) El g1aciarismo de circo tradicionalmen-
te identificado (16.000-13.000 años BP); y 4) Las coladas periglaciares (11.000-10.000
años BP). Sin embargo. según VIDAL ROMANÍ (1994) la morfogénesis glaciar en
Galicia es poco importante y apenas llega a retocar las formas precedentes.
Las investigaciones realizadas por la Escuela de Santiago en las regiones de °
Courel y Ancares (GUITIÁN RIVERA el al., 1992; GUITIÁN el al., 1985;
MALDONADO, 1994; MARTÍNEZ CORTIZAS el al., 1996; PÉREZ ALBERTI y
COVELO, 1996; PÉREZ ALBERTI y RAMIL REGO, 1996; PÉREZ ALBERTI el al.,
1993; PÉREZ ALBERTI et al., 1995a; 1995b; RODRÍGUEZ GUITIÁN, el al., 1995;
1996a; 1996b; VALCÁRCEL, 1995; VALCÁRCEL y PÉREZ ALBERTI, 1996;
VALCÁRCEL et al., 1995a; 1995b) aportan nuevas interpretaciones a los trabajos pre-
viamente realizados en Galicia.

48
Antecedentes

2.5. SUPERFICIE DE EROSIÓN R lOOO EN EL SECTOR DE CASTRO CALDELAS

2.5.1. Las Superficies de erosión

Los Llanos de Castro Caldelas (figura 20) han sido interpretados de muy diferen-
tes maneras en los estudios regionales realizados hasta el momneto. Las interpretacio-
nes se pueden dividir en dos grupos: los que identifican una superficie y los que iden-
tifican dos o más.
HERNÁNDEZ-PACHECO (1949) identifica los Llanos con la Penillanura Inferior
(PI); los suponen inclinados hacia el N y afectados por fallas posthercínicas: la Falla
Occidental (NNW-SSE), que separaría la Penillanura Inferior de la Penillanura Baja; la
Falla da Serra do Burgo (NE-SW); y las fallas septentrionales de Serra de Queixa (NE-
SW), que desnivelarían la Penillanura de Cumbres respecto a la Penillanura Inferior. Este
autor justifica la elaboración de la superficie por la sucesión de movimientos epirogéni-
cos desde el Mioceno.
Para BIROT y SOLÉ (1954) los Llanos de Castro Caldelas constituyen un bloque de
la Superficie de Chantada, levantado y basculado al NE; en el que destacan residuales
alargados en dirección NW-SE (Serra da Móa, 1234 m); que ya interpretan como relieves
apalachianos. Recientemente PÉREZ-ALBERTI (1990-1993) ha vuelto a considerar los
Llanos de Castro Caldelas como un solo aplanamiento (NA lOOO )' aunque ya que no inclu-
ye en ellos la Serra do Burgo.
VILLAS ANTE Y PEDRAZA (1984) cartografían tres niveles de una misma superfi-
cie (S¡); el más extenso, un N 2 bien conservado (Escalón superior); en el que identifican
siete residuales irregulares y un retazo del N¡ degradado (Nivel de Cumbres) en el Mte.
Meda (1323 m). Por último identifican un N 3 degradado (Escalón Inferior) en A Teixeira.
Finalmente VERGNOLLE (1990) identifica dos niveles, limitándolos a las zonas bien
conservadas. Así, define retazos de la S700-S00 en Sas de Penelas y Castro Caldelas; y de
la S900-¡OOO junto a la Falla de Maceda. Como se puede observar, la franja altitudinal que
se atribuye a los Llanos de Castro Caldelas apenas varía de uno a otro autor; aunque difie-
ran en la extensión que les asignan y en su interpretación morfogenética.

2.5.2. Los depósitos

Sobre el R lOOO los depósitos cenozoicos son escasos y peliculares. Las cartografías
anteriores distinguen, de W a E, cuatro afloramientos: 1) un aluvial indiferenciado, col-
gado sobre la cabecera del Arroyo Covas (ARCE el al., 1974); 2) un manto de arroyada
entre Montederramo y A Medorra (RUBIO y RODRIGUEZ FERNANADEZ, 1981;
BARRERA MORATE el al., 1989); 3) las facies torrenciales de la Formación Quiroga

49
Antecedentes

(VERGNOLLE, 1990), en la cabecera del Río Edo; y 4) unos eluvio-coluviales en Sas de


Penelas, cabecera del Arroyo Castoi y A Teixeira (PLIEGO DONES et al., 1981; REY
DE LA ROSA et al., 1984).
Al aluvial del Arroyo Covas se le atribuye un área madre situada al W y una edad
pleistocena s.p. (PÉREZ-ALBERTI, 1990, 1993). El manto de arroyada de Serra. da
Medorra fosiliza un relieve previo, presenta una morfología aplanada, cierta consolida-
ción (RUBIO y RODRÍGUEZ FERNANDEZ, 1981), un espesor estimado en 20 m (REY
DE LA ROSA et al., 1981) y una edad pleistocena RUBIO y RODRÍGUEZ FERNAN-
DEZ (1981) u holocena (BARRERA MORATE el al., 1989). El esqueleto del depósito
está formado por gravas rodadas y arenas polimícticas (de cuarzo y cuarcita), con grano-
clasificación y estratificación discontinua. La matriz es arcillosa, con oscilaciones locales
(RUBIO y RODRÍGUEZ FERNANDEZ, 1981) y colores abigarrados. Recientemente
este depósito se ha interpretado como un vestigio de las formaciones Pías y Veigachá de
Maceda (PÉREZ-ALBERTI, 1990, 1993).
Los conglomerados del Río Edo se encuentran encajados por la red de drenaje actual;
constituyen un depósito matriz-sostenido, formado por arcosas y arcillas con pasadas de
bolos de cuarzo; interpretados como la facies torrencial de la Formación Quiroga (VERG-
NOLLE, 1990). En cuanto al coluvio-eluvial de Sas de Penelas (PLIEGO DONES et al.,
1981); se le supone un espesor máximo de 20 m; y se distinguen tres niveles (de muro a tre-
cho): un eluvial (de arenas y arcillas arenosas gris-verdosas); un coluvial caótico con cantos
de granito; y un aluvial con cantos de gneis y granito en una matriz arcillosa (REY DE LA
ROSA et al., 1984). Este mismo depósito es interpretado como un glacis de derrame post-
tectónico, depositado en condiciones subtropicales-secas durante el Pleistoceno; y equipa-
rable a la Formación Baldrei, de Maceda (PÉREZ-ALBERTI, 1990, 1993).

2.6. LA CUENCA DEL MIÑO

2.6.1. Las terrazas del Río Miño

El estudio de las terrazas fluviales del Miño (figura 42) ha sido desigual y sus resulta-
dos no siempre coinciden en edades y alturas. LAUTENSACH (1932), TEIXEIRA (1952)
y PEREIRA (1991b) cartografían la ribera portugesa del Río Miño. PÉREZ ALBERTI
(1978) se ciñe al municipio de Ribadavia y ARAUJO (1990) al de Ourense. Unicamente
VIDAL BOX (1941) estudia la cuenca del Miño-Sil desde El Bierzo hasta Cortegada.
Entre Valen~a do Minho y Mon~ao LAUTENSACH (1932), ref. HERNÁNDEZ-
PACHECO (1949) cita tres niveles de terraza (+5, +20 y +60 m) que vuelve a encontrar
en las inmediaciones de Ourense. Entre Mon~ao y Ourense supone un abombamiento
postglaciar con una flecha de 130 m con la que pretende justificar la altura que alcanzan
los niveles de terraza s.l. (recurso cuestionable, ya que no se tienen evidencias regionales

50
Antecedentes

de una actividad tectónica postglaciar). En cuanto a las dos terrazas inferiores, observa
los depósitos ferritizados sobre un granito caolinizado, el nivel de +20 m lo correlaciona
con la terraza litoral inferior y el de +60 m con la superior.
Entre Ourense y Ribadavia VIDAL-BOX (1941; 1943) reconoce las mismas terrazas
que encuentra en el Río Sil. Sin embargo, en Cortegada cita unas terrazas muy altas que
le hacen suponer una tectónica post-terrazas altas. Siguiendo a LAUTENSACH (1932)
atribuye a las terrazas una edad pre-Würmiense.
En Ribadavia la cartografía del CHAMON y FERNÁNDEZ POMPA (1974) distin-
guen el aluvial de los depósitos de terraza T 2 (+20/30 m); y cita, de forma poco clara,
vestigios de una TI (+60/80 m) en las inmediaciones de Melón (sería más correcto
Prexigueiro, ref. terraza nQ 186). Describe los depósitos de terraza como una interdigita-
ción de arcillas y arenas con cantos rodados de cuarzo y cuarcita; los tamaños de canto
serían menores de 5 cm para la TI y de 20 cm en la T 2 .
La asimetría de los meandros y una relación entre la T 2 Y el trazado actual del Miño
le hace suponer a CHAMON y FERNÁNDEZ POMPA (1974) un breve periodo de esta-
bilidad asociado a la T 2' Para justificar la escasez de depósitos supone una "prolongada
meteorización, ablación y remoción en masa en clima húmedo moderado"; y atribuye al
transporte un caracter morfogenético secundario.
PÉREZ-ALBERTI (1978) estudia las terrazas con depósito entre Quelle y Ribadavia.
En este tramo distingue cuatro niveles (+4/10, +20/26, +30/33, +40/46 m) y desestima la
TI (+ 60/80 m) del CHAMON y FERNANDEZ POMPA (1974), que no encuentra. Con
frecuencia observa los niveles T 2 a T4 cubiertos por un nivel de arcillas; algunas veces
(Feá) por coluviones formados al desmantelarse las terrazas superiores; y en una ocasión
(T4) por un fragipán. Aunque no atribuye un caracter aluvial a las arcillas reconoce pun-
tualmente señales de transporte y pequeños paleocauces.
En general las terrazas y los niveles arcillosos que las cubren están rubefactados (pun-
tualmente, el cemento de la T 3 afecta a una industria paleolítica). Para explicarlo propo-
ne un clima cálido y húmedo con estación seca. Así justifica la rubefacción y cementa-
ción de Fe (Sanín, Sta. Cruz) en la estación seca; y la alteración de los depósitos con neo-
formación de caolinita en la húmeda. Por último establece una cronología de las terrazas,
asumiendo la dada anteriormente por BUTZER (1967).
En Ourense la cartografía del GONZÁLEZ LODEIRO et al. (1974b) engloba todos
los depósitos como aluvial; aunque cita dos niveles de terraza a +5 y +20 m. ARAUJO
(1982; 1990) cartografía dos terrazas con depósitos a +4/10 y +30/40 m, suponiéndolas
pleistocenas; mientras que al aluvial actual lo estima Holoceno. Describe las terrazas
como un conglomerado polimíctico (cuarcita, cuarzo, granito de dos micas, granodiorita)
con variaciones laterales a niveles de arenas y arcillas. Los cantos de los depósitos son
heterométricos, redondeados, excéntricos y están imbricados.

51
Antecedentes

2.7. LA CUENCA DEL RÍO SIL

En el Sil (figura 39) la mayoría de los trabajos se centran en los depósitos de las fosas
del Bierzo (VIDAL BOX, 1941; LAUTENSACH, 1945; HERAIL, 1976; 1979; 1984) Y
Quiroga (OLMO, 1984; 1985; VERGNOLLE, 1990); los sondeos corroboran la existen-
cia de grandes espesores sedimentarios (TECNYDROS, 1971b; 1971c; ITGE, 1979; REY
DE LA ROSA et al., 1981 y 1984).Por su parte los estudios de terrazas son menos abun-
dantes y también se ciñen a las zonas de fosa (VIDAL BOX, 1941; GONZALEZ LODEI-
RO et al., 1974c; PLIEGO DONES et al., 1981; APALATEGUI et al., 1981; REY DE LA
ROSA et al., 1984; BARRERA et al., 1989).

2.7.1. Las terrazas fluviales cuaternarias

Tradicionalmente se han identificado tres niveles de terrazas con depósitos (VIDAL


BOX, 1941; 1943): terraza baja (+5 m), media (+10/12 m) y alta (+25/30 m). Para LAU-
TENSACH (1945) las terrazas del Bierzo son "potentes pero irregulares y poco conti-
nuas"; lo que atribuye a una flexión cortical que produciría el encajamiento sobre la
Formación Las Médulas.
Por correlación con el Duero, HERNÁNDEZ-PACHECO (1949) supone que en el Sil
apenas se han preservado los niveles T 3 Y T 4; para justificarlo propone un encajamiento
cuaternario constante y prolongado; y en algunos casos con una variación por migración
del cauce, que degradaría las terrazas (en Quiroga la T 2 pasa de 40 a 5 m). La hipótesis
del encajamiento cuaternario concuerda con las observaciones de HERAIL (1976; 1979;
1984) sobre una catena de suelos asociada a los depósitos de terraza. Según este autor la
catena señala un gradiente negativo de la alteración (ralentización del proceso); lo que jus-
tificaría la herencia morfoestructural neógena y la disección fluvial cuaternaria.

2.7.2. La fosa del Bierzo

En esta cuenca VIDAL-BOX (1941; 1943) identifica tres depósitos: una raña (a
techo), un aluvial subhorizontal y un aluvial basculado (a muro). La dispersión altitudinal
de los depósitos le hace suponer un relieve previo, recubierto por sedimentos; y reciente-
mente incidido. En concreto, interpreta las cumbres de las Serra Galaico-Leonesas como
vestigios del relieve preterciario; y las correlaciona con las superficies orientales del
S.C.E., la Rumffliiche oligocena de STICKEL (1929) y la Intratertiare rumffliiche de
SCHWENZNER (1937). Además supone que el aplanamiento preterciario habría sido
fracturado por una orogenia premiocena.
Este autor define el techo de la fosa con un arrasamiento post-Mioceno en tomo a 900
m; y en el Plioceno sitúa un segundo pulso (Fase Rodánica) con: movimiento vertical de

52
Antecedentes

bloques por rejuegos de fracturas tardihercínicas; acentuación de la Fosa; basculamiento


de capas miocenas (20º al S-SW); y denudación. A techo sitúa un arrasamiento post-
Rodánico en tomo a 800 m (Las Médulas, Matarrosa, Bembibre). Y durante el Plioceno
superior supone un desmantelamiento parcial del aplanamiento de 800 m; y el desarrollo
de la Superficie de La Valgoma (600-700 m). Por debajo, la incisión fluvial se habría des-
plazado hacia el margen izquierdo; desarrollándose en el derecho cuatro terrazas (420-
500 m; +25/30 m, + 10/12 m, +5 m).

2.7.3. La fosa de O Barco-A Rúa

En esta cuenca (figura 40) se distinguen tres subcuencas (REY DE LA ROSA el al.,
1981): Sil-O Bolo-Villaso; O Barco-Rubiana; y A Rúa-O Barco. En O Barco APALATE-
GUI el al. (1981) reconoce dos litofacies: conglomerados y arenas con arcillas gris-ver-
dosas o blancas. En general las facies conglomeráticas hacia el E (Córgomo, Rubiana,
Robledo) y las arenosas hacia el W (A Rúa, Larouco); lo que fue interpretado como indi-
cio de un sentido de aportes principales E a W.
Los sondeos muestran un zócalo pizarroso a profundidad variable y un relleno mayo-
ritariamente detrítico, con algunos paquetes arcillosos de potencia métrica y decimétrica
(REY DE LA ROSA et al., 1981). El S-88-1 (Rubiana) perfora 252 m de detríticos; el S-
88-2 (A Rúa) 77.5 m; y en ningún caso se alcanza el sustrato. Sin embargo el S-88-3 (con-
fluencia Sil-Rubiana) alcanza el sustrato a 64 m, después de atravesar un nivel de bolos
cuarcíticos con matriz arcillosa (18 m) superpuesto a un nivel de arcillas marrones-ocres
con intercalaciones de arenas (REY DE LA ROSA et al., 1984). Por correlación, se inter-
pretó un medio fluvial de alta energía a techo de S-88-2 y S-88-3; un medio oxidante y
de baja enegía para S-88-1 y la base del S-88-3; y un eje central de subsidencia grande y
rápida (REY DE LA ROSA el al., 1984).
La cartografía regional señala algunos desgarres tardihercínicos (N-S), contactos
mecánicos en granitos (REY DE LA ROSA et al., 1981); un caracter distensivo para el
rejuegue de la falla del Sil y una conexión miocena entre O Barco, El Bierzo y el Duero
(APALATEGUI el al., 1981). En concreto, la Planicie de Brañuelas (1000-1100 m) sería
el retazo de la conexión entre El Bierzo y el Duero (SLUITER, 1964); Y la Superficie de
Las Médulas (900-800 m) el retazo de la conexión entre El Bierzo y O Barco.

2.7.4. El meandro de Montefurado

En las proximidades de San Román y Mancebico REY DE LA ROSA et al. (1981)


identifica un coluvial de arena blanca y abundantes cantos dispersos, que intercala nive-
les arenosos o microconglomeráticos matriz-sostenidos. En el resto de la cuenca alterna-
rían niveles detríticos rojizos con matriz limo-arenosa y abundantes cambios laterales de

53
Antecedentes

facies. En Villamuz y borde SE de la cuenca, REY DE LA ROSA et al. (1981) identifica


un conglomerado de cuarcitas, cementado por arena rojiza y discordante sobre las piza-
rras paleozoicas. Y en S. Miguel de Montefurado identifica una serie detrítica inversa.

2.7.5. La Fosa de Quiroga

En esta cuenca (figura 41) el sondeo S-49-1 (piscina municipal de Quiroga; ref. REY
DE LA ROSA et al., 1984) atraviesa 174 m de arcillas, antes de alcanzar sustrato piza-
rroso. Sin embargo las cartografías de superficie distinguen más litologías sedimentarias.
PLIEGO DONES et al. (1981) diferencia conglomerados y arenas con arcillas gris-ver-
dosas o blancas; y Vergnolle (1990) distingue hasta tres facies de conglomerados (fluvial,
torrencial, brechas) y un caracter arcósico en lafacies fina; atribuyendo al conjunto de la
Formación Quiroga, el caracter de serie inversa; caracter que justifica con una tectónica
sinsedimentaria. Apoya esta hipótesis en la observación de lechos torrenciales más fre-
cuentes y potentes hacia techo de la serie (Barxa de Quiroga); y en la interpretación de
una secuencia arenosa estratocreciente y granocreciente en el nivel superior del S-49-1.
(En realidad parece que se refiere a granoc1asificación negativa).
Según VERGNOLLE (1990) la arcosa es de tonos ocres; está estratificada; contiene
lentejones de arenas y bancos masivos de arenas finas y limos; y presenta granoc1asifica-
ción positiva. En cuanto a los conglomerados, los describe matriz-sostenidos; con esque-
leto cuarcítico y matriz arcósica; y les atribuye dos áreas fuente: una próxima para el
esqueleto y otra lejana para la matriz de arcosas. identifica la facies fluvial cerca de Castro
Caldelas y en los bordes de cuenca (Quiroga y A Rúa); observando lentejones más peque-
ños en Castro Caldelas y mayores en A Rúa. Identifica la facies torrencial como lechos de
potencia métrica, separados por niveles arcósicos. Y reconoce brechas en S Clodio, inter-
caladas en las arcosas.
La composición arcósica de la Formación Quiroga hace suponer a VERGNOLLE
(1990) un área fuente granítica; atribuyendo un caracter principal a las arcosas de
Monforte y un papel secundario a los Llanos de Castro Caldelas. Esta hipótesis la respal-
da con varias observaciones: afloramientos graníticos poco significativos al E de Quiroga;
evidencias de una paleo dirección W-E para los aportes arkósicos de la depresión de
Monforte de lemos (DE GROOT, 1974); y unas medidas de paleodirecciones.
Además, para justificar las diferencias de granulometría entre los diferentes depósitos
de la formación, propone la existencia de dos corrientes paralelas: los Corredores del Sil.
La corriente septentrional pasaría por Castro Caldelas y Quiroga y sería menos enérgica
que la meridional; que pasaría por A Rúa y O Barco.

54
Antecedentes

2.7.6. Los modelos tecto-sedimentarios

En el estudio del Terciario gallego existen dos enfoques contrapuestos: el paleogeo-


gráfico y el tectónico. Tradicionalmente el enfoque paleogeográfíco admitió un contexto
único y sincrónico para todos los afloramientos (BIROT y SOLÉ, 1954; NONN, 1966;
BRELL, 1974); atribuyendo a las fosas edades similares; y explicando la diversidad de
facies por la variabilidad paleogeográfica. Recientemente se ha propuesto la idea de una
superposición cronoestratigráfica (MARTÍN-SERRANO, 1982; VERGNOLLE, 1990);
utilizando la diversidad de facies como criterio de superposición estratigráfica (tabla 3).
En cuanto al enfoque tectónico, el planteamiento tradicional considera que las cuen-
cas constituyen cubetas que funcionaron como sistemas cerrados e independientes entre
si (HERAIL, 1976; 1979; 1984; OLMO, 1984; 1985); explicándose la diversidad de
facies por las diferentes historias tectónicas. En contraposición, MARTÍN-SERRANO
(1982) apunta la posible existencia de una única cuenca primigenia, de la que solo se
habrían preservado algunos retazos principalmente "en las fosas tectónicas o pinzados por
fallas inversas"; este plantemiento considera un episodio bio-rexistásico previo al episo-
dio tectónico.
Recientes observaciones en las Fosas del Sil señalan un caracter de cizalla siniestra
(E-W), con cierta componente inversa (N-S), para el episodio tectónico (VERGNOLLE,
1990); y su relación con la deformación intramiocena del margen continental (BOILLOT
y ROUSSEAU, 1972; BOILLOT, 1971; LEPRETE, 1979; DEREGNAUCOURT, 1981).
Por su parte, SANTANACH (1994) extiende el ámbito de influencia de la cizalla a
todas las las cuencas intramontañosas (El Bierzo, O Barco, A Rúa, y Quiroga); atribu-
yendo a la cizalla una dirección NE-SW; y suponiéndola una ramificación occidental del
Cabalgamiento Basal Pirenaico (C.B.P).
VERGNOLLE (1990) respalda la hipótesis de una cizalla con varias observaciones:
1) un cabalgamiento post-sedimentario del zócalo sobre la Formación Quiroga en Oval
(al N de O Barco). 2) las deformaciones del sedimento en las inmediaciones del escarpe
N de A Rúa y Quiroga (cantos perforados o tronchados y, en ocasiones, resquebrajados
por pequeñas fallas que afectan al sedimento); 3) un desgarre dextral que separa conglo-
merados fluviales y arcosas al E de Quiroga. El desgarre presenta una dirección paralela
al contacto de los dominios granítico y metamórfico (N20E). 4) Un banco limoso acuña-
do sobre arenas en S. Clodio (Quiroga). El acuñamiento se realiza mediante falla una
inversa paralela al borde de la cuenca (NE-SW).
Combinando las hipótesis de la cizalla post-sedimentaria y de los Corredores del Sil
VERGNOLLE (1990) elabora una secuencia de procesos: 1) sedimentación lacustre. 2)
Pulsos tectónicos e instauración de una red braided orientada SW-NE. 3) Acentuación del
relieve circundante; paso a un régimen torrencial (Quintela do Bolo). 4) Cizallamiento E-
W, que permitiría rejuegos de fracturas tardihercÍnicas (N20E y N70E) y compartimenta-
ción de los corredores del Sil en cubetas pequeñas.

55
VI ~
0'\ ::
~
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~

Etapa Plataf. continental Galicia Cuenca Duero Tectónica Clima


Jurásico-Cretácico sup Definición borde continental Superficie de Cumbres Nivel de Cumbres en Ss cuarcíticas Levantamiento Subtropical húmedo
Apertura golfo Bizkaia Alteríta (seríe caolinítica) Alterita (serie caolinítica) moderado
Cret. sup-Eoceno med Subdueci6n cantábrica. Fracturaci6n NW-SE y N-S Fracturación E-W Levantamiento
Discordancias cantábricas Se desmante1a la alterita Se desmantela la a\terita moderado
(intracretácica, intramiocena). Serie siderolftica Fracturación
Monoclinal sencillo atlántico. Residuales con rumbo hercíníco
Eoceno sup-Mioceno Episod. Siderolítico Episodio arkósico. Paroxismo Subtropical estacional
sup Cizalla intracontinental iniestra. Discordancia siderolítico/arcósico.
Cierre en fallas NW-SE. Endorreismo.
Apertura en fallas NE-SW. Paleoceno fallado.
Configuración Rías Fosa de Ciudad Rodrigo.
Levantamiento del Sis!. Central en bloques
Baculam al S del bloque NW.
Superf. Fundamental Zamorano-Salmantina.

Mioceno sup Reorganización relieve. Hundimiento sector N. Rejuegos Húmedo (Duero)


Rejuego fracturas E-W. NNE-SSW. Piedemonte fosiliza a residuales apalachianos Subtropical húmedo
Fract. Extensional transversa. Fin sedimentogénesís. (Galicia costa)
Sil drena W-E. Disminuye competencia fluvial.
Form. Quiroga. Ensanchamiento valles.
Fortn. Toral. Fin elaborac Supo Fundam. Zam-Sal.
Cuaternario Morfogénesis heredada pequeñas fracturas en glacis y terrazas

Tabla 4. Evolución morfa genética del MHP según la síntesis bibliográfica de MARTÍN-SERRANO (1994). (No se ponen las referencias biblio-
gráficas por razones de espacio).
Antecedentes

Tabla5.A
I 2 3 5
(PC) (SA) (SPE) (PA) (SI) (NI) (NC) (SI)
1770-1440 m J400-500m Pre-Eógena 2200-500 m 1770-550 m 1700-/{)()()m 1000-650 m
Miocerw med-sup pre-Miocerw pre-Míoceno Mesoz..-Terc. ínf pre-Eoceno med
(N2)
1000-750 m
(PI) (SCh) (SE) (SCh) (N3) (NGT) (SG) (SCh) (P,)
1250-900 m 500-300 m Eógeno 600-300", 750-550m pre-Paleoceno 500-300 m Sanoisiense-
Mioceno in! Mioceno in! (A".) Estampiense

(PB) (RpN)
750·650 m pre-Neóg€1W
Plioceno sup (PjN)
fil:i-Neógeno
(Pi)
fini-Oligoceno
(PV) (SP) (SAq) (S2)
3oo·1oom Pontiense Aqui,aniense S{)()-}OOm
CuaternariQ Mio-Pleistoceno
(EAS) (ST) (SL)
Villafranquiense TQrtoniense 100-0 m
Plio-Cuatemario

Tabla5.B
4 7 10 11
(NA1700) (R'600) 17IX!-1300 m

(NA,,,,,) (R,,,,,,) 1500-1300 m

(NI) 1300-1100 rn (SC) 1200-1100 m (NA,ooo) (R'200) 1300-1100 ID


Jurásico inf-med
(NI!) 1000-700 m (NF) 950-850 rn (NA900) (R lIJoo) 1050-700 m
Jurásíco inf-Cretácico med
(NIII) 800-600 rn (NI) 700-600 m (NA,oo) (R,oo) 900-700 m
Cretácico sup~Eoceno
medo
(Rwo) 700-600 m
(NlV) 500-400 m (NSJ) 500-400 m (R,oo) 600-500 m
Eoceno sup-Oligoceno supo
(FCV) 400-350 m (~) 500-300 m
(NV) 250-150 m
Mío-Plioceno

Tabla 5. Correlaciones entre las superficies identificadas en el NW del MHP. En la tabla 5.A se agrupan los
autores que distinguen cuatro o menos niveles; mientras que en la tabla 5.B se encuentran los
autores que distinguen cinco o más niveles. El nombre del aplanamiento se indica entre parénte-
sis, seguido de la altura y edad que se le atribuye.
Autores: I HERNÁNDEZ-PACHECO (1949); 2 BIROT y SOLÉ (1954); 3 NONN (1966); 4
COUDÉ-GAUSSEN (1981); 5 SOLÉ (1983); 6 VILLASANTE Y PEDRAZA (1984); 7 BRUMM
(1986); 8 MARTÍN-SERRANO (1988); 9 MARTÍN-SERRANO (1989); 10 PÉREZ-ALBERTI
(1990-1993); 11 Propuestas por VIDAL-ROMANÍ y YEPES. Superficies: Arr Arrasamiento con
relieves residuales; EAS Explanadas aluviales superiores; FCV Nivel de la Fosa de Chaves-Verín;
NI Nivel de Cumbres; N2 Escalón Superior; N3 Escalón Inferior; NI Nivel 1; NII Nivel Ir; NIII
Nivel III; NIV Nivel IV; NV Nivel V; NI Nivel Inferior; NA 1500 Nivel de aplanamiento en torno
a 1500; NC Nivel de Cumbres: NF Nivel Fundamental; NGT Nivel General de la Topografía; NSJ
Nivel de Sanjurge; PA Penillanura Antigua; PB Penillanura Baja; PC Penillanura de Cumbres; PI
Penillanura Inferior; Pi Pediplano inferior; Ps Pediplano superior; PfN Paisaje Fini-Neógeno; PV
Pais de Valles; R 1600 Replano 1600; RpN Relieve pre-Neógeno; SI Superficie Poligénica; S2
Superficie de Sustitución; SA Superficie Antigua; SAq Superficie Aquitaniense; SC Superficie
Culminante; SCh Superficie de Chantada; SE Superficie Eógena; SG Superficie Grabada; SI
Superficie Inicial; SL Superficie Plio-Cuaternaria; SP Superficie Pontiense; SPE Superficie pre
Eógena; ST Superficie Tortoniense.

57
CAPÍTULO 3

ANÁLISIS GENERAL DE LAS


SUPERFICIES DE EROSIÓN EN EL
SE DE GALICIA
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

3. ANÁLISIS GENERAL DE LAS SUPERFICIES DE EROSIÓN EN EL SE DE


GALICIA

3.1 INTRODUCCIÓN

El área cartografiada (figura 12) se distribuye desigualmente entre las provincias de


Lugo y Ourense. Sus límites son los de las hojas del M.T.N. a escala 1:100.000, núme-
ros: 4-5 y 4-6, correspondientes a las localidades de Monforte de Lemos y Xinzo da
Limia. El territorio puede describirse como un conjunto de replanos topográficos (figura
13), enlazados por vertientes relacionadas con la estructura; el conjunto se puede definir
como un mosaico de block mountains entre los que se intercalan, en ocasiones, depre-
siones de origen tectónico rellenas de sedimentos. Geológicamente, la mayor parte del
área estudiada pertenece a la Zona de Galicia-Tras-Os-Montes (FARIAS, 1990; en:
BARRERA MORATE et al., 1989); tan solo en el tercio NE, está representada la Zona
Asturoccidental-Leonesa.
En la zona S de Galicia y N de Portugal existen numerosos estudios geomorfológicos
(HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949; BIROT y SOLÉ, 1954; NONN, 1966; VILLASAN-
TE y PEDRAZA, 1984; MARTÍN-SERRANO, 1989; 1994a y 1994b; VERGNOLLE,
1990; PÉREZ-ALBERTI, 1990; 1993) que admiten una morfología en teclas de piano
(BIROT y SOLÉ, 1954). Esta morfología se interpretó como la expresión de una tectóni-
ca de bloques en régimen distensivo. Sin embargo, las observaciones presentadas sugie-
ren una tectónica de bloques en régimen compresivo; en la que existirían movimientos de
bloques por fallas direccionales (figuras 14, 15, 16).

3.2. EL PROBLEMA DE LAS DATAClONES

Las características morfológicas del área estudiada, son generalizables al S de Galicia


y N de Portugal: 1) Los ríos están muy encajados. 2) Las zonas de mayor altitud media
coinciden con los relieves menos contrastados. 3) Las zonas bajas (200-300 m) muestran,
por el contrario, una topografía compleja donde abundan los relieves residuales. 4) Las
fracturas regionales separan extensas áreas, a diferentes alturas, que limitan pequeñas
fosas; este paisaje fue denominado por HERNÁNDEZ-PACHECO (1949) como relieve
en gradería; y presupone la existencia de bloques desnivelados. 5) Sólo se han localiza-
do sedimentos en cinco fosas, todas ellas situadas entre los 250 y 650 m de altitud. Con
excepción de estos casos los depósitos no existen o son escasos. 6) Geológicamente es un
territorio viejo, pero su relieve está rejuvenecido.
La inexistencia de sedimentos hace muy difícil reconstruir los movimientos de los dis-
tintos bloques delimitados por fracturas así como la comprobación, o mejora, de la hipó-
tesis de una tectónica en teclas de piano (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949; BIROT y
SOLÉ, 1954; NONN, 1966; VILLASANTE, 1984; MARTÍN-SERRANO, 1989; 1994a y

61
Análisis general de las supeljicies de erosión en SE de Galicia

Mo

Po

20km

Figura 12. Esquema topográfico del SE de Galicia y N de Portugal. Este área constituye la zona a
la que se presta mayor atención en el presente trabajo. Leyenda: 1 0-400 m; 2400-800
m; 3 800-1200 m; 41200-1600 m; 51600-2000 m; 62000-2400 m; 7 río; 8 población;
Al AlIariz; B O Barco; Ba Bande; Br Braga; C Carballiño; Ce Celanova; Ch Chantada;
Co Cualedro; Cv Chaves; G A Gudiña; L Lobios; Lu Luintra; M Maceda; Me Melga«o;
ML Monforte de Lemos; Mo Mon«ao; Ou Ourense; Po Ponte da Barca; R A Rúa; Ri
Ribdavia; P Ponferrada; PB Puebla de Brollón; PS Puebla de Sanabria; Q Quiroga; VB
Viana do Bolo; Ve Verín; Vf VilIafranca del Bierzo; XL Xinzo da Limia.

1994b). Por este motivo parece más oportuno buscar otros criterios en los que basar la
argumentación de la morfogénesis del área seleccionada. Estos criterios son: los replanos
topográficos, y su estado de degradación; el análisis de la red fluvial; la fracturación; y las
alteraciones.

3.3. LOS REPLANOS O APLANAMIENTOS

En este trabajo se han llegado a distinguir hasta ocho aplanamientos (tabla 6). Para la
definición de los replanos no se ha utilizado, únicamente, el criterio de la altura. Como se
verá más adelante, la mayoría de los replanos llevan asociados unas superficies interme-
dias que, por su inclinación o gradación, podrían interpretarse como superficies degrada-
das, glacis o rampas.

62
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

~
.,.,
- A,ooo

, :R ~ " ',. ,
1000

5;]8 ~9
o 5 10 km
I I
Figura 13. Mapa geomorfológico. Leyenda: 1 Escarpe de replano topográfico. 2 Terraza erosiva;
Retazo residual. 3 Relieve residual: Colina cónica, tronco-cónico, castle-kopje. 4
Cresta por degradación fluvial; relieve estructural sobre traza axial de pliegue hercíni-
ca. 5 Escarpe fluvial moderado; deslizamiento. 6 Glacis degradado: deposicional, ero-
sivo. 7 Río; depósito terciario-cuaternario. 8 Replano topográfico. 9 Población: ML
Monforte de Lemos, Ou Ourense, XL Xinzo da Limia.

63
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

Entre las superficies, a veces existe una transición gradual y uniforme que dificulta
establecer un límite neto. Por este motivo se ha preferido definir las envolventes de los
replanos. Para ello se tomaron, como base, los restos mejor conservados de cada superfi-
cie; y se les asociaron los retazos de superficie degradada que se encontraban adosados; o
incluso las incisiones fluviales si, por su dimensión, lo permitía la escala de trabajo.
Por tanto, solo se podría dar un caso en el que coincidirían la envolvente y el límite
morfológico real de la superficie: cuando la superficie estuviese delimitada por una frac-
tura neta; y el borde de la superficie no hubiese sido degradado. Según este criterio los
replanos vienen definidos topográficamente por la altura que señala la superficie; que no
siempre será la altura máxima ni la mínima. La altura máxima vendría señalada por los
relieves residuales más representativos de una superficie anterior; y la altura mínima, por
las superficies degradadas que se encuentren adosadas.
Por otra parte la regularidad que muestra la distribución altitudinal de los replanos es
aparente. De forma intuitiva se puede comprobar en el esquema de situación (figura 12);
no obstante se calculó la extensión para cada replano a partir de la figura 13 (tablas 6 y
7). El resultado demuestra que la distribución espacial no es equiareal; el caracter princi-
pal de las superficies R600 (24.7%)y R lOOO (10.9%); la respetable extensión de las fosas
(11.9%); y un avanzado estado de degradación (vertientes y valles, 40.7%).

3.3.1. El Replano de Serra de Queixa (R 1600)

El Replano de Serra de Queixa se conserva bien en los extremos septentrionales de la


Serra de Queixa-San Mamede (Cabeza de Manzaneda, 1781 m); mientras que en el borde
meridional se encuentra muy degradado, alcanzando la cota mínima en los Altos de
Ganzedo (1330 m). Una alineación estructural NE-SW, es aprovechada por el Río Návea
para definir, de forma neta, el borde occidental de la Serra de Queixa. Hacia el SE el repla-
no se prolonga ligeramente degradado en los Montes do Invemadoiro (1550 m), o en
relieves residuales situados sobre el Replano de Chaguazoso (Brotiais, 1532 m). En un
sector más occidental, los Altos de San Mamede (1618 m) y Acebral (1600 m) constitu-
yen dos retazos de la misma superficie; ambos se encuentran en una zona muy afectada
por la intensa erosión que realiza el Río Návea.
Parece existir una cierta relación entre morfología y litología. En efecto, sobre grani-
tos se definen relieves suaves y redondeados (embotados) que marcan las alturas culmi-
nantes (Cabeza de Manzaneda, 1781 m; los Majadales, 1750 m). Estos relieves se inter-
pretan como residuales de una superficie anterior. Por el contrario, sobre litologías meta-
mórficas (cuarcitas y pizarras principalmente) se hace más acusado el contraste por ero-
sión diferencial; y las cotas alcanzadas son ligeramente inferiores (Pereixada, 1501 m).
En este replano existe desarrollo general de una cubierta regolítica y numerosos relie-
ves residuales: castle-kopjes sobre granitos; y colinas cónicas sobre cuarcitas y pizarras.

64
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

\
N c=J
A ~
~... -. 2

L EJ 3

G __ ---o
4

\
D 5

D 6

,6
0 7

o 10km
I

Figura 14. Esquema morfoestructural de las cuencas terciarias del SE gallego. Leyenda: 1 Fractura;
fractura supuesta. 2 Fractura con indicación de bloque hundido; cabalgamiento. 3
Dique tardihercínico. 4 Sentido del movimiento alpino deducido. 5 Río. 6 Terciario-
cuaternario. 7 Población: Bóveda, Laza, Lugo, Maceda, Monforte de Lemos, Ourense,
Quiroga, Verín, Xinzo da Limia.

65
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

4 Ou 5 R400 6 _ 7.° 5 101m

Figura 15. Hipótesis del funcionamiento de bloques en el sector SE gallego durante la Orogenia
Alpina. Leyenda: 1 pulso con movimiento a favor de fracturas NE-SW; 2 pulso con
movimiento a favor de fracturas NNW-SSE a NW-SE; Leyenda: 1 Escarpe de replano
topográfico. 2 Terraza erosiva; Retazo residual. 3 Relieve residual: Colina cónica, tron-
co-cónico, castel-kopje. 4 Cresta por degradación fluvial; relieve estructural sobre traza
axial de pliegue hercínico. 5 Escarpe fluvial moderado; deslizamiento. 6 Glacis degra-
dado: deposicional, erosivo. 7 Río; depósito terciario-cuaternario. 8 Replano topográ-
fico. 9 Población: ML Monforte de Lemos, Ou Ourense, XL Xinzo da Limia.

66
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

\
N

-- ---- I

\ -.- 4
-x - 5
\ -_ 6

• km
L

- - .....
\
\
\.... / "\
(\ T- / I
el ' ~--
'\,

" ,
I
\
,
)
/

Figura 16. Esquema tectónico de la Falla de Maceda, sector Fosa de Verín. Simplificado a partir de
Roel y Toyos (1993), Mapa 3. Leyenda: 1 Trazado de capas; 2 Anticlinal de Fase 1; 3
Sinclinal de Fase 1; 4 Antiforma de Fase III; 5 Sinforma de Fase III; 6 Falla; 7 Sentido
de movimiento en falla; 8 Zona de Cizalla Dúctil del Rodicio (ZCR).

67
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

Replano Ref Altura Extensión %


Serra de Queixa Rj600 1700-1300 18.8 2.38
Chaguazoso R1400 1500-1300 15.5 l.96
Serra do Burgo R1200 1300-1100 13.8 1.75
Castro Caldelas RlOoo 1000-700 86.6 10.9
Baldriz R800 900-700 33.3 4.2
Xinzo da Limia R600 700-600 196.1 24.7
Chantada R500 600-500 41.6 5.2
SabadelJe ~OO 500-300 23.3 2.9
Fosas 94.4 11.9
RóoO+R500+~sas 279.4 35.2
Vertientes y v~l.es 40.7
TOTAL 793 100

Tabla 6. Relación de replanos identificados en la zona estudiada; rango de alturas en el que se desa-
rrollan y extensión que ocupan. También se incluyen la extensión calculada para las
fosas y las vertientes. El cálculo de la extensión se realizó a partir de la figura 13.
Leyenda: Altura distribución altitudinal, en m, de los replanos; Extensión extensión del
replano en km2 ; Ref Código de referencia del replano; con indicación de la altura
media de los retazos bien cnservados; Replano Topónimo utilizado para describir el
replano; % porcentajes referidos al total del área estudiada.

R1 Cuenca HMax Hmin


R6QO Xinzo 680 620
R6QO Monforte 750 300
R600 Maceda 750 530
Rloo Lañoa 410 390
RSOO Chaves-Verín 550 350
¿R¡OOO? Quiroga 400 260
¿R600? Montefurado 520
R6QO Larouco 550 300
¿R600? O Barco 550 300
¿R600? A Rúa 550 300
RSOO El Bierzo 650 450

Tabla 7. Superficies de erosión asociadas a las principales cuencas del SE gallego. También se indi-
ca las cotas que señalan los depósitos. Leyenda: Ri aplanamiento; H Max altura máxi-
ma (m); H min altura mínima (m).

Interpretamos esta superficie como de origen etche (superficie de corrosión química o gra-
bada). La conservación de las pías (vasque) en los castle-kopjes del Alto de San Mamede,
y los restos del manto original de alterita indican que, a pesar de la altura, en este punto
del macizo no hubo un desarrollo de glaciarismo durante el Cuaternario. Este hecho ya
había sido observado en otras zonas graníticas (VIDAL ROMANÍ et al., 1994a; 1994b).

68
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

Hacia el SE, el borde oriental del R l600 enlaza con la superficie de A Gudiña-Viana
do Bolo. Esta superficie marcaría un aplanamiento en tomo a los 1000 m; bastante degra-
dado hacia el N. Ambos replanos, R l600 y R lOOO ' se articulan por dos escalones de alturas
decrecientes hacia el E (1400 Y 1200 m); resultado del encajamiento de la red fluvial; y
se correspondería con el que afecta a la vertiente W de las Serras do Eixe-Segundeira.
Estas serras también se pueden asimilar a un R1600.
Por su parte, el borde meridional de Cabeza de Manzaneda está definido por un escar-
pe neto (alineado en dirección NW-SE), al N del cual sólo se identifican algunos restos
muy degradados del R1600.
El contorno del aplanamiento está delimitado por dos sistemas de fracturas; uno de
dirección NE-SW, y otro, subordinado al anterior y de dirección NW-SE. Ambos siste-
mas podrían haber dislocado el replano en algún momento del Mesozoico o Cenozoico.
Apoyan esta hipótesis las correlaciones que muestran con otras lineaciones estructurales:
el eje en el que se alarga la Fosa de Xinzo de Limia; el escarpe W de la Serra do Burgo
(algo degradado en la actualidad); y el escarpe que muestra el R600 cuando se articula con
el R400 en las proximidades de Paderne-Taboadela.
La prolongada erosión en la cabecera del Río Návea habría desmantelado la superficie
inicial hasta el grado de vaciarla, de reducirla al contorno inicial de la misma. Es lo que
damos en llamar una morfología de superficie hueca. Esto puede verse en la distribución
de las principales cumbres; que se agrupan asemejando una herradura abierta hacia el N.
En el interior de la herradura habría desaparecido el aplanamiento casi totalmente; tan solo
se habrían preservado unos residuales en la zona central (Altos do Acebral, 1606 m).

3.3.2. El Replano de Chaguazoso (R 1400)

El Replano de Chaguazoso se puede interpretar como un escalón inferior del R1600.


En el sector de la Serra de Queixa se identifica en los Llanos de Chaguazoso, Portela das
Merendas (1400 m), Serra do Fial das Corzas (1400-1200 m) y Altos do Gancedo (1300
m); En la Serra de San Mamede las extensiones del rep1ano son más pequeñas y menos
numerosas: As Donas (1279 m), Lombo dos Gavianes (1360 m) y O Marco (1400 m).
Hacia el E se correlaciona con los Llanos de Lamalonga (1445 m), y la Serra do Cañizo
(1469 m), en la vertiente occidental de la Serra do Eixe; y hacia el S con la superficie de
cumbres de la Serra de Gerez-Xurés (1556 m). En los valles de los ríos Návea y Camba
se han preservado extensos retazos de superficies-terraza correspondientes a este aplana-
miento, que señalan la existencia de una red fluvial muy antigua, con una geometría radial
centrífuga desde el R 1600 (tabla 8).
Este replano, presumiblemente por su situación respecto a los vientos dominantes con
acumulación de nieve preferente, permitió el desarrollo de glaciarismo al menos en el
Pleistoceno final (VIDAL ROMANÍ et al., 1994a y 1994b) en dos zonas: Chaguazoso

69
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

(HERNÁNDEZ-PACHECO, 1958; PÉREZ ALBERTI, 1990; VID AL ROMANÍ, 1994a


y 1994b); Y Embalse de San Agustín, R Bibei (HULT, 1889; SAENZ RIDRUEJO, 1968).
La conservación del recubrimiento de alteritas, desmantelado en parte por la erosión
glaciar, permite asignar a este replano un origen etche (superficie de corrosión química o
grabada). De manera similar al R 1600 , el R 1400 en el área de Chaguazoso, también se
puede considerar una superficie hueca. En este caso ha sido la erosión glaciar la que prin-
cipalmente provocó el vaciado del replano en el sector central, dejando un reborde peri-
metral de relieves residuales que definen las cotas más altas del replano.

DIRECCION RIO R sUQerior R inferior


N-S
SW-NE Návea, Mao R 1600 RlOOO
W-E
NW-SE Camba, Conso Rl600 RlOOO
NNW-SSE Támega, Baldríz R 1600 ~OO
NE-SW Limia, Arnoia R60Q ~OO
E-W
SE-NW

Tabla 8. Cursos fluviales que parten de la Serra de Queiza-San Mamede. Direcciones y replanos
superior e inferior entre los que existen evidencias de la red.

3.3.3. El ReplaDo de la Serra do Bugo (R 1200)

La única representación de este nivel en la zona estudiada es el replano de la Serra do


Burgo. Se trata de una cuerda secundaria de la Serra de San Mamede alargada en direc-
ción NE-SW. Sus límites vienen definido, en el borde occidental, por un escarpe morfo-
estructural de dirección NE-SW, en el que se observan algunos piedemontes. En cuanto al
límite oriental viene definido por el encajamiento del Río Návea.
Sobre el replano de la Serra do Burgo se observan paleo-valles amplios de fondo
plano. A estos paleo-valles se adosan pequeños bancales interpretados como retazos de
terrazas erosivas. Sin embargo no hay depósito alguno, si se exceptúa un manto de alte-
ración. La dirección de circulación de la paleo-red sería de SW a NE, concordante con la
actual del Río Návea.
Este aplanamiento podría correlacionarse con las superficies de las Serras de Gerez-
Xurés, Pisco, Pena y Larouco. Estas superficies constituyen como estrechos bloques, alar-
gados en dirección NE-SW, entre los que se definen amplios valles. Los principales valles
corresponden a los encajamientos de los ríos Salas, Cábado, Rábago y Porto de Rei. Los
fondos de estos valles se encuentran a unas alturas equivalentes al replano Rsoo'

70
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

Este replano, debido a su situación respecto a los vientos dominantes, permitió el


desarrollo de glaciarismo durante parte del Cuaternario en la zona de la Serra de Gerez-
Xurés (SCHMIDT-TOMÉ, 1978; VIDAL ROMANÍ et al., 1990b; 1992).

3.3.4. El ReplaDo de Castro Caldelas (R lOOO )

El Replano de Castro Caldelas tiene una buena representación en el área estudiada. Se


encuentra adosado a las Serras do Courel, Queixa y San Mamede. En el sector Queixa-
San Mamede, los Llanos de Castro Caldelas constituyen el retazo más representativo;
sobre ellos pueden reconocerse restos de terrazas de la antigua red de drenaje, de direc-
ción SW-NE; en la actualidad parcialmente capturada por el Río Sil. La erosión provoca-
da por esta antigua red, actualmente recorrida por el Río Edo, ha empezado a vaciar el
replano. En este punto el R lOOO se encuentra fuertemente degradado; y se va transfor-
mando en una superficie hueca (figura 17). Las características del R lOOO son similares a
las descritas en los replanos R 1600 y R 1400 .
Este aplanamiento está delimitado por la Serra do Burgo, al S; la Falla de Maceda, al
W; y el encajamiento del Río Sil, al N. En la otra margen del Río Návea, en la vertiente
N de Cabeza de Manzaneda, los Llanos de Puebla de Trives constituyen un retazo, algo
más degradado, del RlOOO'
Entre las Serras de Queixa y Eixe-Secundeira, se distingue un retazo de esta superfi-
cie: el Replano de A Gudiña-Viana do Bolo. Este aplanamiento se muestra bastante
degradado hacia el N; y señalaría un nivel de base antiguo, que correspondería al trazado
de un paleo-Camba y paleo-Bibei. En conjunto, el aspecto que muestra es el de un corre-
dor; que iría desde A Rúa hasta A Gudiña. Este mismo nivel se sigue en las Serras de
Entirnos, Texeiras y Llanos de Carracedo da Serra.
En el extremo suroccidental de la Serra de San Mamede se han interpretado, en las
proximidades de Correchouso, Toro y Portocamba, diversos replanos como superficies-
terraza o paleocauces. Estos vestigios demuestran la existencia de un proceso de incisión
de la red NW-SE y su captura por otra red de dirección S-N (figura 13).
En el borde occidental de la Serra de San Mamede existe un retazo del R lOOO degra-
dado por la incisión fluvial. Este retazo degradado, señala una prolongación meridional al
escarpe de la Falla de Maceda.
En la Serra do Courel el replano R lOOO se equipara al nivel general de cumbres: Serras
de Peña Redonda y Trapa, Llanos de Maceiras (Quiroga). Este nivel marcaría con un
escarpe estructural, orientado en dirección NW-SE, el extremo oriental de la fosa de
Monforte de Lemos.
A escala regional el R lOOO se podría correlacionar, por su altitud, con las Serras de
Oribio, en Sarria; Faro (1187 m), en Chantada; y Faro de Avión (1155 m), en A Cañiza.

71
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

Figura 17. Esquema evolutivo del desmantelamiento de un aplanamiento por erosión fluvial.

El R lOOO es una superficie erosiva de origen fluvial, con varios niveles de incisión y
depósitos asociados (BARRERA MORATE et al., 1989; VERGNOLLE, 1990). Sobre
ella se distinguen aún residuales de una superficie más antigua: Monte Meda (1321 m),
Monte Cerengo (1235 m), Monte. Legua (1311 m), Cabeza Grande (1249 m). Y al menos
alguno de sus bordes corresponden a escarpes morfo-estructurales: Falla de Maceda,
NNW-SSE; Río Sil, WSW-ENE; Serra da Pena Redonda, NW-SE.

72
Análisis general de las superficies de erosión en SE de GaUcia

3.3.5. El ReplaDo de Baldriz (R soo)

Por debajo del R lOOO la siguiente superficie, con dimensiones apreciables a la escala
de trabajo, es el Replano de Baldriz. Esta superficie está representada en Esgos por los
Altos da Virxe do Monte; y en Xinzo da Limia por los bordes de la fosa (excepto el sep-
tentrional, equiparable al R 600 ) y por la Serra da Medorra, que se alarga en dirección NE-
SW compartimentando la fosa en dos.
Hacia el S del área estudiada se reconocen retazos del Rsoo entre Baltar y Cualedro; y
en los extensos interfluvios de los sectores Chaves-Bragan~a y Alcañices (Zamora)
(MARTÍN-SERRANO, 1988). Los límites del Rsoo coinciden con lineas estructurales,
como ocurría en el RlOOO. También el origen del Rsoo es debido a una erosión fluvial; dis-
tinguiéndose, en las inmediaciones de Baldriz, tramos de una paleored con dirección NW-
SE. Sobre esta superficie se observan varios residuales: Monte. Meda (1094 m), Monte.
Talariño (984 m), Monte. Penamá (927 m).
En otros retazos equiparables al R soo ' se conservan igualmente huellas de retoque flu-
vial. Es el caso de: 1) las cuerdas degradadas de Pene lo (849 m), en Quiroga, y Serra de
Pena Redonda (Monforte); 2) las terrazas erosivas de los ríos Sil (Parada do Sil y A
Teixeira), Lor, Támega, Riveiriña y Parada; y 3) las rampas tipo glacis-terraza que hay en
las vertientes del Río Sil, al E de Castro Caldelas.

3.3.6. El ReplaDo de Xinzo da Limia (R 600)

El Replano de Xinzo da Limia es continuo en ambas márgenes del Río Miño, entre
Rábade (Lugo) y Ribadavia (Ourense) definiendo un nivel de arrasamiento con desarro-
llo regional. En áreas más septentrionales se identifican retazos de esta superficie en la
Cuenca de Rábade y la Dorsal Galaica: Serra da Loba, Cordal de Montouto.
Posiblemente es previa al inicio de la sedimentación en la Cuenca de Xinzo; que, como
veremos más adelante, es la más antigua de las cuencas sedimentarias incluidas en este
estudio (Chaves-Verín, Lañóa, Maceda, Monforte de Lemos, Quiroga y Xinzo da Limia).
En el tramo Rábade-Portomarín, el R 600 se sigue desde las estribaciones orientales de
la Dorsal Galaica hasta las Serras del Mirador y Punazo, al E; en total, una franja de 40
km paralela al curso del Río Miño (figura 13). Entre Portomarín y Os Peares la Fosa de
Monforte define el límite E del replano; disminuyendo su extensión a 20 km, de E a W.
En este tramo el Río Miño define un trazado de dirección N-S y su encajamiento alcanza
los 400 m. Entre Os Peares y Mon~ao la erosión del Miño ha desmantelado gran parte del
R 600 para sustituirlo por un R400. En la margen W solo se identifican algunos retazos en
la cabecera del Río Avia y en A Cañiza; mientras que al E de la alineación Taboadela-
Esgos, el R600 llega hasta la Falla de Maceda.

73
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

En el borde meridional de la Fosa de Monforte se individualizan dos retazos más del


R600 , sobre los que se conservan residuales que aprovechan los ejes de pliegues hercíni-
cos, con direción NW-SE (BARRERA MORATE et al., 1989). Se trata de las Serras do
Marroxo-Monte Vidual (680 m, 816 m) y la Serra de Auga Levada (887 m). Por su altu-
ra topográfica y morfología similar a los residuales de la Sierra de la Culebra, pueden
equivaler a los restos de la superficie de erosión finimiocena de MARTÍN-SERRANO
(1991), nuestra RgOO; que habría sido degradada, según este autor, antes del Terciario.
Estos relieves se siguen por la fosa de Monforte (Sierra de Moncai, 531 m), y volvemos
a identificarlos en su borde NW (S erra das Penas, 787 m). También se conservan resi-
duales sobre áreas graníticas, que podrían ser los restos de la superficie finimesozoica de
MARTÍN-SERRANO (1991): Monte. Pozu (764 m), en A Peroxa; Monte. Cabalo (732
m), en Luintra; Monte. Boa (692 m), en Taboadela; y Alto del Portelo (834 m), en
Xunqueira de Ambía.
La concavidad del perfil NW-SE de la Fosa de Monforte (figura 18) puede interpre-
tarse, dada la escasa deformación de los sedimentos, como el paleorelieve de la cuenca.
Otros autores la suponen originada por basculamiento de bloques durante la Orogenia
Alpina (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949; BIROT y SOLÉ, 1954; MARTÍN-SERRANO,
1991; 1994a; 1994b). Sin embargo parece aventurado basar en datos tan ténues la idea del
basculamiento de bloques, ya que la única medida realizada sobre los depósitos contabi-
liza un basculamiento de lº hacia el E en la Formación Iris (DE GROOT, 1974).
Por idéntica razón, la inclinación del R 600 que se observa al NW de la fosa de Xinzo
se supone debido a las erosión fluvial, como lo confirman los restos de superficies-terra-
za del Río Amoia, que se conservan en Allariz y Xunqueira de Ambía.
Además de las descritas, en el Río Sil y en otras zonas de la red se conservan terrazas
erosivas, más o menos degradadas, equivalentes a un R600 , sería el caso de La Rasa (560
m), en la confluencia del Cabe; y de Peña Grande (613 m), en Quiroga.

Moncai Auga Elevada Cerengo


Serra das Penas 1234 m
680 m
531 m 887 m

R. Lar R.Sil
NW 1 SE
R. Cabe
I I
I

Figura 18. Perfil topográfico I-I' de la fosa de Monforte de Lemos, aproximadamente NW-SE.

74
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

Sin embargo, a escala regional la distribución del R600 parece condicionada por fac-
tores estructurales, al menos en algunos casos. Como se deduce por sus límites con los
replanos que le rodean. Por ejemplo: 1) En el extremo occidental, choca contra el Macizo
Galaico Portugués definiendo un escarpe de dirección N-S; 2) En el extremo oriental,
limita con los Llanos de Castro Caldelas (R JOoo ) y la Serra de San Mamede (R 1600)
mediante un escarpe de falla de dirección NNW-SSE (Falla de Maceda); 3) En las inme-
diaciones de Ourense, el límite que define con el R400 es un escarpe, de dirección NE-SW,
que se puede seguir por Allariz, Taboadela y Esgos; y 4) al S de la Fosa de Xinzo se
observa una fractura (NE-SW), con dique de diabasas asociado (BARRERA MORATE et
al., 1989), que está fosilizada por los sedimentos de la cuenca. Esta fractura constituye la
prolongación meridional del escarpe que limita la fosa de Xinzo por el W.

3.3.7. El Replano de Chantada (R soo)

Este nivel nunca se ha desarrollado en grandes extensiones. Su distribución se asocia


al R600, y al encajamiento de los principales cursos fluviales. Las terrazas erosivas más
importantes se relacionan con los ríos: Miño (Monte. Guimil, 561 m); Cabe (Lomís, 500
m); Lor (en la confluencia con el Río Sil, 539 m); Amoia (Xunqueira de Ambia, 520 m;
Allariz, 500 m); Támega (Laza, 540 m); y Sil (A Teixeira, 540 m). En este último punto
aún se conservan restos del depósito.
La abundancia de terrazas erosivas, en tomo a 550 m.s.n.m., está muy generalizada en
el SE gallego. A partir de este nivel el encajamiento de la red es muy pronunciado, (ríos
Miño y Sil). El hecho de que estos cursos no interfieran con la formación y desarrollo de
las fosas de Maceda, Monforte y Xinzo permite atribuir al Rsoo una edad anterior a las
fosas. Esta antecedencia ya había sido mencionada por MARTÍN-SERRANO (1989;
1993; 1994); que asignó al trazado de los ríos una edad pre-miocena.
En tres puntos el Rsoo alcanza su mayor expresión: 1) Chantada; 2) alrededores de
la Fosa de Monforte (Puebla de Brollón y Sober al S; Ferreira de Pantón al W); y 3) en
la Fosa de Maceda (con una altura media de 550 m). En estos tres casos los límites están
definidos por la estructura. En efecto, en Chantada el borde meridional del Rsoo viene
definido por un escarpe NE-SW, a favor del cual se encaja el Río Asma. En el borde
septentrional, cerca de Portomarín, viene señalado por el escarpe de los Montes S.
Cristobal (826 m) y Rego (756 m), de dirección ENE-WSW. También interpretamos
como debido a la estructura las capturas de los ríos Sardiñeira-Portiño y Arroyo
Saviñao por el río Miño.
Por lo que respecta a los alrededores de la Fosa de Monforte; se realizaron tres obser-
vaciones más que apoyan la relación entre morfogénesis y estructura. En Ferreira de
Pantón (borde W de la Fosa), los límites del Rsoo son dos fracturas orientadas NNE-SSW.
Estas fracturas delimitan un pequeño replano (Replano de Ferreira de Pantón, 450 m) que

75
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

constituye un escalón entre el R600, al W, y la subfosa de Sober (350 m) al E. En la car-


tografía de estas fracturas se señala un dique de cuarzo asociado (BARRERA MORATE
et.al., 1989) que actuaría como elemento resistente. Por último, se observan varias captu-
ras fluviales en las inmediaciones de la fractura (captura del Arroyo Regueiro-Rexidoira
por el Río Cabe en Tribás de Escairón). Los cambios de dirección señalados por los codos
podrían entenderse como una expresión morfológica de la actividad tectónica; en concre-
to, serían coherentes con un movimiento direccional dextral en las fracturas.
En el borde S de la Fosa de Monforte (Sober-Puebla de Brollón); los codos de los
Arroyo Lama-Santé y Monretán parecen señalar un proceso de capturas de una red anti-
gua, y de dirección W-E, por otra red más moderna y endorreica o por lo menos centrí-
peta. La red moderna drenaría hacia el centro de la cuenca y posiblemente fuese sin-
crónica a la sedimentación en ella. Por otra parte, en este sector se han observado unos
diques de pórfidos y microganitos porfídico (BARRERA MORATE et al., 1989). Estos
dique son paralelos al escarpe meridional de la Fosa (SW-NE); y se pueden seguir hacia
el S por los escarpes de Lañoa y A Derrasa (R4oo )' Esta segunda familia de diques pare-
ce desplazar un pórfido granodiorítico, que se considera post-cinemático (BARRERA
MORATE et al., 1989).
La tercera zona donde el Rsoo alcanza un desarrollo significativo es la fosa de Maceda;
y también en este punto el replano está relacionado con la estructura. La fosa viene limi-
tada por un gran escarpe orientado NNW-SSE, paralelos al cual se observan varios diques
de cuarzo. La importancia del escarpe es evidente (30 km de longitud, 400 m de desni-
vel).
Las diferencias de cotas que existen entre los replanos Rsoo y R600 , siempre inferiores
a 100 m, hicieron que otros autores dividieran la Superficie Fundamental, en dos pedi-
planos (BIROT y SOLÉ, 1954; MARTÍN-SERRANO, 1989; 1993). No obstante, también
se podría interpretar el Rsoo como un conjunto de bloques del R600 hundidos y, en algu-
nos casos, aparentemente basculados. De hecho los replanos de Puebla de Brollón y Sober
parecen formar una unidad con las Serras de Marroxo-Vidual y Auga Levada. La pen-
diente topográfica de esta superficie (entre 0.5 Q-2 Q) es similar a la de la linea de cumbres
de Serra de Auga Levada.

3.3.8. El Replano de Sabadelle (R 400)

El Replano de Sabadelle se sitúa en las inmediaciones de Ourense ciudad y en Bóveda.


Además se observan algunas terrazas erosivas de los ríos Miño, Sil y Támega que podrí-
an equipararse a este nivel: 1) Miño: en la confluencia del Río Búbal (Os Peares); en la
confluencia del Río Barra (Barra do Miño). 2) Sil: en la confluencia del Río Bibei (Monte

76
Análisis general de las superficies de erosión en SE de Galicia

Furado), en Quiroga y en la confluencia del Edo (A Teixeira). Y 3) Támega: asociado al


fondo del Valle de Laza, entre 510-400 m.s.n.m.
Al E de Ourense, en el Polígono Industrial de San Ciprián das Viñas, se identifican
algunos depósitos de una red fosil correspondiente al Río Laña. Este curso habría sido
capturado por el Miño en las inmediaciones del Embalse de Cachamuiña. El antiguo tra-
zado del Laña drenaría en dirección NE-SW; y sería paralelo al curso actual del Miño
entre Os Peares y Ribadavia. Estas observaciones permiten identificar el R 400 como
superficie epigénica de acumulación, que en el entorno de Ourense ciudad (límites de las
cuencas de Barra, Laña y Barbaña) corresponde a una superficie etche (superficie de
corrosión química o grabada) muy degradada con abundantes residuales de tipo insel-
berg: colina cónica, castle-kopje y tor; berrocales; y alveolos de alteración (San Ciprián
das Viñas y Faramontaos-Lañoa). Tan solo en los bordes superiores de esta superficie
degradada se conservan las cotas originales (A Peroxa, Pademe, Llanos de Sabadelle y
Monte Alegre).
Todas estas observaciones apuntan un origen del R 400 por corrosión química
(etched), al que se habría sobreimpuesto una red fluvial que retocaría la superficie y la
desmantelaría en parte.
En lineas generales, el R400 equivale a la Superficie de Sustitución, 8 2 (VILLASAN-
TE, 1984), aunque algunas de sus características de la red fluvial parecen indicar una
mayor influencia de la estructura. La captura del paleo-Laña sería el mejor ejemplo (que
pasa de una dirección NE-SW a E-W en las proximidades del Embalse de Cachamuiña).
Otro caso es la orientación subparalela de la red secundaria en Barra de Miño (A Peroxa);
o los escarpes morfa-estructurales (NE-SW y NW-SE) que articulan el R 400 con el R 600
en las proximidades de A Peroxa, Faramontaos, Taboadela y Pademe de Allariz.
La otra parte del R400 corresponde a la zona de Bóveda, en la subcuenca septentrional
de la Fosa de Monforte. La diferencia de alturas que existe entre éste y la subcuenca adya-
cente de Monforte se ha interpretado como debida a la compartimentación y juego en blo-
ques de la cuenca (DE GROOT, 1974). Las dos zonas señaladas, Monforte (350 m) y
Bóveda (400 m) actuarían como cubetas; el resto de la Cuenca se identifica como un reta-
zo del R 600 degradado (Serra de Moncai, replano de Ferreira de Pantón).
Por debajo del R 400 solo se identifican niveles de terraza erosiva y la Fosa de
Quiroga (280 m); en la que VERGNOLLE (1990) observa evidencias de una tectónica
Alpina sinsedimentaria.
Todos los elementos descritos se han recogido en una tabla de síntesis, en el capítulo
de discusión, estructurados a modo de secuencia relativa de acontecimientos.

77
CAPÍTULO 4

ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO DE
~

LA SUPERFICIE DE EROSION R 1000


EN EL SECTOR DE
CASTRO CALDELAS (OURENSE)
Análisis geomoifológico de la superficie de erosión R1000

4. ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO DE LA SUPERFICIE DE EROSIÓN R lOOO


EN EL SECTOR DE CASTRO CALDELAS (OURENSE)

4.1. INTRODUCCIÓN

En la mayor parte del Macizo Hespérico Peninsular no se han identificado más de tres
superficies de erosión (GÓMEZ AMELIA, 1985; GUTIERREZ ELORZA, 1993; CAN-
TANO, 1996); Sin embargo en el SCE y en Galicia se observa un escalonamiento de
numerosos replanos y superficies (PEDRAZA, 1994; HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949;
VILLASANTE y PEDRAZA, 1984; PÉREZ-ALBERTI, 1990; 1993; VERGNOLLE,
1990; PAGÉS, 1996). Tradicionalmente se ha supuesto que estas áreas han sido afectadas
por una tectónica de bloques durante la Orogenia Alpina. Según esta hipótesis los repla-
nos se asimilarían a bloques descabalados a partir de una o dos superficies de erosión.
Para establecer la secuencia de arrasamientos habría que caracterizar los bloques y corre-
lacionarlos entre sí. Tarea harto dificil sin disponer de depósitos o dataciones.
Para ello se eligieron los Llanos de Castro Caldelas (figura 19); cuyos límites netos
permiten considerarlo un sistema morfogenético relativamente aislado; por lo menos a
partir de las cotas más bajas que señalan sus bordes: el Alto do Rodicio (960-940 m) al
W, el Alto de Cerdeira (940 m) al S y el interfluvio Mao-Edo (700 y 800 m) al N. De esta
forma las irregularidades topográficas de los Llanos podrían interpretarse como vestigios
del desmantelamiento que sufrió el R lOOO a partir de su individualización.
Los Llanos de Castro Caldelas (figura 20) se sitúan al E de la Fosa de Maceda y
definen un aplanamiento en torno a los 1000 m (800-1050 m), con una extensión seme-
jante a un triángulo escaleno, elongado al NE y con un vértice al S. Sus límites son
netos: el escarpe de la Falla de Maceda por el W (300-400 m), el encajamiento del Río
Návea (300-600 m) y la Serra do Burgo (1292 m), por el S y el encajamiento del Río
Sil por el N (550-700 m).
En cuanto a la red fluvial casi todo el replano drena al Sil a través de los Ríos Mao y
Edo. Sólo existe un afluente del Návea (Arroyo del Cabanas) y otro del Arnoia (Arroyo
de Tioira); ambos ocupan posiciones marginales (al NE y SW, respectivamente) y drenan
extensiones poco significativas.

4.2. MARCO GEOLÓGICO

Los Llanos de Castro Caldelas se desarrollan sobre la Zona de Galicia Tras Os Montes
(BARRERA MORATE et al., 1989); excepto en el tercio E, que lo hace sobre el Dominio
del Anticlinorio del 0110 de Sapo. En la Zona de Galicia Tras Os Montes la litología domi-
nante es granítica; distinguiendose un granito sincinemático (granito peralumínico de dos
micas) y un granitoide calcoalcalino precoz (granito y granodiorita biotítico con mega-
cristales de feldespato potásico orientados NW-SE). Tan sólo en el extremo SW de la
superficie aflora un ortogneis glandular prehercínico, y cuarcitas, areniscas y pizarras de
la Unidad Montes del Invernadoiro.

81
Análisis geomorfoMgico de la superficie de erosión R 1000

l'
I

'.
B

11 Ou 12 o 5
1_....... __ L _
10 km
---'

Figura 19. Localización de la región estudiada; y esquema simplificado de los replanos identifica-
dos. Leyenda: 1 R400 (300-500 m). 2 Rsoo (500-600 m). 3 R600 (600-700 m). 4 RgOO
(700-900 m). 5 R IOOO (700-1000 m). 6 R I200 (1100-1300 m). 7 R I400 (1300-1500 m). 8
R I600 (1400-1700 m). 9 Crestas de degradación fluvial. Relieves estructurales. 10
Depósitos terciario-cuaternarios. 11 Curso fluvial. 12 Población: B Braga, ML
Monforte de Lemos, Ou Ourense, P Ponferrada, SC Santiago de Compostela, XL Xinzo
da Limia.

82
AlUÍlisis geomorfológico de la supeificie de erosión R 1000

El Dominio del Anticlinorio del Olla de Sapo está representado por el Precámbrico
Olla de Sapo (gneis glandular con cristales de feldespato, cuarcitas feldespáticas yesquis-
tos) y la Capa de los Montes (pizarras grises con intercalaciones graníticas) de edad
Ordovícico inferior BARRERA MORATE et al. (1989). Los depósitos cenozoicos son
escasos, peliculares y su interpretación, dispar.
En conjunto no parece existir una clara relación litología-morfología; salvo en Serra
da Móa; donde existen residuales definidos por antiformas con Cuarcita Armoricana en
la traza axial (Cerengo, 1235 m; A Móa, 1125, 1070). Por el contario, parece existir una
expresión morfológica de la estructura (tabla 9); aunque BARRERA MORATE et al.
(1989) no señala movimiento en las fracturas; ni que sea alpino en el caso de los contac-
tos mecánicos.

N T G O E M B -_ ............_.. _--_.......
1 f AO Cabanas NW-SE "T en . P[(EOÜef"lii.(T9gTY"
2 f Baldrei NNW-SSE h es HERNÁNDEZ-PACHECO (1949)
3 f A Teixeira ENE-WSW h es GLEZ. LODEIRO el al.(1974c),
PLIEGO DONES el al.(l98 Id)
4 fr AO Tioira NNE-SSW en ARCE el al.(1974)
5 fr R.Mao NNE-SSW en RUBIO y RODRÍGUEZ (1981)
6,7 fr glacis Castro C. NNE-SSW, NNW-SSE en, es PLIEGO DONES el al.(1981d)
8 fr R. Mao NNE-SSW en RUBIO y RODRÍGUEZ (1981)
(cabecera)
9 fr S" do Burgo NE-SW es HERNÁNDEZ-PACHECO (1949)
10 d O Rodicio NNW-SSE es GLEZ. LODEIRO el al.(1974)
11 d porfiros de Fto. K NNW-SSE h es BARRERA MORATE el al.(l989)

Tabla 9. Estructuras morfo-tectónicas de los Llanos de Castro Caldelas. Leyenda: B ref. bibliográ-
fica; d dique; E edad estimada; en encajamiento; es escarpe; f falla; fr fractura; G refe-
rencia geográfica; h hercínica; M morfología qu presenta asociada; N número de refe-
rencia; O orientación; T estructura tectónica.

4.3. RESULTADOS

En los Llanos de Castro Caldelas se han distinguido tres superficies y 16 niveles de


terrazas erosivas (figura 21 y 22; tabla 10). La superficie principal (R IOOO ) es más exten-
sa que las dos secundarias (R 12oo y R soo)' Al igual que VILLAS ANTE y PEDRAZA
(1984) se han interpretado dos retazos correspondientes a un nivel superior (Monte Meda,
1321 m y Serra do Burgo, 1292 m). Sin embargo (tabla 11). Para VILLAS ANTE y
PEDRAZA (1984) pertenecerían a la misma superficie de erosión (S1); mientras que en
la cartografía presentada se atribuyen a una superficie diferente y anterior (R 12oo)'
En cuanto a la superficie inferior, VILLAS ANTE y PEDRAZA (1984) sitúan el N3 en
el borde N de los Llanos, entre los Ríos Mao y Edo; mientras que la presente cartografía

83
Análisis geomoifológico de la supeljicie de erosión R]()()O

Figura 20. Esqema topográfico de la superficie de erosión R IOOO en los Llanos de Castro Caldelas
(Llanos de Castro Caldelas) (Ourense. Galicia). Leyenda: 1 0-700 m; 2700-800 m; 3
800-850 m; 4 850-900 m; 5 900-950 m; 6950-1000 m; 7 1000-1100 m; 8 1100-1200
m; 9 1200-1300 m; 10 1300-1618 m; 11 río; 12 población: Cc Castro Caldelas; M
Montederramo; S Sas de Penelas.

SE N (HM-Hm) T
R1400 1400-1300 TI6
1300-1250 TI5
Rl200 1220-1200 TI4
1200-1100 T13 (GI)
1080 1080-1020 TI2
1040 1040-980 TII
1000 1000-960 TI0
960 960-920 T9
940 940-920 T8
RIOOO 920 920-900 T7
900 900-880 T6
880 880-860 T5
860 860-840 T4
800 820-780 T3
760 760-740 T2
700 720-680 TI

Tabla 10. Niveles de superficies terraza identificados en los Llanos de Castro Caldelas. Leyenda:
SE superficie de erosión; N altura de los retazos bien conservados; (HM-Hm) altura
máxima y mínima de las terrazas; T nivel de la terraza.

84
Análisis geomorfológico de la supeificie de erosión R 1000

H 1 2 3 4 5
Máx 1321 1321 1235 1321 1235
mÍn 900 800 800 800 800

Tabla 11. Alturas máximas y mínimas (en m) entre las que se ha definido la superficie de erosión
principal de los Llanos de Castro Caldelas. Leyenda: 1 HERNÁNDEZ-PACHECO
(1949); 2 BIROT y SOLÉ (1954); 3 VILLAS ANTE y PEDRAZA (1984); 4 PÉREZ-
ALBERT! (1990, 1993); 5 en el presente trabajo.

reduce su extensión al entorno de A Teixeira; y lo interpreta como una secuencia de terra-


za erosiva del Río Sil. Por otra parte, en tomo a Parada do Sil se distingue otro replano,
encajado en el R IOOO y constituido por niveles de superficies-terraza del Río Sil, equipa-
rables a un R800 ; su degradación ha sido realizada por la incisión de la red.
A continuación se describen la morfología y las formaciones superficiales; pero será
en la Discusión, donde se realizará un análisis comparado de todos los elementos morfo-
lógicos; sintetizándose las principales ideas en una tabla, con la secuencia de procesos
deducida.

4.4. LA RED DE DRENAJE

4.4.1. La red de drenaje en la cuenca del Río Mao

La cuenca del Mao está formada por cuatro afluentes en su margen izquierdo
(Perocanes, Reconco, Covas y Alavenche). Aunque el desarroyo del curso principal es
hacia el N, el diseño de la red presenta cierto caracter centrípeto; de tal forma que todos
los cursos convergen en tomo al Embalse da Edrada. Las cabeceras de los cuatro arroyos
se alinéan paralelas a la Falla de Maceda (NNW-SSE); posteriormente describen un giro
progresivo hacia el E y confluyen con el Mao en dirección SW-NE. Este giro viene seña-
lado por la cota 960 m en los Llanos del Alto do Rodicio.
El trazado del Río Mao es más complicado (tabla 12). Su tramo de cabecera se
desarrolla aguas arriba del R IOOO ; y presenta tres tramos separados por codos bruscos
en la dirección de la corriente. El primero es paralelo al Río Návea (SW-NE) y se
acoda hacia el NW en Mogainza. El giro viene señalado sobre los Llanos de San Fiz
(1200 m). El segundo tramo, comienza con una dirección SE-NW; pero describe un
giro progresivo hacia el E y termina con una dirección SSW-NNE. Este giro es para-
lelo al escarpe de la Serra do Burgo; observando se indicios morfológicos de él en
Gabín (1000 m). El tercer tramo comenzaría en las inmediaciones de A Cabeciña (977
m), donde el Mao invierte el sentido, pasando a ser NE-SW. Este tramo constituye una
prolongación meridional al escarpe principal de Serra do Burgo. El cuarto tramo
comenzaría cerca de Montederramo; donde el Mao toma una dirección SE-NW. EL.

85
Análisis geomorfológico de la supeificie de erosión R 1000

[}l8 U]9 [E}o ~ll [J12


[2]13 ¡:,:;;;j14 ~15 [~}6 ~17

Figura 21. Geomorfología del R IOOO en los Llanos de Castro Caldelas. Elaborado a partir de la car-
tografía 1/50.000. Leyenda: 1. borde de superficie de erosión, vertiente y pie de escar-
pe; 2 Escarpe de terraza erosiva: superficie-terraza (glacis-terraza), retazo; 3 Cresta de
degradación fluvial; 4 Relieves residuales: colina cónica, tronco-cónico y castle kopje;
5 Relieve residual estructural (seudoapalachiano); 6 Crestón de cuarcita (hog back). 7
Escarpe de incisión fluvial (20-80 m); 8 Escarpe de deslizamiento (zona de sutura); 9
glacis recubierto por depósitos (negro), glacis erosivo o rampa (hueco); 10 Depósito de
vertiente, abanico aluvial; 11 Escarpe de terraza con depósitos: retazo, terraza preser-
vada; 12 Meandro abandonado, cauce colgado; 13 Valle de fondo plano; 14 Río, embal-
se; 15 Población; 16 Superficie de erosión (altura en hectómetros); 17 Nivel de terraza
erosiva. B O Burgo, C Castro Caldelas, M A Medorra, Mo Montederramo, P Pombar,
Pa Parada do Sil, PT Puebla de Trives, Q Quiroga, R Río, SM Santiago da Medorra, SP
Sas de Penelas, T A Teixeira, V Vilamaior, VF Vilariño Frío.

86
Análisis geomorfológico de la supeificie de erosión R1000

codo fluvial que señala el comienzo del cuarto tramo viene apuntado por el Alto da
Armada (1040 m) y estaría claramente definido en la cota 980 m.
A partir de Montederramo el Mao entra de pleno en el R lOoo; distinguiendose cuatro
tramos más (tr4 a tr7); con direcciones SE-NW y SW-NE, alternativamente. En todos los
casos el engarce de los tramos se realiza mediante codos bruscos. El cuarto tramo se desa-
rrolla entre Montederramo y Monte Cabozo (977 m), con una dirección SE-NW. El quin-
to tramo (SW-NE) entre Monte Cabozo y Ferrón. El sexto tramo (SE-NW) entre Ferrón
y Vilariño Frío. Y el séptimo (SW-NE) entre Vilariño Frío y Barxacova. La mitad de este
último tramo se desarrolla ya fuera del RlOoo. Los acodamientos se realizan a alturas pro-
gresivamente más bajas. 940-920 m, entre el cuarto y quinto tramo; 920-900, entre el
quinto y sexto; y 900-880 entre el sexto y séptimo. Por último, se distinguiría un octavo
tramo dentro del Cañón del Sil (SSE-NNW); y los indicios de su engarce con el séptimo
tramo vendrían señalados por el Monte Itede (540 m).
Al igual que la dirección, el encajamiento del Mao muestra variaciones signifi-
cativas. Sobre el R lOoo el encajamiento máximo varía entre 140 y 60 m; mientras que
en los tramos de cabecera y final aumenta sensiblemente. 200-100 en cabecera y
140-580 en el tramo final.
Todo esto parece indicar que de una dirección inicial de la red NNW-SSE, se va
pasando progresivamente a una dirección SE-NW, por unas capturas que están relaccio-
nadas con el encajamiento del Río Sil.

tr D L e F E o
1 SW-NE 5 Coll Meixón Llanos S Fiz 200-100
(1320/1360) ( 1200/1160)
2 SE-NW;SSW- 3 Llanos S Fiz A Cabcciña (977/940) 100-60 giro progresivo al
NNE (120011160) NNE
3 NE-SW 2 A Cabeciña (977/940) Montederramo 100-60 inversión del
(1040/980) sentido
4 SE-NW 3 Montederramo Monte Cabozo (940/920) 60
(1040/980)
5 SW-NE 1.5 Monte Cabozo (940/920) Ferrón (920-900) 60
6 SE-NW 2 Ferrón (920/900) Vilariño Frío (900-880) 60
7 SW-NE 9 Vilariño Frío (900/880) Barxacoba (540-520) 60-140* *sobre el R 1000
8 SSE-NNW 0.7 Barxacoba (540/520) Río Sil (220) 140-580+ -

Tabla 12. Tramos diferenciados en el Río Mao. Se indica la dirección y longitud; así como la fran-
ja de alturas por debajo de la cual existen evidencias morfológicas de un cambio brus-
co en la direción del río. Leyenda: e comienzo de tramo y altura máxima para la que
se observa el acodo; D dirección de la corriente (el sentido lo da la escritura); E enca-
jamiento máximo (m); F final de tramo y altura máxima para la que se observa el
acodo; L longitud (km); O observaciones; tr tramo.

87
Análisis geomoifológico de Úl supeificie de erosión Rzooo

4.4.2. La red de drenaje en la cuenca del Río Edo

La cuenca del Río Edo ocupa los sectores central y oriental de los Llanos de Castro
Caldelas. Su red está formada por cuatro cursos (Edo, Castoi, Ferreiros y Penelas) que
convergen en las inmediaciones de Castro Caldelas; justo antes de abandonar el R lOOO ;
confiriendo a la red un aspecto centrípeto. En el Río Edo se podrían distinguir cuatro tra-
mos (tabla 13). El primero se encajaría al pie de la Serra do Burgo; y su trazado se man-
tendría paralelo al borde del escarpe (SW-NE) hasta la confluencia del Arroyo Castoi
(cota 686 m). El segundo tramo (2.5 km de longitud y dirección SSE-NNW) constituiría
el colector de salida del RlOOO. El 3º Y 4º tramo se desarrollarían íntegramente dentro del
encajamiento del Sil.
En el sector E los afluentes están más encajados que en el sector W; y muestran un giro
progresivo en su dirección; que pasaría de NE-SW a NW-SE. Este giro se observa en
tomo a Sas de Penelas (820 m): en el interfluvio Castoi-Penelas y en Los Casares (830 m);
y sería equiparable al giro definido por los afluentes del Mao.
Ocupando el sector central de los Llanos de Castro Caldelas etá el Arroyo Vaus; que
confluye al Edo una vez fuera del RlOOO. Su trazado en bayoneta señala una tendencia
general SW-NE; interrumpida por tramos de dirección SE-NW; distinguiendose tres tra-
mos: el primero al pie de la Serra do Burgo, paralelo al ecarpe (SW-NE); el segundo
entre A Medorra y El Carballal (947 m), con una dirección SE-NW; y el tercero (SW-
NE) hasta A Teixeira, definiendo una confluencia en T con el Edo. El mismo esquema se
aplicaría a sus afluentes. Los dos primeros codos (entre los tramos 1º-2º y 2º-3º) vendrí-
an señalados a una altura similar en todos los arroyos: 880-870 m en los Arroyo Vaus y
Amufe; y 870-860 m en el Arroyo Alenza. En cuanto al tercer tramo, se observan dos
confluencias significativas: Alenza-Vaus y Vaus-Edo. La primera viene señalada por su
encajamiento en el nivel T3 (820-780 m), y la segunda por el desmantelamiento de la
terraza de Pombar (420-400 m).

tr D L C F E O
1 SW-NE 4.5 Cota 860 A" Castoi (760 m) 60-160 paralelo a sa do Burgo
2 SSE-NNW 1 A" Castoi (760 m) Castro Calde (880 m) 180 abandona el R¡OOO
3 SE-NW 4.5 Castro Calde (880 m) A" Váus (400 m) 200-400 confluencia en T
4 SSW-NNE 1.5 A" Váus (400 m) R. Sil (240 m) 300-380

Tabla 13. Tramos diferenciados en el Río Edo. Se indica la dirección y longitud; así como la fran-
ja de alturas por debajo de la cual existen evidencias morfológicas de un cambio brus-
co en la direción del río. Leyenda: e comienzo de tramo y altura máxima para la que
se observa el acodo; D dirección de la corriente (el sentido lo da la escritura); E enca-
jamiento máximo (m); F final de tramo y altura máxima para la que se observa el
acodo; L longitud (km); O observaciones; tr tramo.

88
Análisis geomoifológico de la superficie de erosión R 1000

4.4.3. La red de drenaje en las cuencas del Tioira y Cabanas

Aunque las cuencas de estos dos ríos no son muy grandes, aportan datos para estimar
el momento en que se individualizaron los Llanos de Castro Caldelas del territorio que
los rodea. El Arroyo Tioira se encuentra en el sector SW de los Llanos; su curso se enca-
ja paralelo al escarpe de la Fosa de Maceda, entre los niveles Tu y T9 . Por debajo del T 9
sería evidente su acodamiento hacia el SW y desconexión de la red afluente al Sil. El caso
del Arroyo Cabanas (extremo NE) es similar. Su desconexión comenzaría con el nivel T II
(1040-980 m); y su trazado actual estaría definido por el nivel T 9 (960-920 m). Conviene
apuntar que estos giros señalan la misma altura que los descritos en la red del Mao; con-
firmando que el encajamiento de la red y las capturas que lo originan, son un proceso coe-
taneo en todo el RIOOO'

4.5. LOS REPLANOS

4.5.1. Replanos y relieves residuales en el Sector W del R¡OOO

Como se ha podido ver, la topografía de los Llanos de Castro Caldelas es desigual; y


los relieves de mayor altura se situan en sus bordes; a excepción del el borde N, donde se
alcanzan las alturas más bajas, como resultado del encajamiento del Río Sil. Esta idea ya
fue apuntada con anterioridad (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949); yen ella se basaron
otros autores para postular un basculamiento de la superficie hacia el NE (BIROT y
SOLÉ, 1954). Sin embargo, como ya antes se, ha descrito, este descenso es escalonado y
desigual; asociándose claramente a la red de drenaje. Lo que permite suponer una rela-
ción entre inclinación de la superficie y desmantelamiento por erosión fluvial.
Se ha realizado una cartografía muy detallada de la superficie, llegándose a distinguir
hasta dieciseis replanos en un desnivel de unos 700 m. De ellos, doce se habrían identifi-
cado dentro del R IOOO (T l2 -T I ). La distribución altitudinal de los replanos sugiere un
modelo de erosión tipo rampa; donde los niveles corresponderían a terrazas erosivas, par-
cialmente degradadas.
En la cuenca del Río Mao se observa que el paso del R l200 (T I4 ) al R IOOO (T ll ) se rea-
liza de modo gradual, mediante una rampa o glacis (T 13); y que viene señalado por un
cambio en la dirección del río. Entre los niveles T 11 Y T 9 la geometría de las terrazas ero-
sivas sugiere una dirección SE-NW, por lo menos para los tramos de cabecera. El nivel
T 9 constituye un aplanamiento significativo; dada su extensión y el hecho de señalar una
captura generalizada de la red hacia el NE. Esta tendencia se habría mantenido hasta el
presente, con algunos retoques. El desarroyo de terrazas escalonadas dentro del encaja-
miento apoyaría la idea de un proceso continuo y prolongado; con periodos de anchea-
miento lateral de los cauces y otros de incisión lineal en la vertical. La terraza más signi-
ficativa se observa en Vilariño Frío, y corresponde al nivel Ty En cuanto al lugar actual
en el que desagüa fuera del R IOOO ' el vestigio más antiguo viene definido por el nivel T s'

89
Análisis geomoifológico de Úl supetficie de erosión R 1000

4.5.2. Replanos y relieves residuales en el Sector Central del R 1000

En este sector se desarrollan claramente los niveles T 8' T6 YT4; que se escalonan, des-
cendiendo progresivamente hacia el E. El encajamiento en el T 6 señalaría la desconexión
total de las cuencas del Mao y Edo. Desde este nivel existen evidencias de una corriente
en dirección SW-NE; paralela al escarpe de la Serra do Burgo. Con posterioridad, esta red
sufriría un giro brusco hacia el NW en dos puntos: A Medorra, y Pesqueiras. En A
Medorra el acodamiento viene señalado por la cota 870-880; y en Pesqueiras a 870-860
m. La diferencia tan pequeña sugiere un caracter sincrónico del evento.
El encajamiento en el nivel T4 marcaría la desconexión total de la cabecera del Edo;
que pasaría a constituir la cuenca del Arroyo Vaus. A continuación se desarrollaría el
nivel T 3; cuya geometría no permite precisar más que una dirección N a NW. La red
actual empezaría a definirse con el encajamiento en el nivel T 3 . Apoyan esta idea dos
observaciones: el encajamiento de la confluencia Vaus-Alenza y un residual del T 3 en A
Teixeira (Garosa, 794 m). Al E de Pesque iras se encontraría el tramo del Río Edo que no
sufrió captura hacia el NW. En este tramo el río ha desmantelado parcialmente el T 6; que
se habría preservado en retazos con alturas equivalentes a un T 5" Bajo estos retazos apa-
rece un nivel general (T4 ) en el que se vuelve a encajar el Edo; desarrollando pequeñas
terrazas (T 3 Y T 2)·
También en este sector, pero hacia el borde N del R¡OOO' se observa un escalonamien-
to de replanos paralelos al curso del Sil. Esta sucesión, en forma de rampas, no siempre
permite suponer una incisión lineal de la red del Vaus o del Mao. Incluso sería posible que
tuviese su origen en el encajamiento del mismo Sil. En cuanto al enlace de los replanos
R 1200 y R IOOO ; este sector coincide con el escarpe más vertical de la Serra y los mayores
desniveles; que oscilan entre 200 y 300 m. los únicos elementos intermedios entre las dos
superficies son tres glacis equiparables al nivel T 11.

4.5.3. Replanos y relieves residuales en el Sector E del R lOOO

En este sector la red converge en un punto; y los replanos se suceden en un descen-


so altitudinal desde la periferia hacia el centro. E;I contorno del R IOOO viene señalado por
el T 11; sobre él se observan cuatro relieves residuales en cuarcitas (T 14- T 15) que siguen
lineaciones estructurales hercínicas (NW-SE). Enlazando los residuales y d T 11 se obser-
va un glacis (T 12) en las inmediaciones del Monte Cerengo (1235 m). El desmantela-
miento del T 11 se ha producido por un drenaje hacia el W s.l. La individualización de los
arroyos viene señalada a distintas alturas; más bajas en los cursos meridionales. Así el
interfluvio Ferreiros-Castoi corresponde al nivel T 9; mientras que el interfluvio ~astoi­
Peneal define una terraza T 3 .
El vaciado del R IOOO ha permitido el desarroyo de extensas terrazas en los niveles T9'
T Y T 2 ; y numerosas terrazas de menor tamaño, en los niveles T6 a T4 . Por otra parte la
3

90
Análisis geomoifológico de Úl superficie de erosión R 1000

captura del Arroyo Penelas por el Arroyo Castoi ha dejado colgado un paleovalle a 760-
740 m (T2) en Vilamaior. El antiguo curso alcanzaría el Edo en el punto que ahora lo hace
el Castoi. Posiblemente el encajamiento en el T 2 esté relacionado con el desplazamiento
hacia el E del nudo donde convergen los Arroyo Castoi, Penelas y Ferreiros.
En el sector oriental, el R I200 viene representado por un nivel T 12 ; y su articulación
con el R lOOO se realiza mediante dos generaciones de glacis, equiparables a los niveles T6
y T 4 ; y una generación de abancos aluviales, que fosilizan el paleocanal del Arroyo
Penelas. En cuanto a la individualización del R lOOO ; se observa que su desconexión, res-
pecto a los Ríos Sil y Návea, comenzaría con el Tu. Yen el caso del Návea se habría cul-
minado al encajarse en el T 9 ; altura que viene señalada por el Alto de Cerdeira (940 m).
Por encima de estos niveles se encuentran los relieves residuales de la Serra da Móa
(Monte Cerengo, 1235 m; A Móa, 1125 y 1070 m); que se alinéan en dirección NW-SE;
y se suponen formados aprovechando una antiforma hercÍnica. La traza axial del pliegue
sería similar a las cartografiadas por BARRERA MORATE et al. (1989) entre Castro
Cal del as y Monforte de Lemos.

4.6. LOS DEPÓSITOS EN EL R lOOO

A continuación se recogen las observaciones realizadas en los depósitos existentes


(tabla 14) y se contrastan con las principales interpretaciones (tabla 15) de las que se tiene
noticias (figura 22).

4.6.1. El aluvial del Arroyo Covas (GONZÁLEZ LODEIRO et al., 1974e)

Las cabeceras e interfluvios de los Arroyo Covas, Reconco y Alavenche definen apla-
namientos entre 960 y 920 m. Estas zonas son periódicamente encharcadas y en ellas se
desarrollan suelos de espesores métricos sobre un sustrato muy alterado.
Donde el sustrato es metamórfico (cuarcitas, areniscas y pizarras) se distinguen
dos horizontes: orgánico el superior y arcilloso el inferior. El nivel arcilloso presen-
ta colores abigarrados o marrón oscuro y contiene cantos dispersos e inmaduros de
las litologías subyacentes.
Donde el sustrato es granítico (interfluvio Covas-Reconco) las arcillas superan los 3
m de potencia (PAGÉS, comunico personal), presentan colores grisaceos y suelen estar
recubiertas por un nivel alóctono de espesor métrico.
Este depósito es un conglomerado matriz-sostenido, parcialmente cohesionado, con
esqueleto de cantos y bloques inmaduros (de cuarcita, cuarzo y esquisto alterado) y matriz
de arena gruesa (de cuarzo y feldespato) con algunas gravas (de cuarcita). En algunos
puntos este depósito se encuentra fosilizado por un recubrimiento edáfico.

91
Análisis geomoifológico de la superficie de erosión R1000

z<rnooD0
~rn~~

,
¡a E E

iii
,
S< 8 E E

~ ¡I ~

Figura 22. Esquema geomorfológico del replano R lOOO en los Llanos de Castro Caldelas. En los
recuadros ampliados se indican los afloramientos sedimentarios más significativos (ver
tabla 14). Leyenda de la figura 22: l. borde de superficie de erosión, vertiente y pie de
escarpe; 2 Escarpe de terraza erosiva: superficie-terraza (glacis-terraza), retazo; 3 Cresta
de degradación fluvial; 4 Relieves residuales: colina cónica, tronco-cónico y castle
kopje; 5 Relieve residual estructural (seudoapalachiano); 6 Crestón de cuarcita (hog
back). 7 Escarpe de incisión fluvial (20-80 m); 8 Escarpe de deslizamiento (zona de sutu-
ra); 9 glacis recubierto por depósitos (negro), glacis erosivo o rampa (hueco); 10
Depósito de vertiente, abanico aluvial; 11 Escarpe de terraza con depósitos: retazo, terra-
za preservada; 12 Meandro abandonado, cauce colgado; 13 Valle de fondo plano; 14
Río, embalse; 15 Población; 16 Superficie de erosión (altura en hectómetros); 17 Nivel
de terraza erosiva. B O Burgo, C Castro Caldelas, M A Medorra, Mo Montederramo, P
Pombar, Pa Parada do Sil, PT Puebla de Trives, Q Quiroga, R Río, SM Santiago da
Medorra, SP Sas de Penelas, T A Teixeira, V Vilamaior, VF Vilariño Frío.

92
Análisis geomoifológico de la superficie de erosión R IOOO

N° LOCALIZACION Alt. (m) FORMACION


l Casidrón, Casitel 780-800 Eluvio-coluvial
2 al S de Casas dos Pelosos (Piñeiroá) 860-880 Formación Quiroga
3 O Burgo 880-900 Eluvio-coluvial
4 Sabugueiro de Abaixo 840-860
5 Gravera del Pozo da Lagóa 920-940 Manto de arroyada de Montederramo-A
Medorra
6 Pombar (A Teixeira) 400-420 Eluvio-coluvial
7,13 Llanos da Lagóa 960 Aluvial del Arroyo Covas
8 Granja COREN, Llanos do Rodicio 960
9 Interfluvio Reconco-Covas 960
10 Casetas do Rodicio 940-950
11 Arroyo Covas 940
12 Interfluvio Covas-Reconco 960
14 al E del Alto do Rodoiro 960
15 Acceso a Abelados 940-920
16 Cantera al S de Vidalén 940-920
17 As Corgas de Abaixo (A Medorra) 880-890 Manto de arroyada de Montederramo-A
Medorra
18 Abeledos
19 Arroyo Broil (Vilapequena) 900 Manto de arroyada de Montederramo-A
Medorra
20 Laboreiro 920,880
22 al E de Ferrón 920
23,30 Ctra.Leboreiro-Montederramo, km 3 920-940
24 Ctra.Leboreiro-Montederramo, km 3.7 920-940
25 Ctra.Leboreiro-Montederramo, km 4.5 920-940
26 Al W de la gravera del Pozo da Lagóa 900-920
27 Graña-Folgoso 900-940
28 Ctra. S. da Medorra-Bustelos, km 1.5 840-860
29 Río Aleuza (Capela das Neves) 860-870
31 Medos-Casdelope 840-860 Eluvio-coluvial
32 Escombrera de Fontedoso 1040 Manto de arroyada de Montederramo-A
Medorra
33 1 km al N de A Medorra 880-900
34 Granja COREN, Abeledos 920-940

Tabla 14. Situación de los afloramientos que se han identificado sobre los Llanos de Castro
Caldelas; especificándose la Formación a la que tradicionalmente se asociaron. Ver
figura de localización.

Hmax-Hmm Localización Depósito


960-940 interfluvio Maceda-Arroyo Arroyo Covas (ARCE el al.,1974e)
Covas
940-900 Interfluvio Mao-Alenza Montederramo-A Medorra
(RUBIO y RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ,1981)
880-860 interfluvio Edo-Alenza cabecera Río Edo (VERGNOLLE, 1990)
780-760 paleocauce del Río Penelas Sas de Penelas (PLIEGO DONES el al.,1981)
420-400 paleocauce del Río Edo Pombar (A Teixeira) (PLIEGO DONES el al., 1981)

Tabla 15. Distribución altimétrica y localización de los depósitos que se han identificado tradicio-
nalmente en los Llanos de Castro Caldelas. Leyenda: H max-H min altura máxima y
mínima que señalan los depósitos.

93
Análisis geomorfológico de Úl supeificie de erosión R 1000

4.6.2. El manto de arroyada de Montederramo-A Medorra (RUBIO y


RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, 1981f; BARRERA MORATE el al" 1989)

Esta formación sedimentaria se observa al NE de Montederramo, entre las cotas 940


y 920; encontrándose en la actualidad disectada por valles fluviales fósiles. El depósito es
un aglomerado polimíctico, matriz-sostenido que fosiliza un paleorrelieve definido por un
granito muy alterado.
Atendiendo a la matriz del depósito se distinguen dos facies: una limo-arenosa de
colores abigarrados, hacia el E; y otra arcósica de tamaño arena, hacia el W. En ambos
casos la madurez textural y estructural es baja, aunque aumenta hacia el E.
Hacia en N desaparecen el deposito y el manto de alteración; dejando ver en el grani-
to una superficie grabada con morfologías de domos planos. Tan sólo en las laderas de un
residual próximo a Laboreiro (921 m) se identificaron restos de terraza fluvial, incorpora-
dos a los depósitos de vertiente (afloramiento 20).
En la facies más occidental el esqueleto está formado por grandes bloques (de granito
y esquisto muy alterado) y la matriz es una arena arkósica mal estratificada, con lentejo-
nes de cantos rodados, cantos blandos y en algunos casos, bloques de cuarcita y granito.
En esta mismo sector los aluviales actuales (afloramiento 19) presentan esqueleto de can-
tos y bloques (de granitoide y cuarcita) y matriz limosa rica en materia orgánica.
En algunos puntos de la facies occidental se observan dos episodios diferenciados,
separados por una cicatriz erosiva. En el afloramiento 22, el nivel basal presenta matriz
de arena gruesa (de cuarzo) y esqueleto de cantos y gravas (de cuarcita); y está fosiliza-
do por un nivel con matriz de gravas (de esquisto y cuarcita) y esqueleto de bloques (de
cuarcita). En el caso del afloramiento 32 el nivel basal es de bloques (de cuarcita) y está
fosilizado por una secuencia rítmica, de arenas (de cuarzo) y materia orgánica, de espe-
sores centimétricos.
Por su parte, la facies oriental (afloramiento 23) tiene una matriz limo-arcillosa (de
cuarzo, feldespato, moscovita y esquisto) y esqueleto de cantos rodados (de equisto, prin-
cipalmente) con el eje largo orientado en dirección N45E (esquistos) a N20W (cuarcitas)
(tabla 16). La matriz presenta coloraciones abigarradas, seudoestratificación e intecala-
ción de lentejones erosivos parcialmente estratificados. Estos lentejones (afloramientos 28
y 29) tienen esqueleto de bloques (de cuarcita y granito alterado) y matriz de gravas (de
cuarcita y esquisto) y arena muy gruesa (de cuarzo).

D 310" 330" ()" 4° 20° 32° 46° 52° 66" 70° Dm Dml
Ce 2 1 1 2 345° 20°
Esq 2 2 46°

Tabla 16. Dirección del eje largo en cantos elongados de cuarcita y esquisto: depósito de S. da
Medorra (afloramiento nº 28). Leyenda: D dirección (en grados medidos hacia el E);
Cc canto de cuarcita; Esq canto de esquisto; Dm orientación media; Dmt dirección
media total.

94
Análisis geomorfológico de la supeificiR de erosión R 1000

4.6.3. Las facies torrenciales de la Formación Quiroga (VERGNOLLE, 1990) en


la cabecera del Río Edo

En la cabecera del Río Edo, en su margen izquierda (2), se reconocieron las facies
torrenciales de la Formación Quiroga (VERGNOLLE, 1990). El depósito está muy des-
mantelado; y recubre parcialmente una superficie-terraza situada a +40/60 m del curso
actual. La terraza es un conglomerado con cantos rodados (de cuarcita); en la que se inter-
calan niveles de limos y niveles de arenas con gravas, que incluyen lentejones (de cantos
y gravas) y algunos cantos blandos.
El nivel superior de la terraza es grano-sostenido; los cantos están imbricados; y la
dirección que señala el eje largo es WNW-ESE (tabla 17). Por el contrario el nivel infe-
rior es matriz-sostenido, y presenta una matriz muy abudante. En conjunto, el depósito
muestra grán madurez textural y estructural.

D 89" 96° 1040 116° 1280 134" 1460 Dm


Cc 1 1 1 5 1 1 1 115

Tabla 17. Dirección del eje largo en cantos elongados de cuarcita; depósito del Río Edo (2).
Leyenda: D dirección (en grados medido hacia el E); Cc canto de cuarcita; Dm orien-
tación media.

4.6.4. Eluvio-coluviales en Sas de Penelas, cabecera del Arroyo Casloi y Río Edo, en
A Teixeira (PLIEGO DONES et al., 1981; REY DE LA ROSA et al., 1984)

La última formación superficial que se recoge en este estudio engloba tres depósitos,
tradicionalmente considerados eluvial-coluviales.
El primer depósito se suele cartografíar al SW de Sas de Penelas. La observación de
campo reveló la existencia de un depósito conglomerático matriz sostenido, compuesto
por arcillas verdes y algunas gravas (de cuarzo) y bolos (de granito) dispersos (aflora-
miento 1). Este depósito se encuentra a la salida de las torrenteras que surcan la Serra do
Burgo y llegan a fosilizar el paleocauce del Arroyo Penelas. Todas estas observaciones
permiten reinterpretarlo como un depósito aluvial-torrencial reciente.
El segundo depósito se cartografía en la Cabecera del Arroyo Castoi (afloramiento
31), sin embargo las observaciones realizadas en él llevan a re interpretarlo como un
manto de alteración pelicular y generalizado.
El tercer depósito aquí referido se encuentra en las inmediaciones de A Teixeira (aflo-
ramiento 6); y estaría englobado en un extenso eluvial-coluvial que recubriría todo el
valle del Río Edo en su tramo final. Las observaciones realizadas revelan la existencia de
un nivel de cantos rodados muy desmantelado a 400-420 m, que se hace corresponder al
nivel de terraza + 60/80 m del Río Edo.

95
CAPÍTULO 5

EVOLUCIÓN DE LA RED
FLUVIAL ACTUAL
Evolución de la red fluvial actual

5. EVOLUCIÓN DE LA RED FLUVIAL ACTUAL

5.1. INTRODUCCIÓN

En el SE de Galicia se diferencian tres grandes cuencas fluviales: Miño-Sil, Limia y


Duero, esta última representada por el Río Támega (figura 23). El área estudiada corres-
ponde a las hojas del Mapa Topográfico Nacional a escala 1: 100.000 de Monforte de
Lemos (4-5) y Xinzo da Limia (4-6).
Con anterioridad a este trabajo otros autores han estudiado estos cursos. En el Río
Miño destacan los trabajos de TEIXEIRA (1952), NONN (1966), PÉREZ ALBERTI
(1978), ARAUJO (1982 y 1990), SOARES DE CARVALHO (1988) y PEREIRA (1991);
en el Río Bibei el de HERNÁNDEZ-PACHECO (1949); en el Río Cabe el de DE GROOT
( 1974) Y en el Río Sil los de HERNÁNDEZ-PACHECO (1949), VIDAL BOX (1941) y
HERAIL (1984).

/:-
S"

,?-_~o~o.<p_­ "~o CR

.
Co-
,/

-'----- ---

1 2 ~ 3 .P 4
Figura 23. Localización de la región estudiada dentro del contexto del NW peninsular. Leyenda: 1
Región estudiada con más detalle. 2 Río. 3 Sentido de las grandes tendencias fluviales.
4 Población: A Astorga, B Braga, Br Bragan<;a, C Coruña, Co Coimbra, CR Ciudad
Rodrigo, L Lugo, Lu Luarca, ML Monforte de Lemos , Ou Ourense, P Pontevedra, Pf
Ponferrada, PS Puebla de Sanabria, R Ribadeo, SC Santiago de Compostela, V Verín,
Vi Villalba, VB Viana do Bolo, VR Vila Real, XL Xinzo da Limia.

99
Evolución de la red fluvial actual

Tradicionalmente, la falta de datos cronológicos absolutos, ha obligado a basar el cál-


culo de los gradientes fluviales y de la magnitud erosiva, en criterios de alturas y pen-
dientes de superficies. Algunos autores (VIDAL BOIX, 1941; TEIXEIRA, 1952; PÉREZ
ALBERT!, 1978) optaron por relacionar alturas y niveles de terraza a lo largo del cauce
actual; llegando a determinar, en algunos tramos, los gradientes de cursos fluviales.
Otros autores compararon niveles de terraza y superficies (HERNÁNDEZ PACHECO,
1949; NONN, 1966; DE GROOT, 1974; HERAIL, 1984; MARTÍN SERRANO, 1989,
1994a y b); llegando a relacionar las morfogénesis fluvial y regional. Sin embargo, la
correlación por alturas, como único criterio, no parece suficiente para entender la morfo-
génesis regional de nuestra zona. Máxime cuando tradicionalmente se la supone afectada
por una tectónica con movimientos en la vertical (morfología en teclas de piano), que
complicarían el esquema morfogenético.
En este trabajo se detallan todas las superficies terraza (con o sin depósito) que están
en el área inmediata a los cursos actuales. Con ello se ha pretendido detallar el proceso de
incisión de la red en las superficies antiguas (hasta el R lOOO) y la generación de las super-
ficies más modernas. El problema, como siempre, ha sido identificar las superficies por su
altura relativa (tabla 18); ya que por el momento apenas existen otros criterios.

REPLANO REF. ALTURA


Serra de Queixa R I600 1700-1300
Chaguazoso R1400 1500-1300
Serra do Burgo R1200 1300-1100
Castro Caldelas RlOOO 1000-700
Baldriz RgOO 900-700
Xinzo da Limia ~OO 700-600
Chantada RsOO 600-500
Sabadelle ~ 500-300

Tabla 18. Topónimo, código de referencia y distribución altitudinal, en metros, de los replanos car-
tografiados en el área estudiada.

5.2. LA CUENCA MEDIA Y BAJA DEL RÍO SIL

Los principales afluentes del Río Sil en su tramo medio-bajo son los Ríos Lor, Bibei,
Mao y Cabe. A grandes rasgos, se distinguen en esta cuenca las siguientes característi-
cas: 1) El nivel de base regional está definido por el propio Sil; este río presenta un per-
fillongitudinal con una pendiente mínima (0.2%) entre Puente de Domingo Flórez y su
confluencia al Miño en Os Peares. 2) En conjunto, la cuenca del Sil presenta dos tramos

100
Evolución de la red fluvial actual

de rejuvenecimiento que coinciden con los límites superior e inferior del replano de
Castro Caldelas (R IOOO )' 3) En algunos ríos las pendientes de los perfiles longitudinales
son 111uy bajas (Ríos Sil y Bibei). 4) Existen algunos cursos fluviales que presentan tra-
1110s de pendiente suave, separados por otros con gran pendiente y encajamiento (Ríos
Návea y Xares). 5) Existen retazos de una red con perfiles longitudinales de suaves pen-
dientes y encajamiento epigénico (Ríos Conso, Camba, Mao y el Arroyo de Sas de
Penelas); lo que parece indicar que otros tramos pertenecen a un tratado antiguo de la
red aun sin rejuvenecer.

5.2.1. El Río Bibei

De todos los afluentes, el Río Bibei es el más largo (figura 24). Corre de NE a SW en
su tramo superior, pasando a una dirección meridiana (S-N) en Pías. Este río sufre brus-
cos y acentuados cambios de dirección y presenta un encajamiento epigénico de su tramo
meandriforme. La variación de la pendiente, a lo largo del perfil longitudinal del río (figu-
ra 25), permite distinguir tres tramos: 1) el tramo de cabecera, aguas arriba de Porto
(2.5%); 2) entre Porto y Viana do Bolo (1.4%); y 3) aguas abajo de Viana do Bolo (1.2%).
En la mayor parte de su recorrido el Sil ha conseguido un perfil suave y uniforme. En
el tramo medio (Viana do Bolo-Porto) se observa un encajamiento próximo a los 500 m
que da lugar a un escarpe de retroceso en el perfil, que se sitúa en las proximidades de
Pías. Actualmente el retroceso del escarpe es muy acentuado, por encima del replano
R IOOO ' y señala el comienzo del tramo de cabecera. Por el contrario, en los Ríos Xares y
Návea el escarpe de retroceso deja, aguas arriba, tramos relativamente llanos, lo que indi-
ca un menor grado de madurez.

5.2.2. El Río Xares

El perfil del Río Xares es más quebrado que el del Río Bibei (figura 25). Su curso pre-
senta dos escarpes de retroceso en las proximidades de Barxa y Prada (Riomao), con pen-
dientes del 6.7% y 11 %, respectivamente. Los escarpes separan tres tramos relativamen-
te planos: aguas abajo de Barxa (1 %), entre Barxa y Prada (0.8%) yaguas arriba de Prada,
entre Prada y Xares (1.4%).
Aguas arriba de Xares (900 m) comenzaría el tramo de montaña. Por el grado de inci-
sión lineal se podría distinguir dos zonas: 1) una zona inferior, muy evolucionada y enca-
jada, que se situaría aguas abajo de Prada; y 2) una zona superior, aguas arriba de Prada,
caracterizada por un valle amplio y sin encajar

101
Evolución de la red fluvial actual

2 3 4
5"6"7 o 5 10 km

Figura 24. Esquema topográfico de la cuenca del Río Bibei, afluente del Río Sil en su tramo medio.
Nótese el pronunciado acodamiento en el trazado de los Ríos Camba y Bibei, captura-
dos por el Río Sil. Leyenda: 1 Río. 2 200-400 m. 3 400-800 m. 4 800-1200 m. 5 1200-
1600 m. 61600-2000 m. 7 2000-2200 m. Población: B O Bolo, C Chandrexa de Queixa
Ce Castro Caldelas, Ch Chaguazoso, G A Gudiña, L Laza, M Manzaneda, Mo
Montederramo, Pc Portocamba, Pi Pías, Pr Prada, PT Puebla de Trives, VB Viana do
Bolo, X Xares.

5.2.3. El Río Návea

Al Río Návea confluyen los cursos de la zona occidental de la Serra de Queixa (figu-
ra 25). El tramo inferior forma parte del Pais de Valles (HERNÁNDEZ-PACHECO,
1949) y el superior se podría considerar que atraviesa los restos del Replano RIOOO'
El escarpe entre los dos tramos tiene una pendiente media del 6.3%. En detalle se
observan dos rupturas: la inferior, con una pendiente del 3.4%, parece corresponder a un
rejuvenecimiento de ámbito local, definido por el Sil-Bibei. Este escarpe se correlaciona
con la T 3 (+60 m) del Río Sil (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949). La ruptura superior, con
una pendiente del 7.5%, representa el paso del R IOOO al País de Valles.

102
Evolución de la red fluvial actual

lOOOm
Confluencia R. Sil
1 -500m
R. Bibei Cota 240 m
o 5km

Portomourisco
1000m Barxa Riomao R. Xares___
11 lR. Bibei ~____-=----== R. Bibei
Cota 350 m
o
1
5km
I
Pías Porto
R. Bibei
¡1200m
111 7~ Cota 670 m
o 5km

800m~-:1Sta. M. del Puente


700
R.Conso
IV 600 ---------_~_

o
I
10 km
!

1130
1072 1090 910 900 840 810
Va R. Trez 930 d e b a
780 690 630
Portocamba
d confluencia
800 m EnCajan,"
e lento epigé " R. Bibei
R.Camba meo
Vb 600 a
O 10 km

Figura 25. Perfiles longitudinales de los principales afluentes de la cuenca del Río Bibei; afluente
del Río Sil en su tramo medio; modificado a partir de las figuras 3, 4, 6, 9 Y 10,
(HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949). Leyenda: 1 Río Návea y Arroyo San Lázaro. II
Ríos Xares y Bibei III Tramo medio del Río Bibei. IV Río Conso. Va Secciones trans-
versales ESE-WSW en el perfil Vb del Río Camba: a confluencia con el Río Bibei, b
tramo con acentuada epigenia, c tramo medio, d en la divisoria con el Río Trez, afluen-
te del Támega. Vb Río Camba, tramos medio e inferior.

103
Evolución de la red fluvial actual

5.2.4. El Arroyo de San Lázaro

La vertiente septentrional de la Serra de Queixa está degradada por torrentes monta-


ñosos; en estos cursos la pendientes de los perfiles longitudinales suele ser muy alta. Un
curso representativo es el Arroyo San Lázaro (figura 25), con una pendiente del 5.5%.

5.2.5. Los Ríos Camba y Conso

El Río Camba y el Río Conso son afluentes del Río Bibei por su margen izquierda
(figura 25) y drenan la vertiente oriental de la Serra de Queixa. La pendiente media del
Río Camba es escasa (0.8%); y su sinuosidad grande. En el tramo superior existen varios
meandros epigénicos. Sin embargo, el encajamiento de este río rara vez supera los 250 m;
un valor mucho menor al del resto de los cursos de la cuenca del Bibei. Por otra parte su
escarpe de retroceso no ha llegado a afectar al tramo medio.

5.2.6. El Río Lor

El Río Lor es un curso fluvial con indicios de antecedencia (figura 26). En su tramo
final, aguas abajo de la confluencia del Arroyo de Lózara, la incisión es muy pronuncia-
da (en tomo a los 500 m) y el perfil longitudinal es muy suave (0.75%). Además existe
una sobreimposición de un trazado meandriforrne, que deja colgados depósitos de terraza
antigua a distintas alturas.
La dirección predominante (NE-SW) presenta algunas inflexiones N-S que parecen
estar condicionadas por fracturas hercínicas que podrían haber sido reactivadas en el
Alpino. Aguas arriba del Arroyo Lózara, una pendiente del 7% marcaría el tramo torren-
cial de cabecera.

5.2.7. El Río Mao

El Río Mao (figura 26) recorre los Llanos de Castro Caldelas (R lOOO ) con una pen-
diente muy suave (1.3%); aunque presenta síntomas de encajamiento. La incisión ronda
los 100 m de altura y se conserva un desarrollo generalizado de amplias superficies-terra-
za. Además, aguas abajo de la Presa del Mao, abandona el R lOOO confluyendo con el Sil
en un tramo con una pendiente del 11.2%, en un salto de 550 m.
El Río Mao se diferencia del Río Camba en el grado de sinuosidad. La sinuosidad del
Mao resulta de numerosos codos fluviales y no parece deberse al encajamiento de un
curso divagante. Estos acodamientos parecen señalar la captura de una red orientada SE-
NW por otra, más moderna, y de dirección SW-NE. Una última característica de este
curso es su confluencia con el Río Sil; en sentido obsecuente (SW-NE) a la corriente
actual del Sil.

104
Evolución de la red fluvial actual

I Perfil longitudinal de la Cuenca Media del Río Miño


1000
900
800
700
600 Outomuro E. Belesar
500 3
400

E. de Velle

10 20 30 40 50 60 70 80 90
o R. Miño H(m) • R. Arnoia H(m) t. R. Loña H(m) <> R. Búbal H(m)
(1) E. Cachamuiña; (2) Baños de Molgas; (3) Allariz

1600 II Perfil longitudinales de la cuenca media del Río Sil


1400
1200
1000
800 Pte. Domingo F.
600 Monforte
I

20 40 60 80 100 120
o R. Sil H(m) X R. Cabe H(m) t. R. Mao H(m) <> R. Lor H(m)
(1) Labrada; (2) Serra de Moncai; (3) E. San Estevo

Figura 26. Perfiles longitudinales: 1 Cuenca media del Río Miño; II Cuenca media del Río Sil.

5.2.8. El Río Cabe

El Río Cabe se puede dividir en tres tramos llanos separados por dos tramos encaja-
dos (figura 26). La tendencia general es NE-SW, excepto en el tramo inicial, de dirección
E-W. En este primer segmento el río se encaja unos 300 m en el R lOOO y la pendiente del
perfil longitudinal es relativamente suave (1.7%).
Cuando entra en la Cuenca de Monforte de Lemos lo hace en dirección NNE-SSW.
Dentro de la fosa se pueden distinguir dos zonas llanas separadas por un pequeño esca-
lón de 60 m de altura y una pendiente del 2%. El escalón se desarrolla al atravesar la
Serra de Moncai.

105
Evolución de la red fluvial actual

Una vez cruzada la Serra de Moncai, la tendencia general (NE-SW) se ve afectada por
varias inflexiones de dirección N-S. Estos acodamientos se acentúan eh el borde SW de
la Fosa de Monforte de Lemas.
El escarpe más importante se localiza al S de la Fosa; entre Canabal (Sober) y la con-
fluencia con el Río Sil. En este sector el Cabe salva una altura de 120 m con una pen-
diente moderada (1.8%) y un encajamiento medio de 400 ill. Así pues, el Cabe se carac-
teriza por tener dos tramos encajados, uno a la entrada y otro a la salida de la Fosa de
Monforte de Lemas.

5.3. LA CUENCA MEDIA DEL RÍO MIÑO

5.3.1. El Río Miño

En este sector, y dentro de la zona que estudiamos, el Miño sólo tiene un afluente de
importancia: el Amoia. La pendiente media del Río Miño entre Chantada y la confluen-
cia del Amoia es muy baja, 0.35% (figura 26).
Aguas arriba de la confluencia del Río Sil, el Miño se ha encajado unos 400 m en el
Replano de Xinzo da Limia (R600). En este sector la incisión lineal ha conservado la tra-
yectoria meandriforrne, como en Nogueira do Miño. A partir de Os Peares, el Miño aban-
dona la dirección N-S, orientándose NE-SW hasta llegar a Ribadavia. En este segundo
tramo, el encajamiento inicial se amplía lateralmente por desmantelamiento del Replano
de Sabadelle (R400). Aguas abajo de Ribadavia, el Miño retoma un curso meridiano (N-
S) para cortar transversalmente las Serras do Faro de Avión y Peneda-Laboreiro; lo que
podría interpretarse como un signo de antecedencia.

5.3.2. El Río Búbal

En Os Peares confluyen con el Miño los Ríos Sil y Búbal. En este último (figura 26)
el tramo de cabecera se desarrolla en dirección WNW-ESE sobre el R 600 , con un encaja-
miento mediano (menor de 80 m), una pendiente moderada (1.6%) y un desarrollo de
amplias superficies-terraza. Por el contrario, el tramo final, presenta un encajamiento de
400 m y una pendiente del 4.6%.

5.3.3. El Río Loña

El Río Loña presenta dos tramos diferenciados. El primero sobre el R400 y con una
dirección NNE-SSW; el segundo correspondería al encajamiento del curso cuando aban-
dona el replano con una dirección ESE-WNW (figura 26). El enlace entre los dos tramos
están separados se hace mediante un cambio de dirección en las inmediaciones del
Embalse de Cachamuiña.

106
Evolución de la red fluvial actual

En el primer tramo el Loña atraviesa encajándose en ella una pequeña cuenca sedi-
mentaria (Loña Grande) definiendo varios niveles de terrazas colgadas. En el segundo
tramo es cuando se encaja unos 100 m en el R400 con fuerte gradiente y dirección obse-
cuente a la actual del Miño.

5.3.4. El Río Arnoia

Si exceptuamos el sector de cabecera, el Río Amoia tiene tres tramos separados por
discontinuidades (figura 26). En el tramo inicial, entre Prado y Porto, el río se encaja en
el R800 en dirección SE-NW y baja pendiente (l %). En las proximidades de Porto un
escarpe del 2% da paso al segundo tramo; que se desarrolla totalmente sobre el R 600 , con
una pendiente media del 0.37%. Sobre este replano se pueden caracterizar tres segmen-
tos: 1) la Cuenca de Maceda, 2) el encajamiento en el colector a la salida de la fosa, y 3)
el borde degradado del replano R600.
A su paso por la Cuenca de Maceda el Río Amoia se encaja en la inmediaciones del
borde S, manteniendo la dirección SE-NW. En Baños de Molgas se acoda hacia una direc-
ción NE-SW; encajándose unos 80 m hasta llegar a las inmediaciones de Xunqueira de
Ambía. A partir de esta población empieza a abrirse, labrando un fondo de valle plano
directamente sobre el sustrato granítico. Un poco más abajo de Allariz un escalón del 2%
y un encajamiento en tomo a los 100 m, da paso al replano R400.
Una vez en el R400 , entre A Merca y Outomuro, el Amoia se encaja ligeramente hacia
el borde meridional del R400; la incisión nunca supera los 80 m, ni la pendiente el 0.5%.
Sin embargo aguas abajo de Outomuro se acentúan progresivamente el encajamiento y la
pendiente media; que llegan a señalar valores en tomo a los 200 m y 2.2%, respectiva-
mente. Al final la confluencia al Miño se realiza con una dirección S-N; en sentido obse-
cuente a la actual del Río Miño.

5.4. LA CUENCA DEL RÍO LIMIA

El Río Limia mantiene una orientación constante NE-SW. En su perfil longitudinal


(figura 27) se observan dos escarpes de rejuvenecimiento que dividen el curso en tres tra-
mos; todos con pendientes menores del 0.5%. El tramo de cabecera se desarrolla íntegra-
mente sobre el R 600 ; el tramo intermedio se encaja en un replanano R400 ; y el tramo final
marcaría una prolongación relacionada con el nivel de base atlántico.
Analizando con más detalle el tramo de cabecera se distinguen tres sectores: la cabe-
cera S.S., la Cuenca de Antela y el Embalse das Conchas.
La cabecera se sitúa en las proximidades de Vilar de Barrio y define un estrecho inter-
fluvio con la Fosa de Maceda. Este interfluvio constituye un pedimento granítico con
relieves residuales del replano Rsoo.

107
Evolución de la red fluvial actual

La Cuenca de Antela tiene un régimen semiendorreico, con áreas periódicamente


encharcadas. En este sector, hasta los años cincuenta, existió una laguna; reciente-
mente, la apertura de zanjas de drenaje ha producido una disminución del nivel freá-
tico y la desecación de la laguna. El perfil longitudinal del río, en este sector, tiene
una pendiente del 0.17%.
El último sector del tramo de cabecera se encuentra en tomo al Embalse das Conchas.
En este sector se observa un valle de fondo plano con encajamiento pequeño (inferior a
50 m) y un perfil longitudinal con una pendiente muy baja (0.5%).
Entre los tres sectores del tramo de cabecera se observan dos pequeños escalones. En
Vilar de Barrio el escalón es corto pero acusado (4%); y está bien conservado. Por el con-
trario, el escarpe que se encuentra a la salida de la Cuenca de Antela, en Ponteliñares,
tiene una pendiente mínima (0.6%).

Perfil longitudinal Río Lirnia


Vilar de Barrio
Xinzo Da Limia
E das Conchas
700
600
Lindoso
500
400
300 Ponte da Barca
200
100 I R400 o H(m)

oL-~~~~~------------------------------~
o Km 20 40 60 80 100

1400

1200
II Perfil Longitudinal del Río Támega
1000

800 Verin
Chaves
600

400 ~____~~------------------~---

2oo~------~--------~------~------~------~------~------~
okm 10 20 30 40 50 60 70

o H(m) Támega • H(m) Trez '" H(m) Correchouso <> H(m) Tamicelas

(1) Llanos de Camba de Arriba; (2) Correchouso

Figura 27. Perfiles longitudinales: 1 Río Limia; II Río Támega.

108
Evolución de la red fluvial actual

Como se dijo antes, el tramo intermedio se encaja en un replano R4oo ; y se sitúa en las
proximidades de Aceredo. En este sector el curso fluvial define un valle de fondo plano;
y corta las Serras de Santa Eufemia-Monte Quinxo con un encajamiento medio de 200 m.
En las proximidades de Lindoso un nuevo encajamiento corta la Serra da Pene da, en
esta ocasión con una pendiente del 2%. Aguas abajo de Ermelo comenzaría el tercer
tramo; en el que el cauce del Río Lima-Limia corresponde al nivel de base atlántico.
En conjunto, el Lima-Limia presenta varias características significativas: 1) mantiene
una dirección NE-SW de forma constante; ni siquiera alterada al cortar las diversas sie-
rras que atraviesa (lo que indica cierta antecedencia); 2) una parte significativa de su per-
fil se gradua con el nivel de base atlántico; 3) su perfil longitudinal presenta varios esca-
lonamientos que separan largos tramos con pendientes muy bajas (lo que parece indicar
retroceso erosivo, o diferencias litológicas, o escalonamientos tectónicos).

5.5. LA CUENCA DEL RÍO TÁMEGA

El Río Támega se caracteriza por dos motivos: 1) Su perfil longitudinal tiene unas
pendientes muy bajas, que nunca superan el 0.5%; y 2) la red adapta su curso a direccio-
nes estructurales alpinas (figura 27).
A grandes rasgos se pueden distinguir tres tramos; de cabecera a confluencia serían:
El Valle de Laza, la Fosa de Chaves-Verín y el colector de salida de la fosa.
El tramo del Valle de Laza corresponde a la prolongación meridional de la Falla de
Maceda (NW-SE). En este tramo el río circula encajado unos 300 m; y forma un valle de
fondo plano sobre depósitos aluvio-coluviales terciario-cuaternarios (BARRERA
MORATE et al., 1989).
A partir de Nocedo, el Támega vira a una dirección N-S y se abre a la fosa de Chaves-
Verín. Esta dirección la mantendrá a lo largo de todo el tramo, hasta Vilarinho das
Paranheiras. Llegado este punto toma una orientación NE-SW, encajándose unos 500 m
en el R 800 a tope de las Serras de Alvao y Terra de Basto.
En el tramo del Valle de Laza (figura 28) se observa que la tendencia general (NW-
SE) es modificada localmente por un tramo de dirección NE-SW. Además de esta infle-
xión se observan varias anomalías de los ríos afluentes en el entorno del Valle de Laza
Por una parte los Ríos Támega y Correchouso definen dos valles a escasa distancia
(5 km); y con una dirección paralela (NNW-SSE). Sin embargo las pendientes de sus
perfiles longitudinales son marcadamente desiguales. En el caso del Támega, el valle es
ancho, su fondo es plano y está recubierto por depósitos que según BARRERA MORA-
TE et al. (1989) son aluvio-coluviales de edad terciario-cuaternaria. En este tramo la
pendiente del perfil longitudinal es muy tendida (0.6%). Por el contrario el Río
Correchouso se encaja profundamente en un valle angosto con una alta pendiente (4.8%)
y sin dejar apenas depósitos.

109
Evolución de la red fluvial actual

¡Le i 1 2 3 5
o km

Figura 28. Esquema topográfico de la vertiente sur de la Serra de Queixa-San Mamede. Detalle de
las cabeceras de los Ríos Támega y Camba; nótese la fuerte erosión remontante del
Arroyo Trez que puede inducir la captura del Río Camba. Leyenda: 1 Río. 2 400-600
m. 3 600-800 m. 4 800-1000 m. 5 1000-1200 m. 6 1200-1400 m. 7 1400-1600 m.
Población: C Campobecerros, L Laza, P Portocamba, T Trez.

Por otra parte, en las proximidades de Portocamba, se observa una divisoria de aguas
muy desigual entre las cuencas del Río Camba y el Arroyo de Trez. En la vertiente N el
desnivel hacia el Río Camba es de 61 m; mientras que en la vertiente S, el desnivel hacia
el Río Trez es de 325 m (figura 25). Esta diferencia de alturas amenaza la captura del Río
Camba por la Cuenca del Támega-Duero.
En las proximidades de Correchouso se observa otra divisoria asimétrica. La vertien-
te E corresponde al valle del Río Correchouso; y presenta un desnivel inferior a los 100
m. En el margen W el Arroyo Tamicelas salva un desnivel de 340 m con una pendiente
del 12%. La erosión remontante inducida por el Arroyo Tamicelas amenaza la captura del
Río Correchouso en su tramo de cabecera.
Por último, se observa una continuidad longitudinal entre la cabecera del Amoia y el
Río Támega. En la estación de tren de Prado-Alberguería el collado señala un nivel de
base en tomo a los 800 m.

110
CAPÍTULO 6

VESTIGIOS DE ANTECEDENCIA
EN LA RED FLUVIAL
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

6. VESTIGIOS DE ANTECEDENCIA EN LA RED FLUVIAL

6.1. INTRODUCCIÓN

El análisis de la red fluvial (figura 29) revela cuatro grandes orientaciones que se
superponen, modificandose parcialmente: ENE-WSW, NE-SW, N-S y NW-SE. Estas ten-
dencias están ligeramente modificadas por otras tres tendencias, de caracter local: SW-
NE, SE-NW y S-N (figura 32).
Dada la escasez de sedimentos fluviales en la zona estudiada; el análisis de capturas
fluviales (figura 36), realizado a partir de criterios poco usuales como identificación de
posibles terrazas erosivas y paleo-canales (figuras 31, 33, 34 Y 35) constituye el único
modo de establecer aproximadamente una cronología relativa de procesos y deducir la
antigüedad de la red fluvial.

6.2. LAS TENDENCIAS FLUVIALES MÁS SIGINIFICATIVAS

La dirección ENE-WSW se observa en dos tramos del Río Sil (Quiroga-Os Peares y
Puente de Domingo Flórez-Montefurado). A escala peninsular esta lineación coincide con
la definida por los Ríos Ulla (tramo medio); Duero (Zamora-Aranda de Duero); Tajo
(Toledo-Alcántara); y Guadalquivir (Andújar-Sevilla).
La red NE-SW está caracterizada por los Ríos Limia, Lor, Amoia y Cabe; y a escala
regional se puede correlacionar con la lineación que marcan las Rías Baixas y los tramos
finales de los ríos que desembocan en ellas: Tambre, Ulla, Lérez y Miño.
La dirección N-S se reconoce en el Río Miño, aguas arriba de la confluencia del Río
Sil; y en el Río Támega, a su paso por la Depresión de Chaves-Verín.
La tendencia NW-SE estaría representada en la vertiente meridional de la Serra de
Queixa por los Ríos: Támega (Valle de Laza), Correchouso, Camba, Ribeira Grande,
Ribeira Pequeña y Conso. A escala regional esta dirección sigue el patrón de la red que
drena el margen oriental de la Cuenca del Duero; aunque parece corresponder a procesos
heterócronos.
En cuanto a las tendencias de caracter local; la dirección SW-NE orienta los Ríos
Návea y Mao; la dirección SE-NW modifica puntualmente los Ríos Mao y Amoia; y la
red S-N estaría caracterizada en los valles medio y bajo de los Ríos Camba y Bibei; y en
el tramo Montefurado-Quiroga del Río Sil.

113
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

9 ,-~ 110 11 Ou 12 o
L_... _
5 10 km
..... -1

Figura 29. Localización de la región estudiada. Esquema simplificado de los replanos cartografia-
dos. Leyenda: 1 R400 (300-500 m). 2 Rsoo (500-600 m). 3 R600 (600-700 m). 4 Rsoo
(700-900 m). 5 R IOOO (700-1000 m). 6 R 1200 (1100-1300 m). 7 R 1400 (1300-1500 m). 8
R 1600 (1400-1700 m). 9 Crestas de degradación fluvial. Relieves estructurales. 10
Depósitos terciario-cuaternarios. 11 Curso fluvial. 12 Población: B Braga, ML
Monforte de Lemos, Ou Ourense, P Ponferrada, SC Santiago de Compostela, XL Xinzo
da Limia.

114
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

6.3. DIRECCIÓN ENE-WSW

El Sil es el curso más representativo de esta tendencia (figura 32-2). Este río mues-
tra algunas características significativas: 1) Corta perpendicularmente las Serra de Auga
Levada (887 m) y Marroxo-Monte Vidual (816 m); estos relieves, alineados en dirección
NW-SE, han sido interpretados como residuales estructurales de una superficie de ero-
sión poligénica premiocena (SOLÉ, 1983; MARTÍN-SERRANO, 1988); 2) Evita la
Fosa de Monforte, encajándose en el lado S del borde meridional; 3) La disección se rea-
liza perpendicularmente a los retazos de superficie que forman sus márgenes (R IOOO y
R 6oo ); en el sector Quiroga-Os Peares los dos márgenes buzan al N; 4) Dos de sus afluen-
tes principales (Río Cabe y Lor) se encajan a contrapendiente de la topografía, sobre el
replano R 600 ; 5) Un nivel de base a 550 m (figura 32) señala el techo del último encaja-
miento, estimado en 300 m; superando los 60 m apuntados para el encajamiento plio-
cuaternario del Río Mero (ESCUER y VIDAL ROMANÍ, 1987); 6) Puntualmente el
encajamiento ha permitido la acumulación de depósitos, confiriendo al valle una morfo-
logía de fondo plano.
Según VERGNOLLE (1990) el Sil habría sufrido una inversión del sentido de su cir-
culación a lo largo del Terciario superior (de WSW-ENE a ENE-WSW). Esta investiga-
dora basa su hipótesis en dos observaciones: 1) La similitud de facies entre las arcosas de
Monforte (De Groot, 1974) y las arkosas de la Formación Monforte (VERGNOLLE,
1990) y 2) En la necesidad de un área madre occidental para las arcosas y su posible eva-
cuación hacia el Río Lor por Puebla de Brollón (475 m) (DE GROOT, 1974).
VERGNOLLE (1990) propone una dirección de corriente para el Río Lor que permi-
ta el transporte de las arcosas hacia Quiroga y su sedimentación en esta cuenca. Justifica
la similitud de facies en la pequeña distancia que existe entre las cuencas (20 km); lo que
permite suponer una mínima reelaboración del material. Según este razonamiento duran-
te el Mioceno el sentido de la corriente habría sido aproximadamente de W a E. Según
VERGNOLLE (1990) la Formación Quiroga, está tectonizada y es fosilizada en discor-
dancia angular por la Formación Monforte; por lo que propone una fase tectónica pre-
Mioceno superior (VERGNOLLE, 1990).

6.4. DIRECCIÓN NE-SW

Esta tendencia se presenta en cuatro cursos fluviales; el Río Miño entre Os Peares y
Ribadavia; el Río Cabe, desde que entra en la Fosa de Monforte de Lemos; el Río Arnoia,
aguas abajo de la Fosa de Maceda; y el Río Limia, a lo largo de todo su curso (figuras 32-
1 Y 36-5). En los cursos con esta tendencia se observan dos anomalías: El codo fluvial del
Río Cabe en el valle de Incio; y la cabecera anómala del Río Lima-Limia.
Al salir del Valle de Incio hacia la Fosa de Monforte, el Río Cabe se acoda; pasando
de tener una dirección SE-NW a orientarse NE-SW (figura 36-5). Este acodamiento viene
señalado por un encajamiento de casi 500 m sobre el nivel de cumbres de la Serra de
Montouto (figura 30) un R lüoo degradado.

115
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

Por otro lado la cabecera del Río Limia es la Fosa de Xinzo, que está rodeada por
extensos aplanamientos R 800 y R600 (figura 31). Dos observaciones hacen dificil conside-
rar que los actuales relieves circundantes hayan constituido la cabecera de la red fluvial:
un evolucionado perfil longitudinal del Río Limia; y la extensión y profundidad de la fosa;
estimadas en 244 km2 y un máximo de 250 m (REY DE LA ROSA et al., 1982), respec-
tivamente. Más bien la cuenca estaría truncada por la Fosa de Maceda; dejando colgada
la cuenca de cabecera (S erra de S. Mamede).
La antigüedad de la orientación NE-SW en la red fluvial se observa en el Río
Miño (tramo Os Peares-Ribadavia); donde se observan 13 niveles de terrazas erosi-
vas entre las cotas 520 y 180 m. Por debajo de esta cota aún existen dos niveles más
con depósitos de terraza.
Sin embargo existen otros cursos fluviales con esta misma orientación que muestran
una incisión de la red más moderada. Sería el caso del Río Amoia; que en el tramo
Allariz-Xunqueira de Ambía tan solo se encaja unos 120 m sobre el aplanamiento R600 ;

'- 6 Fosa
de
Macada
7

R600 8

Figura 30. Sector Monforte de Lemos. Esquema geomorfológico y localización de superficies-


terraza, paleocanales y meandros abandonados. Leyenda: 1 Escarpe de replano topo-
gráfico. 2 Terraza erosiva, superficie-terraza. 3 Residuales: estructural, colina cónica,
tronco-cónico. 4 Población: ML Monforte de Lemos. 5 Meandro abandonado. 6
Paleocauce 7 Río. Fondo de valle plano. 8 Aplanamiento.

116
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

observándose superficies-terraza a 500 y 550 m. Estas diferencias de encajamiento en cur-


sos con la misma orientación sugieren una doble componente genética: antigüedad y cam-
bio en el nivel de base (levantamiento diferencial).

6.5. DIRECCIÓN N-S

Dentro de la zona estudiada, esta tendencia se observa (figura 36-3) en el tramo lucen-
se del Río Miño y en la Serra dos Entimos (Verín); en ésta última modificando la cabe-
cera del Río Parada, de dirección ENE-WSW.
En su tramo lucense el Río Miño evita la fosa de Monforte, encajándose por el W unos
350 m. Esto sugiere una cierta antecedencia fluvial (figura 33), apuntada de forma explí-
cita por MARTÍN-SERRANO (1991).

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_7[ .
'3
S·ScI9 7 10

Figura 31. Esquema topográfico de la confluencia de los Ríos Lor y Sil. Leyenda: I 200-300 m. 2
300-400 m. 3400-500 m. 4 500-600 m. 5 600-700 m. 6 700-800 m. 7 800-900 m. 8 Río.
9 Población: PB Puebla de Brollón, SC San Clodio. 10 Sierra: a Auga Levada (890 m),
b Pena Grande (613 m), c Altos de Aldriz (512 m), d Altos de A Granxa (743 m), e
Valdeguana (877 m), f Veliña (548 m), g Alto do Carrego (656 m), h Piñeiro (828 m).

117
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

Río Limia Río Lor Ríos Arnoia Barbaña y Loña


1 1
'.,

2
'.,

Red Fluvial NE - SW

Figura 32-1. Evolución cenozoica de la red NE-SW en el SE gallego y N de Portugal. En el esquema


topográfico se localizan los tramos seleccionadas; y en los esquemas geomorfológicos se
detallan las etapas evolutivas, (A) El Río Limia: I En un primer momento el Limia habría
estado relacionado con el trazado del paleo-Sil. 2 La apertura de la Fosa de Maceda habría
desconectado la cabecera del resto de la cuenca, que pasaría a tener un régimen semi endo-
rreico, (B) El Río Lor: I Los Ríos Lor, Soldón y Quiroga ya estarían encajados en el R IOOO
con una dirección NE-SW, 2 Después de formarse el Rsoo' el Lor habría sido capturado
por el Sil. (C) Los Ríos Arnoia, Barbaña Y LOÑA: 1 Los Ríos Amoia, Barbaña y Loña
presentarían una dirección NE-SW desde el R600 , 2 Después de formarse el R400 habrían
sido capturados, progresivamente, por el Miño hacia el NW, Leyenda del esquema topo-
gráfico: 1 0-400 m; 2400-800 m; 3 800-1200 m; 41200-1600 m; 5 1600-2000 m; 62000-
2400 m; 7 río; 8 población (B O Barco; Br Braga; Ch Chantada; M Maceda; ML Monforte
de Lemos; Mo Mon¡;ao; Ou Ourense; Ri Ribadavia; P Ponferrada; PS Puebla de Sanabria;
Ve Verín; XL Xinzo da Limia), Leyenda del mapa geomorfológico: 1 Replanos R400 a
R 1400 , 2 Replano R 1600 , 3 Escarpe de replano topográfico, 4 Cresta de degradación fluvial.
Relieves estructurales, 5 Población (M Maceda, ML Monforte de Lemos, Ou Ourense,
XL Xinzo da Limia), 6 Red fluvial (linea continua) y capturas (linea discontinua),

118
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

RíoS¡¡

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Red Fluvial ENE - WSW

Figura 32-2. Evolución cenozoica de la red ENE-WSW en el SE gallego y N de Portugal. En el


esquema topográfico se localizan los tramos seleccionadas; y en los esquemas geo-
morfologicos se detallan las etapas evolutivas. Leyenda: (ver figura 32-1). (A) El Río
Sil: 1 Con posterioridad al R 1200, el trazado del Sil pasaría por los Llanos de Castro
Caldelas en dirección NE-SW. 2 Una vez formado el R IOOO ' la reactivación de fractu-
ras ENE-WSW (Fase 1) provocaría un primer levantamiento de los Llanos de Castro
Caldelas, obligando al Sil a rodearlos por el N. 3 Durante la elaboración del RgOO ya
habría recuperado la dirección ENE-WSW. 4 Posteriormente, una segunda fase tectó-
nica (Fase II), reactivaría las fracturas NNW-SSE, provocando un nuevo acodamiento
hacia el NW. 5 El descenso escalonado de replanos hacia el W sugiere la existencia de
varios pulsos en la Fase II, lo que habría producido la migración hacia el N de su con-
fluencia con el Miño. 6 La actual confluencia vendría definida por el encajamiento de
la red en el R600'

119
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

Ríos Támega y Camba

Red Fluvial
NW-SE

Figura 32-3. Evolución cenozoica de la red NW-SE en el SE gallego y N de Portugal. En el esque-


ma topográfico se localizan los tramos seleccionadas; y en los esquemas geomorfolo-
gicos se detallan las etapas evolutivas. Leyenda: (ver figura 32-1). (A) Los Ríos
Támega y Camba: 1 Al S de la Serra de Queixa se observa una red paralela encajada
en el R1600' Uno de estos cursos, el paleo-Camba, tendría su cabecera en el actual valle
de Chandrexa; este tramo habría sido capturado por el Návea al encajarse la red en el
R l4oo ' 2 Al encajarse en el R lOoo ' la red paralela habría sufrido un proceso de capturas
hacia el N. Los Ríos Cenza, Conso, Ribeira y Cenza, habrían sido capturados, sucesi-
vamente por el Sil. 3. La apertura de la fosa de Maceda habría provocado la captura de
la cabecera del paleo-Támega. 4 El encajamiento del Támega en el Rsoo habría dado
lugar a un proceso de capturas hacia el S. Los Ríos Correchouso y Trez, habrían sido
capturados sucesivamente; y en el caso del Río Baldriz también habría provocado su
inversión.

120
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

En los sectores meridionales la red aprovecha la fracturación regional N-S para enca-
jarse y disectar los aplanamientos R IOOO (Río Parada), Rsoo (Fosa de Chaves-Verín, Río
Túa) y R 600 (Fosas de Tui y Monc;ao).
La antecedencia de la red orientada según esta dirección viene apuntada por el enca-
jamiento del trazado meandriforme en Nogueira do Miño (Chantada). En este punto se
observan tres zonas dentro del encajamiento: 1) Entre el borde del escarpe definido en el
R 600 y la cima del residual (516 m); 2) Desde la cota 516 m hasta el collado de difluen-
cia fluvial (400 m); y 3) Por debajo de la cota 400 hasta el curso actual (180 m).

6.6. DIRECCIÓN NW-SE

En el borde SW de la Serra do Courel, sobre un R IOOO ' existen vestigios de una red
orientada en dirección NW-SE. Esta red se habría encajado en la Serra do Montouto-
Trapa; mientras que en el Alto da Rodela (interfluvio Lor-Quiroga) se habrían preserva-
do retazos de terraza erosiva (figura 30). Posteriormente la red NW-SE habría sido cap-
turada por el Río Cabe en dirección NE-SW (figura 36-5).

I R600la
oI 5 10 km
I

Figura 33. Curso medio del Río Miño. Esquema geomorfológico y localización de superficies-
terraza, paleocanales y meandros abandonados. Leyenda: 1 Escarpe de replano topo-
gráfico. 2 Terraza erosiva, superficie-terraza. 3 Residuales: estructural, colina cónica,
tronco-cónico. 4 Población: ML Monforte de Lemos, Ou Ourense. 5 Meandro abando-
nado. 6 Paleocauce 7 Río. Fondo de valle plano. 8 Aplanamiento.

121
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

En el sector meridional de la Serra de Queixa, la orientación NW-SE estaría represen-


tada por los tramos de cabecera de los Ríos Támega, Correchouso, Camba, Ribeira
Grande, Conso y Cenza; que formarían una red subparalela (figura 32-3).
Los tramos de cabecera de estos cursos serían los únicos vestigios de una red primiti-
va que cambió de dirección como consecuencia de dos procesos de captura. Hacia el S en
el caso del Támega y Correchouso; y hacia el N en los restantes cursos (figura 36-5).
El hecho de que no se conserven rasgos fluviales antiguos en la cabecera del Río
Cenza puede tener cierta relación con la erosión del glaciarismo Pleistoceno sobre el
replano R 1400 (VIDAL ROMANÍ et al., 1994a; 1994b). No obstante, es posible que los
tramos de cabecera de la red actual sigan el trazado de la red subglaciar; y que esta se haya
heredado de una a otra fase glaciar.

6.6.1. La captura de la red NW-SE por el Río Sil

En los alrededores de Toro y Portocamba se observan formas identificadas como pale-


ocanales erosivos que evidencian una captura hacia el NE s.l. Esta captura habría sido pro-
ducida por el Río Sil, y el nivel en el que se observa es un retazo del RIOOO' En la vertiente
oriental de la Serra de Queixa la captura ha respetado el caracter senil de algunos cursos
(meandros epigénicos del Camba en Portocamba). Al E del área estudiada, los Llanos do
Canizo (Serra Segundeira) constituyen un aplanamiento más alto (R 1400) sobre el que se
observa el mismo proceso de capturas afectando al Río Bibei.
Al S de la Serra de San Mamede-Queixa, sobre el R IOOO ' la paleo-dirección NW-SE
podría estar relacionada con los pequeños retazos observados; que corresponderían al tra-
zado sobre una superficie anterior (figura 34): Altos de Gancedo (1320 m), Cabezo de
Cántara, Camba (1200 m), Cabezo de Huso, Portocamba (1135 m) y Peñanofre (1291 m).
Otro curso que suponemos capturado por el Sil es la cabecera del paleo-Camba; que
debió situarse en los Altos do Acebral. En la actualidad esta zona forma parte de la red
del Návea; habiéndose desplazando la divisoria de cuencas hidrográficas hacia el S.
La hipótesis de una captura del Camba por el Návea-Sil se basa en tres datos: 1) Que
la cabecera del Río Návea-Queixa resulta anómala por su diseño centrípeto (figura 35);
definido por arroyos que confluyen en direcciones obsecuentes a la del curso principal
(Arroyo de las Casas, Bois, Cerdeiriña, Tomeiros y Figueiro). 2) Que la cabecera del
Návea, aun drenando hacia el N, presenta una disimetría más alta al N (Altos do Acebral,
1600 m) que al S (Altos do Gancedo, 1360 m). Y 3) que existe un grupo de terrazas ero-
sivas (Arroyo de las Casas y Cerdeiriña) equiparables a la divisoria actual Návea-Camba
(Altos do Gancedo, 1360 m).
Todo esto señala en nuestra opinión, que el R 1400 era el nivel de base en el momento
de la captura de la cabecera del Camba; lo que sería sincrónico a la captura del Bibei en
los Llanos do Canizo (figura 34).

122
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

6.6.2. La captura de la red NW-SE por el Río Támega

El segundo grupo de capturas es de dirección N-S s.l.; y viene impuesto por el Río
Támega. Estas capturas disectan los paleocanales de una red anterior; habiéndose preser-
vado algunos retazos (Toro, 1000 m; Portocamba, 960 m; y Alto de Correchouso, 800 m).
Los paleocanales corresponderían a las capturas, hacia el N, del paleo-Correchouso y
paleo-Támega (figura 34).
En el Valle de Laza, las capturas N-S se asocian a un nivel de base en tomo a los 800
m (figura 34). En el margen oriental del Valle; las capturas habrían empezado a afectar a
los cursos más occidentales (Río Correchouso) y se habrían desplazado hacia el E (Río
Trez) amenazando en un futuro al Río Camba, idea ya apuntada por HERNÁNDEZ-
PACHECO (1949).
En el sector occidental del Valle de Laza, el proceso de capturas habría alcanza-
do al Río Baldriz; forzandole a invertir el sentido de la corriente. Indicios de ello
serían: un drenaje endorreico en la cabecera del actual Baldriz; y las superficies-
terraza del sector septentrional del Rsoo' Todo ello nos sugiere la existencia, en ese
momento, de un paleo-Baldriz con un trazado similar al actual pero circulando en
con sentido contrario (NW-SE).

o
I
5

Rl600

r¡ ti

R. Támega

Figura 34. Sector meridional de la Serra de Queixa-San Mamede. Esquema geomorfológico y loca-
lización de superficies-terraza, paleocanales y meandros abandonados. Leyenda: 1
Escarpe de replano topográfico. 2 Terraza erosiva, superficie-terraza. 3 Residuales:
estructural, colina cónica, tronco-cónico. 4 Población: XL Xinzo da Limia. 5 Meandro
abandonado. 6 Paleocauce 7 Río. Fondo de valle plano. 8 Aplanamiento.

123
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

6.7. DIRECCIÓN SW-NE

Los vestigios de una red orientada en dirección SW-NE (figura 35), se basan en
apreciaciones morfológicas (retazos de canales y terrazas erosivas). Los únicos depósi-
tos descritos son los de los Llanos de Castro Caldelas (R IOOO ); que, correlacionados con
la Formación Quiroga (VERGNOLLE, 1990), han sido utilizados para situar la cabe-
cera del Sil en esta zona y atribuirle una circulación en sentido contrario a la actual
(VERGNOLLE,1990).
Nuestra idea es que los depósitos que recubren parcialmente los Llanos de Castro
Caldelas, corresponden a un abanico del Mao que se habría derramado sobre el R IOOO y
que habría sido disectado e incidido en varios episodios, a la par que se producía la Fosa
de Maceda por el W, y el encajamiento del Sil y de su red secundaria por el N.
Si alguna vez el Sil erosionó el R IOOO ' como parece probable, no se han podido iden-
tificar hasta el momento sus depósitos. Es por esta razón por la que, basándonos en los
datos de terrazas erosivas, vamos a identificar las sucesivas formas de encajamiento de la
red secundaria asociada al proceso de incisión del Río Sil.
La evolución de la red se puede reconstruir a partir de paleocanales o terrazas erosi-
vas situadas a diferentes alturas, en cuatro puntos de la vertiente septentrional de la Serra
de Queixa-San Mamede .(figura 36-2): valle del Río Návea, Serra do Burgo (R 12oo)'
Llanos de Castro Caldelas (R IOOO) y Llanos de Puebla de Trives (R IOOO ). En la vertiente
oriental de la Serra Queixa-San Mamede, el encajamiento se reflejará en las capturas de
los Ríos Camba, Canso y Riveira; analizados ya en el apartado anterior.
EL Río Návea constituye el curso activo más significativo del grupo. Se encaja en el
R l6oo ; observandose dos niveles topográficos de importancia en tomo a 1400 m y 1100 m
(figura 35). Su erosión en la zona de cabecera produce el vaciado del aplanamiento de la
Serra de Queixa-San Mamede (R I600 ) (figura 29); llegando a encajarse 700 m en tomo al
Embalse de Chandrexa. La antigüedad de este curso (figura 35) vendría señalada por la
captura que realiza sobre la cabecera del Río Camba, en los Altos de Gancedo (1360 m).
Su perfil longitudinal no es maduro y en él se define un escalón al abandonar el nivel de
los los 1100 m.
Otro punto donde se observan vestigios de una red SW-NE es en la cabecera del
Arroyo Rabal (Serra do Burgo); donde se han cartografiado restos de un antiguo canal que
señala la prolongación septentrional al tramo de cabecera del Río Mao. La segregación del
Río Mao respecto del Río Návea viene señalada sobre el R l4oo . Posteriormente el Río
Mao habría sido capturado hacia el NW; episodio que viene señalado sobre el R I200 (figu-
ra 35). El tramo inferior del Mao habría permanecido colgado un tiempo hasta que fue
reincorporado a la red del Návea a la altura de Rabal.
En los Llanos de Puebla de Trives también se observa la red SW-NE (figura 35). Este
replano se encuentra degradado hacia el NE; y sus límites vienen impuestos por un escar-
pe morfa-estructural (NW-SE) al S y encajamientos fluviales al E (Bibei) y W (Návea).

124
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

2 1'L_'
--,6 N
3

r.oui 4 [~8
7
A
I~J9
Figura 35. Sector septentrional de la Serra de Queixa-San Mamede. Esquema geomorfológico y
localización de superficies-terraza, paleocanales y meandros abandonados. Leyenda: 1
Escarpe de replano topográfico. 2 Terraza erosiva, superficie-terraza. 3 Residuales:
estructural, colina cónica, tronco-cónico. 4 Población: ML Monforte de Lemos, Ou
Ourense, XL Xinzo da Limia. 5 Meandro abandonado. 6 Paleocauce 7 Río. Fondo de
valle plano. 8 Aplanamiento. 9 Depósitos de terraza.

La existencia de varios niveles de terrazas erosivas sugiere una cierta antigüedad de la red
en el sector; aunque se observan anomalías: el trazado de los cauces están truncados por
un escarpe morfa-estructural de dirección NW-SE; y el aplanamiento está suavemente
degradado hacia el Bibei, sin que el encajamiento de la red SW-NE sea significativo.
El último sector con vestigios de una red SW-NE son Los Llanos de Castro Caldelas;
aunque, en la actualidad, la red SW-EN está modificada por la sobreimposición de una
red orientada SE-NW. Botón de muestra serían la inversión local del sentido en el Río
Mao cerca de Montederramo y la captura del Arroyo Vaus en A Medorra (figura 35).
Sin embargo la red SW-NE está truncada al W por la Falla de Maceda (figura 35). Este
hecho dificulta la ubicación paleogeográfica de su cabecera; aunque resulta un indicio
claro de la mayor antigüedad del R IOOO sobre la Fosa tectónica y de la existencia de una
paleorred con drenaje aproximadamente S-N, que gira hacia el E a medida que progresa
la incisión del Sil (también posterior al R IOOO ). Así pues la incisión del Sil sería el proce-
so que habría gobernado la evolución de la captura de la paleored SE-NW hacia el E.

125
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

6.8. DIRECCIÓN S-N

La tendencia fluvial S-N se reconoce en la cuenca media del Río Sil, en tomo a
Montefurado; donde el Sil se acoda hacia el N hasta llegar a Quiroga (figura 36-1). Una
vez salvada la Fosa de Quiroga, el Sil retoma la dirección ENE-WSW.
El Río Bibei constituye la prolongación meridional del tramo Montefurado-Quiroga.
Este curso se encaja en un aplanamiento que se extiende entre A Gudiña y A Rúa. Este
aplanamiento (un R lOoo) se muestra progresivamente degradado hacia el N. En él se
observan las capturas de los Ríos Camba, Conso y la cabecera del Bibei.

6.9. DIRECCIÓN SE-NW

La paleo-dirección SE-NW se puede observar en los Llanos de Castro Caldelas


(R lOoo)' el borde NW de la Fosa de Monforte (R600), la Cuenca de Maceda (R 6oo) y el
Polígono Industrial de San Ciprián das Viñas (R4oo). En todos los casos se limita a modi-
ficaciones parciales de una paleo-corriente a la que se sobreimpone (figuras 32, 3).
Sobre el borde NW de la Fosa de Monforte se observa en los tramos que capturan los
cursos residuales de la red endorreica (Río del Portiño, Río Sardiñeira). La captura del
Miño los hace confluir en tomo al aplanamiento de Ch,antada (R 50o).
En la Cuenca de Maceda los Ríos Tioira y Forche degradan el escarpe de la falla orien-
tal. Estos cursos (NE-SW) sufren dos inflexiones por interferencias con la red SE-NW.
Esta red es subparalela al escarpe de la Falla de Maceda (figura 36-4).
En el sector meridional de la Fosa de Maceda, el Río Amoia se acoda en Prado-
Alberguería. La cabecera de este curso representa un paleo-Támega capturado por la
Fosa de Maceda con una dirección SE-NW (figura 34). Esta captura señala al R 800
como nivel de base.
Por último se vuelve a observar esta tendencia en las proximidades de S. Ciprián das
Viñas (R4oo); caracterizando los tramos iniciales de los Ríos Loña, Grañal, Gaiola y
Barbaña. Esta red es capturada parcialmente por el Río Miño en dirección SE-NW. En este
caso la captura sería posterior al aplanamiento que degrada, el R400 (figura 33)

126
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

Cuenca del Río Bibei

Red Fluvial
S-N

Figura 36-1. Evolución cenozoica de la red S-N en el SE gallego y N de Portugal. En los esquemas
topográficos se detallan las etapas evolutivas. Leyenda: (ver figura 32-1). cuenca del
Río Bibei: 1 Al E de la Serra de Queixa las redes de los Ríos Camba (NW-SE) y Bibei
(NE-SW) se habrían encajado en el R 1600 y drenarían hacia el S, en sentido amplio. 2
Con posterioridad, el Río Bibei sería capturado, hacia el N, por el Río Sil. 3 Al enca-
jarse la red en el R lOOO se habrían producido el acodamiento del Camba y del Xares
hacia el N. 4 Posteriormente, el tramo medio del Camba habría sido capturado por el
Bibei en Viana do Bolo. 5 Al encajarse en el Rsoo' el Xares habría sido capturado por
el Bibei en Larouco.

127
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

Ríos Arnoia Barbaña y Loña


3

","" '

Llanos de
Puebla de Trives

Red Fluvial SW - NE

Figura 36-2. Evolución cenozoica de la red SW-NE en el SE gallego y N de Portugal. En el esque-


ma topográfico se localizan los tramos seleccionadas; y en los esquemas geomorfolo-
gicos se detallan las etapas evolutivas. Leyenda: (ver figura 32-1). (A) Ríos Návea y
Mao: La red SW-NE se incluye en el grupo de redes secundarias porque modifica la
red SE-NW. No obstante algunos de sus cursos muestran una gran antecedencia. Este
sería el caso del Río Návea. 1 Al encajarse en el R 1400 , el Río Návea habría capturado
la cabecera del Camba y se habría escindido en dos canales paralelos: el Návea y el
Mao. 2 Al encajarse en el R lzoo el Río Mao habría sido capturado hacia el NW a la
altura de Montederramo. Por su parte el Río Návea se habría encajado con un curso
divagante hasta alcanzar el R IOOO ; momento en el que la incisión se habría acelerado,
preservándose parte del trazado meandrifonne. 3 En un tercer momento, el Návea
habría capturado el Arroyo Rabal, en cuya cabecera se encuentran los vestigios de la
red fosil del Mao antes de ser capturado hacia el NW. Por su parte, el Río Mao se acoda
hacia el NE al encajarse en el nivel de terraza T9 de los Llanos de Castro CaIdelas. (B)
Los Llanos de Puebla de Trives: l. En un primer momento, la confluencia de los Ríos
Bibei y Návea se realizaría en un punto situado al W de Puebla de Trives. Al encajar-
se en el R lzoo ' el Bibei lo haría de fonna suave a la par que migraría hacia el NE.
Durante esta etapa el Bibei elaboraría los llanos de Puebla de Trives, que constituyen
una superficie tipo rampa. 2 Al encajarse en el R IOOO ' la incisión se acentuaría de fonna
brusca y el Bibei dejaría colgados los Llanos de Puebla de Trives. 3 Finalmente se
habría instalado una red paralela que drenaría los Llanos de Puebla de Trives.

128
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

1 \'
R600 : Rr.OO
, ,
/ / '/ v

R 400

Xl

Río Miño
Red Fluvial N - S

Figura 36-3. Evolución cenozoica de la red N-S en el SE gallego y N de Portugal. En el esquema


topográfico se localizan los tramos seleccionadas; y en los esquemas geomorfologicos
se detallan las etapas evolutivas. Leyenda: (ver figura 32-1). (A) Río Miño: De modo
general la red N-S se sobreimpone y modifica a la red NW-SE. En el SE gallego los
principales cursos con tramos en esta dirección son los Ríos: Parada, Támega, Avia y
Miño. El encajamiento N-S del Río Parada viene señalado en el R IOOO ' el del Támega
en el RgOO' el del Miño en el R 600 y el del Avia en el R400. 1. Antes de la apertura de la
Fosa de Monforte el Río Miño se encajaría en el R600 de forma lenta y con una trayec-
toria divagante. 2 Después de la formación del R 500 la incisión se habría acelerado,
encajándose con una trayectoria meandriforme.

129
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

Red Fluvial SE - NW
Figura 36-4. Evolución cenozoica de la red SE-NW en el SE gallego y N de Portugal. En el esque-
ma topográfico se localizan los tramos seleccionadas. Se puede considerar que esta red
está representada por el trazado de algunos cursos fluviales que han sido capturados por
el Río Miño. Todos los casos observados ya han sido explicados en anteriores figuras;
por lo que aquí solo se sitúan en su contexto geográfico. Leyendas: (ver figura 32-1).

Figura 36-5. (Página siguiente). Evolución cenozoica de la red en las depresiones del SE gallego y
N de Portugal. En el esquema topográfico se localizan los tramos seleccionadas; yen los
esquemas geomorfologicos se detallan las etapas evolutivas. Leyenda: (ver figura 32-1).
(A) Fosa de Monforte de Lemos. l. Durante la sedimentación de la Formación Arcósica,
DE GROTT (1974) supone una red de dirección W-E dentro de la fosa, que habría dre-
nado hacia el Río Lor por Puebla de Brollón. Durante esta etapa y la siguiente, nosotros
no hemos encontrado evidencias significativas para suponer la existencia de un régimen
totalmente endorreico. 2 Posteriormente, DE GROTT (1974) supone un cambio en la
dirección de los aportes, que pasarían a ser E-W. 3 Esta dirección se habría mantenido
hasta el presente, ganando importancia a medida que se encajaba el Río Cabe. Durante
esta etapa, algunos cursos de la red endorreica habrían sido capturados por la red exte-
rior. Este sería el caso de los Arroyo Portiño y Sardiñeira, que actualmente drenan hacia
la Fosa de Chantada. (B) Fosa de Xinzo de Limia: 1 En un primer momento la cabece-
ra del Río Limia se encontraría al NE de Vilar de Barrio, posiblemente en la Serra de
San Mamede. 2. La apertura de la Fosa de Maceda habría desconectado la cabecera del
resto de la cuenca. Durante esta etapa habrían proliferado las áreas semi endorreicas
dentro de la cuenca. 3 Finalmente el avance del escarpe de rejuvenecimiento facilitaría
el paso a un régimen claramente exorreico. (C) Fosa de Maceda: 1 Con la apertura de la
fosa, el Río Amoia habría capturado la cabecera del Río Támega y del Arroyo Tioira.
Durante esta etapa el drenaje, dentro de la cuenca de Maceda, habría sido hacia el NE.
Los codos que se observan a lo largo del trazado del Arroyo Tioira podrían deberse al
reajuste de la red ante las sucesivas reactivaciones de la Falla de Maceda, que se habría
comportado como una falla direccional siniestra. 2 Al encajarse la red en el ~oo llega-
ría a capturar la red semi endorreica de la fosa en las inmediaciones de Baños de Molgas.

130
Vestigios de antecedencia en la red fluvial

Fosa de Monforte de Lemos Fosa de Xinzo da Limía Fosa de Maceda

Xl

00

Xl

Red fluvial en las fosas

131
CAPÍTULO 7

LAS FOSAS DEL SIL EN EL TRAMO


CARUCEDO-OS PEARES
Las fosas del Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

7. LAS FOSAS DEL SIL EN EL TRAMO CARUCEDO-OS PEARES

7.1. EL CONTEXTO DE LAS FOSAS DEL SIL

En este capítulo vamos a realizar un análisis puntual de dos fosas que actualmente
están siendo atravesadas por el Río Sil. Para ello se aportan unos perfiles geoeléctricos de
carácter superficial y una descripción geomorfológica de la incisión fluvial del Sil.
A modo de introducción se puede decir que el segmento fluvial seleccionado drena el
SE gallego (figura 37). Este área se enmarca en las Zona Centro ibérica y Zona Astur
Occidental Leonesa del Macizo hespérico Peninsular (JULIVERT, 1972 ref. BARRERA
MORATE et al., 1989). En este sector se observa: a) un desarrollo de aplanamientos a
diferentes alturas, delimitando unas fosas sedimentarias; b) las fosas no son extensas pero
son profundas y están circunscritas a la red actual; y c) un profundo encajamiento fluvial
que atraviesa las fosas. Estas observaciones apuntan dos hipótesis: la antigüedad de la red
fluvial y una actividad tectónica sinsedimentaria.
Se presentan unos perfiles geoeléctricos inéditos realizados en las fosas de A Rúa y
Quiroga. Estos datos se han contrastado con observaciones morfológicas propias y con
sondeos mecánicos del ITGE.

GOLFO DE BIZKAiA
R,SOO
tj 1000
Om

o 50 km.

Figura 37. Marco geográfico de la Cordillera Cantábrica. Leyenda: 1 (0-1000 m); 2 (1000-1500 m);
3 (1500-2000 m).

7.2. RASGOS GEOMORFOLÓGICOS DEL RÍO SIL

El Río Sil nace en la vertiente S de la Cordillera Cantábrica. Su trazado corta trans-


versalmente los materiales hercínicos, con una orientación aproximada ENE-WSW,
modificada por inflexiones puntuales de orientación meridiana (N-S en los tramos Fabero-
Toreno y Carucedo-Puente de Domingo Flórez; y S-N entre Montefurado y Quiroga).
Estas inflexiones individualizan cuatro regiones naturales (comarcas): La Babia, El
Bierzo, Valdeorras y el Cañón del Silo Ribeira Sacra.

135
Las fosas del Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

La cabecera se encuentra sobre el Antiforme de Narcea; Desde Villablino y hasta


Montefurado atraviesa la Zona Astur occidental Leonesa; y a partir de Montefurado, el
Dominio del Anticlinorio del 0110 de Sapo. Por tanto la mayor parte del trazado es sobre
pizarras; aunque también atraviesa pequeños batolitos graníticos y fosas con sedimentos
cenozoicos (El Bierzo, O Barco, A Rúa y Quiroga).
En la comarca de Valdeorras el perfil del Río Sil tiene una pendiente muy baja; y su
trazado con tramos de muy fuerte encajamiento, se ha relacionado de forma directa con la
activación de la tectónica alpina en la zona (VERGNOLLE, 1990; SANTANACH, 1994).
En La Babia el Sil se encaja entre dos ramificaciones de la Cordillera Cantábrica que
divergen hacia el SW. Ambas alineaciones montañosas señalan una superficie R2000 ,
degradada y progresivamente fragmentada hacia el S; por debajo de la cual la incisión ha
desarrollado varios niveles de arrasamiento (tabla 19).
En Valdeorras el Sil corta transversalmente el ramal más occidental de la Cordillera
Cantábrica (Serra de O Courel); definiendo en éste un borde de encajamiento reconocible
por los retazos dispersos y a diferentes alturas (R I600 , R I400 y R 1200) (figura 38). a ambos
lados del encajamiento se han preservado extensos replanos o depresiones con importan-
tes acumulaciones sedimentarias (fosas de O Barco, A Rúa y Quiroga; aluviales de
Montefurado, Llanos de Larouco y valle de Rubiá).
El Cañón do Sil se extiende al W de los bloques montañosos de la Serra do Courel. En
él se distinguen dos sectores: Quiroga y Os Peares. El Sector Quiroga destaca por el codo
del Sil, los relieves residuales del margen izquierdo y los meandros epigénicos (tabla 20).
En cuanto al Sector Os Peares se podría destacar por una incisión lineal pronunciada, sin
apenas socavación lateral, y unos replanos, debidos al encajamiento, que se encuentran a
diferentes alturas, pero siempre mejor desarrollados en la margen meridional.
En conjunto, la Cuenca del Sil (figura 39) puede describirse como una red de traza-
do rectangular con una cierta disimetría. En detalle, la red en La Babia es subparalela; en
el Bierzo se podría asimilar a una red paralela; mientras que en Valdeorras se observan
varias redes (disimétrica, rectangular, subparalela y cursos secundarios con dirección
obsecuente al principal); lo que apunta un crecimiento de la cuenca por sucesivas captu-
ras. En el tramo que corresponde al Cañón do Sil, los afluentes están formados por redes
fósiles capturadas.

7.3. LOS PERFILES SELECCIONADOS

A continuación se comentan algunas observaciones geomorfológicas realizadas en


tomo a dos fosas de Valdeorras (A Rúa y Quiroga) a partir de la cartografía y de la inter-
pretación de perfiles geoeléctricos inéditos, realizados por TECNYDROS (l971b; 1971c).

136
Las fosas del Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

NIVEL ALTURA (m) LOCALIZACION EDAD


NO Premioceno
NI 900 Postmioceno
N2 750-850 As Médulas, Matarrosa, Bembibre, Boeza, Folgoso da Rivera Postrodánico
N3 600-700 La VaIgoma Plioceno
superior
N4 420-500 La Campiña Plioceno
T3 +25/30 Ponferrada-Carracedelo Cuaternario
T2 +10/12 Ponferrada-Toral dos Vados Cuaternario
TI +5 Cuaternario

Tabla 19. Niveles de arrasamiento identificados por VIDAL BOX (1941) en El Bierzo. La Campiña
(N4 ) incluye las terrazas fluviales; el N 3 enrasaría los depósitos terciarios con una
superficie sobre pizarras y granitos.

SE NW
sec e ion 1-"

1200

si t
A RUA
600
I

sw NE
1200 A MOA (1070 m) sec(: ión 2-2'

sil
600

S sec cio'n 3-3' N

1000 L-=PA~RAOA:=
I s;1
600 I

--- 2 km

Figura 38. Perfiles topográficos de tres secciones transversales al Río Sil.

137
Las fosas del Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

S L Ti Ha
B Montefurado 3 400
Q Central de Meda 1 260
Q Nocedo 260
P Vilar de Muros 1 340
P Parada do Sil 13 870

Tabla 20. Meandros epigénicos del Río Sil (tramo Carucedo -Os Peares). Leyenda: B Sector O
. Barco, Ha altura absoluta del nivel a partir del cual empieza a encajarse el meandro, L
lugar, P Sector Os Peares, Q Sector Quiroga, S sector, Ti nivel de terraza al que se
puede equiparar.

7.3.1. El Sector O Barco

En este sector la secuencia fluvial más completa se acumula en las dos fosas (O Barco
y A Rúa) y en otras dos zonas donde la amplitud del valle permitió la acumulación de
recubrimientos superficiales bien desarrollados (Montefurado y Valle de Rubiá). Los
depósitos superficiales son siempre de origen fluvial. Los situados a mayor altura se
encuentran en Larouco (540 m), en la terraza T s (+240/260 m); aunque también existen
depósitos recubriendo un aplanamiento R600 en un valle colateral (Río Rubiá).
En ninguno de los sondeos conocidos hasta el momento (REY DE LA ROSA el al.,
1981c) se habla de depósitos consolidados. No obstante, entre O barco y A Rúa se obser-
van afloramientos de conglomerados cementados, a diferentes alturas, intercalados con
depósitos no compactados. A nuestro entender corresponden a procesos de cementación
freática producidos a favor de los niveles más porosos y donde las oscilaciones de la capa
freática dieron lugar a una acumulación de óxidos de Fe y Mn.
En cuanto a la fosa, los perfiles geoeléctricos de A Rúa (TECNYDROS, 1971 b) corro-
boran la existencia de un sustrato pizarroso a profundidades variables; yen algunos casos,
con grandes anomalías en el espesor de los sedimentos.
Al analizar los perfiles (figura 40) destacan varias observaciones que se discutirán
más adelante: 1) Al pie de los escarpes septentrional (Perfiles 3 y 5) y meridional
(Perfiles 11, 12, 13 y 15) se observan grandes espesores relativos. 2) Los cuerpos litoe-
léctricos presentan geometrías acanaladas, lenticulares (Perfiles 5 y 6) y en algunos casos
onduladas (Perfiles 7 y 9). 3) Las variaciones de espesor de los cuerpos litoeléctricos son
muy pronunciadas (Perfil 14). Y 4) Las capas no muestran paralelismos ni continuidades
laterales (Perfil 3).
Por otra parte, en el mapa de isopacas se observa un relieve positivo bajo el recubri-
miento sedimentario. Este relieve está formado por el sustrato paleozoico; se sitúa en el
eje central de la fosa; y se alinéa en dirección ENE-WSW. Flanqueando el relieve positi-
vo se observan dos cubetas; una al pie del escarpe septentrional, con una planta en forma

138
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Figura 39. Esquema geomorfológico del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares. Leyenda: 1 encajamiento fluvial (borde superior y vertiente), :t
::;-
2 superficie de erosión, 3 relieve residual, rel. residual estructural, 4 escarpe morfoestructural, 5 río, embalse, 6 terraza erosiva, terra-
za con depósito, 7 paleocauce, 8 nivel de terraza, 9 Población, B O Barco, C Carucedo, Ce Castro Caldelas, P Parada do Sil, Pd
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Puente de Domingo Flórez, Pt Puebla de Trives, Q Quiroga, R A Rúa. ~
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Figura 40. Interpretación geoeléctrica de la Fosa de A Rúa. Elaborado con los datos obtenidos por TECNYDROS (1971b).
Lasfosas del Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

de triángulo escalenoedro acuñado hacia el SW (Perfil 9, SEV 76 a 79). La otra cubeta se


encuentra al pie del escarpe meridional y señala una banda alargada y paralela al escarpe
(Perfiles 13 a 15).

7.3.2. El Sector Quiroga

En tomo a Quiroga los principales retazos de terraza se encuentran entre las cotas 300
y 820 m; y presentan menos depósitos asociados que en las terrazas del sector O Barco.
Además, la distribución de los depósitos es desigual. Aparte de los depósitos de fondo de
valle, solo existe un registro casi continuo sobre las terrazas TO Y TI. Por encima, los
depósitos se han preservado de modo desigual; aunque llegan a identificarse en la cota
600 m (Bendillón), en el nivel T 8 (+ 360/380 m).
En cuanto a la fosa, parece estar condicionada por fracturas con orientación ENE-
WSW y NW-SE. No obstante su geometría difiere de las observadas en el Sector O Barco.
En superficie se asemeja a un triángulo isósceles, alargado hacia el NE; donde el Río
Quiroga sería la bisectriz del ángulo pequeño.
Los perfiles geoeléctricos (TECNYDROS, 1971c) corroboran la existencia de un sus-
trato pizarroso a profundidades variables; y en algunos casos, anormalmente variable. Al
analizar los perfiles destacan varias observaciones (figura 41):
1) Estratificación cruzada de gravas (Perfiles 10 a 12). 2) Un surco central con
abundantes sedimentos (Perfil 5). 3) Unos surcos laterales al pie del escarpe septen-
trional (Perfiles 3 y 9). 4) La existencia de pizarras alteradas superpuestas a las arcillas
cuaternarias (Perfiles 7 y 8). 5) La existencia de discordancias geofísicas que separan
cuerpos resistivos con diferentes acuñamientos (Perfiles 2,4, 5, 6, 6bis y 8). 6) Unos
relieves, formados por el sustrato paleozoico, y recubiertos por la cobertera sedimenta-
ria; estos relieves se alargan en dirección NE-SW (Mapa de isopacas, figura 40). Y 7)
Paleocanales de gravas a 2, 4 Y 6 m de profundidad; a 2 y 4 m de profundidad los cana-
les se adaptan al relieve observado en el sustrato (ver punto anterior); pero a 6 m de
profundidad, la traza del paleocanal está interrumpida por uno de los relieves referidos
antes (Mapa de isopacas, figura 41).

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Figura 41. Interpretación geoeléctrica de la Fosa de Quiroga. Elaborado con los datos obtenidos por TECNYDROS (1971c).
CAPÍTULO 8

LAS TERRAZAS DEL RÍO MIÑO EN EL


TRAMO PORTOMARÍN-AS NEVES
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

8. LAS TERRAZAS DEL RÍO MIÑO EN EL TRAMO PORTOMARÍN-AS NEVES

Continuando con el estudio iniciado en el capítulo anterior, se presenta ahora un aná-


lisis de las superficies terraza de los ríos Miño y Sil. El hecho de que estos cursos sean las
vías principales de la red fluvial en la zona estudiada, justifica un estudio detallado de su
incisión.
Comenzaremos por el río Miño, ya que el tramo seleccionado parece presentar
una estructura más sencilla, al no estar afectado por un sistemas de fosas, como es
el caso del Sil.

8.1. DESCRIPCIÓN GENERAL DEL TRAMO SELECCIONADO

El Río Miño, nace en Serra de Meira y sus principales afluentes son: el Sil, que
confluye en Os Peares; y los ríos Avia y Arnoia, que lo hacen en las inmediaciones
de Ribadavia.
Poco después de su nacimiento el Miño entra en el Accidente meridiano de CARLÉ
(1944) y lo recorre de N a S. Este elemento orográfico define un extenso aplanamiento en
torno a los 500 m; la Superficie de Chantada de BIROT (1954). Los límites del aplana-
miento vienen definidos por ejes montañosos con direcciones meridianas; Serra da Loba,
Cova da Serpe y Careón al W; y Serra do Mirador y Poñago al E. El sustrato está consti-
tuido por materiales paleozoicos de la Zona Astur Occidental Leonesa de JULIVERT et
al. (1980) ref. REY DE LA ROSA et al. (1982) y por las cuencas terciarias de Vilalba y
Sarria. En este tramo el Miño presenta un alto ín.dice de sinuosidad y amplias llanuras de
inundación; el encajamiento es poco significativo; lo que indica que se desplaza sobre una
superficie antigua apenas modificada.
Entre Portomarín y Os Peares, el Miño atraviesa el antic1inorio del Olio de Sapo y
pasa a la Zona Centro Ibérica de JULIVERT (1970) ref: REY DE LA ROSA et al. (1982)
y BARRERA MORATE (1989). En este tramo el Miño se encaja profundamente en la
Superficie de Chantada evitando la Fosa de Monforte; sin embargo mantiene cierta sinuo-
sidad y define algunos meandros epigénicos. Lo que constituye un cúmulo de indicios de
su antecedencia.
En Os Peares confluyen perpendicularmente los ríos Búbal y Sil, aumentando con-
siderablemente el caudal de la red. Entre Os Peares y Ribadavia el río mantiene una
dirección NE-SW. A partir de Os Peares el sustrato es predominantemente granítico;
el único retazo metamórfico significativo sería la Cubeta de A Seara (BARRERA
MORATE et al., 1989).
Entre Os Peares y Ribadavia la erosión lateral ha desmantelado la superficie de
600 m (R 600 ); y se ha elaborado un aplanamiento intermedio, en torno a 400 m
(R400 ), por el que circula también encajado. En las zonas bajas del valle se observan
algunos depósitos asociados a las terrazas inferiores. (VIDAL BOX, 1941;

145
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

GONZÁLEZ LODEIRO et al., 1974b; CHAMON y FERNÁNDEZ POMPA, 1974;


PÉREZ ALBERTI, 1978; ARAUJO, 1990) (tabla 21).
En Ribadavia choca contra la Dorsal Gallega de BIROT (1954) desviándose; y duran-
te unos 15 km retoma una dirección N-S. En este tramo (Ribadavia-Cortegada) el Miño
se encaja, con una gran sinuosidad, en el aplanamiento R600.
A partir de Cortegada y hasta su desembocadura, el Miño circula en una dirección NE-
SW. En un primer momento corta la Dorsal Gallega de BIROT (1954) definiendo un des-
nivel total superior a 1000 m. A partir de As Neves el curso del río practicamente señala
el nivel de base atlántico. En este sector el Miño circula por un valle amplio, limitado por
retazos de los aplanamientos R600 y Rsoo al N y S, respectivamente. En este tramo abun-
dan los niveles de terraza. La última unidad orográfica que atraviesa el Miño es la
Depresión Meridiana de NONN (1966). Como en el caso de la Dorsal Gallega no se
observa, a gran escala, una modificación en la dirección fluvial. Sin embargo, a menor
escala, se identifican pequeñas inflexiones meridianas en la red (Salvaterra, Goián, Tuy).
No parece correcto hablar de capturas, puesto que es el Miño el río que marca el nivel
de base regional. No obstante se observan codos fluviales (tabla 22) que coinciden con los
límites de los tramos que se han señalado antes. Estos codos fluviales no parecen deberse
a control litológico; sin embargo, parecen relacionarse con la estructura. La región situa-
da al S de Os Peares está afectada por una familia de fracturas con orientación NE-SW;
sobreimpuesta, se observa otra de menor rango y dirección N-S.
Así pues las grandes tendencias que presenta el Miño son: N-S hasta Os Peares y NE-
SW después de la confluencia del Sil. Hacia el W se observan modificaciones locales de
la red con dirección N-S (Ribadavia, Salvaterra, Tuy, Amorin).

Valenya do Caminha- Ribadavia Ribadavia- Ourense Ourense (S) Ourense Ourense


M.- Melgayo Melgayo (2) (3) Quelle (4) (1) (6) (7)
(1)
R 40 40 SO SO lOO 100 100 100
TI S (PG) S-S 4-10 (H) S S(PW) S 4-10 (P)
T2 - 12-20 10-12 (PW) 10-12
T3 20 (PG) 20-30 20-26 (1) 20 2S-30 (PW) 2S-30
T4 - 30-40 30-33 (Pm) - 30-40 (P)
Ts 45-55 40-46 (Pi) -
T6 60 (PG) 60-70 60-S0 60
T7 75-80
TS 90-100 70-100* (PW)

Tabla 21. Altura en m de las terrazas cartografiadas en el Río Miño y principales edades asignadas.
Leyenda: 1 LAUTENSACH (1932) ref. HERNÁNDEZ-PACHECO (1949); 2 Teixeira
(1952); 3 CHAMON Y FERNÁNDEZ POMPA (1974d); 4 PÉREZ-ALBERTI (1978);
5 VIDAL-BOX (1941); 6 GONZÁLEZ LODEIRO et al. (1974b); 7 ARAUJO (1990);
H Holoceno; 1 último interglaciar; P Pleistoceno; Pi Pleistoceno inferior; Pm
Pleistoceno medio; PG postglacial; PW pre-Wunniense; R altura del río (s.n.m.); *
Nivel dudoso.

146
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

Localidad Dirección J:lrevia Dirección J:losterior


Taboada NNE-SSW N-S
Os Peares N-S NE-SW
Ribadavia NE-SW N-S
Cortegada N-S NE-SW

Tabla 22. Grandes codos fluviales del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves. Se indica la
dirección previa y posterior del cauce.

8.2. ANÁLISIS DE LAS TERRAZAS POR SECTORES

Un análisis del área seleccionada demuestra la existencia de numerosas superficies-


terraza (tablas 23, 24 Y 25) distribuidas en tres sectores diferenciados (figura 42): Sector
Chantada, Sector Ourense y Sector As Neves.
El Sector de Chantada abarca desde Portomarín hasta Os Peares. En él las terrazas son
pequeñas y escasas (tabla 23); y su distribución altitudinal queda limitada a la franja 120-
580 m.s.n.m; aunque se observa, en tomo a 300 y 420 m, una mayor concentración de
terrazas (ver figura 43).
Al proyectar las terrazas sobre el perfil longitudinal del curso se observan dos franjas
en las que no se han preservado niveles de terraza; una de las franjas es horizontal y la
otra vertical (figuras 43 y 44a). A estos espacios vaCÍos los hemos dado en llamar Band
gaps (franja prohibida; en la que no se han preservado niveles de terraza).
El band gap horizontal define una franja de 100 m entre el aluvial T o (+ O m) y la pri-
mera terraza TI (+ 100 m). El band gap vertical señala una franja de 8 km de anchura en
la que desaparecen los niveles de terraza situados por debajo de la terraza T 7 (+ 260/300
m). Por último la pendiente del talweg (0.4 %) indicaría la existencia de un moderado
escarpe de erosión en retroceso.
El Sector Ourense abarca desde Os Peares hasta Ribadavia. En él las terrazas son más
abundantes y presentan mayor continuidad lateral que en el sector de Chantada (figuras
43 y 44b). Su distribución cubre la franja de alturas comprendida entre los 80 y 480
m.s.n.m. En esta franja se llegan a contabilizar hasta quince niveles de terrazas erosivas.
El hecho de que la pendiente del talweg sea nula (0%) permite interpretar cada nivel de
terraza como un nivel de base regional (figuras 43 y 44b).
El Sector de As Neves abarca desde Ribadavia hasta As Neves. Es el sector con más
retazos de terraza; llegándose a contabilizar dieciseis niveles de terrazas erosivas (figura
44). Su distribución en la vertical cubre una franja mayor que los sectores anteriores (40-
1100 m.s.n.m.) Por lo que respecta al talweg se observa una moderada pendiente (0.22
%), que pone en evidencia un escarpe de erosión en retroceso (figura 43 y 44c).

147
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

Figura 42. Esquema geomorfológico y localización del tramo seleccionado en el Río Miño.
Leyenda: 1 encajamiento fluvial: borde superior y vertiente; 2 superficie de erosión; 3
relieve residual, relieve residual estructural; 4 escarpe morfoestructural; 5 río, embalse;
6 terraza erosiva, terraza con depósito; 7 paleocauce; 8 nivel de terraza; 9 población:
Co Cortegada; C Carballiño; Ch Chantada; L Luintra; M Melga¡;:o; N As Neves; Ou
Ourense; P Os Peares; R Ribadavia; S Sabadelle.

8.2.1. El Sector de Chantada (Portomarín-Os Peares)

En este sector (figura 45) el río Miño se encaja profundamente (de 160 a 450 m) en
los aplanamientos Rsoo y R600' Mantiene un gradiente moderado (0,4%) Y un ensancha-
miento lateral mínimo (figuras 42 y 45). Las terrazas son pequeñas (no superan los 500 m
de longitud), están mal corservadas y se localizan preferentemente en el margen derecho;
lo que habla de una migración del cauce hacia el lado izquierdo. Tan solo en tomo a

148
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

SECTOR T D
1 38 30
2 109 47
3 135 43

Tabla 23. Relación por sectores de las terrazas inventariadas en este trabajo. Leyenda: T número de
terrazas; D longitud en km del sector; 1 Sector Chantada; 2 Sector Ourense; 3 Sector
As Neves.

As Neves Ourense Os Peares


TI6 (+1040/1060)
TI5 (+640/680)
TI4 (+540/580)
TI3 (+460/480)
TI5 (+360/400) T9 (+360/400)
TI2 (+360/410) TI4 (+310/330) T8 (+320/340)
T13 (+290) T7 (+260/300)
TIl (+280)
TIO (+240/260) TI2 (+250)
TII (+230) T6 (+220/240)
T9 (+200/220) T10 (+190) T5 (+180/200)
T4 (+1501160)
T8 (+170/180) T9 (+170)
T7 (+ 150/160) T8 (+150) T3 (+1401150)
T6 (+140) T7 (+130)
T2 (+120)
T6 (+110)
T5 (+100/120) T5 (+90) TI (+100)
T4 (+70/80) T4 (+70)
T3 (+60) T3 (+50)
T2 (+40) T2 (+30)
TI (+20) TI (+10)
TO (+0) TO (+0)

Tabla 24. Correlación de las terrazas erosivas identificadas en el Río Miño (entre Portomarín y As
Neves). Se ha distinguido tres sectores: As Neves, Ourense y Chantada. La numera-
ción se corresponde con la utilizada en la cartografía (figuras 45 a 47).

Replano Sector As Neves Sector Ourense Sector Chantada


R1200
RlOOO
R800
~OO TI4
R500 T8,T9
R400 TI2 T13, Tl4 T7
R360 TII

Tabla 25. Correspondencia entre superficies de erosión y terrazas erosivas en cada sector del Río
Miño. Leyenda: Ri superficie de erosión; Ti nivel de terraza.

149
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

1200

1000
16
---------- R1200 Figura 2 O Ha. terraza (m) + H río (m)
2 3 4 6 s 9 10
800
I 15
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RSOO

R600
14
600
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+ ............. ++ ...

o (km) 20 40 60 so 100 120

Figura 43. Perfil longitudinal del Río Miño en el tramo estudiado (Portomarín-As Neves) y distri-
bución de las terrazas observadas. Leyenda: 1 As Neves; 2 Melgayo. 3 Embalse de
Frieira; 4 Cortegada; 5 Ribadavia; 6 Castrelo do Miño; 7 Ourense; 8 Barra do Miño; 9
Os Peares; 10 Chantada; H altura del río; Ha altura absoluta de las terrazas; Rsoo
Superficie de erosión. Escalas: vertical 1/20.000; horizontal 1/705.882.

Nogueira do Miño se distinguen algunos aterrazamientos significativos; aunque en ningún


caso se hayan encontrado depósitos asociados a los niveles de terraza.
Los replanos R600 y Rsoo marcan el límite superior del encajamiento (figuras 42 y
45); por debajo se aprecian dos franjas, en torno a 420 y 300 m.s.n.m., con una mayor
concentración de restos de terraza (figura 44a). En el primer caso es poco evidente su
correlación con terrazas de otros sectores estudiados. Sin embargo, hacia Ourense es
sustituido por el aplanamiento R400' Por su parte el nivel de 300 m.s.n.m. se puede
seguir hasta Barra do Miño; volviéndose a observar, de modo discontinuo, entre
Ribadavia y As Neves.
Una primera observación de las alturas relativas de las terrazas (Hr), aporta cinco
datos de interés (figuras 43 y 44a): 1) la existencia de un nivel aluvial actual (To) y de
nueve niveles de terrazas erosivas a diferentes alturas relativas (Hr): TI (+ 100 m), T 2 (+
120), T 3 (+ 140/150 m), T 4 (+ 150/160 m), T s (+ 180/200 m), T 6 (+ 220/240 m), T 7
(+260/300 m), T 8 (+320/340 m) y T9 (+ 360/400 m); 2) un Band gap de 100 m entre la
última terraza (T 1) Yel nivel actual del río. En esta franja no se ha observado ningún repla-
no; 3) una discontinuidad de 8 km entre Os Peares y Chouzán en la que desaparecen los
niveles de terraza TI a T 6 inclusive; 4) un tramo con muy pocas terrazas entre Portomarín
y Chantada; y 5) un salto de unos 10 m en la vertical entre las terrazas definidas a un lado
y otro de la discontinuidad de Os Peares.
El único nivel con depósitos correspondería a la llanura aluvial actual (To); reconoci-
da en Os Peares. El depósito es polimíctico y heterométrico; observandose tamaños de
canto decimétricos. La TI (+ 100 m) se observa claramente a lo largo de todo el sector.
Está representada por siete replanos pequeños, bien conservados y distribuidos, casi
exclusivamente, por el margen derecho.

150
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

Figura3a o Ha. terraza (m) + H río (m)

9
R600
. Rsoo
. .' .-::====
:
; 7
~8
. 6 ~5 4
~1

.... 1
, tl~1
===r¡3 • =2
.------ .
85 90 95 100 105 110 115 120
Figura3b OH a. terraza (m) + Hrío(m)

5 6 7 8
R600

400!~;;~::~'~1~5iiI4¡¡;¡i1i1ij~!iii~~~~~~~~~:r~I~~4~~~"~'~'~~::::'~
200*
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40 (km) 50 60 70 80 90 100
1200 R1200
1000 16
2 4

800 RgOO + ¡Figura 3c O Ha. terraza (m) H fío (m)


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600 ...
14 ~~~~ __~,~.~,____~~~~~~~~~~R600
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O
O (km) 20 1040 30 50
Figura 44. Perfil longitudinal y terrazas del Río Miño por sectores. Leyenda: 3a Sector Chantada;
3b Sector Ourense; 3c Sector As Neves; 1 As Neves; 2 Melgar,;o, 3 Embalse de Frieira;
4 Cortegada; 5 Ribadavia; 6 Castrelo do Miño; 7 Ourense; 8 Barra do Miño; 9 Os
Peares; 10 Chantada; H altura del río; Ha altura absoluta de las terrazas; Rsoo superfi-
cie de erosión. Escala vertical: 1/20.000; Escala horizontal: sector 3a 1/228.571; sector
3b 1/352.941; sector 3c 1/277.777.

La mayoría de los niveles solo están representados en el tramo situado al S de


Chantada. En este sector las terrazas con representación más continua corresponden a los
niveles T 7 y T 6 " No existe un nivel constituido exclusivamente por replanos grandes; en

151
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

general, los retazos de terraza son pequeños; los mayores ejemplares, cinco, se han iden-
tificado en tomo a Nogueira do Miño. Todos los niveles se han reconocido en ambas már-
genes; salvo la T 7 , que se ha desarrollado en el margen derecho.
El hecho de presentar un encajamiento con ensanchamiento lateral mínimo, ha permi-
tido la preservación de un meandro epigénico en Nogueira do Miño; El relieve residual
troncocónico (520 m) corresponde a un T 8 Y el collado de divergencia marca el T 5' Este
último nivel señalaría el final de una etapa en la que el río describiría un trazado divagante
y el comienzo de un encajamiento con el trazado actual.
Dado que el material (temazas erosivas) y escala utilizados (1:50.000) introducen
cierto error, se han agrupado todos los niveles en seis franjas significativas (tabla 26). Las
franjas V y VI equivalen al aplanamiento Rsoo; y la franja IV al R400' Este hecho eviden-
cia un encajamiento prolongado y continuo del Miño; y apoya la hipótesis de una antece-
dencia terciaria de la red fluvial.

Franja Hr T
VI +360/400 T9
V +320/340 T8
IV +260/300 T7
III +220/240 T6
II + 150/200 T3 a T5
lOO/ISO TlaT3

Tabla 26. Franjas de altura en las que se engloban los diferentes niveles de terraza identificados en
el Río Miño (Sector Chantada). Leyenda: Hr altura relativa en m.s.n.m.; T terraza.

8.2.2. El Sector de Ourense (Os Peares-Ribadavia)

En este sector las características del encajamiento difieren de las mostradas en el ante-
rior sector (figura 43). El borde superior del encajamiento viene señalado por un replano
en tomo a los 400 m (R400 ). El R600 está representado por retazos en los extremos del sec-
tor: Serra do Cabalo (732m) y Coto Grande (721 m) en Os Peares; y Monte Novelle
(718m) en Ribadavia. En la zona intermedia solo se observan algunos relieves residuales
dispersos: Santa Agueda (685m) en Vilamarín; y Castro (635m) en Trelle.
El desarrollo del R400 es considerable. Hacia el W enlaza con el R 600 en las inmedia-
ciones de La Serra de Suido y Serra de Avión. Por el E el R 600 vuelve a observarse en
Pademe, Taboadela y A Merca. estas observaciones permiten considerar al R400 como una
superficie de erosión fluvial, intercalada en la secuencia de terrazas erosivas del Río Miño.

152
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

N.

G;gl
~2

~3

E;] 4
~5

~6

Figura 45. Cartografía de las terrazas del Río Miño en el Sector Chantada. (Ver leyenda en la figu-
ra 47).

153
Las terrazas del Río Miño en el tramo PortomaTÍn-As Neves

En este sector existen zonas de fuerte incisión lineal (Río Miño en Ribadavia; Río Arnoia
en Amoia y Xunqueira de Ambía; y Río Avia en el tramo inicial); sin embargo, la tónica
general es la de valles amplios que desmantelan parcialmente el R400'
Dos son los aspectos más significativos del sector: por una parte la profusión, conti-
nuidad (lateral y vertical) y el caracter subhorizontal de los niveles de terraza (figura 44b);
y por otra parte el perfil longitudinal del río con una pendiente muy baja.
El aplanamiento R 400 define el borde superior del encajamiento (figuras 42 y
44). Por debajo se identificaron quince niveles de terraza: T O(+ O m), TI (+ 10 m),
T 2 (+ 30 m), T 3 (+ 50 m), T 4 (+ 70 m), T 5 (+ 90 m), T 6 (+ 110 m), T 7 (+ 130 m), T g
(+ 150 m), T 9 (+ 170 m), T IO (+ 190 m), T II (+ 230 m), T I2 (+ 250 m), T I3 (+ 290
m), T 14 (+ 310/330 m) y T 15 (+ 360/400 m). Para validar un nivel de terraza se esta-
bleció un mínimo de cinco replanos; dada la longitud del sector (40 km) la condi-
ción impuesta parece adecuada. Tan solo se hizo una excepción con los niveles T 12
Y superiores; justificable por la extensión y buena conservación de los replanos que
las constituyen, y por el caracter local de estas terrazas.
Los niveles T 13- T 15 son terrazas erosivas equiparables al R400' Solo se han preserva-
do en las inmediaciones de Os Peares, donde el borde superior del encajamiento viene
señalado por el R600' En el resto del sector (desde Barra hasta Ribadavia) el borde del
encajamiento viene señalado sobre el R400' Estos vestigios refuerzan el origen por ero-
sión fluvial del R400'
Los niveles mejor representados son el T 2' con diecisiete retazos de terrazas; T 3' con
doce; T 9' con diez; y T 7' con nueve. Las únicas terrazas con depósitos son las inferiores
(T 0-T 3) aunque no siempre se encuentran bien conservados.
En general la distribución de terrazas erosivas es aleatoria; no se observa ningún nivel
desarrollado, exclusivamente, sobre una de las dos márgenes; lo que permite suponer un
cierto caracter divagante del río al encajarse. Por otra parte en todos los niveles existen
retazos de terraza con una aceptable continuidad lateral. Sin embargo, en detalle, se obser-
van algunos vaCÍos a diferentes alturas. La posición de estos gaps varía lateralmente de
uno a otro nivel. Hecho que permite suponer un desplazamiento longitudinal de los mean-
dros en el curso del encajamiento.
La observación de seis relieves residuales tronco-cónicos distribuidos a lo largo de
este sector y el hecho de que se correspondan a diferentes niveles de terraza (TI!' T 9, T g,
T 7 , T 3 y TI)' reforzaría la hipótesis de un encajamiento en el que el ensanchamiento late-
ral ha sido una constante. En este contexto los collados contiguos a los residuales señala-
rían el trazado de los meandros abandonados.
En general no es evidente la correlación de los quince niveles identificados, con los
observados anteriormente por otros investigadores (VIDAL-BOX, 1941; GONZÁLEZ
LODEIRO et al., 1974b; CHAMON y FERNÁNDEZ POMPA, 1974; PÉREZ-ALBER-

154
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

TI, 1978; ARAUJO, 1982; 1990). Se puede aducir como justificación el caracter puntual
de estos trabajos y su enfoque limitado a los niveles con depósitos (To a T4); aún así no
hay un coincidencias en la secuencia de niveles mencionado (tabla 21).
De forma aproximada se han agrupado los niveles (figura 46), establecido siete fran-
jas (tabla 27) en las que se agrupan, casi de forma alternativa, niveles con una gran con-
tinuidad lateral dentro del sector (1, III Y V) Y niveles con una representación más dis-
continua (Il, IV, VI Y VII).
La conservación de las terrazas se relaciona con el tipo de incisión característico de
cada franja. De forma cualitativa, las etapas con mayor caracter divagante corresponderí-
an a franjas con menor continuidad lateral de sus terrazas. El caso opuesto corresponde-
ría a una fuerte incisión lineal, que permitiría una mayor preservación de las terrazas
situadas inmediatamente por encima de la incisión.

8.2.3. El Sector de As Neves (Ribadavia-As Neves)

En este tercer sector vuelven a cambiar las condiciones del encajamiento. A partir de
Ribadavia no se observa el aplanamiento R400 y en cambio se encuentran extensos reta-
zos del R600 ; aumenta la sinuosidad del cauce, manteniendose hasta el presente; y el río
cambia dos veces su dirección (figura 42). Por último, el Miño corta transversalmente los
residuales de Serra de Faro de Avión (1155 m) y Laboreiro (Xeitoso, 1337 m) por enci-
ma del nivel R600.
Al pasar Ribadavia, el Miño vira de NE-SW a N-S; dirección que mantiene hasta la
confluencia del Río Deva; en este tramo el río tiene una pendiente del O %. Tras la con-
fluencia del Deva, el Miño atraviesa las Serra de Faro de Avión y Laboreiro con una pen-
diente del 0.2 % (figuras 43 y 44c). Todo ello apunta la antigüedad del encajamiento en
este sector.
En este sector se distinguen dos tramos; el primero entre Ribadavia y la confluencia
del Río Deva y el segundo desde la confluencia del Río Deva hasta As Neves.
En el primer tramo (Ribadavia-Río Deva) el Río Miño transcurre paralelo a la Serra
de Faro de Avión; y el aplanamiento R600 señalaría, en las dos márgenes, el límite supe-
rior del encajamiento (Chán de Moirás, 802 m; Novelle, 718 m). La incisión y sinuosidad
del curso es mayor que la observada en el tramo contiguo aguas arriba (Sector de
Ourense). De hecho; el encajamiento máximo alcanza los 500 m, se observan meandros
epigénicos por debajo de la T s (Cortegada) y extensas superficies-terraza por encima de
T 11 (Cortegada y Frieira).
El segundo tramo (Río Deva-As Neves) se caracteriza por: su profunda incisión
lineal (el borde del encajamiento está formado por un R 1200 y el cauce está a unos

155
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

Figura 46. Cartografía de las terrazas del Río Miño en el Sector Ourense. (Ver leyenda en la figu-
ra 47).

156
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

Franja Hr T e
VII + 290/400 TI3 a T15 d
VI + 190/250 TlO a T12 d
V + 170 T9 e
IV + 110/150 T6 a Tg d
III +90 T5 e
II + 50170 T3,T4 d
+ 0/30 TO a T2 e

Tabla 27. Franjas de altura en las que se engloban los diferentes niveles de terrazas erosivas iden-
tificados en el Río Miño (Sector Ourense). Leyenda: Hr altura relativa en m.s.n.m.; T
terraza; e continuidad lateral de los niveles; c gran continuidad; d existen discontinui-
dades.

50 m.s.n.m.); un trazado algo sinuoso, definido por meandros con gran radio de giro;
y unas extensas superficies terraza en los niveles más altos (T 12- T 16)'
La existencia de un aplanamiento Rsoo se apoya en la conservación de retazos a esta
altura, en ambos márgenes de la Dorsal Galaica: Chán do Rei (959 m) y Alto de
Montouto (810 m) en A Cañiza; Bonuza da Xaliña (802 m) y Coto de Dietiro (792 m) en
Melón; Alto do Bostelo (719 m) y Facho (768 m) en Freixo; y los Altos da Lagoa (862
m) en Celanova. Estos retazos se correlacionan, hacia el E, con un extenso aplanamiento
que define el borde de la Cuenca de Xinzo da Limia (figura 42).
Por encima de los 800 m quedarían los residuales y sobre ellos las superficies de cum-
bres. Estas señalan aplanamientos a diferentes alturas para las dos márgenes: R 1000 en la
Serra do Faro de Avión y R 1200 para la Serra de Laboreiro. Así pues entre Ribadavia y As
Neves el encajamiento del Río Miño viene claramente señalado por el R600; existiendo
evidencias de una superficie más alta (R soo ) en las dos márgenes.
En el diagrama de alturas absolutas (Ha) (figuras 43 y 44c) se han diferenciado
hasta dieciseis niveles de terraza; de los cuales, solo en tres (T 0- T 2) se identificaron
depósitos más o menos claros. La distribución en altura de estos niveles es la siguien-
te: T o (O m), TI (+ 20 m), T 2 (+ 40 m), T 3 (+ 60 m), T 4 (+ 70/80 m), T 5 (+ 100/120 m),
T 6 (+ 140 m), T 7 (+ 150/160 m), T s (+ 170/180 m), T 9 (+ 200/220 m), T lO (+ 240/260
m), T 11 (+ 280 m), T 12 (+ 360/400 m), T 13 (+ 460/480 m), T 14 (+ 540/580 m), T 15
(+640/680 m) y T 16 (+ 1040/1060 m).
La continuidad lateral de los niveles es menor que en el sector Ourense. En efecto,
solo cinco niveles de terraza se identifican claramente a lo largo de todo el sector (T 3'
T 4' T 9' T 10 Y T 11)' En el resto de los casos se observa un predominio diferente. Los
niveles Toa T 2 Y T 5 a T 6 son más continuos y relevantes en el primer tramo
(Ribadavia-Río Deva); por el contrario, los niveles superiores T 12 a T 16 prácticamen-

157
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

te quedan limitados al segundo tramo (As Neves-Embalse de Frieira). No obstante este


sector es el que conserva más y mayores restos de niveles de terraza.
En general los niveles bajos están formados por replanos de gran extensión lateral;
mientras que en los niveles altos solo T 10 Y T 11 cumplen esta condición. El caso más sig-
nificativo se observa en las inmediaciones de Cortegada; en este punto la terraza nº 198
(T 11 ) se extiende a lo largo de unos 10 km definiendo una pequeña superficie en tomo a
los 360 m.s.n.m. Sobre esta terraza se pueden distinguir media docena de residuales
correspondientes a niveles superiores.
Por lo que respecta al carácter del trazado se aprecian dos etapas. La más antigua se
observa en el Tramo Melgas;o-A Peroxa, entre los niveles T 11 y T 15 ; y está caracterizada
por residuales tronco-cónicos, que inducen a pensar en un trazado divagante del Miño. Por
el contrario, en Cortegada se observan varios meandros epigénicos que corresponderían a
una etapa más reciente (T 3-T 5); y que podría corresponderse con una elevación relativa
del terreno.
La distribución altitudinal de las terrazas define siete franjas netas (tabla 28). Las
franjas II y V se reconocen a lo largo de todo el sector, y los niveles que las forman pre-
sentan una gran correlación lateral; las franjas 1 y 111 son características del tramo Río
Deva-Ribadavia; por último las franjas IV, VI y VII presentan mayor desarrollo entre el
Río Deva y As Neves. La franja VI agrupa las terrazas erosivas superiores que todavía
están bien caracterizadas. En esta franja es clara la relación entre las superficies de ero-
sión R600 y R 400 con las terrazas T 12 Y T \4' respectivamente. El registro, casi continuo,
de terrazas por debajo del Rsoo permite suponer un encajamiento constante y prolonga-
do del Miño durante la etapa post-Rsoo ; periodo en el cual no habrían existido episodios
tectónicos importantes.
La distribución altitudinal de terrazas erosivas permite realizar tres observaciones
más: 1) la separación entre los niveles de terraza es menor a medida que descendemos
en altura; 2) en el tramo río Deva-As Neves se han preservado menos niveles de terra-

Franja Hr T
VII + 780/1060 T16
VI + 360/680 T12 a T15
V + 200/280 T9 a Tll
IV + 150/180 T7y T8
III + 100/140 T5 y T 6
II + 60/80 T3 y T4
+0/40 TO a T2

Tabla 28. Franjas de altura en las que se engloban los diferentes niveles de terrazas erosivas iden-
tificados en el Río Miño (Sector As Neves). Leyenda: Hr altura relativa en m.s.n.m.; T
terraza.

158
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

za que en los tramos situados aguas arriba; y 3) la correlación lateral entre las terrazas
T l2 y T I4 Y las superficies de erosión R 600 y R 400 , respectivamente.
En el primer caso podría deberse a un problema de preservación; a medida que nos
acercamos al presente, el registro es más nítido y está menos degradado. En el segundo
caso, la existencia de Band-gaps entre los niveles T4- T 7 Y To-T 3' podría deberse a la des-
trucción de las terrazas por la erosión remontante (actualmente existe un escarpe en las
inmediaciones de Frieira). En el tercer caso la correlación lateral entre niveles de terrazas
y superficies de erosión parece corroborar la antigüedad de la red en este Sector.
En síntesis; el Sector de As Neves (figura 47) se caracteriza porque, en ambas márge-
nes del río, se conservan retazos de los aplanamientos Rsoo' R 600 y R400' Por debajo del
replano R 400 se distinguen hasta once niveles de terrazas erosivas; sus características son:
continuidad lateral y gran amplitud. Por último, se observan diferentes pendientes del tal-
weg para los dos tramos identificados; 0% en el tramo N-S y 0.2% en el NE-SW, lo que
sugiere la existencia de un escarpe de erosión remontante.

159
Las terrazas del Río Miño en el tramo Portomarín-As Neves

Figura 47. Cartografía de las terrazas del Río Miño en el Sector As Neves. Leyenda: 1 encaja-
miento fluvial: borde superior y vertiente; 2 superficie de erosión; 3 relieve residual,
relieve residual estructural; 4 escarpe morfoestructural; 5 río, embalse; 6 terraza ero-
siva, terraza con depósito; 7 paleocauce; 8 nivel de terraza 9 Población; C Cortegada;
Ca Carballiño; Ch Chantada; L Luintra; M Melgayo; N As Neves; Ou Ourense; P A
Peroxa; R Ribadavia; S Sabadelle; So Sober.

160
CAPÍTULO 9

LAS TERRAZAS DEL RÍO SIL EN EL


TRAMO CARUCEDO-OS PEA RES
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

9. LAS TERRAZAS DEL RÍO SIL EN EL TRAMO CARUCEDO-OS PEARES

9.1. DESCRIPCIÓN GENERAL DEL TRAMO SELECCIONADO

El Río Sil (figura 48) nace en la vertiente S de la Cordillera Cantábrica (Villablino;


León). Su trazado corta transversalmente los materiales hercínicos, con una orientación
aproximada ENE-WSW, modificada por inflexiones puntuales de orientación meridiana:
N-S en los tramos Fabero-Toreno y Carucedo-Puente de Domingo Flórez; y S-N entre
Montefurado y Quiroga. Estas inflexiones individualizan cuatro regiones naturales
(comarcas): La Babia, El Bierzo, Valdeorras y el Cañón del Silo Riheira Sacra. El estu-
dio realizado se limita a las terrazas de las comarcas de Valdeorras y Cañón do Sil. En este
tramo se han diferenciado tres sectores: O Barco, Quiroga y Os Peares. El Sector O Barco
se define entre Carucedo y la confluencia del Río Návea (Montefurado); el Sector Quiroga
entre Montefurado y la confluencia del Río Lor; y el Sector Os Pea res entre el Río Lor y
la confluencia al Miño en Os Peares.

9.1.1. Marco geomorfológico

La cabecera del Sil se encuentra sobre el Antiforme de Narcea; hasta Montefurado


atraviesa la Zona Astur Occidental Leonesa de JULIVERT et al. (1972); y desde
Montefurado, el Dominio del Anticlinorio del 0110 de Sapo. La mayor parte del trazado
es sobre pizarras; aunque también atraviesa pequeños batolitos graníticos y fosas con
sedimentos cenozoicos (El Bierzo, O Barco, A Rúa y Quiroga). La relación del trazado
y la estructura siempre estuvo latente en las cartografías antiguas; pero hasta esta déca-
da no se relaciona de forma explícita con la tectónica alpina (VERGNOLLE, 1990;
SANTANACH,1994).
En la comarca de Babia el Sil va encajado entre dos alineaciones montañosas diver-
gentes; las estribaciones occidentales de la Cordillera Cantábrica. La alineación septen-
trional corresponde a las Serra de Ancares y O Courel; y la meridional a los Montes
Galaico-Leoneses (Monte de León y Serra da Cabrera, Segundeira, Eixo, Calva y O
Canizo). Ambas alineaciones señalan una superficie R 2000 , degradada y progresivamente
fragmentada hacia el S. Dentro del encajamiento se observan dos replanos más: un R 1600
(Villablino y Serra de Gistreo) y un R 1200 (interfluvio Ríos Cúa-Sil).
En la comarca del Bierzo se han preservado tres replanos: la Superficie de Brañuelas,
en el interfluvio Sil-Orbigo (R1200-RIOOO según la degradación); y la Superficie del Bierzo
en tomo a la Fosa (R soo)'
En la comarca de Valdeorras el Sil corta transversalmente las estribaciones de la
Cordillera Cantábrica; señalando el borde del encajamiento por retazos dispersos y a
diferentes alturas (R 1600, R 1400 y R 1200). Dentro del encajamiento se han observado

163
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

\
N

A
o

"I
e

Figura 48. Marco geográfico y localización del área estudiada. Modificado a partir de VIDAL-
BOX (1941). Leyenda: 1 área estudiada; 2600-1000 m; 31000-1400; 4 más de 1400
m; 5 escarpe morfoestructural; 6 relieve residual estructural; 7 altitud del río; 8 sector:
SI Sector Os Peares S2 Sector Quiroga; S3 Sector O Barco; 9 población: A Astorga;
B O Barco; Br Braga; C Cortegada; Ca Carucedo; Cb Carballiño; Ch Chantada; G A
Guarda; L Lugo; M Melga~o; N As Neves; O Os Peares; Ou Ourense; P Ponferrada;
Ps Puebla de Sanabria; Q Quiroga; R Ribadavia; S Santiago de Compostela; T Tuy; V
Villablino; Ve VerÍn.

tres áreas de pequeña extensión superficial, en las que se acumulan un gran espesor
de sedimentos (O Barco, A Rúa y Quiroga).
La comarca del Cañón do Sil se desarrolla al W de los bloques montañosos. En este
sector el encajamiento dela red es muy pronunciado; la socavación lateral despreciable; y
los bordes del encajamiento muestran una gran diferencia de alturas de una a otra ribera.
El margen meridional define mayores alturas (R IOOO ' Rsoo y R600) que el septentrional
(R 600 con algunos residuales del R soo )' Esto implica un proceso de degradación por ero-
sión fluvial-corrosión química hasta el R600 ; y a partir de la R600 un encajamiento prefe-
rente por elevamiento tectónico de Galicia.

164
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

9.1.2. Capturas y codos fluviales

En conjunto, la cuenca del Sil se podría asimilar a una red de trazado rectangular, con
cierto caracter disimétrico, dadas las numerosas capturas. Así pues, parece evidente la
adaptación de la red a la estructura; sin que por ello se reste caracter epigénico al traza-
do. No obstante un análisis detallado de la red de drenaje revela cierta diversidad de geo-
metrías; lo que sugiere una secuencia de procesos más compleja de lo que se esperaba en
un principio.
En La Babia la geometría de la red es subparalela (todos los cursos corren en el
mismo sentido; pero el principal lo hace en dirección oblicua a los secundarios, que son
paralelos entre sí).
En el Bierzo es paralela (los Ríos Sil, Burbia, Cúa y Boeza presentan la misma direc-
ción y sentido).
En Valdeorras se observan varias redes: disimétrica (gran desarrollo de la red afluen-
te por la izquierda); rectangular (Xares y Bibei); subparalela (Soldón, Quiroga y Lor); e
incluso obsecuente (los tramos de cabecera del Návea y Cabrera corren en sentido con-
trario al Sil).
En el Cañón do Sil, salvo el Río Cabe, la red afluente es poco significativa o está mal
desarrollada. Los principales afluentes (Edo, Mao) son vestigios de una red fosil parcial-
mente capturada.

9.1.3. Disimetría de las terrazas

Las terrazas del Sil ya fueron objeto de estudio (tabla 29) por VIDAL-BOX (1941)
y HERNÁNDEZ-PACHECO (1949). En este trabajo nos ceñiremos al tramo gallego del
Sil, donde se observa una disminución de los replanos que se han observado hacia el W;
y dentro de cada sector, cierta disimetría numérica entre los márgenes: en el Sector O
Barco el margen derecho presenta un mayor número de terrazas erosivas que el izquier-
do (tabla 30); mientras que en los Sectores Quiroga y Os Peares ocurre lo contrario. La
mayoría de los casos corresponden a las terrazas más altas de cada sector; lo que se
explicaría por la diferencia de alturas que presentan los bordes del encajamiento en cada
sector (tabla 31).
Estas observaciones concuerdan con las secciones transversales tipo (figura 49). En
los Sectores Quiroga y Os Peares la vertiente septentrional es más abrupta que la meri-
dional; que está suavizada por glacis-terraza y relieves residuales; que señalan una migra-
ción lateral del encajamiento (hacia el margen septentrional). En el Sector O Barco ocu-
rre lo contrario; sin embargo la vertiente septentrional está compartimentada y degrada-
da por los cursos afluentes.

165
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

Curso medio (1) Curso medio (2) O Barco (2) Ponferrada (2)
Río 220 (*) 220 (*) 330 500
TI +4-8 +5 +5
T2 +25-30 +10-12 +10-12 +10-12
T3 +40 +25-30 +25-30 +25-30
T4 >+85 (**)

Tabla 29. Altura en m de las terrazas cartografiadas en el Río Sil. Leyenda: 1 HERNÁNDEZ-
PACHECO, (1949); 2 VIDAL-BOX, (1941); * Cota actual en Quiroga; **
Prácticamente inexistente.

D T
B 57 105 162
Q 41 28 69
P 33 12 45

Tabla 30. Distribución de replanos por márgenes en el Río Sil (tramo Carucedo-Os Peares).
Leyenda: B Sector O Barco, D margen derecho, 1 Margen izquierdo, P Sector Os
Peares, Q Sector Quiroga, T total de terrazas.

S Ti V
B 11 D
B 15
Q 10
Q 11
Q 12
Q 13
P D
P 2 1
P 3 D
P 9
P 10
P 11
P 12
P 13

Tabla 31. Relación de las terrazas del Río Sil que se han preservado en una sola vartiente; con indi-
cación del margen y sector en el que se encuentran. Leyenda: B Sector O Barco, D mar-
gen derecho, 1 Margen izquierdo, P Sector Os Peares, Q Sector Quiroga, S Sector, Ti
número de la terraza; V vertiente en la que se ha preservado.

166
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

SE NW
1-"

I
sec e ión

1200
si(
A RUA
600
I
L-_~====---

SW NE
1200 A MOA (1070 m) seco: ión 2-2'

si!
600

S sec ción 3-3' N

1000L~~PARAOA
I sH
600 I
Figura 49. Perfiles topográficos de tres seccio-
nes transversales al Río Sil.
--- 2 km

9.1.4. El encajamiento

El encajamiento de la red presenta una característica común a todo el trazado; la baja


pendiente en el perfil longitudinal: 1.4% en La Babia; 0.7% en El Bierzo; 0.28% en A
Rúa; 0.09% en Quiroga; y 0.25% en Os Peares. Aparte se observaron algunas caracterís-
ticas específicas de cada sector.
El Sector O Barco se caracteriza por la intercalación de glacis entre los niveles de
terraza y los grandes espesores de sedimentos (fosas de O Barco y Quiroga, aluviales de
Montefurado, Llanos de Larouco y valle de Rubiá). En el Sector Quiroga destacan el aco-
damiento del curso actual, los relieves residuales del margen izquierdo (Lousadela, 770
m; Alto das Arandeiras, 840 m; Pena Grande, 610 m), y los meandros epigénicos. Y el
Sector Os Peares se distingue por la diferencia de alturas que señalan los bordes del enca-
jamiento (más alto el izquierdo que el derecho) y las dos etapas que se aprecian en el
encajamiento tuna superior, registrada solo en el margen izquierdo, con vertientes-glacis
y extensas terrazas; y otra inferior, con vertientes muy abruptas, pocas terrazas y peque-
ñas, y un ensanchamiento lateral irrelevante (figura 49).

9.2. ANÁLISIS DE LAS TERRAZAS POR SECTORES

De las cuatro regiones naturales del Río Sil (Babia, El Bierzo, Valdeorras y Cañón
do Silo Ribeira Sacra), aquí solo se estudian las terrazas en las dos últimas. En un aná-
lisis preliminar se han diferenciado tres sectores: Sector O Barco (región de

167
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

Valdeorras), Sector de Os Peares (Ribeira Sacra) y el Sector Quiroga, que vendría a


constituir la frontera entre los otros dos sectores.
En la tabla 32 se recoge la altura relativa de las diferentes terrazas; en la tabla 33, las
correlaciones entre las terrazas de los diferentes sectores; y en la tabla 34 las correlacio-
nes entre las superficies y las terrazas identificadas dentro del encajamiento del Sil.

Os Peares Quiroga O Barco


TI3700m
T20 640/660 m
TI2 600/620 m TI3620m TI9 600/620 m
TI8580m
Tll 540/560 m
TI7 520/540 m
TI2500m TI6500m
Tll480m Tl5 480 ID
TI O440/460 m TIO 460 m TI4 440/460 m
T9 410/420 m T9400/420 TI3 420 m
T8380/400m TI2 380/400 m
T8360/380m
T7 340m Tll 340/360 m
T7320m TIO 300/320 m
T6280/300m T6280m T9280m
T5240m T5240/260m T8240/260m
T4180/220 m T4 200/210 m T7200/220m
T3160m T3 160/180 m T6160/180m Tabla 32. Altura relativa de la terrazas erosi-
T2 120/140 m T2140m T5140m vas identificadas en cada uno de
T4100/120m los sectores estudiados del Río
TI 80/100 m T3 80m Sil (tramo Carucedo-Os Peares).
T140/60m T240/60m Las correlaciones laterales entre
TI 20m los diferentes niveles viene refle-
TOO/IOm TO 0-40m jada en la tabla 31.

P Q B
TI2 TI3 T19
TI2 TI6
TIO TI4
T9 TI2
T8 T8 TII
T7 T7 TIO Tabla 33. Correlaciones laterales entre las
T6 T6 diferentes niveles de terrazas ero-
T5 T8 sivas identificados en el Río Sil
T4 T4 entre Carucedo y Os Peares.
T4 T3 T6 Leyenda: B Sector O Barco; P
T2 T2 T5 Sector Os Peares; Q Sector
TI T3 Quiroga; Ti nivel de terraza.

168
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carncedo-Os Peares

Sector Os Peares Sector Quiroga Sector O Barco


Ri Ti Rj Ti Ri Ti
R1200 - R1200 - R1200 -
RlOOO - RlOOO - RIOOO T20
RgOO T12, TU RgOO TIO, TI2 RgOO TI6, TI4
R600 TlO, Tg - Tg, T7 R600 TlO, Tg
RSOO T7 RSOO Tg, T7
R400 T, T

Tabla 34. Principales correlaciones entre los replanos y niveles de terraza identificados en cada sec-
tor estudiado. Leyenda: Ri replano; Ti terraza.

9.2.1. El Sector O Barco

El Sector O Barco se definió entre Carucedo y la confluencia del Návea, en


Montefurado. De los tres sectores es el más largo (50 km) Yen el que más niveles de terra-
za se han interpretado (veinte). En términos absolutos cuenta con el mayor número de
retazos de terraza: y proporcionalmente, los más grandes. También es el que más aplana-
mientos intercala en la secuencia de terrazas (R400 , Rsoo ' R600 , Rsoo) (figura 50).
Respecto a la red, la pendiente longitudinal del talweg es muy pequeña (0.28%), como
en los otros dos sectores estudiados. La geometría de la red afluente es irregular y disi-
métrica, como se comentó en el apartado descripción del área. Pero si nos limitamos al
valle del Río Sil s.s., todavía se pueden apuntar más apreciaciones. Concretamente, en el
Sector de O Barco existe un importante desarrollo lineal del encajamiento; una red afluen-
te de caracter torrencial, poco relevante en comparación con el curso principal; y mucho
más desarrollada en el margen derecho que en el izquierdo (muy probablemente formada
con bastante posterioridad a la del curso principal) (figura 52).
En este sector la tendencia general del río es ENE-WSW. Sin embargo, a pequeña
escala se observan variaciones significativas que permiten distinguir tres tramos con
direcciones diferentes. De E a W tendríamos: NNW-SSE (Carucedo-Puente de Domingo
Flórez); ENE-WSW (Puente de Domingo Flórez-Seadur de Petín); ESE-WNW (Seadur
de Petín-Río Návea) (figura 52).
En el tramo oriental (Carucedo-Puente de Domingo Flórez) el Río Sil se encaja line-
almente en el Rsoo con moderada sinuosidad; y su trazado señala la frontera natural entre
las regiones geográficas del Bierzo y Valdeorras. En el tramo central (Puente de Domingo
Flórez-Seadur de Petín) el Río Sil señala un arco de amplio radio, cóncavo hacia el S. En
este tramo existen dos fosas sedimentarias (O Barco y A Rúa), y una zona con extensos
recubrimientos superficiales (Valle de Rubiá). Además el valle se hace más ancho y se
acentúa la sinuosidad; aunque ésta no presenta un carácter epigénico, ya que viene seña-
lada por niveles de terraza bajos (To y T 3). El último tramo diferenciado es el occidental,

169
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

1200
_ R 1200
R1000
1000 2~ le.- 19
Raoo ~13 • 12 _________ -'o , ~'1; 11 '
800 •
_______'

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Figura SO. Perfil longitudinal del Río Sil en el tramo estudiado (Carucedo-Os Peares) y distribu-
ción de las terrazas observadas. Leyenda: 1 Os Peares; 2 Río Cabe; 3 Parada do Sil; 4
Río Mao; 5 Castro Caldelas; 6 Río Edo; 7 Arroyo San Xoan; 8 Río Lar; 9 Quiroga; 10
Río Quiroga; 11 Río Soldón; 12 Río Bibei; 13 Montefurado; 14 A Rúa; 15 Río Leira;
16 Arroyo San Xulián; 17 O Barco; 18 Arroyo Entorna; 19 Arroyo Candís; 20 Arroyo
Casoio; 21 Puente de Domingo Flórez; 22 As Médulas; 23 Carucedo; H altura del río;
Ha altura absoluta de las terrazas; R500 Superficie de erosión. Escalas: vertical
1/20.000; horizontal 1/628.571.

que está caracterizado por su grán sinuosidad; observándose varios meandros con cierto
caracter epigénico; y que se encajan en los niveles de terraza T2 , T 3 Y T4 (figura 52).
En el Sector O Barco los principales vestigios de la acción fluvial se encuentran en dos
fosas sedimentarias (O Barco y A Rúa) y en dos zonas con extensos recubrimientos super-
ficiales (Montefurado y Valle de Rubiá). Los depósitos superficiales más altos se encuen-
tran en Larouco (540 m), en la terraza T 8 (+240/260 m); también, existen depósitos recu-
briendo un aplanamiento R 600 en un valle colateral (Río Rubiá). Además existen nume-
rosos replanos dentro del encajamiento; algunos de los cuales se han interpretado como
retazos de terrazas erosivas; y se han utilizado para dilucidar una secuencia de procesos
(figura 51).
De los tres sectores diferenciados, el Sector O Barco es el que presenta una mayor dis-
persión altitudinal de sus terrazas erosivas; éstas cubren la franja que va de los 280 a los
1000 m de altura. Los veinte niveles identificados son (figura 51a y tabla 32): To (+0/20
m), T¡ (+20 m), T 2 (+40/60 m), T 3 (+80 m), T4 (+ 100/120 m), T 5 (+140 m), T 6 (+160/180
m), T7 (+200/220 m), T 8 (+240/260 m), T9 (+280 m), T lO (+300/320 m), Tu (+340/360
m), T l2 (+380/400 m), T 13 (+420 m), T J4 (+440/460 m), T¡5 (+480 m), T J6 (+500 m), T 17
(+520/540 m), T¡8 (+580 m), T¡9 (+600/620 m), T 20 (+640/660 m).
En la distribución de las terrazas se observan ciertas asimetrías. El 65% de los retazos
se encuentran en el margen septentrional (derecho) (tabla 30); sin embargo solo el nivel

170
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

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Figura SI. Perfil longitudinal y terrazas del Río Sil por sectores. Leyenda: 4a Sector O Barco; 4b
Sector Quiroga; 4c Sector Os Peares; 1 Os Peares; 2 Río Cabe; 3 Parada do Sil; 4 Río
Mao; 5 Castro Caldelas; 6 Río Edo; 7 Arroyo San Xoan; 8 Río Lor; 9 Quiroga; 10 Río
Quiroga; 11 Río Soldón; 12 Río Bibei; 13 Montefurado; 14 A Rúa; 15 Río Leira; 16
Arroyo San Xulián; 17 O Barco; 18 Arroyo Entorna; 19 Arroyo Candís; 20 Arroyo
Casoio; 21 Puente de Domingo Flórez; 22 As Médulas; 23 Carucedo; H altura del río;
Ha altura absoluta de las terrazas; Rsoo Superficie de erosión. Escala vertical:
1/20.000; Escala horizontal: sector 3a 1/287.356; sector 3b 1/ 242.424; sector 3c
1/294.117.

171
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

T 11 se interpretó a partir de retazos preservados, exclusivamente, en la margen derecha.


por otra parte, todos los retazos de T 1S se encuentran en el margen izquierdo.
La preservación de los niveles de terraza ha sido desigual; el tramo A Rúa-O Barco
(figura 52) cuenta con el mayor número de terrazas; algunas de las cuales no se han iden-
tificado en los otros dos tramos del Sector (T 13' T 1S' T 1S' T 20). La continuidad con la que
se suceden en la vertical solo permite observar, en este tramo, un pequeño salto entre T 10
Y T 12. Esta franja no constituye un Band gap S.S., ya que contiene varios retazos que se
correlacionan lateralmente con el nivel T8 del Sector Quiroga.
Sin embargo en el tramo oriental (Carucedo-Puente de Domingo Flórez) se observan
cuatro Band gaps entre los niveles de terraza: T 3 a T 6 , T 6 a T s ' T s a T 12 , y TI? a T 19 .
Excepto éste último, todos están por debajo del replano Rsoo.
Otra característica de los niveles de terraza es la diferente pendiente que presentan.
En un perfil longitudinal se podrían establecer tres franjas (figura 51a): superior (T 19 a
T 20)' intermedia (T 9 a T lS) e inferior (Toa T s). En general las terrazas del nivel inter-
medio (T9 a T IS) son prácticamente horizontales; mientras que el resto muestra una incli-
nación significativa.
Además se observan pequeños saltos de altura en los perfiles longitudinales de las
terrazas. La mayoría de estos saltos se disponen al E de O Barco (T6' T s' T 9' T 10' T 14) Y
al W de A Rúa (T4 , T s ' Tl4' T I6 ).
En este sector, el borde superior del encajamiento está formado por retazos desmem-
brados de los diferentes aplanamientos que definen las cumbres occidentales de la
Cordillera Cantábrica (R 1600 , R 1400, R 12oo). De forma puntual, también se han identifi-
cado algunos retazos del R lOOO ; fundamentalmente en collados y crestas de degradación
fluvial (figura 52).
Todos estos replanos, pero fundamentalmente el R 1200 , delimitan el valle del Sil; den-
tro de este encajamiento se han desarrollado algunos aplanamientos (R400 , Rsoo' R600 ,
Rsoo) intercalados en la secuencia de terrazas. El aplanamiento más extendido se asimiló
a un Rsoo; y señala un nivel de base regional. Este replano se ha identificado alrededor de
la Fosa del Bierzo; entre el Bierzo y O Barco; y en Montefurado. El resto de los aplana-
mientos presentan menor importancia. El R600 señala los interfluvios de los Ríos Rubiá-
Entorna (O Barco); Sil-Casoio (O Barco); Candís-Casoio (O Barco); Sil-Bibei
(Montefurado); y Sil-Xares (Larouco), donde también se han identificado los aplana-
mientos R400 y Rsoo (figura 52).
Una primera secuencia relativa de procesos se podrá establecer por correlación altitu-
dinal entre replanos y terrazas (tabla 34). Así, R400 se corresponde con T s; Rsoo con T?;
R600 con T s ' al E de O Barco y con T IO ' al W de A Rúa; y Rsoo con T 13 . por último, a la
altura del R lOOO solo se encontró un replano cerca de A Rúa; el nivel de terraza más pró-
ximo (T20) señala una altura ligeramente inferior.

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Las terrazas del Río Sil en el tramo Carncedo-Os Peares

9.2.2. El Sector Quiroga

El Sector Quiroga es el más corto (22 km) de los tres diferenciados en este estudio. Va
desde la confluencia del Río Návea hasta la del Río Lor; y se caracteriza por su baja pen-
diente longitudinal (0.09%) y su dirección (SSE-NNW), perpendicular a la tendencia
general del Sil (ENE-WSW) (figura 50).
Si analizamos el trazado general en el Sector, se observan varios meandros del curso
actual, que se han encajado en diferentes momentos de la incisión (To, TI' T 3 , T 7 ).
Prescindiendo de las modificaciones puntuales que introducen en el trazado actual, la tra-
yectoria general del Sil define una curva de amplio radio y cóncava hacia el SW; que
conecta los trazados paralelos de los sectores de O Barco y Os Peares.
Una observación más detallada, revela algunas variaciones que permitirían distinguir
tres tramos dentro del Sector (figura 53): El Tramo Oriental (Río Návea-Bendilló), con
una orientación SSE-NNW y cierta sinuosidad; el Tramo de Fosa s.s. (Bendilló-San
Clodio), con una orientación ESE-WSW y un trazado muy sinuoso a su paso por la lla-
nura aluvial; y el Tramo Occidental (San Clodio-Río Lor), orientado ENE-WSW y con
una incisión lineal muy profunda.
En cuanto al encajamiento; cualquier sección transversal del valle muestra un carácter
disimétrico (figura 49). El margen izquierdo del encajamiento está definido por el R lOOO y
el derecho por el Rgoo' Por tanto las terrazas superiores (T 10 a T 13) solo están registradas
en el margen izquierdo.
La disimetría queda reforzada por la disposición de la red afluente. El margen izquier-
do define un escarpe continuo, apenas degradado por los arroyos torrenciales; mientras
que el escarpe derecho está desmembrado por cursos perennes, orientados NE-SW
(Porteme, Quiroga, Castillo, Soldón), que llegan a encajarse hasta 400 m (figura 53).
Por lo que respecta a las terrazas, se observó mayor número que en el Sector Os
Peares, habiéndose interpretado trece niveles diferentes (figura 51 b Y tabla 32): To (+0/80
m), T¡ (+80/100 m), T 2 (+140 m), T 3 (+160/180 m), T 4 (+200/210 m), T s (+240/260 m),
T6 (+280 m), T 7 (+320 m), T g (+360/380 m), T 9 (+400/420 m), T lO (+460 m), T ll (+480
m), T¡2 (+500 m), T 13 (+620 m).
En un primer análisis de las terrazas se realizaron cuatro observaciones: 1) la distri-
bución de los depósitos sedimentarios es desigual; 2) la horizontalidad y continuidad late-
ral no es plena; 3) varios residuales troncocónicos se intercalan entre los niveles de terra-
za; y 4) existe cierta correspondencia entre niveles de terraza y aplanamientos.
En este sector las terraza se encuentran entre las cotas 300 m y 820 m; observándose
depósitos asociados en menor abundancia que en el Sector O Barco. Además de los depó-
sitos de fosa, existen restos sobre las terrazas T o y T ¡. Por encima, apenas se han preser-
vado depósitos; y los más altos se identifican en el nivel T g (+ 360/380 m) cerca de
Bendiñón (600 m) (figura 50).

174
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

Figura 53. Cartografía de las terrazas del Río Sil en el Sector Quiroga. (Ver leyenda en la figura 54).

Respecto a la continuidad lateral y al grado de horizontalidad de los niveles de terra-


za; se observa que algunos niveles inclinados (TI' T 2 , T 4 , T7 , T 9 , T 13 ) se intercalan entre
los horizontales (T 5' T 6' T 8' T lO' TI!' T 12); que el Tramo Oriental (Río Návea-Meda) pre-
senta el registro más continuo de terrazas; y que en el resto del sector se intercalan en la
secuencia pequeños band gaps (figura 51b).
En cuanto a la observación de residuales tronco-cónicos dentro del encajamien-
to, se podría atribuir al Sil un trazado divagante en el periodo inicial de la incisión;
o al menos durante las etapas correspondientes a las terrazas: T 13' TI!' T 8 Y T 7' El
hecho de que en los niveles más recientes (T o y TI) el Sil describa un trazado bas-

175
Las terrazas del Río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares

tante sinuoso, expresándonos en términos cualitativos; permitiría extender el carác-


ter divagante a todo el encajamiento (figura 53).
Por último, comentar algo sobre las correspondencias entre terrazas y aplanamien-
tos (tabla 34). El hecho de que el perfil transversal del encajamiento sea disimétrico,
permite considerar las superficies RgOO y R 600 , como replanos interterrazas; porque exis-
ten terrazas por encima (T 13) (figura 51 b); o bien se correlacionan lateralmente con
terrazas de los sectores adyacentes; este sería el caso del R600 , que se correlaciona con
los niveles de terraza T g Y T 7.

9.2.3. El Sector Os Pea res

El Sector Os Pea res se ha definido entre la confluencia del Río Lor y la desemboca-
dura del Sil en el Miño (figura 54). Su longitud es de 40 km; la pendiente del talweg es
muy baja (0.25%); y el número de terrazas observadas es de 45, el menor con diferencia
de los tres sectores estudiados (figura 50).
Los trece niveles interpretados son (figura 51c y tabla 32): To (+0/10 m), TI (+40/60
m), T 2 (+120/140 m), T 3 (+160 m), T4 (+180/220 m), T s (+240 m), T 6 (+280/300 m), T 7
(+340 m), T g (+380/400 m), T9 (+410/420 m), T IO (+440/460 m), Tu (+540/560 m), T l2
(+600/620 m), y T 13 (+700 m).
A grandes rasgos, la trayectoria del Sil en este sector es ENE-WSW. Sin embargo, se
observan algunas variaciones significativas a pequeña escala: la inflexión N-S en la con-
fluencia de los Arroyo San Juan y San Antón; varias inflexiones suaves en parada do Sil
(NE-SW y SE-NW); y un tramo final de dirección SE-NW.
La inflexión N-S, en la confluencia de los Arroyo San Juan y San Antón, está defini-
da por el R600 (equiparable al nivel T g). Los tres meandros epigénicos de este tramo
empiezan a encajarse por debajo de T 2. Las inflexiones de Parada do Sil también se pue-
den interpretar como meandros epigénicos. Para su formación habría que remontarse al
T 13; aunque no estarían totalmente definidos hasta el T 9 (figura 54).
Por todo lo dicho, con anterioridad a estos eventos se podría aventurar un trazado ini-
cial del paleo-Sil que vendría dado por los replanos R IOOO y Rgoo. El curso se podría asi-
milar a una traza curva, de amplio radio, cóncava hacia el N, y con el punto de inflexión
en Parada do Sil. De esta forma, al E de parada do Silla dirección sería ENE-WSW; yal
W sería ESE-WNW.
Otras características de este sector son su profunda incisión lineal y la disimetría
que muestra la sección transversal del encajamiento. (figura 49). Buena parte del mar-
gen meridional está definido por el replano R IOOO ' que hacia el W pasa, de forma esca-
lonada, a un RgOO y luego a un R600. Por su parte el margen septentrional está formado

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Figura 54. Cartografía de las terrazas del Río Sil en el Sector Os Peares. Leyenda: 1 encajamiento fluvial (borde superior y vertiente), 2 superfi- i:!
cie de erosión, 3 relieve residual, relieve residual estructural, 4 escarpe morfoestructural, 5 río, embalse, 6 terraza erosiva, terraza con "§-'"
depósito, 7 paleocauce, 8 nivel de terraza, 9 Población, B O Barco, C Carucedo, Cc Castro Caldelas, P Parada do Sil, Pd Puente de 6
Domingo Flórez, Pt Puebla de Trives, Q Quiroga, R A Rúa. '"
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Las terrazas del Río Sil en el tramo Carncedo-Os Peares

por los replanos R 600 y Rsoo' que se alternan (figura 54). Por tanto, las terrazas supe-
riores (T 9- T 13) solo están registradas en el margen meridional.
En cuanto a la incisión lineal, se realizaron varias observaciones, que sugieren un
encajamiento enérgico del Sil: 1) la existencia de un Band Gap; 2) el ancheamiento late-
ral del encajamiento es pequeño; 3) las terrazas son escasas y de pequeñas dimensiones;
y 4) apenas existen depósitos asociados a las terrazas (figura 50 y 51c).
Con el término Band Gap nos referimos a una franja del encajamiento en la que no se
han preservado terrazas. En nuestro caso la franja tiene unos 35 km de longitud y se sitúa
en la desembocadura del Sil. La altura del Band Gap no es constante, oscila entre 140 y
460 m. Entre Arroyo San Juán y Parada do Silla franja va de To a T 2; entre Parada do Sil
y el Río Cabe, la franja va de To a T 9; y entre el Río Cabe y la desembocadura del Sil, la
franja va de To a T4 .
Respecto a las dimensiones de las terrazas, se observa una distribución bimodal. En la
parte superior del encajamiento (niveles T7 a T 13 ) se encuentran los replanos más exten-
sos; yen la parte inferior (por debajo del R 600 ) los pequeños (figura 54).
En cuanto a la escasez de depósitos, hay que señalar que solo se han observado en un
punto, cerca de A Teixeira, sobre un retazo del nivel T4 .
Por todo lo expuesto se pueden diferenciar dos etapas en la incisión: una Etapa
Superior (antigua) entre R IOOO y T 9; y una Etapa Inferior (más moderna) desde T 9 hasta
el presente.
La Etapa Superior se caracteriza, en la vertiente meridional, por el desarrollo de super-
ficies-terraza gradadas (al W de Castro Caldelas) y de residuales tronco-cónicos y glacis-
terraza (al E de Castro Caldelas). Por su parte, en el margen septentrional, solo se habrí-
an preservado algunos residuales sobre los aplanamientos R 600 y Rsoo (de W a E:
Penapombeiros, 709 m; Canteras, 752 m; Mte. Vidual, 819 m; Lampazo, 740 m; y Serra
de Auga Levada, 886 m). Todo esto sugiere un encajamiento constante y prolongado; y
un trazado que habría estado afectado por frecuentes migraciones hacia el N.
La Etapa Inferior (T 8-T o), corresponde al encajamiento en el R 600 ; y ha quedado
registrado en las dos vertientes. De los niveles T 8 Y T 7 existen pocos vestigios; T 8 es
correlacionable con el R 600 y se caracterizó en la confluencia del Cabe; y T 7 es corre-
lacionable con el Rsoo y se caracterizó en A Teixeira (tabla 34). Por debajo de T 7 se dis-
tinguen dos tramos. El primero quedaría al E de Parada do Sil; y presenta un registro
continuo de niveles de terraza. El segundo tramo quedaría al W de Parada do Sil; y en
él se observa un Band Gap.
Todas estas observaciones permiten suponer, para este sector, un trazado del Sil pare-
cido al actual, a partir del R800'

178
CAPÍTULO 10

DISCUSIÓN GENERAL
Discusión general

10. DISCUSIÓN GENERAL

10.1. DATOS PREVIOS SOBRE LA ANTIGÜEDAD DEL PAISAJE GALLEGO

10.1.1. Introducción.

Aun reconociéndose implícitamente por todos los autores previos a este trabajo la
antigüedad del paisaje gallego, cuando se examinan las pruebas aportadas por ellos
(NONN, 1966; VERGNOLLE, 1990; PÉREZ-ALBERTI, 1990; REY, 1990; PAGÉS,
1996), se observa una carencia general de dataciones (tanto absolutas como paleontológi-
cas), que permitan establecer una escala cronológica de depósitos y formas.
En cuanto a los depósitos, la fecha más antigua corresponde, por el momento, a los
sedimentos de la base de la cuenca terciaria de As Pontes (LÓPEZ MARTÍNEZ et al.,
1993) que se sitúan a techo del Paleó geno o muro del Neógeno. Siendo los más moder-
nos los correspondientes a los depósitos holocenos; p.ej. ver SANTOS (1996).
Así pues los elementos anteriores al Neógeno no están datados, hasta el momento; y
los correspondientes al intervalo "conocido" solo cubren algunos tramos de un lapso de
tiempo de unos 20 millones de años.
Sin más datos, las cronologías aventuradas para este amplio intervalo de tiempo,
deben ser forzosamente: ambiguas; discutibles la mayor parte de las veces; y por fuerza
ligadas únicamente a criterios de correlación de facies sedimentarias, a tipos de alteración
edáfica, o simplemente, a conjeturas.
En nuestro caso, dadas las limitaciones señaladas, los criterios se han establecido a
partir de secuencias morfogenéticas, interpretaciones sedimentológicas e hipótesis sobre
el funcionamiento de las fallas y fracturas.
A partir de todo esto se estableció una cronología relativa rudimentaria (ver tablas 35
y 36), que permitió elaborar una historia evolutiva basada, fundamentalmente, en criterios
geomorfológicos. Este problema es extensible a gran parte de la vertiente occidental del
Macizo Hespérico Peninsular, como aparece reflejado en las tesis realizadas sobre la geo-
morfología de la zona (NONN, 1966; COUDÉ GAUSSEN, 1981; VERGNOLLE, 1990;
PÉREZ-ALBERTI, 1990; REY, 1990; PAGÉS, 1996, CANTANO, 1996). No obstante ha
de admitirse que, hacia el interior de la Península Ibérica (MARTÍN SERRANO, 1988),
los criterios de datación y correlación son más seguros y fiables.
El territorio estudiado en este trabajo se sitúa entre las provincias de Lugo y Ourense.
Se trata de una zona de transición entre dos áreas que han tenido un comportamiento geo-
dinámico contrapuesto durante el Cenozoico: el Norte compresivo y el Oeste distensivo.
Por otra parte, la zona de trabajo se sitúa en el extremo Oeste de la Cadena Cantábrica;
en donde ésta se fragmenta por un sistema de grandes fracturas direccionales, con una
dinámica compleja y poco conocida hasta el momento. Tan solo la investigación en las
181
Discusión general

cuencas del Norte de Galicia (As Pontes, Meirama), aporta algunos datos para su com-
prensión.
Conscientes de las dificultades reseñadas, se inició este trabajo partiendo de datos
escasos, fragmentarios e inconexos; para establecer, como esquema de partida, una cro-
nología basada en criterios geomorfológicos y, cuando existían, sedimentarios.
Otro de los objetivos de esta Tesis Doctoral ha sido el de reunir y homogeneizar los
datos previos existentes; con el fin de reinterpretarlos bajo un esquema unitario. Ello nos
hizo plantear el trabajo como una exhaustiva recopilación bibliográfica.
También se ha realizado una cartografía geomorfológica en el más puro sentido de la
palabra; es decir, una cartografía de formas. A partir de los mapas geomorfológicos se ha
tratado de establecer la actuación de la tectónica, utilizando criterios como el bascula-
miento de superficies o la incisión de éstas por la red fluvial; para finalmente definir una
historia evolutiva del drenaje, basada en una cartografía del escalonamiento de los nive-
les de terraza (tanto erosivas como de acumulación), que se han proyectado sobre el per-
fillongitudinal actual de los ríos estudiados.
Ello nos ha permitido distinguir, en el perfíllongitudinal de los principales ríos, zonas
de encajamiento rápido (caracterizadas por la probreza o ausencia de niveles de terraza),
de otras en que la incisión ha sido más equilibrada y ha permitido un desarrollo contras-
tado de niveles de terraza.
Igualmente, las relaciones entre los niveles de terraza y los distintos niveles de
superficie, nos ha permitido definir una cronología relativa (basada esencialmente en
el dato topográfico), que ha sido la base de la historia geomorfológica presentada en
las tablas 35 y 36.
El resultado de éste análisis geomorfológico aporta nuevos datos sobre la antigüedad
del pasiaje gallego y de su red fluvial; asi como permite reconstruir, con un cierto grado
de detalle, la evolución desde el Mesozoico (fecha tentativa a la que retrotraemos el
comienzo de la etapa geomorfológica por comparación con los trabajos de PAGÉS, 1996)
hasta la actualidad.
Convenientemente intercalados con los episodios de formación de las cuencas tercia-
rias del interior de Galicia (Maceda, Xinzo de Limia, Quiroga, Monforte de Lemas), se
establece una cronología general para la zona y su evolución geomorfológica, que permi-
te rectificar algunas consideraciones de autores anteriores (NONN, 1966; VERGNOLLE,
1990; PÉREZ-ALBERTI, 1990) y establecer correlaciones con la cartografía realizada
por otros autores en zonas próximas del Macizo Hespérico Peninsular (MARTÍN
SERRANO, 1988; PAGÉS, 1996; CANTANO, 1996).
A continuación se pasa revista a las principales ideas recogidas en los capítulos pre-
vios; dándoles un cuerpo único, como resultado final de esta Tesis Doctoral.

182
Discusión general

10.1.2. La representación cartográfica de las formas en el área de trabajo.

Tres son los tipos de elementos morfológicos seleccionados: los aplanamientos (lla-
mados aqui superficies erosivas o de acumulación, replanos, rampas, etc ... ), los relieves
residuales convexos y las formas cóncavas.
El primer elemento se refiere a un tipo de unidad morfológica, a veces de compleja
delimitación, por la amplitud del intervalo topográfico que la define. A primera vista
puede parecer elevado el número de niveles diferenciados para un territorio tan reduci-
do, sobre todo cuando se compara con los niveles definidos para zonas del Macizo
Hespérico situadas mucho más al Este (GUTIERREZ ELORZA, 1993). Aunque no es
tan exagerado si lo comparamos con los resultados obtenidos por otros investigadores
que han trabajado en zonas más próximas (PAGÉS, 1996; CANTANO, 1996). Por otra
parte, es la pobreza de datos cronológicos y estratigráficos la que nos ha forzado a deta-
llar éste tipo de criterio, que a veces es el único disponible para elaborar una historia
geomorfológica de la zona.
El segundo tipo de unidad morfológica agrupa a los relieves residuales convexos, por
lo general inselbergs de distintos tipos (tamaño y morfología). Dentro de este grupo cabe
destacar un tipo de residuales alargados y alomados, que en general coinciden con cres-
tas desarrolladas sobre litologías muy resistentes a la alteración; y que ya habían sido defi-
nidas en otras zonas del Macizo Hespérico (MARTÍN SERRANO, 1988; PAGÉS, 1996)
con el nombre de relieves pseudoapalachianos. Su significación como un tipo de relieve
grabado (o de corrosión química) es crucial para identificar la génesis de algunas super-
ficies o correlacionar fragmentos de una misma superficie (como sería el caso de la R600'
ver Mapa 1). En general, estos residuales pueden desarrollarse sobre distintos tipos de
materiales y su origen suele deberse a diferencias en la resistencia litológica del material
encajante.
El tercer tipo de formas señaladas aquí corresponden a depresiones, sean estas de ori-
gen: etche (por corrosión química), epigénico (por incisión fluvial) o hipogénico (por sub-
sidencia tectónica).

10.1.3. Tectónica de bloques y tectónica de placas.

Otro de los puntos desarrollados en esta Tesis Doctoral es la reconstrucción de la tec-


tónica y de su influencia en la zona desde el Mesozoico (?) hasta la actualidad.
Si bien ya se han realizado algunos intentos (VIDAL ROMANÍ, 1983, 1984, 1986) de
re interpretar la historia geomorfológica de Galicia a la luz de la tectónica de placas, al
menos en su parte emergida, ha sido en los últimos años cuando (SANTANACH et al.,
1988; SANTANACH, 1994; MARTÍN SERRANO, 1994b; VIDAL RO MANÍ, 1996) se

183
Discusión general

han establecido las etapas principales en la evolución de la zona continental emergida del
NW de la Península Ibérica.
Sin embargo, es en esta Tesis Doctoral donde se alcanzan las últimas consecuencias
del nuevo enfoque con el que se contempla la geodinámica del NW de la Península
Ibérica. Atrás debe quedar una interpretación, ya caduca, del relieve gallego basada en la
tectónica de bloques y ligada a procesos distensivos, como enunciaron diversos autores
con anterioridad (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949; NONN, 1966; VERGNOLLE, 1990;
PÉREZ-ALBERTI, 1990). Cada vez aparece más claro que los procesos compresivos han
actuado al mismo tiempo y/o separadamente sobre toda Galicia, pero de manera más acu-
sada en la zona objeto de este trabajo.
El modelo de tectónica de bloques se ha demostrado válido, de forma aislada, (VAN-
NEY et al., 1979; BOILLOT ,1988) para el borde occidental sumergido de Galicia; que
es la zona de máximo estiramiento litosférico. Pero, al menos sin importantes modifica-
ciones, no funciona en la zona occidental de la Galicia continental, como se ha manifes-
tado anteriormente (VIDAL ROMANÍ, 1983, 1984, 1986, 1996; SANTANACH, 1994;
PAGÉS, 1996) al definirse diversos datos que asi lo apoyan.
Por ejemplo, la mayoría de las cuencas terciarias de Galicia tienen bordes asimétricos;
de los cuales, al menos uno viene definido por fallas inversas. Y aunque existan fosas aso-
ciadas a fallas tipo strike slipe fault, esto no apoyaría la hipótesis distensiva pura. En nin-
guno de los dos casos puede hablarse de graben o fosas tectónicas asociadas a distensión,
a pesar de lo enunciado por alguno de los autores previos a este trabajo (MALDONADO,
1977; 1979; ARAUJO et al., 1988; PÉREZ-ALBERTI, 1990).
Una línea aparte de investigación es la seguida por aquellos que intentan explicar los
distintos niveles de superficies como resultado de procesos de basculamiento y/o abom-
bamiento de la corteza.
Al menos en la zona gallega, es difícil probar la existencia de basculamientos, al no
existir otro tipo de superficies que las erosivas (arrasadas y degradadas por la incisión de
la red de drenaje desde finales del Mesozoico hasta la actualidad); que casi nunca conser-
van recubrimientos sedimentarios que permitan establecer el sentido y la magnitud de los
basculamientos. Además si estos basculamientos existieron, ¿Cómo saberlo si nada hay
que lo indique?
Apoyarse en la presunción de elevaciones o basculamientos al observar alturas anó-
malas, si no se acompaña de algún otro tipo de pruebas, es aventurado. Aun así algunos
autores (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949; BIROT y SOLÉ, 1954; TORRE-ENCISO,
1954; MARTÍN-SERRANO, 1989; 1994a; 1994b; DE GROOT, 1974; SOLÉ, 1983) (ver
figuras 4, 5, 6 y 7) han mencionado para otras zonas de trabajo, la existencia de movi-
mientos de bloques de este tipo basándose en pequeñas discordancias angulares aprecia-
bles en los sedimentos terciarios. Concretamente, DE GROOT (1974) alude a una discor-
dancia en la Cuenca de Monforte, que no supera 1º de inclinación. En otros casos (BIROT

184
Discusión general

y SOLÉ, 1954; MARTÍN SERRANO, 1994 b), se abunda en la misma idea basándose en
argumentos topográficos.
A pesar de la falta de pruebas, que desaconseja el uso de argumentos de éste tipo, aquí
también se utilizan estas ideas; por lo menos como explicaciones alternativas para inter-
pretar algunas de las anomalías observadas. Sobre todo, en las proximidades de algunas
de las fosas, donde los hundimientos de bloques parecen evidentes, dado el espesor de los
sedimentos acumulados.
Por el contrario, y como ya manifestaron otros autores (VON RICHTHOFEN,
1901; TORRE ENCISO, 1954; PAGÉS, 1996), los procesos de corrosión química o
grabado, seguidos de etapas de incisión fluvial, pueden explicar igualmente la genera-
ción de relieves que habitualmente habían sido interpretados como de origen exclusi-
vamente tectónicos.
Esta forma de entender la evolución del relieve gallego puede parecer menos llamati-
va, pero quizá sea más correcta que recurrir al argumento de los basculamientos de super-
ficies, sin aportar pruebas.
Un caso concreto en el que se ha utilizado la hipótesis del basculamiento es la desni-
velación entre la Penillanura Baja y la Penillanura Inferior en Maceda (figura 4). Esta
interpretación se ha basado en su parecido morfológico (HERNÁNDEZ-PACHECO,
1949), o en la similitud de los depósitos tipo raña (Formaciones Pías y Veigachá) que la
recubren a los dos lados de la Falla de Maceda (PÉREZ-ALBERTI, 1990, 1993). Estos
argumentos no se sostienen si se considera: el caracter diacrónico de los depósitos tipo
raña (MARTÍN-SERRANO, 1991) Y que los datos de campo señalan una desconexión
lateral de los depósitos referidos, en el momento de su sedimentación (figura 11). Yen
cuanto a la antigüedad de las superficies, parece algo ajustada una edad Plioceno superior
para la Penillanura Baja (HERNÁNDEZ-PACHECO, 1949); por lo menos si se acepta
que la Penillanura Baja y Penillanura Inferior tienen que dislocarse y el escarpe de la Falla
de Maceda se encuentra bastante degradado en el sector meridional como para tener una
edad tan reciente.

10.2. TIPOS DE SUPERFICIES EN EL SE DE GALICIA

10.2.1. Superficies y fracturas

Algunas observaciones sugieren cierta relación entre superficies y fracturación alpina


(tabla 35) (figura 13). Por ejemplo, varios aplanamientos identificados adaptan sus bordes
a las direcciones de fracturación alpina (los R lOOO a R 1600, a las direcciones NNW-SSE y
WSW-ENE); y en otros casos presentan bordes escarpados con orientación NW-SE
(R I600 , R 1200, R 1400 , Rsoo y R600 ).

185
Discusión general

Otras observaciones complementan la idea de la antigüedad del movimiento que


habría desplazado las superficies; lo que daría tiempo a la degradación de los escalones
tectónicos y a la aparición de rampas de transición gradual entre las sucesivas superficies.
Este sería el caso de las transiciones entre los replanos R400 y R 600 , en la zona de Ourense-
Os Peares; entre el R I600 y el R looo ' en la vertiente SE de Serra de O Burgo-San Mamede;
y entre el R I600 y el R 1200 , en el Alto de San Mamede (figura 13).

10.2.2. Origen de las superficies

Otro de los puntos discutidos es el origen de las superficies de aplanamiento, sobre las
que resulta infrecuente encontrar sedimentos. Se habla en este trabajo de Tesis Doctoral
de superficies de corrosión a las que se asocian mantos de alteración con formas de corro-
sión química (formas etche); y que pueden reconocerse en sus progresivos estadios de
desmantelamiento: 1) conservación del regolito; 2) aparición del sustrato rocoso más o
menos alterado; 3) aparición del sustrato rocoso con formas grabadas o de corrosión quí-
mica; 4) aparición de las superficies huecas, de las que solo se conservan niveles de resi-
duales que contornean lo que inicialmente fue una forma plana; y 5) desaparición de la
superficie. En algunos casos, como en los Llanos de Castro Caldelas, las superficies apa-
recen recubiertas por sedimentos aluviales, lo que permite especificar su génesis erosiva
(o desmantelamiento), como de origen fluvial.

10.2.3. Restos de redes fluviales antiguas y superficies de erosión

Es interesante notar que, entre las formas cóncavas, las de origen fluvial (cuencas y
valles) además de diferenciar las superficies por su fragmentacion, ayudan a definir su
cronología relativa. Claro está que la escasez de depósitos, unido a su caracter azoico,
aporta pocos datos para una reconstrucción geocronológica. No obstante, la cartografía
topográfica, contrastada con los niveles de terrazas de acumulación, nos ha permitido
reconstruir la evolución de la red desde la R I600 hasta la actualidad.
De los distintos replanos cartografiados, algunos niveles han sido interpretados como
restos de paleo-cauces o terrazas erosivas. Los casos en que se han conservado depósitos
son escasos (Serra do Burgo, Llanos de Castro Caldelas, Llanos de Puebla de Trives,
Superficie de Baldriz, Valle de Allariz y Superficie de Amandi) (figura 13). La asociación
de algunos de estos niveles con depósitos, permite asignarles un origen fluvial. La ausen-
cia o escasez de depósitos se puede justificar por dos motivos: bien porque se trate de
niveles erosivos, bien porque la meteorización generalizada de la roca lleva indefectible-
mente a la desaparición del depósito por edafización (salvo en los casos en que se trate de
materiales cuarzosos o que el depósito haya tenido un buen drenaje).

186
Discusión general

La orientación de estos fragmentos de redes colgadas es diferente en cada replano. En


la Serra do Burgo (R 12oo) y en los Llanos de Puebla de TrÍves (R lOOO) es SW-NE, yesta-
rían relacionadas con lo que aqui se llama paleocanal del Návea. Otro caso es el de la
Superficie de Baldriz (R soo) donde la orientación de la paleored es NW-SE, y se relacio-
na con el curso del paleo Amoia-Támega. Finalmente, en la Superficie de Amandi (R 500 ),
los paleocauces son paralelos al tramo final del Sil (SE-NW).
No todas las redes fósiles identificables en la actualidad, corresponden a ríos conse-
cuentes. En algún caso, como el observado sobre la Superficie de Amandi (R 500 ), el
tramo de red fosil correspondiente al Arroyo Santé se halla a una cota (460-440 m) infe-
rior a la que define el borde superior del encajamiento del Río Sil en este sector (540-
520 m). Así pues, entre las dos redes existe un umbral topográfico apreciable que nos
hace calificar al Arroyo Santé como resecuente. Los antiguos canales se habrían desa-
rrollado a favor de una zona de debilidad estructural (o corredores de fracturación); más
alterable y degradable por la erosión. Así se explicarían los trazados de los arroyos:
Santé, Portizo y Camilo (NW-SE), en Amandi (R 500); de la cabecera del Edo, Vaus y
Alenza (SW-NE), en los Llanos de Castro Ca/de/as (R lOOO ); y del Arroyo Muiños (NE-
SW), en Xunqueira de Ambía.

10.2.4. Las fosas y la actividad tectónica

El estudio de las fosas por medio de sondeos geoeléctricos y geofísicos ha demostra-


do que en ellas se han acumulado (figura 18) sedimentos que superan los 100 m de espe-
sor. Se distinguen dos direcciones morfa-estructurales significativas: NE-SW y NNW-
SSE a NW-SE (figura 14).
La dirección NE-SW condiciona la orientación del Río Návea y la sedimentación en
la Fosa de Xinzo de Limia. Esta dirección podría asociarse a una de las terminaciones
occidentales del Cabalgamiento Basal Pirenaico definidas por SANTANACH (1994). Su
actividad habría sido direccional sinistra y en el caso de la Fosa de Xinzo, su geometría
en superficie y su estratigrafía (Mina de As Ponte s División de Geología, comunicación
personal), harían suponer un funcionamiento tipo pull-apart.
La dirección NNW-SSE a NW-SE estaría representada en la Falla de Maceda (figura
14) que funcionó como una fractura direccional dextral, de un modo semejante a como lo
hicieran los corredores de fracturación de As Pontes y Meirama (MONGE, 1987;
FERRUS, 1994; SANTANACH, 1994).
La actividad tectónica que da origen a estas fosas se puede datar de forma relativa
(figura 15). El hecho de que los escarpes morfa-estructurales de Xinzo de Limia estén
truncados por la Fosa de Maceda, nos dice que los escarpes de Xinzo son más antiguos
que la Falla de Maceda. Por otra parte, el escarpe de la Falla de Maceda queda enrasado

187
Discusión general

E Aplanamientos TeJ1'lIZa'i RedDuvial Fosas yTectónica


1 Etapa pre geornorfológica (Vida! Obducción Cumplejo U1trabásico de
Romaní,I994) Ordes sobre platafonna condoental
paleoroica
2 Superlicie de comJSión química
RI600
3 Desmantelamiento Rl600 Comienza el vaciado de la S,,deQueixa. Indicios de una red radial en la S· de
Queixa-S. Mamede: Návea (SW-NE);
Camba, Ribeirn, Cooso (NW-SE).
Superficie deerosión fluvial RI400 Encajamienro de la red radial en la S"de
Queixa-S. Mamede
Desmantelamiento RI400 Návea, Bibei, Camba, Ribeirn Grande, Cuenca del Návea: El Návea captura la
Ribeim Pequeña, Conso, )(ares cabecera del paleo-Camba .Se
individualiza la cabecera del paleo-Mao.
Cuenca del Bibei: El Sil captura las
cabeceras del Bibei YCabrera
6 Superlicie de erosión fluvial RI200
7 Desmantelamienro Rl200 Návea, Bibei, Camba, Ribeim Grande, Cuenca del Bibei: El Sil captura la Actividad en fI1Icturas NE-SW aENE-
)(ares PaIeo-Mao (5' do Btugo) cabecera del Xares.llnclYamienro de la WSW
red NW-SE (Cabeceras de Camba, ¿Apertura fosas del Sil y Xinzo?
Ribeirn Grnnde, Ribeirn Pequeña, Canso,
Cenza). Cuencadel Návea: Encajamiento
del Návea La cabecera del Mao es
capturada bada el NW por el Sil
8 SuperliciedeerosiónfluvialRloo:l Se fonnan los Llanos de Castro Cuenca del Sil: El paIeo-Sil circula sobre
Caldelas, Puebla de Triv",'\, AGudifla. losUanosdeCaWoCaldelasendirecci6n
ENE-WSw. Cuenca del Bibei: El paleo-
Bibei circula sobre los Llanos de Puebla
de Trives en dirección SE-NW
Cuenca del Támega: El Paleo-Támega
circula en dirección NW-SE
10 Descabalamienro Rloo:l Cuenca del Sil: El paleo-Sil se acoda en Actividad en fracturas NNW-SSE a
Montefurado, para rodear los Uanos de NW-SE
Castro Caldelas por el N. Cuenca del
Bibei: El Bibei captura la red NW-SE
progresivamente yen dos poruos (Cenza-
Cooso) Y(Ribeim Pequeña-Ribeim
Grnnde-Cenza)
11 Desmantelamienro RlOOO Comienza el vaciado de los Llanos de Cuenca del Sil: El Sil se encaja y migra
Casro Caldelas. Návea, Bibei, Camba, laternlmente hacia el N. Cuencadel Bibei:
Ribeim Grande, )(ares El paleo-Bibei recorre los LI. de Puebla
de Trives de SE a NW y confluye con el
Návea al Sde Puebla de Trives. Cuenca
del Návea: El Návea captura el tramo
fosil del paleo-Mao. Cuenca del Támega:
El Támega se encaja en los Uanos deA
Gudiña. Cuenca del Túa-TheIa: E1Douro
captura al Parada, qae se encaja en los
Ll.deAGudifla
12 Superlicie de comJSión química Cuenca del Sil: El Sil continúa ¿Relleno en Fosas del Sil YXinzo?
R800 encajándose. Cuenca del Támega:
El Paleo-Baldriz chula en dirección
NW-SE. Cuenca del Bibei: El Bibei se
encaja en los Uanos de Puebla de llives
y migra lateralmente hacia el NE. La
confluencia Návea-Bibei se desplaza
hacia el NE. Sobre los Llanos de Puebla
de Trives se instala noa red secundaria
qae los desmantela

Tabla 35. (Continúa en la página siguiente)_

188
Discusión general

E Aplanamienllls Te~ RedDuviaI Fow y1ectónica

13 Desmantelamiento R800 Miiío(Ribadavia-MeW), R Sil, Lor, Cuenca del Miño: El Miño continúa Apertura fosa de Maceda.
Desentemuniento de relieves Támega. Glacis en el Sil encajándose entre Melga¡:o y Ribadavia Desconexión con el Atea fuente en
estructurales seudo apalachianos Cuenca del Sil: El Sil captura al Lor Xinzo.
El Sil empieza adefinir su actual curso. Los sucesivos acodamientos de la red
La confluencia Miño-Sil se desplaza secundaria del Amoia sugieren la
hacia el W. Cuenca del Támega: El actividad de una falla transcurrente
Támegacontinúa encajándose. E1Amoia
captura la cabecera del paleo-Támega.
El Támega captura al COIrechouso, Trez
y Parada. El Támega captura al Paleo-
Baldriz, que invierte su sentido. Cuenca
del Túa-Thela: El Pararla define su curso
actual. Cuenca del Bibei: El Sil captura
al Camba, Ríbeira y Conso. La actual
confluencia Návea-Bibei queda definida
14 Superficie de erosión fluvial R600
15 Desmantelamiento RtiXl Miño (Ribadavia-Melg"l"'), R Sil Y Cuenca del Miño: ¿Apertura fosa de M.onforte?
Támega El Miño define su curso actual en los
tramos ChanlJlda.Os Peares YRibadavia-
Melga¡:o. Cuenca del Sil: El curso actual
del Sil queda practicamente definido.
Se define la actual confluencia Miño-Sil-
Búbal. Cuenca del Támega: El curso
actual del Támega queda prácticamente
definido. Cuenca del Bibei: El Bibei
captura al Xaresen Larouco. Cuencadel
Amoia: El Amoia y Tioira se acodan
hacia el W. Cuenca del Cabe: Indicios
de una dirección de aportes: NW-SE
Se instala una red NE-SW
16 ¿Descabalamiento del RtiXl en Aterrnzamiento general a 550 ID en el Cuenca del Mitin: El Miño captura al Ao
Monforte y Chantada? Miño, Sil, Búbal, Amoia, Támega Sardiñeira y Saviñao. El encajamiento
Superficie de erosión fluvial RSOO del Mitin es progresivamente más rápido
Cuenca del Sil: Queda definida la actual
confluencia Sil-Loro Cuenca del Cabe:
Comienza la glyptogénesis de MonfOIle
por la red NE-SW. Cuenca del Amoia:
Vestigios de exorreismo en la Fosa de
Maceda.
17 Superficie de corrosión quúnica R Miño (Os Peares-Ribadavia) Relleno en Fosas deLañoa y S. Ci¡xián
R400 da,VIilas.
18 Desmantelamiento R400 R Barra, Lonia, Barbaña, Miño Cuenca del Miño: El curso del Miño
queda definido entre Os Peares-
Ribadavia El Miiío captura las cabecerns
del Lonia y BarlJanha y el tramo final
del Amoia

Tabla 35. Esquema de la secuencia de acontecimientos para el sector estudiado del SE gallego.
Leyenda: E evento.

en dos lugares: uno cerca de Luintra, por dos retazos del R 600 (Serra do Cabalo y Llanos
de Monteverde); y otro cerca de Esgos, por retazos del Rsoo (Serra da Virxen do Monte y
Llanos de Cortacadela). Lo que indica la precedencia del escarpe respecto a las superfi-
cies Rsoo y R600'
Por tanto, la combinación de esfuerzos en esas dos direcciones conjugadas hablaría de
la fragmentación de una superficie muy antigua, quizás finimesozoica, y su posterior des-
nivelación en varios episodios. La secuencia de los levantamientos tectónicos estaría rela-
cionada, en un primer momento, con la fracturación NE-SW y posteriormente con la

189
Discusión general

NNW-SSE. La ausencia de depósitos de vertiente con magnitudes cartografiables apoya


la idea de un acontecimiento muy antiguo cuya edad sería previa, o cuando menos sin-
crónica, a la del replano R800'
Por otra parte, la observación del R lOoo exclusivamente al Este de Maceda y al Sur
del Río Sil, parece señalar los límites Norte y Oeste de un área, que llegaría hasta la
Superficie de A Gudiña-Viana do Bolo; y que habría respondido, como un solo bloque,
al movimiento de la Falla de Maceda (figura 15). La existencia de este movimiento uni-
tario se puede apoyar, hipotéticamente, en los siguientes hechos: 1) entre los bordes W
y E de la Fosa de Verín (figura 16) existe una discontinuidad que afecta a las estructuras
de Fase 1 y III del Grupo Santabaia y a la Zona de Cizalla Ductil del Rodicio (ROEL y
TOYOS, 1993), lo que ha permitido estimar un desplazamiento de 8 km por desgarre
dextral; y 2) la existencia de un sistema conjugado de fallas: NNW-SSE (Maceda) y NE-
SW (Vila Real y Xinzo).
Aunque las manifestaciones hidro-termales en la zona son las de mayor temperatura
de todo el NW Peninsular (Chaves, 71 2 C) (SOUTO FIGUEROA, 1996), el problema es
que no se ha registrado una actividad sísmica notable y continua a lo largo de ésta frac-
tura, ni siquiera en los episodios más recientes (Triacastela). Si admitimos la hipótesis
del funcionamiento del bloque delimitado por ese sistema de fracturas de manera soli-
daria se podría hablar de la unidad formada por la Serra de Queixa-San Mamede (R 1600 ),
Replano de Chaguazoso (R 1400) y Serra do Burgo (R 12oo) que se moverían con posterio-
ridad a la (R lOoo) y antes de la (R soo ) y por tanto constituiría un residual, al menos desde
el Terciario.

10.3. EL REPLANO R iOOO EN EL SECTOR DE CASTRO CALDELAS

La red fluvial y las superficies asociadas a los Llanos de Castro Caldelas constituyen
una de las áreas más notables donde reconstruir la evolución morfológica de las superfi-
cies descritas en esta Tesis Doctoral.

10.3.1. La degradación de los Llanos de Castro Caldelas

Esta superficie es un plano bastante degradado, que se situa a unos 1000 m de altitud
media. Al Norte está limitado por el residual del Monte Seixo, al Este por el fuerte enca-
jamiento del Río Sil, al Oeste por la Fosa de Maceda y al Sur por los residuales de Serra
de San Mamede y Serra de O Burgo.
Esta unidad morfológica es un fragmento de superficie etche (o de corrosión quími-
ca) en la que aún se conservan restos de su cubierta de alteritas. El regolito fue desman-
telado parcialmente por la erosión fluvial, primero del Río Sil y luego de los Ríos Mao,
Edo y Vaus.

190
Discusión general

En la actualidad, los Llanos de Castro Calde/as se hallan parcialmente recubiertos por


un aluvial discontínuo, de escaso espesor y en el que se mezclan materiales muy rodados
con otros que han sufrido escaso o nulo transporte. Esta mezcla de materiales con distin-
to grado de madurez se ha interpretado como propia de una red de drenaje que se hubie-
ra desarrollado sobre un área de sustrato rocoso intensamente alterado; y en donde la
acción erosiva solo hubiese podido eliminar, transportar y clasificar parcialmente los
materiales a su disposición. Por lo mismo se pensó que se trataba de una zona de cabe-
cera de cursos de pequeño orden, con escasa capacidad de movilización de materiales.
Todo ello hace suponer que, cuando el Río Sil atravesaba la superficie R lOOO la alteración
del sustrato ya existía.
Como ya se ha comentado, los Llanos de Castro Caldelas no constituyen un plano
ideal, ya que presenta numerosas irregularidades (tabla 10). Éstas responden a distintos
estadios del mismo proceso: el desmantelamiento del RlOOO' Por orden decreciente de
magnitud, los principales elementos morfológicos de los Llanos, son: el aplanamiento que
señala el conjunto de los Llanos; el vaciado en Vilariño Frío y Sas de Penelas; el escalo-
namiento en Castro Caldelas; el aspecto de rampa que presentan algunos replanos; la inci-
sión lineal; y los relieves residuales (figura 22).
Una posible secuencia sería la representada en la tabla 36: 1) elaboración de rampas
y encajamientos, definición de residuales; 2) aplanamiento generalizado con el desarrollo
de una cubierta regolítica; y 3) vaciado del aplanamiento.
El aplanamiento sería previo al paso del Río Sil sobre esta superficie y corresponde-
ría a una etapa de estabilidad con el desarrollo de un potente manto de alteritas del que
aún existen vestigios. Los residuales de Monte Seixo y Serra do Burgo serían previos a
esta superficie y estarían conectados con ella por medio de glacis vertiente y/o glacis
terraza. El acodamiento hacia el Norte del Sil sería posterior. El escalonamiento del borde
septentrional representaría los niveles de terraza del Sil cuando empieza a rodear los
Llanos de Castro Caldelas. y por último, el vaciado representaría la denudación del apla-
namiento por la erosión lineal y los procesos de sufusión. Esta hipótesis encajaría con la
suposición de un pulso tectónico post-T9 Y un sistema de abanicos aluviales en el sector
W de los Llanos de Castro Caldelas.
En efecto, en los Llanos de Castro Caldelas se observan numerosos glacis que enla-
zan los niveles de terrazas más altas con las Serra do Burgo y da Móa y con el residual
del Monte Seixo (figura 22). En tomo a Sas de Penelas se podrían interpretar como gla-
cis-terraza degradados; y señalarían un encajamiento en equilibrio de la red. Sin embar-
go, los glacis o glacis-terraza más próximos al borde del Río Sil se asocian a un relieve
escalonado, que desciende hacia el Norte.
Estas diferencias morfológicas corresponden a dos entornos que han evoluciona-
do de modos diferentes, dentro de los Llanos de Castro Ca/de/as. Uno, correspon-
dería a la Serra. do Burgo, situada al Sur de la superficie R lOoo ; Y el otro entorno

191
Discusión general

estaría situado en el borde Norte, en donde la evolución geomorfológica es más ace-


lerada, debido al proceso de encajamiento del Río Sil.
Tanto la Serra. do Burgo como los otros residuales que dominan la R¡OOO' están enla-
zados a ella por medio de glacis; y corresponden a procesos de corrosión química (graba-
do o etching), que debieron ser anteriores al encajamiento del Río Sil y a la formación de
la Fosa de Maceda.
Los datos de campo indican que la superficie R lOOO es una superficie de corrosión quí-
mica, que ha sido parcialmente remodelada por la acción fluvial; y en donde las aIteritas
y los residuales son aún visibles. En efecto: 1) El Río Sil señala una dirección ENE-WSW
hasta que, choca con los Llanos de Castro Caldelas en Montefurado y se ve obligado a
rodearlos por el N. 2) Al E de Montefurado los aplanamientos más significativos son el
R 1200, R 800 y R600 ; nunca el RlOOO. y 3) La Falla de Maceda define un salto entre dos
replanos: el R lOOO y el Rsoo. Quedando el R soo ' al W (Altos da Virxe do Monte, Superficie
de Baldriz); y el R 1000, al E (Llanos de Castro Caldelas, Llanos de Toro, Superficie de A
Gudiña-Viana do Bolo).
Todos estos datos nos inducen a apoyar la existencia de un paleo-Sil que atravesaría
los Llanos de Castro Caldelas de E a W. Al mismo tiempo se habrían desarrollado gla-
cis y glacis terraza que enlazarían el nivel general de la R lOOO con los residuales situa-
dos sobre ella; e incluso habrían funcionado unos cursos laterales (paleo Edo y paleo
Mao) que habrían llegado a desarrollar pequeños abanicos aluviales (representados por
las T 11 a T 9). Esta etapa quedaría interrumpida por el hundimiento de la Fosa de
Maceda, que habría tenido lugar con posterioridad al desarrollo de la T9. A partir de este
momento, la red de drenaje desarrollada sobre los Llanos de Castro Caldelas sufriría un
encajamiento generalizado, varios procesos de captura y una migración hacia el Este de
todos sus cursos.
Es muy posible que, asociado a la formación de la Fosa de Maceda, pueda haberse
desarrollado una elevación del bloque definido por el RlOOO. Este movimiento parece
haber tenido una componente esencialmente vertical. Al menos así lo indica el hecho de
que no parezcan estar afectados los glacis y glacis terraza que enlazan la R lOOO con los
residuales de Serra de O Burgo y Monte Seixo.
Es interesante considerar la relación entre la red fluvial y las superficies, aunque no
siempre sea evidente. El mejor ejemplo se halla conservado sobre el replano R¡OOO' en el
sector de Castro Caldelas. En el conjunto de los Llanos, el nivel T 11 representa la super-
ficie inicial; y señala el comienzo de la desconexión del R lOOO respecto al Río Sil, que
verosimilmente fue el agente formador de la misma. La preservación del T 11 en el Sector
Este de los Llanos de Castro Caldelas, sugiere que la red del Edo fue capturada por el Sil
con posterioridad al establecimiento de la red del Mao y Vaus.
En esta primera etapa (T 11-T 9) la red sería de tipo braided o entrelazado; como seña-
lan los depósitos situados por encima el Ts ' en el interfluvio Covas-Alavanche (aflora-

192
Discusión general

mientos 15 Y 16). Las áreas fuentes de esos materiales se situarían: al N, en el residual del
Alto do Rodicio; y al Sur, en la Serra San Mamede, a la que se asocian los afloramientos
más contÍnuos de esta primera etapa.
La dirección de los cursos procedentes de la Serra. de San Mamede sería aproxima-
damente NNW-SSE; y en parte alimentarían al Sil, que aún se desplazaría sobre la super-
ficie R IOOO ' entre el residual del Alto do Rodicio (1320 m) y la Serra. de San Mamede. Es
a partir del T 9 (ver figura 22), cuando la geometría de los depósitos nos permite suponer
la existencia de una red de drenaje orientada hacia el NE. Además en el borde Oeste de
los Llanos de Castro Caldelas no existen niveles de terraza por debajo de la T 9 . Todo esto
nos permite afirmar que es en este momento, cuando tendría lugar la formación de la Fosa
de Maceda. Este acontecimiento sería suficiente para truncar el extremo occidental del
abanico de piedemonte (afloramiento nº 28) que procedería de la Serra de San Mamede y
que constituiría el eje del paleo Mao. Tras estos acontecimientos, el Sil se desplazaría
lateralmente hacia el Norte, buscando su actual posición y encajándose.
No hay que excluir la posibilidad de que, en este proceso, interviniera alguno de los
movimientos de bloques antes mencionados. Incluso podría admitirse como razonable la
posibilidad de que los Llanos de Castro Caldelas hubiesen basculado hacia el Este.
A partir del T 9 tiene lugar un encajamiento de la red y una migración hacia el NE,
como señalan los distintos cuerpos de terrazas T 8 a TI (ver figuras 22). Tres son los
ríos principales individualizados en los Llanos de Castro Caldelas: Mao, Vaus y Edo.
A continuación se analizan los datos aportados por el análisis del trazado de estos tres
cursos para el conocimiento de la evolución geomorfológica del R IOOO en los Llanos
de Castro Caldelas.

10.3.2. El Río Mao

El Mao define siete codos en su recorrido (tabla 12) (figura 22); uno de ellos de 140º
(A Cabeciña, 970 m). Todo esto es una clara muestra de que su trazado ha sido definido
por una sucesión de capturas. El paleo-Bacel atravesaría el T 9 entre El Pantano (964 m)
y A Cabeciña (977 m); mientras que los tramos superiores del Mao actual lo harían entre
A Cabeciña y la Serra do Burgo. Al encajarse la red en el T 9 , el paleo Mao-Broil captu-
raría al Arroyo Bacel, que invertiría su sentido. Algo después sería capturado el Tramo 2
del Mao. En cuanto al Tramo 1 del Mao, no existen elementos suficientes para determi-
nar si su captura es posterior a la del Tramo 2; aunque es muy probable, ya que las super-
ficies-terraza de la Serra do Burgo sugieren un drenaje del Tramo 1 hacia el NE.
La red afluente del Mao señala dos etapas de incisión fluvial (tabla 36): antes y des-
pues de la captura por el Río Mao. Esta captura viene señalada sobre el T 9; un nivel
general de la topografía (figura 21). Una vez capturada la red afluente, el Mao alternaría
etapas de migración lateral con otras de encajamiento. En Vilariño Frío el interfluvio

193
Discusión general

Mao-Covas (T5)' representaría una etapa de migraciones, en la que habría tenido lugar
un desplazamiento de la confluencia de ambos ríos hacia el N.
La individualización del Sector Central de los Llanos de Castro Caldelas vendría dada
al encajarse el Río Mao en el T4 ; momento en el que este sector quedaría colgado y des-
conectado de su área fuente (tabla 36) (figura 21 y 22). A partir de este momento funcio-
narían dos cuencas: Mao, al W y paleo-Edo, al Este. El paleo-Edo empezaría a encajarse
con una dirección SW-NE, paralela al escarpe de la Serra do Burgo; como evidencian las
terrazas de A Medorra y Santiago da Medorra (T6 ). Esta tendencia se mantendría hasta la
captura del tramo de cabecera por la red del Vaus; curso que ya sería independiente al
encajarse la confluencia Vaus-Alenza en el T4 ; y que presentaría el aspecto actual desde
su encajamiento en el T 3.

10.3.3. El manto aluvial de Montederramo-A Medorra

Es sin duda uno de los mejores depósitos para interpretar la génesis de los Llanos de
Castro Caldelas. Aunque la cartografía del ITGE (RUBIO y RODRÍGUEZ
FERNÁNDEZ, 1981) identifica como sedimentos, áreas en donde aflora sustrato altera-
do, éste depósito solo recubre parcialmente el nivel T 8. Se trata de un material poco madu-
ro. Su principal característica (tabla 14) es su matriz arcósica (afloramientos nº 5, 18 Y34),
que incluye numerosos cantos blandos. Este hecho nos permite relacionarlo con un área
madre cercana y asignarle un transporte corto.
A pesar del caracter polimíctico del depósito (arcosa, esquisto, granito, granodiorita,
gneis, cuarzo, cuarcita), el área de procedencia de los materiales no plantea problemas, al
estar todos representados en la cuenca de drenaje. Los bloques de granito alterado y la
matriz arcósica (afloramientos nº 5, 18, 34, 28, 29), procederían del desmantelamiento
parcial de la alterita, de la que aún quedan abundantes afloramientos en gran parte de la
superficie de los Llanos de Castro Caldelas.
La misma procedencia tendrían los cantos blandos (afloramiento nº 22) y los canales
erosivos (afloramientos nº 22,24,30). Los canales y lentejones de cantos y gravas sugie-
ren un régimen enérgico, tipo braided, actuando sobre un sustrato muy alterado. En con-
junto identificamos el depósito como un abanico aluvial de piedemonte con varias fases
de acreción, que posteriormente ha sido incidido a medida que el Río Sil se encajaba en
la R IOOO por el Norte.
En cuanto a la dirección de la corriente se pueden hacer varias consideraciones. La
existencia de clastos de origen metamórfico señala como área fuente a la región situada al
SW. Lo que también coincide con el aumento de la madurez del sedimento hacia el E
(afloramientos nº 5, 28, 29). Igualmente la geometría de los aplanamientos T IO y T 9 per-
miten suponer una red orientada SW-NE; dirección en la que se orienta el eje largo de los
cantos de esquisto (afloramientos nº 28,29). No obstante, las direcciones medidas en can-

194
Discusión general

Ti Sector W Sector Central Sector E


Aplanamiento antiguo con recubrimiento alteritico (Llanos de Castro Caldelas ) y retazos de aplanamiento
anterior (Mte. Meda, S" do Burgo, S" da Móa).
Paleo-Sil ENE-WSW. Atraviesa los Llanos de Castro Caldelas entre S" do Burgo y S' da Móa.
TI3 Rampas.
Fase tectónica. Desnivelación
del Rsoo. Levantamiento relativo
de un área que incluye a los
Llanos de Castro Caldelas
Instauración del R¡OOO
Tl2 Rampas
TIl Aterrazamiento significativo. Rampas Rampas. Elaboración de un Nivel General
Red SW-NW sI. Máxima de la Topografía (NOT).
antigüedad posible del Episodio
aluvial
TlO RedSW-NEsl. Desconexión Llanos de Castro Caldelas /R.
Sil. El Sil se acoda al N para rodear los
Llanos de Castro Caldelas . Red NE-SW ls.
T9 NOT. Episodio aluvial. Paleo Aterrazamienío significativo.
Mao-Broil SE-NW. Paleo-Mao
(tri) SW-NE sobre el R I200 de
S'do Burgo.
T8 Captura del paleo-Mao hacia el Desmantelamiento del T9 y Desconexión R10oolNávea. Se
NE. Captura del Tioira hacia elaboración de un NOT. individualizan los A" Cabanas y Ferreiros.
sw. Captura del AO Bacel por el Depósitos del Episodio Evidencias de exorreismo
paleo Mao-Broil. Inversión del aluvial.
A" Bacel. Captura del Mao
(tr2).
TI Encajamiento. Se individualiza Se individualiza el Sector Desconexión Mao/paleo-Edo. Máxima
la Cuenca del Mao Central. Paleo-Edo SW- antecedencia posible del colector que drena
NE. Alteración diagenética al Edo.

T6 Aterrazamiento importante Defínición trazado actual del Návea


T5 Aterrazamiento importante. Depósitos fluviales del R.
Máxima antecedencia posible Edo. Red SW-NE.
del colector que drena al Mao.
T4 Encajamiento. Desplazamiento Alteración diagenética Aterrazamiento importante
de la confluencia Covas-Mao
hacia el N.
TI Captura cabecera paleo- lndividulización Cuenca del Edo.
Edo. Desconexión Evidencias del colector que drena el Edo.
Alenza/Edo. Aterrazamíento importante.
Individualización Cuenca
del Vaus. Encajamiento
confluencia Vaus/Alenza.
T2 Individuación CastoilPenelas.
Desplazamiento del centro de la red hacia
el E.
TI Encajamiento El Castoi captura al Pene las. Conos
deyeccÍón en paleo-cauce Ao Penelas.

Tabla 36. Secuencia de procesos observados en los Llanos de Castro Caldelas (Ourense). Como
escala de referencia se utiliza la serie de niveles (Ti) identificados. Ver la cartografía
adjunta.

tos de cuarcita (tabla 15) dan mayor dispersión, aunque posiblemente se deba atribuir a la
mayor esfericidad de sus clastos.

10.3.4. El Río Edo

En este caso los depósitos (tabla 14) presenta ciertas similitudes con el depósito de
Montederramo: su matriz engloba cantos blandos; y presenta indicios de haber sufrido un
proceso de alteración durante la diagénesis. Sin embargo muestra algunas diferencias que

195
Discusión general

lo caracterizan: el depósito es más maduro (ver afloramiento nº 2); y la orientación medi-


da en el eje largo de los cantos de cuarcita es WNW-ESE (tabla 16).
La presencia de cantos blandos sugiere, como en el depósito de Montederramo, poco
transporte de los sedimentos y la existencia de un sustrato alterado. Otros indicios de alte-
ración observados serían: el caracter difuso que muestran las estructuras sedimentarias; la
ausencia de cantos de esquisto. En cuanto a las terrazas erosivas (T6' T5 Y T4) sus geo-
metrías señalan una red orientada SW-NE.
En el Sector Este de los Llanos de Castro Ca/de/as la red se habría terminado de indi-
vidualizar con la captura del tramo de cabecera del paleo-Edo por el Río Vaus (figura 21
y 22). El resultado es una red asimétrica, donde los afluentes aportan el mayor caudal a lo
que luego sería el curso principal. Todos los cursos convergen en tomo a un punto, para
abandonar los Llanos de Castro Caldelas por un colector que ya viene señalado sobre el
T4 . En cuanto a la antigüedad de la red se podría remontar hasta el nivel T8 ; por encima
existen vestigios de una conexión con el Návea (Alto de Cerdeira, 940 m) (tabla 36).
En síntesis, la cuenca del Edo habría desmantelado una superficie inicial, representa-
da por la T 11 dejándo solo niveles testigo o residuales (Superficie Hueca). Los vestigios
de la T 11 definen el contorno actual del R IOOO en este sector (S erra. da Móa). En el proce-
so de vaciado, los cursos debieron diferenciarse de forma sucesiva hacia el S (el Arroyo
Ferreiros al encajarse en el nivel T9; el Arroyo Castoi, en el T 3; Y el Arroyo Penelas en el
T 2). Además habrían existido capturas, como evidencian: el paleo-cauce del Arroyo
Penelas entre Vilapequeña y O Burgo (T 2) Y el desplazamiento del centro de la red hacia
el E (desde la confluencia Castoi-Edo, hasta la confluencia Castoi-Ferreiros-Penelas).
Ambos procesos responderían a la disminución del caudal aportado por el Río Edo, tras
su captura parcial por el Río Vaus.

lOA. LA ANTIGÜEDAD DE LA RED FLUVIAL ATLÁNTICA

Una última cuestión es la antigüedad de la red atlántica. Algunos autores se apoyan


para hablar de esa antigüedad en que los surcos fluviales terciarios han sido fosilizados y
posteriormente exhumados al encajarse el río en sus propios depósitos (VIDAL BOX,
1941, 1943; LAUTENSACH, 1945).
Al menos en nuestra zona los retazos de antiguos aluviales, que se encuentran colga-
dos sobre los portillos de los valles principales, serían un indicio de un proceso de inci-
sión; más que de antecedencia (MARTÍN-SERRANO, 1991). Este proceso de incisión
habría sido consecuencia de la apertura del Océano Atlántico, que al redefinir el nivel de
base, desencadenaría procesos de captura desde el Oeste hacia el Este; ocasionando cam-
bios en la orientación y desarrollo de la red de drenaje (PAGÉS, 1996; CANTANO, 1996).
Este proceso también se halla ligado a la tectónica alpina; como parece demostrado en
el Río Sil por algunas observaciones (TECNYDROS, 1971a, 1971b, 1971c; VERGNO-

196
Discusión general

LLE, 1990; SANTANACH, 1994) que ponen de manifiesto la existencia de cabalga-


mientos que en unos casos elevan los sedimentos terciarios y en otros los pinzan median-
te fallas inversas (figuras 40 y 4l).Como ya se ha mencionado, la evidente antigüedad del
paisaje gallego conlleva la antigüedad de su red fluvial. De todos los casos descritos en
apartados anteriores, son los correspondientes al Río Sil los que presentan un mayor inte-
rés en esta Tesis Doctoral.

1004.1. El caso del Río Sil

En el tramo del Río Sil estudiado se observan algunas singularidades (figura 32): 1)
Su trazado corta las estribaciones occidentales de la Cordillera Cantábrica y se encaja
sobre antiguas superficies de erosión (R lOOO en Castro Caldelas, R 800 en El Bierzo y R600
en Monforte). 2) Al encajarse, evita fosas con relleno detrítico (Monforte de Lemos), a la
vez que atraviesa otras (El Bierzo, O Barco, A Rúa, Quiroga); en todos los casos la pro-
fundidad del encajamiento es variable y supera los 100 m (tabla 37). 3) La geometría de
la red fluvial es angular y su desarrollo es longitudinal. 4) Algunos afluentes muestran un
caracter epigénico (las confluencias de los Ríos Cabe y Lor inciden a contrapendiente de
la topografía; mostrando un perfil longitudinal maduro, con pendiente baja) (figura 33).
Para estimar la antigüedad del Sil, se puede observar su relación con el Cabalgamiento
Basal Pirenaico (SANTANACH, 1994). La Babia y El Bierzo corresponderían a un tramo
del Sil encajado entre dos ramificaciones del cabalgamiento: El más antiguo formado por
las Serra de Ancares y O Courel, y el más moderno por las Serra Galaico-Leonesa. En
ambos se encaja el Río Sil, Por tanto es anterior a ellos.
Por último, el Cañón del Sil se encaja en varias superficies de erosión (R lOOO en Castro
Caldelas, R800 en El Bierzo y R600 en Monforte). Tiene especial importancia la última de
ellas, ya que se halla fosilizada por la serie terciaria de Monforte y se ha visto también
afectada posteriormente por el Cabalgamiento Basal Pirenaico.
El hecho de que el Sil se encaje en el R 600 y no esté afectado por la fosa, no le con-
fiere un caracter previo a la fosa, como se había señalado hasta el momento; sino sincró-
nico a la formación del R600. De otra manera habría que entender que el desarrollo de la
garganta del Río Cabe tuvo lugar por un desague violento de toda la Cuenca de Monforte
de Lemos; lo que estaría reñido con los sistemas de terrazas reconocibles a lo largo del
trayecto que va de Monforte a la confluencia Cabe-Sil. Además la horizontalidad del
relleno sedimentario de la Cuenca de Monforte aboga por un levantamiento pasivo de
toda la Cuenca, a medida que se produce la compresión alpina; lo que nos ayudaría a
entender su relación con el pinzamiento de la Fosa de Quiroga. Así mismo, esto resolve-
ría el problema de la procedencia de los materiales graníticos de la Fosa de Monforte y
su similitud con los de Quiroga. Así pues, en Quiroga existirían restos de las series de
Monforte, pinzadas por una falla inversa asociada a la base del Cabalgamiento Basal

197
Discusión general

Pirenaico. Esta idea vendría apoyada por la existencia, en tomo al curso actual, de resi-
duales de un Rsoo y de terrazas erosivas equiparables a este nivel. Más allá no se puede ir
con los datos conocidos.

1004.2. La hipótesis de los Corredores del Sil (VERGNOLLE, 1990)

Como antes se ha dicho, la antigüedad del Sil se retrotrae más allá del Cabalgamiento
Basal Pirenaico; y por tanto se tratan de un curso antecedente. Una vez aceptado esto, con-
vendría esclarecer el sentido de circulación del mismo. Para VERGNOLLE (1990) son
insuficientes los afloramientos graníticos situados aguas arriba de Quiroga (A Rúa, O
Barco). Además, la similitud de facies entre las arcosas de Monforte y Quiroga; la proxi-
midad de ambas fosas (22 km); y la determinación de una paleo-dirección W-E en la Fosa
de Monforte (DE GROTT, 1974); le llevaron a proponer una conexión entre al1lbas fosas,
en el contexto de una red de drenaje con un sentido contrario al actual; y a la que deno-
minó Corredores del Sil).
Sin embargo, varias observaciones cuestionan la hipótesis de los Corredores del Sil:
1) la paleodirección W-E es contraria a la que deduce APALATEGUI et al. (198le) en A
Rúa, a partir de la distribución de facies groseras. 2) La hipótesis de un área fuente Oeste
para las arcosas de Monforte y su evacuación hacia el Río Lor por Puebla de Brollón (DE
GROOT, 1974), solo serviría para justificar su transporte Oeste-Este dentro de la Fosa de
Monforte (figura 32). 3) No parece necesario recurrir a inversiones de la red para justifi-
car el área fuente arcósica de la Formación Monforte, ya que la actual cuenca del Sil drena
extensas áreas graníticas, cercanas a Quiroga. 4) No se han reconocido vestigios del
corredor septentrional, que permitan relacionar los depósitos de Castro Caldelas con el
sector situado al Este de Quiroga (figura 36). 5) Además, la hipótesis de Vergnolle atri-
buye al corredor meridional los depósitos de A Rúa y O Barco, ambos de fondo de valle;
lo que supondría aceptar un paleo-Sil con un encajamiento y talweg similar al actual pero
que circularía en un sentido contrario al actual. En tal caso sería dificil explicar cómo un
río tan maduro (0.2% de pendiente) inverte el sentido sin aumentar la inclinación de su
cauce.
Con todo lo dicho, parece improbable una captura del Sil con una edad mio-pliocena;
y también lo es su inversión (VERGNOLLE, 1990). Además, la horizontalidad del relle-
no sedimentario de la Cuenca de Monforte aboga por un levantamiento pasivo de toda la
Cuenca, a medida que se produce la compresión alpina. Esto nos ayudaría a entender su
relación con el pinzamiento de la Fosa de Quiroga; y a resolver, elegantemente, el pro-
blema de la procedencia de los materiales graníticos de la Fosa de Monforte y su identi-
dad con los de Quiroga. Así pues, en Quiroga se encontraría una parte de la misma serie,
pinzada por una falla inversa que estaría asociada a la base del Cabalgamiento Basal
Pirenaico; y en el haz de la falla, se elevaría la Cuenca de Monforte.

198
Discusión general

10.5. LAS FOSAS DEL SIL EN EL TRAMO CARUCEDO-OS PEARES

10.5.1. Las relaciones entre la tectónica y la sedimentación

Nos referiremos ahora a la relación entre los diferentes tipos de fosas: las circunscri-
tas al fondo del valle y las situadas al margen del encajamiento. Los perfiles geoeléctri-
cos de A Rúa (TECNYDROS, 1971b) y Quiroga (TECNYDROS, 1971c) señalan la exis-
tencia de un sustrato pizarroso a profundidad variable; y en algunos casos, anormalmen-
te variable (figuras 40 y 41).
En A Rúa llaman la atención: los grandes espesores al pie de los escarpes septentrio-
nal (figura 40 perfiles 3 y 5) Y meridional (figura 40 perfiles 11, 12, 13 Y 15); Yel relieve
positivo que define el sustrato paleozoico en el eje central de la fosa.
Para explicar las diferentes profundidades a las que se encuentra el sustrato bastaría
evocar la existencia de un curso fluvial divagante que hubiese fosilizado un relieve pre-
vio. Sin embargo, cabe otra explicación no excluyente; la tectónica. De hecho, el relieve
del subsuelo recuerda el Modelo de Discordancia Progresiva para Fallas Transcurrentes
con cierta Componente Inversa (DUÉE et al., 1977 ref. RIBA, 1989).
En el caso de O Barco, además de la componente inversa N-S (VERGNOLLE, 1990),
parece existir otra de sentido contrario (S-N) en el borde meridional del encajamiento.
Apoyan esta idea las geometrías anómalas de los cuerpos litoeléctricos. Por una parte, las
pronunciadas variaciones de espesor (figura 40 perfil 14) sugieren cierta subsidencia; pro-
bablemente acentuada por factores tectónicos. Y por otra, la geometría ondulada de algu-
nas capas (figura 40 perfiles 7 y 9) sugiere un plegamiento por acortamiento de las capas.
En resumen, aun considerando la escasa profundidad alcanzada en los sondeos geoe-
léctricos (20 m), el modelo del Cabalgamiento Basal Pirenaico de SANTANACH (1994),
con algunas modificaciones, sería la mejor explicación a estas anomalia.
En cuanto a los perfiles geoeléctricos de Quiroga (TECNYDROS, 1971c), su inter-
pretación es más problemática (figura 41). La estratificación cruzada de gravas (figura 41;
perfiles 10 a 12) puede responder a una acreción lateral de barras fluviales. Y las discor-
dancias que muestran los cuerpos resistivos (figura 41; perfiles 2, 4, 5, 6, 6bis y 8) podrí-
an ser estratigráficas; lo que apoyaría también una tectónica sinsedimentaria.
Respecto a la superposición de pizarras alteradas sobre las arcillas cuaternarias (figu-
ra 41; perfiles 7 y 8), se trataría de escamas del sustrato, cabalgando sobre los materiales
sedimentarios, es decir: de una falla inversa.
Siguiendo el modelo de MARTÍN-SERRANO (1982) para el terciario gallego, las
Fosas del Sil son restos de Terciario, pinzados por fallas inversas. Mientras que las
Fosas de Monforte y Xinzo representarían los depósitos preservados sobre bloques; y

199
Discusión general

levantados a favor de fallas inversas coetáneas, al Cabalgamiento Basal Pirenaico.


Esta hipótesis abogaría por una tectónica compresiva.
Asimismo, un cabalgamiento pre-encajamiento permitiría definir la incisión en tres
etapas: La primera, respondería a unas condiciones de estabilidad tectónica con desarro-
llo de superficies tipo elche y sedimentación. Seguiría la compresión, con el levanta-
miento de algunas fosas y el pinzamiento de otras mediante fracturas y, en consecuencia,
el encajamiento y la formación de la secuencia de terrazas por debajo de la R600. Según
esta hipótesis, los depósitos del Terciario pinzados en las Fosas del Sil serían previos al
encajamiento actual del Río Sil; y las terrazas situadas por debajo de la R600 serían más
modernas, como es lógico.
Para la correlación de cuencas, otro criterio adicional al geomorfológico y al sedi-
mentario (BRELL y DOVAL, 1974; OLMO,1985), es el altitudinal; la cota altimétrica del
muro, del techo o de la superficie topográfica que definen la fosa. Si comparamos los
muros de Monforte y Quiroga se podría deducir un salto de 80 m (tabla 37). De hecho, al
deshacer el salto las superficies quedan prácticamente enrasadas; aunque no llegarían a
estar conectadas, debido a los relieves circundantes (Altos de Aldriz, 580 m). Claro que
esta desconexión podría explicarse argumentando la existencia de un relieve previo al
encajamiento y al movimiento en la vertical propiciado por este.
En cuanto a la disimetría lateral de terrazas, en los Sectores Quiroga y Os Peares se
observa que el borde superior del encajamiento señala diferentes alturas según el margen
(R lOOO y RgOO en Quiroga; R lOOO y R 600 en Os Peares). Esta disimetría podría correspon-
der también al límite entre bloques desnivelados de forma desigual.
Con todo lo dicho parece claro que las Fosas del Sil fueron afectadas por una tectóni-
ca sinsedimentaria; de la que existen pruebas en la Fosa de Quiroga (VERGNOLLE,
1990) y en O Barco (VERGNOLLE, 1990; SANTANACH, 1994); y de la que se han
observado algunos indicios también en A Rúa (TECNYDROS, 1971b). Todo parece indi-
car que las Fosas del Sil, Monforte y Xinzo han evolucionado de forma independiente;
que no han estado comunicadas entre si; y que han estado asociadas a regímenes de
esfuerzos diferentes. Lo que concuerda con las ideas ya apuntadas (OLMO, 1984; 1985).

200
Discusión general

Cuenca Terciaria HMax Hmin HMuro Potencia


El Bierzo (3) (3)
O Barco (3) (3) (9) (9)
Chaves-Verín (2) (2) (12 (+) (12) (+)
Lañoa (2) (2) (11) (11)
Larouco (3) (3)
Maceda (1) (1) (lO) (lO)
(1) (1) (4, 5) (*) (4, 5) (*)
Montefurado (3) (-)
Quiroga (1) (1) (7) (7)
A Rúa (3) (3) (8) (8)
S Ciprián das Viñas (13) (13)
Xinzo da Limia (2) (2) (6) (6)

Tabla 37. Altura, en metros, de los depósitos sedimentarios relacionados con las principales fosas
del SE de Galicia. El muro y la potencia se calcularon a partir de sondeos mecánicos
(S) y sondeos eléctricos verticales (SEV); los datos de superficie se obtuvieron a partir
de mapas topográficos. Leyenda: H max altura máxima de los depósitos cartografiados
en superficie; H min altura mínima de los depósitos cartografiados en superficie; H
muro altura mínima del muro de la fosa; Potencia potencia del sondeo; 1 OLMO
(1984); 2 REY DE LA ROSA et al., (1984); 3 VIDAL-BOX, (1941); 4 MARTÍN-
SERRANO (1982), 5 DE GROOT (1974); 6 S-La-1, ref. ITGE (1981b); 7 S-49-1, ref.
REY DE LA ROSA et al. (1981); 8 S-88-2, ref. REY DE LA ROSA et al. (1981); 9 S-
88-1, ref. REY DE LA ROSA et al. (1981); 10 S-59-3, ref. REY DE LA ROSA et al.
(1981); 11 SEV 10, ref. REY DE LA ROSA et al. (1981); 12 S-72-3, ref. REY DE LA
ROSA et al. (1981), 13 SEV 6, ref. REY DE LA ROSA et al. (1981); + el sondeo no
llegó al sustrato; * estimación a partir de datos de superficie.

201
CAPÍTULO 11

CONCLUSIONES GENERALES
Conclusiones generales

11. CONCLUSIONES GENERALES

1.- La zona objeto de esta Tesis Doctoral se sitúa en el NW ibérico; en la transición entre
el borde compresivo de la Cadena Cantábrica y el borde distensivo de la costa atlán-
tica. Su estructura corresponde al desmembramiento occidental del Cabalgamiento
Basal Pirenaico (Alpino) y, en parte, a las estructuras tectónicas tardihercínicas.
2.- La cartografía geomorfológica realizada ha distinguido 3 tipos principales de unida-
des morfológicas: superficies, residuales convexos y relieves cóncavos. Estos son,
prácticamente, los únicos elementos de que se dispone para elaborar la historia geo-
morfológica de la zona estudiada, ya que los depósitos que se conservan, salvo los
contenidos en las fosas tectónicas terciarias, son poco significativos.
3.- En la unidad geomorfógica superficie se distinguen los siguientes subtipos: superfi-
cies huecas, pedimentos rocosos, pedimentos cubiertos y pedimentos de regolito. En
la zona estudiada se han diferenciado hasta ocho alturas diferentes entre las cotas
1800 ID Y 100 m.
4.- En la unidad geomorfológica residual convexo se agrupan distintos tipos de insel-
bergs desarrollados sobre litologías diversas (rocas plutonicas, metamórficas y sedi-
mentarias). Los más significativos son los llamados relieves pseudoapalachianos, de
los que existen formas equivalentes en otras áreas del Macizo Hercínico Peninsular.
5.- En la unidad geomorfológica relieve cóncavo se distinguen dos subtipos: formas
epigénicas y formas hipogénicas. Entre las formas epigénicas se incluyen los cau-
ces fluviales muy encajados y las depresiones etche o de corrosión química; mien-
tras que las formas hipogénicas corresponden a las cuencas o depresiones de ori-
gen tectónico.
6.- La red fluvial ha evolucionado por dos tipos de procesos asociados a la tectónica. En
el Norte, encajándose por antecedencia a medida que la colisión en el borde
Cantábrico ocasionaba la elevación de la Placa Ibérica; sobre todo en el frente del
Cabalgamiento Basal Pirenaico. Mientras que en el Oeste ha evolucionado por pro-
cesos de captura, debidos a la erosión remontante de los cursos Atlánticos, a medida
que se modificaba el nivel de base occidental, como consecuencia del estiramiento
litosférico ocasionado por la apertura del Océano Atlántico. Los efectos de estos dos
procesos coinciden en la zona estudiada produciendo un patrón de interferencia a
veces de difícil interpretación, ya que se superpone al patrón de fracturas tardihercí-
nicas, reutilizándolo parcialmente.
7.- En general se demuestra más eficaz el efecto de la erosión remontante desde el
Oeste, que el de elevamiento por colisión-subducción de placas, desde el Norte. Tal
vez porque el primero es continuo desde el Mesozoico, cuando comienza la apertu-
ra del Océano Atlántico y continúa hasta la actualidad. Mientras que el segundo

205
Conclusiones generales

corresponde, tan solo, a una breve etapa durante el final del Paleógeno (Fase
Diastrófica de Vanney).
8.- En la zona estudiada, la erosión remontante desde el Atlántico ha conseguido la
mayor parte de las capturas fluviales hacia el Oeste. Sin embargo, el Río Sil, por su
carácter antecedente, tiene un predominio local como captador del drenaje, hasta su
confluencia con el Río Miño.
9.- En los Llanos de Castro Caldelas, (R IOOO )' se produce una interferencia entre los pro-
cesos tectónicos de borde de placa (Colisión-subducción al Norte y estiramiento de la
litosfera al Oeste), con los procesos tectónicos intraplaca (esencialmente fosas del
tipo strike-slipe Jault). En ellos se pone en evidencia: el carácter antecedente del Río
Sil, el cambio de su trazado a consecuencia de las deformaciones intraplaca y una cro-
nología relativa de la incisión de la red fluvial durante el Cenozoico.
1O.-Los sistemas de terraza situados por debajo de Llanos de Castro Caldelas, (R IOOO ) ,
son zonas del curso fluvial sin terrazas (band gaps). Estas anomalías, así como las
diferencias de alturas entre los grupos de terrazas establecidos para los tramos estu-
diados del río Sil-Miño, parecen responder a dos posibles causas. Bien a bordes de
fallas donde el encajamiento, debido al mayor gradiente topográfico, se realizó a más
velocidad; con la consiguiente destrucción, o no formación, de los niveles de terraza.
O bien a condicionantes epigénicas (confluencia de cursos laterales, diferencias lito-
lógicas, etc.) y al elevamiento epirogénico de la corteza. Sin embargo no está muy
clara su relación con fenómenos tectónicos.
11.- Se observan dos direcciones morfa-estructurales significativas: NE-SW y NNW-SSE.
La dirección NE-SW se podría interpretar como la ramificación del Cabalgamiento
Basal Pirenaico y estaría representada por la Falla de Vila Real. Además habría con-
dicionado la dirección del Río Navea y el régimen tectónico en la Fosa de Xinzo de
Limia. La dirección NNW-SSE estaría representada por la Falla de Maceda.
12.-Las tres fracturas citadas forman parte de un sistema conjugado de fallas cuya activi-
dad tiene la siguiente secuencia temporal: La Fosa de Xinzo de Limia es anterior a la
Fosa de Maceda; ya que los escarpes morfa-estructurales de la primera están trunca-
dos por los de la Fosa de Maceda. En cuanto a la actividad de esta Falla, debe ser sin-
crónica o anterior a los replanos R 600 y R 800 que enrasan el escarpe de falla en dos
puntos (Esgos y Luintra).
13.- La combinación de esfuerzos en las direcciones señaladas permitiría justificar la frag-
mentación de una superficie antigua, quizá mesozoica, y su posterior desnivelación en
varios episodios. La secuencia de levantamientos tectónicos estaría relacionada, en un
primer momento, con la facturación NE-SW y posteriormente con la NNW-SSE.
14.-La antecedencia del Río Sil viene probada por: 1) el elevado numero de niveles de
terrazas erosivas identificados dentro del valle actual; 2) las evidencias de encaja-

206
Conclusiones generales

miento sobre todas las superficies presentes en el área de trabajo por encima de la
R400 ; 3) su curso, fuertemente encajado, atravesando las principales estructuras her-
cínicas y alpinas presentes en la zona de trabajo; 4) sus relaciones con las fosas ter-
ciarias a lo largo de todo su trazado.
15.- Se distinguen, en el área de trabajo, al menos dos tipos de fosas tectónicas terciarias:
las que muestran signos de deformación postectónica (Quiroga y A Rua) y las apa-
rentemente intactas, (Monforte de Lemos, Xinzo de Limia y Maceda). Aun admi-
tiendo la misma edad para todas ellas y dadas las relaciones con el encajante, se pro-
pone una historia tectónica diferente para cada grupo.
16.-Las fosas tectónicas del primer tipo corresponderían, según el modelo de Martín
Serrano, a restos pinzados a favor de fallas inversas coincidentes con el empuje
Norte-Sur, coetáneo a la colisión de las placas Euro-asiática e Ibérica. Las segundas
habrían sido restos levantados sobre el dorso del Cabalgamiento Pirenaico, como
consecuencia de la misma etapa de deformación tectónica (Monforte de Lemos), o
bien se trataría de fosas tipo pull apart o strike sUpe fault (Maceda).
17.- Dado que la colisión antes citada se ha datado aproximadamente como eocena, esto
supondría una prolongación de sus efectos hasta el fin del Paleógeno, coincidiendo
con las últimas dataciones paleontológicas obtenidas para los sedimentos de la base
de la Cuenca tectónica de As Pontes; lo que nos aproxima nuevamente a las ideas de
Martín Serrano sobre una antigüedad del terciario gallego, mayor a la admitida hasta
el momento.

207
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232
ANEXO 1

TABLAS
Tablas

,- DI H, H" Hn
--Mo-
210 34 80 140 60 111 69
69,5
90 220 130
300 o 30 700 198 35 80 360 280 104 90 200 110
295 o 30 680 650 209 35 80 200 120 103 70 90 260 170
286 2 30 100 70 211 35 80 80 o 102 70 90 280 190
298 3 30 380 350 214 35 80 320 240 106 70 90 260 170
298 5 30 500 470 215 35 80 100 20 105 70 90 320 230
287 5 30 280 250 208 36 80 100 20 101 70,S 90 240 150
282 6 30 600 570 205 37 80 220 140 100 71 90 340 250
298 6 30 440 410 198 37 80 360 280 98 71.5 90 120 30
285 7 30 200 170 212 37 80 440 360 96 72,5 90 180 90
276 7 40 620 580 213 37 80 640 560 97 72,5 90 260 170
297 7 40 100 60 206 37 80 180 100 9B 72,5 90 120 30
284 8 40 320 280 207 37 80 100 20 94 73 90 120 30
282 8 40 600 560 198 37,5 80 380 300 94 74 90 120 30
283 8 40 420 380 199 38 80 280 200 95 74 90 120 30
275 8,5 40 220 180 198 38 80 400 320 91 74,5 90 200 110
279 10 40 620 580 200 38 80 120 40 93 74,5 90 100 10
280 10 40 520 480 198 39 SO 360 280 61 75 110 160 50
281 10 40 300 260 203 39 80 320 240 90 75 110 280 170
266 10 40 700 660 204 39 SO 340 260 92 76 110 120 10
277 10 40 620 580 198 40 80 320 240 89 76,5 110 140 30
278 10 40 600 560 172 40 80 220 140 86 77 110 200 90
2% 10 40 820 780 202 40 80 120 40 88 77 110 140 30
285 10 30 200 170 199 40 80 280 2l1O 85 78 110 280 170
274 11 40 400 360 201 41 80 160 80 87 78 110 140 30
272 11 40 200 160 188 41 80 140 60 83 78.5 110 160 50
273 11 40 320 280 187 41,5 80 80 o 84 78,5 110 180 70
280 11 40 520 480 184 42 SO 3110 220 81 79 110 280 170
276 12 40 620 580 182 42 80 140 60 82 79,5 110 220 110
297 12 40 100 60 186 42 "1 120 40 84 79,5 110 180 70
272 12,5 40 200 160 181 42 80 160 80 62 80,5 110 240 130
286 13 30 100 70 183 42,5 80 280 200 80 81,5 110 320 210
264 13 50 1100 1050 180 43 80 100 20 63 83 110 160 50
265 13 40 900 860 176 43 80 300 220 83 83 110 160 50
268 13 40 40 o 177 43,5 80 180 100 79 83 110 280 170
267 14 40 120 80 176 44 80 3110 220 58 84 110 400 290
270 14 50 140 90 185 44 80 80 O 59 84 [10 240 130
249 15 60 120 60 179 44 80 1110 20 60 84 110 240 130
263 15 40 600 560 178 44 80 360 280 57 85 110 3110 190
250 15 60 300 240 175 44,5 80 340 260 56 85,5 110 400 290
270 15 50 140 90 185 45 80 80 O 55 86 110 260 150
269 15 50 260 210 155 45 80 100 20 54 86,5 110 240 130
25' 16 50 620 570 174 45 80 280 200 52 87,5 110 260 150
256 16 50 520 470 156 45,5 80 140 60 54 87,5 110 240 130
303 16 60 740 680 151 46 80 280 200 49 88 110 300 190
267 16 40 120 80 149 47 80 480 400 47 88 110 2110 90
266 16 40 700 660 170 47 80 260 180 50 88 110 4S0 370
25S 17 50 620 570 150 47 80 240 160 53 88 110 360 250
253 17 60 80 20 173 48 90 1110 10 51 88 110 340 230
254 18 60 440 380 151 48 80 280 2110 48 88,5 110 420 310
255 18 60 540 480 148 48 90 420 330 44 89 110 240 130
250 18 60 3110 240 154 48,5 90 140 50 46 89 110 400 290
252 18 60 260 200 147 48,5 90 320 230 45 89,5 110 420 310
251 19 60 120 60 14tS 49 90 2110 110 42 90 110 440 330
248 19 60 120 60 153 49 9D 200 110 43 90 120 120 O
249 19,5 60 120 60 145 50 9D 140 50 40 91 120 260 140
303 20 60 740 680 152 50 9D 300 210 38 91 120 380 260
264 20 50 1100 1050 144 50,5 90 120 30 41 91 120 300 ISO
247 20,5 60 240 180 137 51 90 260 170 43 91 120 120 o
246 21 60 120 60 142 51 90 160 70 41 91 120 340 220
244 21 60 340 280 143 51 90 240 150 37 92 120 480 360
262 21 60 720 660 141 51,5 9D 120 30 36 93 120 400 280
246 22 60 120 60 140 51.5 90 260 170 34 94,5 120 480 360
259 22 60 7()]) 640 131 52 9D 120 30 33 95 120 440 320
243 22 60 300 240 139 52 90 200 110 35 95 120 500 380
261 22 60 600 540 138 52 90 140 50 32 95,5 140 460 320
244
245
239
22
22
23
60
60
80
340
420
320
280
360
240
135
136
128
"
53
54
90
90
90
160
180
120
70
90
30
31
30
29
96,5
98
98,5
120
140
140
420
480
260
3110
340
120
242 23 70 220 150 134 54 90 2110 110 27 99 140 340 200
247 23 60 240 180 133 54 90 120 30 28 99 140 440 300
248 23 60 120 60 132 55 90 240 150 25 99,5 160 460 300
241 23,5 70 160 90 128 56 90 120 30 26 99,5 160 3110 140
239 24 80 320 240 130 56 90 280 190 23 100 160 420 260
302 2S 80 1030 950 127 57 90 120 30 24 100 160 420 260
240 25 80 300 220 131 57 90 120 30 20 101 160 340 180
301 25 80 440 360 129 57 90 260 170 21 101 160 560 400
237 26 80 140 60 125 58 90 240 150 22 101 160 380 220
301 26 80 440 360 126 58 90 120 30 14 102 160 260 100
232 27 80 1110 20 123 59 90 320 230 14 102 160 3110 140
234 27 80 320 240 120 59 90 100 10 17 102 160 440 280
231 28 80 220 140 124 59 90 220 130 IS 102 160 400 240
234 28 80 320 240 122 59,5 90 120 30 19 102 160 260 100
236 28 80 280 200 127 60 90 120 30 16 102,5 160 260 1110
235 28 80 160 80 119 60 90 140 50 12 103 180 500 320
224 28,5 80 120 40 123 60 90 320 230 13 103 160 560 400
225 28,5 80 140 60 115 61 90 120 30 10 104 180 300 120
226 28,5 80 180 100 120 61 90 100 10 11 104 180 420 240
221 29 80 260 180 116 61,5 90 2llO 110 9 105 180 500 320
222 29 80 120 40 121 62 90 260 170 15 105 180 400 220
223 29 80 180 lOO 114 63 90 180 90 8 105,5 180 300 120
219 30 80 240 160 115 63 90 120 30 7 108,5 200 420 220
220 30 80 120 40 113 64 90 320 230 6 109 200 300 100
218 31 80 240 160 114 64 90 180 90 5 110,5 2llO 350 150
198 32 80 360 280 112 65 90 140 50 4 113 2110 300 100
217 32 80 200 120 111 67 90 220 130 3 115 240 420 180
216 33 80 80 O 110 67,5 9D 160 70 2 119 240 340 100
215 33,5 80 1110 20 109 68 9D 240 150 1 119.5 240 400 160
210 34 80 140 60 108 68,5 90 220 130
215 33,5 80 100 20 107 69 90 220 130

Tabla A-l. Datos de altitud y distancia de las terrazas observadas en el Río Miño (tramo
Portomarín-As Neves) a partir de la cartografía de campo sobre mapas 1:50,000 del
SGE, Leyenda: Nº número de referencia en la cartografía; Dt distancia horizontal res-
pecto a la terraza nº 300; H r altura del río s.n.m; Ha t altura absoluta de la terraza
s,n,m; Hr t altura relativa de la terraza sobre el nivel del río.

235
Tablas

N"
3
195
'"
4
67
lli
120
280
H"
120
280
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o
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177
131
223
65

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74
260
240
300
440
440
500
180
200
200
126
37
361
59
25
98
2M!
200
360
600
'60
720
360
360
360
13 7,5 120 120 o 287 85,5 320 520 200 241 78 300 660 360
236 77 300 524 224 84 44 220 420 200 130 60 240 620 380
82 47 220 230 10 ss 45 220 420 200 6 6,5 120 500 380
367 98,5 360 380 20 87 46 220 420 200 383 105 380 760 ]80
301 '1 340 360 20 331 95 360 560 200 381 106 380 760 380
209 72 300 340 40 231 7S 300 500 200 132 60,5 240 620 380
21' 73 300 340 40 5] 39 200 400 200 335 96 36Q 740 380
207 70 280 320 40 114 52,5 240 440 200 '3 50 220 600 380
I7S 65 260 300 40 264 82 300 500 200 27 22 200 580 380
83 44,5 220 260 40 77 46,5 220 420 200 71 43 220 600 380
337 95 360 400 40 76 46 220 420 200 292 89 320 700 380
194 67 280 320 40 288 87 320 520 200 275 86 320 700 380
244 78,5 300 340 40 266 81 300 520 220 120 55 240 620 380
234 76 300 340 40 213 71 280 '00 220 290 88,5 320 700 3SO
262 82 300 360 60 34 24 200 420 220 39 28 200 600 400
395 97,S 360 420 60 161 56 240 460 220 226 7' 300 700 400
392 98,5 360 420 60 28 21 200 420 220 124 38 240 640 400
224 75 300 360 60 288 89 320 '40 220 360 96,5 360 760 400
216 72 280 340 60 28 22 200 420 220 259 76 300 700 400
49 35 2110 260 60 1 2 120 340 220 372 102,5 36Q 760 400
'1 35,5 200 260 60 2 1,' 120 340 220 364 99 36Q 760 400
216 71 280 340 6Q 50 35 200 420 220 189 65,5 2SO 680 400
67 42 220 280 6Q 54 36 200 420 220 !6 10,5 140 550 410
215 70 280 340 60 42 30 200 420 220 16 8 140 550 410
368 99,5 360 420 60 394 97 360 600 240 17 11 140 56Q 420
176 63 260 320 60 40 28 200 440 240 380 106 380 800 420
279 ss 199 69,5 280
336
208
94,5
71
320
340
280
400
420
360
80
80
80
111
300
51
90,5
220
340
520
460
380
240
240
240
160
257
"5
"
76
78
240
300
300
660
720
720
420
420
420
279 83 320 400 80 192 66 280 520 240 17 !3 140 560 420
196 68 280 360 80 32 22,5 2011 440 240 4 5 120 540 420
385 105 380 460 80 116 52,5 240 480 240 379 106 380 800 420
,O 31
167
166
245
"
57,5
79
240
240
300
320
320
380
80
80
17!
365
21
60
99
2110
240
360
440
480
600
240
240
240
249
235
379
81
76,5
108
300
300
380
720
720
800
420
420
420
299 90 320 400 80 285 85 320 560 240 225 74,5 3011 74<1 44U
112 50,S 220 31111 80 387 102,5 380 620 240 320 9() 320 760 440
159 63 260 340 80 280 83 320 560 240 !5 6 120 560 440
386 104 380 460 80 247 81 300 540 240 251 78,5 300 74<1 440
80 47 220 31111 80 203 71,5 280 520 240 23 21 200 640 440
378 108 380 460 80 31 22 200 440 240 237 77,5 3011 740 440
90 50 220 300 80 247 80 300 540 24U 22 15 180 620 440
115 52,5 240 320 80 393 9S,S 360 600 240 384 103 380 '20 440
134 60 240 340 1011 382 106 380 640 260 !5 5 120 560 440
174 61,5 260 360 1011 242 78 300 560 260 238 77,5 3011 740 440
78 47 220 320 1011 212 70 280 540 260 22 16 180 620 440
243 78 300 400 1011 375 103 380 640 260 129 60 240 7011 460
135 60 240 340 100 63 41 220 480 260 23 18 180 640 460
276 87 320 420 1011 212 67 280 540 260 373 lO) 380 1140 460
332 95,5 360 460 100 211 67 280 540 260 376 104 380 840 460
201 71 280 380 100 136 61 240 500 260 256 77 300 760 460
221 74 3011 4011 100 169 58 240 500 260 197 68 280 740 460
220 73,5 3011 4011 100 118 53,2 240 5011 260 95 52,5 240 7011 460
29 21 200 320 120 389 100 360 640 280 270 84 320 780 460
75
306
246
45
91,5
81,5
220
340
300
340
460
420
120
120
120
164
36
94
"
24
50,5
240
200
220
520
480
500
280
280
280
20
240
97
14,5
78
52,5
160
3011
220
640
780
700
480
480
480
297 89,5 320 440 120 390 ,,~ 360 640 280 274 84 320 800 480
30 21,5 200 320 120 163 56,5 240 520 280 98 33 240 720 480
366 99 360 389 102 360 640 280 127
369
210
99,5
70
360
280
480
480
400
120
120
120
232
133
76
60,5
3011
240
580
520
280
280
204
22' "
71,5
76
240
280
3110
720
780
800
480
500
500
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200 70 280 420 140 330 94,5 340 620 280 258 76 300 800 500
52 36 200 340 140 74 46,5 220 5011 280 260 77 3110 800 500
33 22,S 200 340 140 62 40 220 500 280 227 75 300 800 500
233 76 300 440 140 66 42,5 220 500 280 98 52 220 720 500
286 85 320 460 140 125 58,5 240 520 280 !38 62 260 760 500
91 50 220 360 140 92 50 221) 500 280 119 53,2 240 740 500
246 79 300 440 140 35 25 200 480 280 380 108 380 900 520
64 41 220 360 140 72 47 220 500 280 24 21 200 720 520
214 71 280 420 140 79 47 220 500 280 271 84 320 840 520
173
157
43
61,5
62
31
260
260
200
400
420
360
140
160
160
334
377
14
96
105
7,5
360
380
120
640
680
420
280
300
300
24
206
18
l'
73
14
180
3011
160
720
840
700
S40
540
540
45 32 200 360 160 278 89 320 620 300 26' 82 300 840 540
374 103 380 540 160 5 6 120 420 300 4ll 32 2110 760 560
218 73 300 460 160 65 '41 220 520 300 25 21 200 760 560
289
162
263
263
"
81
83
240
300
300
400
460
460
160
160
160
222
281
88
74
84
320
3110
320
620
600
620
300
300
300
47
121
268
31

"
80
200
240
300
760
'20
880
560
580
580
391 99,5 360 520 160 26' 83 300 600 300 253 78 300 880 580
294 87 320 480 160 284 86,5 320 640 320 99 52,5 220 800 380
168 38 240 400 160 284 85 321) 640 320 268 81 3011 880 580
144 62 260 420 160 277 87 321) 640 320 261 77 300 880 580
333 % 360 520 160 267 81 300 620 320 261 76 300 880 580
296 89 320 480 160 248 81 300 620 320 273 83,5 320 920 600
295 87 320 500 180 101 52~ 240 560 320 96 52,5 220 820 600
293 89 320 500 180 42 30 200 520 320 88 45 220 820 600
122 56 240 420 1Ha 72 45 220 540 320 41 27 2011 800 600
158
371
113
63
99,5
51,5
260
360
220
440
540
400
180
180
180
170
172
198
"69
64,5
240
260
2110
560
580
600
320
320
320
190
363
283
68
99
85,5
280
360
320
880
960
940
600
600
620
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388 101,5 360 540 180 252 78 300 640 340 191 67 280 900 620
86 45,5 220 400 180 188 6S,s 280 620 340 239 77,S 300 920 620
362 97 360 540 180 102 47 220 560 340 254 79 300 920 620
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300
860
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700
720

Tabla A-2. Datos de altitud y distancia de las terrazas observadas en el Río Sil (tramo El Bierzo-Os
Peares) a partir de la cartografía de campo sobre mapas 1:50.000 del SGE, Leyenda: Nº
número de referencia en la cartografía; Dt distancia horizontal respecto a la terraza nº
41; H r altura del río s,n,m; Ha t altura absoluta de la terraza s,n.m; Hr t altura relati-
va de la terraza sobre el nivel del río,

236
ANEXO 2

FOTOGRAFÍAS
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Figura 56. Esquema topográfico del SE de Galicia y N de Portugal en el que se localizan las fotografías seleccionadas, Leyenda: 1 0-400 m; 2 400-800 m; 3 800-1200
m; 41200-1600 m; 51600-2000 m; 62000-2400 m; 7 río; 8 población; Al Allariz; B O Barco; Ba Bande; Br Braga; C Carballiño; Ce Celanova; Ch Chantada; ~
Co Cualedro; Cv Chaves; G A Gudiña; L Lobios; Lu Luintra; M Maceda; Me Melgac;o; ML Monforte de Lemos; Mo Monc;ao; Ou Ourense; Po Ponte da Barca; <S'
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R A Rúa; Ri Ribdavia; P Ponferrada; PB Puebla de Brollón; PS Puebla de Sanabria; Q Quiroga; VB Vi ana do Bolo; Ve Verín; VfVillafranca del Bierzo; XL Xinzo ¡;¡
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Fotografía 1. La cabecera del río Návea viene definida por Fotografía 2. Hacia el E de la Serra de Queixa-San
la Serra de Queixa-San Mamede, cuyas cimas constitu- Mamede, el R 1600 se prolonga por los cordales de la
yen los restos de una superficie R I600 vaciada por la Serra do Invernadoiro, en la que se encaja un retazo
degradación fluvial. La foto se sacó desde el Alto de del R I400 y una red orientada NW-SE. La foto está
San Mamede (1618 ml, en dirección E. Leyenda: 1 sacada desde Cabeza de Manzaneda (1778 m) hacia el
residual (1538 m). 2 As Canadas (1550 m). 3 Altos do S. Leyenda: 1 Embalse del Cenza en los Llanos de
Samión (1595 m), Macizo da Edreira. 4 Cumbres de la Chaguazoso (R I400 ). 2 Residuales de R I600 en Monte
Serra de Queixa, sector Monte Seixo (1707 m). 5 Río Brotais (l536m). 3 Alto das Rozas (1604 m).
Návea.

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~ Fotografía 4. El río Návea al degradar el R I600 define una
Fotografía 3. Los cordales de la Serra do Invernadoiro defi- secuencia de replanos encajados. Al W del Embalse
nen una red paralela y orientada NW-SE. La foto está de Chandrexa de Queixa se extiende la Serra do
sacada hacia el N, desde el Embalse das Portas. Burgo, que constituye una extensa superficie R 1200 :
Leyenda: 1 Lombo do Lameiro (R looo )' 2 Veiga da mientras que al E se escalonan pequeños replanos. La
Meda (R I200 ). 3 Alto das Rozas (R I600 ). foto está sacada desde O Cabezo (1337m) en direc-
ción N. Leyenda: 1 Serra do Burgo (R I200 ). 2 Elais
(I087m). 3 Bozqueimado (1 096m). 4 Casteligo
(980m) 5 Penedo da Porfía (1265m). 6 Penedo das
Merendas (1398m).
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Fotografía 5. En los Llanos de Castro Caldelas se Fotografía 6. Al E del río Návea se extienden los
observan distintos niveles de superficies-terraza, Llanos de Puebla de Trives; un retazo del R JOoo con
elaborados por desmantelamiento del replano morfología de Superficie tipo Rampa. La foto está
RIOOO' La foto está sacada desde las inmediaciones sacada desde Cava hacia el NE. Al fondo se insi-
del Escarpe de Maceda, en dirección E. Leyenda: núa la confluencia de los ríos Bibei y Sil. Leyenda:
1 Arroyo Cavas. 2 Serra do Burgo (R I200 ). 3 Serra 1 Puebla de Trives. 2 Residuales estructurales R HOO
Queixa-Manzaneda (R I600 ). sobre R600' 3 Serra dos Cabalas (R 1200)'

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Fotografía 7. Al E de la Serra de Queixa la red del Bibei Fotografía 8. La superficie R 10m) solo se observa al E de
se ha encajado en los Llanos de A Gudiña- Viana do la Falla de Maceda. En las proximidades de Laza se
Bolo (R IOOO )' degradándolos progresivamente hacia conservan restos muy degradados por la incisión de
el N. La foto está sacada desde Peña Nafre ( 1227 m) una red de valles de fractura. La fotografía está
hacia el S. En primer término las confluencia de los sacada desde Vilar (Carretera Verín-
ríos Canso y Bibei. Leyenda: 1 Río Bibei. 2 Río Campobecerros) hacia el NW. Leyenda: 1 Colo de
Canso. 3 Sen"a do Canizo (R I400 ). 4 Lomba da Cruz Nava (900 m). 2 Río Correchouso. 3 Llanos de Toro
(1 147m). 5 Cabezo Grande (1 250m). (R 1000)' 4 Arroyo Cauta. 5 A Palera (R 10(0)' 6 Río
Trez. 7 Eiras (R looo )'
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Fotografía 9. Entre la Serra de San Mamede y la fosa Fotografía 10. A lo largo del borde E de la Fosa de
de Maceda se han preservado algunos retazos de Maceda se conserva un escarpe de falla que deja
los diferentes replanos, lo que da al escarpe un colgados a los Llanos de Castro Caldelas. La foto
aspecto escalonado. La foto está sacada desde Vilar está sacada desde Monte Farria, (834m) en las
de Barrio hacia el E. Leyenda: 1 Superficie de inmediaciones de Xunqueira de Ambía; y hacia el
Cumbres de San Mamede (R I600 ) 2 Lombo de NE. Leyenda: 1 Llanos de Presqueira-Vilar de
Outeiro Preñado (R l2oo)' 3 Lombodegua (R lOOO )' 4 Barrio (R 600 ) 2 Fosa de Maceda. 3 Monte Meda
Terraza (640m). (l:l7Im). 4 Llanos de Castro Cal del as (R IOOO )' 5
Alto de San Mamede (1616m).

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Fotografía 11. Detalle del escarpe de falla en torno a Fotografía 12. Detalle del escarpe de falla entre San
Santirso. La foto está sacada cerca de Arnuiz, y Mamede y Mte. Meda. La foto está sacada desde el
hacia el NE. Leyenda: 1 Calvelo (560m) 2 Arroyo Alto de San Mamede, hacia el NNW. Leyenda: I
Forxo. 3 Santirso (680 m). 4 Llanos de Castro Superficies-glacis (R IOOO ) 2 Arroyo Forxo. 3 Llanos
Cal del as (R lOoo)' 5 Penas do Vieiro (l157m). de Castro Caldelas (R 10(0)' 4 Monte Meda (1371 m).
5 Llanos de Fuente de Ratón (R 1200)' 6 Serra do
Faro.
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Fotografía 13. Detalle de las superficies-glacis (RlQool Fotografía 14. Al S de San Mamede, desaparece el
La foto está sacada desde el Alto de San Mamede, escarpe de la fosa. reduciéndose los indicios de la
hacia el NW. Leyenda: 1 Glacis 2 Fosa de Maceda. falla a los valles en fractura que definen los ríos
3 Llanos de Mourisco (R600). 4 Llanos de San Amoia, Támega y Correchouso. La foto está saca-
Pedro de Rocas (R soo )' da desde Outeiro Preñado, hacia el SSE. Leyenda:
1 Cabecera del río Amoia. 2 Valle del río Támega.
3 Serra de San Mamede (R lnOO )' 4 Llanos de
Baldriz (R~oo)'

Fotografía 15. Detalle de la Fotografía 14. En el valle Fotografía 16. Panorámica del Valle del río Támega
del río Arnoia las crestas de degradación fluvial desde la estación de FECC. de Prado-Alberguería.
señalan cotas entre 800 y 900 m. Leyenda: 1 Leyenda: 1 Superficie-terraza en O Coto do
Rebordechao. 2 Serra de San Mamede (R I600 ). 3 Navallo (HS4111). 2 Superficie-terraza en A Garita
Serra Pequen a (R I200 ). 4 Río Correchouso. (789m). 3 Monte Meda (1090m).
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Fotografía 17. Panorámica del sector W de la Fosa de Fotografía 18. Umbral topográfico entre las fosas de
Xinzo da Limia desde el E (Alto da Medorra, Maceda y Xinzo. La foto está sacada desde la Serra
855m), Leyenda: 1 Superficie del Monte Penamá de Queixa, hacia el S. Leyenda: 1 Glacis en la Fosa
(R soo )' 2 Residuales sobre R600' 3 Monte Farria de Maceda. 2 Residuales Rsoo sobre superficie
(834m). 4 Subcuenca de Antela. R600' 3 Superficie de Baldriz (Rsoo)' 4 Serra da
Medorra (R soo )' 5 Fosa de Xinzo.

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Fotografía 19. En primer término Superficie de Fotografía 20. Progresivo escalonamiento de superfi-
Sabadelle (R400 ) rodeada por restos de un R600 cies de erosión hacia el curso del Miño. La foto está
(Llanos de Cernada). Al fondo la Superficie de San sacada desde el Monte Farria (834m) y en dirección
Pedro de Rocas (R soo )' El R600 está segmentado por NW. En primer término Rsoo; en segundo plano
un corredor de fracturación de dirección NW-SE. R600 ; y en tercer plano el R400 cubierto por la
La foto está sacada desde Faramontaos, hacia el S. bruma. Al fondo, la Serra de Faro. Leyenda: 1
Leyenda: 1 R400' 2 R600' 3 Fractura NW-SE. 4 Rsoo' Armaríz. 2 Monte de Turzás (655m). 3 Outeiro
(687m). 4 Montealegre (470m). 5 San Ciprián das
Viñas. 6 Residual de Reádegos (68Sm) sobre R400'
7 Serra do Faro.
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Fotografía 21. Borde S de la Fosa de Maceda desde la Fotografía 22. Sector N de la Fosa de Maceda.
Serra de San Mamede. En segundo plano la Fosa de Paleocauces entre los Arroyo Porto y Niñodaguia.
Xinzo y al fondo las Serras de Laboreiro y Xurés. En segundo plano, Llanos do Alto do Causo (R soo )'
Leyenda: 1 Glacis de Baldrei. 2 Glacis de Pías. 3 Leyenda: 1 Paleovalles. 2 An'oyo Porto. 3 Alto de
Glacis de Amuiz. 4 Superficie de Vilar de Barrio Causo. 4 Sector central de la Fosa.
(R600 ) con residuales. 5 Monte Farria (831 m). 6
Superficie de Baldriz (R soo )' 7 SelTa da Medorra
(R soo )' 8 Sena Leboreiro. 9 SelTa de Xurés.

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Fotografía 23. Aspecto de la Fosa de Monf0l1e de Fotografía 24. Desde Fiaio (al E de Melga~o) y hacia el
Lemas al S del municipio. Leyenda: 1 Residual SW, detalle de las terrazas erosivas inferiores obser-
(372m). 2 Alto do Marroxo (R 600 ). 3 Llanos de vadas en el valle del Miño, sector Melga~o-As
Saber (R S()(/R 600 ). 4 Río Sil. 5 Llanos de Castro Neves.
Caldelas. 6 Monte Meda (l37Im). 7 Superficie da
Fonte do Ratón (R'200)' 8 Rsoo' 9 R600'
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Fotografía 25. Aspecto del encajamiento del río Miño Fotografía 26. Encajamiento del río Miño en Ourense,
en los replanos Rsoo' R 600 y R400 , aguas abajo de visto desde el S. Leyenda: 1 Llanos de Sabadelle
Ribadavia. La Foto se sacó desde Coto Novelle (R400 ). 2 Llanos de Montealegre (R400 ). 3 Terraza
(718m) y hacia el S. Leyenda: 1 Chan de Moiras de Chelo (337m). 4 Serra do Cabalo (732m). 5 R600
(802m). 2 R I200 (Serra Laboreiro, sector Lamas de en Os Peares. 6 Río Laña. 7 Monte Meda (l37Im).
Mouro-Melga¡;;o ).

27

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Fotografía 27. Panorámica del encajamiento del Sil Fotografía 28. Superficie de erosión R600 con residua-
desde Monte Meda (l371m). En primer plano una les estructurales seudoapalachianos Rsoo' La foto
superficie-terraza. En segundo término se observan. está sacada desde la Serra da Móa (Castro
cubiertos por la bruma, los encajamientos de los Caldelas), hacia el NW. Leyenda: 1 Río Sil. 2
ríos Cabe y Miño y la Fosa de Monforte. Entre ellos Arroyo San Juán. 3 Llanos de Marcelle (R 600 ). 4
sobresalen las superficies de erosión. Leyenda: 1 Llanos de Vilachá (R 600 ). 5 Monte Vidual (8 19m).
Superficie terraza en Cerreda (R 600 ). 2 Río Sil. 3 6 Alto do Marroxo (650m). 7 Serra de Auga
Río Cabe. 4 Río Miño. 5 Fosa de Monforte de Levada (886m). 8 Fosa de Monforte de Lemas. 9
Lemas. 6 R600' 7 Rsoo' Terraza T 2 .
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Fotografía 29. Encajamiento del Río Sil a su paso por
los Llanos de Castro Caldelas. La foto se sacó
desde Monte Meda y hacia el E. En el margen dere-
cho se observa el borde degradado de la superficie
R lOOO : y en el margen izquierdo aparecen los repla-
Fotografía 30. Panorámica de la Fosa de Quiroga
desde Monte Cerengo (l235m). En primer plano
30

superficies terrazas (R soo )' En segundo término


valles de fractura orientados NE-SW. Leyenda: 1
Quiroga. 2 Superficie-terraza (347m). 3 Río
nos R600 y Rsoo' Leyenda: 1 Río Sil. 2 Montoedo Soldón. 4 Cordal de Penedo (354m). 5. Llanos de
(300 m). 3 Teixeira (600 m). 4 Glacis de Castro Vilar de Lor (R goo )'
Caldelas. 5 Serra da Móa. 6 Río Mao. 7 Río Edo. 8
Serra do Burgo (R 12oo)' 9 Llanos de Amandi
(R soo )' 10 Llanos de Marcelle (R 600 ).

32

Fotografía 31. Meandro del Sil en Montefurado. La Fotografía 32. Panorámica de la Fosa de A Rúa desde
foto está sacada desde el S. Leyenda: 1 el W. Leyenda: 1 A Rúa (305m). 2 Llanura aluvial
Montefurado . 2 Túnel romano. 3 Terraza erosiva (T o)' 3 Ten'aza (T1 ). 4 Terraza erosiva (T 2 )· 5
(T 2 ). 4 Terraza erosiva (T4 ). 5 Terraza erosiva (T¡o)' Terraza erosiva (T s)' 6 Terraza erosiva de Con'exais
6 Replano Rgoo' (T 7)· 7 R¡ooo'
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Fotografía 33. Depósito de abanico aluvial en los Fotografía 34. Depósito de aluvial en los Llanos de
Llanos de Castro Caldelas. El sedimento es matriz Castro Caldelas. El depósito está formado por blo-
sostenido, inmaduro y conserva parcialmente la ques, cantos y gravas. Fosiliza un paleorrelieve en
esturctura. La foto está sacada en el afloramiento granito alterado y está fosilizado por un coluvión.
n 33, al N de A Medorra.
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La foto fue sacada en el afloramiento na 16
(Cantera de Vidalén)

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Fotografía 35. Detalle del depósito aluvial de A Fotografía 36. Detalle de un paleo suelo que fosiliza y
Medorra. El sedimento está formado mayoritaria- a su vez es fosilizado por depósitos de ladera peri-
mente por cantos y gravas; y minoritarianiente por glaciares. La foto está sacada en el valle del Ribeira
bloques de granito muy alterado y cantos blandos. Grande (Serra do Invernadoiro). Leyenda: 1 Nivel
Leyenda: 1 Arenas arcósicas. 2 Cantos y gravas. 3 edáfico. 2 Depósito de ladera.
Bloque de canto blando.
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Fotografía 37. Depósitos fluviales del río Támega. El Fotografía 38. Talud de granito muy alterado con bolos
espesor de sedimentos alcanza los 10m y no se también alterados. La foto está sacada en Castadón
alcanza el sustrato. La foto está sacada en la grave- (Ourense). La alterita corresponde al R40U'
ra de Vences (Laza). De muro a techo se distinguen
tres niveles: bloques y gravas grano sostenidos (1),
arcillas bioturbadas de colores negro-ocre (2) y
arenas de cuarzo con estratificación laminar (3).

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39 - 40

Fotografía 39. Collado entre los ríos Camba y Trez. en Fotografía 40. Detalle de un afloramiento granítico
las inmediaciones de Portocamba. En la fotografía situado en el Alto das Estivadas (entre las fosas de
se observa un paleocauce sobre la superficie RiOOO' Xinzo y Verín l. El frente de alteración. al avanzar,
ha definido unas franjas verticales que sugieren la
existencia de un episodio tectónico que habría afec-
tado a la roca. Las franjas de alteración son parale-
las al horde E de la Fosa de Xinzo de Limia.
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ANEXO 3

CARTOGRAFÍA
Mapa N° 1. (Página siguiente). Encuadre topográfico del área estudiada. Elaborado a partir de las
hojas nO: 2-3,2-4, 3-3 Y 3-4 del S.G.E. E: 1/200.000. Equidistancia de curvas 200 m.

Poblaciones: Alb Alberguería; AH AlIariz; B Bande; Ba Baldriz; Bb Barbantes; B~ Bragan~a; Bea


Beariz; BL Barxa de Lor; BM Barra do Miño; Bañ Baños de Molgas; Bo O Bolo; Bv
Bóveda; BV O Barco de Valdeorras; C Céa; Ca Carballiño; Cañ A Cañiza; Ce
Cacabelos; CC Castro Caldelas; Cel Celanova; Cer Cerdelo; Ch Chantada; Chv
Chaves; Cor Cortegada; CR Calvos de Randín; D Castro Dozón; En Entrimo; Ese
Escairón; Esq Escairón; Esg Esgos; G A Gudiña; Ir Irixo; Lal Lalín; Lar Larouco;
Laz Laza; Le Leiro; Li Lindoso; Lo Lovios; Lu Luintra (Nogueira de Ramuín); M Las
Médulas; Ma Maceda; Md Montederramo; Me~ Melga~o; Mel Melón; Mer A Merca;
ML Monforte de Lemos; MoC;; Mon~ao; Mon Montealegre; Ou Ourense; Out
Outomuro; P Os Peares; Pa Pademe de Allariz; PA Pradoalbar; Pb Puebla de Brollón;
PB Ponte de Barca; Pe Portocamba; Pe A Peroxa; PJ Pitoes das Junias; PDF Puente
de Domingo Flórez; Po Ponferrada; Pon Ponteareas; Pr Prada; Ps Parada do Sil; PS
Puebla de Sanabria; PT Puebla de Trives; Q Quiroga; Qx Queixa; R A Rúa; Rd
Ribadavia; Ru Rubiá; S Sandianes; Sb Santibáñez; SCI San Clodio; So Sobradelo; T
Toén; Ta Taboadela; To Toro; TV Toral de Vados; Vb Villafranca del Bierzo; VB Vilar
de Barrio; VdB Viana do Bolo; Ver Verín; Vh Vinhais; Vid Vidago; XA Xunqueira de
Ambía; XE Xunqueira de Espadañedo; XL Xinzo de Limia.
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Se terminó de imprimir en los talleres de
GRAFICAS DO CASTRO I MORET
en el mes de octubre de 2002

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