Ensayo Costo Social
Ensayo Costo Social
Ensayo Costo Social
2017-5652
El aspecto más interesante del ensayo “El problema del costo social” de Ronald Coase es que es una
gran antítesis de las diferentes teorías que han ideado los economistas para analizar el concepto de
costo social y de costo de transacción. Coase se toma la libertad de desarrollar extensamente los
temas de costo de transacción y costo de reasignación de derechos antes de entrar en la materia de
costo social. En un principio esto puede parecer sumamente confuso, hasta da la impresión de que el
lector está leyendo un ensayo sobre un tópico totalmente distinto ya que el enfoque que toma Coase
se enfoca demasiado entre relaciones particulares. Lo anterior es erróneo, ya que Coase da pequeños
indicios del nexo que hará entre la relación entre los particulares y entre los particulares y el estado
desde la primera página al establecer que le parece erróneo establecer que el gobierno es una fuerza
correctiva de las fallas del mercado y no conlleva ningún costo. Más aun, trae lo anterior a lo
material al estipular la gran importancia que existe entre la relación entre costos de transacción y
reasignación de derechos establecidos en fallos judiciales.
Uno de los ejes centrales de la teoría que presenta Coase, es que las cortes tienen el deber de
minimizar los costos asociados a sus fallos. Aquí los jueces deben convertirse parcialmente en
economistas y hacer valoraciones en base a cuál es el mayor daño, si la actividad de A o si la
actividad de B. Es necesario considerar que en estas circunstancias A puede ser la parte demandante
y aparentemente perjudicada y aun así ser la parte que más perjuicio causa. A su misma vez, es
necesario destacar que no siempre la decisión más económicamente eficiente será obligar a una de las
partes a desistir permanente de las actividades económicas que están causando un perjuicio, en
algunos escenarios puede ser más económicamente viable condenar a una partes a pagar una suma de
dinero que permita a la otra parte alejarse de la parte que le causa el perjuicio o condenar a la parte
que causa el perjuicio a subsanar la fuente del perjuicio. Un caso que ejemplifica lo anterior es el
caso Sturges vs Bridgmarn, en el cual un medico demando a un panadero puesto que su maquinaria
no le permitía laborar debidamente y lo mismo le afectó con respecto a su clientela, sin embargo,
observando lo anteriormente expuesto por Coase, podemos ver cómo la Corte pudo haber ponderado
opciones menos lesivas, tales ver como si para el panadero era más económicamente viable mudar
totalmente al médico para así no tener que mudar toda su maquinaria ni cesar su producción o
haberle ordenado a construir paredes que amortiguaran la vibración y el sonido, es decir, que
subsanara la fuente del perjuicio.
Todo lo anterior no implica que Coase solamente le requería a los abogados a pensar como
economistas. Por medio de su análisis del caso Bryant vs Lefever, Coase hizo lo opuesto. En este
caso, había casas vecinas con chimeneas de madera, sin embargo, uno de los vecinos hizo una pared
de piedra. Esto resultó en que cada vez que uno de los vecinos encendiera su chimenea, el humo se
quedara atrapado en la casa. En este caso, la corte considero que “la molestia causada por el humo no
fue originada por el hombre que construyo la pared, sino por el hombre que encendió el fuego”.
Coase señala que aquí estamos ante un asunto de legalidad, puesto que a su parecer, solamente se
puede llegar a este tipo de conclusión si la persona que construyó la pared alta tenía derecho a
hacerlo. En caso de que el humo hubiera causado un daño en la madero del vecino no hubiera disputa
legal en este escenario.
Claramente, los efectos nocivos deben ser regulados por el estado, el cual Coase describe como una
super-empresa con los medios necesarios para hacer valer sus regulaciones (policía, tribunales, etc).
A pesar de lo anterior, Coase, citando a Prosser, estipula que “el demandante debe ser obligado a
aceptar alguna incomodidad razonable en aras del bienestar general”. Lo anterior se menciona en el
contexto de la necesidad de fábricas, refinerías y otros medios de producción que causan molestias e
incomodidades. Aquí, finalmente, todo lo mencionado se empieza a conectar con el título del ensayo
de Coase. El costo social es básicamente definido como la “cuestión de sopesar las ganancias que se
producirán por la eliminación de estos efectos dañinos con las ganancias que se perciben por permitir
que continúen”.
En conclusión, el texto comienza explicando esta relación económica y legal entre particulares pero
luego explica el concepto de costo social introduciendo al estado como regulador y hasta promotor de
actividades económicas lesivas para particulares. De lo anterior se colige la necesidad evocada en la
primera parte del texto de hacer un análisis económico del derecho y considerar las siempre la
relación entre los costos de transacción y la reasignación de derechos que sucedería en un fallo
judicial.