EL EGOCENTRISMO INFANTIL Alba
EL EGOCENTRISMO INFANTIL Alba
EL EGOCENTRISMO INFANTIL Alba
Sección:02
Grupo :# 7
Integrantes:. Matricula:
Muchas veces cuando nos relacionamos con niños, nos sorprende lo que hacen o
dicen. Su conducta parece caprichosa curiosa. Esto se debe a una característica
del pensamiento infantil que se denomina EGOCENTRISMO.
*PREOPERACIONAL
*PRECONCEPTUAL-INTUITIVO
El niño representará captando nada más que las cualidades accidentales, sin
poder abstraer esencias.
En el juego representa una realidad que lo impactó, revive aquello que le gustó
recuperando de este modo la experiencia pasada. A esto, Piaget lo denomina
“Juego de imitación”.
Piaget denomina a este estadio pre conceptual, porque el lenguaje del niño es
egocéntrico, elabora vocablos para designar lo que él quiere, utiliza preconceptos,
que no son conceptos universales, ni respetan la convención social del lenguaje.
El niño habla como él quiere y sólo él se entiende. El preconcepto no alcanza ni la
universalidad, ni la esencialidad de un concepto. El lenguaje es simbólico porque
utiliza cualquier significante para cualquier significado.
3. EGOCENTRISMO INFANTIL
Desde el punto de vista cognoscitivo Jean Piaget dice que los niños hasta los 3 ó
4 años tienen dificultades para retomar la perspectiva de los otros cuando no
coincide con la propia. Ellos fácilmente tienden a ver las cosas desde su propio
interés y no se percatan de que pueden existir otros. Así en la teoría piagetiana la
dificultad que el niño tiene para descentrarse de su propio punto de vista y
considerar el de los otros o de los objetos que construye, es conocida como
egocentrismo.
Finalismo: Cada cosa tiene una función y una finalidad que justifican su
existencia ysus características.
Pero el autor también señala otras situaciones sociales en las cuales los niños de
cuatro y cinco años demuestran esa dificultad para descentrarse; por ejemplo en
los juegos que se rigen por reglas, donde el niño juega para sí, sin confrontar o
discutir las reglas. La incapacidad para considerar el punto de vista del otro y la
tendencia a tomar el suyo como el único posible, está íntimamente ligada a la
tendencia que los mismos niños tienen a centrarse en un sólo aspecto de la
realidad, el que están percibiendo, y a su dificultad para considerar las
transformaciones que permiten pasar de su punto de vista de los otros.
2. El monólogo: el niño habla para sí, como si pensase en voz alta. No se dirige a
nadie, por lo que estas palabras carecen de función social y sólo sirven para
acompañar remplazar la acción. La palabra para el niño está mucho más ligada a
la acción que en el adulto. De aquí se desprenden dos consecuencias
importantes: primero, el niño está obligado a hablar mientras actúa, incluso
cuando está sólo, para acompañar su acción; segundo, el niño puede utilizar la
palabra para producir lo que la acción no puede realizar por sí misma, creando
una realidad con la palabra (fabulación) o actuando por la palabra, sin contacto
con las personas ni con las cosas (lenguaje mágico).
* Identifica colores.
* Utiliza la mayoría de los sonidos del habla pero puede distorsionar algunos de
los sonidos más difíciles, como l, r, s, ch, y, v, z; estos sonidos puede que no se
controlen completamente hasta la edad de 7 u 8 años.
* Utiliza consonantes al principio, en el medio y al final de las palabras; puede
distorsionar algunas de las consonantes más difíciles, pero intenta decirlas.
* Se divierte con el lenguaje: disfruta los poemas y reconoce los absurdos del
lenguaje.
* Expresa ideas y sentimientos más que simplemente hablar sobre el mundo que
le rodea.
Como docentes que somos, tenemos el compromiso de dar respuesta ante lo que
los psicólogos denominan “deseo de omnipotencia”, es decir al egocentrismo de
los alumnos de Educación Infantil.
La verdad es, que tanto profesores como padres ven a ese tipo de niños como
pequeños, débiles o indefensos. Y el niño sabe cómo llorar de una manera capaz
de enternecer a cualquiera. Sin embargo, no podemos transigir. Ni por el bien del
niño, ni por el bien del resto de la clase. Además, corremos el peligro de
acostumbrarle mal, es decir, de protegerle demasiado, y fomentarle malos hábitos
que, con el tiempo, le convertirán en un alumno díscolo y caprichoso.
Algunos maestros son demasiado permisivos en el aula, pensando que estos
alumnos son todavía muy pequeños, y permitiéndoles comportamientos
indeseables, como arrojar objetos al suelo o dar patadas a sus compañeros.
Pero nosotros, los maestros, somos educadores. Y quien educa a un niño tiene el
deber de ponerle límites, conteniendo su índole egocéntrica, con el fin de ayudarle
a crecer y a formarse un sentido propio de la realidad.
Para educar bien y ayudar a limitar los caprichos del niño, se han de tener las
ideas claras. He aquí algunas actuaciones docentes que pueden servir de ayuda:
1.- Las reglas dentro del aula han de ser muy precisas, con pocas excepciones
claramente motivadas.
Éstas son mucho más aceptables que las reglas confusas y contradictorias.
2.- Es indispensable pensar de una forma positiva. Por lo tanto, luz verde a las
frases de apreciación y de valoración dirigidas al alumno (dichas cuando
corresponden), y luz roja a las críticas continuadas.
3.- No, a los escarmientos y chantajes emocionales, porque son la mejor manera
de conseguir que el niño sea desobediente y caprichoso.
4.- Es mejor explicar y convencer, que imponer nuestras razones. Sin embargo,
cuando esto no funciona, debe mantenerse con firmeza la posición tomada, sin
perder la calma y dejando para más tarde las explicaciones.
Como siempre, los cuentos son un aliado eficaz para nuestra labor docente.
Algunos de ellos, después de ser contados por la maestra, dan pie para una
reflexión en voz alta. Así se facilita que los alumnos se acerquen al problema
desde fuera.
2-¿Por qué decimos que el pensamiento infantil es irreversible ?
Si ahora nosotros tomamos unos elementos y en base a un criterio que podría ser
el color, los separamos en grupos y le pedimos que encuentre el criterio de
clasificación, estamos trabajando la clasificación en forma inversa, es decir, el niño
parte de una situación llamada “final”, una clasificación hecha y tiene que
encontrar el criterio de clasificación.
Otro ejemplo, puede ser una suma, podemos preguntar cuál es el resultado de
sumar dos cantidades o podemos dar un número por ejemplo el 15 y pedir que se
encuentren dos o más números que sumados den como resultado 15.
En estas situaciones los niños y las niñas están ejercitando la reversibilidad del
pensamiento que es la puerta hacia la verdadera comprensión de las operaciones
o cambios entre objetos o cantidades.
TRASDUCTIVO:
Otro autor conocido como Flavell dice que: “La lección de descubrimiento
transductivo es aquella en que se anima a los niños a que usen el pensamiento
transductivo. El fin general de la lección sería desarrollar destrezas en los métodos
artísticos de búsqueda
Este tipo de lección es apropiado para tratar de composiciones literarias, así como
la composición en los campos de la música o las artes y oficios. Los materiales
variarán de lo concreto, al tratar con artes y oficios o al improvisar con
instrumentos musicales, a lo abstracto, al componer canciones, historias o
poemas. En uno y otro caso, la selección y organización de los "datos" o
materiales específicos estará en gran parte controlada por el niño.
Realismo en el niño