EL EGOCENTRISMO INFANTIL Alba

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UASD

Tema: características del pensamiento infantil

Asignatura: Desarrollo lógico matemático

Maestra: clara Gullón

Sección:02

Grupo :# 7

Integrantes:. Matricula:

Alba Iris Novas Ulbaez 100556309

Alexandra Valdez Reyes 100272293

Yudelca del Carmen torres flores 100036020

Francisca Sánchez Abad. BD 1326


EL EGOCENTRISMO INFANTIL.

1. ¿QUÉ ES EL EGOCENTRISMO intelectual infantil?

El término egocéntrico se aplica a la persona que se considera el centro de todo,


que piensa que es muy importante y que todo el mundo se ha de preocupar de él.
Persona que supone ser el centro de todo y asume por tanto actitudes de
exigencia y egoísmo.

Muchas veces cuando nos relacionamos con niños, nos sorprende lo que hacen o
dicen. Su conducta parece caprichosa curiosa. Esto se debe a una característica
del pensamiento infantil que se denomina EGOCENTRISMO.

El estadio inicial del ser humano es de un profundo egocentrismo, una total


indiferenciación entre lo que él es y lo que no es. O sea que está centrado. El niño
conoce el mundo según una sola perspectiva, la de él mismo. Es por ello, que
tiene dificultad para ponerse en la perspectiva de otro, para separarse de su
propio punto de vista e imaginarse cómo entiende las cosas otra persona.

Entender la realidad supone situarse respecto de ella y entonces tomar conciencia


de uno mismo como algo distinto, aunque vinculado a ella. En el egocentrismo, el
sujeto no se diferencia de que lo rodea, ya sea la realidad física o la realidad
social, tanto desde el punto de vista material o desde el punto de vista mental.

El egocentrismo aparece en todas las etapas del ser humano, la superación de un


tipo de egocentrismo va unida a la aparición de un nuevo tipo. El Desarrollo
Intelectual pasa por tres estadios:
*SENSORIOMOTRIZ

*PREOPERACIONAL

*PRECONCEPTUAL-INTUITIVO

Durante el periodo sensorio-motriz, el sujeto tiene que construir una noción de sí


mismo, se tiene que construir a sí mismo como un objeto entre los demás y tiene
que aprender a descubrir que la realidad no depende de sus propios deseos, que
la realidad ofrece resistencias y que hay que plegarse, acomodarse a las leyes de
esa realidad.

Pero cuando ha superado el egocentrismo práctico referido a la acción, empieza a


aparecer el referido al pensamiento.

El desenvolvimiento humano, es un lento proceso de autoconciencia, es decir


descentración, lo cual implica una objetividad creciente que no termina nunca.

El niño de 2 años ha superado el egocentrismo a nivel físico, a nivel motor, porque


según Piaget, ya ha dejado el estadio Sensorio-motor y se encuentra en el estadio
pre operacional (de 2 a 4 años
Y medio), con una capacidad de representar, ahora es capaz de interiorizar,
mentalizar hechos, personas, situaciones y sucesos. Puede rememorar el pasado
y anticipar el futuro. Pero aún posee un egocentrismo a nivel mental,
representativo, que deberá ser superado paulatinamente, para llegar a representar
como los adultos.

A causa de ese egocentrismo a nivel representativo, confunde su punto de vista


con el de los demás, es espontáneo e inconsciente, el niño invade el mundo con
su subjetividad.

2. ¿CÓMO LOGRA REPRESENTAR EL NIÑO?

El niño representará captando nada más que las cualidades accidentales, sin
poder abstraer esencias.

En el juego representa una realidad que lo impactó, revive aquello que le gustó
recuperando de este modo la experiencia pasada. A esto, Piaget lo denomina
“Juego de imitación”.

El niño representa con gestos, con su cuerpo, utiliza su motricidad, sus


movimientos para representar; utiliza vocablos sólo por él entendidos. A esta edad
el lenguaje más que sustituir la acción la acompaña. Su pensamiento va
acompañado del gesto, y esto le dará significación al juego, cada vez que cambia
de gesto también varía el juego.
El lenguaje también es egocéntrico, el niño inventa vocablos para designar lo que
a él se le da la gana, utiliza preconceptos.

En el dibujo el niño, ya no se conforma con el trazo de simples líneas, sino que


tiene un verdadero interés en “dibujar algo”.

El dibujo, la imagen y la palabra son significantes, son medios para representar la


realidad. La realidad a que apuntan los significantes es la cosa concreta. La cosa
concreta sería el significado.

Piaget denomina a este estadio pre conceptual, porque el lenguaje del niño es
egocéntrico, elabora vocablos para designar lo que él quiere, utiliza preconceptos,
que no son conceptos universales, ni respetan la convención social del lenguaje.
El niño habla como él quiere y sólo él se entiende. El preconcepto no alcanza ni la
universalidad, ni la esencialidad de un concepto. El lenguaje es simbólico porque
utiliza cualquier significante para cualquier significado.

Al llegar a los 4 años y medio o 5, el pensamiento del niño es intuitivo, sabe


interiorizar, pensar, pero allí se queda en lo dado o como dice la definición de
intuición “simple interiorización”, no pudiendo, no sabiendo agregarle nada, ni
relaciones, ni generalizaciones nada. Si no es capaz de captar dos objetos a la
vez, en sus semejanzas y diferencias, tampoco es capaz de captar relaciones.

No entiende el tiempo porque el “ahora” es una relación entre un antes y un


después, esto le es imposible comprenderlo para un pensamiento centrado y
rígido. Puede captar sólo el espacio práctico, el que es manejado por su
psicomotricidad, falta aún tiempo para que construya un espacio concebido,
pensado. Si la construcción de lo concebido depende de la interiorización de lo
vivido, cuantas más experiencias haya vivido y percibido el niño, tantas más ricas
serán sus interiorizaciones. Lo mismo sucede con el tiempo, el tiempo concebido,
mentalizado se construye en base al tiempo vivido. Partimos del movimiento vivido
en un espacio y tiempo vivido lo más rico y variado posible, esperando que el niño
más tarde pueda interiorizarlo en toda su riqueza.

El ámbito donde va a lograr la mayor parte de estas experiencias indispensables,


es en el juego. A esta edad la actividad lúdica pasa de un “juego simbólico” o
imitativo a un “juego de papeles” o de roles, que florece a esta edad con
abundancia y ocupa casi el 70% del juego espontáneo de los niños.

3. EGOCENTRISMO INFANTIL

El egocentrismo, concepto utilizado en el ámbito de las teorías del desarrollo, fue


muy utilizado por Jean Piaget (1923) para referirse a la dificultad que tienen los
niños para situarse en una perspectiva distinta a la suya.
Se trata de una etapa natural y propia del niño en sus primeros meses de vida,
cuando pasa del mundo de las sensaciones puras –en las cuales sólo existe para
sí mismo- y empieza a descubrir al “otro” en la figura de la madre, y de ahí a
interesarse cada vez más por el mundo exterior. Pero estar en contacto con los
otros y ser parte de la vida familiar y social, tiene un precio y es el descentrarse
cada vez más de sí mismo, de lo que se desea para combinarlo con las
expectativas de los otros.

Desde el punto de vista cognoscitivo Jean Piaget dice que los niños hasta los 3 ó
4 años tienen dificultades para retomar la perspectiva de los otros cuando no
coincide con la propia. Ellos fácilmente tienden a ver las cosas desde su propio
interés y no se percatan de que pueden existir otros. Así en la teoría piagetiana la
dificultad que el niño tiene para descentrarse de su propio punto de vista y
considerar el de los otros o de los objetos que construye, es conocida como
egocentrismo.

Piaget aplica el carácter egocéntrico al pensamiento pre – operatorio y lo distingue


tanto de la inteligencia práctica del censo – motor como del pensamiento
conceptual propio de las operaciones concretas.

En esta etapa el niño tiene tendencia a sentir y comprender todo a través de él


mismo, le es difícil distinguir lo que pertenece al mundo exterior y a las otras
personas y lo que pertenece a su visión subjetiva, por lo mismo, tiene dificultad
para ser consciente de su propio pensamiento.
Piaget dejó en claro, a través de experiencias sencillas, la dificultad que tienen los
mismos de diferenciar el propio yo del mundo exterior.

4. MANIFESTACIONES DEL EGOCENTRISMO

El pensamiento infantil en esta etapa puede manifestarse bajo diferentes formas:


Fenomenismo: Es la tendencia a establecer un lazo causal entre fenómenos que
son visto como próximo por los niños.

Finalismo: Cada cosa tiene una función y una finalidad que justifican su
existencia ysus características.

Artificialismo: Las cosas se consideran como producto de fabricación y voluntad


humana.

Animismo: Tendencia a percibir como vivientes y conscientes cosas y fenómenos


inertes.

Primeramente observamos un egocentrismo que se manifiesta en el habla de los


pequeños y que consiste en hablar tan sólo de sí mismo, en no interesarse por el
punto de vista del otro, ni situarse en relación con él. Son los frecuentes
monólogos (solitarios o colectivos) de los niños, que muestran, según Piaget, la
existencia de esta habla egocéntrica.

Pero el autor también señala otras situaciones sociales en las cuales los niños de
cuatro y cinco años demuestran esa dificultad para descentrarse; por ejemplo en
los juegos que se rigen por reglas, donde el niño juega para sí, sin confrontar o
discutir las reglas. La incapacidad para considerar el punto de vista del otro y la
tendencia a tomar el suyo como el único posible, está íntimamente ligada a la
tendencia que los mismos niños tienen a centrarse en un sólo aspecto de la
realidad, el que están percibiendo, y a su dificultad para considerar las
transformaciones que permiten pasar de su punto de vista de los otros.

5. LENGUAJE EGOCÉNTRICO DE LOS NIÑOS

Se caracteriza porque el niño no se ocupa de saber a quién habla ni si es


escuchado. Es egocéntrico, porque el niño habla más que de sí mismo, pero sobre
todo porque no trata de ponerse en el punto de vista de su interlocutor. El niño
sólo le pide un interés aparente, aunque se haga evidente la ilusión de que es oído
y comprendido.

1. Repetición o Ecolalia: el niño repite sílabas o palabras que ha escuchado


aunque no tengan gran sentido para él, las repite por el placer de hablar, sin
preocuparse por dirigirlas a alguien. Desde el punto de vista social, la imitación
parece ser una confusión entre el yo y el no-yo, de tal manera que el niño se
identifica con el objeto imitado, sin saber que está imitando; se repite creyendo
que se expresa una idea propia.

2. El monólogo: el niño habla para sí, como si pensase en voz alta. No se dirige a
nadie, por lo que estas palabras carecen de función social y sólo sirven para
acompañar remplazar la acción. La palabra para el niño está mucho más ligada a
la acción que en el adulto. De aquí se desprenden dos consecuencias
importantes: primero, el niño está obligado a hablar mientras actúa, incluso
cuando está sólo, para acompañar su acción; segundo, el niño puede utilizar la
palabra para producir lo que la acción no puede realizar por sí misma, creando
una realidad con la palabra (fabulación) o actuando por la palabra, sin contacto
con las personas ni con las cosas (lenguaje mágico).

3. Monólogo: en pareja o colectivo: cada niño asocia al otro su acción o a su


pensamiento momentáneo, pero sin preocuparse por ser oído o comprendido
realmente.

El punto de vista del interlocutor es irrelevante; el interlocutor sólo funciona como 5


incitante, ya que se suma al placer de hablar por hablar el de monologar ante
otros. Se supone que en el monólogo colectivo todo el mundo escucha, pero las
frases dichas son sólo expresiones en voz alta del pensamiento de los integrantes
del grupo, sin ambiciones de intentar comunicar nada a nadie. De 3 a 4 años "
Agrupa objetos como alimentos, ropas, etc.

* Identifica colores.

* Utiliza la mayoría de los sonidos del habla pero puede distorsionar algunos de
los sonidos más difíciles, como l, r, s, ch, y, v, z; estos sonidos puede que no se
controlen completamente hasta la edad de 7 u 8 años.
* Utiliza consonantes al principio, en el medio y al final de las palabras; puede
distorsionar algunas de las consonantes más difíciles, pero intenta decirlas.

* Los desconocidos entienden mucho de lo que el niño dice.

* Puede describir el uso de objetos como "cuchara", "pelota", etc.

* Se divierte con el lenguaje: disfruta los poemas y reconoce los absurdos del
lenguaje.

* Expresa ideas y sentimientos más que simplemente hablar sobre el mundo que
le rodea.

* Utiliza verbos que terminan en "ando" y "siendo", como "caminando" y


"corriendo".

* Responde a preguntas simples, como "¿Qué haces cuando tienes hambre?" *


Repite frases.

6. ORIENTACIONES PARA SUPERAR EL EGOCENTRISMO INFANTIL

Como docentes que somos, tenemos el compromiso de dar respuesta ante lo que
los psicólogos denominan “deseo de omnipotencia”, es decir al egocentrismo de
los alumnos de Educación Infantil.

Es consustancial a la infancia esa necesidad de reafirmar su ego, exigiendo todo


lo que pueden para ellos, exigiendo ser mimados. Sin embargo, en prácticamente
todos los grupos de Infantil, encontramos algún alumno que lo vive con
desmesura.

En un principio parece un problema exclusivamente de los padres. Pero no es así.


En primer lugar porque, como educadores, el ámbito humano también nos
compete. En segundo lugar porque afecta, en muchas ocasiones, a la dinámica de
la clase, incluso puede llegar a perjudicar a los compañeros. En tercer lugar
porque, con nuestra perspectiva y consejo, podemos ayudar a los padres a que el
niño deje de tener esta excesiva necesidad de atención.

La verdad es, que tanto profesores como padres ven a ese tipo de niños como
pequeños, débiles o indefensos. Y el niño sabe cómo llorar de una manera capaz
de enternecer a cualquiera. Sin embargo, no podemos transigir. Ni por el bien del
niño, ni por el bien del resto de la clase. Además, corremos el peligro de
acostumbrarle mal, es decir, de protegerle demasiado, y fomentarle malos hábitos
que, con el tiempo, le convertirán en un alumno díscolo y caprichoso.
Algunos maestros son demasiado permisivos en el aula, pensando que estos
alumnos son todavía muy pequeños, y permitiéndoles comportamientos
indeseables, como arrojar objetos al suelo o dar patadas a sus compañeros.

Pero nosotros, los maestros, somos educadores. Y quien educa a un niño tiene el
deber de ponerle límites, conteniendo su índole egocéntrica, con el fin de ayudarle
a crecer y a formarse un sentido propio de la realidad.

Para educar bien y ayudar a limitar los caprichos del niño, se han de tener las
ideas claras. He aquí algunas actuaciones docentes que pueden servir de ayuda:

1.- Las reglas dentro del aula han de ser muy precisas, con pocas excepciones
claramente motivadas.

Éstas son mucho más aceptables que las reglas confusas y contradictorias.

2.- Es indispensable pensar de una forma positiva. Por lo tanto, luz verde a las
frases de apreciación y de valoración dirigidas al alumno (dichas cuando
corresponden), y luz roja a las críticas continuadas.

3.- No, a los escarmientos y chantajes emocionales, porque son la mejor manera
de conseguir que el niño sea desobediente y caprichoso.

4.- Es mejor explicar y convencer, que imponer nuestras razones. Sin embargo,
cuando esto no funciona, debe mantenerse con firmeza la posición tomada, sin
perder la calma y dejando para más tarde las explicaciones.

Como siempre, los cuentos son un aliado eficaz para nuestra labor docente.
Algunos de ellos, después de ser contados por la maestra, dan pie para una
reflexión en voz alta. Así se facilita que los alumnos se acerquen al problema
desde fuera.
2-¿Por qué decimos que el pensamiento infantil es irreversible ?

La reversibilidad del pensamiento

Cuando hablamos de reversibilidad del pensamiento, nos referimos a la capacidad


de volver a un punto de partida o a una situación inicial, cuando se realiza una
acción física o una acción mental.

También se entiende como la capacidad de reconocer y de hacer una acción


cualquiera en un sentido y en el contrario. Es decir, a partir de un resultado o
situación final deducir los datos o la situación inicial.

La mayoría de actividades matemáticas que les proponemos a los niños se


pueden hacer de forma directa o inversa.

Ejemplos de la reversibilidad del pensamiento


Cuando a un niño le pedimos que clasifique un conjunto de objetos,
separándolos, por ejemplo, por su forma, estamos haciendo una actividad que
podemos considerar directa. Le pedimos que realice una acción (la clasificación)
según un criterio prefijado y obtiene un producto (los objetos clasificados en varios
grupos).

Si ahora nosotros tomamos unos elementos y en base a un criterio que podría ser
el color, los separamos en grupos y le pedimos que encuentre el criterio de
clasificación, estamos trabajando la clasificación en forma inversa, es decir, el niño
parte de una situación llamada “final”, una clasificación hecha y tiene que
encontrar el criterio de clasificación.

Otro ejemplo, puede ser una suma, podemos preguntar cuál es el resultado de
sumar dos cantidades o podemos dar un número por ejemplo el 15 y pedir que se
encuentren dos o más números que sumados den como resultado 15.

En estas situaciones los niños y las niñas están ejercitando la reversibilidad del
pensamiento que es la puerta hacia la verdadera comprensión de las operaciones
o cambios entre objetos o cantidades.

Quiero destacar la importancia que en matemáticas tiene la reversibilidad ya sea


para entender las operaciones inversas en el cálculo (suma y resta, multiplicación
y división, potenciación y radicación, etc.) o para resolver problemas planteados
de manera inversa.

Es una capacidad lógica que es necesario practicarla en diferentes situaciones y


actividades. Tanto es importante la matemática como de otro tipo, desde que los
niños son pequeños hasta que son adolescentes. De esa manera ellos la irán
madurando e incorporando a su pensamiento.

3-¿EN QUE CONSISTE EL RAZONAMIENTO TRANSDUCTIVO?

TRASDUCTIVO:

El pensamiento transductor puede llevar a la sobre generalización o al


pensamiento estereotipado, y así mucha gente sugiere que es un pensamiento no
lógico. Sin embargo, el mismo proceso puede llevar a percepciones divergentes o
imaginativas del mundo, y por eso mucha gente caracteriza al pensamiento
transductor como altamente creativo.

Según Piaget define: “el pensamiento transductivo como la relación de conjuntos


de datos en forma no lógicas. El razonamiento transductor va de lo particular a lo
particular” Por tanto, razona transductivamente que naranja significa "cómetelo".
Los particulares que se asocian aquí son un color y una actividad ejercida en
relación con un objeto de ese color. Otro producto de razonamiento transductor
sería la frase "la niebla viene a pasos de un gato pequeño...". Aquí, las
características particulares de la niebla se relacionan con las características
particulares de un gato.

El pensamiento transductivo es como pensamiento imaginativo que se compara


con muchas cosas, pero ¿en que nos beneficia este método como artístico? Nos
puede beneficiar porque es analogía que se compara o relaciona entre varias
razones o conceptos sin embargo los razonamientos no es controlado por la
persona más bien el razonamiento controla a la persona, Piaget: “apunta que este
tipo de razonamiento es típico del niño en el estadio pre operacional del desarrollo
cognitivo”, es decir, antes de los siete u ocho años. Sin embargo, en este estadio
el razonamiento no está controlado por el niño, es el niño más bien el que es
"controlado" por el razonamiento. La capacidad de razonar transductivamente
permanece en estadios posteriores del desarrollo, y en esos estadios posteriores
el niño tiene algún control mayor sobre el uso del razonamiento transductivo.
Como dice

También es aquella que ánima a la persona a usar la imaginación a tratar de darle


sentido a las cosas y encontrarle, lado, solución pero ¿Qué tanto podemos
imaginarnos? Pues lo trasductivo va de lo particular a lo particular porque
podemos darle razón a las cosas sus funciones y su sistema de cada uno de ellos
el pensamiento es darle referencia a cómo podemos imaginar las cosas para
llevarlo a lo práctico en el mundo real podemos decir que el pensamiento
trasductivo nos sirve para que podamos usar lo más pequeño de nuestra
imaginación a lo más extenso de ella, la imaginación nos ayuda a creer y a
resolver las cosas con sabiduría exactamente que un niño es controlado por su
imaginación y no el niño controla la imaginación,

Otro autor conocido como Flavell dice que: “La lección de descubrimiento
transductivo es aquella en que se anima a los niños a que usen el pensamiento
transductivo. El fin general de la lección sería desarrollar destrezas en los métodos
artísticos de búsqueda

Este tipo de lección es apropiado para tratar de composiciones literarias, así como
la composición en los campos de la música o las artes y oficios. Los materiales
variarán de lo concreto, al tratar con artes y oficios o al improvisar con
instrumentos musicales, a lo abstracto, al componer canciones, historias o
poemas. En uno y otro caso, la selección y organización de los "datos" o
materiales específicos estará en gran parte controlada por el niño.

el pensamiento trasductivo dicen unos autores “define el pensamiento transductivo


como la relación de conjuntos de datos en forma no lógicas” Por ejemplo, un niño
pequeño puede aprender que rojo significa "párate", y verde, "pasa"; este tipo de
razonamiento está más controlado en los niños menores de 8 años por lo tanto
cada persona que usa su razonamiento trasductivo usa el 50 % de ella porque son
más realistas que un niño que usa el 100 % de su imaginación por lo tanto este
pensamiento no ayuda en la vida diaria a darle un giro a nuestra realidad porque
en algunos casos nos ayuda a seguir nuestra imaginación que nos trae cosas
positivas como también es decir que la imaginación es el complemento de la vida
diaria para la cual el trasductivo es un método que ayuda a un músico y a un autor
de libro, porque en el encuentra la inspiración de su música y de su escritura,
podemos decir que cada persona puede y usa su imaginación para transformar las
realidades y darle un giro a ella.
¿Explica por qué el pensamiento del niño es realista y concreto?

El pensamiento concreto según Piaget se desarrolla a partir de los 7 años, donde


el niño puede conocer la realidad que lo circunda y pensar sobre ella
estableciendo relaciones, a partir de sus sentidos. Los niños de esta edad pueden
de este modo comprender que son capaces de agrupar objetos por colores o
tamaños, jerarquizarlos de menor a mayor o por orden alfabético, encontrar los
opuestos, realizar operaciones matemáticas sobre elementos observables (le
mostramos un lápiz y luego le agregamos otro para aprender a sumar o utilizamos
para estas operaciones de suma o de resta un ábaco o contador) etcétera, pero
siempre deberán tener presente el objeto a estudiar o a analizar. No pretendamos
que formulen hipótesis, ni apliquen lo aprendido a situaciones novedosas
hipotéticas. Esta etapa concreta se extiende hasta los 11 años, donde comenzará
a lograrse el pensamiento abstracto. Durante ella es recomendable que todo lo
que se pretenda enseñar al niño pueda ser vinculado con su propia experiencia o
de no ser posible, a partir de imágenes (láminas, videos, películas, etc.

El pensamiento concreto es un proceso cognitivo que se caracteriza por la


descripción de los hechos y los objetos tangibles. Es el tipo de pensamiento que
se encuentra ligado a los fenómenos del mundo real, es decir, a los objetos
materiales. El pensamiento concreto nos permite generar conceptos generales
sobre fenómenos particulares y categorizarlas de una manera lógica. El Realismo,
dentro de la teoría de los estadios de Jean Piaget en psicología evolutiva, es la
tendencia mostrada por los niños a confundir las experiencias subjetivas (sueños,
imaginaciones, pensamientos, etc. Con la realidad objetiva.

Se considera, dentro de esta teoría, una manifestación del egocentrismo


característico del período “Preoperatorio”, previo al de las “Operaciones
Concretas”, a partir de los 7 años.

El pensamiento concreto es un tipo de pensamiento literal que se centra en el


mundo físico y sus elementos. Se le considera el opuesto al pensamiento
abstracto y las personas lo utilizamos para reflexionar sobre hechos, sobre el aquí
y ahora, sobre objetos físicos, y sobre definiciones literales.

El pensamiento concreto, debido a su importancia fundamental para nuestra


supervivencia, es el primero que los niños aprenden a dominar. Los bebés de muy
corta edad piensan de manera extremadamente concreta, llegando hasta el punto
de no ser capaces de concebir que un objeto existe si no son capaces de verlo.

Como maestros una de las grandes responsabilidades es apoyar a los alumnos y


alumnas para impulsar su desarrollo físico, emocional y cognitivo. Por lo tanto la
escuela es al desarrollo del pensamiento en los niños.

El ser humano tiene la capacidad de desarrollar el pensamiento, es decir, una


aptitud natural para pensar y comprender tanto el entorno que lo rodea como sus
propias emociones y percepciones. Para lograrlo, utiliza la información que percibe
a través de sus sentidos y la transforma en información que puede analizar,
memorizar y compartir. Gracias a estos procesos de pensamiento, las personas
afrontan y resuelven las situaciones y problemas que se le presentan a diario.
Además de las capacidades naturales para el desarrollo del pensamiento, la
educación juega un papel clave para estimularlo, orientarlo y potenciarlo.

Realismo en el niño

• Es una tendencia en espontánea inmediata a confundir lo interno y lo externo, el


pensamiento y las cosas, lo psíquico y lo físico; dentro de este realismo infantil
Piaget distingue dos tipos de egocentrismo:

• El lógico: el niño hace su verdad absoluta; el mundo piensa necesariamente


como él, es una lógica que aún no alcanza su objetividad.

• El ontológico: el niño hace su realidad absoluta, todo universo está en


comunicación con el yo y obedece al yo.

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