Microminerales
Microminerales
Microminerales
Los microminerales son nutrientes que, al igual que sucede con las vitaminas, no aportan energía
pero realizan otras funciones importantes. Tradicionalmente, los minerales fueron considerados
como los nutrientes pobres de la nutrición animal, limitándose las prácticas de alimentación animal a
entregar el contenido total de estos minerales en la dieta.
De este modo, los microminerales, también llamados oligoelementos o minerales traza, son
elementos esenciales en cantidades muy pequeñas (menos de 100 mg/kg MS) y son necesarios para
el normal funcionamiento de casi todos los procesos bioquímicos en el cuerpo. Forman parte de
numerosas enzimas y coordinan un gran número de procesos biológicos, y en consecuencia son
necesarios para mantener la salud animal y asegurar la productividad.
Los Microminerales
Hierro 10-30 mg/día
El hierro (Fe) es un micromineral importante para la vida, aunque se encuentre en muy poca
proporción en el cuerpo humano. Es primordial en el transporte de oxígeno, junto con el proceso de
respiración celular. Es uno de los minerales que mayores carencias provoca, especialmente entre
mujeres en edad fértil, por ello, las necesidades son mayores en mujeres, y es que la carencia de
hierro provoca un tipo de anemia concreto.
Existen dos formas químicas de encontrar el hierro en los alimentos: hierro hemo y hierro no hemo.
La absorción de hierro hemo es de, aproximadamente, la cuarta parte y este hierro es el que se
encuentra en los alimentos de origen animal. La forma no hemo, presente en los alimentos
vegetales, se absorbe en muy baja cantidad (3-8%). Este es el principal motivo por el que el consumo
de lentejas para mejorar el contenido en hierro no es especialmente adecuado. La biodisponibilidad
del hierro es muy variable según los elementos presentes durante su absorción.
Fuentes de hierro
Hígado.
Carnes rojas.
Pollo.
Riñón.
Morcilla.
Pescado.
Huevos.
Mejillones.
Cereales, germen de trigo.
Legumbres.
La absorción de hierro por parte del organismo se facilita si se toma conjuntamente con la
vitamina C, B6, B12, ácido fólico, cobre, fósforo, calcio.
La absorción de este mineral disminuye con sustancias como el café, el vino (taninos) o la fibra, y
con la presencia de diarrea.
En mujeres es bastante frecuente el déficit de hierro, debido a las hemorragias mensuales por la
menstruación, además, en el embarazo la madre le pasa hierro al bebé, disminuyendo así su nivel en
el cuerpo. Estas situaciones pueden desembocar en una anemia ferropénica. Los síntomas más
habituales de esta patología son:
Cansancio, fatiga.
Palidez.
Bajo nivel de rendimiento.
Aumento de probabilidad de partos prematuros.
Pueden darse depósitos de hierro en diversos órganos, especialmente el hígado, lo que produce
diversos daños y una enfermedad conocida como hemocromatosis. Una ingesta excesiva de
suplementos de hierro puede provocar un envenenamiento por este mineral.
El pescado y marisco son prácticamente las únicas fuentes alimenticias de yodo, por lo que personas
alérgicas a estos productos, deberían tomar sal yodada de forma protocolizada con el fin de evitar su
carencia.
Algunos vegetales contienen sustancias bociógenas (que provocan bocio u otras alteraciones en el
tiroides) que entorpecen la acción del yodo, especialmente si se consumen crudas. Son, por ejemplo,
la coliflor, la col, el repollo, las coles de Bruselas, etcétera.
Fuentes de yodo
Pescados.
Mariscos.
Sal yodada.
Algunas variedades de algas.
Leche y sus derivados lácteos.
Frutas.
Verduras.
Déficit de yodo
Participa en múltiples reacciones químicas y en el sistema inmune (defensa del organismo), ya que
favorece la producción de linfocitos.
Fuentes de cinc
Germen de trigo.
Carne, pescado.
Huevos y lácteos.
Leguminosas, frutos secos (nueces).
Ostras.
Una ingesta puntual de cinc muy elevada o de forma crónica puede causar desde alteraciones
digestivas (náuseas, vómitos, dolor abdominal…) a calambres musculares.
Posee capacidad antioxidante, de ahí que se relacione con un papel protector de enfermedades
como el cáncer y otros problemas relacionados con el daño celular.
Relacionado con vitamina E.
Puede proteger al cuerpo tras una vacunación.
Aunque se necesitan más estudios para comprobarlo, parece ser que pequeñas cantidades de
selenio pueden ser buenas para mejorar la fertilidad, especialmente en el hombre, ya que aumenta
la producción del semen y su motilidad.
Deficiencia de selenio
Fuentes de manganeso
Consecuencias de su déficit
Vértigo.
Pérdida de audición.
Problemas de esterilidad: alteraciones en la motilidad.
Alteraciones óseas.
Actualmente se está estudiando de manera muy exhaustiva cómo afecta el exceso de flúor en el
organismo al sistema nervioso central. De hecho, se aconseja evitar el uso de productos
enriquecidos en flúor en niños pequeños por su influencia negativa sobre el desarrollo del sistema
nervioso. Este es el principal motivo por el que la pasta de dientes infantil no contiene flúor.
Aguas fluoradas.
Verduras y hortalizas según el contenido del flúor del suelo (espinacas, col, lechugas, brotes
de soja).
Té
Café.
Pescados.
Mariscos.
Consecuencias de su déficit
Caries dental.
Osteoporosis.
Anemia.
Osteoporosis.
Despigmentación (decoloración de la piel).
Alteraciones o degeneración del sistema nervioso central.
Cabello canoso.
Pérdida de minerales.