Los Mendoza de Castilla y El Mecenazgo

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JOSÉ MIGUEL MUÑOZ JIMÉNEZ

Los Mendoza
de Castilla
y el mecenazgo
artístico

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E s s ab i d o que se ha discutido la existencia menor categoría cultural, hablándose así mejor de


de un mecenazgo hispánico, semejante al de- clientes o promotores 1. En especial la objeción
sarrollado en la Italia del renacimiento por las se basa en la supuesta ausencia de una burguesía
grandes familias nobiliarias y burguesas, por los enriquecida como nueva clase social capitalista,
príncipes humanistas y por los dignatarios de la principal factor de desarrollo de un arte renacen-
Iglesia. Ello ha llevado a sugerir que el concepto tista equiparable al italiano. No obstante hay que
genuino de mecenazgo —como protección dis- decir que dicho papel fue desarrollado en nuestra
pensada por una persona a un artista—, debe- nación con espléndida generosidad por monarcas,
ría ser sustituido en España por otros niveles de familias nobiliarias y jerarquías eclesiásticas.

1. YARZA LUACES, J., “Clientes, promotores y mecenas en el arte


medieval hispano”, Patronos, Promotores, Mecenas y Clientes. Actas
del VII Congreso Nacional del C.E.H.A., Murcia, 1992, págs. 15-47.
LO S TENDILLA . SEÑOR ES D E LA AL H A MB RA

En el caso de los Mendoza, aunque también que, por las muchas derivaciones familiares del
hubo en el seno de la compleja red mendocina linaje, nos obligan a un intento de sistematiza-
varios prelados de destacada formación cultural, ción no siempre fácil de lograr. Sirva para ello el
su patrocinio artístico fue de tipo aristocrático, presente apartado.
como afirmación de uno de los grupos señoria- A partir de su origen alavés, el primer
les más destacados, si no el mayor, del ámbito miembro de la familia Mendoza que se asien-
hispánico2. ta en Guadalajara en el reinado de Juan I fue
Adelantando conclusiones al estudio del rico Gonzalo Yáñez de Mendoza, casado con Juana
universo mendocino, el historiador no debe de- de Orozco, señora de Hita y Buitrago3. El linaje
jarse llevar por un exceso de entusiasmo sino que aprovechó después el matrimonio del almirante
ha de reconocer que también los Mendoza, como Diego Hurtado de Mendoza con Leonor de la
otros linajes nobiliarios españoles de semejante Vega, señora de gran parte de las Asturias de
importancia, se caracterizan en el terreno artístico Santillana. Ellos fueron los padres del primer
por la directa emulación de la monarquía. Cier- Mendoza destacable en el terreno del patroci-
to que se acompañó durante varias generaciones nio artístico: Íñigo López de Mendoza (1398-
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de un digno alejamiento alcarreño, que a algunos 1458), marqués de Santillana por concesión de
llevó a pensar en infundadas “repúblicas mendo- Juan II de Castilla4.
cinas”, blasonadas del mayor de los orgullos, por Don Íñigo fue el famoso poeta y coleccionista
no decir de la más alta soberbia. de libros, constructor del castillo viejo de Manza-
nares el Real, de las murallas de Palazuelos e Hita,
del hospital y de la iglesia de Buitrago, así como
I. LO S MENDOZA D E CA STILLA , UNA del monasterio benedictino de Sopetrán y del de
COMPLEJ A R ED FA M ILIAR San Francisco de Guadalajara. Protector del pin-
tor Jorge Inglés, fue uno de los introductores del
Mas la suma de las obras de la edilicia men- gótico flamenco en Castilla, como se aprecia en
docina seguirá siendo, al margen de cierta falta el famoso retrato marquesal que en su día estuvo
de originalidad, abrumadora. Empezando por en Buitrago. Pero aquí lo más interesante sería lo
el gran número de los promotores mendocinos numeroso de su prole, pues con diez hijos origina

2. CASADO POYALES, A. (coord.), Los Mendoza y el mundo 3. LAYNA SERRANO, F., Historia de Guadalajara y sus Mendozas
renacentista. Actas de las I Jornadas Internacionales sobre en los siglos XV y XVI, 4 vols., Madrid, 1942, y Los conventos
Documentación Nobiliaria e Investigación en Archivos y Bibliotecas, antiguos de Guadalajara, Madrid, 1943. También TORRES Y
Cuenca-Toledo, 2011. También NADER, H., The Mendoza Family PÈREZ, F., Historia de la Muy Noble Ciudad de Guadalaxara,
in the Spanish Renaissance 1350-1550, Rutgers University Press, Guadalajara, 1647, y NUÑEZ DE CASTRO, A., Historia eclesiástica y
1979 (traducción española: Los Mendoza y el Renacimiento seglar de la ciudad de Guadalajara, Madrid, 1653.
Español, Guadalajara, 1986 ), y Power and Gender Renaissance 4. PÉREZ BUSTAMANTE, R. CALDERÓN ORTEGA, J. M., El
Spain: Eigth Women of the Mendoza Family 1450-1650, University Marqués de Santillana. Biografía y documentación, Santillana
of Illinois, 2003. de Mar, 1983, y VV. AA., El Marqués de Santillana (1398-1458),
Santillana del Mar-Fuenterrabía, 2001.
Los M endoza de Cast i lla y e l mec e naz g o ar t íst ic o J OS É M I GUE L M UÑ OZ J I M É N E Z

muchos de las ramas mendocinas más destacadas moso palacio del Infantado, obra magistral del
de los siglos posteriores5. arquitecto hispano-flamenco Juan Guas, llena de
estilemas italianizantes7. Padre del III duque y de
Rama principal: los duques del Infantado Brianda de Mendoza y Luna, antes citada. Su
Siguiendo la línea primogénita, nos centrare- primogénito Diego Hurtado de Mendoza casa
mos en la casa troncal de Guadalajara, que tam- con María Pimentel, y es padre del IV duque y
bién se divide en múltiples ramificaciones que de Rodrigo de Mendoza, I marqués de Montes-
densifican las relaciones nobiliarias por todo el claros, y de otras tres hijas legítimas más ocho
territorio español: fue el I duque del Infantado hijos bastardos.
y II marqués de Santillana Diego Hurtado de Su hijo Íñigo López de Mendoza, casado con
Mendoza, quien además de su mayorazgo tuvo a Isabel de Aragón, es el IV duque, y fue padre del
Juan de Mendoza, señor de Beleña, a García Las- conde de Saldaña, título reservado al heredero de
so, señor de Yunquera, y a Antonio de Mendoza, la casa, que por morir joven no llegó a ser duque
constructor del bello palacio guadalajareño traza- del Infantado, así como de Pedro González de
do por Lorenzo Vázquez, y que después cedió a su Mendoza, obispo de Salamanca, muy activo en
sobrina Brianda6. el concilio de Trento y fundador del convento del 47
El II duque fue Íñigo López de Mendoza, Remedio en Guadalajara8 —bella obra arquitec-
casado con María de Luna, y constructor del fa- tónica de la escuela de Alonso de Covarrubias—,

5. El primer marqués de Santillana fue el padre de Diego Hurtado de de Mendoza en Guadalajara. Aspectos decorativos y formales”, Archivo
Mendoza (que como primogénito hereda el marquesado y consigue Español de Arte, 299, 2002, págs. 269-281. Más reciente SUÁREZ
el título de duque del Infantado, principal tronco de las glorias QUEVEDO, D., “La Sombra del Quattrocento en las postrimerías del siglo
mendocinas); de Íñigo López de Mendoza (I conde de Tendilla, sin XV hispano. Ideas, ideales, modelos”, Anales de Historia del Arte, 22,
duda la segunda rama en importancia artística, padre del II conde y 2012, págs. 197-224.
I marqués de Mondéjar, del mismo nombre, y de Diego Hurtado de 7. Sobre el palacio del Infantado, AZCÁRATE RISTORI, J. M., “La fachada
Mendoza, obispo de Palencia y arzobispo de Sevilla); de Lorenzo Suárez del Infantado y el estilo de Juan Guas”, Archivo Español de Arte, 1951,
de Figueroa (fundador de la casa de Coruña como I conde, cuyos pág. 30 y ss. y La arquitectura gótica toledana del siglo XV, Madrid, 1958.
miembros luego fueron señores de Peñaranda de Duero e importantes También LAYNA SERRANO, F., El palacio del Infantado en Guadalajara
promotores artísticos); de Pero Lasso de la Vega (I señor de Fresno (Obras hechas a fines del XV y artistas a quienes se deben), Madrid,
de Torote, padre de Catalina de Mendoza que casa con el I duque de 1941; HERRERA CASADO, A., El palacio del Infantado de Guadalajara,
Medinaceli Luis de la Cerda); de Pedro González de Mendoza (el Gran Guadalajara, 1975. Sobre los castillos-palacio de Manzanares el Real
Cardenal, figura clave del mecenazgo mendocino, que para su hijo y Buitrago, LAMPÉREZ ROMEA, V., Los Mendoza del siglo XV y el
Rodrigo Díaz de Vivar consigue el marquesado de Cenete, y que a su castillo del Real del Manzanares, Madrid, 1916; LAYNA SERRANO, F.,
vez es gran promotor artístico sobre todo por el castillo-palacio de la Castillos de Buitrago y del Real de Manzanares, Madrid, 1935, y MUÑOZ
Calahorra en Granada, y que en su otro hijo Diego Hurtado de Mendoza JIMÉNEZ, J. M., “La influencia del tratadista Francesco di Giorgio Martini
da origen a la casa de Mélito, como padre del Diego de Mendoza que en el castillo de Manzanares el Real”, Castillos de España, 137-138-139,
fue príncipe de Mélito y a su vez progenitor de Ana de Mendoza y de 2005, págs. 39-44, y “El arquitecto Juan Guas, la primera fortificación
la Cerda, primera duquesa de Pastrana y princesa de Éboli); de Juan española de transición, y los modelos italianos”, Actas del III Congreso de
Hurtado de Mendoza (señor del Vado); de Pedro Hurtado de Mendoza Castellología Ibérica, Guadalajara, 2005, págs. 609-632.
(adelantado de Cazorla); de Mencía (casada con el condestable Pedro 8. Sobre la obra de este convento, MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., La
Fernández de Velasco); de Leonor (casada con el señor de Medinaceli Arquitectura del Manierismo en Guadalajara, Guadalajara, 1987, págs.
Gastón de la Cerda), y por último de María (casada con Perafán de 307-313; “La arquitectura del Plateresco en la provincia de Guadalajara
Ribera, adelantado de Andalucía). (1492-1550)”, Wad-al-Hayara, 21, 1994, págs. 141-179, y “El artífice
6. GÓMEZ MORENO, M., “Sobre el Renacimiento en Castilla. Hacia Nicolás del Ribero y la asimilación del Renacimiento en España”, Actas de
Lorenzo Vázquez”, Archivo Español de Arte y Arqueología, Madrid, 1925, IX Congreso Español de Historia del Arte, I, León, 1994, págs. 407-416.
pág. 7 y ss. RODRÍGUEZ REBOLLO, A., “El palacio de don Antonio
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y de otros trece hijos, todos bien casados. El ci- Con importancia casi tan relevante como la
tado conde de Saldaña, Diego Hurtado de Men- rama troncal, en especial por su actuación en Gra-
doza, también marqués consorte del Cenete9 por nada, está la casa de los Tendilla-Mondéjar, cuya
casar con María de Mendoza Fonseca, es el padre, promoción arquitectónica en Castilla ha dejado
con otros diez hijos más, de Íñigo López de Men- obras tan excelsas como el convento de Santa Ana
doza, V duque del Infantado, casado a su vez con de Tendilla, la iglesia parroquial de la Magdalena
Luisa Enríquez e interesantísimo promotor artís- de Mondéjar, el palacio marquesal de la misma
tico, y padre de cuatro hijas de las cuales la mayor, localidad con magníficos jardines manieristas, y
Ana de Mendoza, la VI duquesa del Infantado, el convento franciscano de San Antonio de Mon-
acabó residiendo en la corte de Madrid. Las otras déjar, obras todas en las que se percibe la presen-
hijas fueron a su vez duquesas de Feria, de Alba y cia de arquitectos tan vinculados a lo granadino
de Béjar, por separado. como Lorenzo Vázquez, y Cristóbal y Lorenzo de
Después de la VI duquesa la casa del Infantado Adonza, y más tarde su hijo Nicolás de Adonza,
entrará en la línea de los Gómez de Sandoval (du- estos sí que verdaderos introductores del renaci-
ques de Lerma) y de los Silva (duques de Pastrana). miento en España11.
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Finalmente, goza de semejante relieve clien-
Otras ramas importantes: Coruña, Tendilla- telar la rama de los Silva-Mendoza, por título
Mondéjar, Pastrana
duques de Pastrana y príncipes de Mélito12 y de
Citemos ahora que en un segundo nivel res- Éboli, volcados en el desarrollo de aquella vi-
pecto a la casa del Infantado estaría la rama tam- lla alcarreña como luego se glosará en la figura
bién mendocina de los condes de Coruña y viz- del arzobispo de Granada González de Mendo-
condes de Torija, de apellido Suárez de Figueroa, za, pero al mismo tiempo dueños de palacios
quienes en Guadalajara construyen un magnífico de gran interés en la ciudad de Guadalajara, en
palacio renacentista de la escuela vazqueña, y en el lugar de Chamartín, y en la misma villa de
Torija una excelente iglesia parroquial protorre- Madrid.
nacentista10.

9. Sobre el patrocinio artístico de esta rama mendocina, en GÓMEZ MORENO, art. Cit. y TORMO MONZÓ, E.,”El brote del
especial del I marqués del Cenete, ver entre otros ZALAMA Renacimiento en los monumentos españoles y los Mendoza
RODRÍGUEZ, M. A., “La escalera del Palacio de La Calahorra. del siglo XV”, Boletín de la Sociedad Española de Excursiones,
Creación y difusión de un modelo”, Jornadas Nacionales sobre 25, 1917, y 26, 1918. Las últimas novedades documentales en
el Renacimiento Español. Príncipe de Viana, LII, 10, 1991, págs. GARCÍA LÓPEZ, A.: “La correspondencia del conde de Tendilla.
339-343. Muy interesante también MORTE GARCÍA, C., “Pedro Nuevos datos sobre el mecenazgo de la familia del Cardenal
de Aponte en Bolea. Y una noticia de La Calahorra (Granada)”, Mendoza en Guadalajara”, Wad-al-Hayara, 22, 1995,
Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, LXVII, 1997, págs. págs. 65-122.
95-106. 12. El mecenazgo de la casa de Mélito también merece nuestra
10. FERNÁNDEZ MADRID, M. T., El mecenazgo de los Mendoza atención. Sobre el palacio de Guadalajara luego vendido a los
en Guadalajara, Guadalajara, 1991. Dávalos, MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., y PRADILLO ESTEBAN,
11. El mecenazgo de los Tendilla en su señorío alcarreño PÁG. J., “El palacio de Dávalos en Guadalajara. Datos históricos
en MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., “Sobre el jardín del Manierismo y artísticos para un edificio a conservar”, Actas del V Encuentro
en España: jardines del palacio de Mondéjar (Guadalajara)”, de Historiadores del Valle del Henares, Guadalajara, 1996, págs.
B.S.A.A., Valladolid, 1987, págs. 338-347. También los clásicos 433-446.
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Las ramas menores: Montesclaros, Beleña, estilos, de obras y de artistas. Creo que sería
Yunquera, etc
mucho más inteligente distinguir tres o cuatro
Pero aún merecerían ser citadas las empresas líneas básicas de investigación: por un lado el
arquitectónicas de familias menores mendoci- patronazgo de la casa de Tendilla; de otro el de
nas, historiadas por el citado Layna Serrano, que la casa del Infantado, y por último sería con-
proliferan como pequeña nobleza en torno a la veniente añadir una última línea al estudiar,
corte del duque del Infantado en la Guadalajara por separado, el de la casa de Pastrana. Ade-
señorial que en el siglo XVI se colmó de palacios más debe dejarse totalmente al margen el de
urbanos —de los que hoy apenas quedan algu- los Medinaceli13 .
nos ejemplares—, y que en la siguiente centu- También sería aconsejable diferenciar entre
ria acabó siendo un perfecto ejemplo de ciudad los distintos momentos en que se desarrolla dicha
conventual del Siglo de Oro: serían los marque- promoción artística, pues no es lo mismo el final
ses de Montesclaros, los señores de Palazuelos, de la edad media, con el esplendor otoñal del gó-
los de Beleña, los de Yunquera, los condes de tico flamenco, que la transición al renacimiento,
Priego, etc. El resultado fue la consecución de la llegada del manierismo, o los siglos de desarro-
una verdadera ciudad monumental, a modo de llo del barroco. Son muchas las preguntas, pero 49
una pequeña Toledo. se podrían resumir en una: ¿actuó alguna vez el
linaje de los Mendoza de Guadalajara como una
sola familia, ejercitando un único y común pa-
II . LO S CU ATRO GRANDES M O MENTOS trocinio artístico. Entiendo que esto nunca tuvo
DEL PATROCINIO ART Í STICO
lugar, ni en el plano político, ni en el económico,
MENDOCINO
ni por tanto en el artístico.

Como se deriva de lo hasta ahora señalado, El Gran Cardenal Mendoza y la introducción


sería necesario clarificar el llamado mecenaz- del renacimiento en España
go de los Mendoza de Castilla, auténtico to- En verdad que sorprende el elevado número
tum revolutum que si se toma como conjunto de obras artísticas y arquitectónicas que promo-
en vez de iluminar conduce a la confusión de vió don Pedro González de Mendoza en los es-

13. Cierto es que la casa de Medinaceli, con sus señoríos en Historiadores del Valle del Henares, Guadalajara, 1990, págs.
Almazán, Cogolludo y Medinaceli entre otros, no guarda como 641-664; ROMERO MEDINA, R.: “Primer documento conocido
antes se dijo demasiada relación con los Infantado de Guadalajara, sobre la obra del palacio marquesal de Cogolludo. Una compra
aunque a raíz de la construcción del palacio de Cogolludo, siempre de madera igualada por Lorenzo Vázquez de Segovia en 1499”,
se les relacionará con el Gran Cardenal y con las obras alcarreñas Actas del XIII Encuentro de Historiadores del Valle del Henares,
del decisivo arquitecto. LÓPEZ GUTIÉRREZ, A. J., Documentación Guadalajara, 2012, págs. 341-349, y “Abastecimiento de agua
del Señorío de Cogolludo en el archivo ducal de Medinaceli de y poder en la edad moderna. La obra de la fuente del palacio de
Sevilla (1176-1530), Zaragoza, 1989; MUÑOZ JIMÉNEZ, J. los duques de Medinaceli en Cogolludo (1508-1648), Actas del
M., “La arquitectura del Renacimiento en el Valle del Henares: XIV Encuentro de Historiadores del valle del Henares, Alcalá de
relevancia de la villa de Cogolludo”, Actas del II Encuentro de Henares, 2014, págs. 415-430.
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tilos gótico y renacentista14. El mayor problema No huelga decir que el marco histórico en
aparece cuando se afirma que fue “el máximo que se desarrolla tal sincretismo —con predo-
responsable de la llegada del Renacimiento a minio abrumador del gótico hispano-flamenco,
nuestra nación”. Pues si revisamos su patroci- por cierto—, es la España de los Reyes Católi-
nio artístico sin criterios preconcebidos resulta cos, cuyas empresas artísticas son muy semejan-
que el panorama se complica notablemente, no tes a las de nuestro cardenal, con el que incluso
siendo válida aquella tópica valoración que le comparten muchas veces a los artífices. Como
hace un entusiasta seguidor del arte italiano15. éste, los edificios que promocionan son de clara
Además nunca será suficientemente destacada estilística hispano-flamenca16 (San Juan de los
la apasionante realidad que le tocó vivir a este Reyes, Capilla Real de Granada); la pintura que
Mendoza, como a toda su generación: una rea- favorecen y admiran está plenamente relacio-
lidad marcada por el eclecticismo estético. Dicho nada con Flandes; pero a la hora de enterrarse
eclecticismo se concreta nada menos que en el acuden, como don Pedro, a un excelente escul-
problema del gótico y de la introducción del re- tor florentino, como fue en este caso Domenico
nacimiento en España. Fancelli.
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14. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., “El Cardenal Mendoza (1428-1495) MEDINA, R., “La casa del Cardenal Mendoza en Guadalajara.
como promotor de las Artes”, Wad-al-Hayara, 22, 1995, págs. Una traza del arquitecto Lorenzo Vázquez con la colaboración de
37-54, que es revisión de los antiguos estudios de SAN ROMÁN, canteros tardogóticos valencianos y maestros moros aragoneses”,
F. B., “Las obras y los arquitectos del Cardenal Mendoza”, Archivo Anexo a Actas del XII Encuentro de Historiadores del Valle del
Español de Arte y Arqueología, XIX, Madrid, 1931, págs.153-163, Henares, Alcalá de Henares, 2010, págs. 1-24). También los
y AZCÁRATE RISTORI, J. M.,”El Cardenal Mendoza y el origen del castillos de Sigüenza, Anguix, Jadraque y Cihuela (COOPER,
Renacimiento en España”, Revista Santa Cruz, XVII, 22, Valladolid, E., Castillos señoriales de Castilla. Siglos XV y XVI, Madrid,
1962. De estilo gótico, en la catedral de Toledo encontramos las 1980, vol. I). De estilo renacentista serían la rica colección de
siguientes obras: trascoro del evangelio y trascoro de la epístola; medallas y monedas; el colegio de Santa Cruz de Valladolid; el
sillería baja y cantoral del coro; blanqueado de las bóvedas; capilla sepulcro del Cardenal en la catedral de Toledo; el castillo de Pioz
grande del claustro; portada antigua del Sagrario; portada del (MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M.,”Entre Arqueología e Historia del Arte:
Perdón; más varias donaciones de plata y ornamentos. También los arquitectos de los castillos de Cogolludo, Mondéjar y Pioz”,
la reconstrucción de la iglesia de San Juan Bautista de Toledo, Actas del I Simposio de Arqueología de Guadalajara, Guadalajara,
más la fundación del hospital de Santa Cruz en 1494. En Sevilla 2002, págs. 603-608), y el pórtico de Nª Sª de la Fuente en
la iglesia de Santa Cruz, el convento de San Francisco y la sala Guadalajara. Finalmente, otro capítulo todavía absolutamente
capitular de la catedral. La iglesia del monasterio de Sopetrán inédito es el estudio de las empresas artísticas del Cardenal
en Guadalajara. En Sigüenza la capilla mayor de la catedral y Mendoza fuera de España: como se sabe, mandó reedificar en
las bóvedas del crucero; la silla episcopal del coro; el púlpito Jerusalén el Templo del Santo Sepulcro, al que cada año enviaba
de la epístola; la sillería del coro y el retablo mayor; la apertura plata y ornamentos, y en Roma la basílica de Santa Cruz en
de la Plaza Nueva (MARTÍNEZ TABOADA, PÁG., “Desarrollo Jerusalén, de cuyo título fue cardenal.
urbanístico de Sigüenza en la época renacentista: sus relaciones 15. La diferencia, abrumadora, en número de empresas artísticas
con las obras urbanas de los Mendoza”, Anales Seguntinos, 2, iniciadas por este Mendoza cae del lado de las góticas en una
Sigüenza, 1985, págs. 51-76, y “Aproximación a las fuentes para proporción de 7 = 1. En cuanto a los artistas relacionados con el
el estudio del urbanismo medieval y renacentista de la ciudad de mismo cardenal, la relación entre góticos y renacentistas es de
Sigüenza”, Actas del IV Encuentro de Historiadores del Valle del 4 = 1. Resulta innegable además que Lorenzo Vázquez, decidido
Henares, Alcalá de Henares, 1994, págs. 399-408), y la iglesia italianista, fue su arquitecto, sorprendentemente, sólo durante
de Nª Sª de los Huertos. En la ciudad de Guadalajara la iglesia cuatro años, entre 1491 y 1495, en Santa Cruz de Valladolid,
de San Bernardo y su sillería del coro, y la talla de la Virgen y el mientras que el “gótico” Juan Guas estuvo a las órdenes del
retablo mayor; la nueva iglesia de San Francisco, con su sillería Cardenal de Toledo, como maestro de obras de la catedral
del coro; la iglesia de Nª Sª de Afuera; más su propio palacio primada, desde 1482 hasta 1495 nada menos.
adornado de bellos jardines (DÍEZ DEL CORRAL GARNICA, R., 16. AZCÁRATE RISTORI, J. M.:”Sentido y significación de la
“Lorenzo Vázquez y la Casa del Cardenal don Pedro González arquitectura hispano-flamenca en la Corte de Isabel la Católica”,
de Mendoza”, Goya, 1980, 155, págs. 280-285; ROMERO B.S.A.A., Valladolid, 1971, pág. 201 y ss.
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Si consideramos que el mecenazgo es en sentido los Alba en Abadía, de los Benavente, etc. Siguen
“italiano”, renacentista, una actividad desarrollada las numerosas intervenciones promovidas por su
por un prócer que protege, dialoga y estimula a círculo familiar más próximo en las iglesias y con-
sus artistas, tratándolos de igual a igual, parece cla- ventos de Guadalajara. En todos estos casos, se
ro que en la España de la segunda mitad del siglo percibe el afán de emulación de las obras que el
XV no era posible tal relación artística. El cardenal rey Felipe estaba desarrollando con sus arquitectos
Mendoza fue simplemente un cliente o promotor en Aranjuez, El Escorial o el Alcázar de Madrid.
de obras tardogóticas, al modo medieval. Esta imagen de clientelismo artístico, acompa-
ñada de muchas otras notas sobre el mundo men-
El V duque del Infantado y la emulación docino —es decir, el entorno económico, social y
artística del manierismo filipino
político del señorío—, me lleva a hacer una afir-
Al quinto duque don Íñigo se deben impor- mación atrevida: el V duque, en un momento de
tantísimas obras de promoción artística, empe- auge de la monarquía autoritaria como era el pro-
zando por la transformación modernizadora de grama centralizador de Felipe II, mantiene modos
sus casas principales de Guadalajara, tan mal en- y actitudes que sólo cabe calificar como “feudales”.
tendida hoy todavía a pesar de que ya en 1987 Efectivamente, la existencia de esa corte mendocina 51
demostré su intencionalidad manierista y su fun- en Guadalajara, a la que don Íñigo pretende dar el
damento tratadístico, sacado de los Libros de Se- máximo esplendor aún a costa de las finanzas fami-
bastiano Serlio17. Tanto en la reforma de su facha- liares, no fue sino el afán medievalizante de man-
da principal y del piso bajo del patio, del zaguán y tener un prestigio, una autonomía, una resistencia
de las magníficas salas adornadas con pinturas de a marchar a la corte de Madrid, lo que a nuestros
Rómulo Cincinatto y de Federico Zúcaro, donde ojos engrandece aún más el ocaso dorado de este
se narran en humanista programa las glorias de la personaje.
familia Mendoza18, como en la obra de los jardi- Ahora bien, el conjunto de “sitios ducales”
nes contiguos y del pabellón llamado del Cerrado. es enormemente significativo20. En especial por
A ello hemos de sumar la interesantísima villa mostrarnos cómo además de la citada casa rús-
palladiana con salón central circular y cupulado tica de Buitrago —pabellón de caza al modo
que labró su maestro de obras Diego de Balera, de la real Torre de la Parada—, se procedía a la
conocida como la Casa del Bosque de Buitra- creación de núcleos agrícolas con forma de villa
go19, con la que el Infantado se puso al nivel de campestre en El Fresno de Málaga y en Heras,
los duques de Béjar en su señorío salmantino, de completados con el embarcadero y la barca de

17. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M.: La Arquitectura del Manierismo..., 19. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., “La Casa del Bosque de Buitrago
Op. Cit., págs. 338-344. 18. HERRERA CASADO, A., “El arte del (Madrid) y la villa rústica en España”, Villa de Madrid, 107, 1992, págs.
humanismo mendocino en la Guadalajara del siglo XVI”, Wad-al- 37-58.20. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., “Arquitectura, Arte y Poder en la
Hayara, 8, 1981, págs. 345-384. Guadalajara del Duque del Infantado a la luz de nuevos documentos
18. HERRERA CASADO, A., “El arte del humanismo mendocino (1560-1606)”, Wad-al-Hayara, 25, 1998, págs. 383-414.
en la Guadalajara del siglo XVI”, Wad-al-Hayara, 8, 1981, págs. 20. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., “Arquitectura, Arte y Poder en la
345-384. Guadalajara del Duque del Infantado a la luz de nuevos documentos
(1560-1606)”, Wad-al-Hayara, 25, 1998, págs. 383-414.
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Maluque, empresas que, junto a lo lúdico, nos todo lleno de efectos visuales de enorme nove-
hablan de una clara necesidad de mejorar los re- dad en la España del primer tercio del siglo XVII.
cursos agrarios del señorío, explotando sus pose- En dicha iglesia un retablo-transparente servía
siones. En la misma línea se halla la construcción de camarín a la Virgen de la Salceda, y como
a costa del duque del puente de Palmiches sobre en el gran relicario de planta circular, la estética
el río Cigüela, en relación con la industria made- emocional del manierismo se basaba en el oro,
rera, otra obra más a añadir a la nómina del ar- el cristal, los espejos y las piedras semipreciosas.
quitecto Juan de Ballesteros. En resumen, ha de Para el año 1616 había ordenado el citado
estimarse al V duque del Infantado como uno de jardín al que llamó Monte Celia, verdadero sa-
los principales clientes artísticos del reinado de cromonte del tipo italiano: situado detrás del
Felipe II. Valórese su actividad promotora de las convento, asciende poco a poco hasta una fuerte
artes como un deseo ya casi nostálgico de mante- pendiente; no abierto a largas perspectivas, sino
ner el prestigio de su linaje, y el control político de espacio amplio y a la vez íntimo, presentaba un
y económico de la ciudad de Guadalajara. programa iconográfico con más de veinte capillas
con el Vía Crucis y la historia del lugar22.
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Un gran promotor artístico: el arzobispo Al mismo promotor se debe la obra de reno-
González de Mendoza y la casa ducal de vación de la amplia iglesia colegiata de Nuestra
Pastrana
Señora de la Asunción de Pastrana, cuyos patro-
Arzobispo de Granada y de Zaragoza, y obis- nos eran los Silva-Mendoza. Con traza de fray
po de Sigüenza —donde deja huella de su paso Alberto de la Madre de Dios23, es una obra llena
en el remate protobarroco de la puerta de los de novedades, como las tribunas sobre el crucero
Perdones de la catedral—, el franciscano Pedro y capilla mayor, las hornacinas pareadas para con-
González de Mendoza era el segundo hijo del tener epitafios, el retablo mayor y la cripta con
secretario real Ruy Gómez de Silva y de la prin- sepulcros de estética manierista. En la misma Pas-
cesa de Éboli. Nadie como él supo desarrollar trana inicia en 1628 el magnífico colegio de San
los valores del “mecenazgo” artístico en todos los Buenaventura, para niños cantores, seguramente
niveles, para el engrandecimiento de su familia del mismo arquitecto carmelita, con capilla, una
como rama mendocina21. Así, siendo prior del interesante biblioteca de alto valor humanístico y
monasterio de la Salceda (Guadalajara) levantó galería de pinturas de intención didáctica.
en este cenobio un extraordinario conjunto de De esta manera fray Pedro González de
iglesia, capilla de las reliquias y jardín a lo sacro, Mendoza ha convertido a la villa ducal en uno

21. DADSON, T. J.: “De libros a bibliotecas: el caso de los duques del Manierismo..., Op. Cit., págs. 390-408. Gran interés guarda el
de Pastrana en los siglos XVI y XVII”, Poder y saber: bibliotecas y libro del mismo GONZÁLEZ DE MENDOZA, F. PÁG., Historia del
bibliofilia en la época del conde-duque de Olivares, Madrid, 2011. Monte Celia de Nª Sª de la Salceda, Granada, 1616, con atractivas
22. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., Arquitectura, urbanismo y paisaje descripciones, y grabados de Heylan.
en los santuarios españoles, Madrid, 2010, pág. 319; “Sobre la 23. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., Fray Alberto de la Madre de Dios,
‘Jerusalén Restaurada’: los calvarios barrocos en España”, Archivo Arquitecto (1575-1632), Santander, 1990, y La arquitectura del
Español de Arte, 274, 1996, págs. 157-169, y La arquitectura Manierismo..., Op. Cit. págs. 361-388.
Los M endoza de Cast i lla y e l mec e naz g o ar t íst ic o J OS É M I GUE L M UÑ OZ J I M É N E Z

de los modelos de ciudad señorial como Lerma, ofrece allí obras constructivas que obligan a du-
Baena o Medina de Rioseco, más complejos de dar de tan tajante declive, pues se observa cómo
Castilla, completando el patrocinio construc- siguen llegando a Guadalajara nuevas órdenes
tivo realizado por sus padres en los conventos religiosas que abrirán nuevos monasterios —
de San Francisco, de la Concepción —antes de jesuitas, capuchinos, carmelitas descalzos, her-
madres carmelitas de San José—, y de San Pedro manos de San Juan de Dios—, al tiempo que
de carmelitas descalzos. A ello debe sumarse la los Infantado siguen creando nuevas muestras
magnífica obra del palacio trazado muchos años de su patrocinio artístico, en especial en el con-
antes por Alonso de Covarrubias24, que se abre a vento de San Francisco elegido para ser pan-
una plaza rodeada de soportales en disposición teón familiar 27.
urbanística de origen italiano. Los duques de Sin embargo hay que reconocer una reali-
Pastrana también contaban, además, con inte- dad patente: el paulatino abandono y desman-
resantes palacios renacentistas en Guadalajara, telamiento del antiguo palacio del Infantado de
Chamartín y Madrid 25. Guadalajara, como demuestra el análisis de dos
inventarios de pinturas que, de los años de 1679 y
Los Infantado en la corte madrileña a lo 1708, manifiestan una situación de decrepitud en 53
largo del siglo XVII
la misma colección28. Para esas fechas, la casa del
Es bien conocido que la VI duquesa del In- Infantado, unida para entonces a las de Pastrana
fantado, doña Ana, abandonó Guadalajara para y Lerma, dedicaba ya sus mayores atenciones a
asentarse en la corte real madrileña. Así comen- adornar con pinturas de calidad sus palacios de
zaba una supuesta decadencia de la ciudad li- la Villa y Corte, abandonando el gran caserón de
gada tan estrechamente a la familia Mendoza, Guadalajara.
aunque curiosamente esta localidad nunca lle- Con ello se dejaba atrás todo un espíritu ar-
gó a ser de su propiedad26. No obstante, toda tístico y cultural, humanístico, y una forma de
la primera mitad de la decimoséptima centuria entender el papel de una familia coronada por

24. GARCÍA LÓPEZ, A., “Alonso de Covarrubias, autor del Palacio carmelitas descalzas grandes sumas de dinero para sus nuevos
Ducal de Pastrana”, Wad-al-Hayara, 19, 1992, págs. 51-74. conventos de San José de Guadalajara y del Corpus Christi de
25. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., “El palacio madrileño de los Duques Alcalá de Henares, diseñados s por el citado fray Alberto de la
de Pastrana a mediados del siglo XVII”, en Anales del Instituto de Madre de Dios—, el arquitecto Francisco Mir trazó en el templo
Estudios Madrileños, XXVII, 1989, págs. 339-344. franciscano guadalajareño tres obras muy destacables, por
26. GARCÍA LÓPEZ, A., “Los primeros años del siglo XVII en desgracia desaparecidas: el gran retablo-relicario de la capilla
Guadalajara. Comienzo de la decadencia económica”, en Actas mayor, dotado de tramoyas con efectos visuales muy complejos;
del II Encuentro de Historiadores del Valle del Henares, Alcalá de el primer panteón colocado inmediatamente debajo de dicho
Henares, 1990, págs. 385-390; RUBIO FUENTES, M., “Los duques altar, y el túmulo funerario del VI duque, cuya traza ha llegado a
del Infantado y la ciudad de Guadalajara en el siglo XVII”, Actas del nosotros, característica obra efímera propia de aquel momento aún
IV Encuentro de Historiadores del Valle del Henares, Guadalajara, protobarroco (MUÑOZ JIMÉNEZ, La arquitectura del Manierismo,
1994, págs. 219-226 Op. Cit., págs. 96-99 y págs. 295-299).
27. Así en 1623 se acabó la obra del claustro mayor del mismo, 28. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., “Las colecciones de pintura del Palacio
de grandes proporciones y del más desornamentado clasicismo, del Infantado de Guadalajara en la segunda mitad del siglo XVII”,
en el que la belleza de la traza reside en lo puramente estructural. Patronos, Promotores, Mecenas y Clientes. Actas del VII Congreso
En tiempos de la VI duquesa —que había entregado además a las Español de Historia del Arte, Murcia, 1992, págs. 325-331.
LO S TENDILLA . SEÑOR ES D E LA AL H A MB RA

el mérito de sus componentes. Pues si las colec- III . E P Í LOGO


ciones pictóricas formadas con el renacimiento y
el manierismo tenían un sentido simbólico tras- A una escala de actuación inigualable, la familia
cendente, y estaban encarnadas en el marco ar- Mendoza, por medio de la suma de los patrocinios
quitectónico que las acogía en forma de palacio separados de sus distintas ramas, fue la mayor pro-
de la Fama —en sintonía con los antiguos arte- motora arquitectónica del núcleo central castellano
sonados góticos de los salones de Linajes y de la desde finales del siglo XV hasta los inicios del siglo
Caza, y con las pinturas y yeserías de mano de XVII. Mondéjar, Jadraque, Sigüenza, Pastrana, Va-
Cincinatto—, en los nuevos palacios de Madrid, lladolid, Sevilla, Granada, Madrid y Toledo, pero
en cambio, las galerías de pintura de los siglos ba- especialmente Guadalajara, fueron entre otros los
rrocos carecían ya de una tal significación. núcleos principales donde desarrollaron un mece-
Pero todavía labraron los Mendoza de la rama nazgo artístico que, llegando casi al nivel del real, se
principal una obra majestuosa que, a modo de convirtió en el mejor modelo de humanismo aris-
canto final, se reviste de galas tan vanas como tocrático de España, el cual, en tanto que español,
pretenciosas del más exaltado churrigueresco, de fue profundamente religioso30. En definitiva estos
un ultrabarroco basado en la íntima emulación nobles, cuya orgullosa divisa rezaba “dar es señorío,
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del mausoleo real escurialense. Me refiero a la recibir es servidumbre”, fueron una de las bases del
erección del nuevo panteón ducal según traza del inicio del Siglo de Oro español, hasta que el triunfo
arquitecto Felipe Sánchez, construido entre 1696 y del absolutismo de los Austrias reveló como quimé-
1728 por el maestro de obras Felipe de la Peña, y rica la aventura mendocina.
que sigue las líneas maestras del citado panteón real
y sobre todo de la iglesia berniniana de San Andrea
al Quirinale de Roma29.

29. MUÑOZ JIMÉNEZ, J. M., “Reflexiones sobre la arquitectura barroca rebajada, y al pudridero. Todo es obra tapizada con mármoles negros
en la provincia de Guadalajara”, Wad-al-Hayara, 24, 1997, págs. 255- y rosas, y adornada con roleos broncíneos cubiertos de oro. Resulta
296. Recientemente restaurado, se accede al mismo por una suntuosa además admirable la belleza grácil y casi rococó de los sarcófagos de
escalera que baja desde la iglesia, para encontrarse con la puerta o mármol, desgraciadamente profanados en la guerra del Francés.
lucernario que se abre desde el exterior, y que da luz al segundo tramo 30. Ver al respecto CARRASCO MARTÍNEZ, A., “Los Mendoza
descendente. Este conduce a un pasillo que llega a la capilla cupulada y lo sagrado. Piedad y símbolo religioso en la cultura nobiliaria”,
que cobija un altar, al gran panteón de planta elipsoidal y cúpula Cuadernos de Historia Moderna, 25, 2000, págs. 233-269.

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