23 31 000 2003 00277 01 (27673)
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23 31 000 2003 00277 01 (27673)
CONSEJO DE ESTADO
SECCION TERCERA
ANTECEDENTES
(...)
Recurso de apelación
CONSIDERACIONES
1 Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 30 de agosto de 2001, Exp. No. 19263.
aplicación de normatividad pública a justicia administrativa; esta apreciación
ya superada, tuvo lugar en el pasado cuando apenas se deslindaban los
límites entre esas dos jurisdicciones. Hoy es claro que la remisión que
hacen las normas públicas contractuales a preceptos del derecho privado
no tiene por este solo hecho la capacidad para alterar la naturaleza pública
de los negocios que celebren las entidades estatales, sino que es una
respuesta a los requerimientos y necesidades del mundo contemporáneo,
como antes se expuso.
Esta norma fue derogada expresamente por la ley 489 de 1998, artículo
121, norma en la cual no se estableció una regla equivalente que determinara la
jurisdicción competente para conocer las controversias en las que está involucrada
una empresa industrial y comercial del Estado. Es así como el art. 85 de la ley
Así pues, hoy no existe una norma expresa que, como lo hacía el art. 31 del
Decreto 3130 de 1968, determine cuál es la jurisdicción competente para conocer
las controversias que surgen de los actos o actividades de las empresas
industriales y comerciales del Estado, lo que impone acudir a la cláusula general
de competencia de la jurisdicción contencioso administrativa, establecida en el art.
82 del C.C.A., según la cual:
proceso sea parte una entidad pública o una persona privada que desempeñe
funciones públicas.
Para ello, en primer lugar, la Sala hará una breve reseña de algunas de las
tesis doctrinales que se han expuesto sobre el tema; posteriormente, se hará
referencia al cambio que ha sufrido la doctrina tradicional en relación con el
servicio público y, finalmente, se señalará la que resulte aplicable al caso
concreto.
1. posiciones doctrinales
(...)
8 MONTAÑA PLATA, Alberto, “El régimen normativo de la responsabilidad contractual en los servicios
públicos domiciliarios. Configuración teórica de las prerrogativas públicas y protección del capital en
consideración con su destinación”, En: Memorias IV Jornadas de Derecho Constitucional Administrativo. El
régimen de las libertades. La Responsabilidad de la Administración Pública, Universidad Externado de
Colombia, Bogotá - 2003, Pág. 599 y 600.
secreto sus motivos y sus decisiones; un comerciante sí puede, en cambio,
adoptar tales conductas, en tanto no haya norma que se las prohíba.
El Dr. Palacios Mejía concluye que, para que una actividad pueda ser
considerada como función pública, la Constitución o la ley deben atribuir a una
autoridad el deber exclusivo de realizarla. Como tal cosa no ocurre en los
9 PALACIOS MEJÍA, Hugo, “El derecho de los servicios públicos”, Derecho Vigente; Bogotá - 1999, pág.
23 y 24.
10 Por publicatio praevia debe entenderse la asunción de una actividad por el sector público con la que se
excluye toda participación no consentida. Ibíd., Pág. 25.
11 Ibíd., pág. 28 y 29.
servicios públicos, a su juicio, su prestación no puede ser considerada función
administrativa:
Así las cosas, el autor sostiene que una actividad constituye función
administrativa, como especie de la función pública, cuando es atribuida de manera
exclusiva al Estado y que, como los servicios públicos no lo fueron, no pueden ser
considerados como un desarrollo de dicha función. Esta tesis aplicada a los
particulares, significa que no es posible considerar que desarrollan una función
pública cuando prestan un servicio público.
De acuerdo con esta tercera tesis, expuesta por el profesor Carlos Alberto
Atehortúa, la Constitución de 1991 modificó el marco constitucional de los
servicios públicos. A su juicio, la nueva normatividad busca que la prestación de
los servicios públicos se haga en condiciones de libre competencia entre
entidades oficiales, mixtas y privadas y, en consecuencia, que estén sometidas a
un régimen de igualdad, en el cual el Estado debe, además, ejercer las funciones
de regulación, control y vigilancia.
Adicionalmente, afirma:
(...)
Vistas las dos posturas iniciales se pudiera decir que ésta es una tesis
intermedia, según la cual únicamente algunas de las actividades que se
desarrollan en el marco de la prestación de los servicios públicos pueden ser
consideradas función pública.
(...)
“La revisión, en los tiempos que corren - en que predomina una cultura
de tipo comercial-, ha de ser pragmática. Hasta ahora los servicios públicos
venían desempeñando una misión sacralizadora o legitimadora de la acción
del poder público, papel que ha sido especialmente notable en Francia y del
que aún pueden encontrarse muestras en la España de los ochenta. Este
tipo de argumentos ya no es de recibo. La eficacia, los rendimientos reales,
el balance “coste-beneficio”, son los criterios a aplicar en cuentas que cada
vez se quieren más claras”. 19
Así lo tiene reconocido esta Corporación que, con ocasión de decidir una
acción popular, se pronunció como sigue:
31
.
(...)
“No sobra precisar, que conforme al aparte final del artículo 365
superior, cuando el Estado se reserva para si la prestación exclusiva de
un servicio público, previa la indemnización de las personas que en virtud
de la ley que así lo determine queden privadas del ejercicio de una actividad
legítima, el particular que eventualmente llegue a prestar ese servicio
por decisión del mismo Estado, por el solo hecho de dicha prestación,
o de la sola celebración de un contrato de concesión para el efecto,
tampoco ejercerá una función pública. Solamente en caso que la
prestación haga necesario el ejercicio por parte de ese particular de
potestades inherentes al Estado, como por ejemplo, señalamiento de
conductas, ejercicio de coerción, expedición de actos unilaterales, podrá
considerarse que este cumple en lo que se refiere a dichas potestades una
función pública.” (Se resalta)
38
37 Sobre los conceptos de ratio decidendi y obiter dicta ver, entre otras, las siguientes providencias: SU-
168 de 1999, SU-047 de 1999, SU-640 de 1998, T-961 de 2000.
38 A pesar de que la Corte se refiere expresamente al particular que presta el servicio público, de la ratio
decidendi citada se deriva que tampoco podría considerarse función pública la prestación del servicio público
b) En segundo lugar, se debe tener en cuenta que, en la prestación de los
servicios públicos, se pueden ejercer potestades públicas que, por consiguiente,
constituyen función pública. Ello se deriva del condicionamiento establecido por la
Corte Constitucional en la Sentencia C- 037 de 2003, según el cual el “particular
que preste un servicio público sólo es disciplinable cuando ejerza una función
pública que implique la manifestación de las potestades inherentes al Estado, y
éstas sean asignadas explícitamente por el legislador”.
(...)
por parte del Estado, en ejercicio de la facultad que consagra el art. 365 C.P.
39 Consejo de Estado, Sala Plena, Sentencia del 23 de septiembre de 1997, Exp. No. S-701.
40 DE LA CUÉTARA MARTÍNEZ, Juan Miguel, “Tres postulados para el nuevo servicio público” En: El
Nuevo Servicio Público, Editorial Marcial Pons, (Madrid - 1997), Pág. 157 y 167.
- La posibilidad de pactar cláusulas exorbitantes en los contratos de
prestación de servicios públicos y de hacer efectivos los poderes que ellas
implican (artículo 31, Ley 142 de 1994).
41 MORENO, Luis Ferney, “Servicios públicos domiciliarios. Perspectivas del derecho económico”,
Universidad Externado de Colombia, (Bogotá - 2001), pág. 70.
En el mismo sentido se pronuncia el Dr. Guillermo Chahín Lizcano, quien
afirma lo siguiente:
(...)
resalta)
De igual manera, el art. 27 señala que las entidades públicas que participen
en el capital de las empresas de servicios públicos no podrán otorgarles privilegios
diferentes de los establecidos en la misma ley 142. Con ello, el legislador
pretendió evitar que la participación de una entidad pública implicara instaurar
desigualdades en el campo de los servicios públicos.
42CHAHIN LIZCANO, Guillermo, “Elementos básicos del régimen Constitucional y legal de los servicios
públicos domiciliarios”, Publicación de la Empresa de Energía de Bogotá, Bogotá - 1998, Págs. 33 y 39.
Adicionalmente, el legislador previó que los servicios públicos domiciliarios
podían ser prestados por sociedades por acciones o, de manera excepcional, por
empresas industriales y comerciales del Estado, lo cual permite afirmar que la ley
consideró que la prestación de los servicios públicos debe ser desarrollada como
actividad económica y no como una función pública. No debe perderse de vista
que la creación de las empresas industriales y comerciales del Estado, en la
reforma de 1968, se realizó con el fin de que éstas desarrollaran exclusivamente,
actividades de naturaleza industrial y comercial.
Conclusión
RE S U E L V E:
CONSEJO DE ESTADO
SECCION TERCERA
Se afirma en el auto en relación con el tema, que el problema tiene solución legal,
concretamente por cuenta del artículo 31 de la ley 142 de 1.994. Se lee en lo
pertinente a folios 4 y 5:
Afirmar como se hace en el párrafo del que me aparto, que la ley 142 estableció a
la jurisdicción ordinaria como la competente para conocer de las controversias
surgidas de los contratos celebrados por las empresas prestadoras de servicios
públicos, es volver a la conclusión, en mi entender errada, a que llegó la Sala
Plena de esta Corporación en el auto S-701, en el que se sostuvo que los
contratos celebrados por una entidad estatal, cuando se rigen por el derecho
privado, están sometidos en el juzgamiento de las controversias que de ellos
surjan, a la jurisdicción ordinaria, con abandono de la cláusula general de
competencia establecida para la jurisdicción contencioso administrativa en el
artículo 82 del C. C. A.
Entiendo que los contratos celebrados por las entidades estatales, en los términos
del artículo 13 de la ley 80 de 1.993, están sometidos también al derecho privado,
y no por ello la competencia para dirimir las controversias que de ellos surjan, ha
sido atribuida a la jurisdicción ordinaria.
ii. contratos celebrados por entidades estatales que no se rigen por la ley 80 de
1.993, y por tanto no corresponden a la denominación de estatales contenida en el
artículo 32 ídem. Frente a estos contratos no es posible aplicar el artículo 75 de
esa ley y por tanto la decisión sobre la jurisdicción a la cual compete el
juzgamiento de las controversias que surjan de ellos, debe estar informada en el
artículo 82 del c.c.a. conforme al cual la jurisdicción contencioso administrativa
esta instituida para juzgar las controversias y litigios administrativos originados en
la actividad de las entidades públicas y de las personas privadas que desempeñen
funciones propias de los distintos órganos del Estado.
Es la naturaleza administrativa del litigio o controversia surgida del contrato no
regido por el estatuto de contratación de la administración pública, el elemento que
determina la competencia de esta jurisdicción para resolver esa controversia.
Para el caso concreto de los contratos celebrados por las empresas prestadoras
de servicios públicos domiciliarios, se tiene que el régimen de derecho que se les
aplica puede ser el privado, el estatuto de contratación estatal, o la ley 142 de
1.994.
El derecho privado, por regla general en los términos del artículo 3 de la ley 689
de 2.001, a todos los contratos celebrados por esas entidades. Tales contratos
pueden o no contener cláusulas excepcionales previa orden o autorización de la
respectiva comisión de regulación. Las controversias surgidas de los primeros
contratos, será la ordinaria, pero no como consecuencia de la afirmación: derecho
privado igual justicia ordinaria, sino ante la ausencia de norma que establezca la
competencia a la jurisdicción contenciosa para conocer de esos asuntos, dado que
no se rigen por el estatuto de contratación de la administración pública y por ende
no se les aplica su artículo 75, y a través de ellos no se cumple función
administrativa conforme se concluye en el auto, lo cual impide calificar como
administrativa la controversia o el litigio que de ellos surja.
En relación con los segundos, esto es, aquellos que a pesar de estar regidos por
el derecho privado, incluyen cláusulas excepcionales, por disposición expresa del
artículo 3 de la ley 689, el juzgamiento de las controversias que surjan de ellos
corresponde a la jurisdicción contencioso administrativa, que no sólo de los actos
administrativos en que se haga uso de tales prerrogativas como lo disponía la ley
142.
Fecha ut supra.
CONSEJO DE ESTADO
SECCION TERCERA
deduce del artículo 365 constitucional cuando dispone que es deber del
propia del Estado, sino a una actividad económica que por implicar el
servicio y a su precio”.
46 CONSEJO DE ESTADO, Sección Tercera, Sentencia del 15 de agosto de 2002, Exp. AP 968
47 CORTE CONSTITUCIONAL, Sentencia T 540 de 1992
48 Hugo Palacios Mejía. EL DERECHO DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS. Editorial Derecho
vigente. Bogotá, Primera edición 1999, Pág.4 y ss.
contractuales, cuando en el contrato se pacten las referidas cláusulas exorbitantes . 49
“B. Desarrollo:
Agrega:
. determinar las entidades competentes para fijar las tarifas (art. 367).
En lo que atañe con los contratos que celebren las entidades estatales
que prestan los servicios públicos a los que se refiere esa ley y que 50
50 " ( ) 14.21. Servicios públicos domiciliarios.- Son los servicios de acueducto, alcantarillado, aseo,
energía eléctrica, telefonía pública básica conmutada, telefonía móvil rural y distribución de gas combustible,
tal como se define en este capítulo" (art. 14 ley 142 1994).
Dicho parágrafo se extiende, entonces, por virtud de lo previsto en la
ley 142 de 1994 a los contratos que celebren las empresas de
servicios públicos domiciliarios, es decir, que no se les aplica a
estos la ley 80 de 1993.
Sin embargo esa excepción sólo tuvo operancia hasta el día anterior a
cuando entró a regir la ley 489 de 1998, 29 de diciembre, la cual
estableció que se aplicará la ley 142 de 1994 a todo lo que tenga que
ver sobre los contratos de las empresas de servicios públicos
domiciliarios.
demanda.
administrativo.
54La parte subrayada quedó derogada implícitamente con la entrada en vigencia de la ley 80 de
1993..
sobre actos, hechos, omisiones y operaciones, por parte de esta
jurisdicción se causa siempre y cuando dichas conductas hayan
ocurrido con ocasión de esa función, salvo en lo que se relaciona
con los contratos estatales y todas las conductas que acaezcan en
relación con ellas, como lo dispone la ley 80 de 1993,
particularmente el artículo 75, salvo disposición especial.
SEGUNDO:
La necesidad de advertir y de explicar cómo los actos
precontractuales y contractuales unilaterales expedidos por las
empresas de servicios públicos domiciliarios que no son
juzgables por la justicia de lo contencioso administrativo, no
tienen la naturaleza de Actos ADMINISTRATIVOS MATERIALES,
porque no se dictan en ejercicio de la función administrativa.
. CASO CONCRETO:
entidades descentralizadas:
cuenta:
lee:
ARTÍCULO 33. FACULTADES ESPECIALES POR LA PRESTACIÓN
DE SERVICIOS PÚBLICOS. Quienes presten servicios públicos
tienen los mismos derechos y prerrogativas que esta Ley u otras
anteriores, confieren para el uso del espacio público, para la
ocupación temporal de inmuebles, y para promover la constitución de
servidumbres o la enajenación forzosa de los bienes que se requiera
para la prestación del servicio; pero estarán sujetos al control de la
jurisdicción en lo contencioso administrativo sobre la legalidad de sus
actos, y a responsabilidad por acción u omisión en el uso de tales
derechos.
CASO CONCRETO:
(art. 145, art. 140 numeral 1º). Y como la nulidad que declaró el