Las Altas Temperaturas Como Controlar
Las Altas Temperaturas Como Controlar
Las Altas Temperaturas Como Controlar
COMO CONTOLARLAS
INTRODUCCION
Las gallinas son animales de sangre caliente - homeotermos-, es decir, con capacidad
para mantener su temperatura interna con bastante uniformidad (41,4ºC). Sin embargo,
esta capacidad solo es eficiente, siempre y cuando la temperatura ambiente se
mantenga dentro de unos limites, ya que son incapaces de adaptarse a temperaturas muy
extremas.
Uno de los problemas mas frecuentes en épocas calurosas en las explotaciones avícolas
son las alias temperaturas que se alcanzan en el interior de la nave, provocando un
verdadero estrés a los animales, por su incapacidad de adaptación a esta nueva
situación, causando en muchas ocasiones la muerte de los animales por asfixia o golpe de
calor. El estrés se desencadena en las aves cuando la combinación de humedad relativa y
temperatura ambiente superan la "zona termoneutra". Conforme aumentan estas dos
variables, la capacidad del ave para disipar el calor disminuye considerablemente.
Debido a este estrés térmico la industria avícola no consigue alcanzar su máximo
desarrollo en aquellas regiones más calurosas. Ya que al aumentar la temperatura
corporal del ave, se reduce el consume de pienso, el crecimiento, el tamaño del huevo,
la calidad de la cáscara y empeora el índice de conversión. Junto con un aumento del
porcentaje de mortalidad de los animales la temperatura ambiente a la que son
sometidas, tal y como se muestra en la tabla 1.
Por lo tanto, dadas las repercusiones que pueden tener las altas temperaturas en las
explotaciones avícolas, se hace necesario desarrollar una serie de medidas preventivas y
adoptar una serie de soluciones cuando la presencia del estrés térmico sea íntimamente.
Ambos aspectos los vamos a tratar seguidamente, no sin antes, abordar, aunque sea
someramente, algunos aspectos que consideramos importantes para una mejor
comprensión del tema, como son: de qué forma las aves son capaces de hacer frente al
calor y cuales son aquellos factores que influyen en la capacidad de respuesta de las aves
al calor.
REGULACION DE LA TEMPERATURA
La gallina es capaz de perder calor a través de dos mecanismos, bien mediante
intercambio directo con el medio que la rodea (suelo, aire)- radiación, convección y
conducción- es la denominada perdida de "calor sensible" o bien mediante evaporación
del agua a través del tracto respiratorio, perdida de "calor latente".
Los mecanismos de perdida de calor sensible solo son eficaces dentro del rango de
temperaturas de la zona termoneutra (12.5-24º C). Dentro de este rango, el 75% del calor
generado se pierde por radiación, convención y conducción. Ahora bien, cuando la
temperatura ambiente supera los 25º C, las perdidas de calor sensible disminuyen en favor de
las perdidas de calor latente (ver Tabla 1).
La disipación de calor latente por medio de los procesos evaporativos requiere del animal un
sobreesfuerzo respiratorio (hiperventilación), que comenzara cuando la temperatura
ambiente supere los 27-29° C.
Este jadeo o aumento de la frecuencia respiratoria va acompañado de una mayor pérdida de
humedad del cuerpo. Para compensar esta perdida el ave bebe mas agua a fin de evitar la
deshidratación.
Las aves poseen varios mecanismos para llevar a cabo la regulación de la temperatura
corporal: cambios en sus pautas comportamentales, homeostasis evaporativa y ajustes
metabólicos.
a) Pautas etológicas: el ave se tumba en el suelo, pegando el pecho al mismo y extendiendo
las alas para que el área de disipación de calor sea mayor.
b) Homeostasis evaporativa: Una de las principales vías que el ave tiene para combatir los
excesos de calor es aumentar sus pérdidas caloríficas (por cada gramo de agua que evapora
pierde 0,55 Kcal.). El ave aumenta el ritmo respiratorio (de 25 a 250 inspiraciones por
minuto), con la consiguiente perdida de agua, lo que provoca una importante disipación
energética.
Este mecanismo de regulación de la temperatura cobra una especial importancia en aves ya
que éstas disponen de una mínima capacidad de transpiración.
c) Ajustes nutricionales: Un tercer mecanismo con el que cuenta el ave para hacer frente al
estrés térmico consiste en una disminución de la ingesta de pienso, con lo que disminuye la
producción de calor.
La capacidad de los pollos y las gallinas para sobrevivir al exceso de calor aumenta
considerablemente según haya sido la exposición previa a las altas temperaturas ya que el ave
aprende a adaptarse fisiológicamente. Veremos mas adelante como una de las medidas
preventivas para impedir el desencadenamiento del estrés térmico es el acostumbramiento del
ave a altas temperaturas.
Existen diferencias entre razas y líneas en cuanto a la predisposición a las altas temperaturas.
También se han encontrado diferencias en cuanto al sexo, siendo los machos mas susceptibles
al estrés térmico, debido a su mayor índice metabólico.
Por otra parte, la nave ha de tener unos aleros suficientes para evitar la entrada directa de los
rayos solares. La altura del techo debe ser de unos 5 metros en la zona más alta, para permitir
al aire caliente moverse hacia arriba y lejos de las aves. Se recomienda, igualmente, un buen
aislamiento del techo y de las paredes.
El medio ambiente que rodea la explotación, puede influir también mucho sobre la
temperatura del aire que entra en el edificio. Un anillo de hierba baja o césped alrededor de la
nave es recomendable porque disminuye la cantidad de luz reflejada, y, por lo tanto, la
temperatura del aire que entra en la nave.
Cuando contamos con sistemas de ventilación estática, las medidas preventivas para luchar
contra el calor son bastante limitadas. Habría que eliminar todos los obstáculos para una
correcta ventilación del aire dentro de la nave y abrir todas las ventanas a fin de permitir que
entre el mayor volumen de aire posible. De esta forma se consigue mejorar la ventilación por
convección.
Junto a ello, es de vital importancia las medidas de vigilancia y revisión de los sistemas de
ventilación, para asegurarse que la capacidad de renovación del aire y de mantenimiento de la
temperatura en el interior de la nave va a funcionar correctamente en aquellos momentos
más críticos. Para ello, es indispensable limpiar los ventiladores de forma regular, sobre todo
cuando se efectúa el vació sanitario entre lote y lote. Momento que aprovecharemos para
limpiar las palas del ventilador y deflectores, ajustar y/o reemplazar las correas, revisar las
cortinas, evitando cualquier obstrucción de la entrada del aire. También es muy importante la
revisión y ajuste del termostato, para que se pongan en marcha todos los ventiladores cuando
la temperatura del aire alcance valores que puedan causar estrés.
Hay que asegurarse que todos los componentes del sistema de refrigeración evaporativa
funcionan correctamente. Por ello es importante comprobar que los paneles de refrigeración
se encuentran en buenas condiciones para su funcionamiento, tomando todas las medidas
necesarias para evitar el deterioro de los mismos (limpieza periódica del polvo y de las
plumas, desratonización de los locales para evitar la acción de estos roedores sobre los paneles,
etc.).
4.- Otras medidas de prevención.
Revisar y limpiar las boquillas de los nebulizadores para que funcionen correctamente.
Evitar una excesiva humedad de la yacija. Una yacija que fermente reduce
considerablemente las perdidas de calor por contacto, por lo que se debe mantener
con un bajo porcentaje de humedad.
Pintar las paredes con pinturas reflectantes.
Aspersión de agua por la cubierta de la nave.
Evitar los caminos asfaltados alrededor de la nave.
Disminución de las densidades en las proximidades de las épocas más calurosas.
Cuanto mayor sea la densidad, mayor será la cantidad de calor producida en el
interior de la nave y más difícil resultara disminuir la temperatura.
Acostumbrar paulatinamente a los animales al calor. La aclimatación es una técnica
que tiene como objetivo reducir las consecuencias del estrés por calor.
Consiste básicamente en aclimatar al ave a un estrés, inducido artificialmente previo al
estrés por calor que ocurrirá de forma natural. Existen dos sistemas: uno es el
mantener durante la cría unas temperaturas ligeramente superiores a las
recomendadas; el otro método consiste en provocar cada día, durante dos horas, un
estrés térmico en las aves, a partir de las cinco semanas de edad.
Aumentar el número de bebederos en un 25%, procurando que el agua sea fresca y
de buena calidad. El conjunto de todas estas medidas preventivas van a ayudar a paliar
la aparición del estrés térmico en los días más críticos, haciendo que las soluciones
aportadas para combatir dicho estrés sean mucho mas eficaces y, que, en
consecuencia, el porcentaje de mortalidad por axfisia sea mucho menor.
Cualquiera que sea el sistema de ventilación elegido, la velocidad del aire debería regularse,
para lo cual ha de tenerse en cuenta la temperatura, la humedad, la edad de los animales y la
calidad del emplume.
La observación del comportamiento de las aves nos puede ser de gran ayuda a la hora de
regular el caudal de aire. Tengamos en cuenta que velocidades de aire demasiado elevadas
pueden ser causa de procesos patológicos de tipo respiratorio y/o entérico.
Esta técnica permite aumentar la perdida de calor por intercambio con el aire ambiente
que se ha enfriado, pero presenta, a cambio, el inconveniente de reducir la perdida a
través de las vías respiratorias. En efecto, cualquier exceso en los niveles hidrométricos
conduce a una reducción de la capacidad de evaporación pulmonar, pudiendo
aumentar la tasa de mortalidad de las aves.
En avicultura contamos principalmente con dos sistemas para llevar a cabo el principio
físico de la refrigeración evaporativa: los paneles húmedos o package coolers y los
nebulizadores.
Por su parte, los sistemas de nebulización son los de mayor rendimiento para la
evaporación del agua. Consisten en la atomización de agua en el interior del edificio a
alta presión (gracias a unos micronizadores especiales que trabajan a 70Kg./cm2 de
presión). Se trata, pues, de un sistema que evapora el agua con enorme facilidad y, por
ello, se puede adaptar a cualquier sistema de ventilación.
En la mayoría de los casos la repercusión y mas inmediata del estrés por calor es una
reducción de la ingesta de pienso.
Para luchar contra esta disminución se han utilizado diversas técnicas de manejo:
aumentar la frecuencia de funcionamiento de las cadenas de los comederos
automáticos, remover de vez en cuando las tolvas, administrar pienso granulado, uso de
programas de luz continuos o la utilización de raciones de alta densidad nutritiva. Ahora
bien, hemos de ser conscientes que las aves sometidas a un ambiente con elevadas
temperaturas, reaccionan produciendo menos calor, y, que por lo tanto, todas las
medidas encaminadas a contrarrestar esta respuesta fisiológica, pueden, a veces, ser
contraproducentes, ya que aumentan la producción de calor, especialmente en aquellos
momentos de mayor estrés térmico.
Uno de los principales inconvenientes que acarrean estos periodos de ayuno son los
problemas que conlleva el retorno a la administración del pienso. La forma ideal será
aquella que no les excite en exceso y que no les haga competir entre ellos por el pienso,
ya que ello podría provocar un fuerte estrés. Por ello, hemos de evitar un número
insuficiente de comederos, una escasa línea de comedero por ave o un excesivo ruido de
las cadenas de arrastre de los comederos.
Como ya hemos comentado, ante la aparición del estrés térmico, las aves reaccionan
aumentando la frecuencia respiratoria. Esta hiperventilación de los alvéolos, necesaria
para mantener la homeostasis evaporativa, conlleva un aumento de CO2 y alteraciones
en el equilibrio ácido-básico - alcalosis respiratoria -.
Ante esta situación se hace necesario un aumento del consumo de agua por parte de las
aves. Hemos de administrar a las aves abundante agua fresca que ayudara a disminuir la
temperatura corporal en los momentos mas calurosos del día, ya que actúa como receptor
del calor.
Los efectos de disminuir la temperatura del agua y de añadir sales a la misma son
aditivos, ya que si la temperatura del agua no es inferior a la del ave, la adición de sales
minerales al agua no desempeña su función correctora del equilibrio ácido-básico y no
se observa un aumento del consumo de pienso.
EMPRESAS PRODUCTORAS
A.- INCUBADORAS
AGROINDUSTRIAL VARGAS VELASQUEZ
Representante: Dr. Hugo Vargas
Dirección Quito: Panamericana Norte Km. 7.5
Teléfonos: (593-2) 2472347 / 2475047
Telefax: (593-2) 2476492
e-mail: [email protected]
AGRODISA
Gerente: Dr. Julio Baquerizo
Dirección Guayaquil: Km. 4.5 de la Av. T. Marengo
Teléfono:(593-4) 2646071 / 2242766 /2646073
Fax:(593-4)2640468
e-mail: [email protected]
AVEPICA
AVESCA
AVICOLA FERNANDEZ
Representante: Sr. Eugenio Fernández
Dirección Guayaquil: Av. de las Américas, Urb. La Garzota, C.C.del
Terminal
Teléfono Guayaquil: (593-4) 22140128 Telefax: (593-4) 22140476 e-
mail:[email protected]
AVIMARQUES CIA. LTDA. INCUBADORA EL MARQUES
Gerente: Dr. Fernando Saltos Erazo
Dirección Guayaquil: Alborada 11ava. Etapa Conjunto Residencial Bosques
de la Alborada Sector B. Villa 16 .
Telefax: (593-4) 2642208 / 09 8068427
Teléfono Planta: (593-4) 2894144
e-mail: [email protected]
FINCAVIC
Representante: Sra. Laura Beatriz Luna Flores
Dirección Quito: Av. General Enríquez N. 301 5 y Colombia Sangolquí
Telefax: (593-2) 2330305 / 2330592
e-mail: [email protected]
GRUPO ORO
Representante: Sr. Cesar Muñoz
Dirección Quito: Gustavo Darquea Terán 1634 entre Av.
10 de Agosto y Versalles
Telfs.: (593-2) 2528109 / 2542802
Fax: (593-2) 2502820
e-mail: [email protected]
INCA
Representante: Sr. Juan Rivadeneira
Dirección Quito: Av. de los Naranjos N4415
y Av. de los Granados
Teléfonos: (593-2) 2263651 / 2467531
Fax: (593-2) 2468974
e-mail: [email protected]
INCUBADORA CALZA
Representante: Sr. Felipe Abud Dumani
Dirección Guayaquil: Chile 705 y Sucre Planta Km. 16
vía Daule, Guayaquil
Teléfonos: (593-4) 2326971 / 2322098
Fax: (593-4) 2326974