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Gemma Lluch

ANÁLISIS DE NARRATIVAS
INFANTILES Y JUVENILES

Ediciones de la Universidad
de Castilla-La Mancha
Cuenca, 2003
LLUCH, Gemma
Análisis de narrativas infantiles y juveniles / Gemma Lluch.- Cuenca :
Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2003
256 p. ; 21 cm- (Arcadia ; 7)
ISBN 84-8427-258-3
1 . Literatura infantil - Historia y crítica 2. Niños - Libros y lectura 3.
Jóvenes - Libros y lectura I. Universidad de Castilla-La Mancha, ed. II
Título III. Serie
82-93.09
028.5

Esta edición es propiedad de EDICIONES DE LA UNIVERSIDAD DE


CASTILLA-LA MANCHA y no se puede copiar, fotocopiar, reproducir,
traducir o convertir a cualquier medio impreso, electrónico o legible por
máquina, enteramente o en parte, sin su previo consentimiento.

© de los textos: su autora.


O de la edición: Universidad de Castilla-La Mancha.

Edita: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.


Director: Pedro C. Cerrillo.

Colección ARCADIA n° 7.
P ed. Tirada: 500 ejemplares.

Diseño de la colección y de la cubierta:


C.I.D.I. (Universidad de Castilla-La Mancha).

I.S.B.N.: 84-8427-258-3
D.L.:CU- 168-2003
Fotocomposición e Impresión: Gráficas Cuenca. S.A. Cuenca
Impreso en España - Prinled in Spain.
ÍNDICE

Primera parte. Un modelo para analizar narraciones


infantiles y juveniles

1. El análisis pragmático 23
1.1. El contexto comunicativo 23
1.2. La comunicación literaria 27
1.3. La ideología 33

2. Antes del texto: los paratextos 37


2.1. Los paratextos de la colección 38
2.2. Títulos, prólogos, dedicatorias, catálogos 41
2.3. La autoría y los paratextos 43

3. El análisis de la narración 47
3.1. La estructura de la narración 47
3.2. La temporalidad narrativa 51
3.3. El narrador 62
3.4. El personaje, el espacio, la época y los mundos
posibles 67
3.5. Las relaciones entre los textos 71
3.6. El análisis lingüístico 79

4. Un método de análisis propio: las narraciones de


tradición oral 87
4. 1 . Características discursivas de la narración oral 88
4.2. Análisis estructural de la narración tradicional
maravillosa 91
4.3. La narración oral se escribe 94

Segunda parte. Narraciones que pueden ser modelos.


Práctica de análisis

5. La narrativa oral que transforma Walt Disney:


La Cenicienta 99
5.1. Las lecturas de un cuento 100
5.2. Análisis comparativo de la historia de la
Cenicienta 102
5.3. La influencia de Disney 108
5.4. Las reescrituras actuales 110

6. La literatura instructiva: del Struwwelpeter a la


psicoliteratura 117
6.1. El Struwwelpeter de Heinrich Hoffman 118
6.2. La psicoliteratura o la narración "en valores" 123

7. La novela del siglo XIX. Un viaje con Jules Verne 131


7.1. El análisis pragmático 131
7.2. Jules Verne 133
7.3. La vuelta al mundo en ochenta días 134

8. La perspectiva del narrador. La maravillosa medicina


de Jorge 147
8.1. Los paratextos 148
8.2. La narración 152
8.3. Narrador y lenguaje 158

9. La influencia de los mas media. "Pesadillas" y


Manolito Gafotas 165
9.1. Las series de televisión 168
9.2. La colección '"Pesadillas" de R.L. Stine 178
9.3. ManoJito Gqfotas, la presencia de la radio y la
televisión 184

10. Propuestas literarias. Un clásico de Fernando Alonso... 191


10.1. El análisis pragmático: la reivindicación de la
literariedad 192
10.2. El autor presenta su obra 195
10.3. La narración 196

11. Consumo y narración: la historia para un mundo


global 207
11.1. Disney o el copyright de la fantasía 208
1 1 .2. Las narraciones globalizadas: análisis de
prejuicios 213
1 1 .3. La edición en internet 220

12. Contar viejas historias al mundo: Star Wars 223


12.1. El contexto comunicativo 224
12.2. La narración 226
12.3. Los tópicos de la historia de la literatura
(y del cine) 240
Primera parte:

Un modelo para analizar narraciones


infantiles yjuveniles
1. EL ANÁLISIS PRAGMÁTICO

Ya hemos comentado en la introducción que, en ocasio


nes, el análisis requiere de una contextualización que aporte
datos sobre el momento en el que se creó, sobre el circuito
literario en el que se dio a conocer y sobre las condiciones de
recepción. Y poníamos un ejemplo, a partir de esta información
podremos establecer que una obra como, por ejemplo, Mujer-
citas fue subversiva cuando se creó, aunque el paso del tiempo
haya hecho mella en su propuesta ideológica.
Los estudios sobre la historia de la niñez como el de
J. Gelis (1985) o de la lectura como Roger Chartier (1993);
los trabajos de sociología de la literatura como los de Robert
Escarpit (1968, 1971); las historias sobre el libro de Hipólito
Escolar (1988), Joan Fuster (1992) o Cendán Pazos (1986);
los análisis históricos como los de Peter Hunt (1995), García
Padrino (1992) o Rovira (1988) y Valriu (1997); los análisis
sobre ideología y literatura infantil como Alison Lurie (1998)
o John Stephens (1992), entre otros, son herramientas útiles
para obtener e interpretar los datos que contextualizen las obra
analizada.

1.1. El contexto comunicativo

Si queremos analizar una obra teniendo en cuenta el


contexto histórico en el que fue creada, es necesario considerar
una serie de factores no estudiados habitualmente, pero que en
la literatura infantil o juvenil resultan imprescindibles.
24 Gemma Lluch

La infancia

No siempre la sociedad ha considerado la infancia como


un período de la vida del ser humano separado del resto, en
el que tuviera necesidades específicas y en el que se hubiera
de invertir cariño, dinero, estudios o medicinas de manera
diferente al resto de las edades. Esto ocurre a finales del siglo
XVIII en Europa y no lo hace por igual en cada país; ni dentro
del mismo país, en todas las clases sociales. Poco a poco, el
niño deja de ser considerado un ayudante de la economía fami
liar y se empiezan a publicar leyes que lo protegen, que le ase
guran un cierto bienestar.
Lo mismo ocurre con la adolescencia, un período muy
reciente que con la publicación de la Logse alarga hasta los 16
años la educación obligatoria, con las consecuencias lógicas en
el auge de la literatura juvenil.
Por lo tanto, cuando estudiamos una determinada obra,
si la contextualizamos en un determinado período histórico,
es necesario conocer el lugar que la infancia (como lectora de
ese libro) tenía en la sociedad, conocer las expectativas que
las instituciones dominantes tenían puestas en los niños, el
grado de protección que establecían, las leyes que influían en
la manera o en la literatura que se publicaba, etc. Además de
otras cuestiones de una gran importancia como la estructura
familiar imperante en cada momento histórico: por ejemplo,
cuando en el mismo hogar conviven los abuelos encargándose
de la educación y la transmisión de conocimiento o cuando esta
responsabilidad pasa al estado o a la iglesia. Y recientemente,
cada vez más autores estamos convencidos que los encargados
de diseñar el currículum escolar son las multinacionales del
entretenimiento.
A partir de este análisis, podemos entender cuestiones glo
bales como que si la literatura infantil es un hecho relativamente
reciente en la historia de la humanidad es porque la mayoría no
Análisis de narrativas infantiles y juveniles 25

tenía el privilegio de tener una infancia, por lo tanto, si no existe


el posible lector, difícilmente puede existir la literatura. Pero
también otras más locales, por ejemplo, un historiador del futuro
podrá observar un relativo ascenso de libros de poesía para niños
en la década de los ochenta. Tal vez, debería relacionar este
hecho con la publicación de la Logse y el nuevo currículum de
lengua y literatura que marca como evaluable la memorización
de poemas en la educación infantil y primaria. Así, mientras el
profesor busca libros de poesía para poder cumplir el currícu
lum, favorece la creación de un género minoritario.

La enseñanza

Es necesario determinar el inicio y la extensión de la


alfabetización y la relación que se establece entre el inicio y
el desarrollo de la literatura. En el caso de las literaturas en
gallego, euskar o catalán es imprescindible tener en cuenta la
particular historia de la enseñanza en cada una de ellas, para
conocer en qué momento podemos hablar de niños con una
competencia lectora y diferenciar el momento en que esta com
petencia se produce en grupos reducidos que accedían a cole
gios privados donde la enseñanza era posible al margen de la
ley y en qué momento se extiende a toda la población.
Pero también es interesante analizar el método de ense
ñanza imperante, la forma de organizar la clase y el papel que
ocupa el profesor y el alumnado, las materias que forman parte
del currículum escolar, la manera de enseñar la literatura, el
lugar que ocupa la literatura infantil, etc.

El libro

Otro aspecto importante que hay que tener en cuenta es


el papel que ejerce el libro en la sociedad: qué importancia
tiene, en qué edades está presente, qué función se le asigna y
26 Gemma Lluch

cuál realmente realiza. Durante mucho tiempo el libro era un


objeto de consumo prácticamente inaccesible a la población
mayoritaria, aunque en algunos países como Francia la red de
bibliotecas y el servicio de préstamo instaurado a finales del
siglo XVIII posibilitan el acceso de los libros a una población
más amplia.
En la actualidad, la influencia de las campañas de lec
tura, la rebaja del IVA, la aparición del libro de bolsillo, las
subvenciones de la administración a determinados libros, la
publicación de un libro en un pequeña editorial pero cercana al
lector, o en un grupo multimedia con el potente aparato publi
citario, el encargo de libros y su publicitación por estrellas de
la televisión, el libro como mercancía, el libro como producto
global o como parte del merchandising de una película, los
avances tecnológicos que permiten producir libros con tiradas
cortas y más baratos, la publicación en la red, la transforma
ción de algunos autores o algunos libros en una marca, etc., son
cuestiones que debemos analizar en profundidad en cada caso
concreto. Sin olvidar el libro vendido en el quiosco o el publi
cado en los periódicos o las revistas: pensemos como en el XIX
una parte de las novelas que se convirtieron en los clásicos de
la literatura juvenil se publicaron por entregas en revistas y
periódicos.

El circuito literario

El público específico al que se dirige la literatura infantil


provoca que se edite, publicite y distribuya en circuitos lite
rarios diferentes de los adultos. Así, será necesario detallar si
estos canales elegidos por el autor o el editor son paralelos a la
escuela o si son independientes; si la elección del libro la hace
el lector o es el primer receptor quien elige o propone la lec
tura; si lo es, qué medios utiliza para hacerlo y qué criterio le
lleva a seleccionar un determinado texto.
Análisis de narrativas infantiles y juveniles 27

El análisis de los catálogos, de la publicidad dirigida a


los profesores, de las campañas de lectura promovidas por las
instituciones, de las bases de los premios donde se especifica
cuestiones como la extensión de la obra, entre otras, serán
informaciones necesarias para completar el análisis.

1.2. La comunicación literaria

El segundo aspecto del análisis pragmático que debemos


abordar es el tipo de comunicación literaria que establece una
literatura entre un autor adulto y un lector niño. Por lo tanto, una
comunicación literaria que de algún modo está mediatizada por
la relación social que históricamente ambos mantienen. Lógi
camente, estas especificidades establecen algunas diferencias
con el resto de literaturas y que ya comentamos anteriormente
(Lluch 1998).
Desde nuestro punto de vista, son dos los elementos de esta
comunicación que plantean mayores diferencias. En primer lugar,
los mediadores: aunque una parte del papel que les asignamos
correspondería al que realizan los críticos en la literatura adulta,
en nuestro esquema adquieren una gran importancia ya que pueden
proponer líneas de creación a los autores, declaran unos libros
aptos para ser leídos y, finalmente, los recomiendan al receptor.
Como vemos, son junto con los autores los que determinan el tipo
específico de comunicación que establece la literatura infantil.
El otro elemento fundamental es el del receptor, ya que
a diferencia de otras literaturas, a menudo, es doble. En primer
lugar, los primeros receptores, es decir, los padres o los maes
tros que no son los lectores directos de estos libros sino unos
intermediarios encargados de la compra o de la recomendación
del libro a los lectores, y el segundo receptor, el niño o el ado
lescente, el lector real.
El gráfico I representa el tipo de comunicación del que
hablamos y que pasamos a describir.
28 Gemma Lluch

Gráfico I

MEDIADORES
Instituciones, escuela y editoriales

AUTOR

PRIMER RECEPTOR: Padre / Maestro

SEGUNDO RECEPTOR: el lector

Autor

Podríamos hablar de tres tipos de autores que aunque no


son específicos de la literatura infantil, sí que son más usuales y
presentan algunas particularidades específicas de esta literatura.
El primero lo llamamos autor-instructor y nos referimos
al responsable de una serie de obras diseñadas en primera instan
cia para el ámbito privado y que con el tiempo lo traspasan de
manera que el primer lector, un niño cercano como por ejemplo el
hijo o el alumno, se transforma en público. Es muy habitual en los
inicios de la literatura infantil como la Isla del tesoro de Robert
Louis Stevenson escrita para entretener las tardes de verano de
su hijastro o Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll,
cuento que nace una tarde durante un paseo en barca, cuando la
niña Liddell le pide a Charles Dodgson que le escriba una histo
ria sobre las aventuras de Alicia. En la actualidad, esta práctica
continúa porque a menudo la obra literaria nace en la escuela, en
Análisis de narrativas infantiles yjuveniles 29

ocasiones, bajo la forma de un texto de lectura que el maestro crea


para el uso interno del pequeño círculo formado por él y sus estu
diantes, las veces que el texto traspasa el círculo, se transforma en
literatura y llega a otros maestros y a otros estudiantes.
El segundo tipo lo llamaremos autor-política educativa,
el autor que borra su imagen, es decir, las huellas creadoras que
particularizan su obra frente a la del resto de creadores, por la
asunción de una línea educativa. Un ejemplo interesante de este
tipo de autor, lo encontramos en la literatura catalana editada en
la década de los sesenta cuando se empiezan a publicar los pri
meros libros en catalán y los primeros autores forman parte de un
colectivo organizado formalmente, conexionado y condicionado
por una serie de valores profesionales y sobre todo ideológicos
compartidos.
El tercer tipo, el autor global o autor mass media dónde es
difícil identificar al autor del texto con un tipo de autor dotado de
corporeidad y que plantea propuestas creativas individualizadas.
Si en la comunicación de los mass media, el autor pocas veces
es el responsable único del texto, en el caso de algunas produc
ciones de la literatura infantil ocurre lo mismo, ya que algunos
autores asumen como propias las propuestas realizadas por las
editoriales, etc. Un ejemplo de este tipo lo podemos encontrar en
algunas de las obras dirigidas a los más pequeños que están fuer
temente unificadas y codificadas desde la editorial, siguiendo a
menudo los consejos de los pedagogos. El autor que crea el texto
se ha de adecuar, antes de la escritura, a estas características y,
lógicamente, la autoría queda compartida con la editorial que ha
hecho el diseño, tanto discursivo como paratextual, de la colec
ción, como veremos más adelante.

Mediador

Es el grupo que más condiciona y diferencia este tipo de


comunicación, sobre todo porque son los encargados de declarar
30 Gemma Lluch

las lecturas como aptas para el consumo infantil a diferencia de


las funciones del crítico literario cuya función es bien diferente.
El niño se acerca al texto con una competencia ideológica en
plena formación, en la cual intervienen diferentes agentes socia
les como la iglesia, el estado, la familia y la escuela que velan
por su formación. Aunque el grado de incidencia de cada uno de
ellos varía dependiendo de la época histórica y del marco polí
tico en el que se producen los textos, siempre son estos agentes
sociales los que influyen en el tipo de lector que el texto propone
ya que generan leyes, censuras y recomendaciones sobre los
libros que son adecuados para los niños. Proponemos diferenciar
tres tipos de mediadores: los institucionales, los editoriales y los
educativos.
Los mediadores institucionales prescriben las caracterís
ticas que debe tener un libro dirigido a los niños y esta función la
han realizado en todos los períodos históricos. En la actualidad,
las instituciones educativas que se encargan de velar sobre la
idoneidad de los libros, se guían por una serie de características
ideológicas, morales, educacionales, pedagógicas, lingüísticas o
estéticas. Aunque a menudo resulte difícil ser consciente de estas
pautas ya que cuando más de acuerdo estamos con una propuesta
ideológica más difícil resulta ser consciente de esta influencia en
una narración. Por lo tanto, son los responsables de elaborar las
leyes que prescriben —o aconsejan— sobre las características
que debe tener un libro dirigido a los niños. Es decir, la normativa
legal que ha condicionado la creación, la edición, la difusión y la
venta de libros y de publicaciones dirigidas a los niños y jóvenes.
En el caso de nuestra literatura, su incidencia fue más
importante durante las décadas del cuarenta hasta el setenta1;

1 Pueden consultar cendán pazos. Fernando (1986): Medio siglo de libros infantiles y
juveniles en España (I93S-I985). Salamanca: Fundación Sánchez Ruipérez; garcía
padrino, Jaime ( 1 992): Libros y literatura para niños en la España contemporánea (1885-
1985). Madrid: Fundación Sánchez Ruipérez-Pirámide y (2001): Así pasaron machos
años... (En torno a la Literatura Infantil Española). Cuenca: Ediciones de la Universidad
de Castilla-La Mancha.
Análisis de narrativas infantiles y juveniles 31

posteriormente, la aprobación de la Constitución representó


una transformación del entramado legal porque explicitaba
que ningún tipo de censura recortaría la libertad de expresión.
A partir de este momento, los textos dirigidos a los niños no
se someten a una legalidad que los sujeta a unos temas deter
minados o que censura otros, como ocurría anteriormente.
Aunque determinados organismos e instituciones vinculados a
la escuela, a los estamentos oficiales con competencias educa
tivas o con las propias editoriales y los grupos económicos que
las mantienen, continúan velando para que transmita una deter
minada ideología.
Dos ejemplos representativos de la influencia de los
mediadores institucionales en la literatura más actual lo tene
mos en la presencia de personajes femeninos activos o en las
múltiples historias cuyos temas aparecen redactados en los
temas trasversales de la Logse, como por ejemplo la educación
para la salud, para la convivencia, respeto a la diversidad, eco
logía y medio ambiente o igualdad de oportunidades.
Históricamente, los mediadores editoriales tienen unas
funciones bien definidas como la de seleccionar los originales,
fabricar el libro, promocionarlo y distribuirlo. Pero el mercado
editorial actual funciona de manera diferente y es necesario
estudiar otros aspectos, por ejemplo, el hecho que algunas
editoriales formen parte de un gran grupo empresarial que a
veces controla desde el autor hasta la librería o algunos medios
de comunicación, de manera que las funciones anteriores se
amplían con las de comercializar, publicitar y vender el libro.
Otra cuestión también reciente tiene que ver con la presencia de
algunas editoriales en diferentes autonomías con lengua propia
e incluso en diferentes países europeos lo que facilita la publi
cación de una misma obra para diferentes lenguas lo que puede
llevar a aconsejar al autor la escritura de narraciones suscepti
bles de ser traducidas y, por lo tanto, entendidas para diferentes
lectores.
32 Gemma Lluch

En el caso más concreto de la literatura infantil, la


finalidad de promocionar los productos y ampliar el público
comprador y lector también se realiza a través de campañas de
promoción, de las visitas de los autores a los centros o de la
edición de catálogos y otros textos publicitarios dirigidos prin
cipalmente al primer receptor.
Y los mediadores educativos sí que son exclusivos de la
literatura infantil. El siglo XIX se inaugura con la obligación
de asistir a la escuela en algunos países de Europa, la nueva
legislación aumenta la publicación de libros desde donde se
opina sobre la educación de los niños y se orienta a los padres
y a los educadores. Estos estudios crearon diferentes corrien
tes pedagógicas que obviamente han influido en la literatura
infantil. Su influencia es considerable tanto en los mediadores
institucionales como en los editoriales. Por ejemplo, sus suge
rencias determinan la redacción de leyes y recomendaciones de
la administración, la elaboración de criterios temáticos o lin
güísticos para la creación de las colecciones de las editoriales,
forman parte de los jurados de los premios o de los consejos
asesores de las editoriales, etc.
Pedro Cerrillo (2002: 29-44) define los mediadores liga
dos al mundo de la enseñanza como el puente o enlace entre los
libros y los lectores y les asigna las siguientes funciones: crear
y fomentar hábitos lectores estables, ayudar a leer por leer,
orientar la lectura extraescolar, coordinar y facilitar la selec
ción de lecturas por edades y preparar, desarrollar y evaluar
animaciones a la lectura.

Doble receptor

Ya hemos comentado al principio que una de las cuestio


nes que diferencia el corpus que estudiamos con otras manifes
taciones literarias es el tipo de receptor. En la mayoría de los
casos el libro no se dirige a un único receptor por eso hablamos
Análisis de narrativas infantiles y juveniles 33

de un doble receptor. El primero es el padre o el maestro que


no son los lectores directos de estos libros sino unos interme
diarios encargados de la compra o de la recomendación del
libro a los lectores, y el segundo receptor, el niño o el adoles
cente, el lector real.
Al primer receptor, se dirigen algunos de los paratextos
más importantes como, por ejemplo, los catálogos, las críticas
en la prensa, la información de las cubiertas posteriores en las
colecciones para los más pequeños, algunos de los escasos pró
logos que aparecen en la historia de la literatura, etc. Porque
ninguno de los mediadores pierde de vista que el maestro o
el padre es el filtro que elige el libro o es el encargado que lo
compra. De este modo, el lector se transforma en el segundo
receptor que en ocasiones elige la lectura que le propone el
maestro o que le compra, regala o escoge el padre.

1.3. La ideología

Por ideología entendemos el conjunto de conceptos,


creencias e ideales que propone y que sustentan una manera de
ver el mundo. En el caso de la ideología y la literatura infantil
y juvenil, hablaríamos de ideas, normas, valores, creencias,
opiniones, prejuicios o actitudes próximas a la emotividad y
creada a partir de los múltiples mecanismos que permite una
narración. A partir de esta definición, afirmamos que todo relato
transmite una determinada visión ideológica.
Y en la literatura infantil y juvenil todavía más porque
supone la relación con un niño, con el futuro miembro de una
sociedad al que hay que instruir en los hábitos sociales, en las
actitudes hacia la vida o hacia el resto de los miembros de la
sociedad donde se integrará o en las valoraciones que debe de
tener sobre, por ejemplo, los padres o la violencia.
Partiremos del resumen de Nicolás (1998: 187-242)
quién comenta que la ideología no es un ingrediente del ana
34 Gemma Lluch

lisis de los textos sino un producto resultante de otros análisis.


La ideología es un efecto de sentido que está en los textos y
que aparece, hacemos emerger, en el proceso de interpretación
de elementos diversos.
No puede haber una obra no ideológica, que no trasmita
ninguna ideología. Reynolds (1994: 8) dice que en la literatura
del pasado, sobre todo aquella que tenía la finalidad de integrar
los jóvenes en la sociedad, es más fácil reconocer las tenden
cias ideológicas que en los textos de nuestro propio periodo.
Lógicamente, el didactismo se hacía muy patente en los inicios
cuando la mayoría de los libros eran simples muestrarios de
normas que enseñaban a, por ejemplo, como comportarse en la
mesa o delante de los adultos.
Porque el tipo de ideología que se transmitía en el
pasado varía con el tiempo. Como veremos en los análisis de la
segunda parte, Hoffmann transmite conductas como, por ejem
plo, el castigo de la desobediencia mientras que Disney valores
y actitudes, como el racismo o la necesidad de consumir. Pero
desde nuestra perspectiva actual nos es más fácil detectar la
ideología de Hoffmann que la de Disney. Pero se complica más
el estudio porque no podemos hablar de una ideología deter
minada identificada con un momento histórico. Hemos de refe
rirnos a períodos históricos, de clases sociales diferentes, de
hombres y mujeres, de culturas diversas, de maneras de ver y
valorar aspectos de la vida y del mundo, de modelos de socie
dad existentes o idílicos que se quieren transmitir, etc.
En la actualidad, la ideología de los autores responde a
los rasgos siguientes: pacifista, respeto con la diversidad, len
guaje políticamente correcto, condena del abuso del alcohol,
recuperación y valoración de nuestro pasado histórico en la
multitud de novelas que se sitúan en momentos anteriores al
actual, valoración de la literatura como ayuda para ser libres,
superación de las contradicciones de la vida —que aparece
también en muchos libros— o la valoración de la tradición
Análisis de narrativas infantiles yjuveniles 35

oral como fuente del saber y de los abuelos como transmiso


res no sólo de esta sabiduría sino también de la que atañe a la
vida, etc. Es un tipo de valores, normas y actitudes en el que
coinciden mediadores y lectores: una ideología políticamente
correcta.
¿Cómo se transmite la ideología? Reconocemos la falta
de trabajos en esta línea y lo mucho que queda por hacer, de
manera que no podemos todavía ofrecer una propuesta clara y
definida pero sí que comenzamos a intuir los caminos por los
que debe transitar esta investigación. El análisis concreto de
diferentes textos nos irá dando las pistas porque los recursos
son muy diversos, por ejemplo, la parodia de determinadas
actitudes, la perspectiva que adopta el narrador, el personaje
al que se le da protagonismo, la valoración de determinadas
conductas o opiniones dentro del relato, las partes del mundo
que se muestran y que se esconden, el tipo de lectura que se
propone, las relaciones intertextuales que se valoran, etc.
Nos es difícil en los momentos que acabamos el libro
ofrecer una tipología más concreta aunque en la segunda parte,
el análisis de la ideología está presente en las cinco narraciones
que hemos escogido. Es una línea de trabajo necesaria que será
imprescindible ir formalizando en un futuro.

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