Llegada Triunfante de Bolívar A Perú

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Llegada de Bolívar a Perú

Bolívar sabía que la independencia de la Gran Colombia nunca estaría


segura si no se lograba definitivamente la independencia del Perú; tampoco
aquí se veía otra alternativa que no fuera la intervención del Libertador. Por su
parte, Sucre, el hábil adelantado de Bolívar, había preparado eficazmente el
terreno para la realización de sus planes. El Congreso solicitó con urgencia la
presencia de Bolívar y tan pronto como éste hubo llegado le concedió la
suprema autoridad con poderes militares y políticos, hasta la terminación de la
guerra.

 Las llamas ardientes de la libertad en Sudamérica siguen vigentes y


llameando, al nombrarse las hazañas del hombre que es considerado el
prócer más grande que haya dado el Continente en cualquier tiempo y
espacio, su nombre es Simón Bolívar “El Libertador”.

Y fue el 07 de febrero de 1826 cuando el Libertador llegó de manera


triunfante a Lima, Perú, tras sus victorias en las Campañas del Sur que le
dieron la libertad a seis naciones (Venezuela, Perú, Bolivia, Colombia,
Ecuador y Panamá), del yugo español. En la capital peruana, hubo una
algarabía de personas que homenajearon al Ejército Bolivaria

Llegada triunfante de Bolívar a Perú


Simón Bolívar y José Faustino Sánchez Carrión

Simón Bolívar y Antonio José de Sucre

Bolívar en Perú
            El 1 de septiembre de 1823, Simón Bolívar desembarcó en el puerto del Callao en
bergantín Chimborazo luego de que una comitiva enviada por el Congreso de la República del
Perú encabezada por José Faustino Sánchez Carrión le enviará una invitación mientras estaba
en Guayaquil, provincia cuya anexión a la Gran Colombia. A dicho recibimiento asistió el
presidente José Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle, y su gabinete ministerial en Pleno.
Al día siguiente de su llegada, el Congreso lo nombra “suprema autoridad” y poco después le
encarga la dirección de la lucha contra el ejército realista disponiendo que el mismo Torre
Tagle debiera rendirle cuentas de sus acciones.

            La primera acción de Bolívar fue eliminar las fuerzas de José de la Riva Agüero, quien
fuera presidente del Perú antes que Torre Tagle y se oponía a la llegada del Libertador en
Trujillo. Riva Agüero fue apresado en noviembre de ese año pero logró escapar y se fue a
Inglaterra. Mientras tanto, el primer Congreso Constituyente que estaba próximo a proclamar
la primera Constitución política del Perú emite una resolución señalando que entrarán en
suspenso las disposiciones de esa carta magna que sean contrarias a las disposiciones y deseos
de Simón Bolívar. La Constitución fue jurada el 11 de noviembre de ese año pero nunca entró
en vigencia.

            Desde Pativilca, Bolívar empieza las acciones para aumentar el Ejército Unido Libertador
del Perú. Nombra como jefes principales del ejército unido a los generales gran colombianos
Sucre, Córdova y Lara. Ningún peruano formó parte del estado mayor siendo que sólo el
general José de La Mar estuvo a cargo de la rama peruana del ejército. Ello se debía a que el
Libertador no se sentía con confianza suficiente, visto los acontecimientos ocurridos en el
pasado reciente del Perú.

            Bolívar escribió instrucciones precisas sobre todo lo referido a las armas del ejército, en
sus cartas incluyó instrucciones desde cómo hacer las correas y cómo herrar los caballos. Así
ordenó que los jefes militares tomaran del norte peruano los recursos necesarios, la mayoría
fueron obtenidos por decretos de guerra.

            Durante todo ese tiempo, parte de la guerra se desarrollaba en el mar. El almirante
Martin George Guisse, jefe de la escuadra peruana, destruyó los barcos de guerra españoles
que asediaban las costas peruanas, permitiendo que llegasen pertrechos y refuerzos desde
Colombia y asediando constantemente la fuerza realista de España en Perú; acantonada en el
Callao bajo el mando de José Rodil.

            El ejército realista tenía el control de la sierra central y el sur del país (actuales
departamentos de Junín, Ayacucho, Cusco y Arequipa). Por su parte, luego de la derrota de
Riva Agüero, las fuerzas del ejército unificado tenían posesión de la costa central y norte, y de
la sierra norte (actuales departamentos de Piura, La Libertad, Ancash, Lima y Cajamarca). Ante
ello, siendo factible la posibilidad de que Lima fuera invadida por fuerzas realistas (como en
efecto lo fue tras el motín del Callao), Bolívar decidió mudar su cuartel general al pueblo de
Pativilca, 200 kilómetros al norte de Lima.

            Bolívar instruye a Torre Tagle que se acerque a los mandos españoles acantonados en
Jauja para lograr una negociación con la finalidad de ganar tiempo para lograr aumentar su
ejército y ser capaz de vencer al realista (que en el manifiesto tras la batalla de Junín, Bolívar se
jactaba de derrotar tras 14 años de triunfos contra los independentistas). Torre Tagle cumple
ese encargo pero, paralelamente, es acusado por Bolívar de negociar con el Virrey La Serna la
expulsión del Libertador y obtener así la plenitud de su mandato.

            El 5 de febrero de 1824, las tropas bolivarianas de las fortalezas del Callao
pertenecientes a la expedición libertadora, acaudilladas al mando de un sargento de apellido
Moyano, se levantan en motín del Callao argumentando falta de pago a los soldados. Esa
sublevación liberó a los presos españoles que estaban recluidos en la Fortaleza del Real Felipe
y les entregó las instalaciones y las defensas del puerto. Las fuerzas realistas ocuparon Lima el
29 de febrero, para más tarde replegar su fuerza principal a la sierra central y sostener una
guarnición en el Callao, cuyas defensas quedaron bajo el mando del militar español de José
Ramón Rodil, en las que se le refugiaron varias facciones patriotas, inclusive el mismo Torre
Tagle, y que se quedaría en la Fortaleza del Real Felipe, donde murió al año siguiente en el sitio
del Callao, confirmando con esta acción la traición a Bolívar. (Pintura de José Gil de Castro)

            Ante la falta de respuesta del presidente Torre Tagle, el Congreso lo depone el 10 de
febrero y entrega a Bolívar todo el poder político y militar. Acto seguido, el Congreso se inmola
y entra en receso hasta que el Libertador lo convoque. Bolívar se convirtió en la única y
máxima autoridad en el Perú, nombrando como único Ministro General a José Faustino
Sánchez Carrión. Bolívar nombrado jefe supremo, volvió a Pativilca y ordenó el repliegue
generalizado del ejército unido a Trujillo y Huamachuco.

            El 2 de agosto, en la localidad cusqueña de Rancas, Bolívar pasa revista al ejército que
logró armar y que contaba 12 000 hombres listos para acometer al ejército del virreinato del
Perú, que desde principios de 1824 había quedado paralizado por la Rebelión de Olañeta. El 6
de agosto se dio la batalla de Junín donde la caballería del ejército realista fue derrotada por
primera vez en el Perú. El 9 de diciembre de ese año se pone fin al virreinato del Perú
mediante la victoria en Ayacucho, lidera por el general Antonio José de Sucre. Con esta acción
se termina por completo el dominio español sobre tierras Sudamericanas, sellando
definitivamente su independencia.

            Ya antes de la batalla de Ayacucho, Bolívar había vuelto a nombrar un gabinete


ministerial. Para ello mantuvo a José Faustino Sánchez Carrión como ministro pero esta vez
encargado de la Cancillería, Hipólito Unanue a cargo del Ministerio de Hacienda y al militar
gran colombiano Tomás de Heres como Ministro de Guerra. El gobierno de Bolívar en el Perú
se caracterizó por la creación de instituciones básicas dentro de lo que sería la organización del
naciente estado peruano.

            Espada Sol del Perú El 10 de febrero de 1825, un año después de que el Congreso
entrara en receso, Bolívar lo convoca de nuevo. Este Congreso sesionó por un mes antes de
disolverse y dar por concluidas sus funciones el 10 de marzo. Durante este periodo, el
Congreso autorizó la salida de 6000 soldados peruanos a la Gran Colombia, acordó la entrega
de premios a los militares vencedores, y emitió una resolución desentendiendose del futuro
que escoja el Alto Perú. Para ese mismo año, la municipalidad de Lima acuerda la entrega de la
Espada del Perú al Libertador y al gran Mariscal de Ayacucho con motivo de conmemorarse el
primer año de la gesta de Ayacucho.

            El 20 de mayo de 1825, desde la ciudad de Arequipa, Bolívar convoca a elecciones para
un Congreso General que debería reunirse el 10 de febrero del año siguiente. Sin embargo, ese
día no se pudo inaugurar el nuevo congreso ya que el Libertador no estaba conforme con la
incorporación de algunos diputados como Francisco Xavier de Luna Pizarro quien fue electo
por el departamento de Arequipa. Recién en el mes de abril se logra reunir el Congreso pero
sus sesiones preliminares fracasan ya que el gobierno declaró no válidos los poderes de los
diputados de Arequipa, Lima, Cusco y otras provincias.

            El 26 de mayo de 1826, el gobierno retira a los municipios el derecho de elegir a sus
autoridades y poco después decreta que los prefectos convoquen a los colegios electorales de
las provincias para que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia elaborada por
Simón Bolívar que lo nombraba como Presidente Vitalicio.
            El 4 de septiembre de 1826, Bolívar se embarca en el bergantín Congreso con dirección
a Colombia dejando en el Perú un “Consejo de Gobierno” cuya misión era lograr la vigencia de
la Constitución Vitalicia. Bolívar no regresaría más al Perú. El Consejo de Gobierno no logró que
la Corte Suprema del Perú aprobará la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar
como Presidente Vitalicio por lo que recurrió al Cabildo de Lima que, presionado, dio validez a
las actas de los colegios electorales y luz verde a la promulgación de la Constitución.36 Esta
constitución sólo tuvo vigencia hasta el 26 de enero del año siguiente cuando cae el Consejo
de Gobierno y se convocan nuevas elecciones. A Bolívar le es solicitado ejercer la presidencia
del Perú pero la rehúsa, demostrando con ello su talante democrático y no dictatorial como se
le pretendió acusar.

            Durante su gobierno, Bolívar dio cumplimiento al acuerdo de “reposiciones” del ejército
gran colombiano, en virtud de los cuales se debía reponer a éste las bajas que sufriera durante
las batallas libradas en el Perú, no sólo por muertes en campo de batalla sino también por
deserciones y enfermedad. Para ello, el Libertador ordenó el reclutamiento forzoso de
peruanos para la formación de tropas y su posterior envío a Venezuela, ello se dio mientras se
mantenían en el Perú las tropas gran colombianas.
Dictador del Perú[editar]
Llegada al Perú[editar]

La batalla de Junín

Simón Bolívar a caballo por Arturo Michelena

Bolívar desembarcó en el puerto del Callao el 1 de septiembre de 1823 en el bergantín


Chimborazo luego de que una comitiva enviada por el Congreso de la República del
Perú encabezada por José Faustino Sánchez Carrión le enviara una invitación mientras
estaba en Guayaquil, provincia cuya anexión a la Gran Colombia dispuso en julio de 1822.
A dicho recibimiento asistió el presidente José Bernardo de Tagle, marqués de Torre
Tagle, y su gabinete ministerial en Pleno.28 Al día siguiente de su llegada, el Congreso lo
nombra "suprema autoridad"29 y poco después le encarga la dirección de la lucha contra el
ejército realista disponiendo que el mismo Torre Tagle debería rendirle cuentas de sus
acciones.30
La primera acción de Bolívar fue eliminar las fuerzas de José de la Riva Agüero,31 quien
fuera presidente del Perú antes que Torre Tagle y se oponía a la llegada del Libertador,
en Trujillo. Riva Agüero fue apresado en noviembre de ese año pero logró escapar y se fue
a Inglaterra. Mientras tanto, el primer Congreso Constituyente que estaba próximo a
proclamar la primera Constitución política del Perú emite una resolución señalando que
entrarán en suspenso las disposiciones de esa carta magna que sean contrarias a las
disposiciones y deseos de Simón Bolívar. La Constitución fue jurada el 11 de
noviembre de ese año pero nunca entró en vigencia.32
El ejército realista tenía el control de la sierra central y el sur del país
(actuales departamentos de Junín, Ayacucho, Cusco y Arequipa). Por su parte, luego de la
derrota de Riva Agüero,33 las fuerzas del ejército unificado tenían posesión de la costa
central y norte, y de la sierra norte (actuales departamentos de Piura, La
Libertad, Ancash, Lima y Cajamarca). Ante ello, siendo factible la posibilidad de
que Lima fuera invadida por fuerzas realistas (como en efecto lo fue tras el motín del
Callao), Bolívar decidió mudar su cuartel general al pueblo de Pativilca, 200 kilómetros al
norte de Lima.
Bolívar instruye a Torre Tagle que se acerque a los mandos españoles acantonados
en Jauja para lograr una negociación con la finalidad de ganar tiempo para lograr
aumentar su ejército y ser capaz de vencer al realista (que en el manifiesto tras la batalla
de Junín, Bolívar se jactaba de derrotar tras 14 años de triunfos contra los
independentistas). Torre Tagle cumple ese encargo pero, paralelamente, es acusado por
Bolívar de negociar con el Virrey La Serna la expulsión del Libertador y obtener así la
plenitud de su mandato.
Al margen de esas intrigas, el 5 de febrero de 1824, las tropas rioplatenses de las
fortalezas del Callao pertenecientes a la expedición libertadora de San Martín,
acaudilladas al mando de un sargento de apellido Moyano, se levantan en motín del
Callao argumentando falta de pago a los soldados. Esa sublevación liberó a los presos
españoles que estaban recluidos en la fortaleza del Real Felipe y les entregó las
instalaciones y las defensas del puerto. Las fuerzas realistas ocuparon Lima el 29 de
febrero, para más tarde replegar su fuerza principal a la sierra central y sostener una
guarnición en el Callao, cuyas defensas quedaron bajo el mando del militar español
de José Ramón Rodil, en las que se le refugiaron varias facciones patriotas, inclusive el
mismo Torre Tagle que se quedaría en la Fortaleza del Real Felipe donde murió al año
siguiente en el sitio del Callao.
Ante la falta de respuesta del presidente Torre Tagle, el Congreso lo depone el 10 de
febrero y entrega a Bolívar todo el poder político y militar. 34 Acto seguido, el Congreso se
inmola y entra en receso hasta que el Libertador lo convoque. 35 Bolívar se convirtió en la
única y máxima autoridad en el Perú, nombrando como único Ministro General a José
Faustino Sánchez Carrión.36 Bolívar nombrado jefe supremo, volvió a Pativilca y ordenó el
repliegue generalizado del ejército unido a Trujillo y Huamachuco.

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