Jurisprudencia Interdicto 99-9975
Jurisprudencia Interdicto 99-9975
Jurisprudencia Interdicto 99-9975
EN SU NOMBRE,
200º y 151º
CAPITULO II
MOTIVA
Planteados así los hechos sometidos a la consideración de este Tribunal y siendo la
oportunidad legal para decidir, se procede a hacerlo formulando al efecto las
siguientes consideraciones:
Como primer punto previo, es preciso realizar pronunciamiento sobre la perención
de la instancia alegada por la representación judicial de la parte querellada, el
Tribunal observa:
Ahora bien, dispone el encabezamiento del artículo 267 del Código de
Procedimiento Civil, establece lo siguiente: “Toda instancia se extingue por el
transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las
partes. La inactividad del juez después de vista la causa no producirá la perención.”
Sobre este punto ha sido reiterado el criterio de nuestro más Alto Tribunal de la
República, al establecer que cuando una causa se encuentra en etapa de sentencia no
puede operar la perención de la instancia contenida en el citado artículo, al efecto la
Sala de Casación Civil, mediante decisión dictada en fecha 02 de agosto de 2001,
con ponencia del Magistrado Franklin Arriechi, estableció lo siguiente:
…omissis…
“En criterio de la Sala, tal pronunciamiento es manifiestamente erróneo y contrario
a derecho, pues el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil es tajante al
indicar, que la inactividad del Juez después de vista la causa, no producirá la
perención.
Considera la Sala que el verdadero espíritu, propósito y razón de la institución
procesal de la perención, es sancionar la inactividad de las partes con la extinción de
la instancia; pero para ello es preciso que el impulso del proceso dependa de ellas,
pues si es el caso que la causa se encuentra paralizada porque el Juez, no ha
cumplido con su deber de sentenciar dentro de los lapsos legales, no se puede penar
a las partes por la negligencia del Juzgador.
Por ello es que el legislador incluyó la norma que ahora se analiza, en el sentido de
que la inactividad del Juez después de vista la causa, no produce la perención.
En criterio de la Sala, dicho artículo debe ser interpretado en el sentido de que la
perención procede cuando ha transcurrido más de un año sin que las parte hubiesen
realizado actos de procedimiento que tiendan a impulsar el proceso, pero siempre
que esos actos puedan ser efectivos para la prosecución del juicio, porque si es
menester que el Juez emita un pronunciamiento para que el litigio continúe, la
renuencia del sentenciador en dictar la providencia que se requiere para destrabar la
causa, no puede ser atribuida a las partes. En otras palabras no se puede castigar a
los litigantes con la perención de la instancia si la inactividad en el juicio es
imputable al Juez.
En consecuencia, la Sala deja establecido que la excepción prevista en la última
parte del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, en el sentido de que la
inactividad del Juez después de vista la causa no produce la perención, se aplica no
sólo a la sentencia definitiva sino también a la sentencia de cuestiones previas y a
cualquiera otra que sea menester que el Juez dicte para la prosecución del juicio.”
De la sentencia parcialmente transcrita se evidencia que la Sala dejó asentado que la
inactividad del juez después de vista la causa no produce la perención, toda vez que
la norma bajo estudio es absoluta al indicar que solo la inactividad de las partes por
el transcurso de un año, es la produce la extinción de la instancia.
Establecido lo anterior y siendo que si bien es cierto en la presente causa para la
fecha en que fue solicitada la perención de la instancia no se había dicho vistos, no
menos cierto es, que en los juicios interdictales por lo sumario y breve de este tipo
de procedimiento, tal exigencia no se encuentra establecido a diferencia de los
juicios ordinarios, y siendo que para la fecha del planteamiento de perención la
presente causa se encuentra en etapa de sentencia, resulta forzoso para este Tribunal
desestimar la solicitud de perención de la instancia planteada por la representación
judicial de la parte querellada, y así se decide.
Como segundo punto previo, referida a la IMPUGNACION DE LA FIANZA, al
respecto este Tribunal observa:
La caución o garantía que se presente tiene que ser obligatoriamente suficiente, ya
que la misma persigue garantizar la eventual indemnización que se cause como
consecuencia de la declaratoria adversa por parte del Tribunal al solicitante de la
medida, y por otra parte, el Juez es personalmente responsable de la insuficiencia de
la misma, por lo que la Ley ordena al juzgador analizar detenidamente la garantía
ofrecida, a fin de determinar si cumple con los requisitos de ley, de modo pues, que
la suficiencia está relacionada con la aptitud de la fianza para asegurarle al
solicitante de la medida, la ejecución de la eventual sentencia favorable, en la
misma medida en que lo garantizará o aseguraría la cautelar decretada, por lo que el
Juzgador debe tomar en cuenta todos los argumentos que considere necesario para
asegurarse de esa “suficiencia”.
En el caso de marras, tenemos que consta de autos que este Tribunal en fecha 08 de
febrero de 2000, aceptó la fianza presentada por la representación judicial de la
parte querellante, emitida por la Empresas Sociedad Mercantil INMOBILIARIA
FIANZAS E INVERSIONES ROMALI C.A., previo el estudio y análisis de los
recaudos acompañados al momento de su presentación por considerarse llenos los
requisitos de Ley y la misma se encuentra contenida en el ordinal 1° del artículo 590
del Código de Procedimiento Civil y siendo que durante la etapa procesal
correspondiente el impugnante de la fianza no acreditó en autos pruebas suficientes
que dieran motivos para que quién suscribe pueda desestimar la fianza otorgada y
aceptada, resulta forzoso declarar IMPROCEDENTE la IMPUGNACION de la
FIANZA planteada y así se resuelve.-
Establecido lo anterior, corresponde a este Tribunal realizar su pronunciamiento al
fondo en base a los siguientes argumentos:
El Tribunal admitió la querella y con petición de la parte querellante, previa la
constitución de la garantía a que se refiere el artículo 699 del Código de
Procedimiento Civil, se procedió a decretar la restitución sobre el bien inmueble
identificado en la querella. Esta medida fue practicada por el Juzgado Ejecutor de
Medidas de los Municipios Guaicaipuro, Carrizal y Los Salias de la Circunscripción
Judicial del Estado Miranda, en fecha 02 de mayo de 2000.
Transcurrida la secuela procesal respectiva, se abrió el proceso a pruebas conforme
a derecho, por lo que las partes promovieron las que estimaron procedentes.
III
DE LAS PRUEBAS Y SU ANALISIS
Pruebas de la parte querellante:
A) Junto con su querella, justificativo de testigos debidamente evacuado ante la
Notaría Pública del Municipio Los Salias del Estado Miranda, en fecha 09 de
diciembre de 1999, en el cual declararon los ciudadanos: ISABEL M. SOSA DE
HURTADO y WILMER PEREZ MENDOZA, quienes declararon que conocían de
vista, trato y comunicación a la ciudadana ZULAY MARIZA RODRIGUEZ
NAVAS, desde hace mucho tiempo; que si saben que a la ciudadana ZULAY
MARIZA RODRIGUEZ NAVAS, le fue asignada en propiedad por la Asociación
Civil, LOMAS DE CLUB DE CAMPO, una parcela de terreno y la Casa-Quinta
sobre ella construida ubicada en la siguiente dirección: Sector denominado Los
Alvarez, en la entrada de la Urbanización Club de Campo, Jurisdicción del
Municipio Carrizal, Distrito Guaicaipuro del Estado Miranda, y ubicada dentro de
las medidas y linderos indicados en el escrito; que si les consta que la ciudadana
ZULAY MARIZA RODRIGUEZ NAVAS, viene poseyendo el referido inmueble
desde hace más de un año, en forma pacífica e ininterrumpida, realizando las
bienhechurías típicas de una vivienda nueva a estrenar; que si saben que por el
lindero norte, colindante con la vivienda de su representada, la propietaria de la
parcela distinguida con el No. 5 del parcelamiento la ciudadana María Cristina
Jongh, levantó en el mes de diciembre de 1998, un muro hacia la parcela propiedad
de la ciudadana ZULAY MARIZA RODRIGUEZ NAVAS, con lo cual a su decir,
la despojan en la posesión de un área aproximada de Cuarenta Metros Cuadrados
(40,00 Mts.2), aproximadamente, contraviniendo todos los planos del parcelamiento
y lesionando los derechos de posesión que ha ostentado por espacio mayor de un
(01) año; que todo lo dicho es cierto.
Esta prueba, consistente en un Justificativo de testigos evacuado ante un notario
público, el cual tiene el carácter reglado en el artículo 1.357 del Código Civil, y
valor probatorio en este juicio debe determinarse posteriormente al ser analizadas
las deposiciones de los testigos que sirvieron de apoyo al mismo, promovidas por la
parte querellante durante el curso del lapso probatorio. Así queda establecido.
B) Junto con su querella, poder conferido por la ciudadana ZULAY MARIZA
RODRIGUEZ NAVAS a los abogados en ejercicio ROSALBA FEGHALI
GEBRAEL y MIGUEL ANGEL LOIS MORA, debidamente autenticado ante la
Notaría del Municipio Los Salias del Estado Miranda, en fecha 06 de octubre de
1999, anotado bajo el número 74, Tomo 61, de los Libros de Autenticaciones
llevados por el referido despacho, el cual tiene el carácter reglado en el artículo
1.357 del Código Civil, cuyo instrumento sirve para demostrar la representación
judicial que le fuera otorgada a los mencionados profesionales del derecho por parte
de la querellante.
C) Junto con su querella, Inspección Judicial Extralitem, practicada por el Juzgado
del Municipio Carrizal de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, con la
cual la parte querellante por medio de esta prueba quiso dejar constancia de los
siguientes particulares: PRIMERO: Que en el lindero norte identificado de
acuerdado a la solicitud, se observa un muro de concreto armado, el cual divide dos
parcelas y tiene una longitud de treinta metros aproximadamente (30,00 mts) en el
cual se distinguen tres segmentos; el primero, en dirección noreste, partiendo de la
vía principal o acceso, mide tres metros con noventa centímetros aproximadamente
(3,90 mts); el segundo tiene una desviación con rumbo sur-este, de once metros con
sesenta centímetros aproximadamente (11,60 mts); y el tercero con una desviación
con rumbo noreste, de catorce metros con cincuenta centímetros aproximadamente
(14,50 mts), manifiesta el práctico que la desviación del tercer segmento con
respecto a su punto original, afecta un área aproximada de treinta y ocho metros
(38,00 mts) en su inclinación hacia la parcela objeto de la inspección; SEGUNDO:
Se dejó constancia de la existencia de una cerca en construcción sobre el muro
ubicado en el lindero norte del inmueble inspeccionado; TERCERO: Se dejó
constancia de la existencia de una cerca de construcción y los puntos de soldadura
de los tubos de la misma se observan sin óxido; CUARTO: Se dejó constancia que
en el área de desviación del muro se observan sembradas pequeñas plantas
ornamentales; QUINTO: Se dejó constancia que tomaron cinco (5) fotografías, las
cuales formarán parte de esta actuación.
En orden a lo antes transcrito, resulta necesario para este sentenciador traer a
colación el contenido de los 1.428 y 1.429 del Código Civil, los cuales establecen:
Artículo 1.428: “El reconocimiento o inspección ocular puede promoverse como
prueba en juicio, para hacer constar las circunstancias o el estado de los lugares o
cosas que no se pueda o no sea fácil acreditar de otra manera, sin extenderse a
apreciaciones que necesiten conocimientos periciales”.
Artículo 1.429: “En los casos en que pudiera sobrevenir perjuicio por retardo, los
interesados podrán promover la inspección ocular antes del juicio, para hacer
constar el estado o circunstancias que puedan desaparecer o modificarse en el
transcurso del tiempo”.
Por su parte el artículo 939 del Código de Procedimiento Civil, dispone:
Artículo 938: “Si la diligencia que hubiere de practicarse tuviera por objeto poner en
constancia del estado de las cosas antes de que desaparezcan señales o marcas que
pudieran interesar a las partes, la inspección ocular que se acuerde, se efectuará con
asistencia de prácticos; pero no se extenderá a opiniones sobre las causas del estrago
o sobre puntos que requieran conocimientos especiales”.
De las normas in comento se colige que los jueces con competencia en materia civil,
dentro de los cuales se incluye a los Jueces de Municipio, tiene legalmente
establecida la competencia para efectuar, dentro de la llamada jurisdicción
voluntaria, las inspecciones judiciales que le sean solicitadas, a los fines de dejar
constancia de determinados hechos o circunstancias que resulten de difícil o
imposible acreditación mediante otras vías.
Dichas inspecciones pueden llevarse a cabo, bien dentro de un proceso judicial,
resultando aplicables entonces los artículos 472 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, o bien fuera y antes de dicho proceso, tal como se desprende
de los artículos antes transcritos.
Ahora bien, considera este Órgano Jurisdiccional que la Inspección Judicial
preconstituida es procedente cuando se pretenda hacer constar estados o
circunstancias que puedan desaparecer o modificarse con el transcurso del tiempo.
Es cierto que la causa que motiva o pone en movimiento este medio probatorio, en
su carácter de prueba preconstituida, es la urgencia o perjuicio por retardo que
pueda ocasionar su no evacuación inmediata, pues, ocurre frecuentemente en
materia de inspecciones extrajudiciales, que en ocasiones se imposibilita la
constatación a posteriori de los mismos hechos por haber desaparecido,
circunstancia ésta, que lejos de invalidar la prueba, la consolida al llenarse los
extremos fundamentales de toda inspección extrajudicial requeridos en los artículos
1.428 y 1.429 del Código Civil.
En el presente caso la inspección judicial efectuada por el Juzgado del Municipio
Carrizal de esta Circunscripción Judicial del Estado Miranda, aún tratándose de una
prueba preconstituida, constituye actuación legítima de un funcionario autorizado
para ello, y por tanto su validez dependerá de los hechos que con ella se pretenden
probar; evidenciándose que en el presente caso, fue promovida a los fines de dejar
constancia de los hechos allí planteados, específicamente lo relacionado con la
existencia de un muro de concreto armado en el lindero norte colindante con la
vivienda de la querellante, que en su parte posterior se inclina y dirige hacia la
parcela distinguida como No. 4.
Ahora bien, dicha prueba preconstituida fue objeto de impugnación por parte de la
representación judicial de la parte querellada, fundamentada la misma en el hecho
de que la misma cursante a los folios 15 al 19, por no estar suscrita el acta por todas
las personas que intervinieron en ella, en efecto, deja expresa constancia de que para
la fecha de la impugnación, la precitada acta no está suscrita por la solicitante ni por
sus asistentes legales quienes aún cuando intervienen en el acta, no la suscriben
como lo establece el artículo 189 del Código de Procedimiento Civil y del artículo
188 ejusdem, lo que lo lleva a impugnarla formalmente, dejando constancia de que
no está firmada por la solicitante ni sus abogados asistentes, , en razón a ello, este
Juzgador precisa:
En orden a lo consagrado en el artículo 1.430 del Código Civil los Jueces estimarán
en su oportunidad el mérito de dicha prueba, vale decir, de la inspección judicial y
es precisamente en esta sentencia definitiva, la oportunidad para apreciarla, sin
confundirla con la valoración que se le da a otros medios probatorios, pero si
adminiculándola a otros hechos, circunstancias, y pruebas producidas en los actos,
pues se trata de una prueba de inmediación, directa, personal y formal con relación a
los hechos inspeccionados, observándose entre los requisitos para su eficacia
probatoria los siguientes: 1) La conducencia de este medio probatorio con relación
con el hecho u hechos inspeccionados; 2) Pertinencia de lo inspeccionado; 3) Que
las conclusiones sean lógicas y razonables; 4) Que no exista prueba que la desvirtúe,
5) Que el acta se elabore de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 189 del Código de
Procedimiento Civil, con claridad y precisión y 6) Que el hecho inspeccionado no
sea jurídicamente imposible.
En este orden de ideas el Tribunal observa que la inspección judicial solicitada y
practicada fue realizada en forma legal y que guarda estrecha relación con los
hechos narrados en el escrito libelar y con otras pruebas que obran en los autos por
lo que el Tribunal la estima como una prueba que tiene eficacia jurídica probatoria a
favor de la causa que representa la parte querellante, toda vez, que el funcionario
público que la practicó le otorga fe pública entre las partes y respecto de terceros,
sobre los hechos jurídicos que el funcionario declara haber efectuado, facultado para
hacerlo y en donde declara lo que pudo haber visto como estaba para hacerlo
constar, aunado a que la misma si bien es cierto como ya se dijo fue impugnada no
fue enervada su eficacia mediante otra inspección judicial. Es de aclarar en cuanto a
la eficacia de la inspección judicial, que no es posible confundirla con el valor
probatorio de los instrumentos públicos, estos últimos valorados conforme a lo
previsto en los artículos 1.359 y 1.361 del Código Civil, mientras que la inspección
judicial está regulada por el artículo 1.428 en concordancia con el artículo 1.430
eiusdem, en consecuencia resulta forzoso para este Tribunal declarar
IMPROCEDENTE la IMPUGNACION planteada y Así se establece.
Establecido lo anterior, siendo el presente procedimiento una querella interdictal
restitutoria, la Inspección Judicial es uno de los medios de prueba para probar la
posesión y el despojo, desprendiéndose en el caso de autos, que el Juzgado del
Municipio Carrizal dejó constancia de: Que en el lindero norte identificado de
acuerdo a la solicitud, se observa un muro de concreto armado, que divide dos
parcelas y tiene una longitud de treinta metros aproximadamente (30,00 mts) en el
cual se distinguen tres segmentos; el primero, en dirección noreste, partiendo de la
vía principal o acceso, mide tres metros con noventa centímetros aproximadamente
(3,90 mts); el segundo tiene una desviación con rumbo sur-este, de once metros con
sesenta centímetros aproximadamente (11,60 mts); y el tercero con una desviación
con rumbo noreste, de catorce metros con cincuenta centímetros aproximadamente
(14,50 mts), evidenciándose con la asesoría del práctico que la desviación del tercer
segmento con respecto a su punto original, afecta un área aproximada de treinta y
ocho metros (38,00 mts) en su inclinación hacia la parcela objeto de la inspección;
del mismo modo se dejó constancia de la existencia de una cerca en construcción
sobre el muro ubicado en el lindero norte del inmueble inspeccionado, la existencia
de una cerca de construcción y los puntos de soldadura de los tubos de la misma se
observan sin óxido, también se oberva que en el área de desviación del muro se
observan sembradas pequeñas plantas ornamentales, en tal sentido a juicio de quién
decide, los referidos particulares demuestran el despojo del cual ha sido objeto el
querellante. Y así se decide.
D) En el lapso de promoción de pruebas, reprodujo el mérito favorable contenido en
los autos, especialmente en lo referente a todos y cada uno de los recaudos
acompañados al libelo de demanda, tales como Just6ificativo de Testigos e
Inspección Judicial practicada por el Juzgado del Municipio Carrizal del Estado
Miranda, es criterio de este Tribunal que tal circunstancia no constituye medio
probatorio legalmente establecido en nuestro ordenamiento adjetivo toda vez que el
mérito favorable que se puede derivar de las actas del proceso constituyen más bien
la resultante misma de la definitiva que admita o deseche la pretensión o la
excepción que se pretenda deducir en la controversia sometida a la consideración
del Juez, por tanto tal probanza en improcedente y así se declara.
E) En el lapso de promoción de pruebas, promovió las testimoniales de los
ciudadanos WILMER PEREZ MENDOZA e ISABEL M. SOSA DE HURTADO,
con el objeto de que ratificaran en sus testimoniales rendidas ante la Notaría Pública
del Municipio Los Salias del Estado Miranda, en fecha 09 de diciembre de 1999, al
respecto quién suscribe observa:
Los testigos WILMER PEREZ MENDOZA e ISABEL MARGARITA SOSA de
HUSTADO, identificados en autos, al comparecer ante el Tribunal comisionado
ratificaron sus dichos contenidos en el justificativo judicial base de la presente
querella, los mencionados ciudadanos declaran sobre los particulares allí
contenidos. Al respecto este Tribunal observa: Sentado lo anterior, este sentenciador
considera de acuerdo con el estudio y análisis de las deposiciones rendidas por los
testigos que conforman el Justificativo Judicial, que los ciudadanos WILMER
PEREZ MENDOZA e ISABEL M. SOSA DE HURTADO, están contestes al
señalar que: Conocen a la querellante, que si saben que a la querellante le fue
asignada en propiedad el inmueble allí identificado, que si es verdad y le consta que
la ciudadana ZULAY MARIZA RODRIGUEZ NAVAS, es poseedora del referido
inmueble desde más de un año, en forma pacífica e ininterrumpida, que si es cierto y
saben que por el lindero norte la propietaria de la parcela contigua, levantó en el
mes de diciembre de 1998, un muro hacia la parcela de parcela propiedad de la
querellante.
En tales afirmaciones, los testigos revelan su conocimiento de los hechos alegados
por el querellante en su libelo quien señala: “…Nuestra representada antes
identificada, ha poseído en forma legítima, pacífica, pública, inequívoca, e
ininterrumpidamente desde el principio del año 1997, una parcela de terreno y la
Casa-Quinta sobre ella construida ubicada en la siguiente dirección (…) que en el
transcurso de la tercera semana de diciembre de mil novecientos noventa y ocho
(1998), por el lindero NORTE, colindante con la vivienda de nuestra representada;
la propietaria de la parcela distinguida con el N° 5 del parcelamiento, Ciudadana
Cristina de Jongh, levantó un muro hacia la parcela propiedad y posesión de la
Ciudadana ZULAY MARIZA RODRIGUEZ NAVAS, antes identificada, con lo
cual la despoja en la posesión de un área aproximada de Cuarenta Metros Cuadrados
(40,00 Mts2) aproximadamente…”, por lo que sus dichos merecen fe al
sentenciador y hacen prueba de las ocurrencia del despojo, por lo que los
testimonios del justificativo de testigos mencionado, se aprecia conforme a lo
establecido en el artículo 508 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.
Ahora bien, dichos testigos fueron repreguntados por la contraparte en su
oportunidad legal y ante el Juzgado comisionado al efecto, tal y como se aprecia a
los folios 298, 299, 300 y 301, las preguntas formuladas por la contraparte se
contraen al siguiente interrogatorio: a) En lo que respecta al testigo WILMER
PEREZ MENDOZA: si alguna vez vio el documento de propiedad de la parcela de
terreno de seiscientos veinticinco metros cuadrados con treinta y cuatro metros
cuadrados, y la quinta en ella construida, que según usted asevera en el justificativo
le fue asignada en propiedad por la Asociación Civil Lomas de Club de Campo a la
ciudadana Zulay Rodríguez, en el sector Los Alvarez, a la entrada de Club de
Campo; si antes de que ocurriera el supuesto despojo usted midió la superficie de la
parcela ocupada por Zulay Rodríguez, en la Urbanización Lomas de Club de
Campo; si no vio el documento de propiedad ni midio la parcela como le consta
según expresa en el justificativo de testigos, como le consta que tenía una superficie
de 625,34 metros cuadrados; que cuales son los planos de parcelamiento que
expresa en el justificativo que fueron supuestamente contravenidos con la
construcción del muro; que si vio efectivamente a la ciudadana CRISTINA DE
JOHNG, construir o levantar el muro, que ratifica en el justificativo de testigo;
como le consta que el supuesto despojo fue de aproximadamente cuarenta metros;
que si conoció el proyecto original de construcción de las casas en la urbanización
Lomas de Club de Campo. B) En lo que respecta a la ciudadana ISABEL
MARGARITA SOSA DE HURTADO, si alguna vez vio el documento de
propiedad de la parcela de terreno de seiscientos veinticinco metros cuadrados con
treinta y cuatro metros cuadrados, y la quinta en ella construida, que según usted
asevera en el justificativo le fue asignada en propiedad por la Asociación Civil
Lomas de Club de Campo a la ciudadana Zulay Rodríguez, en el sector Los Alvarez,
a la entrada de Club de Campo; si sabe y le consta que a Zulay Rodríguez le fue
asignada en propiedad, por la Asociación Civil Lomas de Club de Campo, una
parcela de terreno de aproximadamente 625.34 metros cuadrados y la quinta en ella
construida; si conocía los linderos de la parcela de terreno asignada a Zulay
Rodriguez; si no conocía los linderos de la parcela de terreno como le consta que
fue despojada de cuarenta metros, según ratifica en el justificativo de testigo; si el
lindero entre las parcelas cuatro y cinco de la Urbanización Lomas de Club de
Campo señalado en el plano de escogencia de la parcela ha sufrido variaciones por
implantación de los estacionamientos; si vio a la señora Cristina Johng levantar o
construir el muro a que se refiere este procedimiento; si sabe y le consta que fue
ordenada la colocación de estacas para redefinir los linderos entre las parcelas; si
sabe y le consta que el muro fue construido en la línea donde estaban colocadas las
estacas; que como le consta que el muro no fue construido en la línea donde estaban
colocadas las estacas; si sabe y le consta que como integrantes de la asociación Civil
Lomas de Club de Campo, estaban sujetas o sometidas a las instrucciones o
acuerdos tomados en las Asambleas de Propietarios. Considera quien juzga que,
tales preguntas formuladas a los testigos, no son relevantes a lo discutido ni guardan
relación con el asunto que se ventila, toda vez que la mayoría de las preguntas se
encuentran circunscritas a establecer en primer lugar la propiedad, titularidad,
linderos y medidas del inmueble de la querellante, acontecimientos distintos y
extraños a los hechos denunciados en la querella, motivo por el cual quien suscribe
considera irrelevante el interrogatorio formulado a los mencionados testigos.
Sentado lo anterior, considera quien juzga y es su criterio que, como resultado del
estudio, análisis y consideración de los testimonios rendidos por los testigos antes
mencionados y considerados entre ellos, que conforman el Justificativo de Testigos,
base de la querella, junto con la procedencia de los requisitos propios de la acción
que nos ocupa, se evidencia de sus dichos que la querellante prueba la posesión de
la franja de terreno descrito en el libelo y la perturbación por parte de la querellada
en esa posesión pacífica ejercida, razón por la cual se aprecian en todo su valor
probatorio a tenor de lo dispuesto en el artículo 508 del Código de Procedimiento
Civil. Y así se decide.
F) En el lapso de promoción de pruebas, promovió las testimoniales de los
ciudadanos RICARDO HURTADO y FRANCISCO GOMEZ, compareciendo
únicamente a rendir declaración el ciudadano FRANCISCO GOMEZ, quien al ser
interrogado por la parte promovente afirma que: Que conoce de vista, trato y
comunicación a las ciudadanas ZULAY MARIZA RODRIGUEZ NAVAS y
CRISTINA DE JONGH; que sabe y le consta que tanto la ciudadana ZULAY
RODRIGUEZ y CRISTINA DE JONGH, son miembros de la Asociación Civil
Lomas de Club de Campo y vecinas entre sí; que sabe y le consta que la Asociación
Civil Lomas de Club de Campo, aproximadamente a principios del año 1997, dio
acceso a los miembros de la Asociación Civil, adjudicatarios de casa, para que
procedieran a acondicionarlas como sus viviendas; que si sabe y le consta que en el
mes de diciembre de 1998, entre las casas de Cristina Jongh y Zulay Rodriguez, fue
construido un muro divisorio o lindero; que si saber y le consta que el mencionado
muro después de su mitad se mete hacia la parcela de las señora Zulay Rodríguez,
abriendo un espacio a favor del terreno de la señora Cristina Jongh, de
aproximadamente cuarenta metros y que de ello quedó constancia en las diferentes
asambleas realizadas por la Directiva de la Asociación; que a cada miembro de la
Asociación la Junta Directiva entregó unos planos en donde se ubicaba la separación
entre casas y en dicho plano se indica la línea que menciona el abogado; que es
vecino y miembro de la Asociación Lomas de Club de Campo. Al ser repreguntado
por la parte querellada respondió: que la Junta directiva entregó un plano de
localización de todas las 23 casas, o sea es un plano que están ubicadas las casas y
ubicados los senderos o linderos, que su respuesta es afirmativa, estaban las
medidas; que cuando seleccionaron las casas fue por sorteo, es decir, que cada casa
fue sorteada bajo parámetros que estaba en metros cuadrados la parcela, los metros
cuadrados de edificaciones y metros cuadrados de linderos, ya que estaban en
escala; que el plano a que se refiere tenía coordenadas en escala; que el tiene un
plano en el cual están indicadas las medidas, por los menos sus linderos; que toda la
información que tiene le fue entregada por la Asociación; que exactamente no
conoce los metros cuadrados de la parcela asignada a la señora Zulay Rodriguez,
pero en los libros de Actas de la Asamblea en la cual fueron designadas las casas
consta los metros cuadrados de esa parcela, lo que sabe es que es una de las grandes,
que conoce los linderos pero no los metros cuadrados; que en una asamblea de las
realizadas Zulay planteó el problema, y fue cuando se le informó y todo consta en
los libros de asamblea; que no recuerda haber asistido a la asamblea de fecha 28 de
agosto de 1998, ya que asistió a varias, pero que eso consta en el libro de asamblea;
que las estacas fueron colocadas pero que no recuerda la fecha, maderas no fueron
colocadas en su parcela, unas marcas de acuerdo al plano en la cual efectuaron la
selección de las casas; que la ciudadana Cristina Jongh mandó a construir el muro
con gente que estaba trabajando en la obra; que hubo variaciones en las dimensiones
de las obras en metros cúbicos, que los asociados tuvieron que pagar más de lo que
originalmente se dijo, este Tribunal de conformidad con lo establecido en el artículo
508 del Código de Procedimiento Civil, desecha dicha testimonial por no aportar
nada al procedimiento y así se decide.
G) En el lapso de promoción de pruebas, promovió de conformidad con lo
establecido en el artículo 433 del Código de Procedimiento Civil, prueba de
informes, para lo cual solicitó se oficiara a la Junta Directiva de la Asociación Civil
Lomas de Club de Campo A.C., en la persona de su Presidente ciudadano DIEGO
UZCATEGUI, este Tribunal por cuanto observa que dicha probanza no fue
evacuada dentro del lapso procesal correspondiente, no tiene material probatorio
alguno este Juzgador que analizar. Y así se decide.-
H) En el lapso de promoción de pruebas, solicitó la exhibición del documento
acompañado a los autos en copia simple, este Tribunal por cuanto observa que dicha
probanza no fue evacuada dentro del lapso procesal correspondiente, no tiene
material probatorio alguno este Juzgador que analizar. Y así se decide.-
Pruebas de la parte querellada
A) En el lapso de promoción de pruebas, invocó el Principio de Comunidad de la
Prueba, así como hizo valer favor de su mandante el valor probatorio que pueda
desprenderse de todas las actas procesales de este expediente.
El principio de la comunidad de la prueba sirve para determinar el elemento que de
universal tiene la prueba cuando es promovida, significando que ella beneficia y
favorece a todas las partes de una controversia por igual. Es el principio según el
cual la prueba evacuada o producida a los autos pertenece al proceso, con
independencia de quien la promovió o produjo, por lo cual sus efectos favorecen o
desfavorecen a ambas partes por igual, sin que su aportante o promoverte pueda
desistir de ella, una vez evacuada o producida. La Casación venezolana en sentencia
de fecha 19 de noviembre de 1969 señaló que dicho principio tenía su “justificación
jurídica en que, como las pruebas constituyen los elementos utilizados por el juez
para alcanzar el fin del proceso, nada importa quien las haya promovido o aportado”
(Ramírez y Garay, página 333, Tomo XXIII).
El principio de comunidad de la prueba posee tres características: a) Toda prueba
surte efectos para el proceso quien la adquiere (proceso de adquisición de la prueba)
para dicho proceso, sin que importe quien la haya promovido; b) El destinatario de
la prueba no es una parte específica, no es tampoco su promoverte, es, siempre y en
todo caso el proceso y c) La valoración de una prueba no toma en cuneta el vínculo
generador de ellas, pues el mérito y la convicción que de ella dimana es
independiente del propósito del promovente, sólo subordinado a la soberanía del
juzgador. Y así se establece.
B) En el lapso de promoción de pruebas, promovió las siguientes instrumentales: a)
Copia Fotostática de los Estatutos de la Asociación Civil Lomas de Club de Campo
A.C.; b) Copia fotostática del resumen de los documentos emanados de la Junta
Directiva de la Asociación; c) Copia de los cc-mail enviados por la ciudadana
ZULAY RODRIGUEZ a los ciudadanos ROBERTO CALLIASSO, MARIA
CRISTINA de JONGH y la JUNTA DIRECTIVA DE LA ASOCIACION; d) Copia
simple de las actas de asambleas celebradas en la Asociación Civil desde el día 27
de agosto de 1997 hasta el día 14 de diciembre de 1999, el Tribunal por cuanto
observa que las mismas son copias simples de documentos privados que carecen de
valor, se desechan las mismas y así se declara.
C) En el lapso de promoción de pruebas, solicitó la exhibición de los documentos
indicados en el capítulo III de su escrito de pruebas, este Tribunal por cuanto
observa que dicha probanza no fue evacuada dentro del lapso procesal
correspondiente, no tiene material probatorio alguno este Juzgador que analizar. Y
así se decide.-
D) En el lapso de promoción de pruebas, promovió las testimoniales de los
ciudadanos JESUS ANTONIO MAGUREGUI SOLAGUREN, YASMINA
SOLEDAD MUJICA MACHADO, RUBEN DIAZ MORA y ALFREDO
MENESES, de los cuales solo fueron evacuados los siguientes:
RUBEN DIAZ MORA: Al ser interrogado por la parte promovente, afirmó: que fue
gerente del proyecto contratado por la Asociación; que el plano original de
escogencia de las personas presentados por la Asociación a sus asociados no tenía
demarcados los linderos definitivos de cada parcela con sus respectivas medidas;
que dentro de sus funciones como gerente del proyecto estuvo la ejecución de todo
lo referente al estacionamiento; que en el plano de escogencia de las parcelas no se
señalaba la ubicación de los estacionamientos; que para la ubicación de los
estacionamientos se implantaron señales o estacas para su replanteo topográfico;
que las estacas fueron colocadas siguiendo un plano modificado que les proporcionó
la junta directiva de la asociación; que hubo modificaciones entre todas las casas, en
particular entre las casas cuatro y cinco; que supervisó y estuvo presente durante la
colocación de las estacas; que otras personas como el topógrafo y a veces un
miembro de las inspección de la zona estuvieron presentes en la colocación de las
estacas; que no recibió instrucciones de la señora Cristina Jongh acerca de la
colocación de las estacas; que ellos recibieron un plano por el cual debían guiarse
para la colocación de las estacas; que le sabe y le consta que el muro construido al
final del lindero definitivo fue construido sobre la trayectoria que señalaban las
estacas colocadas por la gerencia del proyecto; que no participaron directamente en
la construcción del muro, pero estaban en el área de inspección del proyecto. Al ser
repreguntado respondió de la siguiente manera: Que al como gerente del proyecto,
le entregan planos para ejecutar no para elaborar; que dentro de sus obligaciones
administrativas estaba la de presentar los planos definitivos que le eran
suministrados a la ingeniería municipal; no sabe que el plano de modificación de
parcelas fue rechazado por la Alcaldía del Municipio Los Salias del Estado
Miranda; que cuando hay modificaciones en los planos que no colidan con las
variables urbanas aprobadas por el Municipio, se permite ejecutar modificaciones
siempre y cuando caigan dentro de esas variables urbanas originalmente aprobadas;
que supervisó la construcción del muro, y que la fecha no la puede precisar; la
supervisión de las estacas las supervisó en marzo del 96 por decir una fecha, que es
difícil de recordar; que su sabe y le consta que para el momento de la colocación de
las estacas los asociados ya tenían acceso a las parcelas para ir realizando trabajos
en cada una de las viviendas; que no tuvo conocimiento de las diferencias existentes
entre las ciudadanas ZULAY RODRIGUEZ y CRISTINA DE JONGH; que para la
fecha no es el gerente del proyecto; que en julio del año 97 dejó de ser el gerente del
proyecto.
ALFREDO MENESES CHICO, al ser interrogado por la parte promovente
respondió, que su relación con la Asociación era profesional; que el plano original
de escogencia de las parcelas no tenía demarcados los linderos definitivos de cada
parcela con sus respectivas medidas; que en los planos de escogencia no se señalaba
la ubicación de los estacionamientos; que no estuvo presente en la asamblea de
asociados celebrada a finales de agosto de 1998, en la cual se acordó colocar estacas
para demarcar los linderos definitivos de las parcelas; que estuvo durante la primera
semana de septiembre en la colocación de las estacas acordada en la asamblea de
asociados; que en la colocación de las estacas estuvo con el Ingeniero Diaz y su
ayudante; que las estacas colocadas para demarcar el lindero definitivo entre las
casas cuatro y cinco en la parte final presenta o presentaba una desviación debido a
la modificación que se hizo en el plano; que le consta que el muro construido
durante el mes de diciembre de 1998, al final del lindero que separa las casas cuatro
y cinco fue construido sobre la trayectoria que señalaban las estacas colocadas por
la gerencia del proyecto; que tal hecho le consta porque estaba presente. Al ser
repreguntado por la parte querellada, contestó: que no le realizó ningún trabajo a la
ciudadana CRISTINA DE JONGH; que como topógrafo hizo el replanteo de los
linderos de la parcela cuatro o cinco de la Urbanización Lomas de Club de Campo;
que no participó en la planificación o construcción del muro de concreto fabricado
entre las parcelas 4 y 5 de la urbanización Lomas de Club de Campo; que no realizó
los planos del parcelamiento introducido antes las autoridades municipales, que no
fue quién realizó el plano de adjudicación de parcelas a los asociados; que el se
encontraba presente al momento de la construcción del muro que separa las parcelas
4 y 5 para verificar que pasara por el lindero; que la señora Jongh fue quien ordenó
la construcción del muro que separa las parcelas 4 y 5; que no sabe si la ciudadana
CRISTINA DE JONGH, obtuvo autorización de la asociación para construir el
muro; que el muro a que hace referencia fue construido en diciembre de 1998, pero
en ese momento no recuerda con precisión; que después de la construcción del muro
tuvo conocimiento de las diferencias suscitadas entre las propietarias de las parcelas
4 y 5; que no tiene conocimiento que los planos de modificación de parcelas fueron
rechazados por la Dirección de Ingeniería Municipal; que tuvo a la vista el último
plano de adjudicación de las parcelas de los asociados; que elaboraron dos planos de
adjudicación de parcelas; que el lindero o línea divisoria entre las parcelas 4 y 5
antes de la construcción del muro, no se encontraba demarcado en el plano de
adjudicación de parcelas en línea recta; que el Ingeniero Rubén Diaz fue la persona
que le ordenó la colocación de las estacas a que hace referencia en sus respuestas.
Estas deposiciones las desecha el Tribunal de conformidad con lo establecido en el
artículo 508 del Código de Procedimiento Civil, toda vez que aun cuando en las
mismas, no hubo contradicción en sus dichos, no aportan ningún elemento
probatorio en el presente procedimiento. Y así se decide.
I) En el lapso de promoción de pruebas, promovió de conformidad con lo
establecido en el artículo 433 del Código de Procedimiento Civil, prueba de
informes, por lo que solicitó se oficie a: 1) Dirección de Ingeniería Municipal del
Municipio Los Salias del Estado Miranda; 2) Asociación Civil Lomas de Club de
Campo A.C., este Tribunal por cuanto observa que dicha probanza no fue evacuada
dentro del lapso procesal correspondiente, no tiene material probatorio alguno este
Juzgador que analizar. Y así se decide.-
J) En el lapso de promoción de pruebas y de conformidad con lo establecido en el
artículo 472 del Código de Procedimiento Civil, promovió la prueba de inspección
judicial en el inmueble objeto del presente procedimiento, este Tribunal por cuanto
observa que dicha probanza no fue evacuada dentro del lapso procesal
correspondiente, no tiene material probatorio alguno este Juzgador que analizar. Y
así se decide.-
IV
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR