¿Qué Es El Gasto Energético

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

¿Qué es el gasto energético?

En biología, el gasto energético se refiere a la cantidad


de energía que un organismo utiliza en la realización de
todas sus funciones y actividades. Estas funciones pueden ser
tan variadas como el mantenimiento de la temperatura corporal,
conducción de impulsos nerviosos, reparación y formación de
tejidos, trabajo mecánico de los músculos para moverse,
digestión de alimentos o respirar.

En el ámbito de la nutrición humana, el gasto energético se


mide en calorías y se refiere específicamente a la forma en la
que cuerpo utiliza la energía almacenada en los enlaces
químicos de los distintos nutrientes. Así, se habla también de
requerimiento energético como medida de la cantidad diaria de
energía que los alimentos deben suministrar para satisfacer las
necesidades energéticas del organismo. El balance energético se
refiere al balance entre el requerimiento energético y el aporte
energético de los alimentos consumidos.

Índice de contenido
 Componentes del gasto energético
o Gasto energético en reposo
o Termogénesis inducida por los alimentos
o Gasto por actividad física voluntaria
 Métodos de medición
 Balance energético
 Para ampliar
Componentes del gasto energético
El gasto energético total se suele dividir en tres grandes
componentes: el gasto energético en reposo, la termogénesis
inducida por los alimentos y la actividad física voluntaria.
Cada uno de estos componentes se ve afectado por numerosas
variables personales y ambientales que pueden hacer que el
gasto energético total sea muy diferente de un individuo a otro
e, incluso, muy diferente para una misma persona de un día a
otro.

1. Gasto energético en reposo


El gasto energético en reposo incluye el gasto de energía
necesario para mantener las funciones vitales del organismo
y la temperatura corporal en un ambiente neutro y en
estado de reposo. El principal componente es la tasa
metabólica basal, por lo que también se llama gasto energético
basal, y puede llegar a representar el 75% del gasto energético
total.

El gasto energético en reposo suele ser ligeramente mayor a la


tasa metabólica basal por sí sola. La tasa metabólica basal se
mide por la mañana al despertarse cuándo han pasado al menos
12 horas tras la última comida y la persona se encuentra en
estado de completo descanso físico y mental. El gasto
energético en reposo, por su parte, se mide a cualquier hora del
día cuándo han pasado al menos 4 horas desde la última
comida y de actividad física.

La mayor parte de la energía basal es consumida en


el metabolismo celular (50%), síntesis molecular (40%, la
síntesis de proteínas es la que más energía consume) y
el trabajo de músculos involuntarios (10%. Diafragma,
corazón, movimientos peristálticos intestinales, etc).

Los principales factores que influyen en el metabolismo basal


son:

 Edad y etapa de crecimiento: el metabolismo basal es


mayor en edades tempranas debido sobre todo al mayor
gasto energético en el crecimiento de órganos y tejidos. El
gasto energético basal suele ir en aumento desde el
nacimiento hasta la pubertad, influido también por el
aumento del tamaño corporal y tasa de crecimiento, e ir en
disminución desde la edad adulta hasta la vejez. Durante el
embarazo el metabolismo basal aumenta
considerablemente, también durante la lactancia.
 Peso y complexión corporal: un mayor peso y tamaño
corporal suele ir acompañado de una mayor tasa
metabólica basal. Esto se debe a que se pierde más calor al
haber una mayor superficie corporal. La tasa metabólica
también es mayor en complexiones fuertes debido a la
mayor necesidad energética para mantener la masa
muscular magra en reposo.
 Estado de salud: en general, durante una enfermedad la
tasa metabólica basal suele aumentar. Por ejemplo, la tasa
metabólica basal puede aumentar hasta un 7% por cada
grado de temperatura corporal superior a 37 ºC.
 Factores hormonales: los niveles de ciertas hormonas
puede afectar a la tasa metabólica basal, especialmente la
tiroxina (producida en el tiroides) y la norepinefrina
(hormona y neurotransmisor). A mayores niveles de
tiroxina y norepinefrina, mayor tasa metabólica basal.
 Factores ambientales: uno de los factores ambientales
que más afecta a la tasa metabólica basal es la
temperatura. A mayor temperatura mayor tasa metabólica
basal.
2. Termogénesis inducida por los alimentos
La termogénsis inducida por los alimentos, también conocida
como termogénesis inducida por la dieta o efecto térmico de los
alimentos, representa entre el 5 y el 10% del gasto energético
total. Es el gasto energético destinado a la digestión,
absorción, distribución y almacenamiento de los alimentos
ingeridos. Uno de los métodos de medición más utilizados es
como diferencia del gasto energético en reposos antes y
después de una comida.

Los alimentos que más efecto térmico generan son los


alimentos ricos en proteínas, hasta un 20% superior a los
alimentos ricos en carbohidratos y grasas (25% de incremento
del gasto energético en reposo frente a un 5%). Si la ingesta de
alimentos es seguida de actividad física, la termogénesis
inducida por alimentos puede aumentar hasta el doble,
fenómeno que se conoce como termogénesis adaptativa..

Otros factores que incluyen en este componente del gasto


energético es la edad, predisposición genética, sensibilidad a la
insulina y alteraciones de la digestión.

3. Gasto por actividad física voluntaria


El gasto energético debido a la actividad física voluntaria
representa el consumo de energía producido por cualquier
movimiento del cuerpo, como levantarse de la cama, subir las
escaleras o practicar un deporte. Es la fracción del gasto
energético total más variable y puede estar entre el 10% en una
persona sedentaria hasta el 50% en un atleta.

4. Métodos de medición
El gasto energético se puede medir por diversos métodos,
generalmente clasificados en mediciones directas y
mediciones indirectas. Los métodos directos suelen ser mucho
más precisos pero son más caros y son difícilmente realizables
en grandes poblaciones por la necesidad de instalaciones y
material especializado. Los métodos indirectos son
generalmente mucho más baratos y más fáciles de realizar;
aunque son mucho menos precisos, son útiles en estudios
poblacionales.

Los principales métodos de medición del gasto energético son:

1. Calorimetría: la calorimetría mide el calor desprendido en


una reacción química. Cómo la energía ni se crea ni se
destruye, sino que se transforma, midiendo el calor
desprendido por el cuerpo puede estimarse el gasto
energético realizado. Esto sería la calorimetría directa.
La calorimetría indirecta no mide el calor desprendido
por el cuerpo de forma directa sino a través del consumo
de oxígeno y/o la producción de dióxido de carbono.
2. Monitorización del ritmo cardíaco: este método indirecto
utiliza la relación entre el ritmo cardíaco y el consumo de
oxígeno del individuo. Necesita curvas de calibración
individuales ya que esta relación es muy variable entre
diferentes personas. Se utiliza principalmente en niños.
3. Agua doblemente marcada: esta técnica utiliza isótopos
no radioactivos de hidrógeno y oxígeno introducidos en
el organismo a través de moléculas de agua. La velocidad
de eliminación de estos isótopos se puede medir a través
de muestras de orina y de sangre y da una aproximación
bastante exacta del volumen de oxígeno consumido y de
dióxido de carbono producido. Es una técnica de precisión
aceptable utilizada incluso en recién nacidos.
4. Acelerometría: existen diversos aparatos que miden el
movimiento y aceleración del cuerpo. Con estos datos se
puede estimar el nivel de actividad física y estimar el gasto
energético.
5. Cuestionarios de estimación del nivel de actividad
física: los cuestionarios pueden ser utilizados para realizar
estimaciones sobre el nivel de actividad física y también de
consumo energético diario en cuestionarios sobre hábitos
nutricionales. Su principal utilidad es en estudios
epidemiológicos a gran escala.

Balance energético
La diferencia entre el requerimiento de energía, determinado
prácticamente en su totalidad por el gasto energético total, y la
ingesta energética a través de la dieta se conoce como balance
energético. Puede ser:

 Balance positivo: se ingiere más energía de la que se


gasta. Una de sus principales consecuencias es el aumento
de peso. Se toman más calorías de las que se queman y el
exceso se almacena en depósitos de glucógeno y de grasa
como reserva.
 Balance negativo: el balance negativo, o déficit calórico,
hace perder peso pero puede llegar a ser muy peligroso en
extremo o si va acompañado de déficit nutricional.
 Balance neutro: el consumo y el gasto son prácticamente
iguales.
El organismo cuenta con mecanismos de regulación del flujo
energético, y por tanto del balance energético. Estos
mecanismos forman en su conjunto el proceso denominado
como homeostasis energética, que incluye señales químicas y
neuronales para regular los distintos procesos implicados en el
gasto e ingesta de energía. Por ejemplo, señales del sistema
nervioso central para generar sensación de saciedad y dejar de
comer.

Para ampliar

 Byrd-Bredbenner, C., Beshgetoor, D., Moe, G., & Berning, J.


(2010). Perspectivas en nutrición (8ª ed.). México:
McGrawHill.
 Levine JA.. Measurement of energy expenditure. Public
Health Nutrition, 2005.

También podría gustarte