Análisis Crítico de La Sentencia

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ANÁLISIS CRÍTICO DE LA SENTENCIA VINCULANTE No.

0731-10-EP

Gina Valeria Morales Pérez

Universidad de las Américas


Resumen:

La sentencia vinculante de la Corte Constitucional destaca que en materia de


garantías jurisdiccionales resulta trascendental la generación de criterios
jurisprudenciales vinculantes a partir del análisis de los hechos que dan origen a cada
caso, circunstancia que diferencia al derecho jurisprudencial del derecho de origen
legislativo. En consecuencia, los efectos del presente fallo serán para el caso concreto,
pero los criterios interpretativos y reglas también se extienden a casos que presenten
hechos similares. Finalmente, los criterios señalados cubren a las personas integrantes
del pueblo Kichwa Panzaleo de la Provincia de Cotopaxi, individual o colectivamente
considerados en sus territorios.

Palabras clave: justicia indígena; Corte constitucional; análisis, acción extraordinaria;


plurinacionalidad; étnico-cultural.

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene por objeto analizar en forma crítica y descriptiva, la


sentencia vinculante expedida por la Corte Constitucional, en relación con un caso
paradigmático: el desacuerdo de la aplicación de la justicia indígena como acto de
castigo.

La existencia de un derecho propio de los pueblos y nacionalidades indígenas no afecta


al resto de la ciudadanía, derecho que tiene una amplia aplicación para el conocimiento
y solución de los conflictos internos producidos entre sus miembros dentro de su ámbito
territorial. El ejercicio jurisdiccional de las autoridades indígenas debe ser respetado, sin
embargo, los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas, al igual que los
derechos que amparan a todas las personas, no son absolutos, lo que equivale a decir
que no existen derechos ilimitados; esto es, el derecho de crear, desarrollar, aplicar y
practicar su derecho propio o consuetudinario, así como la facultad de ejercer
administración de justicia en casos de conflictos internos de la comunidad, están
garantizados en tanto y en cuanto no se coloquen al margen de los convenios
internacionales de derechos humanos y de la Constitución de la República del Ecuador.

LOS HECHOS

El señor Víctor Manuel Olivo Pallo, hermano del señor Marco Olivo Pallo,
presentó acción extraordinaria de protección en contra de decisiones de justicia indígena
adoptadas el 16 y 23 de mayo de 2010, pertenecientes al pueblo de Panzaleo, de la
nacionalidad kichwa, de la provincia de Cotopaxi, con relación al asesinato de Marco
Antonio Olivo Pallo.

El 8 de junio de 2010 la Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período


de transición, certificó que respecto de la causa N.º 0731-10-EP no se ha presentado otra
demanda con identidad de objeto y acción.
El 7 de julio de 2010 la Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el período de
transición, conformada por los doctores Edgar Zárate Zárate, Hernando Morales
Vinueza y Patricio Pazmiño Freire, ordenó que se aclare la petición, determinando la
decisión de autoridad indígena contra la cual están en desacuerdo.
El 20 de julio de 2010, el legitimado activo, Víctor Manuel Olivo Pallo, presentó escrito
de aclaración de su demanda, solicitado por la Sala de Admisión.
El 12 de agosto de 2010 a las 16:58, la Sala de Admisión de la Corte Constitucional,
para el período de transición, admitió a trámite la demanda presentada por Víctor
Manuel Olivo Pallo. El escrito de aclaración presentado por los señores Flavio
Candelejo Quishpe, Wilson Ramiro Chaluisa Umajinga, Klever Fernando Chaluisa
Umajinga y Manuel Orlando Quishpe Ante, fue rechazado por haberse presentado fuera
del término dispuesto por la Sala de Admisión.
En virtud del sorteo de causas realizado por el Pleno de la Corte Constitucional, para el
período de transición, en sesión del 19 de agosto de 2010, le correspondió al juez
Manuel Viteri Olvera actuar como ponente en la causa N.º 0731-10-EP, quien avocó
conocimiento mediante auto del 30 de septiembre de 2010 a las 09:00, y dispuso que las
autoridades indígenas demandadas emitan un informe para una mejor ilustración de los
hechos ocurridos y la convocatoria a audiencia pública.
De conformidad con lo establecido en los artículos 25 y 27 del Régimen de Transición
de la Constitución de la República, el 06 de noviembre de 2012, ante la Asamblea
Nacional, fueron posesionados los jueces de la Primera Corte Constitucional del
Ecuador.
En virtud del sorteo de causas realizado por el Pleno de la Corte Constitucional, en
sesión extraordinaria del 3 de enero de 2013, le correspondió al juez Fabian Marcelo
Jaramillo Villa actuar como juez ponente de la causa. El 4 de febrero de 2014, el juez
ponente avocó conocimiento de la misma.
En sesiones extraordinarias del Pleno del Organismo, realizadas el 29 de mayo, 11 de
junio y 02 de julio del 2014, se debatió la causa. Durante el debate del 02 de julio del
2014, el juez constitucional Patricio Pazmiño Freire, en ejercicio de sus facultades,
presentó sus observaciones por escrito al proyecto presentado por el entonces juez
ponente, Marcelo Jaramillo Villa. Dichas observaciones fueron incorporadas al
expediente constitucional. Posteriormente, luego del debate correspondiente, se sometió
a votación el proyecto de sentencia del caso N.º 0731-10-EP, del juez sustanciador
Marcelo Jaramillo Villa, en el cual se obtuvo 1 voto a favor del juez constitucional
Marcelo Jaramillo Villa y 8 votos salvados de los jueces constitucionales Antonio
Gagliardo Loor, María del Carmen Maldonado, Wendy Molina Andrade, Tatiana
Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y
Patricio Pazmiño Freire. En consecuencia, el Pleno no aprobó el proyecto de sentencia,
por lo que el presidente de la Corte Constitucional, de conformidad con el artículo 27
del Reglamento de Sustaciación de Procesos en la Corte Constitucional, dispuso el
sorteo de la causa N.º 0731-10-EP, recayendo su conocimiento en la jueza
constitucional Ruth Seni Pinoargote.

EXPLICACIÓN DE LA SENTENCIA

La sentencia vinculante que la Corte adopta, constituye una regla jurídica de


aplicación obligatoria por jueces que al conocer acciones de protección están obligados
a argumentar sobre la existencia o no de acciones u omisiones que vulneren derechos
reconocidos en la Constitución o en instrumentos internacionales, en relación al caso
concreto; sólo si el juez considera motivadamente que no existen tales violaciones, su
protección corresponde a la justicia ordinaria.

El legitimado activo manifiesta que conforme el acta de resolución realizada por las
autoridades indígenas de la Comunidad de La Cocha, el domingo 9 de mayo de 2010 a
las 19:00 más o menos, en el centro urbano de la parroquia Zumbahua, de población
indígena kichwa hablante, cantón Pujili, provincia de Cotopaxi, se produjo el asesinato
de su hermano Marco Antonio Olivo Pallo.

En base a los artículos 171 de la Constitución de la República y 343 del Código


Orgánico de la Función Judicial, las autoridades indígenas de las comunidades de La
Cocha y Guantopolo conocieron el caso. El domingo 16 de mayo de 2010 y el domingo
23 de mayo de 2010 establecieron la culpabilidad de los cinco jóvenes indígenas de la
comunidad de Guantopolo e impusieron las sanciones conforme a la justicia indígena.

Que esta decisión ha generado diversas reacciones en los medios de comunicación y en


la sociedad ecuatoriana, y la interferencia en la justicia indígena por parte del fiscal
general del Estado, quien el 19 de mayo del 2010 pretendió ingresar arbitrariamente a la
comunidad indígena de La Cocha, con el fin de rescatar a uno de los principales
involucrados en la muerte de su hermano. El ministro de Gobierno y Policía,
igualmente, ha intentado usar la fuerza pública para rescatar a los involucrados y el
ministro de Justicia solicitó que se inicien las acciones legales en contra de los
dirigentes indígenas, quienes fueron apresados el 4 de junio de 2010 y posteriormente
liberados por la Corte de Justicia de Latacunga, por el “amparo de libertad” interpuesto.

Señala que en casos anteriores los jueces y fiscales han actuado dentro del marco de
respeto, coordinación, cooperación, y en apego a las normas constitucionales y legales
han aceptado lo resuelto por la jurisdicción indígena.
Cita en su demanda el artículo 10 numeral 2 del Convenio 169 de la OIT, referente a la
aplicación de las sanciones propias de la cosmovisión indígena, la ortiga, el baño con
agua fría, látigos, etc., que representan la filosofía y la cosmovisión de la justicia
indígena, lo que según “La Corte Constitucional de Colombia, no constituyen un
atentado a los derechos humanos fundamentales”.

Manifiesta que los cinco responsables del asesinato se sometieron a la justicia indígena
por su propia voluntad y aceptaron que se les aplique el sistema jurídico indígena, y que
ahora pretenden acogerse a la jurisdicción ordinaria, por lo que están siendo procesados
y se encuentran en la cárcel número 4 de la ciudad de Quito, lo que evidencia “un
proceso de doble juzgamiento”.

Que en su calidad de hermano del occiso, de manera voluntaria solicitó la intervención


y actuación de las autoridades indígenas de La Cocha, junto con las de la comunidad de
Guantopolo, a donde pertenecen los jóvenes involucrados, las mismas que en aplicación
a lo dispuesto en los artículos 171 de la Constitución de la República, 343 del Código
Orgánico de la Función Judicial y 8, 9 y 10 del Convenio 169 de la OIT, solucionaron el
caso, resolución con la que están de acuerdo los familiares del occiso.

COMENTARIO PERSONAL

La Corte estima indispensable realizar algunas puntualizaciones sobre los


efectos del reconocimiento del Estado ecuatoriano como intercultural, plurinacional y
unitario, y el nexo o grado de interdependencia entre estos conceptos que, lejos de
considerarse como antagónicos, son plenamente compatibles. Estas características
delinean al Ecuador como una nación que reconoce, respeta y garantiza la riqueza de
diversidad cultural que convive dentro de su territorio. Como corolario de lo señalado,
el preámbulo de la Constitución de la República consagra el reconocimiento de nuestras
raíces milenarias y apela a la sabiduría de las culturas que nos enriquecen como
sociedad.

Dentro de este escenario, conviene determinar cuál es el significado y alcance de cada


una de estas características. Así, la plurinacionalidad comporta un concepto de nación
que reconoce el derecho de las personas a identificar su pertenencia, no solo con cierto
ámbito geográfico, sino además con una cultura determinada. En este sentido, con el
término plurinacionalidad se hace alusión a la convivencia de varias naciones culturales
o pueblos étnicamente distintos dentro de una gran nación cívica.

Por otro lado, la interculturalidad, más que una categoría relacionada con el Estado, está
vinculada directamente con la sociedad, en la medida en que la interculturalidad no
apunta al reconocimiento de grupos étnicos-culturales, sino a las relaciones y
articulaciones entre estos pueblos heterogéneos y con otros grupos sociales y entidades
que coexisten en la nación cívica. De esta forma, para que la plurinacionalidad se
desarrolle positivamente necesita de la interculturalidad; así, estos conceptos guardan
entre sí una relación de complementariedad en el sentido que uno completa o
perfecciona al otro; mientras que, por otro lado, el principio de unidad del Estado o
Estado unitario refiere a una nación dirigida por un gobierno central, con poderes plenos
sobre el territorio nacional y con una democracia sustentada en la ciudadanía única, sin
que aquello implique restricciones a los derechos colectivos de cada grupo étnico y al
sentimiento de pertenencia de las personas a una comunidad étnico-cultural
determinada. En tal virtud, las características de plurinacionalidad e interculturalidad no
constituyen una antinomia al estado unitario ni a la democracia.

Finalmente, vale anotar que las características de plurinacionalidad e interculturalidad


no contradicen el concepto de Estado unitario, sino el concepto de Estado homogéneo;
esto es, comportan el reconocimiento de una heterogeneidad cultural dentro de un
determinado territorio y la aceptación de minorías históricamente discriminadas.

CONCLUSIONES

Del análisis crítico que antecede, a la sentencia vinculante expedida por la Corte
Constitucional del Ecuador, se concluye lo siguiente:
1. Que no se han vulnerado derechos constitucionales, tanto en el ejercicio de la
administración de justicia indígena por parte de la Asamblea General Comunitaria
de La Cocha, como tampoco por parte del Ministerio Público y la judicatura penal
ordinaria.

2. Que la Asamblea General Comunitaria del pueblo kichwa Panzaleo es la autoridad


de justicia indígena habilitada y competente para resolver los conflictos internos en
sus territorios.

3. Que la Asamblea General Comunitaria del pueblo kichwa Panzaleo, cuando conoció
este caso de muerte, no resolvió respecto de la protección del bien jurídico vida
como fin en sí mismo, sino en función de los efectos sociales y culturales que esa
muerte provocó en la comunidad, estableciendo diversos niveles de responsabilidad
que son distribuidos, en distinto grado, entre los directamente responsables y sus
respectivas familias, mientras que por su lado, el ministerio público y la justicia
penal ordinaria actuaron bajo la obligación constitucional y legal de investigar y
juzgar, respectivamente, la responsabilidad individual de los presuntos implicados
en la muerte, por lo que esta Corte declara que no se ha configurado el non bis in
idem o doble juzgamiento.

4. Que el Consejo de la Judicatura organice un proceso sistemático de difusión de esta


sentencia con todos los operadores de justicia relacionados, debiendo diseñar una
política institucional apropiada para lograr una eficaz y generalizada
implementación administrativa y financiera de las instancias de cooperación y
coordinación intercultural a nivel nacional, tanto en el ámbito del Ministerio Público
como en las instancias judiciales pertinentes.

5. Que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en conjunto con la Defensoría


del Pueblo, Defensoría Pública y la Secretaria Nacional de Gestión de la Política,
organicen a la brevedad posible un proceso nacional de difusión de esta sentencia en
el nivel local, provincial y nacional con las personas, comunidades, pueblos y
nacionalidades indígenas, en su propia lengua.

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