Cocinas Madres Del Mundo Sesion N°01
Cocinas Madres Del Mundo Sesion N°01
Cocinas Madres Del Mundo Sesion N°01
Estos alimentos indígenas eran tan variados, que por lo que se sabe, nunca fue
necesario importarlos, a pesar de la intensidad del comercio desde antes del III
milenio.
Conocían los métodos para conservarlos, transformándolos y aderezándolos de
distintas formas. Secaban las legumbres y cereales así como varios frutos (en
particular dátiles, uvas e higos) las carnes eran conservadas en sal y el pescado
también en aceite. Preparaban una especie de salmuera que servía a la vez de
alimento y condimento para pescado, crustáceos o langostas, llamada shiqqu.
FORMAS DE COCCIÓN
Antes del tercer milenio usaban unos "hornos de cúpula", que permitían una
cocción más suave y en un medio húmedo que era el vapor que producían los
mismos alimentos al cocerse; de esta manera obtendrían una cocción mejor de las
masas y del pan leudado.
Otro método que se conoce era la cocción indirecta en un medio graso y líquido,
aunque de esto no se tienen pruebas fehacientes. Los cacharros que se usaban
para estas cocciones son: uno que generalmente era de barro, una especie de
"olla" (diqaru), y otro de bronce, el conocido "caldero" (ruqqu) tan utilizado en las
antiguas civilizaciones de Oriente, que se usaba para distintas cocciones. La
"olla"para hervir con agua y el "caldero" para cocciones lentas y, supuestamente,
con muy poca agua. En una de las excavaciones realizadas en la zona de
Mesopotamia, los arqueólogos han encontrado trozos de lo que sería una "batería
de cocina" muy variada y en los textos se pueden localizar algunos nombres de
estos utensilios. Basándose en estos hallazgos los especialistas llegaron a la
conclusión de que en Mesopotamia se conocía lo que podríamos llamar una
verdadera "cocina".
De todo lo descripto, que aunque es muy interesante, no puede pretenderse un
rigor absoluto hay algo que sí es realmente impactante y se trata del hallazgo de
una especie de "enciclopedia". Se trata de 24 tablillas en dos columnas en las que
se codificaban con nombres (sumerios y acadios, uno a cada lado) clasificados en
grandes categorías, todos los elementos naturales o no, de todo lo que aparecía a
su alrededor. Cada tablilla tenía 400 rótulos, y las dos últimas, es decir, 800
rótulos estaban relacionados a la "Alimentación". Aunque este número parezca
elevado, todavía se agregó una cantidad mayor, extraídos de documentos o de la
literatura. Bottéro hace una oportuna comparación refiriéndose a la cantidad, ya
que podría componer una "carta"propia del personaje de uno de los libros de
Rabelais, - escritor renacentista, humanista ingenioso, chispeante y exuberante-
llamado Gargantúa, que era un gigante medieval legendario que se destacaba por
su fuerza y su apetito insaciable.