Averias en Turbinas de Vapor PDF
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en plantas de cogeneración
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Colección COGENERACIÓN
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La mayor parte de las averías en una planta de cogeneración son averías
repetitivas. Sorprende incluso que diferentes plantas con diferentes configu-
raciones y diferentes tecnologías puedan tener semejanzas en este punto.
Aunque los fallos típicos más habituales de cada planta dependen lógica-
mente de los modelos específicos de cada uno de los equipos que compo-
nen la planta, es posible generalizar una serie de fallos que pueden consi-
derarse habituales en las plantas de cogeneración. Sin pretender realizar un
estudio profundo y detallado de estos fallos, trataremos de exponer los
síntomas, causas y consecuencias de cada uno de ellos, tratando en algu-
nos casos de exponer como corregirlos o evitarlos.
En este libro se estudian en mayor detalle las averías de las tres máquinas
térmicas habituales, esto es, motor alternativo, turbina de gas y turbina de
vapor; de manera más esquemática, se relacionan las averías del resto de
la instalación de cogeneración. Esto no debe hacer pensar que las averías
en las instalaciones de recuperación de calor o en los sistemas auxiliares
deben preocupar menos al técnico de la planta, ya que a pesar de que su
gravedad es inferior, son mucho más frecuentes que las que afectan al mo-
tor térmico
8. PRINCIPALES AVERÍAS
2. PRINCIPIOS DE FUNCIONAMIENTO
8.1. Alto nivel de vibraciones
8.2. Desplazamiento axial excesivo
3. PRINCIPALES ELEMENTOS
8.3. Fallos diversos de la instrumentación
3.1. Rotor
8.4. Fuga de vapor
3.2. Carcasa
8.5. Funcionamiento incorrecto de la válvula de
3.3. Álabes control
3.4. Cojinetes radiales y axiales 8.6. Dificultad o imposibilidad de la sincronización
3.5. Válvulas de admisión 8.7. Bloqueo del rotor por curvatura del eje
3.6. Sellado: sellos laberínticos y vapor de sellos 8.8. Gripaje del rotor
3.7. Sistema de lubricación
3.8. Sistema de control
9. DIAGNÓSTICO DE TURBINAS DE VAPOR
3.9. Regulación de potencia 9.1. Pruebas de prestaciones
9.2. Balances de masa y energía
4. ELEMENTOS AUXILIARES 9.3. Análisis de datos históricos
4.1. Condensador 9.4. Análisis de datos de funcionamiento
4.2. Sistemas de vacío 9.5. Pruebas de diagnóstico:
4.3. Sistemas de refrigeración
10. REPUESTOS
5. CRITERIOS DE SELECCIÓN DE
TURBINAS DE VAPOR
11. HERRAMIENTAS HABITUALES
11.1. Herramientas mecánicas
6. OPERACIÓN DE TURBINAS DE VAPOR 11.2. Herramientas eléctricas
6.1. Arranques y paradas
11.3. Herramientas de instrumentación
6.2. Vigilancia de parámetros de funcionamiento
11.4. Herramientas de diagnóstico
6.3. Regímenes de trabajo habituales
11.4. Herramientas especiales
6.4. Consecuencias de arranques y paradas
frecuentes
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Madrid, del 25 de Febrero al 28 de Mayo
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Módulos que componen el curso:
y dirigidas en sentidos opuestos. Al salir por las toberas hacia girar a la es-
fera del mismo modo que lo hace el agua de un aspersor rotativo de
césped. Esta turbina de Herón funcionaba según el principio de reacción.
En el año 1629 aparece la si-
guiente turbina de vapor de la
que se tiene noticia de la ma-
no de Giovanni Branca que
experimentó con una rueda
de agua modificada, diseñó
una máquina capaz de realizar
un movimiento en base al im-
pulso que producía sobre una
rueda de vapor que salía por
un caño. Se desconoce si la
máquina de Branca se cons-
truyó pero si está claro que es Figura 3.2. Turbina de Giovanni Branca
el primer intento de construc-
ción de las que hoy se llaman
turbinas de acción.
Posteriormente hacia 1831 William Avery construyó en los EE.UU. las prime-
ras turbinas de vapor, que seguían el esquema de Herón ya que eran turbi-
nas de reacción cuya estructura se basaba en un eje hueco con dos brazos
también huecos de unos 60 cm. de longitud montados en ángulo recto y
que tenían en su extremo un pequeño orificio dirigido en sentidos opuestos.
El vapor que alimentaba este eje hueco salía por dichos orificios haciéndolo
girar. Se utilizaron comercialmente en serrerías e incluso una de ellas se
probó a instalarla en una locomotora. Estas turbinas pese a conseguir los
rendimientos para los que fueron construidas se fueron abandonando debi-
do al alto nivel de ruidos que causaban, a su difícil regulación y a sus fre-
cuentes averías.
Pese a todos estos intentos de construcción, el desarrollo definitivo de la
aplicación industrial de las turbinas de vapor que estaban destinadas a un
futuro, no se dio hasta la última década del siglo XIX, impulsadas por una
serie de hombres como Gustav De Laval en Suecia, Charles Parsons en In-
glaterra o Charles G. Curtis en EE.UU.
5 CV. La turbina fue utilizada por primera vez, en el año 1891, en estacio-
nes eléctricas y plantas similares, y sirvió de base para la posterior creación
de la turbina combinada y la de condensación.
Tras fundar, en el año 1889, también en Newcastle, su propio taller de fa-
bricación de turbinas de vapor y de diversos tipos de máquinas eléctricas, la
C.A. Parsons and Company, Parsons decidió aplicar su invento en los bar-
cos. Así pues, en el año 1894 comenzó la construcción de un barco media-
no, al que bautizó con el nombre de Turbinia, de tan sólo 30´48 metros de
eslora y 2´28 de manga, con un peso total de 42 toneladas, al que instaló
su turbina bastante perfeccionada.
Por fin, en su primera prueba de fuego, realizada tres años más tarde, el
Turbinia alcanzó la increíble velocidad de 34´5 nudos marinos debido a la
nueva planta impulsiva, superando los 27 nudos alcanzados por el más
rápido buque de guerra equipado con máquinas de vapor clásicas de cilin-
dros.
La turbina de Parsons fue utilizada
desde ese momento para la impulsión
de barcos de guerra, mercantes y
transatlánticos, además de para pro-
pulsar un buen número de máquinas
de todo tipo, desde generadores has-
ta coches. Gracias a su invento, que
revolucionó del todo el mundo de la
propulsión, Parsons fue elegido miem-
bro de la Royal Society, en 1898, pre-
sidente del Institute of Marine Engine-
ers, en 1905, y condecorado, en
1902, con la medalla de la Royal so-
ciety Rumford, además de ser nom-
brado, en el año 1911, Caballero del
Imperio Británico. En el año 1912,
Parsons publicó un extenso tratado
Fig 3.4. Charles Parsons sobre la turbina de vapor. Todos sus
escritos y papeles técnicos fueron cla-
sificados y publicados en el año 1934.
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Las causas más habituales que provocan un alto nivel de vibración son las
siguientes:
Es posible que lo que se esté considerando como una vibración sea en reali-
dad una falsa señal, que tenga como origen el mal funcionamiento del sen-
sor encargado de detectarlo.
Los tres cojinetes de los que suele disponer una turbina de vapor de las
usadas en plantas de cogeneración (delantero, trasero o de empuje o
axial) sufren un desgaste con el tiempo, aún con una lubricación perfec-
ta.
La corrosión puede ser causa del desequilibrio ya que ataca de forma dife-
rente a cada zona de la turbina. La figura 3.11 muestra una turbina fuerte-
mente desequilibrada, por una corrosión inaceptable en álabes. La mala ca-
lidad del vapor está detrás de la mayor parte de las averías de este tipo
Las turbinas de vapor están equipadas con un sistema virador que facilita
que el eje no se curve cuando está caliente. La misión de este sistema es
redistribuir los pesos uniformemente sobre el eje de rotación, y evitar cur-
Fig 3.11 Rotor de una turbina de vapor Siemens SST 700 muy habitual en centrales
termosolares
El eje puede estar curvado de forma permanente, es decir, con una defor-
mación no recuperable siguiendo el procedimiento indicado en el apartado
anterior. No es fácil que esto suceda después de la puesta en marcha inicial
de la turbina, y habitualmente se debe a un fallo preexistente, y que provie-
ne del proceso de fabricación. Es habitual que el equilibrado dinámico haya
enmascarado el problema, aunque en el espectro inicial de vibración, el que
es recomendable realizar el inicio de la operación del equipo, es seguro que
estará presente.
Fig 3.16 Reductor acoplado a una turbina de alta presión, con una relación de velocida-
des entre el eje lento y el eje rápido de 3:1
Entre las causas comunes del aumento del nivel de vibración en un reductor
están:
Esta válvula, que suele estar antes de la válvula de control es una válvula
todo-nada. En su posición ‘cerrado’ puede dejar pasar algo de vapor que
puede afectar al equipo. Es conveniente comprobar periódicamente, apro-
vechando una revisión de la instalación, que esta válvula y sus elementos
internos de cierre se encuentran en buen estado
Las holguras entre los álabes fijos (toberas) y móviles de la turbina son
muy pequeñas. Si el eje se curva por cualquier razón, especialmente por
paradas de la turbina sin mantener el sistema virador en marcha, la curva-
tura del eje puede ser suficiente para que álabes fijos y móviles topen y se
impida el movimiento del rotor. Esta curvatura puede ser de dos tipos:
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