Luna

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Luna

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Para otros usos de este término, véase Luna (desambiguación).

Luna 

Desde el espacio, la Luna luce como una esfera gris-blanquecina, con


cráteres de varios tamaños.

Categoría satélite natural

Estrella Tierra

Distancia estelar 356 565 kilómetros

Magnitud aparente -12,6

Elementos orbitales

Inclinación 5,1454 °

Excentricidad 0,0549

Elementos orbitales derivados

Período orbital sideral 27 d 7 h 43,1 m 

Período orbital sinódico 29 d 12 h 44 m 2.9 s 


Radio orbital medio 384.403 km

Satélite de la Tierra

Características físicas

Masa 7,349 × 1022 kg

Volumen 2,1958 × 1010 km³

Densidad 3,34 g/cm³

Área de superficie 38 millones de km²

Radio 1 737.1 kilómetros

Diámetro 3476 km

Perigeo 33' 28,8"


Diámetro angular Apogeo 29' 23,2"
Medio 31' 5,2"

Gravedad 1,62 m/s²

Velocidad de escape 2,38 km/s

Periodo de rotación 27d 7h 43,7min

Inclinación axial 1,5424°

Albedo 0,12

Oxígeno 43%
Composición corteza Silicio 21%
Aluminio 10%
Calcio 9%
Hierro 9%
Magnesio 5%
Titanio 2%
Níquel 0,6%
Sodio 0,3%
Cromo 0,2%
Potasio 0,1%
Manganeso 0,1%
Azufre 0,1%
Fósforo 500 ppm
Carbono 100 ppm
Nitrógeno 100 ppm
Hidrógeno 50 ppm
Helio 20 ppm

Características atmosféricas

Presión 3 × 10-10 Pa

Mínima 40 K (-233 °C)
Temperatura Media (día) 380 K (107 °C)
Media 120 K (-153 °C)
(noche)
Máxima 396 K

(123 °C)

Helio 25%
Composición Neón 25%
Hidrógeno 23%
Argón 20%
Metano ?
Amoníaco ?
Dióxido de carbono trazas

[editar datos en Wikidata]

La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Con un diámetro ecuatorial de


3476 km, es el quinto satélite más grande del sistema solar, mientras que en cuanto
al tamaño proporcional respecto a su planeta es el satélite más grande: un cuarto del
diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa. Después de Ío, es además el segundo
satélite más denso. Se encuentra en relación síncrona con la Tierra, siempre
mostrando la misma cara hacia el planeta. El hemisferio visible está marcado con
oscuros mares lunares de origen volcánico entre las brillantes montañas antiguas y
los destacados astroblemas.
A pesar de ser en apariencia el objeto más brillante en el cielo después del Sol su
superficie es en realidad muy oscura, con una reflexión similar a la del carbón. Su
prominencia en el cielo y su ciclo regular de fases han hecho de la Luna un objeto
con importante influencia cultural desde la antigüedad tanto en el lenguaje, como en
el calendario, el arte o la mitología. La influencia gravitatoria de la Luna produce
las mareas y el aumento de la duración del día. La distancia orbital de la Luna, cerca
de treinta veces el diámetro de la Tierra, hace que se vea en el cielo con el mismo
tamaño que el Sol y permite que la Luna cubra exactamente al Sol en los eclipses
solares totales.
La Luna es el único cuerpo celeste en el que el ser humano ha realizado
un descenso tripulado. Aunque el programa Luna de la Unión Soviética fue el
primero en alcanzar la Luna con una nave espacial no tripulada, el programa
Apolo de Estados Unidos realizó las únicas misiones tripuladas al satélite terrestre
hasta la fecha, comenzando con la primera órbita lunar tripulada por el Apolo
8 en 1968, y seis alunizajes tripulados entre 1969 y 1972, siendo el primero el Apolo
11 en 1969, y el último el Apolo 17. Estas misiones regresaron con más de 380 kg
de roca lunar, que han permitido alcanzar una detallada comprensión geológica de
los orígenes de la Luna (se cree que se formó hace 4500 millones de años después
de un gran impacto), la formación de su estructura interna y su posterior historia.
En 1970, la Unión Soviética puso en la superficie el primer vehículo robótico
controlado desde la tierra: Lunojod 1. El rover fue enviando fotografías y vídeos de la
superficie que recorrió (10 km) durante casi un año.1
Desde la misión del Apolo 17 en 1972, ha sido visitada únicamente por sondas
espaciales no tripuladas, en particular por el astromóvil soviético Lunojod 2.
Desde 2004, Japón, China, India, Estados Unidos, y la Agencia Espacial
Europea han enviado orbitadores. Estas naves espaciales han confirmado el
descubrimiento de agua helada fijada al regolito lunar en cráteres que se encuentran
en la zona de sombra permanente y están ubicados en los polos. Se han planeado
futuras misiones tripuladas a la Luna, pero no se han puesto en marcha aún.
La Luna se mantiene, bajo el Tratado sobre el espacio ultraterrestre, libre para la
exploración de cualquier nación con fines pacíficos.

Índice

 1Etimología
 2Características físicas
o 2.1Formación
 3Distancia a la Luna
 4Revoluciones de la Luna
 5Movimiento de traslación lunar
 6Movimiento de rotación
 7Traslación de la Luna alrededor del Sol
 8Libraciones
o 8.1Libración en longitud
o 8.2Libración en latitud
o 8.3Libración diurna
 9Sistema binario
 10Planeta doble
 11Órbita de la Luna
 12Eclipses
 13Luna azul
 14Superluna
 15Las mareas
 16Agua en la Luna
o 16.1Descubrimiento de agua en la Luna
 17Atmósfera de la Luna
 18Origen de la Luna
 19Relieve lunar
 20La observación lunar
 21La exploración lunar
 22Iconografía
 23La Luna en el derecho internacional
 24Influencia sobre el comportamiento humano
o 24.1Efecto lunar
o 24.2Influencia sobre los ritmos fisiológicos durante el sueño
 25Véase también
 26Referencias
 27Bibliografía
o 27.1En inglés
 28Enlaces externos

Etimología[editar]
La palabra que designa al satélite de la Tierra, «luna», procede del latín. En esta
lengua era originalmente la forma femenina de un adjetivo en -no- *leuk-s-no,
'luminoso'. Por lo tanto, la palabra «luna» significa 'luminosa', 'la que ilumina'. Este
adjetivo latino deriva de la raíz *lūc-/lŭc- ('brillar', 'ser luminoso'), de donde proceden
igualmente luceo ('lucir'), lumen ('luz'), lux ('luz'), etc. A su vez, esta raíz procede de
la raíz indoeuropea *leuk-, que se encuentra en otras lenguas en términos
relacionados con la luz, como el griego λύχνος, lýkhnos (lýjnos), 'lámpara'.
Probablemente, el epíteto *leuksno-/ *louksno-, 'la luminosa', ya era utilizado para
designar a la luna en protoindoeuropeo.
En protoindoeuropeo también existió un nombre masculino para la Luna, formado
sobre la raíz *mēns-, del que se conservan formas en varias lenguas, como el griego
μηνός, menós, 'luna', e incluso con el sentido primitivo en lenguas itálicas, como
el umbro (ablativo singular) "menzne", 'Luna'. En latín esta forma *mēns- ha
evolucionado semánticamente para designar el 'mes'. De «luna» procede el término
'«lunes», que ya en latín designaba el 'día de la luna' (dies lunae).2
Asimismo, el término griego Selene (en griego antiguo, Σελήνη Selếnê, nombre de la
diosa mitológica asociada a la Luna) ha pervivido en el español y en otros idiomas
como una forma culta para expresar determinados conceptos relacionados con la
Luna (como por ejemplo las palabras «selenografía», que designa la cartografía
lunar; o «selenita», el gentilicio de los supuestos habitantes del satélite y «selenio»,
elemento químico).

Características físicas[editar]
La Luna es excepcionalmente grande en comparación con su planeta la Tierra: un
cuarto del diámetro del planeta y 1/81 de su masa. 3 Es el satélite más grande del
Sistema Solar en relación al tamaño de su planeta (aunque Caronte es más grande
en relación al planeta enano Plutón).4 La superficie de la Luna es menos de una
décima parte de la de la Tierra, lo que representa cerca de un cuarto del área
continental de la Tierra. Sin embargo, la Tierra y la Luna siguen siendo consideradas
un sistema planeta-satélite, en lugar de un sistema doble planetario, ya que
su baricentro, está ubicado cerca de 1700 km (aproximadamente un cuarto del radio
de la Tierra) bajo la superficie de la Tierra. 5
Formación[editar]
Estructura y características de la Luna.
Artículos principales: Origen de la Luna y  Teoría del gran impacto.
Varios mecanismos han sido propuestos para explicar la formación de la Luna hace
4527±10 millones de años. Esta edad se ha calculado según la datación del isótopo
de las rocas lunares, entre 30 y 50 millones de años luego del origen del sistema
solar.6 Estos incluyen la fisión de la Luna desde la corteza terrestre debido a fuerzas
centrífugas,7 que deberían haber requerido también un giro inicial de la Tierra; 8 la
atracción gravitacional de la Luna en estado de formación, 9 que hubiera requerido
una extensión inviable de la atmósfera para disipar la energía de la Luna, que se
encontraba pasando;8 y la co-formación de la Luna y la Tierra juntas en el disco de
acreción primordial, que no explica la depleción de hierro en estado metálico. 8 Estas
hipótesis tampoco pueden explicar el fuerte momento angular en el sistema Tierra-
Luna.10

Representación gráfica de la teoría del gran impacto.

La hipótesis general hoy en día es que el sistema Tierra-Luna se formó como


resultado de un gran impacto: un cuerpo celeste del tamaño de Marte colisionó con
la joven Tierra, volando material en órbita alrededor de esta, que se fusionó para
formar la Luna.11 Se cree que en el Sistema Solar primitivo eran frecuentes impactos
gigantescos como este. Los modelados de un gran impacto por simulaciones
computacionales concuerdan con las mediciones del momento angular del sistema
Tierra-Luna, y el pequeño tamaño del núcleo lunar; a su vez demuestran que la
mayor parte de la materia de la Luna proviene del objeto que impactó, no de la joven
Tierra.12 Además, ciertos meteoritos demuestran que las composiciones isotópicas
del oxígeno y el tungsteno de otros cuerpos del Sistema Solar interior tales como
Marte y (4) Vesta son muy distintas a las de la Tierra, mientras que la Tierra y la
Luna tienen composiciones isotópicas prácticamente idénticas. La mezcla de materia
evaporada tras el impacto entre la Tierra y la Luna pudo haber equiparado las
composiciones,13 aunque esto es debatido.14
La importante cantidad de energía liberada en el gran impacto y la subsecuente
fusión del material en la órbita de la Tierra pudo haber derretido la capa superficial
de la Tierra, formando un océano de magma. 1516 La recién formada Luna pudo
también haber tenido su propio océano de magma lunar; las estimaciones de su
profundidad varían entre 500 km y el radio entero de la Luna.

Distancia a la Luna[editar]

Comparación de tamaño aparente de la Luna entre el perigeo–apogeo.

En astronomía, una distancia lunar (LD) es la medida de la distancia desde la Tierra


a la Luna. La distancia media entre la Tierra y la Luna es 384 400 kilómetros.17 La
distancia real varía a lo largo de la órbita de la Luna.
Se realizan mediciones de alta precisión de la distancia a la Luna midiendo el tiempo
que tarda la luz en viajar entre las estaciones LIDAR en la Tierra y
los retrorreflectores colocados en la Luna.
La Luna se aleja de la Tierra a una tasa promedio de 3,8 cm por año, como lo
detectó el experimento de medición lunar láser.181920 La tasa de la recesión se
considera anormalmente alta.21 Por coincidencia, la diagonal de los cubos de los
retrorreflectores en la Luna también es de 3,8 cm.2223
La primera persona que midió la distancia a la Luna fue el astrónomo y
geógrafo Hiparco en el año 150 a. C. Se basó en el dato del diámetro de la Tierra,
calculado por Eratóstenes 100 años antes. Obtuvo una distancia de 348 000 km.
Para este cálculo utilizó la curvatura de la sombra que proyecta la Tierra sobre la
Luna en un eclipse lunar, un método ideado por Aristarco de Samos.24 Es notable el
pequeño error, dada las limitaciones de la época, siendo de solamente de unos 36
000 km, lo que representa menos de 10 %
El catálogo de objetos cercanos de la NASA incluye las distancias a la Tierra de
asteroides y cometas medidas en distancias lunares. 25

Revoluciones de la Luna[editar]
La Luna tarda en dar una vuelta alrededor de la Tierra 27 d 7 h 43 min si se
considera el giro respecto al fondo estelar (revolución sideral), pero 29 d 12 h 44 min
si se la considera respecto al Sol (revolución sinódica) y esto es porque en este
lapso la Tierra ha girado alrededor del Sol (ver mes). Esta última revolución rige
las fases de la Luna, eclipses y mareas lunisolares. Como la Luna tarda el mismo
tiempo en dar una vuelta sobre sí misma que en torno a la Tierra, presenta siempre
la misma cara. Esto se debe a que la Tierra, por un efecto llamado gradiente
gravitatorio, ha frenado completamente a la Luna. La mayoría de los satélites
regulares presentan este fenómeno respecto a sus planetas. Así pues, hasta la
época de la investigación espacial (Luna 3) no fue posible ver la cara lunar oculta,
que presenta una disimetría respecto a la cara visible. El Sol ilumina siempre la
mitad de la Luna (exceptuando en los eclipses de luna), que no tiene por qué
coincidir con la cara visible, produciendo las fases de la Luna. La inmovilización
aparente de la Luna respecto a la Tierra se ha producido porque la gravedad
terrestre actúa sobre las irregularidades del globo lunar de forma que en el
transcurso del tiempo la parte visible tiene 4 km más de radio que la parte no visible,
estando el centro de gravedad lunar desplazado del centro lunar 1,8 km hacia la
Tierra.

 Revolución sinódica: es el intervalo de tiempo necesario para que la Luna


vuelva a tener una posición análoga con respecto al Sol y a la Tierra. Su
duración es de 29 d 12 h 44 min 2,78 s. También se le denomina lunación o mes
lunar.
 Revolución sideral: es el intervalo de tiempo que le toma a la Luna volver a
tener una posición análoga con respecto a las estrellas. Su duración es de 27 d
7 h 43 min 11,5 s.
 Revolución trópica: es el lapso necesario para que la Luna vuelva a tener
igual longitud celeste. Su duración es de 27 d 7 h 43 min 4,7 s.
 Revolución draconítica: es el tiempo que tarda la Luna en pasar dos veces
consecutivas por el nodo ascendente. Su duración es de 27 d 5 h 5 min 36 s.
 Revolución anomalística: es el intervalo de tiempo que transcurre entre 2
pasos consecutivos de la Luna por el perigeo. Su duración es de 27 d 13 h
18 min 33 s.

Movimiento de traslación lunar[editar]

Cara oculta de la Luna iluminada por el sol, mientras cruza entre la cámara del DSCOVR y la Tierra.

El hecho de que la Luna salga aproximadamente una hora más tarde cada día se
explica conociendo la órbita de la Luna alrededor de la Tierra. La Luna completa una
vuelta alrededor de la Tierra aproximadamente en unos 28 días. Si la Tierra no
rotase sobre su propio eje, sería muy fácil detectar el movimiento de la Luna en su
órbita. Este movimiento hace que la Luna avance alrededor de 12° en el cielo cada
día. Si la Tierra no rotara, lo que se vería sería la Luna cruzando la bóveda
celeste de oeste a este durante dos semanas, y luego estaría dos semanas ausente
(durante las cuales la Luna sería visible en el lado opuesto del Globo).
Sin embargo, la Tierra completa un giro cada día (la dirección de giro es también
hacia el este). Así, cada día le lleva a la Tierra alrededor de 50 minutos más para
estar de frente con la Luna nuevamente (lo cual significa que se puede ver la Luna
en el cielo). El giro de la Tierra y el movimiento orbital de la Luna se combinan, de tal
forma que la salida de la Luna se retrasa del orden de 50 minutos cada día.
Teniendo en cuenta que la Luna tarda aproximadamente 28 días en completar su
órbita alrededor de la Tierra, y esta tarda 24 horas en completar una revolución
alrededor de su eje, es sencillo calcular el "retraso" diario de la Luna.
Mientras que en 24 horas la Tierra habrá realizado una revolución completa, la Luna
solo habrá recorrido un 1/28 de su órbita alrededor de la Tierra, lo cual expresado en
grados de arco da:
Si ahora se calcula el tiempo que la Tierra en su rotación tarda en recorrer este
arco,
da los aproximadamente 50 minutos que la Luna retrasa su salida cada día.
Para notar el movimiento de la Luna en su órbita, hay que tener en cuenta su
ubicación en el momento de la puesta de Sol durante algunos días. Su
movimiento orbital la llevará a un punto más hacia el este en el cielo en el
crepúsculo cada día.

 Caras de la luna

90° Oeste
 

Cara visible
 

Cara oculta
 

90° Este

Movimiento de rotación[editar]

Fases de la Luna vistas desde el hemisferio norte (desde el hemisferio sur su orden es


inverso).

La Luna gira sobre un eje de rotación que tiene una inclinación de 88,3° con
respecto al plano de la eclíptica de la Tierra, por tanto casi perpendicular.
Dado que la duración de los dos movimientos es la misma, la Luna presenta
a la Tierra constantemente el mismo hemisferio. La Luna tarda 27,32 días en
dar una vuelta sobre sí misma.

Traslación de la Luna alrededor del Sol[editar]


Al desplazarse en torno del Sol, la Tierra arrastra a su satélite y la forma de la
trayectoria que esta describe es una curva de tal naturaleza que dirige
siempre su concavidad hacia el Sol. La velocidad con que la Luna se
desplaza en su órbita alrededor de la Tierra es de 1 km/s.

Libraciones[editar]
Artículo principal: Libración

Debido a la excentricidad de la órbita lunar, la inclinación del eje de rotación


de la Luna con respecto al plano de la eclíptica y al movimiento de rotación
de la Tierra en el curso de una revolución sideral, se logra ver, desde la
Tierra, un 59% de la superficie de la Luna —en vez del 50%—, como si
estuviese animado de ligeros balanceos de este a oeste y de norte a sur.
Estos movimientos aparentes se conocen con el nombre de libraciones.
Libración en longitud[editar]
Se debe a que el movimiento de rotación de la Luna es uniforme mientras
que su velocidad angular no lo es. Es máxima en el perigeo y mínima en
el apogeo. Debido a esa Libración el satélite tiene un balanceo de oriente a
poniente, gracias al cual se logra ver la superficie convexa correspondiente a
la de un huso de 7°.
Libración en latitud[editar]

Libración.

Es debido a la inclinación del eje de rotación de la Luna con respecto al plano


de su órbita y a la eclíptica. Dicho eje forma un ángulo de 88° 30’ con el plano
de la eclíptica y como el de la órbita lunar es de 5° con respecto a la eclíptica,
entonces el ángulo formado con el eje de rotación de la Luna con el plano de
su órbita es de 6° 30’. Por lo tanto, no solo pueden verse el polo norte y el
polo sur de la Luna sino que se logra ver 6° 30’ más allá del polo sur. Esta
libración es una especie de cabeceo de norte a sur en un tiempo que no es
igual a una revolución sideral pues es de 27,2 días.
Libración diurna[editar]
Se debe al hecho de que el radio terrestre no es despreciable con respecto a
la distancia a la Luna. El valor de esta libración es de casi un grado, valor
aproximado a su grado de paralaje.

Sistema binario[editar]
La Luna por su tamaño es el quinto satélite del Sistema Solar. No obstante si
se adopta como criterio de comparación el cociente de masas con su planeta
resulta que Ganímedes es 1/12500 la masa de Júpiter, Titán es 1/4700 la
masa de Saturno y la Luna es 1/81,3 la masa de la Tierra. De esta manera se
podría considerar el sistema Tierra-Luna como un sistema binario.

Planeta doble[editar]

Comparación en escala de la Luna y la Tierra.


Es la denominación que algunos científicos dan al sistema Tierra-Luna
debido al desmesurado tamaño que presenta el satélite con relación al
planeta, de solo 81 veces menor masa, es decir solo 3,6 veces menor que la
Tierra en diámetro (si el planeta fuese del tamaño de una pelota de
baloncesto, la Luna sería como una pelota de tenis).
Esta afirmación se apoya en las relaciones existentes entre los distintos
planetas del Sistema Solar y sus satélites, variando estas entre las 3,6/1
veces menor de la Luna y las 8924/1 del satélite XIII Leda con relación a
Júpiter.
Otras relaciones son: V Miranda 105/1 con relación a Urano, II Deimos 566/1
con relación a Marte o I Ío de 39/1 con relación a Júpiter.
También se apoya esta denominación en la inexistencia de más satélites
naturales que orbiten a la Tierra, pues lo habitual es que no exista ninguno
(caso de Mercurio o Venus) o que existan multitud de ellos como sucede en
los planetas del tipo joviano.
Así, cuando se dice que la Tierra describe una elipse en torno al Sol, en
realidad se debe decir que la órbita la describe el centro del sistema Tierra-
Luna. Ambos astros, unidos por un eje invisible, forman algo así como una
haltera disimétrica que gira en torno a su centro de gravedad.
Debido a que la masa de la Tierra es muy superior a la de la Luna, ese
centro, denominado baricentro, que divide a la masa común en dos partes
iguales, está situado en el interior del globo terrestre, a unos 4683 km de su
centro. Así, 26 veces al año, la Luna pasa alternativamente de uno al otro
lado de la órbita terrestre.
De esas consideraciones, se desprende que los movimientos de la Luna son
mucho más complejos de lo que se supone, siendo necesario para
determinar con exactitud los movimientos reales de la Luna tener en cuenta
nada menos que 1.475 irregularidades en los movimientos lunares diferentes
y que incluyen las perturbaciones de su órbita debidas a la atracción ejercida
por los demás astros del sistema solar, especialmente Venus (el más
cercano) y Júpiter (el de mayor masa), así como entre otros la aceleración
secular del movimiento de la Luna.

Órbita de la Luna[editar]
Artículo principal: Órbita de la Luna
La Luna describe alrededor de la Tierra una trayectoria elíptica de baja
excentricidad, a una distancia media de 384 400 kilómetros y en sentido
antihorario. La distancia entre la Tierra y su satélite natural varía, así como
también lo hace la velocidad en la órbita.26
Dado que la rotación lunar es uniforme y su traslación no, pues sigue
las leyes de Kepler, se produce una Libración en longitud que permite ver un
poco más de la superficie lunar al Este y al oeste, que de no ser así no se
vería. El plano de la órbita lunar está inclinado respecto a la eclíptica unos 5°
por lo que se produce una Libración en latitud que permite ver
alternativamente un poco más allá del polo Norte o del Sur. Por ambos
movimientos el total de superficie lunar vista desde la Tierra alcanza un 59%
del total. Cada vez que la Luna cruza la eclíptica, si la Tierra y el Sol están
sensiblemente alineados (Luna llena o Luna nueva) se producirá un eclipse
lunar o un eclipse solar.
La órbita de la Luna es especialmente compleja. La razón es que la Luna
está suficientemente lejos de la Tierra y la fuerza de gravedad ejercida por
el Sol es significativa. Dada la complejidad del movimiento, los nodos de la
Luna, no están fijos, sino que dan una vuelta en 18,6 años. El eje de la elipse
lunar no está fijo y el apogeo y perigeo dan una vuelta completa en 8,85
años. La inclinación de la órbita varía entre 5° y 5° 19’. De hecho, para
calcular la posición de la Luna con exactitud hace falta tener en cuenta por lo
menos varios cientos de términos. Además, la órbita Luna-Tierra se
encuentra inclinada respecto al plano de la órbita Tierra-Sol, de modo que
únicamente en dos puntos de su trayectoria, llamados nodos, pueden
producirse eclipses solares o lunares.
Asimismo, la Luna se aleja unos cuatro centímetros al año de la Tierra, 27 a la
vez que va frenando la rotación terrestre -lo que hará que en un futuro lejano
los eclipses totales de Sol dejen de producirse al no tener la Luna suficiente
tamaño como para tapar completamente el disco solar-. En teoría, dicha
separación debería prolongarse hasta que la Luna tardara 47 días en
completar una órbita alrededor de nuestro planeta, momento en el cual
nuestro planeta tardaría 47 días en completar una rotación alrededor de su
eje, de modo similar a lo que ocurre en el sistema Plutón-Caronte. Sin
embargo, la evolución futura de nuestro Sol puede trastocar este proceso. Es
posible que al convertirse nuestra estrella en una gigante roja dentro de
varios miles de millones de años, la proximidad de su superficie al sistema
Tierra-Luna haga que la órbita lunar se vaya cerrando hasta que la Luna esté
a alrededor de 18.000 kilómetros de la Tierra -el límite de Roche-, momento
en el cual la gravedad terrestre destruirá la Luna convirtiéndola en unos
anillos similares a los de Saturno. De todas formas, el fin del sistema Tierra-
Luna es incierto y depende de la masa que pierda el Sol en esos estadios
finales de su evolución.28
Un estudio de la Agencia Espacial Europea realizado en 2019, con datos
recopilados por el observatorio SOHO, establece que la Luna orbita dentro de
la atmósfera terrestre pues la región más distante de esta se extiende más
allá de la órbita de la Luna y tiene un radio de 630 000 km, 50 veces el
diámetro de la Tierra.29

Tiempo requerido para que la luz viaje desde la Tierra hasta la Luna. El tamaño y la distancia
están a escala.

Eclipses[editar]
Artículos principales: Eclipse solar  y  Eclipse lunar.
Los tres tipos de eclipses lunares.

Los tres tipos de eclipses solares.

Eclipse lunar total en abril de 1996. En los eclipses de Luna, ésta toma un color rojo causado
por la atmósfera.

Un eclipse lunar es un evento astronómico que sucede cuando la Tierra se


interpone entre el Sol y la Luna, generando un cono de sombra que oscurece
a la Luna. El diámetro del Sol es 400 veces más grande que el de la Luna,
pero también está 400 veces más lejos, de modo que ambos abarcan
aproximadamente el mismo ángulo sólido para un observador situado en la
Tierra. La Luna en un eclipse lunar puede contener hasta tres veces su
diámetro dentro del cono de sombra causado por la Tierra. Los eclipses
lunares se clasifican en 3 tipos. Estos sonː

1. Penumbralesː la Luna llena pasa solamente por la zona de la


penumbra del cono de sombra terrestre. Su luminosidad relativa muy
poco, por lo tanto no se percibe una vista simple.
2. Parcialesː la Luna llena no entra completamente en el cono de
sombra de la Tierra, es decir parte queda en la penumbra y parte en la
umbra, será entonces parcial.
3. Totalesː la Luna llena entra completamente en el cono de sombra
terrestre adquiriendo distintos colores desde un amarillento,
anaranjado, cobrizo suave hasta uno oscuro.
Por el contrario, en un eclipse solar, la silueta oscura de la Luna oscurece por
completo la brillante del Sol (eclipse total) y en determinada parte de su
órbita, cuando está más distante, no llega a ocultarlo del todo, dejando una
franja anular (eclipse anular) o no está exactamente en línea con la Tierra y la
Luna solo oscurece parcialmente al Sol (eclipse parcial).
La complejidad del movimiento lunar dificulta el cálculo de los eclipses y se
debe tener presente la periodicidad con que estos se producen
(Periodo Saros).

Luna azul[editar]
Esta sección es un extracto de Luna azul[editar]

Eclipse lunar de diciembre del 2009 con una Luna azul.

Se denomina Luna azul (traducción del inglés blue moon) a la segunda luna


llena ocurrida durante un mismo mes del calendario gregoriano (el usado
habitualmente en Occidente), lo que sucede aproximadamente (en promedio)
cada 2,5 años30 y, originalmente, al tercer plenilunio cuándo en una estación
cualquiera del año se dan cuatro lunas llenas en lugar de tres. El fenómeno
«Luna azul» cobró popularidad cuando se produjo dos veces en 1999 (enero
y marzo). Los medios de comunicación reseñaron ampliamente el
acontecimiento, poco conocido hasta entonces. Naturalmente, en el mes de
febrero de 1999 no se produjo ninguna luna llena.
Basándose el origen del término en el calendario gregoriano, su uso se
difundió medieval. La traducción castellana no es del todo completa, ya que
la expresión proviene del inglés blue («azul»), el cual a su vez viene de una
deformación del inglés antiguo belewe, que en realidad significa «traidor», ya
que una luna adicional en la primavera implicaba extender el ayuno de
la cuaresma.31 Entre tres y siete veces en cada siglo hay dos lunas azules en
un mismo año. Debido a que el mes de febrero es el único cuya duración es
inferior al ciclo lunar, la primera siempre se produce en enero y la segunda,
en orden decreciente de probabilidad, en marzo, abril o mayo. 32 Se
observaron dos lunas azules el 2 y 31 de diciembre de 2009, coincidiendo
que el 31 de diciembre de 2009 hubo un eclipse parcial de luna, cuyo
plenilunio fue en diciembre.
El término belewe quedó abreviado como blwe y luego se transformó en blue,
y así pasó a la cultura latina traducido como "azul". Así, según el significado
de belewe se trataría de una luna traidora, aunque lo que realmente
sería traidor es el mes gregoriano de 31 días en el sentido de que su
duración es 1.5 días más que el mes natural marcado por la luna, de 29.5
días. La propia palabra inglesa month tiene como raíz moon y de hecho
significa "lunar", pero ocho de los "meses" del calendario gregoriano (romano
cristiano) no son lunares, y cuando se da la casualidad de que el inicio de un
mes de 31 días coincide con la fase llena se da un mes belewe o belewe
month, blwe month, y de ahí evoluciona por analogía sonora como blue
month y blue moon. Al no ser un evento astronómico sino una curiosidad
cultural del calendario cristiano también se le llama belewe month o mes
traidor, denominación menos popular pero más coherente con el sentido
original. El mes traidor no existe en las culturas que usan calendarios lunares,
como la judía y la musulmana para las que el calendario es sagrado, creación
de Dios (Yahvé, Alláh), y por ello perfecto y parte de la religión.

Superluna[editar]
Esta sección es un extracto de Superluna[editar]

La superluna del 14 de noviembre de 2016 estaba a 356 511 kilómetros (221 526 mi) del


centro de la Tierra, la más cercana desde 1948. No estará más cerca hasta 2034.

Super luna, Montevideo, Uruguay


Se denomina superluna a la coincidencia de la luna llena o luna nueva con el
máximo acercamiento de ésta a la tierra (el perigeo). Esto ocurre debido a
que la órbita lunar es elíptica. En dichos casos se la suele apreciar algo más
grande y más brillante de lo normal.3334

Las mareas[editar]
Artículo principal: Marea

Efecto de la atracción gravitatoria de la Luna sobre las mareas terrestres.

En realidad, la Luna no gira en torno a la Tierra, sino que la Tierra y la Luna


giran en torno al centro de masas de ambos. Sin embargo, al ser la Tierra un
cuerpo grande, la gravedad que sobre ella ejerce la Luna es distinta en cada
punto.
En el punto más próximo es mucho mayor que en el centro de masas de la
Tierra, y mayor en este que en el punto más alejado de la Luna.
Así, mientras la Tierra gira en torno al centro de gravedad del sistema Tierra-
Luna, aparece a la vez una fuerza que intenta deformarla, dándole el aspecto
de un huevo.
Este fenómeno se llama gradiente gravitatorio, el cual produce las mareas.
Al ser la Tierra sólida la deformación afecta más a las aguas y a la atmósfera
y es lo que da el efecto de que suban y bajen dos veces al día (sube en los
puntos más cercano y más alejado de la Luna).
Un efecto asociado es que las mareas frenan a la Tierra en su rotación
(pierde energía debido a la fricción de los océanos con el fondo del mar), y
dado que el sistema Tierra-Luna tiene que conservar el momento angular, la
Luna lo compensa alejándose, actualmente, 38 mm35 cada año, como han
demostrado las mediciones láser de la distancia, posibles gracias a los retro-
reflectores que los astronautas dejaron en la Luna.

Agua en la Luna[editar]
Artículo principal: Agua lunar
Hasta el año 2009 se debatió en la comunidad científica la posible existencia
de agua en la Luna. El ambiente selenita hace casi imposible la presencia de
agua: a no ser en forma cristalizada microscópica en las rocas, la existencia
de agua líquida es prácticamente imposible, ya que en la mayor parte de la
superficie lunar, por momentos la temperatura asciende mucho.
Esto y la falta de una atmósfera implican que toda agua expuesta al ambiente
lunar típico se sublime y que sus moléculas se fuguen al espacio. Sin
embargo dos descubrimientos, uno en 1996 por parte de la
sonda Clementine,36 y otro en 1998 debido al Lunar Prospector detectaron
imprevistas presencias de hidrógeno en los polos lunares.37
Una hipótesis para explicar tal fenómeno es que ese hidrógeno esté en forma
de agua y que algunos cometas, al impactar en las zonas polares, puedan
haber creado cráteres donde no llega la luz solar. En tales cráteres quizás
pudiera encontrarse agua congelada de origen cometario (es decir: agua
exógena). En el interior de los cráteres polares nunca llega la luz solar,
permanecen en una eterna oscuridad y jamás suben de los −240 °C. En
estas gélidas oquedades hay agua congelada o un compuesto con hidrógeno
como el metano (CH4). El 24 de septiembre de 2009, la India reportó que su
primera nave de exploración lunar la Chandrayaan-1 utilizando el Moon
Mineralogy Mapper (Trazador Mineralógico Lunar) de la NASA, ha
encontrado evidencias de una importante cantidad de agua endógena (no
procedente de otros astros) por debajo de la superficie de la Luna, tal agua
sería en gran parte producto de las reacciones químicas desencadenadas por
las fuertes radiaciones que el mencionado satélite recibe, más
concretamente: el viento solar durante el día lunar haría que los iones de
hidrógeno presentes en los materiales superficiales selenitas
originen hidróxilo (OH) y agua (H2O),38 en cuanto al posible hielo
lunar algunos científicos sugieren que pudiera haber hasta 300 millones de
toneladas en los cráteres polares que nunca reciben luz ni calor solar. 394041
Descubrimiento de agua en la Luna[editar]
El 13 de noviembre de 2009, la Agencia espacial de Estados
Unidos NASA anunció el hallazgo de agua en la Luna. Cuando, el 9 de
octubre la NASA estrelló la sonda LCROSS y su impulsor Centauro en el
fondo del cráter Cabeus en el polo sur de la Luna, en una operación que
buscaba confirmar la presencia de agua en el satélite natural de la Tierra. La
colisión levantó una columna de material desde el fondo de un cráter que no
ha recibido la luz del Sol en miles de millones de años.
El agua que se levantó por el impacto de la sonda podría llenar una docena
de baldes de ocho litros, dijo el científico Anthony Colaprete. Los datos
preliminares obtenidos del análisis de esos materiales “indican que la misión
descubrió, exitosamente, agua (…) y este descubrimiento abre un nuevo
capítulo en nuestro conocimiento de la Luna”, afirmó la NASA.
“La concentración y distribución de agua y de otras sustancias requieren más
análisis, pero podemos decir con seguridad que (el cráter) Cabeus contiene
agua”, afirmó Colaprete.42

Atmósfera de la Luna[editar]
La Luna tiene una atmósfera insignificante debido a su baja gravedad y
ausencia de campo electromagnético, incapaz de retener moléculas de gas
en su superficie. La totalidad de su composición aún se desconoce. El
programa Apolo identificó átomos de helio y argón, y más tarde (en 1988),
observaciones desde la Tierra añadieron iones de sodio y potasio. La mayor
parte de los gases en su superficie provienen de su interior.
La agitación térmica de las moléculas de gas viene inducida por la radiación
solar y por las colisiones aleatorias entre las propias partículas atmosféricas.
En la atmósfera terrestre las moléculas suelen tener velocidades de cientos
de metros por segundo, pero excepcionalmente algunas logran alcanzar
velocidades de 2.000 a 3000 m/s. Dado que la velocidad de escape es de,
aproximadamente, 11.200 m/s estas nunca logran escapar al espacio. En la
Luna, por el contrario, al ser la gravedad seis veces menor que en nuestro
planeta, la velocidad de escape es asimismo menor, del orden de 2.400 m/s.
Podemos deducir entonces que si la Luna tuvo antaño una atmósfera, las
moléculas más rápidas pudieron escapar de ella para, según una ley de la
teoría cinética de los gases, inducir a las restantes a aumentar su velocidad,
acelerando así el proceso de pérdida atmosférica. Se calcula que
la desaparición completa de la hipotética atmósfera lunar debió realizarse a lo
largo de varios centenares de millones de años.
La ausencia prácticamente casi total de atmósfera en la Luna obliga a los
astronautas a disponer de equipos autónomos de suministro de gases,
conocidos como P.L.S.S. en sus paseos por la superficie. Asimismo, al no
existir un manto protector, las radiaciones ultravioleta y los rayos
gamma emitidos por el Sol bombardean la superficie lunar, siendo necesario
contar con trajes protectores especiales que eviten sus efectos nocivos.
Para la tenue atmósfera lunar cualquier pequeño cambio puede ser
importante. La sola presencia de los astronautas altera localmente su presión
y su composición al enriquecerla con los gases espirados por ellos y por los
que se escapan del módulo lunar cada vez que se efectúa una EVA. Existe el
temor de que los gases emitidos por las naves que en la década del setenta
alunizaron en la Luna hayan creado una polución o contaminación de igual
masa a la de su atmósfera nativa. Aunque estos gases ya deben haber
desaparecido en su mayoría, aún hay una preocupación de que queden
restos que impidan investigar sobre la atmósfera real de la Luna.
La atmósfera lunar recibe también aportaciones de partículas solares durante
el día, que cesa al llegar la noche. Durante la noche lunar, la presión puede
bajar hasta no ser más que de dos billonésimas partes de la atmósfera
terrestre, subiendo durante el día hasta las ocho billonésimas partes,
demostrando así que la atmósfera lunar no es una atmósfera permanente,
sino una concentración de partículas dependiente del medio exolunar.
La ionosfera que rodea a nuestro satélite se diferencia de la terrestre en el
escaso número de partículas ionizadas, así como de la presencia
de electrones poco energéticos que, arrancados del suelo de la Luna, son
emitidos al espacio por el impacto de los rayos solares. Actualmente, se ha
podido determinar la existencia de una cola de sodio compuesta por vapores
que se desprenden de nuestro satélite de forma similar a como lo hacen los
gases de los cometas.
La ausencia de aire, y en consecuencia de vientos, impide que se erosione la
superficie y que transporte tierra y arena, alisando y cubriendo sus
irregularidades. Debido a la ausencia de aire no se transmite el sonido. La
falta de atmósfera también significa que la superficie de la Luna no tenga
ninguna protección con respecto al bombardeo esporádico
de cometas y asteroides. Además, una vez que se producen los impactos de
estos, los cráteres que resultan prácticamente no se degradan a través del
tiempo por la falta de erosión.

Origen de la Luna[editar]

Escultura "Alegoría de la Luna", parque principal de la población de


Sáchica, Boyacá, Colombia.
Artículos principales: Hipótesis del gran impacto  y  Geología de la Luna.
Al descubrir que la composición de la Luna era la misma que la de la
superficie terrestre se supuso que su origen tenía que venir de la propia
Tierra. Un cuerpo tan grande en relación a nuestro planeta difícilmente podía
haber sido capturado ni tampoco era probable que se hubiese formado junto
a la Tierra. Así, la mejor explicación de la formación de la Luna es que esta
se originó a partir de los pedazos que quedaron tras una cataclísmica colisión
con un protoplaneta del tamaño de Marte en los albores del Sistema Solar
(hipótesis del gran impacto). Esta teoría también explica la gran inclinación
axial del eje de rotación terrestre que habría sido provocada por el impacto.
En 2018 un estudio de las universidades de California Davis y de Harvard
ofreció una versión en la que la Luna hubiera surgido en el interior de la
Tierra, cuando nuestro planeta era una hirviente nube de roca vaporizada
girando alrededor de sí misma.43
La enorme energía suministrada por el choque fundió la corteza terrestre al
completo y arrojó gran cantidad de restos incandescentes al espacio. Con el
tiempo, se formó un anillo de roca alrededor de nuestro planeta hasta que,
por acreción, se formó la Luna. Su órbita inicial era mucho más cercana que
la actual y el día terrestre era mucho más corto ya que la Tierra rotaba más
deprisa. Durante cientos de millones de años, la Luna ha estado alejándose
lentamente de la Tierra, a la vez que ha disminuido la velocidad de rotación
terrestre debido a la transferencia de momento angular que se da entre los
dos astros. Este proceso de alejamiento continúa actualmente a razón de
38 mm por año.
Tras su formación, la Luna experimentó un periodo cataclísmico, datado en
torno a hace 3800-4000 millones de años, en el que la Luna y los otros
cuerpos del Sistema Solar interior sufrieron violentos impactos de grandes
asteroides. Este período, conocido como bombardeo intenso tardío, formó la
mayor parte de los cráteres observados en la Luna, así como en Mercurio. El
análisis de la superficie de la Luna arroja importantes datos sobre este
periodo final en la formación del Sistema solar. Posteriormente se produjo
una época de vulcanismo consistente en la emisión de grandes cantidades
de lava, que llenaron las mayores cuencas de impacto formando los mares
lunares y que acabó hace 3000 millones de años. Desde entonces, poco más
ha acaecido en la superficie lunar que la formación de nuevos cráteres
debido al impacto de asteroides, si bien no son infrecuentes los informes
(tanto históricos como actuales) que dan noticia de la presencia de
fenómenos luminosos ocasionales sobre la luna, denominados fenómenos
lunares transitorios.
Recientemente, sin embargo, los datos enviados por la sonda
japonesa SELENE han mostrado que dicho vulcanismo ha durado más de lo
que se pensaba, habiendo acabado en la cara oculta hace 2500 millones de
años.44

Relieve lunar[editar]

La X lunar a través de un telescopio refractor de 60 mm.


Artículo principal: Geología de la Luna
Ilustración de Galileo (1616) sobre las fases lunares.

Cuando Galileo Galilei apuntó su telescopio hacia la Luna en 1610 pudo


distinguir dos tipos de regiones superficiales distintas. A las regiones oscuras
las denominó «mares», y aunque muy pronto se supo que no contienen agua,
han conservado nombres tales como Mar de la Serenidad o Mar de la
Fecundidad; son planicies con pocos cráteres. El resto de la superficie lunar
es más brillante, y presenta regiones más elevadas con una alta densidad de
cráteres, tales como Tycho y Clavius. En la superficie lunar también existen
cadenas de montañas que llevan nombres como Alpes y Apeninos, igual que
en la Tierra.
Como circunstancia particular, cuando la Luna está muy próxima a la fase de
cuarto creciente, el juego de luces y sombras en la zona del terminador hace
que se vea una zona iluminada con forma de X en la Luna.
Principales accidentes de la luna sobre proyección cilíndrica de las fotografías de la
misión Clementine ((Clementine Lunar Map 2.0))

Mar Imbrium y el cráter


Cráter Mar de la
Cráter Tycho en la Copérnico, la cordillera en
Tsiolkovski fotografiad Tranquilidad fotografiad
superficie lunar. la parte superior son
o desde el Apolo 15. o desde el Apolo 8.
los montes Cárpatos.
Impactos meteoríticos sobre la superficie lunar
Alrededor de 1830, los principales selenógrafos (como el astrónomo
alemán Johann Heinrich von Mädler) habían llegado a la conclusión de que el
satélite no contiene ni atmósfera ni agua, y de que el relieve de la Luna no
cambia. Sin embargo, siendo esto cierto en líneas generales a corto plazo
(por la ausencia actual de fenómenos de vulcanismo, hidrológicos o
atmosféricos en condiciones de modelar la superficie lunar), la falta de
atmósfera no mitiga los impactos meteoríticos, lo que por simple acumulación
en espacios de tiempo a escala geológica, implica un efecto considerable
sobre su relieve (prueba de ello son los numerosísimos cráteres de impacto
que cubren su superficie).
De hecho, hay algunas evidencias históricas acerca de impactos meteoríticos
sobre la luna:

 El 18 de junio de 1178, el monje británico Gervasio de


Canterbury observó el impacto de un asteroide en la luna creciente,
hecho que figura reflejado en las crónicas de la catedral de Canterbury.

 En 1866, el astrónomo irlandés John Birmingham escribió un ensayo


sobre la desaparición de un cráter en la superficie de la luna y la
subsiguiente aparición de una vasta nube luminosa en su lugar.

 El 17 de marzo de 2013, un meteoroide del tamaño de una roca pequeña


impactó sobre la superficie lunar en el Mare Imbrium y provocó una
explosión diez veces más brillante que las observadas hasta ese
momento.45

 El 11 de septiembre de 2013, un meteoroide con un diámetro


comprendido entre los 0,6 y los 1,4 metros y un peso de 400 kg colisionó
en el Mare Nubium (Mar de las Nubes) a unos 65 000 km/h, provocando
la explosión lunar más brillante registrada hasta ahora. 46
La observación lunar[editar]
Artículos principales: Historia de la observación lunar y  Mitología Lunar.

Luna llena vista desde el hemisferio norte el 13 de julio de 2014, fecha en que la fase llena
coincidió con el perigeo.

Luna llena vista desde el hemisferio sur, donde es posible apreciar que se ve invertida, en
comparación con la imagen desde el hemisferio norte.
La Luna en distintos calendarios

 La palabra inglesa para mes, month, proviene
de moonth, una forma sajona primitiva
para lunación (la palabra moon significa ‘Luna’,
en inglés), debido al primitivo uso de
un calendario lunar en la cultura sajona. De forma
similar, el nombre neerlandés de la Luna
es maan, y la palabra neerlandesa para "mes"
es maand.
 En castellano el primer día de la semana, «lunes»,
tiene su raíz en el «día de la Luna» (Dies lunae,
en latín). Esto se puede ver también en el idioma
inglés, en que monday viene de moon day, en
italiano —Lunedi—, en francés donde se
llama Lundi, en alemán Montag, en japonés 月曜
日 Getsuyôbi (月 es luna) y en neerlandés donde
se llama Maandag. (Ver semana.)
 En el idioma turco, la palabra Ay ('mes') también
significa 'luna'. El origen de esta coincidencia es
el hecho de que el musulmán es un calendario
lunar.
 En los idiomas chino y japonés las palabras 'luna'
y 'mes' se escriben con el mismo carácter: 月 (lo
que se conoce como kanji en japonés o hanzi en
chino), debido a que ambas culturas emplean
calendarios lunares.
 En el idioma coreano las palabras 'luna' y 'mes' se
escriben con el mismo carácter: 달 (lo que se
conoce como hangul), debido a que la cultura
emplea calendario lunar.
La primera foto de la Tierra vista desde la Luna se transmitió el 23 de agosto de 1966 desde
el Lunar Orbiter I hasta la estación espacial de Robledo de Chavela.

Desde tiempos inmemoriales la Luna sorprendió a la humanidad con su gran


tamaño, sus ciclos orbitales y sus fases. Fue uno de los dos cuerpos más
importantes junto con el Sol y su periodicidad sirvió como calendario en
muchas culturas. En Irlanda se ha encontrado una roca de hace 5.000 años
que parece ser la representación más temprana de la Luna descubierta hasta
la fecha.
En muchas culturas prehistóricas y antiguas, la Luna era una deidad u otro
fenómeno sobrenatural (por ejemplo, los kiliwa creen que la Luna es una
potencia masculina, y según su propia mitología el dios de la Luna Meltí ?ipá
jalá(u) fue el creador de todo el universo).
Una de las primeras veces que se intentó ofrecer una visión racional y
científica de lo que era la luna fue en la Antigua Grecia. La propuso
el filósofo Anaxágoras quien razonó que tanto el Sol como la Luna eran dos
cuerpos gigantes, rocosos y esféricos y que la luz emitida por la Luna no era
más que luz reflejada del Sol. Su idea ateísta del cielo fue una de las causas
de su encarcelamiento y posterior exilio.
En la Edad Media, antes de la invención del telescopio, cada vez más gente
fue reconociendo que la Luna era una esfera ya que se creía que tenía que
ser "perfectamente lisa".
En 1609, Galileo Galilei observó por primera vez la Luna con telescopio y
afirmó, en su libro Sidereus Nuncius (El mensajero celeste), que no era lisa
ya que tenía cráteres. Más tarde, también en el siglo XVII, Giovanni Battista
Riccioli y Francesco Maria Grimaldi trazaron un mapa de la Luna y dieron
nombre a muchos de esos cráteres, nombres que se mantienen hoy día.

La exploración lunar[editar]
Artículo principal: Exploración de la Luna

Aldrin pone la bandera de Estados Unidos en la superficie lunar.

El Programa Luna de la antigua Unión Soviética (1959-1976) tuvo por


objetivo llegar con naves no tripuladas a la Luna. El Luna 3 logró fotografiar la
cara oculta, Luna 9 logró posarse suavemente, y Luna 10 orbitó por primera
vez la Luna. Dos vehículos Lunojod lograron posarse y moverse por su
superficie y tras el alunizaje del Apolo 11 tripulado, las naves Luna 16, Luna
20 y Luna 24 trajeron unos 300 gramos de polvo lunar a la Tierra.
El programa Ranger estadounidense (1961-1965) lanzó directamente contra
la Luna una serie de naves de reconocimiento fotográfico. Solo Ranger 7, 8 y
9 lograron su objetivo. El programa Lunar Orbiter puso cinco naves no
tripuladas en órbita lunar entre los años 1966-1967 para cartografiarla y
ayudar al Programa Apolo para poner una persona en la Luna, hito histórico
que se logró con la llegada del Apolo 11 el 20 de julio de 1969 y que se
retransmitió a todo el planeta desde las diferentes instalaciones de la Red del
Espacio Profundo. El MDSCC en Robledo de Chavela (Madrid, España)
perteneciente a ella, sirvió de apoyo durante todo el viaje de ida y vuelta. 4748
Al programa Ranger le sucedió el programa Surveyor que tras el Luna 9 logró
alunizajes suaves de naves no tripuladas.

Las naves estadounidenses Clementine y Lunar Prospector, las


japonesas Hiten y Selene, la europea Smart 1, la china Chang'e 1 y la
hindú Chandrayaan-1 representaron una vuelta a la Luna, abandonada
desde 1973. Su misión fue detectar la presencia de vapor de agua mezclado
con polvo lunar y procedente de cometas que se han estrellado cerca de
los polos lunares en cráteres donde nunca son iluminados por el Sol.
En septiembre de 2005, la NASA anunció el proyecto de un nuevo viaje
tripulado a nuestro satélite, programado para el año 2018.
En septiembre de 2009, se anunció que la sonda india Chandrayaan-1, que
orbitaba la Luna, detectó finas películas de agua en la superficie. 41

Iconografía[editar]

Antiguo Egipto La Luna, según Bonatti (1550)

Münchhausen Viaje a la Luna, según Méliès


Mezquita (Malasia) Cruasán

Las distintas formas que adopta la luna durante su ciclo de 28 días


(especialmente la reconocible silueta que recuerda a una letra "C"
denominada creciente) tienen una amplia presencia en diversas
manifestaciones, que abarcan desde la mitología hasta el arte, pasando por
la heráldica o su asociación simbólica con el islam. Esta última vinculación
(especialmente a los ojos de los no musulmanes) tiene su origen en el siglo
XVI, cuando el creciente fue adoptado por los turcos como símbolo heráldico,
y no adquiriría su actual connotación como símbolo religioso hasta mucho
tiempo después.49 Su presencia es habitual en las agujas de las mezquitas, y
forma parte de la bandera de algunos países (generalmente de tradición
islámica).
En heráldica, el creciente puede adquirir distintas denominaciones según esté
orientado; la silueta formada por cuatro crecientes enlazados (que recuerda a
un trébol de cuatro hojas) se denomina "lunel". 50chesse
Su presencia en el arte se remonta a la época de las pinturas rupestres (con
ejemplos en Tassili n'Ajjer, Argelia)51 y su aparición es omnipresente en todas
las culturas de la antigüedad, desde Egipto hasta Roma. Las artes plásticas
(desde las ilustraciones literarias hasta el cine), han producido numerosas
imágenes más o menos antropomórficas de la Luna, algunas de ellas
convertidas en auténticos iconos de la cultura del siglo XX (como las
históricas imágenes de la película de 1902 Viaje a la Luna, obra de Georges
Méliès).
Por último, como ejemplo de los variados usos que se dan a la silueta
del creciente, cabe recordar la relación de la forma del cruasán con la media
luna, circunstancia ligada con el sitio de Viena por las tropas turcas en
1683.52

La Luna en el derecho internacional[editar]


Banderas que incluyen la imagen de la Luna:

Argelia Comoras

Azerbaiyán Brunéi
Libia Malasia

Maldivas Mauritania

Nepal Pakistán

Singapur Túnez

Turkmenistán Turquía

Uzbekistán Creciente Rojo

Artículo principal: Tratado sobre el espacio ultraterrestre


Las actividades que afectan de forma directa al espacio exterior (en el que se
incluye la Luna) están reguladas por un tratado internacional firmado
inicialmente en 1967 por Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión
Soviética. En 2015, 103 países son parte del tratado, mientras que otros 89
han firmado el acuerdo pero todavía no lo han ratificado.
Sin embargo, este hecho no ha evitado que hayan surgido algunas iniciativas
de legitimidad legal más que dudosa, que periódicamente reclaman ante
instancias oficiales la propiedad de la Luna, y que son reflejadas por los
diarios por su llamativo carácter anecdótico:

 En 1953, el abogado chileno Jenaro Gajardo Vera registró la propiedad


de la Luna pagando 42.000 pesos de la época, y la escritura se hizo
oficial el 25 de septiembre de 1954 en el Conservador de Bienes
Raíces de la ciudad de Talca. La historia de que el presidente Richard
Nixon cumplió la formalidad de pedirle permiso para el alunizaje del Apolo
11 en 1969 se ha convertido en un falso mito popular asociado a la
historia original.53
 En 1980, con posterioridad a la firma del tratado internacional, el
estadounidense Dennis Hope formalizó de nuevo en una oficina del
registro de San Francisco la "compra" de la Luna, dedicándose desde
entonces a vender "parcelas" en suelo lunar. 54

Influencia sobre el comportamiento humano[editar]


Efecto lunar[editar]
Artículo principal: Efecto lunar
Se denomina con este nombre a la extendida creencia de que los ciclos de la
Luna tienen alguna influencia en el comportamiento humano. Sin embargo,
no hay evidencias científicas con relevancia estadística que confirmen
mínimamente esta aseveración. Ni siquiera el ciclo menstrual humano (cuya
duración de 28 días coincide sensiblemente con el ciclo lunar), presenta la
menor correlación estadística en su distribución en la población femenina con
las fases de la Luna.55 En esta misma línea, también se han difundido
disciplinas como la agricultura biodinámica, que pretenden obtener supuestos
beneficios en las cosechas coordinando los momentos de plantación o de
recolección con determinadas fases de la Luna.
Influencia sobre los ritmos fisiológicos durante el
sueño[editar]
Se ha confirmado científicamente, después de muchísimos años de
especulaciones al respecto, que hay una correlación entre las fases de la
luna y los ritmos biológicos del ser humano durante el sueño. Un grupo de
científicos suizos observó que, alrededor de la luna llena, las ondas
delta del electroencefalograma se reducían un 30 por ciento durante el sueño
NMOR, un indicador del sueño profundo, que los participantes tardaron cinco
minutos más en conciliar el sueño y, en general, que durmieron veinte
minutos menos. Los participantes voluntarios sintieron que durmieron mal
(calidad subjetiva del sueño) durante la luna llena, fase durante la cual se
observaron en ellos niveles menores de melatonina, hormona que regula
los ciclos de sueño-vigilia. Se trata quizá de un ritmo circalunar que ha
quedado como vestigio de la antigüedad, "cuando la luna era responsable de
la sincronización del comportamiento humano". Se considera que esta es la
primera evidencia fiable de que un ritmo lunar puede modular la estructura
del sueño en los seres humanos cuando se mide en las condiciones
altamente controladas de un protocolo de estudio de laboratorio circadiano
sin la presencia de las claves del tiempo

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