Spondylus 22
Spondylus 22
Spondylus 22
Editorial 3
PORTOVIEJO
CUNA DE LA CIVILIZACIÓN ABORÍGEN DE LA AMÉRICA INDIA
Ramiro Molina Cedeño 4
UNIVERSI ZAMBRANO ROMERO
un manabita sin reposo
Ab. Marigloria Cornejo Cousín 13
La novela
Alfredo Cedeño Delgado 19
AMBATO Y EL BICENTENARIO
Dr. Plutarco Naranjo 24
E
l manabitismo se aproxima a un comunitaria que nos distingue, nos jus-
sentimiento que nos une con la- tifica y nos explica.
zos de identidades comunes que En esa identidad comunitaria se
nos identifica y que nos construye como inscribe nuestro ancestro montubio,
pueblo y como región. que nunca hemos negado y que exhi-
¿Puede considerarse a Manabí bimos con orgullo. Y el alma montubia
como una región, si se considera que que nos sostiene y nos une se ha expre-
ésta es un conjunto geográfico cuya sado, a lo largo del tiempo, a través de
reproducción económica y social debe la tradición oral.
ser asegurada por sus habitantes más En ausencia de libros y de im-
o menos de un modo autónomo? Ésta prenta, sin la facilidad del nexo escrito
es la pregunta que se hacen sociólogos generalizadamente usado, solo la trans-
e historiadores y que muchos despista- misión del conocimiento, la enseñanza
dos, etiquetándonos como auto insufi- de las costumbres y los detalles de la
cientes económicos, contestan que no. cotidianidad fueron llevados de “boca
Nosotros, los manabitas, creemos que en boca” y a través de generaciones por
no solo somos región contestando con verdaderas bibliotecas ambulantes hu-
fundamentos de manera afirmativa a la manas que fueron los “cuenteros”.
pregunta, sino que, como región, quizá
Aunque la memoria es frágil y, a
única en el país, el manabitismo nos
pesar de lo que dijo Ranke, “sin docu-
otorga identidad.
mentos no hay historia”, en tierras ma-
Avocados a un aislamiento casi nabitas, personajes como don dumas
absoluto en los años coloniales en don- Mora que ilustra ésta portada de Spon-
de fuimos obligados, por una división dylus, han hecho historia; son historia-
política-administrativa española, a per- dores cuyos recuerdos, caminando de
tenecer a la provincia de Guayaquil, generación en generación, han sido vi-
y luego, con las primeras décadas re- tales para mantener esa identidad que,
publicanas, intentando una evolución como dijimos, nos distingue, nos justifi-
de nuestras estructuras económicas y ca y nos explica como pueblo.
sociales para ofrecer respuestas locales
a impulsos exteriores, los manabitas
hemos podido construir desde 1824, no
solo una región, un conjunto económico
y social que se desarrolla y que actúa
en un espacio dado, sino una identidad
LA IMPORTANCIA DE MANTA EN EL COMERCIO
MUNDIAL DEL SIGLO XXI
Héctor Villagrán Cepeda
E
der que pueden activar la posición
s posible visualizar el mundo geopolítica del Ecuador en el escena-
del futuro en base a la historia. rio de Comercio Mundial.
Este artículo toma dos eventos
Algunos ejemplos de la activa-
históricos sucedidos hace 100 y 200
ción de esta visión se reflejan en ac-
años para analizar el potencial del
ciones de los gobiernos: Brasil está
Ecuador como centro de un nuevo
empujando el eje China-India-Brasil.
cluster de logística del Transporte, ba-
Venezuela en Siria acaba de anun-
sado en las alianzas estratégicas del
ciar la creación de la ruta aérea Da-
Siglo XXI “No es una época de cam-
masco-Caracas. Los peruanos están
bios. Vivimos un cambio de época”
invirtiendo más de 3.000 millones en
refirió el Presidente Rafael Correa, en
su vía a Brasil con el concurso de las
su discurso inaugural en presencia de
mayores constructoras brasileñas. Su-
líderes de nuestro continente, Europa
dáfrica anuncia alianzas estratégicas
y Medio Oriente. Este pensamiento
con Brasil e India. La dirección está
es compartido por el futurólogo, Ea-
clara y se refleja en las inversiones en
monn Kelly, en el libro denominado
infraestructura en vías, ferrocarriles,
La Década Decisiva, traducción al
puertos y aeropuertos.
castellano del original Powerful Ti-
mes, que trata el futuro próximo de Esta dirección está acompañada
la humanidad en varios escenarios de una visión de desarrollo comercial,
de poder, entre ellos el concepto de pero es importante también reconocer
un mundo multipolar con nuevas po- –en base a la revisión de procesos de
tencias en Asia, como China e India, creación centros para la transferencia
además de Japón y Corea; y el surgi- de pasajeros y carga, en los últimos
miento de Brasil como potencia en el doscientos años que la consolidación
No. 22 • Un encuentro con la historia
Afirmación que ha sido desvir- al conglomerado empresarial y que
tuado en Estados Unidos, por la mis- sus inversiones globales serían dismi-
ma fuente que señala que: un informe nuidas. Esta misma razón argumentó
de la oficina del influyente senador de la empresa para tratar de convencer a
los Estados Unidos, Jesse Helms, re- su contraparte y mantener el conve-
fiere sobre el tema nio pero con la disminución de las in-
versiones prometidas con el gobierno
Después de conducir extensas dis- del Ecuador.
cusiones con funcionarios de los La presencia de HPH [Hutchison
EE.UU. y del gobierno panameño,
Port Holdings] significaba un aliado
el miembro del staff concluyó:
Todos aquellos entrevistados para
comercial de altísimo nivel por capa-
este informe indican que el desa- cidad a nivel global y su permanencia
rrollo de HPH [Hutchison Port debe ser evaluada cuidadosamente
Holdings] de los dos puertos no se por nuestras autoridades porque es
traduce en una amenaza directa de armónica con la visión de futuro del
la seguridad nacional al canal de Ecuador, cuidando los intereses de
Panamá. nuestra nación, un acuerdo satisfac-
torio daría a nuestro país una gran
Esta misma empresa había sido ventaja en el concierto internacional
la ganadora del proceso de concesión en la búsqueda de convertirse en una
del puerto de Manta y ahora su pre- alternativa al canal de Panamá, aho-
sencia está en proceso de terminación ra también controlado por el gigante
legal. Es importante señalar que el chino de los puertos a nivel mundial.
titular de Hutchison, Li Ka Shin, uno En Singapur, la historia es simi-
de los hombres de negocios más po- lar. Inglaterra hace 200 años busca un
derosos del mundo, al informar sobre punto estratégico para ubicar su cen-
la situación de su empresa, informó tro de comercio en el sudeste asiático.
que la crisis mundial había golpeado En la región dominada por Holanda,
No. 22 • Un encuentro con la historia
2 http://www.nodo50.org/observatorio/
china-omc.htm
Recuadro
Acción Local para la creación del
Cluster de la Logística del Transpor-
te Global.
¡LO NUESTRO!
¡Al rescate de nuestro folclore!
Ab. Marigloria Cornejo Cousín
D
urante más de cinco
años mantuve en Gua-
yaquil, Radio La Pren-
sa y El Telégrafo, la Radio, un
espacio semanal de sesenta
minutos a través del cual, con
la difusión de lo nuestro, de lo
realmente ecuatoriano, con-
tribuí al fortalecimiento de la
identidad nacional defendien-
do y difundiendo el Folclore.
Este espacio se convirtió real-
mente en una de mis grandes
pasiones pues me permitía aportar a Darío Guevara en la Sierra- los dos
la tarea inmensa de hacer que las nue- grandes pilares de la investigación
vas generaciones sientan el orgullo científica del folclore en el Ecuador el
de ser ecuatorianos, para que frente siglo XX. Y esta afirmación no nace de
a la avalancha de distorsionamientos mi vinculación filial; nace sí del estu-
y tendencias extranjerizantes que nos dio que hizo en nuestro País una de
ahogan a través de todos los medios las más grandes figuras continentales
y de la tecnología actual, conozcamos del folclore: el brasileño Paulo de Car-
nuestra tierra y las joyas de su orali- valho Neto, autor del Diccionario del
dad para amarla, pues soy de aque- Folclore Ecuatoriano, un volumen de
llas personas convencidas de que 416 páginas, en cuya segunda edición
“sólo podemos amar lo que real- publicada por la Casa de la Cultura
mente conocemos.” Ecuatoriana en –Quito, 2001, no hay
Se preguntarán ustedes de don- capítulo en el que no se remita el in-
de viene esta pasión por lo nuestro, vestigador a los trabajos de Cornejo.
verdad?.... En mi caso personal, vino Y lo dicho me llena de sano or-
en la sangre, y creo que en esta her- gullo y ha sido estímulo para la tarea
mosa Manabí saben que soy hija de que asumí a la muerte de mi padre, en
Justino Cornejo, filólogo y folclorista 1988, cuando al encontrarme con una
que representa en la Costa – junto a montaña de trabajos inéditos, decidí
trar en este mundo maravilloso e
inagotable de lo nuestro cuando
apenas contaba 5 o 6años. Fue mi
padre quien me enseñó a escribir
en máquina (con dos dedos como
lo hizo el siempre) cuando acaba-
ba de aprender a leer. Desde en-
tonces, digo, han pasado algunos
inviernos y creo que mi aprendiza-
je sigue en pie, pues cada vez que
salgo –y lo hago con frecuencia-
voy descubriendo o redescubrien-
do más y más cosas que interesan
salvar su producción y publicarla,
al folclore.
para de ese modo completar la entre-
ga bibliográfica de 60 años de fructí- Y siento que somos herederos
fero trabajo en beneficio de la cultura de un legado de majestad y belleza,
nacional. como lo son los ríos y los cerros, los
Desde entonces, han pasado 19 nevados y los valles, las tortugas o los
años y no he dejado de perseverar en monos, las colembas o las fragatas, los
mi propósito; por eso he logrado que cuyes y las guatusas, los guilli-guilli
salgan a la luz 17 libros entre inéditos y las babosas, los cubos y los grillos,
y reeditados, manteniendo siempre las viviñas y las luciérnagas, las cas-
presente las luces que me entregó mi cadas o los esteros. Sí, y siento que
padre al repetir una mil veces que nuestros cuerpos están formados con
el polvo de los huesos de nuestros an-
tepasados, y que en nuestro espíritu
lo que importa es hallar el camino
hollado o abrírselo uno mismo…
yace -¡por qué no decirlo?- la hierática
pues sin la tenacidad no hay idea herencia del pensamiento cósmico de
que madure…. nuestros ancestros, pues es imposible
negar que arrastramos los sedimentos
Ya ven ustedes el por qué de de una cultura del ayer.
mi trabajo, pues con Justino Cornejo Y este sentimiento tan profundo
aprendí a amar al terruño conocién- me hace valorar el alcance de la frase
dolo no sólo en los libros sino saliendo que aprendí con mi padre y que yo re-
al campo, descubriendo su geografía, petía –como muletilla- en mi programa-
su historia, su etnografía, sus costum- con la intención de encender en cada
bres, sus leyendas, sus tradiciones, oyente esa chispa que les permita repe-
sus toponimias, sus adivinanzas, sus tir que somos orgullosamente chagras
refranes, sus coplas, sus villancicos, en la sierra, orgullosamente montubios
sus paremias, sus bailes, su música, en la costa, pero en uno u otro caso
sus comidas, etc. etc. y comencé a en- mestizos y siempre, ¡siempre!
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No. 22 • Un encuentro con la historia
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diales y ese es también el propósito de
este trabajo. Mi felicidad será comple-
ta cuando cada uno de quienes escu-
chan mi palabra en la radio o lean esta
revista se contagie de mi entusiasmo
y podamos acometer los caminos jun-
tos buceando –como decía Benjamín
Carrión- en las raíces tradicionales
del conocimiento para difundir todo
lo nuestro, muchas veces, sumido en
el letargo por olvido o derrumbe de la
memoria colectiva.
música, boîte, discoteca o lugares pú-
Me explico, y para ello voy a re- blicos de esa naturaleza y con cierta
cordar para ustedes una cita de Justino categoría hubieran dos orquestas: una
Cornejo a propósito de una resolución para música típica y otra para música
del Congreso de Zamba realizado en internacional. Además de esa medida
Río de Janeiro en 1962 que decretó “el en la época de Perón por todos los
bloqueo del rock and roll y del twist medios se difundió la música nacio-
y de otros bailes extranjeros que van nal inculcando respeto y devoción.
desplazando a los brasileros, con evi-
Ojalá que en breve, aquí en Gua-
dente menoscabo del orgullo nacio-
yaquil o en las cinco provincias de la
nal.” (cita textual)
Costa, podamos hacer lo mismo.
nimiedades, verdad?... De estas co- Y cómo podremos poner al al-
sillas está hecha toda la vida. No me cance de nuestros lectores tan selec-
gusta el nacionalismo que proscribe tos los “platitos” o abrebocas de “lo
sino el que enaltece; no prohibir esto nuestro”?......Nada más fácil que abrir
o aquello por ser extraño, sino en- el viejo baúl de nuestros abuelos para
cumbrar lo similar nativo, y probar hallar usos o costumbres religiosas o
que en el peor de los casos, es tan profanas, refranes, apodos, leyendas,
bueno como lo foráneo. bebidas y comidas típicas, supersti-
ciones, adivinanzas, música y danzas,
Sí, ese es un buen criterio pues medicina popular, magia o animismo,
las medidas coercitivas destinadas juegos populares, y tantas y tantas
a alejar las importaciones culturales otras expresiones del saber de nuestro
son a veces ineficaces, amén de ser pueblo. Y entre ellas, por supuesto, la
antipáticas. copla acerca de la cual, en bella prosa,
De ahí que siempre comentó mi afirmó mi padre lo siguiente:
padre el caso de Argentina, en el tiem-
po de Perón, acérrimo defensor de la Viajera en las naos del descubrimien-
música de su país, que con mucha in- to, la copla llegó al Nuevo Mundo
teligencia dispuso que en cada sala de conjuntamente con el romance y la
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No. 22 • Un encuentro con la historia
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El que duerme en casa ajena funda y de permanente uso coloquial,
Con el alba se levanta; voy a tomar el camino de la Paremio-
Deja la cama tendida, logía, esto es, del Tratado de Refranes,
Y ayuda a regar las plantas. como la define la Real Academia de
la Lengua consignando además como
El gallo en su gallinero
refrán al “dicho agudo y sentencioso
Bien se sacude y canta:
de uso común”.
El que duerme en casa ajena
De puntillas se levanta. Ojalá que en las escuelas y cole-
gios los maestros aplicaran como lo
Hablando de la poesía popular, hicieron con nosotros- el uso de estas
Justino era partidario de volver a su frases sentenciosas que han recogido
musicalidad exterior con la cual se la experiencia de nuestros ancestros
asegure el quedarse para siempre en y que dejan un mensaje orientativo.
la memoria. Así lo sostuvo en una Indiscutiblemente los refranes vinie-
conferencia dictada en la Universidad ron también de España, pero también
de Chile el 6 de Abril de 1950, y así aquí recibieron su aporte local y como
consta y también en su Libro titulado muestra de esta afirmación unos pocos
Poesía popular ecuatoriana publicado con sabor auténticamente nacional:
en Guayaquil, el mismo año.
Montecristi oscuro
Con lo dicho queda claro, y no
Aguacero seguro.
hay duda, respecto al aporte de lo ne-
gro y de lo indio a la poesía popular O su variante
de este continente. Además de que
Chongón oscuro
esta manifestación del alma popular
aguacero seguro.
no muere.
Hay lugar de los devotos
Y digo algo más respecto a lo po- y devotos del lugar:
pular de la coplería. Su calificativo de unos van a las iglesias
popular no nace porque hayan nacido y otros a Tiopullo van.
solo en el pueblo llano, esto es, entre
los humildes, sino porque el pueblo (Se alude al Nudo de Tiopullo
–tu, el, nosotros- nos apropiamos de entre Pichincha y Cotopaxi sitio fa-
ellas. Y son consideradas anónimas moso por los pillos que asaltaban a
no porque no hayan tenido autor o los caminantes).
autores, sino porque ahora, en este A gato viejo pericote tierno: perico-
mismo instante, nadie recuerda quien te voz absolutamente ecuatoriana de
la creó. la sierra.
Y esto, lo dicho, es algo de lo mu- Podemos señalar también otras ex-
chísimo que podríamos comentar en presiones muy usadas como
torno a las coplas, pero en el baúl de
• Pisar el poncho: antiguamente
la tradición tenemos tela para más.
cuando los hombres luchaban
Por el mensaje de sabiduría pro- cuerpo a cuerpo, con el pecho
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No. 22 • Un encuentro con la historia
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piedras trae; pero tu mamá sabe
muy bien que hasta cuando la mona
sube al tejado, no se le ve el pecado
y que quien más mira, menos ve. A
tu papá no hay mucho que temerle
porque tigre no come tigre.
Quisiera decirte múltiples cosas,
pero quien mucho abarca, poco
aprieta. Contéstame pronto que
la ocasión la pintan calva, aunque
nunca es tarde, si la dicha es buena.
Pronto, poco y bueno, que más vale
vale un toma que dos te daré y tu calidad que cantidad.
papá no ha de ser como las yucas No demores la contestación para
que solo se producen bajo tierra. El que no se diga que quien te quiere
que nació para bobo del cielo le llue- te hará llorar, y debes comprender
ven hojas, que él debe recordar que que el que espera, desespera, y no
entre sastres no se cobran hechuras. lo pido por Dios, porque fraile que
San Juan vendrá y a la fiesta iremos, pide por Dios, pide por dos, y pedir-
lo que importa es que tú me quieras, te tu amor no es pedir peras al olmo;
pues no soy de los que ganan indul- y cuenta que yo no hago muchos
gencias con camándula ajena. rodeos para el matrimonio, porque
Comprendo que no se llegue a Za- gato con guantes no caza ratones.
mora en una hora, pero no te hagas Solo te encarezco de antemano, que
demasiado rogada, mira que más cuando consientas en ser mi esposa,
vale pájaro en mano que buitre vo- procura no ser celosa, porque celos
lando. Haz bien y no mires a quien; son el infierno del amor, ni indiscre-
y si me encuentras feo, recuerda que ta ni perezosa, y mucho menos calle-
el hombre es como el oso, mientras jera, porque la mujer casada y hon-
más feo más hermoso. Tu sabes que rada, la pierna quebrada y en casa.
soy alto, para ti, mejor, puesto que Cobre porfiado saca mendrugos y
barco grande, ande o no ande, y aquí te va esta carta y que salga el
considero como tú, que hombre pe- sol por Antequera. No me vayas a
queño, veneno y chiquitín, embuste- dejar a la luna de Valencia, mira que
ro y bailarín; y pequeños y gorditos, donde las dan, las toman, y que la
son olivos y aceitunos que todos son dulzura del carácter hace la felici-
unos. dad de las personas y de las que las
Me parece que he llegado a tu cora- rodean. Tuyo hasta la tumba fría.
zón y más vale llegar a tiempo que
rondar un año. Pero no le cuentes
Nicomedes
a tu mamá porque loca es la oveja
Y hablar de lo nuestro sin pensar
que con el lobo se confiesa. Ella es
de las que creen que entre santa y
en las comidas y bebidas de la tierra
santo, pared de cal y canto y que el sería inadmisible, pues la riqueza gas-
hombre es de fuego y la mujer esto- tronómica nuestra es vasta y variada,
pa y llega el diablo y los sopla. La con tradición de siglos, aderezada
verdad es que cuando el rio suena, con substancias del nuevo y del vie-
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No. 22 • Un encuentro con la historia
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en el paraíso de esos manjares olvi- famosos encocados de guanta o de
dando a mi médico y quebrantando gallina y por supuesto no olvidemos
toda regla de salud , no dejo de pro- algo único: gallina ahumada encoca-
bar los tamales de concha, pescado o da. Con solo mencionar estos platos
carne de puerco, hechos con plátano y recordar la calidez de los esmeral-
pero en una forma tal que la tersura deños vuelve a mi memoria mis ex-
de su masa es una caricia al paladar; o periencias allá en la provincia verde ,
desayuno con una buena bala o mejor “territorio de tambores que resuenan
con una deliciosa bala barbona. con el fuego de lejanas tierras” como
(La Bala barbona se prepara mo- diría un poeta, y con eso vuelvo a vi-
liendo el verde con dos piedras, una vir lo vivido.
pequeña para la mano y otra grande, (Aquí bien vale una aclaración
ancha y plana donde se asientan los respecto al plátano: pues el vegetal
plátanos cocidos que al decir de allá acerca del que podría dictarse una
deben ser los chorotos y guascosos; verdadera cátedra por las distintas
quiere decir entre crudo y cocido. Y formas de uso que le damos en la sie-
escuchen esto, dicho en el lugar: “los rra, en la costa y en el oriente. Con
plátanos que quedan en el fondo de la solo mencionar por ejemplo las 400
olla , por estar sumergidos en el agua recetas recogidas en 1974 por la se-
se vuelven chin-chin o chilmados (se ñora Graciela Vélez de Cuadros, hay
refieren a los plátanos bien cocidos respaldo para esta afirmación)
que quedan amarillitos). Y sigamos con lo nuestro. Qui-
Y ni que decir los tapaos o del zás, por mi vinculación familiar con
pusandao o de unos insuperables Imbabura, bien valdría insertar algo
cangrejos azules encocados o de los del folclore ergológico de la provin-
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No. 22 • Un encuentro con la historia
cia DE LOS LAGOS en la que ustedes Hechos con jugo puro de fruta,
pueden degustar unas ricas empa- -guanábana, mora, ovo, naranjilla, to-
nadas de morocho, delicadas como mate de árbol, leche, etc. etc- son so-
manjares del cielo; o unas tortillas metidos al proceso manual de batida
con caucara: o tortillas de papa, carne y cuajado, sobre hermosas pailas de
colorada, huevo frito y salsa de cebo- bronce asentadas en una plataforma
lla paiteña; o una rica fritada que se de madera sobre la que va la paja y
acompaña con tostado, papas cocidas sobre la paja, el hielo (y antiguamente
y siempre con un buen ají. –en época de mi mamá, por ejemplo-
Y a propósito del ají (uchu EN era la misma nieve del Imbabura la
QUICHUA) digamos que fue y que los indios bajaban a su espalda
sigue siendo el aderezo americano o a lomo de mula)- y a continuación
más común en la alimentación de este la mano ágil del o de la heladera que
continente. Se lo muele en la UCHU bate y bate hasta que el jugo cuaje.
RUMI o piedra de moler; pero entero Los más famosos en Ibarra son los de
o molido, crudo o cocinado, no falta la sra. Rosalía Suárez, cuya familia
en la comida de nuestra gente como continúa con la tradición hasta nues-
tampoco falta en las coplas del pueblo tros días. Se los ofrece acompañados
ecuatoriano. Y aquí van dos ejemplos: de delicadas quesadillas.
Como he mencionado a las que-
El amor con el ají
sadillas, quiero citar una hermosa
bien se puede comparar;
página de Julio Pazos escritor tungu-
componen toda comida
rahuense (de Baños de Agua Santa)
y también hacen llorar.
afincado en Quito, que en su libro
Amiguito no es así:
ARTE DE LA MEMORIA nos intro-
yo soy leal en mi trato:
duce en una cotidianidad proyectada
si no aguantas el ají
al presente y al futuro, desempolvan-
o lo pongas en el plato.
do del baul de sus recuerdos una ver-
Dicen que el ají maduro
dadera bitácora de curiosidades en
pica más que la pimienta;
torno a la mesa ecuatoriana. Y voy a
más pican las malas lenguas
insertar una cita textual respecto a las
que sin preguntar nos cuentan
quesadillas que dice :
Esto en cuanto a los platos de sal.
Las quesadillas se mueven con sus
Pero vamos a los otros: comen- cofias blancas en el triángulo cuyos
zaremos, pues, por los famosos hela- vértices tocan Cuenca, Guayaquil y
dos de paila, que como los de Ibarra Quito. Están en todas partes: en los
charoles de las desvaídas pastelerías
no los hay ninguna otra parte del
de los cantones, detrás del vidrio en
Ecuador, y si exageráramos diría yo las tiendas esquineras de los barrios
que no los hay en parte alguna en el de Quito, en el convento de las Con-
mundo. ceptas en Cuenca, en la última he-
19
ladería de la cuesta de San Agustín proclamar también que somos hijos
de Quito, y en los helados de paila de la cultura del maíz. Planta bendita
de Ibarra. a la que inclusive se le atribuyen “po-
deres” especiales”, de ahí que se crea
Otra de las especialidades son que si soñamos con maíz viene la bue-
las famosas nogadas hechas con pa- na suerte; o que colguemos mazorcas
nela o azúcar y tocte. El tocte es una enteras o guayungas a la entrada de
especie de nuez americana, cuya cor- las casas campesinas. y no se admiren
teza es de color negro y sumamente si al llegar a la cocina de mi casa des-
dura, diferente a la de la nuez que se cubren mi guayunga colgadita por
puede partir hasta con las manos. Se alli con la esperanza de que mi buena
las ofrece en vistosas cajitas de made- estrella no me abandone…….
ra de distintos tamaños y precios. Cuando hablamos de maíz te-
El arrope de mora nemos que pensar obligatoriamente
que no es sino un concentrado en épocas remotas cuando nuestros
de mora al que se le asigna una serie antepasados ofrecían sus cosechas
de usos; el más sencillo: base para al Inti y a la Pacha Mama, y también
preparar un delicioso jugo o batido de nos hace recordar unos versos del
mora. Los venden en Ibarra y también peruano Santos Chocano dedicados
en Otavalo. justamente a este grano con el que se
De lo que en materia de comida alimentaron nuestros padres nos ali-
hemos dicho antes, téngase en cuen- mentamos nosotros y seguimos con èl
ta la presencia permanente del maíz alimentando a nuestra descendencia.
que se ofrece en muchísimas varian- Ese poema dice:
tes gastronómicas de sierra, costa y
Brota el maíz entre hojas relucientes
oriente. De ahí que podamos afirmar
y se destaca en los fecundos llanos,
–porque lo vemos, lo saboreamos y
como si le aclamaran los hispanos
lo sentimos nuestro- que es necesa-
por rey de las indígenas simientes.
rio que en nuestra América mestiza.,
Entreabriendo sus hojas sonrientes
las nuevas generaciones no sólo del
al suspiro fugaz de aires livianos,
Ecuador sino del mundo americano
deja ver la mazorca, cuyos granos
vayan recuperando el espacio de los
Fingen hileras de apretados dientes.
platos tradicionales de las abuelas, si
El tallo, que en las hojas se hunde
queremos ser un pueblo con referen-
esquivo,
tes, con raíces, con norte.
hace pensar en el ladrón que encie-
Esta pequeñita porción vegetal rra
pintó de color amarillo-oro la histo- en su crispada mano áureo tesoro.
ria de nuestro continente, a tal pun- ¡Porque parece un brazo fugitivo,
to que también nosotros –igual que que se escapa del fondo de la tierra
lo sostuvieron los mayas- podríamos con un estuche que revienta en oro!
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No. 22 • Un encuentro con la historia
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IMPLICACIONES ECONÓMICAS DE
la constitución de 1906
Guillermo Arosemena Arosemena
P
ara interpretar las implicacio - 1900 llegaron 7,500,000 y 12,770,000
nes económicas de la Constitu- en 1910. En este período, hubo un re-
ción de 1906, es necesario ana- surgimiento de nuestra economía, en
lizar el entorno mundial y nacional Guayaquil se constituyeron innume-
durante el tiempo que Alfaro figuró rables empresas, entre ella la Empresa
en la política ecuatoriana. Cuando él de Carros Urbanos, la primera empre-
tomó el poder en 1895, el mundo vi- sa de transporte público urbano con
vía la Segunda Revolución Industrial, rutas por donde transitar. En la Sierra,
en la que se daban grandes transfor- la situación era diferente, no existía
maciones tecnológicas, científicas y suficiente circulante y los negocios
económicas. Como resultado de los hacían limitadas transacciones.
cambios, se construía el Canal de La gran prosperidad mundial no
Panamá que reduciría considerable- se aprovechaba a plenitud en Ecua-
mente los costos de transporte del dor, por causas políticas, institucio-
comercio exterior ecuatoriano. Pa- nales y viejas costumbres coloniales.
ralelamente, inventos en nueva ma- Dentro de las corrientes moderniza-
quinaría de chocolatería, procesos de doras, nuestra región veía con cierta
producción, material de empaque y indiferencia los dramáticos cambios
presentación, habían ayudado al cre- que se daban en el mundo. En Ecua-
cimiento explosivo de la industria de dor ciertas actividades seguían como
chocolate europea y a la importación en la época colonial, de todas las re-
masiva de cacao de diferentes oríge- voluciones internas que habían teni-
nes. Para fines del siglo XIX, Ecuador do lugar en nuestro país, el derrama-
era el principal país productor de ca- miento de sangre había sido en vano.
cao en grano, con aproximadamente Los millones de dólares gastados en
25% de la producción mundial. Esa las guerras fratricidas no habían ser-
revolución tecnológica contribuyó vido para mejorar la educación, crear
al dramático incremento del ingreso una infraestructura capaz de unir las
por habitante en todos los países. Por provincias del Ecuador, que se encon-
primera vez desde la historia de la traban aisladas, ni mejorar el nivel
humanidad se duplicó la renta varias de vida para todos los ecuatorianos.
veces dentro de un mismo siglo. Las Se hacía menos tiempo trasladarse
exportaciones ecuatorianas, que ha- de Guayaquil a Lima por el mar que
bían sido 500,000 sucres en 1830, para viajar a Quito, las ciudades no tenían
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No. 22 • Un encuentro con la historia
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Dentro del entorno descrito, Al- Fue en la segunda administra-
faro asumió el poder en 1895, con una ción, cuando Alfaro empujó la ela-
situación económica que no era nada boración de una nueva Constitución,
favorable. En su mensaje a la Conven- que mayoritariamente fue redactada
ción afirmó. por José Peralta, el gran ideólogo li-
beral y cuya finalidad fue crear las
Vivía la Nación bajo el peso abru- bases de la modernidad del Ecuador.
mador de un círculo político, co- La Constitución de 1906 pretendió
rrompìdo y corruptor…La Nación cumplir con tal objetivo e insertar a
se encontraba…en completa anar- nuestro país, en el concierto de las na-
quía…todas las rentas pignora- ciones civilizadas. Lamentablemente
das…brote natural de esa escuela de
en el área de la economía, es poco lo
depravación que había implantado
en el país el partido floreano de te-
que la Constitución cubre, no hay ar-
nebrosa historia”. Estas expresiones ticulados específicos sobre cómo ha-
alarmantes fueron la constante en cer crecer la producción y fomentar el
todos los presidentes desde 1830 comercio. La Constitución sí incluyó
hasta la actualidad. He tenido la articulados para hacer cambios que
oportunidad de leer la mayoría de indirectamente favorecieron a las ac-
los informes de los ministros de ha- tividades económicas, encontrándose
cienda y varios mensajes de los jefes entre ellos, los siguientes:
de Estado durante los siglos XIX y
XX y en todos, ellos afirman que re- 1) La Constitución estableció una
ciben el país en situación de crisis. serie de libertades. Por primera
vez se hace referencia a la liber-
Por la falta de recursos econó- tad de trabajo y de industria, lo
micos y para poder hacer los cam- que actualmente forma parte de
bios deseados, Alfaro trató de emitir lo que se conoce como libertad
moneda sin respaldo, pero un grupo económica. Otra libertad fue la
de empresarios, preocupados de que personal, se impidió el recluta-
tal medida, podía ocasionar mayores miento y se terminó con la pri-
daños a la ya frágil economía, le con- sión por deudas. En cada oca-
cedieron un préstamo de 2,000,000 de sión que había revoluciones o
sucres, fondos que lamentablemente guerras civiles, los trabajadores
no pudo usar para cumplir con todos de haciendas eran reclutados a
sus proyectos, por tener que desti- la fuerza y dejaban al propietario
nar parte a la compra de armamento sin poder cosechar, perdiéndose
para contrarrestar movimientos que los productos. La prisión por
querían destituirlo. En materia mo- deuda limitaba la creación de
netaria, uno de los mayores logros de negocios. La libertad de transitar
Alfaro fue adoptar el Patrón Oro, que por todo el territorio nacional,
respaldó al sucre con reservas de me- también favoreció a los nego-
tales preciosos. cios. Los comerciantes quedaron
24
No. 22 • Un encuentro con la historia
25
terístico de la economía hasta nuestros
días, donde prevalecen las fluctuacio-
nes. En lo positivo, la inauguración
del ferrocarril unió a la sierra con la
costa e incrementó las actividades co-
merciales entre las provincias. Las im-
portaciones serranas aumentaron ver-
tiginosamente e hicieron presión en la
demanda de libras esterlinas, dólares
y francos franceses. Durante la se-
gunda presidencia de Alfaro se dictó
la primera ley de fomento a la indus-
tria, exonerando de todo impuesto a
las empresas nuevas que utilizaran
las materias primas nacionales, exclu-
yendo la fabricación de cigarrillos y
azúcar, por ser industrias tradiciona-
les. Esta ley estimuló parcialmente el
interés por industrializar el país, pero
no tuvo mayor trascendencia, Ecua-
dor continuó siendo un país agrícola
en las décadas posteriores.
26
IEL APELLIDO TORO EN MANABÍ
Ing. José Toro García
Ing. Alexandra Loor Cedeño
E
l origen español del apellido LA LÍNEA DE PORTOVIEJO
Toro es España, aunque algu-
nos genealogistas consideran Fernando Jurado indica que
que las raíces primigenias se encuen- Alonso de Toro vivía en Guayaquil
tran en Israel. El apellido queda des- en 1605, y casó con Luisa Ramírez de
crito en la obra de Josep María Albai- Guzmán y Magallanes, y expresa que
gés “El gran libro de los Apellidos”, los Toro de Zaruma descenderían de
donde se dice que se origina en la este español. Ezio Garay Arellano,
población de Toro ubicada en la pro- en su investigación sobre los prime-
vincia de Zamora, a orillas del Duero, ros vecinos hispanos de San Gregorio
cerca de Salamanca y Valladolid. de Portoviejo entre 1534-1605, men-
En el Ecuador está presente des- ciona que el Capitán español Alonso
de la tercera década del siglo XVI. de Toro casó con Luisa de Guzmán y
En el Archivo General de Indias, de Magallanes, que testó en Guayaquil
acuerdo a Monseñor Federico Gon- el 7 de julio de 1635, hija del Capitán
zález Suárez, se registra que en 1531, Rodrigo de Vargas Guzmán vecino
en el tercer viaje de Francisco Pizarro, de Guayaquil en 1561. Su hija fue
llegaron a Manabí los primeros sa- Constanza de Toro y Guzmán, madre
cerdotes españoles con el objetivo de de Francisca de Melgarejo y Toro, cc.
cristianizar a los aborígenes america- Agustín de Valpuesta y Tobar.
nos. Entre estos frailes se menciona a Haciendo abstracción de las per-
Tomás de Toro de la orden de los Do- manentes migraciones que ocurren
minicos, que permaneció entre cinco en el orbe, en Manabí se identifica-
y siete meses en territorios de “Can- ron documentadamente dos ramas
cebí”. Entre 1534 y 1536 fue Obispo de principales del apellido Toro: los de
Cartagena, Colombia, y murió, en su Portoviejo y los de Montecristi y una
sede eclesiástica, en 1536. numéricamente secundaria en Bahía
de Caráquez.
El origen de los Toro de Portovie-
jo sería Alonso de Toro, quien habría
sido tronco de los de Zaruma: Diego
27
y Casimira Criolles) llegó a Portoviejo
alrededor de 1840 como Preceptor de
Escuela, se casó con Encarnación Mo-
lina y originaron a la familia Toro de
Portoviejo.
28
No. 22 • Un encuentro con la historia
29
Oscar Adrián, Juan Diego y Ma-
ría Gabriela Toro Macías.
Otros descendientes de Héctor
Enrique Toro Arcentales son
Pepe Toro Delgado, Carlos Toro
Delgado, Dalinda Toro Delgado,
Claudio Toro Delgado, y Emi-
lio Toro Delgado; César Gastón
Toro Ortega; los Toro Ponce,
Toro Quijije, y Toro Durán.
2.5. Verísimo Maximiliano Toro Ar-
2.4. Héctor Enrique Toro Arcentales, centales cc. Blanca Delgado, pa-
cc. Anita Chávez Quinteros. dres de Olmedo, Regina, Luz,
Manuela, Gilberto, Noemí, Da-
2.4.1. Olinda Piedad Toro Chávez, cc. linda y Rosa.
Antonio Campuzano, padres de
Darling Amira, Pepita del Pilar, 2.6. Diógenas Mercedes Toro Arcenta-
César Antonio, Xavier Acún, les cc. Tarcisio Rodríguez. Hijos:
María Lorena y Beatriz Liliana María Celeste, Maruja, Ricardo,
Campuzano Toro. Luis y Vicente.
2.4.2. Ana Efigenia Toro Chávez, cc. 2.7. Amable Fortunato Toro Arcenta-
Vicente Lucas, progenitores de les cc. Rosa Anchundia, padres
Gema Lucas Toro. de Milciades, Flor, Wilson y Do-
lores.
2.4.3. Luis Enrique Toro Chávez, cc.
Clara Álava, padres de Luisa 2.8. Luis Armando Toro Arcentales cc.
Toro Álava Ida Isabel Castillo (de origen ja-
ponés).
2.4.4. Gloria Soledad Toro Chávez.
2.8.1. Luis Guillermo Toro Castillo, cc.
2.4.5. Lcdo. Héctor Enrique Toro María Menéndez. Sus hijos son
Chávez, cc. Magdalena Macías Ingrid, Iris y Renzo.
Moreira. Sus hijos son: Oscar
Adrián, Juan Diego (progeni- 2.8.2. Mercedes Isabel Toro Castillo,
tor de Adriana Estefanía Toro fue cc. Agustín Elías Moreira,
Alcívar), Estefanía Magdalena, progenitores de Luis Fernando,
y María Gabriela Toro Macías. Agustín Alberto, y Rossina Va-
Otros descendientes de Héctor nesa.
Enrique son: Ingrid Silvana cc. 2.8.3. Marco Tulio Toro Bailón
Christopher Yeager, e Iván Fer- 2.8.4. Gina Toro Delgado
nando Toro Zambrano. 2.9. Raúl Augusto Toro Arcentales cc.
Héctor Enrique Toro Chávez, Elina Castillo Barberán. Hijos:
Magdalena Macías Moreira, Luis Guillermo Toro Castillo, cc.
30
No. 22 • Un encuentro con la historia
31
Blanca Victoria Toro, b. el 30 de Baque, n. por 1936, cc. Evarista
septiembre de 1921. González. Hijos: José Mercedes
• Domitila Toro, n. por 1880, cc. Ja- Toro González, b. el 1 de octubre
cinto Pionce. Hijo: José Natahel de 1960.
Pionce Toro, b. el 9 de junio de • Juan Ubaldo Toro González, b.
1900. Fidelina Toro, n. por 1888. el 23 de diciembre de 1962. Euro
Hijo: Jesús Fulgencio Toro, n. el Toro Baque, n. por 1940, cc. Luz-
15 de enero de 1910 y b. el 6 de mila Chóez Álvarez. Hijos: Lidia
febrero de 1910. Sebastiana Toro Chóez, b. el 23
• Antonio Toro, n. por 1886, cc. de septiembre de 1964.
Teresa Bartolomé N. Hijo: Mau- • Euro Alfredo Toro Chóez, b. el 24
ro Toro, b. el 11 de diciembre de de mayo de 1967. Santos Toro, n.
1912. por 1942, cc. Florinda Villafuerte
• Máximo Toro, n. por 1892, cc. Pivaque. Hija: Estrella España
Mercedes Reyes. Hijas: María Toro, b. el 15 de agosto de 1966.
Zoraida Toro Reyes, b. el 3 de ju-
lio de 1916. El apellido toro en Julcuy
• Celia Joaquina Toro Reyes, b. el
25 de junio de 1922. Aurora del • Juan Ubaldo Toro, n. por 1900,
Alba Toro Reyes, n. el 27 de no- cc. Mercedes Galarza. Hijos: Ci-
viembre de 1927, b. el 23 de junio frina Sedofa Toro, b. el 29 de ju-
de 1928. lio de 1925.
• Nicolás Toro, n. por 1892, padre • Gregorio Urbano Toro, n. el 28
de: Eufrocino Toro, b. el 3 de ju- de noviembre de 1929, b. el 28 de
lio de 1916. diciembre de 1929. Manuel Toro,
n. por 1972, reside en Agua Pato
• Mariano Flavio Toro, n. por 1895, de Jipijapa.
cc. Mercedes Eugenia Reyes.
Hija: María Eugenia Toro Reyes, • En Agua Pato, Jipijapa, reside
b. el 25 de febrero de 1919. Manuel Toro, descendiente de
los de Julcuy.
• Rosa Toro, n. por 1895, madre de
Justina Gilberta Toro, b. el 2 de
noviembre de 1920.
El apellido toro en Machalilla
• Juan Toro, n. por 1897, cc. Aure- Josefa Felícita Toro, b. el 27 de fe-
lia Piguave. Hijo: Segundo Te- brero de 1919. Madrina: Rufina
lésforo Toro Piguave, b. el 7 de Toro. Nicolás Toro, n. por 1896,
septiembre de 1920. cc. Eugenia Simona Tomalá. Hi-
• Eladio Toro, n. por 1898, cc. Oc- jos: Eugenia Toro Tomalá, b. el
taviana Chilán. Hijo: Francisco 12 de enero de 1920. Alejandro
Belisario Toro Chilán, b. el 25 Toro Tomalá, b. el 25 de junio de
de junio de 1922. Vicente Toro 1922.
32
No. 22 • Un encuentro con la historia
33
La familia toro en el censo de El apellido Toro en Ecuador en
manabí en 1871 el año 2009
En el Censo de Manabí de 1871 De acuerdo al Padrón del Con-
solamente se registra este apellido en sejo Nacional Electoral, en el Ecua-
dos cantones: dor están registrados 8.090 ciudada-
1. Portoviejo: de 3.146 censados, nos empadronados de apellido Toro,
sólo se fueron empadronadas quienes se encuentran distribuidos de
seis personas de apellido pater- la siguiente forma: Azuay: 36; Bolívar:
no Toro descendientes de José 358; Cañar: 1; Carchi: 134; Chimbora-
Toro Criolles, lojano: Manuel zo: 49; Cotopaxi: 202; El Oro: 1.859;
Toro Molina y sus hijos Matilde Esmeraldas: 87; Galápagos: 9; Gua-
y Víctor Manuel; Isidora, Elvira yas: 892; Imbabura: 181; Loja: 127;
y Miguel Ignacio Toro Molina. Los Ríos: 163; Manabí: 498; Morona
Santiago: 1; Orellana: 63; Pastaza: 10;
2. Montecristi: Adela, Manuel, Fla-
Pichincha: 781; Santa Elena: 29; Sto.
vio, Segunda, Rosa, Isora, Bea-
Domingo de los Tsáchilas: 233; Su-
triz, e Isabel, descendientes del
cumbíos: 69; Tungurahua: 393; Zamo-
español Juan del Toro. En total
ra Chinchipe: 24; En el exterior: 343;
ocho, en una población censada
Militares y Policías: 24; y sin clasifica-
que ascendió a 4.955.
ción: 1.624. Además, 162 empadrona-
dos tienen los apellidos Toro Toro.
34
No. 22 • Un encuentro con la historia
35
duos, reales y/o míticos apellidados Del-
gado, domiciliados en Manabí. In Manabí,
su historia, su nombre I. Memorias del
Tercer Encuentro Nacional de Historiado-
res. Portoviejo, Santa Ana. 19, 20 y 21 de
junio de 2008. Editor responsable Ramiro
Molina Cedeño. Imprenta y Gráficas Mera.
Portoviejo, Ecuador. Pp. 169-173.
36
EL HISTORIADOR Y SU OBRA:
Alfredo Flores Caamaño
Alvaro Renato Mejía Salazar1
N
o tanto a manera de home-
naje, pese a que sus méritos
bien ganados lo tendrían,
sino más bien con el objeto de enri-
quecer nuestro quehacer histórico,
consideramos necesario realizar un
recordatorio de quienes antes que no-
sotros, dedicaron sus esfuerzos a la
investigación, redacción y difusión de
la historia patria. A través de sus vidas
y de sus obras, podremos conocer sus
logros, sus yerros, las escuelas histo-
riográficas a las que pertenecieron y la
influencia que poseen en los actuales
historiadores2 y, en general, en todos Don Alfredo Flores y Caamaño
quienes se encuentran relacionados
deremos se identifica más con la per-
con el mundo de la Historia.
sona del historiador y con su manera
Comenzamos esta iniciativa, de enfrentarse a la investigación y ex-
misma que se proyecta como una se- posición de los hechos del pasado.
rie, con un historiador conocido, aún
cuando no de los más presentes en la 1. Riobamba (1982). Abogado (P.U.C.E.).
memoria colectiva. Nos referimos a Magíster en Derecho, mención Derecho
don Alfredo Flores y Caamaño, uno Tributario (U.A.S.B.). Especialista Supe-
de los nueve fundadores de la Aca- rior en Tributación (U.A.S.B.). Historia-
dor (S.A.G., A.N.C.G., etc.). Catedrático
demia Nacional de Historia. Sobre Universitario (U.D.L.H.).
Flores Caamaño –y es nuestra inten- 2. Recordemos que la única definición que
ción hacerlo con todos los colegas el Diccionario de la Lengua Españo-
que sean reseñados– nos referiremos la prevé para la palabra historiador es
“persona que escribe historia”. Por tanto,
a su vida, haciendo especial énfasis a todos quienes conocen, hasta de memo-
aquellos hechos vitales decisivos para ria, algunos o muchos sucesos históricos,
quien abraza a la Historia. Realizare- por más acreditaciones universitarias o
mos una breve recensión de su obra y, académicas que posean, mientras no se
dediquen a escribir sobre temas históri-
finalmente, analizaremos uno de sus cos y difundirlos, no deben ser llamados
trabajos, específicamente el que consi- ni llamarse historiadores.
37
1. Alfredo Flores y Caamaño: vida. con lo más destacado del ambiente
histórico limeño.5 En 1903, ganó un
Nace en Guayaquil, en 1879. concurso literario junto a su amigo
Hijo del General quiteño Reinaldo Francisco Guarderas Pérez.6
Flores Jijón, siendo por tanto, nieto
En 1904, replicó al Álbum Biográ-
del General Juan José Flores, primer
fico Ecuatoriano de Camilo Destruge.
Presidente Constitucional del Ecua-
De esta forma empiezaron sus traba-
dor, y de doña Ana Caamaño y Gó-
jos históricos, caracterizados por un
mez Cornejo, dama perteneciente a la
estilo riguroso, polémico, reivindica-
aristocracia porteña. Inició su educa-
torio y tendiente a la búsqueda de la
ción con preceptores particulares. Su
verdad histórica. Sin embargo, como
formación secundaria la comenzó en
nos lo recuerda Santiago Pastrana7
el colegio San Vicente de Guayaquil,
pasando a finales del siglo diecinue-
ni la objetividad, ni la neutralidad,
ve a Lima, por los problemas políticos
ni la imparcialidad son posibles
que atravesaba su padre.4 Este primer de manera absoluta. Ni el propio
encuentro con la capital peruana sería Ranke8 pudo sustraerse a seleccio-
determinante en su futuro como his- nar los hechos más relevantes, ni a
toriador y como ser humano. Al cul- hacer juicios de valor.
minar su educación secundaria, viajó
a los Estados Unidos y a Europa. Sólo Para Rodolfo Pérez Pimentel,
en 1901 regresó a Quito, poseedor ya esta contestación a Destruge lo hizo
de un gusto por la Historia, mismo conocido en el ambiente cultural
que le había llevado a relacionarse
38
No. 22 • Un encuentro con la historia
39
esta obra, González Tolá hace recaer dumbide–, merecían que se le reco-
la mayor parte de la responsabilidad nociese como coautor de las mismas,
por el asesinato de Sucre, sobre los particular que no ocurrió. El punto
hombros del General Juan José Flores. determinante para el rompimiento to-
Pérez Pimentel afirma que Flores Ca- tal entre estos dos académicos ocurrió
amaño habría pagado cierta suma de cuando en 1920, don Alfredo publicó
dinero a González por su retractación, por su cuenta un estudio genealógico
aprovechando los problemas econó- de los Caamaño, sobre la base de las
micos que éste atravesaba.14 investigaciones realizadas por Gan-
En 1918 estaba de regreso en el gotena.
país. En este año, su José Mejía en las De esta época debe datar el ob-
Cortes de Cádiz vio una segunda edi- sequio de parte del archivo del Gran
ción15 y su hermana, doña Luisa, con- Mariscal de Ayacucho, que le hiciera
trajo matrimonio con don Jacinto Jijón su tía doña Josefina Flores Jijón, viu-
y Caamaño.16 Durante la década del da de don Felipe Barriga Carcelén,
veinte, sus publicaciones se fueron su- hijo de la Marquesa de Solanda, en
cediendo con una buena regularidad. cuya casa se almacenaba el menciona-
Antes, de 1913 a 1918, había mante- do archivo desde 1828. En 1921, junto
nido un silencio editorial. Hecho rele- a Víctor Manuel Rendón, promovió
vante de este período es la enemistad una campaña para que no se cantaran
surgida con su colega y pariente Cris- las partes del Himno Nacional consi-
tóbal de Gangotena y Jijón.17 Parece deradas lesivas a España, obteniendo
que los problemas se debieron a que que el Congreso Nacional aprobara
Flores habría sentido que la colabora- tal intención. Esto valió a Flores y a
ción que prestó a Gangotena para al- Rendón, que Alfonso XIII les enviara
gunas de sus investigaciones genealó- sus más sinceros agradecimientos a
gicas –Salinas Zenitagoya, Caamaño, nombre de España, por tan señalado
Ascázubi, Gangotena, Posse y Zal- acto de confraternidad hispanoameri-
40
No. 22 • Un encuentro con la historia
41
sin embargo, el año en que habría rea- y Caamaño, Miembro de Número
lizado dicho viaje, pero de seguro en Fundador de la Sociedad Ecuato-
el futuro esto dará material para un riana de Estudios Históricos Ame-
nuevo artículo. ricanos, deplora profundamente la
pérdida que sufre la cultura con la
Para 1969, ya contando con 90 desaparición de tan notable escritor
años de edad, comenzó a sufrir do- e historiógrafo y presenta sentida
lencias cardíacas, que acabaron final- condolencia a sus deudos. Quito, a
mente con su vida, en abril de 1970. 3 de mayo de 1970.
Flores Caamaño murió soltero y legó
sus bienes al Hospital San Juan de
Dios de Quito. Al final de su vida se 2. Alfredo Flores y Caamaño:
acentuó su innato parecido físico con reseña general de su obra.
su abuelo paterno,26 quien de hecho La obra de muchos historiadores
poseyó una herencia somática do- suele ser compleja de catalogar, por su
minante. En cuanto a la conducta de extensión o por lo difuso de las publi-
don Alfredo Flores, el historiador y caciones. En el caso de Flores Caama-
psiquiatra quiteño Fernando Jurado ño, él mismo elaboró un listado de 25
Noboa, lo describe como padeciente de sus títulos, el cual fue publicado en
de un severo trastorno conductual, su última obra Objeciones Históricas.
lo que le ocasionaba relaciones inter- En Bibliografía Científica del Ecua-
personales muy deficientes.27 Al mes dor, Carlos Manuel Larrea identifico
siguiente del fallecimiento de don hasta 1960, un titulo adicional a los ya
Alfredo Flores, la Academia Nacional aparecidos en Objeciones Históricas.28
de Historia emitía una nota necroló- Rodolfo Pérez Pimentel señala en to-
gica, publicada en el Boletín corres- tal 30 obras pertenecientes a Alfredo
pondiente al primer semestre de 1970, Flores y Caamaño. Por nuestra parte,
misma que reza: hemos logrado identificar un título
más a los ya referidos.
La Academia Nacional de Historia
Réplica al Álbum Biográfico
que acaba de recibir la noticia de
que en el mes anterior ha fallecido
Ecuatoriano. Destruge contra de Des-
en Lima el señor don Alfredo Flores truge. (1904)
42
No. 22 • Un encuentro con la historia
43
Valle y Lequerica con nuevos
aspectos sobre la vida del sabio.
(1943)
• El artista Don Manuel Samanie-
go y Jaramillo, quiteño, escultor
y pintor. (1944)
• Las primeras poesías de Don
Miguel Antonio Caro. (1948)
• El célebre mártir de la ciencia
médica en el Perú. (Daniel Al-
cides Carrión, hijo de ecuatoria-
no). (1949)
• Artista nacional inolvidable.
Bernardo de Legarda y del Arco.
(1951) Portada de El Gran Mariscal de Ayacucho
• Rectificaciones históricas (1954) y su esposa La Marquesa de Solanda29
44
No. 22 • Un encuentro con la historia
45
atención a lo que hemos anotado, Todo lo que hemos anotado sobre Al-
objetivo y formal, casi quirúrgico. El fredo Flores y Caamaño, como inves-
historiador se detiene en cada punto tigador e historiador, ha llevado a que
controvertido a realizar su réplica, so- sus colegas y la crítica en general, lo
bre la base de fundamentos obtenidos traten siempre con especial deferencia
de sus investigaciones en fuentes pri- científica. De Objeciones Históricas se
migenias y secundarias. Por este mis- ha escrito que es una obra de consul-
mo método, es fácil identificar las oca- ta obligada, lo cual compartimos to-
siones, de suyo pocas, en que el autor talmente, quizás sólo puntualizando
verte un criterio sobre tal o cual per- que los principales sujetos pasivos de
sonaje, basado exclusivamente en sus esta obligación, somos los historiado-
apreciaciones o conceptos personales. res y todos quienes se relacionan con
el mundo de la Historia.
46
No. 22 • Un encuentro con la historia
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