Abuso Sexual o Abandono de Niños en Panamá

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Abuso sexual o abandono de niños en panamá

Es el abuso sexual con personas menores de 18 años, es una forma de violencia sexual
que atenta contra la integridad y la dignidad de los niños, niñas y adolescentes. Ocurre
cuando ellos son estimulados sexualmente por una persona que quiere obtener placer
propio (o el de otros), son abusados sexualmente y puede ser con o sin contacto físico.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el abuso sexual infantil es la utilización de un niño, niña
o adolescente en una actividad sexual que no comprende, para la cual no está en capacidad de dar su
consentimiento y no está preparado por su desarrollo físico, emocional y cognitivo.

los contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto (agresor) usa al niño para
estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual también puede ser
cometido por una persona menor de 18 años, cuando ésta es significativamente mayor que el niño
(la víctima) o cuando (el agresor) está en una posición de poder o control sobre otro menor"
 
Los abusos sexuales se definen a partir de dos grandes conceptos: el de coerción y el de la
diferencia de edad entre agresor y víctima. "La coerción (con fuerza física, presión o engaño) debe
ser considerada por sí misma criterio suficiente para que una conducta sea etiquetada de abuso
sexual del menor, independientemente de la edad del agresor"
Cuáles son las formas de abuso sexual?
1. Incesto: los contactos sexuales realizados por familiares directos u otro adulto que
ejerce la función de padre o tutor (padrastro, madrastra, padres adpotivos).
2. Violación: Acto sexual realizado por un adulto no familiar.
3. Contacto físico, manoseo, toqueteios al niño o del niño hacia el adulto.
4. Exposición del niño a la visualización de películas, revistas pornográficas o
exhibicionismo.
Qué conductas en el niño pueden sugerir situaciones de abuso sexual?
Las conductas varían según la etapa del desarrollo del niño y por si solas no son diagnóstias.
Es el estudio integral del niño el que puede orientar o dar lugar a la sospecha de este problema.
Es importante tomar conciencia que los niños que avisan o cuentan sobre una situación de abuso
sexual generalmente NO MIENTEN.
 Clasificación sobre cambios de conductas por edades del niño víctima de abuso sexual

Niños pequeños y preescolares

1. Trastornos de la conducta, retraso del lenguaje, enuresis, encopresis.


2. Trastornos del carácter: irritabilidad, llanto, inquietud.
3. Trastornos del sueño: dificultad para conciliarlo, pesadillas, terrores nocturnos
4. Miedos a determinadas personas y lugares.
5. Juegos sexuales y reiterados que no corresponden a la edad del niño.
6. Masturbación compulsiva.
Niños en edad escolar

Trastornos de conducta (problemas con sus padres, cambios de humor)

Trastornos del sueño.

Trastornos del aprendizaje.

Trastornos de la alimentación.
Trastornos de la imágen corporal.

Conocimientos sexuales inapropiados para la edad.

Somatizaciones.

Adolescentes.
1. Trastornos de la conducta (mala relación familiar, con sus semejantes, aislamiento,
intento de suicidio, fuga del hogar, consumo de drogas y alcohol, depresión, etc)
2. Trastornos del aprendizaje.
3. Trastornos de la alimentación
4. Contactos sexuales promiscuos
Cuáles son los signos físico al examinar al paciente?

En el abuso sexual puede o no haber contacto físico.

El exámen físico debe ser realizado por uno o varios profesionales especializados en el problema.

Es importante destacar que un gran número de niños pueden no presentar signos físicos de abuso
sexual.

Según la Academia Americana de Pediatría determinados signos físicos son sugestivos para el
diagnóstico de este grave cuadro.

Lesiones en labios menores (niñas) que abarcan desde irritaciones hasta laceraciones en dicha
zona.

Lesión del himen, cicatrices, escotaduras, distorsió, disminución, restos o ausencia del himen.

Lesión en horquilla posterior.

Cicatriz en fosa navicular

Lógicamente los signos de hemorragias genitales, vulvovaginitis, infecciones urinarias recurrentes,


lesiones en región anal, también son orientativos en estos casos.

Cuándo debe ser evaluado y examinado el niño o niña víctima de un abuso?

En la compleja trama del abuso sexual, deberán participar varias disciplinas en la evaluación del
niño víctima de un abuso sexual.

Tanto la examinación física como el interrogatorio debes ser realizado con cautela y con una lógica
preparación previa del niño o niña.

Es vital que el paciente sienta confianza y seguridad para que la evaluación no resulte traumática.

Qué se debe hacer frente a una situación de riesgo para el niño o niña?

El abordaje de estos problemas debe ser realizado por un equipo multidisciplinario que abarca
médico pediatra, psicólogo infantil, asistente social y un abogado que dé su aporte legal
.

El diagnóstico final está basado en el funcionamiento integrado de este equipo profesional.

En esta etapa es fundamental resguardar al niño/a de todo riesgo ya sea en su ámbito familiar si es
posible o en una institución asistencial en caso de no contar con una familia de referencia.

Se solicita la protección del niño/a al defensor de menores.

El trabajo de la justicia dependerá del análisis del equipo de profesionales quienes informarán a
juez a cargo, el diagnóstico, la forma de resguardo del niño/a y las terapeutica a reaizar tanto al
iño como a la familia o persona a cargo

Falsas creencias sobre el Abuso Sexual Infantil

El abuso sexual infantil sigue siendo un tema tabú en torno al que existen numerosas falsas
creencias que contribuyen a ocultar el problema y tranquilizar a quienes no desean afrontarlo.
Todas estas creencias erróneas deben ser superadas si se pretende abordar de forma adecuada
este tema.

FALSO VERDADERO
 Los abusos sexuales son  En torno a un 23% de niñas y un 15%
infrecuentes. de niños son víctimas de abusos.
 Se dan en niñas, pero no en niños.  Afectan más a las niñas, pero los
niños también los sufren.
 Hoy se dan más abusos que antes.
 Han existido en todas las épocas.

Hoy sí existe una mayor conciencia y

sensibilización al respecto.
 Los agresores son normalmente  La mayoría de los abusos los
enfermos psiquiátricos o viejos verdes. cometen sujetos aparentemente normales,
aunque no poseen valores sociales o no
saben controlar sus impulsos.
 Sólo ocurren en ambientes  Están presentes en todas las clases
especiales (pobreza, baja cultura) y sociales y ambientes, aunque sí son más
situaciones especiales (callejones oscuros probables en situaciones de hacinamiento
y durante la noche). o si existe un clima de violencia familiar.
Pueden ocurrir en cualquier Lugar y
memento.
 Los niños no dicen la verdad cuando  Los niños casi nunca mienten cuando
cuentan que han sufrido abuso sexual. dicen haber sufrido abusos.
 Las víctimas son normalmente chicas  El abuso sexual puede ocurrirle a
jóvenes que visten seductoramente o cualquiera, independientemente de la
niñas que se lo buscan. edad, sexo o forma de vestir.
 Si los abusos ocurrieran en nuestro
entorno, nos enteraríamos  Muchas veces, las personas que
sufren abusos tienden a ocultarlo por

vergüenza o miedo
 Los abusos sexuales van casi  El agresor no emplea siempre la
siempre asociados a la violencia física. violencia. En muchos casos utiliza la
persuasión o el engaño.
 Si la madre de un niño se entera de  No es infrecuente que las madres
que éste es objeto de abusos sexuales, no reaccionen ocultando los hechos, sobre
lo permitirá y lo denunciará. todo si el agresor es un familiar.
 Los menores pueden evitarlo.  Esto es verdad en algunos casos,
pero en otros muchos les coge por
sorpresa, no saben lo que está pasando,
les engañan o les amenazan.
 Los efectos son casi siempre muy  No siempre es así.
graves.

Qué hacer como padre, educador o profesional ante un caso de abuso sexual o sospecha
del mismo?:
 Propiciar la confianza de los niños y escucharlos. Padres y educadores deben
animarles a hablar ("Ten confianza en mí", "Puedes contarme lo que sea", "Quiero escuchar
lo que me quieres decir", "Yo puedo ayudarte a solucionarlo").
 Creer al niño. No hay que cuestionar la veracidad de los hechos porque cuando los
niños cuentan un abuso, no mienten prácticamente nunca.
 Decirle que no es culpable. Casi siempre muestran sentimientos de culpabilidad, por
lo que es muy importante dejarle claro que él no tiene ninguna culpa, que el responsable es
el agresor ("Tú no has hecho nada malo", "No es tu culpa", "Tú no has podido evitarlo).
 Hacer que se sienta orgulloso por haberlo contado. Quienes comunican estos
hechos son valientes ("Estoy muy orgulloso de ti por habérmelo contado", "Has sido muy
valiente al contarme esto").
 Asegurarle que no le ocurrirá nada, que el abuso no se repetirá y no habrá
represalias ("Ahora que me lo has contado, ya no volverá a suceder").
 Decirle que saldrá adelante ("Sé que ahora te sientes mal, pero te vamos a ayudar
para que vuelvas a sentirte bien").
 Expresarle afecto. Necesitan sentirse seguros y queridos, sobre todo en situaciones
traumáticas como en los casos de abusos sexuales.
 Hablar de lo ocurrido y del agresor. El niño debe reconocer sus sentimientos. Hay
que animarle a hablar del abuso y hablar del agresor como alguien que necesita ayuda
("¿Quieres contarme cómo ocurrió?, "Te ha hecho algo malo, pero él también necesita ayuda
para que no lo vuelva a hacer").
 Comunicar el abuso a la familia o a los Servicios de Protección de Menores. Hay
que informar a la familia de lo ocurrido cuanto antes, para que busquen la ayuda necesaria y
protejan al niño para que el abuso no vuelva a producirse. Si el abuso es intrafamiliar, se
debe informar a un familiar directo diferente del agresor. En estos casos conviene seguir el
caso, llamando a la familia o concertando entrevistas con ella para comprobar si está
intentando resolver el problema o si se está ocultando o negando, como ocurre muchas
veces. Si está implicado el padre, hay que comunicarlo a los Servicios de Protección de
Menores para evitar que los miembros de la familia se organicen y silencien el abuso.
Lo que nunca hay que hacer
 Culpar al niño del abuso. No hay que reñirle o castigarle por lo sucedido.
 Negar que el abuso ha ocurrido ("¿Estás seguro/a?", "No es verdad, debe ser un
malentendido", "No inventes esas historias").
 Expresar alarma, angustia por el niño/a o por el agresor.
 Tratar al niño/a de forma diferente. Evitar tocarle, acariciarle, hablar de él o ella como
la víctima.
 Sobreprotegerle.
Orientándonos acerca del Agresor
 Los agresores son mayoritariamente varones, oscilando los porcentajes entre un 80
y un 92 por ciento, según las investigaciones. Generalmente se trata de hombres adultos y
jóvenes, incluyendo adolescentes.

 Habitualmente eligen víctimas del otro sexo

 Son precoces: casi la mitad tuvo su primer comportamiento de abuso antes de


cumplir 16 años.

 Suelen ser reincidentes y actúan más en las ciudades que en las zonas rurales

 Aparentemente son personas normales, pero presentan problemas de socialización y


serias carencias en valores sociales.

 Suelen ser agresivos o retraídos y muy insensibles.

 No saben seducir a sus iguales, los adultos.

 La mayoría no busca tratamiento. Tal como señala Blanca Vázquez, "el ofensor
sexual, y particularmente el de niños, "construye" toda una serie de argumentaciones en
torno a su conducta delictiva /.../ en base a las cuales no presenta rastro de culpabilidad
alguna que le lleve a ponerse en tratamiento psicológico".

 Tienen una escasa capacidad para ponerse en el lugar de otros y compartir sus
sentimientos (empatía).

 En la mitad de los casos son desconocidos. En la otra mitad, se trata de familiares


o conocidos de las víctimas, lo que representa un porcentaje inferior al que se registra en
las sociedades anglosajonas, "quizás porque la familia mediterránea es más protectora",
explica el catedrático de Sexología Félix López.

 Sólo en un 10 por ciento de los casos usan la violencia. Habitualmente recurren al


engaño, tratan de ganarse la confianza de las víctimas o se aprovechan de la confianza
familiar, utilizan estrategias como el factor sorpresa, les amenazan o les dan premios o
privilegios de diferente tipo.

 La mayoría no son pedófilos, es decir, adultos que se sienten orientados sexualmente


exclusiva o preferentemente por los niños.

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