9 Errores Que Destruyen Tu Curso Online
9 Errores Que Destruyen Tu Curso Online
9 Errores Que Destruyen Tu Curso Online
Quiero mostrarte los principales errores que cometen las personas a la hora de crear
sus productos de información. Conocerlos puede ahorrarte mucho trabajo, sobre todo
tiempo y frustraciones.
Quiero comenzar con uno de los principales errores que es además muy frecuente y
que puede hacerte elegir mal el camino desde el comienzo. Por favor, es crucial que lo
tengas en cuenta.
Cuando solamente estás pensando en el dinero, lo que ocurre es que eso se nota, tus
alumnos lo perciben a través de tu voz e incluso a través de tu forma de escribir.
Parece mentira pero transmitimos mucho más que solo palabras. El alumno se dará
cuenta si solamente buscas tu propio beneficio en lugar de ayudarlo a solucionar su
problema.
La fórmula es: ayuda al alumno primero y tendrás mucho dinero entrando en tu cuenta
bancaria. Simplemente con ese cambio de enfoque tus resultados se van a potenciar
enormemente y el dinero va a venir pero fruto de ese relacionamiento que vas a crear.
Cuando lo ayudes con sus dificultades, cuando conozcas sus tropiezos y puedas
solucionarlos, es allí donde radica la mina de oro que tienes que buscar.
Nunca veas al alumno como una transacción, sino como la construcción de una
relación a largo plazo. Incluso ese cambio de enfoque, hará que no solo te compren
una vez sino muchas más.
Si generas resultados, transformaciones en ellos irás por buen camino. Luego podrás
pedir testimonios, reseñas, que ayudarán a posicionarte mejor en tu mercado. Piensa
en el proceso y los resultados económicos vendrán por añadidura.
Si piensas en ese tipo de resultados está bien porque eso es muy válido y es algo que
tienes que hacer. Los datos son incluso más importante que las ventas, porque eso te
dará validación, si tu producto funciona o no y si es interesante para tu público.
Tu curso puede y debe tener más valor si tiene acompañamiento. Básicamente porque
son horas de vida que le estarás dedicando a tus alumnos y eso vale.
Quiero aclarar que el valor que el alumno percibe no tiene nada que ver con el precio
del curso. El valor es como la belleza, está en los ojos de quien lo ve y digo esto
porque para una persona algo puede ser valioso mientras que para otra puede que no
lo sea con un mismo precio.
Por ejemplo, para una persona un auto con un baúl grande puede significar
comodidad para colocar todas las maletas. Mientras que para otra persona puede
significar tener que agacharse mucho si tiene dolor de espalda.
El mismo baúl y el mismo auto en este caso, no significa lo mismo para una persona
que para otra. Aunque obviamente el costo del auto es el mismo. Tenlo siempre
presente.
Así que siempre considera dar acompañamiento a tus alumnos a través de la
plataforma que elijas utilizar. No solamente te limites a vender un curso y que el
alumno se arregle como pueda. Volvemos a lo mismo, no veas al alumno como una
transacción.
A propósito, generar autoridad también es básico para poder vender con comodidad
cuando tienes un producto en internet. Y fundamental poder promocionarlo
correctamente para que las personas sepan que tienes ese producto para vender.
Y aquí hay un error que es bastante frecuente también y es pretender vender en frío.
Vender en frío es querer vender tu producto directamente en los grupos de facebook
o whatsapp (u otras redes sociales) sin antes crear confianza. La confianza en tu
producto, pero sobre todo en tí que eres quien lo vende.
Bueno, lo mismo ocurre con las ventas. Primero se construye la relación a través del
tiempo y luego se vende. Pero muchas personas en internet no entienden este
concepto y quieren vender sin antes crear esa relación.
No lo hagas, será una pérdida de tiempo y lo peor es que perderás reputación y
credibilidad. Esto denota necesidad, carencia, desesperación y además falta de
profesionalismo.
Pasa en todos los ámbitos, pero sobre todo lo veo mucho en profesionales que
dominan un tema específico. Esto es una trampa, porque el saber mucho puede hacer
que te “muerdas la cola” intentando crear un curso demasiado extenso o demasiado
ambicioso.
Al final no llegarás a ninguna parte queriendo abarcar mucho. En internet tienes que
pensar en nichos y si es en sub-nichos mejor.
Por otro lado y complementando un poco esto, siempre sugiero a mis alumnos que no
piensen en productos aislados, sino como series de productos.
A eso se le llama escalera de valor y es bueno que lo tengas en cuenta incluso antes de
planificar tu primer curso. Es preferible tal vez varios cursos tratando temas concretos,
que uno muy extenso en el que abarques mucho contenido.
Eso sí, si creas un curso corto procura concentrarte en que los alumnos encuentren
mucho valor en él.
Esto es así porque te van a evaluar de acuerdo al proyecto que presentas y a la forma
de presentar el producto. La imagen lo es todo.
Si tu curso online denota mala calidad de sonido e imagen no será recordado, los
alumnos no lo van a seguir y además hablarán mal de él haciendo que no se venda.
Es todo un círculo virtuoso o vicioso. Si descuidas los detalles, ellos hablarán mal de tí
en algún momento. Y eso tengo que dejarlo muy claro, hoy en día todo se maneja a
través de reseñas, de opiniones que tienen otros usuarios de tus productos.
En internet todo se basa en testimonios de otras personas que ya han comprado, que
ya han atravesado por la experiencia de compra. A esto se le llama “prueba social” y
será uno de los aspectos determinantes al momento de vender tu curso.
Esto pasa con los libros, con los cursos online e incluso con los negocios locales en el
mundo offline.
Las reseñas pueden ser muy buenas pero también nefastas para tu curso. Y no
solamente tu curso como ya vimos, sino lo que es peor, tu reputación en internet.
Es importantísimo comenzar con buen pie, para realmente destacarse desde el primer
momento y generar una buena primera impresión.
Eso sí, no te lo tomes tan a pecho porque es preferible crear y lanzar tu curso online, a
no hacerlo nunca. Algunas veces sucede que por ser demasiado perfeccionistas, los
instructores no avanzan y eso no está bien tampoco. “Más vale hecho que perfecto”,
siempre recuerda eso.
Y sucede mucho también, que personas que conocen menos sobre un tema, terminan
vendiendo mucho más que otra que domina mejor un tema determinado justamente
porque saben vender.
Lo que sucede, es que la venta está muy mal vista por la cantidad de vendedores que
han hecho mal su trabajo. No han entendido que vender es ayudar. Son aquellos que
te intentan vender cualquier producto, a las 3 de la tarde y a personas que no les
interesa lo que venden.
Y acá quiero aclarar algo que te ayudará a entender un poco más de qué va todo esto.
No todas las personas van a ser tus clientes.
Por qué digo esto. Mira, no todas las personas van a necesitar de tu producto o
servicio. Muchos no van a ser tus clientes e incluso será mejor que así sea. Tenerlo
claro esto es primordial.
Es muy bueno porque no gastarás energía en intentar vender algo a alguien que nunca
te querrá comprar. Por lo tanto, definir al cliente ideal es fundamental para poder
venderle a la persona correcta, algo que esté alineado con lo que busca. Que quede
conforme con ese producto y pueda recomendarlo a otras personas.
Qué edad tiene, si es hombre o mujer, qué hobbies, si es casada o soltera, e incluso si
es mujer o madre. Sí, porque no es lo mismo venderle a una mujer soltera que a una
mujer madre de 3 hijos.
Cómo te decía en el error anterior, estas personas (“vendedores”) son las que
perjudican la visión que tenemos de las ventas y hacen que las personas desconfíen de
los buenos vendedores, los que venden desde la empatía y con ética.
Como en todo ámbito, existe la ley del proceso que dice que primero hay que “ser”
para después “hacer”, para después recién “tener”.
El orden es ese, pero muchas personas se saltan el primer paso. Muy pocos están
dispuestos a “ser” mejores personas, a formarse, a conocerse para dar lo mejor a los
demás.
Solamente quieren “hacer” y “tener” y se olvidan de ese gran detalle, el primer paso. Es
más, me animo a decir que muchos se olvidan también del segundo (“hacer”). Y sin
pagar el precio, quieren cobrar una y otra vez y de la noche a la mañana.
De hecho es de las primeras cosas que les enseño a mis alumnos, a cambiar la
mentalidad que tienen. A esa mochila hay que dejarla en la puerta siempre.
Y justamente uno de las grandes características que tienen los cursos online es que
puedes potenciar tu trabajo y apalancarte de otros recursos y sistemas. Para que
prácticamente con el mismo esfuerzo, puedas incluso ganar más dinero año tras año.
Esto nunca te lo dará un empleo tradicional, en donde las horas del día son limitadas.
Si quisieras ganar más no podrías por más que quisieras porque tienes 24 horas y está
claro que no puedes usar ni siquiera la mitad de esas horas para producir más dinero.
Incluso si lo hicieras así, trabajando 12 horas por día, tendrías dinero limitado y con el
pequeño plus de que no tendrías vida. Y eso no es negocio para nadie, más bien
esclavitud.
A lo que quiero llegar con todo esto, es que vas a tener que dedicarle tiempo a tu
proyecto. Y si no sientes pasión por lo que haces posiblemente no resistas las horas de
trabajo.
Así que elige muy bien tu tema. Si estás dudando si es o no algo que te apasiona, es
porque realmente no te apasiona. Te aconsejo que te dediques a otra cosa o busques
mejor.
Algunas veces creemos que lo que hemos hecho por años es lo que nos apasionaba y
resulta que no es así. Tal vez eso que hacías solo fue una distracción que te mantuvo
engañada/o durante todo este tiempo.
Personas que han hecho una carrera por tradición o mandato familiar. Se han mentido
a ellas mismas por quedar bien con la familia.
Eso sucede a menudo, lo bueno es que siempre hay tiempo para descubrir qué es lo
que realmente te hace feliz. Así que busca bien, no hay problema en intentar
descubrirlo.
Lo que sí tienes que lograr es no mentirte, para ello es necesario sentarse, pensar y
sentir lo que realmente “hace tu corazón cantar”.
Cuando realmente lo encuentres serás imparable, porque no hay nada que tenga más
fuerza que la pasión.
Publicar tu curso es uno de los primeros pasos en realidad. Cuando parece que todo
terminó, no has hecho más que comenzar. De aquí la importancia (como lo hablamos)
de tener pasión por lo que vas a dictar.
Ahora queda toda la parte de promoción y venta. O incluso seguir con la escalera de
valor de la que hablábamos. Crear tu segundo curso.
Muchos se quedan aquí porque desconocen sobre ventas o no les gusta. Lamento
decirte que tienes que saber algo de ventas o tu curso no se venderá como
hablábamos antes. Las personas no van a buscar tu producto, tu tienes que comenzar
a mostrarlo.
Este es un error que cometí hace mucho tiempo cuando tuve mi primera página web.
Pensaba que mi página, solo por el hecho de que estuviera en internet, la conocería
mucha gente.
Y fue un gran error que incluso hizo que con el tiempo, me viera en la necesidad de
darle de baja, porque me ocasionaba muchos gastos y poco retorno.
Un negocio para que funcione bien en internet, tiene que sustentarse por sí mismo. Si
consigues eso te irá bien, de lo contrario todo será gastos y te verás obligado a
renunciar.
Tener tráfico es esencial para cualquier negocio en internet. Si las personas no saben
que existes, sencillamente no sabrán que tienes algo que las puede ayudar.
Hay tres formas básicamente de atraer tráfico a tus productos o servicios. Hay formas
pagas, como por ejemplo anunciarse en google ads o facebook ads (entre otras) y
formas orgánicas como publicar artículos, post y videos en redes sociales como
pinterest, twitter, linkedin, instagram, youtube etc.
Hay una tercera forma que es ponerse en contacto con influencers que promocionen
tus productos.
Mantener enganchada a una persona en el siglo XXI es una de las labores más titánicas
que existen. Lograr la atención del alumno en un mundo donde el bombardeo de
información es constante, suele ser trascendente a la hora de conseguir el éxito de tu
curso online.
Pero es necesario que el alumno esté comprometido con tu curso, con su aprendizaje.
Y tienes que lograr engancharlo a través de cada video que le presentes.
Tienes que buscar crear videos cortos, con un objetivo en mente y dejar la puerta
abierta para el video que sigue. Eso sí, si prometes algo en un video resuélvelo en el
transcurso de tu curso.
Nunca prometas algo que no puedes cumplir. Esto aplica también a toda la
comunicación, desde la carta de ventas, a los videos o contenido propio de tu curso.
Es necesario entonces que tu curso esté siempre vivo, actualizado a los tiempos que
corren. No vale eso de crear un curso y dejarlo que junte “polvo digital”.
Es labor del instructor darle seguimiento al programa, contestar las preguntas de los
alumnos, responder reseñas y ofrecer acompañamiento.
Lo otro que hay que tener en cuenta es si tu curso será específico para una época del
año o “evergreen”. Qué quiero decir con esto. Hay temáticas que ameritan que un
curso se transforme en estacional.
Por ejemplo: un curso sobre “Cómo Cocinar los Mejores Pavos de Navidad” (en el caso
del mercado estadounidense), se podría vender únicamente para navidad.
Mientras que si creas un curso sobre: “Cómo ser Creativo en la Comida Vegana” se
venderá siempre, porque se aplica a toda época del año. Creo que se entendió el
concepto.
Suele pasar con frecuencia cuando hacemos un curso centrados en el uso de una
determinada plataforma. Las plataformas cambian y nos obliga a cambiar también la
forma de enseñar a usarla. La interfaz de Facebook es un típico ejemplo.
Si quieres ser buen/a instructor/a no querrás eso para tu negocio, poniendo en jaque
tu credibilidad y autoridad. Y eso no se recupera.
O buscas dar lo mejor de ti de forma honesta, o no habrá vuelta atrás. Siempre pongo
el mismo ejemplo: recuerda esto, qué sucede si le dices a tu esposa/o “sabes que este
año te he sido 95% fiel”.
Cómo crees que reaccionará. Mal ¿verdad? En internet, o eres honesto o no lo eres,
intenta dar tu 100%. Puede que en unos años ese 100% que diste hoy, sea el 80% de
cuando estés allí.
De hecho, la idea es que justamente pase eso, que luego de un par de años te
avergüences de lo que hiciste tiempo atrás. Eso querrá decir que has evolucionado
como instructor/a.
Lo que sí puedes hacer, es buscar información que ya está en internet de forma pública
y crear nuevo contenido teniendo eso como referencia. Sin copiar y sin aprovecharse
del trabajo de otros.
Hay un par de razones por las cuales las personas querrán tu curso y no lo que ya está
en google o youtube. Mira:
1. La gente es cómoda y no quiere estar todo el día buscando cómo aprender algo.
Aquí es donde entras tú con un “paquete”. Un curso ya estructurado con módulos,
videos y material de apoyo. En donde le estás dando todo ya resuelto y listo para
consumir.
Sí, todo en un solo lugar y eso es muy valioso porque la información está, pero muy
dispersa en la web. Y lo estará aún más en un futuro próximo. Habrá más y más
información, pero menos tiempo para encontrarla.
2. Por otro lado si has creado una comunidad, ellos querrán tu producto porque tiene
tu esencia, tu propio estilo, tu forma de ser. Las personas le compran a personas y esto
es muy importante que lo entiendas.
Nadie quiere tu producto (ya sea curso, ebook o lo que sea que vendas), lo que la
gente quiere es que la acompañes a través de tu experiencia y que le ayudes a
solucionar su “dolor”.
Además, tener éxito sabiendo que has hecho un trabajo honesto y dedicado no tiene
precio. Saber que tu producto está cambiando vidas tampoco tiene precio.
Ve tu producto como tu hijo a quien tienes que cuidar. Un hijo tiene sus etapas, el que
es padre lo sabe. Muchas veces hay que hacer frente a los “berrinches”, otras veces
disfrutar de sus primeros pasos, otras ocuparnos de sus deberes o ir a buscarlos a la
salida de un baile.