Presentacion Las Siete Señales

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(1) Las Siete Señales: cada una describiendo un atributo de la Deidad de


Cristo.
1. Convertir el agua en vino (Cap.2) manifestaba Un Poder sobre la Calidad;
2. Sanar al hijo del Oficial del Rey (Cap.4) era Poder sobre la Distancia;
3. Sanar al hombre paralítico (Cap.5) era Poder sobre el Tiempo;
4. Alimentara los cinco mil (Cap.6) era Poder sobre la Cantidad;
5. que Jesús Caminará sobre el Mar (Cap.6:16-21) era Poder sobre la
Naturaleza;
6. Sanar del Hombre Ciego (Cap.9) era Poder sobre La Oscuridad;
7. Resucitar a Lázaro (Cap.11) era Poder sobre la Muerte.

Comentando como los 7 milagros selectivamente elegidos por Juan de entre


una diversidad de otras señales tienen una significación para todos (20:30-31)

Merrill Tenney escribió:


“Estos siete milagros, entonces, son preeminentemente señales porque
apuntaba aquellos aspectos del ministerio de Jesús a través de los cuales Él
demostró su control trascendente sobre los factores de la vida con los cuales el
hombre es incapaz de hacer frente. Calidad, Espacio, Tiempo, Cantidad, ley
Natura, desgracia y muerte limitan a la humanidad. La existencia diaria es una
batalla contra sus limitaciones. La Superioridad de Cristo sobre ellas revelado por
estos eventos llamadas señales fue prueba de Su deidad y un indicio para
entender lo que el escritor deseó decir sobre Él” (op.cit; 31).

Tres son la palabras claves de este evangelio y cada una entrelazadas intentan
llevar al lector

 al surgimiento de la fe y
 el reconocimiento de Jesús como Hijo Divino
 y Salvador de los que le buscan con obediencia.

“Estas tres palabras”, dice Tenney “son señales, fe y vida, proveen una
organización lógica del Cuarto Evangelio. En las señales aparece la revelación
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de Dios; en la fe, la reacción que estas señales buscan provocar; y la vida, es el


resultado que esa fe logra. Juntas integran la apelación de todo el Evangelio”
(Ibíd.; 33, 34).

¿Qué hace el Evangelio de Juan más peculiar y todavía complementario a


los Sinópticos? Juan añade muchas de las actividades y discursos de Jesús en su
primer año de predicación. Mientras que los Sinópticos se concentran en la
predicación de Jesús en Galilea y Judea, Juan se concentra en Jerusalén y en los
eventos de las pascuas y otras fiestas de los judíos.

Para Juan importan

(I) Las Personas por sus nombres; por eso habla de figuras como
Nicodemo (3:1-15; 7:50; 19:39), Lázaro (11:1-45; 12:1-11), Simón el
padre de Judas Iscariote (6:71; 13:2), y Malco (18:10) que aparecen
únicamente en su evangelio. Para Juan importa
(II) El Tiempo. El tiempo en relación a las fiestas como la primera Pascua
(2:13, 23), la fiesta del año nuevo o fiesta de los judíos (5:1), la segunda
Pascua (6:4), la fiesta de los Tabernáculos (7:2), la fiesta de la
Dedicación (10:22). El tiempo en relación a semanas (1:29, 35, 43, 2:1;
12:1, 12, 19:31; 20:1), habla de los eventos de la semana después de la
Resurrección (20:26), de la enumeración de los días antes de la
resurrección de Lázaro (11:6, 17, 39), observa la duración de la estancia
de Cristo en Samaria (4:40, 43; compare 6:22; 7:14, 37). Pero todavía
más notable es la mención de las horas o del tiempo del día en el cual
ocurrieron los eventos bajo circunstancias que probablemente
impresionaban a la mente del lector como “la hora décima” (1:39), “la
hora sexta” (4:6), “la hora séptima” (4:52), “cerca de la hora sexta”
(19:14), “de noche” (3:2; 13:30), “temprano” (18:23, 20:1; 21:4), “tarde”
(6:16, 20:19).
(III) Los Números. Los números en relación a las personas “los dos
discípulos” de Juan Bautista (1:35), las “seis tinajas” de piedra en Cana
(2:6), los “cinco panes y dos peces” en Galilea (6:9) los “veinte o treinta”
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estadios en el mar (6:19), los “cuatro” soldados que custodiaban al pie


de la cruz(19:23 compare Hech.12:4), los “doscientos codos” separados
de la tierra (21:8), los “ciento cincuenta y tres peces” de la pesca
milagrosa (21:11). Todavía más asombroso de uno que observa y
atestigua con fidelidad es “los cinco maridos” que había tenido la mujer
Samaritana (4:18), los “treinta y ocho años” de la enfermedad del ciego
(5:5), los “trescientos denarios” que argumentó Judas sobre el valor del
perfume (12:5, compare Marcos 14:5) y las “cien libras” de mirra y áloe
traídas por Nicodemo sobre el cuerpo martirizado de Jesús (19:39).
(IV) Los Lugares. El lugar fue parte integral de la recopilación de los
incidentes narrados. Por ello, Juan habla que esto ocurrió en Betania
“más allá del Jordán” (1:28) que Juan bautizaba en Enón… porque
había ahí mucha agua” (3:23), el hijo del noble estaba enfermo en
“Capernaum” (4:46), Jesús halló “al paralítico en el Templo” (5:14). “más
allá del Jordán, al lugar donde Juan al principio bautizaba” (10:40),
porque habían hecho consejo para matarle, Jesús se fue “a un país
cerca del desierto, a una ciudad llamada Efraím” (11:54).
(V) La Forma. Cuando María vino a Jesús ella cayó “a los pies ” (11:32
contratada con su anterior posición “sentada” (v.20), después del
ungimiento Juan observa que “la casa del olor del perfume” (12:3), Juan
aun capta los que los soldados hicieron con la túnica de Jesús “tomaron
sus vestidos, y los hicieron cuatro partes” y todavía él observa que “la
túnica era sin costura , de un solo tejido de arriba abajo” (19:23).
(Todos estos datos últimos tomados de The Gospel According to St.
JohnporBrooke Foss Wescott, XVIII-XX).

¿Cómo podría alguien interesarse tanto en los pequeños detalles de la


descripción de las circunstancias que rodearon los eventos en la vida y
predicación de Jesús? Es inobjetable que nadie excepto Juan el hijo de Zebedeo
(Mar.1:19-20; Mat.4:20) y quien se identifica así mismo como “el discípulo amado”
(19:26; 21:7) como testigo presencial y ocular pudo haber captado todos estos
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detalles y agregarlos a su diario de memorias para revelarnos un cuadro más


completo de lo ocurrido.

F. B. Wescott añade “Más impresionante todavía son las incontables


características en las descripciones, las cuales evidencian o la habilidad de un
artista consumado o la recolección de un observador…. Es casi imposible pasar
por alto los toques intensos que corresponden con la experiencia física de uno que
había visto lo que describe… Cada frase es una reflexión de una definitiva
impresión externa. Traen las escenas tan vívidamente ante el lector como ellas
deben haber sido presentadas al escritor” (Ibíd., XX).

A. T. Robertson cree que una de las razones por las que vemos este evangelio
tan lleno de colorido y toque singular que despierta el intelecto e inspira el espíritu
es “por cuanto Juan escribe en su edad más madura y en la riqueza de su dilatada
experiencia. Da sus reminiscencias moldeadas a través de una prolongada
reflexión, y sin embargo, con un marcado poder dramático” (Imágenes Verbales
en el Nuevo Testamento, Vol. 5, Pag.13).

Hemos señalado el valor intrínseco que tiene el evangelio de Juan como


material pero,

¿Qué podemos decir sobre Juan como autor?

Podemos decir que fue Juan fue Un discípulo

(1) “al cual Jesús amaba” (13:13) o “al discípulo a quien él amaba”
(19:26; 20:2)
(2) Fue el primer discípulo en llegar a la tumba en el domingo de la
Resurrección de Cristo (aunque no entro, primero sino Pedro, Jn.20:2-
10),
(3) Fue el primer discípulo en creer que Jesús había resucitado de entre
los muertos (20:9-10).
(4) Fue el primer discípulo en reconocer a Jesús durante la pesca
milagrosa (21:7),
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(5) Fue el primer discípulo (y el único) en seguir a Jesús hasta la Cruz


(18:15), y
(6) Fue considerado por el apóstol Pablo como una de las “columnas”
en la Iglesia establecida en Jerusalén (Gal.2:9). Su vida prolongada fue
predicha por Jesús (21:18-19). La tradición lo sitúa muriendo en Éfeso
cerca del año 100 D.C. Eusebio dice que Juan fue desterrado a la isla
de Patmos en su vejez durante el reinado de Domiciano el Emperador
Romano.

En su espléndida lección en 1993 durante las Lecturas del Colegio Florida


en Tampa, el hermano George C. Dugger cerró su discurso diciendo: “Los tres
Sinópticos tienden a simplemente establecer los hechos, mientras que Juan
declara todo con la intensión seleccionada de forzar y asegurar un
veredicto…

En conclusión:

La tarea de Juan fue testificar respecto a la evidencia que él había


personalmente atestiguado; establecer esta evidencia en tal forma que el lector no
pueda evadir una decisión con respecto a la deidad de Jesús… Nadie conoció
más a Jesús que “el discípulo a quien Jesús amaba” Juan camino con Él y habló
con Él día tras día… Él se reclinó sobre su pecho la noche antes que Jesús
enfrentase la muerte. Él permaneció al pie de la Cruz. Él entró en su tumba. Y
después de todo Juan proclamó que Jesús era Dios” (John: his Life and Writings,
22; The Gospel and Epistles of John, Florida College Annual Lectures, Temple
Terrace, FL.).

Estas son algunas razones por las que este estudio emprendido
osadamente es maravilloso.

Cuando Jesús habla, las personas escuchan,

Cuando Jesús viaja, las personas le siguen.


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Los primeros tres evangelios describen los eventos, Juan describe el


significado detrás de esos eventos. Y es a través de sus señales, milagros y
conversaciones que Jesús revela que Él es el cumplimento de las profecías
Mesiánicas y el Hijo de Dios hecho carne lleno de gracia y de verdad sobre quien
depositar nuestra fe en base a un testimonio confiable y veraz.

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