Comunicacion para La Incidencia

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Desde el concepto de comunicación para la incidencia es posible reflexionar sobre procesos y

prácticas colectivas emergentes en las organizaciones y movimientos sociales que tienen lugar
en los contextos actuales de nuestros territorios. Varias de estas prácticas pueden estar
naturalizadas, poco visibilizadas o identificadas. De allí que nos interesa reconocerlas,
comprenderlas en su complejidad junto a las condiciones de posibilidad que las atraviesan.
Como objetivo último promovemos la construcción de conceptos nuevos que aporten
sugerencias, basadas en la experiencia, respecto a la forma de actuación que estos colectivos
tienen en la atención de problemáticas o necesidades vigentes. La comunicación para la
incidencia pone énfasis en los procesos de cambio sociocultural, comunicacional y político en
el espacio público. Este proceso se inicia desde las organizaciones sociales hacia el resto de la
sociedad y el Estado como centro de decisiones en las políticas públicas. Y se une a demandas
populares, comunitarias, con un sentido de acción política que busca ocupar espacios y
participar en las agendas públicas sin perder autonomía y en pleno ejercicio de los derechos
ciudadanos. Este trabajo presenta un avance en la construcción de una metodología orientada
a la sistematización de las acciones comunicacionales con voluntad de incidencia pública
(ACVIP). La misma se basa en la experiencia de las autoras en el acompañamiento de trabajos
de planeamiento de la comunicación en organizaciones sociales de la ciudad de Río Cuarto, así
como también por la participación en redes y proyectos vinculados. Buscamos comprender
qué buenas prácticas comunicacionales, en términos de procesos y resultados, han
implementado las organizaciones en su trayectoria.

El concepto de “comunicación para la incidencia” permite reflexionar sobre algunos procesos


y prácticas colectivas emergentes en las organizaciones y movimientos sociales. Este
proceso, según Cicalese (2013), va siempre unido a las demandas de alguna iniciativa
popular, comunitaria, es decir va desde las bases hacia el resto de la sociedad y el Estado
como centro de poder en donde se toman las decisiones de políticas públicas.

Tiene, por lo tanto el sentido de acción política, es decir, busca ocupar espacios y participar en
las agendas públicas, siempre conservando la autonomía de sus reclamos o propuestas y en
pleno ejercicio de los derechos ciudadanos.

De este modo, contempla dos dimensiones;

a) una comunicacional en tanto visibilidad y sensibilización del sentido social de la


problemática

b) política, en tanto concreción de sus propuestas en distintos grados (a través de normativas,


ordenanzas, leyes nacionales o provinciales) y en sus diferentes instancias de cumplimiento,
modificación, creación, redireccionamiento, o impedimento.

Así, la comunicación para la incidencia es un proceso que pone énfasis en los cambios
socioculturales, comunicacionales y políticos en el espacio público. A su vez, el grado de
concreción y de visibilidad de las problemáticas estará asociado a diversas posibilidades –
internas y externas- que condicionarán las estrategias tanto en lo referido a su formulación
como en la gestión de las mismas. En relación a las internas, alude a las capacidades o
competencias de los miembros de las organizaciones para llevar adelante las acciones que se
emprenden. Por su parte, las condiciones contextuales externas son propias de un
determinado momento histórico. De allí la importancia de comprender el proceso y sus
posibilidades, ubicándolo en una perspectiva del devenir que contemple su surgimiento y
analizando la evolución en la relación entre el estado, la sociedad civil y las organizaciones a
partir de un conjunto de aspectos vinculados a los modelos económicos, políticos y culturales
de los distintos períodos.

Por lo tanto, para comprender un proceso de incidencia cabría relevar una serie de
dimensiones contextuales en un espacio y un tiempo determinados. A partir de la ubicación en
tiempo y espacio del caso estudiado, se puede comprender que las formas de acción y las
estrategias implementadas tendrán un modo particular de acuerdo a las competencias del
grupo impulsor y cómo las lleven adelante, a la vez que interesa cómo esté instalada la
temática o problemática sobre la cual actúa el colectivo social. Esto también determinará la
sensibilidad social y el grado de concreción en el ámbito político

Comunicación para la Incidencia.

En sintonía con lo que en la segunda mitad del siglo XX se llamó comunicación popular,
alternativa o contra hegemónica, hacia finales de la primera década del siglo XXI
aparecen nuevos conceptos que explican y permiten intervenir en problemáticas que
surgen en las actuales configuraciones socio-políticas,los fenómenos culturales
emergentes, las tecnologías y sus usos, entre otras cuestiones (Cicalese, 2013). Así
surge lo que se denomina comunicación para la incidencia política. Para Servaes (2011:52)
este tipo de comunicación “parece ser hoy pieza clave del discurso sobre el desarrollo en
general”.

En las últimas décadas las organizaciones sociales aparecen como una fuerza social y
política importante en el juego político y mediante su comunicación pueden incidir en
los distinto s niveles de las políticas públicas (políticas, planes,programas o proyectos) ya
se trate de influir en su creación, modificación -redireccionamiento o impedimento de
algunos de ellos y pueden participar en las distintas etapas de las políticas públicas,
entendidas como proceso político (constitución de la agenda pública, definición de la
política, implementación, monitoreo y evaluación) según Leiras (en Cicalese 2013).

El término Incidencia adquiere diferente sentido en la comunicación respecto a como es


usado en la política o en términos generales.Desde el sentido común se lo puede entender
como sinónimo de influencia, modificación, cambio, impacto, persuasión, éxito, y otros
términos afines que aluden a la efectividad, eficiencia y eficacia de una acción que pone
énfasis en las prácticas y el registro cuantitativo.

En la comunicación para la incidencia pueden encontrarse algunas de estas intenciones,


pero en éste caso el proceso en sí es independiente de los resultados alcanzados. Es decir,
estamos hablando aquí de un proceso y no de un efecto. Un proceso que promueve la
ampliación de derechos para sensibilizar a la población acerca de su propia perspectiva y de
ser protagonistas de la negociación para un cambio en la política. En el marco de las
políticas públicas, como parte integral de los procesos de desarrollo social y económico,
Servaes (2011) propone una incidencia participativa centrada en escuchar y cooperar, más
que en dictar lo que se debe hacer, en donde la comunicación adquiere un enfoque
dinámico e interactivo.

Se diferencia entre la incidencia política y la comunicación para la incidencia política

En la definición que Servaes realiza de la incidencia política aparecen ambas dimensiones


(política y comunicación) relacionadas que permiten dar unión a estos dos campo s que son de
interés en este trabajo:“la incidencia política para el desarrollo es una combinación de
acciones sociales diseñadas para conseguir compromiso político, apoyo a determinadas
políticas, aceptación social y apoyo sistémico en favor de un determinado objetivo o
programa. Implica recopilar y estructurar la información de forma persuasiva, comunicar
el caso a los poderes de decisión y a otros potenciales partidarios, incluyendo al público
(a través de diversos canales interpersonales y mediáticos),así como estimular la acción de
instituciones sociales, políticos e interesados en general en apoyo del objetivo o el
programa”. (Servaes 2011:53)

En tal sentido cabe detenernos a profundizar algunas particularidades de la


comunicación para la incidencia en los siguientes puntos que pueden orientar la acción
de las organizaciones sociales, tal como lo establece Cicalese (2013).Aspectos que deberían
atender las organizaciones sociales en relación a la Comunicación para la incidencia en las
Políticas Públicas.La comunicación para la Incidencia es un tipo de comunicación que pone
énfasis en que el Proceso comunicativo siempre comienza “desde abajo hacia arriba” y va
unido a las demandas de alguna iniciativa popular, comunitaria, de organizaciones sociales ,
movimientos sociales, que tiene un sentido de enunciación que inicia o propicia un
proceso de acción política que busca ocupar espacios y participar en las agendas públicas
sin perder su autonomía , llegando a las esferas políticas de decisión, proponiendo temáticas
y medidas ligadas a sus intereses con una clara vocación o intencionalidad de cambio socio-
cultural, comunicacional o político en el espacio público.

De este modo, quién se propone incidir está fuera de la política pública. Se trata de un
colectivo generalizado que reclama, y mediante la comunicación instala socialmente este
reclamo la organización se constituye previamente como colectivo identitariamente
diferente al Estado y a las políticas que se proponen. La representación que cada organización
tiene de sí misma y de los otros sectores con los que dialoga influirá en el diseño de sus
prácticas y objetivos que se planteen, señala Cicalese (2013).

Es importante instaurar el rol que cada uno juega en la esfera pública lo que permite
esclarecer las condiciones reales de acción y vincularlas con las pretensiones ideales
en la resolución de los problemas. Esto también nos habla de las condiciones de posibilidad
para los planteosque se realicen, lo cual requiere de un proceso de indagación al
respecto y que permitirá determinar el tipo de estrategia de comunicación para la
incidencia que se proponga.

La incidencia no pretende el ejercicio del poder en el ámbito gubernamental sino que


solo busca posicionar nuevas problemáticas específicas y las perspectivas que se tienen de
ellas. Constituye así un modo específico de acción política, una vocación por un tipo de
política que aún no existe, en donde la decisión en la política pública no es solamente
del gobierno. Para ello es necesaria la construcción de redes y vínculos con
organizaciones de distintos sectores que se organizan con un fin determinado. Los colectivos
con vocación de incidencia son una parte del todo social que proponen un
reconocimiento, un derecho, una resolución de una problemática, pero nunca se
posicionan como representantes de toda la sociedad con la que dialoga. Tampoco puede ser
considerada incidencia cuando el proceso se inicia como consecuencia de una
controversia frente a una acción del Estado o un actor privado y por lo tanto la
organización reacciona ante ella.

En cambio, en la incidencia, las organizaciones toman la iniciativa en las acciones que


emprenden con el objetivo de resolución específica de un problema. No obstante, estas
iniciativas sí pueden generar controversias, pero no es su objetivo. En las acciones de diálogo
con instancias del Estado en el cambio concreto de las políticas públicas se comienza con
una situación diagnóstica del contexto de la organización en el que no se perciben
horizontes deseados, y se propicia una búsqueda de un horizonte prospectivo que
orienten las acciones del presente hacia esas pretensiones, horizontes de expectativas e
ideario que se pretende perseguir. Hay una vocación de provocar un resultado
esperado sin tener previamente el poder para lograr ese cambio, sin tener el acceso a los
circuitos de decisión y de influencia en términos del sentido común, y por lo tanto
define estrategias y acciones para ocupar el espacio público y las agendas públicas
proponiendo temáticas vinculadas a sus intereses.No le interesan públicos determinados de
la sociedad civil sino llegar a quienes pueden decidir mediante sus legislaciones un cambio,
una transformación, que va a alcanzar un efecto en un conjunto amplio de la ciudadanía.
Busca el bienestar de un colectivo atendiendo a alguna problemática general. La
satisfacción se vincula más a los derechos como ciudadanos.

La comunicación se constituye como el puente y vehículo para la concientización y el


empoderamiento, en donde importa más la militancia como proceso de búsqueda
que la adhesión. El centro de su práctica es la perspectiva política..

Este tipo de comunicación se vincula a una construcción colectiva entre los sujetos
movilizados por alguna demanda, de significar y significarse como un sector con
iniciativas respecto de algún tema bajo determinadas condiciones históricas,
sociales y políticas. La comunicación pasa a ser constitutiva del colectivo humano
que en nuestro caso reclama ante el poder político. La comunicación es el sostén
de los acuerdos que se alcancen, es la que permite ir al encuentro con el otro,
comprenderse, aceptarse y convivir en la diferencia.
Para Servaes (2011) una participación activa de la comunidad en el proceso de
comunicación actúa como acelerador de los cambios. Los cambios de
comportamiento y la aceptación de nuevas prácticas buscadas son más posibles con el
apoyo material y humano de la comunidad involucrada.
De este modo, puede observarse que a diferencia de la incidencia política que busca un
diálogo racional entre las organizaciones sociales y el Estado por vías institucionalizadas,
en la comunicación para la incidencia se da un proceso de acompañamiento de los
colectivos para sensibilizar sobre temas de su interés. Se trata de no resignar la construcción
de sentidos y de diferenciar intencionalidades de procesos comunicacionales e instancias de
intervención. De hacer dialogar la incidencia política con un tipo particular de perspectiva
comunicacional”. (Cicalese 2013:19)
Para la adhesión generada entre sus adeptos y el grado de visibilidad alcanzado
es necesario que la comunicación acompañe, rastree intereses, trabaje en
escenarios prospectivos colectivos, propicie caminos, genere lazos, facilite el
diálogo, articule saberes entre actores diversos y plurales. La comunicación dota
de sentido el encuentro con el otro y permite constituir relaciones duraderas sobre
la base de valores comunes. La estrategia de comunicación seguida es la del
entendimiento.
Sin embargo, indica Servaes (2011), que la experiencia en este tema muestra que
la incidencia es más efectiva en su proceso cuando los distintos sectores de la
sociedad se comprometen en él, tanto los medios masivos, los individuos, grupos,
y las instituciones en general. Los medios masivos de comunicación pueden
apoyar las iniciativas a través de la difusión de mensajes que animen al público a
respaldar las propuestas, o bien suministrando información necesaria a quienes
deben tomar las decisiones. Para llegar a los distintos sectores sociales se
deberán plantear estrategias que generen compromisos políticos a favor de
políticas solidarias, generar alianzas y sistemas de apoyo que alienten y legitimen
las acciones de desarrollo y empoderar a los individuos y grupos con los
conocimientos, valores y habilidades que impulsan la acción a favor de un cambio.
En toda estrategia de incidencia política Servaes (2011) considera que están
involucradas tres dimensiones: la organización de las actividades,el contenido de
las actividades y, el clima de las relaciones humanas en el que las actividades se
llevan a cabo.
Según Villanueva (1993) para que los grupos organizados de intereses tengan mayores
posibilidades de incidir en instancias de la Política Pública se debe logran algunos de los
siguientes aspectos.Para que las cuestiones o temas que les interesan a las organizaciones
sociales entren en el ámbito de lo público o esfera pública es importante cómo se utilice la
palabra y la argumentación racional para pasar de los intereses particulares a su
generalización.

Alcanzar el interés público de los asuntos o cuestiones vinculándolos a creencias y valoraciones


existentes en la sociedad. El interés público no dependerá de los hechos mismos, sino de
la cultura, las ideologías, la visión de la historia nacional, los prejuicios, entre otros factores
que primen en la sociedad y en el marco en que se asimilarán los asuntos expuestos.Construir
socialmente el problema que se planteará en donde se plasmará una concepción
particular de la realidad, y considerar que el problema social no existe como tal, sino que
responde a cuestiones, conflictos o necesidades que preocupan a los ciudadanos y que
en comunicación con el gobierno interesa que sean asuntos generales y de competencia del
gobierno.

Favorecer la expansión y difusión de los problemas en el ámbito público. Esto se verá


favorecido si el mi smo es:planteado en términos de conflicto en relación con la ideología o
creencias existentes especifico en la definición del asunto, su significación social,
relevancia temporal, complejidad y existencia de precedentes.expuesto y argumentado
utilizando lenguaje simple y empleando símbolos culturalmente arraigados y con una gran
carga emocional que suscite aprobación o no en los ciudadanos puesto en circulación en los
diferentes medios de comunicación de alcance masivo .

Para Cicalese (2013) el grado de concreción de una propuesta de incidencia en su


negociación con las instancias públicas hablará de su logro en términos de Acción Política. Es
decir cuando se llega a instalar una política pública, o proponer un cambio de una
política pública ya vigente (ta mbién puede suceder que se impida el cumplimiento o la
sanción de una ley cuando no se considera legítima), o hacer que se cumpla una ya
aprobada. Aquí la estrategia que se sigue es la de la persuasión.

El grado de visibilidad de la propuesta y su posicio namiento en la opinión pública hablará de


acierto en términos de estrategias comunicacionales en la sensibilización, adhesión,
concientización y operacionalización de propuestas de políticas y legislaciones acerca de
problemáticas de interés de las organizaciones sociales.

Cuando hablamos de incidencia están presentes las dos dimensiones anteriores,


la política y la comunicacional (Cicalese 2013). En caso de desequilibrio pueden
existir casos de alto grado de concreción en términos políticos y bajo grado de
posicionamiento en la opinión pública, en este caso el impacto es bajísimo y la
incidencia mínima por la poca cantidad de posibles beneficiados que podría haber
por sus acciones. La situación inversa también es posible, mucha sensibilización,
visibilidad y adhesión sobre un tema y escasa concreción por dificultades
operativas en los diseños de las políticas o en la implementación de las mismas.

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