Anita Torres
Anita Torres
Anita Torres
Autocoaching
Los múltiples disfraces del Miedo: transformando el lobo en oveja
He agendado tiempo para la escritura. La miro, y siempre hay algo que hacer que no cumplo con lo agendado.
He puesto fechas de entrega de capítulos…y no cumplo con lo propuesto.
He hecho muchas acciones, que al final se han transformado en un “deber ser”, al cual le he “sacado el cuerpo”.
¿Qué hace que no pueda concretar este proyecto?
¿Sabiendo que están dadas todas las condiciones no lo hago?
Son las conversaciones internas y preguntas que me rondan en el último tiempo.
Llevo algún tiempo con un “mega proyecto”, que es escribir un libro. Me he propuesto, lo hago y lo dejo. No he tenido la
constancia que requiere un proyecto de esta envergadura.
Me he preguntado, ¿qué hace que me “arranque”?, ¿ Me boicotee y nunca llegue el tiempo para sentarme a escribir?. Al
releer lo que acabo de escribir arriba, no hay posibilidades que algo ocurra. Es una montaña que tengo que subir y
bajar. Me doy cuenta que la emoción predominante es el miedo. No creí que esa era la emoción que me esta
embargando. Hoy puedo decir que lo disfrazo de “imprevistos”, “necesito aprender más”, “hay lecturas que son
previas”, “ mis hijos”, “mi nieta”, etc.
Ha llegado el momento de volver a darle le bienvenida a esa emoción, que ha habitado en mi , y con la cual creía que ya
era parte de mi círculo de amistades. Parece que tiene múltiples disfraces para aparecer por donde menos espero.
Hasta el momento mi abordaje ha sido de “amigarme” con él, en mi vida y en mis prácticas del coaching. Mirarlo a los
ojos. Escuchar lo que me trae. Subirle o bajarle el volumen, cuando éste aparezca. Me ha sido fácil verlo en otros y he
avanzado en lidiar con ella en mi vida. La versatilidad de personajes que éste puede desplegar son múltiples, y no
siempre los reconozco.
Ha llegado a mi un libro, “El camino del Kaizen”, parte de la lectura del Programa Senior de Coaching, donde se aborda el
espacio emocional del miedo dentro de otros temas. Darle la bienvenida al miedo, para reconocerlo, agregando“pasar
de puntillas” junto a él ha develado un espacio nuevo para mi para abordar esta emoción.
Kaizen es un termino japonés para una disciplina que esa cultura ha usado por muchos años y ha estado en el centro del
Aprendizaje Continuo, tan en boga hace unos 20 años atrás en el mundo de las organizaciones. Es aprender del paso a
paso a través de la recurrencia y la repetición. Así de simple.
El miedo como toda emoción habita en nuestro cerebro mamífero, que al activarse, nos predispone a huir o a enfrentar.
Está localizada en la “amígdala”, glándula ubicada en el hipotálamo. Desde el camino Kaizen lo central está en NO
activar el “miedo” y evitar la “huida” o el “enfrentamiento a través de pequeñas acciones.
En esta ocasión descubro en mi que se activa la huida.
¿Qué hacer para no activarla y seguir? ¿Qué hacer para no despertar al Lobo? ¿Para no salir arrancando?
Me he propuesto caminar en puntillas como lo recomienda su autor.
Un buen inicio para ir paso a paso para traspasar mis miedos. Bienvenidos ellos, pasitos de entrada a este camino que
se constituye de muchos otros mas pequeños. Hasta podría ser un tema de la física. El todo está constituido de muchas
partes. Y muchas partes constituyen un todo. Lo que no dice esta teoría, es el porte de las partes!
Volviendo a mi quiebre de no sostener la escritura, mi aprendizaje ha sido de hacerme las preguntas grandes. Será que
le tengo miedo a brillar? Será que en el fondo, no me creo capaz? Será la cultura chilena? Y puedo seguir con muchas
más!!!
Este autocoaching, me está permitiendo hacer un giro. Me estoy dejando tocar por el Kaizen, por las preguntas
pequeñas, los pequeños pasitos, escuchar mi ritmo, mis pulsaciones. Este escrito es parte de este nuevo momento para
ir avanzando. Ayer comencé y hoy lo estoy terminando. Sin grandes pretensiones de cambiar el paradigma del miedo.
Solo como un primer capítulo comenzando con mi experiencia, y mis enemigos en el sostener y brillar.
3 días Maturaneando. En este refrescar mi historia como coach, y también mi mirada de la historia del CO, cumplí otro
de mis sueños. Estar cerquita con Humberto Maturana, antes que ese y éste cuerpo físico se agoten, pues su
pensamiento seguirá estando por mucho tiempo.
“El pasado es un constructo explicativo en relación con las c€oherencias que tengo ahora”. Podríamos decir que somos
“un presente contínuo cambiante”. “Según el presente que vivimos es como explicamos nuestra historia”. Lo único que
tenemos es el presente, y desde ahí, nos movemos hacia nuestra historia y también al futuro. Construimos un pasado
desde el presente, desde ésta “hechura”, desde éste “modo de pensar”, desde ésta biología.
Cuando escribimos nuestra biografía, lo que hacemos es mirar desde hoy, desde mi hechura actual, la interpretación de
los eventos de mi vida. Más aún, los hechos que elegimos, nacen de mi hechura actual. Quizas si la escribo en otro
momento, son otros los hechos que elijo, y otras miradas.
Y sigue….Cuando hablamos de la historia, pareciera que accedemos a ese momento, cómo algo estático y que siempre
ha sido así. Podemos decir que somos producto de esa historia, Cuando “viví lo que viví, mi cuerpo lo registró” y lo que
hoy ocurre es un gatillar en la estructura que he ido y sigo construyendo. “Todos los días somos generadores del mundo
en que vivimos”.
Esto es uno de las bases desde donde miramos al ser humano, a la persona, al habitante en el coaching ontológico. El ver
como estamos construido por nuestros aprendizajes, nuestra cultura y también como podemos transformarnos en la
recurrencia del aprender.
Miraremos un ratito de nuestro sistema nervioso, que es algo diferente a otros seres vivos.
“Al sistema nervioso no le importa lo que hay afuera. No hay realidades virtuales. Vive como válido al momento que lo
vive”.
“No distinguimos entre ilusión y percepción y cómo esto influye en nuestro mundo relacional”.
“Lo que pasa afuera, gatilla cambios en mi estructura” y estos influyen en mi mundo relacional”. También lo que pasa en
mi, modifica lo que pasa afuera. Somos un constante fluir, y un constante transformarnos sistémicamente.
Lo poderoso de esta reflexión es que aunque nos parece tan difícil hacer transformaciones en nuestro ser, este lo está
haciendo todo el tiempo. “Es la condición de existencia de los seres vivos”. Será cosa que le ayudemos? Con nuestra
capacidad de reflexionar podemos cambiar, transformar aquello que nos hace sufrir?
¿Qué queremos conservar? ¿qué queremos cambiar?: modos de ser, modo de vida
Son preguntas que nacen en esta fuente. Cuando queremos cambiar algo, la primera pregunta necesaria a hacerse,
según Maturana, es ¿qué queremos mantener? .”Para que algo se conserve, necesitamos pasarlo por la experiencia”.
En muchas sesiones de coaching, los coacheados, quieren ser diferentes a lo que son. Por ejemplo: “soy tímido”, quiero
“aparecer” sin que me incomode. Miramos primero que es ser tímido para esa persona… Hay un mundo emocional que
acompaña a ese juicio. Tambien una historia… y probablemente “modos de ser” heredados de su propio medio. Una
parte importante de lo que traemos son “modos de ser”, maneras de pararnos en la vida. Cuando un niño que ha vivido
en un mundo del arte, de la pintura, es muy probable que su quehacer sea ser pintor. Decimos que tiene vocación. ¿Será
vocación o herencia de modos de vivir?
En mi investigación de la relación con nuestra biología y el emocionar, siempre me abro a esa pregunta. Tengo colon
irritabable. Mi madre tiene colon irritable. Mi hermana y mi hermano. Qué es lo que heredamos? El colon irritable o la
manera de vivirnos la vida que hace que tengamos colon irritable?
Entonces será que tenemos que “cambiar la timidez” o abrazarla para poder acceder a otras conductas? Qué de la
timidez me ha ayudado a ser el ser de hoy? Qué no? Son preguntas que nos abren posibilidades para una
transformación. Nos amplia la conciencia. Podemos cambiar, nuestra cultura, de donde venimos, si cambia nuestro
entendimiento. Y eso netamente humano. “Escogemos nuestro hacer, reflexionamos, cambiamos de parecer. Eso no lo
hacen las mariposas”.
Y llegamos al “determinismo estructural”. Lo que nos pasa, depende de nuestra “hechura”, nuestra estructura. Hay
cosas que podemos hacer y otras no. Por ejemplo, no podemos volar, dada nuestra estructura, enterrarnos sin oxígeno.
Existe una plasticidad. El sistema nervioso, esta interconectada de una manera, y que no son fijas, se transforman según
las circunstancias.
“Eso hace que la vida relacional que tengamos cambien mi estructura, dependiendo de la vida vivida. El cuerpo tiene
memoria, no estamos fijos en los dolores de la historia. “.
Cuando en el coaching decimos que podemos aprender, apela a nuestra plasticidad y dinámica estructural, y poder
abrazar eso que nos está doliendo, para poder trascenderla, poder hacer cambios en la estructura.
Estas son algunas notas y reflexiones de este encuentro con Maturana y su colega Ximena, que están a la base de lo que
hacemos como coaches.
Son algunas de las reflexiones y preguntas que se hacen los alumnos de nuestra escuela cuando dan sus primeros pasos
en su formación como coaches.
Lo primero que me surge es preguntarme… y será tan complejo? Somos tan complejos los seres humanos que nos
cuesta tanto llegar a su alma? Ayer observando a un par de alumnos aprendices haciendo sus primeras prácticas en este
arte, me sorprendí de ver como cada uno tocó el alma de sus compañeros manifestado en lágrimas, asombro y sobre
todo gratitud.
¿Qué tendrían todos ellos en común para que eso pasara? Qué ingredientes tendría este “pastel” tan exquisito y
fresco?. Media taza de inocencia, 2 cucharadas de curiosidad, una pisca de irreverencia, acompañada de un palito de
gentileza. Y no olvidaron el jugo de conexión, que le dio sustancia y flexibilidad a la masa. Movieron los elementos
dándole mucho aire, silencios, pausas. En la unión de todos ellos fue necesario ponerle un chorrito de confianza, que le
dio el elemento mágico para su resultado final. El recipiente no fue menor. Tomo la forma de respeto desde la escucha
reverencial.
Los temas fueron bien diversos. Desde un duelo materno en proceso, la represión de la rabia, la soledad, el deber ser,
etc. Cada uno le puso su toque personal, y la transparencia del aprendiz, dado por el legítimo interés por el ser humano
que tenían delante. Desde allí indagaron, desde allí apareció el coachee.
Las preguntas vinieron desde el “no saber”, por lo tanto, nada se dio por conocido.
¿Será ese el ingrediente secreto? El indagar desde el legitimo lugar de no saber? Será que desde ahí, aparece el otro?
Desde ahí se construye confianza? Conexión?
Desde ese lugar, nada es obvio, incluso esas palabras que compartimos como cultura, como “lata”, “achunchado”, y mas
aún, esas que sabemos su significado como, “amenaza” , “bloqueo” “ , adjetivos como “significativo”, “maravilloso”,
“espantoso” o los superlativos que nos son inocentes.. “extremadamente”, “grandioso”, etc, etc.
La profundidad en la simpleza, eso resultó saliendo del horno. Servido con un rico syrup de compasión.
No puedo negar que en alguna parte me aparece el ego, que me dice… “aquí si”, “este es tu lugar!!!, pero
afortunadamente me dura poco, y a veces no tanto. Por otra, también tremenda responsabilidad…¿daré la talla? ¿Lo
podré “ayudar”?
Con uno de ellos, pasaron 3 sesiones, en el ir y venir de estas conversaciones internas mías. Después de mes y medio de
no vernos con vacaciones incluidas, me cuenta de sus “recaídas” en sus modos habituales de comportarse, de menos
duración. Reportando también que no había podido hacer algunas experiencias que le había propuesto para ese
período.
Lo primero que me surgió fue, claro, es natural que no avances, si no haces nada por ello. Y acto seguido me surgen
otras reflexiones. ¿será que no está listo aún? ¿qué será aquello que lo hace quedarse en su zona de confort? De
confort poco, mas bien territorio conocido.
Se me vienen las palabras de Humberto Maturana, hablando sobre el cambio. ¿será la pregunta correcta de hacerse?
¿qué quiero cambiar? Y qué tal que nos preguntemos ¿qué es aquello que quiero mantener?¿será mas fácil realizar
algún aprendizaje desde ahí?
Y aterrizamos la conversación. Literalmente. Nos sentamos en el suelo, en una mantita de lana chilota. Traje una
madeja de cáñamo y fuimos nombrando cada una de las cosas que lo sostienen, que quiere mantener. Fuimos cortando
varios hilos. Los tomó con su mano derecha. Cada hilo representaba algo diferente que valoraba de si, que lo sostenía.
Eran sus andamios. Aparecieron sus amores, su honestidad, su capacidad de soñar, su inteligencia, su ser reflexivo,
sorprendiéndose de lo que iba apareciendo, traduciéndose en el brillo de sus ojos.
Lo anudó en un extremo, los acarició, como permitiéndose el re-conocerse. Algo que el sabía y que se le había quedado
en el olvido. La experiencia siguió. Trajimos sus sombras, sus “hoyos negros” como el los tildó, que estaban rondando
durante toda la sesión. Lo representamos en su otra mano. Comenzó una larga lista de miedos, rabias, abandonos,
oscuridades, inseguridades. Lo invité a declarar un inicio de esta nueva etapa. Le dio la bienvenida y como acto de
integración, de aceptación de ambos mundos que habita, lo invité a juntar sus manos. Dejando en el medio de ellas ese
nudo, que apretaba con mucha fuerza, como queriendo fundirlos.
Cerramos la sesión ahí, declarando que estaba mas completo y acompañado.
¿Será que para traspasar aquello que queremos “cambiar” necesitamos mirar lo que no queremos cambiar? ¿ lo que nos
sostiene?
¿Y desde ahí, aceptar lo que queremos trabajar? ¿Lo que seguirá apareciendo, pero ya acompañado de lo que nos
nutre?
Se fue con sus hilos amarrados a su razón y a su corazón!
El mundo de la indagación es una de las destrezas mas centrales en el coaching. Es a través de la indagación que
sabemos mas sobre el coachee, de su historia y también de lo que estamos interpretando.
A eso le llamaremos preguntas EXPLORATORIAS. Como la palabra lo indica es explorar libremente sobre el quiebre que
nos trae el coachee.
Un ejemplo de quiebre:
“Hoy por tercera vez en la semana, mi jefe me pide cosas cuando me queda 30 minutos antes de irme, y no le puedo
decir que no, asi es que tengo que quedar 1 o dos horas extras para realizar lo que me pide.”
Todas ellas son preguntas abiertas que llevan al coachee a explayarse en lo que está viviendo. Las preguntas que llevan a
un Si o a un No, son preguntas que muchas veces están más teñidas de la agenda del coach, que del verdadero interés
de saber mas sobre el quiebre que está trayendo el coachee.
Leer más »
En el Sendero del Coaching...¿Qué es articular un quiebre?
(Reflexiones de un coach: Juan Pablo Contreras, supervisor ACP Chile 2011)
Pensemos por un momento que un coachee es un ser humano que vive “atrapado” en su particular visión de la realidad.
Sus juicios, sus paradigmas, sus incompetencias conversacionales y lingüísticas le restan posibilidades en su vida…solo
que él (o ella) habitualmente “no se da cuenta de esto”…”no lo sabe”….o más bien “no lo puede ver dado el observador
que es…es decir, es “transparente” para sus ojos.
Imaginemos que cada uno de estos “supuestos”, “juicios maestros”, “no pedir”, “no ser oferta”, etc fueran verdaderos
“barrotes” que van rodeando la “pequeña” vida del coachee y fueran conformando una celda que –sin saberlo- fuera
constituyendo “el mundo del coachee”….
El proceso de coaching tiene que ver quizás con acompañar al coachee a “pintar” poco a poco esos barrotes, hasta
ahora, inexistentes para el…como si coach y coachee –brocha gorda en mano- fueran a través de la conversación y de la
danza del coaching dando “color” a estos barrotes a través de sutiles, irreverentes y poderosas preguntas que nunca se
ha hecho…
Y podría ser que una vez “pintada” la jaula e identificados los barrotes, el coachee, a la luz de su “pequeño mundo”
podría tomar la decisión o no de atravesarlos, sacarlos o aprender a convivir con ellos…
El proceso de “pintar los barrotes” que aquí expreso, puede ser visto como el proceso de “articular un quiebre nuevo”…
tiene que ver con invitar al coachee a “ver” a través de preguntas, interpretaciones poderosas y mucha compasión,
algo que -dado el observador que era hasta antes del coaching- era imposible para él distinguir.
Habitualmente cuando esto ocurre, el coachee accede a un nuevo nivel de aprendizaje, uno que va más allá de las
historias, relatos y acciones en la que el coachee vive inmerso, un espacio nuevo, que fundamentalmente lo invitará a
observar como observa, a mirarse “desde el balcón” y a abrir un mundo nuevo de distinciones que esta vez lo incluyen
de manera diferente.
Esto es lo que llamamos un aprendizaje de segundo orden ( que incluye al observador que aprende) versus al
aprendizaje de primer orden (que sólo considera ampliar las acciones posibles sobre la realidad, sin cuestionarse ni un
segundo el cómo yo veo lo que veo).
A la luz de esto, la articulación del quiebre tiene que ver con conversar de la diferencia entre el quiebre que declara el
coachee de entrada (problemas, inquietudes, insatisfacciones, dificultades, desafios, etc) y lo que es ARTICULAR
(conversar) un quiebre “nuevo”, que viene a hacerse cargo o ESTA A LA BASE del “quiebre inicial” con el que llegó. (es
como mirar a nivel ontológico que “hace” que esto le “ocurra” al coachee…)
En esta conversación siempre es el coachee el que está al centro…no es una conversación de “por qué la gente no pide
ayuda”….es una conversación de ” que te pasa en la vida que no elijes pedir ayuda”…
Usualmente esta articulación viene luego de que como coaches le hemos regalado, ofrecido al coachee interpretaciones
(nuestra mirada puesta al servicio del aprendizaje del coachee) que le abren (ojalá…) un mundo nuevo de posibilidades
basados en nuestras interpretaciones y en los modelos del coaching ontológico. Este paso previo, es como “comenzar a
pintar el barrote”…es comenzar a pegar un salto hacia el espacio ontológico, hacia el espacio del ser, saliéndonos de las
historias y los relatos usuales…
Es en la articulación del quiebre donde aparece una “conversación más grande” que incluye al ser y que habitualmente
el coachee no ha tenido oportunidad de sostener...dado el observador que es.
Aquí es donde nos topamos, con coraje, con aquello que el coachee “podría necesitar aprender en la vida”…a nivel del
ser, no a nivel de las acciones (esto sería solamente un “coaching para la acción”).
El quiebre se articula entre los dos y la articulación LA DEFINE EL COACHEE. El coach sólo acompaña y sostiene este
espacio usualmente con cuerpo, presencia, irreverencia gentil, amor y mucha compasión.
El coach le “propone” si quiere al coachee un “lenguaje” o ciertas distinciones para ponerle un “nombre” a aquello “que
le pasa en la vida”…es como ponerle un titular al quiebre y siempre dejando que el coachee tome las palabras que le
hacen más sentido… ( es aquí donde nuestro “puñado” de distinciones pueden ayudar, o los modelos del coaching
ontológico, o la forma como lo vemos desde nuestro observador…).
Aquí le “ponemos nombre” a lo que le pasa en la vida que hace que pase lo que pase… o bien que no pase lo que ansía
vivir…
“Entonces después de todo esto que hemos hablado, qué dirías tú que es lo central para ti”
“¿Qué es aquello de lo que necesitas hacerte cargo?”
“¿Qué nombre le pondrías, o cómo le llamarías a esto que te pasa en la vida y que no te ha dejado hacer…?”
Ejemplos de articulaciones:
Quibre Inicial
Quiebre Articulado (nuevo para el coachee, “transparente para él dado el observador que es”) Posibilidades.
“Hace mucho tiempo en la vida que ando agotado, estoy lleno de cosas, no tengo tiempo, no sé por que la vida me trata
así, yo hago lo mejor de mi y termino reventado”
No se decir NO.
No sé poner limites
No sé pedir ayuda
Necesito aprobación del resto y para eso hago todo lo que me piden, etc
Quibre Inicial
Quiebre Articulado (nuevo para el coachee, “transparente para él dado el observador que es”) Posibilidades.
“Estoy preocupada por que estoy sin trabajo, he mandado CV’s para todos lados y no pasa nada…(Nótese que este
quiebre igual nos abre posibilidades de acción (aprendizaje de 1er nivel, sin embargo no nos da mucho espacio para una
reflexión a nivel más ontológico o del ser)
“me doy cuenta que no tengo redes de ayuda y que no me es fácil abrir conversaciones de posibilidades con otros” (aquí
aparecen posibilidades que están a la base de resolver el tema de su preocupación por no tener trabajo, pero que van a
temas “más grandes” que involucran una forma de ser y estar en el mundo)
Luego de articular usualmente viene a mi juicio un momento crucial en el coachee y en el coaching…, que es sostener
este “darse cuenta”…, el proceso a través del cual su observador comienza a percibir los costos que para su vida ha
tenido el vivir en ese lugar… Es un momento de fuerte carga emotiva y que es importante acompañar para que el
coachee “acopie” las fuerzas necesarias para energizar su proceso de transformación.
Luego de esta danza, el coachee de cuenta de las posibilidades que se le podrían abrir si tiene el coraje de ampliar su
observador y realizar nuevas acciones corporales, emocionales y lingüísticas en el mundo….desde este “otro”
observador…
Los barrotes continuarán pintándose… y el coachee puede elegir dar el paso hacia nuevos espacios de libertad….
EL ESCUCHAR EN EL COACHING (editado 11 Junio 2012)
El corazón del coaching está en saber escuchar. Y esa es la clave incluso en toda interacción humana. La escucha en el
coaching es algo diferente y es por eso que aquí haremos alguna distinciones.
Decimos que escuchar es Oir o Percibir mas Interpretar. Eso en todo fenómeno humano, mas el escuchar del coach tiene
su particularidad.
Como observadores particulares siempre está presente nuestras emociones, nuestra corporalidad y nuestro lenguaje y
mucho mas. Quizás la específico de la escucha en el coaching esta en “desde dónde escuchamos”.
Cuando un coachee nos trae un quiebre es inevitable, como seres lingüísticos que somos, que hagamos interpretaciones
desde el observador que habitamos.
La diferencia en el coaching está en transformarnos en observador de este observador que somos. Estar consciente de
ello, y poder administrarlo, y conectarnos legítimamente con lo que el coachee nos trae.
Donde la EMOCION a la base es la COMPASION, la EMPATÍA y la CONTENCION . Tiene que ver con escuchar al otro
“como legítimo otro”, como dice Maturana. En un territorio de igualdad. Desde un espacio de Apertura. Y también de
Respeto. A eso le llamamos legitimación. Es estar abierto/a lo que el otro me trae como interpretación. Necesitamos
escuchar un rato sus propias historias e interpretaciones de éstas para entender desde donde interpreta lo que
interpreta, y como se vive la vida desde esas miradas.
También este espacio reverencial, tiene un CUERPO. La conexión desde la postura, la mirada, la expresión, una
distancia/cercanía que hace que el/la coachee se sienta en confianza y que es escuchado sin ser juzgado, invadido. Es
escuchar su tono, su velocidad.
Le agregaremos e esto, el CONTEXTO que es parte de la legitimación del coachee. Crear un espacio donde esta escucha
sea contenida. Un lugar acogedor, privado, sin interrupciones.
Esto ya lo hemos tocado en el capítulo anterior y es relevante volver a traerlo en el contexto del “escuchar del coach”.
Desde lo lingüístico, la escucha es relevante tanto desde las preguntas que nos hacemos, como de los silencios que
dejamos para que el coachee tenga tiempo para procesar, darse cuenta, desarrollar su propia interpretación de lo que
está viviendo.
Escuchar no significa sólo estar en silencio, pues a veces el coachee habla en exceso como mecanismo defensivo, para
no dejar entrar nuevas miradas que lo pueden sacar de su “zona de confort” aunque sea de disconfort, pues es lo que
conoce y ha aprendido.
Ejercicio 1: Escuchar reverencial
Se juntan en parejas.
Se conectan con el escuchar.
Instrucciones
· En parejas: Coach – Coachee
· Frente a frente
· Se van a conectar con la persona que tienen al frente.
· Coachee hable y Coach solo escucha. Poniendo la atención en lo que me cuenta, en su cuerpo, en sus emociones.
· Coach: Desde un espacio reverencial, de legitimar al otro con lo que me trae como quiebre. Solo recibe, acompaña.
En silencio.
Se recoge. ¿Que les paso escuchando y ser escuchado desde ese espacio? ¿Qué aprendieron?
2)Un segundo nivel de escucha se basa en:
En el coaching esta declaración tiene que ver con desafiar el mundo interpretativo del coachee frente a un quiebre. Es
justamente lo que no lo/la hace moverse o entramparse en sus propias coherencias. Ahí los coaches tenemos un rol
fundamental, desde ser un observador diferente, y desafiar este mundo interpretativo. Por lo tanto parte de le escucha
es hacer preguntas.
Desde lo lingüístico, ahí comienza la indagación incluyendo la mirada del coach, lo podemos hacer con preguntas sobre
su historia, sus aprendizajes, sus emociones, las generalizaciones que hace el coachee a partir de un evento, distinguir el
fenómeno de la explicación, etc.
Podemos poner nuestras interpretaciones a través de preguntas.
Desde el cuerpo, es seguir observando sus movimientos, sus silencios, sus gestos, y también de intervenir con alguna
experiencia que acoja el juicio maestro que esta escuchando el coachee, una experiencia emocional, o lingüística con
cuerpos diferentes. Realizar una experiencia en el contexto del coaching se sale del mundo lingüístico y lo pone en el
espacio vivencial, vivir lo visto, y no solo hablar acerca de…
Desde el mundo emocional, ya comienzan a escuchar juicios recurrentes que lo lleva a ciertas emociones y poder
indagar, en esos juicios que los predispone a esa emoción y a esas acciones. Nuevamente es legitimarlas. Aparece la
tentación de querer sacarlo de la emoción que está viviendo, y que está escuchando. Aquí el coach tiene un rol
fundamental en la escucha de la emoción, Es aprender a habitar la emoción que le produce el quiebre que trae el
coachee. Es un espacio del escuchar que produce el mayor aprendizaje en el coachee. La aceptación de lo que está
viviendo. Solo desde ahí pueden construir coach/coachee un espacio de aprendizaje.
No podemos escuchar sin que lo escuchado pase por nosotros. Por lo tanto siempre habrá una brecha entre lo dicho y
lo escuchado.
La importancia de esto en el coaching es achicar esta brecha. Y tener claro que nunca el coach sabrá lo que el otro dijo,
solo sabrá lo que escuchó lo que abre un espacio para el misterio, el asombro y la humildad.
El tener presente que lo que escuchamos es otra interpretación, la nuestra, por lo tanto No es LA VERDAD. Es por eso
que poner nuestra mirada desde un lugar exploratorio es tan relevante, y de chequearlo con el coachee. Si al coachee no
le hace sentido podemos soltarlo, aunque escuchemos que ahí hay algo importante que no está viendo. Lo podremos
retomar más adelante, cuando la conversación esté quizás mas madura.
Por lo tanto en una conversación de coaching siempre habrán dos escuchares actuando al mismo tiempo: la del coach, la
interna, y lo que los trae el coachee. La conversación del coach no impide que escuche lo que trae el coachee.
Los peores enemigos del coach es decir “Yo ya sé lo que le pasa” al, de enamorarse de sus propias interpretaciones.
No son preguntas menores que las podríamos denominar como “falta de sentido”. En esta ocasión tomaré un camino
que tiene que ver con La Identidad publica y privada, individual y colectiva.
La identidad es lo que nos identifica, lo que nos diferencia de otros. Es lo propio. La identidad personal es todo aquello
que nos define como individuos. Esta íntimamente relacionado con el ser que somos. En psicología se habla de “crisis de
identidad”, cuando perdemos ese referente.
En coaching indagamos en su historia y encontrar una fuente de cuando “se perdió”, o indagar en juicios maestros que
lo mantienen en la insuficiencia o en el desencanto de la vida sin futuro. No lo miramos como un fenómeno de su ser
individual, sino en relación a otro/s.
Cuando hablamos de identidad de un grupo de personas, estamos hablando de identidad colectiva. Conciencia colectiva.
¿Quiénes somos? ¿Para dónde vamos?
¿Qué nos distingue de otros grupos?
¿Qué nos hace sentido como grupo?
Estamos hablando de la identidad de un colectivo específico.
Muchas veces tiene que ver con la falta de lineamientos claros de la organización. Con compañías jóvenes, con los
permanentes cambios del mundo y del mercado, etc. Una de ellas o todas a la vez!
En síntesis, la identidad individual y colectiva responde a la conciencia de su ser en relación a otros. Identidad/ idéntico/
B.-Identidad Publica:
A su vez cuando hablamos de Identidad Publica estamos haciendo referencia explícitamente a cómo nos ven. A la
mirada social de nuestra identidad privada personal o grupal.
Y si lo miramos mas profundamente podemos asociarlo a la Oferta que somos en el mundo.
¿De qué quiebre del mundo nos estamos haciendo cargo con las competencias que tengo/emos y desarrollo/amos?
¿Qué me/nos diferencia de otro/s individuo/colectivos similar/es?
Es una pregunta a tener presente recurrente en las organizaciones dados los rápidos movimientos de los deseos,
quiebres, preferencias del mundo que nos rodea.
Ser oferta es una tarea de vida. Requiere estar en permanente movimiento y apertura, para ir danzando con la vida, con
los que nos rodean.
Ö Contrario a las afirmaciones que usamos para describir la manera en que observamos las cosas (lo que es real para
nosotros), los juicios son una apreciación o interpretación nuestra sobre la realidad. A raíz de un juicio emitido el mundo
cambia.
Ö Al emitir un juicio, generamos esa nueva realidad que afecta la identidad de lo juzgado, abriendo (o cerrando!) un
ámbito de relaciones y acciones posibles entre nosotros y lo que hemos juzgado. Esto es válido para situaciones, objetos,
como personas. Es así como los juicios que hacemos de otros, que nos hacen o nos han hecho influyen en nuestra
identidad pública y privada, sean o no fundadas.
Ö Los juicios son actos enteramente lingüísticos, solo cobran existencia cuando los formulamos; su poder
(declarativo) radica en que las interpretaciones que proveen, modifican la realidad de los sujetos y objetos directa o
indirectamente afectados por nuestro juicio.
Ö Como interpretación el juicio vive en el que lo emite, no es una propiedad del objeto o persona que juzgamos;
siempre deja abierta la posibilidad de discrepancia (!).
§ que nuestro juicio es válido (o sea: tenemos la autoridad y la competencia para emitirlo) a diferencia de las
afirmaciones que son Verdaderas o Falsas y el poder está en las evidencias que proveemos.
§ que lo podemos fundar, en términos de:
- Mi inquietud (¿Para qué juzgo?)
- Especificar el dominio de acción (¿En qué ámbito juzgo?)
- Estándares de conducta para mi juicio (¿A cuales estándares de conducta se refiere?)
- que existen afirmaciones sobre conductas recurrentes, en el pasado, que lo respaldan;
- que no existen contra-afirmaciones.
Ø Los juicios son solo eso … juicios! Si son fundados, son solo eso…. Juicios fundados!!
Fundamentación de juicios:
Segunda responsabilidad social de los juicios: Fundarlos
La capacidad de interpretar, como ya expresamos, es una cualidad eminentemente humana y nos conecta con el sentido
y la temporalidad. Interpretamos, juzgamos en base a acciones realizadas en el pasado. Lo hacemos en el presente, y
nos sirve para proyectarnos al futuro. Por ejemplo, estamos por contratar un/a asistente, y evaluamos su
responsabilidad. Hacemos preguntas del pasado: ¿Cuántos trabajos ha tenido? ¿Cuánto tiempo en cada trabajo? . Pido
cartas de recomendación (juicios y afirmaciones). Juzgo que tengo suficientes fundamentos para decir “es
responsable” , la contrato, y espero que se comporte “responsablemente”, en el trabajo.
Por el contrario, si emito un juicio en base a otros juicios, sin preocuparme de tener suficientes pruebas, afecto mi
identidad personal, como la del otro, por el solo hecho de declararlo, genero dolor, sufrimiento, además de desprestigio.
Por lo tanto, el fundamento de los juicios tiene que ver con la forma en que el pasado es traído al presente para esperar
ciertas acciones en el futuro. Se trata de formular juicios que nos apoyen efectivamente en tratar con el futuro. Al
cambiar las acciones recurrentemente en el futuro, podremos modificar el juicio que tenemos sobre algo o alguien,
incluyéndonos.
2) Estándares de conducta para mi juicio (¿A cuales estándares de conducta se refiere?) “Los estándares sostenidos
en relación a la acción futura proyectada”.
Suponemos que el juicio emitido se coteja con un conjunto de estándares de comportamientos para juzgar el
desempeño de los individuos, que nos permiten evaluar la efectividad de sus acciones.
Siguiendo con Juan, es importante ver cual es el estándar que tengo de responsabilidad. Por ejemplo: que llegue al
menos el 95% del tiempo a la hora, que entregue los reportes solicitados al menos en un 90 % en la fecha acordada, etc.
Los estándares provienen de tradiciones particulares que nos dicen qué esperar y por lo tanto de expectativas sociales.
Estos estándares cambian con el tiempo y la mayoría son sociales, o sea pertenecen a la comunidad y obedecen a
circunstancias históricas concretas.
Esto es evidente en los estándares de belleza, de comida sana, de éxito, etc. Hoy en día comer sano, no tiene las mismas
medidas que hace 20 años atrás y están cambiando día a día.
Lo que hacen los líderes es traer nuevos estándares que antes no estaban disponibles para la comunidad.
3) Especificar el dominio de acción (¿En qué ámbito juzgo?) “El dominio de observación dentro del cual se emite el
juicio”
Emitimos juicios dentro de un dominio particular. En el caso de Juan el dominio es en trabajo. Puede que no sea
“responsable” en el cumplimiento de sus compromisos con su hijo o en el deporte. Muchas veces generalizamos al
emitir un juicio, “soy tímido/a” , “los políticos son corruptos”, “los hombres no son confiables”, etc. Y nos cerramos
posibilidades con nosotros mismos y de interactuar con otros, incluso de generar relaciones, basados en una o algunas
experiencias pasadas.
El juicio debe evaluarse confinado al dominio particular en el cual fue emitido.
4) Afirmaciones sobre conductas recurrentes, en el pasado, que lo respaldan; “Las afirmaciones que proporcionamos
respecto de los estándares sostenidos”
Cuando disponemos de afirmaciones que nos permiten medir respecto de algún estándar en algún dominio particular de
observación, podemos generar un juicio con fundamento.
Si no somos capaces de proporcionar afirmaciones, no somos capaces de fundar juicios. La afirmación genera confianza
en el juicio y en quien los emite. Por el contrario, cuando este no se basa en acciones concretas, desconfiamos de la
persona o la entidad que realiza el juicio. Los lideres proveen suficiente fundamento a sus juicios, generando confianza.
Volvamos a Juan: Miramos el registro de entrada diaria a la oficina, y constatamos que el 95 % de las veces llegó
puntual, incluso antes de lo requerido. Si miramos el juicio “soy tímida”, y mi estándar es “ponerme roja” el 80% de la
veces que me enfrento a alguien que no conozco. Puedo constatar que es un juicio que tiene acciones que puedo mirar y
validar. Y si decido trabajar ese espacio, puedo ir registrando, como puede ir variando ese estándar, para ir cambiando el
juicio de mi misma.
A menudo fundamos los juicios con otros juicios, no vemos las acciones que lo sostienen, solo vemos los juicios que
hacemos de ellos. En este caso es muy difícil poder cambiar el juicio o aprender de él, dado que no vemos acciones
posibles a modificar.
Cuando fundamos juicios de comportamiento, apuntar a una sola instancia y depender de una sola acción podría ser
insuficiente.
5) Que no existen contra-afirmaciones. “ No encontrar fundamento suficiente para fundar en juicio contrario”
Las afirmaciones que somos capaces de proveer para fundar un juicio no garantizan que lo consideremos bien fundado.
Puede ocurrir que generemos una cantidad aún mayor de afirmaciones al intentar fundar el juicio contrario. Por
ejemplo, en el caso “soy tímida” al intentar fundar el juicio contrario, me doy cuenta , sólo me pasa con personas a
quienes le doy autoridad, y no con amigos/as que vengo conociendo. En ese caso, lo que necesitamos es definir el
dominio, y así acotar el espacio, donde quiero aprender.
A veces hacemos el juicio “los hombres no son confiables”, pues tuve una experiencia dolorosa donde me sentí
traicionada. Y cuando comienzo a buscar acciones para fundar el juicio contrario, me doy cuenta que hay mas
afirmaciones de confianza que desconfianza. Puede ocurrir que ese evento ha sido muy importante en mi vida, aun así,
generalizar, me ha cerrado posibilidades en mi aproximación con el mundo masculino.
· Nuestro modo de ser en el mundo, está enraizada en cómo vivimos los juicios que se tienen o tenemos de nosotros
mismos.
Estas tres premisas, que son grandes declaraciones las llevaremos al coaching, como miramos el alma del coachee
escuchando los juicios que emite, que hace de si mismo, de otros, de las circunstancias y situaciones. Como coaches, si
ponemos atención a los juicios del coachee, nos permite entrar mas profunda y rápidamente a su alma.
Por ejemplo: si habla de “los sacrificios”, ya nos da una pauta a mirar; si nos habla de lo justo o injusto; de la “batalla”;
de “que anda mas suelta” “equilibrio”, “estabilidad”. Cada uno de esos juicios hablan de lo que le importa, desde donde
está mirando la vida.
Son puertas donde el coachee nos esta revelando su ser, y por lo tanto podemos indagar en ellos.
“Desafiar juicios”
· Nuestro modo de ser en el mundo, está enraizada en cómo vivimos los juicios que se tienen o tenemos de nosotros
mismos.
Muchas veces en el coaching les decimos a los alumnos: “desafía los juicios del coachee”. Le estamos diciendo toma los
juicios que trae e indaga en ellos.
Por ejemplo si un coachee habla de la vulnerabilidad, o autocontrol, pareciera ser que sabemos de lo que está
hablando, dado que hay un sentido común del término. ¿Y sabemos? ¿Será lo mismo para mi que para el? ¿Qué será lo
que esta viendo que dice vulnerabilidad o autocontrol?
ü Podemos indagar en las afirmaciones que sustentan el juicio, acciones:
o Dame un ejemplo de ...?
o Qué acciones estará mirando que dice vulnerabilidad o autocontrol??
ü Indagar en sus explicaciones, preguntamos por sus interpretaciones, que son otros juicios, para saber de donde
vienen.
o ¿Qué interpretaciones tienes de… tu vulnerabilidad?
o ¿Qué explicaciones tienes de…?
o ¿Qué quieres decir con “…”?
ü Indagar en su historia:
o ¿De donde viene esa interpretación?
o ¿Donde aprendiste la vulnerabilidad o el autocontrol?
fenómeno y explicaccion
CONFUSION
La mayoría de las veces la explicación con el fenómeno vienen como una (coherencia) entre paréntesis. Por ejemplo:
“No veo los problemas,(fenómeno) porque soy optimista” (explicación). Pareciera ser que la explicación le pertenece al
fenómeno. Cuando aceptamos esa declaración, se transforma en un veredicto y muchas veces en una condena. Con-
fundimos, fundimos el fenómenos con la explicación.
Nuestro rol como coaches es sacarle el hilo al tejido. Es hacerlo mas flexible y liviano. Es abrir preguntas que el coachee
no se ha hecho. Es develar, sacarle el velo, sacar el hilo para hacerlo traslucido, a través de preguntas… por ejemplo:
¿Y habrá otra explicación de por que no ves los problemas? Especulemos?
Le podemos mostrar ese matrimonio simbiótico que ha vivido por tantos años. “porque soy optimista no veo los
problemas”. Preguntarle por las luces y sombras, costos y beneficios. La idea es que lo vea, lo habite, incluso llegar a ese
juicio maestro de optimismo que también la ha cegado, para comenzar a mirar el revés de la tela.
Frente a mas de un porqué…. Alerta rojo! Tenemos adelante una “tela almidonada”. Y podemos verlo, mas tenemos que
ir con mucha delicadeza mostrándole su coherencia, pues ha sido su seguridad por mucho tiempo. En estos casos es ir
llegando a ese lugar donde siente mas dolor. La pérdida de un amor, de un trabajo… alguna pérdida importante…!
Las explicaciones al fenómeno, tiene una coherencia C-E-L. Tiene una emocionalidad, que muchas veces es el
resentimiento, y también la resignación y cuerpos rígidos, tensos. Biologías acorde con eso… problemas
estomacales, tendencias a hacer cálculos e infecciones.
La invitación es suavizar el tejido, mirar el derecho y atrevernos a mirar su revés. Es tratarlo con cuidado, pues en la
mayoría de los casos tiene una larga data, y ya se ha transformado en un traje a la medida.
El corazón del coaching está en saber escuchar. Y esa es la clave incluso en toda interacción humana. La
escucha en el coaching es algo diferente y profundo y es por eso que aquí haremos alguna distinciones.
Eso en todo fenómeno humano, mas el escuchar del coach tiene su particularidad.
Como observadores particulares siempre está presente nuestras emociones, nuestra corporalidad y nuestro
lenguaje y mucho mas. Quizás la específico de la escucha en el coaching esta en “desde dónde escuchamos”.
Cuando un coachee nos trae un quiebre es inevitable, como seres lingüísticos que somos, que hagamos
interpretaciones desde el observador que habitamos. Lo hacemos desde nuestra historia personal y en ella
hay prejuicios, supuestos, valoración, preconceptos. Por lo tanto es relativa. No describe los hechos, les da un
sentido.
1) ESCUCHA REVERENCIAL
En primer lugar, hablaremos de una Escucha Reverencial o Presente
Donde la EMOCION a la base es la COMPASION, la EMPATÍA y la CONTENCION . Tiene que ver con escuchar al
otro “como legítimo otro”, como dice Maturana. En un territorio de igualdad. Desde un espacio de Apertura. Y
también de Respeto. A eso le llamamos legitimación. Es estar abierto/a lo que el otro me trae como
interpretación. Necesitamos escuchar un rato sus propias historias e interpretaciones de éstas para entender
desde donde interpreta lo que interpreta, y como se vive la vida desde esas miradas.
También este espacio reverencial, tiene un CUERPO. La conexión desde la postura, la mirada, la expresión, una
distancia/cercanía que hace que el/la coachee se sienta en confianza y que es escuchado sin ser juzgado,
invadido. Es escuchar su tono, su velocidad. Es lo que llamamos PRESENCIA DEL COACH.
También percibimos el CONTEXTO que es parte de la legitimación del coachee. Crear un espacio donde esta
escucha sea contenida. Un lugar acogedor, privado, sin interrupciones.
Esto ya lo hemos tocado en el capítulo anterior y es relevante volver a traerlo en el contexto del “escuchar del
coach”.
Desde lo lingüístico, la escucha es relevante tanto desde las preguntas que nos hacemos, como de los silencios
que dejamos para que el coachee tenga tiempo para procesar, darse cuenta, desarrollar su propia
interpretación de lo que está viviendo.
Escuchar no significa sólo estar en silencio, pues a veces el coachee habla en exceso como mecanismo
defensivo, para no dejar entrar nuevas miradas que lo pueden sacar de su “zona de confort” aunque sea de
disconfort, pues es lo que conoce y ha aprendido.
2) ESCUCHA ACTIVA
Un segundo nivel de escucha es la Escucha Activa
En el coaching esta declaración tiene que ver con desafiar el mundo interpretativo del coachee frente a un
quiebre. Es justamente lo que no lo/la hace moverse o entramparse en sus propias coherencias. Ahí los
coaches tenemos un rol fundamental, desde ser un observador diferente, y desafiar este mundo
interpretativo. Por lo tanto parte de le escucha es hacer preguntas.
Desde lo lingüístico, ahí comienza la indagación incluyendo la mirada del coach, lo podemos hacer con
preguntas sobre su historia, sus aprendizajes, sus emociones, las generalizaciones que hace el coachee a partir
de un evento, distinguir el fenómeno de la explicación, etc.
Podemos poner nuestras interpretaciones a través de preguntas.
Desde el cuerpo, es seguir observando sus movimientos, sus silencios, sus gestos, y también de intervenir con
alguna experiencia que acoja el juicio maestro que esta escuchando el coachee, una experiencia emocional, o
lingüística con cuerpos diferentes. Realizar una experiencia en el contexto del coaching se sale del mundo
lingüístico y lo pone en el espacio vivencial, vivir lo visto, y no solo hablar acerca de…
No podemos escuchar sin que lo escuchado pase por nosotros. Por lo tanto siempre habrá una brecha entre
lo dicho y lo escuchado.
La importancia de esto en el coaching es achicar esta brecha. Y tener claro que nunca el coach sabrá lo que el
otro dijo, solo sabrá lo que escuchó lo que abre un espacio para el misterio, el asombro y la humildad.
El tener presente que lo que escuchamos es otra interpretación, por lo tanto la nuestra No es LA VERDAD. Es
por eso que poner nuestra mirada desde un lugar exploratorio es tan relevante, y de chequearlo con el
coachee. Si al coachee no le hace sentido podemos soltarlo, aunque escuchemos que ahí hay algo importante
que no está viendo. Lo podremos retomar más adelante, cuando la conversación esté quizás mas madura.
Por lo tanto en una conversación de coaching siempre habrán dos escuchares actuando al mismo tiempo: la
del coach, la interna, y lo que los trae el coachee. La conversación del coach no impide que escuche lo que trae
el coachee.
Los peores enemigos del coach es decir “Yo ya sé lo que le pasa” al, de enamorarse de sus propias
interpretaciones.
En este espacio es relevante indagar sobre los juicios que me trae el coachee. Por ejemplo: qué quieres decir
con que “deberías hacer xxx” o qué es “suficiente” para ti?.
4.- SINTESIS
¿ Qué es escuchar?
Silencio
Aceptación- Apertura
Acompañar
Cuidar
Declarar que no sé
Intuir
Dar la bienvenida a la incertidumbre
Soltar mis juicios
Soltar la conversación interna que no me permite estar al servicio del otro
Escuchar cuerpo/ emoción y lenguaje del coachee
Escuchar cuerpo/ emoción y lenguaje del coach
Es escuchar mis interpretaciones y ponerlas cuando el coachee está preparado para eso.
¿Qué no es?
Saber
Tener certezas
Anticipar
Controlar
Juzgar
Fundirme y dejar de escucharme como coach
LENGUAJE: juicios, juicios maestros, declaraciones, afirmaciones, fenómeno y explicación, pedidos, ofertas,
promesas, reconstrucciones lingúisticas de las emociones, discursos culturales, historias personales,
experiencias de vida,.
Esta es una conversación que nuestra sociedad está requiriendo. Esta generación de oro, puede perder su
brillo, si no abrimos y venteamos los tesoros de ese arcón que a veces está bajo tres llaves.