Anita Torres

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miércoles, 13 de mayo de 2015

Autocoaching
Los múltiples disfraces del Miedo: transformando el lobo en oveja
He agendado tiempo para la escritura. La miro, y siempre hay algo que hacer que no cumplo con lo agendado.
He puesto fechas de entrega de capítulos…y no cumplo con lo propuesto.
He hecho muchas acciones, que al final se han transformado en un “deber ser”, al cual le he “sacado el cuerpo”.
¿Qué hace que no pueda concretar este proyecto?
¿Sabiendo que están dadas todas las condiciones no lo hago?
Son las conversaciones internas y preguntas que me rondan en el último tiempo.
Llevo algún tiempo con un “mega proyecto”, que es escribir un libro. Me he propuesto, lo hago y lo dejo. No he tenido la
constancia que requiere un proyecto de esta envergadura.
Me he preguntado, ¿qué hace que me “arranque”?, ¿ Me boicotee y nunca llegue el tiempo para sentarme a escribir?. Al
releer lo que acabo de escribir arriba, no hay posibilidades que algo ocurra. Es una montaña que tengo que subir y
bajar. Me doy cuenta que la emoción predominante es el miedo. No creí que esa era la emoción que me esta
embargando. Hoy puedo decir que lo disfrazo de “imprevistos”, “necesito aprender más”, “hay lecturas que son
previas”, “ mis hijos”, “mi nieta”, etc.
Ha llegado el momento de volver a darle le bienvenida a esa emoción, que ha habitado en mi , y con la cual creía que ya
era parte de mi círculo de amistades. Parece que tiene múltiples disfraces para aparecer por donde menos espero.
Hasta el momento mi abordaje ha sido de “amigarme” con él, en mi vida y en mis prácticas del coaching. Mirarlo a los
ojos. Escuchar lo que me trae. Subirle o bajarle el volumen, cuando éste aparezca. Me ha sido fácil verlo en otros y he
avanzado en lidiar con ella en mi vida. La versatilidad de personajes que éste puede desplegar son múltiples, y no
siempre los reconozco.
Ha llegado a mi un libro, “El camino del Kaizen”, parte de la lectura del Programa Senior de Coaching, donde se aborda el
espacio emocional del miedo dentro de otros temas. Darle la bienvenida al miedo, para reconocerlo, agregando“pasar
de puntillas” junto a él ha develado un espacio nuevo para mi para abordar esta emoción.
Kaizen es un termino japonés para una disciplina que esa cultura ha usado por muchos años y ha estado en el centro del
Aprendizaje Continuo, tan en boga hace unos 20 años atrás en el mundo de las organizaciones. Es aprender del paso a
paso a través de la recurrencia y la repetición. Así de simple.
El miedo como toda emoción habita en nuestro cerebro mamífero, que al activarse, nos predispone a huir o a enfrentar.
Está localizada en la “amígdala”, glándula ubicada en el hipotálamo. Desde el camino Kaizen lo central está en NO
activar el “miedo” y evitar la “huida” o el “enfrentamiento a través de pequeñas acciones.
En esta ocasión descubro en mi que se activa la huida.
¿Qué hacer para no activarla y seguir? ¿Qué hacer para no despertar al Lobo? ¿Para no salir arrancando?
Me he propuesto caminar en puntillas como lo recomienda su autor.
Un buen inicio para ir paso a paso para traspasar mis miedos. Bienvenidos ellos, pasitos de entrada a este camino que
se constituye de muchos otros mas pequeños. Hasta podría ser un tema de la física. El todo está constituido de muchas
partes. Y muchas partes constituyen un todo. Lo que no dice esta teoría, es el porte de las partes!

Preguntas grandes o pequeñas?


Desde el coaching, nuestro interés ha sido siempre hacer preguntas grandes. Si estamos hablando de que me cuesta
entenderme con mi jefe, nos vamos a preguntar por el fenómeno que puede estar omnipresente en la vida del coachee,
por ejemplo su relación con la autoridad, o con los hombres o mujeres, o con la escucha.
Todos estos son temas grandes que hablan del ser que estamos siendo.

Volviendo a mi quiebre de no sostener la escritura, mi aprendizaje ha sido de hacerme las preguntas grandes. Será que
le tengo miedo a brillar? Será que en el fondo, no me creo capaz? Será la cultura chilena? Y puedo seguir con muchas
más!!!

Este autocoaching, me está permitiendo hacer un giro. Me estoy dejando tocar por el Kaizen, por las preguntas
pequeñas, los pequeños pasitos, escuchar mi ritmo, mis pulsaciones. Este escrito es parte de este nuevo momento para
ir avanzando. Ayer comencé y hoy lo estoy terminando. Sin grandes pretensiones de cambiar el paradigma del miedo.
Solo como un primer capítulo comenzando con mi experiencia, y mis enemigos en el sostener y brillar.

Somos producto de nuestra historia


“La última razón no es una razón es un motivo” Humberto Maturana, 29/05/14

3 días Maturaneando. En este refrescar mi historia como coach, y también mi mirada de la historia del CO, cumplí otro
de mis sueños. Estar cerquita con Humberto Maturana, antes que ese y éste cuerpo físico se agoten, pues su
pensamiento seguirá estando por mucho tiempo.

Nos adentraremos en la historia.

“El pasado es un constructo explicativo en relación con las c€oherencias que tengo ahora”. Podríamos decir que somos
“un presente contínuo cambiante”. “Según el presente que vivimos es como explicamos nuestra historia”. Lo único que
tenemos es el presente, y desde ahí, nos movemos hacia nuestra historia y también al futuro. Construimos un pasado
desde el presente, desde ésta “hechura”, desde éste “modo de pensar”, desde ésta biología.

Son algunas de las reflexiones que aun me tienen haciéndome preguntas.

Cuando escribimos nuestra biografía, lo que hacemos es mirar desde hoy, desde mi hechura actual, la interpretación de
los eventos de mi vida. Más aún, los hechos que elegimos, nacen de mi hechura actual. Quizas si la escribo en otro
momento, son otros los hechos que elijo, y otras miradas.

Y sigue….Cuando hablamos de la historia, pareciera que accedemos a ese momento, cómo algo estático y que siempre
ha sido así. Podemos decir que somos producto de esa historia, Cuando “viví lo que viví, mi cuerpo lo registró” y lo que
hoy ocurre es un gatillar en la estructura que he ido y sigo construyendo. “Todos los días somos generadores del mundo
en que vivimos”.

Esto es uno de las bases desde donde miramos al ser humano, a la persona, al habitante en el coaching ontológico. El ver
como estamos construido por nuestros aprendizajes, nuestra cultura y también como podemos transformarnos en la
recurrencia del aprender.

Miraremos un ratito de nuestro sistema nervioso, que es algo diferente a otros seres vivos.
“Al sistema nervioso no le importa lo que hay afuera. No hay realidades virtuales. Vive como válido al momento que lo
vive”.
“No distinguimos entre ilusión y percepción y cómo esto influye en nuestro mundo relacional”.
“Lo que pasa afuera, gatilla cambios en mi estructura” y estos influyen en mi mundo relacional”. También lo que pasa en
mi, modifica lo que pasa afuera. Somos un constante fluir, y un constante transformarnos sistémicamente.

Lo poderoso de esta reflexión es que aunque nos parece tan difícil hacer transformaciones en nuestro ser, este lo está
haciendo todo el tiempo. “Es la condición de existencia de los seres vivos”. Será cosa que le ayudemos? Con nuestra
capacidad de reflexionar podemos cambiar, transformar aquello que nos hace sufrir?

¿Qué queremos conservar? ¿qué queremos cambiar?: modos de ser, modo de vida

Son preguntas que nacen en esta fuente. Cuando queremos cambiar algo, la primera pregunta necesaria a hacerse,
según Maturana, es ¿qué queremos mantener? .”Para que algo se conserve, necesitamos pasarlo por la experiencia”.

En muchas sesiones de coaching, los coacheados, quieren ser diferentes a lo que son. Por ejemplo: “soy tímido”, quiero
“aparecer” sin que me incomode. Miramos primero que es ser tímido para esa persona… Hay un mundo emocional que
acompaña a ese juicio. Tambien una historia… y probablemente “modos de ser” heredados de su propio medio. Una
parte importante de lo que traemos son “modos de ser”, maneras de pararnos en la vida. Cuando un niño que ha vivido
en un mundo del arte, de la pintura, es muy probable que su quehacer sea ser pintor. Decimos que tiene vocación. ¿Será
vocación o herencia de modos de vivir?

En mi investigación de la relación con nuestra biología y el emocionar, siempre me abro a esa pregunta. Tengo colon
irritabable. Mi madre tiene colon irritable. Mi hermana y mi hermano. Qué es lo que heredamos? El colon irritable o la
manera de vivirnos la vida que hace que tengamos colon irritable?

Entonces será que tenemos que “cambiar la timidez” o abrazarla para poder acceder a otras conductas? Qué de la
timidez me ha ayudado a ser el ser de hoy? Qué no? Son preguntas que nos abren posibilidades para una
transformación. Nos amplia la conciencia. Podemos cambiar, nuestra cultura, de donde venimos, si cambia nuestro
entendimiento. Y eso netamente humano. “Escogemos nuestro hacer, reflexionamos, cambiamos de parecer. Eso no lo
hacen las mariposas”.

“El modo de vida, arrastra la genética”.


La objetividad entre paréntesis
Un giro “copernicano” es cuando descubre que “lo que pasa afuera gatilla cambios en mi estructura y esta influye en mi
mundo relacional”. Al sistema nervioso no le importa lo que hay afuera, no hay realidades virtuales. Mi sistema
nervioso vive como válido al momento que lo vive, “eso es”. “No distinguimos lo que es ilusión y percepción. Y actuamos
según lo consideramos válido en el momento de vivirlo. “
“Nada es verdad, nada es mentira. Depende del lente, que lo hace válido.
Por lo tanto cuando un coachee nos dice: me hirió, o por que tu me hiciste….Maturana afirma: ¡”a mi me pasa”, no “ tu
me haces”.

Determinismo estructural/plasticidad estructural.

Y llegamos al “determinismo estructural”. Lo que nos pasa, depende de nuestra “hechura”, nuestra estructura. Hay
cosas que podemos hacer y otras no. Por ejemplo, no podemos volar, dada nuestra estructura, enterrarnos sin oxígeno.
Existe una plasticidad. El sistema nervioso, esta interconectada de una manera, y que no son fijas, se transforman según
las circunstancias.
“Eso hace que la vida relacional que tengamos cambien mi estructura, dependiendo de la vida vivida. El cuerpo tiene
memoria, no estamos fijos en los dolores de la historia. “.
Cuando en el coaching decimos que podemos aprender, apela a nuestra plasticidad y dinámica estructural, y poder
abrazar eso que nos está doliendo, para poder trascenderla, poder hacer cambios en la estructura.
Estas son algunas notas y reflexiones de este encuentro con Maturana y su colega Ximena, que están a la base de lo que
hacemos como coaches.

La profundidad de lo simple: Coaching 2014


“EL coaching ontológico es muy difícil”, “ ¿como ver la profundidad de ese ser?”, “Será que yo puedo aprender a hacer lo
que los coaches que conozco hacen?

Son algunas de las reflexiones y preguntas que se hacen los alumnos de nuestra escuela cuando dan sus primeros pasos
en su formación como coaches.

Lo primero que me surge es preguntarme… y será tan complejo? Somos tan complejos los seres humanos que nos
cuesta tanto llegar a su alma? Ayer observando a un par de alumnos aprendices haciendo sus primeras prácticas en este
arte, me sorprendí de ver como cada uno tocó el alma de sus compañeros manifestado en lágrimas, asombro y sobre
todo gratitud.
¿Qué tendrían todos ellos en común para que eso pasara? Qué ingredientes tendría este “pastel” tan exquisito y
fresco?. Media taza de inocencia, 2 cucharadas de curiosidad, una pisca de irreverencia, acompañada de un palito de
gentileza. Y no olvidaron el jugo de conexión, que le dio sustancia y flexibilidad a la masa. Movieron los elementos
dándole mucho aire, silencios, pausas. En la unión de todos ellos fue necesario ponerle un chorrito de confianza, que le
dio el elemento mágico para su resultado final. El recipiente no fue menor. Tomo la forma de respeto desde la escucha
reverencial.

Los temas fueron bien diversos. Desde un duelo materno en proceso, la represión de la rabia, la soledad, el deber ser,
etc. Cada uno le puso su toque personal, y la transparencia del aprendiz, dado por el legítimo interés por el ser humano
que tenían delante. Desde allí indagaron, desde allí apareció el coachee.

Las preguntas vinieron desde el “no saber”, por lo tanto, nada se dio por conocido.

¿Será ese el ingrediente secreto? El indagar desde el legitimo lugar de no saber? Será que desde ahí, aparece el otro?
Desde ahí se construye confianza? Conexión?

Desde ese lugar, nada es obvio, incluso esas palabras que compartimos como cultura, como “lata”, “achunchado”, y mas
aún, esas que sabemos su significado como, “amenaza” , “bloqueo” “ , adjetivos como “significativo”, “maravilloso”,
“espantoso” o los superlativos que nos son inocentes.. “extremadamente”, “grandioso”, etc, etc.

La profundidad en la simpleza, eso resultó saliendo del horno. Servido con un rico syrup de compasión.

Sostener o cambiar?: Coaching 2014


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Cambiar, ser diferente, algo hay malo en mi, son algunas de las inquietudes con que llegan los coachees a su primera
sesión. Y en ocasiones, buscando en el coaching el último recurso, después de haber pasado por terapias psicológicas,
psiquiátricas, terapias corporales, teatro… , etc., etc.

No puedo negar que en alguna parte me aparece el ego, que me dice… “aquí si”, “este es tu lugar!!!, pero
afortunadamente me dura poco, y a veces no tanto. Por otra, también tremenda responsabilidad…¿daré la talla? ¿Lo
podré “ayudar”?

Con uno de ellos, pasaron 3 sesiones, en el ir y venir de estas conversaciones internas mías. Después de mes y medio de
no vernos con vacaciones incluidas, me cuenta de sus “recaídas” en sus modos habituales de comportarse, de menos
duración. Reportando también que no había podido hacer algunas experiencias que le había propuesto para ese
período.

Lo primero que me surgió fue, claro, es natural que no avances, si no haces nada por ello. Y acto seguido me surgen
otras reflexiones. ¿será que no está listo aún? ¿qué será aquello que lo hace quedarse en su zona de confort? De
confort poco, mas bien territorio conocido.

Se me vienen las palabras de Humberto Maturana, hablando sobre el cambio. ¿será la pregunta correcta de hacerse?
¿qué quiero cambiar? Y qué tal que nos preguntemos ¿qué es aquello que quiero mantener?¿será mas fácil realizar
algún aprendizaje desde ahí?

Y aterrizamos la conversación. Literalmente. Nos sentamos en el suelo, en una mantita de lana chilota. Traje una
madeja de cáñamo y fuimos nombrando cada una de las cosas que lo sostienen, que quiere mantener. Fuimos cortando
varios hilos. Los tomó con su mano derecha. Cada hilo representaba algo diferente que valoraba de si, que lo sostenía.
Eran sus andamios. Aparecieron sus amores, su honestidad, su capacidad de soñar, su inteligencia, su ser reflexivo,
sorprendiéndose de lo que iba apareciendo, traduciéndose en el brillo de sus ojos.
Lo anudó en un extremo, los acarició, como permitiéndose el re-conocerse. Algo que el sabía y que se le había quedado
en el olvido. La experiencia siguió. Trajimos sus sombras, sus “hoyos negros” como el los tildó, que estaban rondando
durante toda la sesión. Lo representamos en su otra mano. Comenzó una larga lista de miedos, rabias, abandonos,
oscuridades, inseguridades. Lo invité a declarar un inicio de esta nueva etapa. Le dio la bienvenida y como acto de
integración, de aceptación de ambos mundos que habita, lo invité a juntar sus manos. Dejando en el medio de ellas ese
nudo, que apretaba con mucha fuerza, como queriendo fundirlos.
Cerramos la sesión ahí, declarando que estaba mas completo y acompañado.

¿Será que para traspasar aquello que queremos “cambiar” necesitamos mirar lo que no queremos cambiar? ¿ lo que nos
sostiene?
¿Y desde ahí, aceptar lo que queremos trabajar? ¿Lo que seguirá apareciendo, pero ya acompañado de lo que nos
nutre?
Se fue con sus hilos amarrados a su razón y a su corazón!

El arte de la Indagación en el coaching


El presente artículo es un escrito en el aprendizaje del coaching ontológico

1.- Preguntas exploratorias


2.- Preguntas interpretativas
3.- Preguntas de chequeo
4.- Preguntas para habitar el quiebre
5.- Preguntas de cierre

El mundo de la indagación es una de las destrezas mas centrales en el coaching. Es a través de la indagación que
sabemos mas sobre el coachee, de su historia y también de lo que estamos interpretando.

1.- Preguntas exploratorias


Vamos a hablar de un primer nivel de preguntas, muy asociado al escuchar reverencial. Es poner toda la atención en lo
que el coachee trae como quiebre, así como de la historia relacionada con su inquietud original.

A eso le llamaremos preguntas EXPLORATORIAS. Como la palabra lo indica es explorar libremente sobre el quiebre que
nos trae el coachee.
Un ejemplo de quiebre:
“Hoy por tercera vez en la semana, mi jefe me pide cosas cuando me queda 30 minutos antes de irme, y no le puedo
decir que no, asi es que tengo que quedar 1 o dos horas extras para realizar lo que me pide.”

Qué preguntas EXPLORATORIAS le comenzamos a hacer?


¿Cuánto tiempo es tu jefe?
¿Cuándo mas te ha pasado con este jefe?
¿Es algo generalizado en el lugar que tu trabajas?
¿Te ha pasado con otros jefes?
¿Hace cuanto tiempo?
¿Cómo te hace sentir esto que te pasa?
¿Qué has hecho frente a esto?
¿Cómo te explicas que eso pase?

Todas ellas son preguntas abiertas que llevan al coachee a explayarse en lo que está viviendo. Las preguntas que llevan a
un Si o a un No, son preguntas que muchas veces están más teñidas de la agenda del coach, que del verdadero interés
de saber mas sobre el quiebre que está trayendo el coachee.

Leer más »
En el Sendero del Coaching...¿Qué es articular un quiebre?
(Reflexiones de un coach: Juan Pablo Contreras, supervisor ACP Chile 2011)

Pensemos por un momento que un coachee es un ser humano que vive “atrapado” en su particular visión de la realidad.
Sus juicios, sus paradigmas, sus incompetencias conversacionales y lingüísticas le restan posibilidades en su vida…solo
que él (o ella) habitualmente “no se da cuenta de esto”…”no lo sabe”….o más bien “no lo puede ver dado el observador
que es…es decir, es “transparente” para sus ojos.

Imaginemos que cada uno de estos “supuestos”, “juicios maestros”, “no pedir”, “no ser oferta”, etc fueran verdaderos
“barrotes” que van rodeando la “pequeña” vida del coachee y fueran conformando una celda que –sin saberlo- fuera
constituyendo “el mundo del coachee”….

El proceso de coaching tiene que ver quizás con acompañar al coachee a “pintar” poco a poco esos barrotes, hasta
ahora, inexistentes para el…como si coach y coachee –brocha gorda en mano- fueran a través de la conversación y de la
danza del coaching dando “color” a estos barrotes a través de sutiles, irreverentes y poderosas preguntas que nunca se
ha hecho…

Y podría ser que una vez “pintada” la jaula e identificados los barrotes, el coachee, a la luz de su “pequeño mundo”
podría tomar la decisión o no de atravesarlos, sacarlos o aprender a convivir con ellos…

El proceso de “pintar los barrotes” que aquí expreso, puede ser visto como el proceso de “articular un quiebre nuevo”…
tiene que ver con invitar al coachee a “ver” a través de preguntas, interpretaciones poderosas y mucha compasión,
algo que -dado el observador que era hasta antes del coaching- era imposible para él distinguir.

Habitualmente cuando esto ocurre, el coachee accede a un nuevo nivel de aprendizaje, uno que va más allá de las
historias, relatos y acciones en la que el coachee vive inmerso, un espacio nuevo, que fundamentalmente lo invitará a
observar como observa, a mirarse “desde el balcón” y a abrir un mundo nuevo de distinciones que esta vez lo incluyen
de manera diferente.

Esto es lo que llamamos un aprendizaje de segundo orden ( que incluye al observador que aprende) versus al
aprendizaje de primer orden (que sólo considera ampliar las acciones posibles sobre la realidad, sin cuestionarse ni un
segundo el cómo yo veo lo que veo).

A la luz de esto, la articulación del quiebre tiene que ver con conversar de la diferencia entre el quiebre que declara el
coachee de entrada (problemas, inquietudes, insatisfacciones, dificultades, desafios, etc) y lo que es ARTICULAR
(conversar) un quiebre “nuevo”, que viene a hacerse cargo o ESTA A LA BASE del “quiebre inicial” con el que llegó. (es
como mirar a nivel ontológico que “hace” que esto le “ocurra” al coachee…)

En esta conversación siempre es el coachee el que está al centro…no es una conversación de “por qué la gente no pide
ayuda”….es una conversación de ” que te pasa en la vida que no elijes pedir ayuda”…

Usualmente esta articulación viene luego de que como coaches le hemos regalado, ofrecido al coachee interpretaciones
(nuestra mirada puesta al servicio del aprendizaje del coachee) que le abren (ojalá…) un mundo nuevo de posibilidades
basados en nuestras interpretaciones y en los modelos del coaching ontológico. Este paso previo, es como “comenzar a
pintar el barrote”…es comenzar a pegar un salto hacia el espacio ontológico, hacia el espacio del ser, saliéndonos de las
historias y los relatos usuales…

Es en la articulación del quiebre donde aparece una “conversación más grande” que incluye al ser y que habitualmente
el coachee no ha tenido oportunidad de sostener...dado el observador que es.
Aquí es donde nos topamos, con coraje, con aquello que el coachee “podría necesitar aprender en la vida”…a nivel del
ser, no a nivel de las acciones (esto sería solamente un “coaching para la acción”).

El quiebre se articula entre los dos y la articulación LA DEFINE EL COACHEE. El coach sólo acompaña y sostiene este
espacio usualmente con cuerpo, presencia, irreverencia gentil, amor y mucha compasión.

El coach le “propone” si quiere al coachee un “lenguaje” o ciertas distinciones para ponerle un “nombre” a aquello “que
le pasa en la vida”…es como ponerle un titular al quiebre y siempre dejando que el coachee tome las palabras que le
hacen más sentido… ( es aquí donde nuestro “puñado” de distinciones pueden ayudar, o los modelos del coaching
ontológico, o la forma como lo vemos desde nuestro observador…).

Aquí le “ponemos nombre” a lo que le pasa en la vida que hace que pase lo que pase… o bien que no pase lo que ansía
vivir…

Algunas frases que ejemplifican este momento:

“Entonces después de todo esto que hemos hablado, qué dirías tú que es lo central para ti”
“¿Qué es aquello de lo que necesitas hacerte cargo?”
“¿Qué nombre le pondrías, o cómo le llamarías a esto que te pasa en la vida y que no te ha dejado hacer…?”

Ejemplos de articulaciones:

Quibre Inicial
Quiebre Articulado (nuevo para el coachee, “transparente para él dado el observador que es”) Posibilidades.
“Hace mucho tiempo en la vida que ando agotado, estoy lleno de cosas, no tengo tiempo, no sé por que la vida me trata
así, yo hago lo mejor de mi y termino reventado”
No se decir NO.
No sé poner limites
No sé pedir ayuda
Necesito aprobación del resto y para eso hago todo lo que me piden, etc

Quibre Inicial
Quiebre Articulado (nuevo para el coachee, “transparente para él dado el observador que es”) Posibilidades.
“Estoy preocupada por que estoy sin trabajo, he mandado CV’s para todos lados y no pasa nada…(Nótese que este
quiebre igual nos abre posibilidades de acción (aprendizaje de 1er nivel, sin embargo no nos da mucho espacio para una
reflexión a nivel más ontológico o del ser)
“me doy cuenta que no tengo redes de ayuda y que no me es fácil abrir conversaciones de posibilidades con otros” (aquí
aparecen posibilidades que están a la base de resolver el tema de su preocupación por no tener trabajo, pero que van a
temas “más grandes” que involucran una forma de ser y estar en el mundo)

Luego de articular usualmente viene a mi juicio un momento crucial en el coachee y en el coaching…, que es sostener
este “darse cuenta”…, el proceso a través del cual su observador comienza a percibir los costos que para su vida ha
tenido el vivir en ese lugar… Es un momento de fuerte carga emotiva y que es importante acompañar para que el
coachee “acopie” las fuerzas necesarias para energizar su proceso de transformación.

Luego de esta danza, el coachee de cuenta de las posibilidades que se le podrían abrir si tiene el coraje de ampliar su
observador y realizar nuevas acciones corporales, emocionales y lingüísticas en el mundo….desde este “otro”
observador…

Los barrotes continuarán pintándose… y el coachee puede elegir dar el paso hacia nuevos espacios de libertad….
EL ESCUCHAR EN EL COACHING (editado 11 Junio 2012)
El corazón del coaching está en saber escuchar. Y esa es la clave incluso en toda interacción humana. La escucha en el
coaching es algo diferente y es por eso que aquí haremos alguna distinciones.

Decimos que escuchar es Oir o Percibir mas Interpretar. Eso en todo fenómeno humano, mas el escuchar del coach tiene
su particularidad.

Como observadores particulares siempre está presente nuestras emociones, nuestra corporalidad y nuestro lenguaje y
mucho mas. Quizás la específico de la escucha en el coaching esta en “desde dónde escuchamos”.

Cuando un coachee nos trae un quiebre es inevitable, como seres lingüísticos que somos, que hagamos interpretaciones
desde el observador que habitamos.
La diferencia en el coaching está en transformarnos en observador de este observador que somos. Estar consciente de
ello, y poder administrarlo, y conectarnos legítimamente con lo que el coachee nos trae.

Haremos varias distinciones del la escucha en el coaching:

En primer lugar, hablaremos de una Escucha Reverencial

Donde la EMOCION a la base es la COMPASION, la EMPATÍA y la CONTENCION . Tiene que ver con escuchar al otro
“como legítimo otro”, como dice Maturana. En un territorio de igualdad. Desde un espacio de Apertura. Y también de
Respeto. A eso le llamamos legitimación. Es estar abierto/a lo que el otro me trae como interpretación. Necesitamos
escuchar un rato sus propias historias e interpretaciones de éstas para entender desde donde interpreta lo que
interpreta, y como se vive la vida desde esas miradas.

Es escuchar con preguntas desde un lugar exploratorio.


Es poder dejar entre paréntesis por ratos mis propias interpretaciones como coach. El escuchar reverencial, no significa
estar de acuerdo con lo que el coachee nos trae. Se trata de entender y acoger su mirada.
Eso lo hacemos desde preguntarnos inicialmente:

¿qué será lo que le inquieta a esta persona?


¿qué hace que esto sea un quiebre para el/ella?
¿cuál será su historia de lo que lo aqueja?
¿dónde habrá aprendido esta manera de vivir?
¿qué necesitará aprender?... Y desde ahí escuchar lo que nos trae.

También este espacio reverencial, tiene un CUERPO. La conexión desde la postura, la mirada, la expresión, una
distancia/cercanía que hace que el/la coachee se sienta en confianza y que es escuchado sin ser juzgado, invadido. Es
escuchar su tono, su velocidad.

Le agregaremos e esto, el CONTEXTO que es parte de la legitimación del coachee. Crear un espacio donde esta escucha
sea contenida. Un lugar acogedor, privado, sin interrupciones.

Esto ya lo hemos tocado en el capítulo anterior y es relevante volver a traerlo en el contexto del “escuchar del coach”.

Desde lo lingüístico, la escucha es relevante tanto desde las preguntas que nos hacemos, como de los silencios que
dejamos para que el coachee tenga tiempo para procesar, darse cuenta, desarrollar su propia interpretación de lo que
está viviendo.

Escuchar no significa sólo estar en silencio, pues a veces el coachee habla en exceso como mecanismo defensivo, para
no dejar entrar nuevas miradas que lo pueden sacar de su “zona de confort” aunque sea de disconfort, pues es lo que
conoce y ha aprendido.
Ejercicio 1: Escuchar reverencial
Se juntan en parejas.
Se conectan con el escuchar.

Instrucciones
· En parejas: Coach – Coachee
· Frente a frente
· Se van a conectar con la persona que tienen al frente.
· Coachee hable y Coach solo escucha. Poniendo la atención en lo que me cuenta, en su cuerpo, en sus emociones.
· Coach: Desde un espacio reverencial, de legitimar al otro con lo que me trae como quiebre. Solo recibe, acompaña.
En silencio.

La pregunta para el coachee es:


Antes de cada pregunta, se conectan en silencio por un minuto con el coachee, frente a frente.
Coachee habla durante 2 minutos acerca de la pregunta:

i. Quien estoy siendo?


· Respiran juntos y se conectan con la persona que tienen al frente.
· Coachee cuenta y Coach solo escucha. Poniendo la atención en lo que me cuenta, en su cuerpo, en sus emociones.
· Coach: Desde un espacio reverencial, de legitimar al otro con lo que me trae como quiebre. Solo recibe, acompaña.
En silencio.
· Y cambian de rol.
· Termina el tiempo, se agradecen y se despiden
· Cambian de pareja.

Se arman nuevas parejas:


Definen quien comienza siendo coach/coachee.

ii. ¿Cuáles son mis sueños hoy y para adelante??


· Respiran juntos y se conectan con la persona que tienen al frente.
· Coachee cuenta y Coach solo escucha. Poniendo la atención en lo que me cuenta, en su cuerpo, en sus emociones.
· Coach: Desde un espacio reverencial, de legitimar al otro con lo que me trae como quiebre. Solo recibe, acompaña.
En silencio.
· Y cambian de rol.
· Termina el tiempo, y se agradecen y se despiden.
· Cambian de pareja.

Se arman nuevas parejas:


Definen quien comienza siendo coach/coachee.

iii.- ¿A qué me estoy atreviendo?


· Respiran juntos y se conectan con la persona que tienen al frente.
· Coachee cuenta y Coach solo escucha. Poniendo la atención en lo que me cuenta, en su cuerpo, en sus emociones.
· Coach: Desde un espacio reverencial, de legitimar al otro con lo que me trae como quiebre. Solo recibe, acompaña.
En silencio.
· Y cambian de rol.
· Termina el tiempo, y se agradecen y se despiden.

Se recoge. ¿Que les paso escuchando y ser escuchado desde ese espacio? ¿Qué aprendieron?
2)Un segundo nivel de escucha se basa en:

ESCUCHAR = OIR/PERCIBIR E INTERPRETAR

En el coaching esta declaración tiene que ver con desafiar el mundo interpretativo del coachee frente a un quiebre. Es
justamente lo que no lo/la hace moverse o entramparse en sus propias coherencias. Ahí los coaches tenemos un rol
fundamental, desde ser un observador diferente, y desafiar este mundo interpretativo. Por lo tanto parte de le escucha
es hacer preguntas.

Desde lo lingüístico, ahí comienza la indagación incluyendo la mirada del coach, lo podemos hacer con preguntas sobre
su historia, sus aprendizajes, sus emociones, las generalizaciones que hace el coachee a partir de un evento, distinguir el
fenómeno de la explicación, etc.
Podemos poner nuestras interpretaciones a través de preguntas.

Desde el cuerpo, es seguir observando sus movimientos, sus silencios, sus gestos, y también de intervenir con alguna
experiencia que acoja el juicio maestro que esta escuchando el coachee, una experiencia emocional, o lingüística con
cuerpos diferentes. Realizar una experiencia en el contexto del coaching se sale del mundo lingüístico y lo pone en el
espacio vivencial, vivir lo visto, y no solo hablar acerca de…

Desde el mundo emocional, ya comienzan a escuchar juicios recurrentes que lo lleva a ciertas emociones y poder
indagar, en esos juicios que los predispone a esa emoción y a esas acciones. Nuevamente es legitimarlas. Aparece la
tentación de querer sacarlo de la emoción que está viviendo, y que está escuchando. Aquí el coach tiene un rol
fundamental en la escucha de la emoción, Es aprender a habitar la emoción que le produce el quiebre que trae el
coachee. Es un espacio del escuchar que produce el mayor aprendizaje en el coachee. La aceptación de lo que está
viviendo. Solo desde ahí pueden construir coach/coachee un espacio de aprendizaje.

3.- El límite del escuchar en el coaching :

“El otro dice lo que dice y yo escucho lo que escucho”.

No podemos escuchar sin que lo escuchado pase por nosotros. Por lo tanto siempre habrá una brecha entre lo dicho y
lo escuchado.
La importancia de esto en el coaching es achicar esta brecha. Y tener claro que nunca el coach sabrá lo que el otro dijo,
solo sabrá lo que escuchó lo que abre un espacio para el misterio, el asombro y la humildad.

El tener presente que lo que escuchamos es otra interpretación, la nuestra, por lo tanto No es LA VERDAD. Es por eso
que poner nuestra mirada desde un lugar exploratorio es tan relevante, y de chequearlo con el coachee. Si al coachee no
le hace sentido podemos soltarlo, aunque escuchemos que ahí hay algo importante que no está viendo. Lo podremos
retomar más adelante, cuando la conversación esté quizás mas madura.

Por lo tanto en una conversación de coaching siempre habrán dos escuchares actuando al mismo tiempo: la del coach, la
interna, y lo que los trae el coachee. La conversación del coach no impide que escuche lo que trae el coachee.

Los peores enemigos del coach es decir “Yo ya sé lo que le pasa” al, de enamorarse de sus propias interpretaciones.

Una destreza del coach, es poner la atención en las dos escuchas.

IDENTIDAD PUBLICA Y PRIVADA

A.- IDENTIDAD INDIVIDUAL Y COLECTIVA


Este es un tema que me ha tocado a menudo trabajar con algún grupo o en coachings individuales. El quiebre declarado
viene vestido de:
¿Qué me está pasando que se me perdió el norte?
¡Antes tenía todo claro, y ahora ando perdida/o por la vida¡
¡Quiero encontrar lo que me gusta, mi pasión!
¡Lo tengo todo e igual siento que algo me falta!

Colectivamente se colorea de…


¿Para donde vamos como organización? Colectivo?
¡Tenemos diferentes miradas del negocio, necesitamos ser un solo cuerpo¡

No son preguntas menores que las podríamos denominar como “falta de sentido”. En esta ocasión tomaré un camino
que tiene que ver con La Identidad publica y privada, individual y colectiva.

La identidad es lo que nos identifica, lo que nos diferencia de otros. Es lo propio. La identidad personal es todo aquello
que nos define como individuos. Esta íntimamente relacionado con el ser que somos. En psicología se habla de “crisis de
identidad”, cuando perdemos ese referente.

En coaching indagamos en su historia y encontrar una fuente de cuando “se perdió”, o indagar en juicios maestros que
lo mantienen en la insuficiencia o en el desencanto de la vida sin futuro. No lo miramos como un fenómeno de su ser
individual, sino en relación a otro/s.

Cuando hablamos de identidad de un grupo de personas, estamos hablando de identidad colectiva. Conciencia colectiva.
¿Quiénes somos? ¿Para dónde vamos?
¿Qué nos distingue de otros grupos?
¿Qué nos hace sentido como grupo?
Estamos hablando de la identidad de un colectivo específico.

Muchas veces tiene que ver con la falta de lineamientos claros de la organización. Con compañías jóvenes, con los
permanentes cambios del mundo y del mercado, etc. Una de ellas o todas a la vez!

En síntesis, la identidad individual y colectiva responde a la conciencia de su ser en relación a otros. Identidad/ idéntico/

B.-Identidad Publica:
A su vez cuando hablamos de Identidad Publica estamos haciendo referencia explícitamente a cómo nos ven. A la
mirada social de nuestra identidad privada personal o grupal.
Y si lo miramos mas profundamente podemos asociarlo a la Oferta que somos en el mundo.
¿De qué quiebre del mundo nos estamos haciendo cargo con las competencias que tengo/emos y desarrollo/amos?
¿Qué me/nos diferencia de otro/s individuo/colectivos similar/es?

En otro nivel la pregunta que nos surge es:


¿Cómo hago/cemos una oferta atractiva? ¿cómo seduzco/cimos con ella?

Es una pregunta a tener presente recurrente en las organizaciones dados los rápidos movimientos de los deseos,
quiebres, preferencias del mundo que nos rodea.

¿Que competencias a desarrollar requiere de nosotros?


¿Como vamos flexibilizando nuestra oferta, ampliándola, innovando, aprendiendo?
Ö Requiere de la capacidad personal y colectiva de declarar quiebres a tiempo,
Ö de escuchar mas allá de lo obvio y explicito,
Ö Apertura al aprendizaje y a la equivocación,
Ö atreverse comunicar a tiempo interna y externamente,
Ö contener
Ö fuerza para lidiar con las fuerzas conservadoras y/o boicoteadoras internas y colectivas:
“Esto es una locura”
“Si así estamos bien”
“Y si estoy dando la hora?”
“Seré yo el/la indicado/a para dar esta pelea”?
“No me la puedo”…”no tengo cuerpo o cuero”
Ö Cuerpo y piernas para sostener y permanecer

Ser oferta es una tarea de vida. Requiere estar en permanente movimiento y apertura, para ir danzando con la vida, con
los que nos rodean.

El poder de los Juicios en el coaching


EL PODER DE LOS JUICIOS

Ö Contrario a las afirmaciones que usamos para describir la manera en que observamos las cosas (lo que es real para
nosotros), los juicios son una apreciación o interpretación nuestra sobre la realidad. A raíz de un juicio emitido el mundo
cambia.

Ö Al emitir un juicio, generamos esa nueva realidad que afecta la identidad de lo juzgado, abriendo (o cerrando!) un
ámbito de relaciones y acciones posibles entre nosotros y lo que hemos juzgado. Esto es válido para situaciones, objetos,
como personas. Es así como los juicios que hacemos de otros, que nos hacen o nos han hecho influyen en nuestra
identidad pública y privada, sean o no fundadas.

Ö Los juicios son actos enteramente lingüísticos, solo cobran existencia cuando los formulamos; su poder
(declarativo) radica en que las interpretaciones que proveen, modifican la realidad de los sujetos y objetos directa o
indirectamente afectados por nuestro juicio.

Ö Como interpretación el juicio vive en el que lo emite, no es una propiedad del objeto o persona que juzgamos;
siempre deja abierta la posibilidad de discrepancia (!).

El compromiso social que asumimos al juzgar, es:

§ que nuestro juicio es válido (o sea: tenemos la autoridad y la competencia para emitirlo) a diferencia de las
afirmaciones que son Verdaderas o Falsas y el poder está en las evidencias que proveemos.
§ que lo podemos fundar, en términos de:
- Mi inquietud (¿Para qué juzgo?)
- Especificar el dominio de acción (¿En qué ámbito juzgo?)
- Estándares de conducta para mi juicio (¿A cuales estándares de conducta se refiere?)
- que existen afirmaciones sobre conductas recurrentes, en el pasado, que lo respaldan;
- que no existen contra-afirmaciones.

Ø Los juicios son solo eso … juicios! Si son fundados, son solo eso…. Juicios fundados!!

Autoridad para emitir juicios


Primera responsabilidad social de los juicios: Tener autoridad.
Decimos que la primera responsabilidad social al emitir un juicio es tener la autoridad para hacerlo. Por el hecho de
existir, de ser linguisticos e interpretar en el lenguaje, tenemos la capacidad de emitir juicios, opiniones. Es una cualidad
intrínsecamente humana. En lo cotidiano, emitimos juicios, asumiendo esa autoridad para darle sentido a nuestras
acciones. Nos orientan, son nuestra brújula. . Por ejemplo: “hace frio”, y buscamos algo para abrigarnos. Jorge es
“divertido”, y esperamos reírnos con la presencia de Jorge. “Estamos en crisis” le digo a mi pareja. Distinto es que emita
el mismo juicio respecto de la economía del país. No es lo mismo que lo diga yo, es solo mi opinión, que no se nada de
economía, a que lo diga el presidente del Banco Central, que al segundo de ser dicho, se ve reflejado en el mercado,
bolsa, etc.
Dado que los juicios son declaraciones, generan mundos, es importante cuidar los juicios que hacemos de otros, pues
tienen repercusiones tanto en lo personal como en lo colectivo.
¿Entonces qué significa dar o tener autoridad para emitir un juicio?
Diferente es darle autoridad a otro para que haga juicios de mi, de entidades, del mundo. Muchas veces estamos mas
pendiente de los juicios de otro, que de los propios, aunque discrepemos. Dudamos de nosotros mismos y queremos
darle en el gusto a todos. ¿Será eso posible? Por ejemplo: “ser buena persona”. Para unos será posponer mis intereses
por sobre las necesidades de otro. Para otro será signo de debilidad, para otros incapacidad de poner límites, etc. A unos
les parece positivo a otros no. Nunca le vamos a dar en el gusto a todos, dado que tenemos diferentes interpretaciones
de lo que significa ser “buena persona”.
Aquí es importante, hacernos la pregunta ¿a quién le doy autoridad para emitir ese juicio? Socialmente, le damos
autoridad para emitir ciertos juicios a entidades o personas que colectivamente le damos ese poder. Por ejemplo,
jueces, árbitros, guías espirituales, líderes sociales, etc. Y en forma individual, le daremos autoridad a quienes
queremos, a quienes juzgamos que saben en algún dominio en particular. Podemos decir que es una responsabilidad
personal, el tener esta pregunta presente.
En el caso de los niños, por el hecho de serlo, le dan autoridad a sus padres frente a los juicios que estos hacen de ellos,
es mas delicado aún. Requerimos asumir la responsabilidad familiar de que las “etiquetas” que le pongamos a nuestros
hijos, van a influir en su identidad que después son muy difíciles de modificar. Saber que estos juicios no son escuchados
como tal, sino que mas bien como afirmaciones del ser de ese niño: “así soy yo”.
Enfatizando lo ya dicho, Los juicios son un componente importante de la identidad de las personas, organizaciones,
comunidades, países, etc. Con nuestros juicios afectamos a tales entidades. A su vez, todo juicio es emitido por alguien y
habla también de ese alguien que lo emite. De ahí la responsabilidad social de fundarlos, constituyendo una segunda
responsabilidad social.

Fundamentación de juicios:
Segunda responsabilidad social de los juicios: Fundarlos
La capacidad de interpretar, como ya expresamos, es una cualidad eminentemente humana y nos conecta con el sentido
y la temporalidad. Interpretamos, juzgamos en base a acciones realizadas en el pasado. Lo hacemos en el presente, y
nos sirve para proyectarnos al futuro. Por ejemplo, estamos por contratar un/a asistente, y evaluamos su
responsabilidad. Hacemos preguntas del pasado: ¿Cuántos trabajos ha tenido? ¿Cuánto tiempo en cada trabajo? . Pido
cartas de recomendación (juicios y afirmaciones). Juzgo que tengo suficientes fundamentos para decir “es
responsable” , la contrato, y espero que se comporte “responsablemente”, en el trabajo.
Por el contrario, si emito un juicio en base a otros juicios, sin preocuparme de tener suficientes pruebas, afecto mi
identidad personal, como la del otro, por el solo hecho de declararlo, genero dolor, sufrimiento, además de desprestigio.
Por lo tanto, el fundamento de los juicios tiene que ver con la forma en que el pasado es traído al presente para esperar
ciertas acciones en el futuro. Se trata de formular juicios que nos apoyen efectivamente en tratar con el futuro. Al
cambiar las acciones recurrentemente en el futuro, podremos modificar el juicio que tenemos sobre algo o alguien,
incluyéndonos.

Existen al menos 5 dominios a mirar para fundar un juicio.


1) Mi inquietud (¿Para qué juzgo?) “La acción que proyectamos hacia el futuro cuando emitimos el juicio”.
Siempre emitimos un juicio “por o para algo”. Visualizamos un futuro en el cual nuestro juicio abrirá o cerrará
posibilidades.
Por ejemplo: Si decimos que Juan es “inteligente”, es para destacar que Juan se comportará “inteligentemente” en el
futuro. Puede que lo hagamos para quedar bien con Juan, para promoverlo, para contratarlo o para empoderarlo.
Cualquiera de estas situaciones implica un futuro posible y diferente. Abrir o cerrar posibilidades en el futuro, incluso si
se trata del juicio de “inteligencia”. Juan al escuchar ese juicio, puede sentir que no puede cometer errores y entrar en
una espiral de autoexigencia que le cierra posibilidades.

2) Estándares de conducta para mi juicio (¿A cuales estándares de conducta se refiere?) “Los estándares sostenidos
en relación a la acción futura proyectada”.
Suponemos que el juicio emitido se coteja con un conjunto de estándares de comportamientos para juzgar el
desempeño de los individuos, que nos permiten evaluar la efectividad de sus acciones.
Siguiendo con Juan, es importante ver cual es el estándar que tengo de responsabilidad. Por ejemplo: que llegue al
menos el 95% del tiempo a la hora, que entregue los reportes solicitados al menos en un 90 % en la fecha acordada, etc.
Los estándares provienen de tradiciones particulares que nos dicen qué esperar y por lo tanto de expectativas sociales.
Estos estándares cambian con el tiempo y la mayoría son sociales, o sea pertenecen a la comunidad y obedecen a
circunstancias históricas concretas.
Esto es evidente en los estándares de belleza, de comida sana, de éxito, etc. Hoy en día comer sano, no tiene las mismas
medidas que hace 20 años atrás y están cambiando día a día.
Lo que hacen los líderes es traer nuevos estándares que antes no estaban disponibles para la comunidad.

3) Especificar el dominio de acción (¿En qué ámbito juzgo?) “El dominio de observación dentro del cual se emite el
juicio”
Emitimos juicios dentro de un dominio particular. En el caso de Juan el dominio es en trabajo. Puede que no sea
“responsable” en el cumplimiento de sus compromisos con su hijo o en el deporte. Muchas veces generalizamos al
emitir un juicio, “soy tímido/a” , “los políticos son corruptos”, “los hombres no son confiables”, etc. Y nos cerramos
posibilidades con nosotros mismos y de interactuar con otros, incluso de generar relaciones, basados en una o algunas
experiencias pasadas.
El juicio debe evaluarse confinado al dominio particular en el cual fue emitido.

4) Afirmaciones sobre conductas recurrentes, en el pasado, que lo respaldan; “Las afirmaciones que proporcionamos
respecto de los estándares sostenidos”
Cuando disponemos de afirmaciones que nos permiten medir respecto de algún estándar en algún dominio particular de
observación, podemos generar un juicio con fundamento.
Si no somos capaces de proporcionar afirmaciones, no somos capaces de fundar juicios. La afirmación genera confianza
en el juicio y en quien los emite. Por el contrario, cuando este no se basa en acciones concretas, desconfiamos de la
persona o la entidad que realiza el juicio. Los lideres proveen suficiente fundamento a sus juicios, generando confianza.
Volvamos a Juan: Miramos el registro de entrada diaria a la oficina, y constatamos que el 95 % de las veces llegó
puntual, incluso antes de lo requerido. Si miramos el juicio “soy tímida”, y mi estándar es “ponerme roja” el 80% de la
veces que me enfrento a alguien que no conozco. Puedo constatar que es un juicio que tiene acciones que puedo mirar y
validar. Y si decido trabajar ese espacio, puedo ir registrando, como puede ir variando ese estándar, para ir cambiando el
juicio de mi misma.
A menudo fundamos los juicios con otros juicios, no vemos las acciones que lo sostienen, solo vemos los juicios que
hacemos de ellos. En este caso es muy difícil poder cambiar el juicio o aprender de él, dado que no vemos acciones
posibles a modificar.
Cuando fundamos juicios de comportamiento, apuntar a una sola instancia y depender de una sola acción podría ser
insuficiente.

5) Que no existen contra-afirmaciones. “ No encontrar fundamento suficiente para fundar en juicio contrario”
Las afirmaciones que somos capaces de proveer para fundar un juicio no garantizan que lo consideremos bien fundado.
Puede ocurrir que generemos una cantidad aún mayor de afirmaciones al intentar fundar el juicio contrario. Por
ejemplo, en el caso “soy tímida” al intentar fundar el juicio contrario, me doy cuenta , sólo me pasa con personas a
quienes le doy autoridad, y no con amigos/as que vengo conociendo. En ese caso, lo que necesitamos es definir el
dominio, y así acotar el espacio, donde quiero aprender.
A veces hacemos el juicio “los hombres no son confiables”, pues tuve una experiencia dolorosa donde me sentí
traicionada. Y cuando comienzo a buscar acciones para fundar el juicio contrario, me doy cuenta que hay mas
afirmaciones de confianza que desconfianza. Puede ocurrir que ese evento ha sido muy importante en mi vida, aun así,
generalizar, me ha cerrado posibilidades en mi aproximación con el mundo masculino.

El poder de los juicios en el coaching


Ø Los juicios son “ventanas al alma humana”
· Los juicios que emitimos, revelan el tipo de observador que somos.
· Los juicios nos permiten dar sentido y valor a nuestra existencia.

· Nuestro modo de ser en el mundo, está enraizada en cómo vivimos los juicios que se tienen o tenemos de nosotros
mismos.

Estas tres premisas, que son grandes declaraciones las llevaremos al coaching, como miramos el alma del coachee
escuchando los juicios que emite, que hace de si mismo, de otros, de las circunstancias y situaciones. Como coaches, si
ponemos atención a los juicios del coachee, nos permite entrar mas profunda y rápidamente a su alma.

Las dos caras de los juicios

· Los juicios que emitimos, revelan el tipo de observador que somos.


Hablan mas de quien los emite, que a quien, quienes o qué estamos enjuiciando. En el coaching, los juicios nos develan
el ser del coachee, de lo que le importa o no.

Por ejemplo: si habla de “los sacrificios”, ya nos da una pauta a mirar; si nos habla de lo justo o injusto; de la “batalla”;
de “que anda mas suelta” “equilibrio”, “estabilidad”. Cada uno de esos juicios hablan de lo que le importa, desde donde
está mirando la vida.
Son puertas donde el coachee nos esta revelando su ser, y por lo tanto podemos indagar en ellos.

“Desafiar juicios”
· Nuestro modo de ser en el mundo, está enraizada en cómo vivimos los juicios que se tienen o tenemos de nosotros
mismos.

Muchas veces en el coaching les decimos a los alumnos: “desafía los juicios del coachee”. Le estamos diciendo toma los
juicios que trae e indaga en ellos.
Por ejemplo si un coachee habla de la vulnerabilidad, o autocontrol, pareciera ser que sabemos de lo que está
hablando, dado que hay un sentido común del término. ¿Y sabemos? ¿Será lo mismo para mi que para el? ¿Qué será lo
que esta viendo que dice vulnerabilidad o autocontrol?
ü Podemos indagar en las afirmaciones que sustentan el juicio, acciones:
o Dame un ejemplo de ...?
o Qué acciones estará mirando que dice vulnerabilidad o autocontrol??

ü Indagar en sus explicaciones, preguntamos por sus interpretaciones, que son otros juicios, para saber de donde
vienen.
o ¿Qué interpretaciones tienes de… tu vulnerabilidad?
o ¿Qué explicaciones tienes de…?
o ¿Qué quieres decir con “…”?

ü Indagar en su historia:
o ¿De donde viene esa interpretación?
o ¿Donde aprendiste la vulnerabilidad o el autocontrol?

ü Indagar en el fenómeno en una dimensión mas profunda:


o Qué te pasa con la vulnerabilidad en tu vida?

ü Indagar en los juicios maestros


Los juicios se transforman en maestros, cuando tiñen mas de un dominio. Van de la mano con las creencias y
“mandatos”.
o En ocasiones nos encontramos con ciertos estereotipos de comportamiento, como “el/la salvador/a”, se hace cargo ;
“la abnegada”, dar y dar sin pedir y recibir; “el/la mediador/a”, se hace cargo, etc, etc.
o Otra manera de expresarse como actos declarativos, son las interpretaciones de cómo vivirse la vida, tales como: “la
vida es una lucha”, “si no hay esfuerzo, no tiene valor”, “sacrificarse”, etc. Influyendo en todas sus acciones y relaciones.
ü Indagar en las metáforas:
Asi como revelan, ocultan. Podemos jugar con las metáforas que nos trae el coachee, como una herramienta que devela
el espacio poético, de lo que no tiene nombre, y así podemos hablar de “ello”. Y en ocasiones es conveniente
“aterrizarlo” para mirar que hay allí de su manera de vivirse la vida o lo que está viviendo en ese momento.
o Por ejemplo: “tengo una camisa de fuerza”, “me estoy ahogando”, “entré al campo de batalla”, etc.
o Hablame de eso “que te estás ahogando”…!

ü Indagar para diferenciar el fenómeno de la explicación


Decimos que fenómeno, son los hechos, las afirmaciones y la explicación, la interpretación, los juicios que tengo del
fenómeno.
o Por ejemplo: “Pido y pido a mi familia y no me escuchan. Pareciera ser que no tengo autoridad.”
Como coaches requerimos estar atentos cuando el coachee trae el fenómeno con su explicación como si fueran parte de
lo primero. Ahí está nuestra destreza de mostrárselo.
Por ejemplo: “Para ahí. ¿Qué tal que miremos lo que me acabas de decir. “Pido y pido a mi familia y no me escuchan” es
una parte … y tu explicación es “pareciera que no tengo autoridad”. ¿Podría haber otra?
Jugamos con el mundo interpretativo, para mirar otras posibilidades de accionar y emocionar, dado como lo está
mirando el coachee, no son posibles.
En otras ocasiones es mas evidente aun: dicen ” “porque” no tengo autoridad”. Son veredictos, que no permiten cambio
ni movimiento. Pareciera ser que la explicación le pertenece al fenómeno. ¿Será así?. La explicación le pertenece al que
la realiza.
Esta distinción en el coaching es fundamental para lograr aprendizaje en el coachee. Su manifestación es parte de la
transparencia del coachee, que al hacerlo evidente, produce un gran alivio y nuevos mundos posibles.
Como vemos esta distinción linguísitica de los juicios trae un mundo a la mano, del cual los coaches necesitamos
develarlo con finura y precisión.

martes, 28 de junio de 2016

fenómeno y explicaccion
CONFUSION
La mayoría de las veces la explicación con el fenómeno vienen como una (coherencia) entre paréntesis. Por ejemplo:
“No veo los problemas,(fenómeno) porque soy optimista” (explicación). Pareciera ser que la explicación le pertenece al
fenómeno. Cuando aceptamos esa declaración, se transforma en un veredicto y muchas veces en una condena.  Con-
fundimos, fundimos el fenómenos con la explicación.

Nuestro rol como coaches es sacarle el hilo al tejido. Es hacerlo mas flexible y liviano. Es abrir preguntas que el coachee
no se ha hecho. Es develar, sacarle el velo, sacar el hilo para hacerlo traslucido, a través de preguntas… por ejemplo:
¿Y habrá otra explicación de por que no ves los problemas? Especulemos?

Le podemos mostrar ese matrimonio simbiótico que ha vivido por tantos años. “porque soy optimista no veo los
problemas”. Preguntarle por las luces y sombras, costos y beneficios. La idea es que lo vea, lo habite, incluso llegar a ese
juicio maestro de optimismo que también la ha cegado, para comenzar a mirar el revés de la tela.

ADICCION A LOS “PORQUE”


Hay coachees que son adictos a los  “porque”. Tienen todo explicado. Probablemente ha sido su manera de sobrevivir en
algún momento de mucha incertidumbre en su vida. Y quedó como “asi son las cosas”, atrapado en su propia maraña de
hilos, que así como han sido su guarida, ahora pueden estar siendo su trampa, transformándose en rigideces, en dueños
de “la verdad”, autoritarismos, y por lo tanto mucha soledad y sufrimiento.

Frente a mas de un porqué…. Alerta rojo! Tenemos adelante una “tela almidonada”. Y podemos verlo, mas tenemos que
ir con mucha delicadeza mostrándole su coherencia, pues ha sido su seguridad por mucho tiempo. En estos casos es ir
llegando a ese lugar donde siente mas dolor. La pérdida de un amor, de un trabajo… alguna pérdida importante…!
Las explicaciones al fenómeno, tiene una coherencia C-E-L.  Tiene una emocionalidad, que muchas veces es el
resentimiento, y también la resignación y cuerpos rígidos, tensos. Biologías acorde con eso… problemas
estomacales,  tendencias a hacer cálculos e infecciones.

La invitación es suavizar el tejido, mirar el derecho y atrevernos a mirar su revés. Es tratarlo con cuidado, pues en la
mayoría de los casos tiene una larga data, y ya se ha transformado en un traje a la medida.

Santiago, 28 de Junio del 2016

EL FENOMENO DEL ESCUCHAR EN EL COACHING


   
 1)    Escucha Reverencial o presente                
 2)  Escucha  Activa o Interpretativa 
 3)  Brecha en la escucha
 4)  Síntesis

El corazón del coaching está en saber escuchar. Y esa es la clave incluso en toda interacción humana. La
escucha en el coaching es algo diferente  y profundo y es por eso que aquí haremos alguna distinciones.

Decimos que Escuchar es Percibir + Interpretar.

Eso en todo fenómeno humano, mas el escuchar del coach tiene su particularidad.

Percibir con todos los sentidos.

Interpretar es darle significado a lo que oímos.

Como observadores particulares siempre está presente nuestras emociones, nuestra corporalidad y nuestro
lenguaje y mucho mas. Quizás la específico de la escucha en el coaching esta en “desde dónde escuchamos”.

Cuando un coachee nos trae un quiebre es inevitable, como seres lingüísticos que somos, que hagamos
interpretaciones desde el observador que habitamos. Lo hacemos desde nuestra historia personal y en ella
hay prejuicios, supuestos, valoración, preconceptos. Por lo tanto es relativa. No describe los hechos, les da un
sentido.

La diferencia en el coaching está en transformarnos en observador de este observador que somos.  Estar


consciente de ello, y poder administrarlo, y conectarnos legítimamente con lo que el coachee nos trae.

Haremos varias distinciones del la escucha en el coaching:

1) ESCUCHA REVERENCIAL
En primer lugar, hablaremos de una Escucha Reverencial o Presente
Donde la EMOCION a la base es la COMPASION, la EMPATÍA  y la CONTENCION .  Tiene que ver con escuchar al
otro “como legítimo otro”, como dice Maturana. En un territorio de igualdad. Desde un espacio de Apertura. Y
también de Respeto. A eso le llamamos legitimación. Es estar abierto/a lo que el otro me trae como
interpretación. Necesitamos escuchar un rato sus propias historias e interpretaciones de éstas para entender
desde donde interpreta lo que interpreta, y como se vive la vida desde esas miradas.

Es escuchar con preguntas desde un lugar exploratorio.


Es poder dejar entre paréntesis por ratos mis propias interpretaciones como coach. El escuchar reverencial, no
significa estar de acuerdo con lo que el coachee nos trae. Se trata de entender y acoger su mirada.
Eso lo hacemos desde preguntarnos inicialmente:

¿qué será lo que le inquieta a esta persona?


¿qué hace que esto sea un quiebre para el/ella?
¿cuál será su historia de lo que lo aqueja?
¿dónde habrá aprendido esta manera de vivir?
 ¿qué necesitará aprender?... Y desde ahí escuchar lo que nos trae.

También este espacio reverencial, tiene un CUERPO. La conexión desde la postura, la mirada, la expresión, una
distancia/cercanía que hace que el/la coachee se sienta en confianza y que es escuchado sin ser juzgado,
invadido. Es escuchar su tono, su velocidad. Es lo que llamamos PRESENCIA DEL COACH.

También percibimos  el CONTEXTO que es parte de la legitimación del coachee.  Crear un espacio donde esta
escucha sea contenida. Un lugar acogedor, privado, sin interrupciones.

Esto ya lo hemos tocado en el capítulo anterior y es relevante volver a traerlo en el contexto del “escuchar del
coach”.

Desde lo lingüístico, la escucha es relevante tanto desde las preguntas que nos hacemos, como de los silencios
que dejamos para que el coachee tenga tiempo para procesar, darse cuenta, desarrollar su propia
interpretación de lo que está viviendo.

Escuchar no significa sólo estar en silencio, pues a veces el coachee habla en exceso  como mecanismo
defensivo, para no dejar entrar nuevas miradas que lo pueden sacar de su “zona de confort” aunque sea de
disconfort, pues es lo que conoce y ha aprendido.

2) ESCUCHA ACTIVA
Un segundo nivel de escucha es la Escucha Activa

Retomando la premisa de:


ESCUCHAR = OIR/PERCIBIR E INTERPRETAR

En el coaching esta declaración tiene que ver con desafiar el mundo interpretativo del coachee frente a un
quiebre. Es justamente lo que no lo/la hace moverse o entramparse en sus propias coherencias. Ahí los
coaches tenemos un rol fundamental, desde ser un observador diferente, y  desafiar este mundo
interpretativo.  Por lo tanto parte de le escucha es hacer preguntas.
Desde lo lingüístico, ahí comienza la indagación incluyendo la mirada del coach, lo podemos hacer con
preguntas sobre su historia, sus aprendizajes, sus emociones, las generalizaciones que hace el coachee a partir
de un evento, distinguir el fenómeno de la explicación, etc.
Podemos poner nuestras interpretaciones a través de preguntas.

Desde el cuerpo,  es seguir observando sus movimientos, sus silencios, sus gestos, y también de intervenir con
alguna experiencia que acoja el juicio maestro que esta  escuchando el coachee, una experiencia emocional, o
lingüística con cuerpos diferentes. Realizar una experiencia en el contexto del coaching se sale del mundo
lingüístico y lo pone en el espacio vivencial, vivir  lo visto, y no solo hablar acerca de…

Desde el mundo emocional, ya comienzan a escuchar juicios recurrentes que lo lleva a ciertas  emociones y


poder indagar, en esos juicios que los predispone a esa emoción y a esas acciones. Nuevamente es
legitimarlas. Aparece  la tentación de querer sacarlo de la emoción que está viviendo, y que está
escuchando.  Aquí el coach tiene un rol fundamental en la escucha de la emoción, Es aprender a habitar la
emoción que le produce el quiebre que trae el coachee. Es un espacio del escuchar que produce el mayor
aprendizaje en el coachee. La aceptación de lo que está viviendo. Solo desde ahí pueden construir
coach/coachee un espacio de aprendizaje.  

3.- EL LIMITE DEL ESCUCHAR EN EL COACHING : BRECHA entre lo dicho y escuchado

“El otro dice lo que dice y yo escucho lo que escucho”.


El hablar o lo que se dice y se escucha, son fenómenos diferentes.

No podemos escuchar sin que lo escuchado pase por nosotros.  Por lo tanto siempre habrá una brecha entre
lo dicho y lo escuchado.
La importancia de esto en el coaching es achicar esta brecha. Y tener claro que nunca el coach sabrá lo que el
otro dijo, solo sabrá lo que escuchó lo que abre un espacio para el misterio, el asombro y la humildad.

El tener presente que lo que escuchamos es otra interpretación, por lo tanto la nuestra No es LA VERDAD.  Es
por eso que poner nuestra mirada desde un lugar exploratorio es tan relevante, y de chequearlo con el
coachee. Si al coachee no le hace sentido podemos soltarlo, aunque escuchemos que ahí hay algo importante
que no está viendo. Lo podremos retomar más adelante, cuando la conversación esté quizás mas madura.

Por lo tanto en una conversación de coaching siempre habrán dos escuchares actuando al mismo tiempo: la
del coach, la interna, y lo que los trae el coachee. La conversación del coach no impide que escuche lo que trae
el coachee.

Los peores enemigos del coach es decir “Yo ya sé lo que le pasa” al, de enamorarse de sus propias
interpretaciones.

Una destreza del coach, es poner la atención en las dos escuchas.


Según Echeverría: para acortar la brecha:
1.-Verifico lo que escucho a través del parafraseo o de la síntesis.
2.- Comparto las inquietudes: detrás de lo que se dice qué no fue expresado.
3.- Indago para afinar, corrijo y complemento lo que escuchamos.

En este espacio es relevante indagar sobre los juicios que me trae el coachee. Por ejemplo: qué quieres decir
con que “deberías hacer xxx” o qué es “suficiente” para ti?.
4.- SINTESIS
¿ Qué es escuchar?
 Silencio
 Aceptación- Apertura
 Acompañar
 Cuidar
 Declarar que no sé
 Intuir
 Dar la bienvenida a la incertidumbre
 Soltar mis juicios
 Soltar la conversación interna que no me permite estar al servicio del otro
 Escuchar cuerpo/ emoción y lenguaje del coachee
 Escuchar cuerpo/ emoción y lenguaje del coach
 Es escuchar mis interpretaciones y ponerlas cuando el coachee está preparado para eso.

¿Qué no es?
 Saber
 Tener certezas
 Anticipar
 Controlar
 Juzgar
 Fundirme y dejar de escucharme como coach

¿Desde donde escuchamos?


Coherencia CEL

LENGUAJE: juicios, juicios maestros, declaraciones, afirmaciones, fenómeno y explicación, pedidos, ofertas,
promesas, reconstrucciones lingúisticas de las emociones, discursos culturales, historias personales,
experiencias de vida,.

EMOCION: contextos, reconstrucciones, respiraciones, comportamientos y conductas, que a la base tienen


ciertas emociones, estados de ánimo.
CUERPO: posturas, ritmos, velocidades, tonos, disposiciones al movimiento, respiración, etc. Etc.

¿Para qué escuchamos?


 Mirar/ descubrir el habitante que el coachee es
 Conocer sus explicaciones
 Mirar su ritmo
 Mirar que disposición/es al movimiento tiene más a la mano
 Conocer su música
 Escuchar la música que podría estar haciéndole falta incorporar en su vida
 Intuir el camino que seguirá el coaching
 Conocer la transparencia de ese habitante
 Escuchar su observador
 Develar su inquietud
10 PASOS EN EL APRENDIZAJE DE LA DECLARACION DEL NO

 Primer día de trabajo del añ o 2018. No se porque traigo este tema en


el día de hoy!  la dignidad del NO!

1.- Declara que no sé decir NO. 


2.-Date cuenta de los juicios, explicaciones, historias que mte
bloquean. ¿Tienen que ver contigo hoy?
3.- Acéptalos.
4.- Valida las emociones en que habitas frente al NO (culpa,
verguenza, miedo, aversión al  conflicto, dispsiciones de evasión,
de ceder,, etc).
5.- Invita a la   valentía en presencia del miedo.
6.- Trabaja tu cuerpo, ejercitando el NO recurrentemente.
7- Busca aliados para ejercitarlo.
8.- Ten la conversación,  previa generación de contexto,  donde la
declaración del NO, o BASTA, o SE ACABO.
9.- Asegúrate que tu NO/limite, sea escuchado.
10.- CONECTATE CON EL AUTOCUIDADO, RESPETO Y DIGNIDAD

CUANDO APRENDEMOS A PONER LÍMITES RECUPERAMOS O


CONQUISTAMOS NUESTRA DIGNIDAD COMO PERSONA.

CUANDO NOS SENTIMOS CON DERECHO A DECIR NO,


CONQUISTAMOS NUESTRA LIBERTAD.
La ancianisda
EL coaching es un camino que nos puede permitir hacer ese viraje! Tomando nuestros discursos históricos,
culturales para traer su luz al hoy, así como iluminar su sombra. Desafiar esa inercia que transforma a “la
tercera edad” en “desechables” y “apilables” y conectarnos con los tesoros y los legados de esta generación
dorada.

Algunos de los quiebres a desafiar:


-       Obsolescencia: ¿Reinvención o retiro? (entusiasmo/resignación)
-       Pérdida de sentido: ¿Vida propia o dependiente?  (orgullo/culpa)
-       Abandono: “Ya no estoy para esos trotes”, “se me pasó mi cuarto de hora”: (invalidación,
desesperanza/aceptación/esperanza)
-       Transparencia: ¿ Legado o pasar desapercibido?  (Compromiso, confianza/resignación)
-       Soledad: ¿Aislamiento o comunidad? (víctima/gozo)
-       Enfermedad: ¿Resistencias o salud y sanidad? (rabia, resentimiento/aceptación, paz)
-       Pareja : ¿Reinvención o dejarse estar en la vida en pareja?(entusiasmo/resignación y resentimiento).
-       Viudez/divorcios: ¿Soledad o tribus afines? (tristeza
-       Pobreza: ¿Escasez o abundancia? (víctima/optimismo)
-       Muerte: ¿Parte de la vida o resistencia? (Aceptación/resentimiento)

Esta es una conversación que nuestra sociedad está requiriendo. Esta generación de oro, puede perder su
brillo, si no abrimos y venteamos los tesoros de ese arcón que a veces está bajo tres llaves.

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