Capitulo Vii

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CAPITULO VII

DE LA SOCIEDAD POLÍTICA O CIVIL

Locke comienza este capítulo haciendo referencia a los primeros tipos de sociedad. Señala que la
PRIMERA SOCIEDAD que se creó fue la formada por el hombre y la mujer lo que daría lugar a una
sociedad de padres e hijos. Más adelante se le añadió la sociedad formada por AMOS y SIERVOS.
Estos tipos de comunidad, aunque los padres y los amos ejercieron algún tipo de sociedad, NO
llegaron nunca a formar una SOCIEDAD POLÍTICA.

En la SOCIEDAD FAMILIAR la finalidad de la unión no es la simple procreación sino la propagación y


el cuidado de los hijos hasta que éstos puedan independizarse, algo que puede observarse ya en
ciertas especies animales inferiores ( bestias de presa, pájaros, etc). Según Locke si, dentro de la
especie humana, el varón y la hembra permanecen más tiempo juntos que entre otras especies
animales ello se debe a que la hembra es capaz de concebir muchos antes que uno de los hijos
pueda valerse por sí mismo. Ello obliga de algún modo al padre a continuar en sociedad conyugal
con la misma mujer e hijos durante largo tiempo. Además el hombre está dotado de la capacidad
de previsión, y de la facultad de prepararse para el futuro, lo que permite que intereses y
proyectos comunes puedan intentar llevarse a cabo haciendo provisión y acumulación de bienes
para uso común.

Locke se pregunta porque el PACTO FAMILIAR, dentro de la especie humana, no podría


CANCELARSE una vez que la procreación se ha consumado y la eduación y la herencia han sido
aseguradas y preparadas. Y es que, según Locke, tal pacto no se encuentra regulado por ley
positiva que ordene que deba ser perpetuo. En este sentido, Locke, es un claro antecedente sobre
el derecho al divorcio.

En la SOCIEDAD FAMILIAR, aunque el marido y la mujer tienen una PREOCUPACIÓN EN COMÚN (


la cria y enseñanza de los hijos ), poseen, sin embargo, ENTENDIMIENTOS DIFERENTES. Locke
señala que, en lo referente a los intereses y la propiedad, debería tener el padre el derecho de
gobierno por ser más capaz y más fuerte. Ahora bien, ello no significa que el poder del marido sea
el de un monarca absoluto ya que la mujer tiene la libertad de separarse de él cuando el derecho
natural o el contrato establecido entre ellos lo permita. Por su parte, los hijos estarían tambien
bajo la custodia del padre o de la madre, según el contrato lo haya establecido. Además, en el
seno de la sociedad familiar, los MAGISTRADOS CIVILES nunca podrán limitar el derecho de los
padres a llevar a cabo la procreación asi como la ayuda y apoyo mutuos. Unicamente podrían
intervenir cuando surgen controversias entre marido y mujer en lo referente a la realización de
esos fines. En este contexto, por tanto, el padre está sometido a las leyes y no posee ningún tipo
de autoridad absoluta. Y aún más, Locke, afirma que la sociedad conyugal podría subsistir y
alcanzar sus fines sin la existencia del poder absoluto del marido ya que lo verdaderamente
importante en la sociedad familiar es la procreación y la cría de los hijos hasta que éstos puedan
valerse por sí mismos, ya que existen las leyes y éstas deberían ( aún faltando el padre ) procurar,
junto con la madre, ayudar en todo lo posible a los hijos.

En definitiva, al negar que el padre ejerza un poder que le permita dictar leyes y ejecutarlas, Locke,
lo que está señalando realmente es que la SOCIEDAD FAMILIAR dista mucho de ser una sociedad
civil.
En relación con la SOCIEDAD formada por AMO y SIERVO, Locke, concibe a éste último como aquel
tipo de hombre libre que se hace siervo de otro vendiéndole, por un cierto tiempo, el servicio que
se compromete a hacer a cambio de un salario. Según Locke, normalmente estos siervos pasan a
formar parte de la familia del amo y, por ello, se encuentran sometidos a la disciplina de éste.
Ahora bien, tampoco, en este caso, el amo tiene un poder absoluto sobre el siervo ya que, además
de ser pasajero tal poder, la relación entre ambos tiene los límites establecidos por el contrato
establecido entre ambos.

Locke hace referencia, tambien, a lo que define como otra clase de siervos y que serían los
ESCLAVOS. Estos, afirma Locke, al ser capturados en una guerra justa, están por derecho de
naturaleza sometidos al dominio absoluto y arbitrario de sus amos y, por ello, no pueden ser
considerados como parte de la sociedad civil ya que no tienen capacidad de poseer propiedad
alguna.

Despues de haber hecho referencia a las características de la sociedad familiar y de la sociedad


formada por amo y siervo, Locke, pide que consideremos a un PADRE DE FAMILIA que tiene bajo
su poder a todos los subordinados señalados más arriba, es decir, esposa, hijos, siervos y esclavos,
los cuales se encontrarían bajo la regla doméstica de una familia. ¿Estaría formando este tipo de
sociedad una sociedad política? Locke, dirigiéndose a los defensores de la monarquía absoluta,
afirma que si alguien identifica este tipo de sociedad paternal con el de una monarquía absoluta,
entonces el poder de ese monarca sería totalmente fragmentado y breve. Y es que el cabeza de
familia - en este caso identificado con un monarca - poseería un poder muy restringido ya que no
tendría ( si exceptuamos los esclavos ) ningún tipo de poder legislativo sobre la vida y muerte de
los miembros de su familia; tampoco tendría más poder que la madre ya que ésta tendría los
mismos derechos que él.

Con el objeto de analizar y establecer más claramente las DIFERENCIAS existentes entre una
SOCIEDAD FAMILIAR y una SOCIEDAD POLÍTICA, Locke, decide considerar en qué consiste una
sociedad política. Comienza señalando que en el estado de naturaleza el hombre tiene el poder de
proteger su propiedad, es decir, su vida, su libertad y sus bienes, frente a los daños o amenazas de
otros hombres. Tambien puede castigar ( incluso con la muerte ) a aquellos que infringan la ley.
¿Cómo ha surgido, a partir de ahí, la sociedad política? Locke señala que unica y exclusivamente
desde el momento en que cada uno de los miembros del estado de naturaleza deciden renunciar a
su poder natural para entregarlo a las manos de la comunidad. Desde esos momentos, la
comunidad ( contando con hombres a quienes se ha dado autoridad para ejecutar las leyes ) viene
a ser un árbitro que decide, según las normas y las leyes establecidas y aceptadas por todos,
impartir su autoridad a todos por igual.

Sobre la base de lo establecido hasta ahora, Locke, piensa que ya contamos con una GUÍA para
averigüar quiénes componen, y quiénes no, una sociedad política. Aquellos que están unidos y
tienen establecida una ley común y una judicatura a la que apelar, para decidir sus controversias y
castigar a los infractores de la ley, formarían una sociedad civil. Por su parte, aquellos que carecen
de una autoridad común y mundana a la que apelar, continuarían en estado de naturaleza.

Un ESTADO, según Locke, se origina desde el momento en que una comunidad tiene el poder de
dictar leyes y de hacer que éstas se cumplan. Ambos poderes están encaminados a la preservación
de la propiedad de todos los miembros de la sociedad. Tal comunidad es el producto de la
renuncia a ejercer sus derechos por parte de cada uno de los miembros del estado de naturaleza,
dando al Estado el derecho a emplear su propia fuerza personal. Ahí tendríamos, según Locke, el
origen del poder legislativo y del poder ejecutivo de la sociedad civil, poder que consiste en juzgar
y condenar asi como determinar, mediante juicios, en que medida deben vindicarse las injurias
procedentes de afuera ( poder de hacer la guerra y la paz ). Por lo tanto, desde el momento en que
los hombres del estado de naturaleza renuncian al poder ejecutivo de la ley natural y lo ceden al
poder público, es cuando se origina realmente una sociedad política o civil. Esto es lo que saca
reaalmente a los hombres del estado de naturaleza y los sitúa en un Estado, el cual implica la
existencia de un juez terrenal con autoridad para dirimir controversias y para castigar. Dicho juez
es la legislatura. Ello quiere decir que cualquier agrupación de hombres que no cuenten con un
poder legislativo, al que apelar, se encontrarían en estado de naturaleza.

Locke utiliza todo lo dicho hasta ahora para cuestionar la MONARQUÍA ABSOLUTA, la cual, según
él, sería una institución degradada del estado de naturaleza. Y es que tal monarquía es totalmente
incompatible con la sociedad civil ya que excluye la existencia de todo poder legislativo (
independiente del monarca ) al que puedan apelar los súbditos. En este tipo de monarquía
unicamente existe un príncipe absoluto, que engloba en sí mismo el poder legislativo y el
ejecutivo, de tal modo que no existe ningún juez independiente y con autoridad al que poder
apelar. Ello hace que la monarquía absoluta se halle, con respecto a los que se hallan bajo su
dominio, en estado de naturaleza pero con una LAMENTABLE DIFERENCIA con respecto al estado
de naturaleza originario: miestras en el estado ordinario de naturaleza el hombre tenía libertad
para juzgar acerca de sus derechos y para defenderse en la medida de sus fuerzas, ahora, con la
monarquía absoluta, cuando su propiedad y sus derechos sean invadidos, le faltará no sólo el
recurso de apelación sino tambien la posibilidad de poder defender por sí mismo sus derechos.
Por lo tanto, no es cierto, señala Locke, que el poder absoluto purifique la sangre de los hombres o
corrija la bajeza de la naturaleza. Para justificar esta afirmación, Locke, hace referencia al ejemplo
del hombre que vive en las selva de América y que, por cualquier circunstancia, adquiere un poder
absoluto; asi como a los sucesos que, en su tiempo, se estaban produciendo en Ceilán.

Si alguien argumentase que en las monarquías absolutas los súbditos pueden APELAR A LA LEY y a
los jueces, Locke, responde que, aún siendo cierto tal hecho, existen razones para dudar que ello
se deba a un amor o interés de ese sistema político por la sociedad. Locke no niega que los
monarcas absolutos acepten que entre sus súbditos deba haber leyes y jueces para lograr la paz y
la seguridad mutuas; lo que piensa es que ello se debe, no a razones de caracter social, sino al
interés propio del monarca que se comporta con sus súbditos del mismo modo que un amo con
sus animales, pues procura que éstos no se maten ni se destruyan entre sí; pero no porque los
ame sino por interés propio y amor hacia sí mismo que se vería en la ruina si tales animales
desapareciesen.

Además, en la monarquía absoluta, el poder del monarca es ABSOLUTO y está por ENCIMA DE
TODA LEY y circunstancia. Según Locke esto entra en contradicción con todo tipo de sociedad civil.
Y es que sucede como si los hombres, una vez dejado el estado de naturaleza, acordaran que
todos ellos, MENOS UNO, deben estar bajo las leyes; y que la única persona que no está sometida
a ellas retiene toda la libertad propia del estado de naturaleza, y, además con impunidad. Es
evidente que de tamaña contradicción, presente en las monarquias absolutas, los hombres acaban
por darse cuenta, por lo que procuran protegerse, contra tal tipo de poder, buscando seguridad en
la sociedad civil en donde la facultad de dictar leyes fuese depositada en manos de un cuerpo
colectivo ( Parlamento, Senado ). A través de este proceso cada individuo, sin distinción, se haría
súbdito, en igualdad con los demás, de las leyes que el poder legislativo establezca; pero de tal
forma que NADIE podría hurtarse a la fuerza de las mismas para tener asi licencia y cometer toda
clase de abusos. Y es que, según Locke, en una sociedad civil ningún hombre puede estar exento
de las leyes que rigen.

CAPITULO VIII

DEL ORIGEN DE LAS SOCIEDADES POLÍTICAS

Las ideas principales presentes en este capítulo son las siguientes:

Locke comienza afirmando que los hombres al ser libres por naturaleza no pueden ser sacados de
esa condición y ser puestos bajo el poder político de otro sin su propio CONSENTIMIENTO. El único
modo, señala Locke, de que un hombre se someta a las ataduras de la sociedad civil es mediante
un ACUERDO con otros hombres, según el cual todos se unen formando una COMUNIDAD.

Cuando, mediante el consentimiento, se forma una comunidad, ésta debería actuar, según Locke,
a través de la VOLUNTAD DE LA MAYORÍA ya que, tal comunidad, forma un cuerpo que debe girar
siempre hacia donde le lleve la mayoría. En este contexto cada individuo y miembro de esa
comunidad debe SOMETERSE al parecer de la mayoría. Y es que, según Locke, cada hombre, al dar
su consentimiento para la formación de un cuerpo político, se pone a sí mismo bajo la obligación
de someterse a las decisiones de la mayoría. De lo contrario no tendría sentido la existencia de un
PACTO pues el hombre seguiría estando en estado de naturaleza al NO seguir los dictados de la
mayoría social y continuar actuando según su propio criterio.

Locke establece una diferencia entre MAYORÍA COMUNITARIA y MAYORÍA DE TODOS Y CADA
UNO. Señala que un consenso basado en este último tipo de mayoría sería algo imposible ya que
implicaría una especie de REGIMEN ASAMBLEARIO, con tal variedad de opiniones y intereses, que
daría lugar a un tipo de sociedad parecida a lo sucedido con las entradas de Catón en el teatro, el
cual entraba unicamente para salir a continuación. Se hace necesaria, por tanto, la existencia de
un cuerpo político que represente a la mayoría y que tenga el poder de tomar decisiones y que
represente a todos los miembros de la comunidad en su conjunto.

Todos los que salen del estado de naturaleza han de entender que lo hacen despues de entregar a
la MAYORÍA COMUNITARIA todo el poder necesario para que la sociedad alcance sus fines. Por
todo ello, lo que constituye una SOCIEDAD POLÍTICA no es otra cosa que el CONSENTIMIENTO de
una pluralidad de hombres que aceptan la regla de la mayoría y que acuerdan unirse e
incorporarse a dicha sociedad. Esto fue lo que, según Locke, dió ORIGEN a los gobiernos legales de
todo el mundo.

A continuación, Locke, analiza las OBJECCIONES que muchos han puesto a sus ideas sonbre el
origen de la sociedades políticas. Afirma que éstas son esencialmente DOS: la PRIMERA señala que
no existen EJEMPLOS HISTÓRICOS que demuestren la existencia de una agrupación de hombres
libres e independientes que se unen y deciden formar un gobierno político. La SEGUNDA afirma
que es imposible que los hombres pudieran actuar del modo que señala Locke pues éstos NACEN
SIEMPRE BAJO UN GOBIERNO al que someterse por lo que carecen de libertad para formar otro.

La respuesta de Locke a estas objecciones es la siguiente: por lo que se refiere a la PRIMERA


OBJECCIÓN comienza señalando que no es de extrañar que la HISTORIA proporcione pocos relatos
de hombres que vivieron en estado de naturaleza. Y es que en todas parte, afirma Locke, los
gobiernos son anteriores a los documentos y a las letras. Por ello, hasta que en los pueblos no se
da una larga convivencia civil, no surge el interés por el pasado. Locke afirma que en los Estados
sucede lo mismo que con los individuos particulares que ignoran lo referente a su nacimiento y a
su infancia y si saben sobre sus orígenes ello se debe a que recurren a datos que otros han
conservado para ellos. Pues bien, según Locke, si se recurre a esos pocos datos, en relación con el
origen de la sociedad civil, nos encontramos que todo parece haber sucedido tal como Locke
acaba de señalar más arriba. Para justificar y fundamentar tal hecho, Locke, acude a los
testimonios históricos de JOSE ACOSTA, el cual afirmaba que los nativos del Perú carecieron
durante mucho tiempo de Reyes y Estados y que vivían en hordas actuando libremente y según les
convenía a la hora de escoger a sus jefes. Todo esto lo que nos quiere decir, según Locke, es que
tales hombres se consideraban libres e iguales hasta que llegó un momento en que decidieron
escoger a sus gobernantes y su forma de gobierno. Locke cita tambien como ejemplo histórico,
que probaría lo mismo, lo sucedido al grupo de hombres que salieron de Esparta con PALANTO
fundador de Tarento. Todos estos ejemplos demostrarían, según Locke, que fueron gentes libres e
iguales, en estado de naturaleza, los que se unieron para INICIAR UN ESTADO. Y si los que afirman,
( continúa Locke pasando al ataque ), que la sociedad surgió de FORMA NATURAL, y, sin el previo
consenso libre de sus súbditos, asi como, que estos ejemplos tienen poco valor, Locke les desafía a
que se atrevan a investigar los orígenes del Estado con la intención de probar su RAIZ PATERNAL
ya que es muy probable que, en vez de probar tal raiz, descubran datos históricos que prueban
precisamente lo contrario.

En relación con el tema de la AUTORIDAD PATERNAL ( analizado ya en el Capítulo 6 ), Locke, no


niega que, al comienzo de la historia humana, cuando una FAMILIA comenzó a ser suficientemente
numerosa como para poder subsistir por sí misma, debió ser el PADRE en quien residía el gobierno
sobre la misma ya que éste, al tener por ley de naturaleza, el mismo poder que los demás
hombres para castigar, se debió erigir con el poder de ser él quien castigara tanto las ofensas de
sus hijos como de otros miembros externos a la comunidad familiar. De este modo, es muy lógico
suponer que sería el PADRE quien tenía el poder de ejecutar una sentencia ya que era la persona
más adecuada, y, en la que los miembros de la familia podían confiar. Ahora bien, Locke, señala
tambien que, cuando el padre se moría y dejaba un sucesor que, por falta de madurez, sabiduría o
coraje, no estaba capacitado para gobernar, entonces los familiares se unían haciendo uso de su
libertad natural y establecían como jefe a aquel que juzgaban más capaz para gobernar. Para
justificar esta tesis, Locke, cita de nuevo ejemplos tomados de los PUEBLOS DE AMERICA, los
cuales estuvieron tanto fuera del alcance de la conquista de los españoles, como de los imperios
de Perú y de México.

Locke señala tambien que aunque existan ejemplos históricos que demuestran que en el pasado el
gobierno estaba en manos de UN SOLO INDIVIDUO ello no invalida todo lo que acaba de decir
acerca de que la sociedad política depende del CONSENTIMIENTO de los individuos. Sin embargo,
dado que muchos piensan que el origen de los gobiernos reside en la existencia de la monarquía y
en el poder del padre, Locke, decide considerar porque los pueblos, en un principio, favorecieron
esta forma de gobierno. Comienza afirmando que ello no fue debido a la existencia de una
especial consideración o respeto hacia la autoridad paternal; y es que, en un principio, afirma
Locke, el GOBIERNO DEL PADRE fue algo natural en las sociedades primitivas ya que los hijos
aceptaban de buen grado su mando. Además la monarquía paterna era una simple forma de
gobierno en donde no existían desarrollados la ambición, la tiranía o el afán imperialista por lo que
los gobernados no sentían necesidad de prevenirse contra los abusos e inconvenientes de un
poder absoluto que las monarquías subsiguientes iban reclamar para sí. Dado que tales hombres
no habían sentido la opresión de la tiranía no tenían razones para poner coto a ese mal o
prevenirlo. Por ello no es raro que se sometieran de buen grado a esa forma de gobierno paternal.
Además el simple modo de vivir y el hecho de tener las necesidades básicas cubiertas, hacía que
dentro de este grupo original existieran POCAS CONTROVERSIAS lo que hacía que existieran pocas
leyes para decidir los litigios. Tampoco eran necesaria la existencia de una variedad de
FUNCIONARIOS que se encargasen de dirigir procesos judiciales ya que eran muy pocos los
ofensores y delincuentes. Por todo ello, la PRIMERA PREOCUPACIÓN de estos hombres primitivos
no era tanto interior como exterior: necesitaban realmente protegerse de la violencia que pudiera
venir de un enemigo de afuera. Por ello, libremente decidieron, en un primer momento, otorgar la
autoridad y el poder a aquel hombre más sabio y más valiente para que los dirigiese en los
combates contra sus enemigos.

Locke relata diferentes ejemplos que demostrarían la veracidad de esto último que acaba de
señalar. Afirma, por ejemplo, que los REYES INDIOS de América se limitaban a ser GENERALES de
sus ejércitos, los cuales, aunque en tiempos de guerra tenían un poder absoluto, en tiempos de
paz, ejercían un dominio muy modesto y las decisiones que se tomaban provenían siempre de las
decisiones del pueblo. Lo mismo sucede con el REINO DE ISRAEL. Locke relata una serie de citas
bíblicas que demostrarían que tanto los JUECES como los PRIMEROS REYES eran realmente
capitanes de guerra y jefes de sus ejércitos.

En definiva, ( finalizando ya su respuesta a la primera de las objecciones ), Locke, señala que en los
tiempos primitivos, ya fuese, o bien, a partir de una FAMILIA que creció hasta convertise en Estado
y en donde todos aceptaban la autoridad un PATER-FAMILIAS; o bien, a partir de la unión de
VARIAS FAMILIAS, que decidieron unirse por motivos de seguridad; lo que parece cierto es que, al
principio, existia la autoridad de un individuo que ejercía el poder de un GENERAL para asi poder
hacer frente a los enemigos externos. Ahora bien, según Locke, tanto en un caso como en otro, lo
cierto es que a nadie le era concedido ese poder más que con el fín de lograr la SEGURIDAD de su
pueblo frente a posibles ataques externos.

Lo que sucede, continúa Locke, es que esta EDAD DORADA se acabaría viendo manchada por la
ambición y el amor scelaratus habendi, es decir, por la malvada concupiscencia. Según Locke, en
EDADES POSTERIORES, los Príncipes aprendieron a albergar intereses diferentes de los del pueblo.
A partir de esos momentos los hombres juzgaron que era necesario examinar con más cuidado los
derechos originales del gobierno con el fín de limitar o poner fín a los posibles excesos. Por todo
ello, del mismo modo que aquellos hombres, que por naturaleza eran libres, habían decidido por
propio consentimiento someterse al gobierno del padre (aunque no admitiendo nunca que tal
poder fuera jure divino o absoluto ); ahora podrían decidir tambien libremente otorgar el gobierno
a otro grupo de personas.
Por lo que se refiere a la respuesta de Locke a la SEGUNDA OBJECCIÓN, ( es decir la que establece
que como todos los hombres nacen bajo algún gobierno, es imposible que ninguno esté jamás
libre para decidir formar otro gobierno distinto ), Locke, comienza señalando que resulta absurdo
negar este hecho ya que, de lo contrario, debería existir en el mundo unicamente un príncipe legal
y un gobierno legal. Pero lo cierto es que existen MULTITUD de monarquías legales. Pues bien, se
pregunta Locke, ¿cómo es posible que existan varias monarquías distintas cuando unicamente
debería existir UNA ( la primigenia ) a la que deberíamos estar sometidos todos los humanos?

Además de lo señalado hasta ahora, Locke, decide poner al DESCUBIERTO, aún más, la DEBILIDAD
DE LA 2ª OBJECCIÓN que establece que todos los hombres nacen bajo un gobierno y, por
consiguiente, no son libres para empezar otro nuevo. Para mostrar tal debilidad, Locke, acude a la
HISTORIA y hace referenica a la multitud de ejemplos que nos muestran a distintos hombres que
se apartaron de la jurisdicción en la que habían nacido, y se negaron a obedecerla, formando
nuevos gobiernos. Señala que la multitud de PEQUEÑOS ESTADOS de la época antigua no son otra
cosa que un ejemplo que muestra que no fue el derecho del padre, comunicado a sus herederos,
lo que constituyó el origen de los gobiernos ya que se si ello fuera así, entonces los hombres no
tendrían libertad para separarse de sus familias y establecer pequeños estados y gobiernos
nuevos. El separarse del gobierno en el que se nace ha sido, según Locke, una práctica común en el
mundo, desde sus orígenes hasta el día de hoy; ya que los hombres son tan libres hoy como lo
fueron los que nacieron en las selvas. Por lo tanto, es absurdo aceptar el principio que establece
que al nacer bajo un gobierno estamos naturalmente sujetos a él, y no tenemos el derecho de
libertad del que disfrutábamos en el estado de naturaleza.

Y es que, según Locke, no existe ley alguna que obligue a los hijos o descendientes a seguir siendo
súbditos permanenetes del Estado en el que se ha nacido. En este contexto, Locke, hace referencia
a la CONFUSIÓN que se produce entre ser SÚBDITO POR NACIMIENTO de un determinado Estado,
y ser SUBDITO A PARTIR DE LAS ROPIEDADES que se poseen dentro de un Estado. Es evidente,
afirma Locke, que un hijo no es súbdito de un Estado por el simple hecho de haber nacido dentro
del mismo. Unicamente está bajo la tutela del padre hasta que alcanza la mayoría de edad, y, a
partir de ahí, es un hombre libre, con libertad de ponerse bajo el gobierno que le plazca, y de
unirse al cuerpo político que le parezca. Ahora bien, desde el momento en que decide
incorporarse a un Estado cualquiera, por el hecho de unirse a él, tambien une y somete a la
comunidad las posesiones que tiene o tendrá en el futuro. Por lo tanto, por el mero acto de unirse
una persona ( que antes era libre ) a un Estado cualquiera, éstá vinculando sus posesiones a dicho
Estado ( posesiones que antes eran tambien libres ). Y, así, ambas cosas - persona y posesión -
devienen súbditos del gobierno.

En este contexto, Locke, diferencia entre CONSENTIMIENTO TÁCITO y CONSENTIMIENTO


EXPRESO. En relación con el consentimiento tácito, Locke, afirma que todo hombre que tiene
posesiones o disfruta de alguna parte de los dominios de un gobierno está con ello dando su tácito
consentimiento de sumisión. Por ello estará sometido a las leyes de ese gobierno como cualquier
persona que viva bajo el gobierno en cuestión. Locke afirma que existe un tácito consentimiento
de sumisión por el mero hecho de estar dentro de los territorios de ese gobierno. Ahora bien, el
gobierno solo tiene una jurisdicción directa sobre la propiedad del sujeto ( la tierra ); ello quiere
decir que tal jurisdicción afecta al sujeto como propietario que reside en esa tierra y la disfruta.
Cuando tal propietario se deshace de su propiedad, es ya libre de incorporarse al Estado que
desee, o tiene la libertad de iniciar con otros hombres un nuevo Estado in vacuis locis. En relación
con el consentimiento expreso, Locke, afirma que tal tipo de consentimiento hace a un hombre
miembro completo de esa sociedad y súbdito de ese gobierno. Aquel que por virtud de un acuerdo
formal y de una declaración expresa ha dado su consentimento para ser miembro de un Estado
estará perpetua e inalterablemente obligado a continuar siendo súbdito del mismo y no podrá ya
volver a vivir en la libertad propia del estado de naturaleza.

Ahora bien, someterse a las leyes de un país, vivir en él y disfrutar de sus privilegios y protecciones
no hace a un hombre MIEMBRO de esa sociedad y súbdito permanente de un Estado. Por ello, los
extranjeros que viven bajo la protección de otro Estado no se convierten en súbditos o miembros
de ese Estado aunque están obligados a respetar las normas de la administración de dicho Estado.
En definitiva, nada puede hacer de un hombre un súbdito, excepto una positiva declaración, y una
promesa o acuerdo expresos.

CAPITULO IX

DE LOS FINES DE LA SOCIEDAD POLÍTICA Y DEL GOBIERNO

Las ideas principales presentes en este capítulo son las siguientes:

Locke inicia este capítulo preguntándose como es posible que el hombre en estado de naturaleza,
siendo totalmente libre y poderoso, decidiese en un momento determinado MERMAR SU
LIBERTAD y renunciar a su imperio para someterse al dominio y CONTROL DEL PODER POLÍTICO.

La contestación de Locke a la pregunta anterior es la siguiente: aunque en estado de naturaleza el


hombre tiene todos los derechos, está, sin embargo, expuesto constantemente a la
INCERTIDUMBRE y a la amenaza de ser invadido por otros. Y es que no se puede olvidar que en
estado de naturaleza TODOS son reyes y como la mayor parte de ellos no observa estrictamente la
equidad y la justicia, el disfrute de la propiedad es totalmente inseguro, por lo que los miedos y los
peligros son constantes.

Por consiguiente, concluye Locke, es lógico suponer que el hombre en estado de naturaleza
estuviese DESEOSO de unirse en sociedad con el fín de que preservar mejor su vida, su libertad y
sus posesiones, es decir, su PROPIEDAD. Nótese que el concepto que Locke tiene de la Propiedad
es muy amplio, ya que no abarca unicamente las posesiones económicas, sino tambien la vida y la
libertad.

Establecido todo lo anterior, Locke, señala, como conclusión, que el PRINCIPAL FIN, que lleva a los
hombres a unirse en Estados, es la PRESERVACIÓN DE LA PROPIEDAD.

Tal preservación de la propiedad resultaba IMPOSIBLE, dentro del estado de naturaleza, y ello,
según Locke, por TRES RAZONES: A) La primera porque faltaba una ley aceptada y consensuada
por todos que dicidiese en la controversias. Pues aunque la ley natural, señala Locke, es clara e
inteligible, los hombres, cegados por sus propios intereses, tendrían tendencia a pasarla por alto
cuando ésta afectara a sus propios deseos. B) La segunda porque en el estado de naturaleza falta
un juez imparcial con autoridad para resolver los conflictos. No se puede olvidar que en el estado
de naturaleza cada uno es juez y ejecutor de la ley, y dado que los hombres son pasionales y
vengativos, no serían de extrañar los excesos y arbitrariedades a la hora de aplicar la ley natural. C)
En tercer lugar no existe en el estado de naturaleza un poder ejecutivo que obligue a cumplir las
sentencias cuando éstas son justas.

El estado de naturaleza, por tanto, a pesar de todos sus previligios, conlleva consigo un condición
de ENFERMEDAD. Los inconvenientes que tal estado presenta lleva a los hombres a buscar
protección bajo las leyes de un gobierno, a fín de procurar la conservación de la propiedad. Esto es
lo que explica que estén tan deseosos de renunciar al poder de castigar que tiene cada uno, y de
entregárselo a alguien que lo ejerza por ellos. Este sería el origen, según Locke, del DERECHO
ORIGINAL del poder legislativo y del ejecutivo, así como el de los gobiernos de las sociedades
mismas.

Según Locke el estado de naturaleza posee ( al margen de la libertad ) DOS TIPOS DE PODERES: el
PRIMERO consiste en que el hombre puede hacer, dentro de los límites de la ley natural, todo lo
que le parezca oportuno para preservar su vida y la de otros. Según Locke si no fuera por la
corrupción y la maldad de hombres degenerados este estado de naturaleza sería el ideal y no
habría necesidad de ningún tipo de sociedad. El SEGUNDO consiste en que el hombre en estado de
naturaleza tiene el poder personal de castigar los crímenes cometidos contra la ley natural.

Pues bien, según Locke, el hombre, en estado de naturaleza, RENUNCIA a los dos tipos de poderes
anteriores. El hombre renuncia al primer tipo de poder ( preservación de su vida y la de la
humanidad ) para entregarlo al PODER LEGISLATIVO el cual, a partir de su actuación, limitará
muchas cosas de la libertad que el hombre tenía por ley de naturaleza. En relación con el segundo
tipo de poder el hombre renuncia por completo a su poder de castigar para entregar tal poder al
ORGANO EJECUTIVO de la sociedad.

Ahora bien la renuncia que el hombre realiza a seguir viviendo, según el estado de naturaleza, es
hecha por cada uno con la exclusiva intención de PRESERVARSE A SÍ MISMO y de presevar su
LIBERTAD y su PROPIEDAD de una manera mejor. Por ello, el poder de la sociedad está obligada a
asegurar la propiedad de cada uno protegiendo al hombre en contra de los inconvenientes -
anteriormente vistos - del estado de naturaleza. De este modo quien ostente el PODER
LEGISLATIVO estaría obligado a gobernar según las leyes establecidas de acuerdo con el pueblo; a
resolver los pleitos de acuerdo con dichas leyes; a emplear la fuerza para que tales leyes se
cumplan; si se trata de relaciones con el extranjero debería impedir todo injuria o agresión que
venga desde afuera. En definitiva su labor consistiría en lograr la paz, la seguridad y el bien del
pueblo.

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