FERNANDEZ MOUJÁN - Crisis Vital

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introducciéa “DE COMO SEH ORIGIND A IDEA'DE CRISIS VITALES” Este libro empez6, como todos mis trabajos tedrices, refle- xionando sobre mi practica (clinica y preventiva) en Salud Mental. Me encontraba sumergido en el campo terapéutico sin ninguna pretensién de objetividad, sino mas bien inten- tando resolver problemas que me habia planteado, abrién- dome a ia experiencia con la menor cantidad de prejuicios SB posibles. ee "Wii actitud era vivir todo lo que sucedia dudando de mis sensopercepciones, aceptando estar “perdido en un bes- que” antes de pretender identificar “al mas pequefic de los arbustos”, ~ a Por supuesto quegStas exferionciag, wi: -principio, no fue- ron buscadas, sino que las atravesaba con cierta desazén, & queluego destribi come de angustia ante el desconocimien- 42:8 Esta situacién se'suelé considerar cotidianamente como tigro, Lo curioso era que no sentia en mila consabida Heaton de evitacién, sino tedo le contrarig. Experimenta- ba una sensacién de vértigo que a veces me atraia y otras hacia que mie bicquéara o simz plemente negata. Cuando me dejaba llevar por esq vertigo aiite lo desconocidd;.dudaba in- eluso de lo que hasta €s¢ momento habia Negado a enten- der como significado profunde de lo manifiesto; y, lo que era aan peor, s sentia que quizd mis conccimientos previos nome servirian para aleanzar ula explicacién de los hechos. Que- daba en un estado entre absorto y expectante. Recordé, mucho tiempo después, la idea de Gabriel Mar- cel, que también encontré en Bion, sobre la diferencia en- tee el misterio y lo oculto.! Fuiadvirtiendo que no estaba ante lo oculto que despier- ta curiosidad, sino ante una oportunidad de establecer una nueva visién; que si podia tolerar la angustia, lo nuevo ue iardaria en venir a través indicador sugerente (dada la ampbhighedad de la imagen surgitia). sto lo vieia ei mi Oh clerta sorpresa, y mds atm cuando producia Tespuestas novedosas, que los pacientes me devolvian de jas formas mas diversas: cambios de actitud, cambios de humor, asociaciones insélitas, fuertes emociones, acer- camientos, reduccién de sintomas, sucthos esclarecedores, recuerdos, proyectos nuevos, etcétera. Estas experiencias, en un principio, las fui detectando mientras trabajaba en grupos terapéuticos, en momentos regresivos, cuando al mismo tiempo que contextualizaba lo que iba entendiendo, el grupo me fha mostrando imagenes sugerentes, que yo después formulaba. | f Creo que la sensacién de “peligro” que despiezta el en- ‘arse ante el “misterio” desencadena una inquietud dr, de explicar | en términos’corvientes, to que obliga ja’ es. Sus eh estas, me incitaba a participar d una manera Cada vez mas comprometida y desprejuiciada. Paulatinamente me fue animando amoverme de ese mé- do en otros contextos ‘mas indeterminados, y a aplicar esta. metodc . también, en terapias famailiares e in- dividuales, én arupos' de reflexion’ y en experiencias com- nitatias, Mislumbraba ya la oportunidad de una transformacién. Elideograma chino de crisis une ¢l significade de peligro con el de oportunidad, Entonces, crisis podria ser tina dca Tay 1po de posibilidades que nos desafia raj ‘a enfrentar lo desconocido, sino sy pecialmente a poner en accion nuéstra capacidad creado- te ee revéla lo gue me sucedia en mi tarea cli- mi ambivalencia pat * 4 mientender misterio es lo que Lacan Hamaflo real”,.o imposible"! t ac ® el adjetivo “evolutiva”. Las “Gisis eve dentales, sino inhere: adjudica asi el temmitioy de cambio impuesta, ae una 1 “muerte “Si bién este autor dice mucho acerca de lo que estaba viviendo e investigandé, no abarcaba el momento de trans- fortnaciér que pyede darse cada vez que suspendemos nuestros brejuicits, sobre todo si esos momentos implican importantes circunstancias evolutivas, accidentales 0 de descubrinuento. No dejaba de tener presente, como estu- dioso de la adolescencia que soy, la'crisis adolescente, pe- ro ne provenia de esta crisis particular mi idea de “crisis vi- tal’, Esta se.me ocurrié al experimentar algo “vital” como una transformacién operada en mi; quedejaba de percibir para captar la inmediatez de la experiencia. El peso de lo previo era minimo y remitia a una situacién originaria. Lue- go tuve que poner en palabras lo vivido. Pero antes, el con- tactar’ directamenté con la aed mellevéa pensar que imagino que aun pintor la tela en blanco debe provo- carle, una vez superada und primiera sensacion de vértigo, la inspiracion que le _da_la apo Teidds én: ip! ediatamente Ta nueva, configura- cién, sin meédiar ningtin orden légico ' establecido. Crisis vital Crisis, porque nos sé ministas que. Bi segurid. lO. io,,Nos trac ‘como la fi B ‘tigo, que confunde a la percepcién-conciencia, lo que nos da Ta oportunidad de producir algo inédito. Vital porque dicha 15 transformacion cousiste en la creacién de alge naciente en cada ciclo de vida, o sitdadidn traumatica asumida. La ctisis no es la pérdida de un “objeto” psiquico, ni de um rol o una “cosa” concreta de Ja realidad exterior? sino que ue hasta ese mor! terminaba. Es la suspension é todo determinismo para poder coparticipar de una expe= riencia grupal? desde un “nosotros” que nos permite la cap- tacién directa de la realidad, generando un acontecimiento. La nocion de “crisis vital” supone un canibio de mentali- dad. Estamos aco: dos a correr cn pos de informa- a investigar, a des-ocultar, a congtruir, etcétera. Un acopio que sélo es enriquecedor si no obstaculiza la tarea de hacer nuestra propia siitesis, tarea a la que a veces renun- clamnos demasiado apegados a un marco conceptual, sobre todo si proviene de maestros que valoramas o idealizamos. Otras veces nuestra atadura es con privilegios, seguridades 9 simplemente comodidades. Siaalgo le debo elcambio de mentalidad, es ala experien- cia de coparticipacién.* Es un fenémeno que progresiva: mente ful descubriendo, a medida que me desprendia de lo conocido, dudando de las evidencias racionales. Esta situa- cién me sumergia. durante las sesiones de psicoandlisis 0 psicoterapia de grupo, en un. estado de incertidurabre, al principio ansioso y luego expeciante, como esperando la oportunidad de una respuesta diferente. Cuando éstellega- ba, me provecaba sorpresa, una especie de “eureka” placen- tera que se manifestaba a través de la imaginacién activa en busca de la palabra que dara cuenta tle esta vivencia.® cia. 2 3 Concepto de duclo en psicoanalisis. “Bxperiencia grapal" es un término que voy a usar mucho durante Ba el libro; pero creo conveniente hacer una primera aclaracién. No‘estoy do a la experiencia de terapia de grupo o de algtin grupo conven- ino ai momente en que'el Yo se. subsume. un grupe, Soy un no por idéhtificacién; eraccién. (Aristételes). ‘uno interactita es decir, dejando en parte de ser uno oel No confundir con participacién psicosccial, do: con los ottos por identificacién, otro, Vivencia es Ja captacién directs de la experiencia a travée de ; emgcional que configura una imagen con sentido. No confw Gn Senso-percepeisn. iS Mircea Eliade explica que el hombre primitivo, antes de nocer, se transforma en Jo experimentado sin confundir- ‘Se, para nutrirse desu Pp oder, que le permite orientar su ac- stros términos podemos decir que sufria una porla coparticipacion, la cual estimulaba ja a el lenguaje adecuado para ito, 7 Estas reflexiones Ta an forma a lo que me suce- dia cuando coparticipando en un grupo, un vinculo o una comunidad, vivia una transformaci6n previa al cono- cimiento, El afianzamiente de este trabajo me permitié ir desarro- lando campos de accién cada vez mas variados: terapia de pareja, instituciones, familias, barrios, escuelas, centros de: salud, comunidades terapéuticas, etcétera. Mientras tanto se me fueron planteando dudas sobre ciertos postu- jJados psicoanaliticos muy arraigados en mi, asi como sobre modelos médicos y de la psiquiatria dinamica y comuni- taria; replanteo nada facil, por la desconfianza que genera en uno y en los dernas todo enfoque nuevo. Sin embargo, la éxperiéncia de una crisis vital en mi trabajo me permitid ac- @eeder al campo de los valores que emerge al abandonar los objctos. previos de conocimiento;* valores convocantes, pues al no ser susceptibles de apropiacion individual sdlo ‘pusden's ‘Sere ipables; como la ley, la d, elvincu- lo en si, qué nc den ser de nadie y por on de todos. ‘insisto, asi se me hacia mas Ievadera esta dificil tarea, pues gozaba d del poder que dan los ideales antes de ser ide- males o de sector. Esto lo he descripto, en : iores; como contacto con Ja cultura viva. Cuestionaba el ambito cienitifico al cual perte 200; algo especialmente riesgoSo en un pais como el nuestro, resis- tente a todo cambio ice fondo, pues estamos acostumbrados wuchas de las prac- smarlos como elementos que estimulan y reambio cientifico. , trabajar teniendo en cuenta contextos abarca- tives supone una actitid de’ “desapego” activo, una actitud © Heiddegger: el valor siempre est oculto detras del objeto. 17 aconirapclo de habitos como consumisma, informativisrno, tecnologismo, repentinismo, facilismo y... la lista podria ser larga. Sereclaman, en suma, soluciones: y entonces deter- dotadas de todas las perfectiones. Se bitos socioculturales que van cerrande —-con epee = los campos vacios, como ¢} campo donde se wnda una. crisis vital, la oportunidad para el cambio trans- formador de estructiras caducas. fe encontraba ante un doble frente de controversia: el aimbito clentifico.con sus esquetnas y los habitos de vida so- cial a los que estamos acostumbrados. Los resultados clinicos positivos, las coincidencias de ba~ se con algunos autores, el aliento de maesiros y colegas’ y jas criticas constructivas, siempre estimulantes, me fueron permitiendo afirmar mi propuesta y salir de la marginacion operativa. An mas ahora, con este libro. Estos aiios de trabajo me fueron ensemiaindo que el mejor homenajé que podemos hacer a nuestros maestros es, lue- go de estudiarlos, poner a prueba las ideas que ellos nos aportaron, Puesta a prueba en. que varian. ei momento his- {Orico, el Ambite sociocultural y la propia experiencia. aferramiento a lo conocido reduce el margen de interpr endmenos. Por un! lado el Yo tiende’a la fijacion manente por alcaiizar 1 verdad. Por otro ructura inconsciente de la cddlena de significan- tes y el determinismo pulsional tienden también a la repe- ticidn. ~Podemos Vivir la verdad sin apropiarnos de ella, sin ponerie ekpie encima? El modelo que se desarrella en este bro pretende, inds‘que nada, motivar y orientar. 1.2 crisis vital, Cuando es asumida, nos sumerge en la cul- auka sive. Es un mundo de constante aparecer qué dinami- #) universo dado de la légica y Ja descubrir ‘y combinar. El mundo cultural al que tenemos rh cada crisis vital es un presente continuo, al cual, os de Heraclito, no podemos volver. Es un contex- nos invita a-ser poetas por un instante y ‘@ buscar ] palabras cori nuevo sentido. * Me reficto especialmente a amigos y a miembros del Centro Médico Peicolagico Buchs Aires y C'ORO (Centro Cormunitario GRO), Sociedad de Bien Publico. 4B Es una experiencia iniciatica, que por ser originaria nos ibilidades de las cosas (no sus in- ), siempre y mos perceptualment: ‘sino que, ci ne : Apartir “de este Eros cultural el proceso de individuacion Neva la marca del grupo. Detras de lo univoco del discurso racional (que descubre y combina lo dado) éstamos copar- ticipando de la clave polisémica de un mundo no dado, si- no que huye constantemente. Con esto no quiero decir que la praetica del psicoanalisis ola psicologia social sean poesia, sind que, Stu parte poética, que como poiesis Creacion) realidad | imperante ‘cuando nos aliena. , ~Plantéarme la “crisis yital” como un modelo teético con in. clinica y, preventiva implicé6 —como dije— va- les: trabas personales, prejuicios cientificos y ibitos arraigados y presiones desde diferentes os. Por eso su desarrollo conceptual tuvo un ritmo es- pedial, Jleno de dudas y descubrimientos, como toda inves- Ugacién que propone algo diferente. Aesta altura de mi trabajo, me veo en. la necesidad de ex- poner algunas experiencias en forma de libro, dando cuen- ta de las conclusiones teéricas elaboradas hasta ahora, asi come también de su aplicacion en diferentes ambitos ope- rativos: el pSicoandlisis, la psicopatologia, la psicoterapia, jos grupos, las familias, las parejas, las comunidades tera- péuticas y Jas tareas aS. Quisiera, con €ste ortar ideas y experiencias que enriquezcan nuestro ambito cientifico en un didlogo fructi- fero e interdisciplinario. Octavio Fernandez Moujan Enero de 1988 Capitule I EL CONCEPTO DE CRISIS VITAL Como una configuracion “objetal” consideramos a las es- ® tructuras tanto psicolégicas como sociales, que se estable- cen con la finalidad de crear un campo de fuerzas relativa- mente coherente y con’cierta estabilidad, a fin de permitir el cumplimiento de determinados objetivos de acuerdo con el momento vital o Ja circunstancia social que se atra- viesa. Esta definicién sobreestima el criterio de equilibrio; al menos se suele pensar que.una alteracién del equilibrio no acarrea mas que problemas. La crisis se produciria cuando los problemas superan las fuerzas reequilibradoras mas tiempo de lotolerable. Otros recursos deben ser movilizados para recuperar el equilibrio, con elconsiguiente desgaste de shergias y sobrecompensaciones patolégicas, Este enfoque i que G. Caplan nos proponé.en su conocido libro wiairia preventiva, es muy parecido al sin- ¢ adaptacién que Selye definié en el ibos énfoques_un. organismo en equilibrio es. tado ) Por BoTmentos evdlutivos (“crisis evolutiva: ptado o désorganizado. Ambos ideran lo biopsicosocial, Las estructuras es- tan al servicio de lo evolutivo y lo adaptativo o equilibrato- tio, ELmiérito de esta teoria ha sido integrar jos hens psi- cosociales y dar bases firmes ala a psicolo; ia prev Lo: sistemicos han desarrollado este modelo. En el psicoanalisis la nocién de “cr aa sido por asi Jecivlo, abordada indirectamente. El conceplo de duelo, ¢s- ialmente entendido como. trabajo de cuelo, toma en ta las situaciones de le pérdida, tanto aceideniales como icos forman configuraciones estrac- ie iijax por ident caclon introyes: ib: iruetura, narcisista dual y otra eateiea riangue . bierta a lo social\El paso de la estructura nareisista 2 Ja edipica-se produce por la pérdida del equilibrio estructu- raly la serie de mecanismos-defensivos que tratan de recu- el equilibrio amenazaclo por dos ansiedades tipicas (el dolor por Jo perdido y la persecucién por lo nuevo descono- tide que vehdra); la necesidad confusional que se vive du- rante este transitar hace necesario unt verdadero “trabajo de dugio", que para Freud tenia tres fases fumdamentales. En ja primera, llamada narcisista, el Yo tiende. a recuperar la caxga bidinal puesta en el objeto, En! la segunda, tiende a fijarse en“ésta etapa, “olreciéndose el Yo al Ello come el abjeto perdido”. Lentamente se alcanza un. tercer momen- to, én él cual el Yo intents desplazar la libido narcisista ha- cla nuevos objetos, etableciéndo nuevas configuraciones 0 esiructuras tanto intra como intersubje etivas... Los dos thodelés expuestos de crisis consideran. Ja pérdl- da del equilibrio en relaciones éstables de ahjetes, en siste- mas imersubjétives e intrasubjetiv ‘os; estructuras ligadas ai desemperio évolutivo y accidental que las pone a prucha onau funcionalidad. Es el cambio objetal. no importael mo- tos a esiructuras determinadas que tratamos de restituir, ya sea repitiendo o cambiandoias, con ja finalidad de resta- blecer él equilibrio interno: -y.externo. En ambos el concep- un peligro aus hay: que superar, y i . Peroen ningtin pr in dentro de una unidad alcanzada gracias al “desapego™ que permite descu- brir otra gstru sin objetos (cosas'y representaciones), ro con fun , donde las partes conforman una uni- ad (estaii err furicion una de otra), que amamos contex- i participative o campo de posibilidades.i a” /’El concepto de “crisis vital” parte de esta posibilidad: al- fanwar un nivelestructural sin oe previos donde la uni- tridngulo”, escribio Leibniz) Es el conteXto cultural el que presenta esta estructuraciori necesaria para el desarrollo de lo humano desde sus origenes. £ ‘ Diferenciamos, tres niveles estructurales, El primer nivel nes y¥ ; contiguracion€s | ‘psicoso- cién inestables. segundo nivel es mas" ta dado por las 1 pr La imaginacién activa o crealiva transmuta el tiempo yel espacio dando nuévo sentidg a lo percibido, lo que toma ca- ®@ racter de inédito, _generando un acontecimiento captado a ‘través'de uina imagen que no representa nada previo, sino ' “Desapego", resultado de los procesos de desidentificacién y de la puesta entre paréntesis de las evidencias racionales (el epogé de Husser\). Viese Octavio Fernandez Moujan, La‘ ldentidad y lo mitico, cap. I, Kargieman, Buenos Aires, 1979. 23 eriencia vivida. Se diferencia dela imaginacién pasiva, 610 tmaginario, ‘Tepresentaciones oirecidas a la aciencia ilusoriamente para dar cuenta de una experien- PR. Hicoeur y G. Bachelard se han ocupado mucho del En nuestro modelo de “crisis vital” no excluimos los otros modelos sistéthicos y psicoanaliticos sino que los extende- in. campo estructural sin objetos donde la experien- ida es original, generando acontecimientos (no sdlo acésos), 6S dec Ngo iiico € irrepetible, con densidad cause ocupan en la secuencia. as alla de la pérdida de sistemas, subsistemas, vincu- y “objetos”, estamos ante la pérdida de tode objeto y po- sibles relaciones gue nos pone GS UD, estada de crisis espe- ‘es de la “cultura, usis) porque crea un campo de posi- porque nos conecta con ta génesis del identidad y del pensamientc. La génesis es , es decir que estamos ante una crisis que nos vuelve a oleae como protagonistas de la cultura cada vez asaiids de un ciclo de vida a otro, dentro de un con- texto global donde se desarrolla la historia como aconteci- fniénito, no Como. relato} Pero también este pasaje estructu- ral de cada en otra linea de continuidad que es la propia ides “La tu sicosocial-es, como deciamos, un conjun- to relativamente ciones destinado a cumplir objeti oS especificos ¢ centro de cada etapa vital. Terminada modalidad ional para que Cie coREERTE Ta For mane- F Pata ello'es necesario pasar por una “crisis vital”. : estructura inconsciente descriptiva? es otra configura- se ae 73 — elativamente estable, fruto de los procesos represivos ® . Roca, Clases, 1987, 3 Freud la diferencia del inconsciente no reprinido, La interpretacin de les suefios, Cap. VIL. 24 que se fueron gestando ¢ enuna. historia individual, donde se i s que tienden. una Inaneraj También esta estructura fun ai ‘al reemplazar en una cadena de significantes los ‘Objetos de la_realidad. Poner en “crisis vi- tal” estas estrixcturas supone liberarse por un momento de la fijacion por identificacién en las representaciones repri- midas.. uestro concepte de “crisis vital” no se agota en lo evolu- uye, Pero da Heportancia a todo proce- ¥ la imaginacion activa generadora “de acontecimientos. O sea que “crisis vital’ es un momento dentro del proceso de Ja bisqueda de la identidad y de la creacion humana en el devenir histories. “Aleanzada ia primera etapa, permitira en- Higuecer Tas otras crisis que hemos definido como “psicgso- ciales” (evolutivas y aécidentales), e “tlray (duielo). Consideranios fundamental el rescate sta pi cs eta- paéritica, porque garantiza que la estabilidad post- a2 tiva, ni tendra las cavacteristicas de ur{duelo lucidar: si suponemos que la cohesion durante la “crisis vi- tal” no esta dada por la relacién o la identificacién, gquién. 0 qué cosa da unidad? En qué se basa el sentimiento de @identidad si no es en la identificacién? gCémo se origina el pensamiento si no hay representaciones? Esto requerira algunas definiciones operacionales que nos permitiran aclarar atin mas el concepto de crisis vital. * Desarrollo significa me ‘jal humano; en otros térmi- nos, liberacién del “deseo” 25 Acostumbramos definir al “objeto” psicoldgico como aque-_ Ta xepresentacion 1 el ext “Ciiando “la cosa* nd ‘est, e] Yo se relaciona con la acion imaginaria de las cosas, que son los objetos: pero cuando los pele Eatean a Tepresentadgs ty ns ES- pues] ‘la inica funcion que tienen es pemmitir Ja coparticipa- die y por € propiable, padre autoritario, pero como valor nadie lo tiene, s6lo se co- ipa y alguno lo puéde portar.’Lo mismo con Ta verdad: fo" amoroso en si mismo, el grupo familiar en cuanto-tal, la patria, etcétera. Esta jetra objetos, y cuande éstos desapatecen convecan a Ja partici- pacién que no es Adenfifiarion sino “devenir en al otro Siu mo laley, que Una. maestra de primer grado “dictalra” a sus alumnos una clase de historia sobre la expedicién libertadora de San Martin a Chile. La habia preparaco con esmero. Habia traido varios croquisy laminasy uma serie de preguntas. Es- taba dictende: “Las mamas y otvos sefiotes de la ciudad de Memidoza ehtregaron a San Martin sus joyas para que San Martir’comprafa armas y comida para sus soldados", cuan- do un chico fa interrumpié: “Mi mama ni loca le entregaria jovas para comprar armas para matax”. Este comentario la dojé perpleja, se quedé sin libreto, todo lo que habia prepa- rado lo suspendié y s¢ quedé tratando de armar su clase; pe- xono pudo hacerlo hasta que acepté entrar en crisis, dudar désusistema de conocimientos: logré entonices lransformat esa clase en otra sobre Ja necesidad de matar animales y plantas’ ‘para comes, hasta llegar a la idea de matar en defen- sa propia o en‘una guerra, pero en un didlogo fluido. Ella te- nia una verdad, y de golpe se eniconitré con la verdad como icipando con todos sus alummos, lo que le perimi- 86 Volver a la éxpedicién libertacora a Chile desde el grupo Cuando hablamos de identidad, estamos hablando de un sentir (feeling profundo sobre quién es uno, dado que exis- 28 te un desajuste entre uno y la realidad, entre nuestra ima- gen y lo que somos. No hay coincidencia entre el ideal y la persona; por eso surge la pregunta “Quién. soy?” El ho bre necesita. del sentimiento de identidad porque es inca: vel § Sin embargo, el sentimiento de | identidad SI ente oculto por la falsa ilusién de complecién ala que generalmente nos aferramos por identificacion has- ta que'chtramios en ¢ Y cuando entramos en crisis vi- tal la identidad ilusoria (del Yo) es cuestionada y ocupa su jugar identidad que es fruto de la desidentificacién ilu- 3 Yo que se incluye participativamente como parte de un grupo. Es un “nosotros” grupal o comunitarlo que nos arraiga culturalmente y nos: transmite un sentimiento de identidad que compensar4 la “falta” a través de la coparti- cipacion grupal.® Esta es nuestra primera identidad grupal, que adquirimos al nacér, a través del grupo familiar repre- sentante de Ja cultura’ Luego nos individualizamos y surge ir HUEVOS Séiitimiento de identidad; que Erickson lamé 7identidad ‘oda crisis i nos pone en contacto con este grupo ori- ginal que ocupara por un instante Ja “falta” a través de la co- participacién del contexto cultural o contexto de creaci6n. Ahora podemos entender mejor algo dicho Snteioraene cuando ea de que en e] duelo, ante la pé id lad ~“Nos “queda” por aclarar el tercer interrogante: oe se origina el pensamiento si suponemos que no Hay objetos re- presentacionales? “Experiencia originaria” no remite a los primeros | dias de’ un nifio, sizio al origen del ser humano. Origer revio'a la palabra, previo ala historia. Es de- ‘air, esta ! ‘de un orden légico, no cronolégico, 5 “Grupo” en antropologia es sinénirno de comunitas, palabra latina que significa: Jugarde_raiz. Aquello que nds da arraigo. “La identidad cultural", Diccionario latino, Luis Macchi, Buenos Aires. 27 lsetixra antropologicas nos permitira entender este momen- to creativo de-la crisis. Mircea Eliade distingue cuatro momentos en los rituales de les primitives. (Luego aplicaré ‘6 al concepto de crisis vital y ea el capitulo siguiente lo 1 como el modelo tebrico de las crisis vitales.) 4 un primer momento los primitives se disfrazaban para aspecto de algiin animial o se colocaban sus garras, phumas, pieles, etcétera.’ Este ritual les litia un cambio estructural fundamental, pues los ha- sentirse parte de la naturaleza, La proximidad con ella va tal que éitiitida sonidos y producian movimientos muy parecidos alos de la naturaleza. Todo entraba en otro orden, desde donde se diferenciaban de olros aiimales y plantas. Pero especialmente en elacto de imitar conocian vividamen- istancia_ entre el orderi natural y el arden simbdlico._ sta represi sentacién no éra, sin embargo, el comienzo del mocimiento sino la transformacién de la éxperiencia vivi- en una imagen pictérica con multiples sensaciones que surgian de lo vivido como parte de la naturaleza. Es decir, 1ex0 Ja experiencia paticipativa los hacia parte de lo na- undo, esta'vivencia se transformaba en imagen ualitativa que los enriquecia dandoles valor, sabiduria, po- deres, etcétera. Ni irataba. de conocer sino de ser soste- 6 imisnto al discriminarse yr nombrar lo cxperimentado. é [én de ld cultura, nombran- ‘io lo vivido, yelatando. Pero esas palabras no eran vacias; aban la inmediatez de la relacion naturaleza y cultu- tao eran palabras que venian de afuera, de otro codigo. © una verdadera Bin creativa, equivalent alo gue Bachelard lami a nm poética”® Es nécesario un cuaxto momento para que el lenguaje re- % Mircea Eliade, Rifds de tniciacién, Taurus, Madrid, 1955. 7 “Utilize una deseripeién de Mircea Eliade. ® Gaston Bachelard, Bl aire y los suefios, Fondo de Cultura Econémi- México,71958. 28 ae como una leyenda, una experiencia menos inmediata. Hay ya cierto distanciamiento entre naturaleza y cultura. ales nos ponen en contacto intimo. conlacul-. lei . ut a} alabras, convencionales que interpretan, Ja experiencia. Enire cultura y natura, entre cultura- natura y culiura cientifica, no hay unvabismo sino un permanente didlogo mutuaménte enriquecedor qiié Tacilita ai Conocimients vinculado ala experiencia cultural. Las crisis vitales nos po- ist Ea Contacto con la cultura por coparticipacién; trans- formamos esta experiencia en imaginacién activa que “dice” I vivido para luego. entrar. cultural desde el tala en. el corazon, micsents té Ultimo tranio entro en Ta es- Sintesis Heros definido *: “crisis vite vital” como uni concepto limite entre il > nos hacé spaniel ar del res- mbolo lingiistico er! el qué las, Es decir que el ha- 1, no) fal, no estas sala pre- fo que hee Experi snicia cia originaria, que Tminado, sino Yue: es ui G€ hisonia al dar cuenta dé 29 aus Ja soe determinada por la presién de les sis- "Lat Waa as “aaumida éomo tal nos sumerge en una crisis vitak'o campo de desconocimiento cientifico, pero de rico potencial de sabiduria cultural, qué transforma las estrue- tiiras psicosociales y Ppsicalégicas, en uma estructura que te Hamamios cx ador y en la que es posible orien- tar, desde” lagen creativa, una nueva vision de la ‘yeanaaa.) 30 Capitulo Ii EL MODELO DE CRISIS VITALES COMO “EXTENSION”! DEL PSICOANALISIS El modelo de crisis vitales “extiende” el psicoandlisis desde sus tres pilares tedricos: elinconsciente, el Edipo y la re- fades por otras hociones teéticas correlativas. Estas han surgido de la duda que relativiza todo intento de construir modelos cerrados en la tarea clinica, sabiendo ademas que la clinica esta insertada en una cultura viva que consiante- iandor os y B nos interpela, desafidndonos a cuestion: icas Clentificas, posibilitando una reformulacién que, commie aconitecimiento (lo inédito), entra en la historia no s6- arrandola sino también haciéndola. Lo correlativo es: 1. Elimconsciente estructurado como un lenguaje, es de- cir, la cadena de significantes, por un inconsciente 2 cultural 2. El Edipo estructurado por objetos de identificacién y de interaccién, correlativo a un Edipo éstructurado como “funciones” o “leyes de parentesco” dentro de un e 3 ia coparticipacién de una identidad da por la falia de ser, inherente al iis! Tepresion “promotora del ocultamiento a la conciencia de a experiencia sexual infantil. } “Extension” sera tomada como “paso a.aigo correlativo”, es decir, una contextualizacién que abre el modelo anterior a una posible reformula- cién. (E. Roca, Clases.) 45 Veniamos estudiande en el capitulo anterier que nuestra primera identidad no es del Yo sino grupal, hay un contexto prenarcisista y prelingtistico caracterizade per un “nose- izes” de cuya identidad participamos. Esta anterioridad no es sdlo cronolégica sino légica. Este contexto no es determi- nante, es un campo de maxima posibilidad que permite aun sujeto de experiencia organizar Mbremente su primera vision del mundo. Visi6n entendida come basqueda de sentido, no-como explicacién. Ei sentido perdido surge de “la falta de ser” con que Racemos, pues nuestra condicién humena nas hace estar desubicados en el mundo y no adaptados instintivamente jsabiamente) como los animales. El sentido perdide es el de no saber quiénes somos y menos atin dénde estamos. Sin ‘embargo, Ja angustia existencial puede ser calmada de dos imaneras. Una, a través de una represiém que la madre ajerce a través del vinculo extremadamente narcisista que sumerge a su bebé rapidamente en una ilisién, No Hene da gue preguntarse, ni necesitar; ella se ofrece como todo iesversa. Pero hay otra forma, que denominamos prenar- olsista, en que su-hijo es mirado como un otvo, un misteric del que jamas podra tomar posesion. Este reconocimiento da al infante ex-istencia como sujeto-persona con toda la angustia existencial de su falta de ser, que se calmara a través de Ja coparticipacién? en ese espacio abierto entre moadre ¢ hijo que es la identidad filial o gripal fundada per ta funcién:del padre. La pérdida de. sentido individual es calmada por el retorno filogenético (mitico) a un contexto cultural que le da identidad grupal, permitiendo saber todo sabiendo la parte. La simbidsis dindmica y su efecto, la identidad grupai, sen un mécanisme defensivo, proveniente de la capacidad imaginativa activa inherente al ser humane cuando logra participar del grupo comunitariamente.* El infante recién ® Parto de la palabra ex-istencla, porque se trata de existencla como atro sujeto, y parto de la palabra coparticipo porque subrayo el hecho de Setar unidos'sin confusién en un solo espacio-tiempo. No es participacién social, ® Hemos hecho sinénimos: identidad cultural, identidad grupal, co- participacién comunitaria, identidad grupal familiar, cuerpo vivo. 46 nacido logra su cuerpo “no integrado” (Winnicott) pero extendido al cuerpo materno, que vivecomo propio, a través de sus vivencias* que le ofrecen imagenes inéditas sobre las que construye un mundo. Esto no es conocimiento sino “sabiduria”®> reflejada en: la imaginacion creativa que P. Ricoeur Namo la poiesis del conocimiento. Este “espacio” que he descripto no es privativo del co- mienzo evolutivo de un bebé; es un espacio originario, mitico, que se da por primera vez al nacer y se repite cada vez que alcapzamos a vivir uma crisis vital. No debemos confundirlo con el espacio imaginario surgido de la flusién. especular, es -prenarcisista, es prelingiistico; se forjan imagos que como intuiciones “dicen” algo original pues no ha surgido de lo oculto-reprimido sino de la zona oscura®de jJacultura de la que participamos siendo parte. Zona oscura que, cuando la penetramos, nos aporta fuerza transforma- dora como cualquier simbolo vivo, cuya parte simboliza el todo sin perder contacto con él. Todo esto que he descripto es el inconsciente cultural, no estructurado como un lenguaje donde lo reprimido (en témminos correlatives) no és otra cosa que un grupo que nos permite esperar el advenimiento de una identidad que mos calme la falta de ser. Por esta capacidad de espera lo he Hamado aparato psiquico grupal. El inconsciente psicoanalitico es un no-conocer activo que puja por conocer Jo oculte por la represi6n. Lo cculto es jo infantil sexual vivido pero reprimido en las primeras relaciones con los padres que queda ocultado por la repre- sion, la cual es entendida como una fijacién a una “idea” de la experiencia originaria a la que se le quité efecto, la cual arrastra a otras ideas. Represion por la que pasan todas las. representaciones, -y que, ‘cuando luego cargan una idea 4 Vivencia: Es “estar” con “el otro” como otra sensacién, sin fmportar si esta dentro o fuera adquiriendo la capacidad de significar contextos. Rompe con la tendencia univoca de las pulsiones (objeto de) y las contextualiza, No son estados del psiquismo dados por el Yo, sino registros somatopsiquicos de un aparato psiquico grupal. Capta la inmediatez de la experiencia dando un sentido. / ® J, Rerrater Mora, “Sabiduria”, Dicclonario. © Freud también hablo de 1in inconsciente no reprimido cuando se jas protolanitaa el tiempo; ¢s diferente” 47 9 representacion “fijada”, retorna como sintoma. En otros términos, es no-conocer (que no es lo mismo que no saber} algo que fue-conocido y reprimido, no encontrando la polabra perdida (no el sentido perdido} que lo haria cons- cliente. Hemos “extendido” el.inconsciente a la falta de ser que esta oculta en Ja cultura y a la que tenemos acceso a través de la coparticipacién que nos da un saber cuya fuerza {no sexual) nos Neva a anhelar nuestra identidad.” Es una forma de operar ante el misterio y no und resistencia ante io oculto sexual que amenaza con aparecer. Se trataria de explorar un “campo de posibilidades” anterior (anterioridad légica) al determinismio inconsciente freudiand"(cadena de significantes y condicionamiento puilsional o fantasmatico). En ese contexte de ereacion la variedad infinita de la experiencia vivida cataliza el juego- pulsional y la cadena de significanies, através de la éstructura edipica ofiginaria, que Ilamatnos “simbiosis dinamica”, organizada por un “valor” o “cero” no susceptible’ identificacion, sino sélo de participacién® grupal-cultu- 1, del que emergera el simbolo vivo, El elle regido por las ieyes del inconsciente freudiano es trasladado a la cireuns- tancia cultural, y sus pautas determinantes son abiertas por el contexto creative donde Ja imaginacién activa sinte- tizara una imago o simbolo vivo, que dara el sentido perdido y otentara la significacion. Una crisis vital, como proceso, nos integra al contexto cultural vividamente, cuya estructura inconseiente nos porta una energia reprimida que nos transforma desaxro- Rando nuestro potencial imaginativo pata orientar las nuevas ilusiones yoicas. En otros términos: “dar un espacio poétice a un objeto es darle mas espacic que el que tiene ebjetivamente, o para decirlo mejor, es seguir la explosion de su espacio intimo y descubrir su capacidad creativa” (Bachelard). He explicado dos de Jas correlaciones mencionadas al comienzo! la primera, entre el inconsciente’ determinado. 7 Winnicott Hama a esta fuerza: “anhelo de ser”. ® “Devenir en el otro sin dejar de ser uno”. (E. Roca, “Aristételes”, Clases.) 43 por las fantasias originales y lo reprimido sexual que puja por hacerse consciente (determinismo pulsional} y que esta estructurado como un Jenguaje (determinismo estruc- tural}, y un inconsciente cultural fuera del tiempo y el espacio que no tiene determinismo sino que es un contexto creativo donde lo dicho es primero vivido. La segunda correlacion estudiada es la que existe entre la represién que oculta a Ja conciencia la experiencia sexual infantil o, en términos més lacanianos, que “oculta” los objetos a través de sus representaciones esiructuradas como cadena de significantes; y la identidad grupal como estructura, que no oculta, sino que entra en corfelaciéi con la cultura enten- dida como campo de la experiencia de vida® que se experi- menta directamente (captacién inmediata). Es una forma de operar mitica!® ante el misterio o “lo real”. Me faltaria desarrollar la tercera correlacion, entre el Edipo estructurado por objetos de identificacién parentales y-el Edipo estructurado como “funciones” o “leyes del parentesco”. Creo importante aclarar Ja fuerte inspiracion lacaniana que tiene este enfoque del Edipo estructural.U Superado el parto y mas especificamente la pérdida de la placenta, se éstablece un hito entre un cuasi orden de la naturaleza (Ja vida intrauterina) y la cultura como orden del lenguaje; espacio con el que el infante necesita hacer una experiencia nombrable e identificable. Este orden, simbédlico no se xealiza de entrada. ‘Pasa por otro orden imaginario- ilusorio.que va ofreciendo “objetos” imposibles de alcanzar yque alimentan una fantasmatica que sirve de puente entre io instintivo-reproductivo y la sexualidad. Esta salida dela naturaleza a través de Ja fantasia esta dinamizada por las pulsiones sexuales que buscan desde el comienzo en el vinculo objetal narcisista madre-bebé una forma de com- ® Husserl Hama a este fenémeno “experiencia de vida’. Hay una similitud entre io que Bachelard Hama “imiaginacién poética’, Ricocur “imaginacién creativa” y lo que tratiicionalmente se Ilamd activa”. Notese que en ningiin caso se habla de imaginario. tificar'es la actividad de la mente que no consulta al tiempo y al espacio para crear y suscitar respuestas al origen. La estructura mitica es Ja tinea que da cuenta de lo que alguien no luvo nunca. A J.'Lacan, Las formaciones del inconsciénte, Nueva Visién, Buenos Aires, 1982. ‘imaginacion, 49 pensar ja “falta” ante ta pérdida placentaria. Vinculo que luego ira entrando en crisis con la aparicién paulatina del “objeto” paterno que terminara por establecerse como ter- cer objeto, Jo cual rompera la primera Mustén narcisista. Castracién-ante la pérdida ilusorla de ese falo ilusorio que seuliaba temporariamente la falta. Esta estructura edipica “objetal” surge en los tres tiem- pos ya clasicos, desde la estructura narcisista, descripta por Lacafi,”? lo cual consolida la relacién objetal y el orden simbélice. Es imporiante sefalar que estas entidades, que constitiyen el complejo edipico, entran en proceso de inte- rancién. dentro del psiquismo individual del nifio. Asi tiene acceso a lo grupal cuando “el objeto” alcanza clerta madu- vez y eutonomia tanto interna (representacién del objeto) come externa (percepcién del “objeto total’), y la conflictiva se plantea en el marco de las relaciones de objeto y sus vi- cisitudes ya clasicas en la teoria freuciana. sintesis de lo que estoy desarrollando podria ser és- @ iho parte de la fantasia de que todos tienen pene; la prohibicion del incesto implica la amenaza de perderlo que crea un conflicto diferente en ei varon que teme perderlo si jo tiene y en la mujer que teme el rechazo sino lo tiene. Se supera cuando ej varon se identifica (no le sustituyc} con su padre y tiene acceso a la madre, y en Ja mujer cuando ja ide: cacién con el progenitor de su mismo sexo le abre un espacio hacia el padre, Lacan extiende el concepto de. “pe- eudiano e introduce el “falo", come un abjete itusario: logra representarse pues su funcion es ocultar la fal- Cuandd surge el padre (castracién), se abandona la dusion narcisista y se tiene acceso a la relacién objetal, Mo- te fecundo, pues la libido puede investir “objetos tota- les", especialmente el padre del sexo opuesio. Se ha acep- tade la incompletud’y se inicia la biisquéda inacabable de objetos. Este modelo parte del narcisismo como estructura dual; comperisa la falacomo incompletud sexual, totalmente va- lida pero cerrada por e} determinismo pulsional. Para ser coherentes con las correlaciones que ya mencionamos so- 22 Anika Rifllet-Lemaine, Lacan, Edhasa, Barcelona, 1971. 50 bre el inconsciente y la represion, tenemos que puntualizar algo que consitleramos esencial. 4Existe la estructura edi- pica en la fase prenarcisista? gHay un Edipo cultural pre- lingitistico? Consideramos un Edipo estructural desde la cultura como leyes de parentesco que, en el modelo de cri- sis vitales, hemos lamado “funciones” de un todo grupal que posibilitan la constitucién de un primer aparato psiqui- co.grupal compen dela “falta” mas alla de la incomple- tud sexual, en Ja limiitacion humana que nos desajuste con © fosotids nitsiios y< lo. “Esta estructura edipica grupal, no individual, se estable- ce desde un “no” fundante cultural que prohibe a la madre yar hijo. La renuncia al hijo como “ob- jéto" dé'sus identilicaciones abre a éste (que atin es un cuer- po “no integrado” y por lo tanto carece de un Yo capaz de per- cibir objetos) una posibilidad paxtictpativ: rporal viva, que lo int i qu participacién es para el psiquismo ‘infantil, pues entra en conticto con tina estructura edipica que es una unidad fun- cional donde cada funcién supone la otra dentro de una triangularidad equilibrada por leyes de parentesco. La ley paterna tiene la funcion de discriminar y abrir espacios mi- La ley materna fiene la espacios qu tienen y la ley filial la de activamenité en iin espacio futuro. “ky aprendizaje de ia ‘sexualidad-no se hace solamen- te sobre la hase.de.las pul ez conservaci6n, sino que como leyes del paren- . Es decir, ‘la bus- qi es coincidente con Ja busqueda de una identidad (anhelo de ser) también im- posible de agotar. Ya dije que soni dos campos que buscan “la claridad” dé los objetos internos y externos y de la iden- lad, ambas en En otros términos, el sen- IS jamas agotables, La bis- landa de palabras qué nos oire tras ia “palabra”, que dé cuenta de la experiencia gru- J inica ¢ irepetible (acon iérito). La famosa frase de ultado por el obje- re ‘buscamos | ‘objetes que nos iG os liberarnos De Bo i grupal (Edipo funcional), bjeto” (Edipo objetal)-pa- n la identidad dei grupo social donde ido ia estructura} baconsclente : ‘alo cultu- ion como mecanismo participativo grupaly la ‘proyecto ¥ no tanto de un olvid : ‘oque, desde el pasado y lo pulsional, nos encontrar I: Habs rdida”. Otra cosa es hablar lésde un contexto fuera del Hempoy el espacio don- Ge el sentido perdido busca una nueva palabra, ‘abdjaiiios de las dos maineras pero es necesario reco- mecer que los psicoanalistas se han olvidade de esta actitud dividuatiza 1 trabajo psiquico y por lo tanto Quiza William Blake, en una estrofa de su poeta “Eter- nidad”, refleja esto que procuro transmitir: Quien se aferra a una alegria Ja vida alada destruye. Quieii besa Ja alégria al vuelo vive en el alba de la eternidad. Creo que la exagerada importancia dada al inconscien- te estructurado como un lenguaje, como tiltima clave de la conducta humana, inipidié ver la dimensién de “sentido” hijos, jefe y subor- que avizora como “uh todo. id i Si el falo lacaniano en vez de significante fuera “simbo- lo vivo" que remite al misterio (lo Teal, la falta), la estructu- ‘ra. cerrada del inconsciente {y con él la estructura objetal edipica y el concepto de represion como fijacién) se abriria a un inconsciente ural (“alado”) que lo contextualiza, permitietida stipe: ilo el tiempo! sino también el es- pacio y H0 Sélo Ss eso Sino poder entrar en la historia como acontecihiétite. wee ~ En plena crisis Vital el Yo esta subsumido (implicito) sin funcién prevalente, permitiendo asi des-aferratse (de “una alegria’)'y podér entrar en Io que Bachelard lama la imagi- nacién pottica, Mis afios de trabajo en grupos de distinta @ ‘étiica me fueron ensefiando a pensar desde un contexto, donde suspendia (0 subsumia) el Yo y Jos objetos con- S; pudiéndo éntonces poner en duda todo para (eel todo” (el Conitéxto grupal o cultural) 1010 vivo o imago (0 “alba de la eter- nida Se repitio esta experiencia y un dia dudé del ‘postulado psiceanalitico que veniamos repitiendo, que el lenguaje cul- 13 Apelo a los poetas porque considero que existe un espacio donde elpsicoanilisis y el arte estén juntos, Me refiero alt Hemi 'y el espaci la fisica cuantica’s probabil 53 tural es el emergente de la inhibicion de la pulsidn.’® Esta duda me permitié preguntar entonces: Itura, ia ala pulsion? Fue aqui donde mi experiencia en grupos vi- en mi ayuda para afirmar y luego desarrollar.'® Se hizo j 2 ractis ma nuestros esquemas teérices.. ¥ Hecuerdo ahora una sesiin de grupo de adultos que me impacté: Hablaban de la culpa que genera roniper con lo que los de~ mas esperan de uno. Estas expectativas adquieren forma de principios divorciados muchas veces de la propia realidad. Para evitar la culpay la persecucion nos adaptamos alos de- mas: Porno romper con los principios, ésios rompen con no- sotres: dejamos de sentir, pensar y hacer lo que aceptamos: como. sincero, Laura relaté que fue asi come tuvo tres abortos por el “prin- ciplo” de que siendo solterano debia tener hijos; Lee se vucl- ve homosexual para rebelarse contra el principio de que te- nla que ser supermacho; Ramiro que tenia que adaptarse al grupo terapéutico por principio y est4 ahora perseguldo y exigido, ctcétera. Este dilema se empieza a resolver cuando Laura comenta que piensa continuar con su embarazo actual (alguien se lo criticd), aunque sepa que no es jo ideal tener un hijo sien- do\soltera, , La *reconcillacion”” comienza, se dice: cuando uno.acepla su 'parte mas débil y limitada. No hay culpa en romper con iés “principles”, a fos que nos sometemos para no sentir- 0: ahi uno recupera su parte mas fuerte y Al final de la sesién Rosario, que es vida y tiene un hijo de unato y meses, relata esta imagen conmovedora: “Estaba con Ricardo (su actual novio) en ei patio cerca de donde Se- hastién (el hijo) jugaba, de repente Sebastian se acerca y be- saa Ricardo y luego me besa a mi, nosotros nos quedamos emocionados”. Se hizo un silencio muy emotivoy alguien di- Jo: “Hablo la vida". Luego Rosario cuenta que la noche an- S. Freud, Tétemy tab (1912); El porvenir de una fusion (1927); Un sacuerdo infantil de Leonardo da Vinci (1910). 4° -Enerucijada psicoanalitica.” 17 Palabra de la jerga del grupo. %® ‘También es una palabra definida en el grupo. Ricardo se habia qued moja (habia roto con wi “Para dejar que la vida habk able te tenemos que encontrarnos en_ ‘pareja, er fl dad in- Sebastian y y ustedes ha- racias por ser mi papa, gracias por dejarel ku- Sar 5, é, en _su otra terapia de 10 veia al terape ue ¢ Bala ve RO. nas ent nosotros: Este grupo “distinto” es lo que estamos llamando “grupo” come contexto cultural; donde se habla desde lo mas peque- fio, desde “el alba",-una imagen o escena que pone a un Se- bastian (Yo subsumido, sin prejuicios) a “decir con y para” ademas de “hablar desde y por”. “Desde” el inconsciente lin- gitistico y “por” el determinismo pulsional. Es esa escena del patio una configuracién'* que funcio- na come simbolo vivo que eapta toda la experiencia que el grupo iba desarrollando en busca de su.identidad cultural {el grupo en si mismo):”° Es Rosario, que coparticipando, in- tuye lo vivido y “besa la alegria al vuelo”, soy-Yo que, como un “Yo” pongo en palabras desde un lenguaje alejandome de aquella escena mitica donde se transparenta la estructura edipica original y la traslado a un Edipo objetal y relacional. Pero de una manera “distinta” (como dice Rodolfo), gcual? No hay un divorcio entre cultura-natura y cultura-cientifi- ca. Las palabras no son “simbolos” meramente formales que, como lugares de;un cédigo, nos habian, son también palabras que atin conservan el saber de lo vivido. Lo repri- mido ha recuperado su carga afectiva aun cuando habla- mos, pero silo hacemos desde ese lugar “distinto”: los gru- Pos como ambito cultural. . Mi intencién en este capitulo ha sido poder correlacionar Jos pilares del psicoanilisis: el inconsciente formial, la repre- 39 9 mi entender Bion Ilama a esta configuracién "constelacion”. 20 ‘Ya hablaremos de los grupos en un capitulo posterior. 55 sidn como separacién del afecte y la forma y el Edipo como estructura meramente de objetos pulsionales y psicosocia- Ss les. Correlacién con un inconsciente cultural, una repre- sion defensiva ante la intolerancia de la falia de ser (iden- tidad} y un Edipo estructurado por funciones integradas co- io leyes de parentesco insertedas en Ja cultura, previas a las pulsiones, El modelo tedrico de crisis vitales parte de estos pilares mu entender extienden el modelo psicoanalitico esta- lecidc. Me tienta ahora hacer, en el proximo capitulo, una suerte de ejercicio teérico en el que pondremos el modelo de ) is vital en relacion con distintos enfoques teéricos para ver semejanzas y diferencias, a fin de hacer mas claro el mo- Geio de crisis vitales y en donde aporta algo paxa el desarro- lio de esos enfoques 0 nociones como el duele, el cuerpo, el sujeto, la familia, el grupo, la dialéctica entre valor y obje- to, la identificaci6n, el narcisismo, los fendmenos transicio- nales, la sublimacién, etcétera. Todas ellas son nociones que utilizamces en nuestras practicas diarias, clinieas y teéricas, Sé gue causa cierta perplejidad el concepto de suspensién det Yo, La pregunta coherente es: 4cémo_el Ye puede sus- Spender el Yo? Obviamente el Yo no suspende el Yo. Quisiera aclarar este concepte haciendo referencia al ca- pitulo If de La identidad:y lo mitico. En ese libro hablaba de desapégo en vez de suspension y decia que en el desapego se aleanzaba el nivel de persona que trasciende el Yo. Jus- tamente la persona se define como libertad?! y su capacidad ender el Yo y asi aleanzar Ja identidad de persona. Esta vez he preferido llamar ala persona sujeto de expe- nencis; vivencia, la identidad grupal o identidad persona, previa a la constitucién del Yo considerada a partir del nar- cisisino (identidad del Yo). ‘Quisiera que quedase aclarado este concepto, porque si 4. §, Ferrater Mora, Diccionario de filosofic, Alianza, Madrid, 1979. 2 La ésetiela lacaniana lo Nama el viviente, on o no sera muy dificil entender el campo de libertad 0 contex- io de creack J. que tenemtos acceso en toda crisis vital" En este Campo téiiémos acceso Inmediato a fa realidad cultu- ral, sin mediacién de la ciencia 0 el lenguaje. Suspendido el Yo, los actos no estan condicionados, no obedecen a un calculo, ni tienen prejuicios, El mecanismo de suspension del Yo necesita una prime- ta parte donde el Yo interviene disponiéndose, y luego en- tramos en el campo mitico. En tiltima instancia se recurre auna técnica mitica (no cientifica} que nos permite copar- ticipar. Creo que alcanzar el plano de lo originario y el de lo re- ai es posible sdlo con el mito, que nos hace coparticipes de ja experiencia vivida. 57

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