Monografia Proceso de Seguridad

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LICENCIADA POR LA SUNEDU

ACREDITADA POR INTERNACIONALMENTE

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


CARRERA PROFESIONAL DE DERCHO Y CIENCIAS POLITICAS

TEMA:
PROCESO DE SEGURIDAD

ASIGNATURA: DERECHO PROCESAL PENAL II

DOCENTE: Título y Nombre de tu Docente

ALUMNO: Apellidos, Nombres del/de los estudiante(s)

CÓDIGO:

SICUANI- CUSCO - PERÚ


September de 2020
INTRODUCCION
Este proceso llamado de seguridad establece el procedimiento a
seguir contra personas inimputables, es decir, aquellas que no
responden penalmente por carecer de capacidad penal, que han
realizado una acción, típica antijuridica, pero no es imputable. Su
naturaleza es preventiva, pues al imponerse una medida de
seguridad se busca ejercer un control se busca ejercer un control
sobre el agente que cometió un delito, a fin que no vuelva a
perpetrar nuevos delitos. El presupuesto de la medida de seguridad
en su peligrosidad y depende del informe pericial
De acuerdo a la ley se prevé dos presupuestos para que el fiscal lo
requiera este proceso especial: a) que el juez declare el estado de
inimputable mediante resolución (auto); y b) al culminar la fase
preparatoria. En primer caso, el juez, de oficio o a pedido de parte,
en cualquier etapa del proceso, incluso de oficio, puede disponer
que el imputado sea examinado por un perito especializado “cuando
existan fundada razón para considerar el estado de inimputabilidad
del procesado al momento de los hechos”, (Art.75°1) y luego de
escuchar a las partes en audiencia dictara resolución decidiendo o
no la incoación del proceso de seguridad, para lo cual comunicara
al fiscal a fin que haga el requerimiento formal. En el segundo caso,
culminando la fase preparatoria, si la fiscal estima que el imputado
tiene el estatus de inimputable al momento de la comisión del delito
y existe acreditación pericial, que por lo tanto solo merece la
imposición de una medida de seguridad, solicitara la apertura de
juicio oral y formulara su requerimiento de imposición de la medida
de seguridad que establece la ley penal. La decisión de aprobar o
rechazar la iniciación proceso de seguridad corresponde al órgano
jurisdiccional, en audiencia
También se establece que, en el caso de pluralidad de imputados,
se deberá des acumular el extremo de los cargos que se imputan y
seguir el trámite que se establece
PROCESO DE SEGURIDAD

.1. inimputabilidad y proceso especial

Existe una diferenciación establecida en el derecho penal materia,


respectó de la calidad de las personas en base a su capacidad de
imputabilidad; así pues, entre las personas capaces de
comprender

el significado antijurídico de su conducta y de actuar conforme a


ello, de aquellas que no.

En el primer caso, nos encontramos con la generalidad de


personas, que por ello revisten calidad de imputables y por ende
son capa ces de soportar el reproche de culpabilidad; en el
segundo caso, en cambio, nos encontramos ante personas
inimputables, a quienes, en base al principio de culpabilidad, no es

posible imponerles una pena, dado que estas no tienen la


capacidad de aceptar este reproche. Ello se encuentra
determinado en el Art. 20º inc. 2 del Código Penal bajo las figuras
de la anomalía psíquica, la grave alteración de la conciencia y la
alteración de los sentidos

Siendo que las personas inimputables no son capaces de


soportar el reproche de culpabilidad, y por tanto, tampoco son
susceptibles de imponérseles una pena, la medida indicada para
este tipo de casos es la medida de seguridad
Se planteaban como la respuesta a un estado socialmente
peli groso del autor, en consecuencia, no se presupone la
comisión de un delito previo, si no el peligro de un delito futuro.
Desde esta perspectiva, resulta admisible solo medidas de
seguridad posdelictuales, sino también las predictuales.

La doctrina contemporánea señala que las medidas


predictuales atentan contra el principio de legalidad de los
delitos y las penas, de la misma manera con la seguridad
jurídica y los principios garantistas del derecho; a l ser medidas
qu e pueden ser gravemente aflictivas para el que las sufre, en
circunstancias que su supuesta peligrosidad no se ha puesto de
manifiesto a través de la realización de una conducta delictiva.

Nuestro sistema de consecuencias jurídicas es de doble vía,


una es la pena para las personas imputables y la otra es la
medida de seguridad para personas inimputables, siempre y
cuando exista peligro de que vuelva a cometer el mismo injusto•

La medida de seguridad se encuentra regulada en nuestro


Código Penal bajo dos modalidades:

Tratamiento ambulatorio (Art. 76, Código penal) la internación.

La primera consiste en el sometimiento obligatorio del


sentenciado a un régimen ambulatorio de atenciones de
carácter médico, psicológico o de otra especialidad, que su
estado personal requiera".

La internación en cambio, es una medida de seguridad privativa


de libertad, y conforme a lo dispuesto en el artículo IX del Título
Pre liminar del C.p., le corresponde una función eminentemente
curativa y asegurativa. Ella afecta la libertad ambulatoria del
sentenciado e implica su ingreso y permanencia en un centro
hospitalario especializado u otro establecimiento adecuado, c o n
fines terapéuticos o de custodia.
Para la aplicación de estas medidas deben concurrir dos
circunstancias, se requiere en principio que el agente haya
realizado un he cho previsto como delito y que del hecho y
de la personalidad del agente pueda deducirse un
pronóstico de comportamiento futuro que revele una elevada
probabilidad de comisión de nuevos delitos•

Podemos apreciar que las dos características que otorgan


a este proceso la condición de "especial" son: la calidad de
la persona que ha de ser juzgada (un inimputable), que
requiere, para el correcto desenvolvimiento del proceso,
singulares características que pueda definir su situación
jurídica; y la consecuencia jurídica que producto de su
estado de inimputabilidad se le va a imponer, siempre que
exista probabilidad de la comisión de un nuevo delito, que
será la medida de seguridad.

Se añade que los principios que rigen la aplicación de


medidas de seguridad como señala CERDA SAN MAR)son:

a) Inocencia, pues resulta previo establecer en juicio l a s


condiciones de procedencia de la medida;

b) Legalidad, e n tanto no se pueden a p l i c a r medidas de


seguridad sino en los casos y de forma señalada por la ley;

e) Provisionalidad, ya que solo deben durar mientras subsistan


las condiciones que las hayan hecho necesarias, y

d) Proporcionalidad, toda vez que están supeditadas a la


gravedad del hecho y la situación del imputado
.2. Regulación en el C de PP 1940

Si bien la legislación penal material reconoce dos vías de


sanciones (penas y medidas de seguridad), el Código de
Procedimientos Penales de 1940 no reconoce un proceso
especial para estos casos,
únicamente establece una regulación para el supuesto en que
se sospeche que el inculpado padezca de alguna enajenación
mental que altere o modifique su responsabilidad, ante lo cual
de comprobarse dicha situación se "ordenará su ingreso al
asilo de insanos y se elevará la instrucción al Tribunal
Correccional, para que resuelva definitivamente".

Conforme a lo establecido en los artículos 189º y 191 º del

C de PP de 1940, dicha disposición resulta insuficiente y


ha causa do grandes incoherencias en su aplicación tanto en
materia procesal como en el ámbito de ejecución, por lo que
la aplicación de la medida de seguridad ha sido materia de
una ejecutoria vinculante (RN. N°104-2005)

Así pues, se ha cuestionado que las medidas de seguridad


de internación se hayan venido aplicando con la mera
verificación de un estado de enfermedad mental, sin
preocuparse por descubrir si en la realidad se ha cometido
el injusto, ni por identificar y argumentar la presencia de un
estado peligroso que requiera tratamiento.

Además, que la imposición de una medida d e seguridad


de internación no establece el límite de su duración o, en otros
casos, se considera como tal al máximo de la pena
conminada para el delito. Esto aunado a la ausencia de una
reparación civil en los fallos que aplicaban internación, con lo
cual se frustraba ilegalmente el derecho indemnizatorio de la
víctima.

Esto puede haberse debido, en parte, a que el Ministerio


Público no solicitaba en sus requisitorias escritas la medida de
internación, ni objetaba las distorsiones legales de su aplicación.

Por último, el C de PP de 1940 no regula la aplicación de


una medida de coerción de carácter personal para el
inimputable.

En el ámbito de la ejecución, la internación no se cumplía en


centros especializados sino en centros penitenciarios, debido a la
falta de plazas de tratamiento para "internos judiciales" y a la
ausencia de control judicial real y efectivo sobre los sentenciados
sometidos a medidas de seguridad de internación

3. Trámite en el CPP 2004

La confusión que se produjo con la regulación que establecía


el C de PP de 1940 respecto al punto que estamos abordando,
es corregida por el NCPP con el proceso de seguridad, que tiene
una estructura similar a la del proceso común pero con ciertas
diferencias en razón de la materia.

En la regulación del CPP, el proceso de seguridad reúne


normas de procedimientos especiales para el juzgamiento de
procesados inimputables susceptibles de ser sancionados con
medidas

de seguridad de internación; no comprende, por tanto, a los


imputables relativos ni a los imputables dependientes del
alcohol o drogas que también p u e d e n ser afectados por
medidas d e seguridad de internación. Para esta clase de
procesados se aplicarán siempre las reglas y ritos
procedimentales del proceso común". Existe un
procedimiento análogo al nacional que es denominado
Procedimiento para la aplicación Exclusiva de Medidas de
Seguridad en el Código Procesal Chileno.

En esta parte del capítulo trataremos dos aspectos


fundamenta les de este proceso especial: la instauración del
proceso de seguridad y las diferencias con el proceso común.

.3.1. La instauración del proceso de seguridad

Para la instauración de este proceso de seguridad, es


preciso, en primer lugar, realizar una evaluación del estado de
inimputabilidad del procesado. Dicha evaluación podrá
realizarse en cualquier etapa de la causa, sea por orden del
Juez, o por disposición del Fiscal.

Así pues, lo primero ocurrirá cuando exista fundada razón


para considerar el estado de inimputabilidad del procesado al
momento de los hechos, en ese caso, el Juez de la Investigación
Preparatoria o el Juez Penal, colegiado o unipersonal, según la
etapa, dispondrá, de oficio o a pedido de parte, la práctica de un
examen por un perito especializado.

Es una facultad que tiene el Juez de la Investigación Preparatoria


para disponer el examen pericial de un procesado cuando
existen dudas sobre su estado inimputabilidad al momento de
comisión del delito imputado".

La intervención de oficio del juez de


.
investigación preparatoria
en este caso no es objetable, pues no se trata de una diligencia
encaminada a fundar la imputación penal, sino a establecer una
causal de exclusión de la responsabilidad criminal, así como los
presupuestos de un procedimiento más garantista para el
imputado

El Fiscal, por su parte, cuando al culminar la Investigación


Preparatoria considere que sólo corresponde imponer al
imputado una medida de seguridad y que son aplicables las
disposiciones del Título IV del Libro I del Código Penal, realizará
las actuaciones de investigación imprescindibles.

Luego de la evaluación realizada; en el primer caso, el Juez,


una vez recibido el informe pericial, previa audiencia, con
intervención de las partes y del perito, si considera q u e existen
indicios suficientes para estimar acreditado el estado de
inimputabilidad del procesado, dictará la resolución
correspondiente instando la incoación del procedimiento de
seguridad. La primera vía de acceso a la aplicación del proceso
de seguridad depende de una iniciativa y decisión jurisdiccional.

Asimismo, si el Fiscal, luego de recibir la resolución del Juez


referida, o luego de realizar las investigaciones pertinentes o si
estima que éstas han cumplido su objeto, requerirá la apertura
de juicio oral, aplicando en lo pertinente, lo dispuesto para la
acusación fiscal con la indicación precisa de la medida de
seguridad que solicita.

Ante el supuesto de acumulación de procesos que compren


da a personas imputables juntamente con un inimputable,

señala el NCPP que se des acumulará el extremo de los cargos


que se le imputan al inimputable, incoándose una causa
independiente para él.

La ley no hace alusión alguna a la competencia sobre cada


pro cesado y procedimiento. Por consiguiente, es de asumir
que será el mismo juez penal el que habrá de realiza ambos
juzgamientos de

manera paralela o secuencial. Ello también resulta justificado, .

pues el objeto de prueba será siempre el mismo hecho punible


que fue materia de la investigación preparatoria y del
requerimiento fiscal

3.2. Reglas de aplicación

Como opina Horvitz, las reglas del procedimiento ordinario


resultan aplicables a este proceso especial, por cuanto la
investigación puede haberse iniciado regularmente sin
conocimiento de la enajenación mental que afecta al imputado,
como porque, aun en conocimiento de su enfermedad, la
gravedad del delito imputado y la medida de seguridad solicitada
hacen necesario un procedimiento con todas las garantías. La
situación del imputado refuerza esta opción.

En ese sentido, son aplicables todas las reglas que rigen el


pro ceso común, como son: la jurisdicción, legalidad, necesidad,
proporcionalidad, post delictual y control judicial.

3.3. Reglas especiales

El CPP 2004 prevé en el artículo 457°, reglas especiales para


el procedimiento que se le sigue a un inimputable, no sin
atender previamente que se ha de aplicar en lo posible todas las
reglas que rigen el proceso común.

a. Acerca de la representación procesal del inimputable. El


ejercicio de sus facultades y derechos serán asumidos' por su
curador Con él se deberán de entender las actuaciones •

judiciales que se programen, siempre que éstas no sean de


carácter personal como los interrogatorios o reconocimientos

La ley no exige que se haya declarado su inimputabilidad; basta


en consecuencia, cualquier an t e ced ent e grave y serio que dé
cuenta de su enfermedad para que se le designe un curador que
tutele y represente sus derechos en el procedimiento".

b. La presencia del procesado. Respecto a esta regla se prevé


que se puede prescindir excepcionalmente de la presencia del
imputado en el acto de juicio oral, atendiendo a tres criterios: la
salud del imputado, el orden necesario en la audiencia, y la
seguridad de los participantes de la misma.
Cabe señalar que es comprensible que se establezca prescindir
de la presencia del imputado en los casos mencionados, pero es
necesario aclarar que, en el segundo y tercer caso,
evidentemente, se le puede prohibir su presencia directa al
imputado en el juicio, o en las sesiones de la audiencia en donde
permanezcan estos motivos, siendo representado por su curador;
sin embargo, el imputado está facultado para no asistir a la
audiencia en el primer caso, esto es, por cuestiones de
preservación de su salud, el propio imputado tiene la facultad de
decidir su asistencia a la audiencia, incluso en perjuicio de su
salud, por lo mismo, no se le puede, de antemano, a solo pedido
de la parte contraria, impedir el ingreso a la audiencia, ya que
constituiría una arbitrariedad.

De esta opinión también es Horvitz, al señalar que "mientras no


exista peligro de atentado contra sí mismo o terceros puede
negarse al acusado su derecho a estar presente en el juicio
dirigido contra su persona. En consecuencia, la única medida de
pro lección admisible sería la realización del juicio a puerta
cerrada,

para •evitar perturbaciones en el desarrollo de la audiencia,


provenientes del público. Por otro lado, cuando no fuere posible la
presencia del imputado en el juicio oral, antes de la realización del
mismo, se podrá disponer el interrogatorio del imputado, con la
intervención y orientación de un perito. Esta actuación sólo será
posible si lo permite la condición del imputado, a juicio del perito

Asimismo, si no es posible que el procesado esté presente


en el juicio, deberán leerse todas sus declaraciones, sobre el
tema a prueba anteriores al juzgamiento.
c. La publicidad. El Juicio en el proceso de seguridad debe
desarrollarse con la exclusión de público. Esta disposición del
CPP 2004 constituye una excepción al principio y garantía de la
publicidad del juicio oral. Sin embargo, tal disposición se
,

encuentra plena mente justificada por la calidad del


procesado y la necesidad de no afectar su dignidad de
persona. así como por motivo de seguridad de terceros. Atiende
a una doble fundamentación, en primer término, de agotamiento
de las medidas de protección, se encuentra la ausencia de
público para no afectar al procesado, y de diferente forma, la
ausencia del imputado en la audiencia, constituye un segundo y
excepcional término o nivel de protección de los terceros, cuando
por las características particulares de su enfermedad, pueda atentar
contra éstos, alterando a su vez el necesario orden de desarrollo
de la audiencia. Así pues, la única medida de protección
admisible sería la realización del juicio a puerta cerrada, para
evitar perturbaciones en el desarrollo de la audiencia,
provenientes del público".

d. El interrogatorio del perito. En este caso, a diferencia del


proceso común, el perito que mediante su informe técnico.
especializa do (dictamen pericial) acredite la enfermedad mental,
el estado mental disminuido, o el grado de influencia que ha
tenido tal es todo de la personalidad e n la comisión d e l . injusto
penal debe brindar una declaración con efectos de valer como
prueba de la inimputabilidad. Es necesario acotar, que esta
característica de la aclaración del perito, es sólo respecto del
perito que cumple la función de acreditar la inimputabilidad y el
nivel de peligrosidad, pero no aquellos peritos que busquen
acreditar, por ejemplo, la comisión del hecho delictivo, las
circunstancias particulares del acaecimiento de los hechos, etc., que
tengan que ver con aquello que sea necesario probar en el juicio,
pero que sea ajeno a la situación especial de la inimputabilidad o la
peligrosidad, que se mide para efectos de la determinación de la
medida de seguridad.

Es decir, debe focalizarse en torno a la peligrosidad potencial del


procesado (probabilidad de que cometa en el futuro nuevos actos
de
carácter delictivo y considerablemente graves); y sobre la duración
probable de su tratamiento (necesidad mínima y máxima del
régimen de internación).

3.4. El Juicio Oral y la Sentencia

Como ya se refirió anteriormente, en el debate que se realice en el


juicio han de tratarse todos los puntos necesarios que impliquen la
imposición de una medida de seguridad, como la vinculación del
hecho lesivo de un bien jurídico con la actividad del procesado, así
pues, no solo es necesario debatir acerca del estado de
inimputabilidad del sujeto, sino también acerca de la comisión del
hecho punible.
Por tanto, si no se comprueba la comisión de un injusto, no se
justificaría la imposición de una medida de seguridad.

Además, resulta también importante demostrar la peligrosidad; en


ese sentido, la discusión ha de basarse en los informes que los
técnicos y expertos en los campos de la ciencia tengan para
informar en el juicio. Por ello, la incapacidad que deriva en la
inimputabilidad y el peligro de comisión de nuevos injustos, ha de
estar plenamente identificado, y determinado mediante las pruebas
idóneas, de manera que se acredite la necesidad de un tratamiento
institucionalizado,
que atienda a los criterios de merecimiento y necesidad de la
medida.

Finalmente, es necesario referir que la medida de internación, si


bien constituye una medida de seguridad y su imposición obedece a
fundamentos distintos a los de la pena; debe entenderse que así
como la pena en tanto sanción imponible a una persona imputable,
tiene un carácter temporal, es decir, que está manifestada y
ajustada a una magnitud de tiempo para su ejecución; también la
medida de seguridad de internamiento debe ser manifiesta en su
aspecto temporal. En otras palabras, debe haber un número
expreso de días o años, para su ejecución.

Cabe recordar que la necesidad de la medida de seguridad de


internación conlleva, entre otros aspectos, a que el Juez Penal haga
un pronunciamiento específico sobre la naturaleza grave del delito
que el procesado inimputable podría cometer de no ser sometido al
tratamiento en régimen de internación.

Asimismo, la sentencia debe contemplar el monto de la reparación


civil proporcional al daño producido, por lo que cualquier sentencia
que no la imponga, habiendo una pretensión fundada de la
misma, deriva en nulidad.
Ya que la reparación civil no forma parte de la pena, sino que es
una consecuencia diferente del delito que depende no de la
necesidad estatal de cumplir con las finalidades de resocializar o
rehabilitar al procesado, sino del daño que se ha producido de
manera ilegítima a la víctima, con la finalidad de repararla
económicamente de manera proporcional al daño, atendiendo a su
pretensión.

De esta misma manera, en la sentencia que impone una medida de


seguridad, ha de pronunciarse también el juez acerca del monto de
la reparación civil solicitada por la parte afectada.

3.5. Transformación al proceso común

Señala el Art. 458° del NCPP que si después de la instalación del


bjuicio oral, como consecuencia del debate, el Juez advierte que no
es de aplicación el artículo 456° y que es posible aplicar una pena al
imputado, el Juez dictará la resolución de transformación del
proceso y advertirá al imputado de la modificación de su situación
jurídica, dándole la oportunidad de defenderse, sin perjuicio de dar
intervención a las partes.

Esto es, siendo el proceso de seguridad, un proceso especial que


se instaura por la legalidad y no por el consenso, al no verificarse su
razón de ser, lo correcto será transformarlo al proceso común, pero
esta decisión no se toma a espaldas de las partes, sino que, en
ejercicio de su derecho de defensa, se suspenderá el acto oral y se
reiniciará antes del plazo de 8 días.
En un pronunciamiento de la Corte Suprema se señaló que en un
proceso de seguridad se discute no solo los hechos, aspecto en el
que es idéntico al proceso común, si no la presencia del binomio
peligrosidad/medida de seguridad; pero esta diferencia no lo hace
incompatible con el proceso común (compartiendo las mismas
garantías de todo enjuiciamiento), pues en este último proceso tras
el juicio oral el Juzgado puede incluso imponer una medida de
seguridad si se dan los presupuestos para ella y medio una
discusión y debate sobre el particular, es decir, si se cumplió el
principio de contradicción

• Se mencionó que la prohibición de acumulación de un proceso de


seguridad con el común es obvia, pero solo dice la imposibilidad de
conexidad debido a los diferentes objetos de ambos procesos. La
acumulación por conexidad importa en este último caso, y en
sentido estricto diversidad de delitos culpándose a una sola persona
o a varias, y procede si se cumplen sus presupuestos y
condiciones: tiene como fundamento el tratamiento unitario de esas
causas o imputaciones para garantizar la economía y la celeridad
procesal, así como para evitar fallos contradictorios y posibilitar un
conocimiento más integral de los cargos con arreglo al principio de
inmediación y, en su caso, se pueda aplicar las reglas del concurso
de delitos.

De acuerdo con el NCPP, regirán análogamente, las reglas sobre


acusación ampliatoria si el Fiscal considera que se presenta lo
establecido en el numeral anterior, así como las reglas sobre
correlación entre acusación y sentencia.
Asimismo, si se hubiere deliberado en ausencia del imputado en
virtud del artículo anterior, se deberán repetir aquellas partes del
juicio en las que el inculpado no estaba presente. El fiscal en estos
casos, deberá observar las reglas específicas que definen los
incisos 2 y 3 del artículo 37 4, en especial, en lo que corresponde a
la adecuación de circunstancias y penas, así como en lo atinente a
la suspensión del juicio para que los otros sujetos procesales
puedan adaptarse al nuevo requerimiento fiscal y al nuevo esquema
del debate. La suspensión no podrá exceder de cinco días y
permitirá a la defensa ofrecer las pruebas que sean pertinentes a su
posición procesal

CONCLUSIONES

El legislador ha previsto reglas propias para este proceso especial,


pero, en esencia, se aplicarán las disposiciones comunes de
procedimiento. Así es regla especial la designación del curador o de
determinada persona, por el juez, previo informe pericial (art. 20°.2
CP y 75°CPP); si no es posible no se interroga al imputado; el juez
podrá rechazar el pedido de medida si considera que el imputado
merece la pena; el proceso de seguridad no podrá acumularse con
un proceso común; la audiencia se realizara en privado; incluso, sin
la presencia del imputado por razones de salud, orden o seguridad,
pudiendo leerse sus declaraciones anteriores; el perito debe ser
necesariamente examinado para que informe sobre el estado de
salud del imputado, pudiendo disponerse nueva pericia; finalmente
se establece que la sentencia culminara con la aplicación de una
medida de seguridad o con sentencia absolutoria

Como se podrá observar, se trata de un requerimiento de


imposición de una medida de seguridad, debiendo seguir los
criterios propios de una acusación fiscal de tal manera que se
realizara el juicio oral solo para determinación la imposición de la
medida de seguridad pedida por el fiscal; aunque también se prevé
“como se ah dicho” el regreso al proceso ordinario por no
acreditarse el estado de inimputable. La solicitud para seguir este
proceso correspondiente al fiscal, aunque no habría impedimento
para que el defensor del imputado le realice el pedido al fiscal o
directamente al juez

La nueva ley procesal también prevé la posibilidad que, como


consecuencia del debate oral, no resulte de aplicación una medida
de seguridad y si sea posible la aplicación de una pena. Son este
convencimiento, el juez, de oficio o a pedido del fiscal, dictara una
resolución de transformación o reconvención del proceso; deberá
advertir al imputado de la variedad de situación jurídica, lo oirá
“respetándose asi sus derechos de defensa “, también a las partes y
suspenderá la audiencia, reiniciándola antes de los 8 días

Esta decisión judicial supone que el mismo juicio se varia el proceso


de seguridad a un proceso común. De allí que si el fiscal esta
convencido en la imposición de una pena, se le faculta formular
acusación ampliatoria. La posición fiscal debe ser clara y
convincente, pues recuérdense que es la autoridad que en un
principio solicito el proceso de seguridad y solo después del debate
en el juicio oral tiene la posibilidad de cambiar de posición. Si
considera que no existe merecimiento de pena, deberá expresarlo
bajo la forma procesal que corresponda. No debe olvidarse que es
el titular del ejercicio público de la acción penal.

JURISPRUDENCIA

https://lpderecho.pe/medidas-seguridad-criterio-imponer-internamiento-tratamiento-
ambulatorio-casacion-1048-2018-arequipa/

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA PENAL PERMANENTE
CASACIÓN N.° 1048-2018, AREQUIPA

BIBLIOGRAFIA

[ CITATION ram15 \l 10250 ]


[ CITATION jos15 \l 10250 ]
[ CITATION vel16 \l 10250 ]
[ CITATION doc16 \l 10250 ]

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