Dormir A Los Niños

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Dormir a los niñosCómo enseñar a los pequeños a descansar bien

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El insomnio infantil tiene su origen, en el 98% de los


casos, en un hábito mal adquirido

El 70% de los niños aprende a dormir con pocas rutinas, como ponerle
en la cuna, decirle buenas noches... Pero hay un 30% que no lo logra. Son niños normales,
pero su reloj biológico madura con más lentitud. Además, en el 98% de los casos de insomnio
infantil, éste se da por un hábito mal adquirido. Para poner fin a numerosas noches en vela,
la mejor receta son buenos hábitos de sueño. Con algunas pautas sencillas se puede lograr
que nuestros hijos duerman de un tirón desde el primer día.

Cómo crear el hábito del sueño cuando aún son bebés


 Los pocos momentos en que no esté durmiendo, no deje al bebé en la cuna. Cójale,
juegue con él, mímelo para que asocie que cuna es igual a hora de dormir.
 Cuando sea de noche, ponga su habitación a oscuras y procure que esté lo más
aislada posible del ruido. En cambio, para dormir la siesta deje algo de claridad y
permita que lleguen hasta él los sonidos de la casa.
 Acuéstele en el cochecito o en un cuco para las siestas, y dele las tomas diurnas en el
salón. Asociará el cuco -o el cochecito- y el salón con el día, y la cuna y el dormitorio
con la noche.

Ritual nocturno
 Cíñase a un horario para dormir al bebé. Lo más recomendable es que lo acueste
entre las 20:00 y las 20:30 horas en invierno, y entre las 20:30 y las 21:00 horas en
verano. Está demostrado que ésa es la hora en que el sueño aparece con mayor
facilidad. El retraso de media hora en verano se debe al cambio horario.
 Cree una rutina previa al momento de acostarse por la noche. No olvide que para un
bebé repetición es igual a seguridad.
 No le duerma en sus brazos. Acuéstelo aun despierto y salga del cuarto antes de que
se duerma. Si llora, acuda a su lado para calmarle, sin sacarle de la cuna. Márchese
de nuevo y repita las visitas tantas veces como sea preciso, hasta que se duerma.
 Es bueno que tenga junto a él su animalito de peluche, su juguete preferido o su
almohada. Se sentirá mas acompañado y descubrirá que permanecen con él cuando
se despierte por la noche.

Buenos hábitos para un sueño reparador


 A partir del tercer mes no se levante a cogerlo ante
el primer gemido. Dele la oportunidad de que se vuelva a dormir solito.
 A partir de los 6-7 meses su bebé debería ser capaz de acostarse sin llorar y con
alegría, conciliar el sueño por sí mismo, dormir entre once y doce horas de un tirón y
hacerlo en su cuna y sin luz.
 Cuando su hijo ya ha dejado de ser un bebé, haga que utilice la cama sólo para
dormir, no deje que juegue o vea la tele en ella.
 Cuanto más ordenados sean los hábitos de sueño familiares, más fácil le resultará
que el niño adopte esas mismas costumbres.
 A la hora de ir a dormir, muéstrese dulce pero inflexible. No ceda ante posibles
"chantajes".

Horas de sueño: las necesarias, ni más ni menos


 No todos los niños necesitan las mismas horas de sueño. Valore si su hijo duerme
suficiente o no a partir de algunos indicadores como son: cansancio, dolores de
cabeza, irritabilidad o agresividad, ganas de dormir en horas no establecidas, etc.
 Cuando es un bebé, no le despierte, aunque lleve durmiendo mucho tiempo (ni
siquiera para comer, salvo que su peso no sea el adecuado para su edad). Por dos
motivos: porque durante el sueño segrega la hormona del crecimiento,
imprescindible para que éste no se detenga, y porque mientras duerme ahorra
energías, que quedan a disposición de un mejor desarrollo.

Hábitos incorrectos para dormirlos


Bebés. Mecerlos en brazos o en la cuna, darles la mano, pasearlos en el cochecito, dejarles
hasta que caigan rendidos, ponerlos en la cama de los padres, darles un biberón o
amamantarlos, ponerles música... Si se despiertan durante la noche, que lo harán, los bebés
esperan que la situación sea la misma que cuando se quedaron dormidos. Es decir, si asocian
el dormir con estar en brazos de sus padres, esperan seguir estándolo; si se durmieron
mamando, buscarán el pecho; si lo hicieron escuchando música, esperarán oírla...

Mayorcitos. Que lo hagan frente al televisor, que duerman siempre en la habitación de los


padres, meterse con ellos a su cama, contarles cuentos durante horas, mantenerles
despiertos hasta que se caigan de sueño...
X

A la cama! Consejos para instaurar rutinas de sueño


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Con un año la mayor parte de los niños comienza a adquirir hábitos correctos del
sueño. A esta edad necesitarán dormir  de 12 a 14 horas en un periodo de 24 y a la edad
de 18 meses muchos de ellos solo harán una siesta a mediodía que durará entre 2 y 3
horas. Sin embargo a esta edad hay un factor que conspira para que los más pequeños
remoloneen a la hora de acostarse: ya saben que hay tantas cosas que descubrir, que
estar despierto es más divertido que dormir. Es el momento de instaurar rutinas

Las rutinas facilitan el sueño en los niños, pues les proporcionan seguridad y confianza al
saber qué esperar cuando llega el final del día, y a la vez les brindarán la posibilidad de ir
desarrollando su sentimiento de responsabilidad a medida que los vayan incorporando. Estos
hábitos, por lo tanto, deben comenzar a establecerse desde temprana edad.

Para crear un hábito de sueño que funcione para tu pequeño y que le sirva para los años
venideros, sólo tienes que poner en práctica una secuencia predecible de costumbres que
debes seguir en el mismo orden cada noche. Estas rutinas, evidentemente, tendrán que ir
cambiando y adaptándose al desarrollo del niño a medida que vaya creciendo y sus
necesidades sean otras. 
A esta edad la rutina de irse a la cama debe incluir ponerse el pijama, lavarse los dientes y
leer o escuchar un cuento. O bien darse un baño, cantar una canción, etc. Lo que elijas
depende de ti, del tiempo que quieras emplear para estar con tu hijo en ese momento, pero
debe ser igual todos los días. 

El hábito del sueño funcionará mejor si reservas una hora de juego sosegado antes de la hora
de irse a la cama. Esto le permitirá bajar su nivel de actividad, relajar su sistema nervioso y
prepararse para dormir. Lo que quiere decir que deberías evitar que previamente haya mucho
jaleo en la casa, que haga actividades en las que necesite correr, saltar o simplemente que
vea en la tele películas demasiado animadas, pues la excitación del sistema nervioso
dificultará el sueño.

Por el contrario puedes probar estas rutinas:

Establece una hora concreta y procura seguirla a rajatabla. El reloj interno de tu hijo se ajusta
más rápidamente a la rutina si ésta sigue un patrón natural y constante. A los niños les gusta,
en cierto modo, tener una hora definida para irse a la cama y para despertarse, aunque esto
no significa que no se pueda ser flexible cuado la ocasión lo requiera. 

Las siestas no deben hacerse muy cerca de la hora de acostarse, ya que pueden retrasar el
sueño de la noche. 

Avísale justo antes de la hora fijada, anunciando al pequeño que va a hacerse de noche
pronto. A esta edad decirle que faltan 5 minutos para irse a la cama no le servirá de nada,
pues aún es incapaz de asimilar el concepto del tiempo. También puedes poner una alarma a
una hora concreta de modo que cuando suene tu hijo sepa que es el momento de abandonar
el juego e irse a dormir. ¡Con una máquina no se puede discutir!

En el caso de que no te obedezca, trata de evitar la confrontación directa porque esto solo le
sobreestimulará y le agotará, haciendo más difícil que se duerma. En lugar de discutir ofrécele
alternativas: ¿Quieres el pijama verde o el de ositos? ¿Leemos el cuento de la granja o el de
la gaviota? 

Dale un baño caliente antes de acostarse. El agua tibia le ayudará a conciliar el sueño.
Aprovecha para que juegue en el baño con algún juguete o libro a prueba de agua.

Ponle ropa cómoda para dormir, ni muy ligera ni muy calurosa. Es conveniente que no pase
mucho calor, por lo que la temperatura ideal de la habitación debería estar entre los dieciséis y
los veinte grados. Comprueba que no está sudando o tiene calor tocándole la frente. Si es así
debes arreglar su ropa de cama.

Apaga la luz. Cuando anochece el cerebro produce una sustancia química llamada
melatonina, que induce al sueño. Para mantener el ciclo luz-oscuridad, comprueba que la
habitación del niño esté a oscuras. Si fuera necesario deja encendida una luz indirecta, una
lamparita infantil de seguridad o la del pasillo. Por la mañana el cuarto debe estar iluminado
para reducir la melatonina y ayudarle a despertarse. 

Cuéntale un cuento. Este clásico recurso lleva funcionando siglos. ¡Por algo será! 

Ponle música relajante mientras le cuentas su historia preferida hasta que caiga redondo. 

Asegúrate de que su inseparable muñeco duerme junto a él. Un peluche o su mantita


preferida le reconfortará y le ayudará a conciliar el sueño si se despierta y no estás.

Evita que se acueste justo después de beber un biberón. Si lo hace tendrás que lavarle bien
los dientes antes de meterle en la cama, ya que la leche o los zumos pueden provocarle
caries.

Dile ‘buenas noches’ cuando sea el momento de abandonar su habitación y procura no volver
aunque te llame. Sí, puede parecer duro, pero si se acostumbra a que aparezcas a su
llamada, no dejará de hacerlo. Si el niño está inquieto y muy cansado, los problemas de sueño
pueden agravarse si se le mece, se le coge en brazos o se intenta calmar. Cuando un bebé
llora nuestro instinto es tratar de consolarlo, para no sentirnos malos padres, sin embargo
cuando un niño llora por agotamiento la mejor respuesta es ponerle en la cuna o la cama y
dejarle dormir. 

NSEÑAR A DORMIR A LOS NIÑOS


Consejos prácticos para los padres

Original para sontushijos

          El sueño es una parte esencial de la salud de los hijos. La cantidad de sueño
necesaria cambia a medida que el niño  crece.

          Las alteraciones o los problemas del sueño son muy frecuentes durante la


infancia y la niñez, incluidas las dificultades para que los hijos se vayan a dormir,
las pesadillas y los temores nocturnos.

          Un niño que no descansa lo suficiente, rinde en una proporción


considerablemente menor a sus posibilidades, tiene irritabilidad y problemas de
conducta.

          No hay que olvidar que dormir bien sirve para crecer, asentar la memoria (el
sueño permite descansar al cerebro y registrar las informaciones recibidas durante
la jornada) y que  protege al cuerpo de posibles infecciones.
          Generalmente, la hora más apropiada en estas edades (1-6 años) es acostarse
en torno a las 20:30/21:00 horas..

 ¿Cuáles  son unos hábitos de sueño saludables?

          La cantidad normal de sueño varía según la edad del niño:


                     * De 1 a 2 años, el niño duerme unas 10 – 12 horas por la noche y unas
3 horas por el día.
                    * De 3 a 6 años, el niño duerme unas 10 horas de noche y suele
suprimir el sueño diurno o la siesta.

Unos consejos para adquirir buenos hábitos de sueño:


                    * Los niños deben tener un horario establecido para las siestas y para ir
a dormir por las noches.
                    * Se recomienda empezar con un tiempo de relajación: escuchar
música suave o leer un libro, 20 ó 30 minutos antes de acostar al niño. (Hay que
tener  en cuenta que la televisión no debe formar parte de este período de
relajación). 
                    * Después del tiempo de relajación, es bueno seguir una rutina para
acostar al niño, es decir, cambiarle los pañales, ir al baño, cepillarse los dientes,
ponerse el pijama, rezar,  etc.
                    * Es aconsejable establecer un límite para el tiempo de relajación y la
rutina, de modo que no se extiendan demasiado y que su hijo sepa qué esperar antes
de acostarse.
                    *Diga buenas noches, apague la luz y salga de la habitación. 
                    *Los objetos que brindan seguridad como por ejemplo, una manta
especial o un muñeco de peluche, pueden ser parte de la rutina para ir a dormir.
                    *Es importante acostar a los niños cuando todavía están despiertos para
que aprendan a dormirse solos. Hacer que el niño haga asociaciones positivas hacia
el sueño.
                    * La presencia de los padres no tiene que ser necesaria para que el niño
se duerma. Un niño que se duerme solo, podrá dormirse solo con más facilidad si se
despierta por la noche.

Cómo reconducir los malos hábitos de sueño adquiridos.

          Los niños pueden fácilmente adquirir hábitos a la hora de acostarse que no


siempre son saludables. Éstas son algunas sugerencias que podrían resultar útiles
cuando un niño se niega a ir a la cama o tiene problemas para permanecer en ella: 
                    * Si el niño  llora, hay que hablarle con calma y tranquilizarlo: "estás
bien, es hora de ir a dormir".  Luego salimos de la habitación.
                    * No hay que darle un biberón ni cogerlo en brazos. 
                    * Si el niño continúa llorando, hay que alargar el tiempo entre las
visitas a la habitación y no hacer nada excepto hablar con calma y dejar la
habitación. 
                    * Si mantenemos esta rutina, el niño se calmará y se dormirá. Hay que
tener en cuenta que es posible que puedan transcurrir varias noches hasta que se
acostumbre al nuevo plan.
                    * A veces los niños rompen su rutina de sueño nocturno debido a una
enfermedad o un viaje, pero la retoman con rapidez una vez que las cosas vuelven a
la normalidad. 
                    * No hay que contribuir a que el niño no pueda dormirse cuando se
despierta en mitad de la noche. La presencia en la habitación del niño cada vez que
este se despierta, intensifica la necesidad de la presencia del adulto a la hora de
volver a dormir. Claro que hay ocasiones en la que la presencia de los padres es
necesaria y no debe negarse (cuando esta enfermo, algún malestar,...). Es
importante que el niño reciba un mensaje claro y consciente de que la expectativa es
que el niño se duerma solo.

Hábitos a la hora de acostarse


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SU NUEVO BEBÉ (MENOS DE 2 MESES) Y EL SUEÑO

Al principio, su nuevo bebé está en un ciclo de 24 horas de alimentación y un ciclo de sueño y


vigilia. Los recién nacidos pueden dormir entre 10 y 18 horas por día, y permanecen despiertos
sólo de 1 a 3 horas a la vez.

Las señales de que a su bebé le está dando sueño abarcan:

 Llorar
 Frotarse los ojos
 Ponerse melindroso

Trate de llevar a su bebé a la cama cuento esté soñoliento, pero no dormido todavía.

Para estimular a su recién nacido a dormir más por la noche en lugar de hacerlo durante el día:

 Expóngalo a la luz y al ruido durante el día.


 A medida que la noche o la hora de acostarse se acerca, oscurezca las luces, mantenga el
ambiente sosegado y reduzca la cantidad de actividad alrededor de su bebé.
 Cuando su bebé se despierte por la noche para alimentarse, mantenga el cuarto oscuro y
tranquilo durante estas alimentaciones.

Dormir con un bebé menor de 12 meses puede aumentar el riesgo del síndrome de muerte súbita
del lactante(SMSL).

SU BEBÉ (3 - 12 MESES) Y EL SUEÑO

Hacia la edad de 4 meses, su hijo podría dormir hasta por 6 a 8 horas a la vez. Entre las edades de
6 y 9 meses, la mayoría de los niños dormirá durante 10 a 12 horas. Durante el primer año de vida,
es común que los bebés tomen de una a cuatro siestas al día, durando cada una de 30 minutos a 2
horas.

Al llevar a un bebé a la cama, procure que la rutina al acostarse sea constante y placentera.

 Déle el último alimento de la noche poco antes de llevarlo a la cama. Nunca lleve a su
bebé a la cama con un biberón, ya que esto puede causar caries dental. (Vea: caries
dental en el bebé por el biberón.)
 Pase un tiempo calmado con su hijo meciéndolo, caminando o simplemente abrazándolo.
 Ponga al niño en la cama antes de que esté profundamente dormido. Esto le enseñará a
dormirse solo.

Su bebé puede llorar cuando usted lo pone en la cama debido a que teme estar alejado de usted.
Esto se denomina ansiedad por la separación. Simplemente entre, hable con una voz tranquila y
frote la espalda o la cabeza del bebé. No saque al bebé de la cama. Una vez que se haya calmado,
salga del cuarto. Su hijo pronto aprenderá que usted simplemente está en otro cuarto.

Si su bebé se despierta por la noche para alimentarse, no encienda las luces.

 Mantenga el cuarto oscuro y tranquilo. Use luces nocturnas, de ser necesario.


 Mantenga la alimentación lo más breve y discreta posible. No entretenga al bebé.
 Cuando el bebé se haya alimentado, haya eructado y se haya calmado, devuélvalo a la
cama. Si usted mantiene esta rutina, su bebé se acostumbrará a ella y se irá a dormir por
su cuenta.

Hacia la edad de 9 meses, si no antes, la mayoría de los bebés pueden dormir durante al menos 8
a 10 horas sin necesitar una alimentación de noche. Los bebés aún se despertarán durante la
noche; sin embargo, con el tiempo, su bebé aprenderá a calmarse y volver a dormirse solo.

Dormir con un bebé menor de 12 meses de edad puede aumentar el riesgo de síndrome de muerte
súbita del lactante (SMSL).

SU NIÑO PEQUEÑO (1 A 3 AÑOS) Y EL SUEÑO:


Un niño pequeño dormirá con mayor frecuencia durante 12 a 14 horas al día. Alrededor de los 18
meses, los niños sólo necesitan una siesta cada día, pero ésta no debe ser cerca a la hora de
acostarse.

Procure que la rutina a la hora de acostarse sea constante y placentera.

 Mantenga las actividades como bañarse, cepillarse los dientes, leer cuentos, rezar, etc. en
el mismo orden cada noche.
 Escoja actividades que sean tranquilizadoras como tomar un baño, leer u dar un masaje
suave.
 Mantenga la rutina hasta una cantidad de tiempo establecida cada noche. Déle al niño un
aviso cuando ya casi sea el momento de apagar las luces y dormirse.
 Un muñeco de peluche o una cobija especial pueden darle al niño alguna seguridad
después de que se apagan las luces.
 Antes de apagar la luz, pregúntele si necesita algo más. Satisfacer una petición simple está
bien. Una vez que se haya cerrado la puerta, es mejor ignorar peticiones posteriores.

Algunos otros consejos son:

 Establezca una regla de que el niño no puede salir de su alcoba.


 Si el niño comienza a gritar, cierre la puerta del cuarto y dígale "lo siento, pero tengo que
cerrar la puerta. La abriré cuando estés calmado."
 Si el niño sale de su cuarto, evite discusiones. Usando un buen contacto visual, dígale que
le abrirá la puerta de nuevo cuando esté en la cama. Si el niño dice que ya está acostado,
abra la puerta.
 Si el niño trata de subirse a su cama durante la noche, regréselo a la cama tan pronto
como se note su presencia, a menos que tenga miedo. Evite dar sermones o tener con él
conversaciones tiernas. Si el niño simplemente no puede conciliar el sueño, aconséjele que
lea o mire libros en su cuarto y que no interrumpa el sueño de los demás miembros de la
familia.

Elogie al niño por aprender a calmarse y quedarse dormido solo.

Recuerde que los hábitos a la hora de dormir se pueden interrumpir por cambios o estrés como
mudarse a una nueva casa o la llegada de un nuevo hermano o hermana. Puede llevar tiempo
restablecer las prácticas previas a la hora de acostarse.
X
mo crear en el niño, buenos
hábitos para dormir

Es necesario establecer hábitos de descanso en nuestros hijos desde que son muy pequeños,
con ello podemos lograr que duerman las horas necesarias aprovechándose para su salud y
desarrollo.

- Es necesario establecer una rutina positiva antes de ir a dormir como tomar un baño, cenar
y finalmente pasar unos momentos con el niño para platicar, jugar, oir música tranquila o
leerle. Lo importante es que media hora antes de irse a acostar el niño se sienta tranquilo.

- No utilizando la cama del niño para comer, ver televisión o jugar videojuegos, es solamente
para descansar.

- Fijándo una hora específica para dormir; se le debe avisar media hora antes y 10 minutos
antes de la hora acordada.

- Asi como debe haber una hora fija para dormir, también lo será para levantarse, tomar
siestas, horas de juego y de comer. Seamos constantes y perseverantes en ello.

- En cuanto a las siestas hay niños que las necesitan y otros no, para estos últimos auque no
duerman durante el día es importante que tomen unos momentos para que se tranquilicen y
se relajen, mucho mejor si lo hace al lado de la madre.

- Si vemos que nuestros hijos necesitan de una siesta durante el día, es necesario fijar una
rutina tal y como se hace a la hora de dormir. Los niños son muy tercos y no quieren dejar de
jugar, pero es importante mantener la rutina firme y constante. 
Se le debe explicar al niño que este es un tiempo para estar tranquilo y que debe acostarse,
pero si no lo desea está bien que juegue en la habitación, más no en la cama.

- El tiempo que debe durar una siesta es a consideración de cada madre y la actividad del
niño. Generalmente con una hora es suficiente pero habrá otros que necesitará una siesta más
larga.

- Tú puedes ayudarle a tu hijo a que se duerma y levante a la hora prevista alterando un poco
su ambiente, por ejemplo una hora antes de irse a dormir baja la intensidad de las luces del
hogar. La oscuridad le indicará "parar".
De igual manera exponer a tu hijo a la luz de la mañana es como pulsar el botón de "Es el
momento de levantarse y ser activo".

- No es recomendable acostar al niño cuando ya este dormido, se le tenga que arrullar o que
permanezca junto a su madre o padres hasta que se duerma, porque luego esas situaciones
tendrán que ser condicionantes para lograr que se duerma.

- El niño debe aprender a dormirse solo, debe saber que una vez que se coloca en su cuna o
cama es momento de dormir sin llorar, reclamos o berrinches. Un niño que se duerme por sí
mismo podrá volver a dormirse con mas facilidad si se despierta durante la noche, lo que es
normal.

- No es recomendable que los pequeños duerman en camas de agua, sofá, almohada, colchón
blando u otras superficies blandas, ni tampoco que duerman con uno o ambos padres debido
a la posibilidad de asfixia o estrangulación.

- Es conveniente que en su cuna tenga móviles, peluches y otros objetos que no lo pongan en
riesgo; éstos deben servir como vínculo para dormirse nuevamente si se esta despertando
continuamente.

- Cuando los niños están muy pequeños es común que se queden dormidos después de
comer, así que se le debe acostar con normalidad.

- En caso de que el niño se esté despertando continuamente durante la noche y necesite del
chupón o la mamila para quedarse dormido, debemos consultar al pediatra para pedir su
consejo y cambiar esa situación.

- Otra de las razones por las que el niño se despierta frecuentemente en la noche es a causa
de los cólicos; si el niño tiene tres o cuatro meses y sigue teniendo dificultades para dormir,
requiriendo la presencia de los padres, debe consultarse con su pediatra.

- La condiciones de la habitación son también importantes para facilitarle al niño su


descanso, como por ejemplo la temperatura adecuada de 17-20ºC, sin ruidos y poca
iluminación.
- A partir de los 3-4 meses es conveniente que el niño duerma en su habitación si es posible.
De no serlo, es recomendable establecer mediante algún separador el espacio del niño de la
habitación de los padres.

Hábitos de Sueño Saludables

     

Los Hábitos de Sueño Saludables


¿Qué es el sueño normal?
La cantidad normal de sueño varía según la edad de su hijo.

Promedio de sueño Promedio de sueño


Edad
nocturno diurno

Desde recién nacidos hasta De 8 a 9 horas 8 horas


los 3 meses (se despiertan durante la noche para
alimentarse)

De los 6 a los 12 meses De 10 a 12 horas 5 horas


(normalmente duermen toda la
noche)

A los 2 años De 10 a 12 horas 4 horas


(menos siestas después de los 12
meses de vida)

A los 3 años 10 horas 1 hora

De los 4 a los 6 años 10 horas Normalmente no duermen siesta

Consejos útiles para los hábitos de sueño saludables:


A continuación se enumeran algunos consejos útiles para desarrollar hábitos de sueño adecuados para
su hijo:

 Los recién nacidos no tienen un patrón establecido de noche y día durante las
primeras semanas de vida. A esta edad, es aconsejable no permitir que el bebé duerma más
de cinco horas seguidas durante las primeras cinco o seis semanas ya que su pequeño
cuerpo necesita alimentarse frecuentemente.
 Los bebés de más edad y los niños deben tener un horario establecido para las
siestas y para ir a dormir por las noches.
 Empiece con un tiempo de relajación como por ejemplo, escuchar música suave o
leer un libro, 20 ó 30 minutos antes de acostar al niño. Tenga en cuenta que la televisión no
debe formar parte de este período de relajación.
 Luego del tiempo de relajación, siga una rutina para acostar al niño, es decir,
cambiarle los pañales, ir al baño, cepillarse los dientes, etc.
 Establezca un límite para el tiempo de relajación y la rutina, de modo que no se
extiendan demasiado y que su hijo sepa qué esperar antes de acostarse.
 Diga buenas noches, apague la luz y salga de la habitación.
 Los objetos que brindan seguridad como por ejemplo, una manta especial o un
animal de peluche, pueden ser parte de la rutina para ir a dormir.
 Es importante acostar a los niños cuando todavía están despiertos para que
aprendan a dormirse solos.
 Recuerde nunca acostar a un bebé con el biberón debido a que esto podría
provocarle problemas de caries e infecciones del oído.
Consejos útiles para los niños con malos hábitos de sueño:
Los niños pueden fácilmente adquirir hábitos a la hora de acostarse que no siempre son saludables. A
continuación se enumeran algunas sugerencias que podría resultar útiles cuando un niño se niega a ir
a la cama o tiene problemas para permanecer en ella:

 Si su hijo llora, háblele con calma y tranquilícelo, "Estás bien. Es hora de ir a


dormir". Luego salga de la habitación.
 No le dé un biberón ni lo tome en brazos.
 Si su hijo continúa llorando, prolongue el tiempo entre las visitas a la habitación y
no haga nada excepto hablar con calma y dejar la habitación.
 Si usted mantiene esta rutina, su hijo se calmará y se dormirá. Tenga en cuenta que
es posible que pueden transcurrir varias noches hasta que su hijo se acostumbre al nuevo
plan.
 Si su hijo suele beber una gran cantidad de leche justo antes de irse a dormir,
comience a disminuir la cantidad en el biberón en 15 a 30 ml (1/2 a 1 onza) cada noche
hasta que esté vacío y luego retírelo completamente.
 A veces los niños rompen su rutina de sueño nocturno debido a una enfermedad o
un viaje, pero la retoman con rapidez una vez que las cosas vuelven a la normalidad.
En ocasiones, los niños de más edad atraviesan una etapa o un período de retroceso a los malos
hábitos de sueño o desarrollan nuevos problemas para dormir. A continuación se enumeran algunas
sugerencias que podrían resultar útiles para los padres con niños con problemas para ir a dormir:

 Si su hijo se levanta, llévelo nuevamente a la cama y adviértale que cerrará la


puerta (no con cerrojo) durante 1 ó 2 minutos si se vuelve a levantar.
 Si su hijo se queda en la cama, la puerta permanece abierta. Caso contrario, la
puerta se cierra durante 2 minutos. Su hijo puede entender que tiene el control de
mantener la puerta abierta al quedarse en la cama.
 Si su hijo vuelve a levantarse, cierre la puerta entre 3 y 5 minutos (no más de 5
minutos).
 Sea consistente. Lleve a su hijo nuevamente a la cama cada vez que se levante.
 Cuando su hijo se queda en la cama, abra la puerta y elógielo (por ejemplo, "Te
quedas en la cama. Bien por ti. Buenas noches").
 También puede recompensarlo otorgándole una estrella en un calendario cada vez
que se quede en la cama toda la noche y dándole un premio especial cuando logre reunir
una cantidad determinada de estrellas.

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