El Lado Oscuro de Los Cuentos de Los Hermanos Grimm PDF
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Resumen
En 2012 alcanzamos el bicentenario de la primera edición de
los Kinder- und Hausmärchen (KHM, Cuentos de la infancia y
del hogar) de los Hermanos Grimm, producto de una labor et-
nográfica y fabuladora minuciosa y encomiable. Con motivo de
ello nos proponemos llevar a cabo un análisis de lo oscuro (tal
vez lo que empezando por lo sublime culmina en lo feo), en
un limitado repertorio de estos Cuentos (los KHM4, 8, 15 y 50)
sirviéndonos de las categorías ofrecidas por Sigmund Freud en
su famoso artículo de 1919 “Das Umheimliche” (Lo siniestro).
Gustave Doré
Ilustración para el cuento de Caperucita Roja
(1883)
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Los Cuentos de la infancia y del hogar de los Grimm, cuya primera publi-
cación data de 1812, y cuya edición definitiva está fechada en 1859, han
de entenderse como una de las partes de un gran proyecto vital en el
que se incluye el grueso de su obra. En ese proyecto se encuadran Las le-
yendas alemanas (1816-1818), Las Deutsche Rechtsalterthümer (las Formas
antiguas del Derecho Alemán publicadas en 1828), La gramática alemana
(1819-1837), La mitología alemana (1835) y el Diccionario alemán (cuyo pri-
mer volumen data de 1854, y fue culminado, muy posteriormente a la
muerte de los Grimm, en 1960). Para describir este proyecto son muy
significativas estas palabras: “aspiraban a reunir todo aquello que fuera
símbolo del espíritu alemán”1.
1. Grimm, Hermann, “Los hermanos Grimm” en Grimm, Jacob y Wilhelm, Cuentos
de niños y del hogar, Introducción Hermann Grimm, Traducción de María Antonia
Seijo Castroviejo, Madrid, Anaya, 1985, p. 17 [Todas las traducciones que aparecen en
este artículo proceden de esta versión].
2. Claro ejemplo es el KHM110, Der Jude im Dorn (El judío en el espino), en el que
durante un proceso legal, para defenderse un judío dice que dio al protagonista una
bolsa de oro desinteresadamente, el juez repone, que así (desinteresadamente) no actúa
nunca un judío. Es decir, sin atenerse a hecho alguno, el representante de la justicia
toma como fundamento de derecho de su dictamen un prejuicio racial.
3. Muy específicamente en Poética, Capítulo IX, 1451a-1451b.
4. Brüder Grimm (Hg.), Deutsche Sagen, Frankfurt, Deutscher Klassiker Verlag, 1994, pp. 11-12.
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5. Propp creía incluso en encontrar el protocuento, como Goethe decía haber encontrado la
protoplanta. Cf. Propp, Vladimir, Morfología del cuento, Tres Cantos, Akal, 2009, p. 121.
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Por una parte, tal y como puede extraerse de los diccionarios, lo si-
niestro asusta por no ser conocido o familiar. Pero esa espantosa no
familiaridad, se hace perceptible y notoria para el sujeto porque la fa-
miliaridad queda interrumpida o quebrada por la irrupción de aque-
llo que, por inesperado, es siniestro. No se da lo umheimlich, si no se
ha dado previamente lo heimlich. Lo siniestro es sentido si se produce
como una privación de algo que anteriormente se poseía. Lo siniestro
sólo alcanza a ser siniestro, sólo alcanza su ser, si da lugar a un desequi-
librio de un estado de cosas previamente caracterizado por el equilibrio,
el de la normalidad, el de la familiaridad.
Por otra parte, Freud mienta “un tiempo atrás”, y nos remite a lo ances-
tral. Es decir, hay una suerte de familiaridad filogenética y una suerte
de miedo que ha roto esta continuidad, en sucesivos estratos de la con-
ciencia colectiva. Hay pues familiaridades ancestrales y formaciones de
lo siniestro igualmente ancestrales, dicho de otro modo, miedos ances-
trales.
6. Freud, Sigmund, “Lo siniestro” (1919), en Hoffmann, E.T.A., El hombre de arena. Pre-
cedido de lo siniestro por Sigmund Freud, Palma de Mallorca, José J. Olañeta Editor, 2001.
7. Ídem, p. 9.
8. Ídem, p. 12.
9. Ídem, p. 12.
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Tampoco es por casualidad que una de las fuentes de las que se sirve
Freud es el propio Diccionario Alemán (1854-1960) de los Hermanos
Grimm. Freud reproduce fielmente, en el opúsculo que estamos tra-
tando, la entrada “heimlich”. En ella se distingue un itinerario marcada-
mente perceptible de “lo conocido” a “lo desconocido”, el cual queda
de manifiesto en la novena acepción.
A esto Freud apostilla que heimlich es una voz cuya acepción “evolucio-
na hacia la ambivalencia hasta que termina por coincidir con la de su
antítesis umheimlich”11.
Por otra parte un aspecto recurrente en los cuentos que sin duda
aparece en el KHM8 es el de la supresión de lo otro, para que pre-
valezca lo propio. El violinista acaba marginando al animal 33 y yén-
dose con un congénere por compañero (suprime lo umheimlich y se
27. La sigla KHM, significa Kinder- und Hausmärchen, Cuentos de la infancia y del ho-
gar, y el número que sigue a esa sigla el de orden de la edición definitiva de los Cuentos
de los Grimm en 1859.
28. “No es bueno que el hombre este sólo”, Génesis, 2,18.
29. Grimm, Brüder, Kinder- und Hausmärchen, edición de Hans-Jörg Uther, München,
Eugen Diederichs Verlag, 1997, p. 48.
30. Ídem, p. 49.
31. Ídem, p. 50.
32. Ídem, p. 50.
33. El maltrato de animales es frecuente en los Cuentos de los Grimm.
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Gustave Doré
Ilustración para el cuento de Caperucita Roja
(1883)
Als es mittag war, sahen sie ein schönes schneeweisses Vöglein auf
einem Ast sitzen, das sang so schön daβ sie stehenblieben, um ihm
zuhörten. Und als er fertig war, schwang er seine Flügel und flog vor
ihnen her, und sie gingen ihn nach, bis sie zu einem Häuschen gelang-
ten auf dessen Dach es sich setzte, und als sie ganz nah hereinkamen,
so sahen sie, daβ das Häuslein aus Brot gebaut war und mit Kuchen
gedeckt; aber die Fenster waren von hellem Zucker. “Da wollen wir
uns dranmachen”, sprach Hänsel…37
36. A partir de la quinta edición de los Cuentos de 1843, el padre de Hänsel y Gretel
siguió siendo su padre, pero la madre se convirtió en la madrastra, tal y como refiere
Uther, Hans-Jörg, Handbuch zu den Kinder- und Hausmärchen der Brüder Grimm, Berlin,
Walter de Gruyter, 2008, p. 34.
37. [Pero al mediodía vieron a un hermoso pajarillo, blanco como la nieve, que estaba
posado en una rama, cantando de forma tan hermosa que se detuvieron y le escucha-
ron. Y cuando terminó batió sus alas y voló ante ellos; los niños le siguieron hasta que
llegaron a una pequeña casa, en cuyo tejado se posó el pajarillo, y cuando se acercaron a
ella vieron que la casita estaba hecha de pan y cubierta de pastel y las ventanas eran de
azúcar. –Manos a la obra-dijo Hänsel…] Brüder Grimm, op.cit., pp. 81-82.
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38. [Él sabía también por su abuelo que habían venido muchos hijos de reyes y habían
intentado atravesar el seto de espinas, pero que se habían quedado allí prendidos y
habían tenido un triste final], Ídem, p. 239.
39. [No tengo miedo, yo quiero entrar y ver a la Bella Durmiente], Ídem, p. 239.
40. Quiere aprenderlo como si fuera un oficio, lo cual habilita la sutil asociación de
que la cultura es miedo. Consiste en aprender a tener miedo de aquello que nos aleja o
separa de nuestro nicho cultural. Así pueden entenderse estas palabras del protagonista
del cuento “Mir grüselt´s nicht: das wird wohl eine Kunst sein, von der ich auch nichts
verstehe” [No me da miedo. El miedo debe ser sin duda un arte del que yo tampoco
entiendo nada], Brüder Grimm, Op.cit., p. 22.
41. Ídem, p. 23.
42. Ídem, p. 24.
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Por su valor se casa con la hija del rey, sin embargo se lamenta de que
sigue sin saber qué es el miedo. La camarera de la reina se postula para
En todo caso sí que está claro que superar el miedo consiste en hacer
consciente lo que se está afrontando (hacer heimlich lo umheimlich) y que
el último momento, en el que ya por fin el joven siente miedo es en el
que desde el sueño, la conciencia no puede ser debidamente activada.