HEMATOLOGIA
HEMATOLOGIA
HEMATOLOGIA
1: RECOGIDA Y CONSERVACIÓN
RESPONSABILIDADESDEL LABORATORIO
El laboratorio es el responsable la obtención de muestras correctas y óptimas a pesar de que muchas veces el proceso
real de la recogida esté a cargo personas que no formen parte del personal del laboratorio. En el caso en el que se esté
tratando al paciente en un hospital, podrá recoger la muestra un enfermero a la cabecera de la cama. El profesional
sanitario podrá recoger la muestra en un entorno clínico.
El laboratorio puede ayudar a garantizar la obtención de buenas muestras facilitando información de recogida al
personal sanitario en el centro de recogida, asegurándose de que se dispone de los recipientes y suministros de
recogida oportunos, definiendo un buen sistema de etiquetado y comprobando todas las muestras minuciosamente en
el momento de llegada al laboratorio.
SOLICITUD DE ANALISIS
El primer paso del proceso de obtención de la muestra es la
solicitud de análisis. El laboratorio debe facilitar una hoja de
petición de análisis que especifique toda la información necesaria
para una adecuada gestión y notificación adecuadas.
En el ámbito de los estudios epidemiológicos, la recogida de muestras debe acompañarse de un formulario que incluya
el nombre del paciente, un número de identificación único, los datos demográficos y el estado de salud del paciente.
La información complementaria es necesaria para ayudar a identificar la fuente de una infección y encontrar los
posibles contactos.
TUBOS Y CONTENEDORES
Dependiendo de las determinaciones analíticas solicitadas la muestra se recogerá en diferentes tubos y contenedores:
- TUBOS DE SANGRE
1. Tubo sin aditivos: Utilizados para la obtención de suero (pruebas de Bioquímica, serología, metabolismo del hierro...);
no llevan anticoagulante aunque sí contienen (no obligatoriamente) activadores, que facilitan la retracción del coágulo, y
gel separador, que facilita la separación de suero y coágulo tras la centrifugación. Con ella se obtiene el suero, tras dejar
reposar la sangre recién extraída al menos 10 minutos a temperatura ambiente para que se forme el coágulo y
centrifugar. Existen varios tamaños: pequeño de 5 ml, grande de 10 ml y microtubos de 0,8 ml.
2. Tubo EDTA: Contiene como anticoagulante el EDTA K3 (sal tripotásica del ácido etilén-diamino-tetraacético). Es el
tubo utilizado para la hematimetría (hemogramas), Banco de Sangre y otras pruebas. Con ella se obtiene sangre total
anticoagulada. Existen varios tamaños: pequeño de 3 ml, grande de 10 ml y microtubos de 1 ml.
3. Tubo Heparina de Litio: Contiene como anticoagulante la Heparina de Litio. Se utiliza para realizar determinaciones
bioquímicas y algunas técnicas especiales. Con ella se obtiene sangre total anticoagulada.
4. Tubo Citrato (para coagulación): Contienen como anticoagulante citrato trisódico. El citrato viene en una cantidad
prefijada para mezclarse con un volumen fijo de sangre; la exacta proporción de sangre y anticoagulante es crucial en la
realización de las pruebas de coagulación, ya que si no es la adecuada, los resultados se alteran. Con ella se obtiene el
plasma, tras centrifugación de la sangre anticoagulada. Existen varios tamaños: de 5 ml y de 1,8 ml.
5. Tubo Citrato (para VSG): Contiene también como anticoagulante citrato trisódico, aunque la concentración es distinta
que en el citrato de coagulación. Se utiliza exclusivamente para la determinación de la Velocidad de Sedimentación
Globular. Con ella se obtiene sangre total anticoagulada.
Tipo de recipiente: el recipiente para la muestra suele ser muy importante, puesto que afectará al volumen y a
los aditivos necesarios como anticoagulantes y conservantes. Si el recipiente no controla el volumen, como por
ejemplo con los tubos Vacutainer®, se deberá especificar claramente. Algunas muestras para microbiología
requerirán de medios de transporte específicos para conservar los microorganismos.
Etiquetado de la muestra: en las instrucciones de recogida, será necesario explicar detalladamente todos los
requisitos de etiquetado de la muestra en el momento de la recogida.
Manipulación especial: algunas muestras podrán necesitar una manipulación especial, como refrigerarlas de
manera inmediata, protegerlas de la luz o entregarlas rápidamente al laboratorio. Deberá explicarse cualquier
precaución de seguridad importante.
ETIQUETADO DE MUESTRA
Cada muestra se deberá etiquetar claramente con:
el nombre y los apellidos del paciente;
el número de identificador único, que podría ser un número del hospital o un número que le asigne el
laboratorio;
el análisis que se ha solicitado;
la hora y fecha de recogida;
las iniciales de la persona que recoge la muestra.
Las muestras acompañadas de las correspondientes solicitudes, deben remitirse a la Unidad de Recepción de Muestras por
los distintos sistemas habilitados dependiendo de:
- Su Procedencia: Atención Primaria, Unidades de Extracción y Recogida de Muestras ubicadas en los distintos
Hospitales y Plantas de Hospitalización
Las muestras deberían permanecer el mínimo tiempo posible en el control de enfermería antes de ser enviada por tubo
neumático al laboratorio. El tiempo óptimo entre la extracción de la sangre y su recepción en el laboratorio debería ser
inferior a una hora. Estos retrasos en la recepción de los resultados son la causa más importante de prolongación indebida
del tiempo de respuesta del Laboratorio de Urgencias, y contribuye notablemente a la demora en los Laboratorios
Programados y pueden ser causa de alteraciones en determinadas magnitudes bioquímicas y hematológicas. Por ejemplo,
la concentración de glucosa puede disminuir hasta un 10% en una muestra de sangre almacenada durante dos horas a
temperatura ambiente; un frotis de sangre periférica requiere ser realizado dentro de las tres primeras horas desde la
extracción para que los leucocitos conserven bien su morfología; la Velocidad de Sedimentación Globular comienza a
variar a partir de las 4 horas de extracción, etc.
En el transporte de muestras se debe tener siempre en cuenta, que cualquier tipo de espécimen representa un riesgo
biológico. Para el transporte de las muestras de diagnóstico, el paquete a transportar tiene que cumplir una serie de
requisitos en relación al etiquetado o su señalización. Para el transporte por vía terrestre, tienen que aplicarse los requisitos
exigidos por el acuerdo ADR (2009).
De forma general, el sistema de embalaje/envasado que deberá utilizarse para todas las sustancias infecciosas, es el
sistema básico de embalaje/envasado triple P650 que comprende las tres capas siguientes:
• Recipiente primario. Un recipiente impermeable y estanco que contiene la muestra. El recipiente se envuelve en material
absorbente suficiente para absorber todo el fluido en caso de rotura.
• Embalaje/envase secundario. Un segundo embalaje/envase estanco, impermeable y duradero que encierra y protege el
recipiente o recipientes primarios. Se pueden colocar varios recipientes primarios envueltos en un embalaje/envase
secundario, pero se deberá usar suficiente material absorbente para absorber todo el fluido en caso de rotura.
Normalmente, cada embalaje/envase preparado para su expedición deberá estar correctamente marcado y etiquetado e ir
acompañado de los documentos de envío pertinentes. Para mas información consultar las “Directrices para el envío de
especímenes a los laboratorios clínicos para el diagnóstico biológico”.
Viscosidad sanguínea.
Osmolalidad plasmática.
La VSG se define como la velocidad a la que sedimenta la fracción forme, en especial los hematíes, de una muestra
sanguínea anticoagulada.
Este proceso se puede visualizar con mucha facilidad. Basta con tener una muestra de sangre anticoagulada en una
gradilla, en posición vertical. Pasado un tiempo podremos apreciar como la fracción forme de la sangre, representada
mayoritariamente por los hematíes, comienza a sedimentar en el fondo del tubo.
Como iremos viendo, la velocidad de sedimentación globular no se calcula con tubos de ensayo o tubos de centrífuga. Se
calcula haciendo uso de unas columnas especialmente diseñadas para tal fin. Estas columnas nos permiten medir los
milímetros que ha descendido la fracción forme sanguínea transcurrido un determinado tiempo.
Etapas de la VSG
La intensidad del potencial zeta puede variar con la concentración de las proteínas plasmáticas. La albúmina, proteína
con mayor presencia en el plasma sanguíneo, aumenta el potencial zeta. En cambio, el fibrinógeno y las globulinas lo
disminuyen. En condiciones normales se establece un equilibrio propio de valores normales de la VSG.
Si el potencial zeta disminuye, los hematíes tienden a formar agregados de mayor tamaño que descienden y
sedimentan más rápido. Si esto ocurre la velocidad de sedimentación globular aumenta.
Sedimentación de los agregados: En esta fase los agregados hemáticos se desplazan hacia el fondo del tubo.
Durante este periodo, el descenso de los agregados ocurre de forma constante.
Acumulación: En esta fase los hematíes se concentran en el fondo del tubo en forma de sedimento.
Técnicas manuales: El método de las pipetas de Westergren es el más antiguo y el de referencia sobre el que
han evolucionado las demás técnicas manuales. Esta evolución ha ido mejorando la limpieza y seguridad a la
hora de manipular la muestra. También ha disminuido la cantidad de muestra necesaria para realizar la técnica.
Un ejemplo de esta evolución sería el método Eritrosed.
Técnicas automáticas: Gracias a estas técnicas ha disminuido la manipulación de las muestras. También el
tiempo de ejecución. Y han aumentado el número de muestras que pueden procesarse a la vez. Además, se han
automatizado siguiendo el método de Westergren, compatibilizando los valores. Los sistemas automáticos más
conocidos son Vesmatic, Sediscan y Sedimatic.
Técnicas micrométricas: Este tipo de técnicas se emplean cuando la extracción de sangre venosa es dificultosa.
Como puede ser en el caso de lactantes, ancianos y gente obesa. En estos casos se utilizan las técnicas
de Chattas y/o Hellige-Vollmer.
Se efectúa una punción capilar en talón o en dedo y se llena el tubo por capilaridad. Ese tubo se lleva después a
un soporte especial que lo mantendrá en vertical. Pasada una hora, el resultado se compara con unas tablas que
relacionan el espacio en milímetros con el tiempo para poder valorar el resultado. Los valores de referencia son
de 8-10 mm/h en lactantes y de 6-8 mm/h en adultos y niños.
VSG aumentada
La velocidad de sedimentación globular se encuentra aumentada en condiciones fisiológicas como el embarazo y el
envejecimiento. En el tercer mes de embarazo la VSG es cuando más sube. Un mes después del parto vuelve a la
normalidad.
También se encuentra elevada en procesos patológicos. Cuando se producen alteraciones de las proteínas plasmáticas tales
como infecciones agudas, procesos inflamatorios crónicos, neoplasias, gammapatías monoclonales y en procesos
inflamatorios en los que aumenten los reactantes de fase aguda como el fibrinógeno, la alfa1-antitripsina, la alfa1-
antiglobulina o la haptoglobina.También aumentan en alteraciones hemáticas, como en anemias intensas o con hematíes
de mayor tamaño (macrocitosis).
VSG disminuida
La VSG no se encuentra disminuida en ningún proceso fisiológico, pero sí en diversos procesos patológicos como
la insuficiencia cardiaca congestiva.
También se encuentra disminuida cuando se producen alternaciones de las proteínas plasmáticas tales como la
disminución de fibrinógeno plasmático, ya sea a causa de necrosis hepática o a causa de una coagulación intravascular
diseminada (CIVD).
La viscosidad de la sangre es una medida de su resistencia a las deformaciones graduales producidas por las diversas
tensiones a las que es sometida. En condiciones fisiológicas, el factor que más influye en la viscosidad sanguínea es el
hematocrito. También aumentará la viscosidad si aumentan en número el resto de componentes de la fracción forme de la
sangre. Si aumentan los leucocitos (por ejemplo, en una Leucemia Mieloide Crónica) o las plaquetas (por ejemplo, en una
Trombocitemia Esencial) la viscosidad sanguínea aumentará.
La viscosidad de la sangre también aumenta si lo hace la viscosidad plasmática. Ésta depende, sobre todo, de la
concentración de fibrinógeno y de globulinas, proteínas plasmáticas capaces de disminuir el potencial zeta existente entre
los hematíes.
Si aumentan el fibrinógeno y/o las globulinas disminuyen el potencial zeta. Por ende aumenta la VSG y también lo hace la
viscosidad plasmática, aumentando finalmente la viscosidad sanguínea. Este es el motivo por el que la viscosidad
plasmática presenta el mismo valor diagnóstico que la VSG. Los valores medios están comprendidos entre 1.64 y 1.84
mPas/s (milipascales/segundo).
La consecuencia de un aumento de la viscosidad es la dificultad que presenta la sangre a la hora de circular por los vasos
sanguíneos. Y si existe dificultad de circulación existirá hipo-oxigenación.
La Osmolalidad es una forma de expresar la concentración de partículas de una disolución. Dicha concentración genera
una presión osmótica cuando se interpone una membrana semipermeable entre dos compartimentos.
La diferente concentración de sustancias a uno y otro lado de la membrana determinan el paso de agua hacia uno u otro
lado. La Osmolalidad plasmática normal tiene un rango de valor normal de 275-300 mOsmol/kg de agua, y depende de la
concentración del ión sodio, Na+ (con sus aniones acompañantes cloro, Cl–, y bicarbonato, CO3H–), de la glucosa y de la
urea.
La Osmolalidad está regulada por dos hormonas: antidiurética (ADH, también llamada vasopresina) y aldosterona. Si la
Osmolalidad es alta el cuerpo generará ADH para retener líquido y no perder agua a través de la orina. Si la concentración
es baja, el cuerpo generará aldosterona, que reabsorberá sodio para aumentar la Osmolalidad.
Diabetes insípida: Por déficit de ADH. Hay poliuria, es decir, se orina muchísimo. Debido a este hecho se
pierde mucha agua y la concentración plasmática aumenta.
Coma hiperosmolar de la diabetes mellitus: Complicación aguda de la diabetes mellitus. Esta enfermedad
está denominada la enfermedad de las 3P (Poliuria, Polidipsia y Polifagia). La Osmolalidad plasmática aumenta
debido a la alta glucemia y a la perdida de agua a través del riñón. Otra característica es la presencia de
glucosuria.
Deshidratación: Puede acontecer a causa de diarreas, vómitos o fiebre.
Síndrome nefrótico: Existe oliguria o anuria. Debido a la imposibilidad de eliminar agua a través de la orina, la
concentración plasmática disminuirá.
El cromato (51 Cr) de sodio debe emplearse sin diluir. El procedimiento descrito es para marcar los eritrocitos del propio
paciente. El siguiente método describe el uso de 25 ml de sangre.
Con experiencia, el procedimiento puede ajustarse para reducir a la mitad el volumen de sangre que se usa el paso 2.
1. Extraer 25 ml de sangre del paciente con una jeringa heparinizada. Depositar 5 ml en un tubo de recuento, añadir una
pequeña cantidad de saponina en polvo y mezclar para hemolizar las células.
2. Colocar el resto de la muestra de sangre (20 ml) en un frasco estéril que contenga 4 ml de solución ACD estándar.
3. Mezclar la sangre y la solución ACD, añadir despacio 0,74-1,11 MBq (20-30 μCi) de cromato 51Cr) de sodio,
mezclando suavemente de forma continua. Añadir 3,7 MBq (100μCi) si se está midiendo al mismo tiempo la
supervivencia eritrocitaria; ver más adelante.
5. Añadir 50 mg de ácido ascórbico (en forma de solución inyectable estéril) para reducir el cromato libre a su estado
trivalente.
6. Añadir 40 ml de solución salina isotónica estéril para lavar. Invertir suavemente 10-12 veces.
8. Retirar y desechar el líquido sobrenadante y reconstituir hasta 20 ml con solución salina isotónica estéril.
9. Diluir una alícuota de 1 ml de células marcadas resuspendidas hasta 1.000 ml con agua destilada o solución salina con
saponina (para hemolizar las células). Medir una alícuota de 5 ml de esta solución para que sirva de referencia (muestra
2).
10. Inyectar por vía intravenosa una alícuota de los eritrocitos marcados y resuspendidos sin diluir con la cantidad de
radiactividad necesaria (véase posología en sección 4.2.). El volumen (V) de esta alícuota se determina con exactitud
pesando la jeringa y la aguja antes y después de la inyección.
11. Esperar 10 minutos para que las células marcadas se distribuyan por el sistema vascular. Aumentar este tiempo a 30-
40 minutos en caso de policitemia y esplenomegalia.
12. Extraer sin estasis con una jeringa heparinizada una muestra de 8 ml de sangre del brazo opuesto al utilizado para la
inyección de las células marcadas. Transferir 5 ml de la misma a un tubo de recuento y añadir una pequeña cantidad de
saponina en polvo para hemolizar las células (muestra 3).
13. Usar el resto de los 8 ml para obtener valores de hematocrito duplicados (H).
14. Contar la radiactividad (cpm) de las muestras 1-3, así como la del vial vacío (muestra 4) para determinar la radiación
de fondo.
R=1000 (S--B) xV xH xF
(P—A) x 100
Donde R = volumen total de eritrocitos (ml)
A = cpm de la muestra 1 (radiación de fondo del paciente)
S = cpm de la muestra 2 (referencia)
P = cpm de la muestra 3 (muestra posterior a la inyección)
B = cpm de la muestra 4 (radiación de fondo ambiental)
V = volumen (ml) de inyección en el paso 10
H = hematocrito (porcentaje)
F = factor de corrección (alrededor de 0,96) para corregir el hematocrito en función del plasma atrapado con los
eritrocitos. No se requieren factores de corrección si se utiliza un micro hematocrito.
16. Calcular, en caso necesario, el volumen de sangre total aproximado (T) a partir de la fórmula:
T= R x 100
H x F x 0,91
Si se está midiendo al mismo tiempo el volumen eritrocitario, seguir las etapas 1-5 del procedimiento descrito
anteriormente con estas variaciones:
i. si el recuento leucocitario excede de 25.000/ml, centrifugar la mezcla de sangre y solución ACD, separar el plasma,
retirar la capa leucocitaria y añadir el plasma.
ii. añadir 3,7 MBq (100 μCi) de cromato (51 Cr) de sodio en la fase 3.
iii. dividir la suspensión de células marcadas al final del paso 5.
Si sólo se está determinando el tiempo de supervivencia de los eritrocitos, seguir el procedimiento de los pasos 2-5
anteriores, pero mezclar 10 ml de sangre del paciente con 2 ml de solución ACD y añadir 1,48- 1,85 MBq (40-50 μCi) de
cromato ( 51 Cr) de sodio. No hay fase de lavado. Después de añadir el ácido ascórbico en el paso 5, dejar reposar durante
3 minutos y proseguir como sigue:
6. Inyectar por vía intravenosa el volumen necesario de la mezcla de sangre marcada con la cantidad de radiactividad
necesaria (véase posología en sección 4.2.)".
7. A los 10 minutos, tomar una muestra de sangre de 7-10 ml con una jeringa heparinizada de una vena distinta de la
usada para la inyección. (Si se sospecha que la mezcla no será completa en 10 minutos, tomarla a los 60 minutos.)
9. Tomar otra muestra a las 24 horas, tres muestras entre los días 2 y 7, y posteriormente al menos 2 muestras por semana
durante el estudio.
10. Medir la hemoglobina (g/100 ml) con el método del hemiglobincianuro o el PCV sobre una parte de cada muestra.
11. Añadir una pequeña cantidad de saponina a cada muestra, mezclar bien para hemolizar y pipetear 1-3 ml en un tubo de
recuento. Guardar las muestras a 2-4 °C.
12. El último día del estudio, contar la radiactividad de cada muestra, de la muestra de plasma tomada a los 10 minutos (o
a los 60 minutos) y de un tubo vacío para poder sustraer la radiación de fondo. Los valores obtenidos se expresan como
cpm/ml de eritrocitos.
13. Corregir las cifras de cpm en función de la desintegración física y representar gráficamente los datos conforme a las
instrucciones de las páginas 383-384 del documento del International Committee report on Radioisotope Red Cell Studies.
En ellas se incluyen un análisis detallado de los datos de supervivencia eritrocitaria y una tabla con la supervivencia media
del Cr y los factores de corrección. El tiempo que tarda la mitad del radio marcado en abandonar la circulación (T 1/2 o T
50 del Cr) se ha utilizado habitualmente como índice único. Sin embargo, el informe del Comité Internacional resalta que
el T 50 del Cr no tiene una relación simple con la vida media de los eritrocitos, que es el parámetro necesario en la
práctica clínica.
En el eritrocito normal, las características de su membrana le brindan una abundante superficie en relación con su
volumen, mientras que, en el esferocito, esta relación superficie/volumen está disminuida. Cuando un eritrocito normal se
suspende en una solución isotónica, conserva su forma y tamaño y no ocurre destrucción, ya que el balance de entrada y
salida de agua es nulo. Si la solución es hipotónica, el agua penetra en el eritrocito para diluir su concentración de sales y
equilibrar su presión osmótica con la del medio, lo que lleva a un aumento progresivo de volumen del hematíe hasta que
su capacidad se agota, adopta la forma esférica y se rompe y libera hemoglobina al medio. La prueba de FOE se realiza
suspendiendo los hematíes en soluciones de ClNa gradualmente más hipotónicas. Las células que ya tienen una relación
superficie/volumen disminuida, como los esferocitos o estomatocitos, alcanzan la forma esférica límite con menor ingreso
de agua en concentraciones de ClNa mayores que las células normales, y se presenta, entonces, lo que se denomina una
fragilidad osmótica aumentada. Por el contrario, cuando la relación superficie/volumen está aumentada (por ejemplo,
dianocitos), los eritrocitos son más resistentes que los normales y solo se lisan en soluciones muy hipotónicas y presentan
así una fragilidad osmótica disminuida. En el corto tiempo de incubación de la prueba, no se produce intercambio de
cationes y solo hay movimiento de agua; por lo tanto, la hiperactividad de la bomba de sodio de los esferocitos no
interviene en el mecanismo de hemólisis y no influye en el resultado de la determinación. Si la prueba se realiza con
sangre recién extraída (prueba de FOE inmediata), será positiva solo en un 75% de pacientes con ESH.43, 68 Para evitar
este elevado porcentaje de falsos negativos, se debe siempre realizar la prueba de FOE diferida. Al dejar la sangre
incubando 24 horas a 37 °C, se genera déficit de glucosa, y las condiciones de estrés metabólico conducen a la pérdida de
membrana de la población esferocítica, lo que aumenta su fragilidad. Como este proceso tiene muy escaso efecto sobre los
eritrocitos normales, así se enfatiza la diferencia entre ambas poblaciones. Por este método, también se pone en evidencia
la población esferocítica de los pacientes con recuentos reticulocitarios elevados, cuya curva de FOE no incubada puede
ser normal debido a que los meticulositos presentan una fragilidad osmótica inferior a la normal y pueden, entonces,
compensar los resultados. Los parámetros para tener en cuenta para evaluar los resultados de una prueba de FOE son los
siguientes:
• Desplazamiento: La curva está desplazada hacia la derecha (concentraciones mayores de ClNa) respecto a la normal
cuando la FOE está aumentada (esferocitos) o hacia la izquierda cuando está disminuida (talasemias, ferropenia).
• Fragilidad corpuscular media: Es la concentración de ClNa a la cual se produce un 50% de hemólisis. El valor obtenido
es más elevado cuanto más osmóticamente frágil es la población eritrocitaria. Las patologías con eritrocitos
osmóticamente resistentes (por ejemplo, talasemias) presentan valores disminuidos.
• Hemólisis incipiente: Es la concentración de ClNa a la cual visualmente se detecta que comienza la hemólisis; es mayor
cuanto más osmóticamente frágil es la población eritrocitaria.
Prueba de autohemólisis: Si se dejan eritrocitos normales incubando a 37 °C durante 48 horas, se produce cierto grado de
hemólisis espontánea, no mayor de 2,5%. Los esferocitos presentan hiperactividad de la bomba de Na+ y una glucólisis.
RETICULOCITOS
ANEMIA
Se define por la concentración de hemoglobina, que debe ser menor a la establecida como normal para la edad y sexo del
paciente. El hematocrito es un parámetro calculado por los equipos automatizados por lo que no se utiliza en la definición
de anemia. El recuento eritrocitario no se correlaciona con la cantidad de hemoglobina, pues depende del tamaño
eritrocitario.
Anemia Microcítica
Hallazgo de anemia con presencia de eritrocitos de tamaño inferior a lo normal (VCM disminuido), generalmente
asociada a hipocromía (HCM, CHCM disminuidas). La causa más frecuente en nuestro medio de anemia Microcítica
hipocrómica es la ferropenia, cuya confirmación la entregará la historia clínica del paciente y el estudio de Fe (cinética de
Fe y ferritina). Figura 1.
La presencia de un rasgo talasémico (Talasemia menor) también se presenta habitualmente en el hemograma como anemia
Microcítica hipocrómica, en este caso el VCM es habitualmente cercano a 60fl y los hallazgos morfológicos en la
observación del frotis sanguíneo al microscopio orientan al diagnóstico: se pueden apreciar diferentes formas de
eritrocitos con células en diana o targets cells y presencia de punteado basófilo grueso. Los reticulocitos están elevados
por hemólisis, visualizándose al frotis como policromatofilia. El diagnóstico de certeza de esta condición se realiza por
electroforesis de hemoglobina. El índice de Mentzer (VCM/Recuento de eritrocitos) era usado antiguamente como
orientación diagnóstica para diferenciar estas dos condiciones. Un índice de Mentzer menor a 13 es sugerente de
Talasemia y si es mayor a 13 sugerente de ferropenia. En la actualidad este índice ha sido en parte reemplazado por un
nuevo parámetro entregado automáticamente por algunos contadores hematológicos de última generación: razón
%microcitosis %hipocromía, donde una ratio > 0.9% sugiere Talasemia (18, 19). La presencia de anemia Microcítica (con
frecuencia hipocroma), puede verse también en las etapas más avanzadas de las denominadas enfermedades inflamatorias
crónicas, en las cuales el fierro se distribuye en forma anómala por citosinas propias de estos procesos (TNF alfa,
interleucinas), siendo desplazado al sistema mononuclear fagocítico en lugar de ser utilizado en la hematopoyesis. La
hepcidina juega también un rol relevante en la disponibilidad del Fe. El cuadro clínico del paciente asociado al estudio de
fierro (TIBC normal o disminuida con ferritina normal o elevada) debe orientar a lo que habitualmente se denomina como
anemia de las enfermedades crónicas (9, 10).
Anemia Macrocítica
Hallazgo de hemoglobina bajo el rango normal con presencia de eritrocitos de tamaño mayor a lo normal (VCM elevado).
Con mayor frecuencia es provocada por déficits en vitamina B12 o ácido fólico que son esenciales para la síntesis de
DNA y reproducción celular, afectando a los eritrocitos, pero también a las otras poblaciones celulares. Los síndromes
mielodisplásicos suelen presentarse con anemia macrocítica porque generan eritropoyesis ineficaz, anemia que está
acompañada generalmente de citopenias y alteraciones morfológicas en las otras series. Otras causas de anemia
macrocítica son las anemias secundarias a hepatopatías crónicas, pacientes gastrectomizados, tratamientos con fármacos
que afectan el metabolismo del ácido fólico y anemias regenerativas como es el caso de anemias hemolíticas que
presentan aumento de glóbulos rojos jóvenes (reticulocitos) que tienen un volumen más alto que los eritrocitos maduros.
La cantidad de sangre a procesar debe guardar proporción con el volumen y la altura del medio de separación. Al
aumentar la altura del estrato de sangre con respecto a la altura del medio, se aumenta la contaminación con eritrocitos en
la interfase. Por esto, el diámetro del tubo es un factor importante para establecer el volumen de sangre óptimo para
fraccionar. Para aumentar el tamaño de la muestra, es preferible aumentar el diámetro del tubo, tratando de no variar la
altura de las capas de medio y de sangre. El rendimiento y la pureza de los linfocitos dependen en gran parte de la
eficiencia en la remoción de los eritrocitos. Cuando estos son aglutinados por el ficoll, algunos linfocitos son atrapados
dentro de los grumos, y por lo tanto se pierden. Este fenómeno se reduce diluyendo la sangre 1:2 antes de fraccionarla,
usando una solución salina balanceada, con el fin de mejorar el rendimiento final de los linfocitos.
Procedimiento
1.Colocar 3 ml de F-D (ficoll-diatrizoato) en un tubo de 10-15 ml.
2.Diluir 2 ml de sangre (anticoagulada1 o desfibrinada) con 2 ml de solución salina balanceada (SSB) o con solución
salina amortiguada con fosfatos (PBS) pH 7,2.
3.Estratificar cuidadosamente 4 ml de la sangre diluída sobre el F-D (¡no mezclar!).
4.Centrifugar a 400 xg durante 20 min, a temperatura ambiente, en un rotor de ángulo libre.
5.Con cuidado de no mezclar las capas, sacar el tubo de la centrífuga y aspirar el plasma (capa superior) con una pipeta,
delicadamente, dejando intacto el anillo blanquecino de células mononucleares en la interfase.
6.Aspirar el anillo de células mononucleares, sin recoger demasiado2 plasma, ni F-D. Depositar las células en un tubo
limpio.
7.Lavar las células agregando ~8-10 ml de SSB y resuspendiendo suavemente con una pipeta. Recuerde que está
trabajando con células vivas que son sensibles a fuerzas mecánicas, así como a la osmolaridad y todos los componentes de
la solución en que se encuentran suspendidas. 8.Centrifugar a 100 xg por 5 min. Botar el sobrenadante mediante la
inversión rápida del tubo (las células se quedan adheridas al fondo, formando un botón) y repetir el lavado.
9.Después del segundo lavado, los linfocitos pueden ser resuspendidos suavemente en el medio apropiado que se va a
utilizar para cada propósito.
10.Para comprobar el porcentaje de viabilidad celular, mezclar partes iguales de la suspensión de células y de azul tripán,
por ejemplo 100 μl + 100 μl, y cargar una cámara de recuento (Figs. 1.3 y 1.4). Observar inmediatamente al microscopio y
contar las células viables (claras), distinguiéndolas de las dañadas (azules). Calcular la concentración de células en la
suspensión original, tomando en cuenta cualquier dilución realizada previamente al recuento.
Figura 1.3: Hemocitómetro o cámara de recuento celular (versión Neubauer). El retículo o cuadrícula está formado por 9
áreas iguales, de 1 mm2 cada una. La profundidad de la cámara (espacio que queda entre la superficie de la cuadrícula y el
cubreobjetos) es de 0,1 mm. El número de células contadas en 1 mm2 , multiplicado por 10 (altura), proporciona el
número de células por mm3 (1 mm3 = 1 μl). Los leucocitos pueden contarse en los cuadrantes externos de 1 mm2 (de
4x4).
Figura 1.4: Vista de un hemocitómetro con su cubreobjetos especial (izquierda) y forma de llenar la cámara por un borde,
con una micropipeta, tocando la muesca o cuña lateral por debajo del cubreobjetos (derecha).
Figura 1.5: Convención para contar las células que quedan en los bordes de las áreas. Las células que tocan los bordes
superior e izquierdo se cuentan, mientras que se excluyen las células que tocan los bordes inferior y derecho. El diagrama
representa como círculos oscuros aquellas células que se contarían, y como círculos más claros las que no.
Separación de linfocitos T
Las diferentes poblaciones y subpoblaciones de linfocitos no son distinguibles morfológicamente. Para identificarlas, se
requieren métodos de laboratorio que detectan, por lo general, proteínas de membrana que utilizamos como "marcadores"
de dichas poblaciones. Alrededor de 1970 se encontró que los linfocitos T humanos poseen la propiedad de unirse
espontáneamente a los eritrocitos de carnero in vitro, formando agrupaciones llamadas rosetas E (Brain et al., 1970; Lay et
al., 1971) (Fig.2.1). Esta propiedad ha sido útil para desarrollar una técnica sencilla y de bajo costo para la cuantificación
de los linfocitos T. El fenómeno de formación de rosetas se debe a que los linfocitos T humanos poseen en su superficie
un receptor que media la unión (fortuita) con los eritrocitos de carnero. Inicialmente, este receptor fue denominado
"antígeno T11", cuando se generaron las primeras series de anticuerpos monoclonales contra marcadores de los linfocitos
T humanos. Posteriormente, cuando se introdujo el uso de la nomenclatura de "grupos de diferenciación" (CD, clusters of
differentiation), se cambió su nombre a CD2. Esta es una glicoproteína de membrana de 50 kDa, presente en todos los
linfocitos T humanos maduros, cuya función natural (que obviamente no puede ser la de unirse a eritrocitos de carnero) es
la interacción con una glicoproteína de 40-70 kDa, denominada LFA-3 (leukocyte function antigen) o CD58, presente en
la superficie de diversos tipos celulares. Los eritrocitos de carnero poseen una molécula análoga al LFA-3 humano en su
superficie. El receptor CD2 posiblemente cumple una función en la estabilización de las interacciones celulares durante la
adhesión y la activación de los linfocitos T. El CD2 puede activar a las células T por medio de una vía diferente de la que
utiliza el complejo TCR/CD3 (receptor para antígeno) (Hale y Haynes, 1992).
Procedimiento
solución salina al 0,85% y resuspenderlos finalmente en SSB, al 0,5% v/v (por ejemplo: 0,1 ml de E empacados en 20 ml
de SSB).
3.Mezclar en un tubo de 12x75 mm (preferiblemente de plástico y con tapa) 0,1 ml de E y 0,1 ml de linfocitos. Agregar 20
μl de suero fetal bovino (previamente inactivado por calorpor 30 min a 56°C).
4.Centrifugar a 50 xg durante 5 min y luego colocar en refrigeración (4-8°C) durante 90 min, sin causar disturbios en el
botón de células.
5.Inmediatamente antes de examinar la muestra, agregar 100 μl de azul tripán.1 la estabilidad de los eritrocitos de carnero
en Alsever (para esta prueba) es de 3-4 semanas. La suspensión de trabajo se prepara para cada día y se descarta.
6.Resuspender suavemente las células, inclinando el tubo hasta una posición casi horizontal y rotándolo lentamente por
20-30 seg. Con una pipeta Pasteur sin bulbo, transferir por capilaridad una gota de la suspensión a una cámara de recuento
celular.
7.Contar 100 linfocitos con el objetivo de 40x y anotar como "rosetas" aquellos linfocitos que posean 3 o más eritrocitos
adheridos. No deben contarse las células permeables al azul tripán (dañadas), ni los monocitos (estos se pueden "marcar",
agregando desde el inicio partículas de látex de 1 μm, las cuales van a ser fagocitadas).
8.Calcular el porcentaje de linfocitos T (%T o % células E+), así como su número absoluto(T/µl o células E+/µl) con base
en los datos del hemograma de la muestra (número de leucocitos totales y fórmula leucocitaria diferencial).
• Ejemplo del cálculo de la cifra absoluta de linfocitos T:
Figura 2.1: Microfotografía (al fresco) de una roseta E formada por un linfocito T humano, rodeado de numerosos
eritrocitos de carnero (izquierda). Note la célula contigua que no se unió a los eritrocitos, y que por lo tanto se cuenta
como "no-T". A la derecha se muestra una roseta fijada y teñida (en una preparación de citocentrífuga).
Figura 2.2: A la izquierda se muestra una vista microscópica en bajo poder (objetivo 10x) de la mezcla de linfocitos y
eritrocitos de carnero, en donde las flechas señalan dos rosetas. A la derecha se observa en mayor detalle (objetivo 40x) la
formación de dos rosetas.
Separación de linfocitos B
Se aislaron linfocitos a partir de sangre periférica, utilizando el método de Middleditch et al. (10). A 10 ml. de sangre
venosa heparinizada se agregaron 14 ml. de solución tamponada de fosfatos (PBS) pH 7.4. Ocho ml. de la anterior
solución se añadierón sobre 3 ml. de Ficoll tipo F-P (No. F 8628, Sigma Co., St. Louis Mo., EUA) y se centrifugaron
durante 30 minutos a 400 r.p.m. La interfase opaca resultante, que contiene los linfocitos se separó con pipeta Pasteur y se
trató con 10 ml. de cloruro de amonio 0.87%, durante 5 minutos, con el objeto de lisar los glóbulos rojos contaminantes.
Posteriormente la solución se centrifugó a 250 r.p.m. durante 10 minutos. El precipitado obtenido se lavó y centrifugó por
3 veces con 5 ml. de PBS. Finalmente el precipitado se suspendió en 0,2 ml. de PBS y se colocó en gota gruesa sobre
láminas portaobjetos, dejándolas secar a temperatura ambiente. Previa realización de la reacción inmunológica, las
láminas se fijaron en metanol absoluto durante 30 minutos.
En la reacción de inmunofluorescencia indirecta (11) se utilizaron los siguientes antisueros consecutivamente: suero de
conejo anti-inmunoglobulinas humanas A, G y M, fracciones Fab (Miles Yeda Ltd., Israel) y suero de cabra anti-IgG de
conejo, conjugado a fluoresceína (Calbiochem-Behring Corp. La Jolla Ca. EUA). Las láminas se montaron en glicerol y
se estudiaron por microscopía de fluorescencia. La reacción de inmunoperoxidasa indirecta (12) se realizó según
procedimiento descrito por Escovar et al. (13) utilizando los siguientes antisueros: suero de conejo anti-inmunoglobulinas
humanas A, G y M, fracciones Fab (Miles Yeda Ltd.) y suero de cabra anti-IgG de conejo, conjugado a peroxidasa
(Cappel Lab, Pa. EUA). La reacción cromógena se desarrolló con 3.3'diaminobenzidina y H 2 02 al 0.1%. Las láminas
fueron contrastadas con hematoxilina de Harris, montadas en Entallan y leídas por microscopía de luz.
La prueba de drepanocitos es un análisis de sangre que se realiza para detectar el rasgo drepanocítico o la anemia
drepanocítica. La anemia drepanocítica es una enfermedad sanguínea hereditaria que hace que los glóbulos rojos sean
deformes (falciformes). Los glóbulos rojos se deforman porque contienen un tipo anormal de hemoglobina, llamada
hemoglobina S, en vez de contener hemoglobina normal, llamada hemoglobina A
Los drepanocitos son destruidos por el cuerpo más rápido que las células sanguíneas normales. Esto causa anemia.
Además, los drepanocitos pueden quedar atrapados en los vasos sanguíneos y reducir o bloquear el flujo de sangre. Esto
puede dañar órganos, músculos y huesos, y puede provocar afecciones potencialmente mortales.
La mejor manera de detectar el rasgo drepanocítico o la anemia drepanocítica es analizar la sangre con un método llamado
cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC, por sus siglas en inglés). Esta prueba identifica qué tipo de
hemoglobina está presente. Para confirmar los resultados de la HPLC, puede hacerse una prueba genética.
Una persona hereda dos grupos de genes (un grupo de cada uno de los padres). Por consiguiente, una persona puede tener:
Dos grupos de genes que producen la hemoglobina normal (hemoglobina A). Estas personas tienen glóbulos rojos
normales, a menos que tengan alguna otra enfermedad sanguínea.
Un grupo de genes que elabora la hemoglobina normal (hemoglobina A) y un grupo que elabora la hemoglobina S. Estas
personas tienen el rasgo drepanocítico (y son llamadas "portadores"), pero no tienen anemia drepanocítica. Por lo general,
el rasgo drepanocítico no es un factor perjudicial.
Dos grupos de genes que elaboran la hemoglobina S. Estas personas tienen anemia drepanocítica. Ambos padres tienen el
rasgo drepanocítico o anemia drepanocítica. A menudo, los glóbulos rojos falciformes causan problemas de salud
recurrentes, llamados crisis drepanocíticas.
Un grupo de genes que elabora hemoglobina S y un grupo que elabora algún otro tipo anormal de hemoglobina. Según el
otro tipo de hemoglobina anormal, estas personas pueden tener un trastorno drepanocítico leve o grave.
10. Extrapolar los resultados en una hoja de papel milimetrado para realizar la curva de resistencia globular
osmótica o resistencia osmótica eritrocitaria.
11. Determinar sobre la gráfica el valor de NaCl para el que corresponde la hemólisis al 50% (H50).
El diagnóstico de la Enfermedad Hemolítica del Recién Nacido (EHRN). Esta enfermedad también es conocida
como Eritroblastosis Fetal y como Enfermedad Hemolítica Feto-Neonatal (EHFN).
El diagnóstico de la Anemia Hemolítica Autoinmune (AHAI).
La investigación de hematíes sensibilizados por medicamentos.
La investigación de reacciones transfusionales.
También es muy útil en situaciones dispares como unas pruebas cruzadas incompatibles en un paciente con Escrutinio de
Anticuerpos Irregulares (EAI) negativo. Es relativamente común realizar un Test de Coombs Directo a un Concentrado de
Hematíes Filtrados (CHF) y que sus hematíes den positivo, desvelando así la causa de la incompatibilidad.
Es muy común obtener un resultado positivo en autoanalizador de 0,5 y que sea negativo en tubo. Es un falso positivo que
no debe evitar el aviso al Nido para la vigilancia del RN al que pertenece la muestra. El resultado se transferirá
como Negativo con una nota adjunta que incluya el contenido «Test de Coombs Directo positivo en autoanalizador
(Cantidad de cruces) y negativo en tubo. Se valida el resultado como negativo. Avisado Nido«.
Fase de sensibilización
Uno de estos factores es la temperatura en la fase de sensibilización in vitro. Debe ser a 37ºC porque es la temperatura en
la que tiene lugar la fijación del complemento y a la que mejor reaccionan los anticuerpos de clase IgG. Esta temperatura
permite la identificación de la mayor parte de los anticuerpos clínicamente significativos.
Otro factor es el medio en el que están suspendidos los hematíes. Éste puede ser albúmina, suero salino, un medio de baja
fuerza iónica (LISS), un medio enzimático (Ficina, Papaina, Bromelina…), Ditiotreitol (DTT) o Polietilenglicol (PEG).
Esto permite una variedad de técnicas asociadas (Autoanalizadores, paneles enzimáticos, adsorbidos y Técnica del DTT).
La proporción plasma/hematíes puede variar. Se puede incrementar a 3/4 gotas de plasma por gota de hematíes. Esto es
útil para aumentar la sensibilidad ante anticuerpos débiles. Se debe tener cuidado con la cantidad de muestra, ya que la
positividad en un estudio puede ser el preludio del inicio de otro en el que se requiera mayor cantidad.
Fase de lavado
El lavado debe ser rápido e ininterrumpido para reducir todo lo posible la elución de anticuerpos y su posterior pérdida
tras decantación. Respecto a la decantación, se debe decantar la mayor cantidad de sobrenadante posible en cada lavado y
agitar después el botón hemático. De este modo los hematíes se resuspenden y se homogeneizan con mayor facilidad al
entrar en contacto con SSF para un nuevo lavado.
MATERIAL BIOLOGICO.
TECNICA.
Se mezcla usando pipeta Pasteur en un tubo de ensayo 1 gota de sangre y 4 gotas de solución salina de violeta de metilo
previamente filtrado, incubar 10 minutos a temperatura ambiente. Se hacen frotis con la mezcla y se observa la suspensión
celular
entre portaobjetos y cubreobjetos. Los cuerpos de Heinz se tiñen de color púrpura intenso y su tamaño varía desde 1 a 2
micras.
Habitualmente se encuentran cerca de la órbita de los eritrocitos y pueden encontrarse varios cuerpos en cada uno.
Informar el % de eritrocitos que contienen cuerpos de Heinz contando 1000 glóbulos rojos por lo menos, de acuerdo con
el cálculo siguiente: % de eritrocitos que contienen cuerpos de Heinz= No. de eritrocitos con cuerpos de Heinz/1000 X100
La histoquímica enzimática o histoenzimología se basa en la capacidad que tienen algunos enzimas del tejido de mantener
funcional su centro activo tras el proceso de fijación. Estos enzimas y las células que los poseen se ponen de manifiesto
mediante una reacción enzimática que convierte a unos sustratos solubles e incoloros en productos insolubles y
coloreados. Los sustratos son específicos para el enzima y los productos se depositan en el lugar preciso donde se produjo
la reacción, es decir, donde se localiza el enzima. Las enzimas que se pueden detectar son variadas como las peroxidasas,
fosfatasas, deshidrogenasas, diaforasas, acetilcolinesterasa, etcétera.
figure 2. Pasos de la tinción histoquímica PAS-Hematoxilina sobre cortes de parafina. Los pasos con letras en color verde
son los específicos para esta tinción.
Figura 4. Los pasos para la detección histoquímica de la actividad diaforasa es muy sencilla. Tras una fijación,
preferentemente por perfusión, hay que permeabilizar el tejido con un disolvente de lípidos como el Triton-X100. El
revelado se produce a 37 oC y el final de la reacción se controla mediante observaciones periódicas. Las concentraciones
del sustrato (NADPH) y del azul de tetrazolio varía según el tejido o el proceso de fijación.
PROCEDIMIENTO
• Con la lanceta estéril realizar una punción en un pulgar.
• Colocar un portaobjetos como indica el dibujo y deslizarlo sobre toda la superficie del porta de manera que se
pueda obtener una fina película de sangre. El porta absorbe la gota y la arrastra, pero sin pasar nunca por
encima de ella para no dañar los hematíes.
• Colocar el frotis de sangre sobre la cubeta de tinción y añadir unas gotas de alcohol absoluto y dejar que el
alcohol se evapore para fijar la preparación.
• Cubrir con unas gotas de hematoxilina y dejar actuar durante 15 minutos. Evitar la desecación del colorante
agregando más líquido.
• Observar al microscopio.
OBSERVACIÓN MICROSCÓPICA
Al microscopio se verán con un dominio predominante los glóbulos rojos, hematíes o eritrocitos teñidos de color rojo por
la eosina. No tienen núcleo y son más delgados por el centro que por los bordes.
Los glóbulos blancos o leucocitos se identifican fácilmente por la presencia de núcleo, teñido de morado por la
hematoxilina. Hay varias clases de leucocitos:
1. Linfocitos: de tamaño aproximado al de los glóbulos rojos, tienen un solo núcleo que ocupa casi todo el
glóbulo.
2. Monocitos: son los leucocitos mayores, poco frecuentes normalmente, núcleo grande, redondo, son los más
móviles y su función principal es la fagocitosis.
Las plaquetas no son visibles ya que precisan una técnica especial de tinción.
Pruebas de detección
Las pruebas de detección son análisis de sangre que muestran si la sangre se coagula de manera adecuada. Tipos de
pruebas de detección:
Prueba de fibrinógeno
Esta prueba también ayuda a los médicos a evaluar la capacidad del paciente para formar coágulos de sangre. Se realiza
junto con otras pruebas de coagulación sanguínea o cuando el paciente tiene resultados anormales en la prueba PT, en la
prueba APTT o en ambas. Fibrinógeno es otro nombre que se usa para el factor de la coagulación.
TIEMPO DE SANGRAMIENTO
Es una medida de la integridad de los componentes vascular y plaquetario. Su prolongación se relaciona con
púrpuras vasculares y trastornos cualitativos y cuantitativos de las plaquetas.
En general, el tiempo de sangramiento se encuentra prolongado cuando los recuentos de plaquetas son
inferiores a 50 x 109/L en las alteraciones de la función plaquetaria y en la enfermedad de von Willebrand,
aunque en esta última si es normal no invalida el diagnóstico.
Para su determinación se describen varios métodos; entre los más utilizados están el método de Duke y
el de Ivy.
Método de Duke
Principio: se hace una incisión estandarizada en el lóbulo de la oreja y se registra el tiempo requerido
para que cese el sangramiento en la piel en un período de tiempo.
Valores de referencia:
- Normal: 1 a 3 min.
- Prolongado: por encima de 3 min.
Método de Ivy
Principio: se coloca el esfigmomanómetro alrededor de la parte superior del brazo y se insufla a 40 mmHg;
posteriormente se realizan 3 incisiones en la parte externa del antebrazo y se pone en marcha un
cronómetro pera medir el tiempo en que deja de sangrar.
Valores de referencia:
Principio: la prueba del lazo o torniquete consiste en aplicar una presión positiva en el antebrazo del paciente y observar
en un tiempo determinado la aparición de petequias en el antebrazo por debajo del sitio de la lesión.
Valores de referencia:
Valores de referencia:
RECUENTO DE PLAQUETAS
Las plaquetas desempeñan una función importante en el mecanismo de la hemostasia, así como en la respuesta a la lesión
vascular. La detención de la hemorragia depende de la formación de un trombo plaquetario que se consolida con la
formación de fibrina por activación del mecanismo de la coagulación; su disminución o incorrecto funcionamiento se
relaciona con trastornos hemorrágicos.
Para el recuento de plaquetas se emplean métodos manuales (cámara de Neubauer, lámina periférica) y automatizados;
estos últimos son los más utilizados actualmente luego de la introducción de los complejos hematológicos.
Principio: se basa en el recuento de plaquetas en sangre capilar obtenida por punción directa a través de la piel. La sangre
se mezcla con un diluente que causa hemólisis de los glóbulos rojos y las plaquetas se cuentan directamente en un
microscopio de contraste de fase. 8,12,13
Valores de referencia:
Antiguamente se empleaba como método de pesquisa de alteraciones del mecanismo intrínseco de la coagulación y para
monitorear la terapia con heparina. Hoy se conoce que este método tiene poca reproducibilidad y es sensible solo a
deficiencias graves de factores de la coagulación; por lo tanto, su uso en el laboratorio está limitado. Puede estar
prolongado en las hemofilias graves, en la afibrinogenemia y en estados fibrinolíticos severos.
Principio: el tiempo de coagulación de la sangre total es el requerido para que una cantidad de sangre
determinada coagule en condiciones específicas en un período de tiempo entre 5 y 10 minutos.
Valores de referencia:
- Normal: 5 - 10 min.
- Prolongado: por encima de 10 min.
Fundamento
El tiempo de recalcificación del plasma es una prueba de exploración de la coagulación de tipo global. Con este método se
puede medir el tiempo que tarda en coagular un plasma pobre en plaquetas (PPP) citratado y descalcificado al que se
vuelve a recalcificar. Los valores de referencia de esta técnica son 1-4 minutos.
Tiempo de recalcificación del plasma
Se llama tiempo de Howell cuando la prueba se realiza con plasma rico en plaquetas (PRP). Los valores normales de esta
técnica están entre un minuto y medio y dos minutos y medio.
El PRP se obtiene mediante centrifugación a 1500 rpm durante 10 minutos de sangre fresca obtenida y recogida sobre
citrato trisódico al 3,8% en una proporción 1:9 (1/10). Posteriormente, el plasma sobrenadante se transfiere a un tubo seco
y limpio.
El PPP se obtiene de la misma forma que el PRP, pero difiere en que la sangre se centrifuga a 3000 rpm formando una
capa leucoplaquetaria entre el plasma y el paquete hemático.
Es importante realizar la prueba con un plasma control que nos indique el buen funcionamiento del baño termostatado y
del cloruro cálcico, que se debe atemperar.
Material
Tubos de centrífuga
Tubo de hemólisis
Pipeta de 200 microlitros
Punta de micropipeta
Centrífuga
Baño termostatado
Balanza analítica
Vidrio de reloj
Mortero de vidrio
Matraz aforazo
Reactivo
Cloruro Cálcico (CaCl2) 0,025 M
Plasma control
Sangre total anticoagulada con citrato al 3,8% en proporción 1:9
Agua destilada
Técnica
1. Centrifugar la sangre citratada durante 10 minutos a 1500 rpm (PRP para tiempo de Howell) o a 3000 rpm (PPP
para tiempo de recalcificación del plasma).
2. Separamos el plasma con una pipeta pasteur y lo guardamos en tubos eppendorf.
3. Depositamos 0,2 ml de plasma en dos tubos de hemólisis.
4. Incubamos a 37ºC durante 3 minutos.
5. Añadimos 0,2 ml de CaCl2 previamente atemperado.
6. Cada 30 segundos inclinamos el tubo 1 hasta que se produzca la coagulación y, a continuación, seguiremos con
el tubo 2 hasta que finalice. Ese será el tiempo de recalcificación del plasma (PPP) o tiempo de Howell (PRP).
Resultado
El resultado obtenido ha sido de 3 minutos y 30 segundos.
Interpretación de los resultados
Los valores de referencia para PPP (tiempo de recalcificación del plasma) son de 1 a 4 minutos. Por tanto, el valor
obtenido se encuentra dentro de los valores normales. Los valores inferiores a los normales no tienen significado clínico.
Los superiores a los de referencia resultan útiles para detectar anomalias en los factores de la coagulación, excepto el
factor VII, y para controlar el tratamiento con anticoagulantes, especialmente heparina.
Es un método global que explora la coagulación extrínseca. Es más sensible a los defectos de los factores VII, X y V que a
la deficiencia de protrombina. No detecta disminuciones moderadas de fibrinógeno, pero si este último es muy bajo o
existe un potente inhibidor de la reacción trombina-fibrinógeno, se obtiene un TP prolongado. Es la prueba de elección
para el control de la terapia con anticoagulantes orales (Fig. 3).
Valores de referencia:
Objetivo
Determinar el Tiempo de Tromboplastina Parcial activada (TTPa) de una muestra problema.
Explorar la vía intrínseca de la hemostasia de un paciente.
Fundamento
El Tiempo de Tromboplastina Parcial activada (TTPa), también denominado Tiempo de Cefalina, es el tiempo que tarda
en coagular un plasma citratado descalcificado al añadirle calcio en presencia de un sustituto del fosfolípido procoagulante
y caolín. El caolín es una sustancia activadora de los factores de contacto y se utiliza plasma fresco pobre en plaquetas
(PPP).
Tiempo de Tromboplastina Parcial activada (TTPa)
El TTPa valora la vía intrínseca de la coagulación. Es una prueba sensible a la concentración de todos los factores de la
coagulación, salvo el VII y el XIII, por lo que se suele realizar cuando se sospecha la alteración de alguno de ellos.
También se realiza cuando se desea descartar la presencia de algún anticoagulante circulante o de un inhibidor del
fosfolípido procoagulante. Además, se emplea en el seguimiento evolutivo de personas tratadas con heparina.
El TPTA es una prueba global que explora los factores o componentes plasmáticos relacionados con las vías intrínseca y
común de la coagulación (factores XII, XI, IX, VIII, X, V, II y I), por lo que está particularmente indicado para el
diagnóstico de las anomalías de estas vías y la vigilancia de la terapia con heparina (Fig. 3).
Principio: consiste en determinar el tiempo de coagulación de un plasma a 37 °C en presencia de un sustituto plaquetario
(cefalina) y de un activador (celite, caolín, ácido elágico).16-18
La presencia de deficiencias en el sistema de contacto puede ser indicada por un TPTA anormal cuando se emplea un
tiempo de incubación menor de 5 min (3 min), que se normaliza cuando se prolonga la incubación con el activador
durante 10 min.
Valores de referencia:
Material
Micropipetas automáticas de 200 microlitros
Cubeta de coagulómetro
Limaduras de hierro
Puntas de micropipeta
Guatix
Coagulómetro
Papel de filtro
Reactivos
Trombina cálcica 5 NIH/ml
Muestra de plasma pobre en plaquetas citratado
Técnica
1. Pipetear en una cubeta de coagulómetro 200 microlitros de la muestra.
2. Añadir a continuación una limadura de hierro.
3. Incubar a 37ºC durante 3 minutos.
4. Añadir 200 microlitros de trombina cálcica.
5. Anotar el tiempo del coagulómetro.
Resultado
El Tiempo de Trombina obtenido fue de 21 segundos.
Interpretación
Los valores de referencia para esta técnica son de 15-20 segundos. El tiempo obtenido se encuentra alargado, algo que
ocurre en situaciones de disfibrinogenemia e hipofibrinogenemia, en personas tratadas con heparina o cuando existe algún
inhibidor de la fibrinoformación.
Sustancia albuminoidea soluble, existente en la sangre y otros fluidos animales, que, por la acción de un fermento, se
descomponen y dan origen a la fibrina.Es una proteína producida por el hígado que ayuda a detener el sangrado al
favorecer la formación de coágulos de sangre. Un examen de sangre se puede llevar a cabo para determinar qué tanto
fibrinógeno tiene una persona en la sangre.
Resultados normales
Los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Algunos laboratorios usan
diferentes medidas o podrían evaluar diferentes muestras. Hable con su médico acerca del significado de los resultados
específicos de su examen.
Factores de coagulación
Los factores de la coagulación son proteínas de la sangre que ayudan a controlar el sangrado. En la sangre hay varios
factores de la coagulación. Cuando una persona se corta o sufre una herida que causa sangrado, los factores de la
coagulación funcionan en forma coordinada para formar un coágulo de sangre. El coágulo evita la pérdida de una cantidad
excesiva de sangre. Este proceso se conoce como cascada de la coagulación.
Las pruebas de los factores de la coagulación son análisis de sangre que comprueban cómo funcionan uno o más factores.
Los factores de la coagulación se denominan mediante números romanos (I, II, VIII, etc.) o por nombre (fibrinógeno,
protrombina, hemofilia A, etc.). Si cualquiera de los factores falta o es defectuoso, se puede producir un sangrado
abundante y descontrolado después de una herida.
La reacción de inmunoprecipitación es un fenómeno progresivo, al principio las precipitaciones se van produciendo cerca
del pocillo y el anillo se va alejando hasta que todo el antígeno ha difundido y se encuentra en las concentraciones
equivalentes con el anticuerpo. Cuanto mayor es la concentración del antígeno de la muestra mayor es la difusión, así
como el área que formará el anillo.
Determinación del fibrinógeno por Inmunodifusión Radial (IDR)
Existen muchos factores que influyen en el diámetro del anillo como el volumen de la muestra, la concentración de
anticuerpo en el medio, el pH del mismo o el tiempo de incubación. Por tanto deben mantenerse estos parámetros fijos de
forma que el anillo solo dependa de la concentración de antígeno de la muestra.
Se puede conocer la concentración del antígeno en el plasma del paciente de dos formas distintas:
Determinación rápida: Se realiza leyendo la concentración del fibrinógeno directamente de una tabla con valores
precalculados. En esta tabla, presente en cada kit comercial, se compara el diámetro del anillo del pocillo y se
lee directamente la concentración del fibrinógeno.
Determinación de alta precisión: Se realiza en una recta de calibración que se efectúa haciendo diluciones de un
plasma calibrador con una concentración de fibrinógeno conocida. Lo procesamos según la técnica y se miden
los diámetros al cuadrado de los anillos de precipitación. Con estas lecturas se construye la recta de calibración.
En el eje de ordenadas se sitúa el diámetro elevado al cuadrado y en el eje de abscisas la concentración de
fibrinógeno de las diluciones. En esta recta se interpola el valor del diámetro al cuadrado del pocillo del paciente
y se obtiene la concentración de fibrinógeno.
Material
Placa con gel de agarosa con anticuerpo anti-fibrinógeno repartido de forma homogénea
Regla específica para la lectura de la placa
Micropipeta automática de 5 microlitros
Puntas de micropipeta
Guatix
Papel milimetrado
Lapicero y/o bolígrafo
Papel de filtro
Reactivos
Plasma calibrador
Muestra de plasma fresco pobre en plaquetas
Técnica
1. Extraer la placa del sobre.
2. Dejar destapado cinco minutos a temperatura ambiente para permitir la evaporación de las gotas de
condensación.
3. Aplicar cinco microlitros de los diferentes calibradores diluídos y de los diferentes plasmas problema en los
pocillos de la placa.
4. Esperar 20 minutos con la placa ya cerrada antes de volcarla para su incubación.
5. Transcurrido el tiempo se vuelca la placa, se guarda y se precinta en el sobre. Se deja a temperatura ambiente,
en horizontal, durante 48 horas.
6. Finalmente medir, con la regla especial, el diámetro de los halos (en milímetros).
7. El límite de sensibilidad del método es de 50,5 mg/dl (sensibilidad mínima) y 906 mg/dl (sensibilidad máxima).
Si la concentración del paciente superase el límite superior, diluir la muestra a 1/2 con agua destilada y luego
multiplicar por la inversa de la dilución el resultado final.
Resultado
La determinación rápida del fibrinógeno, mediante tabla, dio un resultado de 473 mg/dl para un diámetro al cuadrado de
50,04 mm2. Extrapolando ese valor en la recta de calibración el resultado es de 316,6 mg/dl.
Interpretación de los resultados
Los valores de referencia son 200-400 mg/dl para adultos y 150-300 mg/dl para niños. Utilizando una lectura de precisión
mediante recta de calibración comprobamos que los valores de concentración de fibrinógeno de la muestra están dentro de
los valores normales.
Observaciones
La incubación fue de 72 horas en lugar de 48 debido a que había un fin de semana de por medio. Es posible que ésta fuese
la causa de unos resultados dispares entre grupos y entre compañeros, además de la técnica en sí, ya que con la misma
muestra y el mismo tiempo de incubación, los resultados variaban en torno a 100 mg/dl de diferencia, una cantidad
demasiado grande.
Cuando un plasma diluído se pone en presencia de un exceso de trombina, el logaritmo del tiempo de coagulación está en
relación lineal con el logaritmo de la concentración de fibrinógeno de la muestra. Por tanto, si representamos los valores
en un papel milimetrado, la representación será una curva. En cambio, si se representa en papel logarítmico la
representación será una recta.
Material
Micropipetas automáticas de 50 y 1000 microlitros
Coagulómetro
Limaduras de hierro
Cubeta de coagulómetro
Puntas de micropipeta
Guatix
Papel de filtro
Reactivos
Trombina Bovina (Reactivo R1 que se reconstituye con 2 ml de agua destilada)
Tampón Imidazol (Reactivo R2)
Solución Caolín (Reactivo R3)
Plasma calibrador de concentración conocida
Plasma pobre en plaquetas, no ictérico, lipémico ni hemolizado
Técnica
1. Si el paciente tiene una fibrinogenemia baja conocida diluir la muestra 1/5, mientras que si el paciente tiene una
fibrinogenemia alta diluir a 1/20 (50 microlitros de muestra + 950 microlitros del tampón).
2. Realizar la recta y la curva de calibración con los siguientes datos:
1. El plasma calibrador tiene una concentración conocida de 228 mg/dl. En cada dilución se realizan dos
determinaciones y se representa la media de cada una.
2. A 0,2 ml de cada dilución añadir 20 microlitros de R3 y atemperar a 37ºC durante 4-6 minutos.
3. Añadir 0,1 ml de reactivo R1 y cronometrar la formación de coágulos. No atemperar la trombina bovina (R1).
4. Extrapolar la media de las dos determinaciones de la muestra en la curva de calibración.
Resultados e interpretación
La media de los dos tiempos fue de 17,12 segundos. Ese tiempo extrapolado en la recta de calibración de papel
milimetrado arrojaba un valor de 299 mg/dl de fibrinógeno. En cambio, extrapolado en la curva de calibración de papel
logarítmico daba un valor de 290 mg/dl. En cualquiera de los casos el resultado se encuentran dentro de los valores de
referencia (200-400 mg/dl).
La formación de fibrinógeno y su concentración pueden estar disminuídos en trastornos congénitos como las
afibrinogenemias e hipofibrinogenemias, o en trastornos adquiridos como las hepatopatías. En cambio, puede estar
aumentada de forme inespecífica en inflamaciones, en estrés o en el tercer trimestre del embarazo.
La mayoría de los laboratorios, así como los libros de consulta, consideran como cifra normal de plaquetas para la
población adulta la comprendida entre 150 - 450 x 109/l5, aunque se han descrito en nuestro país cifras inferiores en
sujetos sanos7, por lo que dichos límites podrían no ser los más adecuados para nuestra población.
Un conteo bajo de plaquetas está por debajo de 150,000 (150 × 109/L). Si su conteo de plaquetas es inferior a 50.000 (50
× 109/L), su riesgo de sangrado es mayor. Incluso las actividades cotidianas pueden causar hemorragia.
Una cantidad de plaquetas más alta de lo normal se llama trombocitosis. Esto quiere decir que su cuerpo está produciendo
demasiadas plaquetas. Las causas pueden incluir:
Un tipo de anemia en la cual se destruyen glóbulos rojos en la sangre antes de lo normal (anemia hemolítica)
Deficiencia de hierro
Cáncer
El sistema ABO
En este caso la sustancia que determina el grupo sanguíneo son los azúcares, y según su composición encontramos cuatro
grupos: A, B, AB y O. En cada uno de estos grupos los hematíes tienen un antígeno que los diferencia, el grupo A tiene el
antígeno A, el grupo B tiene el antígeno B, el grupo AB tiene los dos antígenos y el grupo O no tiene antígeno A, ni B.
El sistema Rh
En 1940 se descubrió otro grupo de antígenos (D) que se denominaron factores Rhesus (factores Rh) porque fueron
descubiertos durante unos experimentos con simios del tipo Macaccus Rhesus.
UNIVERSIDAD POPULAR DE LA
CHONTALPA
Manual de Laboratorio
Hematología