FORTALECIMIENTO DE LAS HABILIDADES PARA LA VIDA: PROMOCIÓN DE LA

SALUD MENTAL ESCOLAR EN LA INSTITUCIÓN FACE – CÚCUTA.

ANNY JULIETH ÁLVAREZ MAESTRE

PSICOLIGÍA APLICADA A LA EDUCACIÓN I

AUTORES

GABRIEL ANTONIO PINILLA CORTÉS

JENNDY LORENA CLARO ÁLVAREZ

JOSE LEONARDO RANGEL PATIÑO

CAMILO ALBERTO CUETO

JESSICA ANDREA BONILLA LOPEZ

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR, EXTENSIÓN CÚCUTA

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

CÚCUTA, NOVIEMBRE, 2018

 Resumen

El presente plan de Promoción de la salud mental tiene como objetivo general: Fortalecer la

salud mental por medio de un programa psicopedagógico que promueva las habilidades para la

vida en estudiantes de 13 a 17 años del colegio Face – Cúcuta. En este sentido se procede a

través de una plan psicoorientador para fortalecer los hábitos de estudio y por ende promover la

salud mental. FALTA POR TERMINAR

 Descripción del Problema

Es preciso comenzar aclarando que la presente intervención no está enfocada desde el

sentido propio a la resolución de un problema en concreto, sino más bien se tratará de una

intervención en sentido positivo, es decir, se enfoca en las fortalezas de la metodología y

propuesta educativa del colegio Face – Cúcuta. En este orden de ideas, y a modo de

contextualizar el tema central a tratar en el plan de promoción, se ha podido observar que en

diversas instituciones tanto a nivel nacional como internacional se presentan diversos factores de

riesgo que afectan la salud mental escolar de los estudiantes independientemente de su nivel

académico. En este sentido La OMS (2004) citada por Leiva, L., George, M., Antivilo, A.,

Squicciarini, A. M., Simonsohn, A., Vargas, B., & Guzmán, J. (2015) señala que:

La salud mental es concebida como un estado de bienestar en el que el individuo realiza

sus capacidades, supera el estrés normal de la vida, trabaja de forma productiva y

fructífera y aporta a su comunidad (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2004).

Con respecto a los niños y niñas, se hace hincapié en los aspectos del desarrollo, como el

sentido positivo de la identidad, la capacidad para gestionar los pensamientos y

emociones, así como para crear relaciones sociales o la aptitud para aprender y participar

activamente en la sociedad (P.32).

Así las cosas, factores de riesgo como la violencia, el consumo de sustancias, el abuso

sexual y la explotación se han convertido en una problemática de gran impacto que han afectado

la salud mental escolar de los jóvenes, conllevando a que perciban la escuela como un problema

en vez de un sitio para la formación académica y personal, esto les trae dificultades en todas las

esferas de su círculo familiar, social, escolar... Sin embargo, en el colegio Face – Cúcuta esta

problemática es muy mínima o poco recurrente ya que la propuesta educativa del colegio, el
ambiente y sus profesores fundamentan su currículo en una enseñanza basada en el Amor, lo cual

ha protegido a sus estudiantes de dichos factores de riesgo, por consiguiente, más que intervenir

sobre la problemática general se pretende promover la salud mental escolar por medio de las

habilidades para la vida, lo cual reducirá la probabilidad que se presente la problemática en el

colegio Face.

Justificación

Ya habiendo establecido la eficacia de los procesos educativos que presta la institución, y

asumido la apropiación de los lenguajes por parte de los estudiantes, la finalidad de este ejercicio

no tendrá impacto en puntos críticos o problemáticos de la población, sino, como lo establece

Alipio Sánchez (2002), y en cuanto a su conveniencia, busca una actitud potenciadora, la

asunción de recursos, un enfoque interventivo potenciador y la aportación de recursos y

soluciones, lo cual, desde la psicología educativa se denomina como un enfoque positivo o de

recursos; este enfoque demuestra su relevancia social en cuanto a que es “un proceso de auto-

conocimiento y auto- gestión para estar en capacidad de contribuir a la formación de un ambiente

que propicie el crecimiento  personal y colectivo” (FACE, 2018) lo cual es la forma en como la

institución busca el cumplimiento de su misión: ¨Una educación en el amor para el desarrollo

personal en el ser humano¨. (FACE, 2018).

Ahora, por otra parte, la educación debe ser un proceso integral, en el cual, no sólo se

busque la obtención de conocimientos teórico prácticos que desenvuelvan al individuo en la

sociedad, sino, a su vez, aquellos que promuevan el crecimiento constante del ser, uno de ellos,

como eje principal de esta intervención: Las habilidades para la vida.

 Esta elaboración es de gran importancia, y más aún, en la etapa del ciclo vital en que los

educandos se encuentran: la adolescencia, cuya etapa se caracteriza por el inicio de cambios

físicos progresivos, el cambio de voz, y el establecimiento de vínculos afectivos familiares y

relacionales (Papalia, 2008). Ahora, a nivel cognitivo, y de más crucial importancia, han

alcanzado la complejidad de los pensamientos abstractos, juntos con una visión pragmática ya

elaborada (Papalia, 2008). Por ello se simplifica como una etapa de sedimentación, crucial para

el establecimiento del camino de vida debido a su carga emocional, por lo que, es necesario, y

junto con el proceso educativo, dotar al estudiante con habilidades que le permitan enfrentar la

vida y obtener éxito de ella en sus distintas esferas a largo plazo (Dowdy, Ritchey & Kamphaus,

2010; Eeist & Murray, 2008), lo cual responde al componente de implicación práctica de la

intervención.

En cuanto a su utilidad metodológica, la intervención generará estrategias para el

abordaje de las diversas necesidades de la institución debido a que, las habilidades para la vida

son una forma de respuesta a cualquier menester (OMS, 2004), es decir, por ejemplo: Si el

estudiante, desde su pensamiento crítico, detecta falencias en el proceso, lo podrá comunicar de

manera asertiva, incluso, podrá ofrecer soluciones creativas; si detecta conflictos, los podrá

gestionar y resolver de una manera adecuada, desde una perspectiva empática y de

autoconocimiento, entre más implicaciones que se generan desde el fortalecimiento de estas

habilidades.

1- Valor teórico: ¿aportará al desarrollo académico de la práctica en el área asignada?, ¿se

ofrece la posibilidad de un estudio o exploración de algún fenómeno o ambiente?, ¿se
pueden sugerir ideas, recomendaciones e hipótesis para otros procesos de práctica?
 Objetivo General.

Fortalecer la salud mental por medio de un programa psicopedagógico que promueva las

habilidades para la vida en estudiantes de 13 a 17 años del colegio Face – Cúcuta.

Objetivos Específicos.

Disminuir los niveles de ansiedad… factores de protección

Habilidades para la vida en que se divide

Marco Teórico

Existen muchas investigaciones referidas al tema desde la Organización Mundial de la

Salud (OMS), se ha reconocido la importancia de hacer el diagnóstico oportuno de los problemas

de salud mental en el niño y el adolescente, no sólo como una forma de prevenir problemas

individuales y sociales, sino como la posibilidad de hacer de la vivencia de este momento

evolutivo y de desarrollo, un espacio más pleno e integral.

Es importante que nos remontemos a la época en la que se iniciaron los aspectos

relacionados con la salud mental que nos interesan. Concretamente, cuando hablamos de

prevención en salud mental, debemos situarnos 100 años atrás. En el siglo XX, se iniciaron los

primeros días del movimiento de la higiene mental y desde entonces han surgido infinidad de

ideas sobre probables estrategias e intervenciones para prevenir problemas de salud mental tanto

en niños como en adultos. Sin embargo, estas ideas se han quedado en ser actividades
experimentales realizadas en atención primaria de la salud y escuelas y en prácticas de salud

pública. Su desarrollo sistemático de los programas de prevención basados en la ciencia y los

estudios de control para probar su efectividad no se iniciaron hasta el año 1980. Desde entonces,

el campo de prevención de salud mental, siempre con un enfoque multidisciplinar, ha ido

creciendo rápidamente. Indudablemente el conocimiento que ahora se tiene gracias a los factores

de riesgo y de protección ha facilitado mucho la acción en este campo de la salud mental.

Uno de cada ocho adolescentes tiene algún trastorno mental y en los niños uno de cada

cinco niños. Una de cuatro personas será víctima de algún problema a lo largo de su vida. Se

estima que para el 2020 los Años de Vida ajustados por discapacidad (DALYs en inglés) que se

pierden debido a todas las enfermedades y lesiones en el mundo aumentará en un 15%. Cuando

nos referimos a los términos de discapacidad y muerte prematura, estamos incluyendo

indudablemente también las condiciones psiquiátricas que son responsables de cinco de cada

diez de las causas principales.

Los factores de riesgo y de protección individuales y relacionados con la familia pueden

ser biológicos, emocionales, cognitivos, conductuales, interpersonales o relacionados con el

contexto familiar. Pueden tener su mayor impacto en la salud mental durante períodos sensitivos

a lo largo de la vida e incluso pueden tener impacto a través de generaciones. Por ejemplo, el

abuso de menores y la enfermedad mental de los padres durante la infancia y niñez temprana

pueden conducir a depresión y ansiedad en períodos posteriores de la vida, así como en las

siguientes generaciones, aunque la seguridad del afecto y el apoyo social de la familia pueden

reducir dichos riesgos (Hoefnagels, 2005; Beardslee, Solantaus & van Doesum, 2005). La

conducta de riesgo maternal durante el embarazo y sucesos de aversión que ocurren temprano en

la vida pueden causar vulnerabilidades neuropsicológicas (Brown & Sturgeon, 2005). La

discordia marital puede preceder a problemas de conducta en niños, depresión entre las mujeres

y problemas relacionados con el alcohol en ambos padres (por ej., Sandler, Ayers & Dawson-

McClure, 2005; Dyer & Halford, 1998)

Sin embargo, es evidente que existen dificultades en la salud mental del adolescente en

Colombia. El impacto de la violencia, el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas y el

deterioro de la calidad de vida, hacen que esta realidad se haya complejizado aún más. Según el

Estudio Nacional de Salud Mental realizado en Colombia en 2003, aparece como preocupante

que dos de cada cinco colombianos han presentado algún trastorno de salud mental por lo menos

una vez en su vida, y que la etapa entre los 14 y los 27 años, es el momento más frecuente de

aparición de los mismos. Además, y esto es posiblemente el elemento que mayor preocupación

conlleva, sólo una de cada diez personas que presentó algún trastorno mental recibió algún tipo

de atención.

El objetivo general de la prevención de los trastornos mentales tiene ecuánime "reducir la

incidencia, prevalencia, recurrencia de los trastornos mentales, el tiempo en que las personas

permanecen con los síntomas o la condición de riesgo para desarrollar una enfermedad mental,

previniendo o retardando las recurrencias y disminuyendo también el impacto que ejerce la

enfermedad en la persona afectada, sus familias y la sociedad " (Mrazek & Haggerty, 1994).

Existe amplia evidencia que demuestra que los programas de intervención temprana

representan una poderosa estrategia de prevención. La mayoría de los programas exitosos que

abordan los factores de riesgo y de protección en las primeras etapas de la vida, están dirigidos a

poblaciones infantiles en riesgo, especialmente los niños que provienen de familias de bajos

ingresos y niveles educativos (Brown & Sturgeon, 2005). Estos programas incluyen

intervenciones realizadas en los hogares durante el embarazo y la infancia, los esfuerzos para
reducir el cigarrillo durante el embarazo, capacitación de preparación a los padres en la crianza

de los hijos y programas preescolares.

Sin embargo, la OMS define salud como “un estado de bienestar físico, mental y social

completo y no meramente la ausencia de enfermedad o padecimiento” (OMS, 2001a, p.1). Por lo

tanto, la salud incluye el funcionamiento mental, físico y social, los cuales están estrechamente

relacionados y son interdependientes. Existe evidencia que indica que las enfermedades físicas y

mentales pueden acompañar, seguir o precederse una a otra, así como hay evidencia que indica

que los trastornos mentales aumentan el riesgo de enfermedad física y viceversa.

Teniendo en cuenta sobre las actividades de promoción de salud mental implican la

creación de condiciones individuales, sociales y ambientales que permitan el óptimo desarrollo

psicológico y psicofisiológico. Dichas iniciativas involucran a individuos en el proceso de lograr

una salud mental positiva, mejorar la calidad de vida y reducir la diferencia en expectativa de

salud entre países y grupos. Es un proceso habilitador que se realiza con y para las personas. La

prevención de los trastornos mentales puede ser considerada como uno de los objetivos y

resultados de una estrategia más amplia de promoción de salud mental (Hosman & Jané-Llopis

1999)."

Por otro lado a través de múltiples pruebas, se han encontrado resultados positivos para

un número creciente de programas. Para aumentar la solidez de los hallazgos presentados en este

informe, se necesita asignar prioridad a la repetición de los estudios en todas las comunidades y

países. Dichos estudios son necesarios para entender cuál es el rol que juega la variación en las

condiciones culturales y económicas cuando se implementan intervenciones similares en nuevos

escenarios. Estos estudios también ayudan a identificar las adaptaciones que se necesitan en

dichos escenarios para mantener los resultados anteriormente encontrados. La mayoría de las
investigaciones actuales ha sido implementada en países desarrollados, especialmente en los

Estados Unidos. Este Informe Compendiado y el Informe Completo sobre el cual se basa

(Hosman, Jané-Llopis & Saxena, 2005) intentan facilitar la accesibilidad y el uso de

intervenciones basadas en evidencia y el conocimiento de la prevención a nivel mundial. Los

principios de las intervenciones que funcionan se pueden aplicar en diferentes situaciones. Esto

es especialmente importante para los países de bajos ingresos que carecen de recursos para la

investigación de prevención, en tanto que necesitan hacer frente a los enormes problemas de

salud mental a nivel público. Para facilitar el desarrollo de la prevención y la toma de decisiones,

dichos países necesitan recibir apoyo en la interpretación de la factibilidad de los programas de

prevención disponibles para el desarrollo continuo de sus propios programas basados en

evidencia.

Marco Legal.

Los niños, niñas, adolescencia y educación son un tema con el cual la normativa

colombiana se ha venido desarrollando progresivamente puesto que ha traído consigo la

instauración de un Estado proteccionista de estos, por ello, en primer lugar, se analizarán las

disposiciones que armonizan los conceptos de niñez, adolescencia y educación.

Por otra parte, el actuar del psicólogo, y más específicamente, del psicólogo educativo, es

de suma importancia en estos contextos, por lo que, en segundo lugar, se establecerá el su campo

jurídico de ejecución.

En cuanto a niños, niñas, adolescencia y educación.

Constitución Política de Colombia, de 1991. Según sus máximas, existen derechos

fundamentales de los niños, los cuales son aplicados a todos los menores de edad, que, de
manera paralela, se convierten en obligaciones del estado. Entre ellas esta intervención pretende

impulsar: el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su

opinión mediante cada una de sus actividades, enfatizando en la educación como proceso

recreativo y cosmos de libre y diversa opinión.

Ley 1098 de 2006: Código de infancia y adolescencia. Todo lo referente a niños, niñas y

adolescente en Colombia debe ser estudiado desde la perspectiva que ofrece el Código de

infancia y adolescencia, el cual es un compendio normativo que ofrece un gran campo jurídico

para esta población. En lo atiente a esta intervención se tiene que, desde esta ley: La educación,

en sí misma, debe ser un proceso integral, por ello, este tipo de actividades busca impulsar no

sólo los conocimientos teórico-prácticos que se obtienen en ella, sino, también, una parte

fundamental: la recreación y participación; lo cual hará que se desarrollen diversas habilidades

que repercutirán de manera positiva en la calidad de vida del educando. Lo anterior, cumple con

la obligación especial que tienen las instituciones de educación en cuanto a que su servicio debe

ser pertinente y de calidad.

En cuanto a la labor del psicólogo en la intervención en contextos educativos. Le es

competente el diseño, ejecución, dirección y control de programas de intervención psicológica, la

cual, se desarrolló bajo los principios de responsabilidad, competencia, confidencialidad y

bienestar del usuario. A su vez, se ejecuta en el marco del Código Deontológico y Bioético que

trae consigo la ley 1090 de 2006.

Referencias.
Leiva, L., George, M., Antivilo, A., Squicciarini, A. M., Simonsohn, A., Vargas, B., & Guzmán,

J. (2015). Salud mental escolar: Logros de una intervención preventiva en salud mental

en niños y niñas del primer ciclo de enseñanza básica. Psicoperspectivas, 14(1), 31-41.

Murray CJL, Lopez AD (1996). La carga global de la enfermedad: una evaluación integral de la

mortalidad y discapacidad de las enfermedades, lesiones y factores de riesgo en 1990

proyectado al 2020. Ginebra, Banco Mundial, Organización Mundial de la Salud y

Escuela Harvard de Salud Pública.

Mrazek PJ, Haggerty RJ, eds (1994). Reduciendo los riesgos para trastornos mentales: Fronteras

para la investigación de intervención preventiva. Washington, National Academy Press

Hosman C, Jané-Llopis E (1999). Retos políticos 2: salud mental. En: Unión Internacional para

la Promoción de Salud y Educación. La evidencia de la efectividad de la promoción de la

salud: forjando la salud pública en una nueva Europa. Bruselas, ECSC-EC-EAEC: 29-41

Hosman C, Jané-Llopis E, Saxena S eds (2005). Prevención de trastornos mentales:

intervenciones efectivas y opciones de políticas. Oxford, Oxford University Press

Brown H, Sturgeon S (2005). Promoviendo un inicio saludable en la vida y reduciendo riesgos

tempranos. En: Hosman C, Jané-Llopis E, Saxena S, eds. Prevención de trastornos

mentales: intervenciones efectivas y opciones de política. Oxford, Oxford University

Press.