PEC Ines Draaijer Rodriguez

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4.

Comente las distintas figuras de protección de los espacios naturales que se aprecian en el
mapa, señalando su jerarquía o importancia y su distribución y extensión por nuestro país.

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5. Diferencias entre suelo rústico y espacios libres. Señale ejemplos de ambos en la fotografía o
mapa adjuntos según los criterios que se dan en las páginas 90-91 del manual. (Fuente: SIG-
PAC y hoja/fotografía del Mapa Topográfico Nacional nº 905 a escalas 1: 50.000 y 1: 25.000.

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8
8. Lectura crítica y resumen (máximo 5 páginas, letra arial, cuerpo 12) de un artículo que
usted elija de los siguientes:

1- LA DEMOGRAFÍA EN LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL


2- A PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA ORDENACIÓN
3- LOS PLANES DE ORDENACIÓN EN ESPAÑA
4- MODELOS DE ORDENACIÓN DEL TERRITORIO EN EUROPA
5- VALORACIÓN DE RIESGOS. METODOLOGÍA
6- PAISAJES CULTURALES URBANOS, ENTRE LA PROTECCIÓN Y LA
DESTRUCCIÓN
7- GOBIERNOS LOCALES, POLITICAS DE CIUDAD Y ORDENACIÓN DEL
TERRITORIO
8- LAS CIENCIAS SOCIALES Y EL ESTUDIO DEL TERRITORIO
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Los artículos están en la carpeta “Documentos” en la página virtual de la asignatura.
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RESUMEN DEL ARTÍCULO:

LA VALORACIÓN DE LOS RIESGOS EN LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO:METODOLOGÍA


PRÁCTICA
Gustavo Aguirre Murúa
Boletín de la A.G.E. N.º 40 - 2005, págs. 393-405

Por: Inés Draaijer Rodríguez

INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO

El artículo en cuestión trata sobre la identificación y la evaluación de los riesgos, tanto naturales
como tecnológicos, para determinar a nivel cualitativo cuál es la distribución de los mismos con el
fin de poder mitigar dichos riesgos en un cierto territorio.

Desde un punto de vista de planificación y ordenación territorial es de vital importancia que se


valoren los riesgos que afecten o puedan afectar a un territorio, y la valoración que se haga debe
poder expresarse en una escala adecuada y apropiada. Con esto, conseguimos un “mapa de
riesgos” que indique que zonas espaciales son más vulnerables a sufrir dichos riesgos. En este
contexto, decimos que la planificación ambiental no es más que la correcta utilización del
territorio, teniendo en cuenta las limitaciones del mismo, ya sean existentes o potenciales. El
objetivo último perseguido es doble: por un lado, se responde a la necesidad por parte de la
sociedad de mantenerse informada acerca de los riesgos de una región y, por otro, se contribuye a
la protección misma de dicha sociedad por parte de estos riesgos.

Así pues, el primer paso para alcanzar dichos objetivos es definir el propio concepto de riesgo.
Existen múltiples definiciones del mismo, pero personalmente me quedo con la de Calvo García-
Tornel (2000): «es la contingencia o proximidad del daño, y eventualmente el perjuicio derivado de
ella y su intensidad». Tanto en esta como en el resto de definiciones existen dos factores comunes,
a saber, el carácter extremo de los sucesos y lo imprevisibles que son, y las consecuencias sociales,
económicas y ambientales.

Nuestro objetivo es, por lo tanto, el de evaluar dichos riesgos. Sin embargo, es necesario
puntualizar que dicha valoración tiene carácter cualitativo, se realiza de forma indirecta y su
carácter es predictivo. Teniendo estas consideraciones en mente, se intentará alcanzar una fórmula
relativamente sencilla que ofrezca una magnitud llamada Índice de Riesgo capaz de ayudar y dar
respuestas en la ordenación del territorio. Esto facilita que cualquier ordenación territorial pueda
basarse en un conocimiento técnico y científico, teniendo en cuenta los principales
acontecimientos de riesgo y sus potenciales consecuencias.

METODOLOGÍA

La metodología que se propone para valorar riesgos considera dos aspectos:

- Riesgos potenciales. Son aquellos riesgos asociados a elementos o circunstancias


desencadenantes de daños tanto a bienes, como a personas.
- Corrección del riesgo potencial. Se introducen dos factores adicionales: el factor de Peligrosidad
(N1), relacionada con la probabilidad de que ocurra un evento real perjudicial o catastrófico
basada en los años previos, y el factor de Vulnerabilidad (N2), cuantificado en función del tamaño
poblacional, los elementos naturales o infraestructuras que pudieran afectarse en caso de una
eventualidad de índole extrema.

Como se ha comentado previamente, la metodología propuesta en el artículo debe considerar dos


tipos de riesgos: los riesgos naturales y los riesgos tecnológicos.
Los riesgos naturales son aquellos fenómenos extremos del medio físico que resultan
perjudiciales para el hombre, bien por constituir un peligro para su integridad física, bien por
los perjuicios económicos capaces de generar. Entre estos riesgos, se consideran los siguientes:
-Inestabilidad del terreno
-Fallas activas - Movimientos sísmicos – Tsunamis
-Suelos expansivos
-Riesgos asociados al karst
-Inundaciones
-Erosión
-Incendios forestales
-Riesgos geotécnicos

Los riesgos tecnológicos pueden definirse como «derivados del funcionamiento del apa-
rato productivo, especialmente los que se refieren a la utilización de sustancias peligrosas y
sistemas técnicos capaces de causar, mediante accidentes, daños a la población o al
medioambiente. Entre estos se consideran:
-Transporte de mercancías peligrosas por carretera
-Transporte de mercancías peligrosas por ferrocarril
-Industrias, gasolineras y almacenamiento de sustancias peligrosas
-Pasillos aéreos-aeropuertos
-Puertos comerciales (tránsito y almacenamiento de sustancias peligrosas
-Explotaciones mineras
-Instalaciones militares y campos de tiro y maniobras
-Oleoductos-gaseoductos
-Contaminación por fertilizantes, pesticidas y plaguicidas
-Tendidos eléctricos y subestacione
-Contaminación atmosférica (ruidos, vibraciones, partículas, olores)

Finalmente, se debe concretar la fórmula mediante la cual se valorarán los riesgos listados
previamente. Este cálculo se realiza de forma independiente a cada unidad homogénea del
territorio, y tanto en los riesgos naturales como los tecnológicos hay un incremento de estos
cuando existe un historial previo de fenómenos catastróficos dentro de la unidad evaluada (esto se
define mediante los factores de Peligrosidad N1 y de Vulnerabilidad N2). Veamos el cálculo de
riesgos:

- Índice de Riesgo tecnológico

Índice de Riesgo Tecnológico =Σ( pi* Vi) + N1 * N2


Donde: pi es el peso del Riesgo Tecnológico, Vi es el valor que presenta dicho riesgo, N1 es la
Peligrosidad, N2 es la Vulnerabilidad. A partir de este cálculo, se categoriza en las siguientes clases:

- Índice de Riesgo Natural

Índice de Riesgo Natural =Σ( pi* Vi) + N1 * N2

Donde pi es el peso del Riesgo Natural, Vi es el valor que presenta dicho riesgo, N1 es la
Peligrosidad, N2 es la Vulnerabilidad. De nuevo, el valor de dicho índice se categoriza en:

- Índice de Riesgo Global

A partir del Índice de Riesgo Tecnológico y del Índice de Riesgo Natural, se calcula un factor global
llamado Índice de Riesgo Global. Este se basa en la combinación de ambos riesgos, según las
categorías citadas anteriormente. El Índice de Riesgo Global viene dado por las combinaciones
siguientes:
Donde la clasificación por colores viene dada por:

CARTOGRAFÍA DE RIESGOS

Finalmente, se debe realizar una cartografía de riesgos que delimite las zonas donde los bienes,
personas y elementos naturales sean susceptibles de verse afectados por alguna contingencia, es
decir, que tengan un riesgo elevado. Esta zonificación debe realizarse acorde al Riesgo Global,
teniendo en cuenta tanto la Peligrosidad (N1) como la Vulnerabilidad (N2), definidas
anteriormente.

Debe aclararse que las unidades básicas en que se realice la representación cartográfica pueden
ser cuadrículas que subdividan el territorio, o bien sector, ámbitos o incluso distritos.

En resumidas cuentas, la metodología propuesta para cuantificar los riesgos, y su posterior


cartografía, tiene como objetivo ofrecer una herramienta de carácter aplicado que ayude a
prevenir contingencias tanto a nivel personal como en bienes materiales, tanto infraestructuras
como elementos naturales, teniendo en cuenta tanto riesgos naturales como tecnológicos. Debe
tenerse en cuenta que los mapas de riesgos obtenidos son dinámicos, y han de ser actualizados
frecuentemente acorde a los cambios en los potenciales riesgos, con el fin de actualizar el nuevo
nivel de riesgo existente en un territorio.

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