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Lydia Inés Muñoz

EVOLUCION HISTORICA
DEL CARNAVAL ANDINO
DE NEGROS Y BLANCOS
DE SAN JUAN DE PASTO
(1926 - 1988)

I
Páginas de Carnaval

INSTITUTO ANDINO DE ARTES POPULARES


DEL CONVENIO ANDRES BELLO - IADAP

CENTRO DE TRABAJO DE CULTURA POPULAR


DE NARIÑO
Quito - Ecuador Pasto - Colombia
ISBN 9978-60-001-9
DERECHOS RESERVADOS
© Lydia Inés M u ñ o z , 1 9 9 1
© Editorial I A D A P , 1 9 9 1
Diego de Atienza y Av. América
Quito - Ecuador
Impreso en Ecuador - Printed in Ecuador.

Edición: 1.000 ejemplares.

D I R E C T O R E J E C U T I V O : Eugenio Cabrera Merchán


EDITOR: V íctor Manuel Guzmán
DIAGRAMACION: Wilfrido Acosta Pineda
PORTADA: Alvaro Pantoja Ocaña

CENTRO DE TRABAJO DE CULTURA POPULAR


DE N A R I Ñ O . Pasto Colombia.

COORDINADOR DE
LA E D I C I Ó N : Alvaro Yie Polo

INVESTIGADORA Lydia Inés Muñoz C.


ARCHIVO
FOTOGRAFICO Dominique López Esparza
Museo Fotográfico.
Luis Bernardo Esparza
Javier Vallejo
Germán Zar ama
Raúl Ordóñez
Maestro Alfonso Zambra-
no Pavan
P R E S E N T A C I Ó N

El Instituto A n d i n o de Artes Populares del Convenio Andrés Bello


- I A D A P — , pone en circulación un nuevo aporte al conocimiento de
la cultura popular.

S e trata d e E V O L U C I Ó N H I S T Ó R I C A D E L C A R N A V A L A N D I N O
DE N E G R O S Y B L A N C O S EN S A N J U A N DE PASTO, que respon-
de a un trabajo serio, de paciente investigación histórica realizado por
la distinguida amiga y compañera L Y D I A INÉS M U Ñ O Z C O R D E R O ,
en su larga y f r u c t í f e r a trayectoria de miembro del Centro de Traba-
jo de Cultura Popular del I A D A P , en el Departamento de Nariño -
Colombia.

La intención del libro en escencia es d i f u n d i r esta fiesta cultural del


C A R N A V A L A N D I N O , que en Pasto se celebra los días 4, 5 y 6 de
enero, que relieva y afirma la identidad del pueblo nariñense. Estas
celebraciones tienen una p r o f u n d a raíz ancestral, que la investigado-
ra ubica en las culturas preincásicas a las que se han agregado, fuerte-
mente, elementos aportados por las culturas Inca, Española y Negra,
para convertirla a esta "fiesta pastusa" en el más claro ejemplo de
sincretismo.

Para el I A D A P , esta publicación es m u y significativa, porque permite,


realmente, c u m p l i r el objetivo de fomentar el conocimiento y la fra-
ternidad entre los países de la Región A n d i n a , con un particular men-
saje cultural, resumido en la identidad de un pueblo.
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A través de estas líneas consigno el agradecimiento para L Y D I A


INÉS M U Ñ O Z C O R D E R O , para los directivos del Centro de Trabajo
de Cultura Popular de Nariño, para la Comisión Nacional del I A D A P
en Bogotá, representada por la Oficina de Relaciones Internacionales
del Ministerio de Educación Nacional, por esta nueva entrega c o l o m -
biana a la integración cultural andina.

Q u i t o , j u n i o de 1991

EUGENIO CABRERA MERCHAN


DIRECTOR EJECUTIVO
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1. M A R C O TEÓRICO RE FE RENCI AL

1.1. Bases teóricas: El cuerpo y el Carnaval:


En el Discurso del Carnaval — d i c e M a l l a r m é — se anuncia el
hecho que ocurre con la situación mental c o m o con los meandros de un
drama. El escenario de que es s í n t o m a seria la única dimensión, en la
que el t e a t r o surgiría c o m o la lectura de un l i b r o , su escritura operante.

En el escenario del Carnaval —considerado por H i l b e r t — c o m o fugaren


el que se realiza la infinidad potencial del discurso, se manifiestan a la
ve? las prohibiciones (la representación, lo monológico) y su transgre-
sión (el sueño, el cuerpo, lo dialógico). Es en esa instancia, donde el
lenguaje corporal se parodia y se relativiza. repudiando su papel de
representación (lo que provoca la risa), sin llegar empero a desprenderse
de él.

Definitivamente la estructura carnavalesca es ambivalente: a la vez


representativa y anti-representativa; cuasi-racíonalista y antiraciona-
lista. Los personajes del 31 de diciembre en Pasto: " v i u d a s " y "años
v i e j o s " ; los "cabezones" del 6 de E n e r o ; los pasajes de " l a familia Cas-
t a ñ e d a " ; los disfraces de las Murgas y Comparsas, se ubican holgada-
mente en aquella espiral donde se accede a la exploración ilimitada del
lenguaje corporal. Lo insólito y la hilaridad son los retos. Toda parodia
representa; pero es cuando transgrede los límites el m o m e n t o en el que
adquiere mayor significación y trasciende. E j e m p l o de ello, son los
m o t i v o s religiosos, morales o p o l í t i c o s (ef m a t r i m o n i o , la muerte, el
sexo, el poder, la escuela) que se convierten en la alegoría más frecuen-
tada durante el Carnaval del 4, 5 y 6 en Pasto: alegoría que no es alego-
r í a , en un ejercicio constante de la ambivalencia inherente al Carnavale.

En o p i n i ó n de Bajjín, en la sociedad moderna, lo carnavalesco connota


en general una parodia y por lo t a n t o una consolidación de la ley: se
lene cierta tendencia a ocultar el aspecto dramático del Carnaval. La
risa del Carnaval no es simplemente paródica; no es más cómica que
trágica; es ambas cosas al t i e m p o , es si se quiere, seria y solo asi' su
escenario no es ni el de la ley ni el de su parodia sino su o t r o .

Sobre la risa, A n t o n i n A r t a u d , habi'a escrito que no era parodia, sino


h o m i c i d i o y revolución. No p o d í a tener más razón. Durante los días
de Carnaval en Pasto, el pueblo gracias al ejercicio de la risa, da muerte
a la rutina, a la apatía, a los horarios a ese monologismo eterno, a esa
vida de clausura, para salir a la calle, a la plaza a transgredir lo norma-
tivo e invertir la condición social y étnica. Es allí, donde se puede fácil-
mente aclimatar cualquier cambio decisivo.

El escenario carnavalesco implica lo dialógico y lo impugnatorio. Cada


motivo de disfraz, cada máscara, cada escultura en papel cartón, o com-
parsa, está convocando a lo dialógico. Cada expresión del arte popular,
constituye una verdadera revelación.

El corpus de objetos culturales, encierra raíz, s í m b o l o y procesos ú n i -


cos. De ahí que el Carnaval es comunicación, participación, fiesta
donde no hay espectadores, sólo celebrantes.

La complicidad para "liberar la carne", en el "Carnavale", aparece


c o m o un m o v i m i e n t o ascendente y m ú l t i p l e para conquistar el envés de
la piel y la ú l t i m a arista de la risa: encuentro con el p r o p i o cuerpo
inmerso ahora en el cuerpo colectivo.

El Carnaval libera también el discurso de la exigencia histórica. El artis-


ta popular, el escultor del papel es el demiurgo que juega con la tarea de
la anti-representación alegórica. A l l í está la clave del é x i t o de su comu-
nicación estética.

El cuerpo humano, desde el t i e m p o de la primera c u l t u r a , fue el centro


del contacto con la naturaleza y con otros cuerpos. Todas las Cosmo-
visiones y en particular las precolombinas contextualizaron p r o f u n d a -
mente, la razón del ser humano: cuerpo y pensamiento ungido a la
tierra, al trabajo y a la fiesta: tríada, red indivisible, compleja y m ó v i l .

El rito, el ludus, desde el comienzo sirvieron de factores afirmadores de


la cohesión social. Desde siempre, la presencia de la máscara sugirió el
primer gesto, la primera simulación de o t r o gesto. La ceremonia, la
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liturgia, el juego y la danza constituyen arte y parte del Carnaval, en su


dimensión t o t a l .

Octavio Paz, cree que el cuerpo es siempre un más allá del cuerpo. Que
al palparlo, se reparte (como un t e x t o ) en porciones que son sensacio-
nes instantáneas.

En desarrollo del "juego de n e g r i t o s " , durante el Carnaval del 5 de


Enero, el c o n t a c t o : cuerpo-cuerpo, gracias al ejercicio del juego-tatuaje,
permite la negación de la individualidad y la proximidad al " o t r o " . El
sentido del " t a c t o " , se consagra.

Si el siglo 17 — a l u d e Octavio Paz— había olvidado que el cuerpo es un


lenguaje, sus poetas supieron crear un lenguaje que tal vez a causa de su
misma complicación da la sensación de un cuerpo vivo. . .

Con la colonización española de A m é r i c a , se instaura por siglos, la cen-


sura cristiana sobre "el c u e r p o " y la 'fiesta p o p u l a r " . Los edictos y la
Inquisición, desempeñaron el oscurantismo a sus anchas para exorcisar
los demonios de los cuerpos posesos de solo alegría, durante la práctica
de las fiestas tradicionales.

Se persiguió así a la alegría, al arte del pueblo. Pero el rito antiguo se


conservó como un acto colectivo clandestino, para luego ya revestido,
salir a la superficie de las fiestas patronales o civiles, decretadas por la
Iglesia o el Cabildo.

Es en el Carnaval A n d i n o de Blancos y Negros en San Juan de Pasto,


durante su evolución histórica a lo largo de más de seis décadas, donde
cobra plena vigencia la jerarquización del discurso corporal, al interior
de la fiesta tradicional.

El lenguaje del cuerpo, el gesto ensancha los posibles horizontes de la


pantomina. A l l í se identificará el manejo y aplicación de la iconografía
regional andina a través de las múltiples expresiones y motivos del
juego, rito y teatro protagonizado por el p u e b l o : máscaras, caretas,
cabezones, disfraces, comparsas, murgas, esculturas en papel, carrozas.
Cada una en su espacio y m o m e n t o exacto inaugura un verdadero
universo narrativo y sugestivo.
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1.2. Antecedentes: Raíces culturales del carnaval:


El Carnaval de Blancos y Negros en Pasto, presenta uno de los
perfiles culturales más interesantes d e n t r o de la historia regional. Su
génesis y constitución obedecen a un proceso constante de asimilación
sincrética de elementos, gestos rituales de procedencia t r i é t n i c a : raíz
cultural indígena precolombina, raíz cultural hispánica colonial, raíz
cultural negra.

El entorno etno-cultural en el cuál surgen los principales elementos del


Carnaval " A n d i n o " de Pasto, se define en el espacio comprendido enfre
el sur del Cauca hasta la región meridional del Ecuador.

a) La raíz cultural indígena: Las comunidades de Pastos y Quillacin-


gas y en un m o m e n t o posterior la cultura Inca.aparecen c o m o las porta-
doras inmediatas de los elementos primigenios del Carnaval A n d i n o ,
manifiestos a través de formas para-teatrales c o m o comparsas y persona-
jes de ascendencia t o t é m i c a . El gesto ritual de la danza e i m p l í c i t o en la
máscara y en los motivos alegóricos, conduce necesariamente al referen-
te cultural precolombino.

El Carnaval que celebran antes del miércoles de ceniza las comunidades


Kamsá e Inga del Putumayo y A p o n t e , recobra en la época contempo-
ránea, toda la iconografía de las fiestas agrarias precolombinas.

b) La raíz cultural hispana; En la época de la colonización española, y


en el afán de afirmar la ideología cristiana, en esta región, se superpo-
nen en forma desordenada a las calendas rituales agrarias, las fiestas
dedicadas a los Santos Patronos.

En este c o n t e x t o , la representación de autos y pastorelas con motivos


cristianos, cobra especial importancia c o m o agente p r o m o t o r de la
nueva liturgia y de renovación de los sentimientos. Los autosacramen-
tales, que fueron obras que se representaron desde la colonia, subyacen
en las procesiones de este siglo a través de carretas alegóricas, tiradas
por bueyes. Además la notable creatividad nativa, producirá desde el
siglo 19, obras que c o m o " l a E p i f a n í a " del Maestro Maldonado (en
Pasto, 1880), llegaran a convertirse en parte del foco cultural de la
festividad de enero y de la propia caracterización de las C A R R O Z A S .
En este proceso, lo profano viene a reemplazar a la alegoría de carácter
cristiana - Sincretismo, expresión de un mestizaje lento, más no liviano.
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c) La raíz cultural negra: La cultura de la etnia negra, proveniente de


la Madre Á f r i c a , p o r t ó en su equipaje también clandestino, música,
danza, ritos, juegos, literatura oral. Su preservación dependió del
m o m e n t o , del sentimiento y del espacio. Una de las situaciones especia-
les lo constituyó la celebración del d í a libre otorgado a los esclavos,
entendido c o m o contensión social y f r u t o de las revueltas protagoniza-
das por ellos desde el siglo 17 hasta el 19. Durante el día libre, se pro-
cedía a invertir los roles sociales: el esclavo pasaba a ser amo y este su
esclavo.

Seguramente en el micro-espacio cultural de los Palenques del Patía, Sur


del Cauca y Norte de Nariño, la difusión de la tradición lúdica fue más
activa. Durante buena parte del siglo 19 el juego de negros fue caracte-
rística de Popayán y del Cauca. Según las crónicas de Cordovez Moure,
en Pasto se juega negritos, desde 1854.

d) La Calenda: El Carnaval de Pasto, dada su ubicación in tempore, no


se ajusta al calendario clásico de las Carnestolendas. T a n t o en Europa
(Venecia, Avila, Cataluña) c o m o en América (Brasil, Uruguay) y en
Colombia (Barranquilla, A p o n t e y Putumayo) el Carnaval se realiza en
el pórtico de la Cuaresma: es el ciclo de las Carnestolendas, que suele
darse en los meses de febrero o marzo.

Estos carnavales se inscriben en un transfondo c o m ú n a varios pueblos y


culturas, dentro de los ritos relacionados con la propia periodicidad
anual de la naturaleza, ciclos relativos a la producción agraria —según
Frazer— en un paso histórico destinado a provocar mágicamente la
revitalización de los espíritus de la cosecha.

En el sur de Colombia, considerando c o m o centro a la ciudad de Pasto,


se tiene que el período de celebraciones populares mestizas, abarcan
desde las vísperas del Solsticio de invierno — q u e se cumple el 21 de
d i c i e m b r e — hasta el d í a seis de Enero. Desde el juego de aguinaldos
hasta el juego de blancos, fecha de climax de la ceremonia colectiva.
Se cierra el ciclo de la alegría compartida. La naturaleza, los espíritus y
los cuerpos han conjurado la muerte.

T i e m p o de revitalización:
El Carnaval A n d i n o de Blancos y Negros en San Juan de Pasto, se efec-
túa durante los primeros días del A ñ o Nuevo: cuatro, cinco y seis de
Enero. No tiene en su itinerario la clasificación de " D o m i n g o G o r d o "
o "Martes de Carnaval", porque su proceso histórico es diferente. Se
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adelanta a las carnestolendas para situarse holgadamente en la estación


exacta de la renovación de I* naturaleza al comienzo del año, en el
cruce del tiempo.

La familia Castañeda, el Juego de blancos y negros, expresiones que


Caracterizan el Carnaval A n d i n o del Sur, es el único en el m u n d o que
presenta génesis y homenaje constante a las tres etnias: la indígena, la
negra y la hispánica.

1.3. Crónica de Ni-ki-to : " I n v i t a c i ó n al Carnaval" (1936)


En 1936 (1) el periodista Carlos A l b o r n o z R., bajo el seudó-
nimo de Ni-ki-to, escribía una de las páginas más brillantes de prosa
suelta de la época, sobre el Carnaval de Pasto, logrando a través del
t e x t o , personificarlo bajo los iconos universales de " P i e r r o t " , " A r l e -
q u í n " y " C o l o m b i n a " . El monólogo " I n v i t a c i ó n al Carnaval", tiene
validez en las fiestas de A ñ o Nuevo en Pasto, como en Barranquilla, R í o
de Janeiro, Montevideo o en la eterna Venecia. De ahí que lo conside-
ramos un referente inicial, para enmarcar el ensayo etno-histórico pro-
puesto.

Escribía Ni-ki-to, de la siguiente manera:


" U n a lujosa orquestación de sonrisas se ha organizado para
esperar la llegada alegre de la farándula y es la hora en que el
sol dora las playas del ensueño. Llega hasta nuestro puerto de
j u v e n t u d , y descarga en los muelles que se extienden como
brazos ansiosos, t o d o tu cargamento de ilusiones de mentiras,
de frágiles serpentinas y de picadillos engañosos. Recoge fren-
te a nosotros las velas que infló el viento de la buenaventura y
obsequíanos con el milagro de tus sonrisas alegres y sonoras,
como sonoro y alegre es el alboroto de las aguas que se revuel-
ven en ese gran recipiente del mar. Acércate a nuestro lado
con tus labios pintarrejeados y con tus mejillas llenas de car-
m í n ; enséñanos el secreto de tus ojillos vivaces y la coquetería
graciosa de tu antifaz negro y de tu turbante de papel. Sé
nuestro amigo transitorio, nuestro viejo y bondadoso noel,
nuestro mago Cabitatio que de los lejanos países de la alegría
llegó con un camello cargado de dulces mentiras y de ambicio-
nables engaños".

"Ancla tu barca de siete colores frente al castillo de nuestro


espíritu, u t i tanto enmohecido p o r el aire f r í o de la tristeza-,
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enséñanos la sonoridad de tus cascabeles y el aire alegre de tus


panderos. Bríndanos en la copa de unas cuantas horas el v i n o
que se fermenta en el f o n d o de tus odres, hechos con arcilla
del paraíso perdido, en aquella fatal noche de la creación.
Muéstranos tu mercancía de ensueños, tus baratijas de mentiras
y enséñanos a esconder la tristeza bajo la coquetería de un
antifaz.

Luego saca también a A r l e q u í n , preso entre cadenas de oro por


haberse embriagado con el licor que destilan las estrellas en las
noches en que la luna farrea enguayabada por la tristeza del
s o l ; libra a A r l e q u í n de sus prisiones; y colócale las sandalias
de seda para que baile un fox de esperante sobre el tapete de
nuestra angustia silenciosa.

Ven amigo Pierrot, antes de que en una encrucijada nos sor-


prenda el fastidio; líbranos de la guillotina del tedio y de la si-
lla eléctrica de la tristeza.

Todos debemos salir a la llegada de el Carnaval! Desde las pla-


yas de nuestro espíritu demos la bienvenida a Pierrot, que trae
la magia de las mentiras y a Colombina la reina de los amores
engañosos. Aprendamos a descifrarnos en un rato de mentiras,
a esconder la vida tras el color resaltante de la careta y a ocul-
tar momentáneamente la personalidad tras la trincera del anti-
faz delicado. Hay que aprender a disfrutar de los momentos
alegres, escasos durante la vida, pero a disfrutar con delicia,
con placer, con elegancia, con vanidad. Juguemos con el Car-
naval c o m o si fuésemos niños que anhelamos la loca aventura
de aprisionar el sol en nuestras manos. Entreguémonos breves
horas, siquiera al placer de las emociones sencillas, de las emo-
ciones que fincan t o d o su encanto en el desarrollo de una ser-
pentina y en el disparar de una granada llena de c o n f e t t i .

Demos cauce a que se desborde la alegría sobre la roca árida de


nuestra tristeza, y burlémosla del fastidio, pintándole la cara
con cosmético y las mejillas con vacelina escarlata!.

Pero gocemos con moderación y cultura. Es preciso ir al


paraíso de la alegría con el corazón l i m p i o de rencores y de
vulgaridades; de lo c o n t r a r i o en el surtidor nuestra alma, tic
brota el agua viva de la felicidad

Mañana todos estaremos pendientes de la serpentina que cruza


ágil el espacio y del betún que pone una mueca irónica a la
vida.

Nos olvidaremos del gobierno y de la oposición. Nuestro jefe


será Pierrot y nuestra reina la simpar Colombina.
ACASO LA V I D A NO ES MAS QUE UN ETERNO CARNA-
V A L ? . N O FUE E L POETA Q U I E N L O D I J O E N I N M O R -
T A L ESTROFA
¿NO ES LA V I D A U N A S E R P E N T I N A Q U E SE DESEN-
V U E L V E POR E L T I E M P O , H A S T A Q U E L A B R I S A D E L A
MUERTE LA D E S T R U Y E Y HASTA QUE EL V I E N T O D E L
O L V I D O L A A R R I N C O N A E N LOS B A S U R E R O S D E L A
NADA?"

NI - K l - T O
CARNAVAL: ". . . vocabulario del
grito, del color, y de la música, que
se ha convertido gracias a la trans-
gresión colectiva en un arañazo cor-
dial que se aplica allí donde se unen
las fibras de todos los sentidos. ".

(COMEDIANT' S)
17

2. EVOLUCIÓN ETNO-HISTORICA DEL C A R N A V A L ANDINO DE


BLANCOS Y NEGROS:

2 . 1 . La Estructura del Carnaval y las tres leyes:


La primera apreciación señala que en el sur - colombiano, el
calendario de fiestas populares se extiende desde el 16 de diciembre en
el f i n de año, con la celebración de novenas al N i ñ o Jesús y de juegos de
aguinaldos; para concluir con los Carnavales propiamente dichos,
durante los primeros di'as del A ñ o Nuevo.

De esta manera, el Carnaval de Blancos y Negros, llamado también Car-


naval del "5 y 6 " , cuya estructura está tipificada por la mojiganga de
los tres días: 4, 5 y 6 de enero, en los que la tradición reconoce los
siguientes actos para-teatrales y juegos: en su orden se tiene:
4'de Enero : Llegada de la Familia Castañeda.
Recepción a cargo de Pericles Carnaval.
5 de Enero : D í a del juego de negritos.
6 de Enero : D í a del juego de " b l a n c o s "

La caracterización etnológica observa lo siguiente:


a) Presencia de Comparsas : días 4, 5 y 6 de enero
b) Presencia de Disfraces individuales : 5 y 6 de enero
c) Presencia de Murgas : 5 y 6 de enero
d) Desfile de Carros Alegóricos : 4 de enero
e) Desfile de Carrozas : 6 de enero
f) Actos y juegos no-agonales : 4 y 5 de enero
g) Actos y juegos agonales : 6 de enero
h) Movilidad en los días de celebración

Los días del Carnaval de Blancos y negros, son los que han sufrido
mayor movilidad, a lo largo de su historia durante el siglo X X . El ante-
cedente inmediato que lo constituye el festival estudiantil celebrado er
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Pasto en 1926, dura ocho días y se realiza en el mes de diciembre. En


los años siguientes, se observa la conmemoración del Carnaval de Blan-
cos y negros hasta el 7 de enero en 1 9 2 7 ; y hasta el 8 de enero en 1929.
En estos años, se incorpora la "llegada de la Familia Castañeda" (1928-
1929), c o m o la apertura de la ' C a m e s t o í e n d a " ; 4 de enero. Así, la ley
de la retención se aplica en los días 4, 5 y 6 de Enero, comenzando el
A ñ o Nuevo.

Las festividades del Solsticio de Invierno y de fin de año para el calen-


dario ritual pagano - equivalentes a las efemérides cristianas dé Navi-
dad, en Nariño y en Pasto, se ubican en las siguientes fechas:
16 a 24 de diciembre : Novena al N i ñ o Dios
Juego de Aguinaldos
"Pase del N i ñ o " (el más tradicional el de las
Hermeregildas)

28 de diciembre D í a de Inocentes
"Juego del agua" (1939)

31 de diciembre D í a del A ñ o Viejo


desfiles y rito del fuego y la. muerte ( 3 0 de dici-
embre de 1930)

El foco cultural de estas fiestas, se lo encuentra en los rituales preco-


lombinos del solsticio de invierno o Tamiamita, así c o m o en la liturgia
cristiana de Navidad, impuesta durante la colonización hispana. Ya las
incorporaciones de elementos nuevos: —tales como, la "quema del año
v i e j o " (1930) y el "juego del agua" (1939), obedecen a la operatividad
del referente cultural ya mestizo. El ingenio popular ha sido el portador
del subconsciente colectivo, el mismo que le ha dado el sello particular,
cultural a las fiestas de fin de año y año nuevo, en la región sur de
Colombia.

Al enfocar la evolución etnohistórica del Carnaval de Blancos y Negros


en Pasto, se manejará metodológicamente la descripción de su realiza-
ción año por año y por decenios; y la aplicación de las "tres leyes",
para el análisis e interpretación etnológica.

Las leyes a aplicar son a saber:


a) La ley de la retención evidenciada en dos manifestaciones:
b) La ley de la aceptación de elementos nuevos;
c) La ley del foco cultural.
19

De tal manera que en el c o n t e x t o de la cultura popular, una tradición


solo llega a explicarse y a interpretar su estructura, d e n t r o de un deter-
minado proceso histórico, donde es válido identificar, su génesis y cons-
titución (foco cultural), así como el grado de " r e t e n c i ó n " que observe
en sus manifestaciones; al igual que el advertir en su evolución, qué
elementos " n u e v o s " , qué personajes incorpora a su nómina particular.

Cada tradición popular es portadora de la memoria colectiva y en sí, es


única y c o n f o r m a una totaliddad cultural inscrita dentro de un e n t o r n o
etno-cultural e histórico d e f i n i d o . Es en el " c o r p u s " de sus elementos
y manifiestaciones, donde se encuentra su " d i s c u r s o " .

C a r n a v a l d e Pasto. 1 9 2 7 . C a r r o z a " E l C i s n e "


• o m l n l q u e López Esparza. Museo F o t o g r á f i c o Luis B e r n a r d o Esparza
20

"De los balcones, cae el confetti


como una lluvia de oro; las serpenti-
nas sesean en el azul en trazos lumi-
nosos; las flores, se despetalan como
crisálidas de esencias: y las rosas
abren el copo de sus púrpuras como
besos febriles sobre las cabezas lo-
cas".
Guillermo Edmundo Chávez, 1926

2 . 1 . 1 . El Carnaval en su primera época: 1926-1936:


Incorporación de la " F a m i l i a Castañeda" y de "Pericles Car-
naval":
El Carnaval de Blancos y Negros en su primera época, c o m -
prendida desde el Festival Estudiantil de 1926 y formalmente desde el
Carnaval del 5, 6 y 7 de 1927, admite un proceso animoso de c o n f o r m a -
ción hasta lograr su definición cultural mestiza, su perfil simbólico que
tomará ascendente curso.

La aplicación de la ley de la retención, se hace evidente en manifesta-


ciones c o m o el juego de negritos, y el juego de blancos, que aparecen
como el eje cultural y perfil simbólico del Carnaval de Pasto.

La incorporación y aceptación de elementos nuevos, se reconoce con la


"llegada de la Familia Castañeda" el 4 de Enero de 1928 y la "Compar-
sa de arrieros a n t i o q u e ñ o s " (Familia Machuca), el 4 de Enero de 1929,
a cargo del Batallón Boyacá.

Durante este primer decenio, es apreciable también la transformación


de los autos sacramentales en autos alegóricos profanos y su paso inme-
diato á la transformación en las " C a r r o z a s " del 6 de Enero, situación en
la que se conjugan las formas para-teatrales y la expresión escultórica
m o n u m e n t a l . Además el carácter agonal de este evento, se asignará en
las décadas posteriores.
21

Por su parte, el ceremonial de ascendencia hispánica, se inscribe en el


Carnaval de enero, a través de la elección, coronación y gobierno de las
reinas, que primero serán de "los estudiantes y la c u l t u r a " y luego "de
la alegría" y definitivamente: "reina del Carnaval". La propia confor-
mación de la " c o r t e real", en un comienzo va a significar una repro-
ducción de la realeza ibérica. La no-representación entra en la escena
del Carnaval, cuando en 1 9 3 1 , se cumple en esos días, " u n reinado de
feos", donde lo caricaturesco y el buen h u m o r colectivo, trasgreden los
esquemas de la formalidad estética y la ceremonia oficial.

Las batallas de flores, las lluvias de flores, presentes en los Carnavales


de la década del 26, recuperan aquellos elementos característicos de la
simbología m ú l t i p l e precolombina. Todavía en el Calusturinda o Carna-
val indígena de las comunidades Inga y Kamzádel Putumayo, las flores
forman parte del rito inicial, del saludo de invitación " c o n v i t e " a partí
cipar en "la fiesta b o n i t a " . Las flores se mezclara'n con el empleo de
serpentinas, para luego ser reemplazadas definitivamente por éstas ulti
mas en el Carnaval de Blancos y Negros.

Las "corridas de t o r o s " , "las cabalgatas", que encuentran su referente


en la cultura hispana, son retos y prácticas que hacen parte de los pro-
gramas de la " m o j i g a n g a " de enero.

Como característica de los primeros carnavales en Pasto, se relieva la


incorporación de eventos al nivel de recitales y presentación de obras
teatrales a cargo de compañías locales (Sociedad Alvarez LLeras) y
nacionales (Uribe Morían).

A nivel social, los sectores más activos son los gremios de artesanos y las
asociaciones de estudiantes de la Universidad de Nariño, en cuanto a la
creación y difusión del Carnaval, en sí. Los sectoreshegemónicos — c i v i l
y m i l i t a r — acentúan una f o r m a de participación en la fiesta popular
sureña, m u y característica. La pugna y contradicción social sale fácil-
mente a la superficie de la historia del Carnaval: mientras el pueblo
elabora un personaje como el " A ñ o V i e j o " en 1930; la élite pastusa
recrea su propia estampa a través de la magnifica creación de "Pericles
Carnaval" en 1932.

El referente de las culturas hispana, oriental y regional (ésta última en


un porcentaje m í n i m o ) , será el más acudido durante el decenio, según
el "corpus alegórico disponible a través de los motivos de disfraces,
comparsas, máscaia atuajes y escultmas en papel-cartón.
22

A mediados de la década, el c o n f l i c t o colombo-peruano en la frontera


oriental de la patria, que ocasionara una baja más en la economía regio-
nal, va a llegar a provocar una cierta involución en el Carnaval de Blan-
cos y Negros, de la cuál se recuperará gracias a la incorporación ya en
curso de la " F a m i l i a Castañeda" y del ingreso por la puerta grande a la
" n ó m i n a " de personajes del Carnaval: del " A ñ o V i e j o " y "Pericles
Carnaval".

A) El Festival Estudiantil de 1926

CRÓNICA: No. 1
TITULO : "Festival Estudiantil de 1 9 2 6 "
AUTOR : G u i l l e r m o E d m u n d o Chaves

". . . De los balcones, cae el confetti como una lluvia de oro; las serpen-
tinas sesean en el azul en trazos luminosos; las flores se despetalan como
crisálidas de esencias; y las rosas abren el copo de sus púrpuras como
besos febriles sobre las cabezas locas. . . "(2)

El "Festival de la educación y la c u l t u r a " , que se realizara en Pasto, a


finales de 1926, durante ocho días, aparece c o m o un antecedente inme-
diato del Carnaval de'Blancos y Negros. Es en ese evento donde se van
a reconocer los referentes culturales — e l hispánico,— resulta en este
m o m e n t o el más afirmativo — así como los diferentes elementos, que
van a animar, dar f o r m a y curso a la nueva historia de la fiesta popular
sureña.

La caracterización del evento de 1926, en Pasto se puede identificar por


la presencia de los siguientes elementos y aspectos:
— Elección, coronación de la Reina de los Estudiantes
— Desfile de "autos alegóricos": automóviles adornados con serpen-
tinas y carros (sic) que portaban "alegorías en p a p e l " (esculturas) de
carácter fijo. V
— Realización de corridas de toros, durante tres días
— Presencia de la Banda Municipal
— Exhibición de Cine Público
— Presentación de Obras teatrales: Drama: " C o m o los m u e r t o s " , a
cargo de la Sociedad Literaria Alvarez Lleras.
23

Los motivos de los "autos alegóricos" de las Comparsas y disfraces


del Festival Estudiantil de 1926, presentan como referente, las cul-
turas: hispánica, europea y oriental que a su vez actuaran como
constante en la expresión simbólica del Carnaval, durante las prime-
ras décadas de su historia. Se acude también a iconos latinoamerica-
nos, como "los mexicanos". Fuera de intentai una icptoducción de
la realidad local a través del motivo de " L a l o c o m o t o r a " , el f o l c l o i ,
y la propia cultura, permanecen ausentes:
CORPUS D E C A R R O Z A S :
— Real : Cáliz en flor
— La Esfinge
- La L o c o m o t o r a
- La Góndola

CORPUS DE C O M P A R S A S Y D I S F R A C E S I N D I V I D U A L E S :
— D o n Quijote, Sancho Panza y Dulcinea
— Payasos, Bufones, Cazadores ingleses, vaqueros, mexicanos

N o . 2. Su M a j e s t a d Rosa
Elvira l. Carnaval 1927
D o m i n i q u e L ó p e z Esparza.
Museo Fotográfico < uis
Beriidi<1<> Espai za
"Llega por fin el día del Carnaval,
el día de la batalla de flores, cuando
una máscara que sonríe eternamen-
te nos hace pensar más seriamente
en la vida. La risa bullanguera,
estrepitosa en todos los semblantes,
los carros magníficos, las comparsas
sugestivas, toda esa farándula vida
atada al carro de la alegría. . . "
CARLOS CESAR PUYAN A, 1927
27

B) Carnaval de 1927

CRÓNICA: No. 2
TITULO : " S u Majestad Rosa Elvira I: Reina de los Carna-
vales de 1 9 2 7 " (3)
AUTOR : Carlos César Puyana

"... 1927, Año Nuevo, las campanadas de una intensa alegría se escu-
chan. El programa de estas clásicas fiestas se desarrollaría así, el día 6
de Enero, la multitud compacta está de pie al pie del Palacio de su sobe-
rana; las cuadrillas y comparsas, elegantes disfraces danzan primorosa-
mente y os rinden homenaje de cariño a la que es reina de la Alegría.
Un grupo encantador de damas la acompaña. En la noche se realizaría
el desfile de su Majestad y de las princesas, de las damas de honor, de
los caballeros de la corte. En el momento más importante se gritan
vivas efusivos a la ciudad de Pasto y a la reina.

Llega por fin el día del Carnaval (4), el día de la batalla de flores,
cuando una máscara que sonríe eternamente nos hace pensar más seria-
mente en la vida. La risa bullanguera, estrepitosa en todos los semblan-
tes, los carros magníficos, las comparsas sugestivas, toda esa farándula
vida atada al carro de la alegría. . . "

Es en 1927, el año en el que el Carnaval de Blancos y Negros en San


Juan de Pasto, cobra perfil y curso. Bien se sabe más por tradición oral
que por registros escritos, que ya desde 1854 se jugaba a " los negritos".
Y que el juego de " b l a n c o s " se remite probablemente al año de 1913,
aunque su práctica se haya ejercido en f o r m a intermitente hasta ese
entonces.

El perfil del Carnaval de 1927, se alcanza a d e f i n i r por la presencia de


los siguientes elementos:
— Días de Carnaval: 5, 6 y 7 de Enero
— D í a p r i n c i p a l : 7 de Enero
— Elección de Reina del Carnaval, c o m o Reina de la Alegría y de su
corte
— Presencia de " c u a d r i l l a s " y comparsas danzantes
— Retención a través de nuevas formas de expresiones de la cultura
indígena: Programación de " l l u v i a de f l o r e s " (día 6 de enero); y de
la "Batalla de f l o r e s " (día 7 de enero).
— Realización del Festival I n f a n t i l en hospicios y albergues. Entrega
28

de óbolos, por parte de la Reina.


Presentación de Recitales poéticos
Incorporación de elementos nuevos, "corsos de f l o r e s " : carruajes
de tracción animal; y del m o v i m i e n t o en los motivos de los autos
alegóricos.
— El referente cultural en las alegorías del Carnaval de 1927, es
externo. Se acude a iconos del Asia, Europa - e n especial España—
y de los pasajes bíblicos. La representación es directa. La anécdota
y la caricatura se empiezan a identificar a través de las comparsas de
a caballo. Las composiciones se manifiestan especialmente en las
"estampas" y comparsas femeninas:

CORPUS D E L A S C A R R O Z A S :
- Reales : " E l Cisne"
" E l Cesto de f l o r e s "
— Varios: " L a s orientales"
"Las C o l o m b i n a s "
" L a Romana"
" L a s gitanas"

CORPUS DE L A S C O M P A R S A S DE A C A B A L L O :
- "Los Chinos"
- " L o s Magos"
— " L o s españoles"
— " L o s doctores de levita y c u b i l "
— "Sancho M o d e r n o "

CORPUS D E L A C O M P A R S A F E M E N I N A (5)
- " J u d i t h Olofernes"
29

C) Carnaval de 1928

En 1928, al juego de negritos y al de blancos, se va incorporal


una de las manifestaciones de mayor raigambre popular: la Familia
Castañeda.

Es el 4 de Enero de 1928, cuando estando por los lados de El Ejido, la


cabalgata de los " 1 2 " , advirtieron la llegada de una carreta que trans-
portaba una familia campesina de El Encano, en romería para la Lajas.
A n t e semejante estampa tan particular, D o n A l f r e d o Torres Arel laño
(6), procedió a bautizarla c o m o " F a m i l i a Castañeda". Enseguida se la
invitó a las fiestas y a quedarse en la ciudad. El desfile de esta carreta y
la cabalgata, desde El Ejido hasta una Pensión en la Merced, c o n s t i t u y ó
para la tradición, el pasaje inicial. La otra situación que va a comple-
mentar a la " F a m i l i a Castañeda" y que le va a p e r m i t i r su " n a c i m i e n t o
o f i c i a l " tal c o m o se la conoce tendrá lugar en el año siguiente, con el
concurso activo y particular del Batallón Boyacá.

D) Carnaval de 1929

CRÓNICA: No. 3
T I T U L O : " E l Carnaval de 1 9 2 9 "
AUTOR : A. J. Chaves

"Vibrante día de hermoso regocijo fue el 6 de enero señalado para los


carnavales, que desde varios años atrás se vienen celebrando en esta ciu-
dad con cálido entusiasmo.

Cada año vienen siendo las iniciativas obras de pocas horas, brotes lumi-
nosos de espíritus inquietos, sedientos de poner en lienzo sin color de
nuestra monótona vida y toque de armonía y de llevar el corazón dor-
30

mido de la multitud, en la caja transparente de la dicha, una gota de


licor de la ventura que rompa la tranquilidad augusta de nuestro
pasado. . .

. . . Y así fue por la imaginación de los precursores del Carnaval desfila-


ron uno tras otro los cuadros vivos, que se hicieron visibles en el soñado
día de la cita y cuando esta llegó, por entre el bullicio desafiador forma-
do por la multitud y por lo bajo de los altos ventanales, cargado de flo-
res humanas, que se movían al soplo de la brisa tenue y blanda de una
interior alegría, empezó la batalla de flores, y serpentinas, que llovían
en largos espirales de tan variados colores, que creímos que las franjas
del arco iris caían sobre la ciudad en millones de fragmentos, cubriendo
el suelo y el aire con sus hilos temblorosos, como una fuerte emo-
ción. .."(7)

Es en 1929, cuando el Regimiento N o . 12 Batallón Boyacá —acanto-


nados en P a s t o — incorpora la Comparsa de típicos arrieros antioqueños,
bajo el denominativo caricaturesco de " F a m i l i a Machuca", que desfila
por primera vez el día 4 de Enero. De tal manera que esta estampa del
folclor paisa viene a sumarse a la carretilla campesina " e n r o m e r í a " , pre-
sentada el año anterior. Ya para el siguiente carnaval, se conjugarían las
dos recreaciones y se incorporaría oficialmente al Carnaval de Pasto,
el día 4 de Enero como fecha señalada para la "Llegada de la Familia
Castañeda".

La participación del sector militar en la fiesta popular de Pasto, adquie-


re una significación particular. Si se mira en perspectiva se puede
reconocer que su aporte ha sido bien importante. Los reclutas de
extracción popular y provenientes de todas las regiones del país, han
logrado " r e c r e a r " pasajes costumbristas y campesinos, manejando el
escenario del teatro callejero, enriqueciendo la cultura popular, durante
más de sesenta años.

El Carnaval de 1929, presenta la siguiente t i p o l o g í a :


— Se registra y afirma la ley de la incorporación de elementos nuevos:
la aceptación de la "Comparsa de los arrieros antioqueños", que va
a completar la " F a m i l i a Castañeda", del 4 de Enero.
— Los días de celebración del Carnaval se clasifican dentro de la
mojiganga clásica: 4, 5 y 6 de Enero.
— Desfiles de autos alegóricos, comparsas, disfraces, cabalgatas mixtas.
— Clasificación del ethos: "Fiesta al estilo andaluz y con costumbres
caballerescas" (Alfredo Torres Arellano, 1929)
31

El referente cultural más arraigado en la expresión alegórica, lo


constituye Europa y en ella: España. La práctica más frecuente es
la representación. La fantasía del artista popular, se reduce a la
recreación de la iconografía universal. En cuanto a la observancia
de la propia realidad y c u l t u r a , se observa desarraigo y olvido. La
elaboración del "Carro del c a f é " , constituyó la excepción.

CORPUS de las Carrozas: (8)


— " H o m b r e s sin cabeza"
- " C a r r o d e l café"
-"Bélgica"
— "Barco Romano"
— " E l Cofre de piedras preciosas"
— " E l Barco P i r a t a "

Pasos:
"Los Romanos"
" L o s Aviadores"
"Las flores blancas"

Comparsas:
"Carro de los Usares"
"Los demonios"
" G ó n d o l a de los piratas"

Cabalgatas:
manólas y toreros
Caballeros y damas de la época de Luis X V I
32

E) Los Personajes de los Carnavales de 1930, 1 9 3 1 , 1932

Durante los años que durara el c o n f l i c t o colombo-peruano, las


celebraciones del Carnaval en Pasto, sufren un m o m e n t o de relativa
involución. No existen suficientes registros de los Carnavales de los años
30, se priorizan las noticias de la guerra en el oriente, frontera peruana
o las de orden p o l í t i c o .

Pero es en estos años, donde se observa a su vez la revitalización del Car-


naval, en cuanto se considera la incorporación y aceptación de " E l A ñ o
V i e j o " y de "Pericles Carnaval", que entraran a animar la fiesta popular.

El 31 de diciembre de 1930 (9), se cumple en Pasto — c o n la interven-


ción directa del ingenio p o p u l a r — lo que se p o d r í a llamar el " p r i m e r
desfile" del A ñ o Viejo en carreta de caballos y la subsiguiente quema
ritual del muñeco a medianoche.

En 1 9 3 1 , durante los festejos de enero, se organizó el primer y único


concurso denominado " E l Rey de los f e o s " (10). El sistema era el d é l a
elección directa. El v o t o valía cinco centavos. Cuál no sería el é x i t o
del evento irónico, que se presentaron cuarenta candidatos, resultando
ganador José María Eraso Hidalgo. El "rey de los f e o s " fue coronado
con toda pompa en el Teatro Imperial. Este evento que no alcanza a
repetirse en los años siguientes, encierra una v i r t u d especial, c o m o es el
de correr el riesgo de jugar con la no-representación y surrealismo. Es
un paso de conquista y evolución a través de la transgresión colectiva de
la liturgia y ceremonial oficial de los reinados.

En 1932, nace "Pericles Carnaval". En relación a la incorporación de


este nuevo elemento al Carnaval, manifestaba D. A l f r e d o Torres Arel la-
no: ". . . cuando presentamos un t i p o bien parado, con guantes blancos,
frac, con cubilete. Este Pericles Carnaval, bien presentado saludaba a la
Familia Castañeda. . ." (11)

En ese año, las mujeres pastusas tejían tela para elaborar toldillos y
salvavidas, destinados a los soldados colombianos que defendían la
frontera oriental.

Paradójicamente, el 5 de enero, las crónicas de los periódicos locales


como el D e r e c h o ( 1 2 ) , o m i t í a n la referencia a las fiestas tradicionales y
en cambio daban t o d o el despliegue a los acontecimientos políticos, que
33

por aquel entonces se concentraban en la llegada y visita a Nariño, del


ü r . Jorge Eliécer Gaitán. (13)

En diciembre de 1930, el juego de aguinaldos celebrado entre compar-


sas, formadas por empleados públicos, dio el t r i u n f o a la de los "Pie-
r r o t " , contra la de los " K u - k u s - k l a n " .

Por ese entonces, la actividad artística y cultural era notable en la capi-


tal de Nariño. La Compañía Nacional de Teatro Uribe Morían, tenía en
escena las obras: " L o s ú l t i m o s momentos del L i b e r t a d o r " , " A r t e y
C o r a z ó n " y la Comedia: " L o s demonios en el c u e r p o " .

F) El Carnaval de 1935

CRÓNICA : No. 4
C O L U M N A : Al Margen de la vida (14)

". . . Numerosas comparsas de artesanos y estudiantes que alegra-


ron la monotonía de nuestra vida, a pesar del duro invierno, ello no
obstaculizó para que no participaran en la fiesta numerosas familias y
caballeros que estaban con el deseo de conmemorar esta fecha. Toda la
ciudad fue ataviada con la alegría popular. .. "

En 1935, el Carnaval de Blancos y Negros, observa un factor social


importante, que llegará a activar su proyección inmediata. Es en este
año, donde los gremios de artesanos y asociaciones estudiantiles, cierran
filas en t o r n o a la fiesta popular. Se justifica el m o m e n t o histórico,
c o m o una fase de afirmación de los elementos característicos de la
carnestolenda andina, por una parte y por la otra de significar c o m o el
centro de cohesión social.
34

G) Carnaval de 1936

CRÓNICA: No. 5
TITULO : " I n v i t a c i ó n al C a r n a v a l " ( 1 5 )
AUTOR : Ni-ki-to (Carlos A l b o r n o z R.)

". . . Buenos días caro amigo Pierrot. Una larga orquestación de sonri-
sas se ha organizado para esperar la llegada alegre de la farándula, y es la
hora en que el sol dora las playas del ensueño. . .
Ancla tu barca de siete colores frente al castillo de nuestro espíritu. . . "

Cuando ya ha madurado el Carnaval A n d i n o de Blancos y Negros en


San Juan de Pasto, con el transcurso de su primera década de historia
f o r m a l , se observa también que el Discurso en escena, adquiere un valor
especial. Por una parte connota el arraigo de la tradición sureña, esto es
c o m o se ha afincado en el ser y sentir de toda una colectividad. Y como
se ha producido paralelamente una p r o f u n d a asimilación del clima de
Carnaval, donde la participación es horizontal y democrática; donde el
espacio permite el paso hacia la subversión de la realidad inmediata:

"Carnaval. . . Muéstranos tu mercancía de ensueños, tus bara-


tijas de mentiras y enséñanos a esconder la tristeza bajo la
coquetería del antifaz. . ." (16)

En la década 1926-1936 se ha observado un notable incremento en el


t i p o de orientación de la educación regional, sustentada en las formas
tradicionales de producción manual. La propia fundación de la primera
Escuela N o c t u r n a para Artesanos, en Pasto a cargo de la reina Romelia
Martínez en 1926, adquiere especial trascendencia. (17)
35

N o . 5 Carnaval de Pasto en 1 9 4 4
Carroza " L o s Dragones"
Artesano: Néstor H. Espinoza
Archivo: O o m i n i q u e López Esparza. Museo F o t o g r á f i c o Luis Bernardo Esparza.

"Las dos de la mañana, emerge de


las almas un raro paroxismo de táci-
ta alegría; las fiestas se aproximan
como un batir de palmas, dejando
en todas ellas efluvios de ambro-
sía—. . .

La city que fundara otrora


Pedro Puelles, se viste de orope-
les, se engalana de amor; y sus
mujeres frágiles en dóciles lebre-
les, se aprestan a la farra con
indomable ardor. . . "
PROGRAMA ADICIONAL DE LA
JUNTA DE CARNA VALES
Pasto. 1942. Archivo Luis Bernardo
Esparza.
36

2.1.2. Incorporación del Juego del Agua: 1 9 3 7 - 1947

Durante el decenio comprendido entre 1937 y 1947, al Car-


naval de Pasto, se incorpora el juego del agua (1939 y 1942). Los días
4 y 8 de Enero de 1939, son las primeras fechas que en pleno Carnaval
se juega con agua. Toma la f o r m a de una revancha en la que el pueblo
pastuso, quiere demostrar la necesidad de mantener el nivel de partici-
pación horizontal en la fiesta de enero. De ahí que la presencia de este
elemento nuevo, no recibe la aceptación oficial c o m o era de esperarse.
En 1940, el Alcalde se previene y dicta un decreto, en el que se prohibe
terminantemente"jugar con agua", en los días de Carnaval. A n t e esta
situación, el pueblo traslada el juego al d í a 28 de diciembre. Así, la tra-
dición toma curso solo a partir de 1942.

O t r o de los elementos inherentes a la condición de Carnaval, se inclu-


ye durante esta época: La Murga (1940). La murga era llamada e iden-
tificada c o m o "Comparsa de disfraces con música". Si bien, antes de su
ingreso, la música nunca faltaba porque las bandas oficiales (civiles y
militares) se encargaban de animar la fiesta, la murga, de extracción y
conformación popular, permite particularizar aún más los juegos de
"blancos y negros" en Pasto.

El ludus ancestral cobra su status en la fiesta, al igual que a nivel de


retos. Ya no sólo se incorporan juegos c o m o los del agua, sino que se
recuperan aquellos juegos que conllevan carácter agonal, como son los
encostalados, cucañas, palos encebados, artesas con miel. El referente
indígena es el aplicable para este t i p o de manifestaciones lúdicas. En
cuanto a la práctica de retos c o m o , las cabalgatas, las corridas bufas, se
reconoce la ley de la retención del referente cultural hispánico.

.Aproximadamente entre los años de 1938 y 1943, se establece en la


ciudad de Pasto el Barrio Obrero. Este lugar servirá de asentamiento de
una colectividad artesanal bastante cohesionada, que alcanzará una
participación animada con sus carrozas y comparsas. Además los gre-
mios de ñapangas y de artesanos, se constituyeron en puntales seguros
para promover la evolución del Carnaval.

Por otra parte, se afirma y se procede a recuperar espacios para la fiesta


popular: nuevas calles y plazas: San Andrés, Santander, Mercado,
Maridiaz. Las verbenas y bailes masivos, recuperan lo largo y ancho de
la calle y la plaza.
37

Por primera vez se advierte que se inscribe el carácter agonal al arte y


expresión estética del pueblo. Así, las carrozas, comparsas y disfraces
entren a concursar " c o m o lo m e j o r " , bajo los criterios de los peritos
que se apoyan en la "originalidad demostrada".

Durante la década del 37, dada la emergencia internacional por el con-


f l i c t o bélico europeo-oriente, las economías subregionales también se
ven afectadas. La guerra mundial c o n s t i t u í a un m o m e n t o histórico que
no se podía eludir aún en la propia expresión artística del Carnaval. El
ethos, el modelo m i l i t a r : tanques, aviones, armamento, batallas, perso-
najes, va a marcar toda una época. Se observa que este modelo es más
fácilmente asimilado por la élite pastusa. El pueblo por su parte, acude
a las alegorías ya constantes en el Carnaval: cultura romana, cultura
mexicana y fantasía universal. Lo regional y folclórico se encuentra
aún m u y relegado c o m o referente. Predomina lo representativo. Es en
Provincia — c o m o en Túquerres hacia 1 9 4 0 — donde actúa con mayor
retención el elemento cultural indígena.

B) Carnaval de 1937
CRÓNICA : No. 6
COLUMNA: " A L MARGEN DE LA V I D A "
P E R I Ó D I C O : El Derecho 1937

". . .Ahora vienen los Carnavales. La fiesta tradicional de Pasto que será
para muchos años, un motivo para reanimar el entusiasmo popular.
. . . Estas fiestas deben mantenerse. Los pueblos tristes son los
menos aptos para'el trabajo. La alegría constituye parte esencial de la
propia fortaleza. . . "

En 1937, la situación nacional es preocupante. El c o n f l i c t o social se


agudiza a través de frecuentes huelgas. Se extiende la intervención del
estado en la empresa privada, con el fin de adelantar la aplicación de la
38

Reforma Constitucional. En la economía colombiana se respira un


notable descenso en el precio del café. La crisis galopa en forma acele-
rada. El programa bandera, lo constituye la producción de chocolate.

En medio de este panorama d i f í c i l , el Carnaval A n d i n o de Blancos y


Negros en Pasto, cada vez se arraiga más en el ser colectivo sureño,
como fuente de cohesión social y de fortaleza .

En 1938, se canaliza el proyecto de creación del Barrio Obrero en


Pasto, entendido c o m o un reconocimiento al sector social artesanal,
subalterno por sus condiciones económicas. Quienes asumen esa tarea
es la sociedad de Damas de la Caridad. Este proyecto se hará una
realidad en los años siguientes, para beneficio y apoyo en la evolución
del Carnaval, por cuanto del Barrio Obrero saldrán las mejores carrozas
para concursar.

J) Carnaval de 1939

CRÓNICA: No. 8
TITULO: Discurso de coronación: Reina del Carnaval de
1939
AUTOR: A l b e r t o Montezuma H .

". . . Viaja mi espíritu nómada perpetuo por caminos silenciosos en que


la serenidad diluye como un gran perfume su impalpable presencia y
advierte que sobre los teres y sobre las cosas igual que una ala afectuosa
sobre el calor de tín nido, la vesta suspensa. . .

Imaginaos Reina mía, como seria fastuoso el concilio de las hadas. Si


los hombres crean para solemnizar sus cámaras azules, salones de espc
jos de Versalles y lucen vírgenes que no harían las hadas en Ofir?.
ím
39

En la historia del Carnaval da Pasto, el celebrado en 1939, constituye


un verdadero hito, no solo porque dá lugar a ta afirmación del carácter
democrático de la fiesta, sino porque se incorpora el "juego del agua" y
se logra identificar c ó m o ópera la ley de la retención en cuanto a perso-
najes alegóricos se refiere. En este ano le toca el t u r n o a "Pericles
Carnaval", el icono de lá clase hegemónica de Pasto, el que es despla-
zado de su rol inicial y dé su d í a original (establecido desde 1 9 3 2 ) : el 4
de Enero, pasa al d í a 5 de Enero, para celebrarse lo que se llamaría por
entonces " L a llagada de Pericles Carnaval", para ser recepctonado por la
Reina del carnaval: Maruja Padilla. A s í , Pericles llega retrasado al car-
naval pero se queda hasta el d í a 8 de enero; en la noche se c u m p l i r í a su
entierro simbólico.

El juego del agua utilizando trarros, bombas y valdes, se establece


desde el d í a 4 de enero, c o m o una reacción de ta masa ante la discrimi-
nación ejercida por parte de la Reina del Carnaval y de la misma Junta
Organizadora. De ahí, se presenta el día 8, en el que estaba programado
"el desfile del corso de f l o r e s " en honor de la reina Maruja Padilla, El
juego t o m a f o r m a de protesta y saboteo. El cometido se logra. El
"juego del agua", recibe a partir de entonces, la aceptación popular y la
censura oficial.

Et Carnaval de 1939, define su perfil a través de la presencia de las


siguientes manifestaciones:
— Días de celebración: 4, 5, 6, 7 y 8 de enero
— Elección por voto de la Reina del Carnaval
— El Gabinete Real es ambivalente: ta cabeza es monárquica pero su
gabinte no es " r e a l " , es cuasi-constitucional: con Ministros de
guerra, gobierno, agricultura, educación, industria, finanzas, de Pre-'
visión social. Consulados: Tumaco, Barbacoas, Ipiales y la U n i ó n .
— Programa del 5 de Enero: Entrada t r i u n f a l de D o n Pericles Carna-
val. Recepción a cargo de la Reina del Carnaval. Presencia de Com-
parsas y Disfraces. Lugar: El Ejido.
— Entierro simbólico de D o n Pericles Carnaval: " q u e m a " el d í a 8 de
enero a las 8 p.m.
— Incorporación de los criterios de Calificación del A r t e popular. Por
primera vez se califica y premia a la " m e j o r carroza", a la " m e j o r
comparsa", al " m e j o r disfraz".
Criterio: "demostrada o r i g i n a l i d a d "
— Incorporación de el "juego del agua": 4 y 8 de enero
— Desfile de carros alegóricos: 4, 5 y 8 de enero
— Desfile del "corso de f l o r e s " : 8 de enero
40

— Se incluye en la programación, la interpretación del " H i m n o del


Carnaval", a cargo de la Banda de la Policía Nacional.
— Presentación de Veladas lírico-literarias y cine público
— Desfiles de antorchas: 8 de enero
— Juegos: palos encebados, artesas de miel, encostalados.
— Recuperación de espacios; sector de El E j i d o : plazas: San Andrés,
La Merced.
— Presentación de la "Corrida b u f a "

El ethos de la expresión alegórica, está remitido a la cultura universal y


a la cultura mexicana en particular:

CORPUS D E LOS C A R R O S A L E G Ó R I C O S :
— "Aurigas Romanas"
— "Pecado de Adán y E v a "

CORPUS DE C O M P A R S A S
— " M e x i c a n a " (Obreros de la ciudad)
— " L o s Charros Mexicanos"

K) Carnaval de 1940

CRÓNICA: No. 9
T I T U L O : "Fiestas Populares"

"Hoy 5 de enero, empiezan los festejos populares con los negritos v


mañana se jugarán blancos. . ."

A propósito de las fiestas es bueno recordar el Decreto del Alcalde ron


la prohibición de jugar con agua bajo multas que si se aplican con
imparcialidad y firmeza darán magnifico resultado
41

El año pasado las fiestas deslustraron completamente por el agua. Esta


costumbre quiteña de carnavales no puede tener aplicación en estos
días de enero en que el programa por desarrollar entre nosotros es com-
pletamente distinto.

Precisamente el éxito de ahora está en que todo el mundo se eche a la


calle a jugar decentemente a los negros y a los blancos, en que circulen
comparsas, de disfraces con músicas. Y el juego con agua impide todo
esto y quita a la ciudad su aspecto alegre para dejarla reducida a una
vasta soledad en que los pocos que tienen por necesidad que salir a
desempeñar en la calle, algún quehacer inaplazable por lo regular extra-
ño a juegos y diversiones son las víctimas del humor de unos cuantos.

Nos atrevemos a insinuar —dice el comentarista— a todos los ciudada-


nos a que pongan de su parte cuanto esté a su alcance para que la fiesta
de hoy y mañana no degenere en algo impropio de la cultura de Pasto
y de la tradicional animación por los negros y blancos. Todas las clases
sociales necesitan divertirse y es indudable que si al pueblo no se le
facilitan los! medios para conseguirlo, vendrá el descontento que algún
día estalla malamente . . .

Aprendamos a estar alegres por la expansión natural del espíritu ante la


belleza de la vida y los halagos de la sociedad . . . " (19).

El Carnaval de 1940, comienza con la implantación del Decreto del


Alcalde que prohibe "jugar con agua", bajo la pena de altas multas. A s í
se trata de desvirtuar a toda costa, el juego del agua iniciado en 1939.

La prensa colabora en el empeño oficial, mediante la difusión de


comentarios que por una parte cuestionan la falta de originalidad de la
práctica lúdica y por otra invitan a la participación amplia y animosa en
los carnavales de negritos y blancos, ya tradicionales en la c u l t u r a de la
ciudad.

En este m o m e n t o se aprecia definitivamente la resistencia hacia la acep-


tación del juego con agua, en el calendario destinado a la llegada de la
" F a m i l i a Castañeda y en los días 5 y 6 de Enero, para desplazar aquella
celebración popular, hacia el d í a veintiocho de diciembre, fecha de los
Santos Inocentes.

La incorporación del juego con agua, a la tradición del 28 de diciembre,


que ya t e n í a su p r o p i o espectro lúdico, en el cual se destacaban la
42

broma callejera y el buen h u m o r sorpresa de salón, significó a su vez un


largo proceso de adaptación hasta enseñorearse de la fiesta, eliminar
poco a poco las costumbres de la "pambaseada" con el muñeco de
a s e r r í n " y otras más y extender el juego a casi tres días de duración,
como se observará con posteridad, en la década del 70.

Los Carnavales del 4 0 , estuvieron m u y animados en Pasto, donde las


comparsas y la batalla de flores del D í a de Negritos y los "carros p r i m o -
rosamente ataviados y llenos de lindas muchachas entre lluvias de clave-
les y c o n f e t t i " (20)del D í a de blancos, recuperaron la alegría colectiva a
comienzos del nuevo año.

En la provincia del Departamento, en Túquerres los Carnavales de


Negros y Blancos se cumplieron durante los días 5, 6 y 7 de enero,
asumiendo como característica cultural la notable presencia del sector
indígena con sus tradiciones, además de representaciones dramáticas y
recitales.

Los elementos que van a caracterizar el Carnaval de Blancos y Negros en


1940, son los siguientes:
— Días de celebración: 4, 5 y 6 de enero
— (En Túquerres: 5, 6 y 7)
— Prohibición oficial del "juego con agua"
— Incorporación de las "Comparsas de disfraces con música: Las
MURGAS"
— Se incluye la "batalla de f l o r e s " el día 5
— El 6 de enero: día central: concentración de murgas, comparsas,
disfraces y desfile de "carros ataviados".

El referente cultural sigue predominando el de orden externo. Se hacen


intentos por parte de los gremios o asociaciones estudiantiles de presen-
tar alegorías de t i p o costumbrista.

CORPUS D E C O M P A R S A S E N E L C A R N A V A L D E P A S T O :
— " L o s Rancheros" (creación de los estudiantes)

CORPUS DE LOS D I S F R A C E S :
— "Las mariposas"
— " L o s pieles rojas"
43

L) Carnaval de 1941

C R Ó N I C A : N o . 10
TITULO : " C o n animación se jugará en los días 5 y 6"

". . . Con inmensa animación están preparándose los juegos populares


(s.n.) de los días 5 y 6 de enero que siempre han reanimado el fervor de
esta ciudad. . .
. . demuestra la participación de todos los gremios sociales en estos
días de público regocijo, cuando se olvidan las preocupaciones de la
lucha diaria para darle entrada a la alegría sana.
Ojalá nuestra ciudad se convierta en el escenario del placer general sano
y entusiasta". (21)

En esos días, la conflagración mundial se recrudecía. En enero del 4 1 ,


se producía el bombardeo inglés al Puerto de Bremen. El ambiente y la
situación en Europa era c r í t i c a y desoladora.

En el sur de C o l o m b i a , el Carnaval del "5 y 6 " , seguía su curso gracias a


la participación decidida de todos los gremios y estamentos sociales de
la localidad.

Los elementos que caracterizan el Carnaval en 1 9 4 1 , son principal-


mente:
— Días de celebración: 4, 5 y 6
— Días ejes: 5 y 6
— D í a de Reyes: 6 de enero
— D í a 4: A p e r t u r a del Carnaval: Cabalgatas que anuncian la fiesta.
44

M) Carnaval de 1942

C R Ó N I C A : N o . 11
TITULO : "Fiestas de Carnavales 5 y 6 en Pasto: armonía y
cultura"

". . . Hubo numerosísimas y bien arregladas carrozas bien dirigidas


comparsas y bellos y destacados disfraces individuales.

A las 8 p.m. el Gobernador del Departamento se reunió con la Junta


designada para otorgar premios:
Para la mejor carroza: fue otorgado al de "Los Árabes" en el que se
representaba una esfinge y varios camellos, carroza ideada y decorada
por los hermanos Gonzalo y Plácido Bastidas.
Premio para la mejor Comparsa de peatones, a la que formaba "El Escu-
do de Pasto", en el que a más de éste se distinguía al General Antonio
Nariño y a los indígenas de estas regiones. Comparsa ideada por el
conocido Maestro Rogerio Argote.
El Premio para el mejor disfraz individual, fue otorgado al que represen-
taba El Gallo, ejecutado por el señor Manuel Martínez conocido pintor
de la ciudad.
Se resolvió adjudicar un premio a las dos mejores carrozas después de la
premiada, distinción que fue sorteada entre los carros que representa-
ban "Un tanque" y "Un crucero ', en este último jugó Su Majestad
Albina I. La suerte favoreció al Tanque arreglado por el Gremio de
Choferes. . . "(22)

En el año de 1942, se hace visible la participación del Gremio de Chofe-


res de la ciudad en la composición y montaje de Carrozas. Artistas, p i n -
tores, artesanos, aportan con su ingenio y sello cultural al Carnaval de
enero.

El ethos predominante en la composición alegórica de los temas carna-


valescos, es externo. La representación de la guerra mundial a través de
los motivos de tanques y cruceros resulta la más frecuente. A los diez y
seis años del montaje de " L a Esfinge", se reitera en la composición de la
Carroza denominada " L o s Á r a b e s " que ahora en el 4 2 , se lleva el primer
premio en su modalidad.

Se hace un intento para recuperar los valores históricos y culturales del


propio entorno, a través de la incursión más decidida del Maestro
Rogerio Argote quién ya se destaca por sus alegorías para comparsas. El
45

lenguaje caricaturesco y el buen humor del pueblo pastuso se traduce en


el Programa Adicional de la Junta de Carnavales, asi': ". . . Las dos de la
mañana: emerge de las almas un raro paroxismo de tácita alegría; las
fiestas se aproximan con un batir de palmas, dejando en todas ellas
efluvios de ambrosía. . .

La city que fundara otrora Pedro Puelles(23)


se viste de oropeles, se engalana de amor;
y sus mujeres frágiles en dóciles lebreles,
se aprestan a la farra con indomable ardor. . . (24)

1942: años de guerra y carnaval. La muerte y la vida riñen en dudoso


duelo. En Pasto el ciclo de la alegría sigue su curso. El "Jazz Colom-
b i a " se convertía en el grupo musical de la temporada.

L) Carnaval de 1943

Eran los días de la guerra. Los alemanes en el Caucaso de retiraban


hacia Rostov. Los ejércitos rojos estaban a solo 115 kilómetros de
dicha ciudad.

En Colombia, comenzaban a circular las monedas de cobre y níquel de


1,5 centavos de valor.

En Pasto, se concretaba al f i n el establecimiento de los Barrios para


"obreros pobres". Esta situación vendría a favorecer la evolución del
Carnaval, porque éste se reforzará a partir de esa época, en los Barrios,
permitiendo a la vez, una m a y o r identificación social y el desarrollo de
la llamada " c u l t u r a u r b a n a " .

Las crónicas (25)remiten superficialmente sobre el acontecer del Carna-


val de 1943 en Pasto, que fue presidido por Josefina V i l l o t a , c o m o reina
del evento: "5 y 6: con entusiasmo desbordante celebráronse las tradi-
cionales fiestas de Carnavales. . ."
46

N) Carnaval de 1944

C R Ó N I C A : N o . 12
T I T U L O : " M u y animados estuvieron los Carnavales" (26)

". . . En este año como en los anteriores, Pasto celebró con sin igual
entusiasmo las tradicionales fiestas de carnavales durante los días 5 y 6
de los corrientes. A pesar de ensombrecer los espíritus (s.n.) la san-
grienta batalla universal, que a todos nos mantiene perplejos, la ciudad
se abandonó en esos días al sano esparcimiento y sus habitantes abrie-
ron un paréntesis a la diaria faena para saludar alborozadamente el
comienzo del nuevo año. Fue una esponja de comprensión la que duran-
te los carnavales de 1944, floreció en la ciudad de San Juan de Pasto.
Olvidando los odios políticos y las campañas de agitación, la ciudad se
entregó de lleno a la alegría y sus calles se vistieron de serpentinas y sus
balcones, asistieron a un interminable desfile de confettis de carmín y
carrozas lujosamente adornadas. . . "

El Carnaval de Blancos y Negros en Pasto, celebrado en 1944, aporta


con las siguientes manifestaciones:
— Días de realización 4, 5 y 6
— A l b o r a d a : día 4 de enero
— Práctica de carreras de encostalados, cucañas.
— Se incluyen torneos de natación, en la piscina pública.
— El día 4, se c u m p l í a la recepción de la Familia Castañeda y de Don
Pericles Carnaval.
— Presentación de la Banda de la Policía.
— Desfile de comparsas, disfraces y carrozas: 5 y 6
— Baile Popular: Plaza de mercado
— Realización de la "Batalla de serpentinas" el d í a 6 de enero.
— Recuperación de espacios y sectores: El Ejido, Plazuela de Maridiaz,
Plaza del mercado, Plaza Santander.

En la administración del Carnaval de 1944, se aprecia una notable par-


ticipación del sector militar. Para resultar finalmente que algunos de
ellos entran a concursar y a ser jurados. El ethos que predomina en las
representaciones y recreaciones alegóricas es la guerra, iconos de perte-
nencia fantástica y religiosa universal. Se tiende a reflejar su m o m e n t o
histórico y el de su propio e n t o r n o con las composiciones de Carrozas y
Comparsas.
47

Corpus de las Carrozas: (muestra)


— El Bombardero
— La Goleta Ruby
— Los Árabes
— La Casa China
— El Infierno
— Flor de A t r i z
— Los Arrieros

Corpus de las Comparsas a caballo y peatonales: (muestra)


— Los cosacos
— Los paracaidistas
— María Magdalena
— Los hijos del Galeras
— Los Rancheros
— Los Charros mexicanos

Ñ) Carnaval de 1946

C R Ó N I C A : N o . 13
C O L U M N A : Ringletes
AUTOR ¡ P i n - p o n ( A l f r e d o Burgos Ortega)

"El Año Viejo se ha ido. Se fugó por los caminos de la nada, llevándose
nuestras angustias, nuestros dolores, nuestras miserias, y algunas gotitas
de alegría de 365 días que uno a uno hemos arrancado del calendario de
la vida. . .

Vino el Año Nuevo, la clépida del tiempo señala 1946 sobre el cuadran-
te tenebroso de una humanidad ensangrentada, hambrienta y sin desti-
no, porque después de la hecatombre se han borrado los caminos. . .
48

Negros, blancos, disfraces, payasos de toda clase. El único día en que


las gentes se muestran como son. . . mientras en silencio, cuerpos enfer-
mos tiritan de frío y languidecen de hambre, soñando en las fiestas que
nunca alegrarán sus tardes de melancolía. . . " (27)

Así se pasa revista a los primeros días del A ñ o , en 1946 cuando apenas
se había anunciado la paz m u n d i a l .

En la ciudad de Pasto, el problema social más apremiante lo constituye


la falta de suministro de viviendas para las familias obreras. Es interesan-
te registrar el concepto y criterio que a nivel periodístico se maneja por
aquel entonces en relación al Folklore, entendido este en su mejor acep-
c i ó n : ". . . c o m o v í n c u l o de amor de los pueblos americanos. . . Para
que el aluvión extranjero no sofoque el alma viva del pueblo es preciso
que este pueblo repita sus viejas canciones, sus leyendas, sus cuentos,
adivinanzas, refranes, modismos, danzas y coplas"(28) Semejante pro-
puesta cultural, encontrara en el juego tradicional de blancos y negros
de San Juan de Pasto, el escenario propicio para su desarrollo y preser-
vación.

O) Carnaval de 1947

CRÓNICA: No. 14(29)

"Con especial entusiasmo y cordialidad se desarrollaron los Carnavales


de 5 y 6.

La ciudad, vivió horas de intensa alegría en los días 5 y 6 de los corrien-


tes, que se dedican anualmente a Carnavales, los cuales han alcanzado
un merecido renombre fuera del Departamento.Prácticamente la ciu-
dad empezó su aire de fiesta, desde la tarde del sábado con la llegada de
la Familia Castañeda, número que estuvo a cargo del Batallón Boyacá.
Pasto íntegro se echó a la calle en busca de diversión.
49

El día 5 de enero, desde muy temprano se dio comienzo al juego de


negritos a medida que avanzaba el tiempo, el humor se desbordaba en
los espacios y la más franca cordialidad animaba a los centenares de per-
sonas que participaban en el juego. . . Pero sin duda alguna el día lunes
6 cuando se apoderó de la ciudadanía un entusiasmo sin precedentes. . .

Desde por la mañana, al igual que en el día anterior, las comparsas de


las veredas vecinas a la ciudad, ponían notas de alegría en las calles, con
sus bailes típicos y luciendo llamativos vestidos. . . "

El Carnaval del 4 7 , se relieva c o m o la fiesta que aviva y recupera aquel


aporte cultural indígena y solo con el cuál completa su totalidad. La
presencia de las murgas y comparsas típicas provenientes de los Puebli-
tos circunvecinos, afirma una de las raíces culturales del carnaval
andino.

Caracterización de la versión del Carnaval de 1947:


— Presencia de las Comparsas Indígenas y Campesinas, provenientes de
los pueblos circunvecinos a Pasto
— Días de celebración: 4, 5 y 6
— Se filmó el Carnaval para la Película Nacional: " C o l o m b i a e n c o l o -
res"
— Para la adjudicación de premios, intervienen todos los sectores: la
Banca, particulares, autoridades.
— Los militares en la Junta Directiva, en la Junta Calificadora y en la
representación de la Familia Castañeda, (sic)
— El ethos se define en este año en dos direcciones: la primera, se pro-
pone que el tema de las carrozas y comparsas "haga alusión a nues-
tra magna obra del ferrocarril de N a r i ñ o " ; y la segunda es "alegoría
libre".
— El d í a 6 de enero, participaron 102 números entre: carrozas, com-
parsas, murgas y disfraces.
— La élite pastusa efectuaba bailes de disfraces en los Clubes de la ciu-
d a d : Club de Abogados, etc. Personajes alegóricos: " E m b u d o " , " L a
f i e l " , " L i l i p u d " , " n o v i o " , "artesano". Cupido, " C a n e c a " .
50

N o . 5 . Carnavales d e Pasto. 1 9 5 1 . C a r r o z a " L a Casa C h i n a "


Artesano: Néstor H. Esplnoza.
D o m l n l q u e López Esparza. Museo F o t o g r á f i c o Luis B e r n a r d o Esparza.

2.1.3. La Conquista de la Fantasía en el Carnaval. 3a. Década:


1 9 4 8 - 1958

Bajo el clima de una intensa violencia p o l í t i c a en C o l o m b i a ,


que desembocará en la instauración del Frente Nacional, la vida de las
provincias sigue dependiendo de un centralismo cada vez más anacró-
nico.

Es en 1950, cuando se suscita la censura del Carnaval de Pasto, por


parte de la Iglesia local. Los medios de comunicación manteniendo sus
51

distancias también colaboran con semejante empeño. Pero las tradicio-


nes " d e negritos" y " b l a n c o s " , no pueden suspenderse por un Decreto
del Señor Obispo y salen renovadas al escenario del Carnaval, donde
todos alcanzan y donde es posible subvertir su propia realidad y cual-
quier factor en contravía.

La ley de la retención se hace evidente en las manifestaciones lúdicas


c o m o : el juego de negritos, el juego de blancos, el juego del agua que se
dá, aunque no se legitima en el programa oficial los retos y competen-
cias.

En cuanto a la administración del Carnaval, se reconoce el incremento


de los premios equiparada a la participación de los artistas populares.
Las Murgas se incluyen ya c o m o modalidad para ser calificada. El vere-
dicto de la premiación, se da con posterioridad al evento. Intervienen
en el patrocinio de las fiestas, entidades oficiales, departamentales y
casas comerciales.

C o m o elementos nuevos que se incorporan en estos años, se encuentra a


los " C o p l e r o s " , los juglares de la tradición oral que se ubican en la pro-
gramación de apertura del Carnaval.

Además, cuando en 1952 se produce la representación teatral de los


"Orígenes del Carnaval", a cargo de la Compañía Gonzalo Bastidas, se
ha logrado que la colectividad de celebrantes, mire en otra perspectiva,
las tradicionales fiestas de blancos y negros y que se reconozca en su
propio entorno étnico y cultural.

A su vez, tiene lugar la recuperación de u n o de los sitios de la ciudad de


mayor significación, c o m o lo es Pandiaco. Asi' y durante algunos años,
se ubica en Pandiaco la salida de la t í p i c a Familia Castañeda, el 4 de
enero.

En lo relacionado a las expresiones alegóricas, el artista popular recursi-


vo acude a motonetas y bicicletas, c o m o medios para realizar sus
propios montajes.

El m á x i m o logro de la época, lo constituye la incorporación del " m o v i -


m i e n t o " a las esculturas en papel, que forman composiciones en las
carrozas. El ingenio mecánico de Rogerio Argote y del Maestro A l f o n s o
Zambrano, propician ese paso fundamental en la evolución del Carnaval
pastuso.
52

El ethos toma por entonces tres direcciones bien definidas: a) La no-


representación: la conquista de la fantasía y la creación estética; b) El
representar el costumbrismo y los temas del folclor regional; c) Repre-
sentación de elementos bélicos y la recreación de la iconografía norte-
americana (se inicia) y mexicana.

La literatura oriental de ficción y bíblica que inspirará a los carroceros


y comparceros del 53, va a conducir al creador popular a ver sus propias
posibilidades de soñar. A s í , en 1957, la fantasía se adueña de carro-
zas, comparsas y disfraces, para quedarse con holgura en el Carnaval de
Blancos y negros. Es la gran conquista de la época.

P) Carnaval de 1948

C R Ó N I C A : N o . 15
T I T U L O : Crónica de Micro

"En Pastó los carnavales son ya una tradición perfectamente arraigada


en la conciencia de sus hijos, con el transcurso del tiempo mediante una
gran obra de publicidad en labor de nuestros carnavales, estos podrían
convertirse fácilmente en la mayor atracción de principios de año ...

No hubo en realidad un gran despliegue de lujo en el arreglo de las


carrozas en la presentación de los disfraces, y vestidos, pero con todo el
entusiasmo se colocó en este año a muchos codos de altura sobre el de
las épocas anteriores. . ." (30)

En 1948, la Familia Castañeda tradicionalmente representada por las


fuerzas armadas (Batallón Boyacá), interviene con pasos alegóricos a la
cultura africana, c o m o el de "los negros zulúes". Establecie'ndose así
un reencuentro positivo con una de las raíces culturales importantes del
Carnaval: la etnia negra de ascendencia africana.
53

C o m o elemento nuevo se incorpora a los copleros quienes asumen el d í a


4 de enero, la lectura de textos y la creación libre. Autores c o m o , " E l
I m p r o t u s " y el " C u l e m b r u r " , improvisaron una copla que la dirigieron
sarcásticamente al Gerente del Banco de la República que en pleno Car-
naval se encontraba trabajando:

" A l g ú n gerente de Banco


al frente de esta oficina
todavía hoy se empecina
en ser el único b l a n c o "

De ahí que para contextualizar este Carnaval de 1948, c o m o un


m o m e n t o animoso en su historia, vale reconocer las siguientes particula-
ridades:
— Los diferentes pasos de la Familia Castañeda, asimilan el referente
de la cultura africana.
— Se incluye la actuación de copleros.
— Se reciben aportes departamentales y de las casas comerciales para
asignar los premios.
— El ethos se manifiesta referido a: la guerra, la fantasía universal,
Á f r i c a , Roma, el naturalismo y a la cultura indígena.

Corpus de las Carrozas:


— "Panem et circenses"
— " L a t r i b u de los H u i t o t o s "
— " L a mujer a r a ñ a "
— " L a feria de las flores"
— "Cuadriga r o m a n a "
— " N e g r i t o s " (oficiales)
— "Cazadores c r i o l l o s "
— "Barco"
— "Enriqueta"
— " V i v i e n d a Cátala"

En paradoja inusual el sector militar de la ciudad viene participando de


la alegría colectiva de los pastusos desde 1929. El principal rol lo
desempeña el Batallón Boyacá protagonista de la estampa costumbrista
o alegórica —caso del Carnaval de 1 9 4 8 — , que en este año se extiende
hasta el d í a 6 de Enero, mediante la elaboración y presentación de la
Carroza " N e g r i t o s " .
54

R) Carnaval de 1950

En los primeros días de 1950, se estaba a la expectativa del


Decreto firmado el 31 de diciembre del año 49, por el Obispo de la Igle-
sia Pastopolitana, Monseñor E m i l i o Botero Gonzáles (31).

El mencionado documento — q u e fue publicado por el periódico El


Derecho, el d í a 3 de e n e r o — traducía con toda claridad el pensamiento
clásico de la Iglesia cristiana en t o r n o a la fiesta popular. En él, se acu-
día a desvirtuar el carácter cultural del Carnaval de Blancos y Negros,
reduciéndolo a un simple bacanal de derroche. Se hace un llamado a los
buenos cristianos para que eviten la fiesta pagana y se acojan a la refle-
x i ó n la oración y la penitencia.

La censura directa del Carnaval hecha por la Iglesia en Pasto, no llega ha


afectar en nada el transcurso de la fiesta sureña. Esta situación viene a
confirmar la t i p o l o g í a real del pueblo, a pesar de su apego sentimental a
la liturgia cristiana, más fuerte es su capacidad de escoger y animarse en
sus tradiciones culturales. Esta conducta vista en perspectiva histórica
aparece c o m o verdaderamente revolucionaria y a la vez, coadyuvante en
la afirmación y desarrollo del Carnaval en el sur.

El Carnaval de 1950, t o m a forma a través de las siguientes expresiones:


— Vigencia de la ley de la retención en las tradiciones del 4, 5 y 6 de
enero.
— Expresión del buen h u m o r pastuso, mediante el discurso super-
cómico de Pumamaque (Eliécer Ojeda), leído el 4 de Enero, a la
llegada de la Familia Castañeda.
— La alegoría del "viajero r u d o " y del caballero elegante, se recuperan
c o m o constantes en la Familia Castañeda.
— La temática regional—costumbrista, empieza a recrearse a través de
carrozas, comparsas y disfraces.

Corpus de las Carrozas :


— Buques
— Exploradores
— Charros
— LA C O S E C H A
— Indios cazadores
— Los campesinos
— El Carro de los caballos blancos
— El Carro de Bavaria
55

— El café de la compuerta
— Lira Nariñense

W) Carnaval de 1952

El Carnaval de Blancos y Negros en su versión del año de 1952,


registra en primera instancia la " E x h i b i c i ó n artística y dramatizada del
origen de los carnavales", a cargo de la C o m p a ñ í a Teatral de Gonzalo
Bastidas.

Durante el desarrollo del juego de negritos, se podía invadir las casas de


los amigos para jugar a " l a p i n t i c a " .

Por otra parte se da la atención sobre el Parque Infantil como sitio de


concentración del desfile del d í a 6 de enero.

En cuanto a las tendencias que se observan en las representaciones


carnestolendicas(32),los referentes apuntan hacia el m o m e n t o histórico,
la cultura universal y latinoamericana. Al parecer por vez primera se
exhiben alegorías de las "ñapangas". El costumbrismo, el naturalismo y
la caricatura, van a alimentar las expresiones en comparsas y disfraces.
La fantasía recupera su lugar en la creación estética popular.

Corpus de las Carrozas


— M i t o l o g í a con Club 60 (Cervecería Bavaria)
— Mérito Peres
— Legión Extranjera
— Un cohete: viaje a la luna
— Mi B O H Í O
— G O T A DE L E C H E
— La guillotina
— Helicóptero
56

— Cazadores de mariposas
— Escudo de Pasto

Corpus de las Comparsas:


— Los Árabes
— Esclavos de 1.800
— Familia del Páramo de Bordoncillo
— Los armadillos
— Los Charros
— Las Ñapangas
— Tarzán y su compañera
— El hidrópico cazador de papagayos
— El mago de la oz

Corpus de las Murgas:


— La gata peruana
— Animales domésticos y fieras
— Naipes de poker
— Ñapangas
— Musical Sibundoyes
— Los Primitivos de Jongovito

Carros de tracción animal


— Oriente hindú
Disfraces individuales
— La tortuga y la cazadora
— Boris K a r l o f f en el papel de Frankestein
— El Pato Donald

El pueblo empieza a interiorizar y a manejar los componentes culturales


del Carnaval, mediante la representación teatral sobre sus orígenes a
nivel universal. Las modalidades de simulación se multiplican. El entor-
no rural, sus gestos y costumbres avivan el trabajo creativo de los artesa-
nos. En su labor involucran a su familia y a los vecinos del Barrio. Es
allí donde se fortalecen los lazos de la filiación social.
57

V) Carnaval de 1953

Carnaval
Yo no v o y . . . ya regreso
de la vida y su estéril alegría;
traigo m a r c h i t o entre la boca el beso
los ojos turbios y la faz sombría
del Carnaval a donde f u i
me queda una recompensa a mí
quebranto.
Una raída túnica de seda
y un antifaz humedecido en llanto
Ride pagliaci. . . y el payaso ríe
Ride pagliaci. Y el payaso canta.
Nadie ve el llanto que el c a r m í n deslíe
ni o y ó el d o l o r que gime en su garganta.
Vas tú también al Carnaval? Avanza!
Estarás m u y feliz y d i v e r t i d o ;
vendrá sobre tus hombros la Esperanza
a m o r i r en la fosa del olvido. . . (33)
Ricardo Nieto

En 1953, las carrozas que desfilan el d í a 6 de enero, reproducían imá-


genes de la literatura oriental. La fantasía y la recreación sin límites se
adueñan positivamente del Carnaval. Este paso decisivo se afirmará en
1956 y 1957.

Corpus de las Carrozas:


— El ladrón de Bagdad
— Sansón y Dalila
— Desierto del Sahara
— El trabajo (UTC)

Corpus de comparsas a caballo:


— Los cotacaches llegan a la fiesta

Corpus de las comparsas a pie:


— La hoguera de carbón
— Los descabezados
— Los hombres de la luna
— Los soles
58

Disfraces a pie, Motivos:


— Pavo real
— La jirafa
— Cantinflas

Disfraces individuales a caballo


— El árabe
— Noel
— La viuda alegre

Disfraces individuales en biscicleta


— La reina de los Incas
— Escuderos del siglo X I I
— Los hombres de dos caras

A las comparsas peatonales se suman con notable creatividad e ingenio


popular, las comparsas a caballo. El Oriente será una sugestión y un
sueño intermitente durante toda la historia del Carnaval A n d i n o . La
paradoja " L o s hombres de dos caras" y el surrealismo de " L o s hombres
de la l u n a " — l o s que se adelantan a los logros científicos de los hom-
bres en la luna del año 7 0 — , se hacen presentes en el teatro callejero de
los años cincuenta. Las celebraciones de los años 54, 5 5 , 5 6 , 57 y 58
no aparecen registradas sistemáticamente.

2.1.4. El perfil cultural regional: 1959 - 1969


Crisis, Involución y A f i r m a c i ó n Cultural

Ya García Canclini, ha afirmado en su m o m e n t o que: " L a s


culturas populares (más que la cultura popular) se configuran por un
proceso de apropiación desigual de los bienes económicos de una nación
o étnia por parte de sus sectores subalternos, y por la comprensión,
reproducción y transformación real y simbólica de las condiciones gene-
reales y propias de trabajo y de v i d a " ( 3 4 ) . Esta concepción se traduce
59

con t o d a claridad en el proceso vivido por el Carnaval de Blancos y


Negros de Pasto, durante la década comprendida entre 1959 y 1969.

Es en esa época, cuando se logra formar el perfil cultural regional, al


remitir y primero identificar el referente clave: la propia c u l t u r a , el
propio entorno, la realidad cotidiana. El costumbrismo, el mensaje
social, la representación naturalista, son las tendencias que en " l o esté-
t i c o " vienen a relievar " l o p o p u l a r " . El manejo de los personajes p o p u -
lares urbanos y étnicos c o m o : " L a negrita no v a " ( 1 9 5 9 ) , " C o n c h i t a "
(1963), " L o s compadres Sibundayes" ( 1 9 6 4 ) , " E l f o t ó g r a f o " (1969),
permite el reconocimiento de esa historia popular urbana clandestina.
En esta situación tiene m u c h o que ver, la intervención del Maestro
Alfonso Zambrano, c o m o creador de ella.

Si ya, "Desde comienzos de la década del 60 —según Luis E. Proaño


(35). América Latina comienza a cobrar más y más conciencia de lo
que significa su distención angustiosa entre la dominación interna y la
dependencia externa (36). En el campo de la comunicación se descubre
que la dominación y dependencia se articulan en un modeló c o m ú n , el
de la comunicación vertical por el que el receptor es reducido a un
pasivo consumismo que le impide reflexionar sobre su propia circuns-
tancia y no le permite elaborar un proyecto histórico de autolibera-
d p n " . En el caso de la sociedad pastusa, de este período de " L a Alian-
za para el Progreso", del flass de las "historietas norteamericanas" (Tar-
zán, Pato Donald), de la crisis social y económica, se observa que mien-
tras los sectores hegemónicos tienden a desvirtuar el Carnaval, p r o m o -
viendo su desaparición (1968) c o m o "desmanes colectivos"(37)que " y a
no representan para la ciudad nada, absolutamente nada, distinto de un
gran aporte para su desprestigio" ( 3 8 ) , el sector subalterno, ha logrado
cohesionarse (participan gremios de choferes, estudiantes, universita-
rios, líderes comunales), y es en especial a través de los diversos motivos
alegóricos del " 3 1 " de los " A ñ o s V i e j o s " , donde la caricatura p o l í t i c a ,
la denuncia social, construye y recupera el "lenguaje del p u e b l o " , que
trata de retratar su propia realidad para impugnarla. Este hecho suma-
do al estilo cultural propuesto y desarrollado por el Maestro Zambrano
son los que van a conjugar el espacio para advenir en el Carnaval de
Pasto, su p r o p i o perfil (referente y remitido) de y a la cultura regional.
Es lo que va a dar carácter de identidad y en la praxis va a sortear con
é x i t o , todos aquellos intentos de la clase hegemónica que quería reem-
plazar el Carnaval, por un evento de ferias, espectáculos " a l estilo de
Cali y Manizales ', esto es negando su p r o p i o referente cultural. El desa-
rraigo y la aculturación norteamericana, se reconoce también que se
60

hace presente en las alegorías, pero en un bajo porcentaje. El discurso


corporal y textual del pueblo pastuso una vez más demuestra su capa-
cidad de pervivencia, retención y arraigo cultural, a lo largo de toda la
década del 60, en particular.

X) Carnaval de 1959

C R Ó N I C A : N o . 16
AUTOR : L.B.B.

". . . Los negros y Blancos, fiestas tradicionales de Pasto, culminaron el


6 de enero con el desfile de carrozas alegóricas en que lució la gracia, el
arte y el espíritu trabajador del nariñense. El desfile estuvo precedido
por la reina de la belleza universal, Luz Marina Zuluaga, La Señorita
América, Mercedes Baquero, y la reina del café de Nariño, María Euge-
nia Santacruz. . . " (39).

Ya para este año, el Carnaval busca una mayor difusión nacional, a tra-
vés de la invitación a diversas reinas. Esta situación se presenta como
relativa, toda vez que se arriesga su particularidad cultural, por el
carácter de evento feriado.

En cuanto a la manifestación de la simbología popular, se cohesiona y


empieza a cobrar espacio, el costumbrismo, la cultura campesina y lo
anecdótico. Los creadores del teatro callejero urbano, asimilan cada vez
mejor el reto de la no-representación de ahí que la fantasía adquiere
canal y v í a libre, a partir de este m o m e n t o .

Los premios los otorgaba la Alcaldía seccional. Los días de celebración


se cumplían durante el 4, 5 y 6 de Enero.
61

Corpus de las carrozas:


— Real (Elaboración del Maestro A l f o n s o Zambrano)
— La negrita no va
Educando a papá

Corpus de disfraces individuales:


— Saz el Panadero
— Pareja de Gigantes
— El m u n d o al revés

Corpus de comparsas de a caballo:


Los tres gauchos
— Los tres alegres compadres
Genghis Khan

Corpus de disfraces en bibicleta:


— Razas, Escudos y Banderas
— Nivelero
— Cazador de tortugas

Disfraces en motocicletas:
— A v i ó n supersónico
— Gorila

Corpus de los carros de tracción animal:


— 1.900
— Rey Herodes
— Alegres toreros

Corpus de las comparsas de a pie:


— Los hombres de Saturno
— Siete gatos
— Hidrocéfalos
— Colegiales de la Chiral
62

Z) Carnaval de 1961

El año anterior, en algunos sectores de la o p i n i ó n pública, se


hacía campaña para modificar los Carnavales de Blancos y Negros, pro-
poniendo que debían parecerse a la Feria de C a l i ó de Manizales, pre-
sentando en el programa "mayores atracciones", para salir de " l o ruti-
n a r i o " . El paso era en falso y nuevamente se estaba atentando contra el
perfil etnocultural de la fiesta de enero en Pasto.

Hacia 1 9 6 1 , en la década de la " A l i a n z a para el Progreso", los persona-


jes de Carrozas, comparsas y disfraces, empiezan por reproducir elemen-
tos de la iconografía norteamericana. Pero con fuerza impugnatoria, el
subconsciente colectivo emerge y es cuando más se recurre al referente
de la propia c u l t u r a : Lo tradicional, lo folclórico y lo histórico.

La no-representación (fantasía) incursiona en este Carnaval, con espe-


cial calidad estética.

Corpus de las carrozas:


— La Reina Mora
— Pecos Bill
— Los Méritos Pares
— Carreta andaluza
— Cascabeles
— Fantasía
— La Dama de las flores

Corpus de las comparsas de a pie:


— "Flores de N a r i ñ o "
— Los hombres del planeta celeste
— El que no corre vuela

Corpus de las comparsas de a caballo:


— Indios Apaches

Corpus: Disfraces individuales:


— Frankestein
— Los chinos con sus payasos enanos

Corpus: disfraces individuales a caballo:


— Agustín Agualongo
63

Corpus: comparsas musicales o Murgas:


— Los Alegres Compadres
— Payasadas de la vida
— T r í o Los Sibundoyes

Disfraces en biscicleta
— Fantasía árabe (40)

"Flores de N a r i ñ o " c o m o tema de comparsa de a pie, será una compo-


sición que intenta representar la naturaleza del e n t o r n o , c o m o un t r i b u -
to a la tierra nativa, será una estampa m u y frecuente en la realización de
el juego de blancos, durante varios años en Pasto.

Los personajes históricos como Agustín Agualongo o de extracto legen-


dario como " l a reina M o r a " , o cotidianos encontraran vida de un ins-
tante en las manos de laboriosos artistas populares y a su manera alen-
tarán la ilusión y los sentidos de los celebrantes del carnaval.

L L ) Carnaval de 1962

El Carnaval de Blancos y Negros, se activa en provincia durante


ésta época. Las fiestas en Ipiales cobran especial vigor, con la presenta-
ción e incorporación de "cuadrillas de bailarines" y comparsas (41).

En Pasto, tiene lugar el Desfile de Años Viejos — q u e se realiza en 31 de


diciembre y se premia en enero del Nuevo A ñ o . La " f a n t a s í a " y la
"caricatura p o l í t i c a " , en un 95 o/o ésta última tendencia es la que va a
marcar toda la expresión alegórica en esta modalidad.

El " D i o s B u d a " , la carroza premiada de Servio T u l i o Torres, según los


comentarios de la prensa, " f u e la sensación de las fiestas camestoléndi-
64

cas. Su arte, c o n t r i b u y ó a levantar el nivel cultural de nuestros carna-


vales. . ." (42).

De esta manera, la fantasía, la caricatura y la religión oriental, actuaron


vivamente en la expresión de las esculturas y motivos de las carrozas
que desfilaron el 6 de enero, en Pasto, hacia 1962.

La referencia é t n i c o — c u l t u r a l , corresponde en este año, a las diversas


expresiones teatrales de las Murgas en especial. En cuanto los disfraces
individuales, demuestran la opción de la no-representación y creación
libre, m u y rica en simbolismos.

Corpus: d e j o s Años Viejos: 1 9 6 1 :


— El A g r i c u l t o r
— El Semáforo
— La Bruja de Bagdad
— El Manso Borrego

Corpus de las Carrozas: 1962:


— El Dios Buda
— Una china en la fiesta de las flores — Carnavales
— El Gran Circo
— Cosas de la vida

Corpus de las Comparsas:


— Los quíntuples nariñenses
— El Sileno
— Club de coyotes

Corpus: disfraces a caballo:


— Carga de payasos
— La bruja
— Los caciques de la paz

Corpus: disfraces en biscicleta:


— Esquimales en trineo
— La nueva ola
— La carreta china

Corpus: disfraces individuales:


— El hombre invisible
— Joselilio de Colombia
65

— El hombre cuervo
— El Galpón (tracción animal)

Corpus: Murgas:
— Escuela de la Chiral
— Las Ñapangas
— Caballeros de antaño

A l ) Carnaval de 1963

Durante el comienzo del año de 1963, la ciudad de Pasto pre-


sentaba c o n m o c i ó n social. Debido a la circulación de pasquines contra
la iglesia, se había dado lugar a la movilización y protesta popular.

En las fiestas de la temporada, se escuchaba " L a pollera c o l o r a " , de


Juan Madera Castro y de Wilson Choperera.

El lenguaje popular recobra plena vigencia, a través de las múltiples


expresiones del "Desfile de Años V i e j o s " , elemento que se afirma cada
vez más en la tradición sureña. La caricatura, la anécdota p o l í t i c a , la
alegoría picaresca se introducen con su p r o p i o acento: "Patojo de la
avenida Santander", " U n albañil en apuros", " E l León más viejo de
Pasto".

Las carrozas que desfilaron el 6 de enero de 1963, presentaron un ethos


inclinado hacia la recreación plástica de los temas de la Literatura Infan-
t i l clásica y la historieta norteamericana: " P i n o c h o " (creación de Igna-
cio Gomes); " L o s cuentos de la a b u e l i t a " (creación de Luis A l f r e d o
Checa, A r t u r o Ortega y Ornar Chaves); " L a Familia D o n a l d " (creación
del Maestro Servio T u l i o Torres). Pero es el referente de — l a cultura
endógena, el que va a repujarse de ahora en adelante con un ethos defi-
nido por la sensibilidad artística y el amor al t e r r u ñ o : la creación del
66

Maestro Alfonso Z a m b r a n o : " C o n c h i t a en la fiesta b r a v a " , recoge ese


elemento de la historia popular que lo va a particularizar: los persona-
jes urbanos sencillos.

En las comparsas y en los disfraces individuales, el artista asume el reto


de la representación naturalista y religiosa, así c o m o el de la no—repre-
sentación, en uso libre de la fantasía que desde ya señala rutas hacia el
desciframiento del subconsciente colectivo.

Temática de los Años Viejos en 1962: (43)


— Un Albañil en apuros
— Patojo de la Avenida Santander
— El Espectador de 1962
— A g u s t í n Lara
— El viejo del farol
— Fuerza y músculo de Nariño
— Principio y fin del hombre
— El hombre más viejo de Pasto
— L o b o de mar

Temática: Comparsas a pie:


— El m u n d o de los peinados femeninos
— La mariposa
— Los Reyes Magos
— Los Chelo Homes (Shelok - Holmes) (Sic)
— Los hombres extraños de otros planetas

Temática: disfraces individuales:


— El m u n d o al revés
— El fantasma
— La bestia humana
— Charles C h a p l í n

Temática: disfraces a caballo:


— Ótelo y sus mensajeros
— Familia china en los Carnavales
— Bernandino Landete
— Com anches

Temática: disfraces en biscicleta:


Serpiente infernal
— Ferrocarril de Nariño
67

— Los gatos de la vuelta a Colombia


— Vivienda de ratones

Temática: Murgas:
Caciques del Paraguay
— Islas del Sol
— Bolívar (Catambuco)

A 2 ) Carnaval de 1964

C R Ó N I C A : N o . 17
T I T U L O : " L o s Carnavales de Pasto"
A U T O R A : Zoila Ribera del M a y o

". . . Estas fiestas tienen una antiquísima tradición en la capital de nues-


tro Departamento. . .
En este año (1964), se distinguió el espíritu militar en la tradicional"
llegada de la Familia Castañeda" (enero 4 a la 1 y 30). Salieron a su
encuentro unidades de festivas comparsas a pie y motorizadas de la Poli-
cía Nacional . ." (44)

La Literatura I n f a n t i l Universal, cuyas temáticas se convierten en


animadas "páginas de carnaval", durante el desfile del 6 de enero en
Pasto: "Gulliver en el país de los enanos", " L a Cenicienta", "Blanca
Nieves y los 7 enanos", " L a bruja del m a r " . Demuestra por una parte el
interés en seguir un determinado "ethos-estilo", ya iniciado ei año ante-
rior. Por otra, el Maestro Zambrano con su alegoría: " L o s Compadres
Sibundoyes", afirma con calidad estética, la tendencia costumbrista.

La picaresca m i l i t a r y aquella remitida a temas modernos — e n corres-


pondencia al año 6 4 — c o m o : "Cocacolas de la nueva o l a " , "Mozuelos
atrevidos en el arte del a m o r " , " C i n c o negritos", señalan el nivel creati-
vo de los protagonistas del teatro callejero.
68

Gracias a la inversión de roles que propicia la celebración carnavalesca,


t a n t o los oficiales del Batallón Boyacá como los miembros de la Policía
Nacional, participan con buen h u m o r e ingenio. La risa colectiva recla-
ma rupturas.

A 3 ) Carnaval de 1965

C R Ó N I C A : N o . 18
T I T U L O : " L o s Carnavales de Pasto"
AUTOR : Observador

". . . El pueblo de Pasto es sano y primordialmente alegre. Por lo


menos en sus Carnavales nadie, que ostente salud se queda en casa. Los
días de juegos de negros y blancos, la locura es colectiva. . . " (45)

En la versión del Carnaval del 6 5 , las Juntas de A c c i ó n Comunal asumen


la organización y "representación" de los pasos de la " F a m i l i a Castañe-
d a " . Al darse este cambio del sector social c o m o es el militar —gestor
y p r o t a g o n i s t a — al de las Juntas comunitarias del barrio, se observan
fallas (46) de organización y efecto, las mismas que se evalúan o p o r t u -
namente, para la realización del Carnaval de 1.966.

C o m o parte del programa de Carnaval, se ha instaurado hasta entonces


la Feria Industrial (Artesanal) y la Feria Exposición Agropecuaria, en la
calidad de eventos de apoyo para la afluencia turística.

Además de la participación de las Juntas de A c c i ó n Comunal, la de estu-


diantes como los de la N o r m a l de Occidente y la de Universidad de
Nariño será visible ya más definida hacia 1966.

La historia del Carnaval A n d i n o se ve afirmada con la participación de


estudiantes —maestros y universitarios— Será el núcleo cultural que
llevará mensajes sociales interesantes que prevalecerán por mucho
tiempo.
69

A 4 ) Carnaval de 1966

Los Carnavales de 1966, en la ciudad de Pasto, van a marcar


necesariamente un h i t o en su historia. La tendencia estilística que se va
a observar ahora, es la remitida a la cultura popular del e n t o r n o : "Plato
t í p i c o Nariñense" (creación de Lizardo Eraso), "Campesinos Nariñen-
ses" (creación de Carlos A. Estrada), "Paseo Campesino" (creación de
Gerardo Narváez), "Paisaje de mi Galeras" (creación de José E. Ordo-
ñez); serán entre otros, los motivos de las representaciones plásticas de
las carrozas que desfilaron el 6 de enero de aquel año. La cultura cam-
pesina, f r u t o del mestizaje adquiere una relievariza fundamental que
coadyuvara hacia la f o r m a c i ó n de elementos de cohesión social: artesa-
nos con estudiantes y universitarios, sintiéndose partícipes de una mis-
ma identidad c u l t u r a l ; compartida hasta con el sector militar. (47).

Corpus de Disfraces en biscicleta y m o t o n e t a : (48)


— Los Carnavales y ferias de Nariño del 66
El Cocodrilo
— Un velero
— Patolándia en su chatarra: 1918

Corpus de: Murgas:


— Jazz y r i t m o
— Los Boby Gardens
— La C h i r i m í a
— La Marimba de Ricaurte
— Los Karacatistis del R i t m o

Corpus de los disfraces a caballo:


— Guerreros mongoleses
— Los caballeros de la Edad Media
— Los Apaches de Argelia
— Pelea de tigres con b u r r o amarrado
— Delegación mexicana

Corpus de comparsas:
— Santo contra los hombres - momias
— Las gallinas y el gallo bailan twist
— Cazadores de búfalos
— Embajadores de nuestros carnavales
— Los buhos humanos
— Viejas bailadoras
70

— Los f u t u r o s soldados de Nariño


— Las cigüeñas en fiestas
— Corrida b u f a
Caciques de Chile en Carnavales de Pasto
— Esclavos romanos ( B . Boyacá)
— La pea o las marimondas ( B . Boyacá)
— Los ingenieros ( B . Boyacá}
— Guambíanos
— Veteranos de 1.900
— Soldados de N a p o l e ó n

C o r p u s : Disfraces individuales:
— A l m a sabanera (c)
— La madre de f a m i l i a de la nueva ola
— Los primeros astronautas colombianos
— Payaso
— El m o n s t r u o fantasma

A 6 ) Carnaval de 1968

C R Ó N I C A : No. 19

"El Carnaval de Pasto es realmente una de las pocas fiestas auténtica-


mente nacionales.
... lamentable proceso de decadencia (s.n.) que viene enmarcado, desde
unos dos años atrás a esta fecha, el desarrollo de nuestras más estupen-
das fiestas populares como son los Carnavales de Negros y Blancos ...
De las mejores fiestas colombianas, como que ellos constituyen la
expresión auténtica de nuestro folklore, pero que las distintas autorida-
des seccionales están acabando con ellos ante la mirada impasible-de
todos nosotros.
. . .Las autoridades no ofrecen el suficiente halago a los artesanos. . ."
(49).
71

Es en el 68. cuando se advierte una realidad que apreciada en c o n j u n t o


atenta contra el Carnaval de Blancos y Negros en Pasto. La mala admi-
nistración, los "premios bajos" que no corresponden al esfuerzo y
trabajo de los artesanos, aparecen en este m o m e n t o de su historia c o m o
factores que ya desde el año de 1966, van a provocar una cierta involu-
ción. Se reconoce e identifica el valor cultural y autenticidad de las
fiestas sureñas, a nivel nacional.

La in-volución entendida en los términos de la reducción en el número


de participantes. Es donde más se hace visible el carácter agonal que ya
se ha interiorizado en ei sector artesanal. Pero a la altura de las tenden-
cias, es precisamente en el 66, donde se pronuncia efectivamente y se
afirma por ende la referencia cultural endógena.

Por esa época, los resultados de la Calificación de los diferentes motivos


que concursaban durante el Carnaval, se publican al t é r m i n o de 20 días.
Era un período prudencial para que el Jurado desarrollara reuniones a
posteriori del evento y otrogar con mayor justeza la premiación anun-
ciada, que dado el alto costo de la vida, no era m u y significativa. Se
observa la competencia de firmas comerciales de la ciudad, asociaciones
cívicas y hasta de Colegios.

Corpus A ñ o s Viejos: 1967:


— Mis ú l t i m o s parches pica-piedra
— La ciudad sorpresa
— Mi ú l t i m o viaje

Corpus: Carrozas del 6 dé enero de 1968 ( 5 0 ) :


— Estatua y pedestal del indio Agualongo
— Qué tiempos aquellos
— Indio Nariñense
— Los Quillacingas
— Feria Musical (Almacén Chaves y A. Trébol)
— Cámara Júnior
— Petroleras del P u t u m a y o
— Estampa India (Colegio: I n s t i t u t o Champagnat)
— La diosa de la f o r t u n a
— El Municipio de Tumaco
— Protección del trabajador (Seguros Sociales de Pasto)
En 1968 (51) no solo la prensa local liberada por " E l D e r e c h o " , sino
también voceros de la Radio, proceden a realizar severas críticas al esta-
do de los Carnavales. Algunos son de la opinión de incorporar " o t r o s
72

actos de feria, espectáculos", " b i e n concebida, bien dirigida que repre-


senta a la ciudad de San Juan de Pasto". (52) Se considera que al inte-
rior del Carnaval hay una crisis latente y se ataca el juego del agua por
considerarlo: "triste remedo de las costumbres del pueblo ecuatoria-
n o " (53)

Corpus de disfraces en motoneta y biscicleta:


— La diosa A t l á n t i d a y sus guerreros
— La gran boa
— Navidad alegre y triste

Corpus disfraces individuales a pie:


— Ser imaginario
— Los alegres payasos en los carnavales
— La legión de los vampiros
— D o n Pepe

Corpus: comparsas a pie:


— El café colombiano
— Así esJa costa colombiana
— Los legales
— Los turistas de Gatolandia

Corpus: Murgas:
— Club de calvos
— Murga de Pisac
— Románticos de ayer
— Soy el triste payaso

Corpus: disfraces a caballo:


— Pierrot
— Casamiento campesino
— Los tres árabes
73

A 7 ) Carnaval de 1969

Durante la celebración de los juegos de negros y blancos en


Pasto, hacia 1969, el comentario general apuntaba hacia un hecho
evidente, como era el que se "logró imprimir una nueva fisonomía" al
Carnaval, "gracias a la participación de todos los sectores sociales" (54).

Por una parte, se desplaza o mejor se descentraliza la administración,


orientando una actividad más horizontal, en la que los Barrios de la
ciudad son más partícipes del evento. La elección de reinas de los "Ba-
rrios", "de los Carnavales", de "la Universidad de Nariño", "Reina
Interclubes", y de los "festejos de 1 9 6 8 " (invitada), permite a su vez,
activar el concurso de carrozas del 6 de Enero, dado el hecho de propi-
ciarse la animación por parte de cada uno de los barrios populares, para
"presentar su número".

Al finalizar la década del 6 0 , se observa como tendencia plástica más


marcada en las alegorías del Carnaval, la referencia hacia la cultura cam-
pesina mestiza. Allí se encuentra y se realiza el artista popular. Los
personajes característicos de esa historia urbana anónima, han cobrado
"vida" y "status", gracias a la habilidad manual y sensibilidad social del
Maestro Alfonso Zambrano.

Corpus de las Carrozas 1969 (55)


— El Fotógrafo
— Rosarito La Juaneña
— Fiesta Brava
— Pescadores en el Río Mira
— Figuras recreativas

Artesanos como Miguel Ortega, Carlos Arturo Estrada, Luis E. Delgado,


Rigoberto Villarreal —entre otros— son aquellos creadores populares
que han asimilado el reto de la representación de su propia realidad cul-
tural y dar curso a su propia fantasía en la composición de las carrozas.

Corpus de las Comparsas


— Hortalizas de Nariño
— El Zoológico de los animales
— Sibundoyes gemelos
— La Metamorfosis de la rana
74

Corpus de los disfraces en biscicleta.


— Bienvenidos turistas

Corpus de las Murgas:


— Rosarito Torres: La liuaneña
— Ocho alegres compadres
— La Escuelita de LA CHI R A L

Disfraces en caballo:
— Don Quijote y sus personajes
— Los guardias ingleses
— Los Samurai

Corpus: Año Viejo: 1968


— Esta vida no vale nada
— La boda del año en la isla Escorpión
— El viejo chanchuquero de Nariño
— Rancho Alegre (Bomberos)

Disfraces individuales:
— Rey de las aves
— Quijote y Sancho
— El mundo al revés
75

No. Carnavales de Pasto. 1973.


Cacroza: " B A G D A D "
Autor: Maestro Bernardo Delgado
Archivo Fotográfico: Dominique López Esparza, Luis Bernardo Esparza.

2.1.5. Hacia la emergencia de lo "social": Quinta década:


1970-1980

En la historia de América Latina durante la década de los


años 70, las persistentes demandas populares se orientan cada vez más
hacia la identificación de la libertad con el pan, la escuela, el hospital, la
76

independencia nacional y el sentimiento de dignidad propia —según lo


ratificaba en su momento Carlos Fuentes (56). Aunque se admite, que
durante esa época, la tendencia más generalizada por su parte era la de
impulsar la democratización de la cultura, en países con regímenes
nacionalistas o progresistas como Perú, Chile (U.P.) y Argentina (pero-
nismo) —en la interpretación de García Canclini (1976)— se apreció un
relativo crecimiento económico y cierta redistribución de las riquezas.
En ese ambiente, los movimientos de base latinoamericanos, avanzaron
en su organización y en la dimensión de sus luchas. La crisis interna-
cional, vendría a atrofiar tan animosos procesos. La concentración
monopólica de la producción y la transferencia de áreas económicas y
culturales en manos de la administración privada, vino a reemplazar
todas las posibilidades y realizaciones de participación horizontal.

En Nariño, son los años de una importante emergencia Social, a través


del movimiento cívico-popular gestado en torno a la creación de la
"Gran Refinería de Occidente" en Tumaco. En las diversas jornadas,
universitarios, artesanos y todos los estratos productivos, se adentraron
con roles protagónicos y se apropiaron de su realidad, de su momento
coyuntural. Es esta lucha popular por alcanzar un espacio significativo
y fundador de una verdadera reivindicación económica de una región
"tradicionalmente" deprimida por el peso del desarrollo dependiente y
periférico, se logra advertir en el sub-fondo, otro proceso interesante.
Es el pueblo el que logra descubrir, que es imposible desligar las mani-
festaciones de la propia cultura, del hecho político y de la historia. Y
es así como esta emergencia social, va a habilitar la articulación de un
nuevo lenguaje al Carnaval de Blancos y negros: "el lenguaje de lo
"social" ". Si bien, el "lenguaje de lo social - político", ya se ha instau-
rado desde los años 40, con la iconografía de los "Años Viejos"; "el
lenguaje social" que se incorpora a partir de 1970, con carrozas como
las de: "Prehistoria de una gran Refinería", "Oro Negro", va a marcar
toda una tendencia visible a lo largo de la década. Empieza así a actuar
el "consciente colectivo", en un afán de denunciar su situación social, a
través de la expresión alegórica de una carroza o comparsa.

Durante el primer quinquenio de la década del 70, la administración del


Carnaval de Pasto, aplica "innovaciones" con referentes externos. En
1972, se incluyen desfiles de "bastoneras" y de "carrozas internaciona-
les", transfiriendo el clima de carnavales por el propio "de un evento
deportivo" o "de feria lugareña: Valle o Man Ízales. Solo la fuerza
creativa del pueblo logra impugnar estas desviaciones administrativas.
Es en el 75, cuando el subconsciente colectivo urbano, inaugura un
77

nuevo ethos en el Carnaval: el ethos-mítico. Será un buen antecedente,


que después de este año, se sumergirá, para emerger hacia 1982.
El referente de la cultura popular y de la propia historia será el de
mayor influencia durante ésta década.

En 1977, se realiza el 2 de enero, como innovación al programa de


Carnavales, "El Desfile Campesino". En el 78, se traslada al di'a 3 de
enero, bajo el denominativo de " D í a de la tradición campesina". Dadas
algunas particularidades, no se le puede aplicar la ley de la incorpora-
ción de elementos nuevos o de retención.

En la administración de los Carnavales, se observa la intervención de la


empresa privada en 1976, de empresarios y grupos cívicos en 1977, de
educadores directivos en 1978, que a su vez dinamizaron sectores juve-
niles, escolares, estudiantes, de Acción Comunal, Sindicatos.

En 1978, se experimenta nuevamente para cambiar el grupo que repre-


senta la Familia Castañeda. En la tradición desde 1929, siempre lo fue
el grupo de los reclutas y oficiales del Regimiento No. 12 del Batallón
Boyacá de Pasto. En este año, se encarga a los trabajadores del Mercado
"El Potrerillo", afiliados a Sindicato., el asumir la representación de los
"números" de la Familia Castañeda. En el 79, se retornaría a la tradi-
ción.

La experiencia del 78, que logra vincular e interiorizar en las nuevas


generaciones de estudiantes pastusos, el compromiso con el Carnaval,
con su cultura y su región, mediante la aplicación de objetivos definidos
y de la ambientación de espacios propicios para la participación hori-
zontal, constituye una de las más positivas a nivel de administración de
eventos de tal naturaleza.
78

Att) Carnaval de 1970

C R Ó N I C A : N o . 20
C O L U M N A : " A l Margen de la V i d a "

". . . Asistimos entusiasmados al desfile de las carrozas el Día de Blan-


cos y reencontramos el admirable sentido creador de nuestras gentes y
su innata vocación con las cosas que dicen con el arte.

Los artesanos (s.n.) a cuya habilidad, como la confección de las carro-


zas emularon en el motivo novedoso, en la técnica consumada para el
movimiento de las figuras e incluso en la calidad de los conjuntos musi-
cales acompañantes. . . " (57).

Al despuntar la década del 70, el Carnaval en Pasto y en la provincia del


Departamento de Nariño, se intenta retratar o reflejar las luchas y espe-
ranzas de la colectividad. Esta se cohesiona en torno a un cometido
común: la consecución de la Refinería de Occidente en Tumaco. De
ahí que el momento histórico se traduce en alegoría de profundo "len-
guaje social", con creaciones del artesano José Ordoñez, cuya carroza
"Prehistoria de una Gran Refinería", venía a reflejar una situación dada.
Igual ocurrió con la carroza: "Oro Negro", en el manejo exacto de la
metáfora popular donde el petróleo era el recurso que entraba a vigen-
ciar necesidades del pueblo frente a su futuro desarrollo económico.

Además se evidencia la ley de retención, cuando se aplica al referente


cultural en este año. Las artesanías tradicionales como el "Barniz de
Pasto", los temas costumbristas asociados a la representación naturalis-
ta, servían de base para la expresión plástica de carrozas, comparsas y
disfraces individuales.

La fantasía y sátira - política, también son componentes de aquella


multivocidad artística, que en el sur, evoluciona en espiral.

Los artesanos más reconocidos socialmente por aquel año, eran el Maes-
tro Servio Tulio Torres "caracterizado cultor permanente de los moti-
vos autóctonos" (58) y a los Hermanos Argote: Alfonso y Rogerio
"maestros consumados" (59)

La calificación de los motivos del " D í a de blancos", estuvo "sesgada",


por la presencia de personajes foráneos, como Fernando González
Pacheco.
79

Corpus de los Disfraces: Día de Blancos. 1970


— Los Picapiedra y su ave-expreso (Eduardo Medina)

Corpus de las Murgas:


— Mi Nariño (Juan Eraso)
— Campesinos de antaño, traje de etiqueta (José Benavides) —
Boby Players

Corpus de las Comparsas a pie:


— Fruticultura Nariñense (Jaime Jurado)
— Trigo de mi Nariño (Francisco Granja)
— Los Hippies (Miguel Chaves)
— Fantasía en Carnaval (Jaime Burbano)

Corpus: Disfraces a pie:


— El indio, el caballo y sus payasadas (Jesús Torres)
— El Reloj campesino (Julio Germán Guerrero)
— La Ñapanga Nariñense (Julio Enrique Mesías)

Corpus de las Carrozas: 1970


— Prehistoria de una gran Refinería (José Ordóñez)
— El Gallinero (Eduardo Zambrano)
— El Castillo encantado
— Cañoneros del Cartagena (Excombatientes d e G ü e p í ) . Manuel
Merchancano
— Oro Negro
— Barniz de Pasto (Servio Tulio Torres)
— La verdad desnuda (Hnos. Argoti)

A 9 ) Carnaval de 1972

C R O N I C A : N o . 21
AUTOR : Franco A. Rosales

". . . Se cumplen en la ciudad los tradicionales Carnavales de Blancos y


Negritos. El cuatro de enero se realiza el desfile de la "Familia Castane-
80

da", con el que se inician prácticamente los festejos populares. La varia-


ción en su programa con la inclusión de bastoneras y carrozas interna-
cionales, dá a este acto una fisonomía diferente (s.n.) que merece los
mejores comentarios (sic). El día de negritos se desarrolla normalmen-
te y el día de blancos, constituye una vez más la muestra real del inge-
nio y la calidad de la artesanía nariñense a través de excelentes carrozas
que asombran a propios y extraños. La carroza "Embrujo Gitano", se
califica ganadora. . ." (60).

En el 72, en la programación de "Blancos y negros", se incluyen desfiles


de "bastoneras" y "carrozas internacionales", dando un clima deportivo
y de feria, perdiendo la fisonomía cultural, por ende. Estas llamadas
"innovaciones" son de orden pasajero. No llegan a complementar una
tradición cultural determinada. Dada su índole, no se cumple en ellas la
"ley de incorporación de elementos nuevos".

En este año, la fantasía del Maestro Bernardo Delgado, traducida a la


carroza denominada "Embrujo Gitano", vigoriza el curso de la carnes-
tolenda.

Se registra a su vez, la IV versión de la Feria Agropecuaria Industrial y


Artesanal de Nariño, con sede en Pasto.

A 1 0 ) Carnaval de 1973

En el recorrido visual (61) de las imágenes del Carnaval Andino


de Blancos y Negros de San Juan de Pasto, en la versión de 1973, es
fácil identificar en la modalidad de las Carrozas, el manejo ya virtuoso
del espacio "aéreo-dinámico", por parte de los artistas populares. Mues-
tra fehaciente de esta afirmación, lo constituyó la carroza "Bagdad"
(62), cuyo personaje: "El ladrón de Bagdad", desprendido de
la fantasía literaria oriental, llega al " D í a de blancos", en un vuelo
imposible: a través de la suspensión de la enorme escultura verde-roja.
Se presenta así, como la perfecta conjugación del sueño, el trabajo
81

manual y el equilibrio aéreo, afirmándose en la expresión carnestólen-


dica, el manejo de la escultura monumental en papel-cartón.

La iconografía regional, por su parte, administra los temas de alegoría y


representación en torno a la tierra, el trabajo - agrícola, a las costumbres
campesinas: "Gallera de Buesaquillo" (creación del Maestro Alfonso
Zambrano), "Nariño, paraíso del turista", "Salud, Nariño y Salud, Car-
naval"! ", eran otras de las temáticas frecuentes por las Carrozas, del
Carnaval 73.

La tendencia hacia la expresión del mensaje social, característico de la


década del 70 —en la historia del Carnaval de Pasto—cobra fuerza espe-
cial en este año, bajo el denominativo de las carrozas: "La paz esquiva",
"Artesanos de Nariño" (creación de Miguel Ortega).

Los personajes del teatro callejero, combinan los pasajes de antaño, con
los motivos de la picaresca cotidiana, en las expresiones de la "Familia
Castañeda". Animales totémicos con reminicencias de la cultura indí-
gena, deambulan de la mano de instrumentos de cuerda que "caminan",
o de dragones, galleros, pica-piedras, margaritas y hasta con el infaltable
"Rey de los aguardientes". Es el panorama de las comparsas del 73.

En el ambiente periodístico se comenta que "Para estas fiestas o Carna-


vales, no se necesita Junta programadora ni mucho menos coordinación.
El pueblo las hizo solo (63) Juan Pueblo corrobora: ". . .El
pueblo raso participa de los Carnavales, únicamente en los días señala-
dos como tradicionales. . . " ( 6 4 ) . Complementa que hace falta espectá-
culos de índole popular que congreguen a la colectividad en los escena-
rios como el Estadio, el Coliseo y el mismo Teatro al Aire Libre. Se
observa que con la supresión de los "reinados populares inter-barrios"
se ha afectado en cierta manera, la propia integración social en torno al
Carnaval. La formación de barras en apoyo de la determinada cand¡da-
ta en el Barrio, facilitaba esa situación, ya ausente'en 1973. Termina
por calificar con acento pesimista q u e " . . . nuestros Carnavales van para
atrás como el cangrejo".

Hacia el mes de marzo, la comunidad sureña retomará la bandera de la


"Refinería de Occidente", ante el anuncio oficial del Consejo Nacional
de Política Económica, que autorizaba al gobierno a realizar la contra-
tación de un crédito externo por un monto de 44 millones de dólares,
para dar piso económico al empeño propuesto por las necesidades de
desarrollo regional.
82

Años Viejos: 1972 (Corpus) (65)


— Adiós Viejo Mercado
— El lechero más viejo del año
— El violinista en el tejado
— El labriego de Nariño

Comparsas: 1973 (Corpus)


— Instrumentos de cuerda
— Las margaritas
— Las urracas
— Ovejitas en Carnaval
— La familia Picapiedra
— Los cochinos

Carrozas: 1973 (Corpus)


— Gallera de Buesaquillo
— Los Arrieros
— Erase una vez
— Bagdad
— La Gioconda
— El juego ciencia se divierte
— La paz esquiva
— Nariño, paraíso del turista
— Salud Nariño y Salud Carnaval
— Artesanos de Nariño

Murgas: (Corpus)
— Los graduados
— Los guambíanos
— Embajadores del ritmo

Disfraces en biscicleta (Corpus)


— Can ívales en carnaval
— Tayrona

Disfraces individuales (Corpus)


— La Butarda del Valle de A t r í z
— El Diablo y sus diabluras
— Los impertinentes moscos
— Principes mongoles
— Los quillacingas
83

Carnaval de 1974

Es en 1974, año en que el Comité Ejecutivo del Carnaval de


Pasto, entrega el veredicto sobre el concurso del 6 de Enero, a "poste-
riori" del evento. Situación ésta que permitía conjugar mejores argu-
mentos para la calificación final de las expresiones del arte popular.

En la versión festiva de los primeros días del Año Nuevo en Pasto, se


recoge aquella formula social de organizar reinados interbarrios, con la
consecuente participación masiva y entusiasta de la gente en torno a "su
reina" y al motivo de "la carroza", que les va a representar.

En las "Crónicas de San Juan de Pasto" que se publicaban en el Periódi-


co "El Derecho", en esos días se decía por una parte que los Carnavales
de Pasto, ya tenían "carta de ciudadanía nacional" y se "debería
empezar a trabajar ya en la preparación de los próximos", para mante-
ner ese logro. Por otro lado, se objetaba que en la práctica de la fiesta,
"se confunden una sana diversión con los bacanales (s.n.), los talcos con
la cal. . .". (66) sobre la celebración de la tradicional Familia Castañe-
da; se acota "que estaba de capa caída, pero que se recuperó bastante
...". Que el "retroceso" es observable en la elaboración de las carrozas
y de los disfraces.

Como tarea de Extensión de la Oficina de Turismo —que aquellos días


permanecía cerrada— se propone que hayan proyecciones, conferencias
sobre el Carnaval, para que la "juventud se compenetre con el hecho
cultural en sí. Se publica el Folleto "Carnaval 7 4 " , que incluía un artí-
culo del periodista Neftalí Benavides, con el fin de evaluar las fiestas:
"Estampas iluminadas del Carnaval de Blancos y negros".

Y como en otros años, dada la ambigüedad del sistema administrativo


del Carnaval de Pasto, se observa en la opinión pública la inconformidad
en cuanto a la asignación y ubicación de los premios de las Carrozas
"Pegaso" y 'Dios Baco", las que dadas la "inversión en tiempo y dine-
ro", no se siente un verdadero reconocimiento social al trabajo del arte-
sano pastuso. El Jurado, a su vez manifiesta que la calificación quedó
así "porque no eran motivos regionales, típicos, autóctonos y por ello
no podían figurar de primeros..." ( 6 7 ) . Se explica que "Baco", como
personaje pertenece a la mitología romana, hijo de Júpiter y de Semele.
Era el dios del vino. "Pegaso", el caballo de la mitología griega, que era
alado,había nacido de la sangre de la medusa.cuya cabeza había cortado
el héroe Perseo. De esta manera se promueve la tendencia hacia la
84

expresión de la cultura regional con mensaje, menguando la influencia


de los referentes culturales externos.

Eran los días en que el líder conservador Alvaro Gómez Hurtado anun-
ciaba paz y concordia para los colombianos; mientras en la realidad
social, acusaban los contrastes; En elsur, la historia de la alegría multi-
tudinaria "El Carnaval", el pueblo la registraba en su agenda colectiva.

Carrozas: 1974 (Corpus)


— La pastusita
— Molino de Belén
— La Cosecha de café
— Artesanos Nariñenses
— El coleccionista carnestoléndico
— Estampas de Pasto antiguo
— Guaqueros de Nariño
— Rey del Carnaval
— Riquezas arqueológicas de Pupiales
— Cumbres nariñenses
— Mitología griega

Disfraces individuales (Corpus)


— Dulzura nariñense (La uva)
— Estoy en la olla
— Una pequeña'tarántula
— Drácula
— La tortuga
— El negrito del arbolito
— Los pereques del Carnaval

Disfraces a caballo (Corpus)


— Los PAYASOS
— Mono titiritero

Disfraces en Bicicleta: (Corpus)


— El astro rey del Carnaval
— El cuy, plato típico de Nariño
— Castillo embrujado

Murgas: 1974 (Corpus)


— Indios Arhuacos de la Sierra Nevada
85

— Selección Nariño en Carnaval


— Murga C H I N A en Carnaval
— Viejos queridos de Nariño

Comparsas (C)
— Somos buesaqueños
— Los papagayos presentes en Carnaval
— Los pescadores Turnas

Al 1) Carnaval de 1975

El periodista Marcial Bedoya escribía en "El Derecho" (68),


que después de la realización de los Carnavales de Pasto en su versión
del año de 1975, la radio y la prensa de la ciudad de Cali, se habían em-
peñado en adelantar una campaña negativa en torno a las fiestas tradi-
cionales del sur. Se trataba de culpar a los Carnavales de Negros y Blan-
cos por el alza en el precio de la papa, aduciendo con toda ligereza que:
"las gentes de la ciudad (69) y el campo se dedican a fin de año a las
fiestas y olvidan los cultivos, cosechas, transporte y venta de ese alimen-
to p o p u l a r . . . " (70).

La realidad era bien distinta. En el norte, la acción de los intermedia-


rios en el comercio de la papa y en deterioro de su precio, era demasia-
do evidente, solo que ahora se jugaba con pretextos inconexos y lo que
es peor el desprestigio cultural. Los altos costos de los abonos, las hela-
das, la falta de crédito permanente para los pequeños productores así
como la misma inseguridad del mercadeo, habían incidido como facto-
res activos en el incremento en el precio del tubérculo.

El Carnaval de 1975, marcará un hito importante en la historia de la


cultura popular. A partir de este año se fundará el proceso caracteri-
zado por el ethos -mítico, con la presentación de la Carroza: "La Turu-
86

mama y sus compinches", como obra del Maestro Alfonso Zambrano.


La proyección desarrollada de la misma tendencia se advertirá solo en
1982, como adopción plástica consciente. Es toda la imaginería mítica
—quillacinga ya urbanizada durante la colonia hispánica, la que engen-
dra a esta mujer-icono, tan fabulosa: la Turumama. Su presencia en el
Carnaval del 75, es decisiva para recuperar la vigencia del discurso míti-
co. Cada uno de los gestos de la Turumama, esa escultura-viva, narra
un pasado fantástico, donde todo es posible. Narra en dos tiempos,
porque obliga a los celebrantes del Carnaval, a mirar hacia el pasado y
hacia el futuro. Gracias a la "Turumama", la sugestión sobre la nece-
sidad de recuperar y expresar el subconsciente colectivo, queda instau-
rada.

El costumbrismo, los personajes urbanos como el Cachiri siguen como


arte y parte de la iconografía popular que emerge durante el 4, 5 y 6 de
enero en Pasto.

Corpus de las Carrozas: 1975


— La Turumama y sus compinches
— Mercado Regional
— El Herrero Nariñense
— Los legales del Carnaval
— Playón del Putumayo
— El Cachiri
— Nariño Silvestre
— El Indio Pasto

Corpus: Comparsas:
— El ingenioso poder del hombre: La herrería
— Lo último en ingeniería nariñense
87

Al 2) Carnaval de 1977

El "Desfile Campesino" que se cumple en 1977, el 2 de Ene-


ro en el marco de la programación de los Carnavales de Pasto (71), apa-
rece como una innovación de tipo pasajera. Las bandas populares ani-
man el desfile de las estampas típicas.

En los propósitos de la Junta directiva, quedaba el de "exportar" el


Carnaval a Barranquilla y Rio de Janeiro.

En 1976,, la organización de las fiestas, estuvo a cargo de una empresa


privada, ya en el 77, la Junta se identificaba como un grupo de volunta-
rios o empresa cívica. Es en este año en el que los trofeos clásicos: "El
Chivo de oro", "Capucigra" y "Chambú", no se otorgan a artesanos
destacados, sino a colaboradores de la Junta.

Con la visualización del Carnaval del 77 (72), se logró identificar reten-


ción y novedad de la temática alegórica, por una parte, por otra la
demostración de una mayor elaboración, un mejor acabado de las
monumentales esculturas y el logro definitivo de la armonía en el movi-
miento. Ingeniería y Arte, conforman una simbiosis única. El costum-
brismo, lo histórico, la fantasía y el desnudo, son categorías que se
manejan con buen gusto. Hasta las alegorías de comparsas, se identifi-
can algunas constantes de retención temática, un ejemplo de ello es "La
Escuela de la Chiral". Los cabezones de este Carnaval, sobrepasan
todos los linderos del surrealismo: emplumados pájaros carpinteros,
escueleros, gobernantes, pulpos y novios.

Carrozas (Corpus visual): 1977


— Leñadores de Agualongo
— Recordando el pasado
— Sentimiento andino
— Blanca Nieves
— El pequeño artesano
— Filantropía musical
— Dios se lo pague

Comparsas: (Corpus)
— Arte y belleza adornan el Carnaval
— La danza de la cinta
— Pájaros carpinteros
88

— LA E S C U E L A DE LA CHI R A L
— El ponqué
— Para Pasto con amor
— Gobernantes del futuro
— Los novios de siempre
— Tiempos que pasan
— Maíz mítico
Desfiles carrozas de las colonias (4 de Enero)
Bandas: los papagayos presentes en el Carnaval y comparten
nuestras fiestas.

A 1 3 ) Carnaval de 1978

C R Ó N I C A : No. 21
AUTOR : Alfredo Paz Meneses

"El Departamento de Nariño y la Ciudad de Pasto en especial, desde


épocas pretéritas han exteriorizado manifestaciones de júbilo, alegría,
cultura y confretarnidad en las fiestas de fin de año y carnavales, como
un hecho histórico que engrandece la hidalguía del pueblo Nariñense.

Estas demostraciones son conocidas en todo el país y han servido para


acreditar la inteligencia, el poder creador y el sentimiento artístico de
sus gentes.

Las generaciones de hoy con su vitalidad y pujanza, están comprometi-


das a mantener la tradición y el ancestro de su raza evitando el menos-
cabo de estos valores de singular potencial histórico.

Tanto las autoridades gubernamentales, cívicas y políticas como la


ciudadanía, deben hacer acto de fé para comprometerse en estas festivi-
dades, velando por rescatar la tradición y efectuando una adecuada pro-
yección hacia el futuro". (73).
89

La programación y coordinación de los Carnavales de Blancos y Negros


en Pasto, en 1978 diseñó por primera vez en su historia objetivos de la
siguiente índole ( 7 4 ) :

1. "Velar por la conservación de los valores culturales, folclóricos y


artísticos del pueblo nariñense.

2. Dar oportunidad para demostrar el poder creador y artístico.

3. Fomentar el turismo nacional e internacional como medio de inte-


gración espiritual y desarrollo económico.

4. Propender por la sana recreación y convivencia de todos los esta-


mentos.

5. Estimular sentimientos de confraternidad y civismo, con quienes


nos visitan y comparten nuestras fiestas".

A pesar que en el primer objetivo, se establecen indirectamente distan-


cias entre lo cultural, lo folclórico y lo artístico, la misma presencia de
objetivos, señala una valoración importante de la fiesta popular sureña.
Constituye desde todo punto de vista un gran paso en la evolución del
Carnaval.

Dado el hecho, que la coordinación general estaba en manos del educa-


dor, Alfredo Paz Meneses, en 1978, se logra incorporar por el sistema de
comisiones dirigidas a su vez por educadores del I N E M , a estudiantes,
escolares, juntas de Acción Comunal de Barrios sur-orientales y otros de
carácter popular:

— Barrio Mercedario
— B. Sta. Bárbara
— B. San Lorenzo
— B. Corazón de Jesús
— B. San Vicente
— B. La Rosa
- B . OBRERO
— B. Agualongo
— B. Pandiaco
— B. Santiago
90

De esta manera se ordena una participación más horizontal de sectores


populares de base, así como de los barrios, ejes y gestores de la produc-
ción creadora y artística. Desde la temporada decembrina del 77, los
principales colegios de secundaria de la ciudad, tenían el compromiso
de coadyuvar en el desarrollo de las diferentes celebraciones tradiciona-
les. Educadores, usuarios campesinos, sindicatos de trabajadores de El
Potrerillo, conforman el grupo que comparte la misma responsabilidad
cívica, en Novenas, Carrozas con alegorías bíblicas (24 de diciembre),
el " D í a de la Confraternidad".

Los "Bailes de disfraces" —extraña mixtura de lo pagano y lo sacro-


programados para las "Vísperas del 2 8 " , se realizan en Clubes sociales
de la ciudad, desviando la propuesta popular inicial.

En el Carnaval del 78, se cumplen "Vísperas" el primero de enero, con


quema de pólvora y juegos pirotécnicos. El 3 de enero, tiene lugar "El
día de la tradición campesina", que incluía según el programa.

" . . .El Desfile de las diferentes representaciones de las vere-


das que circundan a Pasto y pueblos de Nariño con las compar-
sas típicas, conjuntos, flores y productos agropecuarios. . ."

Como filosofía del evento, se hace preciso relievar la presencia y valor


de la cultura mestiza, de la cual son portadores los sectores campesinos
que circundan la ciudad de Pasto y que en su momento fueron resguar-
dos indígenas. Además, las mascaradas del siglo 17 y 18 y el Carnaval
de Pasto, de los años 30 y 4 0 , recibieron la vitalización de aquella raíz
cultural, a través de comparsas totémicas y múltiples disfraces animis-
tas, donde el referente " m í t i c o " , recobraba su verdadero status.

Es en 1978, cuando se produce otra innovación. El d ía 4 de Enero, cele-


bración tradicional de "la llegada de la Familia Castañeda", se cambia al
sector social que la representa desde 1929, el grupo de los reclutas y
oficiales del Batallón Boyacá, por los trabajadores del Mercado el Potre-
rillo. Se trastoca así la costumbre y aún más.

El día 5 de enero, se introduce en forma pasajera, un desfile automotor


en pleno "juego de negritos".

El Carnavalito tendría lugar el 8 de enero.

6i.a Feria Artesan,al, por su parte se intalaría en la ciudad a partir del día
91

2.16. Elementos para aproximarse a la década del 80

La década del 80 concluirá en 1990, de ahí' que en el momen-


to lo único válido es el de diseñar algunos elementos básicos para ser
retomados en su oportunidad en el análisis histórico de ésta época.

En primera instancia, se observa la bifurcación de dos tendencias que se


marcan en los años de 1983 y en 1986. La recuperación de el ethos —
mítico, iniciado por el Maestro Alfonso Payan Archer en 1975, con su
composición alegórica: LA T U R U M A M A Y SUS COMPINCHES, en
1981 será ratificado por el Maestro Delgado, para llegar a su ápice, con
la carroza " M I T O S D E L A G U A " del maestro José Ignacio Chicaiza, en
1983.

Es a partir de entonces, después del Seminario del I A D A P sobre Tradi-


ción oral, temática que promoviera el entonces coordinador de la
entidad, Julio Salas V., como se logra persuadir e inducir al sector más
sensible y creador del sector artesanal hacia la fuente inagotable del
mito, la leyenda, el cuento.

Cuando parecían estar agotadas las fuentes de creación, surge la tradi-


ción oral y muchas más expresiones de la cultura e historia popular
urbana que se transforman en canteras dulces de expresión plástica.

Es en el aporte de los nuevos creadores, donde la no-representación


adquiere toda la vitalidad en el motivo alegórico. El asocio del sueño
mítico al sueño de cada artesano, produce una tendencia que va a
apoyar la evolución del Carnaval, partiendo de sus raíces más vitales.

Con la participación feliz de los hermanos Germán y Raúl Ordóñez


como ganadores del primer lugar con H O L A C A R N A V A L ! en 1986, es
toda una generación joven y fresca la que ingresa a la fiesta del sur. Su
sensibilidad y devoción por el estudio y la expresión plástica libre, cons-
tituye un ejemplo de talento y esfuerzo.

Su estilo, hasta entonces ya se ha definido: parten de presentar en el


contexto de una expresión escultórica total, la dualidad de los tamaños:
la alegoría escultórica gigantesca y central, en la cual se detallan: rostros
y brazos, en conjugación con miniaturas con movimiento.

También los hermanos Pantoja: Henry y Luis, alumno el primero del


Maestro Alfonso Zambrano, contribuyeron de manera pasajera pero en
93

Al 6) Carnaval de 1981

En la versión del juego de "negritos" y blancos del año da


1 9 8 1 , se identifica a través de los motivos alegóricos de comparsas, mur-
gas, disfraces y carrozas, cómo el artista popular ha sorteado un largo
proceso, hasta encontrar su propio lenguaje, donde es el terruño, la
regionalidad, las costumbres indígenas y mestizas, la naturaleza y la
propia fiesta, la que traduce, recrea y representa: "La minga pastusa",
"la fiesta de negritos", "Fauna de Nariño". Así, la expresión artística
del Carnaval, se convierte en un canto colectivo, donde todos encuen-
tran próximos; el espejo donde se miran e identifican. La tierra se con-
vierte en la raíz,el origen y el remitente de sus creaciones.

La presencia de la carroza "Furia del Gualcalá", creación del Maestro


Bernardo Delgado en el Desfile del Día de Blancos en 1 9 8 1 , constituye
el antecedente inmediato de lo que será el "Ethos - mítico" caracterís-
tico de la séptima década del Carnaval de Pasto. La versión plástica —
alegórica de "La Turumama y sus compinches", del Maestro Alfonso
Zambrano, en 1975, significó en su momento, como el antecedente
mediato.

"Furia del Gualcalá", aparece como la alegoría - creativa de uno de los


mitos más afincados en la memoria colectiva sureña. De ahí que su
representación aclimata en un momento coyuntural de la historia del
Carnaval, la tendencia hacia el referente primero: la poesía - mítica de
Pastos y Quillacingas.

Carrozas: 1981 (Corpus) (75)


— Minga Pastusa
— Fauna de Nariño
— Por tierras de Nariño
— FURIA DEL GUALCALA
— Homenaje a Maruja Hinestrosa
— Leones dormidos
— Frutos de nuestra tierra
— San Juan de los Pastos
— Fiesta de Negritos
— El Chivo
— Jubileo en el Lago
— Los genios a color
94

Las Comparsas: 1981


— Una flor para tí
— Las panelas endulzan el Carnaval
— Somos Quillacingas
— Los chinos pobres
— Los páticos del Carnaval
— Animalandia
— Extraños Visitantes
— Situación energética
— Del Putumayo al Carnaval
— Arte y música de Nariño

Las Murgas:
— Los indios Rojos de Athahualpa
— Antiguos herederos de España
— La murga del Carnaval
— El cocodrilo
— Embajadores chinos
— Los arhuacos
— Campesinos en traje de fiesta

A17) Carnaval de 1982

CRÓNICA No. 22
S E C C I Ó N : Al Margen de la vida

"No obstante lo mucho que se comenta y se escribe en tomo a los


carnavales, no está demás destacar la forma cívica como la gran
mayoría del pueblo obra tradicionalm en te, demostrando que la
nuestra es una comarca de gentes cultas y que saben diver-
tirse ... " (76).
95

Para este año de 1982, ha sido el Instituto Andino de Artes Popu-


lares ( I A D A P ) que con el apoyo directo de la Universidad de Nariño,
ha logrado adelantar y promover junto con la Asociación de Artesanos
del Carnaval, una reflexión sobre la creación alegórica artística y las
diferentes tendencias. A través de la realización de varios Foros,
durante, los meses de noviembre y diciembre, lograran implementar
una nueva orientación y afirmación a la vez de aquella tendencia hacia
el "ethos-mítico", en una búsqueda incesante de las fuentes de tradi-
ción oral regional. Este cambio se suscita, al concluirse las tres tenden-
cias vivas entre los Artesanos, como eran: a) Los que consideran que
el referente folklórico está agotado; b) El sector que alude que se hace
necesario dejar la "libre expresión" en el tema alegórico, sin importar
que se calquen los motivos de la cultura "gringa"; c) El sector que
quiere evolucionar el Carnaval, pero con el apoyo de la investigación en
la cultura popular.

Al 8) Carnaval de 1983

En los días posteriores a la realización del Carnaval de Blancos y


Negros correspondiente al año de 1983, se agita a nivel de la opinión
pública y de algunos personajes en particular, la necesidad de evaluar
y proyectar mejor la fiesta de enero, en Pasto. Una de las expresiones
que se difunde a través de El Periódico: "El Derecho", es la del em-
presario Ramiro Chaves —que tuviera a su cargo la organización de di-
cho evento en la versión del año de 1977—. Su propuesta (77) se ex-
presa en síntesis:

— Comienzo de las celebraciones a partir del 26 de diciembre,


— Conmemorar el 28 de diciembre como "Día de la Juven-
tud".
— Asesorarse de la Academia Nariñense de Historia, para in-
vestigar el origen de la tradición conocida como "Familia
96

Castañeda".
— Descentralización de orquestas el día 6 de Enero.
— Comienzo del Desfile Central, desde el Estadio Libertad has-
ta la Avenida 26 de Marzo.
— Construcción de graderías y "pago de tarifa", para mirar el
Desfile del 6 de Enero.

Aún en estos años —después de 44 años de tradición— se rechaza e


impugna el "Juego del Agua", por un sector social definido, argumen-
tando que se "atenta contra los derechos de los mismos ciudadanos"
(78). De todas formas es saludable el ambiente de "reestructuración del
Carnaval", que se vive en la comunidad local. Una reflexión social ge-
nerada en torno a un hecho cultural determinado, facilita la comunica-
ción y propugna la reproducción del mismo en condiciones más compa-
tibles al propio tiempo.

Entre los Motivos de las Carrozas, la creación del Maestro Lg-


nacio Chicaiza: "Mitos del Agua", constituye una de las composiciones
alegóricas de mayor alcance estético de los últimos años. En esta obra
—escultura en papel—cartón—yeso, se logra conjugar y recrear mitos
y leyendas que relacionan a personajes fantásticos como el Mohán,
la Llorona, con espacios hidrográficos determinados.

El referente mítico se subraya con calidad y por la fuerza de la


sugerencia plástica hacia el origen común. El mensaje social y las es-
tampas costumbristas, remiten hacia la cultura del propio entorno.
La fantasía de "Carnaval en el Infierno", contrasta con "La Mestiza
me llama", como temas que manejan los espacios de lo "profano" y
lo "sacro". La ambigüedad sale a la superficie porque es precisamen-
te el lenguaje carnavalesco, el que trata de impugnar la ideología reli-
giosa, pero no admite coexistir con ella.

Motivos de las Carrozas: Carnaval de 1983 (Corpus) (79)

— MITOS DEL AGUA:


— Día de Reyes
— Carnaval en el Infierno
— Pedrito ama a Pasto
— Romance campesino
— Folklor y costumbres de Nariño
— La Mestiza rneilama
97

La Heladería de San Agustín en 1928


Gallos y galleras de Nariño
Con destino al matadero
Panal de Sorpresas
Flores y frutos de El Tambo: Regalo al Carnaval.

Disfraces individuales: 1983 (Corpus)

Dulzura Quillacinga: Mora de Catilla


Así florecen los Carnavales
Mensaje de amor y paz
Los Osos Hormigueros
El General Agualongo
Los armadillos de Chucunés
La Avispa de Pilcuán
El Monstruo de la Laguna Verde

Comparsas (Corpus)

Los Guay que si de Gualmatán


Qué tal ah? Parecemos gente
Hombres Turnas (J.H. Cevallos)
Cultura Indígena Precolombina (Ornar Rodríguez)
Los guaguas de trapo arrullan el Carnaval (Ester de Pavón)
Fantasía del Carnaval
De la jornada al Carnaval
Las Sociedades Secretas
Con lana y el sirce

Disfraces en biscicleta:

Mi trigal
El tren de la alegría
El Chuponero
Antaño en Carnaval
La hilandera pastusa
98

A19) Carnaval de 1984

CRÓNICA No. 24
T I T U L O : "Carnaval Andino"
A U T O R A : Anacaona (80)

"I - El guiño a la muerte -


En Indoamérica la máscara tenía un simbolismo extraordinario.
Cuando alguien moría, los deudos se colocaban la máscara para
que fuera benéfico su viaje por el más allá. En los tiempos mo-
dernos, la máscara cobra su vigencia en el Carnaval andino en su
conjuro de la rutina y de la muerte.

... En la fiesta popular, cierto número de prohibiciones son le-


vantadas y los que participan en ella disfrutan de esa libertad que
les es negada en vida corriente. Fiesta y erotismo se conjugan
sutilmente. El erotismo es a la vida individual, lo que la fiesta
es a la vida social: una liberación necesaria en la que el hombre
se abandona. Esa liberación lo aparta del miedo a la muerte y le
permite ser una totalidad en donde la muerte no es lo contrario
de la vida..." (81).

"La Tunda", la matriarca mítica original y legendaria, in-


gresará al Carnaval de Blancos y Negros de San Juan de Pasto, de las
manos del maestro Ignacio Chicaiza. De la tradición oral del litoral
Pacífico, característica de la cultura negra, "La Tunda" significó
siempre la censura aplicada a los pasos prohibidos de niños y hom-
bres. Sus posibilidades de mutar, la ubican necesariamente en un esce-
nario surrealista, propio del tiempo del carnaval.
99

A20) Carnaval de 1985

ENSAYO: "El Carnaval"..... (82)


AUTOR: Jairo Coral

"... Si bien el carnaval se fortalece con la mixtura de tref


culturas (como puede observarse en el documento anexo: "Rai'cef
culturales del Carnaval Andino de blancos y negritos de Pasto", d*
Lydia Inés Muñoz Cordero), también es cierto que pudo hacerlo por-
que:

1.- La mezcla cultural se llevó a cabo siguiendo el sentido de orien-


tación del conflicto de la hegemonía regliosa-cristiana contra la
ritualidad y los ceremoniales de la raza (sic) negra e indígena.
Pues sucede que mientras por un lado estas ritualidades son vi-
gorozas y capaces de elaborar una respuesta firme y alternati-
va al catolicismo, por otra parte esta mezcla de ritos y ceremo-
nias religiosas bien puede obedecer a un proceso de tratamiento
terapéutico llevado a cabo por la legitimación, ya que la integra-
ción es otro método de legitimar lo que definitivamente no puede
ser directamente influenciable ...

Pero a la sombra de ese marginamiento, aprovechando la distan-


cia existente entre la provincia y la capital, la mezcla de culturas
en el carnaval se transforma, madura y permanece. El oficial ol-
vido estatal, proporciona el margen donde actúan los elementos
de la fiesta popular y a partir del cuál el carnaval amplía su espa-
cio ...

"... Desde hace tres versiones (años 83, 84 y 85), la temática


se ha orientado hacia los mitos y las leyendas de la región. Esto
no ha sido, ni es verdaderamente excluyente; sino que más bien
ha logrado que el simbolismo, la imagen simbólica y el universo
simbólico sea explorado por los artesanos; esto ha generado todo
un despliegue de imaginación y creatividad que ha enriquecido
la calidad de las carrozas.

A esto ha contribuido la asesoría investigativa que el IADAP


(Instituto Andino de-Artes Populares) ha aportado en la elabora-
ción que el Maestro Ignacio Chicaiza, ha llevado a cabo en sus ca-
100

rrozas: "Mitos del Agua" (1er. Puesto en 1983). "La Tunda"


(ler. puesto en 1984) y "El Riviel" (2do. puesto en 1985). En
todas ellas se ha desarrollado el universo simbólico de los mitos
y de las leyendas de Nariflo y el Putumayo...

A nivel del público, esta tendencia hacia lo mítico y la leyenda


no es aún del todo comprensible e incluso causa desconcierto en
un público, acostumbrado a la alegoría de la vida campesina..."
(33).

La orientación hacia la investigación y conocimiento e iden-


tificación de las raíces culturales de ese hecho histórico denominado
"Carnaval Andino de Blancos y Negros", ubicado en una región deter-
minada por la dependencia económica, más no cultural; por cuanto su
capacidad impugnadora frente al proyecto hegemónico del centro, se
ha observado ya en un largo proceso. De ahí que, el IADAP, desde fi-
nales del año 82, a través de Talleres, Foros, Conferencias y Semina-
rios realizadas con los mismos Artesanos del Carnaval, asumió esa gran
responsabilidad. Muchos de ellos, con nombre propio (84), se convirtie-
ron en autogestores del conocimiento sobre las fuentes hasta ese enton-
ces muy escasamente exploradas, como lo era la tradición oral mítica.

En el Carnaval de 1985, se relieva con fuerza la ley de la re-


tención en el nuevo "ethos". El 25o/o de las alegorías de las carrozas
del 6 de enero, presentaban el referente mítico. El 50o/o, asimilaban
los temas de el costumbrismo o cultura mestiza. El 5o/o se aplicaba
al tema mensaje-social y el 15 o/o, a la temática libre de creación y
composición.

Motivos de las Carrozas: año de 1985 (Corpus)

— La Pulpería
— El Riviel
— El Carreterillero Nariñense
— Las Brujas de Sapuyes
— Leyendas del Putumayo
— Noche de luna en Carnaval
— Ñapangulta soy
— Folklor Andino
— Alfarería del Bajo Yerbabuena
101

— El Tesoro de la Jacoba
— Los Coaiqueres en Carnaval

La programación del Carnaval del 85, comenzó a reseñar


la Historia del Carnaval, con el objetivo de dar un marco teórico al
hecho cultural que tiene su epicentro en Pasto.

El 28 de diciembre del 84, se celebró por primera vez bajo


el denominativo de "Carnaval del Agua". Hacia el 2 de enero se daba
la apertura a la VII versión de la Feria Artesanal y al 1er. Concurso
de Artesanía Nariñense. El "Desfile Campesino" que se incorporara
en el año de 1977, se ubica ahora el día 3 de Enero, con la directa in-
tención de retomar la tradición de la cultura indígena y mestiza más
original, se promueve y convoca al (85): "Encuentro de Autoridades
y Comunidades campesinas de los pueblos cercanos a San Juan de
Pasto". Se intenta recuperar el " r i t o " de la "Entrega de Varas a los
Cabildos visitantes a cargo del Alcalde Mayor". Complementándo-
se con 'danzas, arreglos florales presentados por cada delegación".

El 4 de Enero, se cumple el primer "Festival de Bandas".


En la llegada de la tradicional "Familia Castañeda", se omite a últi-
ma hora la presentación y el discurso de "Pericles Carnaval" (86). El
grupo gestor de la representación de la Familia Castañeda es reempla-
zado por empleados del sector público —quienes presentan "Estampas
de Pasto antiguo"— y se traslada a los miembros del Batallón Boya-
cá, para interpretar las Comparsas del Día de Negros, el 5 de enero.
Esta innovación, la movilidad del grupo gestor, no recibe la acepta-
ción popular. Además se impone el carácter agonal al desfile del
'Día de negros", al establecer premios y someter a concurso. Se
afecta así, uno de los días en los que la filosofía y el climax del lu-
dus en el Carnaval, tienen su más viva expresión. En esta situación,
el factor agonal, contraproduce y da lugar a la ambigüedad.

En el Juego de Blancos, se incorporó —en forma pasaje-


ra— la aplicación y uso de la "pomada blanca y perfumada", en reem-
plazo del talco y la harina. Pero el reinado fue del "carioca" y de los
polvos.

La administración del Carnaval de Blancos y Negros, en


este año estuvo en manos de un artista: Maestro Manuel Estrada,
que a su vez supo imprimirle su sello personal y el amor por la tierra.
102

А22) Carnaval de 1986


CRÓNICA No. 25
TITULO: "Desp ués del Carnaval" (87)
SECCIÓN: Editorial

han l l egado l os primeros informes sobre l as estadísticas


de l os Carnaval es del presente año, l as cual es revel an un inusitado y
alarmante crecimiento en cuanto a hechos de viol encia, desprotección
infantil y mal trato famil iar...

Debemos reconocer que este tipo de manifestaciones popu­


lares — nos estamos refiriendo al Carnava l — no sól o tienen hondas
jratces en la tradición у Ы fofkjor, s4n© que sirven como un desahogo
m-asTvo, como una fauna de expresar ta gente sus angustias, sus memos
problemas, todo con un marco encantador de arte y dentro del mejor
ambiente y de ra diversión. Los desfites de carrozas, murgas y compar­
sas, por su col orido y por la habilidad dé sus autores, han merecido que
nuestro Carnaval sea considerado con toda razón y justicia como uno
de l os mejores, acaso como el mejor de Colombia...

Porque hay una distancia abismal entre l a diversión que pro­


duce un sano desahogo y l os excesos que transforman a l os grupos hu­
manos, rebajándol os de categoría y reduciéndol os a l a condición de
populacho desenfrenado y vandál ico ...

... de una vez por todas se destierren l as improvisiones y sea


nuestro Carnaval objeto de cuidadosa planeación, ojal á dos o tres meses
antes del mismo.

Miran nuestros mayores con nostal gia l a forma paul atina co­
mo —están desapareciendo al gunas de l as costumbres que caracteriza­
ron l as fiestas de Enero en nuestra comarca. Qué bueno sería, por eso
tener en cuenta el val or fol kl órico de tal es costumbres para revivirl as
cuando sea posibl e y para desterrar el fatídico hal o de inseguridad y de
violencia que parece acompañarnos en l os últimos tiempos

En el Carnaval de Pasto, versión 86, se comenzó con gran mo­


tivación desde el mes de diciembre, con l a " I r a . Exposición de Fotogra­
fías l usivas al Carnaval ", l a imagen renueva esa necesidad de examinar
103

las raíces, el pasado para proyectar cada vez mejor el tradicional juego
de negritos y de blancos.

En la programación oficial (88) sigue prevaleciendo el día 28


de diciembre, como "Carnaval del agua". El día 2 de enero, se incor-
pora en forma eventual, el "encuentro de música andina" y "arreglos
florales con temas alusivos al Carnaval". El 3 de enero, tiene lugar la
apertura d.e la VIII Feria Artesanal y el "Desfile Campesino". Este últi-
mo retoma el rito original de los Resguardos circunvecinos.

En el día 4 de enero, se aglutinan tres expresiones:


— "El Día de la Confraternidad Bandística de Nariño"
— "El Concurso de Artesanía"
— "Desfile de la Familia Castañeda".

La "Familia Castañeda", pierde espacio. Se observa la ausen-


cia del personaje clásico: Pericles Carnaval. El Batallón Boyacá recobra
su rol en la representación de los pasajes de la "llegada de la Familia
Castañeda" a Pasto.

En este año, se admite igual que en el anterior, el desfile de


comparsas y de disfraces individuales, para concurso a realizarse el día
5 de enero. El juego libre-libre, empieza a ser condicionado. La espon-
taneidad característica del carnaval-carnaval, aparece sesgada por la
competencia. Se reducen los celebrantes del ludus de la "pintica", y
se aumentan los espectadores. Además se afecta la creatividad del ar-
tista popular, que "repite números" en el desfile del "6 de enero".

"Hola Carnaval", la carroza que en 1986, gana el primer lu-


gar es una creación de los Hermanos Ordoñez: Germán y Raúl. Es la
nueva generación de artesanos —creativos, investigadores de su propia
realidad y capacidad de expresión plástica en la modalidad escultórica
que está próxima a diseñar su propio estilo: la coexistencia de la escul-
tura monumental-eje y las esculturas-pequeñas (Casi del tamaño de las
figuras de un teatrino) de orden complementario. Es el estilo que inau-
guran los Ordoñez, el de implementar y "adobar" la "composición ale-
górica", con una filosofía-característica, una concepción cuasi-poética
de la forma. Según su propio pensamiento: "Hola, Carnaval: Marca
el fin de una etapa quimérica, experimental, de medianos aciertos, de
grandes fracasos y el vicio de una época de perspectivas provisionales;
es la prueba de lo aprendido en el error y la posibilidad del logro futu-
ro del éxito ..." (89)
104

A23) Carnaval de 1987

CRÓNICA No. 26
TITULO: "En las faldas del Galeras se inicia carnaval"
AUTOR: Luis N. Calcado M.

"Tras largas horas, quizás días enteros de penoso peregrinar


por la quebrada geografía del Macizo Andino colombiano, la familia
Castañeda arriaba Un burro y sus enseres.

El tintinear de las ollas, sartenes y elementos de aseo, y al


necio trajinar del borrico y la guitarra sobresaliente sobre sus petacas,
musicalizaban a lo largo del casi interminable recorrido. Iva la familia
Castañeda, como las millares de inmigrantes a estas frías pero acogedo-
ras tierras, de paso por Pasto.

Así nació una de las hermosas leyendas (sic!) de los ya po-


pularmente conocidos Carnavales de Blancos y Negros, que traslucen
todo el sentir del pueblo nariñense con su magia y su orgullo, propios
de una mezcla de razas, pujante y laborioso que vive en toda su inten-
sidad entre el 2 y el 6 de enero de cada año sus tradicionales festivi-
dades..." (90).

La celebración de los tradicionales Carnavales de Blancos y


Negros durante los primeros días de 1987, aparece como el primer
evento cultural que inicia la conmemoración colectiva de los 450 años
de la fundación española de la ciudad de San Juan de Pasto. De ahí
que el ethos predominante, haya sido la historia de la ciudad, en un mo-
vimiento plástico de estampas y épicas del pueblo pastuso.

La Academia Nariñense de Historia y el Instituto Andino de


Artes Populares (IADAP), ya habían adelantado en su oportunidad, du-
rante el mes de noviembre del año inmediatamente anterior (1986) un
Seminario-Taller orientado hacia la identificación de la "Historia y la
Cultura de San Juan de Pasto", con la participación preponderante de
la Asociación de Artesanos del Carnaval.

En este año, la programación oficial comenzó con "el Carna-


valeo Pasto 450 años", adelantándose en la calenda para el día 2 de
enero. Se incluyó Concurso de Música Andina, para la misma fecha.
El Encuentro Campesino y la Confraternidad Bandística se desarrolla-
ron el día 3 de enero.
105

El 4 de Enero, se omitieron personajes característicos de


esta tradición pastusa, como lo eran el Matachín y Pericles Carnaval.
(9Í) Comparsas y Disfraces individuales, entran en el juego agonal, des-
de el año de 1985 — el día del "Juego de Negros": 5 de Enero.

En 1987, el lenguaje épico cobra espacio en el Carnaval. Es


la sobreposición del "tiempo histórico" a el "tiempo —sin— tiempo
del Carnaval". Los pasajes, momentos y personajes de la Historia
Urbana y popular de Pasto, emergieron a través de las esculturas en
movimiento. El artista popular enfrentó algunos problemas de "re-
presentación" y de arriesgarse a la "no-representación". La carroza
sobre la temática de "El Teatro Imperial", pertenecía a la primera for-
ma y "Despertando a la historia", a la segunda (92). Artistas como Her-
nando Zambrano Suárez y Henry Pantoja, instauran a través de sus
creaciones alegóricas, su experiencia y filosofía.

Motivos de las Carrozas: 1987 (Corpus) (93)

— Teatro Imperial
— Amor en Primavera
— San Juan de Pasto 450 años
— Remembranza chocolatera
— Despertando a la historia
— El Curaká Kamzá
— La historia de la comunicación en sus 450 años
— Nuestra ancestral callana,
— Añoranza de Pasto Viejo
— El Sueño de Pasto
— La retreta del año de 1922
— Molinerita querida
~ | Molinerita querida
— La Cédula Real
— El Encanto de la Cocha
— El pasado sentimiento de orgullo en el presente
— El chutún, homenaje a Pasto

Las Comparsas: (Corpus)

— 450 años de tradición


— Guaicosos y caltarranos llegamos a la fiesta
— Los compadres de las guaguas de pan
— Las guagüitas también gozan los 450 años
El demonio de las Lajas
Del campo los 450 años
La viuda: 450 años de espanto y leyenda

Disfraces en bicicleta 1987:

Leones dormidos se vuelven a despertar


El arador de la colonia
La revendedora
La Guaneña
Homenaje al fundador de Pasto
Elastarún: una leyendda Koaiquer

Disfraces individuales:
Alegre Ñapanga en los 450 años
La lavandera del Ri'o Blanco
Carcajada fenomenal
Los cantores de la noche rinden homenaje a los 450 años de
Pasto

Tarjeta de invitación.

Murgas:
Fiesteros en el Carnaval
Danzantes de Males
Los mosqueteros rinden homenaje a Pasto en sus 450 años
Sol y sombra en el Carnaval
Fundadores de Pasto en el Carnaval.
107

A24) Carnaval de 1988

TITULO: "Con vigor renovado"


SECCIÓN: Editorial: Diario del Sur

"... 1988 será, indudablemente, un año difícil en todos los aspec-


tos. La violencia al parecer continuará siendo la constante contra
la cuál deberemos luchar para lograr que la paz que todos anhela-
mos llegue, por fin, a este martirizado país que ya está desangrado
y que no resiste más odios ni venganzas.

Este año, además estará signado por una intensa actividad política
con miras a la próxima elección popular de alcaldes, situación que
está creando, en varios municipios, hechos sorprendentes por las
alianzas y coaliciones entre los más diversos, y, hasta ahora anta-
gónicos grupos.

Todos estos hechos serán objeto de análisis en los próximos días


cuando el eco de los carnavales se haya perdido inmerso en la
realidad cotidiana ..." (94).

En medio de una situación de violencia política intensa en


Colombia y ante la expectativa del alcance histórico de la descentraliza-
ción administrativa municipal y la consecuente elección popular de al-
caldes, el Departamento de Nariño en 1988, reserva sus propias luchas y
esperanzas en torno a la licitación internacional para la exploración pe-
trolera de la cuenca del Pacífico, que se anuncia esos primeros días del
año.

"El fin de fiesta no pudo ser mejor": Carrozas, comparsas,


disfraces y murgas del 6 de enero, manifestaron el nivel de retención de
la temática —mítica que en la historia del Carnaval de Blancos y Negros
de San Juan de Pasto, se "asoma a la ventana de la fiesta, con lucidez
absoluta", ya en 1975, pero que es a partir de 1988, cuando se hace
más evidente. "Leyendas andinas", "El bosque embrujado", "El Man-
dingas", en la versión del 88, son algunas de las alegorías que contribu-
yen a refrescar "la memoria colectiva", mediante la representación-
creativa de sus mitos y leyendas. Los personajes populares, como en
otros años (1963, 1969) son recreados por el artista popular: "La loca
del Carnaval". Pero es la fantasía, la posibilidad de la creación libre,
la que se ve plasmada en motivos tan bien concebidos como el de la
108

carroza "Vamos a soñar"; En todo este marco artístico, existe y se


relieva por méritos propios: "Galeras Milenario", la carroza que co-
mo obra de los Hermanos Ordoñez, presentaron al Carnaval de 1988.
El pueblo, sus mismos compañeros artesanos, la particularizaron por-
que: (95).

— "... era un tema regional, bien sublimado sin caer en un re-


gionalismo insípido".
— "Galeras Milenario: centinela de la Bella, porque en ella
se ve la evolución, la idea de avanzada de quienes ja elabo-
raron".
— "Galeras Milenario: porque hace una personificación de
nuestra Ciudad (Pasto) y del volcán Galeras".

El hecho que ha afectado profundamente el proceso evolu-


tivo del Carnaval de Pasto, fué la calificación irresponsable de los diver-
sos motivos alegóricos, en especial en lo referente a las Carrozas. La ad-
ministración cometió el desafuero de no preveer y ordenar bajo claros
criterios, el desempeño de los Jurados. Tal situación generó tres conse-
cuencias, que son:
a) La aceptación del exabrupto de calificar una "innovación",
como era una "alegoría sobre ruedas", dentro de la modali-
dad de Carroza tradicional.
b) La división de los Artesanos del Carnaval
c) La apatía, el excepticismo y la dispersión del grupo-gestor

A lo largo del año, en la colectividad pastusa se percibió


la necesidad en y desde diferentes frentes, unificar esfuerzos para "re-
hacer", el Carnaval de Blancos y Negros. Mientras unos proponen, la
institucionalización de un Reglamento Interno del Carnaval (96)que
contemple: Marco Teórico Referencial e Histórico, Glosario y Defi-
nición de Modalidades, de criterios para concursar y de calificación,
bajo el control de una Junta Cultural Permanente, otros son del pare-
cer de dejar todo en manos de lo que se llamaría "Corporación Autó-
noma del Carnaval Andino de San Juan de Pasto".

Motivos: Carrozas: 1988 (Corpus)


— La Conquista
— Vamos asonar
— La Mascota
109

Galeras Milenario
La Loca del Carnaval
Los Reyes Magos
Remembranza pisingaña
Un viejo Chamán y el jaguar
Leyendas andinas
El bosque embrujado
Embrujo indígena
Sueños de ayer

Comparsas: (C)
La vida
Lechona del Carnaval
Nos vinimos de la feria a la fiesta
Alegres y laboriosas ñapanguitas
La familia Tarapues Jelpud
Tradicionales empanadas nariñenses
Los sardinos de los años 30
Los portales de la Cultura

Disfraces: (C)
Lo que engendra la violencia
Don Quijote
El trapiche de mi región
Prehistórico en el Carnaval
El primer pecado

Murgas 1988 (C)


Banda Papayera del Huila
Molineritos queridos
Los Muiscas cantan a Pasto
Los antiguos nobles faraones
Duros de la rumba
Tribu indios algonquinos
El jorobaddo de Nuestra Señora de París
Los peluqueros del ayer.
110

2.2. El Tiempo y el Carnaval

2.2.1. Las kalendas:

El año, con sus estaciones, con sus fases marcadas por el


Sol y la Luna —ha escrito Julio Caro Baroja (97)— ha servido de modo
fundamental para fijar este orden, al que se somete el individuo dentro
de su sociedad y al que parecen someterse también los elementos.
Muerte y vida; alegría y tristeza; desolación y esplendor; frío y calor,
todo queda dentro de este tiempo cargado de cualidades y de hechos
concretos, que se mide también por medio de vivencias.

Según el mismo autor mencionado anteriormente (98) las


" K A L E N D A E " estaban relacionadas con el comienzo de la lunación,
en cada mes, como tradición festiva en la cultura romana. Se sabe que
en España hay vestigios de esta celebración en Mondoñedo (Lugo), con
las "Quendas" (contracción clara de Kalendae) que se festejan el 1 de
mayo. De todas formas existe una relación implícita en la determina-
ción del calendario. Así, los romanos comenzaban el año con la luna
nueva del 1 de marzo. En el año 45 a.J.C. (99), el emperador Julio
César, siguiendo los principios de los egipcios y tomando como cola-
borador al astrónomo Sosígenes, instauró el año solar con comienzos
el 1 de enero.

Las Kalendas (100) palabra latina de la cuál se deriva lite-


ralmente calendario, como característica de la cultura romana, ins-
taura la medida del comienzo del año y del tiempo. Fecha que es
propicia para el rito y regocijo colectivo.

El paso de Roma a España a través de la aculturación y


conquista, observa Caro Baroja, que aún en Provincias como Santan-
der y en Burgos la última noche del primer viernes de marzo, salen
"Los marzantes" o "marcerò" a cantar coplas de año nuevo, en remi-
niscencias del primer calendario romano.

De otra parte, particularizando una vez más, el calenda-


rio que subyace en la cultura hispana y de muchos países europeos
en especial Venecia, es el de origen primero o sea el lunar, cuyo año
nuevo comienza en marzo, con la luna nueva. (V. gráficos No. 1 No.2).

A nuestro entender el período comprendido entre enero y


marzo ha significado para buena parte de todas las culturas en el mun-
111

do y en obediencia a las particularidades propias, a España, como fo-


co cultural amplio del Carnaval en América, el que se trata de una
época de renovación de la naturaleza, de los espíritus de la cosecha
y del ritual del paso del tiempo.

Carmen Padilla Montoya afirma en ese orden de ideas:


"Una de las fiestas populares de mayor arraigo en la cultura occi-
dental es el Carnaval. Aunque su origen formal puede situarse en las
"Saturnalias" romanas, es indudable que se inscribe en un transfon-
do común a varios pueblos y civilizaciones dentro de los ritos rela-
cionados con la periodicidad anual de la naturaleza, probablemente
en los ciclos relativos a la producción agraria —como señala Frazer
en su libro "La Roma Dorada"—, en un origen destinado a provocar
mágicamente la revitalización de los espíritus de la cosecha ... " (101)

Con el proceso de cristianización en España, se da lugar a


que el ciclo correspondiente a las antiguas Saturnalias, o sea entre el
17 al 23 de diciembre, se reemplace por festejos de orden religioso.
Y a partir del nuevo año, comiencen también los ciclos de celebraciones
paganas " carnestolendas" hasta la víspera de la Cuaresma.

En el momento de la colonización ibérica en América, se


suscita el proceso de sincretismo al superponerse el calendario lunar
primitivo al calendario ritual-agrario existente en las colectividades in-
dígenas. En Países como México, Venezuela, Uruguay, República Do-
minicana, Argentina y en Colombia (Barranquilla, Aponte, Santiago y
Colón), se observa el fenómeno. Pero es en Riosucio y en el Valle de
Atríz —Pasto—, donde el sincretismo asume su particularidad, aquí
el calendario solar —reemplaza al de orden lunar nativo— y comienza
con celebraciones paganas el 1ro. de enero: día de año nuevo. Los
ritos de las cabañuelas, el cambio de varas, el voto, constituyen tradi-
ciones indígenas que se transforman y conservan ya dentro del proceso
de mestizaje cultural.

Entre los incas, enero identificado como "Tugtuna" den-


tro del contexto del calendario lunar, significaba la fiesta de la "flora-
ción del maíz", llamada también "huchuy pujuiy" traducida como
'.'maduración pequeña".

El ciclo del Carnaval Andino de San Juan de Pasto, se


ubica según su tradición histórica, en el período de celebración de las
Kalendas.
113

FASE B: Celebraciones carnavalescas: 3 1 , 1, 4, 5 y 6 — A.V. ENERO

Durante la Fase A, empieza por reconocerse la red en la su-


perposición de ritos paganos cristianizados a los de orden animista. De
ahí que sea necesario aplicarle la "mirada de aguja", para comprenderlo
como una totalidad. Ello exige a su vez un tratamiento retrospectivo en
el tiempo, tanto en los andes sureños como en Europa, especialmente
en España, el introito al ciclo se da durante el mes de noviembre con la
celebración de "los difuntos" que hace alegoría también de la "muerte
de la naturaleza", que se prolonga hasta el 1ro. de enero, con el momen-
to de la revitalización de la naturaleza.

En un marco más estrecho o explícito para el caso de San


Juan de Pasto, el ciclo comienza el 7 de diciembre con la conmemora-
ción de "Las Vísperas" de la fiesta de la Inmaculada Concepción, que
ya en la colonia presentaba gran solemnidad, con luminarias en las ca-
lles y música en las galerías del regimiento. En la década del 40, la
"Fiesta Mariana" congregaba procesiones de danzantes indígenas jue-
gos pirotécnicos y ejercicio de la traca durante las misas.

Desde el 16 de diciembre, día del comienzo de la Nove-


na al Niño Dios, se conjugan las tradiciones judeo-cristianas con el
ludus. Aparece así la temporada del juego de aguinaldos, donde la
apuesta, la metáfora popular, el disfraz, el juego de adivinanzas —co-
mo el Huatucay de los Incas parece que se interioriza— hasta el 24
del mes, en el que se cobran los aguinaldos, al final de la apuesta.

El juego y la celebración por barrios o colectividades


escolares de la Novena del Niño Dios o Neveña de Aguinaldos, afir-
ma el encuentro y cohesión social.

En relación al día 25 de diciembre, fecha en la cual los


cristianos conmemoran la Natividad del Señor, se tiene que según la
Astronomía (102), es entre el 22 y el 24 de diciembre, donde fluctúa
el día de el Solsticio de Invierno, del ecuador celeste por el norte o
por el sur. Desde la época de los babilonios se sabía, que los solsticios
representan aquel momento en el que el sol alcanza su máxima elon-
gación.

Los "pases del Niño Jesús" se celebran en el Valle de


Atríz, al igual que en varias comunidades andinas del Ecuador, en
correspondencia al solsticio invernal. En el orden de lo sacro, se apre-
114

cian mixturas interesantes, en el ande y en la costa de Nariño, el perío-


do de la Navidad, se celebra con juegos de aguinaldos y juegos y can-
cioncillas de Chigüalos, respectivamente.

El 28 de diciembre: "Día de los Santos inocentes" o la


parodia jocosa del pasaje bíblico. Así también en torno a su motivo
religioso se instauran representaciones lúdicas que prevalecieron en el
Carnaval de Pasto hasta 1942 en el primer momento y hasta el 60,
durante el segundo. Período en el que se transforma por el juego
del agua, que se práctica durante tres días: 26, 27 y 28.

El 31 de diciembre: Día de San Silvestre, pierde su ca-


rácter cristiano, cuando se adopta durante el pre-carnaval en Pasto,
el rito del fuego, al quemar el muñeco denominado: "Año Viejo",
a partir de 1930.

Ya en la fase B, de las celebraciones carnavalescas, en-


contramos fechas de tránsito y de pre-carnaval: días 1, 2 y 3 de enero
A

del nuevo año.

Además es preciso reconocer, cómo en el sur-occidente


colombiano se halla profundamente arraigada sobre todo en la colec-
tividad campesina la ceremonia y observación de las llamadas "CA-
BAÑUELAS" o la lectura del clima y de las estaciones del año que
comienza, en base al clima que se presenta durante los primeros 24
días de enero, siendo de mayor seguridad los días comprendidos des-
de el 1ro. hasta el 7. Para las siembras o cosechas, la lectura de las
cabañuelas marcará una pauta y una planeación más segura. En el
Valle de Atríz, el ciclo festivo —durante la época precolombina, co-
menzaría el 1 o 2 de "enero", con el rito del cambio de "varas" entre
las autoridades indígenas, que ya durante la colonia se llamarían Ca-
bildos. En la renovación de la naturaleza y del tiempo, también ha-
bía cambios en la persona portadora de poder.

Las fiestas con mascaradas: tatuaje-rojo (con achiote)


como se realiza aún el 7 de enero, en el Rosal del Monte (Buesaco),
expresan algunos de esos elementos de raigambre indígena que su-
perviven en el carnaval andino moderno.

De las celebraciones carnavalescas de mayor antigüe-


dad entendida después de considerar el aporte de las comparsas de
danzantes indígenas de la época precolombina y luego ya en el mo-
115

mentó colonial, es indudablemente "el juego de los negritos", el 5


de enero.

Di'a de reivindicación social de la cultura y la humanidad


de la etnia de origen negro-africano. En San Juan de Pasto ya se juga-
ba a los.negritos desde mediados del siglo 19.

Si se es estricto, también el juego de los negritos, se lo


haría corresponder a un "calendario sacro-cristiano", porque es la
Víspera del Día de Reyes y se recordaría al monarca de color: Mel-
chor. Pero ello solo queda en la etiqueta, porque ese no es su contexto.
La práctica lúdica del día de negritos, es más libre y más esencial a lo
típico del carnaval como es la pérdida de identidad total.

El 6 de enero: fiesta católica de la Epifanía o de Reyes,


presenta en su evolución, un antecedente interesante que se registra
hacia 1880 en San Juan de Pasto. Se trata de la representación en la
ciudad del "Autosacramental sobre la Epifanía", como obra muy po-
pular del Maestro Lisandro Maldonado.

La obra, se iniciaba con el Desfile de la comitiva del Rey


Blanco que salía de la Iglesia de San Agustín; el Rey Indio con su
séquito que salía de la Iglesia de San Andrés y el Rey Negro con sus
morenos, se desplazan desde El Ejido. El sitio de concentración era
el pretil de la Catedral —hoy San Juan Bautista, donde después de
conferenciar con el Rey Herodes, salían hacia la Iglesia de El Porta-
lito, ubicada en el sitio que hoy ocupa el edificio del Cuerpo de Bom-
beros de Pasto, donde concluía la representación teatral.

Solo hacia 1913 comienza a extenderse el "juego de los


blancos" el día 6 de enero. Y a partir de 1927, el Carnaval de Blancos
y Negros —aún sin "Familia Castañeda" Comienza a tomar curso pro-
pio. Después de 1929— incluida la celebración del 4 de enero: con
la llegada de la Familia Castañeda— el proceso de la mojiganga clásica
de los tres días: 4, 5 y 6, cumple el ciclo carnavalesco en San Juan de
Pasto: apertura a la mascarada y a los juegos de negritos y de blancos.

Además, la elaboración de autos alegóricos va a caracterizar definitiva-


mente la fiesta sureña.
116

2.2.3. Carnaval de Pasto: en el paso del tiempo, renovación de


la naturaleza.

El juego de blancos y negros en San Juan de Pasto, sale del


contexto de la carnestollenda en víspera de la Cuaresma, para ubicarse
holgadamente en el período del tránsito del tiempo, con la revitaliza-
ción de la naturaleza y de los propios "espíritus de la cosecha", como
subyace en lá mayor tradición.

Si en los pueblos circunvecinos a Pasto y en el área de pro-


vincia de Nariño, se ha conservado relativamente la práctica del "Voto
de los frutos de la tierra", por la temporada decembrina y de Comienzo
de Año, es fácil advertir su inmediata relación con el proceso de reno-
vación de la naturaleza. La representación de esta ceremonia ancestral,
se valida en toda su significación en el momento de apreciar los mensa-
jes de las Comparsas del día 6 de enero en San Juan de Pasto:

"Hortalizas de Nariño" (1969)


"El café colombiano"
"Fruticultura nariñense" (1970)
"Trigo de mi Nariño" (1970)
"Las flores de mi Valle"

Todas ellas son portadoras simbólicamente del magnifico


tributo a la "madre tierra" y a sus frutos necesarios para la vida huma-
na. También aparecen como tributo al trabajo del hombre sureño,
incansable en su esfuerzo de transformar el medio ambiente y condicio-
nar una vida mucho mejor.

EL C A R N A V A L DE BLANCOS Y NEGROS, se caracteri-


za a partir de nuestro trabajo como ANDINO, precisamente por su es-
pacio geográfico y por las particularidades que le acompañan: época
diferente en un espacio sacro-pagano, conlleva todos los elementos del
Carnaval: juego, reto, representación, mascarada, música, danza y ritos.
117

2.3 Conclusiones:

En forma preliminar, se proyectarían a partir del presente


estudio histórico, las siguientes conclusiones:
a.- A la altura del factor social, intervienen en la evolución del Carna-
val, todos los estratos desde los hegemónicos hasta los subalternos,
en constante alteridad para animar, promover y enriquecer la
práctica carnavalesca andina.

b.- Es en la primera década del Carnaval de Pasto, cuando aparecen


sus personajes que lo han de caracterizar: Año Viejo, la viuda del
3 1 , Pericles Carnaval, la Familia Castañeda.

c- El juego del agua, surge durante la segunda década como una


acción de impugnación de parte del sector subalterno en relación
al sector hegemónico coordinador del evento.
:
e. El juego de negritos es el más activo y parte vital de la celebración
carnavalesca. Juego —tatuaje que administra la potencialidad de
la expresión del cuerpo del hombre andino.

f.- El poder civil, el poder eclesiástico y el militar han incidido de


forma directa o indirecta en la evolución así como en la in-volu-
ción de la fiesta sureña. Frente a todas las cortapisas que se dis-
ponen de parte del poder hegemónico, el arte y la cultura inmer-
sa, el ingenio y la fantasía del sector popular se levanta, como el
cuarto poder que es capaz de sobreponerse.

g.- La preservación de sus tradiciones más esenciales, le ha permitido


al Carnaval sureño, mantener cohesión e integridad.

h.- Las tendencias en el Carnaval están definidas por décadas: refe-


rentes externos, la conquista de la fantasía, el perfil cultural re-
gional, emergencia de lo social hasta las escuelas de lo mítico en
el 80 y la creación libre.
119

(1) Ni-Ki-to. "Invitación al Carnaval". Columna Instantáneas. El Derecho. Año


VIII. No. 1.104. Enero 4 de 1936. Pág. 3. Pasto.

(2) Chaves, Guillermo Edmundo. "Festival Estudiantil". Rev. Ilustración Na-


riñense. Serie 1 No. 11. Febrero de 1926. Pág. 16.

(3) Puyana, Carlos César. "Su Majestad Rosa Elvira I.: Reina de los Carnavales
de 1927". Rev. Ilustración Nariñense No. 19. Serie II. Febrero de 1927.
Pág. 18.

(4) El día referido es el 7 de enero.

(5) Fuente — fotografía de la época: Albúm: "Pasto a través de la fotografía".


Ed. Banco de la República. 1987. No. 198.

(7) Chaves, A. J. "El Carnaval de 1929". Rev. Ilustración Nariñense. No. 32


de febrero de 1929. Pág. 31.

(6) Entrevista realizada a D. Alfredo Torres Arellano. Diciembre de 1983.

(8) Fuentes: A) Chaves, A.J. "El Carnaval de 1929". Rev. Ilustración Nariñen-
se". No. 32. Año IV. Serie III. Pasto. Febrero 1929.
B) Rojas, Néstordo. "Ecos del Carnaval". El Pueblo. 1929.

(9) Es la versión del periodista Bernardo Esparza.


120

(10) Versión de D. Alfredo Torres Arellano. Entrevista a cargo del S. Emilio Cha-
ves. Pasto. Febrero 14 de 1985.

(11) Entrevista concedida a Lydia Muñoz. Pasto XII. 1983.

(12) El Derecho. Año IV. No. 369. Pág. Ira.

(13) Ibid. Pág. 1 y última. La recepción del lider liberal, se convierte en una fies-
ta, con desfile de carros y actuación de la Banda "Ricaurte". El periódico
la califica de "entrada grotesca".

(14) El Derecho. Año VII. No. 882. 1935. Pasto.

(15) El Derecho. Año. No. Pasto. 1936

(16) Ibid.

(17) Pomelia Martínez fue nombrada reina en 1926 y se destacó por su promoción
cultural del Carnaval, durante muchos años.

(18) Montezuma, Alberto. Discurso de coronación: reina del Carnaval de 1939.


El Derecho. Tomo No. 16. No. 1987. Pasto 3 de enero de 1939. Pág. 1.

(19) Periódico El Derecho. Año 12. No. 2274. Columna: Al Margen de la Vida.
Pasto, enero 5 de 1940. Pág. 3.

(20) Periódico El Derecho. Art. "El 5 y 6 reino de la animación y cordialidad en


Pasto". Año 12. No. 2275. Pasto 9 de enero de 1940.

(21) El Derecho. No. 2568. Tomo 24. enero 4 de 1941. Pág. 1. Pasto.

(22) El Derecho. Tomo No. 28. No. 2854. Ira. y 8va. Pág. Enero 9 de 1942.
Pasto.

(23) La ciudad fue fundada por Sebastian de Benalcázar.


121

(24) Programa Adicional de la Junta de Carnavales. Pasto. 1942. Archivo Luis


Bernardo Esparza.

(25) EIDerecho. Tomo 31. No. 3.405. Pasto. 1943. Pág. 31.

(26) EIDerecho. No. 3.406. Pág. 3. Pasto. 1944.

(27) El Derecho. Tomo No. 40. Enero 10 de 1946. Pág. 9 . Pasto.

(28) EIDerecho. Febrero 15 de 1946. Pasto. 1946.

(29) EIDerecho. No. 4.060. Pág. 1. Enero 8 de 1947. Pasto.

(30) El Derecho. Tomo 13 No. 4.329. Lunes 12 de enero de 1948. Pág. 4. Pasto.

(31) EIDerecho. Año XXI. No. 4891. Pág. 1. Enero 3 de 1950. Pasto.

(32) EIDerecho. No. 5.411. Pág. 1. Enero 12 de 1952. Pasto.

(33) EIDerecho. No. 5.700. Pág. 7. Enero 9 de 1953. Pasto.

(34) García Canclini, Néstor. "Las Culturas populares en el capitalismo". México.


Ed. Nueva Imagen. 1982. Pág. 62.

(35) Proano, Luis E. "Medios de Comunicación y Cultura". Rev. Chasqui No. 20.
Octubre-Diciembre de 1986. Pág. 3 . Quito.

(36) Son los años de la "Alianza para el Progreso".

(37) Carlos César Puyana. El Radio. Enero de 1968.

(38) Ibid.

(39) Revista Ilustración Nariñense No. 1340. (Página ileg.)

(40) EIDerecho. No. 8.766. Pág. 6. Pasto 21 de enero de 1961.

(41) EIDerecho. Tomo 104. No. 9.039. Pasto 10 de enero de 1962.

(42) EIDerecho. Tomo No. 9.042. Pasto 13 de enero de 1962.


122

(43) El Derecho No. 9.315. Pasto 15 de enero de 1963.

(44) El Derecho. Año 112. No. 9.570. Enero 13 de 1964. Pasto.

(45) Periódico El liberal. Popayán. (c.) Enero 15 de 1965.

(46) "Ojos y oídos de la ciudad". Columna. El Derecho. No. 9831. Enero,


11 de 1965. Pasto.

(47) Tres de las Comparsas del 6 de Enero son representadas por el Batallón Bo-
yacá.

(48) Se selecciona solo un Corpus de motivos.

El Derecho. No. 120. No. 10.109. Pasto, 10 de enero de 1966.

(49) El Derecho. No. 10.664. Pasto, 9 de enero de 1968. Pág. 2.

(50) El Derecho. No. 10.670. Año XL. Pasto 16 de enero de 1968.

(51) El Derecho, y El Radio. (No. 10.672). 16 de enero de 1968.

(52) Ibid.

(53) Ibid.
(54) El Derecho. No. 10.944. Año XLI. Pasto. Viernes 10 de enero de 1969.
(55) Ibid.

(56) Fuentes, Carlos. "El origen del cambio en América Latina". Cuadernos de
filosofía latinoamericana. 1984.

(57) El Derecho. Tomo No. 136. Año XLII. No. 11.220. Pasto. 9-01-70

(58) Ibid.

(59) Ibid.

(60) "Vida Regional". Registros. Rev. Cultura Nariñense No. 42. Pasto. 1972.

(61) Ficha No. 30. Asistencia a la exposición privada de la película en 16 mm. so-
bre los Carnavales de 1973. Archivo fílmico del Dr. Humberto Dorado Gar-
céz. Pasto, julio de 1988.
123

(62) "El ladrón de Bagdad", creación del Maestro Bernardo Delgado.

(63) EIDerecho. Tomo No. 148. No. 12.038. Pasto, enero 10 de 1973.

(64) Ibid. Sección de Juan Pueblo.

(65) EIDerecho. Tomo 148. Ibid.

(66) EIDerecho. Tomo No. 152. No. 12.310. Enero 9 de 1974. Pasto.

(67) EIDerecho. Tomo 152. Ibid.

(68) EIDerecho. No. 12.583. Año. XLVI. Enero, 14 de 1975. Pasto. 1975

(69) Refiérese a Pasto.

(70) EIDerecho. No. 12.583. Ibid.

(71) "Lo bueno, lo malo y lo feo de los Carnavales 77". Rev. Correo del Sur.
1977. Págs. 9-13. Pasto.

(72) Sesión de exhibición privada de los filmes a color del Carnaval de 1977.
Archivo fílmico. Doctor Humberto Dorado Garcéz. Pasto, agosto de 1988.

(73) Programa del Carnaval 78. Enero 3,4,5,6. Pág. 2. Archivo del Maestro Ser-
vio Tulio Torres.

(74) Ibid. Pág. 3.

(75) El Derecho. No. 14.227. Pág. 4. Pasto, enero de 1981. Archivo Hemero-
teca. Universidad Mariana. Pasto.

(76) El Derecho. Año LIV. No. 14.487, Enero, 13 de 1982. Archivo de la Bi-
blioteca de la Universidad Mariana. Pasto.

(77) EIDerecho. No. 14.765. Pasto. Enero 11 de 1983. Pág. 1 y 3.


Al Desfile de Años Viejos, del 82, se implementaron nuevos criterios de
Calificación.

(78) EIDerecho. No. 14.765. Ibid. Pág. 2.

(79) EIDerecho. No. 14.765. Ibid.


124

C80) Seudónimo - Lydia Inés Muñoz C.

(81) Ensayo publicado en Revista "RETO". Diario del Sur. Año 2 No. 50.
Pasto. Diciembre, 23 de 1984.

(82) CORAL, Jairo. Ensayo: "El Carnaval de Blancos y Negros de Pasto y la


impugnación de una cultura". Facultad de Comunicación Social. Univer-
sidad del Valle. Cali. 1985.

(83) CORAL, Jairo. Ob.cit.

(84) Sigifredo Narváez, José Ignacio Chicaiza, Alberto Ocaña, Henry Pantoja,
Juan Estrella, Claudio Gómez, entre otros.
Nota: La autora actúo como Jurado de Carrozas, en el Carnaval del 85.

(85) El cambio de autoridades en los Resguardos se hacia el 1ro. de Enero, en el


Año Nuevo. Se danzaba "el baile de las cintas".

(86) Pericles Carnaval, iba a ser representado por Luis Ediberto Maya y el dis-
curso lo había preparado el periodista OMICRON.

(87) El Derecho. Pasto, lunes 20 de enero de 1986. Pág, 3. Archivo personal.

(88) Programa: Carnaval 86. San Juan de Pasto.


En el se incluye la reseña histórica sobre el Carnaval.

(89) Germán y Raúl Ordoñez: Dedicatoria de la postal: "Hola Carnaval". 1986.

(90) El Espectador. Bogotá, enero de 1987. Sección B.

(91) La autora intervino en la Transmisión Radial de "la llegada de la Familia


Castañeda". Enero, 4 de 1987. Grupo Radial Colombiano.

(92) La autora actúo de Jurado en la Calificación de Carrozas.

(93) El Diaro del Sur. Pasto, enero 8 de 1987. Págs. 6 y 7.

(94) Diario del Sur. Editorial. Año 5. No, 16.45 . Enero, 8 de 1988.

(95) Encuestas de opinión para levantar el Primer Reglamento del Carnaval.


.<- lAfiAP. Pasto. 1988.
125

(96) A finales de 1988 se logró definir, a través del Seminario-Taller: "Integra-


ción y Evolución del Carnaval de Negros y Blancos" -coordinado por el
IADAP y Artesanías de Colombia; el texto del reglamento al cual aquí se
hace alusión. En 1989 y en 1990, el Comité Pro-Rescate del Carnaval ha
seguido su-tarea cultural, mediante la difusión de este material.

(97) CARO BAROJA, Julio. El Carnaval: análisis histórico cultural. Taurus


Ediciones, S. A. 1965 reimp. 1986. Madrid - España. Pág. 19.

(98) Ibid. Pág. 165.

(99) Ramón y Rivera, Luis. Teatro popular venezolano. IADAP. Pág. 178,
179.

(100) En Venezuela se las representa como gigantas.

(101) Padilla Montoya, Carmen. "Elementos carnavalescos en la zona sur de


Avila (España)". Revista NARRIA. Estudio de Artes y Costumbres popu-
lares. No. 38. Provincia de Avila. U.A.Madrid. España. 1984.

(102) Derek y Kulia Parker. "El libro de la Astronomfa". Ed. Cfrculo de Lectores.
P. Courrier du sud. Pasto (1983). Pig. 66.
I N D I C E

Págs.

- PRESENTACIÓN 5

1. MARCO TEÓRICO REFERENCIAL. 7


1.1. Bases teóricas: el cuerpo y el carnaval 7
1.2. Antecedentes: Raíces culturales del Carnaval 10
1.3. Crónica de Ni-Ki-to: "Invitación al Carnaval de 1936" 12

2. EVOLUCIÓN ETNOHISTOR1CA DEL CARNAVAL DE


BLANCOS Y NEGROS EN PASTO. 17

2.1. La estructura del Carnaval y las tres leyes 17


2.1.1. El Carnaval en su primera época: 1926-1936:
Incorporación de la Familia Castañeda y de
Pericles Carnaval 20
2.1.2. Incorporación del Juego del Agua: 1937-1947 36
2.1.3. La conquista de la fantasía en el Carnaval: 3ra.
década: 1948 - 1958 50
2.1.4. El perfil cultural regional: 1 9 5 9 - 1969. 4ta. déca-
da: involución y afirmación cultural. 58
2.1.5. Hacia la emergencia de lo social: 1970- 1980 75
2.1.6. Elementos para aproximarse al Carnaval de la
década del 80. 91

2.2. El tiempo y el carnaval 110


2.2.1. LasKalendas 110
2.2.2. El ciclo del Carnaval Andino de Blancos y Negros.
Fases. 112
2.2.3. Carnaval de Pasto: en el paso del tiempo: renova-
ción de la naturaleza 116
2.3. Conclusiones 117
IMPRESO EN LOS T A L L E R E S GRÁFICOS
D E L I N S T I T U T O A N D I N O D E ARTES POPULARES
D E L C O N V E N I O AÑORES BELLO
Q U I T O — ECU ADO R
JUNIO - 1 9 9 1

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