ART. 776 y 777 Nuevo Trabajo
ART. 776 y 777 Nuevo Trabajo
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ARTICULO 776
El legado se reintegra a la masa hereditaria cuando no tiene efecto por cualquier causa, o
cuando el legatario no puede o no quiere recibirlo.
Comentario.
Guillermo Lohmann Luca de Tena La ubicación del artículo es por completo deplorable. Debió
estar situado a continuación del 772, bien entendido que éste es incompleto, pues también
hay otras causales de caducidad (rectius, extinción) del legado.
Lo del "reintegro" a la masa es una manera fácil de decir las cosas. Y, como suele ocurrir con
todo lo excesivamente fácil, no del todo exacta.
Es fácil porque ilustra la idea de que el legado "queda" en la masa hereditaria. Pero no es
exacta porque:
a) Si el legado no es eficaz, en rigor no hay reintegro (volver a integrar con lo que no estaba),
porque en verdad el legado no llega a salir del conjunto de la masa. Quiero decir que no hay
salida y retorno, sino que simplemente, por la ineficacia, no hubo salida.
b) No todo caso de ineficacia del legado causa "reintegro" a la masa. Solamente "regresa" si:
- si el gravado con el legado es otro legatario. En este caso, la ineficacia del sublegado no
implica retorno alguno a la masa hereditaria, sino que el legatario gravado queda exonerado
de cumplir el sublegado.
d) Por último, la posibilidad de "reintegro" solamente puede postularse cuando lo legado sea
algo perteneciente al testador. Pero cuando el legado es de cosa ajena, no cabe retorno
alguno, sino simplemente ineficacia.
Lo correcto, por lo tanto, sería decir que cuando el legado es ineficaz, el gravado con él queda
liberado. De esta manera, se prescinde del concepto impreciso de "reintegro" y se cubren
todas las posibilidades.
Respecto a este artículo en nuestro código Civil vigente es preciso señalar que se encuentra
mal ubicado en el Título Séptimo de la Sección Segunda del Libro Cuarto del código Civil debido
a que carece de conexión lógica con los demás artículos que regulan el derecho de Acrecer en
este título. Creemos que su ubicación hubiese correspondido en el Título Sexto del mismo libro
y sección, que regula los legados en general. En los supuestos de este artículo cuando el legado
1. Guillermo lohmann Luca de Tena. Comentario al ART. 776 en el Código civil de 1984.
se reintegra a la masa hereditaria, éste acrecerá la cuota de la herencia de los herederos
forzosos si los hubiere; en su defecto será repartido entre los demás herederos legales
siguiendo las respectivas reglas de la sucesión intestada (César Fernández Arce y César Aliaga
Castillo).
Quede claro que si el testador, al llamar a varios legatarios para la adjudicación de un bien
singular, establece la participación de cada uno de ellos, y si un legatario no es hábil para
heredar, entonces no habrá acrecencia, pues debe cumplirse la voluntad del testador que
quedó debidamente establecida en a forma del llamamiento. Puestos en este escenario,
entonces la cuota que le hubiera correspondido al legatario inhábil retorna a la masa
hereditaria para beneficiar a los herederos, y ello en estricta aplicación de lo dispuesto en el
artículo 776 del Código Civil, cuando alude que el legado se reintegra a la masa hereditaria
cuando por cualquier causa no tuviese efecto o cuando el legatario no pudiere o no quisiese
recibirlo. (Benjamín Aguilar Llanos)
“El derecho de acrecer no tiene lugar cuando del testamento resulta una voluntad diversa
del testador ”.
La regla del artículo 777 no reviste singular problema. Solamente es pertinente precisar sobre
ella lo que sigue:
(César Fernández Arce y César Aliaga Castillo).En relación con este artículo, debe considerarse
que jamás tendrá aplicación cuando se trate de herederos forzosos. Solo resulta viable cuando
se trate de herederos voluntarios y legatarios, porque son instituidos voluntariamente por el
testador y proviene de la cuota de libre disposición.
Porque el derecho a la legítima es inherente a los herederos forzosos, como lo establecen los
arts. 723 y 733, que son normas imperativas que restringen la libertad de disposición por parte
del testador, de modo que si los herederos forzosos, por imposición de la ley, son instituidos
siempre a título universal y en igualdad de cuotas, entonces el testador no puede negarles el
derecho de acrecer respecto a la legítima. Estas normas son de orden público: son imperativas,
invariablemente necesarias y de valor absoluto, que no pueden ser infringidas bajo sanción de
nulidad.
La inspiración de estos preceptos contenidos en el título VII del Código Civil peruano se
encuentra en los Códigos Civiles de Italia, Alemania, España y Argentina.
1.Guillermo lohmann Luca de Tena. Comentario al ART. 776 en el Código civil de 1984.
2.Cesar Fernández Arce , código civil derecho de sucesiones Tomo II pg.741-751.
3. Benjamín Aguilar Llanos libro de “Derecho de Sucesiones”pg. 395
Artículo 674 del Código Civil Italiano. - acrecimiento entre coherederos. Cuando varios
coherederos han sido instituidos en un mismo testamento en la universalidad de los bienes,
sin determinación de partes o en partes iguales aun cuando sean determinadas, cuando uno
de ellos no pueda o no quiera aceptar, su parte acrece a los otros. Si varios herederos han sido
instituidos en una misma cuota, el acrecimiento tiene lugar a favor de los otros instituidos en
dicha cuota.
El acrecimiento no tiene lugar cuando del testamento resulte una voluntad diversa del
testador. Queda a salvo, en todo caso, el derecho de representación.
Artículo 675 del Código Civil Italiano.- Acrecimiento entre colegatarios: EL acrecimiento tiene
lugar también entre varios legatarios a los cuales ha sido legado un mismo objeto, salvo que
del testamento resulte una voluntad diversa y salvo siempre el derecho de representación.
Respecto de la extensión del derecho de acrecer, el artículo 3810 del código civil argentino
señala que:
Reiteramos que el hecho de que el derecho de acrecer esté contemplado en nuestro Código
Civil, en la sección relativa a la sucesión testamentaria, no significa que se limita a ella, debido
a que este derecho es extensivo también a la sucesión legal o intestada.
Ejemplo:
¿Qué ocurre cuando, en una sucesión intestada, son instituidos como herederos del causante
sus tres hijos y uno de ellos renuncia a la herencia, o es excluido por indignidad y no tiene
descendientes que pudieran representarlo? ¿A quién correspondería recibir su cuota
hereditaria?
Rpta. Si uno de ellos fue excluido por renuncia o indignidad, corresponderá entonces a los
otros dos hermanos el derecho a recibir la cuota de aquel por acrecimiento. Este criterio
concuerda con la naturaleza de la institución de heredero, que es a título universal sobre la
totalidad de la herencia (artículo 735), y debe realizarse conforme con el orden prelatorio
dispuesto por el artículo 816 del vigente Código Civil. (César Fernández Arce y César Aliaga
Castillo).
El artículo 777 del Código Civil Peruano señala que “ El derecho de acrecer no tiene lugar
cuando del testamento resulta una voluntad diversa del testador ”. En el cual, la voluntad
puede ser expresa o tácita, y sólo puede incidir este derecho respecto de los herederos
voluntarios y legatarios porque sus derechos patrimoniales provienen exclusivamente de la
parte de libre disposición de la herencia, es decir, de un acto de liberalidad, pero no sobre la
legítima por no ser de libre disposición, pues es intangible por norma de orden; puesto que la
autonomía de la voluntad en el testamento no es absoluta sino relativa, pues está limitada por
normas legales que protegen a los llamados herederos forzosos.
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De lo antes indicado podemos concluir que en nuestro ordenamiento legal la voluntad del
causante no es ley suprema del testamento sino que está restringida por determinadas
1. Guillermo lohmann Luca de Tena. Comentario al ART. 776 en el Código civil de 1984.
2. Cesar Fernández Arce , código civil derecho de sucesiones Tomo II pg.741-751.
3. Benjamín Aguilar Llanos. Libro derecho de sucesiones , pg. 194
normas imperativas que amparan la legítima; así tenemos que el derecho de acrecer surtirá
efecto sin excepción alguna a favor de los herederos forzosos respecto de la legítima y siempre
que el heredero forzoso no quiera o no pueda recibir su cuota y no pueda ser representado
por sus descendientes en los casos establecidos por la ley.
La voluntad será diversa cuando se refiere a los herederos voluntarios y eventualmente el caso
de los legatarios de un mismo bien, porque ambos son instituidos por su exclusiva voluntad, es
decir en un acto de liberalidad. En cambio no podría negar el derecho de acreencia respecto de
la legítima de los herederos forzosos, cuya naturaleza es de orden público y el derecho a ella es
intangible, exclusivo y excluyente. El fundamento del derecho de acrecer en la sucesión
intestada descansa en el mismo orden a heredar establecido por la ley, artículo 816. Quienes
intentan hacer prevalecer la teoría subjetiva argumentaron, como razón principal que esta
forma de acrecer (voluntaria o por conjunción) logró hacerle sombra a la otra forma de
acrecimiento general y necesario. Esta teoría reposa en la voluntad presunta del causante; una
presunción basada en que dos o más herederos han sido llamados a la totalidad de la misma
herencia por el testador.
Según la legislación española, que difiere de la peruana, podemos comprobar que desde el
punto de vista subjetivo que propugna esta teoría, todo el peso del derecho de acrecer recae
en la llamada (sin designación de partes) partiendo de la vocación solidaria como supuesto de
hecho. La teoría subjetiva ha sido puesta en tela de juicio, y duramente criticada por parte de
la doctrina, hasta el punto que nos atreveríamos a afirmar que hoy ya se encuentra superada o
en situación de gran descrédito; puesto que se le ha otorgado aquel valor superlativo al papel
que desempeña la voluntad del testador en el derecho. El equívoco en que cae esta teoría al
intentar apoyar el fundamento del derecho de acrecer en la voluntad presunta del testador es
evidente, al no parecer un proceder demasiado jurídico al intentar buscar la esencia de una
institución en algo tan falto de certeza como una presunción; olvidando sus defensores que la
voluntad debe ser necesariamente real. Por consiguiente, la teoría subjetiva puede tacharse de
ser unilateral en cierto modo, ya que la voluntad debe completarse con la llamada cumulativa.
Así lo señala expresamente el artículo 777 del Código Civil; ahora bien, tal norma no puede ser
de aplicación para el caso de los herederos forzosos, cuyo derecho deriva de la ley y no del
testador, limitándose este a reconocer tales derechos, dentro de los cuales se encuentra la
acrecencia.
Más si la norma es de perfecta aplicación para el caso del heredero voluntario, en tanto que
este convocado responde a una liberalidad del testador, el mismo que no está obligado a
hacerlo; además, la existencia del heredero voluntario presupone ausencia delos herederos
forzosos, por ello, el testador al ser libre de disponer de su patrimonio en la forma que crea
conveniente, puede instituir la figura de la sustitución para algún o algunos de los herederos
voluntarios convocados, lo que trae como consecuencia, que ante la inhabilidad del heredero
voluntario, su cuota que le hubiera correspondido no aumenta la de los otros herederos
voluntarios, sino que esa cuota pertenezca ahora al sustituto.
De lo señalado concluimos que la sustitución es una de las formas como el testador hace
inoperante Ia acrecencia, pero no es la única, pues el testador, al convocar a herederos
1.Guillermo lohmann Luca de Tena. Comentario al ART. 776 en el Código civil de 1984.
2.Cesar Fernández Arce , código civil derecho de sucesiones Tomo II pg.741-751.
3. Benjamín Aguilar Llanos libro de “Derecho de Sucesiones”pg. 395
voluntarios, puede disponer que si alguno de ellos no es hábil para heredarlo, entonces su
cuota favorezca únicamente a determinado heredero. Por ejemplo, si el testador convocó a
tres herederos voluntarios, y dispone que si uno de ellos es inhábil, la referida cuota se derive
solo para uno de los otros herederos (a quien designa), ocurrida la inhabilidad, entonces esa
cuota no acrecerá la de los otros herederos, sino que esa cuota se destinará al que previamente
designó el testador, el cual termina favorecido con su cuota prevista por el testador: la cuota que debió
ser del heredero inhábil por propia disposición del testador, ahora también le pertenece. Obsérvese que
no se trata de que el testador esté prohibiendo la acrecencia, pues ello no es posible, en atención a las
características del heredero; sin embargo sin ir a la prohibición, se llega al mismo efecto cuando el
testador, instituye un sustituto, o precisa el destino de la cuota del heredero inhábil.
BIBLIOGRAFIA:
1. Guillermo lohmann Luca de Tena. Comentario al ART. 776 en el Código civil de 1984.
2. Cesar Fernández Arce , código civil derecho de sucesiones Tomo II pg.741-751.
3. Benjamín Aguilar Llanos. Libro derecho de sucesiones , pg. 194