Psicologia Comunitaria U Peru

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Excelencia Académica

El texto que se presenta a continuación tiene como objetivo principal,


brindar al estudiante de psicología los fundamentos básicos de la
psicología comunitaria para que pueda desenvolverse en su quehacer
cotidiano en el ejercicio de su profesión.

La primera unidad está dirigida a definir a la psicología comunitaria y


establecer su proceso histórico, así como sus objetivos, modelos teóricos,
principios y las funciones del psicólogo comunitario.

En la segunda unidad, se pone como principal tema la comunidad para


definirla, pero sobre todo para comprender el significado del sentido de
comunidad que debe envolver a las personas para el logro de los objetivos
como grupo comunitario; finalmente se consideran las funciones de las
redes comunitarias.

El poder, la democracia y la participación son los temas en los cuales nos


ocupamos en la tercera unidad, considerando que el proceso de liderazgo

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democrático tiene mucho que ver con el ejercicio del poder para lograr
una adecuada democracia y consecuente desarrollo. Del mismo modo se
considera importante el empoderamiento que la mayoría de los autores
consideran como un proceso de fortalecimiento para el logro de los
objetivos que busca la comunidad.

En la última unidad se pone énfasis en definir y fundamentar la salud y las


estrategias de intervención que servirán para, a través de la participación
de la comunidad, alcanzar el desarrollo que es el objetivo máximo de la
psicología comunitaria.

Cada unidad tiene como en la parte final actividades planteadas que


contribuirán con el aprendizaje de la parte teórica, a través de la puesta
en práctica de lo aprendido; posteriormente se encuentra una
autoevaluación que ayudará al estudiante a valorar cuanto ha avanzado
en su aprendizaje, considerando además de preguntas la aplicación de los
conocimientos e investigación de la realidad comunitaria de su entorno.

Teniendo en cuenta que la labor de un psicólogo, cual sea su


especialización, se desarrolla en un entorno comunitario y necesita de la
comunidad para superar muchos de los problemas que dejan de ser
individuales como la violencia intrafamiliar, el alcoholismo, las madres
adolescentes, las ludopatías, el suicidio, etc.; es de vital importancia el
manejo de los conocimientos básicos que se brindan en este texto.

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CONTENIDO

UNIDAD I:
NOCIONES GENERALES DE PSICOLOGIA COMUNITARIA

1.1. Proceso histórico de la Psicología Comunitaria 06


1.2. Definiciones y objetivos de Psicología Comunitaria 19
1.3. Modelos Teóricos y principios de la Psicología Comunitaria 24
1.4. Funciones del Psicólogo Comunitario 29

UNIDAD II:
COMUNIDAD Y REDES COMUNITARIAS

2.1. Definición de comunidad. 34


2.2. Sentido de comunidad. 39
2.3. Redes comunitarias y funciones 42
2.4. Teoría de Sistemas, modelo ecológico y comunidad 46

UNIDAD III:
PODER, PARTICIPACION Y DEMOCRACIA EN PSICOLOGIA
COMUNITARIA

3.1. Poder y control de la comunidad. 53


3.2. Liderazgo y poder. 54
3.3. Participación y democracia en la comunidad. 55
3.4. Empoderamiento en la comunidad. 58

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UNIDAD IV:
SALUD MENTAL Y NECESIDAD DE INTERVENCION
4.1. Definición de salud mental. 74
4.2. Bienestar social y calidad de vida. 79
4.3. Intervención: prevención y promoción. 84

Anexo 1 - Gustavo Gutiérrez: Teología de la Liberación 99


Anexo 2 - Nuevos Enfoques y Prácticas de Psicología Comunitaria
para el Desarrollo 110
Anexo 3 – Una Logoterapia de Orientación Social-Comunitaria 115
Anexo 4 – Desarrollo Local y Empoderamiento 126
Anexo 5 – Carácter Participativo del Liderazgo Comunitario 131
Anexo 6 – Acciones en el Campo de la Salud Mental 139
Anexo 7 – Estrategias Participativas para la Prevención 147

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NOCIONES GENERALES DE PSICOLOGIA COMUNITARIA

OBJETIVO:

Definir la psicología comunitaria, comprender y


describir sus métodos y principios así como las
funciones del psicólogo comunitario.

1.1. Proceso histórico de la Psicología Comunitaria


La Psicología Comunitaria es una rama de la Psicología que aun está
en proceso de desarrollo, considerando que nació en las últimas
décadas del siglo pasado, podemos decir que se encuentra en plena
adolescencia, es por esa razón que aunque existen un sinnúmero de
definiciones, no es posible aun que sea completamente comprendida
de manera integral.

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Su origen data del año 1965, en Estados


Unidos, cuando se realiza la Conferencia
celebrada en Swampscott (Massachussets),
organizada por psicólogos del instituto de
salud mental de Estados Unidos; donde se
planteó la relevancia de los factores
sociales, la necesidad de analizar la
relación entre individuo y comunidad y un nuevo acercamiento
interventivo que incluya a la comunidad, la realidad es que algo más
de veinte años después, Gesten y Jason consideran que el camino
recorrido está todavía muy alejado de los ideales de Swampscott. De
hecho, la mayoría de las intervenciones tienen un enfoque
centrado en el individuo y, aunque algunas de las áreas de
investigación más relevantes son la prevención o el apoyo social, este
último es considerado en algunas ocasiones como una variable
personal 1.

Sin embargo antes de este evento, como menciona Musitu, también


se encuentran intentos por trabajar la Psicología Comunitaria antes,
en el afán de intervenir los problemas de salud, los psicólogos
plantean organizar a la comunidad para lograr mejores resultados, es
así que según estudios epidemiológicos realizados a finales del siglo
XIX y principios del siglo XX, realizados principalmente por sociólogos
de la Escuela de Chicago, y en los que se relaciona el desorden
mental con factores sociales tales como una falta de integración
social. En este lado del Atlántico no se puede olvidar la figura de
Durkheim, cuyas ideas sobre los problemas generados por la
emigración mantienen hoy la vigencia de hace cien años 2.

1 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Gonzalo Musitu. Pág. 6


2 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Gonzalo Musitu. Pág. 6

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Desarrollo de la Psicología comunitaria en Estados Unidos


Durante el período comprendido entre 1973 y 1982 (Lounsbury y sus
colaboradores - 1985) puede apreciarse que existe un importante
predominio de los estudios centrados en la salud mental, y son muy
pocos los trabajos relacionados con las características óptimas del
ambiente, el desarrollo normal o el funcionamiento saludable de los
individuos.

Posteriormente, en el período comprendido entre 1984 y 1988 se


aprecia, un incremento en los temas relacionados con factores
sociales (Speer y colaboradores - 1992). Comienzan a proliferar las
investigaciones que analizan la influencia de los estresores sociales y
del apoyo social en el ajuste psicosocial. Son relevantes, como
referentes teóricos, algunos modelos como el de Albee (1982) que
incluye en su conocida ecuación respecto de la incidencia de los
desórdenes mentales dos factores sociales: el estrés y el apoyo
social, que contribuyen a ellos de forma positiva y negativa,
respectivamente. La investigación sobre apoyo social, consolidada a
mediados de los años setenta, da lugar en la década de los ochenta a
una importante eclosión de trabajos que analizan su estructura, sus
funciones, su medición y su relación con el ajuste psicosocial del
sujeto. Este tema, además, se convierte en recurrente en las
posteriores revisiones sobre intervenciones sociales y comunitarias
en Estados Unidos.

Gesten y Jasón (1987) citan también como estrategias


interventivas de los psicólogos comunitarios el desarrollo de
competencias individuales que facilitan el acceso a recursos
(incluido el apoyo social), propiciar el sentido de control de las
personas sobre su destino (empowerment), contribuir a la creación
de grupos de autoayuda y modificar estilos de vida poco saludables,

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como el consumo de tabaco y alcohol. El desarrollo de intervenciones


preventivas constituye ya en este período un elemento distintivo de
la disciplina. No obstante, la Psicología comunitaria permanece
todavía en la década de los ochenta bastante ligada a la salud mental
y, sobre todo, a una perspectiva demasiado individualista en las
propuestas de intervención.
El sesgo individualista de la psicología americana se refleja también,
en el hecho de que gran parte de las intervenciones preventivas se
dirigen al desarrollo de competencias personales (habilidades
cognitivas, de comunicación y de solución de problemas) en lugar
de intentar modificar aspectos relacionales y organizacionales.

Este sesgo individualista se ve reforzado con la noción de


responsabilidad individual, ampliamente extendida y apreciada por la
sociedad norteamericana. En consecuencia, no nos debería
sorprender que durante la década de los ochenta una gran parte del
apoyo federal para programas de prevención se destinara a
intervenciones individuales en lugar de dedicarse a intervenciones
sociales, y que la mayor parte de la literatura sobre prevención
esté más relacionada con esfuerzos para ayudar a los individuos a
desarrollar habilidades que les permitan manejar con éxito los
estresores ambientales que con esfuerzos dirigidos directamente a
las condiciones sociales. De hecho, el desarrollo de este tipo de
competencias personales ha sido un componente importante en
campañas antitabaco y en programas encaminados a prevenir el
abuso de sustancias, las enfermedades cardiovasculares o los
embarazos en adolescentes. En determinadas ocasiones, estos
programas de entrenamiento en habilidades no son suficientes para
contrarrestar normas culturales fuertemente asentadas o condiciones
económicas negativas que pueden estar incidiendo en el surgimiento
y mantenimiento de determinadas conductas de riesgo.

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Por otra parte, y a pesar del citado sesgo individualista, durante la


década de los ochenta y los noventa se han realizado algunos
esfuerzos encaminados a movilizar a la comunidad y a facilitar la
creación de agrupaciones y asociaciones. En esta misma línea, se
confiere cada vez mayor relevancia al hecho de facilitar a enfermos
mentales y grupos desfavorecidos el acceso a los recursos sociales,
al tiempo que se reconoce el importante papel desempeñado por los
grupos de autoayuda y los grupos de apoyo integrados por pacientes
y por familiares.
A lo largo de estas tres décadas y media de Psicología comunitaria en
Estados Unidos, la influencia del contexto social y político ha
continuado ejerciendo su influencia. En concreto, los distintos ciclos
políticos (alternancia entre gobiernos demócratas y republicanos)
han marcado el predominio de unas u otras teorías sobre la salud
mental. Durante los períodos más progresistas los determinantes
ambientales tienen más peso en la explicación del comportamiento
humano, mientras que en los periodos de conservadurismo político y
social se acentúa la importancia de las variables personales.
Finalmente, durante la década de los noventa cabe señalar la
importante consolidación que se ha producido de los programas de
prevención. Importantes instituciones americanas, como el National
Institute of Mental Health y el Institute of Medicine, reconocen en
sendos informes la viabilidad e importancia de este tipo de
intervenciones. Su reconocimiento es, sin duda, importante, pero la
consideración que hacen de la prevención es sumamente restrictiva.
Se han realizado numerosos programas de intervención relacionados
con la prevención de aspectos tales como la violencia contra las
mujeres, la violencia juvenil o el maltrato infantil. Estas
intervenciones intentan, cada vez en mayor medida, contar con la
comunidad a la que se dirigen y disponer del mayor apoyo local
posible.

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Otra característica que está adquiriendo una creciente importancia en


el diseño de programas de prevención es la diversidad étnica y
cultural. Los programas de intervención deberían respetar los valores
culturales de la comunidad a la que se dirigen (por ejemplo,
comunidades de origen hispano o afroamericano), o al menos
tenerlos en cuenta si desean que la intervención sea efectiva. Entre
los elementos fundamentales de estos programas se incluyen la
disminución de los factores de riesgo y el desarrollo de los factores
protectores. Entre estos últimos, el apoyo social, la facilitación del
acceso a los recursos sanitarios, educativos y sociales de grupos
desfavorecidos y la potenciación de las competencias sociales se
encuentran entre las estrategias más utilizadas en estas
intervenciones.

Por otra parte, también existen organizaciones y agrupaciones


comunitarias, en ocasiones creadas por los propios ciudadanos sobre
la base de un problema común, que han demostrado su capacidad
para producir cambios en la comunidad. Estas organizaciones
resultan positivas tanto para sus integrantes como para la
comunidad hacia la que dirigen sus esfuerzos y, además, su apoyo a
determinados programas de prevención puede resultar decisivo y
comienza a ser considerado.

En resumen, podríamos señalar como principales características


definitorias de la Psicología comunitaria en Estados Unidos, las
siguientes:

• Un origen muy vinculado a la salud mental,


• Una evolución parcialmente condicionada por las características
culturales americanas (cierto etnocentrismo y énfasis en la
responsabilidad individual) y

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• Una escasez de acercamientos realmente comunitarios en las


intervenciones.

Entre los principales referentes teóricos, podemos citar los modelos


de estrés psicosocial, las investigaciones sobre apoyo social y
grupos de autoayuda y la teoría de la potenciación o
empowerment. Desde el punto de vista metodológico, se
reconocen las limitaciones de los diseños experimentales para
evaluar la efectividad de las intervenciones, pero los métodos
cualitativos y etnográficos apenas son utilizados (Lipsey y Cordray,
2000).

El caso de Canadá y Reino Unido


En Canadá y en el Reino Unido, países situados también dentro del
contexto anglosajón por cuestiones culturales, el desarrollo y la
situación actual de la Psicología comunitaria es bastante diferente. En
Canadá existe una larga tradición de programas de intervención en
salud mental, educación y servicios sociales. Sin embargo, esta
tradición de la Psicología aplicada canadiense fue minusvalorada
durante la década de los cincuenta y sesenta, para resurgir
nuevamente durante los años setenta, como consecuencia de la
influencia de la Psicología comunitaria norteamericana. En este
proceso influyó también la escasez de recursos humanos y la
demanda de servicios en el área de salud mental, así como una
política gubernamental más centrada en la salud que en la
enfermedad. La creación en 1982 del Canadian Journal of Community
Mental Health, de carácter interdisciplinar, ha facilitado el
intercambio de información entre investigadores y profesionales. En
las últimas décadas se observa un considerable desarrollo de esta
disciplina, tanto en el ámbito académico como en el profesional. La
influencia norteamericana se refleja en la conexión que la disciplina

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mantiene con la salud mental, así como en su énfasis en la


promoción de competencias psicosociales y en el desarrollo de
programas de prevención.
Por el contrario, el desarrollo de la Psicología comunitaria en el Reino
Unido es bastante reciente y limitado. En este sentido, los escasos
libros referidos a la Psicología comunitaria publicados en este país han
sido escritos por psicólogos clínicos, como es el caso de Jim Oxford
(1992) y la única revista británica de Psicología Comunitaria, el
Journal of Community and Applied Social Psychology, apareció en
1991, dirigida también por Oxford (1998). Este autor indica, no
obstante, la existencia de cierta insatisfacción de los profesionales de
la salud mental con los modelos de tratamiento que no consideran los
factores sociales y la existencia de algunas experiencias de
investigación comunitarias. En todo caso, las intervenciones son
mínimas y la mayoría de los trabajos son de tipo descriptivo,
analizando, por ejemplo, la influencia del desempleo, la inmigración
o los nuevos asentamientos en la depresión.

Orígenes de la Psicología Comunitaria en España 3


Al igual que en Estados Unidos, los progresos en psicología
comunitaria se han debido básicamente a los cambios sociales y
políticos en España. Las transformaciones políticas que tienen
lugar en España en los años setenta contribuyen en gran medida a
su desarrollo. Así, la Constitución de 1978, la descentralización del
poder central hacia las comunidades autónomas y la puesta en
marcha de ampliaciones importantes en la cobertura de prestación
de los Servicios Sociales, junto con algunas iniciativas privadas,
propiciaron el que un gran número de profesionales se encontrara
trabajando, ya por los años setenta y ochenta, en la comunidad:

3 INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Gonzalo Musitu Pág. 12

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trabajadores sociales, psicólogos, animadores socio-culturales,


educadores de calle, asistentes sociales y voluntarios.

Durante los años ochenta, ayuntamientos y diputaciones crearon


gabinetes psicopedagógicos, centros de salud mental y servicios
sociales comunitarios. En estos centros surgieron equipos en muchos
casos interdisciplinares, que intentaron, en mayor o menor medida,
dar una orientación comunitaria a su trabajo. Sin embargo, de forma
progresiva serán los servicios sociales comunitarios, incluyendo los
gabinetes psicopedagógicos, los que ya en la década de los noventa
se convertirán en el escenario más frecuente de las intervenciones
comunitarias. Pero la característica fundamental es que en España
previamente en los años ochenta se inicia con la formación
académica de la psicología comunitaria en las universidades.

Un hito en el ámbito de la Psicología comunitaria en España es la


publicación de los primeros manuales relacionados específicamente
con la disciplina, que tiene lugar a finales de la década de los ochenta
y principios de la de los noventa, convirtiéndose rápidamente en
referentes obligados en los ámbitos académico y profesional. En los
años siguientes, aumentan considerablemente en número y en
especialización. Así, junto con los libros relacionados con aspectos
conceptuales y descripción de modelos teóricos generales, comienzan
a editarse también libros centrados en aspectos más específicos,
como son el apoyo social, los grupos de autoayuda, la evaluación de
programas, las intervenciones en el ámbito familiar, etc.

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Excelencia Académica

El comienzo en América Latina 4


En América Latina la psicología comunitaria es una psicología que
surge a partir del vacío provocado por el carácter eminentemente
subjetivista de la psicología social psicológica (Striker, 1983) y por
la perspectiva eminentemente macrosocial de otras disciplinas
sociales volcadas hacia la comunidad. Es también una psicología que
mira críticamente, desde sus inicios, las experiencias y prácticas
psicológicas y el mundo en que surge y con cuyas circunstancias
debe lidiar.

Al mirar hacia el mundo, hacia el entorno, se agudizaba su carácter


insatisfactorio, porque fueron justamente las condiciones de vida de
grandes grupos de la población, su sufrimiento, sus problemas y la
necesidad urgente de intervenir en ellos para producir soluciones y
cambios, los que generaron un tipo de presión que desde lo que
suele llamarse la "realidad", pasó a ser internalizada y reconstruida
por los psicólogos que hallan que la acción derivada de las formas
tradicionales de aplicación de la psicología era no sólo insuficiente,
sino también tardía y muchas veces inocua, al limitarse al mero
diagnóstico y al producir intervenciones fuera de foco.

La separación entre ciencia y vida advertida por las ciencias sociales


llevó a rescatar líneas de pensamiento que nunca estuvieron
silenciosas, pero cuyos aportes fueron muchas veces hechos a un
lado al calificárselos de "no científicos" o al no ajustarse a la
tendencia dominante.

4 INTRODUCCIONA A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Maritza Montero Pág. 19

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Paradigmas, explicaciones, teorías psicológicas vigentes aparecían


como inadecuados, incompletos, parciales. Las soluciones de ellos
derivadas no alcanzaban sino a tratar el malestar de unos pocos y a
ignorar las dolencias de muchos. Se planteaba la necesidad de
dar respuesta inmediata a problemas reales, perentorios, cuyos
efectos psicológicos sobre los individuos no sólo los limitan y
trastornan, sino que además los degradan y, pasan a generar
elementos mantenedores de la situación problemática con una visión
distinta: diagnosticar en función de una globalidad, tener conciencia
de la relación total en que ella se presenta.

Así, en los años setenta, por fuerza de las condiciones sociales


presentes en muchos de los países latinoamericanos y de la poca
capacidad que mostraba la psicología para responder a los urgentes
problemas que los aquejaban, comienza a desarrollarse una nueva
práctica, que va a exigir una redefinición tanto de los profesionales
de la psicología, como de su objeto de estudio e intervención. Tal
situación mostraba una crisis de legitimidad y de significación
(Montero, 1994b) para la disciplina, particularmente sentida en el
campo psicosocial.

Ese nuevo modo de hacer, buscaba producir un modelo alternativo


al modelo médico, que hace prevalecer la condición enferma,
anormal, de las comunidades con las cuales se trabaja. Por el
contrario, la propuesta que se hacía, partía de los aspectos
positivos y de los recursos de esas comunidades, buscando su
desarrollo y su fortalecimiento, y centrando en ellos el origen de la
acción. Los miembros de dichas comunidades dejaban de ser
considerados como sujetos pasivos (sujetados) de la actividad de los
psicólogos, para ser vistos como actores sociales, constructores de
su realidad (Montero, 1982, 1984a). El énfasis estará en la

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comunidad y no en el fortalecimiento de las instituciones. Esto ocurre


simultáneamente en diversos países de América latina, si bien el
primero en generar un ámbito académico y una instrucción
sistemática al respecto es Puerto Rico, que ya a mediados de la
década del setenta contaba con un curso de maestría y con un
doctorado en Psicología Comunitaria (Rivera-Medina, Cintron y
Bauermeister, 1978; Rivera- Medina, 1992). En el caso
puertorriqueño, su cercanía con los Estados Unidos puede haberlo
determinado como pionero, ya que también fue el primero en
enterarse de que la disciplina de tal nombre había sido creada diez
años antes en los Estados Unidos. Por otra parte, hay que decir que a
la creación de esos cursos ayudó la vocación de transformación
social de quienes los fundaron. En otras naciones, la práctica de la
psicología comunitaria antecede a la denominación y a la
generación de espacios académicos para su estudio.

La Psicología Comunitaria en Perú


Humberto Rotondo Grimaldi, fue el iniciador, en 1964, de acciones de
Psiquiatría Comunitaria en el Perú, realizando las primeras
actividades de seguimiento de casos en el ámbito comunitario, a
través de un programa de visitas domiciliarias, efectuado por
enfermeras del HHV.

En 1971, diseña un Programa de Psiquiatría Comunitaria focalizado


en dos sectores de Lima: Cono Norte, a cargo del Dr. Moisés Gaviria y
Cono Sur a cargo del Dr. Ethel Bazán. La contribución y aporte del Dr.
Rotondo ha sido muy importante e incluye la sectorización de la
atención psiquiátrica en Lima Metropolitana.

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Por otro lado, Renato Castro de la Matta, en 1971, inició un Programa


de Salud Mental Comunitaria que en la actualidad continúa
realizándose a través del Instituto Nacional Especializado de Salud
Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi” en la jurisdicción del Cono
Norte de Lima.
En lo que respecta al trabajo en el Cono Este, en la ciudad de Lima, el
Dr. Ethel Bazán, a fines de la década del 70, inicia el Programa de
Psiquiatría Comunitaria del HHV en el distrito de Ate Vitarte, con la
participación de médicos residentes, enfermeras y psicólogos, a
través de un modelo de multiplicación de efectos por delegación de
funciones del personal de salud de la comunidad. Posteriormente,
estuvo a cargo del Dr. Marco Ramos Salazar.
En las décadas de los 80 y 90, como consecuencia de la violencia
política y social, grandes movimientos migracionales de la sierra y
selva hacia la costa, especialmente a la ciudad de Lima agravaron los
problemas sociales como la delincuencia, la violencia familiar, el
desempleo, la mendicidad, deserción escolar, etc.; requiriendo la
atención de profesionales psicólogos, pero no solo de la salud sino
también de profesionales que facilitaran las interacciones sociales,
apoyando en los procesos de duelo por haber perdido a sus seres
queridos o por haber tenido que abandonar su lugar de origen. Es
cuando la psicología social surge en el Perú a raíz de la necesidad de
la población de ser dirigida a la consecución de sus metas, a través
de un trabajo mancomunado con colaboración de todos los miembros
de la comunidad.
Actualmente la Psicología Comunitaria en el Perú es ejercida por
psicólogos en instituciones (ONGs) que brindan apoyo comunitario a
los grupos que tienen problemas sociales sobre todo en violencia
familiar, delincuencia, adolescentes embarazadas, niños
trabajadores; asi como en programas sociales: vaso de leche,
Demunas, etc.

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CUADRO DE DIFERENCIAS ENTRE PSCIOLOGIA SOCIAL Y


PSICOLOGIA COMUNITARIA

Psicología
Psicología Comunitaria
Social
Comunidades, grupos más
Población La sociedad en general.
pequeños.
Describe la conducta de Busca el desarrollo de la
las personas en comunidad a través de la
¿Qué hace?
interacción con su entorno intervención de todos sus
social. miembros.
- Dinámica de grupos - Sentido de comunidad
- Actitudes - Poder
Temas que
- Prejuicios - Participación
aborda
- Aprendizaje social - Desarrollo comunitario
- Atracción - Empoderamiento

1.2. Definiciones y objetivos de Psicología Comunitaria


Así como el origen de la psicología comunitaria fue diverso, la
definición de la misma se hizo muy complicada, y aun hoy es definida
desde diferentes perspectivas. A continuación se presenta una
recopilación de definiciones 5, que pueden dar una idea de lo amplio
que es el campo de trabajo de la psicología comunitaria.

• Reiff (1968) La psicología comunitaria es una disciplina cuya meta


es modificar la conducta humana mediante la intervención a nivel
del sistema social.

5
Introducción a la Psicología Clínica. Douglas Berstein y Michael Nietzel Pág. 482

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Excelencia Académica

• Bloom (1973) Es el campo de la psicología que intenta resolver los


aspectos sociales en lugar de los problemas particulares de cada
individuo.
• Murrell (1973) El campo de la psicología que estudia las
transacciones entre los diferentes conjuntos de interacción del
sistema social, las poblaciones y los individuos: que desarrolla y
evalúa los métodos de intervención que propicien las adaptaciones
entre las personas y sus ambientes; que planea y evalúa los
sistemas sociales, y que a partir de dicho conocimiento y cambio
busca aumentar la cantidad de oportunidades psicológicas que se
ofrezcan al individuo.
• Rappaport (1977) Una disciplina que acentúa la importancia de una
perspectiva ecológica de la interacción, dando a entender que se
puede mejorar la adaptación entre las personas y su ambiente, al
crear nuevas opciones sociales y desarrollar los recursos
personales en lugar de realizarlo mediante la eliminación de las
debilidades de los individuos o sus comunidades.
• Mann (1978) Una disciplina que se interesa en participar con la
planeación del cambio social, la organización e implementación de
los cambios que se planee, la elaboración y conducción de los
problemas de servicios que proporcionen las necesidades humanas
que genera el cambio social, y el desarrollo de los recursos y
procesos de la comunidad para el manejo de las repercusiones
futuras de los cambios sociales.

Uno de los más conocidos teóricos de la psicología comunitaria es


Rappaport, quien enfatiza el campo de estudio de la misma en la
relación entre sistemas sociales entendidos como comunidades y el
comportamiento humano y su aplicación interventiva a la prevención
de los problemas psicosociales y el desarrollo humano integral, desde
la comprensión de sus determinantes socioambientales y a través de

20
Excelencia Académica

la modificación racional (consciente y generalmente planificada) de


esos sistemas sociales, de las relaciones psicosociales en ellas
establecidos y del desarrollo de (la) comunidad 6.

Posteriormente Mann en 1978, considera que en el interior de la


psicología comunitaria se desarrollan tres áreas fundamentales que
constituyen su objetivo:

• El análisis de procesos sociales


• El estudio de las interacciones en un sistema social específico
• El diseño de intervenciones sociales.

Se puede decir que esta rama de la psicología tiene como objetivo


principal el estudiar "los factores psicosociales que permiten
desarrollar, fomentar y mantener el control y el poder que los
individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social, para
solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en esos
ambientes y en la estructura social".

En donde se destaca el énfasis del control y supervisión de la


comunidad y no del interventor o "sabelotodo". De este modo, la
psicología comunitaria se plantea como una psicología para el
desarrollo y progreso del individuo, su hábitat y las relaciones
individuo-grupo-sociedad, para generar cambios cuantitativos y
cualitativos.

La psicología comunitaria, surge de los esfuerzos de psicólogos


latinoamericanos por enfrentar los problemas del subdesarrollo, la
pobreza, la marginación.

6 PSICOLOGIA COMUNITARIA: ORIGEN, CONCEPTO Y CARACTERISTICAS ALIPIO


SÁNCHEZ VIDAL. Departamento de Psicología Social. Universidad de Barcelona

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Excelencia Académica

A nivel de Latinoamérica, la exponente más sobresaliente de la


psicología comunitaria es Maritza Montero (1984) quien define a la
Psicología comunitaria como: La rama de la psicología cuyo objetivo
fundamental es el estudio de los factores psicosociales que permitan
desarrollar, fomentar y mantener el control y poder que los individuos
pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para solucionar
problemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en
la estructura social 7.

Por otro lado para Sánchez Vidal (1991)


la psicología comunitaria es el campo de
estudio de la relación entre sistemas
sociales – principalmente comunidades –
y comportamiento humano y su
aplicación interventiva (en lo negativo) a
la resolución – preferentemente
preventiva – de los problemas
psicosociales y (en lo positivo) al desarrollo humano integral, desde la
comprensión de los determinantes socioambientales de ambos y a
través de la modificación racional e informada de esos sistemas
sociales, de las relaciones psicosociales en ellas establecidas y el
desarrollo de la comunidad; todo ello desde la máxima movilización
posible de los propios afectados, como sujetos activamente
participantes en los cambios, no como objetos pasivos de ellos 8.

7 http://www.monografias.com/trabajos16/psicologia-comunitaria/psicologia-
comunitaria.shtml
8 PSICOLOGIA COMUNITARIA. BASES CONCEPTUALES Y OPERATIVAS. METODOS DE
INTERVENCION. Sánchez Vidal, A. (1991) Barcelona. PPU

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Excelencia Académica

Según Alfaro (1993), define a la psicología Comunitaria considerando


su estrategia de trabajo, la cual interviene privilegiadamente en
sistemas sociales, en sistemas promocionales y preventivos,
mediante una relación participativa con los destinatarios. En este
caso la atención directa no es sobre el conocimiento del profesional si
no sobre el conocimiento de la comunidad.

Podemos decir que al definir o caracterizar a la Psicología comunitaria


como formando parte de un proceso interventivo que genéricamente
actúa en forma preventiva, promocional y participativa. En este caso
se reconoce la importancia de la población como agente activo y
participativo, además es real decir que dicha población no solamente
es el destinatario pasivo de la acción del profesional comunitario, si
no que en la mayoría de los casos la comunidad se convierte en el
recurso humano, en los cuales la población participa activamente en
la ejecución incluso remplazando muchas acciones de los
profesionales.

El Objetivo de la Psicología Comunitaria


Los objetivos de la psicología comunitaria, en función a las diferentes
definiciones, se pueden determinar de la siguiente manera:

• Otorgar el poder y el control a las personas que integran las


comunidades. Considerando a las personas como miembros activos
de la comunidad.
• Buscar el cambio social. Considerando que los cambios tienen que
surgir desde una perspectiva interna de la comunidad, a partir de
sus necesidades, aspiraciones y deseos; pero tomando en cuenta
las consideraciones externas como aspectos culturales, políticos,
religiosos, avances de la ciencia, etc.

23
Excelencia Académica

• Promover la toma de conciencia en la comunidad, de sus


problemas, su situación, su identidad y de sus recursos para
resolver sus problemas.
• Desarrollar la motivación en los
OBJETIVOS DE LA
miembros, de tal manera que PSICOLOGIA
COMUNITARIA:
busquen alcanzar los cambios que • Poder y control al a
harán posible su mejoramiento. comunidad.
• Cambio social.
• Promover el sentido de comunidad, • Toma de
conciencia.
que permita a las personas sentirse
• Motivar a los
parte de la misma y a través de un miembros.
• Promover sentido
trabajo en equipo se interesen por de comunidad.
el bien común.

1.3. Modelos Teóricos y Principios de la Psicología Comunitaria

MODELOS
La psicóloga Yolanda Ramiro Sánchez, profesora de psicología en el
Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana 9, menciona los
siguientes modelos de la psicología comunitaria, como los que más
han aportado al cuerpo teórico de esta materia. Cada uno de estos
modelos estudia alguno de los elementos centrales de la teoría
comunitaria, para lograr el fin último de la actuación comunitaria, o
sea, que las personas sean protagonistas de su propia salud.

• Modelos del cambio social


En sentido general, promueven la transformación del entorno social
parar reajustar sus funciones y dar un espacio a todos sus
miembros en función de la integración. Estos cambios pueden
derivar en una reorganización utilizable en otros aspectos de la

9 http://www.psicologia-online.com/colaboradores/yramiro/comunitaria.shtml

24
Excelencia Académica

actividad humana y social. Son considerados como cambios


también la asunción de nuevos roles y el mejoramiento de los ya
asumidos y en general toda transformación psicológica que permita
la búsqueda de la salud, en tanto equilibrio.

De esta manera creo que no son útiles aquellas posiciones que


propugnan el cambio social radical, que lleva a transformaciones
sociales políticas y económicas, por considerar utópico que la
Psicología pueda lograr variaciones de magnitud macrosocial, lo
cual se corrobora porque no existen evidencias que hayan ocurrido
cambios a ese nivel.

Los propósitos del cambio social radical llevan a un énfasis


desmedido en las aspectos sociales, que derivan en una
disminución de la valoración psicológica, una sobredimensión del
rol de psicólogo, viéndolo como un transformador de sistemas
sociales, lo que lleva a que sus principios teóricos tengan grandes
dificultades aplicativas.

• Modelos de competencia
Le dan sentido al carácter volitivo del proceso socializador, donde
se van a desarrollar cualidades psicológicas con particularidad
personológica, para manifestar conductas competentes que le
permitan vivir mejor, entendiendo dentro de esto y con carácter
prioritario las conductas saludables. El desarrollo de
potencialidades y la creación de esos recursos psicológicos durante
el desarrollo ontogenético, permite la autorrealización, elevación de
la autoestima, la toma de decisiones y la conducta autónoma.

Considerar la competencia en el sentido del hombre competente,


de la capacidad de un afrontamiento ante los conflictos, como en

25
Excelencia Académica

ausencia de ellos, hacen que estos modelos sean significativos, por


cuanto:

• Hacen énfasis en al relevancia psicológica, por considerar a todas


las personas portadoras de recursos y potencialidades. No existe
personas incapaces, todos poseemos potencialidades- pero
diferentes- y algunos las descubren mas fácil que otros, debido a
que las condiciones sociales han sido mas favorables para ello.
• Se enmarcan en el nivel mesosocial, donde se encuentra la
comunidad y no pretende penetrar en los sistemas del nivel
macrosocial, lo cual hace mas útiles sus constructos.
• Consideran como criterio básico, la promoción de conductas
sanas a partir del conocimiento científico compartido por
profesionales y la comunidad para establecer una relación
interactiva interesada en el desarrollo.
• Derivación hacia el campo de la salud, donde se pueden
encontrar conocimientos y metodologías para lograr los
propósitos de potenciación y autogestión.

• Modelos de apoyo social


Manifiestan el significado de las relaciones interpersonales en
forma de apoyo social, dándole importancia a la calidad
constructiva del intercambio, lo que deriva que el sistema tenga un
sentido personal para cada individuo, permitiendo valorar los
requerimientos sociales, ya sean cotidianos o en crisis y la
factibilidad de un afrontamiento cualitativamente útil. El apoyo
social fomenta la salud y el bienestar. Es un mecanismo para
elevar la moral y los estados afectivos positivos, creando un
aumento de la autoestima, estabilidad y sentido de pertenencia, lo
que fortalece al individuo y al grupo.

26
Excelencia Académica

Un efectivo apoyo social posibilita:


• Desarrollo de cualidades con el consecuente fortalecimiento
psicológico.
• Disminución del riesgo de enfermar (principalmente en las
enfermedades crónicas y no transmisibles)
• Aumento en la capacidad de afrontamiento en los eventos de la
vida.
• Disminución de la dependencia a los servicios de salud.

PRINCIPIOS
En América Latina las raíces de la Psicología Comunitaria, se enlazan
con la psicología social; Fals Borda, en su obra “Acción comunal en
una vereda colombiana” (1959), define cinco principios
fundamentales, que se asientan en valores y que fueron adoptados
por la psicología. Esos principios son 10:

1. Catálisis social, que define el rol del agente externo que actúa
con la comunidad en procura de su transformación. Ese rol es el
de catalizador de la acción transformadora, que busca una
finalidad autónoma y liberadora para las personas participantes y
para la comunidad en general a la cual pertenecen. Los valores
subyacentes son la libertad, el respeto y la autonomía.

2. Autonomía del grupo, de acuerdo con el cual toda acción


debe ser decidida, organizada y realizada con una orientación
democrática, por y con los grupos organizados de la comunidad y
todos aquellos miembros de la misma que deseen participar,
empleando sus capacidades, sus recursos materiales y
espirituales, y sus potencialidades, así como aquellos

10 INTRODUCCIONA A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Maritza Montero. Pág. 70

27
Excelencia Académica

provenientes de fuera que puedan y deseen obtener. Los valores


subyacentes son la democracia y la autonomía.

3. Prioridades, es decir, la jerarquización, por parte de las


personas de la comunidad participantes, de las necesidades o
acciones que se desea atender o cumplir. Este principio supone
una organización interna que diseña una estrategia de acción.
Los valores subyacentes son la organización y la autonomía.

4. Realizaciones, es decir, la necesidad de obtener logros, de


producir resultados en el sentido de la transformación deseada.
Tener productos concretos que muestren que la acción conjunta
ha dado resultados, lo cual estimula la conciencia y la
cooperación. Valores subyacentes: trabajo, cooperación,
conciencia y logro.

5. Estímulos, un principio que, al igual que el anterior, ha sido uno


de los aportes más conocidos y sólidos del conductismo. Lo que
este principio propone es la necesidad de que la comunidad en
general y en particular aquellos de sus integrantes que se
organizan en grupos de trabajo construyan y definan como
estímulos, tanto materiales como inmateriales, aspectos
relacionados con sus logros. Éstos pueden ser formas de
reconocimiento externo, la satisfacción por el éxito o la calidad
de la tarea realizada o el propio cambio o transformación
logrados.

28
Excelencia Académica

Estrategias de la Psicología Comunitaria

• Educación popular, mediante la


toma de conciencia. Trabajando con
grupos ya organizados con quienes
se negocian determinados objetivos.
Su labor principal es la entrega de
elementos que faciliten la toma de
conciencia.

• Salud mental comunitaria, mediante la psicología comunitaria se


busca entregar apoyo a los grupos de mayor riesgo que viven
situaciones problemáticas. Se asemeja a la psiquiatría comunitaria
porque se orienta más a problemas de salud mental.

• Actividades productivas, se ligan al objetivo de autogestión,


permiten mayor autonomía y poder.

• Desarrollo comunitario, vinculando la idea de generar trabajo


organizado.

1.4. Funciones del Psicólogo Comunitario


En la psicología comunitaria el rol del psicólogo toma un nuevo
rumbo, ya que no se ocupará únicamente de los aspectos clínicos en
coordinación con la carrera médica; sino además tendrá que
participar en los cambios sociopolíticos y económicos, así como en las
crisis sociales; es decir su área de trabajo abarcará los sectores de
salud, educación, justicia, bienestar social, etc.

29
Excelencia Académica

El psicólogo comunitario sería un participante - conceptualizador:


alguien que intenta cambiar las condiciones sociales de acuerdo con
la forma como él las comprende 11.

El papel de psicólogos y psicólogas comunitarios se convierte en el de


facilitadores, cuyo grado de compromiso con la comunidad contribuye
a que ésta se organice, discipline y participe activamente en la
solución de sus problemas, a través de la toma de conciencia de su
posición dentro de la sociedad y del cuestionamiento a la misma,
apoyada en la metodología de la investigación-acción participativa.

Hombrados (1996) 12, manifiesta que la Psicología Comunitaria no


constituirá un área académica independiente, si no que estaría
incluida dentro de la Psicología Social, específicamente con un rol de
ampliación del campo profesional.

Consecuentemente, el Psicólogo comunitario se define por sus roles


de analista de sistemas sociales, diseñador, planificador, organizador
y difusor de programas de intervención; consultor, educador, asesor,
mediador y experto en relaciones humanas, abogado social,
dinamizador, catalizador del cambio comunitario; facilitador del
desarrollo de recursos humanos y evaluador de programas de
desarrollo. En tal caso el Psicólogo comunitario sería un profesional
técnico especializado que interviene en problemas sociales desde un
método y en conjunto interprofesional. La Psicología comunitaria sería
una profesión no autónoma pero nutrida por un cúmulo de
conocimientos, métodos de las Ciencias Sociales, Psicología y
Psicología Social.

11 INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA CLINICA. Douglas Berstein y Michael Nietzel Pág.


494
12 http://www.monografias.com/trabajos16/psicologia-comunitaria/psicologia-comunitaria.shtml

30
Excelencia Académica

Entre las funciones que puede realizar un psicólogo en el ámbito


comunitario se encuentran 13:

1. Atención directa:

El psicólogo interviene directamente con la población, para la


evaluación, orientación y/o solución de problemas.

2. Asesoramiento y consultoría:

Dirigido al personal ó a la dirección de programas sociales. Se trata


de una intervención indirecta que orienta y asesora a aquellos que
están en contacto con la población objetivo.

3. Desarrollo solidario comunitario:

Intervenciones destinadas a construir


un tejido social solidario creando flujos
de apoyo en la comunidad. Promover
movimientos asociativos, impulsar la
generación de proyectos nacidos de las
propias necesidades de cada
comunidad, etc. Todo con la única
finalidad de alcanzar las metas que se proponga la comunidad.

4. Investigación:

Una función especialmente necesaria es la realización de


prospecciones, estudios y trabajos de investigación que
contribuyan al avance del cuerpo de conocimientos, que sustentan
esta actividad profesional.

13 http://www.psicolink.com/social_comun.asp#1

31
Excelencia Académica

5. Evaluación de programas de alcance social:

Se refiere al estudio de los componentes, procesos y resultados de


las intervenciones y programas de acción social.

Además de las técnicas y procedimientos que comparte con los


profesionales de otros campos, se pueden destacar algunos
aspectos metodológicos que caracterizan específicamente este
ámbito. A continuación los procedimientos, técnicas e instrumentos
usados por el psicólogo comunitario:

1. Intervenciones grupales: El psicólogo Social / Comunitario


trabaja frecuentemente con grupos para alcanzar sus objetivos.
Sus intervenciones se centran en el desarrollo de la solidaridad,
la participación ciudadana, habilidades de trabajo en equipo, etc.

2. Intervenciones en el grupo familiar: El grupo familiar es un


caso de intervención específico con objetivos propios. Se trata de
evaluar al grupo familiar como en los casos de desamparo
infantil, tercera edad, o competencias de la familia para cumplir
con sus obligaciones.

3. Técnicas de mediación: En situaciones donde entran en


conflicto los intereses de distintos grupos o personas, para
intentar reducir estos conflictos sociales y avanzar en la
resolución de problemas.

4. Técnicas de investigación social: Encuestas, Grupos


estructurados, Paneles de discusión, indicadores sociales, etc.,
permiten al profesional cumplir con sus funciones de
investigación y evaluación.

32
Excelencia Académica

1. Investiga y discute con tus compañeros sobre la teología de la


liberación; luego elabora una opinión crítica (personal) sobre su aporte
a la psicología comunitaria.
2. Entrevista a un psicólogo (a) que realice los roles que competen al
psicólogo comunitario, comenta cuáles son las estrategias que utiliza.
3. Realiza una investigación sobre las instituciones estatales y privadas,
que requieran de los servicios de un psicólogo comunitario en nuestra
comunidad.

PRIMERA UNIDAD

1. Con un ordenador de conocimientos explica el proceso histórico de la


Psicología Comunitaria.
2. Define en cinco líneas, cuál es el objeto de estudio de la psicología
comunitaria.
3. Con un mapa mental responde a la pregunta ¿Qué principios son
indispensables para la psicología comunitaria?
4. ¿Cuál es la labor del Psicólogo comunitario en nuestro medio?

33
Excelencia Académica

COMUNIDAD Y REDES COMUNITARIAS

OBJETIVO:

Valorar la importancia del sentido de comunidad y


las redes comunitarias en el afrontamiento de
problemas sociales.

2.1. Definición de comunidad.


Para poder hablar de Psicología Comunitaria, necesariamente
tenemos que definir cuál es el significado de comunidad, para
alcanzar los objetivos de esta rama de la psicología, considerando
que es la comunidad la protagonista de su propio proceso de
desarrollo, cambio o mejoramiento.

34
Excelencia Académica

Comunidad es un modelo, un
patrón, no es posible ver una
comunidad, o tocarla, o
apreciarla directamente con
los sentidos. Al igual que una
«colina» o un «copo de
nieve», una comunidad puede
tener diferentes formas,
tamaños, aspectos o
ubicaciones, no hay dos iguales.

Se denomina comunidad a un sistema o grupo social de raíz local,


que se diferencia en el seno de la propia sociedad de que es parte en
base a características, particularidades e intereses compartidos por
sus miembros y sus subsistemas que incluyen: localidad geográfica,
interdependencia, interacción psicosocial estable, con un sentido de
pertenencia a la comunidad e identificada con sus símbolos e
instituciones. La comunidad está generalmente dotada de una
organización institucional entre sociedad e individuos prestando las
funciones sociales de socialización, comunicación, bienestar social,
salud, educación, etc.) con relevancia local.

En el aspecto psicológico es necesario aclarar, que la comunidad


posee una percepción de similitud con otras personas,
interdependencia, voluntad de mantener la interdependencia y
pertenecer como comunidad a un todo mayor.

Alipio Sánchez 14 expone 5 componentes básicos para definir una


comunidad.

14 http://www.monografias.com/trabajos16/psicologia-comunitaria/psicologia-comunitaria.shtml

35
Excelencia Académica

• Localización geográfica de base, que les permite ubicarse y


compartir recursos.
• Estabilidad temporal, mínimo de tiempo compartido entre las
personas.
• Instalaciones, servicios y recursos materiales compartidos:
escuelas, parques, mercados, plazas, etc.; porque además de
constituir infraestructura, es la matriz que facilita un intercambio
relacional fundamental entre los miembros; en otros términos son
la base material de la prestación de servicios.
• Estructuras u organización social: culturales, políticos, económicos.
• Componente psicológico: sentido de pertenencia individual y la
validación de los lazos con la comunidad.

Maritza Montero 15, define a la comunidad de la siguiente manera: es


un grupo en constante transformación y evolución (su tamaño puede
variar), que en su interrelación genera un sentido de pertenencia e
identidad social, tomando sus integrantes conciencia de sí como
grupo, y fortaleciéndose como unidad y potencialidad social.

Naturaleza de las comunidades 16:

Una comunidad no es sólo la gente que la compone. Generalmente,


una comunidad ya existía antes de que naciera ninguno de sus
residentes actuales, y lo normal es que siga existiendo cuando hayan
desaparecido. En una comunidad puede haber miembros que se
hayan trasladado temporalmente a otros lugares. Quizá en algún
momento quieran regresar, pero no todos lo hacen.

15 INTRODUCCION A AL PSICOLOGIA COMUNITARIA Maritza Montero Pág. 100


16 http://www.scn.org/mpfc/whats.htm

36
Excelencia Académica

Hay comunidades que, en algunos sentidos, ni siquiera tienen una


ubicación física, sino que están delimitadas por ser un grupo de
personas con intereses comunes.

Es un conjunto de interacciones, comportamientos humanos que


tienen un sentido y expectativas entre sus miembros. No sólo
acciones, sino acciones basadas en esperanzas, valores, creencias y
significados compartidos entre personas.

Una comunidad tiene vínculos confusos:

Cuando la comunidad en concreto es un pueblecito, separado por


unos kilómetros de otros pueblos en una zona rural, sus vínculos
parecen simples a primera vista. Puede parecer que este patrón de
interacción humana sólo consiste en los residentes de esa zona, de
ese pueblo.

Pero los residentes interactúan también con gente de fuera del


pueblo. Se casan con personas de otros sitios, y pueden trasladarse o
traer a la esposa a vivir con ellos. Al cabo de un tiempo, los
residentes de ese pueblo tendrán hermanas, hermanos, primos,
padres y otros parientes viviendo en otra parte. Los vínculos de esa
comunidad ya no son tan precisos.

Pueden darse comunidades dentro de comunidades mayores, como


provincias, regiones, grupos étnicos, países y otros tipos. Puede
haber matrimonios y otras interacciones que relacionen pueblos en
ambos extremos de un país.

Las comunidades pueden trasladarse, cuando la tecnología no se basa


en la agricultura local, los residentes de una comunidad pueden ser
físicamente móviles.

37
Excelencia Académica

Puede tratarse de pastores nómadas que recorren grandes distancias


con su ganado. Pueden ser grupos de pescadores que se trasladan de
vez en cuando a donde se encuentra el pescado. Pueden ser
cazadores que cambian de lugar siguiendo a las manadas.

Las comunidades urbanas son especiales, una comunidad puede ser


un pequeño grupo de varios hogares de gente con un origen común.
A su vez, esa comunidad puede formar parte de una comunidad de
vecinos, un barrio o cualquier otra división urbana local.

Según los vínculos se hagan más amplios, habrá una mayor


heterogeneidad (diferencias de origen, idioma, religión y otros rasgos
que conforman una identidad común). A su vez, formará parte de una
municipalidad, que a su vez pertenecerá a la aglomeración que
compone una ciudad mayor.

En general (con excepciones), una comunidad urbana tiene vínculos


más imprecisos, es más difícil de delimitar, es más heterogénea, más
compleja, más difícil de organizar utilizando métodos ordinarios de
desarrollo de comunidades, y tiene metas más complejas y
sofisticadas que las comunidades rurales.

Un asentamiento humano, o comunidad, no es solamente un


conjunto de casas. Es una organización (social y cultural) humana.
Tampoco es sólo un conjunto de individuos humanos. Es un sistema
sociocultural: está organizado socialmente. Esto significa que usted
necesita conocer algunas cosas sobre el concepto de sociedad, que
enseña la sociología. La comunidad tiene una vida propia que va más
allá de la suma de todas las vidas de sus residentes.

Como organización social, una comunidad es cultural. Esto significa


que es un sistema de sistemas, y que se compone más de cosas que

38
Excelencia Académica

se aprenden que de factores transmitidos por genes y cromosomas.


Todos los elementos culturales de una comunidad, desde su
tecnología a sus creencias compartidas, pueden transmitirse y
guardarse por medio de símbolos. Una institución social como es una
comunidad crece desde dentro de una forma orgánica.

2.2. Sentido de comunidad.


En la Psicología Comunitaria, el rol del psicólogo es resolver las
situaciones que enfrenta la comunidad de forma inmediata, pero
además tiene como meta el fortalecimiento de la capacidad de una
comunidad o subcomunidad para planear y crear su propio cambio. El
acento en la importancia de este aspecto se refleja en el fenómeno
que Sarason (1974) 17 denomina “la sensación psicológica de
comunidad”.
Los psicólogos comunitarios crean esa sensación de comunidad al
fomentar el desarrollo de los puntos fuertes de las personas en lugar
de eliminar sus debilidades. La meta que consiste en el aumento de la
eficiencia de una comunidad y en la sensación de un fin común
requiere que los psicólogos comunitarios toleren o hasta aumenten
las diferencias positivas en las personas que ellos tratan. Las formas
como una comunidad garantiza su seguridad, educa a sus niños,
protege su ambiente,
promueve su salud y establece
un estilo de vitalidad
solamente representan una
pequeña porción de los medios
disponibles para lograr los
fines que se desean. El
psicólogo comunitario que en

17 INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA CLINICA. Douglas Berstein y Michael Nietzel Pág.


499

39
Excelencia Académica

verdad trabaja con éxito ayudará a las personas a crear varias


alternativas efectivas a las instituciones sociales que existen, al
manejar sus diferencias y preferencias culturales como ventajas en
lugar de defectos.

McMillan (1996) y McMillan y Chavis (1986) definen el sentido de


comunidad 18 como el "sentido que tienen los miembros [de una
comunidad] de pertenecer, el sentimiento de que los
miembros importan los unos a los otros y al grupo. Y una fe
compartida de que las necesidades de los miembros serán
atendidas mediante su compromiso de estar juntos". A partir
de esta definición basada en la afectividad señalan cuatro
componentes del sentido de comunidad 19.

• Membresía: abarca la historia y la identidad social compartida


por los miembros, los símbolos comunes, la seguridad y el apoyo
emocional, la inversión personal en la comunidad; los derechos y
deberes provenientes de esa membresía, las gratificaciones por el
hecho de pertenecer a la comunidad, y finalmente los límites de la
membresía, que son sumamente difíciles de demarcar, pues
cambian constantemente y son imprecisos, a la vez que muy
importantes para el sentimiento de pertenencia. Consiste en el
sentimiento de haber invertido parte de sí mismo en la comunidad, y
de pertenecer a ella. Concretamente, esto conlleva (a) la delimitación
de una frontera entre los miembros y los que no lo son, (b) la
existencia de un sistema de símbolos compartidos, (c) la experiencia
de seguridad emocional, (d) la inversión personal en la comunidad y,
(e) el sentimiento de pertenencia e identificación.

18 INTRODUCCION A AL PSICOLOGIA COMUNITARIA Maritza Montero Pág. 104


19 http://personal.us.es/isidromj/php/wp-content/uploads/2007/07/apuntes-sentido-de-
comunidad.pdf

40
Excelencia Académica

• Influencia: la capacidad de inducir a otros a actuar de una cierta


forma, así como de ser consultados o de que su opinión sea
escuchada y pese en la comunidad. Asimismo, se considera también
la capacidad percibida de que una persona sea influida por el
grupo, al igual que la de que la comunidad pueda influir en sus
miembros y sobre otros grupos. Este componente implica la
cohesión y la unidad del grupo, así como, según el caso, la
conformidad que pueda darse dentro de él. Las personas se sienten
más atraídas por los grupos en los que pueden ejercer influencia. En
esta línea, no es infrecuente encontrar en las comunidades una
estructura centro-periferia, en la que los individuos con un
sentimiento más fuerte de comunidad son las más activos en las
dinámicas del grupo y se convierten en un referente para el resto de
participantes.

• Integración y satisfacción de necesidades: se refiere a los


beneficios que la persona puede recibir por el hecho de pertenecer
a la comunidad en términos de estatus, respeto, valores
compartidos, popularidad y ayuda material y psicológica en
momentos de necesidad. Por ejemplo, las redes comunitarias son
muy efectivas en este sentido. Según Fyson (1999: 352), este
componente es el que permite comprender por qué son diferentes
"un grupo de personas en una relación organizacional (institucional,
mecánica) y uno donde hay una experiencia de comunidad
transformadora", ya que las necesidades en el segundo son definidas
y satisfechas por los propios miembros, compartiendo sentimientos y
responsabilidades.

• Compromiso y lazos emocionales compartidos: pertenecer a


una comunidad significa compartir fechas y acontecimientos
especiales, conocer a la gente por su nombre y sobrenombre,

41
Excelencia Académica

mantener relaciones estrechas y afectivas con muchas personas,


saber que se cuenta con ellas en momentos de alegría y de tristeza.
Según McMillan y Chavis (1986) este es el componente fundamental
en el sentido de comunidad, que está basado en relaciones afectivas.
Los miembros reconocen la existencia de un lazo compartido. Este
vínculo es el resultado del contacto positivo prolongado y de
participar de experiencias y una historia comunes.

2.3. Redes comunitarias y funciones

REDES COMUNITARIAS 20
Un ejemplo de red es la atarraya, una red que utilizan los
pescadores caribeños; puede tener forma circular o rectangular y
ser de diferentes medidas, está hecha de hilos entrelazados y
asegurados mediante nudos, posee plomos para dar peso y solidez
al conjunto, a fin de que se mantenga en el agua en al posición
adecuada, y tiene flotadores que le indican al pescador donde se
encuentra y que no permiten que se hunda en su totalidad. Las
distancias entre los nudos son diferentes, de tal modo que los
agujeros son más o menos grandes, permitiendo que sea usada
para uno u otro tipo de especie mariana; cuanto más grande es la
red más peces captura, o sea el logro es mayor. Esta comparación
es útil porque muestra varias cualidades necesarias para una red
comunitaria:

• Mientras más amplia, más resultados producirá.


• Aunque tiene como fin la captación de recursos, incluye la
posibilidad de discriminar entre los recursos que puedan
presentarse.
• Su forma puede variar.

20 TEORIA Y PRÁCTICA DE LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Maritza Montero Pág. 181

42
Excelencia Académica

• Su capacidad y solidez proviene de la interrelación de las partes.


• Tiene ciertos mecanismos que regulan su dirección.
• Tiene formas de advertir su posición.

Desde la perspectiva psicosocial comunitaria definiremos las redes de


organización comunitaria como un entramado de relaciones que
mantiene un flujo y reflujo constante de informaciones y mediaciones
organizadas establecidas en por de un fin común: el desarrollo,
fortalecimiento y alcance de metas específicas de una comunidad en
un contexto particular.

Los aspectos clave en esta definición son la complejidad de las


relaciones (entramado), dad la diversidad de actores implícitos
(diversidad de edades, género, formación), la multiplicidad de estilos
para establecer y mantener dichas relaciones y la movilidad de los
elementos o aspectos de intercambio en por del objetivo previsto,
vinculado al desarrollo comunitario. De allí se desprende una serie de
características que en conjunto nos permite identificar los procesos
de redes comunitarias dentro de la organización.

TIPO DE REDES
Estos tipos no son excluyentes, se entrecruzan y combinan
complementándose. La clasificación presentada a continuación está
basada en el planteamiento de Maritza Montero en su texto “Teoría y
Práctica de la Psicología Comunitaria”

43
Excelencia Académica

1. Con respecto a los actores involucrados en las redes, éstas


pueden ser: interpersonales (se da entre diferentes miembros de
la comunidad que no están adscritos a ningún grupo organizado),
intergrupales (están constituidas por diferentes grupos),
interinstitucionales (conformada por varias instituciones para
alcanzar un fin común) y combinadas (incorporan actores sociales
de cualquiera de las redes antes mencionadas).

2. De acuerdo al ámbito que abarcan las redes pueden ser:


intracomunitarias (se establecen internamente dentro de una
comunidad) e intercomunitarias (se refieren a las conexiones
entre miembros de dos o más comunidades).

3. De acuerdo a su funcionamiento las redes pueden ser:


circunstanciales (se activan en un momento particular para
solventar una situación específica, desapareciendo luego) y
estables (mantienen los mecanismos de relación e intercambio de
manera permanente).

4. De acuerdo a su reconocimiento existen redes: invisibles (porque


los miembros no toman conciencia de que forman una red) o
visibles (cuando en la comunidad son aceptadas y reconocidas por
todos).

5. De acuerdo a su estructura una red puede ser: espontánea (se


establecen espontáneamente en las relaciones cotidianas de su
miembros y son flexibles) o estructurada (son de carácter formal
y deductivo, su organización está establecida y estructurada
previamente a su formación).

44
Excelencia Académica

FUNCIONES
Las redes sociales son grupos que juntan con una determinada
finalidad, entre las más importantes tenemos 21:

• Permitir el desarrollo de relaciones informales propicias para la


integración social.
• Aceptar la diversidad y el respeto por el otro, a la vez que se busca
el consenso sobre ciertos objetivos.
• Permitir, fomentar, fortalecer y canalizar la participación social.
• Aceptar y aprovechar el valor constructivo de los conflictos, usando
la negociación como instrumento para lograr metas.
• Abrir espacio a la creatividad e innovaciones.
• Responder a las necesidades con una orientación que busca
solucionar problemas y producir recursos o mejorar su utilización.
• Difundir la información y el conocimiento producido ene la
comunidad.
• Movilizar a la comunidad, incorporándola en la solución de
conflictos.
• Generar procesos de problematización y concientización al ser un
espacio reflexivo.
• A través de las redes, cada entidad que forma parte de ellas puede
concentrarse en aquello que es su misión específica, delegando en
otra aquellas funciones que son parte esencial de su contenido
institucional.

Una red no se trata de un grupo de personas como en una


organización o institución, no es un conjunto de personas aisladas. La
distribución de roles y responsabilidades no están preestablecidas,
como en las instituciones. La estructura funcional de las redes tiende

21 TEORIA Y PRÁCTICA DE LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Maritza Montero Pág. 188

45
Excelencia Académica

a la horizontalidad, nunca hacia la verticalidad como en el caso de las


instituciones u organizaciones.

Es difícil saber cuando y cómo se forma una red, porque al notar su


existencia ya está funcionando como tal. Las relaciones comunitarias
existen antes de las actividades de intervención o investigación.
Parte importante del trabajo comunitario en psicología es evidenciar
la presencia y estructura de las redes. Las relaciones en las redes son
bastante dinámicas y cambiantes, pueden ser más intensas y
frecuentes.

2.4. Teoría de Sistemas, Modelo Ecológico y Comunidad

TEORIA GENERAL DE SISTEMAS

Bertalanffy criticaba la visión del mundo fraccionada en diferentes


áreas como física, química, biología, Psicología, sociología, etc. Estas
son divisiones arbitrarias que presentan fronteras sólidamente
definidas, así como espacios vacíos (áreas blancas) entre ellas. La
naturaleza no está dividida en ninguna de esas partes. La teoría
general de los sistemas afirma que las propiedades de los sistemas
no pueden describirse significativamente en término de sus
elementos separados. La comprensión de los sistemas sólo ocurre
cuando se estudian globalmente, involucrando todas las
interdependencias de sus partes. El agua es diferente del hidrógeno y
del oxigeno que la constituyen. El bosque es diferente de cada uno de
sus árboles.

La Teoría General de Sistemas se fundamenta en tres premisas


básicas:

46
Excelencia Académica

1. Los sistemas existen dentro de sistemas. Las moléculas existen


dentro de células, las células dentro de tejidos, los tejidos dentro
de órganos, los órganos dentro de un organismo y así
sucesivamente.

2. Los sistemas son abiertos. Esta premisa es consecuencia de la


anterior. Cada sistema que se examine, excepto el menor o el
mayor, recibe y descarga algo en los otros sistemas, generalmente
en los contiguos. Los sistemas abiertos se caracterizan por ser un
proceso de intercambio infinito con su ambiente, constituido por los
demás sistemas.

3. Las funciones de un sistema dependen de su estructura para los


sistemas biológicos y mecánicos, esta afirmación es intuitiva. Los
tejidos musculares, por ejemplo, se contraen porque están
constituidos por una estructura celular que permite contracciones
para funcionar.

Esta teoría, tal como lo afirma Kuhn (1996), facilita el análisis en un


medio complejo y dinámico, considerando las interrelaciones entre los
subsistemas, así como las interacciones entre el suprasistema. Ella,
también posee un medio para el entendimiento de los aspectos
sinérgicos. Esta forma conceptual permite considerar las
organizaciones, individuos dinámica de grupos pequeños y fenómenos
de grandes grupos dentro de las restricciones del sistema ambiental
externo. Según Kuhn (1996), el enfoque de sistemas, es la base para
la aplicación de estrategias de productividad, dado que un sistema, es
una estructura organizada y unitaria, compuesta de dos o más
elementos o partes interdependientes, componentes o subsistemas
delineados por límites identificables que lo separan de su
suprasistema ambiental.

47
Excelencia Académica

Las teorías tradicionales de la organización humana ven a ésta como


un sistema cerrado, también llamado mecánico. Esa tendencia ha
llevado a no considerar los diferentes ámbitos organizacionales y la
naturaleza de la dependencia organizacional con relación al ambiente.
La palabra sistema tiene muchas connotaciones; por ejemplo, Devries
(1996), la ha definido como “Un conjunto de elementos
interdependientes e interactuantes; un grupo de unidades
combinadas que forman un todo organizado, cuyo resultado (output)
es mayor que el resultado que las unidades podrían tener si
funcionan independientemente” (p.76). La teoría general de los
sistemas afirma que las propiedades de los sistemas no pueden ser
descritas significativamente en términos de sus elementos separados.
La comprensión de los sistemas solamente se presenta cuando se
estudian los sistemas globalmente, involucrando todas las
interdependencias de sus subsistemas.

De la misma manera como funcionan los sistemas, actúan las redes


comunitarias, permitiendo una interacción fluida entre sus miembros
y con otras comunidades; logrando de esta manera alcanzar sus
objetivos y el desarrollo de todos los miembros de la comunidad.

MODELO ECOLÓGICO Y REDES SOCIALES

El modelo ecológico de desarrollo humano de Bronfenbrenner (1979),


referido por Ripoll (1988, 1992) 22, entre otros autores, ofrece una
compresión de la compleja y permanente interacción de las personas
con sus ambientes más o menos inmediatos, donde integrar la
estructura y dinámica de las redes sociales y las transacciones de
apoyo que se generan en éstas.

22 http://almazcruz.wordpress.com/teoria-ecologica-de-bronfenbrenner/

48
Excelencia Académica

Bronfenbrenner concibe el ambiente como un conjunto de


estructuras seriadas. El nivel más interno de estas estructuras lo
forman los entornos inmediatos que contienen a la persona en
desarrollo, llamados MICROSISTEMAS (familia, escuela o trabajo,
barrio…). En el siguiente nivel se sitúan las relaciones entre esos
entornos inmediatos de la persona, que formarían el MESOSISTEMA.
En el tercer nivel se sitúan los entornos donde la persona no está
presente pero es influida por ellos, nivel de EXOSISTEMA. Y en el
cuarto nivel se sitúan los factores socioeconómicos y culturales de
tipo macrosocial, que constituiría el MACROSISTEMA, Garbarino
(1983) ubica las redes sociales en el mesosistema definido por
Bronfenbrenner. Las redes sociales desde este punto de vista se
formarían a partir de las interconexiones de los distintos
microsistemas (familia, vecinos, amigos, compañeros de trabajo).

MICROSISTEMA
Entorno directo:
familia, escuela,
barrio…

MESOSISTEMA
Relación entre
microsistemas.

EXOSISTEMA
Otros entornos
influyentes en las
personas.

MACROSISTEMA
Organización social
y cultural.

49
Excelencia Académica

El modelo ecológico supone una herramienta conceptual que permite


integrar conocimientos, examinarlos con una perspectiva particular,
elaborar nuevas hipótesis y brindar un encuadre teórico a partir del
cual se puedan elaborar estrategias de intervención en la comunidad
(Caron, 1992). Las investigaciones interculturales de
Bronfenbrenner le hicieron reflexionar sobre la capacidad del ser
humano de adaptación, tolerancia y creación de ecologías en las que
vive y se desarrolla.

La orientación ecológica en la intervención comunitaria tiene por


objeto de trabajo la interacción de la persona y su ambiente. A la
persona se la ve en permanente desarrollo y se concibe éste como
un cambio perdurable en el modo en que una persona percibe su
ambiente y se relaciona con él.

Los distintos ambientes definidos en el modelo ecológico son a su


vez sistemas, funcionando como tales, en los cuales el ser humano
es un elemento más. Dentro de estos sistemas, los aspectos físicos
(vivienda, configuración de un barrio, ruidos…) son también
elementos en interacción que han de ser considerados en la
valoración e intervención comunitaria.

Los modelos ecosistémicos describen los procesos adaptativos e


inadaptativos de las personas y los factores situacionales e
individuales que median en esos procesos. La aportación de
Dohrenwend (1974, 1978) se aproxima a una comprensión
ecosistémica de los procesos de inadaptación. Esta autora elaboró
un modelo conceptual de inadaptación que se apoya en el concepto
de “Tensión psicológica”, y no necesariamente psicopatológica,
frente a acontecimientos vitales estresantes. Además, consideró “el
crecimiento psicológico como un posible resultado del proceso de

50
Excelencia Académica

reacción frente al estrés” (Dohrenwend y Dohrenwend, 1974).


También definió como factores situacionales moderadores del estrés
predictores de adaptación, la presencia de recursos materiales y de
una red de redes sociales. Un concepto con importantes
implicaciones en apoyo social y como factores psicológicos, las
aspiraciones, valores y competencias personales. Caron (1992)
integra los postulados de Dohrenwend en la perspectiva
ecosistémica y describe los factores que pueden variar los procesos
de adaptación de las personas. Estos son:

 La calidad de los microsistemas.


 La explotación adecuada de los microsistemas.
 La estabilidad de los microsistemas.
 Las competencias y habilidades de los roles requeridos en los
microsistemas.
 Las competencias cognoscitivas y la estima de si mismo.
 Las predisposiciones biológicas.

Si reflexionamos, sobre los anteriores postulados aplicándolos a los


distintos colectivos usuarios de los Servicios Sociales y a contextos
marginales, podremos entender desde la perspectiva ecosistémica
los procesos adaptativos e inadaptativos que en ellos se generan. La
perspectiva ecosistémica nos permite conocer las interacciones
entre los microsistemas de las personas y, por tanto, dónde y cómo
surgen las redes de apoyo social, como funcionan y qué papel
pueden desempeñar los profesionales en y con ellas (Garbarino,
1985) 23.

23 Villalba Quesada, Cristina. Redes Sociales. Revista sobre igualdad y calidad de vida.
1993. Vol 2. España, 2003. Pp 8 – 9.

51
Excelencia Académica

1. Identifica una red en tu propia comunidad y luego de observarla,


explica qué características tiene.
2. Elabora un mapa mental de tus propias redes considerando el modelo
ecológico sistémico.
3. Luego de participar en una comunidad terapéutica, realiza un
comentario sobre la importancia del apoyo social en esta.

SEGUNDA UNIDAD

1. ¿Cuál es el concepto de comunidad?


2. ¿Qué es necesario para lograr el sentido de comunidad en las
personas?
3. ¿Qué funciones debe cumplir una red comunitaria?
4. Escribe V si la frase es verdadera y F si es falsa:
a. Una comunidad es un grupo de personas que tienen un lugar de
residencia común ( )
b. El sentido de comunidad surge gracias a una inadecuada interacción
social ( )
c. La influencia que ejerce la comunidad en un individuo y viceversa
es un componente del sentido de comunidad ( )
d. El modelo ecológico fue planteado por Bertalanffy ( )
e. Las redes comunitarias se encuentran dentro del mesosistema ( )

52
Excelencia Académica

PODER, PARTICIPACION Y DEMOCRACIA EN PSICOLOGIA


COMUNITARIA

OBJETIVO:

Comprender la influencia de la participación


comunitaria en el cambio social.

3.1. Poder y control de la comunidad.


El poder es definido como la capacidad de hacer que otros ejecuten
las acciones que deseamos que sean llevadas a cabo, que otras
personas se comporten según las intenciones y deseos de un agente
específico. Esto puede ocurrir por la fuerza, por la seducción o por el
propio convencimiento. Según esta idea, el poder es algo que poseen
algunas personas, dentro de la sociedad, mientras está ausente de
otras 24.

24 TEORIA Y PRÁCTICA DE LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Maritza Montero Pág. 38

53
Excelencia Académica

Según Parsons, el concepto de "poder se usa para referirse a la


capacidad de una persona o grupo, para imponer de forma recurrente
su voluntad sobre otros".

El poder y el control deben ser ejercidos por la comunidad si se


quiere alcanzar objetivos que beneficien a toda la comunidad.
Considerando que muchas veces el poder es mal utilizado, es cuando
se convierte en un peligro para todos, si se mal utiliza. Por otro lado
si se tiene poder y no se utiliza, se corre el riesgo de afectar a la
comunidad también.

3.2. Liderazgo y poder


El liderazgo es un proceso que se da
dentro de una comunidad o grupo social.
El liderazgo permite al líder poder, para
organizar y dirigir a la comunidad al logro
de las metas que se han propuesto como
grupo.

Sin embargo para que un líder sea representante o facilitador dentro


de una comunidad es preciso que todos los miembros de la misma,
reconozcan en él las cualidades necesarias como para poder asumir
ese rol y tener el poder.
Rallph M. Stogdill, sostiene que se entenderá el liderazgo como el
proceso de dirigir las actividades de los miembros de un grupo y de
influir en ellas. Esta definición tiene cuatro implicaciones importantes:

 En primer término, el liderazgo involucra a otras personas: los


miembros del grupo; ayudan a definir la posición del líder y
permiten que transcurra el proceso del liderazgo.

54
Excelencia Académica

 En segundo, el liderazgo entraña una distribución del poder. Los


miembros del grupo no carecen de poder; pero por regla general,
el líder tendrá más poder.

 El tercer aspecto del liderazgo es la capacidad para usar las


diferentes formas del poder para influir en la conducta de los
demás miembros, de diferentes maneras.

 El cuarto reconoce que el liderazgo es cuestión de valores:


transparencia, respeto, responsabilidad, solidaridad e igualdad.

3.3. Participación y democracia en la comunidad.

Las definiciones de participación


siempre involucran estar inmersos
en un contexto social, en un
colectivo. Es así que Giovanni
Sartori sostiene que se debe
entender la participación como un
tomar parte, personalmente; un
tomar parte activo, que
verdaderamente sea mío, decidido y
buscado libremente por mí.
La participación entonces, necesita
de la voluntad de cada individuo
para ser realidad, es imposible
pensar en una participación forzada u obligatoria, se necesita asumir
compromisos y responsabilidades, por lo tanto debe ser voluntaria.

Participar, es algo que va más allá de la simple asistencia a un grupo,


de formar parte de él. Participar es lo que permite que cada persona

55
Excelencia Académica

haga aportes decisivos para la vida en común, con el propósito de


cambiar o mejorar cualquier situación. Las personas tienen
necesidades comunes que serán mejor atendidas, si se suman las
voluntades y los esfuerzos de cada quien.

Considerando que la democracia es el “gobierno del pueblo”, es decir


el pueblo (el grupo de ciudadanos) es el soberano, el que decide y
gobierna, es posible que los ciudadanos están en iguales condiciones
de decidir aquello que más nos conviene y porque son capaces de
elegir la mejor opción entre varias alternativas. Es preciso, entonces
que para que exista democracia los ciudadanos participen
activamente en el desarrollo de su comunidad.

Participación comunitaria
La participación comunitaria es aquella que se realiza en el
seno de comunidades concretas. Esta participación se interpreta
como política en el sentido de que son acciones organizadas
que intentan incidir en los asuntos públicos que afectan a cierta
comunidad de personas y, además, también se puede leer como
participación asociativa, ya que normalmente procede de grupos
organizados, que pueden ser tanto formales como informales y
seguir vías institucionales o instituyentes.

Se asume que el sentimiento de pertenencia de las personas


al grupo genera una motivación hacia la participación, un deseo
de actuar con los demás para el logro de objetivos comunes. Esta
participación desarrolla al mismo tiempo un sentimiento de
confianza en que las recompensas serán distribuidas de forma
colectiva, precisamente porque las necesidades son compartidas y
porque la participación de cada persona constituye una garantía de
control para que así suceda.

56
Excelencia Académica

Características de la participación comunitaria

En la literatura sobre participación comunitaria se establece una


serie de características de la misma 25:

• No es un estado estable, sino un proceso constituido en varios


momentos, durante los cuales los sujetos involucrados se forman
y forman a otras personas en el manejo de conocimientos y
destrezas que dependen de la naturaleza de la experiencia
participativa.

• Es un proceso educativo no formal que se desarrolla en las


relaciones interpersonales establecidas durante la práctica misma
de la participación.

• Es inclusiva: requiere que se involucren todos los integrantes del


grupo, independientemente del género o la edad.

• Ocurre como una decisión voluntaria de las personas, que


se adopta en función de la calificación que el participante le
atribuye al proyecto respectivo, pero también por el sentimiento
de incomodidad que le genera la no participación.
• Su eficacia está en función no sólo de la unión de la
comunidad, sino también de su organización, en la que se
distingue el papel que desempeñan los líderes del grupo.

• Se mueve hacia el logro de las metas compartidas, lo cual


funciona como fines que la orientan.

25 INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Gonzalo Musitu Pág. 85

57
Excelencia Académica

• Está vinculada a la creación de un clima de democracia


participativa en la organización que promueva la accesibilidad a
los líderes y su control por parte de los participantes.

Podemos ver que en las diferentes características de la


participación comunitaria se enfatizan los elementos de democracia
interna, necesaria para desarrollar una participación plena de las
diferentes personas en el seno del grupo comunitario que
desarrolla acciones de transformación social.

Las razones de la participación no sólo remiten a las características o


voluntad individual de algún miembro de la comunidad, sino también
a los grados de apertura que puede tener un proceso participativo,
dado para la inclusión de diferentes personas en su seno y para el
logro de elevados grados de democracia interna. Asimismo, se
relaciona con la evaluación que hacen las personas sobre la
importancia del problema que debe tratarse, las posibilidades de
efectividad de la acción que se quiere desarrollar y el grado de
autonomía que se pueda lograr para dicha acción.

El proceso de participación depende de múltiples factores


relacionados: individuales, grupales y contextuales, es necesario
atender a todos estos elementos que intervienen.

3.4. Empoderamiento en la comunidad.

El concepto de empowerment 26, refleja el interés por proporcionar


protagonismo en la vida social, tanto de los individuos como
de las organizaciones y las comunidades. Una de las primeras
consecuencias de esta forma de analizar los problemas, es cómo se

26 INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Gonzalo Musitu Pág. 98

58
Excelencia Académica

manejan los valores de los participantes y cómo se trabaja con la


diversidad cultural, puesto que aquí el objetivo no consiste en
asimilar a las personas a sistemas de valores mantenidos por los
profesionales o por la sociedad. Se trata de buscar conjuntamente
espacios de acción y reflexión que permitan restaurar o alcanzar
el protagonismo de personas, organizaciones y comunidades,
independientemente de sus valores y creencias.

Empowerment, literalmente puede ser traducido como 'empoderar',


es decir, dar poder, dotar de poder, pero el término
empowerment se traduce generalmente no como empoderar, sino
como potenciación o fortalecimiento. Ahora bien, ¿qué es en
realidad la potenciación o el empowerment?, tres definiciones nos
pueden servir para comprender este concepto 27:

• Para su creador, es decir, para Rappaport (1981) la potenciación


es el proceso por el que las personas, organizaciones y
comunidades adquieren control y dominio de sus vidas.
• Para el Cornell Empowerment Group, la potenciación es un
proceso intencionado y progresivo que, centrado en la comunidad
local, fundamentado sobre el respeto mutuo, la reflexión crítica, la
ayuda natural y la participación en estructuras sociales de la
comunidad, permite a aquellos que no comparten por igual los
recursos tener un acceso y un control sobre los mismos.
• Para Poweil (1990) el empowerment es el proceso por el
que los individuos, grupos y comunidades llegan a tener la
capacidad de controlar sus circunstancias y de alcanzar sus propios
objetivos, luchando por la maximización de la calidad en sus vidas.

27 INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Gonzalo Musitu Pág. 103

59
Excelencia Académica

El empoderamiento se refiere a que las personas y/o grupos


organizados cobren autonomía en la toma de decisiones y logren
ejercer control sobre sus vidas basados en
el libre acceso a la información, la
participación inclusiva, la responsabilidad y
el desarrollo de capacidades. Así, el
empoderamiento viene a ser una esfera
superior en los procesos de organización
social.

Aproximaciones a la noción de empoderamiento 28


En el contexto de una estrategia de intervención social, es posible
definir el empoderamiento como el proceso selectivo, consciente e
intencionado que tiene como objetivo igualar oportunidades entre los
actores sociales. Es selectivo ya que el criterio central es el de
identificar y contribuir con la transformación de sectores sociales
excluidos. Su transformación hace más equilibradas las relaciones de
poder y quienes han sido excluidos tienen posibilidades de ser actores
de su propio desarrollo.

En las teorías sobre motivación en psicología, el poder y el control


son factores internos del individuo a tener en cuenta. De acuerdo con
McClelland (1975) los individuos tienen una necesidad de sentir
poder, entendido como la capacidad de influenciar y controlar a otros.
Deci (1975) lo cataloga como la posibilidad de autodeterminación y
Bandura como las creencias en la autoeficacia (1986). Dentro de esta
perspectiva el tema tiene que ver con una motivación y disposición
interna hacia el poder.

28 http://www.caf.com/attach/19/default/MargaritaCanal,Incidenciaenelempoderamiento.pdf

60
Excelencia Académica

Desde los estudios sobre organizaciones, Conger y Kanungo (1988)


plantean como el empoderamiento ha sido un “constructo” estudiado
para explicar la eficacia organizacional. El concepto de
empoderamiento es utilizado como una aproximación a la descripción
del estilo de liderazgo; como un factor influyente tanto en el proceso
de cambio como en el estilo directivo de las organizaciones
(Spreitzer, 1996).

Desde la perspectiva comunitaria, el empoderamiento se utiliza para


estudiar procesos de trabajo con grupos minoritarios, “no
empoderados” (mujeres, pobres, etc.). El concepto de
empoderamiento es considerado, por las agencias multilaterales de
desarrollo, como un componente fundamental en las estrategias de
erradicación de la pobreza (Banco Mundial, 2001; CEPAL, 2001).

Empoderamiento en individuos y colectivos


Las diferentes perspectivas sobre el empoderamiento ponen el
acento, indistintamente, en individuos o en colectivos. En el primer
caso, el énfasis es en los atributos o características individuales que
le permiten a las personas proyectarse e influir en los demás.

En el segundo caso suele distinguirse el campo organizacional (en el


que se destacan, entre otros factores, la eficacia, el liderazgo y las
pautas de dirección presentes en las organizaciones) y el campo
comunitario, el cual se refiere a los procesos de cohesión cultural
inherentes a todos los grupos, pero más notorios en los grupos
sociales de personas que han sido excluidas de las decisiones
sociales.

Los individuos empoderados tienen la capacidad de ser agentes de


sus intereses y motivaciones; por ello pueden actuar en calidad de

61
Excelencia Académica

ciudadanos que elaboran, proponen y gestionan sus iniciativas para


interactuar con otras personas, de manera personal o al interior de
diferentes tipos de organizaciones. Este proceso es dinámico y las
evidencias de su existencia son múltiples en las vidas de las
personas: específicamente, en las formas en que participan, en el
ambiente de confianza en que se desenvuelvan, en las mismas
intervenciones y en las necesidades que satisfacen.

Al empoderamiento, desde la perspectiva individual, se le asocian


términos como: auto-fortalecimiento, control, poder propio,
autoconfianza, decisión propia, vida digna (de acuerdo a los valores
de uno mismo), capacidad para luchar por los derechos propios,
independencia y acción libre (siendo la libertad un valor universal). Si
bien la persona autónoma sabe que es responsable de su propio
destino y que es libre de hacer lo suyo, tiene en cuenta que no sea a
costa de los demás a través de la explotación y/o la indiferencia. Solo
cuando su ética interior y su comportamiento exterior sean
congruentes, es posible hablar de autonomía.

La autonomía es una condición de una persona empoderada. No


puede haber casos contrarios; es decir, la existencia de personas
empoderadas que no sean autónomas. Pero el empoderamiento de
los colectivos no supone necesariamente un estado de autonomía de
todos sus individuos, lo cual señala que hay situaciones y contextos
que propician la autonomía y otros que la menoscaban.

A nivel colectivo, el estudio del empoderamiento tiene relación con la


situación de pobreza económica y de marginación que vive buena
parte de la humanidad. La noción de “exclusión social”, se asocia con
las reflexiones sobre desarrollo (humano y social), migrando de la
sociología a la economía y a la ciencia política, y convirtiéndose en

62
Excelencia Académica

parte sustancial de los objetivos de múltiples agencias multilaterales.


Existen diferentes dimensiones de la exclusión:

1) la pobreza y la inequidad,
2) la negación de reconocimiento y la falta de respeto, y
3) la desintegración y ruptura de vínculos sociales.

El tránsito de la exclusión social a la inclusión social supone


empoderamiento; es decir, los individuos y los grupos de personas
presentan varias de las siguientes características: pertenencia,
autodeterminación, eficacia, calidad de vida, autosuficiencia,
cohesión, transparencia, confianza, reciprocidad, apropiación del
conocimiento, competitividad, desarrollo y, de manera especial,
participación en las diferentes instancias de decisión sobre el destino
de la colectividad. Aunque algunos consideran que el
empoderamiento consiste en dar o brindar posibilidades a las
personas para que actúen de determinada forma (lo que es usual en
políticas asistenciales), existe un auténtico proceso de
empoderamiento cuando las personas asumen por sí mismas –
autónomamente- las riendas de sus propias vidas, aprovechando y/o
construyendo circunstancias propicias para ello.

La participación y el empoderamiento
El empoderamiento tiene íntima vinculación con el concepto y la
práctica de la participación. A través de los procesos de acción
intencionales de los sujetos, la búsqueda o ejercicio de su derecho a
ser incluidos resulta en un desempeño de las personas en calidad de
ciudadanos. Según La Rosa (2001), el empoderamiento en términos
de la participación hace referencia al “proceso de fortalecimiento de
las capacidades individuales y colectivas de los pobres y excluidos
para participar, negociar e influir en las instituciones que afectan su

63
Excelencia Académica

bienestar, vale decir, favorecer la inclusión social para el ejercicio


ciudadano de deberes y derechos.”

Para identificar ese fortalecimiento de las capacidades individuales y


colectivas de las poblaciones excluidas, en proceso de inclusión, hay
dos aproximaciones a su medición. Por un lado, los grados de
complejidad de la participación dan especial atención a las
características de la población, a su ubicación geográfica, al acceso a
los servicios públicos, a su integración con otras comunidades, a la
creación de redes de organizaciones, a su autodeterminación y a su
compromiso con el ideal de inclusión social. Al respecto, Tanaka
(2001) señala lo siguiente:

La participación es una construcción social que implica costos y que


supone la superación de problemas de acción colectiva, con lo que
está lejos de ser una práctica natural o espontánea. Por el contrario,
depende de la presencia de recursos materiales o simbólicos
movilizables, de la existencia y naturaleza de los liderazgos sociales,
de la intervención de agentes externos y de la estructura de
oportunidades políticas establecidas por el Estado.

Por otra parte, la participación de las comunidades busca resolver


inequidades en cualquiera de los campos de la vida social y lograr
condiciones y oportunidades de inclusión. Los resultados ocurren en
procesos de integración en los que se comprometen tanto los sujetos
como los colectivos, bien sea por género, etnias, identidades
culturales o intereses particulares. Los procesos de integración en
organizaciones, al interior y las interrelaciones entre éstas, son
evidencias de empoderamiento. El desarrollo de las capacidades
organizativas está presente en tres tipos de capital social, también
llamado desarrollo de base: (i) la capacidad de acción colectiva; (ii) el

64
Excelencia Académica

fortalecimiento de los vínculos entre las organizaciones de estos


ciudadanos, y (iii) la capacidad de participación en los espacios
públicos de concertación. Existe, entonces, incidencia de los
participantes en los diferentes niveles de la sociedad.

La participación individual en estructuras intermedias generadas


“desde abajo” (desde las bases), requiere que la política pública
contribuya a la formación y fortalecimiento de capital social a través
del empoderamiento y profundización del impacto de los servicios
sociales, con el compromiso de la comunidad y de los agentes de
desarrollo (Durston, 1999). En las políticas y programas con
poblaciones no incluidas (beneficiarias de los servicios), es
importante estar alerta a la dependencia y sumisión posibles. Las
acciones que promueven empoderamiento, desde distintos ámbitos,
posibilitan que personas y comunidades entren en procesos de
vinculación a la vida social. Su integración e intervención en la
definición de políticas acordes con la conducción de sus propias vidas
y en la generación de confianza, es tan importante como la lucha
contra aquellos aspectos que impiden el bienestar colectivo como es
el caso de la corrupción, de las componendas políticas y la violencia,
entre otras.

Tanto en el ámbito organizacional como en el ámbito comunitario,


algunos autores como Khosa (2001), Ghose (2001), Sachs (2004) o
Friedmann (1996), proponen acciones encaminadas a fortalecer el
empoderamiento en los integrantes de un grupo o comunidad:

• Acciones que le permitan a los individuos tener conciencia de sí


mismos y recobrar la confianza en sí mismos.

65
Excelencia Académica

• Acciones desarrolladas bajo parámetros de inclusión y equidad


poblacional (equidad de género o equidad intergeneracional).

• Acciones que permitan el acceso de las comunidades a nuevas


tecnologías de información y comunicaciones.

• Desarrollo de capacidades para el ejercicio de la ciudadanía y la


producción, incluyendo saberes instrumentales y herramientas para
analizar dinámicas económicas y políticas relevantes.

• Proyectos que brinden sostenibilidad económica para las


poblaciones económicamente vulnerables (organización
comunitaria, constitución de redes comunitarias, formación para
adquisición de habilidades y proyectos productivos).

• Acciones para fomentar un desarrollo ordenado de las comunidades


acorde con las características del territorio y un autocontrol en la
explosión demográfica.

• Acciones que busquen un mayor equilibrio en las relaciones de


poder en la sociedad, tales como: (i) el fomento de la rendición de
cuentas por parte del Estado, (ii) el fortalecimiento de las
organizaciones de la sociedad civil para el manejo de sus propios
asuntos, y (iii) el aumento de la responsabilidad social del sector
privado.

• Acceso a redes que trascienden el círculo cerrado de la comunidad


y el capital social comunitario.

• Acceso colectivo a los espacios de toma de decisiones políticas.

66
Excelencia Académica

• Formalización de derechos legales y el uso de herramientas de


acción colectiva para defenderlos.

Independiente del nivel, organizacional o comunitario, las estrategias


y acciones para promover el empoderamiento no pueden ser
aplicadas como una fórmula. Según Sachs (2005), para que estas
estrategias y acciones sean efectivas deben responder a problemas
específicos y a las aspiraciones de cada grupo. Por ello, es
indispensable la participación de todos los grupos de interés (e.g.
empleados, gerentes, Estado, organizaciones de la sociedad civil,
etc.) y el surgimiento de la confianza en los grupos de trabajo.

El empoderamiento en el contexto comunitario


J. Rappaport (1987) ha propuesto, en el contexto de la psicología
comunitaria, que el empoderamiento posee dos dimensiones
complementarias: una centrada en la autodeterminación personal, en
la capacidad de determinar la propia vida (sentido de competencia
personal); y otra centrada en la determinación social que posibilita la
participación democrática (sentido de competencia comunitaria).
Para Friedmann (1992) un desarrollo comunitario alternativo consiste
en un proceso de empoderamiento social y político cuyo objetivo de
largo plazo es cambiar el balance de la estructura de poder en la
sociedad. Este cambio aumenta la rendición de cuentas de la acción
del Estado, fortalece los poderes de la sociedad civil en el manejo de
sus propios asuntos y aumenta la responsabilidad social de la
empresa privada. Algunas de las características de la comunidad que
facilitan el empoderamiento tienen relación con un mínimo de
sostenibilidad económica; por ejemplo, comunidades donde existe un
sector privado incluyente. Gracias a su larga experiencia en
programas de desarrollo en América Latina y otras partes del mundo,
Friedmann demostró cómo la exclusión política de los más pobres

67
Excelencia Académica

está condicionada por su exclusión socio-económica: "Es la pobreza la


que efectivamente los excluye del pleno ejercicio de sus derechos
políticos”. Su estrategia de desarrollo alternativo está fundada en el
incremento de poder social y en la transformación de este último en
poder político, comenzando con el fortalecimiento de la capacidad
económica y comunicativa a partir del núcleo familiar y de la
comunidad local. Esta es, según Friedmann, la vía principal para
hacer realidad una "democracia inclusiva" en América Latina.
Para Durston (1999), son tres las características esenciales que posee
una comunidad que desea promover su empoderamiento. En primer
lugar, la confianza y la reciprocidad se extienden más allá del hogar
nuclear, y están asociadas con lazos de parentesco cercano y con
largos años de interacción con vecinos. Quizás por ello es probable
que exista la predisposición para el empoderamiento en las
sociedades campesinas. En segundo lugar, como lo sostiene la teoría
de juegos, la repetición frecuente de ejercicios de confianza y
cooperación produce una creciente disposición -al principio de manera
lenta e insegura, pero después acelerada- a cooperar entre sí en la
vida comunitaria (Axelrod 1997). La confianza se construye sobre el
pasado, no sobre el futuro. En tercer lugar, la reciprocidad vertical
resulta ser una parte necesaria de la construcción del capital social,
tanto dentro de la comunidad como fuera de ella.

El empoderamiento en el contexto del desarrollo


El empoderamiento se convirtió en un concepto central del discurso
del desarrollo en la década de los noventa. Es un enfoque del
desarrollo medido por el impacto que tiene en la vida de los
individuos (Pineda, 1999). Para Pineda, el empoderamiento parte del
concepto de ciudadanía, cuyo significado se concentra en el papel que
juegan los individuos en su entorno como sujetos de obligaciones y
derechos. El ciudadano, entonces, es la razón principal y el motor del

68
Excelencia Académica

desarrollo local; y el desarrollo se construye, no solo sobre la base de


proyectos de inversión o infraestructura, sino también de manera
determinante sobre la elevación de la dignidad de las personas
involucradas, la valoración de su opinión y su participación en la
construcción de futuros comunes.

Esta visión de desarrollo se enlaza directamente con la forma de


ejercer el poder, cómo se distribuye, cómo se controla, y cómo
participan en éste grupos y comunidades específicas. Muchos autores
se han concentrado en el concepto de empoderamiento como noción
de “poder”. Van Eyken (1990), Friedmann (1992), Craig y Mayo
(1994) y Rowlands (1997) han examinado el concepto, tanto en
términos de cambio radical y confrontación como en el sentido de la
capacidad “para hacer”, “para poder”, y para sentirse más capaces y
en control de una situación. El poder es -en la mayoría de los casos-
la base de la riqueza, mientras que la falta de poder es la base de la
pobreza, y tanto los ‘poderosos’ como los ‘desempoderados’
constituyen categorías de actores fundamentales para entender la
dinámica de cualquier proceso de desarrollo (INTRAC, 1999).

Sin embargo, el desarrollo social como empoderamiento no considera


a las personas pobres como deficientes y necesitadas de apoyo
externo. Tampoco asume que la población sea totalmente indefensa
ni descarta la existencia previa de redes de solidaridad y resistencia a
través de las cuales las poblaciones pobres enfrentan las fuerzas que
amenazan sus medios de vida. Empoderamiento no es simplemente
una terapia que hace que los pobres se sientan mejor respecto de su
pobreza, ni tampoco la promoción de ‘iniciativas locales’ o el
fortalecimiento de la ‘conciencia’ política de las personas. Desde una
perspectiva más amplia, intenta crear un enfoque de desarrollo
interactivo y basado en el principio de compartir, en el cual las

69
Excelencia Académica

destrezas y el conocimiento de las personas sean reconocidos. El


empoderamiento tiene que ver con un ‘cambio positivo’ a nivel
individual, comunitario y estructural, con organización y con
negociación (INTRAC, 1999).

Además de lo anterior, es imprescindible tener en cuenta que “el


empoderamiento toma tiempo y no es un proceso que
necesariamente obtenga resultados a corto plazo” (Rowlands, 1997).

De acuerdo con Friedmann (1992), la pobreza es


“desempoderamiento” y no solo una cuestión de mínimos ingresos o
de consumo como se ha concebido frecuentemente. Un supuesto
básico de este enfoque es que la economía y la política no son
cuestiones diferentes, sino partes del mismo fenómeno. No existe,
por lo tanto, un desarrollo “económico” de la sociedad como algo
ajeno a las condiciones políticas. Otro concepto complementario de
Friedmann es que las comunidades son relevantes y que los hogares
o familias constituyen las unidades básicas de la producción
económica y de acción política. Por lo tanto, la pobreza no es solo un
asunto individual, sino familiar o comunitario.

Los dos últimos párrafos


señalan las estrechas
relaciones entre las
dimensiones sociales,
económicas y políticas del
fenómeno del
empoderamiento en el
contexto de una sociedad
en desarrollo. Existen
grandes traslapos entre estas tres dimensiones y es necesario

70
Excelencia Académica

considerarlas al tiempo en cualquier aproximación a las realidades


individuales y colectivas. Científicos sociales como Wallerstein (1991)
han denunciado las limitaciones de las perspectivas que aportan la
sociología, la economía y la ciencia política cuando solo se concentran
en una dimensión.

En el análisis presentado en este trabajo consideramos las


dimensiones sociales, económicas y políticas del empoderamiento en
los niveles individuales, organizacionales y comunitarios. La
presentación de cada una de estas dimensiones busca facilitar la
identificación de diferentes evidencias de empoderamiento; ubicar
estas evidencias en una u otra dimensión no niega la interrelación
que existe entre éstas.

71
Excelencia Académica

1. Realiza una entrevista a tres de tus compañeros de clase e identifica si


se encuentran empoderados en sus redes comunitarias. Por ejemplo:

REDES JUAN MARTHA ALBERTO


Tiene vínculo
FAMILIA afectivo con
su madre
TRABAJO
No participa
porque tiene mala
BARRIO
relación con dos de
sus vecinas
AMIGOS
Participa en muchas
CENTRO actividades porque
DE desea terminar sus
ESTUDIOS estudios junto con
sus compañeros.
ETC.

2. Observa durante un día completo a tu familia y escribe un reporte de 3


hojas, analizando: ¿cómo son las relaciones entre todos?, ¿quién
asume el liderazgo?, ¿practican la democracia?, ¿existe sentido de
comunidad? y ¿cómo se construye el empoderamiento?

72
Excelencia Académica

TERCERA UNIDAD

1. ¿Qué entiendes por poder? y ¿Cuál es su relación con el control dentro


de la comunidad?
2. ¿Cómo el liderazgo facilita el manejo del poder?
3. ¿Cuál es la relación que existe entre democracia y participación dentro
del desarrollo comunitario?
4. ¿Qué es el empoderamiento (empowerment) y cómo sirve a la
psicología comunitaria?

73
Excelencia Académica

SALUD MENTAL Y NECESIDAD DE INTERVENCION

OBJETIVO:

Identificar, describir y aplicar los conceptos de salud


mental, promoción y prevención para un adecuado
diagnóstico e intervención comunitaria.

4.1. Definición de salud mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1964) 29 define la salud


como: "un estado de bienestar completo físico, mental y social y no
solamente la ausencia de enfermedad o dolencia". Esta definición
subraya la naturaleza biopsicosocial de la salud y pone de manifiesto
que la salud es más que la ausencia de enfermedad. El bienestar y la
prevención son parte de nuestro sistema de valores y continuamente
se nos invita a evitar aquellos hábitos que afecten negativamente
sobre la salud como la dieta pobre, la falta de ejercicio y el consumo
de alcohol.

29 SicoLog.com/Psicologia de la salud

74
Excelencia Académica

Los pensamientos, sentimientos y estilo general de manejo son


considerados como requisitos para lograr y mantener la salud física,
es lo que podríamos denominar integración mente y cuerpo.
Resulta generalmente aceptado que el primer intento de definición
formal de la psicología de la salud parece deberse a Matarazzo
(1980), quien la consideró como "el conjunto de contribuciones
específicas educativas, científicas y profesionales de la disciplina de la
psicología la promoción y el mantenimiento de la salud, la prevención
y el tratamiento de la enfermedad y la identificación de los correlatos
etiológicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad y las
disfunciones relacionadas".

FACTORES EN EL ANÁLISIS DE LA SALUD MENTAL

75
Excelencia Académica

Se podría considerar la salud mental como caracterizada por al


ausencia de la enfermedad mental, y por la capacidad del individuo (o
del grupo) de adaptarse al mundo y a los otros con la máxima
efectividad y satisfacción. Por lo tanto, gozan de buena salud aquellos
que se benefician de un ambiente favorable (seguro, sin amenazas),
que viven en armonía con su entorno social (familia, trabajo), y que
ejercen una actividad que hace posible el despliegue de su
creatividad 30.

Salud Mental en la Comunidad

Salud mental, es el estado de equilibrio entre una persona y la


sociedad, representada en niveles diversos como la familia, la
comunidad, la escuela y el trabajo. Este equilibrio permite a la
persona ser productiva en la vida (laboral o intelectualmente, etc.) y
alcanzar un estado de bienestar y calidad de vida.

El trabajador de Salud Mental es impulsado a trabajar lejos de los


muros del Hospital Psiquiátrico promoviendo la Salud Mental de la
comunidad, modificando el modelo clínico tradicional, e incorporando
al proceso el modelo comunitario orientado epidemiológicamente.
Ambos modelos interrelacionados, poseen las siguientes
características comunes:

1. Un área de responsabilidad o comunidad; el denominador en el


lenguaje es la epidemiología. Esto significa que el Trabajador de
Salud Mental, asume la responsabilidad de satisfacer las
necesidades de salud de la población, tanto en los diferentes
niveles de atención de un trastorno como en la promoción y
preservación del estado de Salud.

30 SALUD MENTAL, INFANCIA Y FAMILIA. Pilar Dughi y otros. Pág. 12

76
Excelencia Académica

2. Las actividades se desarrollan dentro y fuera del sector de Salud;


en centros hospitalarios y extrahospitalarios.

3. Los contextos institucionales son heterogéneos y en ellos se hacen


efectivas las demandas múltiples de la población y las respuestas
correspondientes; exige que los equipos técnicos manejen
conocimientos y tecnologías variadas, y que sean capaces de
enfrentar el conflicto de identidad producido por un
desdibujamiento de los roles tradicionales y el asumir los roles
nuevos.

4. La comunidad asume un papel central en los diversos niveles de


decisión, administración, ejecución y monitoreo de los programas
con participación social comunitaria.

Es importante aclarar que ambos


modelos, se complementan en la
práctica y que la atención clínica en la
comunidad y la atención comunitaria
epidemiológica son dos fases de la
Salud Mental extrahospitalaria.

El modelo clínico contempla la


atención, directa por parte del
Psicólogo, Psiquiatra o de los agentes
primarios de Salud (médico general,
enfermera, auxiliar de enfermería,
promotor de salud Mental). En el
modelo comunitario existe una coparticipación de responsabilidades y
funciones desde el nivel inicial de autocuidado hasta el nivel más
especializado.

77
Excelencia Académica

PRINCIPIOS DE LA SALUD MENTAL COMUNITARIA

Al hablar de los principios de la salud metal es preciso citar los


siguientes puntos 31:

1. Responsabilidad ante una población, contemplando la planificación,


prevención, globalización poblacional, coordinación con los
ciudadanos; sensibilización al medio cultural, valores y
costumbres; desarrollo y evaluación periódica de los programas de
Salud Mental.

2. Tratamiento de cabecera al paciente.

3. Servicios globales con atención a los niños, adultos, ancianos,


pacientes crónicos.

4. Enfoque multidisciplinar, contemplando aspectos biológicos,


psicológicos y sociales.

5. Participación en la salud Mental por parte de los usuarios,


asociaciones de familiares o pacientes.

6. Seguimiento del caso o los casos por parte de los equipos.

7. Atención Primaria o Preventiva: incluyen promoción de la Salud,


educación para la Salud. Secundaria: detención o intervención
precoz sobre la enfermedad; Terciaria: rehabilitación, atención
clínica en la fase aguda de la enfermedad.

31 http://www.monografias.com/trabajos16/psicologia-comunitaria/psicologia-comunitaria.shtml

78
Excelencia Académica

4.2. Bienestar social y calidad de vida 32

Bienestar social
El bienestar social, además de estudiar y valorar las formas de vida
de las personas, tiene en cuenta las formas de distribución equitativa
de los recursos en una sociedad o grupo determinado. El concepto de
bienestar social incorpora las ideas de equidad y justicia distributiva.
El bienestar social está destinado a medir grados de satisfacción de
las personas, en relación con sus necesidades sentidas y también
en lo que concierne a las necesidades comparativas respecto a
otros grupos sociales que estiman como semejantes. Esto último
hace que muchas de las investigaciones sobre bienestar social
busquen comparar las situaciones objetivas de los diferentes
grupos sociales y la detección de desigualdades sociales. Por
ello, los antónimos del bienestar social son la marginación, la
desadaptación y la exclusión social, como muestra de la injusticia
presente en la distribución de los recursos globales de la sociedad.

La justicia social incluye cuatro conceptos diferentes:

ψ Igualdad en el acceso a los recursos sociales.


ψ Igualdad en las libertades básicas.
ψ Igualdad de oportunidades para avanzar.
ψ Discriminación positiva en beneficio de los desfavorecidos,
para asegurar la equidad.

El derecho al bienestar tiene que ver con asegurar que en una


sociedad exista la justicia social, es necesario que todas las
personas puedan recibir los servicios de bienestar que necesiten.

32 INTRODUCCION A LA PSICOLOGIA COMUNITARIA Gonzalo Musitu. Pág 32

79
Excelencia Académica

El concepto de bienestar social, como el de calidad de vida, nace


emparentado con el de Estado de bienestar, que consiste en el
establecimiento de un orden social que pueda garantizar una
redistribución de los recursos de un Estado-nación entre sus
ciudadanos y ciudadanas y promover la satisfacción de las
necesidades individuales y colectivas compartidas. El estado de
bienestar se propone como forma de organización social que
intenta promover una justicia distributiva a partir de políticas e
instituciones sociales, para paliar las deficiencias de los sistemas
económicos, sociales y culturales de los países.

Calidad de vida
El concepto de calidad de vida nace en el marco del campo
institucional y conceptual surgido en la década de los setenta, junto
con conceptos como el desarrollo o el bienestar social. Es un
constructo multidimensional que pretende medir la situación social
de la población en una sociedad. Éste evolucionó a partir de la
crítica a medidas más economicistas tales como la renta per cápita
o el nivel de vida (aunque este último ya incorpora algunos
indicadores de desarrollo sociocultural).

La calidad de vida se refiere a un estado de bienestar o prosperidad


en la vida de las personas. Incluye una serie de valores de la vida
en un sentido global; no sólo los aspectos económicos o materiales,
sino también el ámbito social (redes socioafectivas) y cultural
(acceso a la educación o al consumo de actividades artísticas y/o
participación en éstas, por ejemplo) y, al mismo tiempo, incluye
el hecho de evitar situaciones valoradas negativamente como las
enfermedades, mortalidad prematura y la posibilidad de estar
involucrado en procesos criminales.

80
Excelencia Académica

Todo esto implica no sólo la satisfacción de las necesidades


mínimas de subsistencia, sino también aquellas relacionadas con las
aspiraciones y percepciones subjetivas de las personas y de los
grupos sociales a los que pertenecen; por tanto, la calidad de vida
incluye conceptos relacionados con el bienestar psicológico, la
calidad ambiental, la promoción social, la participación social y la
autorrealización. La calidad de vida es también una noción
imprecisa definida a partir de los valores sociales de un grupo social
o sociedad, en un momento histórico y un contexto dado.

Las áreas que generalmente se toman en cuenta con el concepto de


calidad de vida son: salud, educación, trabajo, actividades de
tiempo libre, situación económica, entorno físico y social, vida
familiar, vivienda, vecindario, comunidad, justicia y delincuencia,
transporte y comunicaciones, política y religión. Dado que la
calidad de vida incorpora tanto elementos objetivos como de
satisfacción y percepción, su medición se hace mediante
indicadores que se definen para cada uno de los componentes que
son evaluados.

La importancia de la evaluación de la calidad de vida, reside en


producir registros sobre cómo viven las personas y tomar acciones
(intervenir) para la mejora de dicha calidad de vida; es decir, lograr
que las personas estén satisfechas en cada uno de los ámbitos que
se han definido como importantes y que los recursos que se tengan
en dichos ámbitos sean los adecuados.

Por medio de este concepto se redefine la intervención, desde un


modelo asistencial-paliativo que entendía que ciertos colectivos
estaban necesitados y precisaban de asistencia para vivir, hacia un
modelo de prevención de problemas sociales a través del

81
Excelencia Académica

mantenimiento de la calidad de vida de las personas, no solamente


en el nivel económico, sino también en los ámbitos psicológicos,
sociales y culturales.

Desarrollo social y comunitario

El concepto de desarrollo es
más amplio que los de
calidad de vida y bienestar
social, ya que alude a las
formas de orden social
tomadas por los diferentes
países hacia aquello que es
definido como una forma
de progreso social en que
se privilegia la
modernización, entendida
como el fomento de formas
de producción industrializadas, la introducción de sistemas
tecnológicos para la mencionada producción, la mundialización -es
decir, la libre circulación de bienes y dinero-, entre otros. El
desarrollo sostenible es un concepto más reciente, del final de la
década de los ochenta, y se refiere a las maneras como se puede
conseguir la modernización manteniendo un equilibrio con los
recursos naturales y el medio ambiente. Éste surge a partir de
las críticas realizadas desde movimientos ecologistas y otros
agentes sociales sobre los efectos devastadores de la
industrialización en el sistema capitalista.

Este modelo de cambio social, según el modelo de desarrollo


occidental, debe ir acompañado de políticas que puedan paliar
los efectos negativos de dichos procesos de modernización, en

82
Excelencia Académica

relación con la calidad de vida, el bienestar de la población y el


cuidado del medio ambiente.
El concepto de desarrollo comunitario es más limitado que el
concepto de desarrollo en general porque se refiere a las maneras
que posibilitan el acceso a determinados niveles de bienestar de la
población a través de la acción comunitaria.

El desarrollo comunitario se refiere a las diferentes acciones


comunitarias que puedan llevar a cabo los miembros de una
comunidad dada, acompañados o no por equipos profesionales, para
conseguir niveles más altos de calidad de vida y bienestar, y de este
modo paliar las necesidades que perciben y los problemas sociales
que puedan tener.

Mediante el desarrollo comunitario se pretende generar grados


crecientes de bienestar por medio de la participación de los
miembros de la comunidad y del fortalecimiento de las redes
sociales que permiten la integración de las personas al ámbito
comunitario.

Bienestar social y comunidad

El aumento de los grados de calidad de vida y bienestar social es


uno de los objetivos básicos del trabajo en comunidades desde el
punto de vista de la Psicología comunitaria. A partir de una
demanda realizada por un grupo comunitario (demanda directa) o
bien por otro agente social (demanda indirecta), se analizan cuáles
son las necesidades sentidas de los miembros de una comunidad y
cuáles perciben que son los problemas sociales que son prioritarios
para atacar a través de la acción comunitaria.

83
Excelencia Académica

La Psicología comunitaria utiliza estos conceptos, subrayando en


todo momento que la definición de los parámetros de lo que es un
problema social o necesidad y de los medios para paliar dichos
problemas debe partir de los intereses e inquietudes de las personas
de la comunidad y no de la posición externa de los equipos
interventores.

Asimismo, aspectos del bienestar social y la calidad de vida también


deben ser definidos en este diálogo, ya que tales conceptos trabajan
con las percepciones que puedan tener las personas de un grupo
social dado sobre cuáles deben ser las condiciones de vida
aceptables y cuáles son los grados de satisfacción de necesidades
que hay que alcanzar en un momento dado.

La propia acción comunitaria genera efectos de bienestar social


al producir sentimientos de unión e integración entre los miembros
de la comunidad y solidificar las redes sociales de apoyo mutuo.

4.3. Intervención: prevención y promoción 33

El fin de la promoción de Salud y desarrollo comunitario es tan


diverso como lo son sus habitantes y culturas que componen el
mundo. La atención de la Salud Mental del medioevo confinada a las
mazmorras, prisiones, hasta confinarlos a los hospitales mentales o
psiquiátricos van siendo desplazados en la actualidad por la Salud
Mental en las comunidades.

En los países en Desarrollo, a los problemas de salud en las


comunidades se pueden incluir las necesidades básicas de

33 http://www.monografias.com/trabajos16/psicologia-comunitaria/psicologia-comunitaria.shtml

84
Excelencia Académica

alimentación, agua potable, mortalidad infantil, enfermedades


tropicales.

Según la OMS, 1987 la promoción de la Salud es "el proceso de


capacitación a las personas para que tengan más control de su salud
y la mejoren". El desarrollo comunitario es un principio social que
permite promover la salud en las comunidades con el fin de prevenir
las enfermedades de difícil curación. Además se procura gracias a la
promoción de Salud comunitaria el desarrollar las capacidades de las
comunidades para abordar las cuestiones que les interesan
grupalmente y promover nuevos estilos de vida, que eleven el nivel
de vida.

El encuentro del Trabajador de Salud Mental con la comunidad le


plantea la necesidad de desarrollar nuevas formas para enfrentar la
enfermedad mental y sus consecuencias, la prevención de los
trastornos, identificación de problemas comunitarios, identificación de
población enferma mental de difícil acceso y la rehabilitación de
enfermos mentales discapacitados.

Intervención 34

La psicología, y en general otras disciplinas, buscan solucionar


problemas u optimizar procesos a partir de una serie de
procedimientos llevados a cabo sistemáticamente. Este proceso se
puede comprender como 'intervención'. Aunque la noción de
"intervención" ha sido asociada a formas de construcción relacionales
asociadas al modelo experto/destinatario, el término expresa los
modelos de estrategias más utilizados en los que la "intervención
externa" produce cambios.

34 http://www.disfas.es/files/Wiki-PsicologiaComunitaria.pdf

85
Excelencia Académica

Campos de intervención

 Proyectos sociales (Desarrollo Social Local, socioeconómico,


cultural y psicosocial).
 Proyectos de Construcción de Ciudadanía (equidad, participación
comunitaria, desarrollo de redes sociales y comunitarias).
 Proyectos de mejora de la Calidad de Vida (salud, educación,
hábitat, relaciones interpersonales).
 Proyectos de Fortalecimiento Cultural (recuperación de Capital
Social y Cultural, trabajo sobre procesos de des-colonización y
reconocimiento de las identidades socioculturales excluidas)

Los instrumentos más habituales han sido:

 Investigación Acción Participativa (IAP)


 Animación Sociocultural
 Capacitación, fortalecimiento de saberes locales, sistematización de
experiencias locales.
 Detección, reconocimiento, creación y movilización de Redes
(sociales, comunitarias y familiares)

El cómo de la intervención
Un proceso de intervención comunitaria tiene como objetivo mejorar
las condiciones de vida de la población y que la comunidad sea
protagonista de dicho cambio. Parte y tiene que ver con las
necesidades, aspiraciones, problemas o temas de interés para la
comunidad.
Se trata de procesos a mediano y largo plazo, de tipo global y
centrado en una comunidad concreta, entendida ésta como el
conjunto formado por los siguientes elementos y sus interrelaciones:
territorio, población, recursos y demandas, dinámica de relaciones de
poder (asimetrías).

86
Excelencia Académica

En todo proceso comunitario se deben tener en cuenta los siguientes


aspectos:

• Conocimiento y comprensión de la realidad:


A través de estudios cuantitativos y de la utilización de técnicas
cualitativas (entrevistas, historia de vida, recorridos barriales, grupos
focales, talleres, recopilación de relatos, categorizaciones, etc.)

• Perspectiva global:
Lo que nos permite construir un pasaje del diagnóstico de salud al
diagnóstico comunitario; transformar las prioridades centradas en el
equipo en prioridades compartidas; abordar los programas sanitarios
desde una perspectiva interdisciplinaria; superar el protagonismo del
profesional de la salud habilitando el protagonismo de la población.

• Información:
Sin información no hay participación. La información es pública y un
derecho ciudadano. La información desde el ámbito de salud,
educación, seguridad, etc. Todos los conocimientos deben ser
compartidos para poder saber desde donde partimos y hacia donde
vamos. Se debe dar la misma información a todos los implicados,
instituciones, técnicos y población, pero con lenguajes adaptados.

• Coordinación:
Sin coordinación no hay intervención comunitaria. Cada actor social
decide su nivel y posibilidades de implicación; integrándose a lo que
ya se viene haciendo desde otros ámbitos (públicos, privados,
organizaciones no gubernamentales, etc.) evitando de esta manera
superposiciones y por lo tanto, un debilitamiento tanto de las
estrategias como de los recursos. Para garantizar la continuidad, la
implicación es del recurso o institución no de las personas. La

87
Excelencia Académica

coordinación del personal técnico debe contar con el apoyo de la


Institución a la que pertenece.

• Participación ciudadana, como proceso y como cesión de


poder:
El posicionarnos como ciudadanos, con derechos y deberes, es lo que
permite la posibilidad de pasar de ser un «consumidor» de
prestaciones a un ciudadano agente de su propio desarrollo, del
ciudadano individual una población organizada. Esto implica un
primer movimiento al interno de los equipos de salud.

Ejemplos de Promoción de la Salud Mental


Existen varios modelos para promover la Salud comunitaria, estos
modelos son:

PRECEDE/PROCEED. (Proceder en español), creado por Green y


Kreuter, 1991, es un esquema conceptual para guiar a las personas
en el proceso de identificar problemas en la comunidad y elaborar
intervenciones para abordar los problemas. Se fundamenta en la
hipótesis de que el comportamiento de las personas de una
comunidad puede modificarse si se identifican y modifican las
variables que hacen impacto en la vida de los individuos. Se sugiere
que identifiquen problemas sanitarios en función de variables
sociales, educacionales y ambientales; puesto que con educación,
apoyo social y ordenación ambiental adecuadas, los miembros de una
comunidad llevarán vidas sanas.

PATCH. El enfoque planificado de Salud comunitaria, basado en el


PRECEDE y promovido por el Centro de Control y prevención de
Enfermedades de Estados Unidos, este enfoque recoge indicadores de
impacto a nivel comunitario, mediante programas de capacitación los

88
Excelencia Académica

coordinadores comunitarios comprometen a una variedad de


organismos locales en el desarrollo de un plan integral para mejorar
la salud comunitaria.

CIUDADES SANAS/ COMUNIDADES SANAS Nace de la iniciativa


de la OMS de "Salud para Todos en el año 2000", el enfoque
promueve un análisis de los servicios de Salud Pública, Civil y médica
provistos a la comunidad. En este enfoque interviene especialistas en
planificación comunitaria, que analizan saneamiento ambiental, agua
potable, aire limpio.

Etapas en el proceso de intervención en la Comunidad.


Para desarrollar un programa de Salud comunitario debemos
someternos a un verdadero proceso secuencial que contempla:

1. Examen preliminar de la comunidad: Se lo realiza para identificar


las necesidades de Salud Mental que tiene la comunidad, además
se identificarán los recursos con los que cuenta; mediante el
examen preliminar se conocerá cuales son los problemas
prioritarios que merecen ser abordados por el equipo
comunitario.

2. Diagnóstico Comunitario: Estudia la distribución y presentación


de un problema, sus determinantes, su control o modificación.

3. Plan de acciones o programas: Todos los programas o planes de


acción deberán lograr un máximo de impacto social, tratando de
llegar a los más necesitados con equidad, eficacia y eficiencia.

89
Excelencia Académica

4. Implementación del programa: Es la etapa en la que se intenta


aplicar mediante estrategias un programa de Salud preventiva,
con intervención activa de la comunidad.

5. Vigilancia del estado de salud mental de la comunidad: Debe


existir un programa que supervise la ejecución de los programas
y de la Salud mental en general.

6. Evaluación de la asistencia provista: Se deben evaluar los


resultados obtenidos en las acciones comunitarias y de esta
manera planificar nuevas decisiones.

7. Efectuar nuevas decisiones: Cada proyecto prepara a la


comunidad a un nuevo reto y una nueva toma de decisiones.

MODELOS DE PREVENCIÓN
Los modelos parten de diferentes presupuestos teóricos y
filosóficos. La eficacia del modelo depende del lugar, momento y
tipo de población al cual se dirija.

90
Excelencia Académica

Los 3 modelos más utilizados son:

1. Aumento del control social


2. Presentación de alternativas
3. Educación preventiva

Modelo del control social.- Implica el aumento del control social


sobre las acciones consideradas indeseables.
Modelo de presentación de alternativas.- Propone la
intervención en las condiciones sociales negativas que facilitarían el
consumo de drogas.
Modelo de educación preventiva.- Dentro de los diversos
modelos de esta orientación tenemos:

a) Modelo del principio moral


Basado en fundamentos religiosos o políticos basados en
valores de patriotismo y sacrificio para el bien común. Es difícil
de aplicación debido a los comportamientos y éticas
contradictorias entre la población.

b) Modelo del "amedrentamiento" o "escarmiento"


Se muestran los aspectos negativos de las drogas para
persuadir a no comenzar o dejar el consumo.

c) Modelo del conocimiento científico


Ofrece información sobre drogas para que a partir de ello las
personas tomen decisiones racionales y bien fundamentadas.
Sin embargo, pese a asimilar mensajes no se logra disminuir el
índice de consumo.

91
Excelencia Académica

d) Modelo de la educación afectiva


Busca la modificación de los factores personales que son
considerados posibles de predisponer el uso de drogas. Se
orientan a mejorar la autoestima, reducir la ansiedad, toma de
decisiones, comunicación, resistencia a presión del grupo.

e) Modelo del estilo de vida saludable


Promueve estilos de vida asociados a la salud. Se asocia a la
alimentación, controles, ejercicios, etc.

f) Modelo de la presión positiva del grupo

Utiliza al grupo como factor de control positivo para el no ingreso


al uso o abuso de drogas. Incentiva la participación en la dirección
de programas de prevención o uso de drogas. Se busca entrenar a
líderes naturales para luchar contra el problema.

Otros autores señalan otra clasificación de los modelos


preventivos: ético-jurídico, médico-sanitario, psicosocial, socio-
cultural. Veamos su definición:

Modelo ético-jurídico: considera a la droga como agente activo


cuya víctima es la persona. Las medidas recomendables serían:

• Necesidad de leyes para penar drásticamente la posesión y uso


ilegal de drogas.
• Aplicación de severos castigos.
• Divulgación, mediante métodos que infunden miedo, de los
peligros que conlleva el abuso de drogas.

92
Excelencia Académica

Modelo médico-sanitario: la droga también es el agente activo


del problema, la persona es considerada como sujeto de
contaminación expuesta a infectarse de droga como de cualquier
otra enfermedad infecciosa. Medidas preventivas serían:

• Medidas para reducir el uso de drogas.


• Mayor control en la disponibilidad.
• Vacunación de las personas utilizando sustancias antagonistas.
• Educación sanitaria para evitar riesgos y daños del consumo
indiscriminado de drogas.

Modelo psicosocial: Considera que el elemento activo para la


aparición del problema está en el comportamiento de la persona. El
problema no está en la droga como tal, sino en el uso o abuso que
de ella hacen las personas. Medidas preventivas serían:

• Superar aquellos rasgos de personalidad que hacen al individuo


más vulnerable al abuso de drogas.
• Contrarrestar los efectos que sobre las actitudes y el
comportamiento ejercen la familia, el grupo de amigos y otros
agentes de socialización.

Modelo socio-cultural: Enfatiza en la complejidad del contexto,


cuyas características socio-económicas estarían determinando el
comportamiento propenso al abuso de drogas. Las medidas
preventivas serían:

• Mejorar las condiciones del contexto en función de una vida más


saludable.
• Controlar aquellos aspectos socio-culturales que se constituyen
en factores de riesgo.

93
Excelencia Académica

• Desarrollar estilos de vida menos compatibles con el abuso de


drogas.

Subrayamos que ningún enfoque debe ser desechado ni


considerado como único válido y enfatizan en algún aspecto de la
problemática, pero la prevención debe ser integral, articulando los
diversos enfoques en una estrategia global, sistemática y
permanente.

Modelo para desarrollar la capacidad para la Salud y el


desarrollo comunitario

El Modelo para desarrollar la capacidad para la Salud y el


Desarrollo Comunitario se caracteriza por la intervención de 5
componentes:

1. Planificación en colaboración.- La comunidades ayudan


directamente a establecer las agendas para las iniciativas
mediante la participación de los pobladores locales en la
identificación de las cuestiones sociales que les interesa a ellos,
como disponibilidad de agua potable, vivienda adecuada,
nutrición óptima. Los indicadores comunitarios ayuda a verificar
inquietudes de las comunidades y proporciona referencias para
establecer posibles mejoras, mediante planificación estratégica
que ayudará a aclarar la visión y misión de la comunidad; los
objetivos y las estrategias para lograr los cambios necesarios. Se
deben identificar los temas que inquietan a las comunidades
locales, mediante sesiones, reuniones, encuestas. Se examinarán
los indicadores a nivel comunitario de los temas identificados.

94
Excelencia Académica

2. La intervención en colaboración.- Se debe mantener una


comunicación permanente entre los sectores pertinentes de las
comunidades, instituciones gubernamentales, o donantes de
subvenciones. Primero se recomienda alentar a las comunidades
a identificar una misión prevista que centre sus esfuerzos y
recursos en los problemas que más interesen a las comunidades.
Segundo, los planes de acción impulsan la acción de identificar
los cambios específicos que se buscarán en cada sector de la
comunidad. Tercero, los donantes de subvenciones o las
instituciones gubernamentales facilitan recursos financieros para
desarrollar el liderazgo comunitario. Cuarto, las instituciones
gubernamentales o donantes de subvenciones proporcionen los
recursos para contratar organizadores de comunidades con el fin
de brindar cambios comunitarios. Quinto, se pone a disposición
la asistencia técnica para mejorar la competencia de los líderes
organizadores. Sexto, se usa la documentación y
retroalimentación sobre los cambios comunitarios y los
resultados relacionados con estos cambios, con el fin de analizar
los esfuerzos. Séptimo, los donantes de subvenciones y las
instituciones gubernamentales ayudarán a evaluar los
resultados, autorizando en base a los análisis el nuevo
presupuesto anual de apoyo a las comunidades.

3. Cambios en la comunidad y los sistemas.- Los cambios en la


comunidad se fundamentan en los resultados obtenidos de los
proyectos, planes y alianzas estratégicas colaborativas para
promover el desarrollo comunitario. Los cambios más amplios de
los sistemas que apoyan los esfuerzos de una comunidad podrían
incluir nuevos programas de organización en la comunidad y este
a la vez otro programa encadenado. Cada resultado se convierte

95
Excelencia Académica

en un dato intermediario que genera por si mismo otra


subvención y proyecto.

4. Reducción de los factores de riesgo e incremento de los factores


protectores Los cambios en la comunidad y en los sistemas
permiten modificar los ambientes o contextos en donde se
manifiestan comportamientos o conductas que reducirán los
factores de riesgo, e incrementar los factores de protección, con
miras a los resultados y condiciones que interesan a las
comunidades.

5. Mejoras en los resultados más distales.- Las mejoras en los


resultados más distales como la reducción de la mortalidad
infantil, el suicidio, la violencia, el alcoholismo, son los objetivos
definitivos de los esfuerzos por desarrollar la capacidad para el
desarrollo comunitario.

96
Excelencia Académica

1. Investiga y describe cuales son los programas de prevención y


promoción de la salud mental, en nuestra comunidad a nivel local y
nacional.
2. Elabora un programa para desarrollar habilidades sociales,
considerando diferentes estrategias de participación comunitaria.
3. Identifica una comunidad en la que puedas realizar un diagnóstico de
su calidad de vida, haciendo uso de técnicas e instrumentos
psicológicos.

CUARTA UNIDAD

1. ¿Qué se entiende por salud mental y cuales son sus principios?


2. Usando un organizador de conocimientos explica la relación del
desarrollo humano, bienestar social y calidad de vida.
3. Explica cuáles son las diferencias que existen entre la prevención
primaria, secundaria y terciaria.
4. ¿Qué son las estrategias participativas y que tipos existen?, explícalos
a través de ejemplos.

97
Excelencia Académica

ANEXOS

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Excelencia Académica

ANEXO 1
Gustavo Gutiérrez: Teología de la liberación- perspectivas 35
En 1962, en el Concilio Vaticano II, el Papa Juan XXIII proclamó que la
Iglesia había perdido contacto con el mundo afuera de sus propias puertas
y que tenía que reexaminar su misión para no perder también su
relevancia. Su concepto de una “Iglesia de los pobres” abrió un debate
eclesial que amplió la Conferencia Episcopal de Medellín unos seis años
más tarde, esta vez con el enfoque centrado en la situación
latinoamericana. El lenguaje ambiguo del Vaticano II tomó un tono más
fuerte y directo en Medellín, en cuanto a necesidad que la Iglesia mostrara
una solidaridad con los despojados de los países latinoamericanos.
Durante esa época de intenso debate teológico, el sacerdote peruano
Gustavo Gutiérrez publicó Teología de la liberación-Perspectivas (1971). El
texto se acerca a los desafíos enfrentados por la Iglesia con un estudio no
sólo desde un punto de vista teológico, sino también desde una
perspectiva histórica, política y socio-económica. Unos treinta y tres años
después de su primera publicación, Teología de la liberación sigue siendo
un texto esencial en el estudio del movimiento de la teología de la
liberación.

En su introducción Gutiérrez escribe que su reflexión teológica viene desde


una perspectiva latinoamericana, “subcontinente de opresión y despojo”
(9). Publicado durante una época de la dictadura militar latinoamericana,
el autor examina el significado de ser cristiano latinoamericano a la luz del
diálogo planteado por la nueva teología de la liberación, un tema debatido
en la Conferencia Episcopal de Medellín.

Gutiérrez divide su estudio en cuatro partes, las cuales se subdividen en


13 capítulos. El primer capítulo presenta una breve historia de la teología,

35 http://www.ensayistas.org/critica/liberacion/casadont/gutierrez.htm

99
Excelencia Académica

definiéndola como “el fruto del encuentro de la fe y la razón” (19),


uniendo lo espiritual con el saber racional (20). Para una verdadera
reflexión teológica de la situación latinoamericana, escribe Gutiérrez, hay
que presentar un carácter racional y desinteresado. Ya establecida la
perspectiva religiosa y científica, Gutiérrez empieza a desarrollar la idea
de la teología como reflexión crítica sobre la praxis.

Gutiérrez reafirma las ideas de Juan XXIII de una “Iglesia de servicio y no


de poder” (23), y que la renovada presencia de ella en el mundo
contemporáneo sirve como “punto de partida de una reflexión teológica”
(24). La función de los teólogos sería, entonces, contribuir con una mayor
lucidez a tal compromiso (25). Citando al filósofo francés Maurice Blondel
y recogiendo las ideas del pedagogo brasileño Paulo Freire, Gutiérrez dice
que esa reflexión debe intentar “capturar la lógica interna de una acción a
través de la cual el hombre busca realizarse, trascendiéndose
continuamente” (25).

Gutiérrez sugiere que la teología “debe ser una crítica de la sociedad y de


la Iglesia” (28), añadiendo que su compromiso de servicio tiene prioridad
y que la teología es “acto segundo” (29). En vez de usarla como táctica
para justificar una posición cómoda de la Iglesia dentro de la sociedad
hispanoamericana, la teología debe ser “un pensamiento crítico de sí
mismo, de sus propios fundamentos” (28).

En el segundo capítulo, “Liberación y Desarrollo”, Gutiérrez advierte del


peligro de intentar copiar el modelo económico y social de los países ricos
porque en ellos nace “el fruto de la injusticia” (36). La senda capitalista
del desarrollo “lleva simultáneamente a la creación de mayor riqueza para
los menos y de mayor pobreza para los más” (40). Solicita así una
perspectiva humanista que intente fijar la idea de desarrollo en un
contexto más extenso: “en una visión histórica, en la que la humanidad

100
Excelencia Académica

aparece asumiendo su propio destino” (41). El desarrollo auténtico exige


un enfrentamiento de las causas de la situación hispanoamericana y
considera que las más profundas son “la dependencia económica, social,
política y cultural de unos pueblos con relación a otros, expresión de la
dominación de unas clases sociales sobre otras” (43).

Únicamente una quiebra radical del presente estado de cosas, una


transformación profunda del sistema de propiedad, el acceso al poder de
la clase explotada, una revolución social que rompa con esa dependencia,
puede permitir el paso a una sociedad distinta, una sociedad socialista.
(43)
Gutiérrez considera al hombre “agente de su propio destino” y que más
que conquistar las fuerzas externas, el hombre debe liberarse a sí mismo
con “una liberación psicológica” (45). Esta nueva manera de ser hombre
traería no solamente una “revolución social” y un “cambio radical de
estructuras”, sino también una “revolución cultural permanente” (53).

Al definir el término “liberación” desde una perspectiva social, Gutiérrez


propone en un principio tres niveles de significación:

1. Expresa “las aspiraciones de las clases sociales y pueblos oprimidos, y


subraya el aspecto conflictual del proceso económico, social y político
que los opone a las clases opresoras y pueblos opulentos.
2. Concebir la historia como un proceso de liberación del hombre, en el
que éste va asumiendo conscientemente su propio destino.
3. Nos conduce a las fuentes bíblicas que inspiran la presencia y el actuar
del hombre en la historia. (59-60)

En la formulación de una teología nueva que refleje el compromiso de la


Iglesia hacia el mundo moderno, Gutiérrez señala el peligro de caer en
posiciones “idealistas o espiritualistas”: ellas son “formas de evadir una

101
Excelencia Académica

realidad cruda” y “carentes de profundidad” (60). Se podría asumir que se


está refiriendo a los teólogos que no toman en cuenta las realidades
sociales del día y a los filósofos que ignoran los asuntos espirituales.

La segunda parte del libro, “Planteamiento del problema” expone la


pregunta “¿qué relación hay entre la salvación y el proceso histórico de
liberación del hombre?” (63). Gutiérrez examina la relación entre la fe en
Dios y la realidad socio-política terrenal. Una vida religiosa no debe
distanciarse de la actividad política según la teología propuesta por
Gutiérrez: “la lucha por la liberación de las clases oprimidas en este
subcontinente, por la que pasa necesariamente la efectiva humana
responsabilidad política de todos, busca senderos inéditos” (66).
Previamente la comunidad cristiana se había enfocado en la vida privada,
pero como el salvadoreño Monseñor Romero destacaría unos años
después, Gutiérrez escribe que “todo está coloreado políticamente. A
través de la praxis social exigida del cristiano moderno, señala Gutiérrez,
éste toma conciencia del “carácter conflictivo de lo político” y busca “con
lucidez y coraje” una sociedad justa entre los hombres (68). La
participación en el proceso de liberación de los oprimidos “es un lugar
obligado y privilegiado” en la vida cristiana (69).

En el cuarto capítulo, “Diferentes respuestas”, Gutiérrez investiga la


mentalidad de la cristiandad y sugiere que la Iglesia, equivocadamente, se
había posicionado como la proveedora exclusiva de la salvación. Lejos de
ocuparse de la política, ha usado el poder terrenal como centro de la
salvación para proteger sus propios intereses. “En estas condiciones,
participar en las tareas terrestres tendrá para el cristiano un sentido muy
preciso: trabajar por el bien directo e inmediato de la Iglesia” (72).
El quinto capítulo, “Crisis del esquema de la distinción de planos”,
Gutiérrez habla de los problemas presentados por la distinción entre la fe
y las realidades del mundo:

102
Excelencia Académica

El esquema de la distinción fe-realidades terrestres, Iglesia-mundo que


lleva a discernir en la Iglesia dos misiones y a diferenciar tajantemente el
papel del sacerdote y del laico, comenzó pronto a perder su vitalidad y a
convertirse más bien en una traba para la acción pastoral. (81)

La Iglesia tenía otros problemas además de los movimientos apostólicos


laicos, escribe Gutiérrez. Una toma de conciencia iba creciendo de “la
amplitud de la miseria” en que vivía “la inmensa mayoría de la
humanidad” y presentaba un dilema para una organización ligada “a
quienes detentan el poder económico y político en el mundo de hoy” (83).
Gutiérrez critica, de nuevo, la Iglesia por su posición oficial de no ser una
institución política. “Cuando, con su silencio o sus buenas relaciones con
él, legitima un gobierno dictatorial y opresor, ¿está cumpliendo sólo una
función religiosa”? (84). Y continúa su ataque contra la verdadera posición
política de la Iglesia:

Se descubre entonces que la no intervención en materia política vale para


ciertos actos que comprometen a la autoridad eclesiástica, pero no para
otros. Es decir, que ese principio no es aplicado cuando se trata de
mantener el status quo; pero es esgrimido cuando, por ejemplo, un
movimiento de apostolado laico o un grupo sacerdotal toma una actitud
considerada subversiva frente al orden establecido. (84)

Gutiérrez halla falta en el nivel de la reflexión teológica con relación a las


nuevas experiencias pastorales de la Iglesia. “El mundo se va afirmando
en su secularidad” observa él (85), pero la teología ha reaccionado en una
manera “tímida” (85). “Ante la afirmación de un mundo cada vez más
autónomo, -no religioso- o, positivamente, un mundo mayor” (96),
Gutiérrez hace la llamada por una renovación teológica que responda a los
cambios enfrentados por la Iglesia.

103
Excelencia Académica

La tercera parte del libro, “La opción de la Iglesia latinoamericana” revisita


los temas del desarrollo y la teoría de la dependencia. Propugnado por
“organismos internacionales”, el desarrollismo, basado en las sociedades
desarrolladas, distancia más la separación entre las clases sociales (104).
Se alcanza una nueva toma de conciencia de los efectos negativos del
desarrollo cuando éstos se estudian desde la periferia (113). Al
caracterizar los países latinoamericanos como oprimidos y dominados
desde el exterior, Gutiérrez empieza a pavimentar el camino que los
llevará a su liberación.Propone así que el único modo de superar a la
situación en que se encuentran los países hispanoamericanos es a través
de una revolución social. La acción política revolucionaria, en la cual la
revolución cubana “ha cumplido un papel acelerador” (116), no debe
limitarse al “ámbito nacional”, sino que “debería envolver todo el
subcontinente” (117). “Estamos, en América latina, en pleno proceso de
fermentación revolucionaria” (118). En la opinión de Gutiérrez, el grupo
que ofrece “la veta más fecunda y de mayor alcance” es el partido
socialista (118). Citando al peruano Mariátegui, Gutiérrez solicita un
socialismo “indio-americano” que pertenezca a la realidad latinoamericana
(119). Los Sacerdotes Argentinos del Tercer Mundo proponen que esta
senda tendría que ser “un socialismo latinoamericano que promueve el
advenimiento del hombre nuevo” (147).

Al exponer las deficiencias del capitalismo desde la periferia y la necesidad


de una revolución social latinoamericana (con el socialismo como el
camino más viable), Gutiérrez se reenfoca en la Iglesia y el papel de sus
laicos, sacerdotes y obispos.
Los cristianos individualmente, en pequeñas comunidades, e incluso la
Iglesia toda, van tomando una mayor conciencia política y adquiriendo un
mejor conocimiento de la realidad latinoamericana actual. La comunidad
cristiana comienza, en efecto, a leer políticamente los signos de los
tiempos en América Latina. (125)

104
Excelencia Académica

Gutiérrez admite que al hablar de los grupos politizados dentro de la


Iglesia, está refiriendo a una minoría. “Pero de minorías crecientes y
activas, y que día a día adquieren una mayor audiencia dentro y fuera de
la Iglesia” (127).

Los movimientos apostólicos laicos, en los que se encuentran estudiantes,


obreros y campesinos, señala Gutiérrez, presentan un problema para la
Iglesia en el sentido que sus opciones políticas son “cada vez más
revolucionarias” y “entran en conflicto con la jerarquía” (128). A causa de
ir en contra del orden establecido dentro de la Iglesia, estos grupos se
operan, a veces, en la clandestinidad. Una renovación teológica eclesial
ofrecería una oportunidad a estos grupos para trabajar más como
representantes verdaderos de la posición oficial de la Iglesia.

En cuanto a los sacerdotes y religiosos, más y más de ellos, escribe


Gutiérrez, “buscan participar más activamente en las decisiones
pastorales de la Iglesia (132). Grupos como “Sacerdotes para el Tercer
Mundo” encuentran resistencia de la jerarquía por sus llamadas a
“cambios radicales tanto en las actuales estructuras internas de la Iglesia
latinoamericana, como en las formas de su presencia y actuar en un
subcontinente en situación revolucionaria” (132-33).

Los obispos son mal preparados para cumplir su función, escribe


Gutiérrez, y los que se atrevan a tomar acción política corren el riesgo
personal de ser los blancos de ataques por la oposición. “Esto ha traído
como consecuencia una vigilancia policial estrecha, y, en algunos casos,
amenazas de muerte de parte de grupos de extrema derecha” (137).

Una nueva presencia de la Iglesia en la América Latina seguiría, entre


otras, las siguientes pautas, según Gutiérrez (154-64):

105
Excelencia Académica

1. Que la Iglesia haga una denuncia profética de las graves injusticias y


de la situación de pecado. En la cuestión de usar la influencia social
que lleva la Iglesia, Gutiérrez escribe “No hablar, es constituirse en
otro tipo del silencio; silencio frente al despojo y la explotación de los
débiles por los poderosos” (173).
2. Que la Iglesia deje de permitir a las clases dominantes de la sociedad
usar la Iglesia para legitimar el orden establecido. “Es evidente, en
efecto, que sólo un rompimiento con el injusto orden actual y un
franco compromiso por una nueva sociedad, hará creíble a los
hombres de América latina el mensaje de amor del que la comunidad
cristiana es portadora” (172).
3. Que la Iglesia practique una evangelización concientizadora. Gutiérrez
cita de Medellín: “nos corresponde educar las conciencias, inspirar,
estimular y ayudar a orientar todas las iniciativas que contribuyan a la
formación del hombre” (158).
4. Que la Iglesia exige cambios en el estilo de la vida sacerdotal para que
muestre una solidaridad con los oprimidos. “En la conferencia de
Medellín se precisó bien que la pobreza expresa solidaridad con los
oprimidos [...] un estilo de vida sencillo” (161).

En la última parte del libro, “Perspectivas”, Gutiérrez conecta el concepto


de la salvación con los hechos terrenales. “La salvación no es algo
“ultramundano”, escribe el autor, sino la “comunión de los hombres con
Dios y comunión de los hombres entre ellos” (187). Después de enfatizar
la importancia en los acontecimientos de “este mundo”, él reexamina los
hechos bíblicos para mostrar la naturaleza política de ellos. “El éxodo será
la larga marcha hacia la tierra prometida, en la que se podrá establecer
una sociedad, libre de la miseria y de la alienación” (196). Él concluye que
“trabajar, transformar este mundo es hacerse hombre y forjar la
comunidad humana, es también, ya salvar (200), y que:

106
Excelencia Académica

La salvación comprende a todos los hombres y a todo el hombre: la acción


liberadora de Cristo – hecho hombre en esta historia una y no en una
historia marginal a la vida real de los hombres – está en el corazón del
fluir histórico de la humanidad, la lucha por una sociedad justa se inscribe
plenamente y por derecho propio en la historia salvífica. (216)

De este discurso sobre lo político encontrado en la Biblia, Gutiérrez salta


al presente y nota su ausencia en la teología contemporánea: “Hay en ese
planteamiento una perspectiva que nos parece bloquear la pregunta sobre
el sentido último de la acción del hombre en la historia” (222). Medellín
califica la miseria de las masas latinoamericanas como “una situación de
pecado” y “un rechazo al Señor” (225). Gutiérrez escribe que “el pecado
exige una liberación radical, pero ésta incluye necesariamente una
liberación política” (227). La separación de lo político y lo espiritual “no
existe más” en el templo vivo de Dios (238).

Gutiérrez escribe de encontrar a Cristo en el prójimo, pero no sólo en una


manera individualista:
Como se ha observado con insistencia en los últimos años, el prójimo no
es sólo el hombre tomado individualmente. Es, más bien, el hombre
considerado en la urdimbre de las relaciones sociales. Es el hombre
ubicado en sus coordenadas económicas, sociales, culturales, raciales. Es,
igualmente, la clase social explotada, el pueblo dominado, la raza
marginada. Las masas son también nuestro prójimo. (252)

Al escribir sobre la “espiritualidad de la liberación” (253), Gutiérrez


propone que se trate de “una espiritualidad que ose echar sus raíces en el
suelo constituido por la situación de opresión-liberación (255). Convertirse
al Señor “es comprometerse con el proceso de liberación de los pobres y
explotados” (255).

107
Excelencia Académica

Gutiérrez califica esta nueva teología como una teología “de la esperanza”
que “permite pensar la historia en términos revolucionarios” (267). Nunca
lejos de su enfoque en la praxis, escribe que esta esperanza “vence la
muerte” y “debe echar sus raíces en el corazón de la praxis histórica”
(269).

La quiebra entre la fe y la vida terrenal, señala Gutiérrez, apareció en la


época moderna y Gutiérrez intenta mostrar como la separación entre los
dos no ha sido un hecho histórico. Apoyado por los pensamientos del
teólogo J. B. Metz, escribe como esa ruptura presentaba la vida de la fe
como “opción personal y se hace abstracción del mundo social en que se
vive. Para la conciencia religiosa inspirada en esta teología la realidad
social y política sólo tiene una existencia efímera” (277). La nueva
teología significa “un replanteamiento original de la función de la Iglesia
en el mundo actual” (283).

En la sección intitulada “Comunidad cristiana y la nueva sociedad”,


Gutiérrez retoma el tema de la relación histórica de la Iglesia con el
mundo. Señala que la Iglesia estaba en la periferia de la sociedad hasta el
siglo IV y con el edicto de Milán pasa a “ser tolerado” (315). Junto con su
aceptación social apareció la actitud de que “fuera de la Iglesia no hay
salvación” y que “no hay un mundo fuera de la Iglesia; ésta surge como la
depositaria única de la verdad religiosa” (316). Esta perspectiva
eclesiocéntrica ha permanecido hasta el presente, escribe Gutiérrez, y sólo
con las proclamaciones de Juan XXIII en el Concilio Vaticano II comenzó a
cambiar su perspectiva al hablar de la Iglesia “como un sacramento”
(319), definiéndolo como “la revelación eficaz del llamado a la comunión
con Dios y a la unidad de todo el género humano” (320).
Al estudiar el significado simbólico de la eucaristía, Gutiérrez la conecta
con la fraternidad humana:

108
Excelencia Académica

El pan y el vino son signos de fraternidad que evocan al mismo tiempo el


don de la creación, la materia de la eucaristía lleva en ella misma esta
referencia, recordando que la fraternidad se arraiga en la voluntad de Dios
de dar a todos los hombres los bienes de esta tierra para que ellos
construyan un mundo más humano. (326)

Aunque Gutiérrez halla limitaciones en la filosofía pedagógica de Freire, es


difícil no ver la influencia que tuvo en este texto. Gutiérrez escribe de
cómo la liberación de los oprimidos liberaría, también, a los opresores. “Se
ama a los opresores liberándolos de su propia e inhumana situación de
tales, liberándolos de ellos mismos” (344). Hay que amar a los opresores
opina Gutiérrez, pero a la vez reconociendo que son los enemigos en la
lucha por una sociedad más justa. “No se trata de no tener enemigos, sino
de no excluirlos de nuestro amor” (345).

El último capítulo del texto, “Pobreza: Solidaridad y Protesta”, resuena con


los sentimientos de Medellín: que la Iglesia se solidarice con los oprimidos
latinoamericanos. Gutiérrez indica que el término pertenece a la pobreza
material, “es decir, la carencia de bienes económicos necesarios para una
vida humana digna de ese nombre” (353). Lejos del pensamiento
existente de que la pobreza material sea “una ineludible y necesaria
condición en el camino de la santidad” (352), Gutiérrez la presenta como
algo que prohíbe la autorrealización del hombre como hijo de Dios. Puesto
en un contexto socio-económico, el autor escribe que “hay pobres porque
hay hombres que son víctimas de otros hombres” (359). Vista desde su
visión del hombre como sacramento de Dios, Gutiérrez escribe que
“oprimir al pobre es atentar contra Dios mismo, conocer a Dios es obrar la
justicia entre los hombres” (362).

109
Excelencia Académica

ANEXO 2

NUEVOS ENFOQUES Y PRÁCTICAS DE PSICOLOGÍA COMUNITARIA


PARA EL DESARROLLO 36

Autor: Víctor Montero López

PRACTICAS Y ROL DEL PSICÓLOGO COMUNITARIO


Según los tipos de prácticas psicológicas, existen diferencias sobre el tipo
de identidad profesional construida y sobre los productos de esa práctica.

Quintal de Freitas (Brasil, 1994) encuentra cuatro tipos de prácticas


psicológicas en el trabajo comunitario. Estas son:

1. La psicología en la comunidad, define estrategias para diagnosticar,


desde una perspectiva psicológica e individual, le preocupa las
estructuras internas individuales. Es la tradicional psicología clínica en
otro escenario social y espacial, o sea asume un nuevo espacio de
actuación. Utiliza técnicas e instrumentos tradicionales de psicoterapia,
diagnóstico, tests. Busca identificar crisis vividas y promueve
clasificaciones. Considera que los problemas de la comunidad son
originados fundamentalmente por problemas psíquicos. Sus temas de
interés son: neurosis, psicosis, histeria, relaciones familiares y
personales. Otros problemas son vistos bajo una visión situacional. La
comunidad es un mero receptor. Significa una defensa de especificidad
profesional y creencia en una determinación psicológica.

2. La psicología de la comunidad, es aquella donde el énfasis está


determinado por la población. El psicólogo participa en discusiones y
movilizaciones; es un activista político. Los problemas comunales se

36 http://vmonterolopez.blogspot.com/

110
Excelencia Académica

derivarían de factores económicos, políticos y sociales; no les atribuye


causas psíquicas, lo personal es analizado como fruto de condiciones
sociales. El psicólogo trabaja con poblaciones pauperizadas
contribuyendo al aprendizaje para expresarse, organizarse y lograr
reinvindicaciones. Aporta a la organización y movilización popular.
Utiliza para ello, dinámicas de grupos para facilitar procesos de
comunicación y organización, usando instrumentos de otros campos.
Con ella la psicología aporta poco, pues su carácter es básicamente
político; sí detecta nuevas situaciones y problemas, exigen mayor
análisis y adiestramiento, de esta manera la población gana en
posibilidades de organización. La práctica psicológica es pobre. Es una
No defensa de la especificidad profesional y creencia en una
determinación psicológica.

3. La psicología para la comunidad, atribuye causas psíquicas a los


problemas comunales, viéndolos como rasgos o tendencias internas de
la estructura psíquica. Sus técnicas buscan fortalecer la organización,
movilización y participación. El psicólogo es un intermediario entre la
población y las instituciones. Implica una No defensa de especificidad
profesional y la creencia en una determinación psicológica. Carece de
identificación profesional o social.

4. La psicología comunitaria, que enfrenta los problemas de las


comunidades, pero estudia los aspectos subjetivos que contribuyen a
una mayor incidencia de las determinaciones. Analiza la realidad
concreta de vida y la cotidianeidad. El psicólogo es un catalizador de
procesos. Sus temas son: los procesos de formación de conciencia,
construcción de identidad, representaciones sociales, apatía social, falta
de organización y movilización, individualismo, solidaridad, los procesos
de la acción social, etc. Los problemas individuales se ven desde una

111
Excelencia Académica

perspectiva psicosocial y como construcción sociohistórica. Usa técnicas


psicológicas ya existentes, pero crea otras, participando con la
población. Desmitifica explicaciones frecuentes. Es una posición de
Defensa de especificidad profesional y creencia en la determinación
sociohistórica. Con ella gana la psicología y la comunidad; se crea la
necesidad de reflexión y sistematización, construye nuevos
instrumentos y nuevas relaciones de producción de conocimientos y de
intervención. La comunidad tiene nuevas posibilidades como actora
social, construyendo nuevas formas de vida comunitaria. El objeto de
estudio es inacabado, en construcción permanente. Exige la coherencia
en presupuestos científicos y rigor en los instrumentos para aprehender
lo objetivo y subjetivo de las determinaciones sociales. Significando así,
un nuevo tipo de intervención y relación de la psicología con la
comunidad.

Perdomo (Venezuela, 1988) ya había señalado 4 posiciones erróneas del


psicólogo comunitario: 1) activista, signado por el inmediatismo, 2)
especialista, experto y observador a distancia, 3) populista, el único
criterio de verdad es el pueblo, 4) concientizador, salvador e iluminador
de los alienados.

La psicología se difundió mayormente gracias a los consultorios que


aparecieron en forma de "psicología en la comunidad", para luego crearse
un mayor nexo y aproximación con la comunidad, gracias a la acción de
los psicólogos de salud y de reeducacción del Estado; sin embargo, estas
prácticas todavía adoptaban modelos y estrategias de la psicología clínica
cayendo en un psicologismo. Algunos psicólogos de esta vertiente van
constituyendo la psicología comunitaria.

112
Excelencia Académica

Maritza Montero, señala las coincidencias entre los modelos de Psicología


Social Comunitaria en América:

- La necesidad de la teoría y práctica.


- El psicólogo como agente de cambio social.
- La relación dialógica.
- El énfasis en la transformación: y la relación entre problemas sociales y
ambientales y vida cotidiana.
- El énfasis en el control interno, la esperanza, la energización, la
autoeficacia.
- Adopción de modelos como el construccionista y la teología de la
liberación.

Wiesenfeld (Venezuela, 1994), analiza los enfoques teóricos y


metodológicos que han orientado los trabajos de psicología comunitaria en
Latinoamérica y encuentra que han predominado las nociones de cambio
social a través de la concientización y de participación comunal en la
solución de problemas, buscando que la comunidad acceda a recursos
materiales y psicológicos, tenga mayor control sobre su ambiente,
perspectiva ecológica de concientización y acción inseparables y
simultáneas. Habiéndose tomado los paradigmas de las ciencias críticas y
el constructivismo, estos debieran integrarse; necesidad que no se
establece a priori sino porque la realidad lo requiere.

Maritza Montero, enfatiza en el rol de agentes catalizadores del cambio


social, mostrando las aproximaciones de la Psicología Social
Latinoamericana con el modelo ecológico-cultural que incluye: el
ecológico-transaccional (Newbrough, 1979), ecológico - contextual (Kelly,
1986), y ampliación cultural (Rappaport, 1975).
Fernández H. (Argentina, 1995) señala el rol del profesional de la salud
mental en la prevención de trastornos mentales. Se pregunta si ¿podemos

113
Excelencia Académica

modificar nuestro ambiente al tiempo que este nos determina? Señala lo


erróneo de pensar en nuestra realidad como algo en sí mismo organizado.
Nuestro mundo no se puede concebir como totalidad organizada y
coherente, sino como estructura injusta y caótica vulnerable, donde las
desigualdades generan trastornos. Dentro de ello, las conductas
perturbadas no podrían definirse por su distanciamiento con esa realidad,
sino como experiencias de sufrimiento, insertas en un espacio de
inseguridad e injusticia. Indica los condicionamientos teóricos y técnicos,
cómo importamos tecnología para perfeccionar organizaciones y optimizar
sistemas relativamente estables. Afirma que las comunidades son
potenciales fuentes de rescate de valores y de lucha cotidiana por la
dignidad. Una primera tarea es la de incrementar la conciencia crítica
respecto de las condiciones de vida actuales. Debemos mejorar los
recursos para aliviar el sufrimiento de las personas pero eso no significa
someternos pasivamente a estructurar respuestas acomodadas al status
quo. Por ello, debemos responder a una demanda, pero nuestra misión
debe orientarse a reducirla.

114
Excelencia Académica

ANEXO 3

UNA LOGOTERAPIA DE ORIENTACIÓN SOCIAL-COMUNITARIA 37.

”Se entiende por Logoterapia Social al conjunto de aplicaciones no


clínicas fundamentadas por el Análisis Existencial y Logoterapia de Víktor
Frankl, cuyos principios son aplicados al ámbito Social Comunitario,
enfatizando el desarrollo de cuatro objetivos básicos: 1) Desarrollo
Humano Integral, 2) Prevención Integral, 3) Coexistencia y 4)
Trascendencia”.

El famoso filósofo y ensayista francés Michel Onfray, hace una excelente


introducción y planteamiento al problema del arte y de la filosofía, el cuál
explica en tres trabas históricas:

1) SOLIPSISMO: En un momento el artista se volvió sobre si mismo, en


lugar de orientarse hacia la gente y el público, es así como la obra
artística queda convertida en un monólogo sin audiencia. No interesa
ya el otro, el público o el mundo, el artista hace arte por su propio
interés, placer y satisfacción, lo cuál termina fomentando una especie
de autismo.

2) ELITISMO: Aparecen especializaciones y especialistas en cuánto a


ciertos conocimientos y práctica. Por ejemplo, en el caso del arte: El
pintor ya no pinta para el pueblo sino para otros pintores “que saben
de pintura” o para “críticos de arte”; sólo los “que saben de poesía”
pueden opinar y escribir poesía; los únicos capaces de escribir novelas
son los licenciados en literatura, los críticos literarios, los filólogos, lo
cuál termina en la conformación de élites que no sólo excluyen a

37REFLEXIONES, SENTIDO Y APLICACIONES DE LA LOGOTERAPIA SOCIAL-


COMUNITARIA. Roberto Gonzalo Vecco Giove

115
Excelencia Académica

ciertos grupos “de personas no expertas”, sino que además cortan su


relación con las audiencias populares, para relacionarse únicamente
con otros “especialistas” del tema.

3) INTELECTUALISMO: Finalmente surge un fenómeno en el cuál toma


mayor importancia la interpretación o construcción intelectual
realizada desde la realidad, teoría, obra, etc. que la realidad misma. Es
decir ya no interesa la obra de arte en sí, sino más bien el discurso
sobre los motivos conscientes e inconscientes que motivaron al artista
a pintarla; no interesa ya lo que dice la novela, sino lo que el novelista
quizo decir. Es así como se termina dando mucha más importancia a
las construcciones mentales e intelectuales que a los hechos u obras
mismas.

Según Michel Onfray este triple fenómeno al cuál se enfrenta el arte


contemporáneo se puede encontrar también en la Filosofía o cualquier
campo del conocimiento o profesión. Es fácil reconocer que tampoco ha
sido ajeno a la Psicoterapia.

El mismo Sigmund Freud declaró que “Toda psicología es una Psicología


Social”. Sin embargo, el desarrollo de la psicología y la psicoterapia en el
campo social más allá de la comprensión de las influencias sociales en el
campo psicológico, aún no ha sido significativo, esto no es ajeno a la
Logoterapia o mayoría de las demás escuelas psicoterapéuticas, con raras
excepciones. Es por ello, que si bien existen muchas orientaciones
psicológicas o psicoterapéuticas que reconocen la importancia de la
dimensión social, la mayoría de estos enfoques no han hecho mayor
esfuerzo
por contribuir a resolver la problemática social contemporánea en la que
se encuentran las personas hoy en día; quizá esto se deba a que
consideran los aspectos sociales, económicos y políticos como simples

116
Excelencia Académica

factores de influencia para la comprensión y explicación de la enfermedad


o ciertas conductas, más no un asunto sobre el que deba trabajar
directamente la psicología o la psicoterapia con el fin de lograr la curación
o mejoramiento de la persona. La excepción a esto sea quizá la Psicología
Social Latinoamericana del Dr. Enrique Pichón Riviere.

Cuando Enrique Pichón-Riviere, eminente psiquiatra suizo radicado en


argentina, fundador del Psicoanálisis en dicho país, comprendió que el
psicoanálisis no respondía a la realidad latinoamericana, decidió fundar un
movimiento denominado “Psicología Social” abierto a todas las personas y
basado en la realidad de Latinoamérica, este movimiento cuyo único
requisito de ingreso era “estar vivo”, incidía en el proceso de grupo, los
vínculos y la aplicación de la psicología a la vida cotidiana. Pichón-Riviere
expresó la necesidad de realizar tres aperturas en la psicología y la
psicoterapia, lo cuál constituyó una revolución del sistema predominante,
básicamente psicoanalítico:

1) Pasar de lo individual a lo grupal.


2) Pasar del pasado al futuro.
3) Pasar de la palabra a la acción.

Las tres trabas mencionadas por Onfray, así como las tres aperturas
propuestas por Pichón-Riviere constituyen puntos importantes a tomar en
cuenta en la construcción de una Logoterapia Latinoamericana, que
pretenda responder a una realidad social concreta.

Esta época de Neurosis Noógenas y Neurosis Colectivas en la cuál resaltan


barreras internas y externas que limitan nuestra interacción con las
demás personas y el abordaje de las condiciones sociales específicas
relacionadas, requieren a su vez del desarrollo de metodologías y
estrategias de intervención social igualmente específicas.

117
Excelencia Académica

El Ser humano no sólo sufre en los consultorios y por ello es necesario que
exista una apertura y compromiso de la Logoterapia hacia la comunidad y
el mundo.

Es importante aclarar que la Logoterapia Social, propiamente dicha reposa


más en el Análisis Existencial (Logo-teoría), desde el cuál desarrolla
teorías, aplicaciones y metodologías sociales diferentes a las de la
Logoterapia Clínica (Logo-terapia). Es así que el sentido del término
“Logoterapia Social” responde en este aspecto a la relación de esta
propuesta social-comunitaria con el modelo creado por Víktor Frankl, el
mismo que ha sido mayormente difundido y reconocido con dicha
nominación (a pesar de que Víktor Frankl solía presentarla como
Logoterapia y Análisis Existencial, mencionando que ambos constituían las
dos caras de una misma moneda), más no a la aplicación clínica-
terapéutica de este modelo.

Es importante comprender que la Logoterapia y Análisis Existencial no


deben tener una connotación social, mucho menos política (en sentido
figurado, dado que todo acto, teoría o sistema tiene ya una influencia y
orientación social y política al ser producto de ciertas condiciones
sociales). Sin embargo, tan bien reconocemos que no son los sistemas,
sino las personas las que aplican dichos sistemas encarnando valores y
comprometiéndose concretamente con ellos. Es por tanto, decisión y
responsabilidad de cada persona y no de la Logoterapia en cuanto a
sistema, asumir una orientación social frente a la creciente problemática
social de nuestra época. Esto implica realizar un acto de consciencia,
compromiso y trascendencia hacia aquellos lugares y poblaciones más
vulnerables, como tantos que abundan en nuestros países
latinoamericanos.

118
Excelencia Académica

Si bien la Logoterapia nació en Europa del siglo XX desde la experiencia de


Víktor Frankl, testigo de su siglo, de las mayores atrocidades y actos más
nobles del Ser Humano, como lo fueron los
campos de concentración nazi en los que estuvo recluido; ahora nos toca
a nosotros como bien indicó al invitarnos a la “degurificación de la
Logoterapia”, que debe ser adaptada a nuestra realidad.

El siglo XX se ha ido y han pasado trece años desde el fallecimiento de


Víktor Emil Frankl, pero aún vivimos rodeados de muchos campos de
concentración contemporáneos que incrementan el número de prisioneros
cada día: Pobreza extrema, violencia, delincuencia, depresión, suicidio,
adicciones, alcoholismo, vacío existencial, aislamiento existencial,
embarazo adolescente, mortalidad materno-infantil, prostitución,
desempleo, sub-empleo, explotación, contaminación ambiental,
corrupción, exclusión social, discriminación, etc.

Esta adaptación implica por un lado no sólo la revisión teórica seria y la


investigación en el campo clínico-académico, sino también el trabajo de
facilitar el acceso de nuestras poblaciones y a los problemas sociales a los
cuáles nos enfrentamos, lo que constituye de por sí ya todo un reto al cuál
su propio creador invita: “La Logoterapia está abierta a su propia
evolución”.

Por ello, esta propuesta no constituye un alejamiento o tergiversación del


pensamiento de su creador, sino la apelación que él mismo nos ha
indicado. Citando al logoterapeuta uruguayo, Andrés Kuplen: “Limitarnos
a repetir la obra de Viktor Frankl y evitar su evolución es de por sí ya
contradictorio al pensamiento y voluntad del propio creador de la
Logoterapia”.

119
Excelencia Académica

La Logoterapia Social no busca o apoya la “popularización”,


“vulgarización” o “tergiversación” del pensamiento y obra de Viktor Frankl.
Por el contrario esta adaptación implica un compromiso ético y concreto
que permite de manera seria, profesional y profunda llevar su
pensamiento y mensaje a donde más se requiera, sin alejarse de sus
raíces y superando el intelectualismo para asumir un compromiso concreto
con el “Hombre Doliente”, re-humanizando así nuestra realidad social. Por
ello, no constituye un antagonismo o riesgo para la Logoterapia Clínica,
sino más bien un complemento necesario, cuya finalidad es diferente y
cuyos límites son claros en cuánto a esta.

Como parte de este proceso es fundamental hacer una diferenciación


desde el inicio de toda actividad, entre lo que significa la Logoterapia
Clínica de orientación Científica, Académica y Terapéutica, de lo que
significa la Logoterapia Social.

Primer Objetivo: DESARROLLO HUMANO INTEGRAL.


Es muy importante especificar, que una Logoterapia de orientación social
tendrá como principal fin la Re-humanización de la Sociedad a través
de un “Proceso de reeducación existencial”, con énfasis en el
estudio del Ser-Humano Integral (Volver consciente la visión
antropológica inconsciente) y el desarrollo de las potencialidades
noéticas-espirituales: Consciencia autoreflexiva,

Auto-distanciamiento, Auto-trascendencia, Libertad y Responsabilidad,


Voluntad de Sentido, Valores (de experiencia, de creación y de actitud),
Sentido de Vida, Proyecto de Vida, Coexistencia y Autorrealización.

El Desarrollo Humano Integral, sin embargo no se limita únicamente al


individuo, sino que se extiende a sus relaciones y vínculos, de manera

120
Excelencia Académica

responsable, trascendente y significativa, abarcando tres dimensiones de


relación básicas:

1) Mundo Objetivo. Que involucra la relación con la naturaleza, los otros


seres como cuerpos y las estructuras materiales.

2) Mundo subjetivo. Que involucra la sociedad, la cultura, el lenguaje, las


tradiciones, creencias, valores y sentidos personales y compartidos.

3) Mundo inter-personal. Que involucra la relación con los demás


personas en cuánto seres únicos e irrepetibles, que se abarca las dos
anteriores dimensiones. Cabe mencionar que en esta dimensión se
incluiría la relación Yo – Tu (persona-persona), así como la relación Yo
– Dios para personas con creencias religiosas.

Este Desarrollo Humano Integral podría describirse como el logro de una


Ecología Integral, es decir un equilibrio Interno en la Persona Bio-Psico-
Espiritual y Externo en relación armónica, responsable, significativa y
trascendente con el mundo-naturaleza, sociedad-cultura y Población-
personas, todo ello expresado de manera concreta a través de un
Proyecto Individual.

Es importante indicar, por paradójico que nos parezca, que el Desarrollo


Humano Integral, debe focalizarse en la Persona como único fin; es decir,
que no debe buscar el beneficio social o cualquier otro fin secundario a
esta, sino más bien estimular este proceso que desemboque en un
Proyecto Individual significativo y trascendente, objetivo sostenible y
deseablemente rentable, con el fin de permitir que la persona logre así
cubrir sus propias necesidades básicas y satisfacción de sentido personal,
que lo conlleve progresivamente hacia la autorrealización y auto-
trascendencia.

121
Excelencia Académica

Segundo Objetivo: PREVENCIÓN INTEGRAL.


Un segundo objetivo de la Logoterapia de orientación social es la
Prevención Integral, con énfasis en las Neurosis Noógenas (Vacío
Existencial, Frustración existencial, Carencia de una vida sin Sentido, etc.)
y de lo que Víktor Frankl denominó las Neurosis Colectivas (Depresión,
Suicidio, Adicción, Violencia, Agresividad). La Prevención Integral, se
fundamenta en el “Análisis Existencial” y por ello abarca tanto la totalidad
de la persona bio-psico-noética, así como los factores sociales asociados.
Este modelo preventivo es de carácter Inespecífico, pues no se basa en
la prevención de problemas particulares (Adicciones, embarazo
adolescente, enfermedades de transmisión sexual, diabetes, etc.), sino
más bien en el desarrollo de capacidades y factores de prevención en la
Persona Humana. La Prevención Integral de orientación logoterapéutica
constituye un sistema de prevención primaria que se anticipa a la
aparición de los problemas y enfermedades.

La propuesta metodológica combina la experiencia y aportes de dos


autores logoterapeutas colombianos: José Arturo Luna Vargas y Efrén
Martínez Ortíz, la misma que se basa en cuatro puntos específicos:

1. Brindar información preventiva adecuada,

2. Promover el Desarrollo Humano Integral (mencionado en el punto


anterior),
3. Educación en la Libertad, para la responsabilidad y sentido de vida y

4. Promover el encuentro y diálogo existencial (que constituye además, el


tercer objetivo de la Logoterapia Social – comunitaria).

122
Excelencia Académica

Tercer Objetivo: COEXISTENCIA.


Por otro lado, en nuestra sociedad contemporánea, el diálogo entre la
gente se ha tornado superficial, atrozmente trivial, carente de sentido. Se
ha perdido el encuentro con el otro y lo único que parece interesar es la
búsqueda del placer, el poder y el bienestar individual. A esto se suma el
incremento de problemas como el aislamiento, soledad y depresión. Se
nos indica en forma constante que vivimos en la “Era de la Comunicación
y de las conexiones”, paradójicamente observamos a millones de personas
“atrincheradas” detrás de los ordenadores y redes sociales colectivas,
cada vez menos comunicadas entre si, con mayor necesidad de expresión
y cuyos vínculos interpersonales se encuentran debilitados, virtualizados,
tergiversados y/o responden a intereses cada vez más despersonalizados
y frívolos.

En palabras de José Arturo Luna: “Hay demasiada comunicación


instrumental, pragmática, funcionalista, que desde luego es importante,
pero infortunadamente estamos perdiendo la comunicación significativa,
existencialmente hablando”, también agrega: “La comunicación
instrumental busca el aprovechamiento, la manipulación de la otra
persona, la utilidad como fin supremo. La comunicación significativa, con
sentido, existencialmente hablando, tiene que ver con las grandes
preguntas y vivencias que la vida le plantea al ser humano y que la
persona puede asumir. El dolor, el amor, la solidaridad, los valores, la
alegría, la libertad son vivencias existenciales”.

Por lo tanto, la Logoterapia Social deberá buscar como el tercero de sus


objetivos: Recuperar los vínculos, la capacidad de Coexistencia y la
Comunicación Significativa entre las personas, enfatizando en la
prevención del Aislamiento, la Soledad y la depresión.

123
Excelencia Académica

Cuarto Objetivo: TRASCENDENCIA.


Si bien es cierto los dos primeros ejes: DESARROLLO HUMANO
INTEGRAL y PREVENCIÓN INTEGRAL, constituyen principios
fundamentales de la práctica de esta aplicación, el Eje de la
COEXISTENCIA, es además de un objetivo social, la base de todo
proceso de grupo incluido desde este modelo, así como el principal punto
de partida para el desarrollo de las metodologías de implementación
comunitaria como la COMUNIDAD VIVENCIAL DE LOGOTERAPIA (C.V.L.),
por ello la parte inicial de nuestra consigna es: “Una Logoterapia que
parte de lo social (el grupo)…”, sin embargo esta consigna revela en
su segunda parte: “Y se dirija hacia lo social (la comunidad, el
mundo)”.

Es así como la Logoterapia Social buscará que las personas involucradas


en dichos procesos contribuyan a promover estos objetivos hacia otros
grupos humanos, mejorando su contexto social y logrando sentido a
través de actividades de Auto-trascendencia, “Proyectos con Sentido” o
estrategias como la Economía Solidaria, la Pro-socialidad y el
Monoantropismo. Una de estas estrategias sistematizada por la C.V.L. es
la de la ESCUELA DE VIDA (E.V.) en la que las mismas personas
involucradas replican su experiencia con otros grupos humanos (“hombres
comunes de la calle”) con la supervisión de un coordinador capacitado.

Es así como nuestra propuesta, se articula básicamente en cuatro grandes


ejes u objetivos:

EJE 1. DESARROLLO HUMANO INTEGRAL. Promover el Desarrollo


Bio-psico-socioespiritual, con énfasis en la reeducación
Existencial de la Persona Humana y el desarrollo de sus
potencialidades noéticas-espirituales.

124
Excelencia Académica

EJE 2. PREVENCIÓN INTEGRAL. Promover una Cultura Preventiva


Integral, centrada en la Persona Humana, con énfasis en la
prevención de las “neurosis noógenas” y “neurosis
contemporáneas”.

EJE 3. COEXISTENCIA. Promover la Coexistencia y la organización


social, basada en el Encuentro, Diálogo Existencial y Sentido
conjunto.

EJE 4. TRASCENDENCIA. Promover actividades auto-trascedentes,


proyectos con sentido y estrategias como la Economía Solidaria,
la Pro-socialidad y el Monoantropismo. Lograr que las personas
contribuyan con algo o alguien diferentes de sí mismos. Lograr la
contribución y apertura del grupo hacia la comunidad y el
mundo.

125
Excelencia Académica

ANEXO 4

Desarrollo Local y Empoderamiento 38

El desarrollo local podría fortalecerse, si la participación ciudadana


incrementara su empoderamiento, por lo que es necesario la aplicación de
estrategias que contribuyan al mismo en el marco de la democracia
participativa, para la construcción de territorios con un desarrollo
adecuado. La noción “empoderamiento”, no como realidad abstracta sino
como objetivo participativo con manifestaciones concretas, abordables y
viables, alejado de la pasividad y de la indolencia social que aparecen
representadas en el imaginario colectivo participativo. La noción,
traducción literal del término inglés empowerment, se emplea para
expresar el ejercicio real del poder por parte de la ciudadanía. J.
Rappaport (1981,1987) ha propuesto, en el contexto de la actuación en
Psicología Comunitaria, el concepto de empowerment (literalmente,
dotación de poder). En una perspectiva ecológica alude a una calidad
fundamental de interacción de las personas con su entorno relacional y
físico (A., Sánchez, 1996).

Etimológicamente este concepto alude a: permitir, capacitar, autorizar o


dar poder sobre algo o alguien o para hacer algo. Conceptualmente, se
refiere al proceso o mecanismo a través del cual personas, organizaciones
o comunidades adquieren control o dominio sobre asuntos o temas de
interés que le son propios (A., Sánchez). Los ejes centrales del concepto,
serían entonces, la potenciación y fortalecimiento con la finalidad de
sentirse y ser competentes en los ámbitos de interés para la propia vida.
Rappaport en 1987, refiere que el empowerment (o empoderamiento)
posee dos dimensiones o componentes complementarios para el caso del
desarrollo comunitario. Una se centra en la autodeterminación personal,

38 http://www.eumed.net/libros/2007a/259/61.htm

126
Excelencia Académica

que sería la capacidad de determinar la propia vida (sentido de


competencia personal). La otra, se centra en la determinación social y se
refiere la posibilidad de participación democrática (sentido de competencia
comunitaria).

Se trata de un concepto cada vez más utilizado que relaciona las nociones
de poder, política y participación, en general, pero que ha surgido de
experiencias realmente concretas, circunscritas a lo próximo, a lo
cotidiano, a las necesidades sociales que requieren de satisfacción social.
Aparece ante la necesidad de apertura de líneas de acción, desde la
reclamación de poder y voz para poder desarrollar planes, programas o
proyectos específicos con el horizonte de la promoción de la plena
integración de las comunidades locales y la participación social práctica.
En consecuencia, la noción de “empoderamiento” implica formas muy
diversas de entender el mundo y las relaciones de poder (desde
reformistas hasta revolucionarias). El común denominador entre todas
ellas es la idea de compartir poder y tomar decisiones a todos los niveles,
“poder” en todos los ámbitos de la sociedad, perteneciente a todo
individuo y a todo grupo. Para su concreción, precisa de sujetos activos,
convencidos de ser capaces de convertirse en motores de su propio
“empoderamiento”. Además, entronca con las nociones de poder
vinculadas a los movimientos sociales, a las ideas de participación de
acciones colectivas que contrarresten las relaciones de poder hacia las
mayorías por parte de unas elites minoritarias, desde una perspectiva
marcadamente transformadora y “desestabilizadora” en sus
planteamientos originales que han ido evolucionando hacia posiciones
como el seguimiento participativo de proyectos. De hecho la
monitorización desempeña un papel destacado en esta alternativa
participativa.

127
Excelencia Académica

Empoderamiento es un concepto psicosocial con implicancias políticas:


hablamos de poder, de transferencia de poder. Queremos resaltar aquí
que un objetivo de vital importancia en la superación de la pobreza es la
ruptura de los mecanismos psicosociales que la reproducen (que por cierto
tienen su base en estructuras sociales objetivas). La ubicación de las
personas que viven en condiciones de pobreza les impide muchas veces,
tener control psicológico, material o político en cuestiones incluso
cotidianas, más aún su escasa o nula incidencia en la toma de decisiones
que se relacionan con políticas que eventualmente pueden mejorar sus
condiciones de vida.

Este concepto muy pronto traspasó los límites de la Psicología


Comunitaria, comenzándose a emplear en diversos ámbitos,
especialmente en agencias internacionales de desarrollo, refiriéndola como
un componente fundamental en las estrategias de erradicación de la
pobreza (Banco Mundial, 2001; CEPAL, 2001).

El empoderamiento aumenta las oportunidades y aptitudes de las


personas de optar y expresar sus opciones y transformarlas en actividades
y resultados deseados. La capacidad de las personas de participar en la
función de gobierno a nivel local y en la prestación de servicios locales no
sólo está determinada por la dotación de recursos individuales (dinero,
información, aptitudes, etcétera), sino también por el capital social que
sirve de base para las actividades colectivas tendientes a dar respuesta a
sus preocupaciones comunes

Las prácticas de este fenómeno son el elemento inverso, a las relaciones


verticales de poder vertido desde arriba. La autoestima, el desarrollo
personal, la dignidad o la toma de conciencia son elementos constitutivos
que enriquecen el enfoque, persiguiendo el objetivo de aumentar la
participación individual y colectiva en movimientos o redes sociales

128
Excelencia Académica

activas. No está reñido con un contexto estructural o institucional en la


medida en que busca reforzar a los actores sociales como sujetos activos
que se convierten en objetivos de estructuras, de instituciones y de
organizaciones, en el marco de los cambios en las relaciones políticas y
con un carácter ineludiblemente político de reequilibrio del poder.

El entorno propicio para el desarrollo local comprende instituciones


formales, como leyes, políticas y sistemas institucionales establecidos, así
como sistemas informales, como valores, normas y prácticas sociales, que
influyen sobre las decisiones y el comportamiento de las personas.
El respaldo externo para el desarrollo local comprende el suministro a los
protagonistas locales —incluidos organismos públicos, organizaciones no
gubernamentales y de base comunitaria— de recursos tales como
financiamiento, capacitación, asistencia técnica e información. Las
transferencias de recursos a organismos locales son comunes en todos los
países; en zonas locales menos adelantadas, su proporción tiende a ser
mayor.
La sociedad civil a través del sistema político tiene que buscar un nuevo
pacto, democratizar el Estado para lo que se requiere una
descentralización funcional y una gestión transversal del estado en
relación a la sociedad para que se fortalezca la participación ciudadana.
Una posible alternativa, está por un lado en la construcción de un estado
social, por otro en consolidar una sociedad de bienestar donde lo público
no se agota en lo estatal teniendo el ciudadano un conjunto de derechos y
deberes abiertos a la aldea global desde la polis local. Lo público adquiere
la significación de un espacio dinámico en el que se interaccionan distintos
actores estatales, de la comunidad y el mercado con una lógica y
objetivos comunes.
Tradicionalmente, los gobiernos de los países en desarrollo han recurrido a
organismos convencionales del sector público —entidades sectoriales y
gobiernos locales— para proporcionar infraestructura y dispensar servicios

129
Excelencia Académica

a nivel local. Recientemente se ha comprobado que los fondos sociales en


que se utilizan métodos altamente descentralizados, participativos y
basados en la demanda, como el de desarrollo impulsado por la
comunidad, tienen bastante éxito en cuanto a suministro de recursos a los
beneficiarios deseados y el logro de repercusiones rápidas. No obstante,
esos enfoques innovadores no siempre han garantizado una coordinación
e integración adecuadas de sus esfuerzos con la gestión de gobierno y la
prestación de servicios por parte del sector público en el sentido más
amplio.
El antónimo de empoderamiento es alienación o explotación, dependencia,
en definitiva, una concepción de los ciudadanos como instrumentos
fácilmente socializables. No es una cuestión menor, no en vano la cuestión
de la correlación de fuerzas en el contexto social global (internacional o
mundial), regional (europeo) y el local (nacional, autonómico, municipal,
provincial) no es ajeno a situaciones de polarización social, por la
fragmentación y por el crecimiento de las desigualdades económicas,
culturales, étnicas, espaciales, y un largo etcétera que incluye categorías
sociológicas como edad, sexo y otras.

Un nuevo modelo de desarrollo debería retomar la tesis de los teóricos de


la dependencia de que el subdesarrollo responde a causas intrínsecas al
sistema capitalista; y elaborar un marco conceptual que integre los
avances teóricos derivados de las relaciones centro periferia y las
aportaciones de las diferentes teorías que reconocen el papel fundamental
de las instituciones. También tendría que tener en cuenta una redefinición
del papel del Estado como agente principal para corregir los desequilibrios
macroeconómicos y las brechas económico-sociales, en una nueva forma
de gestión y organización de las relaciones de trabajadores y empresarios
e impulsar acuerdos regionales de inserción internacional.

130
Excelencia Académica

ANEXO 5

CARÁCTER PARTICIPATIVO DEL LIDERAZGO COMUNITARIO 39

Todo grupo genera líderes. Siempre hay personas que en ciertas


situaciones o ante ciertas necesidades, asumirán la dirección de las
actividades del grupo y cuyo carácter directivo será aceptado por la
mayoría de los miembros del grupo. En esa aceptación puede influir su
capacidad y rapidez para presentar respuestas y vías para la solución de
los problemas; su oferta de encargarse de ello; el conocimiento que el
grupo tenga de esas personas, la confianza que deposite en ellas y la
historia de acciones compartidas que pueda existir entre todas esas
personas.

Cuando la actividad comunitaria tiene un carácter participativo, la


dirección surge del grupo por consenso; las decisiones y los planes se
hacen mediante la discusión reflexiva y en las acciones derivadas de ellos
participan muchos miembros de la comunidad. No se trata de descargar
responsabilidades y tareas en la persona del líder; el carácter participativo
del movimiento comunitario supone que todos los miembros de la
comunidad sienten o son conscientes de las mismas necesidades y que se
apoyan entre sí. En tales casos, los líderes llegan a ser muy populares
dentro de la comunidad, que los considera como personas comprometidas
en la defensa de los intereses colectivos, desarrollando además un
sentimiento de solidaridad con ellos, pues los ven como profundamente
ligados a la comunidad. El mayor beneficio que se puede derivar de esa
condición de pertenencia, identificación, historia común, elementos de
vida compartidos y compromiso no sólo con la comunidad, sus
expectativas y sus aspiraciones, sino además con la organización que

39 TEORIA Y PRÁCTICA DE LA PSICOLOGIA COMUNITARIA. Maritza Montero Pág. 95

131
Excelencia Académica

actúa como representante activa de ella, es la amplia comprensión y


conocimiento acerca de las necesidades de la comunidad, acerca de las
capacidades y limitaciones de muchos de sus miembros, de los recursos
en su poder y de los recursos a obtener. Todo lo cual supone compartir
sentimientos, conocimientos y actividades.

Algunos de esos líderes tienen una larga historia de compromiso y


participación comunitaria que se remonta a sus años de adolescencia e
incluso a su niñez. Esto hace que sean bien conocidos y queridos por
todos y suele ser característico en muchos de ellos el despliegue de
energía, el trabajo infatigable y el hecho de tener muy claros los objetivos
de la comunidad. Ellos son los primeros en llegar y los últimos en irse:
sacrifican así fines de semana y su tiempo libre y de descanso en pro de la
comunidad.

El liderazgo comunitario no es autoritario


Lo anteriormente expuesto, al mostrar el carácter participativo, pone de
manifiesto al mismo tiempo el carácter democrático del liderazgo
comunitario. Se habla de solidaridad comunitaria, de necesidades
compartidas, de historia común, de objetivos comunes, se trata también
de la prioridad de los intereses colectivos sobre los individuales en cuanto
al trabajo que se realiza para la comunidad. Esto significa que cuando un
líder deja de consultar a los miembros de los grupos organizados y a las
personas clave de la comunidad a la cual pertenece, cuando negocia sus
intereses sin tomarlos en cuenta ni informar a tiempo, cuando busca
beneficiarse a costa de los recursos de la comunidad o a sus espaldas,
dejará de ser líder de la comunidad.

Posiblemente obtenga algún nombramiento proveniente de instituciones


externas (organismos gubernamentales o no gubernamentales, religiosos,
partidos políticos, empresas privadas), caso en el cual pasará a ser un

132
Excelencia Académica

funcionario con poder derivado de la organización que lo ha empleado,


pero no tendrá el apoyo de su comunidad, a menos que ésta haya estado
de acuerdo con ese paso.

Un ejemplo de esto pudo verse en Venezuela, cuando algunas


asociaciones de vecinos pasaron de ser grupos constituidos
voluntariamente por personas miembros de comunidades a convertirse en
grupos representativos de partidos políticos. Así, en la década de 1980
predominaba en tales asociaciones la presencia de líderes vecinales, pero
ya a inicios de la década de 1990 era clara la representación partidaria y
también su carencia de apoyo en muchas comunidades. Lo mismo ocurre
cuando los líderes supeditan los intereses de la comunidad a los propios o
dejan de comunicarse con los demás miembros: terminan aislados y
excluidos de los nuevos grupos organizados. Esto no ocurre sin que haya
conflictos y rivalidades, pero sí es evidente el rechazo al autoritarismo que
puede manifestarse explícitamente o bien de modo tácito, mediante el
alejamiento y la falta de participación de las personas de la comunidad.
Un ejemplo del rechazo y de las críticas que recibe ese tipo de líderes
puede verse en la siguiente opinión de una persona vecina de un barrio.
Aquí las asociaciones de vecinos son más que todo así, como...
dictatoriales. A la gente que se ha metido ahí les cuesta salir, pasan años
y años y ellos vuelven a auto... elegirse... Aquí la señora X que vive al
frente, y allá arriba, el señor Z, que desde que llegué por primera vez era
ese señor el Presidente de la Junta, y hasta el momento todavía es... Se
autoelige y bueno... (Relato "M", en Farías, 2002: vol. 1, 65).

El liderazgo transformador
A partir de la observación y del trabajo con dichos grupos, hemos definido
un tipo de liderazgo comunitario que se produce en circunstancias
caracterizadas por la participación, que puede calificarse de
transformador. Este modo de liderazgo es definido por la presencia de un

133
Excelencia Académica

fuerte e intenso componente afectivo; por el despliegue de energía y de


trabajo, no sólo del líder, sino del grupo al cual pertenece, pues de hecho
una de sus cualidades es la de movilizar a las personas del grupo y de su
área de influencia. En algunos casos (Farías, 2002), esa actividad del líder
puede llegar a ser extraordinaria, tanto que se nos hace necesario
introducir una nueva categoría: el líder altruista. Los líderes
transformadores desarrollan además sólidos vínculos con los demás
miembros de la comunidad, quienes a su vez le corresponden con intensa
simpatía y cariño, presentes aún en aquellas personas menos
participativas (aquellos que ayudan desde lejos, que dan su aprobación,
pero no mucho más, o que se involucran esporádicamente en las
actividades comunitarias). Bass (1985) introdujo la categoría "líder
transformador", traducida por Morales, Navas y Molero (1996) como líder
"transformacional", y hemos encontrado en líderes comunitarios muchas
de las categorías señaladas en su trabajo a las cuales, en el caso
comunitario, es necesario agregar la continua interacción entre el líder y
los miembros de los grupos comunitarios, así como el fluido intercambio
de ideas e información. A continuación presentamos las características de
los líderes transformadores observadas en las comunidades.

 Son motivadores. Movilizan e inducen a otros miembros de la


comunidad a llevar a cabo o contribuir con mayor intensidad o alcance
del que habían prometido originalmente o del que se esperaba de ellos.

 Tratan de fomentar y aumentar la participación de las personas tímidas


o apartadas. En general, tratan de incorporar nuevos miembros tanto a
los grupos organizados como a las actividades emprendidas desde ellos,
comprometiendo al mayor número de personas posible en diferentes
tareas, distribuyen así el esfuerzo y generan más compromiso.

134
Excelencia Académica

 Colocan el beneficio de la comunidad y de sus grupos organizados por


encima del interés propio, estimulando el desarrollo de la comunidad.

 Modifican la jerarquía de necesidades de los miembros de los grupos


comunitarios organizados y junto con ellos producen una redefinición de
las necesidades sentidas por otros miembros de la comunidad en
general. Fomentan la movilización de la conciencia sobre necesidades
latentes.

 Tratan de que la participación en actividades para alcanzar metas


comunitarias tenga efectos compensatorios para quienes participan en
ellas. Fomentan la alegría y el goce en la tarea.

 Sus palabras y obras sirven de modelo e inspiración para otros


miembros de grupos organizados y para la comunidad en general.

 Procuran estimular intelectualmente a sus compañeras y compañeros


de actividades y a otras personas de la comunidad. Buscan el desarrollo
personal de los participantes.

 Son personas amables, con un cierto encanto personal y aun carisma.


No reaccionan negativamente a la crítica. Su comportamiento
usualmente es alegre, cuidadoso, afectuoso y llano.

 Conocen personalmente a cada participante. Se comunican fácilmente


con las personas de la comunidad, se interesan por sus problemas
cotidianos y las escuchan con atención. Dan consejo y orientación a los
participantes.

 Comparten información con la comunidad. Procuran que las actividades


de los grupos organizados, así como los problemas de los diversos

135
Excelencia Académica

sectores de la comunidad sean conocidos y compartidos por todos.


Tratan de que los éxitos y dificultades sean compartidos.

 Delegan responsabilidades en otros miembros del grupo, fomentando el


desarrollo y mejor uso de sus capacidades.

 Son respetuosos de la disidencia y están dispuestos a negociar con ella


para unir fuerzas, sin sacrificar el bienestar v las metas de la
comunidad.

Características del liderazgo comunitario


Ya hemos dicho que el liderazgo comunitario se basa en una concepción
participativa del trabajo comunitario. A ello debemos agregar el carácter
complejo del fenómeno, lo cual es una característica que comparte con
muchos otros procesos estudiados por la psicología comunitaria en
particular y por la psicología y las ciencias sociales en general.
Subrayaremos además otro aspecto ya esbozado: su carácter necesario e
inevitable (está claro que en todos los grupos sociales surgen líderes).
Estos aspectos, que forman parte de la condición social de algunos
fenómenos (casi podríamos decir que definen el aspecto "perogrullal" de la
vida social), se complementan con otros ya estudiados por la teoría del
liderazgo: el carácter activo de los líderes, el ser la cabeza visible y
también el "chivo expiatorio" del grupo, así como su representante ante
otros grupos e instituciones, entre otras condiciones.

Lo más característico deriva del carácter democrático que acompaña a la


participación, ya que si bien tradicionalmente allí donde se habla de líder
se habla también de seguidores, en las comunidades organizadas
participativamente no hay seguidores propiamente dichos. Una comunidad
participativa reconoce a cada uno de sus miembros la posibilidad de
expresar sus puntos de vista. Si bien no siempre ello se logra, sea por el

136
Excelencia Académica

desinterés en participar de algunos miembros de la comunidad o porque


hay personas que optan por acogerse a las opiniones de otros miembros
del grupo al igual que en otras situaciones sociales, el buen líder
comunitario procura sondear la opinión de todos los participantes. Esta
condición no es un mero desideratum o una concepción utópica: de su
cumplimiento depende la existencia misma de los líderes comunitarios.

Hernández (1995) realizó un trabajo con líderes de comunidades rurales


en la zona andina de Venezuela. Allí encontró que los líderes (mujeres y
hombres) evaluaban su desempeño como tales en función de los
siguientes aspectos:

1. Haber adquirido la capacidad de organizar y dirigir.

2. Ser capaces de promover la participación de otros miembros de la


comunidad.

3. Ser considerados por las personas de la comunidad como modelo de


acción y fuente de información y opinión.

4. Tener un profundo compromiso con su comunidad.

5. Considerarse significativos en la medida en que su trabajo respondía a


las metas e intereses de la comunidad. Esto significa que se veían
como servidores de la comunidad y propulsores de actividades para su
transformación.

6. Tener una mayor capacidad para enfrentar nuevas situaciones y para


influir en la vida cotidiana de la comunidad, debido a su estrecha
interacción con las personas y a su capacidad de participar en
proyectos transformadores de sus vidas.

137
Excelencia Académica

7. Responder a un compromiso político expresado en el logro del


bienestar colectivo de la comunidad.

En el trabajo de Hernández (1994) se observa que el liderazgo


comunitario es un proceso complejo y también que el modo como los
líderes lo asumen depende de la percepción que tienen de sí mismos, la
cual a su vez depende de su relación con los demás miembros de la
comunidad. Así, la legitimidad y credibilidad de los líderes es construida
en la relación con el grupo. Los líderes derivan de esa relación la confianza
en sí mismos y refuerzan su autoestima, a la vez que se distribuye el
apoyo social entre los miembros de la comunidad al fomentar la
participación de los demás. Finalmente, es necesario decir que la mayoría
de los líderes comunitarios, no sólo en Venezuela sino también en otras
regiones latinoamericanas, son mujeres. La lista que sigue sintetiza los
rasgos del liderazgo comunitario que acabamos de describir:

• Es participativo.
• Es democrático.
• Es un fenómeno complejo.
• Es activo.
• Genera y fortalece el compromiso con la comunidad y sus intereses.
• Se asume como servicio.
• Genera modelos de acción y fuentes de información para la comunidad.
• Tiene un carácter político al buscar el bienestar colectivo.

138
Excelencia Académica

ANEXO 6

ACCIONES EN EL CAMPO DE LA SALUD MENTAL 40

La acción social: Una política de desarrollo social

La prevención primaria en psiquiatría o la promoción de la salud mental


debe centrarse en modificar aquellas condiciones consideradas nocivas para
el óptimo desarrollo del individuo, aun cuando no pueda probarse de
manera objetiva que dichas condiciones conduzcan a ésta o aquella
enfermedad psíquica. Obviamente, mejorar la calidad de la vida desborda
el ámbito de cualquier programa de salud y requiere de una vigorosa
política de desarrollo social. En todo país, la población debe poder satisfacer
sus necesidades básicas: fisicas, psicosociales y socioculturalés. Como
subrayaba Richard Webb (1992), «hay que tener en cuenta que el número
de muertes infantiles es sólo la punta del iceberg de las condiciones de
vida de la población. Estas condiciones están determinadas en forma im-
portante por el empleo y los ingresos monetarios, pero también por todo
lo que representa la política social de un país: la educación, la prevención
en materia de salud, la subvención de alimentos para los casos extremos
de necesidad, la disponibilidad de agua y desagüe, y la atención a los
grupos más vulnerables como son las madres y los niños en sus primeros
meses de vida. Si la mortalidad infantil es alta es porque todo ese conjunto
de elementos económicos y de política social están dejando mucho que
desear».

La acción interpersonal en el campo social


A pesar de lo dicho, el programa de salud, aun cuando no se cuenta con
suficientes recursos humanos y materiales ni sea acompañado de una

40 Dughi, Pilar y otros; SALUD MENTAL, VIOLENCIA Y FAMILIA. Pg. 18

139
Excelencia Académica

política coherente de desarrollo social, puede tener importantes


proyecciones si la intervención de los agentes de salud mental apunta a
los siguientes objetivos:

1. Promover la cohesión y la adaptabilidad del grupo familiar.

2. Apoyar, vía el soporte emocional e intervenciones específicas, el


esfuerzo de las organizaciones populares por incrementar sus
habilidades para la sobrevivencia.

3. Sostener el esfuerzo de las poblaciones de desplazados en su


inserción a su nuevo hábitat o en el retorno a sus lugares de origen.

4. Acompañar psicológicamente, ayudándolos a expresar y elaborar sus


emociones, a las personas y grupos que sufren los efectos traumáticos
de la violencia armada.

Es posible poner en marcha programas de promoción de la salud mental


y de prevención de los trastornos psíquicos mediante la utilización de los
recursos disponibles y la movilización de la propia comunidad. Esta debe
tomar conciencia del problema y activar su quehacer a fin de mejorar su
organización y de alcanzar un funcionamiento comunitario eficaz.

La intervención en situaciones de crisis


El desarrollo individual se caracteriza por una sucesión de etapas
relativamente estables y cualitativamente diferentes entre sí, intercaladas
por una serie de períodos transicionales de cambio, en las áreas
intelectual y afectiva, períodos a los que se denomina «crisis evolutivas».
Al lado de éstas existen otras, llamadas .crisis accidentales», que se
presentan súbitamente en un momento cualquiera de la vida, poniendo a
prueba la capacidad adaptativa del individuo. La muerte de un ser querido,

140
Excelencia Académica

la separación, los accidentes, los desastres naturales y los conflictos


armados son ejemplos de estas crisis. De un modo general puede decirse
que estas situaciones implican una pérdida repentina de los aportes
básicos, la amenaza de dicha pérdida o un incremento de las exigencias
para poder obtener mejores aportes.

El estudio de la biografía de los parientes psiquiátricos permitió apreciar que


la enfermedad mental con frecuencia era precedida por situaciones de
crisis, de las cuales el individuo emergía con una pérdida de la salud. La
mayor parte de las personas, en cambio, salían no sólo indemnes sino
fortalecidas de las crisis, con una mayor capacidad para encarar situaciones
difíciles en el futuro. Por ello es que la crisis es vista como una encrucijada
clave, que encierra tanto una oportunidad como un riesgo: la
oportunidad de un mayor desarrollo de la personalidad y el riego del
incremento en la susceptibilidad al trastorno mental. Desde el punto de
vista de la prevención, lo importante es la verificación de que el desenlace
de la crisis en uno u otro sentido depende principalmente de la forma
en que se procese la situación. Una mínima ayuda en este período puede
inclinar la balanza hacia una situación saludable y evitar la probable
progresión hasta el trastorno psíquico.

Por tal razón, las crisis constituyen una excelente ocasión para que los
agentes comunitarios: médicos, psicólogos, enfermeras, trabajadores
sociales, profesores, sacerdotes, promotores de salud, entre otros,
puedan desplegar una acción preventiva -y a la vez de promoción-
influyendo positivamente en la salud mental del individuo y de la
comunidad.

141
Excelencia Académica

Las intervenciones en el marco de la salud pública: salud mental y


atención primaria
Si bien los problemas de salud mental requieren en muchos casos de
enfoques y servidos específicos, hay acuerdo en como un programa de
salud mental será viable si se integra a los planes generales de salud
en primer término y también al de otros sectores, principalmente al del
sector Educación, lo cual supondría una mejor utilización de todos los
medios disponibles. De este modo podría ampliarse y mejorarse la
asistencia del pariente psiquiátrico y ejecutarse, al mismo tiempo, accio-
nes preventivas y de promoción de la salud mental.

Uno de los programas de salud que puede ser clave en el apoyo a la salud
mental, es el de atención primaria. Esta es definida como la asistencia
sanitaria esencial, basada en tecnologías y métodos prácticos,
científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de
los individuos y familias de la comunidad, mediante su participación
activa.

Son cuatro los aspectos de la atención primaria que justifican un apoyo


sistemático por parte del equipo de salud mental:

1. Porque se reconoce que toda acción preventiva en medicina es


preventiva en psiquiatría.

2. Porque la asistencia durante el embarazo, parto, puerperio,


lactancia y en planificación familiar, tiene una repercusión evidente en
el plano de la salud mental de la familia.

3. Porque, debidamente adiestrado, el personal que labora en este


programa puede jugar un papel de primer orden en la orientación y
ayuda durante situaciones de crisis. También puede participar en

142
Excelencia Académica

la detección, mediante instrumentos sencillos de diagnóstico, de


situaciones y poblaciones en riesgo, y posibilitar la oportuna interven-
ción del equipo de salud mental.

4. Porque la organización y movilización de la comunidad constituyen en


sí mismas acciones preventivas en salud mental.

Este cuarto punto merece un comentario especial; la morbilidad


psiquiátrica es más elevada allí donde se debilita el tejido social y se
vive un proceso de desorganización sociocultural y normativa
(anomia). De ahí que el fortalecimiento de las redes sociales de apoyo,
al promover la integración de la familia y del sistema social de
soporte, constituye un medio eficaz para mejorar la salud mental.

En esencia, los planes y programas de salud mental se orientan a:

1. Promoverla salud mental enfatizando las intervenciones en el


dominio psicosocial.
2. Prevenir los trastornos psíquicos.
3. Tratar y rehabilitar a las personas afectadas por tales trastornos.

El objetivo no es limitarse a la asistencia psiquiátrica tradicio-


nal, sino promover la participación activa de la comunidad y apoyar
acciones en áreas tales como:

1. El desarrollo psicosocial del niño y su familia.


2. El manejo de los factores psicosociales que influyen sobre la salud.
3. La prevención y control del alcoholismo y la farmacodependencia.
4. La capacitación del personal en los diversos aspectos de la salud
mental.

143
Excelencia Académica

SALUD MENTAL Y CONFLICTO ARMADO


La violencia armada ha tenido graves consecuencias en amplios sectores
de nuestra sociedad. Poblaciones enteras fueron forzadas a huir al sentirse
amenazadas sus vidas. Muchas familias sufrieron la pérdida de sus seres
queridos, de su hábitat, de sus lazos comunales y de sus referentes
culturales. Tales familias tuvieron que hacer frente a complejas y
estresantes tareas de adaptación sin contar con los recursos adecuados y,
muchas veces, sin tener la oportunidad de poder procesar su dolor. Asistir
a estas poblaciones requiere de un programa nacional que atienda los
múltiples problemas que ellas confrontan. En el plano de la salud mental
será necesario:

1. Detectar a los grupos más vulnerables e identificar sus problemas más


apremiantes.
2. Planear y ejecutar acciones orientadas al tratamiento de las personas
más afectadas.
3. Promover la capacitación de los equipos de salud mental comunitaria,
teniendo en cuenta las características psicosociales y culturales de
tales poblaciones.
4. Sensibilizar y organizar a la comunidad promoviendo su participación
activa.

La capacitación de los agentes encargados de ejecutar estas acciones es


fundamental. Los expertos en salud mental deberán diseñar políticas que
puedan ser puestas en práctica por los no profesionales a través de un
modelo de delegación de funciones y de máxima utilización de recursos.
Experiencias estresantes comunes en tiempo de conflicto armado que
afectan principalmente a los niños:

1. Muerte de uno o ambos padres, o de parientes cercanos.


2. Exposición a situaciones de combate.

144
Excelencia Académica

3. Tener que vivir a la manera de un refugiado o un desplazado.


4. Separación prolongada de sus padres o de su red familiar.
5. Ser testigo de situaciones de violencia.
6. Ser víctima de tortura, arresto, abuso físico y sexual, secuestro;
reclutamiento forzado, esclavización.
7. Sufrir lesiones, enfermedades o discapacidades.
8. Interrupción de la educación escolar.
9. Experimentar deprivación a causa del empobrecimiento de sus familias.

La capacitación se orienta a que los agentes promotores de la salud


mental, que pueden ser un maestro, un dirigente de la comunidad o un
padre de familia, entre otros, sean capaces de:

1. Identificar tempranamente los casos problema.


2. Evaluar los aspectos personales, familiares y sociales más importantes
en cada caso.
3. Actuar como facilitadores del cambio vía la intervención en situaciones
de crisis.
4. Proporcionar la atención de urgencia, a través de soporte emocional,
a los casos más severos.
5. Referir tales casos a los profesionales o centros especializados.
6. Promover el fortalecimiento de los sistemas familiares y sociales de
soporte.

Los profesionales de la salud mental deberán planificar, supervisar y


evaluar estos programas. Ellos se encargarán de la capacitación de los
agentes de salud mental, a quienes apoyaran en su tarea a través de
técnicas de consultoría y, si ello es necesario, tratando directamente los
casos más severos. En ocasiones será preciso que brinden asistencia
especializada a los miembros del personal que, por haber sufrido ellos

145
Excelencia Académica

mismos los efectos de la violencia, se sientan confundidos o ansiosos en el


ejercido de su actividad cotidiana.

Problemas específicos de la salud mental en niños:

1. Excesivo aferramiento del niño a su madre.


2. Tendencia a orinarse en la cama durante el sueño (enuresis).
3. Problemas a la hora de dormir: rechazo de ir a la cama, pesadillas,
terrores nocturnos.
4. Interrupción de la educación escolar o fracaso en adaptarse a la nueva
escuela.
5. Angustia.
6. Agresividad.
7. Depresión.
8. El procesamiento del duelo subsecuente a las pérdidas
experimentadas.
9. La aparición de conductas de riesgo, por ejemplo el consumo de
drogas.
10. Las quejas en torno a dolores y otras manifestaciones
psicosomáticas.

Esta tarea demanda el esfuerzo conjunto y la coordinación con otros


sectores y con las diversas organizaciones que trabajan con el mismo
propósito. Ello tiene la ventaja no sólo de evitar la duplicidad de
esfuerzos, sino que también hará posible que se intercambien experiencias
y se generen espacios para pensar juntos y mejorar los programas.

146
Excelencia Académica

ANEXO 7

ESTRATEGIAS PARTICIPATIVAS PARA LA PREVENCIÓN

DEFINICIÓN
Las estrategias participativas son un conjunto de ejercicios psicosociales
para promover la manifestación de las facultades personales y la
expresión libre de sentimientos e ideas con el objetivo de tratar
grupalmente un aspecto del contexto social, que de otra manera sería
dificultoso y hasta complejo.

Una estrategia participativa no es simplemente un juego o una


"dinámica", sino la puesta en práctica de una serie de mecanismos
psicológicos y sociales que posibilitan el enriquecimiento o autoafirmación
de la reflexión, la autogestión, sensibilización y toma de conciencia hacia
una MODIFICACIÓN DE LA REALIDAD.

Por tanto, la atmósfera de una estrategia participativa, debe ser


DEMOCRÁTICA. Sus integrantes deben conocer las instrucciones de la
estrategia participativa propuesta a fin de que al final se analice sus
objetivos.

Una estrategia participativa, también es una técnica que permite la


PARTICIPACIÓN ACTIVA de sus integrantes. Hay quienes consideran las
estrategias participativas como simples dinámicas para hacer que los
miembros de un grupo se interesen por la actividad que están realizando,
pero en este caso la participación sólo crea un efecto pasajero, es decir, la
emoción dura mientras dura la efervescencia del curso de capacitación al
que se asiste.

147
Excelencia Académica

Debe diferenciarse estrategia participativa de técnica participativa. Esta


última comprende sólo las instrucciones, en cambio la primera comprende
la técnica participativa más el facilitador y el ambiente creado.

FASES DE LAS ESTRATEGIAS PARTICIPATIVAS


1. ATMÓSFERA GRUPAL
2. TEMA A TRATAR
3. MANO PROGRAMADA
4. PERFIL CONDUCTUAL

OPERATIVIZACION PARA UNA SESIÓN DE TÉCNICAS PARTICIPATIVAS


1. Presentación
2. Calentamiento
3. Atmósfera establecida
4. Objetivo principal
5. Análisis
6. Comentario de evaluación.

CLASIFICACIÓN DE LAS ESTRATEGIAS PARTICIPATIVAS


1. SEGÚN SUS OBJETIVOS
a) Animación
b) Analizar tópicos
c) Facilitar la comunicación
d) Organizar grupos
e) Planificar acciones
f) Sensibilizar y Motivar

2. SEGÚN SU DIRECCIÓN
a) Vivenciales
b) Cognoscitivas

148
Excelencia Académica

3. SEGÚN LA COMPOSICIÓN DEL GRUPO


a) Mixtas
b) Homogéneas y heterogéneas

4. DE ACUERDO A LOS INSTRUMENTOS UTILIZADOS


a) Visuales (escritas, gráficas)
b) Acústicas (sonidos codificados, ruidos onomatopéyicos)
c) Audiovisuales

5. DE ACUERDO AL NUMERO DE SUS INTEGRANTES


a) Pequeño grupo
b) Mediano grupo
c) Grandes grupos

5. DE ACUERDO A DONDE SE DESARROLLAN


a) Ambiente cerrado
b) Espacios abiertos

TIPOS DE ESTRATEGIAS PARTICIPATIVAS


Podemos encontrar que las estrategias participativas son numerosas y
pueden ser de distinto carácter, así encontramos técnicas de:
A) Formación- Análisis- Diagnóstico- Evaluación:
1. Formación de facilitadores
2. Análisis y diagnóstico situacional
3. Análisis general
4. Profundización
5. Repertorio social
6. Análisis de mensajes pro-consumo o que promueven
comportamientos negativos
7. Cohesión y recursos del grupo
8. Análisis de conductas de riesgo

149
Excelencia Académica

B) Organización y Movilización de Grupos:


1. Cohesión del grupo e integración
2. Identificación y conocimiento
3. Estimular competencia dirigida
4. Comunicación
5. Detectar líderes

C) Instalar factores de protección:


1. Ensayo de conductas y autoestima
2. Estimular pensamiento analítico-reflexivo
3. Entrenar habilidades sociales
4. Incorporar conceptos. Capacidad creativa
5. Creatividad e imaginación
6. Conducta asertiva y expresión de emociones
7. Autocontrol
8. Padres en abordaje y solución de problemas
9. Detección y entrenamiento de líderes.

D) Ambiente y Animación
E) Abstracción
F) Organización y Planificación
G) Individuales de apoyo a la prevención.
h) Ecológicos y/o Epidemiológicos

150
Excelencia Académica

BIBLIOGRAFIA

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PSICOLOGIA CLINICA, Mc Graw Hill, Mexico
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