1-20 Curricul. Edu - Infan.extr.

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CURRÍCULO DE EDUCACIÓN INFANTIL

PARA EXTREMADURA

Consejería de Educación
JUNTA DE EXTREMADURA

JUNTA DE EXTREMADURA
C U R RI´I´C
C UL O D E
ED U CA CI O´
O´N N IN F A NT IL
P A R A E X T R E M A D UR A

JUNTA DE EXTREMADURA
Consejería de Educación
Edita: JUNTA DE EXTREMADURA
Consejería de Educación

Depósito Legal: BA-98-2008

Maquetación e Impresión: Artes Gráficas Rejas (Mérida)


I´ndice
7 Prólogo

13 Decreto 4/2008

31 Anexo I. Principios
Metodológicos de la Etapa

39 Anexo II.
Currículo de las Áreas
41 1.º Ciclo de Educación Infantil
45 El Conocimiento de sí mismo
y la Autonomía Personal
51 El Conocimiento del Entorno

57 Los Lenguajes:
Comunicación y Representación

65 2.º Ciclo de Educación Infantil


69 El Conocimiento de sí mismo
y la Autonomía Personal

78 El Conocimiento del Entorno

88 Los Lenguajes:
Comunicación y Representación
PRÓLOGO
El proceso de enseñanza está necesariamente en continuo cambio. Las
necesidades sociales, las percepciones de los ciudadanos y la continua
interactuación de los docentes con su materia prima, el alumnado,
acicatean (y es bueno que así sea) a los poderes públicos a revisar
periódicamente las herramientas educativas, en un intento de adecuar la
enseñanza a una realidad cambiante, elusiva, en perpetua mutación. Una
de esas herramientas fundamentales de la educación es el currículo.

La aprobación de los Reales Decretos de enseñanzas mínimas supone para


las administraciones autónomicas la obligación de establecer el currículo
de las distintas etapas educativas al que deberán ajustar sus enseñanzas
todos los centros de cada Comunidad, si bien dicha responsabilidad es
compartida con la competencia que tiene el Estado para fijar los aspectos
básicos de dicho currículo.

Sin embargo, más allá de los preceptos legales, la elaboración de un nuevo


currículo constituye una tarea de gran importancia por su influencia en la
vida de los centros y de cuyo acierto en su diseño y aplicación depende en
gran medida el éxito educativo del alumnado.

De ahí que el imperativo legal sea más que nada una gran oportunidad
para revisar nuestro utillaje pedagógico y para desarrollar nuestro modelo
educativo, sobre todo cuando entendemos que el marco estatal definido
por la LOE es propicio para implementar el concepto de educación que
entre todos estamos impulsando en Extremadura.

El afán participativo que guía todas las actuaciones de esta Consejería


también se ha puesto de manifiesto en el proceso de elaboración del
currículo de las distintas etapas, incluso en el nivel competencial que le
corresponde a la Administración. Los currículos han sido realizados por
maestros y maestras, profesores y profesoras de Extremadura, que se
encuentran “a pie de aula” y se caracterizan por su contrastada
experiencia; a todos ellos quiero agradecer su disponibilidad y su
entusiasmo por adecuar para nuestra Comunidad las directrices del
Ministerio. Asimismo quiero agradecer las múltiples aportaciones enviadas
a la página web habilitada al efecto que, sin duda, han contribuido a
perfilar y enriquecer los currículos cuando aún se hallaban en fase de
proyecto.
Sin embargo, para que el currículo legalmente establecido por la
Administración encuentre su verdadera utilidad, necesita ser “reelaborado”
por los centros; de ahí la importancia de hacer, en primera instancia,
“cómplices” de su desarrollo y concreción a los que se ocupan de impartir
esas enseñanzas en nuestros centros educativos.

Con el fin de que el posterior desarrollo curricular, que corresponde a los


centros educativos en uso de su autonomía, se mantenga dentro de un
proyecto común capaz de dar finalidad y sentido a los elementos
culturales, científicos y técnicos que en él se establecen, considero
necesario hacer explícitas algunas de las características del modelo
educativo extremeño que han de tener incidencia en la determinación de
los aspectos curriculares.

La sociedad extremeña está llevando a cabo un proceso de desarrollo


comunitario que ha conseguido movilizar las potencialidades de las
personas y los recursos institucionales con que cuenta Extremadura, de tal
manera que los niveles de calidad de vida de sus ciudadanos son
equiparables a los de cualquier región de España o de la Unión Europea,
construyendo un modelo colectivo basado en relaciones de modernidad,
cooperación y solidaridad. La educación, estructurada y articulada como un
servicio de calidad, equidad y participación, es uno de los recursos
fundamentales que está contribuyendo decisivamente a la consecución de
estos objetivos y así deberá seguir haciéndolo en el futuro.

Por ello, el modelo educativo en el que se propone profundizar la Junta de


Extremadura pretende dar respuesta a las necesidades de la sociedad del
siglo XXI, para lo que considera adecuado desarrollar las enseñanzas
reguladas en la LOE de acuerdo con los principios que en ella se
establecen y que se han plasmado en las bases reguladas en los Reales
Decretos de enseñanzas mínimas, pero teniendo también en cuenta las
necesidades, las opiniones y el sentir de la comunidad educativa
extremeña, ampliamente manifestados en los debates de ámbito regional
celebrados en los dos últimos años, y que se traducen en elementos como
la consideración de la identidad regional sobre todo con perspectiva de
futuro, en el marco nacional y europeo, la incardinación en la sociedad del
conocimiento en condiciones de vanguardia y solidaridad, la educación en
valores y el reconocimiento de la importancia de la función docente. Con
todo ello se pretende una educación de calidad para todos, mediante una
política de compensación que potencie la igualdad de resultados
educativos e incremente la participación activa de toda la comunidad
educativa.

La Educación Infantil, como primer eslabón de un proyecto educativo que


inicia un aprendizaje a lo largo de la vida, deberá contribuir, en la medida
de sus posibilidades, a establecer hábitos y estrategias que favorezcan en
el futuro el éxito académico del alumnado, incluyendo como esenciales los
aspectos que contribuyen al desarrollo integral de las personas, todo ello
en la perspectiva de las competencias básicas que los extremeños precisan
como ciudadanos europeos del siglo XXI, para su realización y desarrollo
personal, así como para la ciudadanía activa, la inclusión social y el empleo.

El objetivo de una educación de calidad para todos exige una mayor


flexibilidad organizativa de los centros y de la práctica pedagógica para
adaptarse, de una parte, a las distintas capacidades, intereses y estilos de
aprendizaje de los alumnos a fin de favorecer el éxito educativo y
constituirse, de otra, en elemento continuador del proyecto de desarrollo
comunitario. En este sentido, conviene tener presente tanto el marcado
carácter rural de una buena parte de nuestra Comunidad Autónoma como
el incremento que empieza a ser significativo de alumnado procedente de
otras culturas, que exige profundizar en proyectos interculturales que
desarrollen actitudes de aceptación y respeto, desde la práctica de la
cooperación, la tolerancia y la solidaridad.

La Educación Infantil, tal como se define en la Ley General de Educación,


se configura como una etapa única, organizada en dos ciclos que
responden ambos a una intencionalidad educativa, no necesariamente
escolar, y que obliga a los centros a contar desde el primer ciclo con una
propuesta pedagógica específica. Tal propuesta pedagógica se desarrolla
cumplidamente en el currículo extremeño, debiendo concretarse, en virtud
de la autonomía pedagógica de los centros, en las correspondientes
programaciones de aula.

Este nuevo currículo es una apuesta por el futuro que la comunidad


educativa hará sin duda suya: el profesorado, con la profesionalidad que le
caracteriza, llevándolo a buen puerto en posteriores niveles de concreción,
responsabilidad inexcusable de los centros educativos y de los equipos
docentes; el alumnado y las familias, destinatarios naturales de todo
progreso en nuestro sistema educativo, con la seguridad de que la
Administración ha tenido en cuenta sus naturales aspiraciones a mejorar el
sistema y elaborado nuevas herramientas de utilidad incontestable para
seguir apostando por una educación de calidad sin exclusiones en
Extremadura.

Eva Mª Pérez López


Consejera de Educación
DECRETO
4/2008
DECRETO 4/2008, DE 11 DE ENERO

DECRETO 4/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el


Currículo de Educación Infantil para la Comunidad Autónoma de
Extremadura.

El artículo 12.1 del Estatuto de Autonomía de Extremadura, aprobado


mediante Ley Orgánica 1/1985, de 25 de febrero, determina que:
“Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia de desarrollo
legislativo y ejecución de la enseñanza en toda su extensión, niveles y
grados, modalidades y especialidades, de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 27 de la Constitución y Leyes Orgánicas que conforme al apartado
1 del artículo 81 de la misma lo desarrollen”.

Mediante Real Decreto 1801/1999, de 26 de noviembre, se efectuó el


traspaso de funciones y servicios de la Administración del Estado a la
Comunidad Autónoma de Extremadura en materia de enseñanza no
universitaria.

El artículo 6.1 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación,


define el currículo como el conjunto de objetivos, competencias básicas,
contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada una
de las enseñanzas regladas en la citada Ley. Por otra parte, el artículo 6.2
de la citada Ley Orgánica atribuye al Gobierno la competencia para fijar
los aspectos básicos del currículo que constituyen las enseñanzas mínimas,
mientras corresponde a las Administraciones Educativas competentes
establecer el currículo del que formarán parte dichos aspectos básicos.

Las enseñanzas mínimas correspondientes al segundo ciclo de la


Educación Infantil han sido fijadas por el Real Decreto 1630/2006, de 29
de diciembre.

El presente Decreto determina los elementos constitutivos del currículo, así


como la ordenación general de la Educación Infantil, tanto del primer como
del segundo ciclo. A través de los mismos los centros docentes manifestarán
sus propósitos educativos, reflejándolos en los correspondientes proyectos
y aplicándolos mediante la adecuada práctica docente.

El currículo requiere, pues, una ulterior concreción. En primera instancia


los centros deben desarrollarlo y concretarlo dentro de su proyecto
educativo, como parte del mismo teniendo en cuenta las características de
los alumnos y alumnas y el entorno sociocultural del centro. Finalmente,

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CURRI´CULO DE EDUCACIO´N INFANTIL PARA EXTREMADURA

cada maestro o maestra, tomando como referencia ese marco, ha de


realizar su propia programación de aula, en la que se recojan las
propuestas educativas que se propone ofrecer.

El sentido que ha de tener la Educación Infantil viene marcado por las


finalidades que la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de la Educación,
determina para esta etapa. Tales finalidades están ajustadas al nivel de
desarrollo de los niños y niñas hasta los seis años, así como a los intereses
y necesidades que se tienen a esas edades. Igualmente la Ley considera a
la Educación Infantil como una etapa con entidad propia, destinada a
potenciar el desarrollo integral de los alumnos y alumnas.

Los planteamientos curriculares que subyacen y que han de estar


presentes en las concreciones que realicen los centros, parten de las
consideraciones anteriores. Por ello, el currículo no se limita tan sólo a la
adquisición de conceptos y conocimientos puramente académicos sino
que incluye otros aspectos que contribuyen al desarrollo integral de los
alumnos y alumnas como son las habilidades básicas, las actitudes y los
valores. Por consiguiente, la educación afectiva y social constituirá un
elemento fundamental del proceso educativo en esta etapa.

Esta concepción integral de la educación implica incorporar al currículo,


con carácter de transversalidad, los valores democráticos contenidos en
nuestro ordenamiento constitucional.

Se trata, en suma, de contribuir desde la educación a desarrollar una


cultura transformador de la sociedad a través de los valores democráticos.
Igualmente habrán de integrarse aquellos contenidos que la propia
sociedad demanda, tales como educar para la paz, para la salud, para la
igualdad entre los sexos, para el cuidado y conservación del medio
ambiente, en lo afectivo-sexual, en el consumo o en la seguridad vial.

El incremento significativo de alumnado procedente de otras culturas en


la Comunidad Autónoma de Extremadura implica una dificultad añadida
que exige el ajuste de las ratios, en aras a mejorar la calidad educativa.
Asimismo, exige que los centros planifiquen proyectos interculturales que
desarrollen actitudes de aceptación y respeto, desde la práctica de la
cooperación, la tolerancia y la solidaridad.

Igualmente el currículo constituye un elemento clave para el acercamiento


de los alumnos y alumnas a la idiosincrasia de nuestra Comunidad

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Autónoma. Por ello el conjunto de peculiaridades históricas, geográficas,


artísticas, literarias, sociales, económicas e institucionales, habrán de ser
incorporadas al mismo a través de las diferentes áreas.

Asimismo, constituye referencia obligada la importante apuesta de


Extremadura por la Sociedad de la Información y el Conocimiento. La
aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación a los
procesos de enseñanza-aprendizaje aumenta las posibilidades de
formación de la persona, por lo que se justifica su adecuada consideración
en los distintos aspectos del currículo.

También es importante la incorporación de un idioma extranjero en el


segundo ciclo de esta etapa. En concreto, desde los tres años de edad,
formando parte del área los lenguajes: comunicación y representación.

Los objetivos, definidos en términos de capacidades, han de entenderse


como metas que guían el proceso de enseñanza-aprendizaje y hacia los
cuales hay que orientar el desarrollo de dicho proceso.

Los contenidos de las áreas deben entenderse sin perjuicio del carácter
esencialmente global que tiene la etapa de Educación Infantil y, por
consiguiente, de presentar de manera integral el conjunto de experiencias
y situaciones de aprendizaje. Aparecen organizados para cada uno de los
ciclos de la etapa, en bloques de contenidos que, a su vez, incluyen tanto
conceptos, como procedimientos y actitudes. Las programaciones
curriculares que realicen los equipos docentes han de incluir estos tres
tipos de contenidos, si bien no tienen por qué estar organizados
necesariamente de esta manera.

Los criterios de evaluación establecen el tipo y grado de aprendizaje que


se espera que los alumnos y alumnas hayan alcanzado, han de ser
entendidos dentro del marco global del currículo, teniendo en cuenta los
objetivos generales de la etapa y los contenidos de las diferentes áreas.
Los criterios no serán evaluados de forma mecánica, sino con flexibilidad,
teniendo en cuenta la situación de la que parte el alumno o la alumna, así
como también sus propias características y posibilidades.

La evaluación tendrá en esta etapa un carácter formativo que permita


introducir en el proceso las correcciones que sean necesarias para
garantizar que todos los niños y niñas alcancen los objetivos previstos. La
evaluación no sólo debe aplicarse al aprendizaje que realice el alumnado

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CURRI´CULO DE EDUCACIO´N INFANTIL PARA EXTREMADURA

sino también al proceso de enseñanza mediante procesos rigurosos de


evaluación de la práctica docente del profesorado.

Los principios metodológicos que se incluyen en el Anexo I hacen referencia


a los principios pedagógicos que el artículo 14 de la Ley Orgánica 2/2006,
de 3 de mayo, de Educación, establece para la Educación Infantil. En
consecuencia, la metodología se adaptará a las características del alumnado
desde un enfoque globalizador, favoreciéndose el desarrollo de la
autoestima y de la capacidad para aprender por sí mismos y en equipo.
Esta metodología deberá estar orientada a la adquisición de aprendizajes
significativos, en un clima de seguridad y afecto. La metodología propia
de esta etapa debe priorizar la educación sensorial de los niños y niñas
para lo cual se fomentará el uso variado de materiales que la hagan
posible.

La Educación Infantil se organiza en tres áreas muy cercanas a ámbitos de


experiencia. Con ello se trata de ampliar la forma de concretar y delimitar
los contenidos a trabajar, así como la forma de evaluarlos. Todo ello desde
una perspectiva bastante más amplia que la que se recoge en las áreas
curriculares propiamente dichas y que va a permitir estrechar más las
relaciones entre los contenidos a trabajar y las experiencias cotidianas de
los niños y niñas.

La familia constituye el primer contexto donde la infancia se desarrolla y


educa. Por consiguiente, a lo largo de toda la Educación Infantil se
mantendrá la necesaria colaboración entre la escuela y la familia. La acción
tutorial será el instrumento preferente que permita ese permanente
contacto entre ambas instituciones.

Para asegurar el tránsito adecuado entre los niveles de Educación Infantil


y Educación Primaria, será necesario llegar a criterios de actuación
conjunta mediante la práctica sistemática de la coordinación entre los
maestros y maestras responsables de ambas enseñanzas.

La etapa tiene un marcado carácter preventivo y compensador. En esta


etapa se atenderá de manera preferente con todos los medios posibles a
los alumnos y alumnas con cualquier tipo de dificultad que retrase sus
aprendizajes. Para ello se tomarán las medidas necesarias entre las que se
incluirá la coordinación con otras Administraciones Públicas.

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El carácter integrador de la etapa facilitará la aceptación y el respeto a las


diferencias individuales.

La diversidad de procedencias, experiencias, ritmos y estilos de


aprendizaje, intereses, motivaciones, expectativas, capacidades, se
entenderán como valores positivos que enriquecerán la tarea educativa y,
a través de la educación, esta diversidad contribuirá también a conseguir
una sociedad plural y tolerante. El maestro o maestra atenderá a esta
diversidad con un trato lo más individualizado posible y con las
adaptaciones que requieran las situaciones concretas de cada uno de los
niños y niñas, especialmente los que presenten algún tipo de desventaja
personal en su proceso de enseñanza-aprendizaje.

Todos estos principios generales, así como los fines, objetivos, contenidos,
criterios de evaluación y metodología de la Educación Infantil, quedan
establecidos mediante este currículo. Además, se fijan los aspectos
fundamentales de ordenación de la etapa.

En virtud de todo lo cual, previo informe del Consejo Escolar de


Extremadura, de acuerdo con el Consejo Consultivo de Extremadura, a
propuesta de la Consejera de Educación, previa deliberación del Consejo
de Gobierno en su sesión de 11 de enero de 2008.

DISPONGO:

Artículo 1. Objeto y ámbito de aplicación.

1. El objeto del presente Decreto es establecer el currículo para la etapa de


Educación Infantil, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación y el Real Decreto
1630/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas
mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil.

2. Este Decreto será de aplicación en todos los centros docentes que


impartan enseñanzas de Educación Infantil en la Comunidad Autónoma
de Extremadura.

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Artículo 2. Principios Generales.

1. La Educación Infantil constituye una etapa educativa con entidad


propia que atiende a niños y niñas hasta los seis años de edad.

2. Dicha etapa se ordena en dos ciclos. El primero comprende hasta los


tres años, y el segundo desde los tres hasta los seis años de edad.

3. La Educación Infantil tiene carácter voluntario. El segundo ciclo de la


etapa será gratuito.

4. Se realizará una coordinación en el desarrollo curricular de ambos


ciclos, así como de etapas, al pasar del segundo ciclo de Educación
Infantil al primero de Educación Primaria.

Artículo 3. Fines.

1. La Educación Infantil tendrá como finalidad la de contribuir al desarrollo


físico, afectivo, social e intelectual de los niños y niñas.

2. En ambos ciclos se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, al


movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de la
comunicación y del lenguaje, las pautas elementales de convivencia y re-
lación social, así como al descubrimiento de las características físicas y
sociales del medio, para lo cual se atenderá de manera prioritaria la edu-
cación sensorial. Además se facilitará que niñas y niños construyan una
imagen positiva y equilibrada de sí mismos y adquieran cada vez mayo-
res niveles de autonomía personal.

Artículo 4. Objetivos Generales.

1. El primer ciclo de Educación Infantil contribuirá a desarrollar en los niños


y niñas las capacidades que les permitan:
a) Descubrir, conocer y controlar, progresivamente su propio cuerpo,
sus elementos básicos y características, actuando cada vez de forma
más autónoma, y valorando sus posibilidades y limitaciones para ir
adquiriendo una imagen lo más ajustada posible de sí mismo.

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