Ensayo Derecho Del Consumidor L.Montserrat Cuba

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DERECHO

ENSAYO: EL CONSUMISMO

Trabajo del Módulo de Derecho del Consumidor

Alumna: Lourdes Montserrat Cuba Benavente

Docente: Dr. Hugo Franck salinas Burgos

Potosí-Bolivia

2020
INTRODUCCION

en este ensayo reflexivo mis opiniones personales sobre el documental “el consumo” dando
en la respectiva plataforma en este se muestra el grado de consumismo que tiene el mundo,
El consumismo en la sociedad actual y sus desventajas para el desarrollo de la humanidad
son muy marcadas en la actualidad ya que en esta época moderna y tecnológica que es
regida por el materialismo y el consumismo todos estamos involucrados y debemos
reflexionar sobre lo que creamos correcto y no quedarnos de manos cruzadas y esperar ver
las consecuencias en nuestros bolcillos sino también la parte ecológica y que cada vez está
peor por la explotación acelerada de recursos naturales para satisfacer la demanda de
productos innecesarios para las personas
La obsolescencia es un factor de nuestro consumismo, la economía está dominada por un
crecimiento lo cual sería solo crecer y no satisfacer, se puede decir que lo países más
avanzados solo despilfarran El consumismo es algo que va tomando más forma cada vez se
pueda observar que las distintas empresas empezaron a crear productos con menos calidad
para mayor compra de aquellos sería un estilo de vida dispar farol hace mucho se descubrió
una bombilla. En 1972 esta funciono desde 1901 el 2001 la bombilla cumplió un siglo esta
bombilla la fabricaron en shelby en 1895 lo que fue un inventó de Adolphe Chaillet.

Este producto llevaría a la primera obsolescencia después de buen tiempo empezaron a


producir más bombillas en si generar un mecanismo monopolizado esta industria se llamada
Phoebus para ellos era importante que la gente comprar con regularidad las bombillas si
estás duraba mucho era una desventaja para los mismos , las compañías controlaban la
duración de las bombillas, se recibía una multa de aquellos que no cumplían con lo pactado
ya que la bombilla no podía duran más de 1500 horas a medida que la obsolescencia surtía
efecto todo fue cayendo, en poco tiempo el cartel logro su objetivo que era que las bombillas
duraran 1000 horas, lo que nos llega a demostrar que solo importaba la compra de estos y
no se pensaba en el medio ambiente como tal ni las circunstancias futuras.

Es difícil entender como la bombilla era símbolo de ideas y fue uno de los primeros ejemplos
de la obsolescencia.

Las industrias con el paso del tiempo fueron acortando más la utilidad de los productos o que
simplemente duraran menos de lo que debería durar esto empezó con la revolución
industrial, los productos no eran caros pero no era de mucha utilidad así que la. Sociedad al
igual empezó a cobrar sin una necesidad clara, en 1929 hubo una crisis a los estados unidos
en 1933 hubo mucho desempleo lo cual se veía la sociedad en busca de trabajo. Ya no con
necesidad de comprar o adquirir algo. Desde nueva york se tuvo una idea para mejorar la
economía. Bernard London sugirió salir de la depresión haciendo la obsolescencia
programa, este término se escuchó por primera vez, se planteaba te todos los productos
tengan una vida limitada con fecha de caducidad, con esto se pensó que la fábricas
siguiesen trabajando la sociedad consumiendo y generar empleos, pero esta obsolescencia
que propuso London nunca se puso en práctica.
Después de 20 años la obsolescencia volvió a surgir pero ya no se trataba de lo mismo si no
ahora RL objetivo sería seducir al consumidor , que este quiero adquirir mucho más
productos lo cual llevaría a la sociedad a adquirir cosas nuevas, que llamen la atención sin
importar la duración o efectividad que esta tenga, tomando en cuenta que nadie obliga a
comprar un producto uno lo hace por voluntad propia, lo que es muy cierto es que sin la
obsolescencia no existiera no habría comercio, industrias, arquitectos. Etc.

Todos los seres humanos consumimos. Es obvio que para satisfacer nuestras necesidades
más básicas es necesario consumir; necesitamos alimentos, casa, ropa, calzado, aseo,
transporte, servicios.... El problema surge, como en gran parte de las cosas, cuando ese
consumo excede de ciertos niveles y se convierte en consumismo. Si observamos el modo
en que se llevan a cabo estas acciones nos daremos cuenta de que dicho modelo se basa en
la obtención del máximo beneficio económico a corto plazo y a cualquier precio. A través de
esta forma de consumo las personas, seres vivos y recursos naturales se ven reducidos a
simples factores productivos, que son usados, aprovechados y desechados sin pararnos a
reflexionar en las consecuencias que traen consigo. El actual modelo de consumo es
insostenible desde el punto de vista social, medioambiental y económico si observamos las
graves consecuencias que provoca: explotación laboral (tanto en países en vías de
desarrollo como en los desarrollados), un injusto reparto de la riqueza (y en consecuencia
pobreza), sobreexplotación incontrolada de los recursos naturales, contaminación ambiental
y sus incalculables consecuencias en el futuro del planeta Tierra. Los seres humanos
tenemos gran responsabilidad en la generación de esos impactos ya que es nuestro
consumo el que los conlleva y nosotros los que en última instancia sufriremos sus
consecuencias. Ante esta preocupación y necesidad, surge el denominado consumo
responsable. Una nueva forma de consumo, que va más allá del mero hecho de consumir
para satisfacer una necesidad, sino que además de ello, se plantea el origen de esa
necesidad y las posibles consecuencias que conllevan su acto de compra en torno a la
sociedad, economía y medio ambiente en general, apoyándose en criterios de
responsabilidad. Se considera necesario analizar los atributos de los distintos bienes y
servicios de consumo que el consumidor tiene en cuenta a la hora de efectuar su compra con
el objetivo de detectar la orientación actual del consumo a través de los hábitos de compra,
tratando de identificar la existencia de criterios calificados como responsables a la hora
adquirir bienes y servicios
El crecimiento que se observa en el mundo no es por tener una necesidad si no de crecer por
crecer, existen tres instrumentos fundamentales: la publicidad, la obsolescencia programada
y el crédito.

En la actualidad se piden préstamos para adquirir cosas que no son necesarias, ya que
aparecen productos nuevos día tras día y la sociedad tienen esa intuición de adquirirlos sin
ver si es necesario o no, se dice que para una buena economía es necesario del consumo
pero no es así, lo que ocurrió con las bombillas de igual manera sucedió con las medias
nylon ya que eran muy resistentes y duraderas pero las volvieron más frágiles.

Por su puesto en otro lado del mundo como Alemania no se sabía de la obsolescencia tenía
una economía comunista los productos duraban más, pero los occidentales no lo quería
adquirir, cuando hubo la caída del muro de berling cayó la venta de las bombillas y esta
cerro. Al transcurrir el tiempo igual se volvieron consumistas.

Al transcurrir el tiempo sucedió lo mismo con la industria Apple respecto al. IPod que tenía
fallas en la batería, si tenía fallas no se podía cambiar de batería si no se tenía que comprar
un nuevo iPod este caso llego a instancias judiciales él. Cual se pudo corroborar que la
batería era diseñada para tener corto tiempo de funcionamiento, en el cual se obtuvo que se
implemente un lugar para arreglar tal daño y que tenga una garantía más amplia algo que
llama la atención es que esta fábrica no tiene cuidados medio ambientales, el cual podrían
reciclar los productos que ha no sirvan o que tengas daños no reparables.

Tales desechos llegan a países de tercer mundo como áfrica, un tratado internacional
prohíbe mandar tales desechos a esos países pero los mercaderes se las arreglan y los
mandan como. Productos de segunda mano estos productos no tienen arreglo y son botados
generando una contaminación masiva, lo que pasa es que las industrias no tienen conciencia
de esto y no ven un daño a futuro que se pueda causar, todo lo que despilfarra los países
grandes Ghana es un país muy afectivo por el consumo excesivo de los demás países y
sufre una fuerte contaminación. Se dice que no hay mundo ecológico en un mundo de
negocios, lamentablemente se usa muchos químicos muchos componentes dañinos para el
medio ambiente. Se podría disminuir la producción el consumo masivo para mejor el medio
ambiente
Los medios de comunicación y la publicidad son puertas hacia el consumismo totalitarista, un
camino hacia el conocimiento de la existencia consumista, aunque el consumismo este allí
sin conocerlo. Actualmente nuestra sociedad cuenta con un avance tecnológico muy
desarrollado, el cual permite el amplio desarrollo social, político, cultural y económico
mundial, donde actúa un proceso de globalización, en todos los rincones del planeta este
proceso de globalización actúan mediante la publicidad y de los medios de comunicación;
conceptualmente, la información a nivel local, nacional, internacional, y global. En esta
sociedad la publicidad y los medios de comunicación son una rama fundamental del planeta
ya que estos son los encargados del movimiento más acelerado a nivel global. Gracias a la
publicidad podemos conocer acerca de las personas del país, la ciudad, relaciones
internacionales, entre otros. La publicidad es la causante de que logremos conocer muchos
de los productos y los servicios actuales, gracias a ella, se puede lograr más distribución de
la información entre las masas; la publicidad es una de las divisiones de la comunicación y la
producción, en dicho tema (comunicación)podemos decir que es la base del movimiento no
en todos los contextos a nivel mundial, gracias a los medios de comunicación es que
podemos conocer muchas delas cosas que hoy en día tenemos en mente siempre, gracias a
ellos, hay desarrollo por comunicaciones nacionales e internacionales lo cual, nos tiene al
borde de la destrucción del ser humano y el inicio de una nueva era como “persocons”
gracias al consumismo causado por la COMUNICACIÓN. El consumismo es el causante de
la esclavitud tecnológica y material, debido al consumismo, las personas se sobrepasan en
sus trabajos y literalmente “se parten el lomo” por obtener lo que desean; a lo que
actualmente se le llama revolución tecnológica, también se le puede dar el nombre de “un
paso hacia el consumismo”; por causas de la sociedad y la sociedad y la evolución, la
población mundial está destinada a requerir la última tecnología convirtiéndonos en un
planeta consumista por las transformaciones tecnológicas y la globalización que el hombre
ha creado.

La utilización del calificativo inmoderado encuentra su explicación con la siguiente pregunta:


¿Hasta qué punto necesitamos lo que compramos? ¿Es nuestro consumo necesario para
nuestras vidas? Todo aquello que se consume sin ser realmente una necesidad puede
considerarse como un exceso, en tanto en cuanto excede las necesidades básicas para la
vida de un individuo. Así pues, decir que el consumo actual es inmoderado ya no es algo
subjetivo, sino que se ha convertido en algo objetivamente cierto: todos consumimos
inmoderadamente, porque consumimos en exceso. No necesitamos todo lo que compramos.
La mayor parte de nuestras compras son excesos que se nos antojan necesarios.

Necesitamos lo que compramos en la medida en que nos auto-convencemos (o nos


convencen) de que el producto en cuestión nos va a ayudar a ser más felices y a vivir mejor.
En ese sentido, con la sociedad de consumo el individuo tiene como principal actividad
consumir.

Para muchos autores que la defienden, la sociedad de consumo es reflejo de un alto nivel de
desarrollo socioeconómico, que se manifiesta en el incremento de la renta de cada individuo.
Consideran también que este tipo de sociedad basada en el consumo constante ofrece a las
personas la posibilidad de adquirir bienes y servicios cada vez más diversificados, y que eso
contribuye a mejorar la calidad de vida y produce una mayor igualdad social, ya que son
muchos los individuos que pueden hacerse con una gran cantidad de productos que, según
las tesis de los defensores del sistema, contribuirán a hacer sus vidas mucho mejores y más
felices.

Así pues, el principal argumento para la defensa de la sociedad de consumo se apoya en


que el consumo contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas y que ayuda a las
sociedades a desarrollarse. Lo autores pro-consumo olvidan que en esta sociedad ideal
donde las personas pueden comprar cualquier cosa que quieran, hay muchos que no pueden
consumir, ya que el principal requisito para disfrutar de la sociedad de consumo, moderna y
desarrollada, es tener dinero. En la sociedad actual sigue habiendo millones de pobres,
incluso en países desarrollados, que no pueden participar en la sociedad de consumo.

Aunque quizás no es tan importante que participen, ya que el consumo de hoy en día no se
puede entender como la actividad que permite sobrevivir a las personas.

La principal característica que diferencia al consumo de masas tal y como lo conocemos hoy
del consumo tradicional en otras épocas de la historia es el objetivo que motiva a las
personas a consumir. Si antes se consumía para cubrir necesidades básicas (comprar
comida, ropa…), actualmente la mayor parte de la actividad consumista tiene como objetivo
satisfacer los deseos de los consumidores, que consideran necesarios los bienes que
demandan.
Uno de los rasgos del sistema económico y del consumo actual es que crea necesidades
artificiales. Mediante la constante publicidad y otras técnicas, convencen y atrapan a las
personas en el círculo vicioso del consumo, del que es muy complicado salir una vez se ha
entrado.

Una vez dentro del ‘circo del consumo’, un sinfín de productos, anuncios, ofertas y
posibilidades se aparecen ante los ojos del individuo, que, abrumado por todas esas luces,
sonidos e imágenes, se siente incapaz de evitar comprar alguno de los productos que tiene
ante él. Muchas veces incluso, la falsa necesidad se crea segundos después de ver por
primera vez un producto. Verlo en el escaparate de la tienda y darse cuenta de que es
indispensable para poder seguir caminando por la calle. ¡¿Cómo he podido vivir sin
esto?! Pocas semanas después, el objeto en cuestión estará olvidado en algún baúl, o quizás
estropeado y tirado a la basura.

En definitiva, el fenómeno del consumismo depende cada vez más del deseo que de la
necesidad.

Pero el consumo actual no sólo tiene como objetivo cubrir necesidades o satisfacer deseos,
además sirve para distinguir a las personas entre sí, evidenciando aún más el sistema de
clases sociales que forma nuestra sociedad hoy en día.

Como hemos comentado, para consumir sólo es preciso una cosa: tener dinero. A partir de
ahí, todo depende de la cantidad de dinero de que se disponga. A más dinero, más
productos. O, también, a más dinero, productos más caros.

Cuanto más caro es un producto menos gente lo puede poseer. Esta regla básica explica el
sistema de clases. No es lo mismo una falda de la tienda del barrio que un vestido de
Chanel, por lo tanto, no es igual la mujer que lleva esa falda a la que viste el vestido. Son dos
mujeres diferentes. Diferentes socialmente.

Pero aunque es la vestimenta el rasgo que las diferencia exteriormente, en realidad el factor
diferencial es el dinero. La cantidad de dinero. Aunque eso no se puede ver ni saber con
certeza, se puede deducir, entre otras cosas, por la manera en que visten.
Precisamente por eso la mujer que tiene más cantidad de dinero decidió no comprar la falda
de la tienda de barrio (aunque podía hacerlo). Si hubiera comprado esa sencilla falda y la
hubiera llevado puesta por la calle, nadie podría haber sabido cuánto dinero tiene en
realidad. Para mostrar en qué estrato social se encuentra, gracias a su dinero, la mujer con
posibilidades compró el vestido de Chanel. Y así, cuando pasea por la calle, no hay dudas
sobre su posición. Todos pueden ver que ella es diferente a los demás. Es más que los
demás.

Con la expansión del consumo por distintos escalones sociales, esta realidad ejemplificada
con la falda y el vestido se observa también a niveles de mucha menos opulencia y riqueza.
En la misma clase media de la sociedad (incluso en algunos sectores de la clase baja) ya
observamos los mismos comportamientos entre personas que, aunque son social y
económicamente parecidos, pretenden diferenciarse a través de los productos que
consumen.

Así, el joven de barrio que tiene una moto más grande es mejor que el que la tiene más
pequeña, o el que puede llevar pantalones de Levi’s es más que el que lleva un pantalón de
chándal. También es mejor tener el último modelo de gafas de sol, y llevar un teléfono móvil
de gran tamaño.

Así pues, una de las funciones del consumo es proporcionar al individuo formas de
distinguirse de otros grupos de distinto nivel social. Las empresas y las marcas lo saben, y
ofertan sus productos como exclusivos, punteros e inigualables. Ante esos astutos anuncios
publicitarios, es fácil rendirse a la tentación de ser la chica o el chico más exclusivo, puntero
e inigualable del barrio.

Lo curioso es que, en el afán de distinguirse de los demás mediante la compra de objetos y


productos aparentemente únicos, las personas, en esta sociedad actual, caen en la
paradójica situación de que cada vez son más parecidas entre sí.

Con el consumo de masas desenfrenado se avanza hacia una progresiva pérdida de


identidad personal, ya que los ciudadanos (que en realidad ya no son ‘personas’, sino
‘consumidores’) responden ante modelos de consumo idealizados mediante las efectivas
técnicas de marketing. Es decir, hay un gran número de personas que consumen sintiéndose
especiales y que realmente forman parte de un mismo grupo social, en el que todos los
individuos tienen un comportamiento y una cultura similar.

El consumidor de clase media español tiene los mismos hábitos que el consumidor de clase
media italiano, y ambos se parecen cada vez más a sus semejantes brasileños, coreanos o
saudíes. Todos ellos consumen las mismas marcas de ropa, escuchan las canciones de los
mismos ídolos juveniles, llevan en las orejas los mismos cascos de música, utilizan los
mismos teléfonos móviles y ven las mismas películas en el cine.

Regresando a la homogeneización que fomenta el hecho de consumir masivamente, hay que


añadir otro apunte interesante: el consumo connota socialización. En la medida que un
individuo se reconoce con determinadas marcas, se reconoce con los otros consumidores de
esas marcas y se distingue de otros que no son como él.

El cliente de una marca de gafas de sol tenderá a encontrar más afinidad con las personas
que lleven esas gafas, ya que el consumo forma parte de la cultura, y en esta sociedad
actual todos aquellos que son iguales en sus hábitos de consumo pueden considerarse
también iguales en su cultura. Así pues, se crean culturas nuevas a raíz de los productos que
se consumen (principalmente por el tipo de prendas que se visten o el tipo de música que se
escucha).

Por otra parte, el consumo, además de atender a necesidades básicas, atiende a lo


aspiracional. Las personas quieren ser algo más. Y eso no se consigue usando siempre los
mismos pantalones ni teniendo siempre el mismo televisor. Siempre existe la posibilidad de
hacerse con un producto nuevo y mejor, y, como existe la posibilidad, existe también el
deseo.

La sociedad se expresa a través del consumo. Como ya hemos dicho no basta con cubrir
una necesidad. Actualmente con el consumo se deben conseguir otro tipo de beneficios,
como el reconocimiento en un grupo social.

Si se tiene sed, se puede consumir agua, pero hay muchas más opciones que el agua para
cubrir esa necesidad. El mercado te ofrece cientos de bebidas y refrescos. Aunque son
mucho más caros que el agua, ésta se torna un bien demasiado simple y sencillo como para
consumirlo en público. Es mejor comprar una lata de un refresco que transmita a los demás
lo activo, joven y moderno que uno es. El agua no transmite ningún valor. Las bebidas
comerciales sí.

Así, hemos llegado a convertirnos en una sociedad materialista, consumista y muy


competitiva. La competitividad tiene su reflejo también en el consumo, ya que el hecho de
comprar cada año un teléfono móvil o un bolso nuevos no responde a una necesidad real,
sino a un deseo de ser mejor (o aparentarlo) en este mundo en el que vivimos. Aquel que
sólo tiene un abrigo, o que vive en un piso pudiendo vivir en un chalet, es considerado como
un perdedor.

Porque es mucho mejor tener un armario lleno de abrigos y chaquetas para poder llevar uno
distinto cada día. Es mejor tener dos coches que uno. Es mejor cambiar el teléfono por el
último modelo, que vivir siempre con el mismo móvil. Es mejor volver con bolsas del centro
comercial, que volver con las manos vacías. Es mejor tener muchas cosas que tener tan sólo
las suficientes.

El que no consume no está disfrutando la vida al completo porque, hoy en día, vivir es
consumir.

El consumismo también provoca destrucción del medio ambiente por su vínculo con la
contaminación del aire, agua y suelo además de arrebatar la identidad a las personas,
haciéndoles creer que son lo que poseen esto tiene funestas consecuencias, se generan
daños en perjuicio de La actual y de las futuras generaciones, las cuales encontraran un
planeta contaminado y agotado, gracias a quienes creyeron que con el consumismo
conseguirían felicidad.

El consumismo esta patentado por la creencia de que consumir es determinante en la


identidad y estatus de la persona ante la sociedad. De acuerdo con National Geographic
News, existen alrededor de 1.7 miles de millones de personas en el planeta que pertenecen
a la clase consumista que desean dedicar su vida a acumular bienes innecesarios. Esto
ocurre por la ambición insaciable del consumidor y lo hace fuertemente responsable del
agotamiento de los recursos naturales y de la contaminación ambiental. El consumismo
provoca una acelerada contaminación apresurada por la irracionalidad, la carencia de
sensibilidad, o ignorancia en las consecuencias de las acciones, y por el irresponsable estilo
de vida que contribuye al abuso de los recursos naturales.

El incremento de producción en la industria genera aguas residuales que pueden ser vertidas
en cuerpos de agua limpia causando su contaminación, los herbicidas y pesticidas utilizados
En la agricultura contaminan aire, suelo y agua, los residuos orgánicos que generan el
consumidor son tirados en vertederos o rellenos sanitarios, los cuales liberan metano y otros
gases, debido a su descomposición. Por su parte las chimeneas de la industria y de diversas
actividades productivas contaminan el aire y frecuentemente arrojan gases de efecto
invernadero. Eliminar el consumismo y establecer la conciencia ambiental en toda la
población permitirá construir el escenario para un mejor futuro de la humanidad y el planeta.

Reciclar significa volver a darle una utilidad a los componentes que se encuentran en las
basuras mediante la elaboración de nuevos productos. Es, por tanto, la acción de volver a
introducir en el ciclo de producción y consumo productos materiales obtenidos de residuos.
Por ejemplo, reciclar un ordenador significa que o bien sus partes o las materias primas que
forman sus componentes vuelven a emplearse en la industria de fabricación o montaje.

También se refiere al conjunto de actividades que pretenden reutilizar partes de artículos que
en su conjunto han llegado al término de su vida útil, pero que admiten un uso adicional para
alguno de sus componentes o elementos. Al proceso (simple o complejo, dependiendo del
material) necesario para disponer de estas partes o elementos, y prepararlos para su nueva
utilización

En una visión ecológica del mundo, el reciclaje es la tercera y última medida en el objetivo de
la disminución de residuos; el primero sería la reducción del consumo y el segundo la
reutilización. Tanto el término como sus actividades se han vuelto de dominio público y se
aplican en muchas áreas productivas, económicas, sociales e incluso políticas y humanas.
La filosofía del reciclaje conlleva un control en el consumo (reducción) y una tendencia hacia
productos que ofrezcan los mínimos problemas de contaminación y la mayor facilidad para
su recuperación. Para la buena realización del reciclaje es indispensable la recogida
selectiva. Sin embargo, siempre que se piensa en evitar o limitar los daños al medio
ambiente generados por la producción, distribución y consumo de bienes adicionales, se está
de acuerdo en que habría que introducir técnicas y productos menos perjudiciales

En este sentido, la promoción del consumismo a través de la publicidad, la televisión


comercial y los grandes centros comerciales debe tener una respuesta activa por parte de los
consumidores. Los modelos o patrones de felicidad que se están vendiendo no sólo están
produciendo un grave deterioro del medio ambiente, como consecuencia de la
superproducción provocada por la puesta en el mercado de cada vez más productos y del
mayor consumo de energía, sino que también se está sufriendo un proceso de degradación
de la salud como consecuencia de los nuevos patrones alimentarios o sociales. Algunos
ejemplos se encuentran en el aumento del colesterol y de las enfermedades
cardiovasculares, el aumento de la obesidad y, en el otro polo, de la bulimia y de la anorexia,
etc.
Gobiernos, industria y consumidores son responsables de la crisis ecológica y a todos
involucrará la estrategia para alcanzar un consumo y una producción sostenibles. Los
gobiernos tienen la responsabilidad de crear políticas de protección ambiental que apunten
hacia una producción limpia y hacia la racionalización del consumo. La industria, por su lado,
como responsable directa de la mayor parte de la degradación ambiental debe asumir esa
responsabilidad y transformar sus modos de producción y comercialización. Y los
consumidores también tienen que asumir su cuota en la responsabilidad colectiva y adoptar
pautas de conducta más responsables y racionales en relación al consumo y disfrute de
bienes y servicios, a la vez que exigir mayor nivel de información en relación a los mismos.
CONCLUSION

Se puede observar la destrucción se va haciendo al mundo en general desde el consumismo


masivo que se realiza y con este afectar al medio ambiente sostengo que el consumismo
actual en las sociedades provocado por la manipulación de los consumidores a través del
complejo comercial publicitario que construye estilos de vida, sueños, standars de
pertenencia, creando y recreando necesidades e induciendo a la carrera desenfrenada de la
adquisición de objetos sin demasiada conciencia si son necesarios o no lo son nos conduce
a la destrucción de los recursos naturales, del medio ambiente, a la violación de derechos de
niños y de trabajadores.

Se tienen que concientizar a la sociedad como a las empresas productoras, para mejor el
medio ambiente y al mismo tiempo obtener una economía estable y no consumir solo por
consumir, al igual de que empresas de alta gama obtén por usar material biodegradable, Ello
implica un nuevo consumidor: responsable, solidario y consciente de sus acciones y de la
posibilidad de incidir en los hábitos sociales, económicos y ambientales. Es a la vez un
consumo crítico y un consumo ético. El consumidor crítico es aquel que se pregunta por las
condiciones sociales y ecológicas en las que ha sido elaborado un bien o servicio, y exige
calidad al mismo tiempo. Esto sería un excelente comienzo para una mejor vida para la
generación futura .

El consumismo no es una actividad inofensiva, pues esta podría causar. Consecuencias no


sólo en el medio ambiente si no también en la sociedad además de afectar económicamente
también se puede observar que las personas en general hombres como mujeres tienen un
consumo más hacia cosas básicas como los alimentos, ropa por toda la publicidad que
existe ya sea por televisión o hoy día por páginas de internet.

Es muy importante conocer acerca del consumismo pues se observa que cada día está va en
crecimiento

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