Absolescencia Programada y Percibida

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COMPRAR, TIRAR, COMPRAR

LA HISTORIA DE LAS COSAS

LAURA YISSELA GARCIA BLANCO


201510761

Sabemos que, en la actualidad, la economía tiene uno de los papeles más


importantes y de mayor impacto en la sociedad, ¿pero qué características tiene esta
economía para que se mantenga y para que constantemente crezca?

Hace muchos años, las empresas realizaban miles de estudios para lograr sacar al
mercado productos de alta calidad, que tuvieran una larga durabilidad y que fueran
muy funcionales a los compradores, pero lograron descubrir que el hecho de hacer
que los productos fueran duraderos y de alta calidad, causaba que las personas no
relazaran compras de manera consecutiva, pues un producto estaba diseñado para
durar bastante tiempo, incluso años, podemos mencionar el caso de la bombilla
eléctrica que inicialmente fue diseñada para durar miles de años y en la actualidad
tan solo dura unas cuantas horas, pero… porque si desde hace años se tiene un
diseño y una estructura de bobilla que cuenta con cualidades de durabilidad y
calidad muy altas, hoy en día nuestras bombillas tan solo nos duran unos cuantos
meses? La respuesta es la obsolescencia programada. En los años de la creación
y venta de la bombilla, las diferentes empresas productoras de este objeto, al darse
cuenta que la salida del producto al consumidor no era constante decidieron tomar
medidas para poder aumentar las ventas, su decisión fue iniciar a fabricar bombillas
que duraran menos tiempo que las que estaban diseñando de esta manera el
producto se iba a desgastar en un menor tiempo y las ventas iban a crecer, pero si
estas corporaciones no cumplían con el requisito de descender la vida útil de la
bombilla tenían que pagar una serie de multas y aunque la ley se dio cuenta de este
traro que se tenía y realizo una demanda contra estas compañías, las empresas no
cumplieron el mandato de volver a poner la misma vida útil al producto.
En aquella época la aparición y evolución el automóvil acelero notablemente la
economía, empresas fabricantes de automóviles (como Ford o Geneal Motors)
daban todo tipo de autos a la sociedad, con el fin de hacer que cada persona
renovara su auto cada 3 años por tanto sacaban un diseño nuevo cada año.
En la época de la revolución industrial, al inventar toda una serie de maquinaria que
trabajaba en menor tiempo y con mayor eficacia, la producción aumentó
significativamente, pero estos productos eran muy duraderos y las necesidades de
las personas no iban al mismo ritmo que la producción. Luego de la crisis de Wall
Street la economía de estaos unidos se frenó, el presidente de la época inicio a
realizar obras públicas para darle empleo a las personas pero para muchas
personas esta no era una solución para logar que las personas tuvieran ingresos y
de esta manera pode comprar y reanudar la economía, fue entonces cuando
Bernard London introdujo formalmente y por escrito el termino de obsolescencia
programada obligatoria. La cual consistía en darle un tiempo de vencimiento a cada
producto y cuando este cumpliera su vida útil seria desechado y quien se quedara
con uno de estos productos tendría que pagar una multa, pero esta idea de
obsolescencia programada obligatoria paso desapercibida, pero indirectamente los
objetos si se iniciaron a fabricar con una obsolescencia programada.

En el trascurso de los años, la obsolescencia programada retorno con más fuerza y


esta vez de una manera más audaz, pues ahora no solo los objetos tenían un límite
de vida útil, sino que además de esto, se nos enseñó a comprar por gusto y no por
necesidad. Fue entonces cuando Brooks Stevens promovió un nuevo concepto
denominado obsolescencia percibida. Esto tomo origen debido a que su padre era
un gran inventor y buscaba que el fabricante le diera gusto a los consumidores
quienes se sentirían atraídos para comprar, fijándose más en el aspecto de las
cosas y no tanto en su calidad. Esta obsolescencia percibida garantizo un desarrollo
económico de gran magnitud desde aquella época, haciendo que las personas
quisieran cada vez comprar más y más cosas que muchas veces eran innecesarias
solo por la necesidad de tener cosas materiales en cuestiones de hogar, moda, y
tecnología.

Desde entonces la obsolescencia programada y percibida se ha apoderado de las


empresas fabricantes y de los consumidores que día a día son atraídos por
diversidad de cosas que constantemente salen al mercado.

Este tipo de necesidades nos ha convertido en esclavos del trabajo, pues lo que
buscamos es poder obtener objetos como ropa, zapatos, accesorios,
electrodomésticos, autos, y la gran cantidad de objetos tecnológicos que para
nuestra época se nos convierten en una necesidad. Es por esta razón que lo medios
de comunicación trabajan a diario por mostrarnos lo nuevo que se lanza al mercado
y nos quieren hacer ver que necesitamos un sin número de cosas que en realidad
son secundarias y que sin ellas nuestra calidad de vida no se vería afectada, pero
lo que ellos necesitan es eso: lograr seducirnos a diario con estos productos y así
mantener la economía global.

Podemos decir así, que la economía percibida nos ha tomado por completo, pues
preferimos trabajar mil horas diarias para poder conseguir cosas materiales, y lo
más triste de todo, no nos damos cuenta del daño que estamos causando a nuestra
familia, a nosotros mismos y a la naturaleza. Serge Latouche opina que una
sociedad del crecimiento no es sostenible a largo plazo diciendo así que quien crea
un crecimiento ilimitado es compatible con un planeta limitado y el problema radica
en nosotros como sociedad por nuestra necesidad de venta ilimitada y de consumo
ilimitado lo que causara que esta situación no termine para nada bien pues es algo
de lo que ya no se tiene control.

Con la explotación de recursos naturales hemos causado gastar 1/3 de los recursos
naturales en las últimas dos décadas acabando la capacidad del planeta de soportar
vida humana, quedándonos sin fuentes hídricas y sin bosques por tanto nuestro
problema es el derroche y gasto de los recursos naturales debido al consumismo y
a la necesidad de gastar más de lo que realmente se necesita.

Este sistema masivo de consumo utiliza los recursos naturales para producir
productos tóxicos que son los que a diario usamos y hasta consumimos y que de
una u otra manera llega al interior de nuestro cuerpo; lastimosamente este es un
mal de mayor grado para los bebes, pues la leche materna está totalmente
contaminada. ¿Es realmente esto lo que queremos para nuestras futuras
generaciones? Tóxicos, enfermedades y nada de naturaleza.

A las empresas no les interesa en lo más mínimo la salud del consumidor y mucho
menos de los trabajadores que todo el día manipulan productos tóxicos.

El sistema de consumo masivo nos ha vendido la idea de que si no compramos y


no tenemos cosas “no somos nadie en la sociedad” y es entonces cuando somos
nosotros quienes aportamos a la denominada “flecha a amarilla” hoy en día no
pensamos en economizar sino en gastar, buscando una satisfacción espiritual y una
felicidad mediante el consumismo y todo esto abarca lo que conocemos como
obsolescencia programada y percibida.

Es por esto que tenemos tiempo para trabajar y conseguir dinero para poder ir de
compras y no para la familia, trabajando así únicamente para gastar y es de lo que
se encargan los medios de comunicación en decirnos que compremos y gastemos,
en trabajar para poder darnos un lujo o un gusto, pero sin hacernos ver las
consecuencias ambientales que causamos a diario con cada pequeña cosa
innecesaria que compramos.

Recordemos a Serge Latouche quien decía que tenemos un planeta con recursos
limitados, y hoy en día lo único que tenemos en magnitud, son esos miles de
toneladas de desechos que a diario arrojamos nosotros como personas naturales
como también las grandes empresas. Por eso es importante que apostemos a la
sustentabilidad e igualdad y dejar de lado este pensamiento de consumo, de
comprar y tirar, dadnos cuenta del daño tan grande que nos causamos a nosotros
mismos y a nuestro planeta, y realizando cambios en nuestra forma de actuar,
usando una química limpia, pocos desechos producción cerrada, energía renovable
y economías locales vivas.
Somos nosotros quienes tenemos que crear un nuevo pensamiento y “evolucionar”
como seres humanos y como animales racionales que son capaces de deshacer
aquello que un día creamos.

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