Leoncio Prado

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Biografías

1853-1883
Se inmoló por la libertad

Pretendío liberar Cuba, porque pensaba que


ningún país de Sudamérica merecía estar en
poder de otras potencias. Cuando su patria
estuvo en peligro se alistó en las filas del ejér-
cito y peleó junto a Cáceres en los últimos tra-
mos de la Campaña de la Breña, hasta que ca-
yó herido en Huamachuco. Allí, se empinó a
la gloria porque enseñó a los victoriosos có-
mo se debe morir con dignidad.

Entre Huánuco y Lima Toman el “Moctezuma” y quieren liberar


¿Cómo era Leoncio Prado? Cuba
A los diez años ¡todo un militar! “Pirata” o “Corsario revolucionario”
No acepta ningún acuerdo que lesione a la Pretendió intervenir en la independencia
patria de las Filipinas
Prado lucha por la patria hasta enfermarse Dispuesto a pelear por su patria
Toda una proeza a los trece años de edad De torpedero a guerrillero
Lealtad a toda prueba ¡Sabed que la bala enemiga no mata!
Demostró en todo momento un gran amor En búsqueda de su destino final
filial
De Richmond al Caribe
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Leoncio Prado
1853-1883

Entre Huánuco y Lima No acepta ningún


acuerdo que
El 28 de agosto de 1853 nace en Huánuco don Leoncio Prado Gutié-
rrez, hijo de María Avelina Gutiérrez y Mariano Ignacio Prado. A los
lesione a la patria
tres días de nacido fue bautizado. Mariano Ignacio Prado, su padre, se
En 1865, la llamada Expedición
desempeñaba como profesor de filosofía en el Colegio Nacional de la
Científica Española, comandada
Virtud de la Patria, del que también era su vicerrector. El profesor Pra-
por el almirante Pinzón, se des-
do sufrió persecución política durante el gobierno de Antonio Pezet,
plazaba por el océano Pacífico,
por sus ideas liberales. Por eso, cuando en 1854 llegó la noticia a Huá-
saqueando el guano de sus islas y
nuco de que en Arequipa se había gestado una revolución liberal co-
distrayéndose en los puertos de
mandada por Ramón Castilla, Mariano Ignacio Prado se pliega a sus fi-
Chile, Bolivia y Perú, esperando
las, iniciando no solo una carrera política sino también militar. Acom-
el momento de encender los ca-
paña a Castilla en la ruta Ayacucho, Huancayo y Lima, en la batalla de
ñones de sus buques en búsqueda
La Palma, en el triunfo de la rebelión y en la toma del poder político y,
de la reconquista, para lo cual ha-
con el grado de coronel del ejército peruano, asume mayores respon-
bía venido a Sudamérica. Una
sabilidades en el gobierno. Ordena traer a Lima a su hijo Leoncio y a
contienda entre colonos peruanos
su madre. Doña María se aloja en el convento de Copacabana y Leon-
y españoles en la hacienda Talam-
cio inicia sus estudios en el Colegio Rodríguez, donde permanece dos
bo sirvió de pretexto a Pinzón pa-
años. En 1861 viajó a Piura, donde su padre había sido destacado. Pre-
ra protestar y pedir “compensa-
cisamente, el 1 de abril de dicho año, seguramente como un regalo de
ciones” a favor de España, entre
su padre, desfiló en Piura junto a los militares vestido como ellos, con
las que destacaba una fabulosa
la categoría de “soldado distinguido”. Cuando doña María Avelina lo
cantidad de dinero que el Estado
vio, derramó unas cuantas lágrimas. Pradito notó la tristeza de su ma-
peruano tenía que pagar a la Ma-
dre y quiso quitarse el uniforme. Ella lo detuvo, diciéndole: “¡No, hiji-
dre Patria por haberse independi-
to, es tu destino!”.
zado de ella. El débil gobierno de
Pezet acepta la exigencia de Pin-
zón y se firma un tratado el 27 de
¿Cómo era Leoncio Prado? enero de 1865. El pueblo peruano
rechaza tan inaudita sumisión
Leoncio Prado era, según M. A. Prado de Pigatti: “de mediana estatura,
procolonialista y se adhiere a la
delgado, de color moreno, ojos grises, cabellos negros con prematuros
revolución del prefecto de Are-
hilos de plata, frente abovedada, prominente, dentadura perfecta, voz
quipa, coronel Mariano Ignacio
de timbre plateado, el mentón partido, la velada sonrisa de su rostro to-
Prado, que, con el lema de la Res-
do, en general, hace resaltar su personalidad. Parco en el hablar y de
tauración Nacional, se produce
porte distinguido, es ‘una dama’, dicho de la época que significaba el
en la Blanca Ciudad el 28 de fe-
hombre culto, gentil, caballeroso y leal. ‘No parece el bravo león de las
brero. Inmediatamente, Leoncio
Antillas’, decía la gente, porque jamás tuvo un alarde, como no lo tie-
Prado se pone a órdenes de su pa-
ne ningún espíritu verdaderamente superior. El hombre valiente es
dre y durante dos meses sirve en
siempre generoso y gentil, sólo esgrime su acertada alma en los actos
las unidades navales que estaban
sublimes del valor”.
bajo el mando de Lizardo Monte-
ro. La expedición revolucionaria
A los diez años: ¡todo un militar! emprende viaje a Lima y realiza
su primer desembarco en Pisco,
La familia retorna a Lima en 1863. Leoncio estudia tres años en el Co- luego se dirige a Chincha Alta.
legio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, pero en las vacaciones Leoncio Prado comparte dicha
cumple su servicio militar obligatorio en los cuarteles de Lima. travesía con la oficialidad de la
“Unión”. La toma de Lima por los

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Biografías
revolucionarios de Arequipa se realiza el 6 de noviembre de 1865.
El personaje y su tiempo
Leoncio Prado está en primera fila, en la tropa comandada por el co-
ronel José Zavala. Triunfa el golpe de Estado de Mariano Ignacio Pra-
1853 (28 de agosto) do, quien, deponiendo a Pezet, asume el gobierno con el título de Dic-
Leoncio Prado tador Supremo de la República.
nace en Huánuco.

1859 Prado llega a Lima y


Prado lucha por la patria
estudia en el colegio
Rodríguez. hasta enfermarse
1863 A partir de este El Dictador Supremo desconoce el Tratado Vivanco-Pareja, empeora el
año, estudia en el
conflicto con España y será definido en el mar entre ambas armadas de
colegio Guadalupe
y hace servicio militar guerra. Presto como siempre, Leoncio Prado ingresa en la marina de
en un cuartel. guerra del Perú y hace su práctica, como guardiamarina, en la fragata
“Apurímac” en los meses que restan del año 1865. Chile y Perú unen
1865 Se adhiere a la sus armadas y dos de sus barcos, el “Apurímac” y el “Covadonga”, se
revolución de Mariano enfrentan al “Villa de Madrid” y “La Blanca” en el Combate de Abtao,
Ignacio Prado contra el 7 de febrero de 1866, saliendo victoriosa la escuadra aliada. Leon-
Pezet. Luego, ingresa cio Prado, integrante de la tripulación del “Apurímac”, se batió como
como guardiamarina
en el “Apurímac”. un león, con tanto denuedo que enfermó y tuvo que regresar a Lima a
descansar y aliviarse. Por su valiente actitud patriótica, Leoncio Prado
1866 (7 de febrero) se hizo merecedor a su primera medalla de guerra. El 1 de abril de
Participa en 1866 obtuvo su ascenso al grado de subteniente de fragata mediante
el Combate de Abtao. una resolución suprema que fue firmada por Mariano Ignacio Prado y
(1 de abril) refrendada por su ministro José Gálvez Egúsquiza. Por entonces, Leon-
Prado es ascendido al cio Prado servía en el cuerpo de cadetes de la Escuela Militar del Es-
grado de subteniente.
píritu Santo.
(2 de mayo)
Interviene en el
Combate del 2 de
Mayo. Toda una proeza
a los trece años de edad
1867 (3 de diciembre)
Es parte de un motín
del colegio Nuestra Al amanecer el día 2 de mayo de 1866, Leoncio Prado salió de la es-
Señora de Guadalupe. cuela militar y se dirigió apresuradamente a su casa. A su primo Naza-
(16 de diciembre) rio Rubio le dijo: “Acompáñame que voy al Callao de cualquier modo;
Emprende viaje por la mi puesto no está en la Escuela, está en el combate, como en Abtao”.
selva como integrante Nazario quiso correr la misma aventura y ambos cubrieron los 12 km
de la “Comisión que separan Lima del Callao, a pie, yendo por la carretera. A medida
Hidrográfica”. que se acercaban al primer puerto el alboroto era mayor. Una bomba
(25 de julio) explotó muy cerca de ellos y estuvieron a punto de perder la vida. Pa-
1868 sado el susto, se animaron y sortearon el enjambre de defensores de la
Viaja becado
a Estados Unidos. patria que se movilizaban a uno y otro lado, y preguntando sobre los
últimos pormenores de aquel Combate del 2 de Mayo y corriendo ca-
1874 De los Estados Unidos si a tientas, llegaron al muelle. Allí, Leoncio Prado, de apenas 13 años
parte al Mar Caribe de edad, tomó una canoa que estaba en el embarcadero y remando
para contribuir a la con fuerza llegó hasta uno de los buques que comandaba Lizardo
independencia de Cuba.
Montero. El hijo del presidente fue subido a bordo, le dieron la misión
correspondiente y utilizando sus últimas energías empezó a luchar

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Leoncio Prado
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bravamente contra la escuadra española al mando del


almirante Casto Méndez Núñez, quien, apremiado por Los “indígenas” y
las bajas ocasionadas a su armada y sus hombres, así Raimondi
como por sus propias heridas, ordenó la retirada a la is- le salvaron la vida
la San Lorenzo. Al ver que los maltrechos barcos ene-
migos se alejaban, resonó un “¡viva el Perú!” en las gar-
gantas de todos los defensores de la patria. Era un triun- Para amainar el inquieto espíritu de su hi-
fo inobjetable y uno de los que más gozó fue Pradito, el jo, el presidente Prado ordenó que Pradito
“niño-héroe”. Su valentía fue premiada con la condeco- interviniera en una expedición científica a
ración denominada “Defensores del honor e integridad la selva amazónica. En efecto, la llamada
de la República y respetabilidad del continente y bene- “Comisión Hidrográfica” partió de Lima
mérito de la patria en grado heroico”. Fue ascendido al con fecha 16 de diciembre de 1867 para
grado de alférez de fragata. Lizardo Montero le hizo un unirse con el almirante Trucker en la selva
obsequio muy especial, su propia espada de almirante, central. Trucker dirigiría la expedición y te-
recortada para el tamaño de Leoncio Prado, con una nía la misión de estudiar los ríos de la sel-
inscripción que decía: “En premio y honor a su sereno va, determinando su nacimiento, cuenca,
comportamiento”. caudal y curso de cada uno de ellos. Los
expedicionarios llegan a Huánuco y se
desplazan por el río Pozuzo. De allí, Pra-
Lealtad a toda prueba dito, Charún y Butt se dirigen a bordo de
una canoa al río Pachitea y levantan el pla-
Nuestro “niño-héroe” tenía que culminar sus estudios no topográfico de dicho río y el del May-
de educación secundaria y reingresó al Colegio Nacio- ro. En ese trayecto se cruzaron con la ex-
nal Nuestra Señora de Guadalupe, que, por esa época, pedición del sabio italiano Antonio Rai-
era el mejor colegio del Perú. Jóvenes seleccionados de mondi, quien hizo sus viajes de explora-
todo el país estudiaban en sus aulas y muchos de ellos ción del Perú entre los años 1850 y 1869
se alojaban en su cómodo internado. Eran, además, exi- y publicó su libro, una verdadera enciclo-
gentes en su preparación académica y uno de esos re- pedia sobre nuestro país.
clamos terminó el 3 y 4 de abril de 1867 en una rebe- En unas de las exploraciones por las ribe-
lión juvenil y la toma del local, atrincherándose en el ras del Pachitea, Pradito se perdió y deam-
salón de actuaciones. Leoncio Prado supo de la actitud buló por la selva durante varios días y no-
de sus compañeros de estudios y metiéndose por una ches. A pesar de las alimañas, falta de ali-
de las claraboyas del colegio se sumó al motín. La noti- mentos y agua, sobrevivió gracias a su
cia se convirtió en escándalo e intervinieron las autori- temple y fortaleza y llegó a un pueblo de
dades educativas y policiales. Los rebeldes depusieron los asháninkas, donde los “indígenas” lo
su actitud y los cabecillas fueron expulsados, entre ellos acogieron con toda amabilidad, le dieron
el hijo del presidente, a quien el intendente de Lima lo la ayuda necesaria y mandaron avisar a los
había denunciado como principal responsable. otros expedicionarios. Antonio Raimondi
fue el primero en llegar y lo llevó al sitio
donde había acampado la “Comisión Hi-
Demostró en todo momento drográfica”, la que reemprendió el viaje
un gran amor filial por el Pachitea hasta llegar al Ucayali, río
que los trasladó hasta Iquitos. Allí, Leoncio
“Yo ya estoy en buena inteligencia con mi padre, él ya Pardo fue incorporado a la Flotilla Fluvial
contesta mis cartas y, por consiguiente, espero que me del Amazonas y se quedó hasta 1868.
atienda... Estoy por aquí muy bien, juntando cada día
más dinero de mis sueldos y otros negocios... Lo que
quiero que estés muy bien como yo estoy... Dentro de

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Biografías
poco tiempo te mandaré oro en polvo dentro de una carta. Tu querido
El personaje y su tiempo hijo Leoncio Prado”. Así dice Leoncio Prado en una la cartas que le
envió a su madre, doña María, el 25 de julio de 1868. Quería aliviar-
1876 (7 de noviembre) la de los apuros económicos que su padre político, el mayor del ejér-
Junto a 10 patriotas, cito don Manuel Morales, su madre y sus hermanos estaban pasando
toma el barco español luego de la dimisión de Mariano Ignacio Prado de la presidencia de la
“Moctezuma”
República.
y declara la guerra
a España. Al poco tiempo, Leoncio Prado se reúne con su familia en Lima y culmi-
na sus estudios en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
1877 (3 de enero)
El “Céspedes” es
atacado por un barco De Richmond al Caribe
y Prado se salva mila-
grosamente de morir. El gobierno de Manuel Pardo premia a varios alumnos distinguidos de
ese centro educativo con un viaje de estudios a Estados Unidos. Leon-
1878 (Enero)
cio Prado es uno de los seleccionados y se inscribe en una de las es-
Prado viaja de Europa
a los Estados Unidos. cuelas técnicas de la Universidad de Richmond, pero trunca su carre-
ra porque cree que es su deber pelear por la independencia de Cuba.
1879 Leoncio Prado regresa En efecto, el año 1874, junto a sus hermanos Justo y Grocio, parte a la
a la patria y se pone a isla caribeña, que todavía estaba bajo administración española y con
disposición del ejército. todos sus puertos bloqueados, lo que impedía que los patriotas cuba-
(Octubre)
nos, que tenían su gobierno en Nueva York, pudieran instalarse en su
Organiza un cuerpo
de torpederos y se propia patria.
atrinchera en la isla Se pusieron en la práctica varios planes para la independencia de Cu-
Alacrán, Arica. ba, pero, por el momento, sin resultados positivos. Leoncio Prado, el 8
de julio de 1876, presenta a Pío Rosado un plan, el que sería someti-
1880 (24 de febrero) do a consideración del gobierno neoyorquino. Entre tanto, Prado reco-
Los torpederos de Pra- rre los principales puertos de las islas de las Antillas, estudiándolos.
do colaboran con el El 6 de agosto de 1876, el presidente de Cuba en el exilio, Tomás Es-
barco “Manco Cápac”
y hacen huir a barcos trada Palma, que tenía como uno de sus ayudantes a Grocio Prado, le
enemigos. escribe a Leoncio Prado una carta en la que le agradece por su inicia-
(21 de julio) tiva y le informa que su plan está siendo evaluado para su “posible eje-
En la batalla de cución”. Prado les contesta que lo dejen en libertad de actuar, porque:
Tarata, Prado es “Para ser completa la emancipación de la América Colonial, el mar
derrotado y apresado Atlántico reclama un 2 de mayo tan americano y concluyente como lo
por los chilenos. tuvo el mar Pacífico en las aguas del Callao”. El gobierno patriótico de
Cuba accede a su solicitud, y también su padre, nuevamente presiden-
1882 (Febrero)
Prado es dejado te de la República, le ofrece apoyo.
en libertad
por los chilenos.
Toman el “Moctezuma”
1883 (10 de julio)
y quieren liberar Cuba
Interviene en la batalla
de Huamachuco y es
gravemente herido. Once conjurados, con Leoncio Prado a la cabeza, se reúnen en Kings-
(15 de julio) ton para dar los últimos detalles al plan de Prado. Este empieza a cum-
Prado es ejecutado plirse desde el 7 de noviembre de 1876, día en que llega a Puerto Pla-
por los chilenos. ta el vapor español “Moctezuma”, un barco que era de propiedad del
gobierno realista de Cuba y que se dedicaba a transportar mercadería,

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correo y pasajeros entre las islas del Mar Caribe. Esta vez, venía de cular en todos los puertos por
Saint Thomas y su destino era Cuba. Llevaba un cargamento avaluado donde caletea el “Céspedes”. Los
en doscientos mil pesos, tenía sesenta tripulantes, estaba equipado con realistas lo llaman “pirata” y los
dos cañones y conducía a once pasajeros ilustres, entre los cuales esta- patriotas “corsario revoluciona-
ba el Auditor de Guerra de la Capitanía de Puerto Rico. Los once pa- rio”. Los realistas se aprestan a
triotas lo abordaron haciéndose pasar como comerciantes ambulantes. perseguirlo y los otros no reaccio-
Entre sus cosas, Prado había ocultado once machetes; uno que otro de nan a tiempo, a pesar de que Pra-
sus compañeros de aventura tenía revólveres. Prado, Morey y Vélez ad- do les pide inmediata ayuda con
quirieron alojamiento en primera clase. Los otros, lo hicieron en cu- Domingo Vélez. El “Céspedes”
bierta. A las dos de la tarde el “Moctezuma” se hizo a la mar y muy po- pasa unos veiuntiún días en el Ca-
cas horas después ya se hallaban en alta mar. A las seis de la tarde, lla- bo Gracia de Dios. Al no recibir
maron al comedor, donde estaba el capitán y demás pasajeros, inclui- la ayuda necesaria, parte con
dos los tres patriotas que viajaban en primera clase. A una señal de Pra- rumbo desconocido. Los realistas
do, los que estaban en cubierta se acercaron al comedor. Prado, luego comisionan al capitán J. Rada pa-
de constatar que todos estuvieran en sus sitios, se puso de pie y con to- ra que persiga al “pirata”, al man-
no enérgico se dirigió al capitán: “Capitán Cacho: en nombre de la Re- do de una flotilla de guerra que
pública de Cuba que se halla en guerra con España le hago a usted mi estaba compuesta por la fragata
prisionero y le demando me rinda el vapor”. “Se produjo -dice M. A. “Jorge Juan” y los transportes
Prado de Pigatti- un momento de confusión entre la oficialidad del bar- “Fernando El Católico” y “Ba-
co; pero ya vueltos en sí, se enfrentan al héroe. La vajilla sirve de ar- zán”. El 3 de enero de 1877, el
mas. Prado saca su revólver y rastrilla sin que el arma responda. Arroja “Céspedes” es avistado por el
esta por inútil y en estos momentos recibe un terrible golpe en la sien “Jorge Juan” en Troappe. A las
que le priva y le hace caer al suelo. Vélez salta como un tigre y se in- diez de la mañana, Prado y sus
terpone entre el cuerpo de su amigo y los agresores, y hace fuego. El compañeros se dan cuenta de que
capitán Cacho es la víctima. Ahogándose en sangre, ronco, lleno de co- están bloqueados. Prado ordena
raje grita: ‘¡Marineros, pasajeros, a las armas que son pocos!’ y cae pa- que bajen los botes al agua y en
ra no levantarse más. Entre tanto, Prado se ha incorporado ya. Saca el ellos se embarquen los tripulantes
puñal del cinto y se abalanza al grupo de oficiales. El acero rasga car- rumbo a la playa. Se quedan él y
nes a diestra y siniestra. Es su ataque como los zarpazos de un león he- Morey, y se enfrentan con furia a
rido. La lucha se generaliza: unos son arrollados por el ataque impetuo- la batería enemiga que ya había
so; otros están paralizados por la sorpresa, frente a la boca de los caño- abierto fuego graneado. Se multi-
nes. La confusión es terrible. Finalmente, triunfan los audaces corsarios, plican haciendo tronar los caño-
cuyo jefe con sus propias manos eleva en el mástil del ‘Moctezuma’ el nes del “Céspedes” hasta que se
pabellón de la estrella solitaria, que alumbre los últimos rayos del sol escucha una gran explosión. El
de la libertad”. El sorpresivo enfrentamiento dejó cuatro muertos y cua- polvorín del “Céspedes” ha sido
tro heridos en las filas españolas. Prado, de tan sólo 23 años de edad, alcanzado por una bala enemiga
se había convertido en un valiente corsario. Cambia el nombre de y explota varios barriles de pólvo-
“Moctezuma” por el de “Céspedes”, un prócer de la independencia de ra. El barco estuvo quemándose
Cuba. En Puerto Paix hace bajar a pasajeros y tripulantes. Sólo se que- durante tres días. En el primer día,
da con los maquinistas y seis ayudantes. De los dos mil pesos que en- los del “Jorge Juan” al observar
contró en el barco, repartió entre los tripulantes que no tenían dinero los restos del “Céspedes” y no ver
unos quinientos pesos para que subvencionen su alojamiento y pasajes. a ningún sobreviviente, cantan
victoria y recogen a los tripulan-
“Pirata” o tes del “Céspedes” que se halla-
“corsario revolucionario” ban sanos y salvos en la playa y
emprenden el retorno. Prado y
“Desde este momento queda abierta la guerra marítima entre Cuba y Morey, que se habían escondido
España”, dice Prado en una de sus proclamas, las que empiezan a cir- detrás del casco del barco, espe-

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Biografías
ran hasta la noche para nadar español no se ha olvidado de tan temible enemigo y lo hace perseguir,
hasta la playa. A pesar del can- sin lograr atraparlo. Retorna a Estados Unidos en enero de 1878.
sancio, caminan hacia el oeste.
“Con los pies llagados -dice Ela-
dio Aguilera-, rendidos de fatiga, Dispuesto a pelear por su patria
sin alimento ni agua algunas ve-
ces, sin caminos, perdidos en En 1879 regresa al Perú, ya convulsionado por la guerra con Chile. Ma-
aquellas soledades, sin más am- riano Ignacio Prado le da la misión de comprar armas en Estados Uni-
paro que la Divina Providencia, dos. Leoncio Prado va y viene. El 9 de agosto ya se halla en Lima y el
era forzoso seguir adelante...”. 15 del mismo mes emprende viaje a Arica, donde se encuentra su pa-
Felizmente llegan a la precaria vi- dre. El 12 de setiembre retorna a Lima solo para recibir a sus herma-
vienda de un campesino, quien nos Justo y Grocio que habían adquirido el grado de capitanes en el
les da alojamiento y comida. Lue- ejército patriota de Cuba y que venían a defender a la patria.
go de rehabilitarse, Prado y Mo-
rey reemprenden la caminata y
llegan al puerto de Corinto, en el
De “torpedero” a “guerrillero”
Pacífico. De allí, Prado viaja a los
El mes de octubre de 1879, Prado organiza un cuerpo de torpederos
Estados Unidos, donde rinde
en la isla Alacrán, Arica. El 24 de febrero de 1880, en colaboración
cuenta de su aventura al señor Al-
con el “Manco Cápac”, hacen huir al enemigo.
dana, Agente General de Cuba. El Mariano Ignacio Prado es depuesto y Nicolás de Piérola asume el go-
gobierno patriota de Cuba reco- bierno con el título de Dictador. La situación del Perú es calamitosa y
noce sus esfuerzos y lo asciende debe recurrirse a tácticas militares que no son propias de un ejército
al grado de coronel del ejército regular. Por ejemplo, a Leoncio Prado le dan la misión de organizar
cubano. Hoy día, es reconocido un grupo de guerrilleros. Los llama “Guerrilleros de Vanguardia” y se
como uno de los próceres de la moviliza en apoyo del Ejército del Sur, al mando del contralmirante Li-
independencia de Cuba y su re- zardo Montero. En esa condición, interviene en la batalla del Alto de
trato está junto al de los “patriotas la Alianza, el 26 de mayo de 1880, y en otras escaramuzas. Los chile-
de la Galería” del Ayuntamiento nos se preocupan de Prado y sus huestes, y encargan al coronel Ora-
de La Habana. simbo Barboza para que vaya en su persecución. El 21 de julio de
1880 se produce el encuentro entre las fuerzas de Prado y Barboza, en
Pretendió Tarata, con el triunfo de los chilenos y el apresamiento de Prado, a
intervenir en la quien lo llevan hasta Chile, a la prisión de San Bernardo.
independencia
de las Filipinas “¡Sabed que la bala enemiga no mata!”
El 11 de abril de 1877, Prado se En febrero de 1882, Prado es dejado en libertad, con la promesa de no
embarca rumbo al Perú y llega al seguir haciendo la guerra. Llega Prado a Lima y lo primero que dice es:
Callao el 1 de mayo de ese año “Cuando la patria es subyugada no hay palabra que valga sobre el de-
siendo recibido con admiración y ber de libertarla”. Y, a continuación, se incorpora a la resistencia. Se
cariño. A las pocas semanas re- traslada a Huánuco y comienza a formar su tropa, bajo la siguiente
gresa a los Estados Unidos y orga- arenga: “¡Huanuqueños! ¡Huanuqueños!, hijos de mi pueblo, herma-
niza una expedición para colabo- nos de mi alma: sabed que la bala enemiga no mata”. Se adhieren in-
rar con la independencia de las mediatamente el mayor Hercilio Fernández, el doctor Víctor Enrique
Filipinas. Fatalmente, un fuerte Rubín y otros setenta y ocho reclutas. Toman camino a Cerro de Pasco
temporal hace naufragar el buque y la tropilla alcanza los ciento cincuenta soldados, claro, con muy po-
frente a las costas de China. Pra- cas armas de guerra. Se desplazan por Canta y Chancay. Llegan a Palpa-
do recorre Europa. El gobierno Sayán y asedian Huacho, pero deben retirarse a las alturas de Chancay.

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Leoncio Prado
1853-1883

Desde Jucul, mantienen en ascuas a la tropa chilena co-


mandada por Castillo y Marchand. Prado, para entonces, Muerte de Prado
ya tiene una guerrilla respetable de trescientos hombres
y bien armados. Estando acampado en Sayán, Prado re-
cibe la visita del coronel Isaac Recavarren, que había ido Sus fieles seguidores lograron ocultarlo
a esa zona comisionado por Cáceres para formar el Ejér- en la estancia de Serpaquino, cerca de
cito del Norte. Le pide a Prado que le entregue su tropa. Cushuro, por los alrededores de Hua-
Prado accede por disciplina militar y se queda solo con machuco. Desgraciadamente, los chi-
su escolta, formada por una docena de jóvenes huanu-
lenos, que buscaron a los peruanos por
queños. Retorna al departamento de Huánuco y en
Aguamiro (La Unión) se encuentra con Cáceres, quien lo varios días, lo hallaron el 14 de julio.
nombra Jefe del Estado Mayor de la Primera División del Un soldado, obedeciendo fielmente la
Ejército del Norte, bajo el comando de Recavarren. salvaje disposición del “repase”, lo
asesinó de un balazo en la mejilla, dis-
parado a boca de jarro. “No hay por
En búsqueda de su destino final qué dudar que así ocurriera, visto que
Comprometido con el “Brujo de los Andes”, Leoncio Pra- Prado figuraba entre los jefes patriotas
do se mete de cuerpo y alma en la Campaña de la Breña que más temió el enemigo. Lynch, al
y, mezclado con el gran contingente de patriotas, se dirige parecer avergonzado por el inicuo ase-
al norte del Perú en búsqueda de su destino final. El ejér- sinato de quien fuera hijo de un presi-
cito chileno, jefaturado por Gorostiaga, y el del Perú, co- dente peruano, informó al gobierno
mandado por Cáceres, convergen en Huamachuco, La Li- que Prado ‘se suicidó’. Y para escapar
bertad. Gorostiaga hace alinear a sus huestes en el cerro de la condena general ante la barbarie
Sazón y Cáceres ordena el emplazamiento de sus breñeros
cometida, circuló después la versión
en la pampa de Huamachuco. El ejército profesional chi-
conocida de que Prado dirigió a su pe-
leno tenía dos mil efectivos. Los breñeros sumaban mil
cuatrocientos. El 8 de julio de 1883, desde las tres de la lotón de fusilamiento, aunque el hecho
tarde, se intercambian los primeros disparos. Pero el 10 de incontestable es que nunca hubo en la
julio se desata la batalla decisiva y los ruidos de sables, ca- guerra antecedente de caballerosidad
ñones y fusilería se hacen atronadores. Prado está monta- chilena, como la que resulta de esta
do en un caballo moro, viste dorman negro y pantalón pia- versión. Tiempo es de reconocer que la
montés y lucha como una fiera, tratando de abrirse cami- verdad fue dicha por Abelardo Gama-
no hasta tomar posiciones estratégicas del enemigo. Su va-
rra; Prado, el más valiente de los de
lentía es una característica general entre los breñeros y, en
Huamachuco, simple y llanamente fue
efecto, están a punto de ganar la batalla cuando, en un gi-
ro inesperado de la historia, se terminan las municiones en repasado por los chilenos y muy posi-
el ejército peruano y los chilenos se recuperan y pasan a blemente entregado a sus asesinos por
la ofensiva. Cerca de Leoncio Prado explota una bomba, los traidores iglesistas” (“La resistencia
cae el moro y rueda el jinete; una mancha roja empieza a de la Breña”. Ministerio de Guerra del
brotar de su pierna izquierda. Pasan unos segundos, el mo- Perú, Lima, 1983).
ro se levanta pero no el jinete. Sus ayudantes se apresuran Los restos del héroe descansaron en
a alzarlo, ponerlo en la montura de su caballo y empren- Huamachuco hasta que fue llevado a
den la retirada. Antes de que amaine la balacera, se cruza-
Lima, a la Cripta de los Héroes.
ron con Cáceres. Leoncio Prado alcanza a decirle: “Mi ge-
neral, soy el coronel Leoncio Prado. He cumplido con mi
deber”. El coronel Samuel del Alcázar, quien también lo
vio, nos cuenta que la pierna de Prado: “Se movía como el
badajo de una campana al vaivén de la bestia”.

Biografías - 277

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