Politica Fiscal Ensayo

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Ensayo

Política fiscal utilizada por nuestro gobierno en tiempos de covid

MARIA DANIELA HERRERA 8-940-1974

Introducción

En épocas de pandemia, la política fiscal es clave para salvar vidas y proteger a


las personas. Los gobiernos deben hacer todo lo que sea necesario. Pero deben
asegurarse de guardar los recibos.

El Monitor Fiscal muestra cómo las autoridades económicas pueden ofrecer


asistencia de emergencia para salvar vidas; proteger a la población de la pérdida
de puestos de trabajo y de ingresos, y a las empresas de la quiebra, y facilitar la
recuperación.

Hasta el momento, los países han adoptado medidas que ascienden a alrededor
de USD 8 billones para contener la pandemia y los daños a la economía.

Cuerpo
Panamá no cuenta con las herramientas tradicionales de las políticas monetarias y
cambiarias para sobrellevar los efectos económicos de la pandemia. Esto ha
creado la necesidad de implementar de manera casi inmediata una gran variedad
de medidas de gasto y cambios de regulaciones.

En efecto, dos días después del anuncio del primer caso de contagio de la Covid-
19, el presidente, Laurentino Cortizo, envió un claro mensaje de estar dispuesto a
hacer todo lo posible para disminuir la velocidad del brote. Luego de decretar un
estado de emergencia acional, el Gobierno empezó a imponer gradualmente una
serie de restricciones de las actividades comerciales y del movimiento de los
ciudadanos que, en menos de 15 días, se convirtió en una cuarentena casi
total. Para contrarrestar los efectos sociales y económicos de estas medidas, el
Gobierno abrió la posibilidad de relajar las reglas fiscales, de reducir las
restricciones en los procesos de contratación pública y de utilizar el fondo
soberano de ahorro.

Con una economía dolarizada y sin un banco central con herramientas


tradicionales bajo su control, Panamá no puede emular las acciones de manejo de
flujo de capitales para reducir la volatilidad de su moneda, como están haciendo
países como Argentina. De igual forma, no puede intervenir directamente en las
tasas repo o reducir los tipos de interés bajo su control para ajustar la liquidez del
sistema bancario, como han hecho Costa Rica, Brasil y Chile, entre otros.

Esto genera un contexto de alta dependencia en las evaluaciones de los mercados


internacionales para poder colocar bonos y manejar su deuda a tasas bajas de
interés. Esto limita la voluntad política de, por ejemplo, renegociar o suspender
temporalmente pagos de su deuda, como ha hecho Argentina, lo que liberaría
alrededor de 3.000 millones de dólares para encarar la crisis en Panamá. En su
lugar, el Gobierno ha reasignado recursos para fortalecer la resiliencia del sector
de salud pública y contener a corto plazo los efectos de la caída de la demanda y
oferta agregada. En menos de un mes, se han implementado más de 27 medidas
económicas y se ha anunciado están siendo diseñadas un mínimo de otras 70
más. Todo esto será puesto en marcha bajo un nuevo plan de contención de
gastos de 2.000 millones de dólares, aproximadamente el 8,7% del Presupuesto
General para el 2020.

n Panamá partimos de un contexto en el que el peso de los impuestos en términos


del PIB es uno de los más bajos de Latinoamérica (el 14,7%, comparado con el
promedio de América Latina de 22,8%). Por otra parte, las actividades del Canal
de Panamá, que a corto plazo se verán afectadas por la reducción en el comercio
internacional, representan alrededor de 7% del Presupuesto anual.

Con estas limitantes, el Gobierno ha implementado el programa Panamá Solidario,


que incluye una serie de bonos o vales de comida y medicamentos para personas
afectadas. Se ha activado también una red de voluntarios y funcionarios públicos
para repartir bolsas de comida por todo el país y se ha declarado un compromiso
de mantener los programas de transferencias monetarias a personas de bajos
recursos y adultos mayores. Igualmente, el Gobierno ha extendido a personas
naturales y jurídicas el plazo para el pago de tributos y de servicios de electricidad,
telefonía y agua, sin que esto conlleve pago de intereses, recargos o multas, y ha
ordenado altas sanciones para la especulación de precios.

Para aumentar la liquidez bancaria, el Gobierno ha ordenado a la


Superintendencia de Bancos (SIB) levantar la prohibición del uso de la provisión
dinámica de los bancos, liberando potencialmente alrededor de 1.200 millones de
dólares. La SIB aún no ha anunciado oficialmente cómo los bancos usarán estos
fondos.

Conclusión

Panamá debe tomar ventaja de no contar con una banca central tradicional para
afrontar estos problemas. Al contar con las herramientas macroeconómicas
tradicionales, la gran mayoría de los países verán el problema como uno de
choque de demanda y oferta agregada. Sin estas restricciones cognitivas, en
Panamá podemos utilizar los limitados recursos con los que contamos para
afrontar exitosamente los próximos 14 meses, repensando nuestro modelo
productivo de manera inclusiva y solidaria.

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