Los Yoguis y La Guerra Nuclear 300 500
Los Yoguis y La Guerra Nuclear 300 500
Los Yoguis y La Guerra Nuclear 300 500
Estudiante: A mucha gente le preocupa la guerra nuclear, creen que puede estallar
muy pronto.
Srila Sridhara Maharaja: Eso es un punto en una línea, una línea que está en un
plano, un plano dentro de un sólido. Tantas veces, las guerras comienzan y
terminan; tantas veces el sol, la Tierra, los sistemas solares desaparecen y vuelven
a surgir. Eternamente estamos enfrascados en tal pensamiento. Esta guerra nuclear
es un punto diminuto; ¿qué importa? Muchos individuos mueren a cada momento, la
tierra morirá, todo el género humano desaparecerá; déjalo que venga.
"Incluso el señor Brahma, el mismo creador, tiene que morir. Hasta en Brahma-loka,
el planeta más elevado del universo, toda la energía material sufre estos cambios".
Pero si podemos atravesar la región de los conceptos erróneos y entrar en el área
de la comprensión apropiada, entonces no hay creación ni disolución. Aquello es
eterno y somos hijos de esa tierra. Nuestros cuerpos y mentes son hijos de esta
tierra que va y viene, que es creada y muere. Tenemos que escapar de este mundo
mortal.
Estamos en semejante lugar, ¿qué hay que hacer? Trata de escapar, haz todo lo
posible por salir de esta zona de muerte. Los santos nos dicen: "Vuelve a casa
querido amigo, vayamos a casa. ¿Por qué sufres tanto sin necesidad en una tierra
extranjera? El mundo espiritual es real; este mundo material es irreal, surgiendo y
desvaneciéndose, apareciendo y desapareciendo. ¡Es una farsa! Desde el mundo
de la farsa, debemos ir al de la realidad". Aquí, en este mundo material, no habrá
sólo una guerra, sino guerra tras guerra, guerra tras guerra.
Hay una zona de néctar y en realidad somos hijos de ese néctar que no muere
(srnvantu visve amrtasya putrah). De un modo u otro, estamos perdidos aquí, pero
en realidad somos hijos de esa tierra eterna, donde no hay nacimiento ni muerte.
Tenemos que acercarnos a ella con un corazón amplio y abierto. Esto lo declaran
Sri Caitanya Mahaprabhu, el Bhagavad-gita, los Upanisads y el
Srimad-Bhagavatam: Todos confirman la misma cosa. Ese es nuestro dulce, dulce
hogar, y debemos hacer todo lo posible por retornar a Dios, de vuelta a casa, y
llevar a otros con nosotros.