Los Yoguis y La Guerra Nuclear 300 500

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2

Los Yoguis y la Guerra Nuclear.

Estudiante: A mucha gente le preocupa la guerra nuclear, creen que puede estallar
muy pronto.

Srila Sridhara Maharaja: Eso es un punto en una línea, una línea que está en un
plano, un plano dentro de un sólido. Tantas veces, las guerras comienzan y
terminan; tantas veces el sol, la Tierra, los sistemas solares desaparecen y vuelven
a surgir. Eternamente estamos enfrascados en tal pensamiento. Esta guerra nuclear
es un punto diminuto; ¿qué importa? Muchos individuos mueren a cada momento, la
tierra morirá, todo el género humano desaparecerá; déjalo que venga.

Debemos tratar de vivir en la eternidad, no una porción determinada de tiempo o


espacio. Tenemos que prepararnos para nuestro beneficio eterno, no para algún
remedio temporal. El sol, la luna y todos los planetas, aparecen y se desvanecen;
mueren y son creados de nuevo. Tenemos que vivir en esa eternidad. La religión
cubre este aspecto de nuestra existencia. Se nos dice que contemplemos las cosas
desde esta perspectiva: No sólo este cuerpo, sino también la raza humana, los
animales, los árboles, toda la Tierra e incluso el sol, todos se desvanecerán y
surgirán de nuevo. Creación, disolución, creación, disolución..., continuará para
siempre en el dominio de los conceptos erróneos. Al mismo tiempo, hay otro mundo
que es eterno; se nos pide que entremos allí, que hagamos nuestro hogar en ese
plano, el cual ni entra en las fauces de la muerte, ni experimenta cambio alguno. En
el Bhagavad-gita (8.16) se declara:

abrahma-bhuvanal lokah, punar avartino `rjuna


mam upetya tu kaunteya, punar janma na vidyate

"Incluso el señor Brahma, el mismo creador, tiene que morir. Hasta en Brahma-loka,
el planeta más elevado del universo, toda la energía material sufre estos cambios".
Pero si podemos atravesar la región de los conceptos erróneos y entrar en el área
de la comprensión apropiada, entonces no hay creación ni disolución. Aquello es
eterno y somos hijos de esa tierra. Nuestros cuerpos y mentes son hijos de esta
tierra que va y viene, que es creada y muere. Tenemos que escapar de este mundo
mortal.

Estamos en semejante lugar, ¿qué hay que hacer? Trata de escapar, haz todo lo
posible por salir de esta zona de muerte. Los santos nos dicen: "Vuelve a casa
querido amigo, vayamos a casa. ¿Por qué sufres tanto sin necesidad en una tierra
extranjera? El mundo espiritual es real; este mundo material es irreal, surgiendo y
desvaneciéndose, apareciendo y desapareciendo. ¡Es una farsa! Desde el mundo
de la farsa, debemos ir al de la realidad". Aquí, en este mundo material, no habrá
sólo una guerra, sino guerra tras guerra, guerra tras guerra.

Hay una zona de néctar y en realidad somos hijos de ese néctar que no muere
(​srnvantu visve amrtasya putrah​). De un modo u otro, estamos perdidos aquí, pero
en realidad somos hijos de esa tierra eterna, donde no hay nacimiento ni muerte.
Tenemos que acercarnos a ella con un corazón amplio y abierto. Esto lo declaran
Sri Caitanya Mahaprabhu, el Bhagavad-gita, los Upanisads y el
Srimad-Bhagavatam: Todos confirman la misma cosa. Ese es nuestro dulce, dulce
hogar, y debemos hacer todo lo posible por retornar a Dios, de vuelta a casa, y
llevar a otros con nosotros.

También podría gustarte