Introducción A La Sociología

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 17

Sociología - María Fernanda Ramírez Brouchoud

CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO
SOCIOLÓGICO
Objetivos específicos:

Comprender cuál es el campo


de trabajo de la sociología y Preguntas clave
precisar las orientaciones
teóricas y metodológicas que ¿Qué es la sociología?
guían el pensamiento y la
investigación en sociología. ¿Cuál es el objeto de estudio
de la sociología?
Conocer los antecedentes y el
contexto de surgimiento de la ¿Cómo, cuándo y por qué
sociología. surge una “ciencia de la
sociedad?
Comprender la relación entre
sociología y sentido común ¿En qué difiere el análisis
como formas de acceso al sociológico de nuestro
conocimiento del mundo sentido común para entender
social. el mundo social?

¿Qué nos aporta la sociología


en nuestro conocimiento del
mundo social?

¿Cómo se asume desde la


sociología la relación “teoría
- método – realidad”?
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

¿Qué es la sociología?
La sociología es el estudio sistemático del hombre en su medio social.
En ese sentido, la sociología se ocupa del análisis y comprensión del
hombre en el marco social en el que se desarrolla y genera relaciones
con otros hombres. La sociología aborda, desde su perspectiva, la
diversidad de medios sociales que el hombre construye, organiza y
transforma como resultado de una actividad colectiva que a la vez lo
condiciona en su actividad individual.

A pesar de que la sociología pueda calificarse como una disciplina


científica relativamente nueva (producto del siglo XIX), posee sin
embargo unas tradiciones, una serie de perspectivas teóricas y
metodológicas, un lenguaje propio, diversas tipologías y modelos que
configuran un corpus conceptual. Entonces, introducirnos a esta
disciplina, implica adentrarnos en la percepción propia de la realidad
que maneja la sociología a partir de éste bagaje. Por ello es importante
que conozcamos sus principales desarrollos teóricos, los pensadores
que la formaron, al tiempo que nos familiaricemos con los conceptos y
categorías fundamentales que la recorren.

Comencemos por señalar que la sociología, tal como las sociedades que
estudia, no es ahistórica, sino que se construye en el seno de la
historia. Los sociólogos desarrollan su producción teórica a partir del
contexto socio-histórico en el que están inmersos, de ahí surgen los
interrogantes y los problemas que aborda la disciplina.

Existen unos problemas fundamentales que recorren el pensamiento


sociológico, desde sus inicios hasta la actualidad. Problemas que guían
la interrogación teórica y empírica en sociología. Básicamente ellos son:

¿Cómo se estructuran los marcos sociales de la acción humana?

¿Cómo explicar la existencia y subsistencia de colectividades


humanas?; ¿cómo explicar la inserción de los individuos en
dichas colectividades?

¿Cómo se explica la aparición, subsistencia y reproducción de un


orden social?, y correlativamente, ¿cómo se produce el cambio
social?

Teniendo en cuenta los problemas anteriormente señalados, podemos


afirmar que el objeto de estudio de la sociología es sumamente
amplio, ya que abarca vastos conjuntos, grupos de dimensiones
variadas y reducidas unidades de observación. Por ejemplo, si el
sociólogo tiene entre sus objetivos dilucidar la inserción del individuo en
su medio social, debe visualizar la totalidad de los diferentes medios
sociales que el hombre construye y en el que se desarrolla. Por ello debe
dar cuenta de diferentes órdenes de realidad, muchas veces ajenos en

2
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

apariencia pero que comparten el hecho de constituir un medio social


producto de la acción humana colectiva, al tiempo que condicionante
de la acción humana individual.

La distinción entre microsociología y macrosociología, propuesta por


Gurvitch,1 nos permite organizar la amplitud del ámbito de
investigación sociológica, ya que distingue tres planos de observación:

el plano macrosociológico de las sociedades globales: abarca


conjuntos sociales completos que se toman como unidades o
totalidades, es el caso de un país o una civilización.

el plano de las agrupaciones particulares: son aquellos grupos que


componen las sociedades globales. Por ejemplo: la familia, grupos
basados en el parentesco, partidos políticos, asociaciones con fines
sociales, etcétera.

el plano microsociológico de los distintos modos de vinculación


social o formas de sociabilidad: constituido por la diversidad de
relaciones sociales generados entre miembros de una colectividad y
las formas en que esos miembros se inscriben en la totalidad social.

Cabe señalar que los tres planos confluyen ya que las sociedades
globales están compuestas por agrupaciones parciales y tanto las
primeras como las segundas se conforman en función de diversas
formas de sociabilidad. En ese sentido, tanto iniciar el análisis desde lo
macro o desde lo micro son caminos igualmente válidos, dependiendo
de los órdenes de realidad que se pretendan abarcar. Sin embargo, no
debemos olvidar que una de las reglas esenciales del análisis
sociológico es estudiar todo problema social refiriéndolo a su contexto
más global. Y la microsociología no constituye un plano de observación
suficiente en sí mismo, sino que su análisis lleva ineludiblemente hacia
el plano de lo global o macrosociológico en donde se inscribe el
problema social a estudiar. Asimismo, el abordaje de la sociedad global
conduce permanentemente hacia las cuestiones micro que componen la
totalidad. Esta retroalimentación entre las mínimas unidades de
observación y los conjuntos más amplios es un aspecto característico de
la disciplina, no existiendo solución de continuidad entre los dos
planos, sino una complementariedad de diferentes órdenes de realidad
social y dos niveles de análisis.

Entonces, para introducirmos en la perspectiva sociológica,


comenzaremos por remontarnos a los antecedentes y contexto de
surgimiento de la disciplina a fin de comprender su constitución como
una “ciencia de la sociedad”.

1Esta propuesta está planteada en GURVITCH, G. La vocación actual de la sociología. París,


PUF, 1963, vol.1.

3
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

Contexto histórico y producciones teóricas


Para lograr una comprensión adecuada de las teorizaciones que aporta
la sociología debemos tener en cuenta, entre otros elementos, el
conjunto de condiciones histórico- sociales en las cuales las mismas
son producidas y emitidas. Desde esta perspectiva, las características
dominantes de los diversos contextos históricos son constitutivas del
contenido y de la forma de las interpretaciones y explicaciones
desarrolladas sobre lo social, y pueden ser entendidas como las
condiciones de existencia de las mismas.

No nos proponemos hacer un análisis exhaustivo del contenido de las


teorías sociales elaboradas desde la antigüedad hasta la actualidad,
sino trabajar sobre la obra de aquellos pensadores que han realizado
aportes significativos en éste campo y aparecen como los antecedentes
directos de la construcción de la sociología como ciencia.

Haciendo un poco de historia…


¿Qué significa el desarrollo de la sociología? ¿De qué
proviene que sintamos la necesidad de aplicar la reflexión
a las cosas sociales, sino de que nuestro estado social es
anormal, de que la organización colectiva es bamboleante,
no funciona ya con la autoridad del instinto, puesto que
esto es lo que exige la reflexión científica y su extensión a
un nuevo orden de cosas?
Emile Durkheim

La sociología, tal como afirmáramos, es en realidad una ciencia nueva.


Si bien el origen histórico de la reflexión sobre los problemas sociales
puede ubicarse muchos siglos atrás, la sociología -entendida como un
campo definido de conocimiento- aparece al promediar el siglo XIX.
Desde el remoto pasado humano surgen formas de explicación de los
problemas propios de la sociedad, elaboraciones de doctrinas y
filosofías de la sociedad, generalmente ligadas a especulaciones
religiosas y referidas a la problemática del poder y las formas de
organización social. En el pensamiento occidental este proceso nace con
los griegos, para prolongarse sin mayores discontinuidades en la
cultura medieval.

El punto de ruptura de esa tradición, que permitirá progresivamente la


constitución autónoma del conjunto de las hoy llamadas ciencias
sociales, se ubica en el Renacimiento. Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
representa el inicio de este proceso, marcando con su pensamiento, la
liberación de la reflexión política de sus ataduras teológicas. Lo que hoy
conocemos como ciencia política, es decir, la teoría del gobierno y de las
relaciones entre éste y la sociedad, aparece como el primer campo
secularizado del saber que se irá constituyendo dentro del ámbito más

4
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

amplio de las ciencias sociales. Campo en el que coexisten junto con


las prescripciones de lo científico -aún incipiente- las sutilezas del
“arte”, es decir, los cánones para la acción que permitan diferenciar al
“buen” del “mal” gobierno.

Esta suerte de anticipación de la teoría política sobre el resto de las


otras disciplinas no es azarosa. El origen y el desarrollo de cada campo
del conocimiento se articula, ineludiblemente, con los interrogantes y
problemas que plantea el propio desenvolvimiento social. En ese
sentido, el surgimiento de las naciones y de los estados centralizados,
ubica en el centro de la reflexión de la época, el tema de la organización
del poder político que -bajo un modo de producción capitalista en
expansión- se piensa bajo la foma de un contrato voluntario entre
sujetos jurídicamente iguales. Pensadores como Hobbes, Locke,
Rousseau y Montesquieu, van a ser los artífices en la construcción de
ese nuevo saber, que le proporcionará rigurosidad al análisis de las
relaciones sociales entre los hombres. Lo social y lo político, que
hasta ese momento se concebían como algo inmutable, fijo, totalmente
regulado por un sistema organizativo que no distinguía lo público de lo
privado, comienza a ser entendido como un proceso de construcción
colectiva en el cual el hombre precede a la sociedad, la crea y
organiza. Allí es cuando nace la idea del contrato social, de la soberanía
popular y de las formas de representación de esa soberanía que, con
diferentes matices, surca el pensamiento político desde el siglo XVI.

La ciencia política emerge entonces como un producto -a nivel teórico-


de la generalización de las relaciones mercantiles en la sociedad de la
época, siendo cronológicamente la primera de las ciencias sociales.

Posteriormente, aparece la economía política: pensadores como Petty,


Smith y Ricardo significan en el plano del pensamiento económico lo
que Hobbes, Locke o Montesquieu en el de la reflexión sobre las
relaciones entre la sociedad y el poder político. El desenvolvimiento de
la economía política sigue también los ritmos del desarrollo de la
sociedad del momento. En sus inicios, los problemas del cambio, de la
circulación, eran los predominantes, ya en el siglo XVIII el foco de
atención estará en las formas de producción, dado el contexto de la
revolución industrial.

Es importante destacar que tanto la ciencia política como la economía


política no eran pensadas por sus precursores como ámbitos cerrados,
como disciplinas irreductibles, sino como fragmentos de una sola
ciencia de la sociedad. Los problemas del orden de lo político y del
orden de lo económico se consideraban como fenómenos
interrelacionados, que se condicionaban recíprocamente.

La “ciencia de la crisis”

5
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

Muchas veces se define a la sociología como la “ciencia de la crisis”.


Esta definición conlleva cierta ambigüedad ya que generalmente el
término crisis la ha dotado de un potencial intrínsecamente
transformador o revolucionario, lo cual contrasta notablemente con el
espíritu que motivó su constitución como ciencia.

La sociología aparece como el tercero de los grandes campos del


conocimiento concernientes a las relaciones entre los hombres que
emergerá después del Renacimiento. Es un producto del siglo XIX y en
ese sentido aparece ligada a una situación de crisis. Sus orígenes se
diferencian claramente del desarrollo de la ciencia política y de la
economía. Éstas, girando alrededor de las ideas de contrato y de
mercado, sostenidas sobre el principio de la igualdad jurídica entre los
hombres, constituían las teorías específicas que plasmaban, en el plano
del pensamiento, las relaciones sociales históricamente necesarias al
desarrollo del capitalismo. La sociología se constituye cuando las
relaciones de mercado y el liberalismo representativo ya se han
generalizado y el nuevo orden social, suscitado a partir de las dos
grandes revoluciones de la modernidad (Revolución Industrial y
Revolución Francesa), ya ha comenzado a madurar. La crisis social y
política producto de la transformación económica -generada por la
revolución industrial- es su estímulo directo. Aparecen, por ejemplo,
nuevos actores sociales -los obreros de las fábricas- que reclaman un
nuevo orden social. Dando respuesta a esta situación de crisis,
nacerán dos vertientes: una será la tradición sociológica clásica -
iniciada por Augusto Comte-; la otra, la del socialismo -proyectado del
plano de la utopía al de la ciencia por Karl Marx-.

De aquí en adelante nos ocuparemos de rastrear los orígenes de la


perspectiva sociológica clásica por considerar que constituye el punto
de arranque de la sociología en tanto ciencia. Posteriormente haremos
referencia al desarrollo de la vertiente iniciada por Marx.

Para comenzar a entender el contexto de producción de la naciente


sociología, cabe recordar que el orden estamental del precapitalismo
aseguraba una unificación entre lo social y lo político-jurídico. La
emergencia del capitalismo disolvería esta identidad entre lo público y
lo privado y con ello la armonía de un orden integrado. La sociología
arrancará de este proceso para intentar reconstruir las bases de ese
orden social perdido.

En ese sentido, nace ligada con los objetivos de estabilidad social de los
sectores dominantes de la época, intentando proporcionar respuestas
conservadoras a la crisis planteada en el siglo XIX. Se articula en torno
a la noción de orden, de equilibrio, siendo al mismo tiempo, testimonio
de avance en la historia del saber, al sistematizar, por primera vez, la
posibilidad de constituir la sociedad como objeto de conocimiento.

6
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

Para los fundadores de la sociología había llegado el momento de


indagar leyes científicas de la evolución social y de instrumentar
técnicas apropiadas para entender y ajustar los conflictos que recorren
Europa.

La ciencia social, a imagen de las ciencias de la naturaleza, debía


constituirse positivamente. Su status sería el de una rama de la
ciencia general de la vida, autónoma, ya que el resto de las ciencias
positivas no podía dar respuesta a las preguntas que las propias
dinámicas de la sociedad planteaba, pero estaría integrada a ellas por
idéntica actitud metodológica.

La sociedad, así, será comparable al modelo del organismo. Para su


estudio habrá que distinguir un análisis de sus partes -morfología o
anatomía- y otro de su funcionamiento -fisiología-. Este positivismo
exigía estudiar a la sociedad tal como se estudia a la naturaleza,
utilizando el método de la biología, rama del conocimiento que había
alcanzado gran expansión en el siglo XIX.

Pero este positivismo, tendrá también otra connotación, no solamente


ligada a la necesidad de constituir el estudio de la sociedad como una
disciplina científica. Positivismo significará, en un segundo sentido,
reacción contra el negativismo de la filosofía racionalista del
Iluminismo, contemporáneo de la Revolución Francesa.

Ambos sentidos se cruzaban. La tradición revolucionaria de la


Ilustración operaba a través del contraste entre la realidad social tal
cual era y una Razón que trascendía el orden existente y permitía
marcar la miseria, la injusticia, el despotismo. En tanto crítica de la
realidad, se la consideraba como una “filosofía negativa”.

Por el contrario, para la escuela positiva, la realidad no debía


subordinarse a ninguna Razón Trascendental. Los hechos, la
experiencia, el reconocimiento de lo dado, predominaban sobre todo
intento crítico, negador de lo real. En ese sentido, el rechazo del
trascendentalismo estimula la posibilidad de un avance del
pensamiento científico por sobre la metafísica o la teología. Pero la
supeditación de la ciencia a los hechos implicaba, al mismo tiempo, una
tendencia a la aceptación de “lo dado” como natural.

Bajo ese pensamiento, una de las principales tareas que se impone la


sociología es la de desentrañar el orden social, las leyes que lo guían y
permiten su continuidad en el tiempo. En ese sentido, sus precursores
enfatizan que todo proceso de cambio social debe darse en el marco del
orden existente, sin desbordarlo. Al igual que la enfermedad en el
organismo humano, todo conflicto que tendiera a destruir el orden
social debía ser prevenido y combatido.

7
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

De aquí nace la sociología clásica. Al tiempo que intenta darle un


carácter científico al abordaje de los problemas sociales a través de un
modelo organicista, muestra su carácter conservador.

Antecedentes y precursores
Los pensadores racionalistas del siglo XVIII aparecen como un
antecedente directo de la sociología, porque son los primeros que abren
un campo de investigación sistemático tendiente a descubrir las
denominadas “leyes del desarrollo social”.

Montesquieu (1689-1755) es uno de los más significativos ya que


introduce una perspectiva sociológica en el análisis de las instituciones
políticas. En el prólogo de su obra más reconocida, El Espíritu de las
Leyes, postula: “Comencé a examinar a los hombres con la creencia de
que la infinita variedad de sus leyes y costumbres no era únicamente
un producto de sus caprichos. Formulé principios y luego vi que los
casos particulares se ajustaban a ellos; la historia de todas las
naciones no sería más que la consecuencia de tales principios y toda ley
especial está ligada a otra o depende de otra más general”. 2

Para el autor, las instituciones políticas dependen del tipo de Estado y


éste, a su vez, del tipo de sociedad. Por ello, concluye, no hay ningún
tipo de régimen político universalmente aceptable: cada sociedad debía
constituir el suyo, de acuerdo con sus especificidades. Este relativismo
distancia a Montesquieu de sus contemporáneos, partidarios de una
Racionalidad Universal, y en ese sentido, anticipa la crítica que los
fundadores de la sociología realizarían a la cosmovisión
trascendentalista de los pensadores iluministas.

Montesquieu piensa que es posible construir una tipología de


sociedades, basada en la experiencia histórica, y ordenada en una
sucesión temporal de progresiva complejidad. Este desarrollo creciente
de las estructuras económicas y sociales provoca modificaciones en el
Estado. Lo que cambia son las formas de solidaridad entre los
individuos, desde las sociedades primitivas más simples hasta las más
modernas, caracterizadas por una compleja división del trabajo. Esta
idea de Montesquieu sobre los cambios en los tipos de solidaridad,
generados por la división social del trabajo, será retomada
posteriormente por Durkheim en forma casi literal.

La construcción de una tipología de sociedades, que permitiera la


comparación entre ellas y, por otra parte, la intención de encontrar
leyes de lo social, junto con una serie de hipótesis acerca de las
relaciones entre el desarrollo social y el desarrollo político, permiten
ciertamente, considerar a Montesquieu como el primero de los

2 MONTESQUIEU, C. El espíritu de las leyes. Buenos Aires, Ed. Claridad, 1981, p. 10.

8
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

pensadores adscriptos a la filosofía de la Ilustración que abre las


puertas hacia la conformación de la sociología como disciplina
centrada en un objeto autónomo de conocimiento.

Las ideas-fuerza del Siglo de las Luces, se encarnan políticamente en la


Revolución Francesa (1789). Sin embargo, más allá del optimismo de los
racionalistas, la crisis de las monarquías y el desarrollo del capitalismo
industrial no produjeron un ingreso al reino del equilibrio social, sino
todo lo contrario. Es entonces cuando aparece la reacción anti-
iluminista, la nostalgia por el viejo orden perdido, la filosofía de la
restauración. El orden frente al cambio, lo sagrado frente a lo profano,
la autoridad frente a la anarquía: esas son las antinomias esbozadas
por la ideología tradicionalista que se desarrollará fundamentalmente
en Francia.

Este pensamiento que podríamos catalogar de reaccionario, es otro de


los elementos constitutivos del pensamiento sociológico. Viene de la
mano de una reivindicación del orden medieval, -en términos de
instituciones, valores, estructuras- de su unidad y estabilidad. Frente al
caos imperante, la ciencia tendría la función de reemplazar a la religión
en su carácter de principal elemento integrador de la sociedad.

Según Nisbet3, las cinco ideas-fuerza fundamentales de la sociología,


que estarán presentes en todos los teóricos clásicos, se vinculan con el
pensamiento conservador, preocupado por las consecuencias
desintegradoras del conflicto social. Ellas son: comunidad, autoridad, lo
sagrado, status y alienación. Asimismo, la sociología clásica obtiene
también del pensamiento tradicionalista una serie de proposiciones
entrelazadas acerca de la sociedad. Especialmente la concepción de ésta
como un todo orgánico, superior y exterior a los individuos que la
componen, unificado en sus elementos por valores que le dan cohesión
y estabilidad, proporcionando sustento a las normas que reglan la
conducta de los individuos y a las instituciones en las que esos
comportamientos se desenvuelven. Si esos valores, esas normas y esas
instituciones se alteran, la sociedad entrará en un proceso de
desgarramiento y de desintegración. El tema central es, por lo tanto, el
orden social. El cambio solo representa un caso especial del equilibrio,
el cual es concebido como punto de partida metodológico para el
estudio científico de la sociedad y como ideal al que debe llegar la
humanidad.

Henri de Saint-Simon (1760-1825) y Auguste Comte (1760-1825) son


señalados como los fundadores de la sociología. Ambos pensadores
tuvieron una estrecha relación, Comte colabora con Saint-Simon la
obra que significaría el punto de partida de la sociología: Plan de las
operaciones científicas necesarias para la reorganización de la sociedad”,
en donde por primera vez se plantea que la política debía convertirse en

3NISBET, R. La formación del pensamiento sociológico. Buenos Aires, Amorrortu, 1969, tomo 1,
p. 29.

9
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

“física social”, cuya finalidad sería descubrir las leyes naturales de la


evolución de la sociedad.

Es importante señalar que el pensamiento de Saint-Simon presenta


grandes tensiones internas, donde se mezclan elementos progresivos y
conservadores. A la vez que muestra cierta nostalgia y admiración por el
orden social medieval, es un férreo defensor del industrialismo y
vislumbra la consolidación de una sociedad tecnocrática. Según Saint-
Simon, el conocimiento científico debía reemplazar el papel que la fe
religiosa ostentaba bajo el orden medieval. Asimismo, el sistema
industrial del futuro estaría gobernado autoritariamente por una élite
de científicos y de productores (capitalistas y asalariados). La función de
este grupo sería la de proporcionarle una nueva unidad orgánica a la
sociedad, perdida tras la ruptura del orden del Medioevo. En su
sistema de pensamiento, tanto la economía, como la sociedad y la
política aparecen estrechamente vinculadas en el marco de una visión
crítica y totalizante.

Con Comte, esa unidad se fragmentará, ya que el punto de partida


metodológico de la sociología clásica será el postulado de la
independencia de los problemas sociales con respecto a los económicos.
La idea es que cada ciencia social mantenga su autonomía con respecto
a las restantes. Asimismo, se enfatiza metodológicamente que su tarea
como ciencias consiste en la observación de la correlación entre los
hechos.

Comte se encarga de articular una serie de ideas circulantes en su


época y fundar la autonomía de la sociología. El propósito inspirador de
su obra es la necesidad de reorganizar la sociedad en la cual estaba
viviendo, caracterizada por el desorden y el desconcierto producidos -
como ya señaláramos- por el impacto de la Revolución Francesa. En ese
sentido, todos los planteamientos sociológicos de Comte descansan en
dos principios fundamentales: el orden como base y el progreso como
fin.

En sus obras Curso de filosofía positiva - 1842- y Discurso del espíritu


positivo - 1854 - refleja el objetivo fundamental de su proyecto
intelectual: contribuir a poner orden en una situación social que definía
como anárquica y caótica, mediante la construcción de una ciencia que,
en manos de los gobernantes, pudiera reconstruir la unidad del cuerpo
social.
Con el objetivo de proporcionarle un status científico a la sociología en
el marco del desarrollo general de las ciencias, construye una “pirámide
del conocimiento”, en la cual señala seis ciencias como la base del
conocimiento humano, el cual se habría ido desarrollando en forma
progresiva mediante la investigación:

10
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

Las matemáticas
estudian la cantidad ( lo que en la mente humana es lo más
simple y general )
Método : la deducción

La astronomía
que complementa la cantidad con la noción de espacio.
Método : la observación

La física
que agrega la noción de movimiento.
Método : la experimentación

La química
que aporta el conocimiento sobre la composición de los
cuerpos
Método : el arte de las nomenclaturas y las equivalencias

La biología
que se ocupa de la materia organizada donde aparece la
vida
Método : el procedimiento comparativo

La sociología
que estudia la realidad de la sociedad, en la cual los seres
vivos se unen entre sí por nexos diferentes a sus
organismos - sociabilidad, solidaridad, espíritu gregario,
comunidad de intereses, etc.
Método: histórico
el cual “consiste en el uso racional de series sociales, es decir,
en una apreciación sucesiva de los diferentes estados de la
humanidad que muestra, según el conjunto de los hechos
históricos, el crecimiento continuo de cualquier disposición
física, intelectual, moral o política, combinada con el
decrecimiento indefinido de la disposición opuesta, de donde
deberá resultar la previsión científica de la ascensión final de
la una y la caída de la otra, siempre que tal conclusión esté
plenamente conforme con el sistema de las leyes generales del
desenvolvimiento humano”. 4

4 COMTE, A. Curso de filosofía positiva..Buenos Aires, Aguilar, 1972, p. 64.

11
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

Para Comte, el problema de la sociología estriba en encontrar las leyes


o relaciones constantes que rigen la sociedad. La conducta de cada uno
de los individuos que la integran puede parecer a nuestro
entendimiento como imprevisible, accidental, regida por el azar, pero los
hombres en conjunto, en sociedad, ponen en ejecución un
comportamiento que no depende de las voluntades individuales, sino
que corresponde a una fuerza superior a los individuos, que los impulsa
a obrar colectivamente con cierta uniformidad o regularidad. Y esto es
lo que determina, según Comte, la ley sociológica. Buena parte de
estas ideas serán posteriormente retomadas por Durkheim quien
denominará a esta fuerza superior a los individuos, conciencia
colectiva.

Siguiendo el pensamiento comtiano, la sociedad debía ser considerada


como un organismo y estudiada en dos dimensiones: la estática social
-el análisis de las condiciones de existencia, de su orden- y la
dinámica social -estudio de su movimiento y progreso-; existiendo una
estrecha relación entre el orden y el progreso. En cuanto al primero,
sólo sería posible sobre la base del consenso, que aseguraría la
solidaridad de los elementos que conforman el sistema -la sociedad-. En
tanto el segundo, debería ser manejado de forma tal que garantizara el
mantenimiento de la solidaridad, de lo contrario la sociedad se
desintegraría.

La dimensión de la Estática Social: supone la sociedad en estado de


reposo. Fundamentalmente estudia las estructuras que integran la
sociedad, las relaciones entre los hombres, entre estos con el
ambiente, entre las instituciones, las costumbres y las creencias o
formas del pensamiento.

De allí Comte plantea que la sociedad está compuesta de pequeñas


células o agrupaciones. Cada una de ellas caracterizada por cierta
homogeneidad intelectual o uniformidad de pensamiento, de
sentimientos, de necesidades, de propósitos. Dicho en pocas palabras,
para Comte la sociedad está regida por cierto consenso ideológico y por
la tendencia a actuar homogéneamente.

En ese sentido, la sociedad aparece fundamentalmente como un


organismo de cooperación (principio que ya había sido anotado por los
economistas el estudiar la división del trabajo en comunidad.). Según
Comte, en la sociedad se superan los instintos egoístas del individuo,
mediante un sentido de solidaridad en la vida social que coexiste con
una ineludible tendencia a la dispersión. Siendo necesario, entonces,
para evitar la disgregación, el gobierno que, en ejercicio del poder
público, debe actuar como órgano centralizador y unificador.

La dimensión de la Dinámica Social: a través de ella Comte pretende


demostrar la ley del progreso a la que está sometida la humanidad,
siempre en movimiento, evolucionando pero sin trasformarse. La noción

12
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

de evolución es la del desarrollo sucesivo de un principio espiritual de


acuerdo con el cual la humanidad pasaría por tres etapas: la teológica,
la metafísica y la positiva. Comte la designa como la ley de los tres
estadios, que presentamos a continuación:

Auguste Comte

13
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

TEOLÓGICO O FICTICIO METAFÍSICO POSITIVO


Está caracterizado por Estado en el que el
el predominio de la fantasía. Estado en el cual la hombre intenta, mediante la
Los fenómenos de la mente humana empieza a observación y el razonamiento,
naturaleza y los hacer ensayos de percibir las relaciones necesarias
acontecimientos son abstracción. Los dioses que entre las cosas y los
explicados o atribuidos a la el hombre representaba acontecimientos, y explicarlas
acción misteriosa o inicialmente con objetos o por medio de la formulación de
sobrenatural de seres míticos, configuraciones humanas, unas leyes Corresponde a este
o de fuerzas invisibles. Este empieza a concebirlos como estado el predominio de la
primer estado del pensamiento principios abstractos, observación y culmina la
y de la organización social se símbolos, causas, mónadas, pirámide del conocimiento con la
divide en tres etapas: etc. Tales entidades aparición de la sociología.
El fetichismo: en el sustituyen a las potencias
que todas las cosas tienen vida sobrenaturales del estadio En este período se
y acción, se les presta un teológico. A esta nueva considera que el único camino
espíritu especial, análogo al de forma de pensamiento, a para la verdad es la RAZÓN; que
los hombres. este avance mental, el hombre sólo debe atenerse a lo
El politeísmo: corresponde un tipo de que pueda demostrase
caracterizado por la creencia organización social en el objetivamente por el
de que existe una multitud de cual ejercen papel experimento. “La ciencia, por lo
seres divinos que determinan predominante los filósofos y tanto, debe conformarse con
y gobiernan los fenómenos de los jurisconsultos, quienes aprender las relaciones
la naturaleza. entran a regir los destinos constantes entre los fenómenos
El monoteísmo: esa de la sociedad. mediante la observación y el
pluralidad de divinidades es experimento, sin escudriñar las
reemplazada por la idea de un Corresponde a este causas últimas, buscando
solo dios, que somete los período la iniciación de un apenas las leyes o relaciones
fenómenos de la naturaleza a régimen artesanal y el causales de las cosas entre sí.” A
leyes invariables. Esta etapa nacimiento de los grandes este desarrollo mental
representa el tránsito a la Estados. Históricamente corresponde una organización
segunda: la metafísica. A abarca desde las reformas social, en donde el poder
las tres etapas del estado religiosas hasta la espiritual está en manos de los
teológico corresponden formas revolución francesa. científicos, y el poder temporal o
de organización bastante el político, en manos de la
homogéneas, el inicio de todas tecnocracia, de los industriales.
las artes y técnicas domésticas Es el estado de la ciencia y la
y la estructuración de una tecnología como fase culminante
especie de clero o casta y superior a las anteriores al que
sacerdotal y de un cuerpo de debe finalmente acceder cada
guerreros, que conjuntamente hombre, cada ciencia y la
gobiernan y dominan a la humanidad entera.
sociedad.

14
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

Según la ley del progreso social, de la cual se derivan las etapas arriba
presentadas, la evolución de la mente humana determina la evolución
de la organización social. En ese sentido, la etapa positiva sintetizaría
los polos de orden inmóvil y de progreso anárquico que caracterizaron a
las dos primeras. Esta última etapa significaría la llegada al estado
definitivo de la inteligencia humana y colocaría -a la luz de una nueva
categorización jerárquica de las ciencias- a la sociología en la cima de
ellas. Sociología o física social: “la ciencia que tiene por objeto el estudio
de los fenómenos sociales considerados con el mismo espíritu que los
astronómicos, los físicos, los químicos o los fisiológicos, es decir,
sujetos a leyes naturales invariables, cuyo descubrimiento es el objeto
especial de investigación.” 5

Comte atraviesa en su trayectoria intelectual una “etapa mística”,


período en el cual se obsesiona por lograr la unidad moral mediante
una religión de la humanidad o religión positiva. La unidad científica
se conseguiría -según su visión- con el sistema positivista, y la unidad
política mediante los Estados Unidos de Europa o República de
Occidente. En consecuencia, ésta religión debe tener el poder de
enlazar las voluntades individuales y dirigirlas hacia el bienestar
colectivo.

Comte sustituye la idea de un dios abstracto e impersonal por el culto


a la humanidad, a la cual denomina el “Gran Ser”, asignándole un
papel sustancial al individuo, como ser social que debe vivir para el
servicio del grupo, de acuerdo con su grado de inteligencia. En dicha
religión positiva existe como base fundamental el altruismo, que se
sintetiza en el vivir para otros y tiene por lema: el amor por principio,
el orden por base y el progreso como fin.

Herbert Spencer (1820-1903) aparece como el continuador directo de la


perspectiva sociológica inaugurada por Comte, siendo incluso más
radical en su positivismo que el propio Comte. Para Spencer no deben
existir diferencias metodológicas en el estudio de la naturaleza y de la
sociedad. El principio que unifica ambos campos es el de la evolución,
cuyas leyes tomadas de la biología, tienen una validez universal.
Spencer recibe una marcada influencia de Darwin, quien en 1859
había publicado El origen de las especies. Spencer toma de Darwin el
principio de la supervivencia

5 COMTE, A. Op.cit., p. 78.

15
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

de los más aptos y lo traslada al campo social para justificar la


conquista de un pueblo por otro. Sus escritos consagran y legitiman el
predominio del capitalismo libre empresista y el avance del
imperialismo británico. Asimismo, se muestra como defensor del laissez
faire propiciando la desaparición de toda intervención estatal, postura
que es evidente en una de sus obras El hombre contra el Estado, donde
plantea que la sociología tenía que demostrar que los hombres no
debían intervenir sobre el proceso natural de las sociedades. La
vinculación del positivismo -verdadero punto de partida de la sociología
clásica- con los intereses políticos de quienes deseaban conservar el
orden social, se volverá aun más contundente en Spencer. Su
producción teórica coincide con la consolidación de Gran Bretaña -su
país- como potencia hegemónica mundial.

Como hemos visto, existe una estrecha vinculación entre el contexto


problemático de la sociedad francesa y la producción teórica de Comte,
así como la existente entre la época victoriana de un capitalismo
triunfante y el pensamiento de Spencer, apareciendo éste último como
la “con-ciencia” de los sectores dominantes británicos. Similar relación
podría plantearse entre la Alemania de la segunda mitad del siglo XIX y
la obra de Ferdinand Tönnies (1855-1936), quien se convertiría en
exponente de otra vertiente importante en los orígenes de la sociología
clásica.

Cabe señalar que la sociología aparece tardíamente en Alemania, con


respecto a su desarrollo en Francia y Gran Bretaña. La noción de que
los problemas sociales hacen parte de los problemas políticos del
Estado, integrables en la ciencia jurídica, impide la posibilidad de
construir un ámbito de conocimiento autónomo que se dedicara a
estudiar los fenómenos sociales. Asimismo, una discusión
epistemológica tiene lugar en Alemania a fines del siglo XIX: discusión
en torno a la legitimidad de constituir una ciencia de lo social
equiparable a las ciencias de la naturaleza. La perspectiva dominante,
de corte kantiano, desdeña la posibilidad de aplicar métodos analíticos
al mundo del hombre. Se consolida entonces la diferenciación entre
ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu, culminación de la
distinción kantiana entre Razón pura y Razón práctica. Así, sólo lo
fenoménico, lo material, puede ser conocido; lo propio del espíritu sólo
puede ser intuido. En tal sentido, los hechos históricos son únicos e
irrepetibles; por lo tanto no pueden encontrarse regularidades para
establecer leyes, como sí logran hacerlo las ciencias naturales.

Desde ese contexto cultural, atravesado por el historicismo y contrario


al positivismo, se inscribe el pensamiento de Tönnies, que será el
precursor de una perspectiva sociológica como la de Max Weber que
trabajaremos en próximos capítulos.

Una de las obras más importantes de Tönnies es Comunidad y Sociedad


(1887). Su planteamiento fundamental es que la sociología debe

16
Sociología – María Fernanda Ramírez Brouchoud

dedicarse al estudio de las relaciones sociales, las cuales surgen como


producto de la voluntad de los hombres. Plantea dos tipos básicos de
relación humana: la comunidad y la sociedad. La comunidad está
fundada en lazos naturales, bajo el modelo de un organismo, como por
ejemplo, la familia, el grupo de amigos, etc. La sociedad, en cambio,
aparece fundada en la racionalidad, el cálculo, la transacción, mientras
que los lazos que articulan sus elementos aparecen como las piezas de
una máquina. El ejemplo paradigmático en este caso es la figura del
Estado.

Esta tipología permeará el pensamiento de Weber y también el de


Durkheim, para quien los lazos de solidaridad que permiten la
existencia de la comunidad constituirán la “solidaridad mecánica”,
mientras que los que conforman la sociedad serán los de la “solidaridad
orgánica”. Las categorías de “comunidad” y “sociedad” esbozadas por
Tönnies, serán los “tipos ideales” construidos posteriormente por
Weber, es decir instrumentos metodológicos que no se dan puros en la
realidad, sin embargo, como extremos de una polaridad de relaciones
sociales, permiten la confrontación comparativa y el análisis de
formaciones sociales concretas.

Saint-Simon, Comte, Spencer, Tönnies, entre otros


pensadores, constituyen la “prehistoria” de la sociología. La
importancia de habernos iniciado en su pensamiento es
rescatar las preocupaciones y planteamientos teórico-
metodológicos que plantearon desde su contexto de
producción -atravesados por el naturalismo y el historicismo-
y la línea que abrieron en el estudio de la sociedad, sirviendo
de punto de partida para la adquisición de un status
científico por parte de la sociología.

17

También podría gustarte