Expresión Oral-Tarea 1 - Putrefacción Latinoamerica

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Usted debe realizar una exposición oral sobre el texto adjunto.

Su exposición debe
incluir los siguientes puntos:
– tema central;
– ideas principales y secundarias;
– comentario sobre las ideas principales;
– intención del autor, si procede.
Dispone de entre tres y cinco minutos. Puede consultar sus notas, pero la
presentación no puede limitarse a la lectura de las mismas.

Contra la putrefacción

Sergio Muñoz Bata


21 de marzo 2017
“La corrupción es la gangrena de un pueblo”, dijo el papa Francisco en el 2015, durante
una visita a Paraguay, y dos años antes, el novelista Mario Vargas Llosa ya había utilizado
la misma analogía, aunque agregándole una localización geográfica: “La corrupción es una
gangrena en Latinoamérica”.

Yo no sé si ya entonces Vargas Llosa se había enterado del escándalo Petrobras-Odebrecht,


en Brasil, o si simplemente acudía a la experiencia histórica para documentar su
pesimismo. El caso es que seis meses antes del discurso de Vargas Llosa, la policía
brasileña había descubierto una operación de lavado de dinero que en un principio daba la
impresión de que no trascendería el nivel nacional.

La investigación reveló que el beneficiario de la operación de lavado de dinero era


Petrobras, la mayor empresa estatal de América Latina, con el propósito de ocultar los
sobornos de las empresas de construcción que firmaban contratos con ella. El soborno era
un 3 % del presupuesto de la obra y el botín, una vez blanqueado, se repartía entre los
políticos y empresarios que participaban en el fraude. La investigación rebasó el entorno
brasileño cuando se descubrió que el magnate de la construcción Marcelo Odebrecht había
pagado más de 30 millones de dólares a la petrolera a cambio de contratos de
construcción, y que la misma empresa corrompía a funcionarios de nueve países
latinoamericanos para obtener concesiones de obras multimillonarias. El negocio era
redondo, porque el dinero del soborno se añadía al costo de la construcción, y los
corruptos siempre salían ganando mientras que los contribuyentes en cada uno de estos
países salían perdiendo.

Al igual que sucedió en el caso de corrupción de la Fifa, el Departamento de Justicia


estadounidense se involucró en el caso Odebrecht al descubrir que algunos de los
empleados de la firma habían realizado sus operaciones fraudulentas en territorio
estadounidense y en su investigación encontró pagos de Odebrecht por 439 millones de
dólares para obtener un beneficio de más de 1.400 millones de dólares.
En Colombia se presume que repartió alrededor de once millones de dólares que podrían
haberle generado ganancias por 50 millones durante los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan
Manuel Santos, aunque la investigación en ese país sigue su curso. En Panamá habrá que
esperar hasta finales de marzo para saber el verdadero alcance de las operaciones
corruptas de Odebrecht y sus socios, aunque se habla de unos 22 millones de dólares
transferidos a cuentas de bancos personales. En México, la cifra de los sobornos ronda los
10 millones que podrían haber generado ganancias por 39 millones durante el gobierno de
Felipe Calderón.

También siguen pendientes las investigaciones de la Operación en Argentina, Perú,


República Dominicana, Ecuador, Guatemala y la joya de la corona: Venezuela, considerado
hoy el país más corrupto del hemisferio por Transparencia Internacional.

La gangrena de la corrupción es alarmante porque impide tomar las decisiones correctas;


desvía recursos destinados al bien público y erosiona la confianza de los ciudadanos en las
autoridades y en las instituciones. Y la única forma de combatirla es fortaleciendo a la
prensa libre y responsable para que vigile y exija transparencia gubernamental en el
manejo de los fondos públicos, demandando la rendición de cuentas de los servidores
públicos y el respeto a estrictos códigos de conducta. Modestas exigencias cívicas que se
dan en pueblos con altos niveles educativos que propician la confianza social y donde se
respetan la igualdad de género, la ética de trabajo y el apego al Estado de derecho. Son
países donde la honradez es una virtud cotidiana. ¿Podremos aspirar a esto algún día en
América Latina?

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/sergio-munoz-bata/contra-la-putrefaccion-21-03-2017-
69620

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