Alejandro Schmidt
Alejandro Schmidt
Alejandro Schmidt
[No escribí]
No escribí
al viento
como materia de Dios o del fracaso
a su amor
hecho espina
en corona de santo
mirando
como te di la mano
y proseguí
ido el corazón
callado
(tanto gritaba el mundo
tanto)
no lo escribí.
a Paula Martini
A veces siento tanto la soledad entre los otros (es la verdadera soledad)
me siento como una piedra blanca que cantara en la casa del fuego
así la soledad me tiene en su mano firme
y eso, al fin
es el índice torcido
de lo Real.
De Cuadernos azorados (inédito)
No queda otra
Pero
No me da
No me da
Y nos conocemos
La poesía y yo
Sé de su maldad
Su reticencia
Sus enojos
Estará en otra
Le habrán dicho algo de mí otros poetas
que a veces me abandono
Y la cambio
Andá a saber
No queda otra…
Perdón
Perdón y perdón
Y a ser un hombre
Siempre
Y a sufrir como un animal mojado
Mojado por la impiedad de las estrellas por la luz mayor
Perdón por escribirte
Esto que es nada
Al lado del poder
De tanta marcha
Perdón si ya ni alcanza
La maravilla el brazo
A ser valientes
seguros
eficaces
Un día
A mí también
Me pedirán
Perdón
Las piedras
Los alambres
Ese gran mar de nada
Por donde supe andar
Toda mi vida
Los desprecios
Los látigos
Y un gran ángel
Que se perdió
Buscando
Buscando
Pedirán perdón
Mis pobres trapos
Esta llanura al sol
Algunas vacas
Estaré arrodillado
para el frío milagro
del amor
Bueno
más o menos así
me sale
Por eso duermo poco
Nada
Algo
Que no es Dios
Escribe en mí y me destroza
Por eso
Quizá
Te pido mucho
Un abrazo
Un temblor
Por eso en serio
Perdoname
Te pido mucho
Es mucho pedir
Humanidad
Cuándo se es poco
Poco
Un leño pudriéndose
En infinito
Poco poco
Al lado de tantas distracciones
Y favores y componendas
Al lado de tanto creer
La realidad.
* *
No olvidemos su extrañeza
Ama y entonces
harás lo que no quieras
Decía San Agustín:
Ama y haz lo que quieras
andá a saber
Escucho
Hacer el amor
cómo
Tener sexo
cómo
No olvides su extrañeza.
* *
Me lo reprocho ante
un oscuro Dios
que calla.
el que salió
lo sabe.
Otros inéditos
Y pienso
¿no estarás haciéndome un
agujero en el costado
por donde entren y salgan tus espíritus con las manos vacías y repletas de sortijas
livianos como el plomo y la menta
sonriendo mientras caigo
desde abajo arriba
todo feliz tan triste
vuelto esa lágrima
robada a demonios del aire
tras el aire?
¿Tan frágil y justa
tan perfecta de morir sentada en los vocablos?
No sé, Señor de lo sentido y la agonía perdida por magias circulares…
¿Habrá algo en lo espacial
más pobre
y puro
menos sencillo y caballito
que un montón de maravillas
no diría verbales
pero sí de otras músicas
gastadas como el mosaico del mercado y el ansia?
¿Algo mejor
más espejo
de eso que sale
no deja de salir
Sandra
en mil pies
a mi costado?
[Cuando por…]
aparece
la luz
de siempre
toda.
No sabría decirlo
Verte así
envuelta en una toalla
con el pelo mojado
no sé cómo decirlo
* Nota del autor.
Cuando todo lo demás se transformó en neblina o liebre del fracaso, tu hierro y tu deseo, la historia o las estrellas,
acaso entonces aparezca la poesía, su rostro de oro corroído, su amor, su endecha, entonces puede abrir su boca, soltar
la bruma, con una mano definitiva de dolor, ofrenda o sinsentido también… podría estar allí, la niña de vivir, los
encallados… acaso la poesía sea nomás esos papeles que arden contra el viento, debajo del agua, en medio de la tierra y
puede tu mano sentir su aire al fin, abriendo el instante, su desierto.
Heredad
y caminaremos
desde otro mundo hacia
otro mundo
en la tiniebla
24 de marzo de 1976
y allí fui..
Qué es la soledad
oí lamentos y pensé
son árboles
movidos por la noche
todo ardía
y llegué al río
vestido por el sueño
me prodigué
como un sauce tirado por el viento
encontré la ilusión
hice un museo y
en sus paredes
la memoria
y
cuando sentí lo grave
la existencia
alcé un espejo inmenso
donde lloraba otro.
El resto es literatura
a la tercera se la llevó
el fuego de confiar en las palabras
Claro
y oscuramente despertaba
en el sol
sacaba plumas
tu corazón.
POEMAS
tu abrazo
tus pies
digamos que
bien
ha terminado
el ardiente segundo
no lastima el tiempo
ni otro seres
se ha recibido
ángel
voluntad
sentido
tu corazón
abierto en hueso
tu sueño es mío
y su aventura
en el comienzo
estar ahí
el humo de la luz.
mi felicidad
de un golpe de aire
sola
como una rama
sobre el río
acaso
se desprendió
y flota
ahora
para vos
si así fuera
no la encadenes
ni la alimentes...
es una
grande, terrible
felicidad.
Grandes aventuras
esta aventura
es quietud de transparencia
aparece su fantasma
este amor
y más allá
diamantes
no
¿cómo le fue
sobre el gran yo
aquí
merienda del fervor
pasto lunar
la otra aventura es
ir sabiendo
oigo tu voz
comprendo
entonces
que
faltaba
y las estrellas.
¿qué es la soledad?
Paloma tuya
entonces
traías la paloma
y la apoyabas en mi frente
bebía la fiebre
enrojecían
la soltabas en el patio
al cielo se iba
toda de fuego
altivo.
Carne vacía
sin nadie,
nadie lo sabe
sólo un animal
al borde de la noche
espera
y animosa.
Vigía
No es porque dijiste
vendrá tormenta
se ve allá
que te amo
que aprendo a respetarte (lo cual es algo bastante distinto a ese amor de las canciones ¿no?)
ni mi gratitud
no, no
no es cuestión de lo que dijiste
de lo que hiciste
que te encuentre
y sepa cuidarte
tu sombra
donde te llevo
para mí
realidad, suceso
por el diálogo
un hijo
a contemplar
esta lluvia
y en tus ojos
la lluvia
atravesó tu casa
árboles de la poesía
calles de la poesía
un sol
estaré dormido
y estaré despierto
a un rebaño de espejos
al agua de la virgen
insistirá la noche
en la última estrella
en tus brazos
otros vuelven
al sol
a lo verde
se precisa un tambor
un triángulo de perros
y amor
y desatino.
Triunfo
el viento
y ya cubierto el corazón
el día
el mundo
quedaron esperando
anoche
fuimos felices
a veces
la sola dicha
puede suspender
ángeles
y fuego tenebroso
después
en el cuarto
tu escondida fe
rasgó
sacuda
y tu silencio
sea
una culpa
un desacierto
las manos
guardarse
sonreir.
Mientras tanto
y harto de esperar
es que tu corazón
y estos ruidos
todavía espero
es mi trabajo.
tu cabello crece
se despide de vos.
Alabanza
y así fue
y esta ciudad
te miren
ni demores tu mano
sobre un corazón
en tu costado
el tiempo
es nieve
y es presagio
para quedarte.
El héroe
desperté
y tu pelo
me cubrió la boca
respiraba tu espalda
una tristeza calma
El jorobado
en la madrugada
por el vidrio roto de la escarcha
alguien llama a su perro
silba
insiste
llama a su perro
si una vez
una sola vez
hubieran llamado así
a mi corazón
el triunfo de la verdad
un día de fuego
en una casa de fuego
el vaso de uego
en tu mano de fuego
y tu sed
que siempre
tiene razón.
metafísica
con mi hijito
paseamos por el cementerio
pregunta
¿qué hacen los muertos?
están acostado sin moverse
¿todo el, día?
sí, querido, todo el día
y a la noche
¿se pueden mover?
no sé
nunca vine de noche
Más innumerable
más innumerable
parece esa lluvia
completando un vasito rojo
olvidado en el patio.
la tierra
el cielo
el aire mismo
y así quedaste
inmenso.
La abnegación
y descansar.
Otra música
ya escribe el deseo
y otra música se entrega a los abismos
dejanos aquí
la casa es pequeña
vacía
y luminosa.
Buscá la luz.
Luz
un cuarto de espejos
vacío.
No entres.
…………………..
Repleta de hambre
iba esa luz
a ciegas.
…………………..
El fondo de la luz
es un espejo.
El fondo del espejo
no es la luz.
…………………..
A no mirar ayudaba
el exceso
de luz.
…………………….
No pidas a la noche
una lección de luz
ni al día
un suspenso terminado.
Le han dicho
Porque ahora
todo lo que usted puede esperar
es el silencio
apure su ahogo
su mentira
y escriba
Sancti Spiritu
En la paloma
se hunde
la paloma
abre del agua
palabras.
¿Y después?
El sol
las distracciones…
Ventarrón
Acá dejáme
en días parecidos
numeritos tomados de la mano
estas paredes
la ciudad
son inocentes de toda mi alma
lentos animales
donde ruges
acá
provincia
y esa hoja
arenillas
la última pluma del sol
no son afrentas
fuerzas
o el por qué…
La torpe escritura
los días
el dolor.
La hora
Queridos compañeros
es la hora
no hubo nunca
una casa
una sed.
Salir temprano
El perro final
árboles llegando de otro cielo
música manchada de fantasmas
esas lámparas
apenas
son el alba.
Descubro, a veces
Descubro
a veces
un gallo rojo
adentro
el se da cuenta
mira
y no amanece más.
La fiesta
se parecen a mi soledad
son mi soledad
papel picado
silbatos rotos.
incluso
dulcemente.
De niebla
Borbotón de niebla
esa belleza
un corazón dispuesto
¿Qué hicimos?
¿Qué hizo de nosotros
la palabra?
Última palabra
La muerte
nunca
escucha nada.
Carne vacía
sólo un animal
el borde de la noche
espera
Silencio al fondo
lo comprendemos por
el vacío que aparece
y su tajo
donde
—como una mano que
saluda al ausente—
hundimos la lengua.
Saber
la duda
para el imbécil
su amargo amor
y surge en harapos
la verdad.
esperas
y te rompes.
La rosa ya es la arena.
mañana
lee la sombra
y viceversa
el mundo crece
callar
trae
adentro
la respuesta
La eternidad insiste
nada es raro
todo extraña
demasiado
la noche primera
felicidad
la tumba existe
saber
sentidos
la eternidad insiste
su laurel su almohada
¡se le escapó!
de su semilla
sale
la voz
¡ya!
aire plateadito
que lo agarraba
que lo soltaba
que lo tenía
que lo perdía
se le salía.
que aparecen
desde abajo
para amanecer
anuncien
otra patria
su rostro
al fin
perros de caza
estas nubes
traen luz
sólo el viento
sentimos
Horizonte
Y lo abandonan
La floresta
Del cielo
Se desprende
Pero
Sola
Muy
Conmovido?
Sabe
El tiempo
Ir
Lejos
Lejos
Recuerda
Querido arbolito
También yo
Que lloraba