El Paro de 1979 en Dalmine Siderca

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“Compañeros, acá mandamos los de ropa azul”

Brenda Noelia Reymundo

4to del Profesorado de Historia, I.S.F.D y T N° 15.

Prof. Oscar Trujillo

1
INTRODUCCIÓN

El día 24 de Marzo de 1976, se produjo un fuerte operativo de militarización en la Zona


Norte de Buenos Aires, que anunciaba la apertura de la última dictadura cívico militar. La
llegada de controles militares y patrullas se repetía en grandes establecimientos industriales,
como la fábrica Ford, que en aquel entonces tenía cerca de 5000 obreros. De igual manera,
se realizó el control militar en las inmediaciones de Dálmine-Siderca, la siderurgia local
que ocupaba a unos 5000 obreros.

El caso Dálmine-Siderca, es la expresión de los mecanismos que involucraron gran parte de


la dictadura cívico militar: 80 de estos trabajadores y trabajadoras resultaron víctimas de
crímenes de lesa humanidad, 39 están desaparecidas, 7 fueron asesinadas, 34 son
sobrevivientes1. Este trabajo de investigación, tiene como objetivo abordar el proceso
histórico de la última dictadura militar en Argentina, en la planta siderúrgica de Campana,
poniendo el eje en la dinámica que tomó la actividad política y sindical de sus trabajadores.
Parto del interrogante: ¿Existió oposición obrera en Dálmine-Siderca? ¿Esa oposición se
expresó con la Jornada Nacional de protesta en 1979?
En, primer lugar fue necesario realizar un análisis de las diversas visiones historiográficas
sobre el significado de la última dictadura cívico-militar; el imaginario político y cultural,
los debates ideológicos, y la construcción de diversos relatos, son los elementos que
atraviesan todo este trabajo de investigación.

Es interesante partir del análisis de los autores Ruth Werner y Facundo Aguirre2para
identificar la construcción de cuatro relatos bien identificados, que al mismo tiempo
nuclean diversas interpretaciones y perspectivas que prevalecen sobre la época. El primer
relato está constituido básicamente por los defensores del golpe de Estado, que en toda su
construcción argumentativa hacen alusión a la necesidad histórica de dar un “combate por
la Nación”, en función de erradicar los elementos subversivos que atentaban contra la
moralidad cristiana y el deber ser de los argentinos, y definiendo como “errores y excesos”
los mayores crímenes del genocidio impulsado a partir de 1976.

1
http://www.saij.gob.ar/docs-/ediciones/libros/Responsabilidad_empresarial_delitos_lesa_humanidad_t.1.pdf
2
WERNER, Ruth y AGUIRRE, Facundo. Insurgencia Obrera en la Argentina (1969-1976). Clasismo,
coordinadoras interfabriles y estrategias de la izquierda. Ediciones IPS. 2007. Buenos Aires.
2
Un segundo relato, se inaugura con un discurso fundacional en el prólogo del “Nunca
Más”3 durante la etapa alfonsinista:

[…] “Durante la década del 70 la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía
tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda, fenómeno que ha ocurrido en
mucho otros países” […] “ a los delitos de los terroristas, las Fuerzas Armadas respondieron
con un terrorismo infinitamente peor que el combatido”[…]”Se nos ha acusado, en fin, de
denunciar sólo una parte de los hechos sangrientos que sufrió nuestra nación en los últimos
tiempos, silenciando los que cometió el terrorismo que precedió a marzo de 1976, y hasta, de
alguna manera, hacer de ellos una tortuosa exaltación. Por el contrario, nuestra Comisión ha
repudiado siempre aquel terror, y lo repetimos una vez más en estas páginas” .

Así el Estado abre curso a su relato oficial de la “la teoría de los dos demonios”, que
enfrenta a dos bandos igualmente de violentos, igualmente “repudiables”.

La Comisión Nacional sobre la desaparición de las personas (CONADEP) centró su crítica


en que la represión del Terrorismo de Estado, se hizo violando los marcos legales, pero la
propia compilación de testimonios de sobrevivientes, dan cuenta de la existencia de una
minuciosa planificación de la represión y exterminio. La teoría de los dos demonios, fue la
legitimación ideológica -que concentraba la idea de dos males- de las Leyes de Obediencia
debida y punto final sancionadas por Ricardo Alfonsín, como así también el indulto final
durante el mandato de Carlos Menem.

Muchos intelectuales fueron parte de esta empresa, como Ernesto Sábato autor del prólogo
del “Nunca Más” (citado anteriormente) y quien ya en 1978 escribió un artículo en la
revista alemana Geo donde declaraba: “La inmensa mayoría de los argentinos rogaba casi
por favor que las FF.AA. tomaran el poder. Todos nosotros deseábamos que se terminara
ese vergonzoso gobierno de mafiosos”.4

3
CONADEP. Nunca Más. Informe de la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas.
EUDEBA.1984.Buenos Aires.

4
http://www.revistasudestada.com.ar/articulo/124/ernesto-sabato-mejor-no-hablar-de-ciertas-cosas/

3
A fines de los 90´, comenzó a surgir un relato alternativo a la “teoría de los dos demonios”,
que reivindica a la generación “setentista”, la militancia de izquierda y a la izquierda
peronista, aunque exacerba los aspectos más utópicos y románticos de la militancia por un
“mundo mejor”, a la vez que subestima la intervención de las masas obreras y populares en
subordinación de la subjetividad de los militantes armados.

Pero, el recuerdo de una militancia pasada, de una generación militante que perseguía la
emancipación, tuvo protagonismo en el relato estatal a partir de dos actos simbólicos
expresados por Néstor Kirchner: bajar el cuadro de Videla y entregar el predio de la
Escuela de Mecánica de la Armada a los organismos de derechos humanos. La
incorporación de este relato en el discurso estatal buscaba abrirse camino en el debate que
había cerrado la Teoría de los dos Demonios, para inaugurar una nueva visión “oficial” del
pasado reciente en Argentina.

Por último, los autores Ruth Werner y Facundo Aguirre en “Insurgencia Obrera” 5
desarrollan los elementos de un cuarto relato:

[…] “La vieja afirmación del materialismo marxista de que la lucha de clases es el motor de
la historia, no sólo vale para descalificar la imagen construida sobre los supuestos “teoría de
los dos demonios”, sino también para contestar a las visiones alternativas y tratar de
aproximarnos a una comprensión más cabal del nudo de sentidos históricos que se presentan
como “los 70”. […] Desde esta perspectiva, queremos ser, tal vez, provocadores, pero en
todo caso categóricos. El papel de las organizaciones armadas no puede ser considerado la
principal fuente de inspiración para la recomposición una subjetividad histórica. Ese papel
tiene que ser sometido a crítica, ya que la estrategia que conlleva remite a la derrota política
de los planteamientos revolucionarios enunciados. Decir esto implica reconocer que en la
amplia vanguardia que encabezó la actividad proletaria en los ´70, las corrientes armadas
eran hegemónicas y en ello radica la importancia de crítica. Creemos que verdadero poder
constituyente, que tendía a emerger como fuerza capaz de disputar hegemonía social, como
fuerza antagónica al capital hacía pie en el movimiento de la clase obrera, que desde 1969

5
WERNER, Ruth y AGUIRRE, Facundo. Insurgencia Obrera en la Argentina (1969-1976). Clasismo,
coordinadoras interfabriles y estrategias de la izquierda. Ediciones IPS. 2007. Buenos Aires.
4
desplegó una vasta y múltiple actividad “subversiva”, amenazante del régimen burgués”
[…].6

Interpretar los elementos que plantean los autores para “un cuarto relato”, permite no caer
en la visión parcial de considerar a la militancia armada como el único actor interviniente
de esta etapa histórica, invita a profundizar un análisis que considera como protagonista
privilegiado al proletariado argentino. Esta perspectiva traza el camino de una nueva
interpretación de los ´70: en el plano de la investigación histórica, y en el de la continuidad
de las luchas sociales contra la impunidad y por sacar lecciones que aporten a una
perspectiva emancipadora en la actualidad.

Volviendo a esta perspectiva que propone el “cuarto relato” para analizar el pasado,
también podemos encontrar en esta línea de investigación, el trabajo de Victoria
Basualdo7que a través de una compilación, analiza distintos casos de grandes industrias del
país donde la alianza empresarial con las fuerzas armadas es más que evidente. Para
Basualdo, el golpe militar implicó una “revancha clasista” a favor del capital y en contra de
la clase obrera, valiéndose de un plan sistemático de exterminio, represión, y destrucción,
para la reorganización de las relaciones sociales por la vía descabezar al movimiento obrero
de sus representantes y miembros más activos. En su obra, la autora, cita a Rodolfo Walsh,
que en 1977 escribía:

[…] “Estos hechos (la existencia de campos de concentración, las desapariciones, asesinatos y
torturas sin límite de tiempo), que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo
los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los
derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse
no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres
humanos con la miseria planificada”. 8
6
WERNER, Ruth y AGUIRRE, Facundo. Insurgencia Obrera en la Argentina (1969-1976). Clasismo,
coordinadoras interfabriles y estrategias de la izquierda. Ediciones IPS. 2007. Buenos Aires. P.28
7
BASUALDO, Victoria. “Complicidad patronal-militar en la última dictadura argentina: los casos de
Acindar, Astarsa, Dálmine Siderca, Ford, Ledesma y Mercedes Benz”. Revista Engranajes de la Federación
de Trabajadores de la Industria y Afines (FETIA), Número 5 (edición especial), marzo 2006. Buenos Aires.
8
BASUALDO, Victoria. “Complicidad patronal-militar en la última dictadura argentina: los casos de
Acindar, Astarsa, Dálmine Siderca, Ford, Ledesma y Mercedes Benz”. Revista Engranajes de la Federación
5
Para la clase dominante era imperiosa la modificación de la relación capital-trabajo, por lo
que la clase obrera se convertía en un obstáculo, ya que traía consigo una gran
acumulación de experiencias forjadas en el ascenso que protagonizó en 1969 llegando al
punto más alto con las Jornadas de 1975 y 1976, y las Coordinadoras interfabriles.

Sobre la base de los elementos de este 4to relato, se tendrá en cuenta el trabajo de Pablo
Pozzi9, en donde plantea como tesis central, que la dictadura cae por la erosión generada
por la lucha de la clase obrera, en la que combina una plena conciencia de los
acontecimientos que se expresan en no exponerse a la represión pero sin abandonar la
defensa de las conquistas fundamentales.

Este relato, análisis y línea de investigación, junto a las obras citadas forman parte del
marco teórico en el que me voy a basar para el desarrollo de este trabajo de investigación.
El enfoque aplicado, será el de “Historia local”, que en palabras de Ginzburg:

[…]“Esta historia local entendida como formulación de preguntas de carácter general


planteadas a una documentación proveniente de un ámbito el propio lugar natal de la que
habla Nietzsche- aunque pueda también nutrirse, ¿Por qué no?, de este mismo impulso vital
por la conservación o restitución de algunas memorias-. Pero en el caso que nosotros
planteamos, se trata de una historia más bien analítica, que remite implícita o explícitamente,
a una óptica comparada” 10

Este enfoque fue necesario para mi trabajo de investigación y emprender la búsqueda de las
expresiones locales de un fenómeno extendido a nivel nacional: la resistencia obrera en la
dictadura. Para esto, tomaré en particular la primer huelga nacional realizada en este
proceso: el paro nacional 27 de Abril de 1979.

Detrás de esta hipótesis, de que la resistencia a no perder las conquistas fundamentales se


había expresado en el paro nacional del 27 de Abril de 1979 dentro de Dálmine-Siderca, es
que recurrí a la historia oral, a las entrevistas a los protagonistas de este pasado reciente.

de Trabajadores de la Industria y Afines (FETIA), Número 5 (edición especial), marzo 2006. Buenos Aires.
POZZI, Pablo. La oposición obrera a la dictadura (1976-1982). 1a ed. Buenos Aires: Imago Mundi, 2008.
9

10
-C.GINZBURG. “Acerca de la historia local y microhistoria”.2003, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, México. Cap. 8, p.20

6
CAPITULO I

El finalizar el año 1978 se registraron más de 1.300 conflictos obreros 11. El 27 de abril de
1979, empujados por la bronca reprimida que surgía entre los trabajadores, la cúpula de
"los 25" convocó a un paro nacional.

POZZI, Pablo. La oposición obrera a la dictadura (1976-1982). 1a ed. Buenos Aires: Imago Mundi,
11

2008.P.71
7
Pablo Pozzi, en su trabajo “La oposición obrera a la dictadura 1976-1982”, lo analiza de la
siguiente manera:

[…] “Dentro de este panorama se ubica la Jornada Nacional de Protesta del 27 de abril de
1979. La extensión real de la misma no se ha medido con justeza. El comité de huelga
clandestino, organizado por la Comisión de los 25, estimó que el 75% de los trabajadores
habían acatado la medida. En general se admite que esa cifra está bastante inflada y que el
porcentaje se acerca más al 40%. De todas maneras, si bien la huelga no logró detener al país,
si logró alterar sustancialmente la normalidad en el cinturón industrial del Gran Buenos Aires
y de las principales ciudades del interior. La importancia de la medida no se debe tanto al
número de obreros que hayan o no acatado el paro, sino más bien al hecho de que éste fue
llamado por un sector de la burocracia sindical, demostrando en concreto la presión que ésta
sentía para tomar medidas más combativas respecto del régimen”. 12

Dentro de los convocantes a la Jornada Nacional de Protesta, se encontraban Saúl Ubaldini


(cerveceros), Osvaldo Borda (caucho), Roberto García (taxis), Roberto Digón (tabaco),
Ricardo Pérez (camioneros) y Hugo Curto (metalúrgicos). La declaración emitida por La
Comisión de los 25, daba cuenta de la presión ejercida por las bases, “sentimos sobre
nosotros la mirada inquietante de los trabajadores que podrían sentirse abandonados a su
suerte, lo que determina nuestra decisión de colocarnos a la cabeza de la protesta”.13

El diario local “La Autentica Defensa” del día Jueves 26 de abril de 1979, daba cuenta de
14
la medida con el titular “El eco en Campana de una anunciada medida de fuerza” y
describía el clima previo de la siguiente manera:

“La Comisión de los 25 ha declarado la jornada de protesta nacional, para mañana viernes,
decisión que ha encontrado abierta oposición en el otro sector en que se divide actualmente
el movimiento obrero a nivel de dirigentes de parte de la Comisión Nacional de Trabajo
(…) La Autentica defensa pulsó el ánimo comunitario en sus diferentes sectores quienes se
han expresado así:

12
POZZI, Pablo. La oposición obrera a la dictadura (1976-1982). 1a ed. Buenos Aires: Imago Mundi,
2008.P.88
13
POZZI, Pablo. La oposición obrera a la dictadura (1976-1982). 1a ed. Buenos Aires: Imago Mundi,
2008.P.88 y 89.
14
Archivo Histórico Municipalidad de Campana, La Autentica Defensa, Jueves 26/04/1979, N° 527.
8
-No creo que se llegue a un paro. No está permitido, pero sería bueno que empiece la gente
a demostrar su disconformidad. Por ejemplo nosotros estamos en un momento tremendo, ya
que los que tenemos comercio nos encontramos día a día con cambios en los precios y los
clientes se ponen en contra nuestro con lo que se produce…casi diríamos un enfrentamiento
entre cliente y comerciante- Mas aun con la campaña esa de Orientación para el
Consumidor, pero resulta que son los mayoristas quienes nos traen el aumento de precios.
No sé de donde vienen los aumentos porque es una cadena pero hay que poner un coto a
esta situación. (Un joven comerciante se expresó de ese modo)”.

Continúa:

-“No, no habrá paro. De llevarse a cabo sería un atraso para el país. La situación económica
no es óptima pero hay orden y respeto. Hacerlo sería llevar nuevamente a la Argentina a un
estado calamitoso en que la inmoralidad es cosa de todos los días. Ojalá que no haya paro-
(Obrero de la construcción)”.

-“No sabría decirlo, la verdad es que no estoy al tanto de las cosas que ocurren actualmente,
espero no haya paro, no quisiera líos- (Ama de casa)”.

-“Para mí, lo del paro son sólo rumores, casi le podría asegurar que no ocurrirá semejante
cosa, pienso que sí hay aumentos salariales es para no dar pie a que se realice un paro- (Un
estudiante)”.

-“Yo creo en el paro que se efectuará el día viernes, desde ya estoy convencido que no dará
buenos frutos. El país no está preparado para soportar este tipo de problemas, pero…la
gente está cansada- (Un comerciante de la zona)”.

Finaliza:

-“Yo no sé nada. Son rumores, no hay que alarmarse. Todo está totalmente controlado. Ay!
Los cuentos- (Un sindicalista)”.

El perfil periodístico del diario local, fue parte de un análisis exhaustivo por parte del
Historiador Miguel Ángel Di Fino, que describe la línea editorial del periódico, de la
siguiente manera:

9
“El medio construye un narrador nacionalista que opina sobre la actualidad y realidad
nacional y que no acepta más que una verdad, la que profesa y da a conocer a sus lectores:
que el país está en orden tanto en el ámbito social como en el político, que no ha habido
violación de los derechos humanos, y que las campañas de difamación no se basan en hechos
verdaderos” (…) “Como afirma Héctor Borrat, los diarios presentan un discurso polifónico,
es decir, de muchas voces. En tanto otorgan la palabra a otras entidades y/o personajes (citas
directas, publicación de solicitadas, etc), éstos también conforman su discurso propio, su
imagen (…)”.15

A pesar de la convocatoria realizada por La Comisión de los 25, confirmando la medida de


fuerza, los testimonios recabados por el diario local (que por la diversidad de los
entrevistados pretendía mostrar el clima de toda la comunidad) tenía el objetivo de lograr
una nota periodística que ponga en duda la legitimidad de la Jornada Nacional de protesta
o boicotear su alcance en la zona.

CAPITULO II

Basándome en la única fuente primaria disponible sobre la Jornada nacional de protesta del
27/04/79, cabe volver a preguntarse: ¿Cuáles fueron los alcances reales de la Jornada
Nacional de protesta? ¿Fue expresión de la resistencia obrera a la Dictadura en Dálmine-
Siderca?.

Para esto hay que plantear algunas contradicciones que se presentaron para determinar su
respuesta. No he podido acceder al archivo de la actual sede de la seccional Campana de la
UOM, que no sólo fue parte de los sindicatos convocantes de la Jornada Nacional de
protesta del 79´sino que fue la representación sindical de los metalúrgicos de Dálmine-

15
DI FINO, Miguel. Maldonado, Leonardo. Núñez, Ariel. “De Solitarios Sueños y Utopías Truncas”. Ensayo.
2004. Campana. P. 22

10
Siderca durante el período analizado. Luego de presentarme en reiteradas oportunidades, no
encontré en ninguna de ellas, a quien me habían sugerido que consulte, el Señor De Sanctis.
Por lo tanto, recurrí a la historia oral, a través realizar dos entrevistas individuales a quienes
pudieron testimoniar sobre su propia experiencia en el espacio y tiempo analizado en esta
investigación.

Según Laura Barela, quien ha desarrollado un estudio sobre historia oral, debemos
considerar que:

[…] “El testimonio vivo como fuente histórica permite un alcance más abarcador que lo
estrictamente relacionado con hechos y personas destacadas de la escena política o militar;
también ocupan su lugar en él lo cotidiano y lo cultural, lo particular enmarcado en lo social”
16

Por lo tanto, tomar la decisión de entrevistar a dos trabajadores que vivieron la dictadura
dentro del galpón del “monstruo del acero” significó un enorme desafío y al mismo tiempo,
un reconocimiento de las implicancias de los testimonios orales como fuentes históricas. En
el acto de entrevistar, también se ponen en juego significados, interpretaciones y
apreciaciones propias sobre este pasado reciente, que es necesario asumirlas como parte del
enriquecimiento de la investigación, pero al mismo tiempo, lograr mantener su validez
como fuente.

Ambas entrevistas fueron realizadas a dos trabajadores de Dálmine-Siderca, Juan Farías y


Guillermo Temudio, oriundos de Campana, que vivieron el año 1979 que me interesaba
analizar. Ambos, eran trabajadores joven, que ingresaron a la Siderurgia con tan sólo 19
17
años.

La Asamblea en el “semi”

Juan, comentó que ingresó a Dálmine en Mayo del 77´ y trabajaba en Cometarsa haciendo
la extensión del LACO1. Oriundo del Barrio del Pino, recuerda que el 24 de Marzo de

16
BARELA, Laura. “Algunos apuntes sobre Historia Oral”. Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires,
2004.
17
Las entrevistas fueron posibles gracias a la colaboración de Guillermo Bentancourt, trabajador de Siderca,
que ingresó en el 1999 en la fábrica, reconocido luchador y referente del Partido de los Trabajadores
Socialistas quien ha denunciado en varias oportunidades la persecución política y sindical por parte de la
empresa y la actual dirección gremial de la UOM Campana.
11
1976, lo para un control militar, pidiéndole identificación y ordenándole que se vuelva
impidiéndole llegar a Cometarsa, su trabajo previo a Dálmine-Siderca. Juan describió que
la fábrica les dio dos días de asueto y que cuando retomaron las tareas, comenzaron a
trabajar con los efectivos de las FFAA en la puerta que los revisaban antes de entrar.
Ingresó a la fábrica con apenas 19 años al sector de Palanquilla y no tenía ningún tipo de
militancia sindical ni política.

¿Opinas que hubo resistencia de los trabajadores a la dictadura en Dálmine-Siderca?,


Había mucho activismo de base, yo recuerdo que la comisión interna trabajaba, pero bajo
presión. Yo creo que el poder combativo de la clase obrera no estaba en los sindicatos,
estaba en la base y no había quien pudiera controlarlo.

¿Qué importancia tuvo el paro nacional de Abril del 79´?

En el año 79 se desata el conflicto, en ese momento estaba Riedel en el Sindicato. Los que
se movían eran los de izquierda, buenísima gente. Elorriaga era uno. El PC era el más
fuerte en ese momento. También estaba Chupete Gómez, Cachi Theis dirigente del partido
comunista. Había mucha gente de izquierda que eran los que activaban, el peronismo
dentro de fábrica no estaba. Durante el 79´nosotros peleamos el aumento, la empresa
justificaba que no lo podía dar porque “estaba en crisis”. La gente tenía miedo, eso es
cierto, casi todas las noches el ejército estaba en la puerta. Cuando hicimos la asamblea
dentro de fábrica, la movida fue grande, la famosa discusión era. El secretario general
Riedel, traidor de los traidores: hay una anécdota. La asamblea se hizo arriba de un semi de
camión, llegó el momento de la votación, se hizo en el campito al lado de a dónde estaba la
comisión interna. Ahí en la esquina se paró un semi, donde subían los oradores, los que le
decían a la gente como venía el tema. Los de izquierda siempre estaban del lado de lo que
queríamos nosotros. Nosotros queríamos aumento. Entonces se armo, el debate, una gran
pelea: me acuerdo como si hoy fuera, estaba Riedel parado: “así no nos vamos a poner de
acuerdo”. ¡Cállate traidor! le gritaron desde abajo. El tema era que estaban parejas las
posiciones, y en esa asamblea había un turno completo el de la tarde, 1000 personas
aproximado. Como Riedel no lo podía contar, y además no quería el paro, dijo, “los que
están a favor del paro se ponen de este lado y los que no, se corren para el otro”. Nosotros
sabíamos que los milicos estaban ahí para marcarnos y nosotros no nos queríamos mover.

12
Arriba del semi se subió Zapata, no recuerdo si dijo “soy mayor o coronel”, y gritó que
teníamos cinco minutos para definir, si íbamos a trabajar o que nos fuéramos. Para todo
esto ya habían entrado los camiones del ejército en las calles del costado. Y bueno, muchos
volvieron al puesto de trabajo, inclusive yo. Cuando volvimos en cada puesto de trabajo,
había un milico. Trabajamos con los milicos adentro de los sectores armados., era muy
evidente que era la empresa la que marcaba y después te desaparecían. El caso de Elorriaga
pasó a los tres o cuatros días del conflicto. Algunos no aparecieron más.

Continuó con su relato de los sucesos de Octubre, volví a insistir sobre la Jornada
Nacional de Protesta: No recuerdo el paro nacional, sí esta asamblea que fue el principio
del paro de 1 día y medio del mes de Octubre. Este paro del 79´fue masivo, el sindicato
estaba a favor de que la gente vaya a trabajar, porque apoyar el paro era jugársela. Había
muchísimo miedo, imaginate, había miedo hasta de comprar una revista. Pero el paro de
planta fue a pesar del sindicato, siempre se opusieron, el paro lo hicieron las bases.

“Compañeros: acá mandamos los de ropa azul”

Cuando me contacté con Guillermo Temudio, de inmediato demostró su buena


predisposición para contar su experiencia dentro de Dálmine-Siderca. Mencionó que ya lo
había hecho muchas veces.

¿Cómo fue tu ingreso a la fábrica, que recordás de aquellos años?

En el año 78 se inaugura el LACO 1, y Dálmine toma muchos pibes. Yo entre en Abril del
79´, en la Acería. Que no era como la de hoy, era una Acería vieja donde se hacia un un
trabajo muy rudimentario y manual, picando piedras de manganeso con una masa. En ese
momento contrataban gente que venía del Frigorífico de Zarate, porque eran los únicos
que se podían bancar ese laburo.
13
¿Durante la dictadura, que expresiones de resistencia viste en los trabajadores?

En ese año, en el mes de Octubre se lleva adelante una asamblea, que involucró a todo el
turno tarde de la Letra E, se hizo arriba de un acoplado. En ese momento para mí fue algo
nuevo: nunca había visto una asamblea de fábrica. Si había participado de movilizaciones,
como el día en el que Perón echó a los montos en Ezeiza, pero esto era distinto, era ver a
todos los trabajadores saliendo de los galpones para dirigirse a la asamblea. El Sindicato
estaba intervenido por Domingo Riedel. Se convoca la asamblea y el lugar era frente a la
oficina de “rela” (relaciones laborales) y frente al LACO 1. No me voy a olvidar más, en
ese momento había unas grúas del ALDE eran como auto elevadores de tubos, y estaban
todos los tipos sentados ahí arriba escuchando a los que hablaban en la asamblea. Me
acuerdo cuando habla “el bagre” Elorriaga, y nos hace una arenga: “Compañeros acá
mandamos los de ropa azul”.

El bagre lo dijo y lo aclaró, porque la asamblea se hizo con los “bichos verdes” de la
dictadura, con los militares, y él se dirigió a los trabajadores. La asamblea del 79, fue una
forma de decir “loco paren”, fue una forma de rebelión, fue parte de una resistencia obrera.
¿Recordás el paro nacional de Abril del 79´dentro la planta?

No, no lo recuerdo.

¿De a dónde surgía esa resistencia?

Yo creo que los trabajadores al margen de la dictadura, ya venían con una conciencia de
clase anterior, con una experiencia y se veía en los paros, casi todos se acataban no existía
“el carnero”, era raro. Además, en Campana la resistencia se veía en los barrios había
mucha gente, profesionales y militantes que hacían conciencia en los barrios y ahí vivían
los laburantes. Creo que no es casualidad, ellos tenían un plan y eso fue parte de lo que
querían todas las multinacionales, querían sacarse de encima gente, esa gente que siempre
les va a molestar, y muchos son compañeros que hasta el día de hoy están desaparecidos.

14
CONCLUSIÓN

El análisis de la fuente escrita del diario local “La Auténtica defensa”, como de los
testimonios orales de Juan Farías y Guillermo Temudio, colaboraron en abordar algunas
conclusiones con respecto a la pregunta original:

La Jornada de protesta nacional, pudimos abordarla por la vía de un análisis de “Historia


local” partiendo de reconocer la línea y perfil editorial del periódico local.

Por otro lado, como ya lo adelantara el Pablo Pozzi, tuvo la relevancia de ser el primer paro
nacional que se hizo en tiempos de Dictadura, pero en base a los testimonios orales
podemos concluir que fue otro el suceso, el que recuerdan los protagonistas como
expresión de “Resistencia Obrera” en Dálmine-Siderca. No sólo ambos no recordaban
expresión alguna del paro nacional del 27 de Abril de 1979, sino que recuerdan como un
15
quiebre –a esa cotidianeidad gris que había impuesto la represión y el plan sistemático
orquestado por las FFAA, los grupos especiales de tareas y la complicidad clara de la
patronal que “marcaba gente”- esa asamblea de Octubre auto convocada en exigencia del
aumento por el premio de producción.

La recuerdan como “la rebelión de las bases”18 al régimen represivo de la dictadura en el


caso de Temudio, y como reafirmación de la conclusión que sacó Farías de su experiencia
en la fábrica “Yo creo que el poder combativo de la clase obrera no estaba en los
sindicatos, estaba en la base y no había quien pudiera controlarlo”.

Podemos concluir, que la asamblea auto convocada que vota el paro de un día y medio en
Octubre del 79´ dentro de Dálmine-Siderca, no fue una expresión aislada, fue parte de la
dinámica de la clase obrera argentina. Durante los primeros diez meses de 1979 los cálculos
basados en medidas de fuerza reportadas en la prensa (necesariamente muy por debajo de la
realidad) dejaban un saldo de más de 500.000 días/hombre de paros, junto al trabajo a
desgano, sabotaje y quites de colaboración.19

Durante 1979, fueron llevados Elorriaga, Gordillo, Orlando Gómez, Torrente, Garrido,
Bentancur y volvieron a ser secuestrados Ibáñez, Martínez y García. 20 Torrente aún
continúa desaparecido.

Este es el inicio para el desarrollo de futuras investigaciones que puedan aportar a


resignificar los elementos del cuarto relato, el que pone en el centro de la escena a una clase
obrera que protagonizó gestas como el Cordobazo, el Viborazo, el Tucumanazo, El
Rosariazo y el Villazo, y que conformó organismos de auto organización, como fueron las
Coordinadoras Interfabriles del Gran Buenos Aires.

18
Fragmento del testimonio oral de Guillermo Temudio “La asamblea del 79, fue una forma de decir “loco
paren”, fue una forma de rebelión, fue parte de una resistencia obrera”.
19
POZZI, Pablo.” Resistencia obrera, dictadura y apertura democrática”. Comisión por la memoria.
Disponible en http://comisionporlamemoria.org/bibliografia_web/ejes/transformaciones_pozzi.pdf Pg. 37 y
38

20
DIPBA, mesa B, carpeta 124, legajo 61 y mesa DS, Factor Varios, legajos 15.312, 15.848 y 16.640.
16
ANEXO

17
Archivo Histórico Municipalidad de Campana, La Autentica Defensa, Jueves 26/04/1979, N° 527.

BIBLIOGRAFÍA GENERAL

18
-BARELA, Laura. “Algunos apuntes sobre Historia Oral”. Instituto Histórico de la Ciudad
de Buenos Aires, 2004.

-C.GINZBURG. “Acerca de la historia local y microhistoria”.2003, Universidad


Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México. Cap. 8, p.20

-POZZI, Pablo. La oposición obrera a la dictadura (1976-1982). 1a ed. Buenos Aires:


Imago Mundi, 2008.

-WERNER, Ruth y AGUIRRE, Facundo. Insurgencia Obrera en la Argentina (1969-1976).


Clasismo, coordinadoras interfabriles y estrategias de la izquierda. Ediciones IPS. 2007.
Buenos Aires.

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-BASUALDO, Victoria. “Complicidad patronal-militar en la última dictadura argentina: los


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- DI FINO, Miguel. Maldonado, Leonardo. Núñez, Ariel. “De Solitarios Sueños y Utopías
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-POZZI, Pablo. Resistencia obrera, dictadura y apertura democrática. Comisión por la


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http://comisionporlamemoria.org/bibliografia_web/ejes/transformaciones_pozzi.pdf

Artículos Web

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ciertas-cosas/

http://www.saij.gob.ar/docs-
f/ediciones/libros/Responsabilidad_empresarial_delitos_lesa_humanidad_t.1.pdf

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