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Documento de Trabajo 93-04 Departamento de Economia de la Empresa

Serie Economia 03 Universidad Carlos III de Madrid


Septiembre 1993 Calle Madrid, 126
28903 Getafe (Spain)
Fax: 34-1-624-9875

IUSTIFICACION ECONOMlCA Y FINANCIERA DE LAS INVERSIONES EN


NUEVAS TECNOLOGIAS PRODUCTIVAS

Marfa J. Alvarez Gir

Abstract,..----------------------------
Dado que los resultados que se atribuyen a la incorporaci6n de las tecnologias avanzadas de
fabricaci6n son fundamentalmente de caracter estrategico, la selecci6n de este tipo de
inversiones deberia guiarse por criterios estrategicos, mas que tcicticos u operativos.
La practica empresarial mas extendida suele consistir en la toma de las decisiones atendiendo
basicamente a la informaci6n obtenida de la aplicaci6n de los criterios clasicos de selecci6n
de inversiones tales como VAN 0 TIR. Tal practica no estci exenta de problemas,
recogiendose los mas destacados en este trabajo.
Desde mediados de los alios ochenta estci cobrando importancia una nueva orientaci6n,
caracterizada por buscar la participaci6n en este proceso decisional de las diferentes areas
funcionales. Para ello se han diseiiado modelos en los que las nuevas tecnologias a adquirir
se evaluan en funci6n de su contribuci6n a los objetivos de cada area y de la empresa en su
conjunto.
El estudio de estos modelos nos permite dibujar las lineas maestras de una metodologia de
evaluaci6n y selecci6n que pretende integrar las aportaciones mas relevantes de la literatura
reciente, a la par que plantea la conveniencia de revisar la practica normalmente seguida en
la definici6n y caIculo de las variables explicativas de los criterios clasicos.

Palabras clave:
CIM, AMT, evaluaci6n y selecci6n de proyectos de inversi6n, repercusiones estrategicas de
las nuevas tecnologias.

* Alvarez, Universidad Carlos III de Madrid.


JUSTIFICACION ECONOMlCA Y F1NANCIERA DE LAS INVERSIONES EN
NUEVAS TECNOLOGIAS PRODUCTIVAS

Maria ]. Alvarez Gil


Universidad Carlos III de Madrid

Abstract
Dado que los resultados que se atribuyen a la incorporaci6n de las tecnologfas avanzadas de
fabricaci6n son fundamentalmente de caracter estrategico, la selecci6n de este tipo de
inversiones deberia guiarse por criterios estrategicos, mas que tacticos u operativos.
La practica empresarial mas extendida suele consistir en la toma de las decisiones atendiendo
basicamente a la informaci6n obtenida de la aplicaci6n de los criterios clasicos de selecci6n
de inversiones tales como VAN 0 TIR. Tal practica no esta exenta de problemas,
recogiendose los mas destacados en este trabajo.
Desde mediados de los afios ochenta esta cobrando importancia una nueva orientaci6n,
caracterizada por buscar la participaci6n en este proceso decisional de las diferentes areas
funcionales. Para ello se han disefiado modelos en los que las nuevas tecnologfas a adquirir
se evaluan en funci6n de su contribuci6n a los objetivos de cada area y de la empresa en su
conjunto.
El estudio de estos modelos nos permite dibujar las lfneas maestras de una metodologfa de
evaluaci6n y selecci6n que pretende integrar las aportaciones mas relevantes de la literatura
reciente, a la par que plantea la conveniencia de revisar la practica normalmente seguida en
la definici6n y c3.lculo de las variables explicativas de los criterios clasicos.

Palabras clave:
CIM, AMT, evaluaci6n y selecci6n de proyectos de inversi6n, repercusiones estrategicas de
las nuevas tecnologias.
Introducci6n

Los sectores industriales estan atravesando un fuerte proceso de cambio.

La fuerte y creciente segmentaci6n del mercado, la reducci6n de los ciclos de vida de los

productos, la globalizaci6n de la economfa... , por citar algunos de los factores determinantes

de dicho proceso, hacen necesario que tales sectores se replanteen su estrategia competitiva

y consideren el grado de adecuaci6n de su estructura productiva a la nueva estrategia.

Durante las I.1ltimas decadas la mayorla de los equipos productivos de la industria han

respondido en su concepci6n y diseno alas exigencias planteadas por la producci6n en masa

tradicional, por 10 que es muy limitada su adecuaci6n para la fabricaci6n de los productos

que actualmente se demandan.

Esta nueva demanda se caracteriza por requerir una variedad de productos muy superior a

la convencional y porque el volumen solicitado de cada producto es inferior. A elIo se afiade

la exigencia de un menor tiempo de entrega y unos niveles de calidad superiores, tanto en

diseno como en conformidad tecnica.

E110 ha dado lugar a que tales equipos, sin que necesariamente hayan agotado su vida tecnica,

se encuentren obsoletos.

Ante esta situaci6n, las empresas han de considerar la posibilidad de adquirir una tecnologfa

mas adecuada y e110 supone la necesidad de efectuar una selecci6n entre diferentes proyectos

de inversi6n.Esta selecci6n es muy importante porque implica el compromiso de una

importante inmovilizaci6n de recursos financieros y puede tener repercusiones capitales sobre

la capacidad de obtenci6n de beneficios de la empresa y su viabilidad competitiva.

La tecnologfa productiva mas reciente ha sido concebida con la intenci6n de dotar a la

T-
industria de una mayor capacidad de respuesta alas modificaciones de la demanda y ha sido

diseiiada para aprovechar al maxima los beneficios derivados de la aplicaci6n de la

informatica en el entomo industrial.

Los avances logrados en el desarrollo de esta tecnologfa han dado lugar a la aparici6n de

nuevas tendencias relacionadas con el modo en que ha de abordarse la gesti6n de las

operaciones productivas, entre las que destaca la referida a la fabricaci6n integrada por

ordenador (CIM). La integraci6n concebida precisa de la existencia tanto de sistemas

informaticos que sirvan de apoyo para la toma de decisiones (software especialmente

diseiiado para la planificaci6n y control de la producci6n, por ejemplo) como de unos equipos

productivos, herramientas y sistemas de transporte intemos capaces de trabajar en entomos

altamente automatizados y que aporten la flexibilidad necesaria para atender a la cambiante

demanda. Al conjunto formado por estos elementos tecnicos se le ha denominado AMT

(Tecnologfas avanzadas de fabricaci6n) con el fin de establecer una relativa distinci6n entre

los sistemas de apoyo a la fabricaci6n y los directamente vinculados al proceso de

transformaci6n.

Las aplicaciones especfficas de software para la toma de decisiones, como los paquetes MRP

o MRP 11, de contabilidad, 0 de gesti6n de tesorerfa, por citar algunos de los mas conocidos,

asf como el hardware necesario para su use, son ya una realidad en la mayoria de las

empresas 1.

1 Pueden verse los trabajos de Carlsson (l992),Darrow(1987), Hayes y Jaikumar


(1988), Kaplan (1984, 1985 Y1986), Ovrin et al. (1990),0 Vastag (1.990), por citar algunos
de los mas representativos.

2
Sin embargo, la automatizaci6n de los equipos sigue un proceso mas lento, motivado, en

buena medida, por las dificultades existentes para su justificaci6n financiera.

La continua presi6n ejercida por la innovaci6n tecnol6gica, la necesidad de invertir en 1+D,

la cada vez mayor competencia a nivel nacional e internacional, han dado lugar, como recoge

Galbraith (1990), a que muchas entidades que operan con nuevas tecnologfas se enfrenten a

una era de "prosperidad sin beneficios" 0, 10 que es 10 mismo, a un ciclo costoso e

inacabable de desarrollo de nuevos productos, un interes intensivo por las opiniones y deseos

de los clientes, el incremento de la diversidad de los pedidos, demanda de un mayor esfuerzo

innovador... , sin que este ciclo este acompaiiado de los fondos financieros necesarios para

la reinversi6n.

Esta situaci6n es muy diferente a la que constituye la referencia obligada para la aplicaci6n

de las tecnicas "clasicas" de selecci6n de proyectos de inversi6n, en las que es necesario que

tales proyectos den lugar a "prosperidad con beneficios" para que sean seleccionados.

A ello se aiiade que los beneficios derivados de la aplicaci6n de las nuevas tecnologfas de

fabricaci6n no siempre se pueden valorar en terminos monetarios.

La consideraci6n de estos dos aspectos ha dado lugar a que el consenso sobre la conveniencia

de utilizar tales criterios clasicos para su evaluaci6n y selecci6n sea cada vez menor y a que

las criticas sean cada vez mas frecuentes.

El objetivo del presente trabajo es llamar la atenci6n sobre algunos problemas encontrados

al intentar utilizar tales tecnicas, asf como proponer alguna soluci6n a estos.

En el primer epfgrafe se describen aquellas caracteristfcas de las AMT que 1as hacen

aconsejables como medio para afrontar la diffcil situaci6n que atraviesa el sector industrial.

3
En el segundo se seiialan los problemas que plantea la utilizaci6n de las tecnicas c1asicas de

evaluaci6n y selecci6n de proyectos de inversi6n cuando se aplican alas nuevas tecnologias.

En tercer y cuarto lugar se abordan algunas posibles modificaciones tendentes a su

resoluci6n, se discuten algunas propuestas contenidas en la literatura, y se plantean una serie

de problemas no resueltos. En el quinto y ultimo epigrafe se propone una nueva metodologia

y se plantean lineas futuras de investigaci6n.

1.-Ventajas esperadas de la implantaci6n de las AMT.

Bajo el termino AMT se recoge una amplia variedad de tecnologias productivas que abarcan

desde maquinas herramientas controladas por ordenador hasta sistemas automaticos de

almacenado y distribuci6n de materiales (AS/RS) 0 vehiculos guiados automaticamente

(AGV'S).2 La importancia de la incorporaci6n de estas tecnologias avanzadas de fabricaci6n

se ha asociado fundamentalmente a sus posibles repercusiones estrategicas (Roth y Gaimon,

(1986», entre las que destacan:

l.-Afectan al nivel de capacidad productiva de la empresa.

2.-Afectan al tipo de tecnologia de procesos.

3.-Pueden incidir sobre las caracteristicas y tamaiio del mercado a largo plazo.

4.-Dan lugar a un fuerte efecto aprendizaje.

5.-Pueden surgir importantes costes de oportunidad asociados a la no inversi6n.

6. -Generan ahorros de costes en funci6n de su sinergia con otras tecnologfas.

Considerandolas desde el punto de vista de las prioridades competitivas de la gesti6n de

2 Para una definici6n detallada de este concepto puede acudirse a Adler (1988).

1--
operaciones, podriamos decir que las AMT posibilitan alcanzar:

a.-Un aumento de la flexibilidad.

b.-Un aumento de la fiabilidad y rapidez de las fechas de entrega.

c.-Niveles superiores en la calidad de los articulos.

d.-Niveles de costes inferiores a los de la teenologia productiva

convencional. 3

Junto a estos factores han de considerarse las ventajas operativas, de entre las cuales

podemos seleccionar la reducci6n de los siguientes elementos:

I.-Coste variable unitario de producci6n.

2.-Coste de inventario de la producci6n en curso.

3.-Tiempo de desarrollo de nuevos productos.

4.-Ciclos de fabricaci6n de nuevos productos.

5. -Consumo de materias primas.

6.-Niveles de piezas defectuosas y de trabajo a rehacer.

7. -Costes de inspecci6n y de control de procesos.

A ello se anade el incremento de la productividad, favorecido por las reducciones anteriores.

Si optamos por el punto de vista del anaIisis financiero y contable, se puede apreciar la

disminuci6n que experimentarla la necesidad de capital circulante, originada como

consecuencia de la reducci6n de los costes de producci6n y de la menor duraci6n del periodo

medio de maduraci6n de la empresa. Se ha de prestar asimismo atenci6n a la posibilidad de

lograr unos mejores cash-flows, motivados por el esperado aumento de la cuota de mercado,

3 Ver Leong (1990), Meredith y Camm (1989) 0 Solot (1990).

T
las sucesivas reducciones de costes que se pueden alcanzar debido a la sinergia entre nuevas

tecnologias y al efecto aprendizaje.

Todas estas ventajas no deben, sin embargo, hacemos olvidar que la inversi6n inicial puede

suponer un elevado compromiso de fondos (aun cuando el menor valor de las necesidades

de capital circulante pueda reducirlo en alguna medida) y que el contexto en el que se ha de

considerar la adopci6n de las AMT esta fuertemente marcado por el riesgo.

Ha de tenerse en cuenta por ultimo que las citadas ventajas aumentan conforme mayor sea

el nivel de integraci6n de las AMT que la empresa vaya incorporando.

2.-Algunos problemas asociados a la utilizaci6n de las ~nicas cbisicas de

evaluaci6n y selecci6n de inversiones.

Los modelos de "capital budgeting" han sido tradicionalmente los mas utilizados para elegir

la inversi6n en bienes de equipo para la fabricaci6n mas conveniente para la empresa 4.

Entre los motivos que justifican su utilizaci6n estlin la facilidad de su aplicaci6n, la

racionalidad de las suposiciones financieras en las que se fundamentan y la consideraci6n de

la influencia del tiempo sobre el valor del dinero.

Sin embargo, aunque puedan ser definidos como unas buenas tecnicas de evaluaci6n en

relaci6n con cuestiones tacticas de la selecci6n de un proyecto, fallan en la consideraci6n de

los aspectos estrategicos asociados al entomo competitivo al que se enfrenta la industria en

la actualidad.(Gurrad y Belser, 1992).

Un primer grupo de crfticas en relaci6n a la idoneidad de la aplicaci6n de estas tecnicas en

4 Pueden verse los trabajos de Chakravarty y Lorange (1991), Diaz (1986) 0 Swindle
(1985).

T---
el nuevo contexto industrial es el que seiiala su limitada adecuaci6n ante situaciones en las

que han de tomarse decisiones atendiendo a multiples objetivos, se da la concurrencia de

factores no monetarios que afectan a la toma de decisiones (Shaiken, (1985), Sharif Y

Sundararajan (1983» y/o existe incertidumbre ambiental y falta de precisi6n en las

estimaciones (Sullivan (1986».

Un segundo grupo de criticas estan referidas principalmente a los supuestos de partida de

tales tecnicas, como por ejemplo:

-Puesto que segun estos criterios la valoraci6n de los proyectos se efectua sobre las

bases de su rentabilidad a corto plazo y el nivel de riesgo incorporado, resulta muy dificil

justificar, empleando la teoria financiera tradicional, la repercusi6n a medio y largo plazo

de la implantaci6n de las AMT (Mitchel, 1990).

-Dado que el coste de capital asociado al proyecto a evaluar es el punto de referencia

obligado para determinar la conveniencia de llevar a cabo un proyecto, pueden rechazarse

inversiones de gran importancia para la empresa en funci6n del coste de su financiaci6n

(Morone y Paulson, 1991).

El tercer grupo de criticas esta asociado al hecho de que, pese a 10 anterior, estos modelos

se siguen utilizando profusamente, 10 que da lugar a la aparici6n de fricciones entre los que

defienden la adquisici6n, basandose en motivos no estrictamente financieros, y aquellos que

la desaconsejan apoyandose en tales motivos. Le habitual es que la situaci6n de conflicto se

suela resolver por la vIa de "jugar el juego" de finanzas. Esto quiere decir que la traducci6n

de un proyecto a sus terminos financieros se podria maquillar intencionadamente con la

finalidad de obtener la aprobaci6n financiera (Currie, 1989).

7
3.-Algunas propuestas para la resoluci6n de 108 problemas'anteriores.

Las debilidades observadas en los modelos financieros en 10 que respecta a la consideraci6n

del impacto estrategico de las AMT han dado lugar a la aparicion de una linea de

investigacion complementaria, la cual engloba trabajos que responden a muy distintas

orientaciones 5.

En terminos generales puede decirse que el prop6sito comunmente compartido por estos

investigadores es el de la justificacion de la adopcion de las nuevas tecnolog{as de fabricacion

atendiendo no solo a los criterios financieros sino tambien considerando:

-aspectos estrategicos,

-aspectos tecnicos,

-aspectos de complementariedad.

La idea subyacente es la de que el proceso de seleccion de una inversion en cualquier AMT

ha de incorporar este conjunto de criterios, otorgandoles mayor 0 menor prioridad en

funcion de la estrategia competitiva disefiada por la empresa.

Ello no supone en ningun caso el rechazo de la utilizacion del anaIisis financiero, 10 que se

discute es la importancia que se ha de otorgar a este y que modificaciones se podrfan

introducir para mejorarlo.

En este sentido, la observaci6n efectuada de las practicas empresariales mas comunes llevada

a cabo en los trabajos citados, permite poner de manifiesto los siguientes puntos:

5 Entre ellos, Azzone, Bertelle y Masella (1992), Blois (1986), Chakravarty (1990),
De Silve at al. (1990), Jelinek y Goldhar (1983), Kleindorfer y Partovi (1990), Meredioth
y Camm (1989), Monahan y Smunt (1989), Morone y Paulson (1991), Nelson (1986), Roth
y Gaimon (1986), Stecke y Raman (1986), Swamidass (1987) 0 Tombak (1992).

T--
-La importancia del amUisis financiero varia en sentido inverso a la habilidad

percibida de la empresa para satisfacer a sus accionistas.

-El anaIisis financiero conduce a mejores resultados cuando el coste del capital no se

considera la mayor restricci6n en la fase de selecci6n de una nueva tecnologia.

-El anaIisis financiero es mas tenido en cuenta cuando la empresa no se encuentra en

una posici6n de liderazgo 0 cuando dificultades financieras previas le impiden 0 restringen

el acceso a nuevos capitales.

-Las empresas en posici6n de liderazgo consideran el aspecto financiero de sus

proyectos de inversi6n con gran imaginaci6n, diseiiando, si es necesario, polfticas financieras

ad-hoc que permitan justificar sus decisiones. Lo importante para ellas es la viabilidad

estrategica del proyecto y no la forma de financiarlo. Esto no quiere decir que no se

preocupen por la relaci6n entre rentabilidad del activo y coste del pasivo.

-La presi6n ejercida por el departamento financiero depende en gran medida del

diseiio organizacional y de la forma en que este afecta al proceso de diseiio de la estrategia

y a la implantaci6n de la misma.

Partiendo de estos hechos y de las sugerencias relativas a los criterios a tener en cuenta, se

ha procedido a efectuar una revisi6n de aquellas propuestas contenidas en la literatura que

pudieran permitir:

-una revisi6n constructiva de los criterios clasicos, tales como el VAN 0 el TIR, a

partir de la cual se les pudiera dotar de una visi6n mas amplia en relaci6n a los efectos a

largo plazo de las AMT, con 10 que se recogerlan los aspectos estrategicos, tecnicos y de

complementariedad que motivan la adquisici6n de las nuevas tecnologias,

-plantear las bases para el diseiio de un sistema de evaluaci6n mas participativo, que

9
incorpore los aspectos mencionados y que llevaria a un nuevo disefio organizacional en 10 que

se refiere al papel a desempefiar por las distintas areas funcionales de la empresa en este

proceso de evaluaci6n y selecci6n de proyectos.

La literatura comprende, como ya se sefial6, muy diferentes orientaciones. En su mayoria,

cada trabajo suele responder a un enfoque concreto, prestando especial atenci6n a algun

aspecto justificativo. S6lo algunos de estos trabajos estan dedicados a la consideraci6n

conjunta de varios de ellos.

El interes de la revisi6n era el de encontrar propuestas que recogieran tOOos los elementos

a tener en cuenta. Sin embargo, al no ser esto posible, se han establecido los siguientes

criterios para su selecci6n:

1.-S6lo se revisaran aquellos mOOelos que sean mas completos por si mismos y que

se complementen mejor.

2.-Ha de tratarse de aportaciones que no revistan problemas en 10 que se refiere a la

facilidad de su interpretaci6n y a la aceptaci6n por parte de aquellos que presumiblemente

habran de utilizarlos. De acuerdo con ello se ha hufdo de aquellas propuestas cuya

formalizaci6n escapa de la terminologia y procedimientos empleados habitualmente por los

gerentes y que estan mas preocupadas por la belleza formal que por su capacidad operativa

y resolutiva.

Atendiendo a tales criterios, los mOOelos seleccionados han sido los de Nelson (1986),

Monahan y Smunt (1987), Meredith y Camm (1989), Kleindorfer y Partovi (1990) y Azzone,

Bertele y Masella (1992).

Pasamos a continuaci6n a su descripci6n sucinta.

3.1.-EL MODELD DE NELSON

10

1-
Se trata de una propuesta que amplfa el proceso de toma de decisi6n relativo a la adopci6n

de una 0 varias AMT considerando:

-el VAN asociado al proyecto, ajustado por riesgo,(v j -),

-evaluaci6n de la tecnologfa necesaria(tj-),

-necesidad de mOOemizaci6n de la tecnolog{a disponible(et),

-elasticidad de la capacidad total ante variaciones en la carga de

-ancUisis coste/beneficio de la intrOOucci6n de la/s nueva/s AMT (hi-)'

El mOOelo toma la forma de una combinaci6n lineal de los terminos anteriores:

S. =
I
t.
"i
* + e.* + c· * + b*. + v. *
I I I I

Sj es la puntuaci6n alcanzada por cada proyecto i, y puede tomar valores entre 0 y 5. Supone

que las diferentes variables s610 toman valores entre 0 y 1, pero los pesos pueden variar

segun las caracterfsticas de la empresa y del proyecto. Se emplea la forma aditiva por ser la

comunmente empleada para la selecci6n de proyectos en 1+D Ypor el limitado uso que los

modelos de programaci6n matematica han demostrado tener para la selecci6n de proyectos.

(La descripci6n del proceso de ccUculo del valor tornado por las distintas variables puede

encontrarse en el propio articulo)

Esta propuesta satisface parcialmente los objetivos de este trabajo. Por una parte, considera

la participaci6n en el proceso de diferentes departamentos empresariales y, por su expresi6n

formal, parece recomendable desde el punto de vista de las preferencias y usos empresariales.

A ello hay que aiiadir que tiene en cuenta aspectos tecnicos (recogidos a traves de las

variables relacionadas con las caracteristicas de la tecnolog{a), estrategicos y financieros.

Por otra parte, sin embargo, como tOOos los mOOelos que atribuyen ponderaciones a los

diferentes criterios a evaluar, existe una dificultad intrinseca asociada a la correcta

11

T-
determinaci6n de estas ponderaciones.

El modelo en si podria ser mas adecuado a los fines perseguidos si:

I.-Se mejora el caIculo del Van, para 10 cual habria que considerar los ahorros de

costes debidos a posibles sinergias y efectos aprendizaje, as! como los efectos estrategicos

a medio y largo plazo vinculados 'a la adopci6n de las AMT.

2.-Se revisa la evaluaci6n de tj ·, ej • y Cj· incorporando al anaIisis de estas variables

su relaci6n con las prioridades competitivas de la direcci6n de operaciones y analizando mas

ampliamente las caracteristicas tecnicas de las AMT asi como la complementariedad entre

estas.

3.2.-EL MODELO DE MONAHAN y SMUNT

Sus autores proponen un sistema de apoyo a la decisi6n, cuya aplicaci6n requiere la

participaci6n de los distintos niveles organizacionales de toma de decisi6n, a saber,

estrategico, tactico y operativo.

La descripci6n de las fases, muy sucintamente, es la siguiente:

A.-En el nivel operativo, a partir de las estimaciones de demanda propuestas por el

nivel estrategico, se Bevan a cabo una serie de simulaciones cuyo fin es la determinaci6n de

las tecnologias productivas mas convenientes para la satisfacci6n de la demanda desde un

punto de vista tecnico.

B.-El nivel tactico evalua las propuestas resultantes de la fase anterior atendiendo a

los costes de inventario y producci6n generados por cada propuesta seleccionada y

considerando sus viabilidades desde el punto de vista del sistema de planificaci6n y control

de la producci6n.Con la selecci6n resultante se proponen cambios al nivel operativo y se

12

-~~--- .~~--------------------~
envfan las alternativas ya validadas al nivel estrategico.

C.-En esta fase se evaluan las propuestas de la etapa anterior teniendo en cuenta los

costes totales asociados, la tasa de interes, estimaciones revisadas de demanda, etc. Tras

calcular la viabilidad de las propuesta~, se selecciona la mas conveniente en funci6n de los

objetivos de la empresa.

Esta aportaci6n resulta interesante en la medida en que tiene muy en cuenta los efectos

tecnicos y efectua un adecuado seguimiento de los costes de producci6n asociados alas

distintas opciones de inversi6n, a la par que considera su adecuaci6n a los sistemas de

planificaci6n y control de la producci6n que imperan en la empresa.

Presenta la ventaja frente a la propuesta anterior de determinar c6mo afectan las AMT objeto

de estudio a los programas y planes de producci6n y especialmente, al coste de los mismos.

A partir de estos datos se podrfan estimar los presupuestos de tesorerfa y de capital para el

primer ano, informaci6n que resulta de suma utilidad para la evaluaci6n financiera.

El modelo no tiene en cuenta, tampoco 10 hacfa el anterior, las previsibles mejoras en costes

y los aumentos esperados de la cuota de mercado, 10 cual dificulta la estimaci6n de los

presupuestos de los diferentes afios en que las nuevas tecnologfas evaluadas estarian en

funcionamiento.

Hay que mencionar que no se considera el entorno de riesgo que acompafia a cada propuesta,

ni los beneficios intangibles. A ello se afiade que el an3.lisis financiero se lleva a cabo de

forma residual. (De la explicaci6n del mismo brindada por sus autores no se puede deducir

si ello se debe a la carencia de datos suficientes, como aquf se acaba de mencionar 0,

simplemente, a que carece de interes para estos).

13

T
3.3.-EL MODEW DE MEREDITH y CAMM

En esta propuesta se trata de determinar que nuevas tecnolog(as resultarian mas interesantes

para una empresa desde el punto de vista de su contribuci6n a la mejora de los niveles de

sinergia y del reforzamiento del efecto aprendizaje.

Las premisas en las que descansa son:

1.-Cuando las islas de automatizaci6n se integran a traves del uso compartido de una

base de datos comun se pueden obtener importantes sinergias en el sentido de Radell

2.-Se dan situaciones de complementariedad entre las AMT y otras variables

organizacionales. (Esta premisa ha sido posteriormente probada por Milgrom y Roberts

(1990».

3.·Se observa un fuerte efecto aprendizaje en las AMT 7.

4.-Las posibles interacciones entre sinergia y aprendizaje no han sido objeto de

estudio. Muchas inversiones secuenciales no se llevan a cabo por no haberse cuantificado

estas interacciones.

El modelo pretende:

a.-Ilustrar la importancia de las interacciones.

b.-Predeterminar los rangos de beneficios asociados a la sinergia existente entre un

conj unto de tecnolog(as que la empresa podrfa alcanzar utilizandolas en condiciones

normales.

c.-Evaluar situaciones concretas en las que una empresa esta utilizando u n

6 Este aspecto ha sido estudiado detalladamente por Ayres (1985) y Meredith (1987).

7 (ver Baud(n (1985), Ettlie (1984), Jaikumar (1984), Muth (1986) 0 Rosenthal
(1984».

14
conjunto dado de tecnologias bajo unas condiciones especfficas.

Los datos requeridos son:

-Estimaci6n de los posibles ahorros de costes debidos a la introducci6n re li


nuevas tecnologias CA'

-Tasas de aprendizaje ifA.

-Factores fraccionales de sinergia fAB 8

La expresi6n general es:

donde Zj es el coste de producci6n de la unidad i empleando la tecnologia j 0 k, Ydonde:

it = i - qt (para todo t), t es la tecnologfa (j 6 k), qt es la cantidad de

producci6n acumulada cuando se incorpora la tecnologia t, e i es la cantidad de producci6n

acumulada hasta ese momento.

Una contribuci6n importante de este modelo en relaci6n a los objetivos del presente trabajo

es que indica el orden 6ptimo en que deberian adquirirse las distintas AMT de forma que se

minimicen los costes de producci6n. Puede ser l1til para efectuar una selecci6n previa entre

distintos proyectos a partir de su interacci6n y grado de complementariedad con la tecnologia

ya existente en la empresa. Tambien puede resultar de ayuda para recalcular los costes de

8 Para los detalles tecnicos vease el articulo de Meredith y Camm (1989).

15
producci6n asociados al proyecto que se quiera analizar.

No obstante, si los objetivos prioritarios de la empresa fueran otros ademas de los de

mantener una ventaja en costes, el modelo resultarfa insuficiente, dado que se concentra

unicamente en tal aspecto.

A modo de resumen puede decirse que a partir de esta propuesta podrian tenerse en cuenta

los aspectos de complementariedad entre diferentes tecnolog(as y las repercusiones financieras

de los efectos sinergia y aprendizaje.

3.4.-EL MODELO DE KLEINDORFER Y PARTOVI

La metodologia propuesta comienza con el anaIisis de la estrategia competitiva de la empresa,

a partir de la cual se estableceran los objetivos de la gesti6n de operaciones, particularmente

en 10 que se refiere a la definici6n de la importancia que tienen los criterios de costes,

calidad, fiabilidad y rapidez de los envios y flexibilidad para la obtenci6n de beneficios a

largo plazo (Cohen y Lee (1987».

Estas consideraciones conducen al establecimiento de una jerarquia de rendimientos de la

empresa 0 de la unidad de negocio de que se trate.

Partiendo de esta y aplicando una metodolog(a de evaluaci6n basada en el modelo AHP de

Saaty (1982), se puede llegar a una jerarquizaci6n de las oportunidades de inversi6n en las

diferentes nuevas tecnologias 9.

9 Los autores no hacen una consideraci6n explicita del nivel de riesgo que cada
tecnologia podria aportar, ni llevan a cabo el anaIisis teniendo en cuenta las posibles
repercusiones financieras. Ellos mismos sugieren la conveniencia de su incorporaci6n.

16

~._~---------------_._----

ITI ·
La bondad de esta aproximaci6n a efectos de los objetivos de este trabajo esta relacionada

con el hecho de que permite la incorporaci6n de los modelos de Meredith y Camm -en el que

10 importante, como se ha visto, son las posibles reducciones en costes (una de las

prioridades competitivas de la estrategia de operaciones)- y de Monahan y Smunt -dedicado

a otras variables que afectan a estas prioridades y que repercuten en la fiabilidad y rapidez

de entrega, calidad y flexibilidad ademas de a los costes- y, adicionalmente, facilitaria la

revisi6n de los valores de las variables no estrictamente financieras que aparecen en el

modelo de Nelson.

El conocimiento de aquellas tecnologias mas recomendables desde el punto de vista de la

estrategia de operaciones asi como de los posibles efectos de su implantaci6n a medio y largo

plazo, al incorporar los modelos sefialados, permite que la evaluaci6n financiera sea mas

sencilla y sus resultados mas acertados, en cuanto que:

-la selecci6n y evaluaci6n se concentra en este grupo de tecnologias,

-las estimaciones de costes son mas fiables,

-los escenarios futuros estan mas definidos,

-la determinaci6n del horizonte de evaluaci6n tambien resulta mas sencilla y

adecuada a la "realidad" ,

-la informaci6n sobre el rendimiento econ6mico de estos activos productivos

responde a sus caracteristicas tecnicas y de mercado.

Si se tiene ademas en cuenta que el anaIisis financiero entra a formar parte de un proceso

participativo, parte de las criticas sefialadas en el segundo epigrafe, desaparecerian.

17
3.5.-EL MODELO DE AzzoNE,BERTELE y MASELLA.

Esta propuesta recoge parcialmente la idea de la participaci6n de los diferentes departamentos

empresariales, intentando incluirla en la estructura de un modelo financiero como el VAN.

Se trata de una aproximaci6n basicamente financiera, ampliada con la introducci6n de las que

podrian considerarse variables estrah~gicas criticas.

La metodologfa propuesta es la siguiente:

1.- Se define un conjunto de variables estrategicas crfticas (EJ con el concurso de los

diferentes departamentos organizacionales. (En el modelo estas presentan una clara

orientaci6n hacia los aspectos de marketing).

2.-Puesto que las variables pueden tomar distintos valores (por ejemplo, la cuota de

mercado puede crecer 0 decrecer y, dentro de esta doble posibilidad, con diferente

intensidad), se disefia un conjunto de escenarios con el fin de recoger el mayor mlmero de

situaciones posibles (Nj ). Asfmismo, a cada uno de estos escenarios se le asigna una

probabilidad de ocurrencia.

3.-Con la informaci6n anterior se procede a determinar la repercusi6n de los posibles

escenarios UN) sobre las variables explicativas tradicionales de un proyecto de inversi6n.

4.-Por ultimo, con este conjunto de informaci6n, se calcula el VAN correspondiente

a cada situaci6n y el valor medio del conjunto de valores, su desviaci6n tfpica, la

probabilidad de que el VAN medio sea positivo y el peor caso que se podria presentar.

Este modelo se amplia con la consideraci6n de inversiones complementarias posteriores,

efectuando el mismo procedimiento anterior desde la conveniencia de adoptar la primera

decisi6n. En este caso, el VAN total medio deberia calcularse considerando la situaci6n de

incrementalidad.

18
El planteamiento del problema resulta novedoso e interesante al incorporar las

consideraciones estrategicas en el caIculo del VAN, cuantificando de algun modo los

beneficios a medio y largo plazo de las AMT, a la par que por la forma en que incorpora el

riesgo.

No obstante, el modelo presenta algunas limitaciones tecnicas, entre las que podemos seiialar:

I.-El horizonte de evaluaci6n empleado (un ano) no parece adecuado para evaluar las

AMT.

2.-No se especifican las posibles relaciones de dependencia entre las variables

explicativas.

3.-El coste de capital no incorpora la oportuna correcci6n por riesgo

4.-La aplicaci6n del modelo de Hertz para la evaluaci6n de inversiones en contextos

de riesgo como la aquf analizada ofrece mejores resultados. (Durban Oliva (1984»

A estas limitaciones debemos anadir las siguientes, relacionadas con la naturaleza del

problema analizado:

I.-Las variables estrategicas crfticas estcin orientadas fundamentalmente hacia

cuestiones de marketing, con 10 que la atenci6n prestada a otras cuestiones como la viabilidad

y oportunidad tecnica, el anaIisis coste-beneficio, posibles complementariedades (en el sentido

de sinergias y efectos aprendizaje) con los equipos existentes,etc.. es s610 residual.

2.-A partir del modelo es diffcil establecer relaciones entre las variables estrategicas

y las modificaciones experimentadas por los costes de producci6n 0 los valores residuales.

4.-0bservaciones sobre aspectos alin no resueltos.

19

1
El estudio llevado a cabo permite seiialar la inexistencia, por el momento, de una unica

metodolog(a que posibilite la evaluaci6n y selecci6n de proyectos de inversi6n en tecnolog(as

avanzadas de automatizaci6n que considere conjuntamente los criterios estrategicos, de

complementariedad, tecnicos y financieros.

Puede seiialarse asfmismo que los intentos para su logro son cada vez mas fructfferos y

parecen ir orientados en la misma lfnea, a saber, la necesidad y conveniencia de modificar

los criterios clasicos para que puedan tener en cuenta las repercusiones estrategicas de los

diferentes proyectos, a la par que las consideraciones expHcitas de la adecuaci6n tecnica del

proyecto y su complementariedad con la tecnologfa existente en la empresa y/o con futuras

adquisiciones.

Quedan, no obstante, varios problemas pendientes de soluci6n que no han sido explfcitamente

considerados por ninguno de los modelos anteriores y que estan directamente relacionados

con los propios criterios clasicos.

Los mas relevantes son los siguientes:

l.-Papel desempeiiado por el coste de capital como tasa de corte para la aceptaci6n

de un proyecto.

2.-Estimaci6n del coste de capital a utilizar.

3.-Horizonte temporal de evaluaci6n a considerar.

4.-Necesidades de capital circulante.

5.-Viabilidad financiera de un proyecto.

Por 10 que respecta al primer punto, parece oportuno recordar que los motivos que inducen

a considerar la posibilidad de incorporar alguna AMT suelen estar relacionados con el

20

IT
mantenimiento y la mejora, si ello es posible, de una determinada posici6n en el mercado.

Lo importante no es, pues, caunto costara y c6mo se financiara la AMT, sino la posici6n que

permitinin mantener y cucil se mantendria en el caso de no llevar a cabo la inversi6n.

De ello parece desprenderse que el coste de la financiaci6n no debe convertirse en la

restricci6n principal, con 10 que la tasa de corte deberia fijarse atendiendo a la sei'ialada

posici6n competitiva.

En relaci6n a la estimaci6n del coste del capital, la repercusi6n estrategica de las inversiones

en AMT nos lleva a sugerir la conveniencia de proceder a su ccilculo teniendo como

referencia obligada el entorno financiero del sector en el que opera la empresa que evahla

la inversi6n. En este sentido, cada entidad deberfa conocer:

-el coste de capital que afrontan sus principales competidores,

-el coste de capital que dicha entidad habra de soportar en el futuro si no lleva a cabo

la inversi6n y sus competidores si 10 hacen,

-capacidad empresarial negociadora del coste de capital si el proyecto permite alcanzar

los objetivos deseados.

Con esta informaci6n, el coste de capital utilizado seria mas realista.

Sin embargo y como es sobradamente conocido, la dificultad asociada a la determinaci6n del

mismo es, hoy por hoy, muy elevada, por 10 que seria muy recomendable realizar un mayor

esfuerzo investigador en este campo, orientando este a la busqueda de los procedimientos que

permitan la obtenci6n de unos valores mas fiables y representativos.

El tercer problema pendiente de soluci6n es el relacionado con el horizonte temporal a

21
utilizar en la evaluaci6n de las inversiones en nuevas tecnologias de fabricaci6n. La

complejidad de su elecci6n radica en el hecho de que mientras que su vida util puede ser

relativamente corta, los efectos de su implantaci6n se producen a medio y largo plazo.

La literatura no ofrece una clara respuesta a esta cuesti6n. Las publicaciones existentes

apuntan hacia la conveniencia de fijar este horizonte en funci6n del tiempo que requeriria la

empresa para volver a alcanzar su situaci6n actual en el mercado, caso de que no llevase a

cabo la inversi6n y si 10 hicieran sus competidores, 0 bien en funci6n del tiempo que la

empresa podria mantener esta posici6n gracias a haber acometido el nuevo proyecto. (Los

modelos descritos en este trabajo utilizan un horizonte anual, 10 cual nos parece

absolutamente inadecuado en cualquier caso).

La decisi6n a adoptar dependeni en gran medida de los problemas asociados a la estimaci6n

tanto de los efectos a medio y largo plazo y su cuantificaci6n en terminos monetarios, como

de la capacidad de respuesta de la empresa y sus competidores ante los cambios previstos en

las estructuras productivas y los tipos de tecnologias incorporados. La necesidad de

participaci6n de las diferentes areas funcionales en este proceso de estimaci6n resulta obvia.

Por 10 que respecta a la necesidad de capital circulante a considerar, resulta conveniente

recordar en este momento que es relativamente frecuente en la pnictica empresarial el

encontrar ejemplos de evaluaciones de proyectos que no tiene en cuenta la inmovilizaci6n de

recursos que supone la financiaci6n de la necesidad de capital circulante que todo proyecto

de inversi6n conlleva aparejada, a pesar del grave error que esa practica supone.

Para el caso concreto de la evaluaci6n y selecci6n de inversiones en proyectos que supongan

22

IT
I
, !
la incorporaci6n de nuevas tecnologias de fabricaci6n, este error se agrava todavfa mas.

Tengase en cuenta que la utilizaci6n de estas nuevas tecnologias favorece la reducci6n de los

ciclos de producci6n, inventarios, costes de producci6n distintos a los de inventarios y

permite la aparici6n de sinergias y efectos aprendizaje. Todo ello conduce a que tanto el

periodo medio de maduraci6n de la empresa coma la cuantia de las partidas a financiar

durante el mismo puedan disminuir, 10 cual da lugar a una menor necesidad de

inmovilizaci6n de fondos no s6lo en el momento de acometer la inversi6n sino a 10 largo de

la vida de la misma. Dicha menor necesidad de capital circulante debe ser tenida en cuenta

al evaluar estos proyectos, en la medida en que, ademas de suponer un reflejo mas ajustado

de la realidad, puede contribuir a resolver en cierta medida alguno de los problemas

financieros como, por ejemplo, el de buscar la forma de financiaci6n mas adecuada.

Piensese a este respecto que, si la empresa considera la variaci6n que se daria en su

necesidad de capital circulante en relaci6n a la existente en la situaci6n previa a la acometida

de la nueva inversi6n, puede encontrarse con que tal variaci6n es negativa, 10 que supondria

el disponer de una fuente adicional de fondos financieros, hecho que repercutiria en el coste

de capital del proyecto. A ello se ha de aiiadir la posible influencia sobre la viabilidad

econ6mica del proyecto analizado, dado que la inversi6n inicial seria menor que la estimada

sin tener en cuenta esta variaci6n.

Tener en cuenta estas cuestiones es de vital importancia, dado que el valor que el VAN y el

TIR tomarian en uno u otro caso podria diferir, modificando la jerarquia de proyectos

alternativos y la decisi6n final.

Por ultimo y en quinto lugar ha de recordarse que la informaci6n proporcionada por los

criterios anteriores hace referencia a la viabilidad econ6mica de un proyecto, pero no a su

23
viabilidad financiera.

Esta ultima, cuyo anaIisis es olvidado en numerosas ocasiones, arroja una luz muy interesante

sobre la forma de retribuir y devolver los fondos financieros utilizados que resulta mas

conveniente para la empresa a partir de los cash-flows que el proyecto pUede generar. Esta

informaci6n es de gran importancia en cuanto que sirve de elemento de apoyo para la

selecci6n de la forma de financiaci6n que resulte mas adecuada, no s610 por su coste, sino

tambien por la distribuci6n de sus cargas.

Como se ha podido apreciar, ninguno de los modelos presentados ha acertado a resolver los

puntos anteriores.

5.-Una propuesta de metodologfa y lfneas futuras de investigaci6n.

Como es bien sabido, una de las condiciones previas necesarias para llegar a alcanzar el exito

en cualquier proyecto empresarial es que todos los departamentos organizacionales participen

en el, debiendo darse esta participaci6n en todos los niveles y para todas las decisiones,

incluyendo la de evaluar y seleccionar proyectos altemativos de inversi6n.

5610 asf las variables que conducen a 'tal selecci6n seran representativas de la influencia y

efectos de cada proyecto sobre la empresa en su conjunto y unicamente procediendo de este

modo se podra comprobar posteriormente la coincidencia entre los resultados alcanzados y

las expectativas, detectar la naturaleza y raz6n de las desviaciones y tomar las posibles

acciones correctoras.

Partiendo de esta premisa y considerando las ventajas e inconvenientes de los modelos y

observaciones presentadas en los epfgrafes tercero y cuarto respectivamente, se ha

24

-1--"
desarrollado la propuesta de metodologia que se sugiere a continuaci6n.

I.-La empresa debe identificar, de acuerdo con sus objetivos estrategicos, aquellas

inversiones en AMT que mejor contribuyan a la consecuci6n de tales objetivos.

2.-Se ha de considerar para cada alternativa seleccionada el grado de

complementariedad tecnica que presenta con la tecnolog{a ya existente, las restricciones que

incorpora y la posibilidad de atender alas mismas. la adecuaci6n a los planes de producci6n

de la empresa 0 la necesidad de alterarlos sera otro de los elementos a incluir en el anaIisis.

Para ello sera preciso realizar un seguimiento tecnico exhaustivo.

3.-Una vez comprobada la idoneidad tecnica de las altemativas, habra de tenerse en

cuenta que combinaci6n de la tecnologia existente y de las nuevas tecnolog{as dara lugar a

una mayor sinergia y a un mayor efecto aprendizaje. Esto permitira determinar la

secuenciaci6n 6ptima de las inversiones a efectuar.

4. -Partiendo del calendario de inversiones recomendado por la aplicaci6n de los pasos

anteriores se procedera a su evaluaci6n financiera. Para ello es preciso interpretar los

criterios anteriores desde el punto de vista de su repercusi6n sobre las variables explicativas

de un proyecto de inversi6n. De esta forma, tales variables gozaran de representatividad y

el proceso de evaluaci6n y selecci6n financiero respondera mejor alas exigencias planteadas

por las caracteristicas de las nuevas tecnologias.

5. -Se recogeran de forma explfcita las modificaciones a que presumiblemente dara

lugar la introducci6n de una 0 varias AMTs, con el fin de su posterior control, del anaIisis

de las desviaciones y de la toma de medidas correctoras.

La representaci6n formal de esta propuesta es la de una combinaci6n lineal de

variables indicativas similar a la descrita en el modelo de Nelson (1986). As{, para cada

25
proyecto de inversi6n en nuevas tecnolog{as de fabricaci6n i, la puntuaci6n total obtenida en

el proceso de evaluaci6n y selecci6n Pi' depende de los valores normalizados obtenidos en

cada uno de los siguientes criterios:

Ej ": Valor estrategico,

CT j ": Conformidad y complementariedad tecnica,

Si": Posici6n en la secuencia 6ptima de adquisiciones,

V;": VAN ajustado por el efecto del riesgo.

Siendo la expresi6n general:

Pi = :&- + cri- + Si- + Vi-

Para el caIculo de cada una de estas variables se procede del siguiente modo:

I.-El valor estrategico de las diferentes tecnolog{as se determina aplicando el modelo

de Kleindorfer y Partovi (1.990). La jerarqu{a de inversiones asf obtenida se normaliza para

que cada proyecto lleve asignado un valor susceptible de ser empleado en la formulaci6n

propuesta. (La puntuaci6n obtenida, entre 0 y 1, se recoge en Ej ").

2.-La jerarqufa anterior no recoge la conformidad tecnica de las nuevas tecnolog{as

ni el grado de complementariedad entre estas y las ya existentes, por 10 que se acude al

empleo del modelo de Monahan y Smunt (1989). Se ha optado por esta aproximaci6n frente

a la sugerida por Nelson (1986) porque el anaIisis tecnico sugerido es mas riguroso y tiene

en cuenta las repercusiones de las inversiones sobre los planes de producci6n y los costes de

estos.

Como resultado se obtendria informaci6n sobre la adecuaci6n tecnica de cada proyecto y las

posibles modificaciones a que su adopci6n darfa lugar sobre los planes de producci6n y costes

26
esperados de producci6n.

La clasificaci6n de proyectos asi obtenida se normaliza para obtener CTj -.

3.-1.os procesos anteriores se han efectuado sin tener en cuenta las repercusiones que

sobre los costes de producci6n pueden tener los efectos sinergia y de aprendizaje. Como

Meredith y Camm (1989) seiialan en su trabajo, el ahorro alcanzado no es indiferente a la

secuenciaci6n seguida en la adquisici6n de las nuevas tecnologias, por 10 que en esta tercera

etapa se ha de determinar el orden 0 secuencia 6ptima. Utilizando el modelo de estos autores

obtendriamos una nueva clasificaci6n de proyectos que, tras su normalizaci6n, daria lugar

a la obtenci6n de Si-'

La informaci6n obtenida sobre ahorros en costes sera tenida en cuenta, junto a la facilitada

por el modelo de Monahan y Smunt para el ca.Iculo del VAN.

4.-Con el fin de tener en cuenta los aspectos econ6micos y financieros asociados a

cada proyecto de inversi6n, se ha incluido dentro de la metodologfa propuesta el VAN

normalizado correspondiente a cada proyecto. Para el ca.Iculo de dicho VAN se han de

considerar los siguientes elementos:

4.A.-En la determinaci6n de la inversi6n inicial no puede olvidarse la consideraci6n

de la necesidad de capital circulante incremental.

Para ello se deben analizar en profundidad las modificaciones en costes a que daran lugar las

caracteristicas tecnicas de los equipos y los efectos de la curva de aprendizaje, asf como las

variaciones en la duraci6n de los diferentes ciclos que conforman el periodo medio de

maduraci6n de la empresa. Esta informaci6n se obtiene utilizando los datos obtenidos en las

fases segunda y tercera de nuestra metodologfa.

La estimaci6n ajustada y fiable de esta necesidad de financiaci6n es una tarea compleja que

no se podra resolver sin el concurso de la nueva contabilidad de costes y el apoyo de los

27

1
expertos del area de operaciones.
4.B.-La sinergia y efectos de la curva de aprendizaje que la empresa puede alcanzar

con la introducci6n de las nuevas tecnologias podrian dar lugar a un mayor valor de la misma

en el mercado (hien bajo la forma de know-how, fondo de comercio 0 incluso en algun caso

como mayor valor de las instalaciones) 10 cual deberia verse reflejado en la estimaci6n del

valor residual del proyecto. Hasta la fecha ningun modelo recoge este fen6meno y y no se

cuenta con estimaciones ni tan siquiera aproximadas de cuaI podria ser su valor, por 10 que

se entiende que es un campo necesitado de un mayor estudio.

4.C.-Los niveles superiores de calidad que se pueden alcanzar con la incorporaci6n

de las AMT pueden influenciar los valores de los cash-flows e irlos mejorando conforme

aumenta el nivel de complementariedad e integraci6n de las plantas productivas. Esta

infIuencia no se ha analizado todavia con suficiente detenimiento a pesar de que la

informaci6n que arrojaria seria de gran valor para la obtenci6n de un VAN mas ajustado a

la realidad. Surge pues la necesidad de interpretar las mejoras en nivel de calidad en terminos

tales como modificaciones en el volumen de ventas y de ingresos y costes de explotaci6n con

el objetivo de poder estimar los cash-flows con un mayor grado de fiabilidad.

4.D.-El anaIisis de la viabilidad econ6mica y financiera debe realizarse

separadamente, con el doble fin de, por un lado, conocer en que medida los activos

adquiridos responden a los objetivos de la empresa, y, por otro, determinar la forma mas

recomendable de financiarlos. Esta propuesta no supone realmente ninguna novedad, pero

dada la frecuencia con que no se lleva a cabo el estudio de la viabilidad financiera, se ha

estimado oportuno mencionarlo una vel mas.

4.F.-La evaluaci6n de un proyecto en terminos de incrementalidad cobra en el

28
contexto analizado una importancia aun mayor que en el caso de inversiones en equipos

convencionales. Es por ello que se debe profundizar desde esta perspectiva en el tratamiento

de las variables explicativas relacionadas con el coste de capital y el horizonte temporal de

evaluaci6n del proyecto.

4.G.-EI establecimiento de un conjunto de escenarios representativos de las

oportunidades estrategicas que se pueden presentar ante una empresa en virtud de la

incorporaci6n de una 0 varias AMT es una tarea que, a pesar de ser ardua, debe llevarse a

cabo. Una vez logrado, deben incorporarse al proceso de evaluaci6n, para 10 cual se puede

acudir a los criterios clasicos para la selecci6n de proyectos de inversi6n en contexto de

riesgo.

Partiendo de la consideraci6n de estos factores, la determinaci6n del VAN podrfa llevarse

a cabo siguiendo las orientaciones recogidas en el modelo de Azzone et al. (1992). Como ya

se coment6 en el epfgrafe 3.5 esta aproximaci6n puede ser mejorada. Entre las mejoras a

introducir, aparte de las proporcionadas por los nuevos datos disponibles, habran de

considerarse las siguientes:

I.-El horizonte de evaluaci6n no puede ser de un ano. Aunque todavfa no existe un

unico criterio relativo a la elecci6n de este, se propone desde esta metodologfa la utilizaci6n

de un horizonte temporal igual al utilizado al efectuar la evaluaci6n estrategica de los

proyectos.

2.-1..os elementos tenidos en cuenta al efectuar tal evaluaci6n sercin los que sirvan de

orientaci6n para la construcci6n de los escenarios propuestos por Azzone et al (1992).

29
3.-Los datos sobre inversi6n inicial, cash-flows esperados antes de considerar

escenarios y valores residuales senin los obtenidos del seguimiento de los puntos mas arriba

mencionados (4A a 4G) relativos al caIculo del VAN.

4.-El coste de capital a utilizar debe tener en cuenta el riesgo que afecta al proceso

evaluado. Este ajuste no aparece en el modelo de referencia. Como ya se ha seiialado a 10

largo de este trabajo, en la determinaci6n del coste mas representativo se ha de atender al

coste empleado por la competencia y al coste de oportunidad para la propia empresa.

Supuesto que se dispusiera de ambos costes y a pesar de no existir un criterio definitivo sobre

cuaI ha de ser utilizado, se propone desde aqui la selecci6n del mayor. No obstante, este

punto no esta resuelto por 10 que constituye una de las lineas futuras de investigaci6n.

5.-El modelo de Hertz (1964) genera mejores resultados que el de Hillier (1963).

Como se puede apreciar, el exito que alcance esta metodologia estara altamente condicionado

por la bondad de las estimaciones efectuadas -relativas a los ahorros en costes ocasionados

por los efectos sinergia y de aprendizaje, cuotas de mercado futuras, mejoras en el nivel de

calidad, modificaciones de los ciclos de vida de los productos, reducciones en los tiempos

de fabricaci6n, ...- por una parte, mientras que por otra dependera de la capacidad que reunan

los criterios financieros para trabajar adecuadamente con las mismas.

En 10 que se refiere alas estimaciones a realizar, su caIculo precisara del concurso de los

expertos de todas las areas implicadas y de la utilizaci6n de un conjunto multidisciplinar de

conocimientos. El estudio de las nuevas medidas de rendimiento de la fabricaci6n propuestas

por la nueva contabilidad de gesti6n, la teoria de juegos, los nuevos enfoques de la direcci6n

estrategica, etc. -por citar algunos de los ejemplos mas representativos- junto a su

repercusi6n sobre las variables explicativas de los proyectos de inversi6n, constituye una

30

T-- ---------------""T'"'"'T"-",-----.--
linea de investigaci6n obligada.

Por 10 que respecta a la capacidad de los modelos financieros para actuar en contextos de

riesgo, las ultimas tendencias estan encaminadas a revisar los modelos existentes con el

prop6sito de aprovechar la capacidad computacional con que ahora se cuenta y que no estaba

disponible en los aiios sesenta.

Esta revisi6n esta dando lugar a un ancUisis mas detallado de las posibles dependencias que

se pueden dar entre las variables explicativas, habida cuenta de que los modelos c1asicos que

incorporaban el riesgo, como las conocidas contribuciones de Hillier (1963) 0 Hertz (1964),

asumian relaciones bastante simplistas. Las investigaciones efectuadas en empresas que han

ido incorporando sucesivamente nuevas tecnologias de producci6n demuestran que los

correspondientes cash-flows no son independientes entre si ni con respecto alas diferentes

inversiones. 1..0 mismo puede decirse de su relaci6n con los valores residuales.

Esta seria la segunda linea de investigaci6n a inc1uir.

Alas lineas anteriores se aiiaden forzosamente las asociadas a la mejora de la propia

metodologia propuesta. En este sentido, el trabajo que ahora se esta llevando a cabo esta

relacionado con la conveniencia de utilizar combinaciones aditivas frente alas multiplicativas,

la determinaci6n de los pesos a asignar a cada una de las variables inc1uidas en la

metodologia, la observaci6n de posibles redundancias en las variables y la busqueda de

mejores procedimientos para la determinaci6n de las mismas. Otro campo en el que se esta

profundizando es el vinculado a la selecci6n del coste de capital y del horizonte de evaluaci6n

a utilizar en el caJ.culo del VAN.

31
A pesar de los numerosos aspectos que quedan por resolver antes de encontrar la metodolog{a

6ptima y de las consiguientes importantes limitaciones operativas que plantea la aqu{

propuesta, entendemos que esta puede set de gran utilidad como punto de arranque para el

desarrollo de versiones mas completas .y consistentes. Tambien se entiende que puede servir

como elemento para la reflexi6n empresarial desde el momento en que se plantea un proceso

participativo, procedimiento no muy extendido en la practica habitual de las empresas y una

revisi6n del proceso seguido normalmente en el caIculo del VAN.

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