El Compromiso Social de La Iglesia

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EL COMPROMISO SOCIAL DE LA IGLESIA.

LA IGLESIA IRRESISTIBLE. ROBERT LEWIS


¿Puede imaginarse a muchos en su ciudad, antes cínicos y hostiles hacia el cristianismo,
alabando a Dios por su iglesia y las contribuciones positivas que sus miembros han hecho en el
nombre de Jesús? La iglesia solo puede lograr esto dirigiendo su atención hacia afuera y
amando a aquellos a nuestro alrededor del modo que Jesús amó al mundo: no solo con
palabras, sino con obras.
En 1990, cualquiera que observara nuestra iglesia creciente la describiría como exitosa. En
poco más de diez años, la Iglesia Bíblica Fraternidad creció de un simple puñado de personas a
más de 3, 500. Pero con todo nuestro avance éramos extraños para nuestra comunidad.
Honestamente mientras más crecíamos, nos volvíamos más preocupados por nosotros
mismos. Estábamos sumergidos en un ciclo: alcanzábamos a más gente, expandíamos más
nuestro auditorio, creábamos nuevos programas, para empezar nuevamente. Sería difícil
imaginar que este fuera el diseño que Jesús tenía en mente cuando soñó con su iglesia.
La iglesia no existe para el bien de sí misma, existe para el bien del mundo. Una iglesia puede
llegar a ser conocida internacionalmente dentro del ámbito cristiano y permanecer extraña en
su propia comunidad cuando nosotros venimos a ser todo lo que importa. Pensando de esta
manera raramente se contemplará un impacto espiritual nuestro más allá de los bordes de la
propiedad de la iglesia.

UN PUEBLO RADICAL. DAVID PLATT


Andy se convirtió a Cristo. Desde ese día a defendido que la salvación es solo por gracia y solo
por medio de la fe. Según Andy, sus acciones no tienen nada que ver con su salvación, y lo
lamentable es que esto se evidencia en su vida. Va a la iglesia, asiste a su grupo pequeño, pero
no se ve a Cristo en el aspecto de su preocupación por los demás. No les preocupan las almas
perdidas; y es sorda al clamor de los pobres y necesitados, aun entre los que pertenecen a la
familia de Cristo.
La verdadera fe produce de manera inevitable grandes obras para Dios. Porque la fe sin obras
es una fe muerta (Santiago 2:14-17).
Cristo nos cambia el corazón, la mente y la vida. Transforma nuestra manera de ver, sentir y
actuar. Comenzamos a ver las asombrosas realidades del mundo a través de los ojos de un
salvador que entrego su vida por la salvación del mundo.
Tu y yo nos estaremos engañando a nosotros mismos si en nuestra vida falta el amor por las
almas perdidas o la compasión hacia los pobres.
En nuestra iglesia, los miembros estas ocupados dirigiendo estudios bíblicos en sus lugares de
trabajo y sus vecindarios; amando a los huérfanos, cuidando a las viudas en los lugares para
personas jubiladas, cuidando a los ancianos de los asilos, sirviendo de manera diferente en la
sociedad. Nuestros miembros se involucran en el ministerio en el lugar donde viven.
Cristo es la razón de una vida radical. Jesús es la razón por la cual una familia vendió una casa
en un barrio residencial para mudarse a una casa pequeña en un barrio pobre de la ciudad para
evangelizarlos. El evangelio es razón por la cual los líderes de negocios de nuestra iglesia están
empleando sus fondos para causas sociales. El evangelio es la razón por la cual las familias de
nuestra iglesia están cambiando su rutina, ajustando sus presupuestos, haciendo planes
mayores, alterando sus ideas y sacrificando su vida para llevar a cabo los propósitos de Dios.

LA COMUNIDAD DEL REY. HAWARD A. SNYDER.


La evangelización es la primera prioridad del ministerio de la iglesia en el mundo. Las personas
transformadas son necesarias para cambiar la sociedad.
La voluntad de Dios es que la iglesia y cada miembro de ella alcance la plena estatura de Cristo
(Efesios 4:13). La iglesia transforma en mayor grado la sociedad cuando ella misma está en
proceso de crecimiento y perfeccionamiento en el amor de Cristo.
La tarea de la iglesia consiste en continuar las obras de Jesús. Somos salvados por Dios con el
propósito de que hagamos buenas obras Efesios 2:10. No somos salvos solamente para nuestro
propio beneficio, sino también porque hay un plan divino preexistente, hay obras particulares,
que Dios, en su sabiduría, desea realizar. Obras que realizará la iglesia.
Donde quiera que los cristianos estén obrando en el nombre de Jesús a favor de la
reconciliación y la liberación del mundo, tratando de corregir los desajustes del mundo y
sanando las enfermedades causadas por la caída, y donde quiera que tal actividad tenga origen
en el amor cristiano y un verdadero sentido de la vocación cristiana, allí Dios está obrando y
hay una señal del reino.

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