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¿Te cuesta expresar tus ideas por escrito?

¿Lxs profes no paran de ponerte “REDACCIÓN” entre


las correcciones de tus trabajos y no sabés a qué corno se refieren, si escribiste bárbaro? ¿Sufrís
cuando el examen es escrito en vez de oral?

No te preocupes, porque llegó…

PAUTAS DE REDACCIÓN
La Guía Definitiva

En este documento producido por eminencias de la expresión escrita (prof. Lula Maitía) encontrarás
consejos, explicaciones y cuestiones a tener en cuenta para mejorar tu redacción, no solamente en
el área de Lengua y Literatura sino también en todas las otras materias. (Incluso Matemática, ¡sí! A
veces tenemos que elaborar respuestas escritas a los problemas que se nos plantean.)
En principio aclaremos algo: escribir y hablar son dos cosas distintas. Necesariamente, lo tienen que
ser. Hay muchas diferencias: el discurso oral (cuando hablamos) es espontáneo, o sea, lo vamos
elaborando sobre la marcha, aunque pensemos antes de hablar (en el mejor de los casos). Podemos
hablar más o menos a la velocidad a la que pensamos. El discurso escrito es planificado: pensamos,
escribimos, pensamos, escribimos. Gracias a esto, si el discurso oral es un poco desorganizado o
contiene muchas repeticiones o “errores de redacción” (como no concordar en género dos palabras),
esto no importa tanto porque la idea es entenderse en el instante de la comunicación. Esto mismo,
que es común y esperable en el discurso oral, en el discurso escrito entorpece la comprensión. Si un
texto contiene muchas repeticiones, errores como el de la concordancia, falta de organización, es
mucho más difícil entenderlo. Es por esta razón que no se escribe como se habla.
Por otro lado, la comunicación escrita de la que se habla en esta guía tiene que ver con un ámbito
especial que es el académico o escolar. Acá no solo hay que escribir: hay que escribir de cierta
manera, respetando ciertas reglas y cierto registro. Hay discursos escritos que se parecen mucho
más a la oralidad: los mensajes de Whatsapp, Twitter, las redes sociales en general, las notitas o
cartas escritas a mano. Es decir, ahí escribimos más parecido a como hablamos, porque total no hay
quien nos vaya a corregir. La escritura académica está bastante lejos de esto: acá alguien nos corrige
y estamos hablando siempre o casi siempre con respecto a una disciplina o campo de estudio en el
marco de una institución que es la escuela.

Algunas cuestiones de la oralidad a evitar en textos académicos como respuestas de examen, de


trabajos prácticos, ensayos, resúmenes, monografías y demás son las siguientes:
- uso de muletillas como “tipo”, “o sea”, “cuestión que”. Incluso en la oralidad no es bueno usarlas
demasiado porque vacían el discurso (no dicen nada). En la escritura, siempre son reemplazables
por expresiones un poco más elegantes: “es decir”, “por ejemplo”, “de modo que” son algunas.
Tampoco conviene abusar de ellas.
- uso de términos o expresiones que corresponden a registros informales: si un personaje de un
cuento está maltratando u hostigando a otro tratemos de NO decir que lo bardea o descansa.
Busquemos algún sinónimo o expresión equivalente, como justamente lo son maltratar y hostigar.
Re gede corresponde a insoportable o intolerable, chabón corresponde a hombre, chico, muchacho o
sujeto, cheto corresponde a de clase social alta, rico o de buena posición socioeconómica; así hay
miles de ejemplos.
- armados de oración gramaticalmente incorrectos: nunca empecemos una definición con “tal cosa
ES CUANDO...” ni usemos el condicional para oraciones hipotéticas (en vez de “si yo diría”, que
es incorrecto, usamos: “si yo dijera”).
- uso de la segunda persona del singular. Pasa todo el tiempo y no te das cuenta cuando lo hacés,
¿viste? ← ESO es lo que hay que evitar. La función que tiene esta segunda persona es la de
establecer generalizaciones y eso siempre se puede lograr a través del uso de formas más
impersonales, como en los siguientes armados: “pasa todo el tiempo y uno no se da cuenta”, “pasa
todo el tiempo sin que se note”. No es adecuado esto en los textos académicos porque no tienen
ningún destinatario específico, no se le está hablando a nadie en particular (aunque se escriba para
que unx profe corrija, lo importante es el tema del que se habla, no a quién se le habla).
- uso de emoticones, que aunque no corresponde a la oralidad, interfiere con el registro formal que
manejamos en este ámbito (por más que sean simpáticos y expresivos).
Recuerden SIEMPRE que estos consejos se limitan a la producción de textos escritos en el ámbito
escolar. Después, en otros ámbitos, ustedes son libres de hablar y escribir como quieran
“deformando” el español hasta sus extremos, cometiendo errores, diciendo burradas, inventando
palabras nuevas, siempre que estén siendo respetuosxs con quienes se están comunicando, que para
eso vale la pena comunicarse: para construir, no para destruir.

Ahora sí: vamos a los consejos concretos de lo que hay que hacer para escribir bien:
♦ Siempre tener en cuenta que la ÚNICA manera que tenés de demostrar que leíste y entendiste lo
que te pidió unx profe es escribiendo las ideas que a partir de eso existen en tu cabeza.

♦ NUNCA escribas a medida que pensás, menos que menos intentes hacerlo a la misma velocidad.
Primero, leés la consigna y chequeás si se entiende lo que pide. Una vez entendida, buscás la
información necesaria para contestar. Después, pensás una organización que sirva para hacerlo.
Normalmente la forma más clara de explicar las cosas es yendo de lo general a lo particular. (p ej: si
en Biología tenemos que hacer un texto expositivo sobre el sistema digestivo, no deberíamos
empezar hablando de lo que hace el estómago sino diciendo que este sistema es el que se ocupa de
la transformación de alimentos para que puedan ser aprovechados por el cuerpo, después
enumerando los órganos que lo componen, después la función de cada uno...) Otra buena forma de
explicar las cosas es separando las causas de las consecuencias y explicando primero unas y
después otras según convenga a lo que pide la consigna. Recién cuando tenés más o menos
definidas esas cuestiones te ponés a escribir.
♦ Prestá atención especial a los verbos presentes en la consigna. Los que más aparecen son explicar,
mencionar, justificar, nombrar, enumerar, realizar, identificar. Cada uno de ellos pide algo distinto.
Asegurate de entender qué quieren decir y qué información vas a necesitar para cumplir con cada
una de estas acciones.

♦ Ahora que no contamos con la presencialidad y quizás no tenemos la presión de entregar algo
cuando termine la hora, disponemos un poco más de la opción de hacer borradores. ¡Ni siquiera
tenemos que escribir a mano! Por supuesto sería tedioso hacer un borrador de toda una respuesta
para después volverla a escribir entera, pero es un buen ejercicio anotarse posibles partes de la
respuesta, cortar, pegar, reorganizarla, reescribirla, antes de dar con la forma final y definitiva de
nuestra respuesta. Puede servir incluso para registrar errores o algún concepto que no cerró del todo
y poder consultar al respecto antes de entregar.

♦ Siempre empezá las respuestas copiando o parafraseando parte de la consigna. Nunca jamás
empieces una respuesta con “porque…” o directamente la información que pide la consigna. A esto
lo llamamos hacer una respuesta completa. Pensá que la idea es que la respuesta sea lo más fácil de
entender que se pueda y si se puede entender de entrada qué es lo que estás contestando, mejor.

♦ Tratá de usar oraciones cortas: una idea o explicación de una idea por oración. Si le explicás
rapidísimo a alguien las reglas de un juego no va a entender cómo se juega ("tenés que tirar el dado
pero te tiene que dar un número par ahí avanzás y si llegás al final hacés cien puntos pero también
podés ir para atrás"), en cambio si vas por partes lo va a entender mejor. ("Hay un tablero con
casilleros. Cada jugador tiene una ficha. Para avanzar casilleros, los jugadores deben tirar el
dado…")

♦ No te enrosques demasiado con los conectores. Acordate que estas palabras y expresiones son
importantísimas porque muestran la relación que queremos establecer entre las ideas (es así que
"dormí mal PERO estoy cansada" no tiene mucho sentido y "dormí mal POR LO TANTO estoy
cansada" sí lo tiene). Ayudate con esta página
http://hyperpolyglotte.com/aprende_espanol/voca_conectores.php que además de tenerlos
organizados por tipo tiene ejemplos claros.

♦ Nada es obvio: para estar seguro de que no estás omitiendo ninguna información fundamental
(cosa que es muy común porque sabemos que quienes nos evalúan ya saben del tema y lo conocen
bien) hacé de cuenta que escribís para alguien que no sabe nada del tema.

♦ Esto depende mucho de lo que diga la consigna, pero si no hay un pedido explícito de opinión o
impresión propia de algún tema mantené la subjetividad al mínimo. No uses la primera persona y
no tengas miedo de hacer afirmaciones categóricas del tipo “X es tal cosa”. Todo lo que sea “creo”,
“me parece”, quedará para los debates. Si hay errores, usar estas fórmulas no los minimiza, y de
todos modos los errores no son algo a lo que temerle. Es más, es buenísimo que aparezcan y existan,
así es como podemos aprender y no meramente absorber las palabras que dice unx profe o un texto.

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